Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Historia criminal – El petiso orejudo, asesino serial (página 2)




Enviado por Roberto Yrago



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

El psicópata se da cuenta de su mal, que no sufre
pero que disfraza inteligentemente, porque estorba a sus
propósitos, como dijo Cleckley en el título de su
libro, ¨La máscara de la cordura¨.

Por último, está la incapacidad de
empatía, de "ponerse" en el lugar de los otros, y la
característica de que para ellos sólo existe lo
inmediato, y en consecuencia nunca están ansiosos. Lo que
es explicable: la ansiedad es precisamente un estado de
desazón, producto de temer qué pasará en
nuestro futuro, a corta o a larga data. Pero ¿cómo
temer al futuro, si es algo que no existe? Frente a esto y con
respecto a esa explicación por la cual el descuido y la
escasa previsión que pone el psicópata al matar es
consecuencia de un deseo oculto de ser descubierto; no se cuidan,
por lo menos como sería de esperarse ante tan graves
acciones, porque simplemente el futuro, la cárcel o la
ejecución, no existen en su plan de vida. Su plan de vida
es lo inmediato. No hay nada que se pueda imaginar
después.

Por otra parte, los psicópatas tienen baja
estimulación cortical. Ésta es otra razón
para "necesitar el escalofrío", como dijo uno de ellos.
Necesitan estimularse con las grandes sensaciones, los grandes
peligros, y por eso matan.

Para luchar contra esta nueva aparición delictual
que son los asesinos seriales, el FBI interrogó a muchos
criminales encerrados en cárceles norteamericanas, y
produjo el famoso perfil del serial killer, un mix de
psicología, informática, ciencia y un poco de
intuición. Así nació el programa VICAP, en
el Departamento de Investigaciones Criminales del FBI, en
Quantico, Virginia; el mismo cuyo parque vemos en los primeros
treinta segundos de rodaje de "El silencio de los inocentes", con
la protagonista, Jody Foster, haciendo "jogging".

¿Pero este "perfil" sirve para encontrar al
delincuente? Por supuesto que no. Sí para coronar las
sospechas una vez que se tiene al criminal. También el
programa suministra datos para orientar la investigación,
por ejemplo, si el rostro de la víctima es irreconocible,
debido a golpes o a alguna mutilación, esto indica, en la
mayoría de los casos, que el asesino y su víctima
se conocían. Cuando el lugar de un crimen sangriento
presenta indicaciones de una gran limpieza, como una
bañera recién limpiada, con cuidado de toda mancha
de sangre, esto indica que probablemente el asesino salió
hace menos de seis meses de un establecimiento
psiquiátrico. La Asociación Americana de
Psiquiatría ha dicho, en 1980: "La principal
característica es una alteración de la personalidad
en la cual hay una historia de conducta antisocial crónica
y constante en la que los derechos de los demás son
violados¨.

La conducta antisocial no es debida a ningún
retraso mental, esquizofrenia, o episodios maníacos. La
mentira, el robo, las peleas y la resistencia a la autoridad, son
signos típicos en la infancia.

También la tortura y muerte de animales
domésticos. En la adolescencia son frecuentes una conducta
sexual inusualmente temprana y agresiva, la bebida excesiva, y
las drogas ilegales. Luego la incapacidad de mantener un
desempeño consistente en el trabajo o en funciones como la
responsabilidad paternal. Pasados los treinta años,
algunos de los aspectos más notorios pueden disminuir,
particularmente la promiscuidad sexual, las disputas, peleas,
delitos de robo y hurto y vagancia". Este intento de dilucidar
esas conductas nos obligan a tener en cuenta la opinión
que los especialistas tienen sobre este
fenómeno.

¿Hay una definición de la
psicopatía? Joel Zac es el mejor expositor del tema.
Psicoanalista formado por Langer, Pichon-Rivière y
Liberman, en la década del cincuenta ha dicho: "la
psicopatía es una organización de la personalidad
históricamente determinada por una distorsión
infantil de la evolución yoica, con una estructura
narcisista egosintónica (su trastorno no le genera
sufrimiento), con intolerancia a la frustración (bajo
umbral de tolerancia) y una irresistibilidad impulsiva
psicopatológicamente caracterizada por el predominio
intra-psíquico de una "situación básica"
("borrosidad" y "multiplicidad de objetos") que estructura la
neurosis grave de la infancia, con deterioro de la identidad, la
simbolización, la socialización, el control de la
agresión, la comunicación, con conductas
aloplásticas (actividad consistente en la
trasformación del medio ambiente) concretas resultantes de
la interacción inicial del niño (luego el
adolescente y el adulto) con su ámbito familiar y grupal,
con un superyó lacular (en lagunas, no integrado)
deficitario¨ [2].[3]

En todo lo que hemos dicho antes, Zac está casi
de acuerdo. Se aparta en dos aspectos, que son más de modo
que de naturaleza: "hay un predominio de la pro-yección
del mundo interno sobre el mundo externo, no obstante lo cual las
psicopatías pueden diferenciar, aunque con alguna
dificultad la fantasía de la realidad". Y otro: "la
independencia del psicópata es solamente aparente, pues
más profundamente necesita transformar a los otros en
dependientes de él, a través del dominio ejercido
sobre sus objetos externos. Considera y toma a los otros como una
prolongación de sí mismo, especialmente de su
propia voluntad".

Ahora ¿son los delincuentes siempre
psicópatas? En los habituales hallamos distintos grados de
psicopatía, elementos psicopáticos. Y podemos decir
que un número alto de estos delincuentes lo son. En cuanto
a los asesinos seriales, unos pocos son realmente
psicóticos: Albert Fish, Herbert Mullin, William Eirens,
Ed Gein y Daniel Bercowitcz, "Hijo de Sam", entre otros. Gein,
que cosía máscaras y trajes de piel humana inspira
en eso al asesino de "El silencio de los inocentes", al que ayuda
a descubrir el personaje de Hopkins, desde la cárcel. Pero
la mayoría, como hemos dicho son psicóticos. Tres
destacados médicos, criminólogos, y autores sobre
el tema de los asesinos seriales, pueden ser escuchados en sus
opiniones.

El doctor Stanton E. Samenov, es autor de ¨Inside
the criminal mind¨ (El costado de la mente criminal, 1984) y
coautor de los tres volúmenes de ¨The criminal
personality¨. Para Samenov, el jurado y los espectadores no
comprenden las muy complicadas y técnicas cuestiones
vinculadas a estos casos. "A un criminal en serie lo motiva la
emoción, lo prohibido. Busca desde su más tierna
infancia actividades que lo electricen. Su objetivo final es
humillar a la víctima, reducirla a la nada. Los criminales
saben engañar a los psiquiatras. ¿Qué hace
un psiquiatra? Pasa algunas horas en compañía del
criminal antes de escribir su informe. El criminal ha tenido toda
su vida para aprender a engañar a la gente, a descubrir
sus puntos débiles, a comprender lo que trata de saber
para contarle lo que quiere oír. Todos poseemos la
capacidad para cometer un crimen, pero el individuo para quien el
crimen es un estado de ánimo permanente ve la vida con
otros ojos. Por ejemplo, si soy un ladrón y entro en una
habitación, todo lo que se encuentra en ella me pertenece.
Me basta con descubrir la manera de apoderarme de
ello.

El doctor Ronald Markman es también
criminólogo especializado, y médico psiquiatra y
autor de ¨Alone with the devil: Famous cases of a Courtroom
Psychiatrist¨ (1989). Interrogado por Stéfhane
Bourgoin, dice: "la mayoría de la gente cree que la
psiquiatría legal existe sólo para ayudar a los
criminales a escapar de un castigo justo. ¿Alegar locura?
Es un sistema de defensa en realidad poco usado. Si se considera
el conjunto de los acusados que comparecen a juicio, solamente el
1% de ellos decide adoptar este sistema de defensa. De este
número muy reducido, sólo del 5 al 10% consigue
éxito, lo que significa que de mil casos, uno solo logra
obtener este veredicto. Son los casos más célebres,
más difundidos y esto lleva a pensar que este sistema de
defensa es más exitoso de lo que es. En Estados Unidos, un
acusado que ha alegado con éxito locura permanece
más tiempo en un asilo de lo que estaría en
prisión. A un demente se lo encarcela a perpetuidad,
incluso cuando el máximo de la pena de su delito sea de
diez años. Téngase en cuenta que hay dos clases de
asesinos seriales, el psicópata de personalidad
antisocial, y el psicótico, que es generalmente
esquizofrénico – paranoico.

El doctor Donald T. Lunde, fue profesor de
psiquiatría y de ciencias del comportamiento en la
Universidad de Stanford. Fue un adelantado en estudiar a los
asesinos seriales para el FBI. Lunde dice: "los
esquizofrénicos paranoicos son tratables, y muchas veces
se logra éxito. El psicópata no tiene tratamiento.
En cuanto a los dieciséis asesinos en serie que he
estudiado de cerca, todos soñaban con ver su nombre en los
periódicos. Solamente dos deseaban la muerte: Ed Kemper
que se entregó, y Gilmore". Samenov piensa que los
descuidos y negligencias por las cuales un asesino serial es
capturado no responden al deseo oculto para él de ser
detenido, sino a la impunidad con que se siente protegido por la
suerte. Cree que es un mito, procedente tal vez de un
artículo de Freud: "algunos tipos de carácter que
se encuentran en el trabajo psicoanalítico". "Berkowitz,
"el Hijo de Sam", aparcó mal su coche junto a un lugar
donde después, se supo, se cometió un asesinato. Un
agente de policía le impuso una multa. Los detectives
advirtieron esta multa e investigaron a Bercowitz, y supieron
así, por un vecino, que tenía la fama de atribuir a
un perro su posesión diabólica. De ahí a su
captura fue cuestión de coser y cantar".

Markman dice finalmente: "en Estados Unidos se discute
mucho sobre la pena de muerte. Como médico mi
función es prolongar la vida, pero hay individuos que no
merecen vivir, y que –es lo más importante– si
recobran la libertad volverán a matar. En los comienzos de
mi carrera me oponía a la pena de muerte, pero confieso
que he cambiado de opinión. Uno de ellos me dijo: si me
suprime la muerte, me suprime la vida". El interrogatorio grabado
de Arthur Shawcross concluye con esta pregunta y esta respuesta:
—¿Qué debería hacer la policía
con alguien como tú? —Meterme en la cárcel
para toda la vida. Si me sueltan volveré a hacerlo. Pero
como sabemos, una pena de este tipo contradice el mismo sentido
de la pena. Tal vez no sea la suerte lo que hace que un asesino
serial sea negligente, descuidado en sus delitos, sino el hecho
principal de la falta de futuro del asesino. Lo hemos dicho
antes: el psicópata vive sólo el presente, no el
pasado y tampoco el futuro. Ni siquiera puede imaginarlo:
él es todo acto. Es por esto que no sufre ansiedad.
Ésta no existe en la medida que tampoco el futuro, no
hablemos del mediato, sino también del
inmediato.

Estos análisis nos llevan a plantearnos si estos
asesinos llevan en sus genes la semilla del mal, si son asesinos
por naturaleza.

¿Es un criminal psicópata realmente
distinto desde su mismo nacimiento? A la distancia de los hechos,
muchos padres aseguran notar grandes diferencias en
relación con el resto de sus hijos.

¿Será posible afirmar que estos
niños nacieron bajo la sombra del mal? El medio ambiente
como factor no explica por si solo la aparición de la
conducta criminal. Si existe alguna explicación
genética, es una aguja dentro del pajar; una
mutación muy discreta. De hecho es muy difícil
aceptar que haya familias de asesinos seriales. Aún no se
tiene conocimiento del "gen asesino." Aunque las investigaciones
han revelado que hay ciertas tendencias genéticas que
predisponen a conductas violentas. Lo que si es que malas
semillas florecen en malos ambientes.

Comenzaremos a ver las eventuales contingencias que
llevan a la formación del psicópata, sin desestimar
que el producto final es el ensamble de múltiples
factores, incluido el entorno social y sus complementarios como
la pobreza, el acercamiento progresivo de las drogas blandas a
las duras, el alcoholismo, la promiscuidad y otros.

El factor químico

Altos niveles de testosterona no resultan peligrosos, en
tanto no se combine esa condición con un bajo nivel de
serotonina porque las consecuencias pueden ser peligrosas. La
testosterona se asocia a la necesidad de dominar (muchos atletas
y hombres de negocio la poseen en alto nivel). Sin embargo no
todos pueden ser "el rey de la colina" dado que existen muchos
mecanismos "freno", entre ellos la hormona serotonina que
mantiene estables los picos de tensión
emocional.

Niveles anormalmente bajos de esta sustancia provocan
que la frustración lleve a la gente hacia conductas
agresivas y a periodos de sadismo. La detección de
desajustes químicos implica que se requiere tratamiento
médico. Metales como el manganeso, hierro, cadmio y cobre
han sido encontrados en altos niveles dentro del sistema de
varios criminales violentos. El exceso de manganeso disminuye los
niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, situación
que representa el preludio de la violencia. El alcohol
acentúa la contaminación por metales en
sangre.

Defectos cerebrales

De acuerdo a varios investigadores, defectos en el
cerebro o lesiones graves en el mismo son un factor presente en
los casos de conducta violenta y/o psicópata. Lesiones en
el hipotálamo, el lóbulo temporal o en la
región límbica provocan desajustes en la conducta
y/o en la personalidad.

El hipotálamo regula el sistema hormonal y las
emociones. El llamado "cerebro superior" tiene poco control sobre
esta región. Y existe una gran cercanía
física entre las regiones que controlan la sexualidad y la
agresividad dentro del mismo hipotálamo. Esta
región cerebral puede lesionarse a través de un
accidente o por desnutrición.

El lóbulo temporal es más susceptible al
daño físico debido a que la parte del cráneo
que lo protege es muy delgada. Las lesiones por golpe seco o
trauma provocan en el afectado reacciones emocionales violentas.
Generalmente las lesiones del lóbulo derivan en problemas
de epilepsia.

El investigador Pavlos Hatzitaskos demostró que
una gran porción de los condenados a muerte, tuvo severas
lesiones cerebrales y que 70% de los pacientes que sufrieron
algún daño cerebral, desarrollarán alguna
conducta violenta. La mayoría de los asesinos seriales
sufrieron lesiones en la cabeza durante las golpizas de que
fueron objeto, golpes completamente accidentales.

Recordemos que en el reconocimiento módico
efectuado a Godino a su ingreso al presidio de Ushuaia se le
reconocieron 27 cicatrices en su cabeza, fruto de las palizas de
su padre y hermano.

Otros detalles

Los asesinos seriales requieren de estímulos
particularmente fuertes para experimentar excitación
nerviosa. Por ejemplo: un repentino y fuerte sonido no les
asusta, contrariamente a lo esperado. Su ritmo cardiaco y la
temperatura de la piel son sensiblemente más bajos que el
promedio. El sistema nervioso autónomo de la gente
más violenta es intensamente pasmoso.

Como conclusión se puede decir que aunque los
factores vistos influyen decisivamente en la aparición de
conductas criminales, no bastan aún para predecir por
completo el asunto. Existen innumerables lesiones cerebrales que
no conducen necesariamente a conductas violentas. Lo que se sabe
es que de ningún patrón en particular emerge un
asesino serial. Tal vez sea la combinación de una
predisposición química con factores ambientales. En
unos años mas es posible que conozcamos la
respuesta.

Psicosis

La Realidad Trastornada

En el siglo XIX se consideraba a la
psicopatología como "insanidad moral." Actualmente se le
conoce como un "desorden de personalidad social" o
"sociopatología." Los expertos opinan que un
sociópata es el resultado de la reunión de
desastrosas características personales, biológicas
y sociales.

Se diagnostica al psicópata/sociópata por
su conducta irracional y carente de propósito, falta de
conciencia y vacío emocional. Son gente en busca de
emociones fuertes, que no experimentan miedo. El castigo casi
nunca da resultado, porque su impulsividad no tiene
límite; no temen a las consecuencias de sus actos. Para un
psicópata una relación humana no tiene significado,
por lo tanto son hábiles manipuladores y explotadores. De
acuerdo a estudios hechos con la técnica de
análisis psicológico (DSM IIIR) entre 3-5% de los
hombres son sociópatas; mientras que menos del 1% de la
población de las mujeres lo son.

No todo psicópata esta motivado a matar. Pero
cuando es sencillo rebajar a los demás, y se ha padecido
de injusticias y rechazos, el asesinato parece una
elección natural.

Factores ambientales que los psicólogos dicen,
pueden crear a un sociópata:

  • Los estudios muestran que 60% de los
    psicópatas han perdido a uno de los padres.

  • El infante es privado de amor maternal; los padres
    están ausentes o alejados.

  • Un régimen incorrecto de disciplina: un padre
    implacable y la madre débil, el niño aprende a
    odiar la autoridad y a manipular a la madre.

  • Padres disfuncionales que en privado devastan al
    infante, mientras que a la sociedad presentan una fachada de
    "familia feliz."

Genética

Las pruebas indican que el sistema nervioso del
psicópata es distinto. Experimenta menos miedo y ansiedad
que el común de las personas. Con dos grupos de personas,
unos normales y otros psicópatas, se realizó un
estudio el cual consistía en hacer aprender cual de cuatro
palancas encendía un cierto foco verde. Sin embargo al
jalar la palanca equivocada ocurría una
penalización (choque eléctrico.) Ambos grupos
cometieron el mismo número de errores, pero el grupo sano
aprendió rápidamente evitando los choques, mientras
que a los sociópatas les tomó mucho mas tiempo
lograrlo.

Justamente es esta necesidad por emociones fuertes, la
que provoca que el psicópata busque situaciones
peligrosas. Cuando John Wayne Gacy escuchaba el ulular de una
ambulancia era capaz de seguirla, para conocer que clase de
excitante catástrofe había ocurrido. También
por este motivo se cree que varios criminales seriales buscaron
enrolarse en la policía, probablemente por lo intenso y
riesgoso de la profesión.

La genética y la fisiología son factores
decisivos en el desarrollo de un asesino serial; sin embargo no
son capaces de explicar todo. Los factores ambientales pueden
crear o destruir por completo una personalidad psicópata.
Mediante un estudio de EEG se ha descubierto que de 30-38% de los
psicópatas tienen un patrón anormal de ondas
cerebrales. Los infantes y los niños tienen baja actividad
en sus ondas cerebrales pero esta se incrementa con la edad, no
así con los asesinos seriales, en quienes la
maduración toma un largo periodo de tiempo. Por eso los
asesinos seriales no pasan (en la mayoría de los casos) de
los 50 años.

Las ondas anormales provienen de los lóbulos
temporales y del sistema límbico del cerebro, áreas
que controlan la memoria y las emociones. Cuando el desarrollo de
estas partes del cerebro esta frenado por causas genéticas
y los padres del infante son abusivos, irresponsables o
manipuladores, el escenario esta puesto para un
desastre.

¿Existe tratamiento para un psicópata? La
respuesta de los psiquiatras es: "NO". La terapia a partir de
choques eléctricos no surte efecto; las drogas tampoco dan
resultados favorables; y la psicoterapia, que implica una
relación con el terapeuta esta fuera de toda
consideración, porque el psicópata es incapaz de
abrirse a otras personas. Ellos no quieren cambiar y la
mayoría termina en prisiones, en vez de hospitales
psiquiátricos.

Dentro de la mente psicópata

De acuerdo al Dr. J. Reid Meloy, autor del libro
¨The Psychopathic Mind Origins, Dynamics and Treatment¨,
el psicópata es solo capaz de desarrollar relaciones
sadomasoquistas basadas en el poder, no el apego afectivo. Ellos
se identifican con el rol agresivo, como el de un padre abusivo,
y atacan al débil (ellos mismos) proyectándose en
otras personas.

Según el Dr. Meloy, en la tierna infancia del
psicópata, ocurre una separación de la
personalidad: uno es el yo (vulnerable por dentro) y el otro (que
es intruso y agresivo) esto debido a cualquier experiencia
desagradable. Entonces el infante espera que toda experiencia
"externa" sea dolorosa, por lo que se retrae a si mismo. Este
mecanismo de autoprotección construye una "armadura del
carácter" que desconfía de todo y no permite el
paso hacia adentro. El niño se rehúsa a
identificarse con sus padres a quienes toma por malévolos
extraños.

Pronto, el niño ya no sentirá
simpatía por nadie. El muro ha sido terminado y
durará para siempre. Si no lo creen, lean a
continuación las palabras de John Haigh: "La naturaleza
humana es una molestia, me llena de irritación. De vez en
cuando alguien debe desaparecer."

En el desarrollo normal, el chico crea lazos amorosos
con su madre. Pero para el psicópata, la madre es tomada
como un "predador agresivo, o un extraño." En el caso de
psicópatas violentos, asesinos seriales incluidos, los
lazos son de sadomasoquismo o agresión. De acuerdo a Meloy
"este perverso y agresivo individuo depredará a otros
reproduciendo los actos cometidos contra el en otros
tiempos."

La víctima vista por el psicópata

Cuando están cazando a su "presa" el asesino no
experimenta enojo o furia alguna. Por el contrario parece entrar
en un transe. Busca víctimas altamente idealizadas a las
cuales avergonzará, humillará y destruirá.
Degradando de este modo a la víctima, el psicópata
busca destruir al enemigo hostil que mora en su propia
mente.

Son psicópatas completamente fuera de sí.
Actúan sin una pizca de miedo creyéndose
omnipotentes, algunas veces pretenden ser la encarnación
misma del demonio. Ejemplo claro de ello es la historia de
Richard Ramirez "The Night Stalker." Cierto psicópata
creía ser un guerrero indio, y mientras estaba en custodia
utilizó sus propias heces fecales como pintura de guerra.
Finalmente hay que agregar que Gacy y Kemper adoraban a John
Wayne, encarnación americana del guerrero
solitario.

El psicópata conoce bien lo que es bueno y lo que
no lo es dentro de una sociedad. Se comporta con tanta sinceridad
que hace pensar a los demás que cree en los valores
humanos. Son francamente intratables, al grado de que algunos
leen libros de psicología con tal de imitar las conductas
del esquizofrénico. Como sea posible tratan de manipular a
sus captadores o a los terapeutas. Bundy, Kemper y Gacy fueron
tratados por psiquiatras, y aún así andaban
libres.

Las extrañas y bizarras fantasías del
psicópata lo llevan al aislamiento y la
frustración. Para el futuro asesino serial, estos
violentos sueños le traen mayor soledad y aislamiento.
Soledad que a su vez le provoca buscar alivio en nuevas
fantasías.

En un momento dado, para mantener viva su
fantasía, el asesino serial necesita vivirla. Se debate en
conseguirlo tal vez por años, pero el inexorable momento
llega. Llegan días de intenso retraimiento, entra en
trance como preludio del crimen, y todo esto es producto de sus
fantasías. La víctima entra a escena siendo un mero
símbolo u objeto que jugará el desdichado papel que
el psicópata le tiene preparado. Las extrañas y
crueles mutilaciones que el asesino propina a la víctima
son parte de un rito interno, que solo él comprende. En
palabras de Dennis Nilsen: "Construía otro mundo, al cual
entraban hombres del mundo real, sin embargo ellos no
recibían ningún daño bajo las reglas y leyes
de mis sueños. Ese es pues, mi crimen."

Aún con lo grotesco y brutal que pueda parecer el
crimen, casi nunca alcanza el nivel de la fantasía misma.
Usualmente termina en desilusión, pero a pesar de lo
anterior la fantasía nunca se aleja, seguirá unida
fuertemente a la psique del asesino. Ocurre en varios casos que
el psicópata mantiene "souvenirs" producto de los
crímenes, los cuales utiliza para alimentar y mantener las
fantasías.

A pesar de todo lo escrito anteriormente, se considera
que una cosa es fantasear que se mata a alguien y otra muy
distinta es poner "manos a la obra." Esta a discusión el
saber cual es la serie de detonantes para una conducta criminal.
Hasta ahora se tiene seguro que las drogas y el alcohol son dos
causantes importantes, como en el caso de Gacy quien
incluía al valium, las anfetaminas y la marihuana en su
arsenal.

De acuerdo a Ressler, los agentes "estresantes" resultan
ser ciertos eventos tras los cuales el psicópata es
llevado al extremo del crimen. Estos pueden ser: "conflictos con
personas del sexo opuesto, con los padres, dificultad
económica, problemas maritales, el nacimiento de un
niño, daño físico, asuntos legales, muerte
de alguien cercano, etc." Situaciones todas ellas, que someten al
individuo a fuertes cargas de estrés. En tanto que el
asesino se ve abrumado por la frustración, el enfado y el
resentimiento, las fantasías comienzan a confundirse con
la realidad hasta eclipsarla por completo.

La muerte de la madre de Ed Gein desencadenó su
carrera psicópata. Por su parte, tras una fuerte
discusión con su madre, Ed Kemper virtualmente
enloqueció. Christopher Wilder, quien viajó a
través de los Estados Unidos para violar y matar a ocho
mujeres, asegura que comenzó a matar, tras ser rechazado
en su propuesta matrimonial.

El estudioso del tema, Joel Norris establece que hay
seis fases en el ciclo del asesinato serial:

  • La fase del aura. Que es cuando el asesino comienza
    a perder contacto con la realidad

  • La fase de la búsqueda. Cuando el asesino
    determina buscar a la víctima.

  • La fase de la caza. En este momento ya
    seleccionó a la infortunada víctima y ya va por
    ella.

  • La fase de la captura. Cuando finalmente la
    víctima cae en la trampa.

  • La fase del asesinato. O fase totémica, que
    es cuando el asesino llega a la cúspide en sus
    emociones.

  • La fase de la depresión. Finalmente llega la
    depresión tras haber cometido el asesinato.

Norris explica que cuando aparece la depresión,
ésta desencadena el comienzo del ciclo de nueva cuenta
(razón por la cual este fenómeno criminal es
conocido como asesinato serial, porque existe un patrón
definido en serie). Bundy aceptó que nunca logró
obtener lo que buscaba, siempre terminaba con un sentimiento de
vacío y soledad. Y da una breve descripción de lo
que ocurre: "el asesino no hace mas que llevar a cabo una
fantasía de carácter ritual… pero una vez
sacrificada la víctima, la identidad que ésta
tenía dentro de la fantasía del asesino se pierde.
La víctima ya no representa lo que el criminal pensaba en
un principio. La imagen de la novia que le rechazó, la
chirriante voz de la odiada madre o la aplastante lejanía
del padre ausente: todo permanece en vívida forma en la
mente del asesino, aún tras el asesinato. El crimen no
borra o cambia el pasado, porque el asesino termina por odiar mas
asimismo y el clímax de unos momentos atrás no
logra compensar estos sentimientos."

Esta evidente falla no revierte el doloroso pasado
infantil, sino que refuerza las lesiones emocionales. La tortura
y la muerte de la víctima no libera al psicópata de
su estigma, sino que revive su tragedia personal.

? Referencia:
www.astrea.com.ar/files/prologs/doctrina0095.pdf

Los delitos de
Godino

Vamos a hacer un recuento de los crímenes
cometidos por Godino, ¨ el Petiso Orejudo¨ porque
deseamos que el lector se sobresalte e intente medir las
emociones que le provocan. Nos parece necesario iniciar esto sin
anestesia y que el impacto de estos crímenes horrendos nos
excite nuestra imaginación haciéndonos emitir un
juicio de valor, probablemente negativo, y que
históricamente sucedió en la sociedad de la
época.

El análisis de esa carrera irracional de muerte y
destrucción nos da la pauta de los abismos de esa mente
extraviada y a partir de ahí, si logramos despegarnos del
prejuicio podremos arribar a otras conclusiones, o al menos
arribar a una duda sobre si se procedió con justicia o no
en la condena del petiso orejudo.

La siguiente cronología de los delitos cometidos
Cayetano Santos Godino está extractada de las
declaraciones efectuadas por él mismo, y algunos de ellos
no contemplados en la causa.

Todos estos hechos fueron posteriormente certificados
por manifestaciones de los padres de las víctimas,
familiares, damnificados, agentes del orden público
intervinientes en los hechos y testigos ocasionales.

En línea con los capítulos precedentes se
pueden observar una serie de características comunes a los
asesinos seriales; la violencia contra niños indefensos,
el uso de subterfugios y engaños a los niños para
captar su atención, la crueldad con los animales, la
piromanía, una memoria fotográfica sobre todos los
hechos cometidos, el abuso de bebidas alcohólicas, el
onanismo crónico, el desafecto con sus familiares directos
como el padre y sus hermanos y una cierta y módica
relación con su madre, que lo visitaba cuando estaba
detenido en Buenos Aires. Luego de su traslado a la
Penitenciaría de Tierra del fuego no tuvo nunca una visita
y durante los primeros años tuvo intercambio epistolar con
su hermana Julia.

Se le suman aquellos contemplados con motivo del proceso
seguido de oficio contra Godino.

Septiembre de 1904

Primera tentativa criminal según declaraciones de
Godino, efectuadas en 1912.

¨Hace 8 años, de la puerta de la casa de
Belgrano 3226 tomó al menor Miguel Depaoli, que en aquella
entonces tenía 17 meses de edad, llevándolo a un
baldío que existe en la calle Humberto I y Liniers, donde
lo lastimó a golpes de puño y después lo
arrojó contra un cerco de espinas.

Que momentos después lo vió un agente,
quién llevó la víctima a la comisaría
10º, donde fue retirado por sus padres¨

Enero de 1907

A los ocho años de edad se produjo un incendio en
el corralón de madera que los Sres. Mazza y
Oyearzábal poseían en la calle Corrientes 2777
esquina Pueyrredón de Capital Federal.

Septiembre 07 de 1908

Tomó al menor Severino González
Caló, de 22 meses de edad, que estaba en las inmediaciones
de la calle Boedo y Maza y lo arrojó a un bañadero
de caballos existente en un terreno sito en Victoria
(Hipólito Yrigoyen) esquina Muñiz, con
intención e ahogarlo, pero fue sorprendido en
circunstancias en que lo empujaba con una tabla, y la
víctima fue salvada.

Septiembre 15 de 1908

En la puerta de la casa sita en Colombres 632, le
quemó los párpados con un cigarrillo al menor Julio
Botte de 2 años y medio de edad.

Noviembre 20 de 1908

Según declaración de Godino,
cometió un intento de homicidio en las inmediaciones de
las calles San Carlos y Loria sobre la menor Ana Nera.
Colocó encima del cuerpo de la niña una piedra, de
las usadas para cordones de vereda, dejándola desmayada de
un golpe.

Fue sorprendido por un vigilante que lo dejó en
custodia de un muchacho mayor mientras atendía a la
niña. Este muchacho no identificado lo dejó
ir.

Por la noche concurrió con su padre a la
comisaría 10º siendo dejado en libertad.

Este fue el último hecho cometido antes de ser
enviado a la Colonia Correccional de Marcos Paz, de donde
recuperará su libertad en la navidad de 1911.

Enero 25 de 1912

Llevó por medio de engaños a la casa sita
en Pavón 1541, que estaba desalquilada, al menor Arturo
Laurora de 12 años de edad. Como este se negara a entrar y
gritara lo obligó a empellones, llevándolo hasta el
fondo tapándole la boca con un pañuelo; lo
estranguló envolviéndole el cuello con un
piolín, lo desnudó, dejándolo luego de
golpearlo repetidamente con una vara de higuera, arrancada de un
árbol de la misma casa.

Mayo 7 de 1912

Como a las 17 horas del día citado le
prendió fuego a las ropas de la menor Reina Benita
Vainicoff de 5 años y medio de edad, en circunstancia en
que estaba mirando una vidriera del almacén sito en Entre
Ríos 522. La niña falleció a consecuencia de
las quemaduras recibidas.

Junio 16 de 1912

Intentó incendiar el corralón de
materiales de construcción sito en avenida Garay 3129,
derramando sobre el mostrador una botella de nafta y
prendiéndola fuego, pero fue sorprendido y obligado a
pagar el incendio.

Septiembre 24 de 1912

Según declaración de Godino, en el
corralón existente en la calle Chiclana 3340 dio muerte a
puñaladas a un caballo, propiedad de Don Paulino
Gómez, avaluado en $ 250,00, en cuyo hecho intervino la
seccional Nº 34. No se detuvo a Godino por falta de pruebas
y sólo fue despedido del corralón donde trabajaba
como peón.

Noviembre 8 de 1912

Llevó al menor Roberto Carlos Russo de 2
años y medio de edad a un alfalfar existente en el terreno
comprendido por las calles Pavón, Avenida La Plata, Tarija
y Quintino Bocayuva, le ató las piernas con una cinta y le
ligó el cuello con un piolín, pero como fue visto
por un peón lo desató he hizo creer que lo
había encontrado en ese estado y salvado.

Noviembre 16 de 1912

Llevó a la menor Carmen Gittone de dos
años de edad de la puerta de su domicilio en General
Urquiza 1664 a un terreno baldío cercano, la golpeó
y cuando se disponía matarla fue visto por un vigilante, a
quien le hizo creer que estaba perdida.

Noviembre 19 de 1912

Produjo un incendio en la estación de la
Compañía de Tranvías Anglo Argentina, sita
en Carlos Calvo 3235, aplicándole fuego a unas escobas y
otros materiales de limpieza, siendo el fuego sofocado por los
empleados.

Noviembre 20 de 1912

Tomó a la menor Catalina Neulener, en la esquina
de Muñiz y Constitución y la llevó por la
calle Directorio hacia el oeste con la intención de darle
muerte en un terreno baldío, pero como la víctima
se negara a continuar y se refugiara en el zaguán de la
calle Directorio 78, la golpeó hasta que fue socorrida por
los habitantes de la casa.

Noviembre 21, 1912

En el interior de un corralón de materiales de
construcción de Carlos Calvo 2650 prendió fuego a
unos cajones que contenían azulejos, siendo el incendio
sofocado por los operarios de la casa.

Pocos días después penetró en el
corralón de maderas de Colombres 724 e Independencia 3678
y le prendió fuego a unos materiales que estaban cerca del
portón de entrada.

Diciembre 13, 1912

Por la mañana llevó con engaños al
menor Gesualdo O. Giordano de 3 años de edad a los
terrenos de la antigua Quinta Moreno, calle Brasil, Rondeau,
Catamarca y Dean Funes, estrangulándolo con un
piolín.

Como pretendiera levantarse, le golpeó y
ató los pies. Como a pesar de todo lo creyera con vida se
puso a buscar un clavo, en cuya búsqueda salió a la
calle. En tal circunstancia encontró al padre de la
víctima que le preguntó por el niño,
respondiéndole que no lo había visto y que se
dirigiera a la comisaría.

Una vez encontrado el clavo, volvió con él
y se lo introdujo a la víctima en la cabeza con la ayuda
de una piedra.

Por este último hecho fue detenido y ya en
condición de procesado se lo interna en el Hospicio de las
Mercedes por orden del Sr.Juez de Instrucción, mientras se
consustanciaba el juicio. Los hechos relatados a
continuación fueron informados por la junta médica
del Hospicio.

  • Intento de estrangulamiento del enfermo
    paralítico Tomás Hull, que estaba en servicio
    sanitario.

  • Golpes al enfermo Buttini, sin motivos
    aparentes.

  • Golpes e intento de estrangulamiento del enfermo
    Felipe Cervinara, quien se encontraba postrado en cama e
    impedido de defenderse.

  • Intento de envenenamiento del enfermo Juan Montes,
    arrojando fósforos en una taza de leche destinada al
    mencionado internado.

Por propias declaraciones, también ha manifestado
que hacía seis años (en 1908), en las esquinas de
Rivadavia y José María Moreno tomó a una
niña de aproximadamente dos años de edad y la
llevó a un terreno baldío de la calle Río de
Janeiro y Flores, donde la enterró viva en una zanja,
indicando el sitio donde ahora se encuentra una casa
señalada con el Nº 120 de la primera calle nombrada,
propiedad de Don Juan Bertolini, que vive en Fray Cayetano
Nº 188, quien manifiesta que edificó esa casa hace
cuatro años y que esos terrenos fueron rellenados con tres
metros de tierra y basura. Se presume que la víctima
podría haber sido María Rosa Face, una niña
desaparecida que nunca fue encontrada. También se presume
de otra víctima, en este caso el niño Lautaro
Marchi, que no aparece mencionado en el expediente
criminal.

Este es el único delito declarado por Godino que
no ha sido probado, porque a pesar de las diligencias practicadas
no se han presentado los padres de la supuesta
víctima.

Tampoco es posible realizar excavaciones en terreno hoy
edificado, por no poder precisarse el sitio exacto donde el menor
supuestamente enterró el cuerpo.

Esta fue la cronología de los crímenes de
Godino, y no podemos menos que horrorizarnos por
ellos.

La sociedad desde siempre tiende a horrorizarse,
especialmente ante los crímenes con componentes sexuales y
brutalidad perversa.

El juicio a Godino provocó un enfrentamiento
entre el derecho y la medicina forense.

Cada persona, de acuerdo con su sistema de valores,
personalidad, cultura, sus miedos inconscientes tiene una condena
o un tratamiento a flor de labios.

Los homicidas seriales, por instinto de perversidad
brutal han corrido la suerte de la ejecución o
prisión en todo el mundo.

Peter Kuerten (a) el vampiro de Dusseldorf, nacido en
Alemania en 1883, fue ejecutado el 2 de junio de 1931 por nueve
asesinatos consumados y siete intentos.

Ted Bundy fue a la silla eléctrica a las 7:16 del
23 de enero de 1989. En 20 años violó y mató
a 23 mujeres en EEUU, habiendo confesado 400
crímenes.

Henri Landrú, asesino de viudas corrió la
misma suerte. La policía de París halló en
su casa, dentro de un incinerador, los huesos de las mujeres que
había matado. Se le probaron 11 homicidios y por ello fue
a la guillotina el 25 de febrero de 1922.

David Berkovich (a) el hijo de Sam, atacó en New
York a 17 personas, de las cuales murieron 6. Está preso
desde 1977.

Jeffrey Dhamer (a) el carnicero de Milwaukee y asesino
de homosexuales, fue condenado a 900 años de
prisión, muriendo dos años después de su
encarcelamiento.

Andrei Chitakilo (a) el carnicero de Rostov, violador y
asesino de 53 mujeres y chicos en la ex Unión
Soviética fue fusilado en 1994.

Fueron pocos los escapados a la muerte o a la
prisión para ser internados en psiquiátricos y como
ejemplo recordamos a Albert de Salvo (a) el estrangulador de
Boston, quien entre junio de 1962 y enero de 1964, supuestamente
violó y estranguló a 13 mujeres de entre 19 y 75
años de edad.

En 1966 lo condenaron a prisión perpetua pero se
lo declaró demente, adoleciendo de esquizofrenia y fue
recluido en un manicomio. Allí contó con detalles
cada uno de los 13 crímenes, pero nunca se pudo constatar
si fue realmente el homicida.

Murió apuñalado por otro interno en 1973,
a los 42 años de edad dejando el enigma
irresoluto.[4]

Algunos pudieron escapar a las manos de la ley como fue
el caso del asesino del Zodíaco, buscado durante
años por la policía. El mayor sospechoso, pero a
quien nunca se le pudieron probar los cargos terminó
falleciendo antes de poder detenerlo con pruebas convincentes,
quedando los crímenes sin resolver.

En Argentina, el último caso emblemático,
pero de asesino múltiple, no serial, es el de Robledo
Puch, arrestado en 1972 y purgando condena en el presidio de
Sierra Chica de por vida.

Cuando se lo interrogó sobre el asesinato de dos
serenos que estaban durmiendo, contestó ¿qué
querían? ¿Qué los despertara?

Sus crímenes, en su mayoría inmotivados
los cometió durante 1972 y 1973. El total de sus
homicidios fueron 11 muertes, violaciones y robos
reiterados.

La sociedad lo recuerda como ¨El ángel de la
muerte¨ por su cara inocente y su pelo rubio enrulado, que
ocultaba la personalidad de un perverso.

Introducción sobre el
criminal

A principios de este siglo, los habitantes de la ciudad
de Buenos Aires se vieron conmovidos por los crímenes de
un adolescente, cuyo nombre fue Cayetano Santos
Godino.

La prensa le adjudicó un mote, que a la
sazón devino en su alias: ¨El petiso
orejudo¨.

Había nacido un 1º de noviembre de 1896 en
Buenos Aires.

La explicación de su segundo nombre,
elección poco afortunada si se quiere, proviene que en ese
día se conmemora a los Santos Difuntos.

Fue su destino morir en el presidio de Ushuaia, de
triste fama, sito en la isla de Tierra del Fuego, el lugar
más austral de Argentina, un 15 de noviembre de
1944.

No había tenido una tierna infancia ni una vida
común ni feliz. Esos adjetivos no eran aplicables para
quien fue el protagonista de esta historia criminal.

Tampoco lo fue su muerte. No pudo sobrevivir a la
despiadada paliza que le dieron otros presos, que no fue
inmotivada.

La leyenda dice que la razón fue que en uno de
esos arranques atávicos torturó hasta matarlo a un
gato, a la sazón mascota de la Sección
Carpintería del penal. Tal motivo fue desestimado por un
testigo directo, el ex convicto salteño Santiago Vaca que
fue compañero de presidio de Cayetano, en reportaje a
Telam en 2004 afirma que lo mataron por ser soplón de los
guardiacárceles.

Cayó víctima de leyes no escritas en los
presidios, como tampoco parece haberlas, pero que subsisten en la
sociedad libre.

Tenía 49 años de edad y había
pasado casi toda su vida encerrado. Vivió 21 años
en prisión y jamás recibió visita alguna.
Durante los primeros 10 años encarcelado recibió
algunas cartas de su hermana Julia; luego de ello y por los
próximos 11 años siguientes no recibió
ninguna y a pesar de que él siguió insistiendo con
sus cartas pueriles y aniñadas.

A su muerte fue enterrado en el cementerio de Ushuaia.
Cuando se removió el cementerio, su tumba estaba
vacía. Podemos decir que de su paso por esta tierra no
quedó ni siquiera el resto de sus huesos.

Ingresó al Servicio Penitenciario de la
cárcel de Ushuaia el 28 de marzo de 1923 y su ficha lleva
el Nº 1619 y su número de presidiario es el Nº
90.

Su ficha en el rubro psiquiátrico describe sus
funciones del siguiente modo: actitud: humilde; de
fisonomía: estúpida; atención: disminuida;
memoria: conservada, excelente para recordar fecha y lugares;
asociación de ideas: enlentecido; imaginación:
pobre; juicio: por momentos ilógico, en general ligereza,
irreflexión; afectividad: inafectivo, indiferente,
sentimientos morales inexistentes; voluntad: muy débil;
impulsivo, inadaptado; sugestionabilidad y automatismo:
picardía; sexualidad: pederasta pasivo.

El resumen semiológico del médico de la
cárcel lo define como amoral, inafectivo, impulsivo,
inadaptable e incorregible, siendo por lo tanto muy
peligroso.[5]

Sus padres fueron Floro Godino, italiano de oficio
farolero, y su madre Lucía Ruffia, italiana, ama de casa y
lavandera.

El monstruo tenía padres, a pesar de la duda de
la sociedad, que lo descreía. Pero eran inmigrantes de
clase baja, aunque trabajadores.

El Informe General de Institutos Penales informa que:
¨Fueron nueve hermanos, cuatro varones y cinco mujeres. El
primogénito murió de meses en Italia. Josefa Godino
de Capalbo, italiana, analfabeta, quehaceres domésticos,
falleció en el año 1914 postpartum de su
séptimo hijo. Julia Godino de Fino, 51 años,
argentina, casada, analfabeta, quehaceres domésticos,
domicilio Gorriti 996 Lomas de Zamora; F.C.S. Rosa Godino de
Bramontti, 49 años, argentina, casada, analfabeta,
quehaceres domésticos, se ignora domicilio. Antonio
Godino, 47 años, argentino, casado, con
instrucción, obrero en fábricas de calzado. Ignora
domicilio. Margarita Godino de Marioso, 45 años,
argentina, casada, analfabeta, pantalonera. Ignora domicilio.
Bambina Godino de Nino, 41 años, viuda, argentina, con
instrucción, quehaceres de la casa, Ignora domicilio. Fue
criada por una tía. Vivían en Lomas de Zamora.
José Godino, 39 años, casado, argentino, con
instrucción, carrero, repartidor de fideos. Ignora
domicilio. Condición social humilde. Trabajadores,
honestos, Hogar legítimo, completo, Padres humildes,
honestos. Relativa moral. Situación económica
difícil. Obreros todos¨.

Su prontuario policial lleva el Nº 7.325 S.P.
(Seguridad Personal) y se encuentra en el Museo de la
Policía Federal en Buenos Aires, convenientemente
expurgado. Contiene unos pocos papeles y algunos recortes
periodísticos de la época. Ese extracto
desteñido tiene en legajo aparte algunas fotos para la
mirada exclusiva de ciertos personajes.

Probablemente consideren que los archivos deben estar
vedados a cierta porción de la sociedad y que la mayor
parte debe conservarse como clasificada.

La carrera delictiva de Godino comienza a la temprana
edad de ocho años.

Esto surge del proceso seguido de oficio contra Godino
cuando contaba escasamente dieciséis.

Contando nueve años de edad, su propio padre lo
lleva a la comisaría y le toman la siguiente
exposición, que firma de conformidad:

¨En la Ciudad de Buenos Aires, a los 05 días
del mes de abril de 1906, compareció una persona ante el
infrascripto, Comisario de Investigaciones, la que previo
juramento que en legal forma prestó, al sólo efecto
de justificar su identidad personal, dijo llamarse Floro Godino,
ser italiano, de 42 años de edad, con 18 de residencia en
el país, casado, farolero y domiciliado en 24 de noviembre
623. Enseguida expresó: que tiene un hijo, llamado
Cayetano, argentino de 9 años y 5 meses, el cual es
absolutamente rebelde a la represión paternal, resultando
que molesta a todos los vecinos, arrojándoles cascotes o
injuriándolos; que deseando corregirlo en alguna forma,
recurre a esta Policía para que lo recluya donde crea
oportuno y para el tiempo que quiera. Con lo que terminó
el acto y previa lectura, se ratificó y firmó.
Fdos. Francisco Laguarda, Comisario. Floro
Godino¨.

Las actuaciones de la Policía interviniente surge
de la siguiente constancia: ¨Se resolvió detener al
menor Cayetano Godino y se remitió a la Alcaidía
Segunda División, a disposición del Señor
Jefe de Policía¨.

Cuando se inicia su proceso, y a partir de ese momento,
a la escasa edad de dieciséis años, fue instituido
como el paradigma del criminal nato, y como tal, objeto de
numerosos estudios médicos.

También dio lugar a una ardua batalla
jurídica, que se extendió por más de tres
años.

El litigio judicial excedió ampliamente su marco,
extendiéndose a diversas consideraciones en todos los
niveles de la sociedad.

El proceso de formación del discurso
jurídico representa la racionalización de una
sociedad, en un momento dado de su desarrollo, el conjunto de
valores e ideologías de una estructura
político-social, que no siempre coincide; y sobre todo en
los casos límite, con el sistema jurídico que la
expresa.[6]

El proceso de formación y constitución del
discurso jurídico no marcha pues, a tontas y locas. Hay un
principio de control, que provee en última instancia la
lógica de esa estructura.

Sin embargo, a pesar de los años transcurridos,
los cambios de las ideologías de las sociedades, o la
muerte de ellas como a veces se pretenden, no se
produce.

Las ideologías se mantienen estáticas,
infiltradas por el prejuicio o por la influencia de las
más oscuras y atávicas pulsiones, que sobreviven
sumergidos en el subconsciente de la sociedad.

El código no escrito de los presidios dice que
hay que violar y asesinar a los presos que han cometido
violación seguida de homicidio. Sería una especie
de Ley del talión del hampa.

La sociedad carcelaria lo acepta como algo natural y la
sociedad libre lo consiente con su silencio, o expresamente lo
aprueba.

En el juicio de Godino se confrontan las pertinentes
teorías y postulados emanados de distintas disciplinas e
instituciones, además de las ineludibles normas
procesales, opiniones psiquiátricas y los textos
jurídicos.

Se enfrentan concepciones religiosas, políticas,
morales, ideológicas históricas y
periodísticas.

En esa batalla jurídica hubo una medición
de fuerzas, abstraída en última instancia del ser
desquiciado pero igualmente humano, que era Godino.

Posiblemente tal dictamen le hubiese favorecido, porque
en ese momento histórico se consideraba a los ¨no
humanos¨ como irresponsables exentos de culpa, y por ende de
castigo.

Se había superado el momento histórico en
que se enjuiciaba y colgaba de la horca hasta morir a un cerdo
por el delito de infanticidio. Tampoco se apuñalaba a un
caballo por haber cometido homicidio, al despedir al jinete
inexperto que se habría quebrado el cuello en la
caída. Estos castigos a los ¨no humanos¨ eran
contemplados por la legislación de Gran
Bretaña.

Obviamente, la superación de tal instituto
representó un avance sobre la racionalidad de la sociedad
en un momento de su desarrollo.

Pero no alcanzó para la eliminación de la
pena capital, a pesar de sus detractores.

El llamado a las emociones de la opinión
pública, en especial en los casos en que está
relacionado al crimen de niños alguna connotación
sexual, es suficiente acicate para que la sociedad urbana pida la
pena de muerte.

La pena de muerte es una constante en el subconsciente
de la sociedad.

Lo que es común es advertir la subyacente
frustración de parte de la sociedad burguesa por la
elusión de la pena de muerte en razón de ser
menores de edad. No importa la edad, la historia de los
personajes, su eventual mente extraviada, sino que lo importante
es matarlos en bien y defensa de la sociedad. Sin embargo,
según el relevamiento hecho por The New York Times
[7]diez de los doce estados que aplican la pena de
muerte en EEUU tienen tasas más bajas de homicidios que el
promedio nacional, y por otro lado, la mitad de los estados en
que la pena de muerte está en vigencia tiene un
índice de homicidios por encima del promedio
nacional.

Esto surge de un análisis estado por estado, del
que resulta que en los últimos veinte años el
índice de homicidios en los estados con pena de muerte fue
de entre un 48% y un 101% más alto que el de los estados
que no aplican esa pena. Steven Messner, criminólogo de la
Universidad de New York dice: ¨ Las cifras hacen que resulte
difícil pensar que haya algún tipo de efecto
disuasivo por la pena de muerte. Sean cuales fueren los factores
que influyen en el índice de homicidios, no parecen tener
relación con la ausencia o la presencia de la pena capital
en un estado¨. En Milwaukee, el fiscal de distrito de los
últimos 32 años, Michael McCann, agrega otro
argumento contrario a la pena de muerte: que ¨ la pena de
muerte se aplica de manera injusta a las minorías. Es muy
raro – o imposible- que se ejecute a un hombre blanco y
rico¨dice McCann. Y sigue: ¨Quienes hace mucho que
trabajan en la Justicia y tienen en cuenta una serie de estudios
y su larga experiencia personal, saben que la Justicia penal es
mucho más dura con los negros, sobre todo en los casos de
pena capital. Dichas afirmaciones las ha expuesto literalmente en
su libro ¨Contra la pena de muerte¨.

Si a través de la evolución
biológica, buscamos en las especies animales hechos
equivalentes al delito y la pena, encontramos que cuando un ser
viviente reacciona contra una causa exterior que le perjudica,
procede como si la considerara responsable del daño
causado.

La idea de la responsabilidad nace simplemente, de
atribuir el acto perjudicial a un ser u objeto.

En esto se inspiraban las leyes que, hasta hace un par
de siglos, castigaban a objetos inanimados, a animales y
aún a cadáveres, atribuyéndoles la
responsabilidad del daño que supuestamente habían
producido.

Mas tarde, la venganza como represión individual
del delito sustituyó la forma refleja inmediata por las
formas mediatas a largo plazo, persistiendo la atribución
de responsabilidad a través del tiempo.

En cambio, Godino fue considerado imbécil
incurable, irresponsable de sus actos, por la ciencia
médica, y demente en el sentido jurídico, pero ello
no bastó para que se lo eximiera de pena, y fue alcanzado
en última instancia, por una condena de reclusión
por tiempo indeterminado, a cumplir en el presidio de
Ushuaia.

La requisitoria del Dr. Coll dice: ¨Los sujetos como
Godino, que no tienen delirio, no deben estar en un manicomio de
criminales, sino en una cárcel moderna¨.

En lugar de declarar que Godino es loco, y que por
consiguiente, exento de pena, es necesario manifestar que se
carece del establecimiento, que el Derecho Penal aconseja como
apropiado para su caso.

Empero, a falta de ello, debe estar en la
Penitenciaría, donde difícilmente se
corregirá con el actual régimen carcelario, como
tampoco se corrigen otros sujetos semejantes¨.

Pero no está finiquitado este punto ya que en
segunda instancia se dirá lo siguiente:

¨La condena….no significa aplicar al reo
torturas o someterlo a un tratamiento cruel. Todo se reduce a
recluirlo en una cárcel higiénica.
¿Qué injusticia habría en tal
consecuencia?¨.

La (i)racionalidad del discurso jurídico
está evidenciada a través de las manifestaciones de
la Fiscalía, según vemos ordenadamente:

1º Hay que enviar al reo a una cárcel
moderna,

2º Esa cárcel moderna no existe en el
país

3º Todo se reduce a una cárcel
higiénica

4º Esa cárcel higiénica que no
existe, y donde difícilmente se corregirá, al igual
que otros sujetos semejantes, será el presidio de
Ushuaia.

5º Conclusión : ¿qué
injusticia hay en ello?

Cabe acotar, y no es un tema menor, que le fue conferida
esa pena en lugar de la pena de muerte, en consideración a
su minoridad. El 12 de noviembre de 1915 la Excelentísima
Cámara de Apelaciones falló en forma definitiva, lo
que fue comunicado al Jefe de Policía don Eloy Udabe en
nota firmada por el Juez de Sentencia Dr.Ramos Mejía, que
decía textualmente: ¨Tengo el agrado de dirigirme a
V.S. comunicándole que el procesado por homicidio Cayetano
Santos Godino ha sido condenado por sentencia definitiva del 12
de noviembre de este año, a sufrir la condena de
penitenciaría por tiempo
indeterminado¨.[8]

Continuamos con el petitorio de pena por parte de la
Fiscalía del Dr.Coll, debido a que la transcripción
textual da la posibilidad al lector de analizar si la misma
contiene o no prejuicios, ideologías e incoherencias, que
quizás puedan observarse en la sociedad en que hoy
vivimos.

¨La minuciosa investigación del sumario
demuestra que varios de los delitos cometidos por el procesado,
fueron llevados a cabo antes de que tuviera diez años de
edad. En consecuencia, ellos no pueden imputársele, lo que
no obsta para evidenciar su responsabilidad moral.

Si el procesado fuera mayor de edad
correspondería la pena de muerte.

En ese sentido, la opinión pública
sería unánime.

Científicamente, la eliminación del sujeto
peligroso por tendencias ingénitas al orden social, a la
vida de los semejantes, está plenamente justificada. La
pena aplicables es, pues, la subsidiaria de la muerte en
razón de la minoridad¨.

El Ministerio Público invoca a la opinión
pública, que supuestamente él interpreta,
coincidente con la pena de muerte para el monstruo.

El mismo Ministerio no invoca a la ciencia médica
(y un camarista se anima a despreciarla- Ver Apéndice),
que diagnosticaba la demencia y imbecilidad absoluta del
procesado.

El llamado a las emociones de la opinión
pública, en especial en los casos en que está
relacionado al crimen de niños con alguna
connotación sexual, es suficiente acicate para que la
sociedad urbana pida la pena de muerte.

La pena de muerte es una constante en el subconsciente
de la sociedad.

Traeremos a colación otro caso histórico,
referido al homicidio del Coronel Falcón, jefe de
Policía y de su secretario Alberto Lartigau y unido al
afán de venganza de la sociedad representada por la
fiscalía, pero con obstáculo legal de la
minoridad.

El homicidio fue perpetrado por el anarquista ruso
Simón Radowitzky, que utilizando una bomba de
fabricación casera y arrojada dentro del vehículo
que transportaba a los nombrados por la vía
pública.

¨Dos símbolos del orden público mueren
desangrados con sus piernas destrozadas por clavos y recortes de
hierro, a manos de un inmigrante ruso, ignorante y anarquista, un
lumpen politizado¨. Esta fue la exteriorización
mediática de los hechos.

Desvinculando el hecho de sus connotaciones
históricas y específicamente políticas y de
las distintas valoraciones que quiera dársele a este doble
homicidio, tema excluido del presente trabajo, se encuentran
similitudes en la relación pena de
muerte-minoridad.

Pero es bueno saber las instancias que rodean al caso
Radowitzky.

El coronel Ramón Lorenzo Falcón fue un
político, militar y policía argentino. Primer
cadete del Colegio Militar, egresó con honores en 1878. En
1898, luego de haber participado en la Campaña del
desierto se retira con el grado de coronel, siendo luego elegido
diputado nacional.

En 1906 se lo nombró como jefe de policía
de la capital federal, debido a su perfil de hombre duro, capaz
de reprimir con mano de hierro cualquier disturbio que alterase
el status quo del oficialismo conservador y oligárquico,
que en ese momento gobernaba los destinos de Argentina. Ese mismo
año de 1906, bajo la excusa del estado de sitio implantado
por el gobierno como consecuencia del alzamiento radical,
ordenó la represión de los actos organizados por
los sindicatos para conmemorar el 1º de mayo. La carga de la
caballería policial dejó un tendal de muertos y
heridos.

En 1907 tuvo otra infeliz intervención cuando
desalojó a las familias obreras que reclamaban por la
falta de intervención gubernamental para detener el
aumento unilateral de los alquileres aplicado por los locadores
sobre sus míseras viviendas de estado lamentable. Con la
ayuda del cuerpo de bomberos y utilizando mangueras de alta
presión realizó el desalojo siendo que los ex
inquilinos tuvieron que alojarse en campamentos preparados por
los sindicatos anarquistas.

La gota que hizo desbordar el vaso fue lo que
terminó denominándose la Semana Roja.

El 1º de mayo de 1909 la FORA (Federación
Obrera de la República Argentina) de extracción
anarquista organiza los actos conmemorativos del Día del
Trabajo, protestando contra la desocupación, los bajos
salarios y la indiferencia del gobierno ante los problemas
sociales que los aquejaban.

El coronel Falcón ordena la represión
indiscriminada para disolver el acto en la plaza Lorea. El saldo
es de 11 muertos y más de una centena de heridos, muchos
de ellos graves; estimándose que el saldo de muertos
alcanzó a los 80 obreros aproximadamente,

Falcón redobla la apuesta y dispersa por la
fuerza a la masa de 60.000 obreros que acompañan los
féretros hacia el cementerio de la Chacarita. La
policía rechazó a balazos a 4.000 obreros que
llegaron por sus propios medios a la
necrópolis.

A ello le sucedió la clausura de los locales de
los sindicatos anarquistas y socialistas y de sus órganos
de prensa La Protesta y La Vanguardia. Grupos parapoliciales de
civiles y policías incendiaron las instalaciones del
diario anarquista La Protesta al grito de ¡Viva la
Patria!

Mientras tanto la Bolsa de Comercio, la Cámara de
Cereales y múltiples asociaciones patronales organizaron
un acto de apoyo a Falcón, que estaba siendo felicitado
por el presidente José Figueroa Alcorta, apoyando su
accionar represivo.[9]

A eso le sucede una huelga general convocada por la UGT
socialista y la FORA anarquista, con término cuando
Falcón renunciara a su cargo.

La resspuesta del gobierno fue la confirmación de
Falcón con todos los
honores.[10]

Radowitzky, participante de los actos en la Plaza Lorea
y en las reuniones anarquistas, que condenaban la acción
de Falcón y la actitud del gobierno que le aseguraba
impunidad sobre los hechos incurridos, se plegó a la
decisión de emprender la acción directa con el
ajusticiamiento de Falcón, lo que deriva en el atentado de
marras, con éxito.

Lo que es análogo en ambos casos es advertir la
subyacente frustración de parte de la sociedad burguesa
por la elusión de la pena de muerte en razón de ser
menores de edad. No importa la edad, la historia de los
personajes, su eventual mente extraviada, sino que lo importante
es matarlos en bien y defensa de la sociedad.

Para que puedan ver y analizar dichas analogías
referimos a continuación los juicios emitidos en
razón del juzgamiento del anarquista
Radowitzky.

¨Identificado y reconocido el crimen por el reo,
sólo le queda esperar el día y la hora en que
será fusilado. Porque eso de que apenas tiene 18
años no lo cree nadie. Tener 18 años significa ser
menor de edad. Y todos los diarios, sin excepción,
señalan que Radowitzky es un hombre de más de 25
años de edad.

El Fiscal Dr. Beltrán termina su
presentación pidiendo la pena de muerte para el anarquista
y sólo se le opone el inconveniente de no poder verificar
su edad por falta de documentación
identificatoria.

Pero el Dr. Beltrán encuentra un método
original para allanar la dificultad y es haciendo calcular la
edad del preso por ¨peritos médicos¨.

Algunos calculan que tiene 20 años de edad y
otros 25. Entonces el Fiscal dice: 20+25= 45 siendo la mitad 22 y
medio años de edad.

Radowitzky tiene 22 años y medio y está
listo para el pelotón de fusilamiento.

Un primo del anarquista entrega al Comisario Inspector
Vieyra la partida de nacimiento de Simón, escrita en
caracteres cirílicos, que atestigua que Simón
Radowitzky nació en la aldea de Santiago, Provincia de
Kiev, Rusia, el 10 de noviembre de 1981, confirmando su edad de
18 años y 7 meses.

Este documento no será reconocido por los jueces
debido a su falta de legalización, pero sí tiene
influencia directa sobre sus ánimos, ya que no se
atreverán a enviar al patíbulo a un menor de
edad.

El procedimiento judicial garantiza ¨in dubio
pro reo
¨.

Ello le valdrá salvarse del fusilamiento y es
condenado a reclusión por tiempo indeterminado, con el
accesorio de reclusión solitaria a pan y agua durante 20
días, todos los años al aproximarse la fecha del
crimen.

Es interesante destacar que la fecha del crimen es 1909
y el historiador Osvaldo Bayer hace una relación
Radowitzky-Godino, sin mencionar a éste último por
su nombre, pero dejando de manifiesto su toma de
posición.

El crimen cometido por el anarquista está bien y
justificado; el crimen de un demente e imbécil absoluto
como Godino está mal.

Bayer dirá: ¨Empezaba la larga noche para el
muchacho anarquista. Pasará 21 años- de los cuales
10 los hará en el calabozo- aislado entre la basura de la
sociedad: asesinos de niños, sanguinarios
individuos que matan sin pestañear por robar, ladrones,
degenerados. Diecinueve de esos años los pasará en
Ushuaia, un presidio que no necesitó de calificativos para
infundir miedo¨[11]

Evidentemente el historiador no tiene coincidencia con
la apreciación del Sr. Fiscal, en cuanto a las condiciones
higiénicas de la Penitenciaría, aunque si coinciden
en que era un lugar adecuado para apiñar ahí a la
¨basura¨ de la sociedad.

Es decir, que el historiador se representa como algo
diferente a un doble homicidio premeditado, con muerte de dos
personas por desangramiento a las muertes por estrangulamiento de
Godino. En el primer caso era por motivaciones políticas
de un anarquista de diecisiete años; la otra por un
imbécil y loco perverso de dieciséis.

El asesino Radowitzky tenía, supuestamente para
él y el historiador aludido, un alto objetivo
político válido (remarcamos válido); en
cambio no tienen disculpa los homicidios cometidos por el dictado
de una mente enferma, declarado demente e incapaz por los
médicos.

También se encuentran coincidencias sugestivas en
los informes médicos, influidos por las ideas biologistas
de Cesare Lombroso, en auge para la época.

Se dirá de Radowitzky: ¨La fisonomía
del asesino tiene caracteres morfológicos, que demuestran
bien acentuados todos los estigmas del criminal. Desarrollo
excesivo de la mandíbula inferior, prominencia de los
arcos cigomáticos y superciliares, depresión de la
frente, mirada torva, ligera asimetría facial,
constituyendo los caracteres somáticos que acusan a
Radowitzky el tipo de delincuente¨.

De Godino, en el primer informe médico legal,
emitido por los médicos legistas de turno en Tribunales,
Dres. Negri y Lucero, dirán: ¨…la flexibilidad
simiana de las manos cuyos dedos se doblegan hacia el dorso, la
viciosa implantación, el tamaño y las
malformaciones de las orejas, que con su talla le han valido los
exactos apodos de ¨petiso¨y ¨orejudo¨, la
excavación del paladar y la asimetría no muy
notable del cráneo y de la cara, responden a defectos
originarios del desenvolvimiento físico, que en los
alienados tiene el significado clínico de ser estigmas de
la degeneración hereditaria¨.

Evidentemente los médicos no han gastado en
elogios para ninguno de los dos seres humanos analizados, aunque
pareciera por lo explicado por el historiador, que uno es algo
más humano que el otro.

Los excesos de la doctrina lombrosiana empiezan a ser
advertidos en la época, pero de cualquier modo
seguían vigentes e influyentes en los juicios
penales.

La teoría biologista de Lombroso, explicitada a
través de su obra ¨L´uomo delinquente¨se
extendió a otras áreas, y encontrará un
parentesco entre la locura y el genio, lo cual dará lugar
a su segunda obra reconocida ¨El hombre de
genio¨.

Esta obra tendrá notoria influencia en la
Argentina, ya que no es casual que el primer texto
psiquiátrico argentino es ¨La neurosis de los hombres
célebres¨ de José Ramos Mejía. Su
primera parte fue publicada en 1878 con prólogo de Vicente
F. López.

Tampoco es casual que este libro encarne la
justificación ideológica de la clase gobernante,
que era la oligarquía.

Ramos Mejía se destaca, en efecto, por su
singular producción intelectual más que por su
trayectoria política, aunque este prohombre del
régimen roquista fue diputado nacional y presidente del
Consejo Nacional de Educación, entre otros
cargos.

Resultó un pilar importante de la
consolidación de la ideología oligárquica y
su racismo histórico puesto con ropaje de positivismo
cientificista. Atribuyó al tribunal del Santo Oficio un
sano papel de selección de la especie. Luego de
¨demostrada¨ la especial proclividad de los judíos
a la degeneración, la locura, la sordomudez y otras taras
congénitas, agradeció a la Inquisición
española haber eliminado biológicamente las oleadas
de locura antigua e impedido que entroncaran con las
modernas¨ estimuladas por causas tan grandes como la
Revolución Francesa¨.[12] y
[13]

La búsqueda inclaudicable de figuras
carismáticas, que se encarna en ¨los hombres de
talento¨, representados por los la élite que gobierna
y en oposición al ¨aluvión inmigratorio¨,
quienes sólo saben trabajar con el exclusivo afán
del lucro y tipificados con el slogan ¨hacer la
América¨.

Los mencionados hombres de talento no necesitaban
trabajar porque para ellos trabajaban los peones en sus estancias
de la Pampa húmeda, mientras ellos se daban al ocio
productivo. Los líderes de masas, las personalidades
carismáticas, el caudillaje han sido una constante de la
historia argentina.

José Ingenieros, exponente del ascenso social de
las clases medias, a través de su esfuerzo personal logra
insertarse en las élites bajo la protección de
Ramos Mejía, que era Profesor de Medicina Legal y lo hizo
nombrar como jefe de clínica en su cátedra de
enfermedades nerviosas en la Universidad de Buenos Aires. Su
ascenso social profesional se apoyó en un intenso esfuerzo
personal, cuyo resultado fue una extensa obra, que le ganó
un lugar en la historia del ensayo en Argentina. Pero antes de
este resultado, la decisión de esforzarse en sus estudios
marca el pasaje de su etapa de ¨niño
terrible¨socialista¨ a la del profesional positivista con
creciente éxito social. Juan B. Justo atribuyó sus
posiciones extremas a su juventud, lo que luego fue designado
como ¨sarampión juvenil izquierdista¨. José
Ingegnieros castellanizó su apellido a Ingenieros, porque
presuntamente ¨sonaría¨ mejor en el ambiente de la
clase donde pretendía inmiscuirse, lo cual logró
con éxito.

Sin llegar a las alturas racistas de Ramos Mejía
fue influenciado por éste en su obra sociológica
donde expresa con soltura su desprecio por los ¨prejuicios
democráticos¨ y su convicción de que la ciencia
implica tareas de élite necesariamente impopulares. Su
situación de ascenso social y de cooptación de los
sectores dominantes según sus méritos profesionales
parece explicar porqué, a pesar de su positivismo
básico, simpatizaba en apariencia incongruentemente, con
la teoría nietzschiana del superhombre, como
justificación del ascenso a las élites por
superioridad personal.[14]

Referido a las teorías lombrosianas no se han
superado totalmente aún y la idea es retomada por el Dr.
Vallejo Nágera, psiquiatra
español,[15] autor de los libros ¨Los
locos egregios¨ y ¨Concierto para instrumentos
desafinados¨.

Dice: ¨Un mito occidental asocia la locura con la
genialidad, un absurdo que encontró supuestas
confirmaciones científicas en los disparates de Cesare
Lombroso, médico italiano, que afirmó que la
mayoría de los grandes hombres padecieron trastornos
neurológicos o psiquiátricos. El genio, dijo, era
la faceta afortunada de una psicosis degenerativa y, no contento
con ello, creyó encontrar una estrecha relación
entre el genio y la epilepsia, como si la enfermedad fuera un
tributo inexorable que los talentosos debían pagar. Un
disparate¨.

Puede aceptarse con relación a Lombroso, que casi
el único aporte que efectuó a la ciencia
médica, es destacar la importancia del valor
biológico humano, y como desarrollo de esa idea, la
correlatividad entre algunas conductas criminales y la existencia
de ciertas anomalías morfológicas.

El ¨contacto inmediato entre genialidad y
locura¨ fue una idea shopenhauriana (de Schopenhauer);
utilizaba como prueba el ejemplo que le brindaba el Torcuato
Tasso de Goethe: ¨No sólo pone ante los ojos el
sufrimiento, el martirio esencial del genio como tal, sino
también su continuo paso a la locura¨.
Paradójicamente, el propio Schopenhauer fue incluido por
Cesare Lombroso –Genio y Locura, 1864- en la lista de
¨locos geniales¨ encabezada por
Tasso.[16]

La estetización de la política atrajo a
algunos literatos y artistas, que la adoptaron como una causa
propia e intentaran hacer de su vida y de la política una
aventura estética más excitante que aceptar lo
cotidiano, para ellos demasiado gris y prosaico.

El esteticismo vinculó a esos artistas, por un
lado con el decadentismo sensual y contemplativo que
desdeñaba a la política y , por el otro, con el
activismo frenético, el heroísmo trágico, el
romanticismo de la acción.

De este modo Barrès participó de la
aventura del general Boulanger; D¨Anunnzio de la toma del
Fiume; Lugones –lector de ambos- del golpe militar de
Uriburu y Fernando Pessoa justificó la dictadura de
Oliveira Salazar.

Esa genealogía de las ideas (relativismo)
podía aparentar una similitud con el origen social de las
ideologías en Marx. Pero había una diferencia
nítida entre ambos autores: Nietzsche creía en la
legitimidad de la división de clases, calificaba de
resentimiento todo intento de los plebeyos de levantarse contra
sus amos y acusaba al ¨prejuicio democrático¨ de
obstaculizar la investigación acerca del origen
aristocrático de los valores idea retomada por
Ingenieros.

No fueron estas cuestiones las únicas donde el
relativismo de Nietzsche se contradecía; la posibilidad de
ir ¨más allá del bien y del mal¨ no le
habría sido otorgada a todos por igual, sólo era
para aquellos que disponían de la voluntad de
poder.

Pero también los esclavos –los cristianos y
los socialistas- luchaban por la vida, una voluntad contra otra.
Era preciso, para el modelo nietzschteano, aceptar una sola de
las voluntades en pugna: la de los supuestamente mejores; de ese
modo el relativismo quedaba relativizado.

La voluntad de poder, fuerza vital, biológica,
energética, psicológica, libidinal, cultural o
espiritual –según las distintas lecturas- impulso
irresistible que movía a los hombres, no podía
considerarse una interpretación entre otras sino un hecho
objetivo, más aún, la clave última de toda
realidad humana. Contra ella no era posible oponerse; por lo
tanto los valores de justicia y, consecuentemente, el derecho
carecían de fundamento
alguno.[17]

Por el camino de Schelling y Schopehauer retomó
Nietzsche la teoría de la relación entre locura y
genialidad. Se volvió un partidario tan encendido de ese
concepto que hasta llegó a enredarse en discusiones
epistolares, en 1884, con el Dr. Joseph Panneth, amigo de Freud.
Nietzsche ofreció la locura como una prueba indubitable de
su teoría, transformándose en fetiche de ese
culto.

El otro demiurgo de culto a la locura, Foucault,
consagraba la de Nietzsche como un enfrentamiento con la
realidad.

También era de procedencia nietzschieana la
tradición literario-filosófica de
reivindicación de los criminales, que cultivarían
en el siglo veinte los surrealistas Bataille, Genet y
Foucault.

Nietzche había observado, antes que ellos, rasgos
de criminalidad en los grandes hombres y, asimismo, ubicaba a los
criminales strictu sensu en las filas de los
¨hombres fuertes¨.

El delincuente –decía en El Ocaso de los
dioses- es el grande hombre que se encontró en condiciones
desfavorables, un hombre fuerte que ha enfermado.

Un asesino de papel, Raskolnikov, admirado por
Nietzsche, encabezaba la serie de los superhombres del
mal.

Este tipo de observaciones le valió el comentario
adverso de August Strinberg que, influenciado por el
criminólogo Cesare Lombroso, le reprochaba su alabanza a
los criminales.

El filósofo le respondió, el 7 de
diciembre de 1888, apelando al caso de un criminal parisino,
Prado, asesino de una prostituta y que, según él,
¨(…) por el dominio de si mismo, su espíritu e
incluso su arrogancia (…) es superior a sus jueces y sus
abogados¨.

También quedó fascinado con el estudiante
Henri Chambige, que había matado a su amante en Argelia.
En carta a Burckhardt de 1889, ya en pleno delirio, se
identificaba con esos asesinos.

El capítulo V de Zaratustra,
¨Del pálido delincuente¨ estaba inspirado en el
revolucionario francés Barthèlemy, que
asesinó llevado por la pasión y fue
ahorcado.

Como epílogo podemos afirmar que el caso Godino
provocó una confrontación entre diversos discursos,
que excedió a las interpretaciones de las normas
jurídicas.

Se puede decir que hubo un enfrentamiento entre
distintas concepciones de una misma realidad; desde el punto de
vista de las más variadas ciencias, tales como la
psiquiatría, la sociología y las ciencias
jurídicas.

También referidas a las Instituciones tales como
los reformatorios y correccionales de menores, los nosocomios e
institutos neuro-psiquiátricos y las
cárceles.

Como información divulgada por los medios de
comunicación de masas, en sus variadas facetas de
orientadores de opinión, simples canalizadoras de las
noticias o empresas comerciales de periodismo amarillista,
buscadores de sensacionalismos.

La condena a Godino fue el resultado de la
combinación de múltiples factores,
explícitos o latentes y por ello es que la condena no
estuvo basada exclusivamente en lo jurídico sino en la
relación de fuerzas de los factores
enfrentados.

Cada suceso que conmueva a la sociedad hará
reproducirse a este modelo, y ello es y será
angustiosamente actual, porque la tecnología avanza sin
obstáculos, pero el ser humano parece estancado desde el
origen de los tiempos.

Godino desde su infancia era predestinado a ser carne de
presidio. Cuando regresa desde el correccional donde había
sido internado a solicitud de su padre, y también pidiendo
su liberación, dará recomienzo a sus andanzas
dirigiéndose a su fin predeterminado.

Cuando ya se encontraba detenido y confesados
exhaustivamente todos los hechos delictivos de su corta pero
intensa carrera dio lugar a que los médicos legistas
efectuaran extensos informes sobre su personalidad.

La opinión pública estaba estupefacta y
exigía castigos ejemplares, sostenidos y alentados en las
noticias de los periódicos sensacionalistas y en fiscales
comprometidos con la ideología aristocratizante y
despreciativa de las clases bajas y más aún del
lumpenaje, no compartían la opinión de los
médicos porque se tomaban como justificativos, disculpas
para el individuo, sin tener en cuenta su condición de
demente.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter