Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Mini-Biografías de grandes personajes bíblicos (página 2)



Partes: 1, 2

HERODES EL GRANDE. Herodes,
descendiente idumeo de Esaú, comenzó a gobernar
HERODES en Judea en 37 a.C. y murió en 4 a.C. Fue bajo su
gobierno que EL GRANDE nació Jesús (Mateo 2:1;
Lucas 1:5). Para ejercer

un control más seguro de su reino,
lo dividió en cuatro regiones naturales, sobre las cuales
dio autoridad delegada a sus allegados políticos.
Construyó una nueva ciudad marítima sobre el
Mediterráneo y la llamó Cesárea en honor de
César, que lo había nombrado rey. Aunque espiritual
y moralmente era pagano, mantuvo la paz doméstica poniendo
en vigor un estado policíaco. Pacificó a los
judíos mediante la reforma tributaria y la
reconstrucción del templo de ellos en Jerusalén.
(Véanse mayores detalles en el capítulo
quinto.)

HERODES FELIPE II (Véase
"Felipe el tetrarca".)

ISAAC.

Isaac fue el hijo de Abraham y Sara
concedido en cumplimiento a lo que Dios les había
prometido; pasó sus primeros años en Beerseba o sus
alrededores. Abraham obedeció sin vacilación al
mandato de Dios aun cuando se le ordenó sacrificar a Isaac
(Génesis 22). Pero Dios intervino e Isaac se libró
de la muerte. Para complacer a Abraham, Isaac se casó con
Rebeca, nieta del hermano de Abraham, de la cual tuvo dos hijos:
Jacob y Esaú. Rebeca y su hijo menor, Jacob, obtuvieron de
Isaac, mediante engaño, la bendición que
correspondía a Esaú (Génesis 27). Esto puso
entre los hermanos una enemistad que duró mucho tiempo,
pero al final se reconciliaron. A Isaac se le recuerda
especialmente por haber transmitido la divina bendición
del pacto desde Abraham hasta Jacob.

ISAIAS. Isaías, hijo de Amoz,
pertenecía a una familia de alta posición social,
según lo demuestra el acceso que tenía a la corte y
al rey. Llegó a ser predicador de la corte, se casó
y tuvo dos hijos. El capítulo 6 del libro de Isaías
cuenta su llamado al oficio profético, en el cual se
mantuvo activo aproximadamente del 740 al 700 A.C. Aceptó
este llamamiento aun cuando sabía que habría de ser
trabajo estéril. Contaba con la seguridad que Dios le
daba, de que del reino caído habría de surgir uno
nuevo en el cual reinaría Dios. Murió durante
el

reinado de Manasés. Es el profeta de
Israel mejor conocido, especialmente por sus pasajes
mesiánicos (Isaías 7:14; 11; 53, etc.).
(Véase Isaías, capítulo cuatro).

ISMAEL. Ismael fue el hijo que
Abraham engendró en Agar, sierva egipcia de Sara,
entregada por ésta a Abraham como segunda esposa.
Engendrando a Ismael. Abraham trató que se cumpliera la
promesa de Dios respecto a darle un hijo. Más tarde se
cumplió en verdad dicha promesa mediante el nacimiento de
Isaac, hijo de Sara. Ismael y Agar fueron enviados al desierto de
Beerseba, en donde estaban muriéndose de sed. Un
ángel de Dios guió a Agar a donde había
agua, y así ambos salvaron la vida. Ismael creció
en el desierto de Parán, al sur

de Canaán. Se casó con una
egipcia y, en cumplimiento a lo prometido por Dios a Abraham, fue
progenitor de doce príncipes que llegaron a ser los
ismaelitas. Tuvo una hija que se casó con Esaú.
Junto con Isaac, enterró a Abraham. Referencias:
Génesis 16; 17; 21; 25.

JACOB Y
ESAÚ.

Dios reveló a Rebeca que ella
daría a luz gemelos importantes, porque de ellos
nacerían dos grandes naciones: Esaú fue padre de
los edomitas o idumeos; Jacob continuó la
genealogía de la nación judaica y fue antecesor de
Jesús. En este doble alumbramiento, Esaú
nació primero, llegó a ser hábil cazador y
fue el hijo favorito de Isaac. Jacob, tranquilo e inofensivo, fue
el favorito de Rebeca. Al volver hambriento de la cacería,
Esaú rogó a Jacob que le diera de comer. Jacob puso
como condición indispensable que le cediera su derecho de
primogenitura. Esaú consintió (Génesis
25:33). Un día en que Esaú había vuelto a
salir de cacería, Rebeca persuadió a Jacob de que
se hiciera pasar por Esaú, fuera junto a su padre que
estaba medio ciego, y obtuviera la bendición que
correspondía al primogénito. Logrado eso por Jacob,
Esaú descubrió lo ocurrido y

resolvió matar al egoísta
hermano suyo después que muriera su padre. Para que el
tiempo enfriara la ira de su hermano, Jacob huyó a
Harán. Mientras iba en viaje tuvo una visión de una
escalera que unía la tierra con el cielo, por la cual
subían y bajaban ángeles, y Dios le aseguró
la bendición del Pacto (Génesis 28:12-15). Al
servicio de su tío Labán, Jacob trabajó
catorce años para obtener la mano de Raquel, y seis
más que le fueron pagados con ganado. Durante ese tiempo
se casó con otras tres mujeres. Después de unos
años, creyendo que Labán y sus

hijos le envidiaban su prosperidad y lo
miraban con malos ojos, Jacob se alarmó y huyó con
sus esposas y posesiones rumbo a Canaán. Tres días
después Labán descubrió la
desaparición de Jacob. Los hombres de Labán
alcanzaron a Jacob como una semana después, pero Dios lo
libró de mal, y se puso fin a la reunión

mediante un tratado. Se erigió un
monumento de piedras y comieron en señal del pacto
mediante el cual cada parte se comprometió a no pasar
aquel punto para atacar a la otra. Antes de cruzar el río
Jordán, Jacob se encontró con Esaú, el cual
le perdonó sus maldades pasadas. Jacob había estado
confiando en su propia fuerza para tener éxito. En lucha
con Dios, aprendió que su propia fuerza era nula, y que
tenía que orar pidiendo las bendiciones del Señor.
Referencias: Génesis 25-34.

JACOBO (o SANTIAGO) EL HERMANO DE
JESUS.
Jacobo, hijo de María y José (Mateo
13:55; Marcos 6:3), no fue uno de los doce apóstoles
(Mateo 10:2-4), ni fue al principio creyente en su hermano
Jesús (Juan 7:5). Pero después de la
resurrección llegó a creer, probablemente mediante
alguna manifestación especial del Señor resucitado.
(Cristo se manifestó a los quinientos, y "después
apareció a Jacobo" [1 Corintios 15:7].) Recibió el
título de apóstol (Gálatas 1:19), fue uno de
los dirigentes en la iglesia de Jerusalén (Gálatas
2:9; Hechos 15), y, junto con los ancianos, recibió a
Pablo cuando éste regresó de su tercer viaje
misionero (Hechos 21:18). Es el autor de la epístola de
Santiago. Hay quienes infieren que era casado (1 Corintios 9: 5).
"El justo" llamaban los antiguos a Jacobo por sus sobresalientes
virtudes. Según la tradición murió apedreado
por los líderes religiosos.

JACOBO EL HIJO DE ALFEO. Jacobo fue
hijo de Alfeo y María, que algunos suponen hermana de la
madre de Jesús, según lo cual Jacobo sería
primo de Jesús. Jacobo fue uno de los doce
apóstoles (Mateo 10:3; Hechos 1:13). Fue llamado "Santiago
el menor" o "el pequeño" quizá porque fuera de baja
estatura. Jacobo tenía hermanos, pero no se sabe de fijo
cuántos ni quiénes eran. Posiblemente José
(Mateo 27:56) y Mateo (Marcos 2: 14).

JACOBO, HIJO DE ZEBEDEO. Jacobo,
hijo de Zebedeo y Salomé, hermano. mayor de Juan, fue uno
de los primeros discípulos de Jesús. Andaba
Jesús por la orilla del mar de Galilea, cuando lo
llamó. Jacobo abandonó inmediatamente sus negocios
de pescador y lo siguió. Jesús dio a Jacobo y Juan
el apodo de Boanerges, o "hijos del trueno" (Marcos 3:17). Junto
con Pedro y Juan, formó el trío de
discípulos íntimos de Jesús. Fue el primero
de los doce en padecer el martirio. Murió en los primeros
días de la iglesia apostólica por orden del rey
Herodes Agripa I, allá por el 44 D.C. (Hechos
12:2).

JEREMÍAS. Jeremías
nació en el Siglo séptimo A.C. en Anatot, no lejos
de Jerusalén. Tenía veinte años de edad
cuando el Señor lo llamó a ser profeta suyo.
Profetizó el castigo de Jerusalén a manos de un
pueblo de corazón empedernido y oídos reacios. Fiel
bajo desesperadas y abrumadoras circunstancias de
persecución, Jeremías vio a su pueblo pasar de la
prosperidad bajo el rey Josías a una condición de
perversidad bajo el mando de cuatro reyes impíos que
levantaron ídolos y perseveraron en extraviar al pueblo.
Presenció impotente la invasión babilónica,
y finalmente -cumplimiento de su profecía- la caída
de Jerusalén. Para su seguridad, los simpatizantes de
Jeremías, mediante ruegos, convencieron al profeta para
que se fuera a Egipto. Predicó durante unos

cincuenta años. Se le identifica con
el libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre.

JERJES (V. "Asuero".)

JEROBOAM. Jeroboam, residente de
Sereda, fue hijo de Nabat, de la tribu de Efraín.
Trabajó en la construcción de fortificaciones
durante el reinado de Salomón. Reconociendo las
capacidades de Jeroboam, Salomón lo nombró jefe de
la casa de José. Disgustado por la tiranía de
Salomón, y dado que cierto profeta predijo que Dios le
daría un reino, se rebeló contra Salomón.
Por ello, éste procuró matarlo, lo cual
forzó a Jeroboam a refugiarse en Egipto. Muerto
Salomón, regresó y halló en el trono a
Roboam, hijo de Salomón. Procurando aliviar la suerte del
pueblo, que estaba abrumado de impuestos, Jeroboam tomó
su* representación, pero Roboam no aceptó ninguna
instancia, y las diez tribus del norte se rebelaron, eligiendo a
Jeroboam como rey suyo. Su reinado duró

de 922 a 901 A.C. Pero su gobierno estuvo
dominado por sus intereses personales. Para evitar que el pueblo
fuera a Jerusalén en su peregrinación anual,
revivió dos antiguos lugares de culto en Bet-el y Dan (1
Reyes 12:26-30). Erigió también una imagen de oro,
y el nombre de Jeroboam se volvió sinónimo de
maldad por la idolatría que inició.

JETRO. Jetro, sacerdote de
Madián, era varón de mucha entereza, profundidad
espiritual y sabio juicio. Su mayor notoriedad quizá le
viene de su relación con Moisés, pues le dio
refugio y trabajo cuando huía de Egipto. Moisés
cuidó los rebaños de Jetro durante cuarenta
años y se casó con su hija Séfora. Llamado
por Dios para regresar a Egipto, Moisés llevó
consigo a Séfora y sus dos hijos, pero pronto
volvió a dejarlos al cuidado de Jetro. Después del
paso del Mar Rojo, Jetro se los devolvió a Moisés.
Luego enseñó a Moisés procedimientos
legislativos y

judiciales para guiar a los hijos de
Israel, poniendo énfasis en que toda ley debe ser dada por
Dios y encargada únicamente a hombres con capacidad, buena
relación con Dios, integridad y verdad (Éxodo
18:19-23). A Jetro se le llama también Reuel.

JOACIM. Joacim fue rey de
Judá e hijo de Joaquín. Su padre fue muerto por el
rey Nabucodonosor, el cual permitió a Joacim reinar en
lugar del rey difunto. (Reinó únicamente tres meses
en 509 A.C.). Joacim y su pueblo fueron luego llevados cautivos a
Babilonia. La caída de Jerusalén ocurrió
alrededor de 597 A.C. Joacim estuvo encarcelado 37 años. A
la edad de cincuenta y cinco fue liberado de la prisión.
Se cree que Joacim tuvo hijos, pero éstos no se mencionan
en la Biblia. Muy poco se sabe de la familia de Joacim.
Referencias: 2 Reyes 24; 2 Crónicas 36.

JOAQUÍN. Joaquín, hijo
del rey Josías de Judá, ascendió al trono
cuando Faraón Neco aprisionó en cadenas a su
hermano Joacaz allá por el 609 A.C. A diferencia de su
padre, Joaquín estableció impuestos directos,
erigió ídolos e introdujo religiones paganas.
Jeremías, profeta de Dios, lo amonestó,
previniéndole que su gobierno impío tendría
por fruto la destrucción de Jerusalén, pero
Joaquín no le hizo caso. Nabucodonosor venció a
Faraón Neco, y el imperio cayó en manos de los
caldeos. Luego de otra rebelión contra Nabucodonosor,
Joaquín fue echado del trono y sustituido por Joacim su
hijo (2 Crónicas 36:8). Se ignora si fue asesinado, pero
se cuenta que su cuerpo fue echado fuera de la puerta de la
ciudad y abandonado allí, recibiendo así
"sepultura" de asno.

JOB. En la Biblia se menciona a Job
como varón perfecto y justo, Job temeroso de Dios. Fue
hombre acaudalado y vivió en tierra de Uz. En medio de su
abundancia, Dios le envió tribulación:
perdió su riqueza, su familia fue destruida y
perdió la salud. En todo esto Job tuvo paciencia y firme
confianza en Dios, aun ante las acusaciones de sus amigos. La
aflicción abrumó a Job, pero dice el relato que
"bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el
primero" (Job 42:12). Aunque padeció mucho, fue capaz de
decir: "Yo sé que mi Redentor vive" (Job

19:25). El libro de Job narra la historia
en forma épica. (Véase "Job" en el capítulo
cuarto.)

JOEL. El profeta Joel fue hijo de
cierto hombre llamado Petuel. Joel probablemente creció en
Judá, y está claro que profetizó en
Jerusalén. Es un tanto controvertible el tiempo exacto en
que vivió y profetizó; probablemente fue

en el siglo IX A.C. Dos calamidades dieron
pie a la producción literaria de Joel: una plaga de
langostas y una gran sequía. El profeta llama al pueblo a
orar y ayunar. Quizá parte del pueblo haya respondido,
pues al final del libro de Joel hay una nota de
optimismo.

JONÁS. Jonás
("paloma") fue hijo de cierto Amitai. Parece sin par entre los
profetas hebreos por cuanto su propósito primordial no
parece haber sido predicarle a Israel. El Señor le
ordenó ir a Nínive a prevenir al pueblo que iba a
destruir la ciudad (Jonás 1:1-2). En vez de obedecer a
Dios, Jonás se embarcó para Tarsis. Surgió
una gran tormenta y lonás pidió a los hombres que
lo tiraran por la borda, pues él era la causa de la
tormenta. Dios preparó un gran pez que lo tragara.
Finalmente se arrepintió y Dios hizo que el pez lo
vomitara en tierra seca

(Jonás 2:10). Aprendida su
lección, Jonás fue a Nínive y previno a los
ninivitas que serían destruidos, por lo cual ellos se
arrepintieron. Jonás se considera símbolo de Cristo
porque permaneció en el vientre del pez tres días,
así como Cristo permaneció tres días en la
tumba (Mateo 12:40).

JONATÁN. Jonatán ("don
de Jehová") era el heredero aparente e hijo mayor del rey
Saúl. Surge primero como el héroe de la guerra de
Micmas, en que obtuvo la victoria para Saúl casi solo (1
Samuel 13-14). El pueblo lo amaba. Era atlético, gallardo,
hábil jefe militar y uno de los personajes más
admirables de toda la Biblia. Por lo que más se le
recuerda es por la sin par devoción de su amistad para con
David (sentimiento "más maravilloso que el amor de las
mujeres" [2 Samuel 1:16]) bajo las más difíciles
circunstancias (1 Samuel 18-20). Hasta estuvo dispuesto a
renunciar a su derecho al trono en favor de David. Aunque
Saúl persiguió a David y lo obligó a huir,
Jonatán permaneció leal a su amigo. Muerto en la
batalla del monte Gilboa, fue sepultado en labes, debajo de un
árbol (1 Samuel 31:1-13). Dejó un hijo:
Mefiboset.

JOSÉ. José fue hijo de
Jacob y Raquel. Jacob amaba a José más que a los
hermanos de éste, por ser el hijo de su ancianidad, y le
dio una túnica de muchos colores. Sus hermanos, que lo
odiaban, urdieron maldades en contra suya. Lo vendieron como
esclavo por veinte piezas de plata (Génesis 37:28). Pero
José confiaba en Dios y no consintió en pecar; el
Señor lo acompañó llegó a ser
intérprete de los sueños de Faraón en
Egipto. José predijo un tiempo de hambre, fue nombrado
gobernador de Egipto y en los años de abundancia
almacenó los excedentes de alimento. Los hermanos de
José llegaron desde Canaán a comprar alimento
durante el hambre. Él perdonó a sus hermanos y los
trató bien; Jacob se reunió con ellos en sus
últimos años, y la familia volvió a estar
junta (Génesis 45-46).

JOSUÉ. Héroe del libro
de Josué e hijo de Nun, Josué ("Jehová es
salvación") fue primero ayudante de confianza y ministro
de Moisés. Dirigió los ejércitos de Israel
en una gran victoria contra los amalecitas en el Sinaí
(Éxodo 17:8-16). Como representante de la tribu de
Efraín entre los doce espías enviados a
Canaán, junto con Caleb, constituyó la voz de
minoría que alentó al pueblo a poseer la tierra por
fe en Dios (Números 13:6, 8; 14:6, 38). Larga vida y
posición de jefe tras la muerte de Moisés fueron su
recompensa por ello. Muerto Moisés, condujo a los hijos de
Israel a través del Jordán hasta la Tierra
Prometida (Josué 1-6). Bajo su dirección fueron
conquistados Jericó y sus alrededores, se dividió
la tierra y se establecieron las ciudades de refugio
(Josué 7-21). Murió a la edad de 110 años y
fue sepultado en Timnat-sera.

JUAN EL APÓSTOL. Juan el
apóstol, hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de
Jacobo, fue pescador hasta que Cristo lo llamó a seguirlo.
Según la tradición, luan fue el más joven de
los apóstoles, y el más recordado. A Juan el
apóstol se atribuyen cinco libros del Nuevo Testamento: el
Evangelio de Juan, las tres epístolas de Juan y el
Apocalipsis. De los doce apóstoles, Juan, Pedro y Jacobo o
Santiago, fueron los más íntimos de Cristo. Los
tres estuvieron con él en la resurrección de la
hija de Jairo, en el monte de los Olivos, en el Getsemaní,
etc., pero sólo Juan estuvo junto a la cruz cuando el
Señor fue crucificado, y fue allí que Jesús
le encomendó a su madre María, a quien Juan
cuidó hasta que ella murió. Juan pasó sus
últimos años en Éfeso, en donde,
según parece, escribió su Evangelio. Columna de la
Iglesia de Jerusalén, fue exiliado a la isla de Patmos, en
donde escribió el Apocalipsis. Referencias: Marcos 3:17;
14:33; Lucas 5:10; Hechos, 3, etc.

JUAN EL BAUTISTA. Juan el Bautista,
el precursor de Cristo, nació tres meses antes que
éste, y fue hijo de un sacerdote llamado Zacarías y
su esposa Elisabet (Lucas 1:5-25, 57-80). A1 llegar a la edad
viril, Juan decidió dedicarse a predicar en el desierto
anunciando a Jesús, el cual estaba a punto de presentarse
ante los judíos. Aparte de su vestido, hecho de pelo de
camello y atado con un cinturón de cuero, fue un segundo
Elías que proclamó el mensaje de arrepentimiento:
"Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado" (Mateo 3:2).

El antiguo historiador Josefo aclama a Juan
el Bautista "varón excelente que amonestó a los
judíos para que acudieran al bautismo, y practicó
la virtud y la justicia para con todos los hombres, y la piedad
para con Dios". Jesús también lo alabó.
Nació cerca del 4 A.C. y fue decapitado entre el 29 y el
30 D.C. por Herodes Antipas por denunciar el matrimonio de
éste con su cuñada Herodías (Mateo
4:1-12).

JUAN MARCOS. La primera referencia a
Juan Marcos se halla en Hechos (12:12). Fue hijo de cierta
María de Jerusalén y primo de Bernabé.
Acompañó a Pablo y a Bernabé en su primer
viaje misionero. Antes del segundo viaje, se suscitó una
grave discordia entre Pablo y Bernabé respecto a Juan
Marcos; esto provocó la separación de ellos, pues
Bernabé apoyó a Marcos (Hechos 15:37-39), cuando
éste echó pie atrás en el viaje (Hechos
13:13). Posteriormente Pablo tuvo considerable fe y confianza en
Juan Marcos, pues cuando escribe a los

colosenses (Colosenses 4:10) y a
Filemón (Filemón 24), Marcos se halla en Roma y su
presencia allá parece servir a Pablo de solaz. Una
vigorosa tradición de la iglesia primitiva afirma que Juan
Marcos fue también compañero de Pedro. Pasaron diez
o doce años entre la última referencia a Juan
Marcos en los Hechos, y la primera referencia que a él se
hace en las Epístolas. Se cree que en esos años
acompañó a Pedro. Hay pruebas de que estuvo con
Pedro durante los últimos años del Apóstol,
y de que en su Evangelio de Marcos narra la historia que
oyó de Pedro. (Véase el libro de "Marcos",
capítulo IV.)

JUDAS ISCARIOTE. Judas Iscariote fue
uno de los doce discípulos de nuestro Señor (Marcos
3:19). Respecto a él nada se sabe antes que fuera
discípulo. Fue tesorero del círculo
apostólico, pero lo tentó el dinero que manejaba, y
su falta de honradez e infidelidad lo llevaron a traicionar a su
Maestro. Antes de la Pascua Judas fue a los principales
sacerdotes y convino en entregar a Jesús por treinta
monedas de plata (Mateo 26:15). Durante la Pascua, se le
metió Satanás y abandonó la fiesta. La
traición contra Cristo se ejecutó después de
la Cena del

Señor, en el huerto de
Getsemaní (Mateo 26:47-50). Después de la
crucifixión Judas confesó su delito e
intentó devolver el dinero a los sacerdotes. Éstos
no lo aceptaron, y Judas, llevado del remordimiento, fue y se
ahorcó (Mateo 27:3-5; Hechos 1:15-20).

JUDAS, HERMANO DE JESÚS.
Pocos datos hay sobre Judas. Hay en el Nuevo Testamento muchas
personas con el mismo nombre. El Judas a que aquí nos
referimos fue hermano de Jesús y autor del pequeño
libro que lleva su nombre. Como sus hermanos, no creyó en
Cristo sino después de la resurrección. Más
adelante, sin embargo, habla de sí mismo como "siervo de
Jesucristo" (Judas 1). La relación espiritual con Cristo
mediante Santiago fue más importante que su parentesco
carnal con Cristo. Judas no se dice apóstol. Evidentemente
era

casado. Según la tradición,
predicó en Mesopotamia y más tarde sufrió el
martirio.

LÁZARO.

El nombre de Lázaro es una forma
abreviada de Eleazar, que significa "Dios ha auxiliado".
Quizá los más íntimos amigos de Jesús
fuera de los discípulos, Lázaro y sus dos hermanas,
María y Marta, vivían en Betania. Muerto
Lázaro, como era de familia pudiente, se le hizo un
excelente funeral y se le enterró en la tumba familiar en
Betania. Jesús lo resucitó aunque ya llevaba cuatro
días de muerto durante el calor estival (Lucas 11:1-46).
Muchas personas se convirtieron como consecuencia de este
milagro, lo cual provocó los celos del

Sanedrín. La tradición
asegura que Lázaro tenía treinta años de
edad cuando Jesús lo resucitó, y que vivió
treinta años más. Algunos escritos dicen que
Lázaro predicó en Francia después de su
resurrección.

LEA. Lea ("hastiada"), primera
esposa de Jacob, era menos apetecida por no ser muy bella.
Labán su padre, mediante engaño, hizo que Jacob se
casara con ella en vez de con Raquel, por ganarse la cual
había trabajado él siete años
(Génesis 29). Lea le dio a Jacob seis hijos y una hija
(Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar,
Zabulón y Dina); su sierva dio a luz a Gad y a Aser
(Génesis 30:10-13). El Midrash (antigua exposición
de escrituras judaicas) la considera mujer buena y honorable,
aunque Jacob no la amaba. Fue sepultada en la tumba familiar de
Macpela en Hebrón, y muy probablemente no descendió
a Egipto con Jacob.

LEBEO. (Véase
"Tadeo".)

LIDIA. Lidia, prosélita
judía, vendedora de púrpura en Tiatira, y seguidora
de Dios en Filipos, solía ir a orar a la ribera del
río. Fue allí que Pablo y sus compañeros la
hallaron. Oyente asidua, abrió el corazón al
Señor (Hechos 16:14). Ella y los suyos creyeron y fueron
bautizados, convirtiéndose en los primeros frutos de Pablo
en Europa. Ansiosa de mostrar su gratitud, alojó a los
apóstoles en su casa de Filipos después que fueron
encarcelados (Hechos 16:15). El nombre Lidia, común en
mujeres de aquel tiempo, quizá se haya derivado del
distrito geográfico de Lidia. Sabemos que después
de aquella primera conversión nació allí una
iglesia; Lidia se convirtió en clave de una nueva forma de
vida para Filipos y para Europa.

LISIAS, CLAUDIO. (Véase
"Claudio".)

LOT. Mientras Lot, hijo de
Harán y sobrino de Abraham, vivía con éste
en Egipto, la prosperidad de ambos provocó disputas entre
algunos de sus pastores. Para zanjar los desacuerdos, Abraham
decidió permitir que Lot eligiera la mitad de la tierra,
ya fuera el fértil valle del Jordán o la menos
apetecible Canaán. Lot eligió lo primero. Dios
envió dos ángeles a Lot, que entonces vivía
en la malvada ciudad de Sodoma, a decirle que sacara a su familia
y huyera antes que la ciudad fuera destruida. Dejaron la huida
para el último momento, y su esposa se convirtió en
"estatua de sal" (Génesis 19:26) por no obedecer la orden
divina de no mirar hacia la ciudad abandonada. Lot y los suyos
huyeron a las montañas. Él engendró en sus
hijas a los progenitores de las tribus de Moab y Amón
(Génesis 19:37-38). Referencias del Nuevo Testamento:
Lucas 17:28-32; 2 Pedro 2:7 ss.

LUCAS. Lucas se menciona sólo
tres veces por su nombre en el Nuevo Testamento (Colosenses 4:14;
Filemón 24; 2 Timoteo 4:11). Era un médico griego
muy culto, y escribió el Evangelio de Lucas y los Hechos
de los Apóstoles. Lucas 1:2 revela que aquel médico
no fue de "los que desde el principio lo vieron con sus propios
ojos"; según parece, se unió al grupo de Pablo en
Troas (Hechos 16: 10), con el cual navegó hasta Macedonia.
Fue amigo y compañero de viaje de Pablo, al cual
acompañó nueve años. Pablo se refiere a
él como el "médico amado", y en 2 Timoteo 4:11 nos
suministra un último vistazo de su fiel amigo.
(Véase "Lucas", capítulo IV.)

MALAQUIAS.

El nombre de Malaquías significa
"Ángel de Jehová". Algunos creen que
Malaquías es simplemente el nombre del libro del Antiguo
Testamento escrito por Esdras. Pero la mayoría de las
demás fuentes afirma que es el último de los
profetas. Sus mensajes fueron claros y tajantes, de aliento para
el desanimado pueblo de Israel. Poco se sabe de él,
excepto que fue un profeta que predicó y
escribió.

MARCOS. (Véase "Juan
Marcos".)

MARÍA DE BETANIA.
María, la hermana de Lázaro y Marta, sólo
aparece brevemente en las Escrituras. Junto con su hermana Marta
la vemos en el Evangelio de Lucas cuando reciben a Cristo en su
hogar. María se sentó a los pies de Jesús
oyendo embelesada las palabras que pronunciaba, mientras Marta
estaba afanada sirviendo. Jesús alabó a
María por haber "elegido la buena parte", lo que es
realmente necesario (Lucas 10:42). La siguiente mención a
María es en la resurrección de Lázaro. Tan
pronto como Marta oyó que Jesús llegaba

corrió a su encuentro, pero
María se quedó en la casa hasta que Jesús la
llamó. Ambas hermanas le dijeron: "Señor, si
hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto"
(Juan 11:21-32). Aunque Lázaro tenía cuatro
días de muerto, Cristo lo resucitó y muchos
judíos que habían seguido a María creyeron.
Juan declara que ésta es la misma María que
ungió al Señor en la fiesta de Betania.

MARTA, LA MADRE DE JACOBO Y
JOSÉ.
María era esposa de Cleofás;
éste a su vez era hermano de José, el esposo de la
virgen María. A María se le recuerda principalmente
como miembro del grupo de mujeres que presenciaron la
crucifixión, siguieron el cortejo fúnebre y fueron
testigos de la sepultura de Cristo (Mateo 27:56, 61). Estuvo
entre las primeras que llevaron especias al sepulcro para ungir
el cuerpo de su Señor difunto. Pero al llegar al sepulcro,
su dolor se convirtió en alegría porque su
Señor había resucitado.

MARÍA, LA MADRE DE JUAN
MARCOS.
Madre de Juan Marcos y tía de Bernabé
(Colosenses 4:10), puso su hogar a disposición de los
creyentes como centro de adoración. Quizá fue
allí donde se realizó la última cena, y el
Pentecostés. También consta que al salir de la
prisión Pedro fue allá (Hechos 12:12).
Además, María era mujer de recio carácter;
probablemente era una viuda acaudalada, que poseía casa
propia y sirvientes (Hechos 12:13). Se dice que el hogar de
María estaba en el extremo occidencial en tiempos de
Jesús.

MARÍA, LA VIRGEN. Hubo en la
ciudad de Nazaret una virgen llamada María, MARTA,
comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, del
linaje de David. Un ángel del Señor le
reveló que, por haber hallado gracia en los ojos del
Señor, había sido elegida como virgen madre de
Aquel que salvaría a Israel

de sus pecados (Mateo 1:18-21).
María pasó tres meses de su embarazo con Elizabet
su prima, que había de ser la madre de Juan el Bautista.
A1 acercarse el tiempo del nacimiento de Jesús,
María y José tuvieron que viajar a Belén por
razones de impuestos (Lucas) -2: 1-5). Fue allá donde
nació Jesús en un tosco establo (Lucas 2:6-7). El
ministerio público de Jesús comenzó con el
milagro de Caná de Galilea en donde María
procuró que él proveyera el vino en la fiesta de
bodas (Juan 2:1-11). María presenció la
crucifixión de su hijo. Estando pendiente de la cruz,
Jesús pidió a Juan, su discípulo amado, que
tomara en la vida de María el puesto del hijo agonizante,
y a María le pidió trasladar su afecto maternal a
Juan (Juan 19:25-27). Tras la ascensión de Jesús,
María continuó como creyente devota del Camino, y
la última vez que aparece es en el aposento alto (Hechos
1:14). Afirma la tradición que se fue a Éfeso a
vivir cerca de luan, y que allí pasó sus
últimos años.

MARÍA MAGDALENA. En el
pequeño pueblo de Magdala (hoy día Mejdel), famoso
por su riqueza e inmoralidad, situado a unos cinco
kilómetros de Capernaum, en la costa noroccidental del mar
de Galilea, nació María

Magdalena. Quizá sea la María
de quien Jesús echó siete demonios (Marcos 16:9);
se duda que sea la mujer de Lucas 7:37 que lavó los pies
de Jesús con ungüento y lágrimas. No debe
confundirse a María Magdalena con María de Betania,
hermana de Marta y Lázaro. La primera mención
bíblica que de ella tenemos está en Lucas 8:2, en
que junto con otras mujeres servía a Jesús.
Probablemente María Magdalena estuvo entre las mujeres de
Lucas 23:49 que presenciaron la crucifixión, pues hallamos
que más adelante (Marcos 16:1) fue con Salomé y
María la madre de Jesús a ungir el cuerpo del
Señor en el sepulcro. Pero en la tumba no estaba el
.cuerpo de Jesús, sino unos ángeles. Cuando
Jesús le apareció en la tumba vacía, ella lo
confundió con el jardinero hasta que él
pronunció su nombre. Él le encargó ir a
decir a los demás discípulos que pronto
ascendería a Dios (Juan 20:11-18). Después de este
incidente las Escrituras callan respecto a María
Magdalena.

MARTA, HERMANA DE MARÍA Y
LÁZARO.
Marta, la hermana de María y
Lázaro (Juan 11:1), fue una mujer admirable y devota amiga
de Jesús. Marta vivía en Betania, en donde ella,
como hermana mayor, hacía de ama de casa. Se le menciona
en la resurrección de Lázaro, en Betania. En ese
incidente Marta, al oír que Jesús estaba en camino,
fue a su encuentro. En esta ocasión Jesús
pronunció su magna declaración sobre la vida eterna
(Juan 11:20-27). (Véase "Lázaro".)

MATEO. Mateo, o Leví, se
destaca primordialmente como autor del Evangelio que lleva su
nombre. Fue hijo de Alfeo y vivió en Capernaum, donde fue
recolector de impuestos en la aduana local. Aunque publicano,
Mateo no era tan opulento como los publicanos romanos que
subarrendaban la recolección de impuestos a gente del
país como Mateo mismo. En Mateo 9:9 éste cuenta
cómo fue llamado a ser discípulo: "Pasando
Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que
estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le
dijo: Sígueme. Y se levantó y le

siguió". (Dos relatos paralelos del
llamamiento de Mateo se hallan en Marcos 2:14 y Lucas 5:27-28.)
La fiesta que luego reparó Mateo en honor de Jesús
fue la que hizo que los fariseos preguntaran a Jesús por
qué comía y bebía con publicanos y
pecadores. No hay en el Nuevo Testamento ninguna otra
mención directa de Mateo, excepto la lista de
apóstoles en Lucas 6:15. Se cree que Mateo predicó
en Judea de 12 a 15 años y luego fue como evangelista al
extranjero, y que murió en Etiopía en
Macedonia.

MATIAS. El único relato
bíblico sobre Matías se halla en Hechos 1:15-26. En
el círculo de los Doce, desempeñó el puesto
abandonado por Judas Iscariote. José Barsabás fue
otro candidato para el puesto. Presentados ambos nombres ante el
Señor, los discípulos pidieron en oración
que Dios determinara mediante la suerte a cuál
habían de elegir. La suerte cayó en Matías,
el cual "fue contado con los once apóstoles"
(versículo 26). Nada definido se sabe sobre Matías
.después de este acontecimiento, aunque se publicó
un libro apócrifo con su nombre.

MATUSALÉN. Matusalén
vivió cuando la tierra estaba llena de vileza y maldad. Su
nombre significa "liberado de la muerte". Fue hijo de Enoc y
abuelo de Noé. Según la Escritura, fue el hombre de
más larga vida. A la edad de 187 años tuvo por hijo
a Lamec. Al morir tenía 969 años (Génesis
5:27).

MELQUISEDEC. Dos veces se menciona a
Melquisedec en el Antiguo Testamento (Génesis 14:18; Salmo
110:4). Fue un antiguo rey y sacerdote "del Altísimo"
(Génesis 14:18). Después de una batalla,
salió al encuentro de Abraham para ofrecerle
bondadosamente pan y vino. Como rey de justicia y rey de paz,
Melquisedec se convirtió en eterno representante y cabeza
simbólica del más excelso orden del sacerdocio
levítico, y el libro de Hebreos presenta a Cristo como
sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos
5:6).

MIQUEAS. Miqueas fue
contemporáneo de Isaías y Oseas, y vivió en
el MIQUEAS siglo octavo A.C. Su nombre significa "el que es como
Jehová", y fue quizás el primer hombre que
profetizó o previno sobre la destrucción
de

Jerusalén. Durante su tiempo hubo
mucho pecado tanto en Israel como en Judá, y Miqueas
fustigó el pecado en los hombres de todos los niveles
sociales. Trató principalmente de la moralidad social y la
religión personal; destacó la justicia, la bondad y
la humildad. El mensaje de Miqueas resonó en todo Israel y
Judá, no obstante que pasó la mayor parte de su
tiempo en el oeste de Judá. Su acuciosidad y su verdad
aparecen en su estilo ferviente. Predijo que Jesús
nacería en Belén (Miqueas 5:2). Miqueas 6:8 es uno
de los grandes textos de la Biblia. "Oh

hombre, él te ha declarado lo que es
bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer
justicia y amar misericordia, y humillarte ante tu
Dios".

MOISÉS. Moisés,
levita, fue hijo de Amram y Locabed. Nació en
Heliópolis, famosa ciudad del bajo Egipto. Fue adoptado
por la hija de Faraón y educado "en toda la
sabiduría de los egipcios" (Éxodo 21:1-15).
Llegó a ser varón "poderoso en sus palabras y
obras". Este primer período de su vida terminó
cuando mató a un egipcio y tuvo que huir a Madián
(Éxodo 2:15-4:31). Durante su exilio (período de 40
años) se casó con Séfora, hija de Jetro. Era
pastor cuando se acercó a la zarza ardiendo y
recibió el llamado de Dios. Cuando regresó a Egipto
se convirtió en emancipador y dirigente de Israel
(período de 40 años). Moisés, líder
del éxodo (Éxodo 5:1=15: 21), llevó el
pueblo al Sinaí después de pasar junto al Mar
Muerto (Éxodo 15:2219:2). Allí se convirtió
en legislador (los Diez mandamientos constan en Éxodo 20:
1-17 y Deuteronomio 5: 6-21). Guió a los israelitas desde
el Sinaí a las fronteras de la Tierra Prometida, pero
murió en Nebo. Moisés fue un gran profeta, general,
administrador, legislador, estadista, liberador, prosista, poeta
e historiador hebreo.

NAAMÁN.

Naamán, cuyo nombre significa
"agradable", vivió en el siglo noveno A.C. Fue jefe
militar encargado del ejército de su soberano (Ben-hadad)
y muy respetado por sus compatriotas. Cosa extraña es que
un leproso ocupara tan elevada posición, pero tal fue el
caso de Naamán. La sierva de su esposa, que era israelita,
le informó que en su tierra había un autor de
milagros que podía curarlo. Naamán finalmente
halló a Eliseo, quien le mandó bañarse siete
veces en el río Jordán (2 Reyes 5:10). Aquel hombre
orgulloso tardó algo en cumplirlas instrucciones de
Elíseo, pero cuando lo hizo, sanó (2 Reyes 5:14).
Naamán era un hombre sincero y agradecido, y
procuró abrumar de regalos al profeta. Reconoció el
poder del Dios de Eliseo y lo tomó por Señor
suyo.

NAHUM. Fue uno de los Profetas
Menores y su nombre significa "compasivo". Prácticamente
nada se sabe de su vida personal. Se menciona que era de
Elcós, probablemente una aldea de Galilea. Se cree que su
profecía fue escrita entre el 661 y el 612 A.C.
(Véase "Nahum" en el capítulo m.) Describe el
castigo de Nínive, acerca del cual también
profetizó su contemporáneo Sofonías. La
profecía de Nahum es especialmente interesante porque
predice la caída de Nínive, que efectivamente se
produjo en 612 A.C. (capítulos 2-3).

NATAN. Natán fue un profeta
hebreo que vivió en tiempos de David y Salomón, a
quienes sirvió como consejero espiritual. Fue consejero de
David en cuanto a los planes para edificar el templo de
Jerusalén. Cuando David cayó en adulterio con
Betsabé, Natán lo reprendió (2 Samuel
12:1-10) diciéndole: "Tú eres el hombre"; y le
informó de parte de Dios que ya no podría edificar
el templo. La última vez que se le menciona en la Biblia
(1 Reyes) es en relación con el futuro reino de
Salomón, y con la frustración de los planes de
Adonías, el hijo mayor de David, respecto a hacerse
rey.

NATANAEL (Véase
"Bartolomé".)

NABUCODONOSOR. Nabucodonosor,
segundo rey de Babilonia, reinó de 605 a 562 A.C. Durante
su reinado conquistó a Judá y llevó cautivos
a los -judíos. Construyó calles de baldosas,
grandes muros, fosos, presas hidráulicas, templos de oro y
cedro, y bellas estatuas de bronce. La más rara y hermosa
creación arquitectónica de su reinado fueron los
famosos jardines colgantes de Babilonia. Nabucodonosor fue el rey
que echó en el horno ardiente a Sadrac, Mesac y Abed-nego
por no adorar su ídolo. Cuando el fuego no los
dañó, Nabucodonosor los

honró a ellos y a su Dios (Daniel
3:28-30). Tuvo extraños sueños que no podía
comprender, y llamó a Daniel para que los
interpretara.

NEHEMÍAS. Nehemías,
hijo de Hacalías, desempeñó un puesto
importante en su juventud: tuvo el honor de ser copero del rey
Artajerjes de Persia (464-424 A.C.). Nehemías halló
gracia ante el rey, al cual le pidió permiso de ir a
Jerusalén para ayudar a sus compatriotas en la
reedificación de los muros qué habían sido
destruidos por Nabucodonosor. El rey le otorgó el permiso
y nombró a Nehemías gobernador de la provincia de
Judea. También dio a Nehemías cartas para los
gobernadores de las provincias pidiéndoles ayudar a
Nehemías para que viajara

con seguridad de un lugar a otro. Una carta
dirigida a Asaf solicitaba madera de los bosques del rey para
construir los postes destinados a las puertas de la fortaleza del
templo, para los muros de la ciudad, y para la casa que
Nehemías iba o ocupar (Nehemías 2:7-8). "Pero
oyéndolo Sambalat y Tobías el siervo amonita, les
disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el
bien de los hijos de Israel" (Nehemías 2:10). Tras renovar
la ciudad, Nehemías estableció reformas religiosas
y sociales, ayudado por Esdras, el sacerdote y escriba.
Nehemías gobernó periódicamente a Judea,
hasta su muerte.

NICODEMO. El fariseo Nicodemo fue
miembro del Sanedrín, y varón destacado entre los
judíos. Su historia se narra en Juan. Nicodemo
solicitó una entrevista con Jesús. Se sintió
confuso cuando Jesús le dijo que debía nacer de
nuevo; tomó el nuevo nacimiento al pie de la letra y no en
sentido espiritual. Jesús le explicó el significado
(Juan 3:5-8). Aunque su encuentro con Jesús parece haber
sido estéril, Nicodemo al parecer alzó la voz en la
fiesta de los tabernáculos para defender a Jesús,
cuando el Sanedrín lo acusaba (Juan 7:50-52).
Cuando

Jesús murió, Nicodemo
proveyó para Cristo "mirra y áloe" (Juan 19:-39).
Quizá por ello lo hayan tildado de seguidor de Cristo; de
ser así, llegó finalmente a ser cristiano "nacido
de nuevo".

NOÉ. Noé, el
predicador de justicia, se menciona en nueve libros de la Biblia
(Génesis, 1 Crónicas, Isaías, Ezequiel,
Mateo, Lucas, Hebreos, 1 y 2 Pedro). Su historia completa se
narra en Génesis 5-10. Noé fue descendiente de
Adán por línea de Set, hijo de Lamec, y fue padre
de Cam, Sem y lafet. La época en que Noé
vivió fue de indiferencia religiosa y desafío a
Dios. Se recuerda a Noé especialmente en relación
con el diluvio. Tenía 480 años de edad cuando Dios
le ordenó construir un arca en que él, su familia y
cada especie de animales

limpios e inmundos estuvieran a salvo de
las aguas destructoras de cuarenta días de lluvia.
Noé, su familia y los animales entraron en el arca 120
años después. Llegó el diluvio y la tierra
fue cubierta por el agua. Cuando un año más tarde
bajaron las aguas, el arca reposó sobre el monte Ararat.
Noé envió un cuervo y una paloma para saber si el
agua había bajado lo suficiente. La segunda vez la paloma
no regresó, y Noé supo que la tierra estaba seca.
Un mes más tarde, él y su familia y los animales
salieron del arca, Noé ofreció sacrificios quemados
sobre un altar. Dios dio el arco iris como símbolo de su
promesa de no volver a destruir la tierra mediante agua.
Noé vivió 350 años después del
diluvio y murió a la edad de 950 años.

NOEMÍ. Noemí fue la
esposa de Elimelec de Belén, madre de Mahlón y
Quelión. Su historia está entrelazada con la de su
nuera Rut. Noemí se fue con su esposo y sus hijos a Moab,
porque había hambre en Palestina. Sus hijos se casaron con
mujeres moabitas; Rut y Orfa. En los diez años siguientes
murieron los hombres, dejando viudas a Noemí y sus dos
nueras. Ella resolvió volver a Belén y
aconsejó a sus nueras volverse a sus respectivos
países. Orfa se volvió, pero Rut, muy
encariñada con Noemí, se fue con ella a
Belén. Rut pronunció famosas y bellas

palabras: "No me ruegues que te deje, y me
aparte de ti; porque adondequiera que tú fueres iré
yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo
será mi pueblo, y tu Dios mi Dios" (Rut 1:16). El nombre
de Noemí significa "agrado" o "delicia" pero cuando al
regresar a Belén le preguntaron, "¿No es esta
Noemí?", ella respondió: "No me llaméis
Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha
puesto el Todopoderoso". Mara significa "amargura".

ONESIMO.

Onésimo fue el esclavo fugitivo de
un cristiano griego llamado Filemón. Tras huir a Roma,
Onésimo conoció a Pablo y se convirtió al
cristianismo. Luego Pablo envió a Onésimo de
regreso a Filemón con una carta (el libro de
Filemón) en que explicaba la conversión de
Onésimo y pedía a Filemón que lo recibiera
como nuevo hermano en Cristo.

OSEAS. Oseas -el nombre se deriva de
una palabra hebrea que significa "auxilio"- hijo de Beeri, fue el
primero de los Profetas Menores, y el último profeta del
Israel del Norte. Su profecía se produce poco
después de Amós, hacia fines del reinado de
Jeroboam II (c. 786-746 A.C.). Trabajó en pro de la unidad
nacional, se opuso a las alianzas con extranjeros, y
exigió una justa administración pública. Era
un hombre sensible y tierno, que anhelaba el amor y el
compañerismo. Oseas 1-3 narra la historia de su matrimonio
con Gomer y el adulterio de ésta. Esta historia nos ayuda
a comprender lo que Dios siente respecto al infiel Israel. Oseas
profetizó contra el pueblo de Israel, al que
reprendió y amenazó por su idolatría y
maldad. Fervientemente les rogaba arrepentirse como único
medio de evitar los males que sobre la nación se
cernían. Oseas revela lo dispuesto que está Dios a
perdonar y su gran anhelo de salvar a su pueblo.

PABLO.

Oriundo de Cilicia (Tarso), fue ciudadano
romano por nacimiento. Su familia era de la tribu de
Benjamín, y fue educado como fariseo. Estudió bajo
Gamaliel (Hechos 22:3) y era muy culto (dominaba varios idiomas y
conocía las literaturas hebrea y griega). Saulo, su nombre
en lengua hebrea, fue un gran perseguidor de la Iglesia, como lo
demuestra su aprobación de la muerte de Esteban (Hechos
7:58-8: 1), pero la victoriosa muerte de Esteban lo
impresionó hondamente. Se convirtió más
tarde cuando iba rumbo a Damasco, luego de quedar ciego (Hechos
9:1-19; 22:5-16; 26:12-18). Recobró la vista cuando fue
lleno del Espíritu Santo. Poco después fue a Arabia
(Gálatas 1:17). Fue el gran misionero mundial del Nuevo
Testamento; en territorio gentil empleaba su

nombre romano de Pablo. Sus tres viajes
misioneros constan en Hechos; realizó su obra en Asia
Menor, Grecia y Roma. Padeció gran persecución
(cárcel, lapidación, latigazos, etc.), pero nada
detuvo su ministerio de predicación, curación,
edificación de la Iglesia y escritura. Encarcelado por
largos períodos en Roma, la tradición afirma que
murió como mártir decapitado en Roma entre el 64 y
el 67 a.C. Es el autor de la mayoría de las
epístolas del Nuevo Testamento. Se ha dicho que Pablo es
la más poderosa personalidad humana del Nuevo Testamento,
y ciertamente su capítulo sobre el amor (1 Corintios 13)
no tiene rival. Hay una antigua descripción tradicional de
Pablo que lo presenta como "hombre de pequeña estatura,
cejijunto, de nariz larga, calvo, de piernas
arqueadas,

fornido, lleno de bondad, pues a veces
tiene aspecto de hombre y a veces su rostro parece de
ángel".

PEDRO, SIMON. El nombre de Pedro
significa "piedra". Fue hermano de Andrés e hijo de
Jonás (o Johanan). Natural de Betsaida, se le presenta
como tosco pescador. Se le menciona más veces que a
cualquier otro personaje del Nuevo Testamento, aparte de
Jesús. Estaba casado, y fue uno de los doce
discípulos. Negó a Jesús en los días
de la crucifixión (Mateo 26:73-75). Jesús se
entrevistó con él después de resucitado
(Véase 1 Corintios 15:5; Cefas es otro nombre con que se
conoce a Pedro). En los Hechos de los Apóstoles es el
personaje sobresaliente y líder apostólico en la
primera parte del libro, capítulos 1-12. Habló ante
los discípulos respecto a quien debía sustituir a
Judas, y predicó a la multitud en Pentecostés
(Hechos 2). Fue el instrumento de muchas curaciones (véase
Hechos 3) y conversiones a Cristo (Hechos 4). Hasta
resucitó a una mujer (Dorcas). Tuvo la valentía de
predicar a los gentiles en casa de Cornelio (Hechos 10). Sus
hechos y buenas obras fueron demasiado numerosos para anotarlos
aquí. Influyó en el Evangelio de Marcos. En efecto,
narró la historia que Marcos transcribió en su
Evangelio. Es el autor de 1 Pedro y, según la
tradición, de 2 Pedro también. Su gran
confesión (Marcos 16:16) se destaca en el Nuevo
Testamento. Cuando Herodes estuvo a punto de quitarle la vida,
escapó mediante intervención de Dios (Hechos
12:1-17) y no se le vuelve a mencionar en los Hechos sino en el
capítulo 15 (Concilio de Jerusalén). La imagen que
de él, nos ha transmitido la historia es la de un hombre
impetuoso pero sincero en su proceder. La tradición afirma
que murió crucificado cabeza abajo en Roma.

PONCIO PILATO. Poncio Pilato era el
procurador romano de Judea cuando Cristo fue crucificado (Mateo
27:2; Marcos 15:1; Lucas 23:1; Juan 18:28-29). Era personalmente
responsable ante el emperador Tiberio por las cuestiones
financieras, civiles, militares y penales de su provincia de
Judea. La fama de Pilato obedece principalmente a su papel en el
proceso y crucifixión de Jesús. Trató de
librar a Jesús, pero el pueblo, por el contrario,
exigió la libertad de Barrabás el ladrón. A1
condenar al Señor, Pilato desoyó su conciencia y
las advertencias de su esposa. Llamó a Cristo "Rey de los
judíos". Se cree que Pilato fue destituido de su puesto
por Vitelo, gobernante de Siria, por haber ejecutado a muchos
samaritanos. Iba rumbo a Roma para ser juzgado cuando
murió el emperador, y se cree que de algún modo
Pilato se salvó por entonces. La historia no vuelve
a

mencionarlo.

PRISCILA. Priscila, o Prisca, era la
esposa de Aquila, fabricante de tiendas, junto con el cual se la
menciona siempre (Hechos 18:2, 18, 26; Romanos 16:3; 1 Corintios
16:19; 2 Timoteo 4:19). Cuando Pablo estuvo en Corinto se
alojó en su casa, y ellos a su vez viajaron con él
hasta Éfeso. Pablo la alabó siempre por la
empeñosa obra que realizaba para el progreso del
cristianismo. El hogar de ella en Corinto, en Éfeso y en
Roma fue sitio de reunión de las iglesias que en esas
ciudades se formaron. Junto con su esposo ayudó en la
preparación teológica de Apolos. Se ha sugerido,
pero sin prueba alguna, que ella y su esposo fueron coautores de
la Epístola a los Hebreos. (Véase
"Aquila".)

RAQUEL.

Raquel, cuyo nombre significa "oveja", fue
la hija menor de Labán (Génesis 29:6). Jacob su
esposo trabajó siete años para obtener su mano en
matrimonio, pero fue engañado por Labán, quien lo
hizo casar con Lea, la hermana mayor; de modo que Jacob tuvo que
trabajar siete años más para obtener a Raquel. Ella
fue estéril durante varios años y después
dio a luz a José. Cuando Jacob abandonó el servicio
de Labán, Raquel hurtó los serafines
(ídolos) de su padre, mediante los cuales esperaba atraer
prosperidad para ella y su marido. La primera impresión
que Raquel produce es favorable; es atractiva por su
personalidad, modales y vestido, y rápidamente conquista
el afecto de Jacob; pero esta opinión cambia cuando hurta
y miente respecto a los serafines de su padre. Raquel
murió al dar a luz a Benjamín, y su sepulcro
está cerca de Belén. Referencias: Génesis
29-35.

REBECA. Rebeca fue hija de Betuel,
hermana de Labán, esposa de Isaac y madre de Jacob y
Esaú. Fue descubierta por un siervo de Abraham, y
consintió en casarse con Isaac (Génesis 24). No
tuvo hijos durante veinte años, pero finalmente dio a luz
gemelos: Jacob y Esaú. En Génesis 27 leemos Rebeca
indujo a su hijo favorito, Jacob, a obtener mediante
engaño la bendición de Isaac. Luego tuvo que enviar
a Jacob a Mesopotamia para librarlo de la ira de Esaú.
Rebeca murió antes que Isaac y fue sepultada en la tumba
de Abraham, la cueva de Macpela, cerca de
Hebrón.

REUEL. (Véase
"Jetro".)

ROBOAM. Roboam ocupó el trono
después de muerto su padre Salomón. Por los torpes
e impopulares impuestos que estableció; se produjo una
división política en el reino unido. Las diez
tribus del norte formaron la nación de Israel. Roboam, con
las tribus de Judá y Benjamín, mantuvo el dominio
de la ciudad capital, Jerusalén, y formó una nueva
nación: Judá, reino del sur. Durante el reinado de
Roboam, ya dividida la nación, Egipto logró invadir
el país y tomar a Jerusalén y llevarse el tesoro
del templo. Durante el reinado de Roboam (c. 922-915 A.C.),
comenzó la decadencia de la nación
hebrea.

RUT. Rut, cuyo nombre significa
"compañera" o "apego", fue una moabita que llegó a
ser antepasada de David, María y Jesucristo.
Después que Noemí y Elimelec, junto con sus hijos
Quelión y ahlón por causa del hambre tuvieron que
abandonar su hogar de Belén, Rut se casó con
Mahlón. Murieron los varones; y quedaron viudas
Noemí, Rut y Orfa. Noemí decidió regresar a
Belén, y Rut, por el apego que le tenía, se fue con
ella. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de la
cebada. Rut espigó los campos para ganarse el sustento y
mantener a su suegra. En ese trabajo conoció a Booz,
pariente de Noemí, quien la trató bondadosamente y
luego se enamoró de ella. Booz compró la herencia
de Mahlón en la heredad familiar y así, de acuerdo
con la ley hebraica (Deuteronomio 25:5-10) adquirió el
derecho de casarse con Rut. Su hijo primogénito fue Obed,
quien fue padre de Isaí y abuelo de David. Referencia: el
libro de Rut.

SAFIRA.

Safira (nombre arameo que significa
"hermosa") fue esposa de Ananías y cómplice en el
pecado por el cual murieron ambos. Vendida su propiedad, se
quedaron con la ganancia en vez de entregarla a la iglesia, y
luego negaron haber hecho esto. Cuando Ananías tuvo que
enfrentarse a Pedro respecto a la venta mintió, e
inmediatamente cayó muerto. Unas tres horas después
llegó Safira su esposa, ignorante de lo ocurrido. Al
preguntarle Pedro por el precio obtenido por la tierra que
habían vendido, repitió la mentira de su esposo y
cayó bajo la misma condenación de Ananías.
Pedro le respondió: "¿Por qué convinisteis
en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a
la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido y te
sacarán a ti". Al oír esto, cayó muerta a
sus pies (Hechos 5:7-10).

SALOMÓN. Salomón (que
significa "pacífico") o Jedidías (que significa
amado de Jehová") fue el hijo menor del rey David y
Betsabé. Entronizado muy joven, Salomón
acudió a Dios, no en busca de vida, riqueza o victoria,
sino de sabiduría. Dios se la concedió, y
así alcanzó la fama. La primera esposa de
Salomón fue una

princesa egipcia, pero se dice que tuvo 700
esposas y princesas, amén de 300 concubinas. Famoso por su
sabiduría y por sus mujeres, se recuerda también a
Salomón por sus escritos (que incluyen poesías y
proverbios), su riqueza, su próspero comercio, sus
magníficos edificios (que incluyen el templo, palacios
y

otras construcciones) y por su
fortificación de Jerusalén y otras ciudades.
Durante su reinado de 40 años (961-922 A.C.),
Salomón hizo mucho en pro de su patria mediante el
comercio y la riqueza, pero también permitió que se
arruinara. Se construyeron templos paganos y se dejó al
ejército sin preparación. Tras una vida de riqueza
y lujo, Salomón dejó a Roboam su heredero
sólo el cascarón de lo que había sido un
gran imperio. La historia de Salomón se narra en 1 Reyes
1-14 y 2 Crónicas 1-13.

SAMUEL. Cuando nació Samuel,
hijo de Elcana y Ana (1 Samuel 1:20), las doce tribus de Israel
tenían poco más de tres siglos de habitar en
Canaán. Había mucho descontento y contienda entre
las tribus. El sacerdocio estaba carcomido de pecado e ineptitud.
Elí el juez, ya viejo, era incapaz de enfrentarse a los
problemas de su nación. En su tierna infancia, Samuel
había sido entregado por Ana su madre al sacerdote
Elí y dedicado al servicio de Jehová. Esto fue en
cumplimiento a lo prometido por Ana cuando pidió un hijo a
Dios. Samuel se hizo hombre al

servicio del sacerdocio. Al morir
Elí por la impresión que le causó la noticia
de la muerte de sus irresponsables hijos, Samuel lo
sustituyó como sacerdote de Israel. Fue el primer profeta
de Israel y el último de los jueces. Nació,
residió y fue sepultado en Ramá, distante unos 10
km. de Jerusalén. Durante su ministerio -que abarcó
parte de la vida de Elí, Saúl y David- Dios
eligió a Samuel como su principal vocero ante el pecador
Israel. Unió a las doce tribus en un reino al mando de
Saúl, llevó al ejército hebreo a la victoria
contra los filisteos, estableció el gobierno de Israel y
sirvió como juez.

SANSÓN. Sansón fue
nazareo desde su nacimiento y recibió fuerza
extraordinaria junto con el voto nazareo de no cortarse
jamás el cabello. Sus hazañas fueron
espectaculares; mató mil filisteos con una quijada de asno
(Jueces 15:16), arrancó y se llevó a la rastra las
puertas de Gaza (Jueces 16:3), etc. Sansón era muy dado a
las mujeres y Dalila, una filistea, fue su favorita. Los
señores filisteos la contrataron para que descubriera en
dónde residía la fuerza de Sansón.
Descubierto el secreto, le cortaron el pelo a Sansón
mientras éste dormía, luego lo

llevaron preso, lo torturaron y le sacaron
los ojos. El pelo de Sansón volvió a crecer, y
mientras los filisteos se mofaban de él en un gran
banquete, él rogó a Dios que le diera fuerzas.
Recobrado el vigor derribó las columnas que
sostenían el techo del salón del festín, y
todos, incluso Sansón, perecieron (Jueces
16:29-30).

SARA. Sara (en hebreo, "princesa")
fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. Originalmente se
llamaba Sarai. Poco se sabe de su nacimiento y parentela, porque
la Biblia no contiene el relato de sus primeros años.
Muchos

creen que estaba emparentada con Abraham
por la línea paterna de éste, pero ello no es
seguro. Como no podía darle un hijo a Abraham, le
entregó por mujer a su sierva egipcia, Agar, para que le
diera descendencia. Agar dio a luz a Ismael. Pero Dios le
prometió a Sara un hijo, aunque ya era demasiado vieja
para concebir. La promesa de Dios se cumplió cuando Sara
dio a luz a Isaac. A1 crecer los dos hijos, Ismael comenzó
a burlarse de Isaac y Sara exigió que Abraham echara de su
casa a Agar e Ismael. Dios hizo entender a Abraham que Sara
tenía razón, y la sierva fue expulsada. Treinta y
siete años después de nacido Isaac, a la edad de
127 años, murió Sara en Hebrón. Fue
sepultada en la cueva de Macpela. Referencia: Génesis
20-23. (Véase "Abraham" y "Agar".)

SAÚL. Saúl fue el
primer rey de Israel, hijo de Cis y miembro de la tribu de
Benjamín. Según 1 Samuel 9:2 era de elevada
estatura: "de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del
pueblo". Desde hacía tiempo Israel quería tener
rey; finalmente lo exigió. Pidieron a Samuel que nombrara
rey. Dios reveló a Samuel que un hombre llamado
Saúl llegaría a buscarlo, y que ese era el elegido
por Dios para rey. Todo marchó bien hasta que la
obstinación de Saúl lo llevó al pecado (un
ejemplo consta en 1 Samuel 15.) Dios ordenó a Saúl
invadir a Amalec y destruir "todo lo que tiene". Pero Saúl
no destruyó del todo el país. En efecto, su
ejército se trajo consigo ganado y al rey; pretextaban que
el ganado era para sacrificios y para el rey exhibirlo
(Saúl era orgulloso). Es posible que un hombre cuente con
la bendición de Dios y camine con Dios, y no llegue sin
embargo a la meta señalada. Aunque elegido por Dios,
Saúl cayó por su terquedad y pecado. Se
suicidó después de consultar a la bruja de Endor.
Al fin de sus días Saúl reconoció: "He hecho
neciamente". Otro Saúl -Saulo de Tarso- dijo al terminar
su vida: "He

peleado la buena batalla".

SEDEQUIAS. "E hizo lo malo ante los
ojos de Jehová". Así podría resumirse la
vida y el reinado de Sedequías, el último rey de
Judá (reinó del 597 al 587 A.C.). Tenía
veintiún años de edad cuando Nabucodonosor, rey de
Babilonia, lo puso en el trono. La ira de Jehová se
encendió contra Sedequías por cuanto éste
hizo caso omiso del profeta jeremías. Se rebeló
contra Nabucodonosor, y éste más adelante puso
sitio a Jerusalén. En el undécimo año del
reinado de Sedequías, cuando el hambre consumía la
ciudad, Sedequías y su ejército desampararon al
pueblo y huyeron a las llanuras de Jericó. Posteriormente,
él y su ejército cayeron

prisioneros. Sus hijos fueron ejecutados en
presencia suya, y luego a él le arrancaron los ojos y lo
encerraron en una prisión de Babilonia. Referencias: 2
Reyes 24:17-25:7.

SILAS. Fue el misionero que en
sustitución de Marcos acompañó a Pablo en el
segundo viaje a Macedonia y Corinto (Hechos 15:22-40; 2 Corintios
1:19); se le conoce también como Silvano (1 Tesalonicenses
1:1; 2 Tesalonicenses 1:1). Puede que haya sido el secretario o
amanuense de Pedro (1 Pedro 5:12). Según la
tradición, murió en Macedonia.

SIMEÓN, EL QUE BENDIJO A
JESÚS.
Simeón ("escuchante") fue un
judío típico en cuanto a obediencia a la Ley de
Moisés y en cuanto a la esperanza en la venida del
Mesías. Dios le había prometido que no
moriría sin ver al Cristo. Estaba en el templo cuando
María y José, de acuerdo con la Ley, llevaron al
Niño para circuncidarlo. Simeón, dirigido por el
Espíritu Santo, conoció que el Niño era el
Ungido de Dios y lo dedicó al servicio de Dios (Lucas
2:33-35).

SIMEÓN, HIJO DE JACOB Y LEA.
Simeón fue el segundo hijo de Jacob y Lea. Su nombre se
deriva de shama, que es el verbo hebreo "oír". Se le
menciona dos veces en el Antiguo Testamento. En Génesis
42:24, su hermano José exige que se quede en Egipto como
rehén, para que los otros regresen con Benjamín. Se
le vuelve a mencionar cuando da muerte a los siquemitas para
vengar la violación de su hermana Dina. A causa de ello es
maldecido por Jacob (Génesis 49:5-7). Como consecuencia
sus descendientes, aunque pertenecían a las doce tribus de
Israel, fueron esparcidos y finalmente absorbidos por la tribu de
Judá.

SIMON EL CANANITA. "Simón el
cananita" fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:4;
Marcos 3:18), y también se le llama Simón Zelote
(Lucas 6:15; Hechos 1:13). Este último nombre aparece
sólo en los escritos de Lucas. No debe
confundírsele con Simón el hermano de Jesús.
Poco o casi nada se sabe de Simón. Pertenecía a los
zelotes, secta de nacionalismo extremista, muy diferente a los
publicanos. Jesús eligió a un zelote y a un
publicano (Mateo), provenientes de facciones muy contrapuestas,
para que fueran hermanos en él y en su obra.,

SIMON DE CIRENE. Este Simón
era un judío de la ciudad comercial de Cirene, situada en
la costa norte de África. Iba entrando en Jerusalén
cuando los soldados romanos lo obligaron a cargar con la cruz, de
Jesucristo hasta el Gólgota. El incidente consta en Mateo,
27:32; Marcos 15:21 y Lucas 23:26. Como africano, quizá
Simón haya sido negro o muy moreno.

SIMON, EL MAGO. Simón el mago
(o hechicero) tenía tan hechizado al pueblo de Samaria que
lo tomaban por "el gran poder de Dios". Se "convirtió" y
fue bautizado tras observar los milagros realizados por Felipe.
Cuando Pedro y Juan llegaron a Samaria, y al imponer las manos a
los nuevos convertidos éstos recibían el
Espíritu Santo, Simón se impresionó
muchísimo y ofreció comprarles ese poder. Pedro lo
reprendió severamente diciéndole que su
corazón no era recto" delante de Dios, y que aún
estaba "en hiel de amargura y en prisión de maldad".
Aceptando mansamente la reprensión, suplicó al
Apóstol que orara pidiendo que ninguno de dichos males le
acaeciera (Hechos 8:9-24). La compraventa de puestos
eclesiásticos -mal especialmente notorio en la Edad Media
recibe el nombre de simonía, palabra derivada del nombre
de Simún el mago.

SOFONIAS.Sofonías ("ocultado
por Jehová" o "Jehová oculta o protege") fue
según se cree bisnieto de Ezequías.
Profetizó durante el reinado de Josías (640-609
A.C.) (Sofonías 1:1). Profetizó la completa
desolación de Judea por su idolatría y menosprecio
del Señor. Sofonías fue sacerdote y le
correspondió el deber de castigar a los falsos profetas.
Caída Jerusalén, Sofonías fue llevado a
Ribla, en tierra de Hamat, y muerto por los
babilonios.

TADÉO.

Tadeo (también llamado Lebeo),
discípulo de Jesús no muy conocido (el nombre
"Tadeo" aparece en Mateo 10:3, Marcos 3:18), nació
según se cree en Odesa. La tradición afirma otras
cosas acerca de él: que llegó a Jerusalén en
donde fue bautizado por Juan el Bautista, que luego inició
su ministerio, que regresó a su Odesa natal a predicar el
evangelio, y que murió y fue sepultado en Beirut. Hay
cierta confusión respecto a su nombre, pero comparando
Mateo, Marcos y Lucas casi no es posible dudar que los tres
nombres, Lebeo, Judas el hermano de Jacobo y Tadeo pertenezcan a
la misma persona.

TOMAS. Tomás, uno de los
apóstoles de Jesucristo, se menciona en todos los
Evangelios, pero en las escenas finales de Juan se convierte en
figura prominente. Se cree que su nombre era Judas, pero que se
le llama Tomás para distinguirlo de los otros dos Judas.
El Evangelio de Tomás, recién descubierto, lo
identifica como Dídimo Judas Tomás, pero la antigua
versión siríaca de los Evangelios dice que era
"Judas, no el Iscariote" (Juan 14: 22). La palabra "Tomás"
corresponde en arameo a gemelo o "dídimo" en griego. Juan
destaca tres rasgos esenciales de Tomás. Era dado a
considerar las situaciones adversas peor de lo que eran, pero
poseía una lealtad que lo mantenía firme a pesar
del peligro. Esto aparece en Juan 11:16 cuando instó a los
discípulos a ir con Jesús a Judea a despecho de la
hostilidad judía. Tomás rehusó creer que
Jesús había resucitado a menos de ver con sus
propios ojos las señas de los clavos (Juan 20:28). La
tradición declara que fue misionero y fundador de la
iglesia de Mar Toma en India, y murió como mártir.
Se dice también que escribió un evangelio
apócrifo.

TIMOTEO. Timoteo nació en
Listra. Fue hijo de un griego y de una judía llamada
Eunice (Hechos 16:1; 2 Timoteo 1:5). Eunice y Loida, la madre de
ésta, eran cristianas (convertidas en la primera visita de
Pablo a Listra) e instruyeron a Timoteo en las Escrituras desde
la juventud. En su segunda visita, Pablo descubrió grandes
posibilidades en Timoteo, quiso emplearlo, y para no chocar con
los prejuicios judíos lo hizo circuncidar (Hechos 16:3).
Timoteo acompañó a Pablo en parte de su viaje por
Macedonia. Cuando Pablo fue a Atenas, inmediatamente hizo que
Timoteo se volviera a visitar la iglesia de Tesalónica.
Durante la larga permanencia de Pablo en Éfeso,- Timoteo
"le sirvió" y fue enviado delante a Macedonia y Corinto
para recordar a los corintios "mi proceder en Cristo" (1
Corintios 4:17). En Roma, Timoteo estuvo con Pablo durante su
encarcelamiento, cuando el Apóstol escribió algunas
epístolas. Timoteo mismo al parecer estuvo encarcelado
algún tiempo (Hebreos 13:23). Algunas leyendas antiguas
afirman que Timoteo fue obispo de Éfeso (véase 1
Timoteo 1:3), y que fue muerto por anatematizar la fiesta de
Diana por su inmoralidad. Se menciona a Timoteo en 2 Corintios,
Tito, Gálatas, Hechos, y naturalmente, en 1 y 2 Timoteo, a
él dirigidas. Es interesante que Pablo le haya dirigido la
última carta que escribió (2 Timoteo).

TITO. Tito fue uno de los más
fieles ayudantes de Pablo. Sus padres fueron griegos
(Gálatas 2:3) y nada más sabemos de su origen. Se
convirtió por la predicación del apóstol
Pablo. Este gentil acompañó a Pablo a
Jerusalén para oponerse a los judíos cristianos que
exigían la circuncisión de los gentiles
(Gálatas 2:1). Su carácter inspiraba tal confianza
que se le envió a Corinto a recoger la ofrenda para los
pobres de la iglesia de Jerusalén, y luego fue enviado a
Creta cuando allá surgieron problemas (Tito 1:5).
Más tarde, según parece fue a Dalmacia (2 Timoteo
4:10), situada en la costa oriental del mar Adriático. Se
menciona a Tito en 2 Corintios, Gálatas, 2 Timoteo y,
desde luego, en Tito.

UZÍAS REY
DE JUDÁ.

Uzías (siglo octavo A.C.) fue
elegido por el pueblo como dé- UZIAS, cirro rey de
Judá. Comenzó a reinar siendo de dieciséis
años, con victoriosas campañas militares contra los
enemigos de su padre. Uzías sometió a los
árabes y a los amonitas, derrotó a los filisteos y
tomó las ciudades de Asdod, Gaza y Jabnet.
Fortificó a Jerusalén y la dotó de equipo
militar. Bajo el reinado de Uzías Judá
prosperó. Uzías pecó al ofrecer incienso en
el altar de Dios y fue castigado con lepra (2 Crónicas
26:19-21).

ZAQUEO.

Zaqueo era un conocido recolector de
impuestos de Jericó. Se le menciona solamente en Lucas 19.
Cuando Jesús llegó a esa ciudad, Zaqueo, hombre de
pequeña estatura, tuvo que subirse a un sicómoro
para ver por encima del gentío. Al verlo, Jesús le
dijo que bajara para ir con él a cenar. Dada la mala fama
de los recolectores de impuestos, la gente se asombró ante
la invitación de Jesús. Pero la presencia del
Señor convirtió a Zaqueo en un hombre diferente.
Para hacerle honor a su nombre, que en la lengua original
significa "puro", Zaqueo prometió entregar a los pobres la
mitad de sus bienes y restituir el cuádruplo a quienes
injustamente hubiera despojado (Lucas 19:8). La salvación
había llegado a la casa de Zaqueo, y más adelante
se convirtió en discípulo.

ZACARÍAS. Zacarías era
sacerdote de la clase de Abías, una de las veinticuatro
órdenes sacerdotales desde el tiempo de las
Crónicas. Dichas órdenes se turnaban en el servicio
del templo. El día que le correspondió a
Zacarías, fue éste al templo a cumplir con la
ofrenda del incienso en el lugar santo. Estaba allí cuando
se le apareció un ángel del Señor y le
anunció que su esposa iba a dar a luz un hijo.
Zacarías y su esposa ya eran bastante viejos; ella
había sido estéril toda la vida; por las dudas,
Zacarías pidió al ángel que le corroborara
la noticia con alguna señal. Inmediatamente quedó
mudo, y no recobró el habla sino después de haber
dado al niño el nombre de Juan, en la circuncisión.
Aquel niño fue Juan el Bautista, el que vino a preparar el
camino para Jesucristo, el Mesías. Referencia: Lucas
1.

ZACARIAS EL PROFETA. Zacarías
escribió el libro del Antiguo Testamento que lleva su
nombre. Profetizó al mismo tiempo que Hageo. El gran
propósito del ministerio de Zacarías fue alentar a
quienes iban a reconstruir el templo; por eso sus mensajes son
profundamente inspirativos. Zacarías dice que la
edificación de la casa de Dios es esencialmente una obra
espiritual, y que ha de realizarse "No con ejército, ni
con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová
de los ejércitos (Zacarías 4:6). En los
capítulos 1-6 bosqueja ocho visiones que recibió de
noche, todas destinadas a dar ánimo al pueblo para que
confiaran en que Dios estaba con ellos en su tarea de reedificar
el templo. Hacia el final del libro tenemos notables
profecías referentes al Mesías: Cristo traicionado
por treinta monedas de plata (11:12-13); el costado horadado
(12:10); el derramamiento de su sangre por los pecados del mundo
(13:1); las marcas de los clavos (13:6); el esparcimiento de los
discípulos (13:7); la destrucción de
Jerusalén en días del Nuevo Testamento (14:2) y la
segunda venida de Nuestro Señor (14:4). En 9:9-10 se
profetiza la entrada triunfal con estas magníficas
palabras: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de
júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey
vendrá a ti, justo y salvador, humilde y cabalgando sobre
un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y de Efraín
destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén,
y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará
paz a las naciones, y su señorío será de mar
a mar, y desde el río hasta los fines de la
tierra".

ZOROBABEL. Zorobabel se supone hijo
de Salatiel, de la tribu de Judá de la línea de
David. Junto con Jesúa, en 536 A.C. guió desde
Babilonia la primera colonia de israelitas cautivos a
Jerusalén. En Jerusalén restableció la
observancia de las prácticas sagradas de los
judíos, incluso el culto público y la Fiesta de los
Tabernáculos. El libro de Esdras cuenta cómo
Zorobabel rechazó el auxilio de los samaritanos para
reconstruir el templo. Los samaritanos se disgustaron y
dificultaron la construcción luego de dos años y
dos meses de trabajo (Esdras 4). Después de siete
años logró terminar el templo. Se ignora el fin de
Zorobabel, pero se cree que llegó a ser rey de Judá
y que fue derrotado por los persas.

 

 

Autor:

Jorge Alberto Vilches
Sanchez

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter