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Pensamiento Filosófico de José Martí




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  1. Resumen
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Resumen

En el que hacer del maestro, de cualquier
rama del conocimiento debe ser un referente ineludible la obra
martiana. Los profesores de Filosofía Marxista Leninista
en los centros de la Educación Superior, además de
dominar la obra de los clásicos, están convocados a
asumir el legado del maestro como parte inseparable de la
Ideología de la Revolución Cubana. De Martí,
como del Marxismo Leninismo asumimos el qué y el
cómo queríamos ser: libres e independientes,
sacrificándolo todo en la lucha por alcanzarlo.
¿Cómo decirle a nuestros estudiantes que la
Ideología de la Revolución Cubana es marxista
leninista y martiana sin hacer alusión al pensamiento
filosófico del maestro?, ¿Qué decirles del
pensamiento filosófico de José Martí, para
que lo asuman como parte de esa ideología que defendemos
en nuestras aulas y en todos los ámbitos de la vida? En
esa dirección está el presente trabajo; en acercar
a nuestros estudiantes de todas las carreras, desde el programa
de Filosofía Marxista Leninista, al pensamiento
filosófico de José Martí.

Palabras claves:

Pensamiento filosófico, José
Martí, Educación Superior

Summary:

In the work of the teacher, of any branch
of knowledge should be an unavoidable Marti's work. The
Marxist-Leninist Philosophy teachers in schools of higher
education, in addition to mastering the work of the classics, are
invited to take the master's legacy as an inseparable part of the
Ideology of the Cuban Revolution. Marti, of Marxism-Leninism as
we assume the why and how we wanted to be: free and independent,
sacrificing everything in the struggle to achieve it. How to tell
our students that the Ideology of the Cuban Revolution is Marxist
Leninist and Martí without referring to the teacher's
philosophical thought, What to tell the philosophical thought of
José Martí, to take it as part of that ideology to
defend in our classrooms and in all areas of life? In this
direction is the present work, in bringing our students of all
races, from the Marxist-Leninist Philosophy program, the
philosophical thinking of José Martí.

Keywords:

Pensamiento filosófico, José
Martí, Educación Superior

Desarrollo

La obra martiana facilita el quehacer de
cada maestro, sea de la especialidad que sea. Los profesores de
Filosofía Marxista Leninista en los centros de la
Educación Superior están convocados a asumir el
legado del maestro como parte inseparable de la Ideología
de la Revolución Cubana. De Martí, como del
Marxismo Leninismo asumimos el qué y el cómo
queríamos ser: libres e independientes,
sacrificándolo todo en la lucha por alcanzarlo.

Les decimos a nuestros estudiantes que la
Ideología de la Revolución Cubana es Marxista
Leninista y Martiana, ¿pero sin hablar del pensamiento
filosófico de José Martí?
¿Cómo asumir el pensamiento filosófico del
apóstol, como parte de esa ideología que defendemos
en nuestras aulas y en todos los ámbitos de la
vida?

El programa de la disciplina
Filosofía Marxista Leninista nos dice: El presente
programa se concibe para la formación de profesores, con
la aplicación de un enfoque humanista, humanístico
e interdisciplinario, que toma en cuenta la especificidad de la
integralidad de la ideología de la Revolución
Cubana, en la que se articula el pensamiento martiano, como
síntesis superior de la tradición del pensamiento
cubano hasta el siglo XIX, con el pensamiento marxista-leninista,
como resultado del desarrollo de la cultura universal. De esta
articulación salen enriquecidas ambas corrientes de
pensamiento, con el devenir de la teoría y la
práctica revolucionarias hasta nuestros días. Ello
exige destacar en cada parte del programa en que sea oportuno el
enfoque martiano de los problemas analizados.
Es
indiscutible que estamos obligados a abordar el pensamiento
filosófico martiano en las clases de Filosofía
Marxista Leninista con los estudiantes de la Educación
Superior.

Premisas teóricas que influyeron en
el pensamiento filosófico del apóstol.

La ilustración europea: su
asunción en estas teorías se produce a
través de las ideas de Varela y Luz, en la obra martiana
aparecen valoraciones sobre las concepciones de algunos de estos
pensadores, que muestran coincidencias, críticas o
superación de las mismas. Por ejemplo en el libro que
traduce Nociones de Lógica de W. Stanley Jevons
se hace análisis profundo de las concepciones de la
filosofía y el método de Francis Bacon, hecho que
le permite más adelante emitir juicios sobre el
filósofo de la ilustración inglesa.

Reconoce con certeza que la duda de
Descartes no es real sino convencional, que se vale de ella para
llegar al conocimiento de las cosas y reconocer que el hombre
piensa, y aunque dice Martí que existe la necesidad
racional de dudar, más importante es creer. Cuando se
refiere al sistema de Locke habla de sus impotentes sensaciones
transformadas, o sea, reconoce en la base de su filosofía
el sensualismo que le es inherente. A Rousseau lo considera un no
aliado de la religión y por algo dice que Belinski fue el
Voltaire ruso.

El liberalismo: Esta corriente de
pensamiento, analizada en los marcos del cuadro dialéctico
de la historia, es una verdad relativa que se ha impuesto su
modificación a la luz de la praxis sociohistórica;
no obstante, ello no agota el valor de sus presupuestos
teóricos y lo que representó e influyó en el
proceso de formación y desarrollo del pensamiento
político, social y filosófico de José
Martí.[1]

Krause[2]y el Krausismo
español:
El Krausismo español, que deviene
filosofía social antropológica con fuerte base
ética, impresiona a Martí y radicaliza aún
más su pensamiento revolucionario formado en Cuba. Sin
lugar a duda, Martí conoció la existencia del
filósofo alemán, [3]a través
de la divulgación que de su pensamiento hacían los
krausistas españoles y quizás por eso le
interesó más la coyuntural proyección
política, ética y jurídica del krausismo, su
liberalismo político, que la filosofía idealista y
abstracta de Krause. Los conceptos de racionalismo
armónico, dignidad humana, ciencia y conciencia, deber y
deber-ser, libertad de pensamiento, el espíritu de
armonía, equilibrio y justicia que preside la sociedad y
se entroniza en el hombre, son asumidos críticamente y
enriquecidos por Martí.

Con la filosofía de Ralph Waldo
Emerson (1803-1882)[4] entró en contacto
cuando ya su concepción del mundo estaba formada, por lo
que descubrió grandes coincidencias entre ambas. La
filosofía trascendental se caracteriza por exaltar el
valor del alma, la libertad, la responsabilidad de las acciones,
las obligaciones morales, la virtud desinteresada, la dignidad de
la justicia, la belleza del bien, el mostrar a un Dios creador y
arquetipo de la naturaleza y la humanidad. Se considera defensora
de los valores morales, políticos, sociales, religiosos y
tiene como preocupación constante la existencia del
hombre.[5]

Entre las características del
socialismo que conoció Martí, las siguientes: gran
confusión teórica, eran llamados socialistas los
seguidores de Marx, los partidarios de Lasalle, Bakunin,
Proudhon, los integrantes de grupos obreros e intelectuales,
hasta los reformistas y anarquistas. Además, las ideas que
se difunden en América no son precisamente las de Marx y
Engels, sino las del socialismo premarxista, unido a que las
obras de los clásicos del marxismo que llegaron a este
continente, traducidas por inmigrantes, las impregnaron de ideas
socialistas utópicas y anarquistas. Tampoco se ha podido
comprobar la existencia de vínculos entre Martí y
los marxistas residentes en los Estados Unidos. Ni hasta el
momento se ha podido afirmar que estudiara obra alguna de los
clásicos que circulaban en inglés y francés,
aunque no lo ponemos en duda. Junto a estas limitaciones
teóricas, en el terreno práctico muchos partidos y
organizaciones que se hacían llamar socialistas mostraban
posiciones vacilantes y ambiguas, quizás por ello
Martí incluye entre los socialistas a Marat, el millonario
Plamer, Bakunin y, por supuesto, a Carlos
Marx.[6]

Si bien es cierto que Martí no
llegó a tener un conocimiento riguroso y completo sobre el
ideal socialista en general y marxista en particular, es
equivocado pensar en su desconocimiento absoluto o
erróneo, por lo que se hace imprescindible el conocimiento
de sus valoraciones sobre el particular.

Meditaciones profundas sobre el socialismo
aparecen en su artículo sobre "La Futura Esclavitud"
(1884) del filósofo Herbert Spencer y en carta a
Fermín Valdés Domínguez.

Reconoce que hay que buscar formas de
auxiliar a los pobres en provecho del desarrollo social.
Considera que el Estado debe de buscar las vías para
socorrer a los pobres y no coincide con la negación
absoluta del papel del Estado en la sociedad. Martí valora
como necesaria la intervención del Estado ante
determinados asuntos sociales por su función moralizadora,
como puede ser la construcción de viviendas, el ser
dueño de los ferrocarriles, etc.

No obstante coincide con Spencer, en las
posibles consecuencias que traería el exceso de
acumulación de funciones por parte del Estado, porque si
los pobres se habitúan a pedirlo todo al Estado, no se
esforzarían por lograr su subsistencia; esto
conllevaría a que todo lo recibiría el ciudadano
del Estado en recompensa por el trabajo que él hace para
el Estado, por lo que las necesidades públicas
recaerían sobre el Estado.

Otro aspecto que valora Martí de la
obra de Spencer, es el derivado del análisis que hace de
cómo en ese tipo de sociedad donde el ciudadano lo recibe
todo del Estado ante cada nueva función que asuma el
mismo, aumentaría de manera excesiva la cantidad de
funcionarios públicos que reciben una alta
remuneración por un trabajo relativamente escaso y refiere
que en Inglaterra al igual que en casi todas partes, gusta el
ocupar puestos públicos. Estos funcionarios
adquirirían cada vez mayor poder y privilegios y en esa
misma medida lo iría perdiendo el pueblo.

En carta a Fermín Valdés
Domínguez de mayo de 1894, un año antes de morir
señala:

Dos peligros tiene la idea socialista,
como tantas otras: el de lecturas extranjerizas, confusas e
incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los
ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan
por fingirse, para tener hombros en que alzarse,
frenéticos defensores de los
desamparados…[7]

Sobre el socialismo y Cuba, había
escrito al Director de La Nación: "(…) Cada
pueblo se cura conforme a su naturaleza, que pide diversos grados
de la medicina, según falte este u otro factor en el mal,
o medicina diferente. Ni Saint-Simon, ni Karl Marx, ni Marlo, ni
Bakunin. Las reformas que nos vengan al
cuerpo".[8]

Habla positivamente y reconoce los
méritos del fundador del marxismo, Carlos Marx
(1818-1883), pero critica su método basado en la lucha de
clases como vía para emancipar a los pobres. No comprende
aún Martí la necesidad de esta en determinadas
condiciones históricas:

(…) Karl Marx es el llamado
héroe más noble y el pensador más poderoso
del mundo del trabajo. Suenan músicas; resuenan coros,
pero se nota que no son los de
paz…[9]

Oportuno es recordar que Martí fue
un demócrata revolucionario impregnado de espíritu
liberal del siglo XIX, comprendiendo por liberalismo aquella
corriente de pensamiento filosófico, económico y de
acción política que propugna, entre otras cosas,
limitar al extremo el papel del Estado sobre los hombres y la
sociedad, por lo que es lógico entender las posiciones que
asume frente a la ideología socialista en este aspecto.
Posiciones que además no están en extremo erradas
por la práctica vivida a partir de la década del 90
del siglo XX.

Pero Martí no se quedó en la
interpretación del legado espiritual de su época,
sino que, debido a toda una serie de factores su pensamiento
evoluciona y logra diseñar desde los presupuestos
integrales de la cultura el primer proyecto latinoamericano,
anticolonial, revolucionario, desde los intereses nacionales y de
los más humildes, pero con todos y para el bien de
todos.

La cosmovisión filosófica
martiana se encauza como sistema armónico en torno a la
naturaleza, la sociedad y al hombre concreto insertado en la
cultura. Asume al hombre en su realidad natural, social e
individual, como resultado de la actividad humana. En su
intelección el vínculo hombre-naturaleza, es un
proceso donde el hombre se naturaliza se humaniza. Su ensayo
"Emerson" (1882), por solo citar un caso, es un ejemplo
ilustrativo.

Martí no es pensador de escuela,
líneas o dogmas, sino de ideas con un pensamiento
complejo, integrador y dialéctico, que es muy
difícil de ubicar dentro de una doctrina o reducir su rico
pensamiento a una filiación filosófica
determinada.

Ya desde 1940 había establecido
Martínez, en Ideas sociales y económicas de
José Martí,
que nada de lo expuesto en ambos
libros implicó ni implica la pretensión de
afiliarlo al materialismo, aunque sí trató de
mostrar, como ahora, su visible evolución hacia él.
Se hace acompañar de todos aquellos
autores[10]que como Juan Mier Febles, igualmente
consideró que el pensamiento filosófico de
José Martí se identifica progresivamente con
los postulados básicos de la doctrina
marxista-leninista
; de Gaspar M. Jorge García
Galló quien planteó que "Martí fue
materialista histórico"; y de un grupo de autores de la
desaparecida URSS, como Oleg Ternevoi para quien "Martí
expresó sus simpatías hacia las concepciones
auténticamente materialistas", asimismo de un grupo de
eminentes historiadores para quienes las opiniones de
Martí sobre la naturaleza y la sociedad y sobre la
esencia del desarrollo histórico de la humanidad son
profundamente materialistas.
Débil tendencia
valorativa ésta frente a la tendencia contraria de afiliar
a Martí a las posiciones del idealismo, el subjetivismo,
etc.

Sin embargo, es necesario distinguir que
entre aquellos autores de la tendencia mayoritaria de afiliarlo
al idealismo, se encuentran quienes como Adalberto Ronda Varona,
observa una importante tendencia a la comprensión
materialista de diversos fenómenos de la naturaleza y la
sociedad, sin que por esto se produzca una ruptura con el
idealismo filosófico…
[11], y
particularmente con el idealismo objetivo. Para dicha
conclusión se hizo acompañar de las valoraciones
hechas por Noel Salomón y Juan Marinello.

En el 2003, Armando Hart
Dávalos[12]llama la atención sobre
la necesidad de establecer una relación entre el pensar de
Martí y el de Marx, por dos razones, la primera, porque en
el siglo XX ambas corrientes de pensamiento se articularon en la
Revolución Cubana y ello reviste una gran importancia para
la formación política y cultural de las nuevas
generaciones[13]y la segunda, porque la necesidad
de alcanzar la síntesis de diferentes corrientes del
pensamiento socialista es una exigencia para la evolución
intelectual y moral de la humanidad; apunta Hart que para los
cubanos, Carlos Marx y José Martí representan los
planos más altos del saber filosófico y humanista
de la cultura europea y latinoamericana del siglo XIX,
respectivamente.

Tal relación entre el pensamiento de
Marx y Martí reclama continuar indagando sobre la
filiación filosófica de Martí, y para ello
reviste especial importancia, la indagación virgen y nunca
agotada sobre la interpretación que hiciera del problema
fundamental de la filosofía teniendo en cuenta la
lógica de su pensamiento, y que le permitió llegar
a la conclusión de que la filosofía
materialista, que no es más que la vehemente
expresión del ser humano a la verdad, y un levantamiento
saludable del espíritu de análisis contra la
pretensión y soberbia de los que pretenden dar leyes sobre
un sujeto que desconocen, la filosofía materialista al
extremar, sus sistemas, viene a establecer la indispensabilidad
de estudiar las leyes del espíritu. De negar el
espíritu –la cual negación fue provocada en
estos tiempos, como ha sido en todos, por la afirmación
excesiva del espíritu- viene a parar que el
espíritu está sujeto a leyes y se mueve por ellas,
aceleradas o detenidas en su cumplimiento por las cusas
mecánicas y circunstancias rodeantes que influyen y suelen
ser tan poderosas que las truecan o determinan. No hay
contradicción entre reconocer las leyes generales que se
deducen de la observación de los hechos de los hombres, y
la hermosa majestad, originalidad fructífera y fuerza
propia y personal que hace interesante renovadora y sorprendente
la persona humana
[14]esta valoración
de Martí permite comprender que existe una estrecha
relación entre el pensamiento martiano[15]y
marxista.

También asumir a Elena Rivas Toll
(2008) que: solo una filosofía es capaz, para
Martí, de asumir la realidad tal como se nos presenta, en
estrecha relación con el hombre y sus amplias
posibilidades de trascender: la filosofía de la
Relación, que integra el amplio espectro de los sistemas
filosóficos, pero que tiene de trascendente el ser una
filosofía intermedia de espíritu conciliatorio que
no tiene pretensiones de supremacía e infalibilidad,
porque no puede haber una única filosofía. So lo
pretende con ella buscar, en este caso su verdad, porque tampoco
acepta que existan las verdades
absolutas.[16]

El punto de partida para el análisis
de su filosofía se ubica en la concepción sobre el
armonismo cósmico (armonía), según Rivas
Toll, (2008)

Martí se ocupó del problema
fundamental de la filosofía partiendo de su crítica
al materialismo y al idealismo. Consideró que al
estudio del mundo tangible, se ha llamado física; y, al
estudio del mundo intangible, metafísica. La
exageración de aquella escuela se llama materialismo; y
corre con el nombre de espiritualismo, aunque no debe llamarse
así, la exageración de la segunda. Todas las
escuelas filosóficas pueden concretarse en estas
dos
[17]Es necesario apreciar que Martí
esta utilizando el término metafísica, en el
sentido que se usaba en la época, como lo usó
también Marx, como lo que va después de la
física, y, la física entendida como la ciencia de
la naturaleza, nunca en el sentido que le atribuyó
posteriormente el marxismo como método
antidialéctico ni como una parte especial de la
filosofía. No obstante, Martí asume una
posición monista a partir de querer encontrar una
lógica respecto al objeto de estudio de la
filosofía, o sea, comprender su problema
fundamental.

En su crítica al materialismo, entre
otros argumentos[18]reclamando por el monismo
filosófico y dialéctico en el materialismo,
decía que: no nos dice en que nervio reside el honor
de los hombres, el pudor de las mujeres, el amor de la madre, el
amor patrio, rechazamos por falta de pruebas a esa
filosofía que no ha sabido probar lo que
pretende
[19]Esta criticando un tipo de
materialismo, el mismo materialismo vulgar que igualmente
criticó Engels.

También decía, criticando al
idealismo y reclamando por un monismo filosófico y
dialéctico, que: el espíritu es el señor
del cuerpo, y como con nuestros ojos vemos que, si bien es verdad
que un dolor como fenómeno espiritual perturba a veces el
cuerpo, también es verdad que, un veneno, un dolor de
cuerpo, una maldad, perturba a veces la razón, rechazamos
esta segunda escuela, como la otra, por exclusivista, teorizante
y pretenciosa
[20]y rechazaba así al
idealismo de esta y otras muchas
maneras.[21]

No sería desacertado establecer la
analogía de que al igual que Marx y Engels, Martí
quiso lograr una síntesis de la historia de la
filosofía, al criticar a ambas escuelas filosóficas
y proponer una nueva, y a la cual dio incluso el nombre de
"Filosofía de relación" y un conjunto de
definiciones como las siguientes: la filosofía es la
ciencia de las causas, de la
causalidad[22]Filosofía es el conocimiento
de las causas de los seres, de sus distinciones, de sus
analogías y de sus relaciones
[23]La
filosofía no es más que el secreto de la
relación de varias formas de
existencia
[24]la filosofía como el
animado seno en que palpita, como objeto inmediato y presente, la
posible acomodación de lo real de lo que el alma guarda
como ideal anterior, posterior y
perpetuo
[25]Como cuestiones importantes que
caracterizan a dicha filosofía y que son muestra de su
lógica de pensamiento, se encuentran, el considerar que la
religión es parte de la filosofía, exactamente
dijo: (…) la filosofía y la religión que
es una parte de ella (…)
[26]; otra
cuestión importante lo constituyó su rechazo a la
filosofía sin historia examinadora y
concienzuda
[27]y su convicción de que
"la certeza, pues, existe. –y- El trabajo de la
filosofía consiste en investigar sus fundamentos, y la
manera de adquirirla
[28]etc.

En su "Filosofía de relación"
decía que la misma no debía de fundamentarse
unilateralmente ni sobre el ser (mundo físico), ni sobre
el pensar (mundo metafísico), sino justamente sobre su
relación y con un tipo de solución materialista
como la que citábamos al inicio. El potencial de esta
lógica de pensamiento no puede ser subvalorado si tomamos
en consideración que Martí tuvo una
formación filosófica, a partir de estudios
específicos al respecto; dio clases de filosofía en
la cátedra de Guatemala entre 1877-1878, y por supuesto,
es necesario considerar su vida y obra, que lo llevó a ser
considerado por Fidel Castro Ruz como "el autor intelectual del
ataque al cuartel Moncada", hecho que permitió el triunfo
de la primera revolución socialista en América
Latina, la más humana que haya conocido la historia de la
humanidad y la que ha resistido al más grande imperio que
ha conocido la misma, y, resistido y desarrollado a pesar de la
caída del campo socialista y la desaparición de la
URSS hace casi 15 años.

Pero en el pensamiento martiano al igual
que en el marxista, no solo hay un rechazo a las exageradas
interpretaciones del materialismo y del idealismo, sino que la
solución al problema fundamental de la filosofía
situado justamente como problema gnoseológico, es un plano
de análisis fundamental en Martí, cuando aborda los
problemas relativos al sujeto del conocimiento, al objeto y su
relación. Especial tratamiento brindó a las
cuestiones referidas al sujeto del conocimiento (al hombre) a
diferencia de Marx y el marxismo que lo han hecho respecto al
objeto (la realidad objetiva).

Conclusiones

– En relación con el Problema
Fundamental de la Filosofía se aprecia que el pensamiento
de Martí y el de Marx, se identifican y se diferencian
complementándose. En Marx y Engels hubo más
hincapié en lo material, que en lo ideal; en las
cuestiones referidas al ser, al ser social, a la base
económica en su relación con la superestructura;
mientras que en Martí, hay más hincapié en
los aspectos referidos al pensar, al espíritu, la
superestructura, en su relación con el ser, el ser social,
el individuo social; pero desde las misma posiciones humanistas,
que toman al hombre, como individuo, grupo, clase, sociedad, como
la base de la relación materialista entre lo objetivo y lo
subjetivo.

– Tanto el pensamiento marxista como el
martiano coinciden en considerar al Problema Fundamental de la
Filosofía como problema gnoseológico, cuya
existencia real se da: en el conocimiento como fenómeno
espiritual individual (expresión de la
contraposición absoluta entre el pensar y el ser), y, en
la práctica a partir del doble carácter de las
relaciones sociales que establecen los individuos desde su
pertenencia a un grupo, clase o sociedad
histórico-concreta de que se trate.

Bibliografía

CANTÓN-NAVARRO, JOSÉ. Algunas
ideas de José Martí en relación con la clase
obrera y el socialismo.

HART DÁVALOS, ARMANDO. "Martí
y Marx, raíces de la Revolución Socialista de Cuba"
en Revista Cuba Socialista, tercera época, número
28-2003.

MARTÍNEZ BELLO, ANTONIO.
Introducción a Las ideas filosóficas de
José Martí.
Ediciones Política,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
1989.

JOSÉ MARTÍ. Obras Completas
Tomo 15, p. 395. Editorial Nacional de Cuba. La Habana,
1964.

RIVAS TOLL, ELENA: Pensamiento
filosófico de José Martí. Un estudio desde
las mediaciones político-axiológicas. Ed. Ciencias
Sociales, La Habana, 2008, pp.72-73.

RONDA VARONA, ADALBERTO. "Acerca de la
filiación filosófica de José Martí"
en Anuario del Centro de Estudios Martianos, 6, p. 80,
1983.

VITIER, MEDARDO. Las ideas en Cuba. La
Filosofía en Cuba, p. 68.

 

 

Autor:

MSc: Miriam Echevarría
Sánchez

MSc: José Antonio Ramírez
Jiménez

MSc: Luis Miguel Ojeda
Mas

Universidad de Ciencias Pedagógicas.
"Conrado Benítez García", Cienfuegos.

Curso. 2012- 2013, "Año 55 de la
Revolución"

[1] M. Vitier: Las ideas en Cuba. La
Filosofía en Cuba, p. 68.

[2] Christian Friedrich Krause (1781-1832)
centró todos sus esfuerzos en intentar construir un
sistema filosófico propio. Su pensamiento apenas tuvo
éxito en Alemania, tal vez por utilizar una
terminología complicada y abstractas construcciones. Sin
embargo, tuvo fieles seguidores en Bélgica, los
Países Bajos y, muy especialmente, en España en
la segunda mitad del siglo XIX.

[3] En las Obras Completas de Martí,
encontramos que hace referencia a Krause en siete
oportunidades.

[4] Ensayista y poeta estadounidense, primer
autor angloamericano que influyó en el pensamiento
europeo, podemos decir que sus discursos, sobre temas como
filosofía de la historia, cultura humana, vida humana,
estaban basados en material de sus Diarios, observaciones y
notas que empezó a escribir cuando fue estudiante en
Harvard. El trascendentalismo estadounidense, encabezado por
Emerson, nació con la fundación del Club
Trascendental en Boston en 1836. Consultar a Nicolás
Abbagnano: Historia de la Filosofía, t. 2.

[5] Nicolás Abbagnano: Ob. Cit., pp.
372-377.

[6] J. Cantón-Navarro: Algunas ideas
de José Martí en relación con la clase
obrera y el socialismo.

[7] José Martí: “Carta a
Fermín Valdés Domínguez”, Nueva
York, mayo de 1894. Obras Completas, t. 3, p. 166.

[8] José Martí: La
Nación, Buenos Aires, 20 de febrero de 1890. Obras
Completas, t. 12, p. 378.

[9] José Martí: La
Nación, Buenos Aires, 13 y 16 de mayo de 1883. Obras
Completas, t. 9, pp. 388 y 389.

[10] Ibídem.

[11] Adalberto Ronda Varona. “Acerca de
la filiación filosófica de José
Martí” en Anuario del Centro de Estudios
Martianos, 6, p. 80, 1983.

[12] Armando Hart Dávalos.
“Martí y Marx, raíces de la
Revolución Socialista de Cuba” en Revista Cuba
Socialista, tercera época, número 28-2003.

[13] Fidel Castro Ruz señalaba al
respecto que: “no podrá haber verdadera
formación ideológica y política del
pueblo, verdadera conciencia comunista, sin el conocimiento de
los admirables aportes de José Martí a la
Revolución Cubana”, referido por Antonio
Martínez Bello en obra citada, p.52.

[14] José Martí. Obras
Completas Tomo 15, p. 395. Editorial Nacional de Cuba. La
Habana, 1964.

[15] José Martí rechazaba al
idealismo cuando decía que “se me confunde con
idealismo metafísico; teorías
antropocéntricas, ¡cotejo de los que oponen a la
ciencia la personalidad humana”, en Obras Completas Tomo
19, p. 420. Editora Política. La Habana, 1965, (se
citará esta edición a continuación).

[16] Rivas Toll, Elena: Pensamiento
filosófico de José Martí. Un estudio desde
las mediaciones político-axiológicas. Ed.
Ciencias Sociales, La Habana, 2008, pp.72-73.

[17] José Martí. Ob, cit. Tomo
19. p.361.

[18] Entre otros argumentos pueden
mencionarse los siguientes: “un argumento contra los
materialistas. Y ¿la impresión que hacen en
nosotros una palabra insultante o dolorosa, que no es materia,
y subleva la dignidad y el dolor, que no se encuentra al
disecar el cadáver, sin golpe alguno material” en
Ob, cit. Tomo 21, p. 47. “…Materialismo.
Teología de la razón” Íbidem, p.67.
“…no es el cerebro el que hace crecer la
inteligencia” Ibídem, p. 67. Etc.

[19] José Martí. Ob, cit. Tomo
19. p.364.

[20] Ibidem.

[21] Respecto a la presuntuosidad del
idealismo decía “la teoría
antropocéntrica concepción presuntuosa de la
sistemática escuela espiritualista”. José
Martí Ob, cit. Tomo 15. p. 194. En otro momento
señaló: “No sé si soy un loco,
puesto que soy un idealista tan completo. El realismo, santo
maravilloso, milagroso, es la lógica de la
naturaleza” en Ob, cit. Tomo 19, p.429. Criticó el
subjetivismo de la filosofía india “…Y es
que aquella filosofía india embriaga, como bosque de
azahares, y acontece con ella como con ver volar aves, que
enciende ansias de volar. Se siente el hombre, cuando penetra
en ella, dulcemente aniquilado, y como mecido; camino de lo
alto, en llamas azules. Y se pregunta entonces sino es
fantasmagoría la naturaleza, y el hombre fantaseador y
todo el Universo una idea, y Dios la idea pura, y el ser humano
la idea aspiradora que irá a parar al cabo, como perla
en su concha y flecha en tronco de árbol, en el seno de
Dios. Y empieza a andamiar, y a edificar el Universo. Pero al
punto echa abajo los andamios, avergonzado de la ruindad de su
edificio, y de la pobreza de la mente, que parece, cuando se da
a construir mundos, hormiga que arrastra a su espalda una
cadena de montañas.” En Ob, cit. Tomo 13, p.
27.

[22] José Martí. Ob, cit. Tomo
21, p. 42.

[23] José Martí. Ob, cit. Tomo
19, p. 259.

[24] José Martí. Ob, cit. Tomo
7, p. 232.

[25] José Martí. Ob, cit. Tomo
19, p. 365.

[26] José Martí. Ob, cit. Tomo
13, p. 33.

[27] José Martí. Ob, cit Tomo
21, p. 75.

[28] José Martí. Ob, cit. Tomo
19, p. 359.

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