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INTRODUCCION
El SIDA es la nueva enfermedad infecciosa,
de rápida expansión y alta letalidad, producida por
un virus de características particulares que actúa
inutilizando, progresivamente los mecanismos de defensa del
organismo humano.
El agente etiológico fue aislado en
el año 1983 en el Instituto Pasteur de París y con
posteridad en los Estados Unidos.
Las pruebas diagnósticas basadas en
la detección de anticuerpos séricos comenzaron a
utilizarse en 1984 y se efectúan de rutina para la
detección de infectados y para el control de la sangre y
hemoderivados.
El conocimiento de la historia natural de
la enfermedad ha permitido definir dos grandes grupos:
a) asintomáticos
b) sintomáticos
No se ha podido determinar aún con
certeza, si todas las personas infectadas terminarán
siendo enfermos; lo que se ha observado es que a medida que
aumentan los plazos de seguimiento, se incrementa el porcentaje
de asintomáticos que pasan a la categoría de
sintomáticos.
Por el momento no existe tratamiento eficaz
para curar la enfermedad y tampoco se dispone de una vacuna que
permita inmunizar a las personas contra la
infección.
CONCEPTOS EPIDEMIOLOGICOS
La infección solo puede producirse
mediante la incorporación al organismo de material
infectante.
Si bien se han producido aislamientos
virales en todos los líquidos orgánicos, los
únicos que han demostrado efectiva capacidad infectante
han sido la sangre, el semen, los fluidos vaginales y la leche
materna.
Los estudios efectuados en todo el mundo
son coincidentes en afirmar que existen solo tres vías de
contagio:
a) la sexual
b) la sanguínea, la que puede
producirse de diversos modos:
1) Por transfusiones o hemoderivados,
transplantes de órganos o injertos de tejidos.
2) Por maniobras invasivas con instrumentos
punzo cortantes.
3) Por compartir agujas y
jeringas.
c) La vertical, que es la
transmisión de madre infectada a hijo y que ocurre durante
el embarazo o parto, pero que también puede producirse a
través de la lactancia.
En algunos casos se asocian varias
vías de transmisión y también existen casos
particulares como el trasplante de órganos, la
hemodiálisis y la inseminación
artificial.
No existe demostración de contagio
por otras vías que las descriptas.
La convivencia social con infectados no
presenta riesgo de contagio.
En el caso particular de los
establecimientos de salud debe presentarse especial
atención a la vía sanguínea y dentro de
ella, a los contagios producidos a través de transfuslones
de sangre o hemoderivados o por maniobras invasivas con
instrumentos punzo cortantes contaminados.
PRECAUCIONES PARA PREVENIR LA INFECCION POR
EL HIV EN INSTITUCIONES DE SALUD
1 – PRECAUCIONES UNIVERSALES:
ESTAS PRECAUCIONES DEBEN SER APLICADAS EN
FORMA UNIVERSAL PERMANENTE Y EN RELACION CON TODO TIPO DE
PACIENTES. A LOS FINES DE SU MANEJO, TODA PERSONA DEBE SER
CONSIDERADA COMO UN POTENCIAL PORTADOR DE ENFERMEDADES
TRANSMISIBLES POR SANGRE
No se justifica, bajo nIngún
aspecto, la realización de testeos masivos como estudio
prequirúrgico o previos a procedimientos invasivos, dados
que las normas de bioseguridad no deben cambiarse según la
serología del paciente.
Es de especial importancia que todo el
personal esté informado de su existencia, que conozca las
razones por las que debe proceder de la manera indicada y que se
promueva su conocimiento y utilización a través de
metodologías reflexivas y participativas. Tan importante
como lograr su efectiva implementación es conseguir la
continuidad en su utilización.
Todos los trabajadores de la salud deben
utilizar rutinariamente los métodos de barrera apropiados
cuando deban intervenir en maniobras que los pongan en contacto
directo con la sangre o los fluidos corporales de los
pacientes.
Dicho contacto puede darse tanto en forma
directa, atendiendo a un paciente, como durante la
manipulación de instrumental o de materiales
extraídos para fines diagnósticos como en la
realización de procedimientos invasivos, incluyendo en
ellos a las venopunturas y extracciones de sangre. En todos los
casos es necesario el uso de guantes o rnanoplas.
1.2. En los casos en los que por la
índole del procedimiento a realizar pueda proveerse la
producción de salpicaduras de sangre u otros fluidos que
afecten las mucosas de los ojos, boca o nariz, deben utilizarse
barbijos y protectores oculares.
1.3. Los delantales impermeables deben
utilizarse en las situaciones en las que puede darse un contacto
con la sangre u otros líquidos orgánicos del
paciente, que puedan afectar las propias vestimentas.
1.4. EL LAVADO DE MANOS LUEGO DEL CONTACTO
CON CADA PACIENTE, SE HAYA USADO O NO GUANTES, ES UNA MEDIDA DE
USO UNIVERSAL PARA PREVENIR CUALQUIER TIPO DE TRANSMISION DE
INFECCIONES Y DEBE SER MANTENIDO TAMBIEN PARA EL CASO DE LA
INFECCION POR EL HIV.
1.5. Se deben tomar todas las precauciones
para disminuir al mínimo las lesiones producidas en el
personal de salud por pinchaduras y cortes. Para ello es
necesario:
a) Extremar el cuidado en el mantenimiento
de una buena técnica para la realización de
intervenciones quirúrgicas, maniobras invasivas y
procedimientos diagnósticos o
terapéuticos.
b) Luego de su uso, los instrumentos punzo
cortantes y las agujas y jeringas, deben ser colocados en
recipientes para su decontaminación previa al descarte, o
al lavado en caso de elementos reutilizables.
Estos recipientes deben ser preferentemente
amplios, de paredes rígidas o semirígidas, con tapa
asegurada para su posterior descarte y contener en su interior,
una solución de hipoclorito de sodio al 1 % (*); preparada
diariamente y estar ubicados lo más cerca posible del
lugar de uso de los instrumentos.
En el caso particular de las jeringas y
agujas, no se debe intentar la extracción de éstas:
se debe aspirar la solución y mantenimiento armado el
equipo, se lo debe sumergir en la solución.
No se debe reintroducir la aguja
descartable en su capuchón o tratar de romperla o
doblarla.
El material descartable podrá ser
desechado luego de permanecer 30 minutos en la solución,
siguiendo los procedimientos habituales.
El material no descartable también
permanecerá 30 minutos en la solución y
recién entonces podrá ser manipulado, lavado y
reesterilizado sin riesgo alguno para el operador.
1.6. Se debe reducir al máximo la
respiración directa boca a boca, ya que en este
procedimiento puede existir el contacto con sangre.
En las áreas donde pueda proveerse
su ocurrencia (Salas de emergencias, internación o de
procedimientos) debe existir disponibilidad de bolsa de
reanimación y accesorios.
1.7. Los trabajadores de la salud que
presentan heridas no cicatrizadas o lesiones dérmicas
exudativas o rezumantes deben cubrirlas convenientemente antes de
tomar contacto con pacientes o manipular instrumental destinado a
la atención.
1.8. El embarazo no aumenta el riesgo de
contagio por lo que no es necesario una interrupción
anticipada de las tareas. Solo se recomienda extremar las
precauciones enunciadas y no transgredirlas bajo ningún
concepto.
2. PRECAUCIONES PARA PROCEDIMIENTOS
INVASIVOS
A los fines de la aplicación de
estas normas entendemos como procedimiento invasivo a las
intervenciones quirúrgicas, canalizaciones, partos,
punciones, endoscopías, prácticas
odontológicas y cualquier otro procedimiento
diagnóstico o terapéutico que implique en su
desarrollo lesión de tejidos o contactos con la
sangre.
2.1. En todos estos procedimientos son de
aplicación las precauciones universales ya expuestas. Uso
de GUANTES, de BARBIJO y PROTECTORES OCULARES si se preven
salpicaduras en cara y DELANTALES IMPERMEABLES si es posible que
la sangre atraviese las vestiduras normales (partos,
cesáreas y ciertas intervenciones
quirúrgicas).
2.2. En los partos vaginales o por
cesárea, las precauciones deben mantenerse mientras dure
la manipulación de la placenta y en el caso del
recién nacido, hasta que de su piel haya sido eliminada la
sangre y el líquido amniótico.
2.3. En la preparación del
quirófano debe incluirse la incorporación de los
botellones de aspiración, de solución de
hipoclorito de sodio al 1 % hasta cubrir 1/5 de su
volumen.
2.4. Deben extremarse los cuidados para
mantener la mejor técnica operatoria y evitar remover
hojas de bisturí o reenhebrar agujas.
Para ello es conveniente tener la
suficiente cantidad de agujas enhebradas y más de una hoja
de bisturí ya montada.
Se debe utilizar doble mesa
quirúrgica o receptáculo intermedio para evitar el
contacto mano a mano.
2.5. Si un guante se rompe o es pinchado
durante un procedimiento debe ser reemplazado de inmediato,
previo lavado de manos. La aguja o el instrumento causante del
daño, debe se eliminado del campo
estéril.
2.6. Con el material ya usado, utilizar los
procedimientos de desinfección o descontaminación
descriptos en el punto 1.5 (inmersión en solución
hipoclorito de sodio al 1 % durante 30 minutos antes de su
posterior manipulación para lavado y
reesterilización o descarte, según
corresponda).
3. PRECAUCIONES PARA ODONTOLOGOS
3.1. Las precauciones universales ya
descriptas son de aplicación permanente, asumiendo que
todas las prácticas odontológicas ponen al operador
en contacto directo con sangre o con fluido gingival del
paciente. En consecuencia se debe insistir en el uso de GUANTES
y, en los casos en que puedan producirse salpicaduras o
aerosolización de material, también de BARBIJOS y
PROTECCION OCULAR. Para reducir la posibilidad de goteos o de
salpicaduras se recomienda la utilización de dique de goma
y evacuación de alta velocidad, así como una
adecuada posición del paciente.
3.2. Para el lavado de turbinas, micro
motores y de las jeringas para aire y agua y de las piezas de
mano, deben tenerse en cuenta las recomendaciones adecuadas para
cada dispositivo.
3.3. Las piezas de mano deben ser
desinfectadas o esterilizadas entre paciente y paciente. La
desinfección se hará con agua oxigenada al 6 %
durante 30 minutos o con glutaraldehido al 2 % en igual
lapso.
3.4. Todo material o instrumental que haya
sido utiilizado en la boca del paciente debe ser cuidadosamente
desinfectado antes del lavado, para eliminar todo resto de sangre
o saliva. Todas las impresiones o aparatos intraorales o
prótesis deben ser cuidadosamente desinfectados, antes de
ser manipulados en el laboratorio o colocados en la boca del
paciente.
Es recomendable pedir precisiones a los
fabricantes para poder elegir el tipo de desinfectante más
apropiado para las características del material
utilizado.
3.5. El equipo dental y las superficies
difíciles de desinfectar que tienen que entrar en contacto
directo con la boca del paciente, deben ser envueltos en papel
impermeab!e o plástico.
Estas cubiertas deben ser descartadas y
reemplazadas por otras nuevas entre paciente y
paciente.
4. PRECAUCIONES PARA AUTOPSIAS
4.1. Todas las personas que actúen
en autopsias deben usar GUANTES, BARBIJOS, PROTECTORES OCULARES,
DELANTALES IMPERMEABLES Y BOTAS DE GOMA. Los instrumentos y
superficies deberán ser desinfectados al final del
procedimiento.
5. PRECAUCIONES PARA DIALISIS
5.1. Los pacientes infectados por HIV
pueden ser tratados con hemodiálisis o diálisis
peritoneal sin que sea necesario aislarlos de otros pacientes,
siempre que se utilicen debidamente las medidas de bioseguridad.
Por lo tanto, el tipo de tratamiento dialítico a utilizar
deberá estar basado exclusivamente en las necesidades del
paciente.
5.2. LAS PRECAUCIONES UNIVERSALES QUE YA SE
HAN DETALLADO SON DE APLICACION PARA LOS CENTROS DE DIALISIS Y
DEBEN SER UTILIZADAS CON TODOS LOS PACIENTES.
5.3. Las medidas para la
descontaminación química de los sectores de pasaje
del líquido de diálisis que están destinadas
a controlar la contaminación no requieren
modificación si el paciente dializado es portador del
HIV.
5.4. Cuando se descarta el dializador
(filtro) debe seguirse el proceso de descontaminación
previo y luego ser desechado.
5.5. Cuando por alguna razón se
estén reutilizando los dializadores, es indispensable
asegurar que cada paciente sea dializado con su propio equipo y
que estos no se intercambien y no se utilicen para más de
un paciente.
6. PRECAUCIONES ESPECIFICAS PARA
LABORATORIOS.
Van aparte.
7. PRECAUCIONES PARA ACCIDENTES
LABORALES.
7.1. Lavar la herida con abundante agua y
jabón, desinfectar y efectuar la curación
pertinente.
7.2. Se debe identificar al paciente con
cuya sangre o material se haya producido el accidente y valorar
su posible condición de portador según la
clínica, la epidemiología y el
laboratorio.
Se debe solicitar el consentimiento del
paciente para efectuar la serología. En caso de negativa
del paciente, proceder como si fuera positivo.
7.3. Se deberá efectuar la
serología a toda persona accidentada, dentro de las 72
horas de producido el accidente y en caso de resultar negativa
repetirla a los 3, 6, 12 y 18 meses.
7.4. La zidovudina (AZT) no ha demostrado
aún ser efectiva para prevenir la infección por HIV
en los casos de exposición accidental. Por ello y teniendo
en cuenta sus potenciales efectos adversos, no es aconsejable su
uso en estas situaciones. Se debe analizar cada caso en
particular.
8. ESTERILIZACION Y DESINFECCION
La esterilización es la
destrucción de todos los gérmenes, incluidos
esporos bacterianos, que pueda contener un material, en tanto que
desinfección que también destruye a los
gérmenes, puede respetar los esporos.
Los instrumentos médicos que tocan
las mucosas pero que no penetran los tejidos (ej. fibroscopios,
espéculos, etc ) deben ser esterilizados, si esto no fuera
posible deben ser sometidos a una desinfección cuidadosa y
adecuada.
Se debe recordar que en ciertos casos, los
instrumentos son sometidos a la acción de soluciones
detergentes o antisépticas para diluir las sustancias
orgánicas o evitar que se sequen. Dado que este paso no es
una verdadera desinfección, los instrumentos no
deberán ser manipulados ni reutilizados hasta tanto no se
efectúe una verdadera esterilización o
desinfección suficiente.
El HIV es muy lábil y es destruido
por los métodos habituales de desinfección y
esterilización que se aplican a los instrumentos
médicos antes de su utilización.
El calor es el método más
eficaz para inactivar el HIV; por lo tanto la
esterilización y la desinfección basadas en la
acción del calor son los métodos de
elección.
La acción decontaminante de los
productos que liberan cloro (solución de hipoclorito de
sodio (agua lavandina) se aprovecha para tratar los instrumentos
inmediatamente después de su uso y permitir, luego, su
manipulación sin riesgos hasta llegar a la
esterilización o desinfección adecuada.
8.1. ESTERILIZACION POR VAPOR
Es el método de elección para
el instrumental médico reutilizable. Se debe mantener por
lo menos 20 minutos luego que se hayan alcanzado los 121º C
a una presión de dos atmósferas.
8.2. ESTERILIZACION POR CALOR
SECO
Debe mantenerse por dos horas a partir del
momento en que el material ha IIegado a los 170º
C.
8.3. ESTERILIZACION POR INMERSION EN
PRODUCTOS QUIMICOS
Si bien los ensayos de laboratorio han
demostrado que numerosos desinfectantes que se usan en los
servicios de salud son eficaces para destruir al HIV, la
inactivación rápida que suelen sufrir por efecto de
la temperatura o en presencia de material orgánico, no
hace fiable su uso regular (p. ej: Compuestos de amonío
cuaternario, TimersaI, iodóforos, etc.). Estas sustancias
no deben ser utilizadas para la desinfección.
Si el uso del calor no es posible, se
utilizará:
Glutaraldehido al 2%: La inmersión
durante 30 minutos destruye las formas vegetativas de bacterias,
hongos y los virus. Son necesarias 12 horas para destruir los
esporos y llegar a la esterilización.
La solución ya activada no debe
conservarse por más de dos semanas, y en caso de turbidez,
debe ser reemplazada inmediatamente.
Una vez desinfectado el material puede ser
lavado con agua estéril para eliminar los residuos del
producto.
Agua oxigenada: La inmersión del
material en una solución de agua oxigenada
(peróxido de hidrógeno) al 6 % durante 30 minutos
asegura la desinfección. Luego debe lavarse el material
con agua estéril.
La solución al 6 % se prepara a
partir de una solución estabilizada al 30 % (un volumen de
solución al 30 % por cada 4 volúmenes de agua
hervida).
8.4. DECONTAMINACION DE SUPERFICIES
MEDIANTE COMPUESTOS QUE LIBERAN CLORO.
Para la decontaminación de
superficies manchadas con sangre o fluidos corporales, se
recomienda proceder con guantes, colocando primero papel u otro
material absorbente y decontaminar luego lavando con una
solución de hipoclorito de sodio al 1 %.
Si la cantidad de sangre o material fueron
muchos, se puede verter primero sobre ella la solución de
hipoclorito de sodio al 1 %, dejar actuar 10 minutos y proceder
luego al lavado.
Para este tipo de contaminación no
es conveniente el uso de alcohol ya que se evapora
rápidamente y coagula los residuos orgánicos sin
penetrar en ellos.
El hipoclorito de sodio es bactericida y
viricida pero tiene el inconveniente que es corrosivo (el
material de acero inoxidable no debe mantenerse más de 30
minutos en la solución). Se degrada rápidamente por
lo que las soluciones deben prepararse diariamente y dejarse al
reparo de la luz y el calor.
(*) PREPARACION DE LA SOLUCION DE
HIPOCLORITO DE SODIO:
Solución de hipoclorito de sodio al
8 % (concentración de la lavandina usada en el
país):
125 cm3 c/ 1000 cm3 de agua 0
250 cm3 c/ 2000 cm3 de agua 0
500 cm3 c/ 4000 cm3 de agua y así
sucesivamente.
9. LAVADERO
Las ropas sucias deben ser colocadas en
bolsas plásticas, tratando de manipular lo menos posible.
El personal que recoge la ropa debe usar guantes.
Antes del lavado deben decontaminarse por
inmersión en solución de hipoclorito de sodio al 1
% durante 30 minutos, luego se procederá al lavado
según técnica habitual.
El personal que cuenta y clasifica la ropa
deberá usar guantes y barbijo (No por el HIV sino por
otros gérmenes que se transmiten por vía
aérea).
10. BASURA HOSPITALARIA
Debe ser descartada siguiendo las normas
higiénicas recomendadas para el tratamiento de material
hospitalario.
Recordar que para entonces el material
descartable (en general los objetos punzo cortantes) ya
habrán sido tratados como corresponde.
Texto obtenido de www.ramosmejia.org.ar
APROBADAS POR RESOLUCIÓN SECRETARIAL
Nº 228/93PROGRAMA NACIONAL DE LUCHAcontra los R.H. y
SIDA
MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIALNorrnas
de Bioseguridad para uso de Establecimientos de SaludAPROBADAS
POR RESOLUCION SECRETARIAL Nº 228/93PROGRAMA NACIONAL DE
LUCHA CONTRA LOS R.H. Y SIDA
1 9 9 5
NORMAS DE BIOSEGURIDAD PARA USO EN
ESTABLECIMIENTOS DE SALUD
Las siguientes normas han sido elaboradas
teniendo en cuenta lo dispuesto por el artículo 12 de la
ley 23.798, donde se declara de interés nacional, la lucha
contra el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida.