Monografias.com > Psicología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

En busca de paciencia y tolerancia




Enviado por Felix Larocca



  1. Para
    lograr paciencia he aquí algunos
    consejos
  2. Algunas estrategias para poder ser más
    tolerante
  3. En
    resumen
  4. Miedo
    al cambio: Cambiar intimida…
  5. Los
    hábitos o patrones de conducta
  6. La
    crisis en el cambio de etapa
  7. En
    resumen
  8. Miedo
    al deber: Con este anillo te desposo hasta que la muerte nos
    separe
  9. El
    miedo a las obligaciones y a perder la
    dependencia
  10. El
    por qué del miedo
  11. Bibliografía

"…algo tan fácil de
perder y tan difícil de encontrar
."

En cierta manera este es un otro de los tantos
artículos que me inspiran la espiritualidad — ese
atributo tan especial que nos separa, sin excluirnos, de la
sublime particularidad sacrosanta — que la Naturaleza nos
asignara cuando nos diera el soplo de la vida.

El libro de Job relata en la Biblia un episodio que ha
quedado como paradigma de la paciencia. Dice este antiguo cuento
que el acaudalado campesino Job empezó un día a
perder a sus hijos, su mujer, sus sobrinos, sus campos sin una
razón aparente. Al tiempo de sufrir estas calamidades Job
se atrevió a inquirir a Dios el porqué Él
permitía que le sucedieran estas cosas, ya que
había en Job una sensación de frustración,
una decepción y todos los sentimientos –– muy
humanos –– que se provocan en estas situaciones. El tono
del reclamo de Job era fuerte y exaltado pero Dios no le
contestaba. Job, sin embargo terminaba su alegato,
conformándose con las decisiones divinas.

Monografias.com

Job mientras su esposa se burla de
él por G. de la Tour

Así pasaron como cien años y el buen Job
esperaba pacientemente una respuesta. Cuando las inquisiciones de
Job cesaron un buen día Dios contestó y
dijo:

".. .y Yo mismo te rendiré homenaje por la
victoria que te da tu diestra".

A partir de ese momento los rebaños de Job se
multiplicaron hasta hacerse inmensos, sus campos volvieron a
producir. Tuvo otra mujer y hermosos hijos. Job gozó aun
de esta bonanza hasta el final de sus 438 años,
legándonos un bonito ejemplo de paciencia. ¿Se
imaginan con que estoicismo debió soportar Job esta
terrible experiencia?

…¿Y, nosotros, consumidos por la inquietud
que nos causa la llegada atrasada del periódico
matinal?

Monografias.com

Paciencia nos dice el diccionario que "es la virtud
consistente en sufrir resignadamente los males y adversidades".
Como segunda acepción, nuestro buen arbitrio, nos dice que
es "una virtud opuesta a la ira". Sin embargo, la tercera
acepción es la que nos interesa: "tranquilidad y sosiego
en la espera de las cosas". Aprender a ser pacientes consiste en
tener ciertas habilidades que nos permitan observar las
situaciones, evitando perder el control de la circunstancia y las
emociones — algo que en la niñez y en la adolescencia
son escasas.

La paciencia es una actitud de atención y de
aguante a una cosa que nos interesa mucho y que nuestro
descontrol puede dañarla. Paciencia es el arte de
concentrarse en soportar ciertas condiciones.

Paciencia es sustento de toda terapia y del logro de
perder de peso…

Para lograr
paciencia he aquí algunos consejos

1.- Pausar: distanciarse de los asuntos, reflexionar,
tomarse un tiempo y decidir qué hacer. Después de
la pausa se retoma la situación, con la mente despejada y
una solución razonada.

2. Refrene las expectativas. Si la situación a la
que le está mostrando paciencia, está dada en
expectativas altas — Trate de reducir las mismas, porque no
logrará en ese momento lo que se propone y sólo le
ocasionaran más frustraciones y molestias.

3. Comunique el motivo de su impaciencia a quien la
provoca y pídale que le ayude a entenderla. Hacerlo
así le hace compartir parte de la carga que le agobia y
ayuda a disminuir la frustración.

4. Adáptese al ritmo de los demás sin
rendir su dignidad. Es más fácil adaptarse a los
demás, que los demás se adapten a uno.

Paciencia, en cierto modo, es soberanía sobre uno
mismo. Y este autocontrol extendido vendría a ser la
tolerancia. Como puede verse, un concepto nos va llevando a otro
pero ahora creo que al analizar la tolerancia encontraremos lo
que estamos buscando para todos. Tolerar significa respetar,
considerar, acomodar las opiniones, comportamientos de los
demás a los nuestros — puede decirse que nuestra
reacción ante cualquier acto u opinión debe ser
diferida, demorada ya que está siendo analizada
fría y racionalmente, porque la reacción inmediata
a menudo es emotiva, pasional, obnubila la razón y nos
hace cometer fallas. El tener una actitud tolerante, entonces,
nos pone por encima del ocasional interlocutor porque no caemos
en el juego del "dime y el te diré" y nuestra respuesta
diferida, siempre es apropiada, racional y orientada a nuestros
objetivos. Si no nos planteamos ningún designio en
nuestras relaciones con los demás, estos no tienen mayor
futuro para desarrollarse.

Monografias.com

Esclavas esperando su compra en
Etiopía — 2005

Algunas
estrategias para poder ser más tolerante

  • 1. Las reacciones emotivas inmediatas deben
    estar controladas. Necesariamente se debe visualizar el
    objetivo de la relación con la persona para diferir o
    templar la reacción. En el caso de familiares, pareja
    o persona cercana; creemos, que la respuesta debe ser
    altamente diferida, analizada, racionalizada y después
    emitida porque lo que queremos de ellos:

  • a) Mantener, de por vida, una relación
    sólida y estable

  • b) Ayudarlos a desarrollar una personalidad
    madura, si es lo esperado bajo las circunstancias

  • c) Evitar que se emplace en el otro un
    sentimiento de desconfianza — especialmente en toda
    relación terapéutica (Véanse mis
    ponencias separando la terapia de o
    terapéutico).

  • 2. La vida cotidiana con el vaivén de
    idas y venidas, del sin fin de actividades que nos hacen
    perder de vista lo importante — por lo apremiante — y lo
    inmediato por lo necesario. No dejemos pasar lo importante
    por pensar en lo urgente, o lo necesario, o lo
    inmediato.

  • 3. Finalmente ser paciente, nos lleva a ser
    tolerante — pero tolerancia también nos lleva a
    actuar sin contradicciones entre los pensamientos, las
    palabras y las acciones.

Proponerse hacer lo mejor posible, hace ganar la
confianza e inspira fe en los demás.

No traicionar la confianza ajena y la propia nos conduce
a una vida de integridad porque nuestro interior y exterior son
como la imagen de un espejo.

En
resumen

La premura no es buena; y es, precisamente,
la herramienta preferida de quienes pretenden usarnos o
manipularnos — no seamos sus víctimas.

Cuando en búsqueda de sus propios
intereses, algunos desean impelernos a que seamos precipitados en
nuestras respuestas, es entonces el momento de seguir nuestra
injunción práctica, diciéndoles quedamente:
"Déjame pensar"…

Muchos quienes lo han escuchado entienden
por qué lo digo…

Ahora hablaremos de otros miedos

Miedo al cambio:
Cambiar intimida…

Las transformaciones físicas y
vitales que se producen a lo largo de los años pueden
asumirse con naturalidad y sin angustia.Monografias.comEs curioso observar cómo a lo largo
de la vida los cambios en nuestra forma de ser se producen sin
apenas darnos cuenta. Modificamos el carácter como
reacción a determinados acontecimientos y no como
resultado de una planificación voluntaria. Se vive, pero
se revisa poco la vida, tal vez llevados por la creencia
errónea de que la personalidad no cambia. "Uno o una es
así, y así es", suele decirse. Sin embargo, se
puede cambiar para mejorarse uno mismo y para mejorar las
relaciones con los demás. En definitiva, se pueden revisar
los patrones de conducta y conformar el carácter
más cercano al gusto propio.

En eso es que se basa toda
terapia.

Además, se quiera o no, en el propio
crecimiento personal aparecen necesidades que antes no
existían, y esto impulsa a la persona a efectuar
modificaciones en su manera de vivir. Esta necesidad se conoce
como "crisis", una idea a la que se le asigna de manera habitual
un significado negativo porque define una fase en la que la
persona experimenta un nivel de angustia mayor de lo normal.
(Véanse mis artículos al respecto).

Para superarlo, y asumirlo, hay que
entender que el cambio es natural y necesario — como
también lo son la incertidumbre y el miedo que trae
consigo, porque implican el paso de un estado conocido a otro
desconocido, de unos hábitos a otros.

Monografias.com

No es fácil… pero, es
posible…

Los
hábitos o patrones de conducta

Los hábitos se desarrollan a medida
que vivimos y establecen las formas predeterminadas de actuar en
toda situación. Esto es así porque tendemos a
repetir las conductas que en ocasiones anteriores nos han dado
buenos resultados o, por lo menos, nos permiten anticipar con
certeza lo que vamos a obtener. En la conformación de esas
pautas de comportamiento estamos influidos por las
características de nuestra personalidad. Por tanto, en
cierta medida, seguimos el dictado de una tendencia innata y
refleja. Pero sólo en cierta medida, debido a que con el
paso del tiempo las conductas se arraigan a fuerza de
repetirlas.

Por eso conviene revisarlas y, si fuera
necesario, reformarlas. No siempre resulta fácil, pero a
veces no queda más remedio, sobre todo si queremos
librarnos de lo que representa un obstáculo para hacer
real la posibilidad de ser más felices. No en vano, la
motivación para afrontar una situación es siempre
satisfacer alguna necesidad.

En esas premisas se asientan nuestros
fallos crónicos a dejar de fumar, o de adelgazar
sanamente.

Las necesidades de las personas van
transformándose a medida que van recorriendo las etapas
del desarrollo personal, que no siempre se corresponden con los
cambios físicos que experimenta el cuerpo, pero sí
con la llegada de una nueva etapa en la que se presentan nuevas
exigencias. Esa ansiedad ante los efectos del paso del tiempo y
los cambios personales ha dado lugar al conocido concepto de las
"crisis de la vida". En un principio, se habló de la
crisis de la mitad de la vida, que se situaba en torno a los 40
años, pero esta idea se ha expandido hasta abarcar varias
"crisis" que marcan el paso de una etapa de desarrollo a otra. No
importa cuál sea la edad que se tenga. Cuando toca crecer,
toca. (Véanse mis ponencias acerca de las
crisis).

La crisis en el
cambio de etapa

A la idea de crisis se le asigna siempre un
significado negativo con el que se da a entender que es una fase
en la que la persona experimenta un nivel de angustia mayor de lo
acostumbrado.

Esto es natural, dado que implica el paso
de un estado conocido a otro desconocido, y la incertidumbre que
esto genera produce un aumento de inseguridad. Sin embargo, ese
temor a lo desconocido no puede conducir a la negación de
llevar a cabo los cambios que el desarrollo personal exige,
porque si así ocurre, se ejerce una violencia contra uno
mismo.

Esta situación desagradable resulta
además gratuita, puesto que por más que se intente,
nunca se va a poder volver al estado en que se encontraba uno
antes. Otro factor que contribuye a empeorar las cosas es que
todas las personas no maduran ni se desarrollan al mismo tiempo.
Por causas genéticas y ambientales, cada persona tiene su
ritmo y está lista para pasar de una etapa a otra de su
vida en un momento determinado, que no tiene por qué
coincidir con el de las personas que le rodean.

Monografias.com

Mujer en las tres edades por E.
Munch

Cómo planear adelante:

Para poder cambiar nuestra situación
tenemos que transformar nuestra conducta, y es preciso ser
sincero con uno mismo para variar el rumbo. Podemos imaginar que
se vacía la alforja que acarreamos en el sendero de la
vida, se quita aquello que pesa pero que no es necesario, y
así se puede seguir caminando y se puede llenar de nuevo.
Aprovechar las crisis significa revisar toda la
vida:

  • Cuando se trata de cambiar
    hábitos, es necesario distinguir entre lo que
    constituye parte de la estructura ingénita de nuestra
    personalidad (y, por lo tanto, difícilmente
    modificable) y lo que sí se puede cambiar.

  • Quitar costumbres, vicios o
    manías siempre resulta penoso porque son conductas que
    se han incrustado de manera importante en nuestra manera de
    ser. Por eso perder de peso, es como aprender otro
    idioma
    (fefl).

  • Seamos conscientes de que mientras no
    se produzcan los cambios, nos seguirán ocurriendo las
    misma cosas que hasta ahora nos amedrentan.

  • Uno de los factores más
    importantes para poder asumir la transformación es la
    sinceridad propia. Tiene que llegar un momento en que dejemos
    de lado la tendencia a auto engañarnos para no
    posponer toda acción.

  • Es preciso analizar cada una de las
    creencias que se han ido instalando en nuestra vida y
    determinar cuáles nos favorecen o nos
    perjudican.

Es importante considerar la oportunidad de
que otras personas — puede que profesionales — intervengan
ayudándome en los procesos de cambio, no tanto
dándonos consejos, sino ofreciéndose a ser espejos
de nuestra propia persona para que cada uno se pueda examinar con
mayor detenimiento para poder juzgar y actuar con más
acierto.

En
resumen

Para vivir, para envejecer y para lograr la
felicidad, hay que realizar que con la vida hay que cambiar —
algo que tantos temen, porque les recuerda del
envejecer.

Y finalmente, del peor de los
miedos…

Miedo al deber:
Con este anillo te desposo hasta que
la muerte nos
separe

Dr. Félix E. F. Larocca Monografias.comEn los Estados Unidos, los
jóvenes de hoy — una tercera parte de quienes tienen 30
años viven todavía en casa de sus progenitores —
lo piensan mucho antes de irse del hogar familiar. Mientras que,
todos en general, le damos mil vueltas a la cabeza antes de
suscribir cualquier compromiso que suponga una atadura: haciendo
gestiones para comprar una vivienda, consolidar una
relación sentimental, tener hijos, cambiar de lugar de
residencia para acceder a un nuevo puesto de trabajo, iniciar una
carrera…

Tememos, la atadura del compromiso y el
deber.

Este mundo de comodidades y seguridad en
que vivimos nos ha hecho conservadores, recelosos ante el futuro
e indecisos — transformándonos en personas inseguras y
desconfiadas. Buena parte de esta situación se debe a la
educación protectora y permisiva que los padres de las
últimas generaciones han proporcionado a sus hijos. Esa
sensación de bienestar, a cambio de casi nada y con tan
pocos límites u obligaciones, actúa como freno ante
lo nuevo, al aumentar el nivel de ansiedad y miedo ante las
incertidumbres que la vida a todo el mundo nos
plantea.

Monografias.com

Hijo de buen papá

Sin duda, hay barreras objetivas ante el
cambio, porque significa trabajo y esfuerzo, algo en que los
hijos que fueron consentidos no osan pensar.

Pero hace sólo cuatro
décadas, ni se vivía tan cómodamente ni la
gente exigía que le dieran tanto tiempo para encontrarse a
sí mismos, para definir sus preferencias y para decidir en
su propio estilo de vida.

Había que echar "pa"lante", y eso
era todo. Ahora es diferente.

"Papá, no lo tomarás bien,
pero voy a cambiar de carreras — por la cuarta
vez…"

Crear una familia o irse de casa de los
padres supone renuncias importantes, que pueden verse compensadas
una vez realizado el cambio; pero que hacen que la gente lo
piense mucho si es que algún día tomarán la
decisión. De ahí origina el síndrome de
Peter Pan, que ya discutiéramos en un artículo por
el mismo nombre.

El miedo a las
obligaciones y a perder la dependencia

Los problemas acostumbran a surgir incluso
antes de que se llegue a la convivencia de la pareja: empieza a
plantearse si es "el momento adecuado", si se está
"preparado para dar un paso tan importante", si "no nos estaremos
precipitando".

La vida en pareja entraña el riesgo
al fracaso amoroso, además de un compromiso, una comunidad
de objetivos, una necesidad de tolerancia, comprensión,
cariño y atención permanente al otro, una
mecánica de concesiones mutuas, una pérdida de
libertad individual en la medida que deben alcanzarse consensos.
Una decisión al trabajo y al ganarse la vida juntamente.
En suma, un conjunto de cambios que si se realizan
espontáneamente y sin gran cálculo
conducirán a nuevas circunstancias que iremos
sobrellevando como mejor podamos — unas veces con optimismo y
otras con la resignación y madurez de quien ha modificado
su vida y asume las repercusiones de sus actos.

Pero, cuando ante la expectativa del
cambio, nos planteamos una y mil veces si no será
más lo que perdemos que lo que ganamos y puede más
el temor al fracaso que la expectativa ante lo bueno, tenemos un
problema — y, muy grande…

Monografias.com

No, ¿tan buen
papá?…

El galardón

La recompensa de arriesgarse a crecer y a
ser maduro, es que conforme se va madurando, muchos tienden a ser
más realistas, comprensivos y generosos con los
demás. Al conocernos mejor y al estar más
familiarizados con los recovecos y limitaciones nuestras, nos
mostramos más tolerantes y abiertos. Pero es trabajo, y a
muchos, no les gusta esa palabra.

El por qué
del miedo

Algunos jóvenes manifiestan miedo al
compromiso con otras personas e, incluso, al compromiso con su
propia autonomía. Temor a responsabilizarse, a vivir con
independencia territorial y emocional respecto a sus padres.
Miedo, en suma, a hacerse cargo de sí mismos, a ser
responsables de sus actos, decisiones, de ganarse la vida
independientemente y de tener opiniones — algo que pretenden
ocultar con la argumentación de sus que "derechos" son
inalienables.

El miedo revela normalmente una
desproporción entre la dimensión de lo que tenemos
que afrontar y los recursos con que contamos para ello. Porque no
es suficiente disponer de esos recursos, hemos de ser conscientes
de nuestra capacidad y para hacerlo es indispensable ponerla en
práctica. Aquí está el alma de la
cuestión. Los padres han protegido tanto a sus hijos, han
querido allanarles tanto el camino, que no han hecho sino erigir
barreras insuperables a su madurez. Han olvidado que valerse por
uno mismo y dotarse de la capacidad de afrontar las dudas, los
problemas y las dificultades, sólo se aprende desde una
autonomía de opinión y de acción, que debe
irse construyendo libremente, y con el transcurso de los
años.

Los jóvenes han de ir generando sus
propios recursos, experimentando sus capacidades y comprobando
que los errores son oportunidades de aprendizaje para crear
respuestas más eficaces y adecuadas. Un joven que ignora
sus capacidades tenderá a ser inseguro y temeroso, a
manifestar dependencia de las personas que le han ayudado y nunca
aprenderán a resolver sus problemas. (Véase mi
artículo: Adolescencia: Quo Vadis?).

Una cosa es ayudar a los hijos y otra, bien
distinta, es realizar tareas y adoptar decisiones que les
corresponden a ellos. El efecto de esta equivocada actitud es
evidente: no se emanciparán, tardarán más en
madurar y en asumir las competencias que les corresponden, e
incluso podrían aferrarse a esa niñez
utópica y tóxica — prolongada inconscientemente
por los padres — tan indolente y exenta de
responsabilidades.

Nunca serán independientes y
sufrirán de dependencias hostiles.

Al final, se obstaculizará el
difícil camino hacia la autonomía como seres
pensantes, libres y responsables. Creándoseles un alto
nivel de expectaciones obligadas de los demás y una
tendencia a la vida fácil y sin responsabilidades, lo que
propicia una escasa tolerancia al fracaso, un miedo a la
disciplina y un pavor al esfuerzo. (Véanse mis
artículos acerca del Braguetazo y de la
Ergofobia).

¡Qué triste!

Educar, como misión,
obligación y vocación:

La principal misión de los
padres es ayudar y acompañar a los hijos a que se
conviertan en personas autónomas y responsables.
Dejándolos solos cuando esto se logra.

  • Los padres son educadores, nunca
    compañeros de jerga. Los padres son preceptores
    que enseñan la Realidad, aunque ésta
    duela.

  • La educación es una
    inversión a largo plazo en la que nunca se deja
    de hacer progreso, y que exige a los padres
    reflexión, disciplina, constancia, esfuerzo,
    paciencia y firmeza.

  • La aplicación cotidiana de
    una correcta estrategia educativa puede generar
    enfrentamientos entre padres e hijos que hay que saber
    conducir, sin flaquear.

  • Los padres que adoptan decisiones
    — que corresponde tomar a sus hijos — y que les
    resuelven todos sus problemas, generan en los
    jóvenes un déficit de autoestima y una
    falta de capacidad para afrontar los retos de la vida.
    Aunque no lo crean, esos son los malos
    padres
    .

  • Educar para que los hijos no
    muestren miedo ante las obligaciones y los compromisos
    es una tarea incómoda, desagradecida y
    difícil. Las recetas no existen, hay que atender
    a las peculiaridades de cada hijo. Pero hay que darles
    libertad espiritual e independencia financiera y final.
    Hay que dejarlos solos, aunque nos moleste — es la
    ley de la vida.

  • Dejando a salvo valores
    innegociables (como el respeto, la solidaridad y la
    responsabilidad), la actitud más adecuada de los
    padres es la que resulta activa, próxima,
    abierta, vigilante y respetuosa.

  • Dos ejemplos de buena conducta
    educativa: dejar al niño de pocos meses llorar
    por la noche no permitiéndole dormir en la cama
    de sus padres, y "obligar" a los hijos a que, antes de
    solicitar consejo, reflexionen sobre las decisiones que
    más directamente les afectan — lo que para
    tantos es difícil — ya que se acostumbra
    aconsejar, precisamente, en lo que menos
    sabemos.

En resumen

Con cada paciente que visita al psiquiatra
infantil, llega, por lo menos una madre, que se culpa a sí
misma por los problemas del niño. De ser esto cierto, la
culpa pertenecería a generaciones anteriores, ya que la
culpa de esta madre sería la culpa de su madre, y la de
ésta, la de la propia; ad infinitum
llevándolo a lo absurdo.

La culpa de los padres es la de tratar de
vivir la vida de sus hijos para que ellos los quieran.

El ejemplo del Nuevo Testamento es
elocuente; cuando vemos el testimonio de un Dios que es
crucificado, por la voluntad de su Padre Todopoderoso, para poder
entrar en su Gloria…

Entonces entenderemos al "buen
papá"…

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F.
Larocca

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter