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Conferencia sobre las Cooperativas No Agropecuarias en Cuba



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    Conferencia

    Las Cooperativas en sectores no Agropecuarios en
    Cuba
    , un acercamiento a sus Retos

    Permítanme comenzar esta breve
    presentación con dos frases de los líderes de la
    revolución cubana.

    Y cito…. Es cambiar todo lo que debe ser cambiado,
    es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestro propio
    esfuerzo, es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera
    del ámbito social y nacional fin de la cita….
    Fidel

    Y cito…. Lo único que puede conducir a la
    derrota de la Revolución y el Socialismo en Cuba, seria
    nuestra incapacidad para erradicar los errores cometidos en los
    mas de 50 años transcurridos desde el primero de enero de
    1959 y lo nuevos en que pudiéramos incurrir en el
    futuro….fin de la cita….. Raúl

    El hombre primitivo comprendió que
    apoyándose en sus pares lograba cosas que de intentarlas
    solo serían tareas imposibles. Posteriormente se
    unió a otros para procurarse los medios de subsistencia,
    conformando los primeros agrupamientos tribales.

    El trabajo colectivo surgió desde los
    orígenes del hombre. Como Engels explica, la especie
    humana surge, en esencia, producto del trabajo. Con el trabajo,
    el hombre comenzó a separarse de los animales,
    comenzó a desarrollar su actividad creadora, su
    pensamiento. Antes del surgimiento del estado ya la especie
    humana trabajaba de forma cooperada, pues de esta forma este
    podía acceder con mayor facilidad a los alimentos,
    recipientes para estos, pieles, entre otros bienes de
    consumo.

    Con el devenir histórico, el trabajo colectivo
    lejos de desaparecer se consolida, pues continúa siendo
    una alternativa ampliamente aceptada entre los seres humanos, por
    las ventajas que estas refieren.

    Muchas de estas garantizan el acceso a menor costo a
    bienes y servicios de primera necesidad, no solo para sus
    integrantes, sino también para los miembros de una
    comunidad. De ahí la responsabilidad social que estas
    ostentan, al garantizar el compromiso con la sociedad en
    general.

    Desde allí y continuando la evolución del
    hombre a través de los siglos, se iría
    perfeccionando el sistema de ayuda mutua que en la época
    moderna los primeros teóricos en ocuparse del tema
    llamaron: Cooperativismo.

    Para hablar de las cooperativas y las normas que
    caracterizan su regulación, es necesario partir de cierta
    aproximación a su esencia y definición. Nos
    referimos a un fenómeno asociativo que merece su
    observación como forma de acción humana,
    entendiendo que su existencia data del propio nacimiento de la
    vida del hombre, como también en la forma de
    organización, siendo esta última en que centraremos
    la atención.

    El desarrollo de las cooperativas tiene su
    génesis a finales del siglo XVIII en Inglaterra, sobre la
    cual, en muy poco tiempo diversos autores expusieron los asientos
    principales de su base filosófica. Su aparición,
    fue concebida como una vía de acción de defensa y
    transformación de las clases trabajadoras, frente al
    desarrollo industrial que se imponía con notable esencia
    capitalista y que derivó en la Revolución
    Industrial Inglesa.

    El punto de partida del desarrollo del movimiento
    cooperativista se localiza a partir del año 1844 en la
    propia Inglaterra cuando un grupo de 28 trabajadores de la
    industria textil de la ciudad de Rochdale, que se habían
    quedado sin empleo tras una huelga, constituyeron una empresa que
    se identificó como Sociedad Equitativa de los Pioneros del
    propio nombre de la ciudad.

    Por su parte, se atribuye a Robert Owen uno de los
    exponentes del socialismo utópico en los inicios del siglo
    XIX la identificación del término
    cooperación como sinónimo de socialismo,
    concibiéndola como una sociedad de personas, que se
    constituye a semejanza del resto de las formas societarias pero
    con determinadas características que la distinguen de
    aquellas, teniendo en cuenta que sus fines económicos no
    están dirigidos a la obtención de lucro y sustenta
    la educación de los socios en los principios del
    cooperativismo, así como el hecho de que los mismos asumen
    la doble condición de propietario social y receptor del
    servicio.

    Por otra parte, el análisis de las posibilidades,
    las ventajas y desventajas del fenómeno cooperativo no
    estuvo ausente en el discurso de Carlos Marx, Federico Engels y
    V. I. Lenin.

    Marx, consideró al cooperativismo como un
    fenómeno cualitativamente nuevo en el desarrollo de las
    fuerzas productivas, como una forma superior y más
    productiva en contraposición al trabajo aislado, con lo
    cual se tiende, tanto a potenciar a las fuerzas productivas
    individuales, y de lo que se trata es crear una fuerza productiva
    nueva.

    Engels, consideró que la cooperativización
    de la pequeña producción constituía una
    vía para la socialización de la producción
    agraria, reconociendo con ello la coexistencia en la nueva
    sociedad de dos formas de propiedad social en el sector agrario:
    la estatal y la cooperativa, organizada de tal manera que la
    propiedad de los medios fundamentales de producción se
    mantuviesen en manos del Estado.

    Por su parte Lenin, al abordar el papel de las
    cooperativas, les otorga un significado vital. En tal sentido,
    plantea la necesidad de que se le concediera un apoyo adecuado
    enfocado a estimular su desarrollo, induciendo a toda la
    población hacia una mejor comprensión de las
    ventajas de la cooperativización y su participación
    en ella, en cuyo proceso se hacia necesario desarrollar una
    cultura de las masas populares, hacia esos objetivos. Así
    mismo, proclamó que el apoyo del Estado socialista al
    nuevo principio de organización de la población
    deberá otorgarles ciertos privilegios económicos,
    financieros y bancarios.

    Cuba se propone importantes cambios en su modelo
    socioeconómico, de impacto notable en la vida del
    país y en el afianzamiento de nuestra travesía
    hacia la compleja construcción del socialismo.

    El Sexto Congreso del Partido, discutió,
    modifico, reordeno, ajusto, acrecentó y aprobó los
    lineamientos que son la brújula política de la
    sociedad. El debate además cimentó la hoja de ruta
    de las transformaciones iniciadas uno tres años antes en
    el modelo económico cubano.

    En los pasos dados en estos tres años de
    actualización del modelo económico, el profesor
    Juan Triana, del Centro de Estudios de la Economía Cubana,
    distingue tres líneas principales que cito…
    transformaciones en la estructura y en la gestión de la
    propiedad para reducir la presencia del Estado en la
    economía, la reestructuración y
    modernización del aparato estatal y la erradicación
    de decisiones que limitan las oportunidades de la
    población…. fin de la cita.

    No menos complejidad anticipa los cambios proyectados
    para otros sitios de la economía cubana, si aceptamos que
    cualquier transformación en las estructuras de propiedad
    suele tener connotaciones económicas, sociales y
    políticas profundas.

    Con la aspiración de lograr mayor eficiencia en
    las actividades económicas, se ha subrayado la necesidad
    de descentralizar la labor de las empresas estatales y de ceder
    lugar a nuevas formas de gestión no estatal, sin dudas,
    uno de los espacios en que más se ha avanzado, con el
    objetivo explicito de descargar al Estado de administraciones,
    encargadas de actividades productivas y de servicios no
    fundamentales y crear, a la par, una opción de empleo
    más dinámica. En ese escenario, las cooperativas se
    ofrecen como alternativas muy provechosas, aunque, ciertamente,
    existen incomprensiones, por el desconocimiento de su
    naturaleza.

    Tan lejos como en el año 1886, del siglo XIX,
    nuestro apóstol José Martí, en conferencia
    antes los tabaqueros de la ciudad de Tampa, en el Estado de la
    Florida en E.U. expreso y cito…… que la patria
    debería vivir una vez libertada de la colonia
    española de la mediana y pequeña empresa y
    también del cooperativismo criollo….fin de la
    cita.

    En los años treinta del pasado siglo el programa
    revolucionario de la organización Joven Cuba, liderada por
    Antonio Guiteras,….. reconoció implícitamente
    a la cooperativa como una alternativa de organización
    social productiva……

    Me obligo a señalar que en Cuba, durante el
    período pseudo republicano, no existió desarrollo
    real ni legal del fenómeno cooperativo; ni siquiera por
    medio de una legislación básica particular, como
    dispuso el mandato constitucional de 1940, ello fue resultado del
    estatus de dependencia económica y social, la influencia
    cultural y el destino geopolítico a que estaba sometida
    Cuba como neocolonia norteamericana.

    En el texto del discurso de autodefensa la historia me
    absolverá, pronunciado por Fidel el 16 de octubre del
    año 1953, se dice y cito… un gobierno
    revolucionario, después de asentar sobre sus parcelas con
    carácter de dueños a los cien mil agricultores
    pequeños que hoy pagan renta, procedería a concluir
    definitivamente el problema de la tierra … plantando
    enormes viveros y reservando zonas para la repoblación
    forestal, fomentando cooperativas de agricultores para la
    utilización común de equipos de mucho costo,
    frigoríficos y una misma dirección profesional
    técnica en el cultivo y la crianza, y facilitando, por
    ultimo, recursos, equipos, protección y conocimientos
    útiles al campesinado …fin de la cita.

    Ante esta nueva realidad, resulta necesario, útil
    y conveniente detener la mirada y dedicar algunas ideas
    reflexivas en torno a esta forma de organización de la
    actividad societaria, vista desde una anchura, que trascienda la
    realidad de la práctica implementada desde antaño y
    abordarla desde sus distintas aristas, poniendo como punto de
    partida su análisis jurídico, aunque matizada por
    la función económica que ha de cumplir a tono con
    esta nueva realidad.

    La experiencia cubana en la creación de
    cooperativas tiene más de medio siglo de historia, desde
    que surgiera en 1960 la Cooperativa de Crédito y Servicios
    (CCS). Quince años después, se asociaron campesinos
    para trabajar conjuntamente en tierras de propiedad colectiva, a
    través de la Cooperativa de Producción Agropecuaria
    (CPA).

    La caída del campo socialista tuvo también
    su influencia en el desarrollo y el comportamiento del movimiento
    cooperativo en Cuba. Este fenómeno trajo como
    derivación el inicio de un periodo de crisis que
    mereció la adopción de importantes medidas
    económicas, entre las que se concibió y
    adoptó como estrategia desmembrar la propiedad estatal
    agraria.

    Luego, en 1993, como una especie de híbrido entre
    la empresa estatal y la cooperativa, y parto del difícil
    momento que atravesaba el país, surgió la Unidad
    Básica de Producción Cooperativa (UBPC), para
    completar la triada que hasta hoy representa a esa forma
    autogestionaria en el archipiélago, promovida
    fundamentalmente bajo la influencia del modelo
    soviético.

    En los Lineamientos de la Política
    Económica y Social del Partido y la Revolución,
    aprobados por el VI Congreso, las cooperativas son mencionadas 15
    veces y se les dedican cinco lineamientos.

    Fiel a la fórmula de ensayo y aproximaciones, al
    finalizar el año 2012, se anunció la entrada en
    vigor de un paquete legal que contiene dos decretos-ley del
    Consejo de Estado (el número 305 y el 306, del 15 y 17 de
    noviembre de 2012), un Decreto del Consejo de Ministros (el
    numero. 309, del 28 de noviembre de 2012), una Resolución
    del Ministerio de Finanzas y Precios (No. 427/2012), y otra del
    de Economía y Planificación (No. 570/2012), que
    unido al Decreto-Ley 304 y el Decreto 310 ambos de Enero del
    presente año, sobre la contratación
    económica, completa un marco legal muy esperado desde que
    finalizó el referido Congreso.

    Poseamos en cuenta esos antecedentes en el desarrollo
    del cooperativismo, teniendo presente la edificación de la
    ideología de la Revolución Cubana a partir del
    pensamiento de Fidel Castro.

    Nuevos sectores encaminados a la autogestión y
    mayor espectro organizativo, se advierten como cambios en el
    entorno cooperativista actual, lo que, sin dudas, coloca muchas
    miradas internas y externas sobre las certezas y desafíos
    en un recorrido sin retrocesos al que ya se adentra la
    sociedad.

    El estudio del cooperativismo cubano es un campo
    todavía por explorar, al que las políticas
    recientes de actualización del modelo económico han
    puesto un incentivo y un camino no sin escollos por el que
    tendrán que transitar.

    La cooperativa es una agrupación de personas
    naturales y/o jurídicas que se unen entre si
    conscientemente, para la ejecución de diligencias
    encauzadas a responder a intereses individuales, colectivos y
    sociales.

    Hay quienes sustentan que se necesita ese tipo de forma
    organizativa, a diferencia de la empresa privada, donde se tiene
    un dueño claro, exclusivo, que contrata a otras personas y
    estas saben que tienen que trabajar para no ser despedidas. Esto
    se presenta versus la forma colectiva de producción, donde
    todos son dueños y todos tienen que trabajar; si hay una
    persona que no trabaja, se le puede excluir, pero indudablemente
    es más complicado porque tiene que ser una decisión
    de los socios en plenario.

    No hay dudas que junto a la construcción y la
    práctica cooperativista esta en el lobby una
    discusión teórica e ideológica sobre
    qué tipo  de producción, servicio o
    comercialización puede ser más
    eficiente.

    Lo que predomina en el mundo es la teoría
    neoclásica, acreditada como neoliberalismo que plantea que
    son las formas privadas las más eficientes. Pero
    también hay economistas y juristas que han demostrado que
    con la forma de producción cooperada se pueden lograr
    iguales resultados, si se implementa como debe ser, de forma que
    todos sean dueños, todos participen en la toma de
    decisiones y todos se beneficien, en dependencia de su
    contribución al trabajo. Incluso, en ese caso, hay
    estímulos a la productividad que en la empresa privada no
    se tienen, porque el acicate del que trabaja es el miedo a perder
    el empleo, o sea, es negativo. Pero en las formas colectivas, si
    no se trabaja bien se puede ser despedido, pero está el
    incentivo de que la propiedad es ciertamente de todos y se quiere
    que sea mejor: es un incentivo positivo y emprendedor.

    Siempre la promoción de la iniciativa individual
    y del mercado, ha sido más  fácil que promover
    formas agrupadas. Cuando un Estado las fomenta, tiene que
    asegurar que lo que se crea como supuesta cooperativa
    actué con forme a sus principios, libertad negociadora y
    apegada a las normas legales. Esto no es solo una cuestión
    de Cuba, ni de países socialistas, sino también de
    países capitalistas, ya que se han percatado de las
    ganancias sociales de las cooperativas y hay políticas
    para su promoción.

    Por otro lado, están los que no creen en el
    socialismo y piensan que no va a funcionar, que al final la
    empresa privada es lo inmejorable. Esas son las dos tendencias
    que más han influido sobre cualquier cubano, desde una
    persona bien informada hasta una tradicional y común de la
    calle.

    La concepción mercantil institucionalista, que,
    básicamente, estudia las fundaciones de este medio y mira
    todos los incentivos, es la que ha estudiado este tipo de
    organizaciones; pero ese desarrollo teórico nosotros no lo
    tuvimos. Eso ha afectado también las tendencias que
    influyen en los paradigmas de las personas que toman
    providencias, pues no ven que la empresa colectiva pueda ser de
    verdad una forma eficiente de formación económica;
    y tiene que ver con lo práctico, es decir, con las
    dificultades concretas para promoverlas, desarrollarlas y
    también con la concepción de verticalización
    de la economía cubana que aún se pone de
    manifiesto.

    Se discurre que una cooperativa se puede crear en
    cualquier sector, en cualquier actividad, tanto de
    producción de bienes como de servicios. Pero hay Estados
    que nunca decidirían cooperativizar, por ejemplo, la
    energía nuclear. Hay países donde hay cooperativas
    que producen energía eléctrica, y no es que el
    Estado haya decidido quitarle esta forma de gestión a una
    empresa que ya existía, sino que los mismos miembros de
    determinada comunidad no tenían electricidad y se unieron
    para buscar un generador, comprarlo y hacerse de su plantica
    eléctrica. Y la energía eléctrica puede ser
    algo estratégico, pero no es cierto que la cooperativa no
    lo pueda asumir ni que no existan países donde esto
    ocurra.

    Quien promueva cooperativas tiene que pensarlo bien como
    hemos expresado y me refiero a las personas morales y colectivas,
    porque una cooperativa al final es una empresa autónoma y
    se le puede sugerir o encargarle algún servicio o que
    produzca algún bien, de consumo social o domestico pero
    siempre respetando sus rasgos principales distintivos: la
    voluntad y la autonomía.

    Profusos estudios realizados reflejan que para que
    exista un desarrollo económico estable en las cooperativas
    se debe contar con una rentabilidad económica continuada a
    través de los años. Para ello es necesario lograr
    eficiencia en todas las gestiones, estabilidad en el capital
    intelectual, conocimiento económico-financiero y una mayor
    filiación con el medio de las cooperativas. Todo lo
    anteriormente señalado motivaría un mayor sentido
    de pertenencia de los socios.

    La educación cooperativa contribuiría de
    modo decisivo a vencer los retos que se les presenten. Si ella se
    asimila al interior de las mismas, se estaría dando
    comienzo a un proceso de internalización e
    ilustración que contribuiría a elevar el nivel de
    vida económico y social de sus miembros. Además, la
    capacitación es vital para fortalecer la
    participación de los mismos en la toma de decisiones y en
    la terminación de los vínculos que tienen atadas a
    las fuerzas productivas.

    Como ha expresado el vicepresidente del Consejo de
    Ministros y Jefe de la Comisión de Implementación y
    Desarrollo de los Lineamientos y cito a Prensa Latina… La
    Isla impulsa transformaciones que buscan potenciar el desarrollo
    de las fuerzas productivas, sin renunciar a su modelo socialista
    y a los logros alcanzados en las últimas décadas en
    materia social….fin de la cita.

    En una perspectiva similar, el presidente Hugo
    Chávez afirmó, en una entrevista que se le
    realizara en octubre del año 2005 y que fuera ampliamente
    reproducida al menos en la Internet, que según el
    socialismo del siglo XXI debería contener por lo menos
    cuatros rasgos esenciales y cito….. en primer lugar, uno de
    carácter moral, recuperando el sentido ético de la
    vida destruido por ese sórdido materialismo de la sociedad
    burguesa del que hablara Marx. En ese texto el líder
    bolivariano convoca a luchar contra todo lo que sembró el
    capitalismo, como el individualismo, egoísmo, odio y
    privilegios. El socialismo debe defender la ética, la
    generosidad, la dignidad y la autonomía de los sujetos
    sociales. En segundo lugar, debe proponer una democracia de tipo
    participativo y protagónica, potenciando la
    soberanía popular. En tercer lugar, la conciliación
    de la libertad con la igualdad, puesto que la primera sin la
    segunda, en sociedad de excluidos y explotados, se convierte en
    un privilegio de minorías. Para el socialismo la justicia
    social es un componente esencial de su proyecto, la virtud
    primera que debe tener toda organización social
    poscapitalista. Finalmente, considerando lo estrictamente
    económico y esencial, el nuevo socialismo requiere cambios
    en dirección al asociativismo, la propiedad colectiva, el
    cooperativismo y una amplia gama de experiencia de
    autogestión y cogestión, así como diversas
    formas de propiedad publica y colectiva. En suma, se trata de un
    nuevo socialismo que podría sintetizarse en la siguiente
    formula: propiedad colectiva, no necesariamente estatal, de los
    medios de producción y más democratización
    en todas las esferas de la vida social…. fin de la larga
    pero importante cita……

    Paralelamente, su adopción se inclina más
    a rescatar la naturaleza, esencia y filosofía social de
    las cooperativas, combinándola con el éxito
    empresarial estatal, teniendo en cuenta que la novedad no se
    atribuye a su desconocimiento, puesto que como expresamos
    anteriormente, su regulación y práctica en Cuba
    data de varios años, por lo que se debe considerar la idea
    en cuanto a su implementación a tono con el actual
    contexto de desarrollo económico cubano que se
    propone.

    Unido a lo anterior, otras de las prerrogativas que las
    cooperativas poseen es la forma en que se toman las decisiones en
    una estructura de este tipo, que no es otra que de manera
    democrática, así lo establece unos de los
    principios cooperativos más conocidos.

    También se caracteriza el trabajo cooperado, por
    tener su identidad propia, patrimonio común de los socios,
    cumplimiento de las gastos con sus ingresos, así como sus
    obligaciones tributarias, lo que es consustancial a un modelo de
    gestión con plena autonomía y eso es lo que se
    quiere. Aunque hoy es una de las cuestiones más debatidas
    en el mundo del cooperativismo, pues muchas cooperativas han
    fracasado por el hecho del estado limitar su verdadera
    autonomía.

    Una cosa son las cooperativas que nacen de manera
    espontánea y otra cosa son las que surgen a partir de
    empresas estatales existentes. En ese último caso, tiene
    que ser el Estado quien decida, quizás no tanto el sector
    de producción o los servicios aunque eso también
    influye, sino en qué casos concretos se van a
    cooperativizar, y cual puede ser el pedido estatal.

    En teoría se dice, que aquellas actividades
    estratégicas como son la energía, la
    educación, la salud, quizás no son recomendables
    llevar a cooperativa. Pero finalmente es en la práctica,
    donde se decide, porque quizás en un momento conviene una
    cooperativa, por ejemplo, de profesores de alguna disciplina
    académica porque funciona de forma más
    eficiente.

    La idea es cómo establecer compromisos de esas
    cooperativas para que lo que se produzca o el servicio que se
    preste, realmente satisfaga las necesidades de las personas, y de
    la sociedad en su conjunto.

    Hay algunas actividades de la producción o los
    servicios que quizás como hemos dicho no son recomendables
    cooperativizar, pero lo más importante no es eso, sino
    qué tipo de relaciones se pueden establecer entre
    cooperativas e instituciones estatales y otras formas productivas
    o de servicios, que aseguren que esas actividades
    económicas compensen otras producciones o bienes
    deficitarios o necesidades que existan: que si hay que producir
    un 10% más, se produzca, y que si hace falta que esa
    producción llegue a cualquier rincón de la
    geografía cubana porque lo necesite lo haga. La
    cuestión es cómo guiar la producción o la
    actividad económica de entidades autónomas. Hay
    distintas maneras de hacerlo: mediante relaciones contractuales,
    mediante políticas que aumenten el precio de tal producto
    porque es lo que hace falta producir más…entre
    otras.

    A veces pensamos que cuando el Estado arrienda medios a
    una cooperativa y le pone ciertos requisitos, se está
    atentando contra su autonomía. Y eso no es realmente
    así.

    Muchos de los que administran
     McDonal´s por el mundo, tienen requisitos, son
    licencias o contratos de franquicias: la propiedad del local es
    de la gran empresa y quien administra y arrienda, no solo entrega
    una parte de las ganancias, sino que tiene que cumplir con una
    serie de parámetros productivos: los colores, la marca,
    los signos comerciales, los suministradores tienen que ser estos
    y no otros…Pero sigue teniendo autonomía, dentro de
    esos límites. El marco regulatorio de la forma que sea,
    pone ciertos requisitos y después el contrato que se
    establezca de usufructo, arrendamiento o en
    administración, puede poner otros, en dependencia de la
    actividad productiva o del servicio en particular que se
    preste.

    Aprovecho el ejemplo narrado para exponer algo que
    tendrán que tener en cuenta las cooperativas desde su
    formación y me refiero a los derechos individuales en el
    mundo de hoy, como son la propiedad intelectual, las marcas y las
    patentes.

    En el contexto actual muchos suelen referirse a nuestra
    comunidad usando el término sociedad de la
    información, si hacemos un repaso de la historia del mundo
    podemos dividirla en cuatro etapas: La civilización
    prehistórica sería la primera, la segunda la
    agrícola ganadera, la tercera la sociedad industrial y la
    cuarta la sociedad de la información, que es la
    actual.

    La intangibilidad de los derechos hace que éstos
    circulen libremente, debido a este impacto los países han
    ido buscando desde fines del siglo XIX mecanismos de
    armonización que permitan que en cada país las
    leyes sean similares a las del resto de la comunidad
    internacional.

    El derecho de autor, también conocido como
    Copyright, es un derecho que se le reconoce al autor de una obra
    artística. Se considera como obra artística a toda
    creación intelectual que tenga originalidad. Esto apunta a
    tres condiciones: retribuir al autor por la creación de su
    obra, incentivar la creación de nuevas obras
    artísticas y que el incentivo le permita vivir
    también de su labor.

    También hay razones importantes para que la
    sociedad esté interesada en que se respete el sistema
    legal de propiedad sobre las marcas. Las marcas son signos
    distintivos (palabras, figuras o combinaciones de palabras) que
    se aplicarán a un producto o a un servicio determinado. La
    marca distingue ese producto o servicio.

    Los cooperativistas tienen que tratar por todos los
    medios que su marca sea reconocida por el consumidor y así
    obtener buenos dividendos.

    También se protege la sana competencia entre
    empresarios o cooperativista. Si un empresario o cooperativista
    de indumentaria le coloca a su producto la marca "fiat" o "Ford"
    o "Renault", es injusto porque como empresario o cooperativista
    se está beneficiando del éxito que esas marcas
    tienen ya consolidado en el mercado. Por eso en una sociedad, el
    sistema de marcas permite la protección de la
    inversión empresarial y cooperativista frente a la
    competencia desleal mercantil y al resguardo de los
    consumidores.

    Las patentes también tienen una finalidad similar
    a la del derecho de autor, aunque tienden al progreso de la
    sociedad en otro campo: la tecnología. Es un derecho que
    se le reconoce al autor sobre una invención y debe tener
    tres cualidades (ser una invención relevante, no debe
    haber sido inventada por otro y debe además tener
    aplicación industrial). El sistema de patentes fomenta la
    actividad inventiva y mientras mejor funcione, más
    personas se involucran en investigar y desarrollar nuevos
    inventos, y la sociedad se beneficia porque progresa más
    en este campo.

    La propiedad intelectual es un derecho respetado por
    toda la comunidad internacional y los cubanos no estamos excepto
    de ese reconocimiento y de acatar su cumplimiento.

    Hay personas que piensan que un movimiento cooperativo
    existente puede participar en la creación de una ley;
    otros creen que la ley, donde no hay mucho movimiento
    cooperativo, puede promoverlo como pasa hoy aquí. Ante
    cualquiera de las dos creencias, en Cuba tenemos condiciones para
    promover cooperativas mejor que en otros países, porque el
    Estado es dueño de la mayoría de los medios de
    producción. Por otro lado, tenemos la prelación de
    que nuestra población tiene índices de
    educación formal mayores que en otros lugares, aunque
    existe ignorancia y confusión sobre qué es una
    cooperativa porque los referentes principales y más
    cercanos en el tiempo han sido las CCS, CPA o las UBPC. Pero
    evidentemente las condiciones son superiores.

    Si la ley se publicase más pronto o mas tarde en
    el tiempo, la práctica dirá qué es mejor, lo
    importante es que se puedan crear cooperativas, por eso el
    paquete legislativo en experiencia. Si saliese una ley ahora, lo
    más probable es que se tuviese que modificar o derogar,
    porque la práctica y la existencia propia van diciendo
    qué hace falta y qué sobra. Es mejor lo que se ha
    hecho ahora: emitir un marco regulatorio que las permita, no solo
    las que se forman desde las empresas estatales sino
    también las que surjan de manera espontánea entre
    las personas que son las que a la larga a mi juicio deben
    funcionar mejor, porque parten del interés de sus
    miembros. Incluso la fusión de varias cooperativas en el
    futuro, denominadas de segundo grado, es importante para fomentar
    su fortaleza, progreso y ampliar su
    comercialización.

    Más adelante, cuando el Estado lo considere, se
    puede promulgar una Ley General a partir de toda esa experiencia,
    y la mundial contenida en los resultados de países como
    China, Vietnam, Brasil, Canadá, Argentina, Venezuela y
    países Europeos por referir algunos.

    Hoy la mitad de población mundial esta asociada
    al cooperativismo.

    En dicho afán, la normativa deberá prestar
    atención a los principios básicos, generalmente
    aceptados por el movimiento cooperativo, observando aquellos que
    han marcado su desarrollo a través de la Alianza
    Cooperativa Internacional y su adecuación a tono con
    nuestra realidad, nuestras condiciones y el sistema socialista
    que constituye la base esencial de cualquier modelo que se adopte
    en el país.

    Frente a esta realidad, se impone otra igualmente
    importante y decisiva para el éxito de una empresa social
    como la que se proyecta. A toda luz se advierte la necesidad de
    contar con la estructura administrativa, así como el
    desarrollo de una cultura cooperativa tanto en la
    población en general cual actores directos de estas
    transformaciones, como una adecuada preparación
    técnica y profesional de las personas vinculadas a su
    funcionamiento, entre los que necesariamente deberán
    incluirse los operadores del derecho y economistas.

    El empeño histórico cubano ha sido en
    conciliar la eficacia económica, la libertad individual y
    la justicia social, aunque hasta hoy los esfuerzos no han sido
    suficientes.

    El socialismo no es sinónimo de populismo. Porque
    un Estado que provee los recursos y las soluciones a todos los
    problemas de la gente no fomenta el desarrollo de las capacidades
    humanas, al contrario, estimula la adopción de una actitud
    pasiva, a esperar que el Estado y los líderes den
    respuestas a todos sus problemas.

    Además una sociedad socialista no puede ser
    igualitaria. Dado que los seres humanos son diferentes y tienen
    diferentes necesidades y habilidades, su desarrollo por
    definición requiere del reconocimiento y respeto de las
    diferencias. Las presiones de las comunidades para homogeneizar
    las actividades productivas, los servicios, las alternativas de
    consumo o estilos de vida no pueden ser base para que surja lo
    que Marx reconocía como la unidad basada en el
    reconocimiento de las diferencias.

    Por tanto si se entiende la economía como un
    sistema que tiene como finalidad servir a la nación, al
    entorno social, anteponer la autonomía y voluntada frente
    al capitalismo, donde las decisiones de sus segmentos sean
    democráticas y la primacía sean de las personas y
    el trabajo aportado por ellas, entonces estaremos afirmando que
    la cooperativa y el cooperativismo son base de una
    economía social.

    Está despejado que la cooperativa constituye una
    alternativa frente al mundo capitalista, pero para lograr ser
    aplicada y efectiva debe enfrentar; al mercado contra el cual no
    es fácil luchar en igualdad de condiciones, el poder que
    mantiene sus estructuras tal cual están, y por
    último al hombre mismo que se acostumbró a ese
    modelo y muchas veces no desea cambiarlo, sea por desconocimiento
    o por el grado de socialización del capital que las
    cooperativas puedan implicar. Esa realidad nosotros debemos
    tenerla siempre presente, porque se manifestara a lo interno, con
    determinada particularidades.

    En una época de globalización y de alta
    competitividad de productos o servicios, que en lo in terror
    estamos ajeno, como lo es en el cambiante mundo que vivimos, es
    necesario estar alerta a las exigencias y expectativas del
    mercado. Para ello es de vital importancia para asegurar el
    éxito de las cooperativas que estas hagan uso de
    técnicas y herramientas, y una de ellas es llevar a cabo
    estudio de mercado, en conjunto con otras como puede ser
    investigaciones de competencia, sobre los canales de
    distribución, lugares de ventas del productos, la
    publicidad existen en el mercado y los precios entre otros
    instrumentos.

    Los cooperativistas tienen que tener claro que es lo que
    venden. Muchas veces parece irrelevante preguntarse que vendemos.
    Evidentemente, todos los vendedores conocen los productos que
    ofrecen a los consumidores. Pero no necesariamente conocen que
    buscan los consumidores en sus productos.

    La frase clave es conocer el mercado y las cooperativas
    no pueden ignorarlos. Las necesidades del mercado, es decir de
    los consumidores son las que dan la pauta para poder definir
    mejor que es lo que vamos a vender y a quienes le vamos a vender,
    así como donde y como lo haremos.

    Cuba tiene una realidad que otros países no
    tienen para promover esta nueva forma de gestionar negocios no
    estatales, precisamente porque los cubanos y cubanas hemos sido
    expuestos a un discurso y a una práctica cotidiana
    más solidaria, instruida y formal, aunque afectadas
    considerablemente desde los años noventa, pero a pesar de
    ello es probable que la organización en cooperativas sean
    atractivas.

    Otro privilegio con que contamos son los niveles de
    confianza y transparencia que nos distinguen de otros pueblos e
    incluyo los niveles de empatia y sinergia entre las personas y
    entre estas y el Estado. Más aún, como en la
    practica a funcionado, en algunas empresas estatales y en otras
    informales, las que venían dando pasos o procesos en gran
    medida autogestionarios, verán entonces en la cooperativa
    la forma más natural y deseable de
    organización.

    La visión de una Cuba marcada por la presencia de
    cooperativas no esta solo presente en las mentes de algunos
    académicos idealistas, sino en las incontables personas
    que reconocen los beneficios que traerían para nuestro
    país la expansión de cooperativas legitimas de todo
    tipo y la consolidación de las que vayan surgiendo y las
    ya existentes en diferentes planos
    socioeconómicos.

    Una vez que aumente la creación como se ha
    permitido a los cuentapropistas, muchos grupos de personas van a
    estar listas para crearlas y poner en practica los valores de
    solidaridad e igualdad que tienen. Y para aquellos que no tengan
    fortuna refiere la Dr. Camila Piñeiro Harnecker, del
    Centro de Estudio de la Economía Cubana y la cito….
    Será la única vía para comenzar un negocio
    más productivo y sostenible que el autoempleo…. fin
    de la cita.

    El actual proceso de cambios en nuestro modelo
    económico será mayor si se reconocen las
    limitaciones de las visiones economicistas y estatistas de
    desarrollo, que como practica se ha seguido hasta ahora, y la
    necesidad de incorporar consideraciones sociales y culturales que
    garanticen su existo.

    Con la flexibilización en lo que se ha dado en
    llamar el objeto social, y con los pasos que se irán
    dando, comienza a transformase la dependencia que hasta ahora se
    ha tenido del Estado y las cooperativas nacerán sin objeto
    anterior, así que estarán en mejores condiciones
    para crearlos.

    Unido a ello las cooperativas deben formar parte de la
    conceptualización del modelo económico cubano, un
    tema lioso teóricamente, donde el colegio y la practica
    testimoniaran su identificación, porque implica la
    reformulación de principios socialistas dogmatizados y los
    fundamentos del modelo como ha expresado el Presidente de la
    Comisión de Implementación y Desarrollo de los
    Lineamientos hay que tenerlos bien claros en la estrategia
    económica para darle continuidad a la Revolución
    Cubana.

    Tener además presente la sabiduría de un
    gran teórico marxista latinoamericano, José Carlos
    Mariátegui, cuando advirtió y cito…. el
    socialismo en América Latina no puede ser calco y copia
    sino invención heroica de nuestro pueblos… fin de la
    cita. Y con la sapiencia de Fidel cuando ha expresado en
    reiteradas ocasiones y cito… cada vez que copiamos nos
    equivocamos…. fin de la cita.

    Podemos tomar como experiencia a China o Vietnam, al
    punto de conocer como mantienen a 1500 personas el primero y como
    ha sabido salir de las cenizas producto de la guerra imperialista
    a la segunda, pero nada más, porque tienen su propia
    ideosincracia.

    Atilio A. Boron, Argentino, sociólogo y
    politólogo, en su obra Socialismo del Siglo XXI… hay
    vida después del neoliberalismo expresa y cito…. que
    unos de los problemas más serios que tuvo la experiencia
    soviética, y todas las que en ella se inspiraron, fue el
    de confundir la propiedad publica con la propiedad estatal. Luego
    entonces uno de los desafíos más grandes del
    socialismo del siglo XXI será demostrar que existen formas
    alternativas de control publico de la economía distinta a
    las del pasado. Estamos ante una situación
    critica….o inventamos o erramos….…..porque no
    hay modelos para imitar…. fin de la cita.

    Debo aclarar y dejar sentado que ante las especulaciones
    y aspiraciones de algunos que creen que los cambios observados en
    Cuba conducen al capitalismo, hay que recordar que los basamentos
    contenidos en los lineamientos, esclarecidos en reiteradas
    ocasiones por la dirección histórica de la
    revolución, fijan que no se permitirá la
    concentración de la propiedad privada, y además
    siempre se ha asentado que predominara la propiedad social sobre
    los medios fundamentales de producción.

    Rivalicemos entonces por ellas, si mantenemos el
    compromiso de construcción del socialismo en Cuba, el
    control de la economía por parte de la sociedad y no de
    grandes empresas capitalistas que se pueden crear si se da rienda
    suelta a la empresa privada. La promoción de la
    cooperativa, figura más conocida en el mundo que se ha ido
    flexibilizando tanto que incluye también a otras formas de
    cogestión y de empresas comunitarias, puede ser muy
    útil para lo que queremos hacer en nuestro país
    ahora, que es mantener lo que hemos logrado socialmente y tener
    también eficiencia económica.

    El cooperativismo  no admite improvisaciones,
    ni  constituye un remiendo para
    solucionar  desaciertos. Los miembros
    deben  sentirse identificados con
    la organización, alcanzar una amplia  
    participación dentro de ella y buscar  
    soluciones colectivas, así como   mantener una
    responsabilidad social   dentro de la comunidad en
    la  que se desenvuelven.   

    Una cooperativa que funcione cabalmente puede ser tan o
    más eficiente que una empresa privada y, además,
    tiene todos los beneficios que representa para sus miembros y
    están más dispuestas a asumir compromisos sociales
    que aquellas.

    Es indudable que el acceso de los trabajadores tanto
    productores como de los servicios a los cargos directivos,
    mediante la igualdad de derechos y donde los asuntos se resuelven
    democráticamente, por voluntad de las mayorías, en
    cumplimiento de sus Estatutos hace entrever la necesidad de
    capacitarse mediante el estudio y la modernización de los
    métodos de producción, distribución y
    mercantilización, lo que promoverá por primera vez
    un sistema de autodefensa del salario, estableciendo para los
    bienes de consumo el precio justo y no el impuesto por la
    comercialización tradicional.  Junto al derecho a
    participar como protagonistas y no como espectadores del drama
    social cubano, los socios cooperativistas encontraran suficientes
    estímulos en el ejercicio de la democracia directa,
    descubriendo que tal sistema esta sostenido también por
    principios de ética y solidaridad social, que dignifican
    al hombre.

    Este complejo proceso debe realizarse con todo el rigor
    que demanda un experimento social y económico de esta
    envergadura, pero con la agilidad y eficiencia que obligan los
    retos en estos momentos definitivos de cambio. Todos los
    implicados deben abordar por su complicación, de manera
    integral, la implementación de cada nueva acción,
    no solo a partir de un análisis financiero, o
    economicista, pues las tendencias y las políticas
    diseñadas, indican que deben verse con fines de
    desarrollo.

    Entenderlo así abre un amplio espectro que invita
    a determinar cuál sería el alcance de la
    implementación de nuevas figuras productivas, no solamente
    de trabajo y su contribución al trato comunitario, con
    orden, disciplina y exigencia.

    Corresponde además mantener un estricto respeto a
    la planificación de la economía, porque el valor y
    la proyección son los articuladores del mecanismo
    económico en la economía mixta de transición
    al socialismo, por lo que funcionalmente la nuestra constituye
    una economía, planificada, abierta y de
    mercado.

    No hay dudas que los cambios se irán cultivando
    con otros adoptados previamente, que venían labrando el
    terreno para siembras más complejas y me refiero a la
    Empresa Estatal Socialista que esta llamada a ocupar un lugar
    protagónico en la economía del país, al
    sistema tributario definido como formula principal de
    redistribución del erario nacional, al igual que una
    flexible relación contractual. El sistema de impuesto y el
    contrato fertilizan una nueva concepción en la
    administración pública cubana.

    Partes: 1, 2

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