- ¿Qué es la fobia
escolar? - Lo que
predispone a la fobia escolar - Cómo actuar ante la fobia
escolar - En
resumen - Bibliografía
"La fobia escolar es una
manifestación temprana de un trastorno afectivo."
(Eli Robins MD — 1921-1984 — Profesor de Psiquiatría
Washington University Saint Louis).
En estos casos, el miedo fundamental no es
el de ir a la escuela, sino el de dejar el hogar y separarse de
la familia, a veces porque el niño/a se siente amenazado
en la realidad o en su mente.
Desde muy pronto en la vida de un
niño la escuela se ha convertido en su segundo hogar o
lugar de trabajo. Y en ese ambiente se experimentan vivencias de
relación que marcan la personalidad infantil y van a
influir de manera decisiva en su vida futura. El niño que
aterriza por primera vez en la escuela se ve arrancado de un
medio familiar que le supone una protección total y, de
repente, se encuentra con que tiene que convivir en un nuevo
ambiente en el que se reparten el tiempo de atención, los
materiales y juegos, los afectos, la competencia y donde se
desarrollan en mujeres y hombres…
El niño vive las primeras
experiencias escolares como si de un juego se tratara, pero se
encuentra con niños transformados en rivales, que le
producirán sus primeros disgustos y ansiedades como ser
humano en sociedad. Pronto va a descubrir (particularmente, los
hijos únicos, o hijos sin papás) con tristeza,
resignación o rebeldía que el mundo no es
sólo para él y se pasará buena parte del
tiempo reclamando la atención de los adultos, rivalizando
con los demás niños o temiéndoles. Estas
sensaciones son en ocasiones tan fuertes, que aparecen
síntomas de fobia escolar: ansiedades, miedos de
agresión física o de humillación frente a
los demás, llanto de repetición, insomnio,
trastornos de la alimentación, descontrol de
esfínteres y otros.
¿Qué es la fobia
escolar?
Este síndrome se caracteriza por un
manifiesto rechazo a la asistencia al colegio e implica un temor
irracional por alguna situación particular. Los
síntomas incluyen: ansiedad anticipatoria, insomnio,
miedos exagerados, dolor abdominal, náusea, vómito,
diarrea, dolor de cabeza, palidez y debilidad, que aparecen por
la mañana o aún días antes de ir a la
escuela y que por lo general desaparecen antes que terminen las
clases, y no aparecen los fines de semana ni días
festivos.
Las fobias escolares son una forma de temor
que característicamente son desproporcionadas a la
situación dada, que se desatan sin ser están
relacionados con estímulos que no son objetivamente
peligrosos, que no pueden ser eliminadas racionalmente porque
están más allá del control voluntario, que
persisten a largo plazo, que interfieren considerablemente en la
vida cotidiana del niño en función de las
respuestas de evitación, y que suelen aparecer con
más frecuencia entre los 4 y 8 años; reapareciendo
en la pubertad.
En la infancia, las fobias se clasifican en
trastornos fóbicos (fobias específicas y fobia
escolar), trastornos de ansiedad sin evitación
fóbica (ansiedad de separación y ansiedad excesiva)
y otros trastornos de ansiedad (trastorno obsesivo-compulsivo y
trastorno mixto de ansiedad y depresión).
La fobia escolar es el rechazo prolongado
que un niño experimenta a acudir a la escuela por
algún miedo relacionado con ella. Es poco común y
tiende a darse con más frecuencia entre los 3 y 4
años, o entre los 11 y 12 años, y afecta a
más niños que niñas. Su comienzo en los
más pequeños es repentino, mientras que en mayores
y adolescentes es más gradual, de carácter
más intenso y grave y con peor pronóstico. La fobia
a la escuela viene precedida o acompañada de
síntomas físicos de ansiedad (taquicardia,
trastornos de sueño, pérdida de apetito, palidez,
nauseas, vómitos, dolor de cabeza) y de una
anticipación de consecuencias negativas asociadas a la
escuela, así como de una relación muy dependiente
con la madre y de la proliferación de temores
inespecíficos (oscuridad, ruidos, agresión). El
resultado es la conducta de evitación. La fobia escolar
está asociada a otros trastornos clínicos, como la
depresión y una baja autoestima.
Lo que predispone
a la fobia escolar
Son los trastornos de ansiedad o
depresión de los padres, algunos factores relacionados con
la escolaridad (como el temor a un profesor o a uno o varios
niños) o sucesos vitales negativos, como una enfermedad
prolongada o la separación de los padres. La fobia escolar
puede denotar la existencia de una fobia específica (temor
a ser herido en los juegos del recreo), social (temor a ser
ridiculizado), de un trastorno obsesivo-compulsivo (miedo a ser
ensuciado) o de una ansiedad de separación. Lo más
recomendable es el tratamiento del psiquiatra, mediante
terapia.
Los niños con un temor irrazonable
de asistir a la escuela pueden sentirse inseguros si se quedan
solos en su habitación, demostrar un apegamiento excesivo
a sus padres, una preocupación o temor acerca de sus
padres o de que les puedan hacer daño, tener dificultad
para dormir, sufrir pesadillas, mostrar un temor exagerado a los
animales, monstruos y ladrones, miedo a quedarse solos en la
oscuridad, o manifestar rabietas cuando se les obliga a ir a la
escuela. El miedo fundamental no es el de ir a la escuela, sino
el de dejar el hogar y separarse de la familia. Cursa de forma
leve, a menudo con dolor abdominal, cuando los niños van
por primera vez a un día completo de clases. Con el apoyo
de los padres, los síntomas desaparecen en pocos
días aunque pueden reaparecer durante los primeros
años, después de vacaciones o de la convalecencia
por enfermedades.
Crisis de angustia
Algunos niños las sufren al ser
separados de sus padres. El cuadro clásico ocurre en
niños ansiosos, tímidos y dependientes en exceso,
con madres autoritarias o muy complacientes y padres pasivos.
Estas madres frecuentemente sienten temor a que su hijo se aleje
de ellas y le transmiten su ansiedad. A medida que el niño
se angustie más por ir a la escuela, más se
preocupará la madre por su miedo y así se
generará un círculo vicioso, donde la ansiedad de
la madre afecta al hijo y viceversa, empeorando los
síntomas de separación. En ocasiones, existe una
circunstancia que lo precipita, como las experiencias
desagradables en el colegio, enfermedades, un nuevo hermano en
casa o discusiones conyugales. El temor a la separación y
el resentimiento por el dominio de los padres se
proyectarán en la escuela, haciéndola parecer un
lugar peligroso, donde el niño siente que puede ser
castigado o atacado.
Cómo
actuar ante la fobia escolar
Ante síntomas gastrointestinales
u otros, consultemos con su pediatra para descartar una
enfermedad orgánica.Los padres deben reconocer, en su caso,
que han mantenido al niño demasiado atado a ellos y
hacerle volver cuanto antes al colegio.Uno de los padres puede
acompañarlo hasta la clase, e incluso permanecer
allí un breve período de tiempo.En ciertos casos, será necesario
modificar el horario de llegada a la escuela, cambiar de
maestro o, tal vez, de colegio.Si el niño pide irse a casa por
dolor abdominal u otros síntomas, deberá ser
atendido por los servicios de enfermería del colegio,
que determinarán si sus molestias son reales o
ficticias.Pero los miedos irracionales y las
fobias pueden estar causados por problemas más
profundos que el rechazo escolar. Por eso debe ser un
especialista quien valore la oportunidad de tratar la
situación con unos consejos apropiados o con un
proceso terapéutico más intenso.
En
resumen
La fobia escolar es la manifestación
temprana de un trastorno más profundo, que a menudo
complica otros cuadros clínicos de la
niñez.
Intervención expediente en manos
experta es la única opción.
(Véanse mis artículos acerca
de este problema, de los trastornos afectivos de la niñez
y la Opción de Hobson).
Bibliografía
Se suministra por solicitud.
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca