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Los judíos en la industria uruguaya




Enviado por Julio Moskovicz



  1. Prohibido para nostalgicos
  2. Cooperativas de Cuentenikes

Los inmigración judia al Uruguay
trajo artesanos, de muchos rubros. Una aproximación a tema
tan vasto, es encarar, aproximadamente, el desarrollo de la
industria de la carpintería (muebles) y la vestimenta, que
trajo de la mano patronales y sindicatos obreros, como así
cooperativas.

En 1927 se reunieron en Montevideo 10
carpinteros * judíos y formaron una Cooperativa.
Ésta se estableció en la calle Paysandú
1413/ 1421.

Los talleres individuales tras una jornada
diaria de 16/ 18 horas y una economía espartana,
fueron lentamente progresando. Aparecieron sierras y
otras máquinas, jornaleros contratados,
transformándose en fábricas de
muebles.

Actualmente (1953) funcionan más de
380 talleres de judíos, que representan el 80% de toda
la industria y ocupan a unos 3. 000
jornaleros.

" El desarrollo de la industria del mueble
posibilitó la aparición de tornerías (en
madera), tapicerías, espejos, herrajes para
muebles, cajonería para radios, elásticos para
camas y otros ramos. Se abrieron dos fábricas
de madera compensada, que cubren casi toda la demanda del pais.
Quince barracas importadoras de maderas, de
propiedad judia, abastecen mayoritariamente de materia
prima a las carpinterias.

Todo esto se logró aproximadamente
en veinte años, También existen en Montevideo, 320
mueblerías, donde casi el 90% es propiedad de
dueños judios. Simultáneamente se posibilita el
trabajo a una flota de camioneros para el traslado
de muebles y maderas. La productividad de la industria
de la madera (muebles y afines) se calcula en 12/ 13
millones de pesos (1953) y ocupa a miles de
obreros.

* Tan extendido es el gremio (o la
artesania) de la carpintería (en yidish stolerai;
carpintero: stoler) ue hay apellidos vinculados a
dicho oficio, como Stolar, Stoliar, Stoler, Stolarsky,
etc.

De un articulo periodístico sobre
"El rol de los judios en la industria del Uruguay" se desprende
que en la "Exposición Industrial del Uruguay"
(Mercado de Frutos del Pais. Puerto de Montevideo 1933)
expusieron industriales grandes y chicos y también
artesanales, aportando otras informaciones:

…de 595 expositores que se presentaron,
muchos eran judíos. Con respecto a ramas de
actividad que éstos desarrollan, detalla los
siguientes fábricas: 23 textiles; 15 de muebles; 10 de
camas de bronce y hierro; 3 de aceite y masilla; 3
de herrajes (muebles y monederos); 5 de impermeables; 2 de
niquelados y bronceados; 8 de caramelos; 4 de perfumes y
anexos; 5 curtiembres; 1 de jalvá; 1 de
medias; 2 de cajas de cartón; 2 de cuadernos; 1 de
tinta; 1 de cola; 3 de espejos; 3 de estopa; 1 de
algodón; 3 de acolchados y colchas; 1 de bolsas; 1
de peines: 1 de cepillos de dientes; 1 de boquillas
Primus; 6 de NN; 7, gorras y sombreros; 4 de
pañuelos; 17 de camisas; 1 de vidrio (botellas/
tulipas); 3 de jabones; 8 de billeteras y carteras;
5 de valijas/ carteras escolares; 3 de cinturones; 1
aserradero; 2 de pomadas para calzado; 6 de
gaseosas; 1 de paraguas; 3 de ligas; 7 de corbatas; 1 de
encendedores; 2 de botones; 1 de alfombras; 1
articulos de limpieza; 1 de palos de escobas; 1 de cintas
para máquinas de escribir.

Además existen unos 200 talleres de
sillas y muebles; 6 de reparación de automóviles,
motos y biciletas; 4 de ojalados; 23 de aparados (calzados); 5 de
reparación de bolsas; 25 de hojalatería; 6
de tapizados; 3 casas de fotografías; 5
talleres de electricidad; 5 de camisas; 400 (aprox) talleres de
calzados, 300 peluquerías (aprox.); 10 de sombreros para
damas; 12 talleres de radios; 4 de arañas (luz);
30 de confección de vestimenta; 70 de limpieza y
planchados de ropa; 9 imprentas; 4 de joyas; 2 de
encuadernación; 1 recuperadora de trapos
(estopas).

En suma, 1. 355 talleres de distinto porte.
El total general (fábricas/ talleres) trepa a 1. 544,
abarcando 71 diferentes ramas de actividad, que
proporciona trabajo a miles de obreros.

PROHIBIDO PARA
NOSTALGICOS.

LOS SASTRES JUDIOS. * Luis Grene (C X 30
Radio Nacional. Julio 06 2008)

En los barrios populares del ayer, nunca
faltaron sastres judios. Fueron inmigrantes que
llegaron de una Europa sacudida por la guerra y el odio
racial Por esos fines del 30, los montevideanos eran
muy elegantes y los veíamos trabajar, también hacer
codo en el boliche fraterno y visitar la casa de la
novia pero siempre de traje y el "gacho" gris. Para ellos
la pinta no era lo de menos. Por la Ciudad Vieja, un
sastre judío, el muy rubio señor Glickberg,
instaló dos locales. Uno sobre Reconquista y
el otro por Ituzaingó que tenía en su entrada un
gran espejo con el nombre de ese artista de la
aguja. Fue ese sastre quien hizo famosa la frase "Hay que vestir
bien y por poca plata" que aparecía en los
volantes que repartían los populares "hombres sandwiches"
que recorrían la concurrida calle
Sarandí.

También el señor Glickberg
vendía sombreros que fabricaban unos paisanos suyos que
tenían una pequeña fábrica en
un garaje de Domingo Aramburú y Porongos, en el
corazón de la zona israelita de Villa
Muñoz. Por esos años, su competidor en la Ciudad
Vieja fue otro laburante judío que se
instaló también sobre Reconquista pero
más hacía la zona de El Bajo.

Fue don Samuel Brickman, que no sólo
hacía trajes de medida, sino que también en lo
comercial fue un innovador. Popularizó la
modalidad de la compraventa y canje de prendas de
vestir.

Llevabas ropa usada en buen estado y
podías salir con un pintón traje nuevito pagando
muy poca plata.

Sus clientes comentaban que ese sistema lo
había traído de la lejana Polonia cuando escaseaba
el dinero por la ocupación nazi y la gente se
las ingeniaba para sobrevivir haciendo, entre otras cosas, el
canje de sus ropas cobrando una pequeña
diferencia en efectivo. Así fue que don Brickman se hizo
muy popular, no sólo por la calidad de sus
trajes a medida que vendía en cuotas, sino también
por canjear ropas usadas en muy buen estado. Su
negocio comenzó a llenarse de trabajadores muy humildes
que no pudiendo pagar un traje nuevo canjeaban el
antiguo por otro más nuevo y todo por escasos
vintenes.

A la altura de Convención casi
Mercedes, se instaló otro sastre judío que todos
conocieron como Don Bruno.

Por ser su local tan pequeño no era
extraño verlo en la puerta, parado en la vereda, tomando
las medidas con el centímetro que siempre colgaba de su
cuello de infatigable laburante. Por el verano sacaba un banquito
a la calle y ayudado por su señora se lo veía
trabajar en la puerta de su pequeñito local despertando el
respeto y la admiración de los vecinos.

La paradoja fue que por la misma calle
Convención, a una cuadra de Don Bruno, se instaló
una confitería de otros inmigrantes pero de
origen alemán y en un principio era visitada casi en
exclusividad por la colonia de esa nacionalidad
radicada en Montevideo. Por la esquina de Gral. Flores y Domingo
Aramburú, estuvo otro sastre que con los
años y gracias a sus esfuerzos llegó a comprar esa
esquina y levantó un negocio emblemático del barrio
que se llamó "Goes Palace". Los vecinos le decían
el señor Recupido y uno de sus clientes fue
el escritor Juan Carlos Patrón, un gran goense que
tenía una mesa exclusiva en el Vaccaro de
enfrente.

Quizás por esa barriada fue donde
más abundaron los sastres judíos que no sólo
esperaban a sus clientes, sino que salían a
buscarlos con gran ahínco. Nunca descubrimos cómo
lo hacían, pero la verdad es que cuando se
acercaba un casorio o un cumpleaños, ahí
aparecían ellos ofreciendo sus servicios y nada de
preocuparse por la plata porque estaban "las coitas" que
todo lo resolvían. También vendieron
acolchados y sábanas donde bordaban las
iniciales de los recién casados en una costumbre que
marcó a una época.

Cuando en las viejas postales todos se
admiran de la elegancia de los montevideanos de antaño,
detrás estaba el silencioso trabajo de
aquellos esforzados sastres judíos.

( * Schneider: esta palabra puede tener
pronunciaciones y escrituras diferentes pero ambas provienen del
mismo linaje, origen familiar y significado. (Szneider, Sznajder,
Shneider, Schneider)

Schneider es un apellido de origen
judeo-aleman que hace, traducido en idioma yidish e
incluso aleman, al oficio de sastre, muy practicado
entre los judios. Es (fue) siempre un trabajo artesanal,
trasmitido de generación en generacion,
especialmente útil, para huir (sin cargar herramientas)
del estallido de los frecuentes pogroms que
estallaban en el Este europeo, especialmente.

El apellido judio Scheneider es uno de los
mas comunes junto a Levy, Cohen, Segal, etc.)

Existen también importantes rubros
industriales, donde la dedicación de ciudadanos judios
posibilitó un importante desarrollo, como por
ejemplo, la textil (tejidos de punto), metalúrgica (camas
de bronce y hierro), vestimenta (camisas,
pantalones, sobretodos, sacos, tapados, etc), amén de
implantar el crédito popular mediante la
venta de mercaderías pagaderas a plazos. De este modo los
judios crearon en el Uruguay un embrión de la
tarjeta Master Card

Ninguna industria puede desarrollarse sin
operarios, trabajen en una frábrica o taller o en su
domiclio (façoneros). El desarrollo de la
industria, dio origen a la fundación de gremios o
sindicatos. Aquí se reproducen comunicados
obreros, referidas a industrias propiamente dichas, excluyendo
empresas de servicios (mozos, pintores,
músicos, guardas), panaderías, etc

Sastres. En Enero 1930 convocan a
reunión, en Durazno 1079. En Mayo 1933, citan a Arenal
Grande 1860 e informan que continúa la huelga
en el taller de sastrería de Motele Mizes, de
Médanos 1093. (21)

Tejedores. El Sindicato de Tejedores Judios
(Yidishe Sztrikers) cita a reunión en Yaguarón 1029
para Setiembre 12, 1930. En Abril 1931 sigue la
huelga en las textiles de Bernardo Ferber, Benjamín
Miodownik, David Junovich, Visonsky, Tugender, Tenenbaum,
Santiago Eisenberg. El Sindicato sesiona en Maciel
1400. (20)

Sindicato de Sastres a Domicilio. Convocan
a a afiliarse al Sznaider Haim-Arbeter Farain
(façoneros) incluyendo ojaladores a
domicilio. Su sede está en Porongos 2443 (más
adelante, Porongos 2359).

Aparadores.1937. El Farain fun Talleristn
fun Shuj un Szteper Faj, (Asociaciòn de Talleristas del
Calzado y Aparadores) comuica que se reune
regularmente, intentando crear una cooperativa, con la meta
de integrar un fondo de $ 3.000 de Capital, para
luego solicitar Personería Jurídica.

(La información surge de
publicacviones en la prensa yidish de la época, boletines,
etc)

La proliferación de vendedores
ambulantes motivó la aparición de tiendas,
mueblerías, ventas de radios,
sastrerías, etc., deseosas de venderles. Libres de
competencia, cobraban precios abusivos y concedían
créditos muy cortos. Considerándolo
inconveniente, los cuentenikes * resolvieron agruparse y crear
una cooperativa, (1) donde compraban a los
fabricantes directamente y en condiciones más
ventajosas.

° En Agosto de 1930 se crea la
Unión de Muebleros (Mebl-Fabricant)., fijando domicilio en
el Estudio del Dr.E. Scarano .

En Mayo 1933, la Asociación de
Muebleros (Centro de Defensa Industrial), de Av. Rondeau 1646
(Estudio).

Establecen sede en la calle
Concepción Arenal 1528

° " En 1943 se fundó una
Asociación de Fabricantes de Muebles, con 200 asociados,
de los cuales 160 son fabricantes judios. Desde 1949
existe, anexo a la Asociación, una Cooperativa para la
Industria del Mueble con " Personeria Juridica,
creada sobre la base de accionistas, que actualmente (1953), son
92.

En 1950 la sede estaba en Av. Agraciada
2461 y su Comisión Directiva la preside Miguel Fogel,
con Secretaria de Salomón Prusky. (18) Feb 7,
1950

Cooperativas de
Cuentenikes

En 1928 se funda en Montevideo la 1a.
Cooperativa de Cuentenikes (derivado de "cuentas";
vendedores a domicilio a plazos) comenzando en
Tacuarembó N° 1479.

La Asamblea fundacional formal se
realizó en Abril 28, 1929 con 100 socios
accionistas.

Actualmente (1930) cuenta con más de
200. Gestionaron personería obtenida en Setiembre
5, 1930, a nombre de "Corporación Comercial
S.A. "

Crearon Caja de Auxilio, para atender a
enfermos y familiares de socios fallecidos.

La casi totalidad de los cuentenikes eran
de origen ashkenazita

Dentro de la colectividad judía
existen dos comunidades importantes: la ashkenazi (ta) y
la sefardí (ta) La diferencia tiene que ver
con el lugar de origen y con él, las costumbres, el
idioma, la gastronomía, los oficio, etc. Si bien las
diferencias culturales han llevado a estas dos
comunidades a mantenerse separadas, en muchos casos se han unido
en pos del desarrollo de la comunidad judía
en su totalidad.

Los aschkenazim, comúnmente
denominados "rusos" son aquellos que provienen de Europa
Central y Oriental, principalmente de Alemania, Polonia,
Ucrania, Rusia, Rumania y Hungría

Se diferencian de otras ramas del pueblo
judío por sus costumbres y su lengua, el
yídish.

Constituyen la parte más grande del
pueblo judío, a pesar de haber sido las principales
víctimas del Holocausto, durante la Segunda Guerra
Mundial

La palabra "ashkenazi" tiene su origen en
el personaje bíblico "ashkenaz", bisnieto de
Noé, (Génesis 10:3). Durante la Edad
Media, el término "ashkenaz" se asimiló al de
"Alemania", que a su vez constituía el punto
de concentración más alto de judíos
centroeuropeos.

Entre los siglos X y XIX muchos
judíos emigraron a otras zonas, generalmente a
Europa del Este (Observatorio de Comunidades. Buenos
Aires)

En 1939 la Cooperativa, al inaugurar su
edificio propio, de cinco plantas en Av. Rondeau 1437
edita un suplemento especial, adjunto al diario yidish de
Montevideo, "Folksblatt" de la fecha.

Su Sección Muebleria
continuaría en la calle 25 de Mayo. (15) Oct 24, 1939. La
Cooperativa ocupó locales en
Tacuarembó 1479 (1928), Magallanes 1440 (1931), 25 de Mayo
686/ 88 (1934) y Av. Rondeau 1437 (1939).

Muchos de estos comerciantes de ventas a
plazo a domicilio, con el tiempo mejoraron su
condición económica cambiando de rubro,
estableciendo empresas como casas de Remates venta
de muebles usados, estacion de radio, mueblerías de venta
al público, fàbrica de acolchados, rubros de
vestiment varios (camisas,trajes, pantalones, sacos de mozo,
importadores (de articulos de mercería, de
bazar, lencería,locales de venta de aparatos de radio, de
baterias y cubiertas para auto, etc. etc.)
Años después, tambien activarias en la rama de la
construcción.

La Cooperativa de Cuentenikes * "La
Amistad" fué fundada en 1937 (1936 ?) a raiz de la
escisión de un grupo de socios de la 1a.
cooperativa. (Corporación Comercial S.A.).

El cisma en la 1a. Cooperativa
obedeció a razones ideológicas (judeo- comunistas
versus centro / prosionista) La Lista triunfadora
estuvo integrada por personas afines al comunismo.

En el año 1937 se estableció
en Uruguay 877, donde permaneció hasta 1939, época
en que se traslada a la calle Rio Branco 1536 sede
de tres plantas. Sus socios sumaban 300 y su
personal, 80 dependientes. En 1939 cuando el Banco
Israelita atravesó graves dficultades, esta
Cooperativa tuvo que cerrar sus puertas, pues su
sostén financiero era ese Banco, con quien
Tenía total identificación
ideológica.

En 1941 se reorganizaría,
reiniciando sus actividades en su nueva sede de Buenos Aires
570.

En Mayo 1941 La Amistad", muy afectada por
la profunda crisis motivada por la guerra, tras
concertar un arreglo comercial con sus acreedores, cuyos
créditos no pudo en su momento pagar, informa
que en 8 o 10 meses saldrá a flote y podrá
reiniciar normalmente sus actividades

En 1952 en la calle Buenos Aires 429,
adquirió una finca antigua, donde edificó su sede
de 2.400 metros en cuatro plantas.

En 1957 contaba con un personal de 40
personas. Por 1978/ 79, liquidó sus actividades
tras Grandes dificultades económico/
financieras que no pudo superar, vendiendo su sede a la
firma Burcatex S.A., quien había esarrollado
una importante actividad comercial, iniciándose
como vendedores a domicilio a plazos
(cuentenikes)

De los judíos inmigrantes
sólo un pequeño grupo de ellos eran profesionales.
Fueron obreros, artesanos, sastres, pequeños
comerciantes y "kuenteniks" (derivada de la palabra
"cuenta").

Estos últimos andaban por las
ciudades vendiendo en cuotas y llevando la cuenta de lo
que debía cada cliente. Los hubo feriantes y
proletarios, así como también vendedores
ambulantes.

Muchos comenzaron con estos trabajos y
luego fueron abriendo sus propios locales:
almacenes, talleres, negocios de telas, etc.

Luego de algunas generaciones, los
judíos comenzaron a acceder a las profesiones. Son
los hijos de los inmigrantes colonos y los
pequeños comerciantes los primeros que tuvieron la
posibilidad de estudiar y ejercer profesiones más
allá de las que podían aprender por
herencia.

Entre los inmigrantes ashkenazíes,
muchos llegaron con los oficios que ejercían en la
Rusia zarista. Sastres, carpinteros, trabajadores de
metales, artesanos y otros miles sin especialización
alguna. Vinieron con sus padres que en general eran judios
practicantes de la religion, aunque sus hijos,
traían ideas progresistas y revolucionarias surgidas de
las matanzas que se estaban dando en su
país.

Aquellos que traían
profesión, como los carpinteros, eran los más
afortunados. Los llamaban en ídish,
balmelojes.(baalei melaja) Aquellos que no tenían oficio
ni profesión, aceptaban los trabajos
más duros: en el puerto, la construcción, las
fábricas, etc.

(En Argentina, la proletarización
creciente llevó a que en 1898 se formara la primera
organización del proletariado judío,
la Asociación del Obrero Judío, que tenía
como objetivo primordial conseguir empleo a los
recién llegados. En Uruguay, para igual fin se
fundó algo similar en 1918/ 19).

Los judíos sefaradíes, en
cambio, son recordados como los vendedores ambulantes de
Buenos Aires. Se habían visto obligados a
trabajar desde muy chicos, razón por la cual muy pocos
llegaban a ser profesionales. Se dedicaron
principalmente al comercio, en un principio a la venta
ambulante, tal como se acostumbraba en Medio
Oriente, ya que muchos nunca habían tenido la posibilidad
de tener bienes o tierras. En los puertos donde
paraban los barcos, los vendedores ambulantes se
metían a vender sus mercaderías.

Para conseguir sus productos simplemente
había que transitar las calles Reconquista, Buenos
Aires, Colon, zona de Ciudad. En este barrio se
juntaban los vendedores ambulantes adquiriendo a su
congéneres sábanas, toallas, medias, telas,
Fueron sastres, zapateros, comerciantes y hacia fines
de la década del 50 y principios del 60, algunos
comenzaron a trabajar en la construcción.

En las décadas 1930/ 40 los
importadores s y fabricantes se concentraban en las calles
Ciudadela (vieja), Florida, Soriano, Andes.
(Actualmente, en el llamado Barrio de los Judios, con eje en
Domingo Aramburú y Arenal Grande)

Muchos judíos también se han
dedicado al trabajo comunitario, así como también
podemos encontrar en la colectividad innumerables
intelectuales, artistas y profesionales de todo tipo.

(Basado en Historia de
Comunidades)

 

 

Autor:

Julio Moskovicz

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