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Orgullo, soberbia, vanidad, arrogancia espiritual y humildad (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

  • EL ORGULLO es uno de los factores que
    más contribuyen a los desórdenes mentales y
    emocionales. El orgullo atormenta y destroza al hombre,
    consume y vacía su alma y cuerpo de toda
    energía. El orgulloso está distorsionado mental
    y emocionalmente.

  • EL ORGULLO se resiente ante la
    corrección ó la sugerencia con la actitud de:
    Yo sé lo que estoy haciendo, nadie me tiene que decir
    lo que debo hacer, dése cuenta con quién
    está hablando. Pero Proverbios 1:5 dice: "El entendido
    adquiría consejo".

  • EL ORGULLO hace muy difícil decir:
    ¡Estaba equivocado, lo siento! (Lv.26:40-41). El
    orgullo justifica los errores y equivocaciones para
    proteger  el Yo. Una señal de fuerza y
    nobleza es reconocer que somos humanos y que cometemos
    errores, pero una persona orgullosa es débil y
    necesita vindicarse a si misma y quiere tener siempre la
    ultima palabra. Job encontró fallas en
    Dios,  pero ninguna en él, y se hizo
    más justo que Dios. Job dijo que prefería morir
    antes que cambiar de parecer (Job 27:2-6;35:2).

  • EL ORGULLO no olvida una ofensa. ¡La
    humildad la deja pasar! "Honra (del hombre) es pasar por alto
    la ofensa" (Pr.19:11). Una persona orgullosa exige
    vindicación y justicia para si misma. El orgullo
    demanda una disculpa por pequeñas ofensas y a la vez,
    hace muy difícil que el ofensor pida
    perdón.

  • EL ORGULLO hace difícil el perdonar. El
    orgullo reflexiona
    en  las  ofensas  y habla
    extensamente de ellas. ¡Me duele! y hace saber a todos
    lo sucedido.

  • EL ORGULLO está tan centrado en el YO,
    que es supersensible a sus propias heridas, pero muy
    insensible a las heridas de otros y no se da cuenta cuando
    hiere a otros (uno puede herir a otro y ser
    insensible)

  • EL ORGULLO  es la fuente de la
    rebelión, desafío y venganza. Satanás en
    su orgullo quería estar a la cabeza y cuando no logro
    sus propósitos, se volvió desafiante y
    vengativo. Desde entonces él ha hecho todo lo posible
    para apartar de Dios a todos los habitantes del cielo y de la
    tierra. El orgullo ha hecho a Satanás locamente celoso
    de todas las posiciones de liderazgo. El socava la autoridad
    a todo nivel.

  • EL ORGULLO  es independiente e insensible
    con actitudes como esta;  "Yo no te necesito a
    ti,  ni a nadie más. Yo puedo hacerlo a
    mi manera,  conmigo basta y sobra; nadie me dice a
    mí lo que debo hacer". (ICo.10:12; Pr.18:12). la
    humildad dice: "Por favor ayúdeme, no tengo todas las
    respuestas, en realidad necesito sus consejos y sus oraciones
    no lo lograría sino fuera por usted!".

  • EL ORGULLO  hace al hombre complicado y
    muy técnico. Los hombres con humildad están
    libres de luchas y contiendas. La humildad sosiega las
    guerras y luchas internas. Rendirse es la palabra clave para
    la paz. La paz  llenará nuestras almas al
    someternos a Dios y apreciar y escuchar a nuestros hermanos
    en Cristo (Pr.13:10; Stg.4:6-10).

  • EL ORGULLO  causa que uno endurezca su
    corazón. Un corazón orgulloso
    es  duro y lleno de pleito y resistencia.
    Faraón endureció su corazón vez tras vez
    (Ex.8:15). Píde a Dios que te dé un
    corazón de carne, un corazón que no
    se  resista.  Recuerde que un
    corazón duro se opone a Dios y a su gracia (Stg.4:6;
    1P.5:6; Pr.3:34; Sal.138:6; 2Cr.36:11-13).

  • EL ORGULLO trae engaño, hace pensar al
    hombre que puede hacerlo mejor que todos los demás,
    incluyendo a Dios. "Profesando ser sabios y se hicieron
    necios" (Ro.1:21-22; Gá.6:3;Ro.l2:3; 1
    Co.8:2).

  • EL ORGULLO  es una de las razones
    principales por la que una persona no puede llevarse bien con
    los demás. Por el orgullo la gente no
    puede  afrontar  las situaciones de la
    vida. El orgullo no puede manejar las ofensas, y no puede
    soportar que se le contradiga. "No puedo más, voy a
    volverme loco"; a menudo es dicho por personas que no logran
    sus caprichos. Satanás no pudo salirse con la suya y
    desde hace tiempo él ha venido atormentándose
    con malos sentimientos. Pero las personas que han
    experimentado la humildad genuina son capaces de manejar las
    situaciones. ¡Su espíritu es libre!

  • EL ORGULLO es la  razón
    principal  de  las  discusiones. (Pr.13:10).
    Únicamente por el orgullo viene la contienda. Los
    hombres sabios son flexibles, gentiles, razonables y capaces
    de respetar los deseos y puntos  de
    vista  de otros sin comprometer sus
    convicciones.

  • EL ORGULLO es la razón por la cual no
    podemos quebrantarnos delante de nuestros hermanos y delante
    de Dios. Para algunos, quebrantarse delante de Dios o delante
    de los hermanos es una señal de debilidad, pero no es
    cierto. La persona débil es aquella que se ha
    endurecido. A causa del orgullo Zedequías
    rehusó escuhar la palabra de Dios y rendirse a ella.
    Tuvo miedo de ensuciar su reputación causando que
    Jerusalén fuera quemada y sus hijos sacrificados
    (Jer.38:17-23, 2 Cr.36:11-13).

  • EL ORGULLO  es la razón principal
    de la desunión. Por naturaleza el el  hombre
    busca promoverse a si mismo y a sus ideas: "Porque todos
    buscan lo suyo propio (intereses), no lo que es Cristo
    Jesús"  (Fil.2:21). En una ocasión
    Dios habló a cierta iglesia y le dijo: "En el lugar
    bajo hay unidad donde ustedes pueden estimar a otros
    más que a sí mismos".  (Fil.2:3;
    Ro.12:10).   

  • EL ORGULLO es la razón por la que la
    gente cree ser mejor que otros (Dt.17:20). El orgullo es
    también la razón de jactarse y
    fanfarronear  (Jer.9:23-24).  El orgullo
    (que es el engaño) hace pensar a la gente que son
    extraordinarios y únicos, tal vez por su éxito,
    algún don especial ó talento. Pero..
    ¿Por qué hemos  de mirar a otros por
    encima del hombro? Todo lo que poseemos nos
    ha  sido  dado por Dios
    (Jn.3:27;  1Co.4:7; Dt.8:17-18). Aun el
    apóstol Pablo  era vulnerable al orgullo, a
    pesar de ser lleno del Espíritu y haber tenido la
    experiencia de morir al pecado (Compara Romanos 6:6 con
    2Corintios l2:7).

  • EL ORGULLO  resiste la
    Palabra de Dios y está pronto a decir que otros
    están "fuera de orden" o son
    "falsos"  (Jer.43:2). Los orgullosos acusaron a
    Jeremías de profetizar falsedad. El orgullo, por lo
    tanto, destruye el discernimiento. La iluminación es
    fruto de la humildad (Mt.11:25)

  • EL ORGULLO hace a la persona creerse infalible.
    El engaño y las falsas ideas vienen del orgullo. El
    orgullo trae el pecado de la presunción. Hay personas
    que dicen que nunca han cometido errores. ¡Pero esto es
    engaño y orgullo! Nuestra actitud debería ser:
    "Es tan fácil para mi mente y mis emociones
    distorsionar lo que tú tratas de decirme, por favor
    gobierna mi ser, te necesito en cada momento Señor"
    (Jn.5:19,30).

  • EL ORGULLO es lo opuesto al amor. El amor es
    totalmente desinteresado (1Co.13). Pero el orgullo busca sus
    propios intereses. "¿Qué hay para mí
    aquí?" El orgullo solo piensa en si
    mismo.  ¡YO! Si el orgullo es lo opuesto al
    amor, entonces el orgullo también genera el
    odio.

  • EL ORGULLO es un enemigo de Dios, el orgullo
    resiste a Dios. El orgullo desafía a Dios y a su
    voluntad. El orgullo es independiente y se aparta de Dios. El
    orgullo y la dureza de corazón van de la mano.
    Siempre  que  alguno endurece su
    corazón, es porque tiene un corazón orgulloso.
    Dios odia el orgullo y nosotros también debemos
    odiarlo (Pr.6:16-17; 8:13; 1 Jn.2:16-17). Dios no puede
    bendecir un corazón orgulloso y duro. El dolor y
    el sufrimiento tienen el propósito de destruir el
    orgullo y la dureza, para que así Dios pueda
    bendecirnos.

  • EL ORGULLO no nos permite vencer a
    Satanás,  Satanás es muy orgulloso.
    Si somos como él y actuamos como él, no tenemos
    poder alguno sobre él. La humildad y ser como el
    Cordero es la clave para tener autoridad sobre el orgulloso
    (Satanás). Cuando un creyente o predicador comienza a
    jactarse se aparta de la cobertura de Dios, Satanás lo
    atrapa y el hombre cae. Elías se burló, pero
    aun quedaba una reina por vencer. Satanás obró
    a través de  esta mujer
    para  amedrentar a Elías, y hacerlo huir (1
    R.18:27; Pr.16:18; 18:12; 29:23)

  • EL ORGULLO no reconoce el amor. Puede destruir
    matrimonios, amistades, noviazgos, familias porque no es
    capáz de decir: perdóname, me arrepiento,
    tomé mal una determinación, te amo. Por eso el
    orgulloso sufre mas en su alma que a quienes le ha causado
    dolor. El orgulloso antepone el amor por su propios
    intereses. 1 Corintios dice: "El amor es sufrido, es benigno;
    El amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
    envanece. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
    irrita, no guarda rencor. No se goza de la injusticia,
    más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree,
    todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de
    ser… Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,
    estos tres. Pero el mayor de ellos es el amor"

  • ¿Existe entonces alguna duda del por qué
    Dios resiste a los orgullosos y soberbios?

    Recuerda: ¡EL ORGULLO RESISTE A
    DIOS!

    Al respecto el sacerdote Larrañaga
    escribió acerca del orgullo:

    "A la mayoría de las personas no les interesa lo
    que se es sino COMO ME VEN, la imagen más que la realidad.
    Y así, el hombre de la sociedad se lanza a participar en
    la carrera de las apariencias, es el típico juego de
    quién causa mejor impresión.

    El mundo es un inmenso estadio en el que
    el orgullo de la vida juega el gran match de las
    etiquetas, formas sociales, exhibiciones económicas para
    competir por la imagen social; combate en el que a los hombres no
    les interesa ser ni siquiera tener sino aparecer. La
    mayoría de las tristezas del hombre nacen a causa de esa
    imagen que quiere proyectar a los demás. Su imagen
    está a tal punto identificada con su persona que si su
    imagen se ve amenazada sienten una verdadera angustia, porque
    muerta su imagen ellos tendrán la sensación de
    haber muerto. 

    Frecuentemente antes que nadie les diga nada ya
    están dando explicaciones sobre su conducta para preservar
    su efingie.  Tienen pavor a la crítica, los reparos
    que se hacen a sus ideas ellos la interpretan como un ataque
    contra sus personas. Si son heridos en su figura se sienten
    amenazados en toda su existencia. 

    No es posible la paz interior ni el amor fraterno con
    tales circunstancias. Gran parte de nuestras energías
    son quemadas en el altar de los sueños irreales. Porque lo
    importante para la mayoría de las personas no es el
    realizarse sino el que me vean realizado; que la opinión
    pública me considere triunfante y vencedor; y así,
    subidos al potro de la mentira vamos cabalgando sobre mundos
    irreales temerosos y ansiosos: De la mentira de la vida ¡
    Líbranos Señor !"

    Una vez creada esa imagen para impresionar a los
    demás, la persona orgullosa necesita mantenerla
    constantemente, por lo tanto, se ve forzada a actuar todo el
    tiempo y termina agotada nerviosamente.

    El orgulloso nunca se baja del escenario y termina
    estresado. Tal vez ya está cansado de mostrarse
    así, pero para él la fama lo es todo, entonces se
    encuentra atrapado por su propia creación. Este tipo de
    afectación se da por sobre todas las cosas en la
    farándula. En el caso de la moda, el orgullo está
    ligada a la vanidad.

    • La moda: Ésta está muy ligada a
      la imagen. Las personas son capaces de vestir o hacer
      cualquier cosa a cambio de estar en onda, sea lo que sea.
      Hasta son capaces de salir a la calle con un gallo
      embalsamado en la cabeza si es que la moda así lo
      exige.

    Por el orgullo pagamos los más altos precios.
    Para sobresalir se suelen echar mano de diferentes recursos
    según la ocasión o de acuerdo a sus
    posibilidades:

    • a) Vestirse de forma extravagante. De una
      manera que llame la atención. Por el tipo de vestido,
      por sus colores. Hay algunos que parecen un
      semáforo.

    • b) El muchacho fanfarróan. Por su
      pinta, por su moto, por su físico, porque se comporta
      como si fuese rambo. etc… Hoy el hombre compite con la
      mujer para ver quién se ve más
      coqueto.

    • c) La mujer provocativa. Hay mujeres que no
      solo son lindas o que tienen un hermoso físico, sino
      que además son concientes de su belleza física.
      De las mismas, son pocas las que pueden evitar el ser
      excesivamente coquetas. Siempre están vestidas de una
      forma para llamar la atención. Porque en el fondo la
      persona orgullosa desea ser adorada, quiere que se le rinda
      culto a su persona porque inconscientemente se creen
      diosas.

    • d) Por su forma de hablar. En voz alta.
      Utilizando una fonética jactanciosa para aparentar
      alto nivel social o económico. Esto es apreciable en
      los llamados "barrios altos de la sociedad". Utilizando
      términos rebuscados. Usando groserías, etc…
      "La verdadera grandeza es como un río. Cuanto
      más profunda es, menos ruidosa".

    • La Autosuficiencia: Da la impresión de que se
      las sabe a todas. Que nadie puede enseñarle algo. El
      orgulloso acostumbra a decir: "cuando tu saliste yo ya estoy
      de vuelta". Alguien replicaba a esta frase diciendo que
      está de vuelta pero porque nunca salió. Por
      otra parte el orgulloso quiere dejar la imagen que conoce
      todos los secretos de la vida, el amor, el sexo,
      etc..

    Creer enteramente en uno mismo no solo es un pecado, es
    también una debilidad. Creer absolutamente en uno
    mismo es tener una fe histérica y supersticiosa.
    "¿Conoces a alguien sabio en su propia opinión?.
    Hay más esperanza del necio que de él". Proverbios
    26.12.

    • La Invulnerabilidad: Siempre da la imagen de ser
      alguien imbatible e invencible. Aunque se esté
      muriendo por dentro, nunca se mostrará débil
      impotente o necesitado ante los demás, minimiza
      cualquier aflicción o dolor que esté
      soportando, pierde así la oportunidad de ser ayudado.
      A quienes le rodean el orgulloso y soberbio les da la
      impresión de que nunca necesita de nada ni de nadie.
      "El orgulloso nunca pide consejos, jamás pierde una
      discusión, nunca pide perdón. Para él
      sería una terrible humillación y lo considera
      una muestra de debilidad. Alguien dijo que: "Los cementerios
      están llenos de personas que creían que sin
      ellos el mundo no podría andar"

    • Demanda y exige permanentemente: Un espíritu
      orgulloso es un espíritu exigente, nos referimos a que
      de una manera intensa y tenaz reclama y demanda:
      Atención, Respeto, Privilegios, Felicidad, Derechos.
      Exige y demanda que: Sus hijos cumplan con sus propias
      expectativas. Los vecinos sean como él quiere que
      sean. El conflicto se solucione de la manera que el espera.
      Aquello que tanto le molesta desaparezca de inmediato. Que su
      dolor se termine ¡YA!, Que se sus planes y
      sueños se hagan realidad en tiempo y forma como
      él desea. Quienes le rodean se amolden a sus
      gustos.  Es decir, espera que todo el universo cumpla
      sus deseos y expectativas, que todo y todos se adecuen a sus
      demandas. Todos tenemos derechos y obligaciones pero debido a
      su óptica deformada, el orgulloso sólo
      sabe de derechos y desconoce sus obligaciones. Por tal
      motivo una persona orgullosa fácilmente se convierte
      en una persona controladora, que termina manejando a los
      demás. Está tan obsesionada con que todos sean
      como él quiere que sean, que tiende a dominar a
      quienes le rodean, los anula reprimiendo toda naturalidad y
      espontaneidad, ante su presencia nadie tiene el derecho de
      ser como es, él orgulloso se cree con el derecho
      absoluto de imponer su propio estilo y opiniones. No solo le
      arruina la vida a los demás, ya que esa sed intensa de
      exigir demandar y reclamar todo a todos le arruina la vida a
      él mismo, ya que en realidad nada le satisface, hace
      que nunca quede conforme.

    Dios aborrece al orgullosos (Proverbios 16.5) y los
    resiste (Santiago 4.6).El orgulloso terminará mal.
    (Proverbios 16.18) Aprendamos de Jesús: Mateo 11.29. Dios
    nos libre y quebrante para no caer en este sutil
    pecado.

    Para reflexionar:

    • ¿Eres incapaz de pedir perdón aunque
      reconoces que debes hacerlo?

    • ¿No aceptas trabajos humildes y pones excusas
      para no hacerlos?

    • ¿Culpas de tus fracasos, probklemas,
      sufrimientos, penas a otras personas?

    • ¿Haces cosas importantes solo para agradar a
      Dios o para que te vean?

    Para recordar:

    Debes recordar que el orgullo y la soberbia son enemigos
    poderosos de tu paz interior e impiden enfrentar a tus mecanismos
    de defensa y enemigos de tu mundo interior. "El temor del
    Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el
    mal camino y la boca perversa, yo aborrezco" (Prov.
    8:13).

    O R A C I Ó N 

    Señor Jesús todo mi ser te alaba, te
    bendice y muestra gratitud eterna por tu sacrificio de
    redención de nuestras faltas. Por ese amor a tus
    criaturas, Hijo de Dios y Señor nuestro, te suplico que me
    liberes del orgullo, de mi prepotencia, de cualquier forma de
    arrogancia, de la vanidad, de ese exceso de estimación
    propia que me convierte en una persona indolente, autosuficiente
    y creyéndome superior a los demás. Te ruego que tu
    poder destruya las cadenas que me atan a la altivez y a todo
    apetito desordenado de ser preferido/a a otros. Hazme libre de la
    satisfacción y envanecimiento por la contemplación
    de las propias prendas con menosprecio de los demás.
    Confío en que escucharás mis ruegos y mis
    pedimentos, pues arrepentido/a como estoy de mis actitudes y
    acciones, atenderás a este corazón
    contrito.

    Amen y amen, amen

    Por favor sigue rezando y pregunta al Señor si
    estás justificado/a. Permíteme compartir una
    parábola que Jesús contó:

    "A unos que confiaban en sí mismos como justos, y
    menospreciaban a los otros, dijo también esta
    parábola: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era
    fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba
    consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias que no soy
    como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
    aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy
    diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no
    quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
    golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a
    mí, pecador. Os digo que éste descendió a su
    casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
    enaltece, será humillado; y el que se humilla, será
    enaltecido." Lucas 18:9-14

    ORACIÓN

    "Oh Jesús mío, ayúdame a evitar el
    pecado del orgullo, cuando hablo en Tu Nombre. Perdóname
    si alguna vez menosprecié a alguien en Tu Santo Nombre.
    Ayúdame a escuchar, Jesús, cuando Tu voz habla y
    lléname de Tu Santo Espíritu, para que así
    pueda discernir, la verdad de Tu Palabra cuando llames a la
    Humanidad. Amén."

    La
    soberbia

    Inspirado por la necesidad que tenemos de erradicar la
    Soberbia de nuestras vidas, me permito hacer esta
    reflexión, con el propósito de que nos ayude a
    localizar su origen en nuestra vida y así poder trabajar
    en la humildad, tal como nos lo pide Jesús.

    Definición del concepto:

    Existen tres términos relacionados: amor propio,
    orgullo y soberbia. Para distinguirlos podemos tener en cuenta
    que la soberbia es más grave que el orgullo y el orgullo
    que el amor propio, aunque bien pudieran ser sinónimos, ya
    que la soberbia, el orgullo y el amor propio se manifiestan
    normalmente bien compenetrados.

    • 1. Del latín superbia,
      la soberbia es definida por la real Academia
      Española como "el apetito desordenado de ser
      preferido a otros". El concepto puede asociarse a
      la altivez, el engreimiento,
      la presunción y
      la petulancia.

    • 2. Estimación excesiva de sí
      mismo con menosprecio de los demás.

    • 3. Característica personal que implica
      la constante y permanente autoalabanza.

    • 4. Actitud de constante autoadmiración
      que hace que la persona en cuestión deje de considerar
      los derechos y necesidades de aquellos que la rodean al
      considerarlos inferiores y menos importantes.

    • 5. Pasión desenfrenada por uno
      mismo. Una actitud que consiste en la propia
      adoración, en la
      idolatría personal.

    En el punto número cinco de la definición
    dije que: "La soberbia se puede definir como la
    pasión desenfrenada por uno mismo. Una actitud que
    consiste en la propia adoración, en la
    idolatría personal". Esta definición marca la
    diferencia con el orgullo que como dije anteriormente, el orgullo
    es: Exceso de estimación propia y de los propios
    méritos, por el cual se cree uno superior a los
    demás. Vanidad. Satisfacción personal que se
    experimenta por algo propio o relativo a uno mismo y que se
    considera valioso y, persona que tiene un alto concepto de
    sí mismo y confía en todo lo que hace porque tiene
    la certeza de que puede hacer todo bien y que no hay nadie mejor
    que él. Para ilustrar major la diferencia a mis alumnos
    del colegio le diría que, "en una escala del 1 al 10, el
    orgullo puede llegar al 8 en cambio la soberbia al 10 coeficiente
    dos porque, el soberbio tiene una pasión desenfrenada por
    si mismo. Una actitud de adoración e
    idolatría personal. Nunca la persona soberbia
    podrá reconocer su error aunque en ello -literalmente- le
    costase su vida".

    En nuestra lengua española podemos apreciar que
    existe una similitud entre ambos términos y que es muy
    fácil de confundir, sin embargo, se puede diferenciar la
    soberbia del orgullo porque, el orgullo, puede referirse al
    sentimiento valioso que se manifiesta por algo que uno hizo, como
    un trabajo o un esfuerzo. Es lo que señale anteriormente
    como "orgullo positivo" de que hablan los psicólogos.
    Sentir esto -señalan los clínicos- no es malo en
    sí mismo, pero cuando el reconocimiento es excesivo, el
    sentimiento resulta negativo. En psicología se denomina
    "narcisismo" a la manifestación exagerada de estos
    síntomas. 

    El psiquiatra y catedrático Enrique Rojas, en un
    studio que ha realizado acerca de la soberbia y el orgullo, es
    bastante claro en su exposición, de esta manera, y a la
    luz del conocimiento científico, anexo parte de su
    documento:

    Dice:

    La soberbia consiste en concederse más
    méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor
    propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de
    humildad y por tanto, de lucidez. Señala además
    que, la soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí
    mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa
    sobre la hipertrofia de la propia excelencia y que es fuente y
    origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud
    que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más
    características son prepotencia, presunción,
    jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le
    rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en
    positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un
    entusiasmo que es idolatría personal

    Mas adelante Rojas señala que hay dos tipos de
    soberbia:

    • 1. La una que es vivida como pasión, que
      comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a
      ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso
      anularla e impedir que los hechos personales se vean con una
      mínima objetividad.

    • 2. La otra es percibida como sentimiento de
      forma más suave que podríamos llamar
      orgullo.

    Por otra parte, -acota- la soberbia es más
    intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta
    superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata
    de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una
    cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y
    exige un reconocimiento publico de sus logros y que tienen una
    deformación de la percepción de la realidad de uno
    mismo por exceso por lo que dejamos de ver nuestros propios
    defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de
    personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura,
    todo les queda pequeño.

    Rojas continúa su explicación diciendo que
    hay una gradación entre dos estirpes: soberbia-orgullo que
    van de más a menos intensidad, tanto en la forma como en
    el contenido. Entre la soberbia y el orgullo hay matices
    diferenciales, aunque sus características se repiten como
    denominador común. Se puede resumir así: apetito
    desordenado de la propia valía y superioridad. Es una
    tendencia a demostrar la superioridad, la categoría y la
    preeminencia que uno cree que tiene frente a los de su entorno.
    En general estos dos conceptos se manejan como términos
    sinónimos, aunque se pueden apreciar algunas diferencias
    interesantes. 

    • 1. La soberbia es más cerebral, se da en
      alguien que objetivamente tiene una cierta superioridad, que
      realmente sobresale en alguna faceta de su vida. Hay una
      evidencia por la que puede ser tentado por la soberbia, no
      necesitando del halago de los otros y haciendo él
      mismo su propio y permanente elogio de forma clara y difusa,
      rotunda y desdibujada, a tiempo y a destiempo, con
      ocasión y sin ella. Sus manifestaciones son más
      internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una
      atmósfera grandiosa que él crea sobre su
      persona y además, a través de sus
      máscaras; hay arrogancia, altanería, tono
      despectivo hacia los demás, que se mezclan con
      desprecio, desconsideración, frialdad en el trato,
      distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a
      humillar. Otras veces, esas máscaras son de una
      insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de
      magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo
      frontal.

    • 2. El orgullo es más emocional. Es una
      alta opinión de uno mismo mediante la cual la persona
      se presenta con una superioridad y un aire de grandeza
      extraordinario. Puede ponerse de manifiesto en circunstancias
      positivas. En esos casos dimana de causas nobles y puede ser
      hasta justo. El orgullo de ser un buen cirujano, un buen
      padre, un excelente poeta, ser de una región concreta
      de un país… Todo esto está dentro de unos
      límites normales. Puede encuadrarse en el
      reconocimiento a una labor bien hecha. 

    Continúa señalando el psiquiatra Rojas que
    se pueden distinguir dos modalidades clínicas de la
    soberbia, entre las cuales cabe un espectro intermedio de formas
    soberbias.

    • 1. Una es la soberbia manifiesta que es
      notarial y que se la registra a borbotones, con una claridad
      absoluta, lo cual suele ser poco frecuente. Hay petulancia y
      presunción.

    • 2. La otra es la soberbia enmascarada, que es
      la más habitual y que se camufla por los entresijos de
      la forma de ser y que es más propia de las personas
      inteligentes y teniendo un sentido amplio y desparramado que
      asoma, se esconde, salta y bulle y revolotea por su mundo
      personal. ¿Cuáles son estos síntomas?
      Rojas las resume esquemáticamente: 

    • Aire de suficiencia y engreimiento que refleja un
      bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie.
      Engreimiento lleva al hábito
      altanero. 

    • La borrachera de sí mismo tiene su
      génesis de una zona profunda e íntima donde se
      elabora esa superioridad. Las manifestaciones más
      relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier
      crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para
      pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí
      mismo, si éste no es el tema central de
      conversación, enseguida decae su interés en la
      participación y el diálogo con los
      demás; desprecio olímpico hacia cualquier
      persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda
      oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse
      de los más variados ropajes. 

    • 1. La soberbia entorpece y debilita cualquier
      relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor
      desordenado a sí mismo como el descrito, es
      difícil darse a otra persona y poner los sentimientos
      y todos sus ingredientes para que esa relación se
      consolide. Esto hace casi imposible la convivencia,
      volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía,
      sumisión, acatamiento y hasta servilismo. No podemos
      olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una
      relación de convivencia estable y que funcione hace
      falta estar primero bien con uno mismo.

    • 2. En la soberbia se hospeda una
      obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido
      conduciendo a una excesiva evaluación del propio
      mérito. Y afloran términos como alardear,
      jactarse, vanagloriarse. 

    Entre la soberbia y el orgullo hay grados, matices,
    vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se
    suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta
    presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza
    de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del
    entorno y la permanente autocontemplación
    gustosa. 

    Freud puso de moda el término narcisismo,
    recordando a la planta del narciso, que crece a orillas de los
    estanques y se mira en el espejo que el agua le
    ofrece.

    Termina diciendo Rojas que: Sólo el amor puede
    cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno
    sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los
    defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse
    en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar
    es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en
    llegar.

    La soberbia en las Sagradas Escrituras.

    Mi interés es hacer un análisis de la
    soberbia desde el punto de vista cristiano, de esta manera,
    centraré mi estudio en lo que dice la Palabra de Dios
    expresada fundamentalmente en la Biblia.

    La soberbia es el más grave pecado contra Dios,
    contra el prójimo y contra sí mismo. El hombre se
    hace autónomo desconociendo su condición de
    creatura.

    • 1. Números 15:30
      "Más la persona que hiciere algo con soberbia,
      así el natural como el extranjero, ultraja a
      Jehová; esa persona será cortada de en medio de
      su pueblo".

    • 2. Proverbios 16:18 "Antes del
      quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la
      altivez de espíritu".

    • 3. Isaías 2:11 "La altivez
      de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de
      los hombres será humillada; y Jehová solo
      será exaltado en aquel día".

    • 4. Proverbios 15:25 "Jehová
      asolará la casa de los soberbios …"

    La soberbia fue el primer pecado que se cometió
    en los tiempos inmemoriales con Satanás que se
    reveló contra Dios llevandose consigo a otros
    ángeles, y el mismo, ya en el tiempo del hombre, lo
    llevó al primer pecado de rebeldía, de
    autonomía, de auto dependencia, de autodominio. Es lo que
    Dios nos hace ver en su palabra desde el capítulo 3º
    del Génesis. La soberbia está a la raíz
    del pecado original y por eso es la fuente y raíz de todos
    los pecados, y es por lo tanto la puerta para todo otro pecado.
    La soberbia es fuente de muchos delitos; por eso se ora a Dios el
    Señor: "Guarda a tu siervo también del orgullo
    no sea que me domine; entonces seré irreprochable, libre
    de delito grave" Sal 19:14.

    Vanidad, vanagloria, sobre autoestima,
    ostentación, hipocresía, jactancia, celos,
    violencia, rencores, prepotencia, son algunos de los vicios
    que engendra la soberbia. Mientras más se tenga en
    el corazón es mayor fuente de pecados.

    La Igleia Católica habla de la soberbia como uno
    de los siete pecados capitales.

    Dice así: "Los pecados o vicios capitales son
    aquellos a los que la naturaleza humana caída está
    principalmente inclinada. Es por eso muy importante para todo el
    que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas
    tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos
    pecados".

    El Catecismo señala: Los vicios pueden
    ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o
    también pueden ser referidos a los pecados
    capitales que la experiencia cristiana ha distinguido
    siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno. Son llamados
    capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Estos son:
    Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la
    gula, la pereza.

    Los pecados capitales son enumerados por Santo
    Tomás como siete: vanagloria (orgullo-soberbia),
    avaricia, glotonería, lujuria, pereza, envidia,
    ira. 

    El término "capital" no se refiere a la
    magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros
    pecados. De acuerdo a Santo Tomás "un vicio capital
    es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal
    que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales
    se dice son originados en aquel vicio como su fuente
    principal".   

    Algunas actitudes y posiciones que nos conducen a la
    soberbia:

    • El sentido de identificación es que
      permite identificarnos con alguien, algo y nos da un sentido
      de pertenencia. Con cada "etiqueta" que nos agregamos
      afianzamos ese sentido de identidad.

    • El Sentido de posesión nos hace
      "dueños" de algo o alguien: bienes materiales muebles
      e inmuebles o bienes inmateriales como el sentirse
      dueño de la verdad absoluta.

    • El sentirse superior, nos hace creer que tenemos
      más privilegios que los demás, mas
      sabiduría, más conocimiento, más
      santidad, etc.

    • El creer que tenemos derechos sobre algo o alguien,
      a veces estos derechos son dados por el medio en que vivimos,
      la sociedad…

    • El sentirse indispensable, único que sin
      nosotros nada funciona correctamente…

    La soberbia en el corazón:

    Un lugar llamado corazón, es el sitio donde se
    definen todos los sentimientos. A través de ellos llegamos
    a alcanzar estados de emoción como en una cuerda floja. Y
    cuando la cuerda se tensa demasiado, corremos el riesgo de
    partirnos también el alma.

    Hablando de nuestro cuerpo físico, el
    corazón es lo principal de nuestra vida, por eso las
    Escrituras nos dice que debemos cuidarlo ya que ahí
    se puede radicar lo más perverso. Jeremías 17:9
    "Engañoso es el corazón más que todas las
    cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" Lo
    perverso que puede radicar en nuestro corazón es la
    "soberbia", esta puede llegar a convertirse en una barrera que
    impida aceptar la corrección de Dios. La soberbia ensucia
    tanto al corazón que impide aceptar un consejo, o una
    opinión, es como un murro que hace que no reconozcamos la
    dirección de Dios. Además, la soberbia nos puede
    llevar a la jactancia. Santiago 4:16 "Pero ahora os
    jactáis en vuestras soberbias".

    Las Sagradas Escrituras son muy claras en cuanto se
    refiere al pecado de la soberbia. Veamos algunos
    versículos:

    • 1. Malaquias 4:1 "Porque he aquí, viene
      el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y
      todos los que hacen maldad serán estopa…"

    • 2. Proverbios 28:25 "El altivo de ánimo
      suscita contiendas; mas el que confía en Jehová
      prosperará".

    • 3. 2 Samuel 22:28 "Porque tú salvas al
      pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos
      para abatirlos".

    • 4. Jeremías 50:32 "Y el soberbio
      tropezará y caerá, y no tendrá quien lo
      levante…"

    • 5. Lucas 1:51 "Esparció a los soberbios
      en el pensamiento de sus corazones".

    • 6. Isaías 13:11 "Y castigaré al
      mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad;
      y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y
      abatiré la altivez de los fuertes".

    Formas de evitar la Soberbia:

    La única forma de evitar la soberbia es
    practicando asiduamente la humildad, la tolerancia, el amor
    fraterno y la unidad en Cristo. En Mateo 11:29-30 nos
    dice: "Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de
    mí, que soy manso y humilde de corazón; y
    hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es
    suave y mi carga ligera."

    Debemos tomar conciencia que tal como Satanás nos
    ha estudiado y conoce cuando y donde tentarnos, así
    también nosotros debemos prepararnos para la batalla,
    aprendiendo de cada caída, analizando cada vez que caemos
    en tentación, analizando los "por qué", cuando,
    donde, como, que pensamientos y sentimientos precedieron al
    pecado.

    "Hijo, actúa con dulzura en todo lo que hagas, y
    te querrán más que al hombre generoso. Cuanto
    más grande seas, más debes humillarte, y
    alcanzarás el favor del Señor. Porque grande es el
    poder del Señor, pero son los humildes quienes le
    glorifican. No pretendas lo que te sobrepasa, ni investigues lo
    que supera tus fuerzas. Atiende a lo que se te encomienda…
    No te preocupes por lo que supera a tus obras, porque ya te han
    enseñado más de lo que alcanza la inteligencia
    humana…las especulaciones desviaron a muchos, y las falsas
    ilusiones extraviaron sus pensamientos. Corazón
    obstinado mal acaba, y el que ama el peligro en él
    sucumbe. Corazón obstinado se acarrea fatigas, y el
    pecador acumula pecado tras pecado. La desgracia del orgulloso no
    tiene remedio, pues la planta del mal ha echado en él sus
    raíces. El hombre prudente medita los proverbios, un
    oído atento es el anhelo del sabio" Eclesiastico
    3:1-31

    Sea cual sea su agravio, no guardes rencor al
    prójimo, y no actúes guiado por la soberbia puesto
    que ésta es "Odiosa al Señor y a los hombres, para
    ambos es un delito la injusticia. La soberanía pasa de una
    nación a otra, a causa de las injusticias, las violencias
    y el dinero. ¿De qué se enorgullece el que es
    tierra y ceniza? ¡si ya en vida su vientre es podredumbre!
    La larga enfermedad desconcierta al médico, y quien hoy es
    rey mañana morirá. Y cuando un hombre muere, recibe
    como herencia lombrices, bichos y gusanos. Principio de la
    soberbia es alejarse del Señor, apartar el corazón
    del Creador. Porque principio de la soberbia es el pecado,
    el que se aferra a ella difunde iniquidad. Por eso el
    Señor les infligió asombrosos castigos, y
    abatió a los soberbios hasta aniquilarlos. El Señor
    derribó del trono a los poderosos, y en su lugar hizo
    sentar a los sencillos. El Señor arrancó la
    raíz de los soberbios, y en su lugar plantó a los
    humildes. El Señor arrasó los territorios de las
    naciones, y los destruyó hasta los cimientos de la tierra.
    A algunos los arrebató y destruyó, y borró
    de la tierra su recuerdo. No está hecha la soberbia para
    el hombre, ni la violencia para el nacido de mujer" Eclesiastico
    10:7-18

    Utilidad de la virtud de la humildad para evitar el
    vicio de la soberbia

    Tomás de Aquino define la humildad como "una
    virtud moral: no es ni intelectual ni teológica". La
    humildad, igual que la paciencia, es una virtud moral.
    Tomás opina que los hombres hipócritas ocultan su
    falsedad bajo la elegancia de su vestimenta. Por el contrario,
    los hombres nobles de corazón se muestran tal y como son
    debido a que "la humildad es el fundamento del edificio
    espiritual". Es decir, proporciona un soporte firme para la
    estructura del edificio de la interioridad humana:
    "fundamentalmente la virtud no consiste en las cosas exteriores,
    sino en la elección más interior de la mente",
    porque en último término el hombre virtuoso elige
    el bien entre toda una serie de alternativas que tienen su
    razón de ser en el don de la libertad.

    En efecto, como Tomás mismo indica, la virtud de
    la humildad es tan importante que su existencia "supone la
    conservación y fundamento de las otras virtudes en su
    ser".

    Además, escribe el dominico que "la humildad es
    alguna disposición para el libre acceso del hombre en los
    bienes espirituales y divinos". Es decir, es un camino abierto
    hacia aquello que está más allá de nosotros
    mismos; la soberbia nos encierra en nuestra propia vanidad, nos
    impide ver más allá de lo material; en cambio, la
    humildad amplia la perspectiva de nuestro horizonte vital. Sin
    embargo, a diferencia de la soberbia que persigue el elogio, "la
    humildad aleja al alma del deseo desordenado de cosas grandes
    contra la presunción".

    Conclusión:

    Hoy es un buen día para arrepentirnos de
    cualquier arrogancia, soberbia, orgullo o altivez espiritual con
    la que hayamos ofendido a Dios y a nuestros hermanos en la
    fe.  Delante de los ojos de Dios, su iglesia
    urgentemente necesita arrepentirse. Si no aceptamos la Palabra de
    Dios como reprimenda, entonces Dios mismo nos quebrantará
    y dará permiso a Satanás para zarandearnos. Y
    nosotros no queremos eso, definitivamente.

    ANEXOS

    Algunos versos bíblicos sobre la soberbia y
    humildad

    Salmo 138:6 "Porque Jehová es excelso, y atiende
    al humilde, más al altivo mira de lejos".

    Isaías 2:11 "La altivez de los ojos del hombre
    será abatida y la soberbia de los hombres será
    humillada; … ".

    Isaías 13:11 "… abatiré la altivez
    de los fuertes".

    Isaías 5:15 "… serán bajados los
    ojos de los altivos".

    Proverbios 22:4 "Riquezas, honra y vida son la
    remuneración de la humildad y del temor de
    Jehová".

    Proverbios 5:5 "… porque Dios resiste a los
    soberbios, y da gracia a los humildes".

    Proverbios 11:2 " Cuando viene la soberbia, viene
    también la deshonra; más con los humildes
    está la sabiduría".

    Isaías 29:19 "Entonces los humildes
    crecerán en alegría en Jehová y aún
    los más pobres de los hombres se gozarán en el
    Santo de Israel".

    Isaías 66:2 "… pero miraré a aquel
    que es pobre y humilde de espíritu, y que tiemble a mi
    palabra".

    Mateo 11:29 "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended
    de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
    hallaréis descanso para nuestras almas".

    Proverbios 22:4 "Riquezas, honra y vida son la
    remuneración de la humildad y del temor de
    Jehová".

    Proverbios 3:34. "Ciertamente El escarnecerá a
    los escarnecedores, y a los humildes dará
    gracia".

    Proverbios 15:33 "El temor de Jehová es
    enseñanza de sabiduría; y la honra precede la
    humildad".

    Proverbios 16:18-19 "Antes del quebrantamiento es la
    soberbia, y antes de la caída la altivez de
    espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los
    humildes que repartir despojos con los soberbios".

    Proverbios 29:23 "La soberbia del hombre le abate; pero
    al humilde de espíritu sustenta la honra".

    Proverbios 21:4 "Altivez de ojos, y orgullo de
    corazón, y pensamiento de impíos son
    pecado.

    Isaías 57:15 "Porque así dice el Alto y
    Sublime, que vive para siempre, cuyo nombre es Santo": Habito en
    lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de
    espíritu, para vivificar el espíritu de los
    humildes y para vivificar el corazón de los
    contritos".

    Proverbios 16:5 "Abominación al Señor es
    todo el que es altivo de corazón; ciertamente no
    quedará sin castigo".

    Salmo 25:8-9 "Bueno y recto es el Señor; por
    tanto, El muestra a los pecadores el camino. Dirige a los
    humildes en la justicia, y enseña a los humildes su
    camino"

    Salmo 40:4 "Cuán bienaventurado es el hombre que
    ha puesto en el Señor su confianza, y no se ha vuelto a
    los soberbios ni a los que caen en falsedad".

    Salmo 19:13 "Guarda también a tu siervo de
    pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí.
    Entonces seré integro, y seré absuelto de gran
    transgresión".

    Mateo 11:29 "Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de
    mí que soy manso y humilde de corazón y hallareis
    descanso para vuestras almas"

    1 Samuel 2:3 No multipliquéis hablando grandezas,
    altanerías; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
    Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á
    él toca el pesar las acciones.

    Proverbio 13:10 Ciertamente la soberbia parirá
    contienda: Mas con los avisados es la
    sabiduría.

    Proverbio 15:25 Jehová asolará la casa de
    los soberbios: Mas él afirmará el término de
    la viuda.

    Santiago 4:10 Humillaos delante de la presencia del
    Señor, y él os ensalzará.  

    Lucas 14:11 Porque cualquiera que se ensalza,
    será humillado; y el que se humilla, será
    ensalzado.

    Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu
    es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
    mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay
    ley

    Filipenses 2:3-5 Nada hagáis por contienda o por
    vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores
    los unos a los otros; Haya, pues, en vosotros este sentir que
    hubo también en el Cristo Jesús.

    Santiago 4:6 Mas él da mayor gracia. Por esto
    él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a
    los humildes.  

    1 Pedro 5:5-7 Igualmente, jóvenes, sed sujetos a
    los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a
    otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios
    resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos
    pues debajo de la poderosa mano de Dios, para que él os
    ensalce cuando fuere tiempo, echando toda vuestra solicitud en
    él; porque él tiene cuidado de vosotros.
     

    Oración

    Padre Celestial te ruego y suplico que nos perdones por
    haber pecado contra ti, con orgullo y soberbia. Te pido y suplico
    que prepares el corazón de todos los cristianos que
    están leyendo esta reflexión y que nos lleves a ese
    lugar, de arrepentimiento en polvo y ceniza, y que nos des otra
    oportunidad más de servirte en humildad, sumisión,
    obediencia, acatamiento de Espíritu, fidelidad,
    dependencia, prudencia y mansedumbre sujetos siempre a tu
    voluntad, a tu palabra y a tu Espíritu
    Santo.  Te pido y suplico que lleves este escrito a
    muchas personas de tu pueblo que están siendo piedra de
    tropiezo, y que redarguyas sus corazones, para que se arrepientan
    de su pecado de orgullo y soberbia, y entonces sí, inunde
    a tu gente como torrentes de agua viva. En el poderoso nombre de
    Jesucristo nuestro Señor, amen.

    La
    vanidad

    Monografias.com

    La vanidad es la necesidad de envolver la verdadera
    esencia de la persona bajo una capa deslumbrante de algo que no
    existe, con lo que se engaña a sí mismo a los
    demás. El engaño es la manifestación
    más profunda de la persona vanidosa y es al tiempo no
    querer darse cuenta de que no se tiene nada de lo que se
    está ofreciendo; es la dificultad de discernir lo que se
    siente de verdad e incluso quién es uno mismo.

    La vanidad es la presentación de una buena
    imagen; brillar en el mundo, el afán por el éxito,
    ser más brillante que los demás, vivir según
    el principio de que se logran recompensas por lo realizado. El
    pecado de la vanagloria es una visión distorsionada de la
    realidad que reza "vales por los triunfos que logras y eres lo
    que has logrado".  Es la convicción que la
    valía como persona depende sobre todo de los éxitos
    profesionales y del estatus social. Es la identificación
    no con lo que uno es, sino con lo que uno hace.

    Definición conceptual

    • 1. Vanidad, del latín vanitas, es
      la cualidad de vano (vacío, hueco o falto de
      realidad, sustancia o solidez). Este adjetivo está
      vinculado a lo insustancial, la arrogancia, la
      presunción y el envanecimiento.

    • 2. La vanidad se define como la
      creencia excesiva en las habilidades propias o la
      atracción causada hacia los demás. Es un tipo
      de arrogancia, engreimiento, una expresión exagerada
      de la soberbia.

    • 3. Cosa que solamente sirve para mostrar
      riqueza, lujo o poder y que carece de valor moral.

    • 4. Engreimiento, cualidad de la persona
      que tiene orgullo propio y afán de ser admirado
      excesivos.

    • 5. Frivolidad cualidad de lo que no tiene
      contenido, utilidad o justificación. Los
      programas sensacionalistas son pura vanidad.

    • 6. Cosa que carece de valor moral y solo sirve
      para ostentar.

    • 7. La vanidad es una manifestación
      de la soberbia y la arrogancia.

    • 8. En algunas enseñanzas religiosas se
      la considera como una forma de idolatría, en que la
      persona en función de sus deseos y actos mundanos
      rechaza a Dios en su vida cotidiana.

    • 9. Friedrich Nietzsche escribió lo
      siguiente al respecto: "La vanidad es la ciega
      propensión a considerarse como individuo no
      siéndolo".

    Sinonimos:

    Presunción, engreimiento, envanecimiento,
    jactancia, vanagloria, soberbia y orgullo.

    La forma de vida de una persona vanidosa:

    La persona vanidosa se siente superior al
    prójimo, ya sea desde un punto de vista intelectual o
    físico. El vanidoso no duda en destacar su supuesta
    capacidad cada vez que puede, menospreciando al resto de la
    gente.

    En este sentido, la vanidad encubre un sentimiento de
    inferioridad y el deseo de ser aceptado por el otro. Al hacer
    gala de sus virtudes, el vanidoso intenta demostrar que no es
    menos que nadie (lo que en realidad siente) y espera el aplauso y
    la admiración de quienes le rodean.

    Una buena forma de comprender qué es la vanidad
    se encuentra en el mito de Narciso. La versión
    más conocida de esta historia señala
    que Narciso era un joven enamorado de sí mismo.
    Un día, al ver su hermoso rostro reflejado en un lago, se
    queda absorto y embelesado, incapaz de apartarse de la imagen.
    Finalmente Narciso muere (suicidándose,
    ahogándose o por no poder separarse de su reflejo,
    según la versión) y en el lugar crece una hermosa
    flor que tiene ese nombre.

    A la persona vanidosa le gusta el halago, la alabanza y
    el reconocimiento de los demás. Es una persona que muestra
    un paquete con un envoltorio hermoso, llamativo y hasta
    deslumbrante, pero que solo es un envoltorio, ya que cuando se
    abre no contiene nada, está vacío. El envoltorio no
    es sino un engaño, puesto que no corresponde a lo que
    se encuentra en el interior. La vanidad es la
    manifestación de rasgos de segundo orden que se convierten
    en el primer elemento de la realidad.

    El tipo de personas dominadas por el pecado de la
    vanidad son camaleónicas, ambiciosas, competitivas y
    adictas al trabajo. Es por ello que generalmente están
    enamoradas de su propia imagen, lo cual les lleva aestar
    constantemente preocupadas por la manera que se muestran a los
    demás, ya que la imagen es un elemento clave de su
    personalidad narcisista. Se puede incluso proyectar una imagen
    triunfante cuando en realidad se está viviendo un
    auténtico fracaso. Se puede estar viviendo un baile de
    disfraces con el convencimiento de que el disfraz es la
    realidad.

    Consecuencias del pecado de la vanidad

    La persona vanidosa vive una lucha constante de
    competitividad en la que o se gana o se pierde. La vida es una
    lucha donde hay que ganar y para ello todos los medios son
    válidos. El éxito es su gran fascinación.
     El fracaso es una realidad que no puede hacer parte de la
    vida de estas personas, porque nada es más trágico
    que el fracaso.

    Debido a su facilidad para adaptarse a las expectativas
    de su entorno, cautivan a los demás. Aunque muy a menudo
    su adaptación al entorno tiene como propósito
    conseguir sus objetivos personales; es por ello que se les llaman
    personas camaleónicas.

    Las personas vanidosas pueden fácilmente llegar a
    la cima del poder, ser gerentes de empresas, banqueros,
    presidentes de gobierno y directores de multinacionales que
    están toda su vida ocupadas en trepar por la escala del
    éxito. Esto se convierte en el único contenido de
    su vida, ya que todo lo que no corresponde a escalar, no es
    importante para estas personas. Este es su pecado pero al tiempo
    su enfermedad, ya que muchas veces llegar a la cima  se
    convierte en el valor más importante de su vida y la
    única razón de vivir.

    Posiblemente la consecuencia más importante de
    una persona vanidosa es su adicción al trabajo, incluso se
    siente incómoda si está inactiva.

    Las personas dominadas por el pecado de la vanidad, se
    dejan absorber completamente por su profesión, su papel
    social o sus proyectos y se convierten en una esponja sedienta
    que nunca tiene suficiente agua.

    A las personas vanidosas les cuesta admitir sus
    equivocaciones debido a que eso sería reconocer sus
    fracasos, por lo que en sus momentos de debilidad la mentira se
    convierte en su forma de esconderlos. La crítica es algo
    muy amenazador, ya que les destruye la máscara que esconde
    la realidad.

    La vanidad desde el punto de vista
    cristiano-catolico:

    De acuerdo a la teología
    Cristiana clásica, la vanidad consiste en depositar
    la confianza en forma excluyente en las cosas mundanas, lo que
    hace que el hombre no necesite de Dios.

    Desde este mismo punto de vista, la vanidad hace que el
    hombre sienta que no necesita a Dios. Se trata de una
    especie de auto-idolatría: el vanidoso rechaza a Dios ya
    que se tiene a sí mismo. La vanidad, de hecho, es uno de
    los pecados capitales.

    Evagrio Póntico cerca del año 375
    creía que había ocho tentaciones terribles para el
    alma, y la vanidad era una de las más letales. Evagrio
    advirtió que la vanidad "corrompía todo lo que
    tocaba y la denominó un tumor del alma lleno de pus que al
    alcanzar la madurez se descompone en un desagradable
    desastre".

    En 590, el papa Gregorio Magno reexaminó la lista
    y redujo los pecados a siete. Anteriormente, Evagrio las
    había denominado "tentaciones", pero el papa cambió
    el nombre por el de "pecados" y proclamó que eran
    mortales. Para el papa Gregorio, la vanidad era el peor de los
    siete pecados capitales, el que contiene la semilla de todo el
    mal. Él escribió: La vanidad es el comienzo de
    todos los pecados junto con la soberbia.

    Vanidad en las Sagradas Escrituras.

    Como ya he señalado, desde el punto de vista
    cristiano, la vanidad es una forma de vanagloria, y la vanagloria
    se basa en el orgullo. La vanidad, es el orgullo
    basado en cosas vanas y, por cosa vana entendemos que es todo
    aquello que se tiene por valioso pero que en realidad
    desvía de lo que en verdad vale. Lo vano nos apega a una
    falsa imagen del hombre, medido por sus riquezas, fama y poder
    mundano. Lo vano carece de solidez en relación a
    la vida eterna: "Despreciaron sus decretos y la alianza que hizo
    con sus padres y las advertencias que les hizo, caminando en
    pos de vanidades, haciéndose ellos mismos vanidad, en
    pos de las naciones que les rodeaban, acerca de las que
    Yahveh les había ordenado: No haréis como
    ellas" II Reyes 17:15

    Vanidad, vestimenta inmodesta y maquillaje.

    "El adorno de las cuales no ha de ser por de fuera con
    los rizos del cabello, ni con dijes de oro, ni gala de vestidos.
    La persona interior escondida en el corazón es la que debe
    adornar con el atavío incorruptible de un espíritu
    de dulzura y de paz, lo cual es un precioso adorno a los
    ojos de Dios. Porque así también se ataviaban
    antiguamente aquellas santas mujeres [y hombres] que esperaban en
    Dios, viviendo sujetas a sus maridos. Al modo que Sara era
    obediente a Abrahán, a quien llamaba su señor: de
    ella sois hijas vosotras, si vivís bien y sin amedrentaros
    por ningún temor." (1 Pedro 3:3-6)

    La autoridad divina de la palabra de Dios exige que
    siempre se vistan humildemente, no usando vestimenta apretada que
    muestran sus senos ni su trasero ni mostrando demasiada piel que
    lleva a la tentación y que también se abstengan
    (eso no significa que no lo puedan usar moderradamente) de usar
    cualquier clase maquillaje, joyas y accesorios para no dar un mal
    ejemplo o tentar a su prójimo en lujuria carnal y pecado.
    Porque a cada una de las personas que han tentado con su
    apariencia inmodesta exigirá que Dios ejecute su venganza
    justa sobre ustedes ¡ya que la tentaron a tener
    pensamientos lujuriosos!.

    Nota:

    Hay mujeres que con sus escotes dejan ver hasta sus
    pezones o el pantalón incrustado en el trasero, esta
    práctica es la criticada por la iglesia. De la misma
    manera, un maquillaje decente no es criticado por la iglesia, lo
    que se critica es a las mujeres que se ponen una "capa" de
    maquillaje y se pitan los ojos como mujer vulgar. Con ello me
    refiero a mujeres que venden su cuerpo.

    Brígida Birgersdotter, conocida como Santa
    Brígida de Suecia (Skederid, actual municipio de
    Norrtälje, Uppland 1303 (Qué alegría para
    mí que es una santa sueca. Que conste, este es un orgullo
    positivo.) Decía en aquella época que "todo aquel
    que usa maquillaje o vestimenta inmodesta será atormentado
    especialmente por cada una de las personas que lo han visto
    durante toda su vida, a menos que se enmienden antes del momento
    de su muerte, lo cual es, triste decirlo, imposible de saber
    cuándo será. ¡Eso puede ser miles y miles de
    personas que ejecuten venganza sobre ustedes en el infierno por
    toda la eternidad! ¡Qué horror! Eso, claro
    está, significa que no pueden ir y bañarse en
    público ya que ¡eso sería aún
    más inmodesto e inmoral!"

    "La mujer no se vista de hombre, ni el hombre se vista
    de mujer; por ser abominable delante de Dios quien tal
    hace." (Deut 22:5).

    Las mujeres no deberían vestirse ni actuar como
    hombres, porque esto es una abominación ante los ojos de
    Dios. Dios creó a la raza humana con dos géneros,
    con la intención que cada uno tuviese su propio lugar en
    la Creación. Los hombres y las mujeres no fueron hechos
    para que se comportasen o vistiesen de la misma manera. Parte de
    la belleza de la raza humana se encuentra en las diferencias
    entre los hombres y las mujeres.

    Nota:

    La mujer que usa pantalones o jeans, es aceptado por la
    iglesia con la salvedad, -como antes he dicho- estos no se
    incrusten en el trasero pues el objeto de ello es llamar la
    atención a los varones, es provocarlos e incitarlos a que
    uno tenga pensamientos morbosos pues, al codiciar a una mujer con
    el pensamiento, es pecado de adulterio. (Estaré siendo muy
    exagerado?. No, la Biblia claramente lo dice que el hombre que
    mire a una mujer para poseerla, ya ha cometido
    adulterio)

    Cada uno de nosotros vivimos dentro de una sociedad
    más grande. Cada uno estamos influenciados por la cultura
    que nos rodea. Sin embargo, la sociedad y la cultura a menudo nos
    enseñan cosas falsas, lo cual nos alejan de Dios. La
    mayoría de las mujeres (por lo menos en la sociedad y
    cultura Occidentales) se visten y actúan muy parecido a
    los hombres. Ellas buscan los mismo papeles en la sociedad, la
    familia y la Iglesia. Están siguiendo una enseñanza
    popular de nuestra cultura hoy, que las mujeres y los hombres
    están hechos para tener los mismos papeles, y
    especialmente que las mujeres están hechas para tomar los
    papeles que anteriormente tenían únicamente o
    principalmente los hombres. Están exhibiendo su adherencia
    a esta enseñanza al vestirse como hombres. Esta
    enseñanza de nuestra cultura es contraria a las
    enseñanzas de Cristo.

    Nota:

    Particularmente considero que las mujeres y los hombres
    tenemos los mismos derechos, no hay diferencias en cuanto a sus
    capacidades intelectuales y laborales, de tal manera, una mujer
    si puede ocupar cargos que antes solo estaban destinado a los
    hombres y de la misma manera, un hombre puede tener una
    profesión que antes estaba dedicada a las mujeres. Lo que
    si debemos considerer que, el hecho de ocupar cargos antes
    vedados, la mujer no se pierda la feminidad y el hombre no pierda
    su varonilidad.

    Dios quiere que los hombres y las mujeres actúen
    y se vistan de acuerdo a su género y al lugar que Dios les
    ha dado a cada uno en la Creación. La vestimenta y los
    peinados son expresiones del pensamiento, comportamiento y
    actitud de cada uno. Las mujeres no están hechas para
    comportarse como hombres por lo tanto, no deberían
    vestirse ni arreglarse como hombres. Y viceversa.

    "No penséis que yo he venido a destruir la
    doctrina de la ley ni de los profetas: no he venido a destruirla,
    sino a darle su cumplimiento. Que con toda verdad os digo que
    antes faltarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse
    perfectamente cuanto contiene la ley, hasta una sola jota o
    ápice de ella. Y así, el que violare uno de estos
    mandamientos, por mínimos que parezcan, y enseñare
    a los hombres a hacer lo mismo, será tenido por el
    más pequeño, esto es, por nulo, en el reino de los
    cielos; pero el que guardare y enseñare, ése
    será tenido por grande en el reino de los cielos." (Mt
    5:17-19).

    Leamos cual era el pensamiento del Padre Pío al
    respecto:

    Acostumbraba a rehusar escuchar la confesión de
    mujeres que usaban pantalones o un vestido inmodesto.

    El Padre Pío tenía fuertes puntos de vista
    sobre la moda femenina en cuanto a vestidos. Cuando
    comenzó la locura de la mini falda, nadie se
    atrevía a ir al monasterio del Padre Pío vestida
    con tal moda inapropiada. Otras mujeres no venían en mini
    faldas sino en faldas que eran cortas. El Padre Pío
    también se disgustaba mucho con esto.

    El Padre Pío no toleraba faldas apretadas ni
    vestidos cortos o con escotes bajos. También
    prohibía que sus hijas espirituales usaran medias
    transparentes. Sacaba a las mujeres del confesionario, aún
    antes que entraran, si discernía que sus vestidos eran
    inapropiados. Muchas mañanas sacaba a una tras otra.
    También tenía puesto un rótulo en la puerta
    de la iglesia que declaraba: "Por deseo explícito del
    Padre Pío, las mujeres deben entrar en su confesionario
    usando faldas que lleguen a por lo menos ocho pulgadas (20 cm)
    por debajo de las rodillas"

    El Padre Pío censuraba a alguna mujeres con las
    palabras, "Vete y vístete." A veces agregaba:
    "¡Payasos!" El no le daba pase a nadie, ya sea que fuesen
    personas que conocía o que veía por primera vez, o
    hijas espirituales de mucho tiempo. En muchos casos, las faldas
    estaban muchas pulgadas debajo de la rodilla pero aún
    así ¡no eran suficientemente largas para el Padre
    Pío! Los niños y los hombres también
    tenían que usar pantalones largos, si no querían
    que los sacaran a patadas de la iglesia. (De la Vida del Padre
    Pío, tomado de:
    http://www.santos-catolicos.com/santos/padre-pio.php)

    Anexos:

    Versículos bíblicos acerca de la
    vanidad

    • 1. Proverbios 31:30 Engañosa es la
      gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á
      Jehová, ésa será alabada.

    • 2. 1 Samuel 16:7: Y Jehová
      respondió á Samuel: No mires a su parecer, ni a
      lo grande de su estatura, porque yo lo desecho, porque
      Jehová mira no lo que el hombre mira, pues que el
      hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas
      Jehová mira el corazón.

    • 3. Jeremías 4:30: Y tú,
      destruída, ¿qué harás? Bien que
      te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de
      oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te
      engalanas, menospreciáronte los amadores,
      buscarán tu alma.

    • 4. 1 Timoteo 4:8: Porque el ejercicio corporal
      para poco es provechoso, mas la piedad para todo aprovecha,
      pues tiene promesa de esta vida presente, y de la
      venidera.

    • 5. Mateo 6:1-7: Mirad que no hagáis
      vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de
      ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro
      Padre que está en los cielos. Cuando pues haces
      limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen
      los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para
      ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya
      tienen su recompensa. Mas cuando tú haces limosna, no
      sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, Para que sea tu
      limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él
      te recompensará en público. Y cuando ores, no
      seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en
      las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para
      ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen
      su pago. Mas tú, cuando ores, éntrate en tu
      cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que
      está en secreto, y tu Padre que ve en secreto, te
      recompensará en público. Y orando, no
      seáis prolijos, como los Gentiles, que piensan que por
      su parlería serán oídos.

    • 6. Eclesiastés 5:10: El que ama el
      dinero, no se hartará de dinero, y el que ama el mucho
      tener, no sacará fruto. También esto es
      vanidad.

    • 7. Eclesiastés 2:11: Miré yo
      luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el
      trabajo que tomé para hacer las y he aquí, todo
      vanidad y aflicción de espíritu, y no hay
      provecho debajo del sol.

    • 8. Gálatas 5:16-26: Digo pues: Andad en
      el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia
      de la carne. Porque la carne codicia contra el
      Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y
      estas cosas se oponen la una á la otra, para que no
      hagáis lo que quisieres. Mas si sois guiados del
      Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas
      son las obras de la carne, que son: adulterio,
      fornicación, inmundicia, disolución,
      Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos,
      celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
      Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas
      semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya
      os he anunciado, que los que hacen tales cosas no
      heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del
      Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia,
      benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales
      cosas no hay ley. Porque los que son de Cristo, han
      crucificado la carne con los afectos y concupiscencias. Si
      vivimos en el Espíritu, andemos también en el
      Espíritu. No seamos codiciosos de vana gloria,
      irritando los unos á los otros, envidiándose
      los unos a los otros.

    • 9. 2 Pedro 2:18: Porque hablando arrogantes
      palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la
      carne en disoluciones a los que verdaderamente habían
      huído de los que conversan en error.

    • 10. Santiago 1:22-27: Mas sed hacedores de la
      palabra, y no tan solamente oidores,
      engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno
      oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante
      al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
      Porque él se consideró a sí mismo, y se
      fué, y luego se olvidó qué tal era. Mas
      el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es
      la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor
      olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será
      bienaventurado en su hecho. Si alguno piensa ser religioso
      entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando
      su corazón, la religión del tal es vana. La
      religión pura y sin mácula delante de Dios y
      Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en
      sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este
      mundo.

    • 11. Eclesiastés 6:12: Porque
      ¿quién sabe cuál es el bien del hombre
      en la vida, todos los días de la vida de su vanidad,
      los cuales él pasa como sombra? Porque
      ¿quién enseñará al hombre
      qué será después de él debajo del
      sol?

    • 12. Eclesiastés 2:21: Que el hombre
      trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud,
      y que haya de dar su hacienda á hombre que nunca
      trabajó en ello! También es esto vanidad y mal
      grande.

    • 13. Eclesiastés 1:2: Vanidad de
      vanidades, dijo el Predicador, vanidad de vanidades, todo
      vanidad.

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