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Prevalencia de tumor venéreo




Enviado por aldo cassa salas



  1. Summary
  2. Introducción
  3. Material y métodos
  4. Resultados
  5. Discusión
  6. Conclusión
  7. Referencias

Summary

A study was conducted in the 9 rabies
control centers in the metropolitan zone of Mexico City, from
January to July 2007, sampled dogs were captured in the streets.
A total of 717 samples of sacrificed dogs which were evaluated to
determine the presence of Canine transmissible venereal tumor,
considering only dogs older than 1 year. A Kruskal-Wallis test
was use to compare percentage of prevalent. The
disease

was detected in 162 samples (22.59%) and
there was no difference between origins of sample which ranged.
The age of the dog did not affected the prevalent, even when
numerically older dogs (>7 years) showed lower prevalent
(6.45%), than younger or adults (range from 17.09 to 21.79%).
There was not difference among sex (males 19.01% vs. females
17.63%). The Canine transmissible veneral tumor is

present in the dogs captured in the streets
of Mexico City and the prevalent of the disease is similar to the
reported in other countries.

Introducción

El tumor venéreo transmisible (TVT)
ha sido reportado en muchas partes del mundo, es conocido con
diferentes nombres: Tumor Venéreo Infeccioso, Linfosarcoma
transplantable infeccioso y Tumor de Stickers (Bloom y col 1951).
Se trasmite por lamido, olfato y coito (Marchal y col 1997,
Rogers y col 1998, Mukaratirwa y Gruys 2003), formando neoplasias
redondas de origen retículoendotelial en
membranas

mucosas, de genitales externos en ambos
sexos de la familia Canidae (Cohen 1985).

Histológicamente presenta
células redondas u ovaladas, citoplasma escaso y poco
granulado, núcleos muy grandes, con numerosas figuras
mitóticas y formación pseudoalveolar (Oduye y col
1973). La susceptibilidad se genera por la presencia de
abrasiones en las membranas mucosas. La forma genital del TVT
afecta pene, prepucio, vagina y vulva, teniendo descargas
sanguinolentas, olor desagradable y masas visibles con
múltiples lesiones, mostrando diferentes formas (coliflor,
pendulante, nodular, papilar o multilobulada), firme, friable,
desprenden con facilidad segmentos de tejido transplantable,
tiene un tamaño milimétrico (pero alcanza los 15
cm), es común que presenten ulceraciones y necrosis con
infección bacteriana superficial (O"Keefe 1992). La forma
extragenital se ubica en la cavidad oral y nasal, presentando
deformación y epistaxis (Rogers y col 1998). Es muy
agresivo localmente, pero en muy pocos casos se disemina por
vía linfática o hemática (Oduye 1973). Rara
vez presenta metástasis por condiciones
fisiológicas subóptimas (inmunosupresión,
desnutrición o en animales muy jóvenes), se ha
visto en piel,

linfonodos, hígado, bazo,
pulmón, ojos, cerebro y musculatura (Brown y col 1980,
Richardson 1981, Mukaratirwa y Gruys 2003).

El TVT se encuentra distribuido por el
mundo, con prevalencia en zonas urbanas tropicales y
subtropicales como el sur de Estados Unidos de América,
Sureste de Europa, Centro y Sur de América, Japón y
pa

rtes de África (Richardson y col
1981, Amber y col 1982, Nielsen y col 1990, Goldschmidt y col
2002). Los perros callejeros o de libre acceso tienen un papel
importante para su diseminación (Ortega y col 2003).
Además de que éstos sirven de reservorio de esta
enfermedad (Rogers y col 1998, Brown y col 1980). Su frecuencia
se reporta desde un 16% hasta un 34% (Batamuzi y Bittegeko
1990).

Dado que no existen reportes de la
prevalencia del tumor venéreo infeccioso en la zona
metropolitana de México, una de las áreas
más pobladas del mundo, se realizó el presente
estudio muestreando perros de los nueve centros
antirrábicos para determinar la prevalencia de esta
patología.

Material y
métodos

El presente estudio se realizó en
los nueve antirrábicos de la zona metropolitana de la
Ciudad de México en el periodo de Enero a Julio de 2007.
Los perros eran capturados en las calles y sacrificados en los
antirrábicos de las delegaciones:

Coyoacán, Xochimilco,
Tláhuac, Milpalta, Iztapalapa, Iztacalco, Álvaro
Obregón, Venustiano Carranza y del Municipio de Ecatepec,
Estado de México. Se evaluaron

717 muestras de perros y se
consideró para este muestreo animales mayores de un
año, bajo el supuesto de ser animales en riesgo de
contagio. Posterior al sacrificio se determinó el
género por observación de genitales y edad
según la cronología dentaria (Shively 1993). Los
cadáveres eran analizados en busca de masas sugerentes de
TVT, cuando se encontraban dichas masas se tomaba una impronta la
cual se tiño con Diff- Quik (Ortega y col 2003) que
determinó si se trataba de TVT.

A los perros que no presentaban
manifestaciones clínicas de TVT se les tomó un
hisopado genital con el cual se hizo un frotis que se tiño
de la misma forma para su análisis.

Los resultados se clasificaron por edad en
3 categorías para ver la incidencia por edad en perros
jóvenes (1-2 años), adultos (3 a 4, 5 a 6
años) y geriátricos (7-8 años).
También se hizo una comparación por sexo, y por
centro antirrábico de origen.

Los porcentajes de prevalencia se
compararon con una prueba de Kruskal-Wallis (Herrera y Barreras,
2005).

Resultados

Se evaluaron un total de 717 muestras de
perros sacrificados de los 9 centros antirrábicos de las
cuales fueron positivas el 22.59%. No se encontraron diferencias
entre los centros de origen donde se encontró un rango de
incidencia de 16.2 a 33.3%. Con relación a la edad, a
pesar de que numéricamente, los perros geriátricos
tuvieron menor prevalencia, no fue diferente (P>0.05) de los
jóvenes o adultos. No hubo diferencia en la prevalencia
entre sexos (machos 19.01% vs. Hembras 17.63%).

Discusión

Los resultados confirman la
observación de otros autores donde los perros callejeros
son factores determinantes en la diseminación de esta
enfermedad (Ortega y col 2003). Asimismo, la prevalencia general
de la enfermedad es similar a la reportada en otros países
en el continente americano y en África (Richardson y col
1981, Amber y col 1982, Nielsen y col 1990, Goldschmidt y col
2002).

Los resultados de sexo coinciden con los de
Ortega y col (2003) quienes afirman que el sexo no parece ser un
factor importante en la aparición de esta
patología, sin embargo, otros estudios (Flores y col 1993,
Moulton 1961) muestran que el TVT es más frecuente en
hembras con incidencias de 57, 68.5 y 72% respectivamente (Flores
y col 1993, Gandotra y col 1993, Moulton 1961).

A pesar de que se ha reportado que esta
enfermedad aparece desde el año de edad con un rango de 1
a 3 años (Batamuzi y Bittegeko 1990) o de 1 a 5
años edad (Feldman y col 2000) en nuestro muestreo se
diagnosticó en perros mayores de 6 años,
numéricamente en menor porcentaje y en una muestra
pequeña (n=31). Flores y col (1993) reportaron que de los
casos de TVT el 72% correspondió a perros mestizos adultos
de una edad mediana de 4 a 4,5 años. Concordando con estos
informes, Ortega y col (2003) afirman que las edades de mayor
presentación son entre 3 y mayores de 4 años de
edad, pero indican que se observa con mayor frecuencia en
animales adultos y viejos por estar más tiempo expuestos
al riesgo. Es

posible que la dinámica de la
población canina impacte el resultado del muestreo y de la
prevalencia detectada de la enfermedad.

La mayoría de los perros callejeros
que llegan a los centros antirrábicos son mestizos. Flores
y col (1993) reportaron que del 54% a 64% de incidencia de TVT
presento en perros mestizos. Se ha sugerido que los perros de
raza grande son los de mayor prevalencia de TVT, posiblemente
porque sus dueños los dejan salir solos a la calle.
Calvert y col (1982) confirman que los perros mayores a los 18 a
20 kg, son más susceptibles al contagio.

El origen exacto de las células del
TVT es desconocido hasta este momento, aunque se presume que es
una neoplasia de células redondas de origen
retículoendotelial (Cohen 1985). Perteneciendo al grupo
denominado "tumores de células redondas," junto con
mastocitomas, histiocitomas y linfosarcomas. Muchas
técnicas recientes de inmunohistoquímica han
reportado que su origen es histiocitario (Mozos y col
1996).

Las células son redondas u ovaladas,
el citoplasma es escaso y poco granulado, con núcleos muy
grandes en relación a la talla de la célula,
presenta numerosas figuras mitóticas y una
formación pseudoalveolar (Oduye y col 1973). Debido a la
transmisibilidad del TVT, una causa viral ha sido investigada,
pero no se ha

demostrado que la causa sea un agente viral
oncogénico (Sapp y col 1970). Su contagio natural es por
trasplante de células tumorales viables desde el perro
portador a un receptor sano, en un sitio anatómico
susceptible, mediante el coito, lamido, o incluso el olfateo
(Mozos y col 1996, Marchal y col 1997, Rogers y col 1998,
Mukaratirwa y Gruys 2003).

La susceptibilidad está dada por la
presencia de abrasiones en las membranas mucosas. La forma
genital afecta pene, prepucio, vagina y vulva, teniendo como
característica descargas sanguinolentas; la forma
extragenital se ubica regularmente en la cavidad oral y nasal
(Rogers y col 1998). El tumor es muy agresivo localmente, pero en
muy pocos casos se disemina por vía linfática o
hemática (Oduye 1973).

Puede presentar metástasis en
porcentajes del 6.7% (Brown y col 1980), 5.7% y 17% (Calvert
1982, Thrall, 1982) y se ha visto presente en piel, linfonodos,
hígado, bazo, pulmón, ojos, cerebro y
músculo (Brown y col 1980, Richardson, 1981). La
metástasis se presenta usualmente por las condiciones
fisiológicas subóptimas que en las que está
el perro, como inmunosupresión, desnutrición o en
animales muy jóvenes (Mukaratirwa y Gruys
2003).

El comportamiento del TVT es totalmente
variable y depende de la respuesta inmune del huésped
aunque las propiedades inmunológicas de la neoplasia no
son claras (Mukaratirwa y col 2003). Experimentalmente crece
rápido y regresa espontáneamente después de
unos meses, se ha descrito su remisión
espontánea

bajo condiciones prácticas asociada
a la presencia de anticuerpos citotóxicos circulantes e
inmunidad mediada por células (González y col
2000); lo que no ocurre en la presentación natural, donde
produce lesiones únicas o múltiples, afectando el
estado general del animal, siendo siempre necesario realizar
tratamiento. El diagnóstico se orienta por
morfología macroscópica, localización,
secreciones, anamnesis, citología o biopsia (Ortega y col
2003). Hay varias modalidades de tratamiento, cirugía,
terapia con radiación o quimioterapia. La vincristina es
el fármaco de elección para la quimioterapia, tiene
un patrón de depuración plasmático
multifásico con una vida media terminal de 24 horas, es
metabolizada en el hígado y

se excreta en bilis, hay aumento de
linfocitos involucrados en el rechazo del tumor, junto con un
incremento de fibras de colágeno en la medida que
disminuyen las células de TVT (Rogers y col 1998). Otras
formas para tratar el tumor es combinar vincristina con cobalto o
doxorrubicina o radiación, lo cual resulta favorable para
el animal (Brown y col 1980).

Conclusión

Los resultados muestran que el TVT es una
patología presente en la población canina con una
importante prevalencia en la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México. Las zonas de origen, la edad y el sexo no tuvieron
influencia significativa en el porcentaje de presentación
de la enfermedad.

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Autor:

Aldo Cassa Salas

 

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