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La televisión de provincias en Cuba: Desafío a los laberintos del verticalismo




    La televisión de provincias en Cuba: Desafío
    a los laberintos del verticalismo – Monografias.com

    La televisión de provincias en
    Cuba: Desafío a los laberintos del
    verticalismo

    La televisión, en tanto medio de difusión
    (comunicación) e industria cultural, es hoy día
    objeto de estudio de varias disciplinas: Comunicología,
    Sociología, Lingüística y Semiótica,
    por mencionar algunas. Incluso, existe una nueva disciplina
    denominada Television Studies cuyos máximos
    exponentes radican en universidades norteamericanas e
    inglesas.

    El espectador cubano consume con agrado todo tipo de
    series y telenovelas, fundamentalmente, aquellas que han sido
    concebidas con un carácter globalizador al estilo de las
    realizadas por las grandes corporaciones como Globo y Televisa,
    por ejemplo. Existen evidencias de cómo se promueve el
    cambio en prácticas culturales bajo la influencia
    mediática: los restaurantes no estatales son denominados
    paladares luego de haber visto a una emprendedora mujer
    brasileña en una tele novela. Algunas formas de vestir o
    de llevar el cabello toman su nombre de personajes como Raquel o
    Clara. Y por último podemos citar el caso del
    merolico, modo de ocupación callejera que nos
    llegó de Méjico con Gotita de
    gente.

    Diversos son los disentimientos en torno a la forma en
    que se elaboran las parrillas televisivas y los contenidos o
    formas de presentación de muchos de los programas
    televisivos; o mejor dicho, productos televisivos. Del mismo
    modo, muchos son los ataques contra series y telenovelas y por
    supuesto, a quienes les promueven, los medios de
    comunicación, específicamente; la
    televisión:

    "En el caso de los medios de comunicación cubanos
    en particular, hay como una especie de dobles mensajes que te
    hacen preguntarte por dónde es que va el tiro. Porque,
    ¿qué están proponiendo Las Chicas
    Gilmore
    ?; ¿qué está ofreciendo la
    televisión como paradigma de poder ser dentro de
    una sociedad?; el consumismo, lo superficial. La mayoría
    de las series norteamericanas que tienen como protagonistas a
    jóvenes y adolescentes lo que destacan es la frivolidad."
    [1]

    Aunque el artículo citado parta con el ejemplo la
    serie Las chicas Gilmore, sería bueno acotar que
    esa percepción se suele apreciar, además, en el
    espacio de la telenovela con lacrimosas historias
    brasileñas y colombianas; así como películas
    manipuladoras –agrupadoras de una gran tele audiencia a su
    alrededor- que podemos apreciar a cualquier hora del día
    desde que amanece sea por nuestra red de TV o por otros
    artefactos electrónicos. Las series norteamericanas, sobre
    todo, señorean en muchas televisoras del
    mundo[2]y cuando no penetran por la vía del
    canal televisivo lo hacen, en nuestro país, por los
    canales piratas de los "negocios privados".

    Aunque parezcan inofensivas, las series y otras facturas
    o productos audiovisuales de nuestra TV nacional, marcan
    profundamente el imaginario y los gustos populares. Pero,
    ¿Qué sucede con/en la televisión que se hace
    en las provincias –no habaneras- donde no se permiten
    series ni telenovelas? ¿Qué patrones rigen la
    producción televisiva en las provincias?
    ¿Cuál es la verdadera función de estas
    televisoras? ¿Cómo se ven a sí mismos los
    realizadores y directivos de estas televisoras? En busca de estas
    y otras respuestas hemos tomado para estudio de caso a la CNC TV,
    televisión de la provincia de Granma, y de ese modo
    adentrarnos en algunos de los laberintos que le
    acompañan.

    Existe algo que a juicio nuestro debe ser el punto de
    partida en estos análisis y es el hecho de que las
    llamadas televisoras provinciales, locales y/o
    comunitarias[3]o tele centros, no acaban de
    definir su nombre identitario partiendo de sus funciones,
    relaciones con los públicos y confección de sus
    productos. Estas televisoras toman como paradigmas –o mejor
    dicho, se les impone como paradkigma, por los directivos y
    ejecutores o productores- la
    continuación/contaminación de los patrones de
    realización de la televisión nacional. La
    mayoría de los programas nuestros se hacen a partir de
    cánones ortodoxos pre-establecidos y de reglas de
    producción de televisoras capitalistas, obviando el
    postulado que tanto se repite de "hacer de nuestra
    televisión una televisión culta y
    educativa"[4]

    Para que un programa de una provincia sea bueno tiene
    que parecerse al que se hace en La Habana aunque nuestros
    públicos sean diferentes. ¿Será que
    aún no nos hemos percatado de que estas entidades -a las
    cuales llamaré a partir de este momento
    Televisión de proximidad– aunque pequeñas,
    son industrias culturales con posibilidades de crear productos
    singulares? ¿Deben permanecer y prevalecer en un
    país socialista los patrones creativos televisuales del
    modo de producción capitalista cuando se carece de un
    financiamiento adecuado mínimo? ¿Hasta que punto
    está reflejada la identidad de sus públicos en las
    televisoras de proximidad? Es necesario acometer estos problemas
    y buscarle respuestas no solo desde el mundo de la
    comunicación y del arte, sino recurrir también a
    las ciencias mencionadas con anterioridad.

    Según el investigador Fabio Roche, "Las
    propuestas de las televisiones comunitarias en términos de
    nuevos formatos y géneros televisivos y en términos
    de lo que se quiere hacer en estos espacios desde el punto de
    vista estético y de lenguajes, presentan hoy día un
    escaso nivel de maduración y aún de
    reflexión sobre el tema".[5] A nuestro
    juicio, se hace necesario definir, ante todo, la esencia de estas
    televisoras para poder dejar claros sus territorios por lo que
    uno de los primeros elementos que se deben dejar sentados
    claramente es la diferencia entre un telecentro,
    una televisión comunitaria, una
    local, una territorial, y una
    Televisión de proximidad. Propongo
    comenzar el análisis en le mismo orden que les menciono
    teniendo en cuenta el grado de familiaridad de los
    términos con los realizadores principalmente.

    Comencemos por dejar claro que el término
    telecentro, el más extendido entre
    nosotros lo cubanos, ha sido empleado de manera incorrecta si
    tenemos en cuenta que así se conoce, por
    Resolución, en America Latina a las entidades que nosotros
    hemos denominado Joven Club de
    Computación
    .[6] Este hecho no debe ser
    desconocido por nuestros investigadores y funcionarios de los
    medios ya que pertenecemos a la Unión Latina y se han
    presentado reportes de cómo se desarrolla este tipo de
    trabajo en el país.[7]

    De acuerdo con el informe citado Los "telecentros
    comunitarios
    " son experiencias que utilizan las
    tecnologías digitales como herramientas para el desarrollo
    humano en una comunidad. En los telecentros comunitarios se
    forman facilitadores/as y promotores/as comunitarios/as, no
    solamente en aspectos técnicos de información y
    comunicación sino también en los usos
    estratégicos de las tecnologías digitales para el
    cambio social. Los locales de los telecentros comunitarios son
    lugares de encuentro e intercambio, espacios de aprendizaje,
    crecimiento personal, y movilización para resolver
    problemas y necesidades de la comunidad. De hecho, proponemos,
    entonces, descartar el término telecentro
    aplicado a la televisión de provincias para evitar
    duplicidad y/o confusiones.

    Destaquemos que el término telecentro, cuando lo
    aplicamos a las televisoras provinciales, no provine de la nada.
    La investigadora Neyki Machado Flores[8]nos dice
    que los telecentros o canales provinciales constituyen: emisoras
    de televisión sin frecuencia radioeléctrica propia,
    que utilizan para sus transmisiones un horario asignado por el
    sistema televisivo nacional a través de uno de sus
    canales. Realizan una programación orientada a informar
    sobre los acontecimientos provinciales, promover la idiosincrasia
    del territorio donde están enmarcados y entretener a la
    audiencia. (Cabrera y Legañoa, 2007: 77); el empleo de
    este nombre para las televisoras provinciales tiene su origen en
    una de las denominaciones primarias dadas sin ánimos de
    confundir, sino de definir o nombrar algo.

    Si bien Machado Flores y otro grupo de investigadores se
    acercan responsablemente al análisis de las televisoras de
    los municipios, hay algo que no queda claro y es la diferencia
    entre lo local y lo comunitario. No obstante ello, "en
    líneas generales, al hablar de Televisión
    comunitaria (o como queramos llamarle hasta este momento) se
    refiere a espacios de comunicación en primera instancia
    guiados por el intercambio de saberes locales" (Machado,
    2010)

    El empleo de de la frecuencia de un canal
    nacional[9]para la transmisión, en el caso
    de los canales no nacionales, es uno de los mayores
    obstáculos pues no pueden disponer de un horario que pueda
    re-conocerse como propio ya que no hay independencia pues cada
    vez que el canal matriz necesita la señal la toma. La
    usurpación de la señal por el canal matriz puede
    durar hasta más de 10 días en dependencia de los
    eventos o hechos que vayan a ser transmitidos por el Canal
    nacional. Esta situación crea otros problemas o nuevas
    encrucijadas: personal sin trabajo durante todo ese tiempo y
    ruptura de la sistematicidad de entrega de productos televisivos
    de proximidad a los públicos creados.

    El término "Televisión
    comunitaria,"
    en Cuba, hemos visto que no guarda
    ningún tipo de relación con lo expuesto
    anteriormente. De acuerdo a otros paradigmas y conceptos
    establecidos por países latinoamericanos con proyectos
    televisivos no centralizados, podría definirse como
    televisión comunitaria a la Televisión
    Serrana[10]dado el trabajo que desarrollan los
    jóvenes de esa institución. Varios son los trabajos
    investigativos que hemos leído en torno a esta peculiar
    institución.

    Cuando hablamos de "televisión local",
    aún, este concepto sigue siendo un engendro de ideas
    estéticas donde se funde y prima la subjetividad del calco
    a partir de lo que se ve en televisoras internacionales o
    nacionales, unas veces por ingenuidad y otras por
    imposición. El término local, por tanto, hasta este
    instante, se escapa de parámetros para su
    definición.

    La televisión comunitaria, que referiremos, en
    cambio, basa sus trabajos en la vida del ámbito de una
    comunidad y va dirigida a esa comunidad partiendo de las
    prácticas culturales de sus públicos. Lo local lo
    podemos apreciar en la señal de los llamados canales
    municipales.

    Veremos lo local, en este trabajo, como un espacio
    físico, social y geográficamente delimitado, donde
    tiene lugar un sistema de interacciones económicas,
    políticas, sociales y culturales, que producen y
    reproducen relaciones interpersonales e intergrupales sobre la
    base de problemas, demandas, objetivos, necesidades e intereses
    que en alguna medida le son comunes a sus
    miembros.[11]

    En el centro de la definición identitaria de lo
    local, podría ubicarse el sentido de comunidad hasta
    cierto punto, si lo vemos instalado obviamente en la subjetividad
    social, donde son percibidos y sentidos un conjunto de valores y
    aspiraciones comunes a una colectividad, los cuales se configuran
    en las prácticas transmitidas y compartidas por los
    individuos y sus grupos.

    Lo comunitario está encerrado en un
    perímetro más claramente delimitado y con otras
    características. Lo comunitario se circunscribe más
    al barrio, -tal y como se piensa y connota este perímetro
    en Cuba- que a la localidad, de acuerdo a como se tiene en
    sentido general concebida esta televisión de acuerdo con
    el término.

    Fabio Roche en su artículo Medios
    comunitarios: medios alternativos, tejido social y
    ciudadanía en Bogotá
    toma una televisora
    comunitaria de un barrio bogotano y hace un desmonte de la
    parrilla de esa entidad verdaderamente comunitaria y aunque
    él no lo menciona sería bueno que observemos
    cuidadosamente los elementos que este investigador
    relaciona:

    "Miremos a continuación algunos de los temas y
    espacios que han tenido cabida en las transmisiones del Canal
    8 de "Telecomunidad
    ", (…) se han montado programas de
    promoción de cantantes y artistas locales y barriales, se
    han transmitido actos culturales de jardines infantiles y de
    colegios, bazares que se realizan en los barrios, partidos de
    microfútbol de básquetbol, o el campeonato de tejo
    de un barrio. [12]

    El elemento que este autor deja de mencionar es el
    término "prácticas culturales". Realmente, el canal
    mencionado de televisión comunitaria se ha ido al reflejo
    de las prácticas culturales de un barrio, de una
    comunidad, donde los intereses son más homogéneos a
    pesar de la diferencia lógica entre individuos: lo
    identitario, lo barrial, se refleja en una parrilla –aunque
    inestable- que responde a las prácticas culturales de sus
    públicos.[13]

    Es evidente que el término de TV comunitaria se
    va definiendo no solo por su alcance, sino por sus objetivos. La
    televisión comunitaria puede tener transmisión por
    cables, o puede ser por medio de debates públicos con
    medios de reproducción propios como el DVD o el video
    proyector. Lo que si debe quedar claro es que debe estar
    despojada de todo prejuicio o tara de las que prevalecen en la
    televisión "otra"; la verticalmente convencional
    con alcance mayor y públicos diferentes.

    Una televisora que esté en la constante
    búsqueda de ratings y tratando de competir con otras en un
    país como el nuestro no tiene sentido, más cuando
    todas responden a una misma política cultural y de
    programación. La diferencia solo puede estar marcada por
    el reflejo de la identidad local, comunitaria o de proximidad,
    según corresponda. Lamentablemente, no son estos los
    aspectos que se manejan, generalmente, al estructurar sus
    parrillas.

    Llegamos, de este modo, a la señal de nuestro
    canal CNC TV, de la provincia de Granma. Esta rebasa las
    fronteras del barrio o la comunidad y queda por encima de una
    territorialidad concebida en la concepción
    geográfica de la provincia. En el caso de canales de este
    tipo, también deben construir sus parrillas desde
    necesidades y prácticas culturales. Solo que estas
    prácticas rebasan el límite de lo comunitario, lo
    local, lo provincial y demás conceptos asociados al sitio
    donde se encuentra enclavada la televisora, al alcance de su
    señal y llega a públicos diversos; los
    públicos que están próximos a la
    señal y a los cuales se puede aproximar el mensaje de los
    productos de este tipo de televisora: públicos de
    proximidad. Entendamos la proximidad no solo en
    términos de distancia, sino, principalmente, en
    términos de intereses próximos entre las diversas
    comunidades y localidades que reciben la
    señal.

    El término de televisión de
    proximidad
    donde primero lo hemos encontrado es en redes
    locales o televisoras no comerciales ni estatales de
    España[14]En España se han
    denominado televisoras de proximidad, indistintamente, a las que
    cumplen las condiciones que estableceremos en este trabajo como a
    las comunitarias, de acuerdo a lo ya descrito. O sea, que nuestra
    forma de ver e interpretar la proximidad es diferente por cuanto
    en España sucede con el concepto de proximidad lo mismo
    que hemos visto anteriormente en Cuba con los términos de
    locales, comunitarios, tele centros, etc. A pesar de haber sido
    pensadas de otro modo como se evidencia en el marco legal
    mediante el cual se instituyen las televisoras de proximidad en
    España.[15]

    La televisión de proximidad es un medio al
    servicio de mediaciones socio culturales. "Los diferentes
    soportes técnicos agrupados en el término
    medios de comunicación de masas, tienen como
    característica el hecho, como el concepto lo indica, de
    mediar, de establecer espacios de comunicación,
    de establecer contactos, donde se otorgan nuevos significados a
    la realidad y donde se produce sentido social, cuya
    organización orienta hacia un receptáculo de
    mensajes que navegan en múltiples direcciones, a los
    cuales los individuos y grupos pueden o no acceder, quieren o no
    usar."[16] De modo que las "Televisoras de
    proximidad"
    -cuya difusión es realmente limitada a
    las zonas aledañas a su unidad transmisora con un radio
    que aunque restringido como hemos dicho anteriormente-,
    además, transgreden los límites geográficos
    de lo que conocemos como un barrio o "comunidad", al
    menos en Cuba.

    La televisión de proximidad tiene entre sus retos
    hacer una programación que responda al reforzamiento de
    las prácticas culturales existentes en sus zonas
    próximas por cuanto es mucho más compleja la
    elaboración que la de una televisora comunitaria. O sea,
    esta televisión crea sus productos para la localidad de
    Granma si abrimos el diapasón y nos ajustamos una vez
    más al concepto de lo local antes mencionado.

    Esta televisión, a la cual hacemos referencia,
    enfrenta los retos de una mayor variedad de prácticas
    culturales dentro de las diversas localidades de la provincia.
    Granma se construye a partir de diversas localidades; diversas
    características identitarias; cada una de esas localidades
    se construyen desde sus prácticas culturales y al
    ampliarse el área se amplían las necesidades
    materiales y espirituales de diversos públicos; los
    públicos próximos no solo a la señal, sino,
    además, próximos en identidad,
    características lingüísticas, étnicas,
    etc. y demás factores culturales. Estos valores es lo que
    en un modo los definen como públicos de
    proximidad.

    Dentro de los públicos de proximidad, por
    consiguiente, existen diversas manifestaciones culturales y
    clases sociales con su multiplicidad de prácticas
    culturales. De modo, que esta televisión tiene que
    trabajar desde la interculturalidad endógena de sus
    públicos de proximidad constituidos en el conglomerado de
    localidades para los cuales debe trabajar la televisora en
    cuestión. Granma tiene públicos de llanos,
    serranos, urbanos y rurales. Por las razones expuestas se propone
    que identifiquemos los canales de televisión de las
    provincias como televisoras de proximidad.

    Por tanto, la proximidad debe entenderse no
    solo desde la distancia, sino desde el acercamiento
    conceptual que porten los productos de acuerdo a la identidad de
    los públicos para los que se trabaja. La proximidad
    está en lo intercultural y en la gestación
    endógena de sus componentes. En la proximidad se encierran
    los significados y significantes convenidos entre consumidores y
    productores a través de las prácticas culturales
    mediadas por la industria. Se trabaja para unos públicos
    que no están ampliamente representados en los canales
    nacionales –a no ser en los noticieros y programas
    especializados- y que necesitan sentirse presentes y
    representados en sus intereses socio culturales.

    Los públicos de la televisión de
    proximidad deben verse reflejados en la misma y los directivos de
    estas entidades deben olvidar la carrera por ratings o de los
    patrones conceptuales ajenos a las necesidades y posibilidades de
    estos canales. Es necesario que estos canales tengan mayor
    independencia creativa y que se elimine la verticalidad
    estética.

    La televisión de proximidad intercultural
    produce, reproduce, promueve y oferta, aunque no comercializa
    dadas sus características de entidades subvencionadas por
    el Estado, sí oferta para un consumo de los
    públicos de proximidad; y de cualquier manera, cumple con
    las reglas de una industria que propone como producto la cultura
    y las ideas a partir del goce estético.

    Las televisoras de proximidad intercultural, como
    industrias culturales, son en esta era digital, difusoras y
    portadoras de la cultura, tanto de la cultura popular como de la
    cultura de masas asociada a la modernidad y a la
    industrialización. Cualquiera de las industrias culturales
    sirve como medio de difusión de este tipo de productos.
    Por ello, esta nueva industria debe mostrar el desarrollo de sus
    públicos de proximidad con todo aquello que haya sucedido,
    sucede o esté por suceder en su perímetro; puede y
    debe incidir y llevarlo por medio de la difusión a los
    demás vecinos de las proximidades para influir en la
    estructuración de posibles nuevas prácticas
    culturales o enriquecimiento de las
    existentes.[17]

    BIBLIOGRAFÍA.

    – Álvarez Álvarez , Fidel Luís. Dr.
    Cultura y desarrollo local. Examen mínimo de PSCCT. Bayamo
    M. N. 2003.

    – De Moragas, C. Garitaonandía y B. López
    (Editores). Televisión de proximidad en Europa.
    Experiencias de descentralización en la era digital.
    Valencia, España, 1999.

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    Publicación cultural de Prensa Latina. La Habana, Cuba.
    2010.

    – López de la Roche, Fabio. MEDIOS ALTERNATIVOS,
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    Palabra. Primera Revista Electrónica en América
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    www.razonypalabra.org.mx

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    política en la televisión comunitaria. Temas de
    portada. Palabra Clave, Vol. 9, No 2 (2006).
    Colombia.

    – Ruano López, Soledad. Las Industrias Culturales
    el Negocio de la Era Digital. Universidad de Extremadura,
    España. 2005.

    -García Canclini, Néstor; "Consumidores y
    Ciudadanos – Conflictos multiculturales de la
    globalización" Introducción – Consumidores
    del siglo XXI, ciudadanos del XVIII. Conferencia.
    1995.

    – Serrano, Yenny. UNA INTRODUCCIÓN A LAS
    PRÁCTICAS CULTURALES Y LA ANTROPOLOGÍA CONDUCTUAL.
    Asociación Colombiana para el Avance de las Ciencias del
    Comportamiento (ABA Colombia) Biblioteca Virtual
    www.abacolombia.org.co

    – Contreras Soto, Ricardo. ANÁLISIS
    CRÍTICO DE LA CULTURA. PRÁCTICAS CULTURALES.
    Contribuciones a las Ciencias Sociales. Universidad de
    Guanajuato. Facultad de Ciencias Administrativas. Área de
    investigación. Enero 2008

    – Horkheimer, Max y Theodor Adorno. La industria
    cultural. Iluminismo como mistificación de masas.
    Publicado en HORKHEIMER, May y ADORNO, Theodor, Dialéctica
    del iluminismo, Sudamericana, Buenos Aires, 1988. Tomado de
    Nombre Falso. www.geocites.com/nombrefalso

    – Galarza Neira, María Teresa, El papel de las
    industrias culturales del cine y la televisión en la
    producción y reproducción de imaginarios
    discriminatorios.

     

     

    Autor:

    Juan Ramírez
    Martínez.

     

    [1] Rubio, Baldia. Calle G ¿guarida o
    espejo? Entrevista a la Msc. Pañellas Álvarez
    Daybel, profesora de la Facultad de Psicología de la
    Universidad de La Habana. La Calle del Medio. 2011.

    [2] Ver. Torres Murillo, Dulce María.
    “Las series norteamericanas como fuente de
    aculturación. Estudio de caso: Serie Friends primera
    temporada”. UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS
    DE HIDALGO. Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas.
    Morelia, Mich., enero 2011

    [3] A partir de este momento le llamaremos
    televisora de proximidad o televisión de proximidad
    indistintamente.

    [4] Waldo Ramírez de la Rivera.
    Vicepresidente del ICRT (Instituto Cubano de Radio y
    Televisión) Clausura del Festival Nacional de
    Televisión 2010.

    [5] Roche, Fabio. Texto leído en la
    Asamblea Mundial de Medios de Comunicación Comunitarios
    en Oaxaca el 1 de junio. La televisión comunitaria.
    Carlos G. Plascencia Fabila. Rebelión.

    [6] JOVEN CLUB – Cuba. www. El
    Jóven Club de Computación y Electrónica se
    inició como un proyecto social del gobierno de Cuba, con
    el objetivo de socializar la enseñanza de la
    computación y la electrónica, dando prioridad a
    la niñez y juventud. Debido a la situación
    particular que atraviesa la sociedad cubana, los equipos con
    los que cuenta cada Joven Club son muy obsoletos y no tienen
    conexión a Internet. Sin embargo, son unos centros de
    preparación inicial y espacios de aprendizaje colectivo
    sobre el uso de tecnologías digitales. Centro
    Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID) de
    Canadá. tele-centros.org/tcparaque/tcpqtexto.doc

    [7] Las Políticas nacionales se
    operacionalizan a través del nuevo Ministerio de la
    Informática y Comunicaciones creado en Enero del
    año 2000. “La creación del Ministerio de la
    Informática y las Comunicaciones mas que agrupar
    contenido e instituciones significa la creación de un
    organismo nuevo y esencial con variadas funciones y
    objetivos…..que incluyen la regulación y
    atención al desarrollo de la informática, las
    telecomunicaciones, la radiodifusión, el uso del
    espectro radioeléctrico, las redes de intercambio de
    información, los servicios de valor añadido y los
    servicios postales.” Políticas, legislación
    y nuevas iniciativas en torno a los telecentros y las TICS
    – Cuba. Tomado de www.Cubasí.cu

    [8] Machado Flores, Neiky. La
    televisión en los municipios cubanos: ni comunitaria, ni
    municipal. Razón y Palabra. Primera Revista
    Electrónica en América Latina Especializada en
    Comunicación. www.razonypalabra.org.mx

    [9] Los tele centros transmiten su
    señal por la frecuencias del Canal Tele Rebelde en
    determinaos horarios del día.

    [10] Proyecto de realización
    audiovisual radicado en las montañas de Buey Arriba en
    el oriente del país

    [11] Este concepto de localidad tiene el
    inconveniente que las demarcaciones de los Consejos Populares y
    las circunscripciones, no siempre coinciden con los
    límites culturales del lugar que ocupan y pueden en
    alguna manera ser un obstáculo en el aprovechamiento de
    potencialidades de la dimensión cultural del desarrollo
    local, pero es un riesgo que se corre también en otras
    delimitaciones espaciales como el municipio, la provincia,
    incluso en determinados países. (M.sc. Fidel Luís
    Álvarez Álvarez. Cultura y desarrollo local.
    Examen mínimo de PSCCT. Bayamo M. N. 2003.)

    [12] Con respecto a programas infantiles hubo
    una experiencia interesante cual fue la de “El computador
    es divertido”, consiste en la competencia de algunos
    niños sobre operaciones matemáticas, utilizando
    software educativo (…) Han tenido lugar también
    espacios de opinión, intervenciones de candidatos a la
    Presidencia y a la Vicepresidencia de la República,
    así como de funcionarios de la Administración
    Distrital, como también programas de denuncia sobre el
    caso de los humedales, que representan una reserva
    ecológica (…) los formatos utilizados incorporan
    formas de interactividad con los televidentes (…) Un servicio
    informativo importante que se presta a la comunidad es el de
    transmisión a través del generador de caracteres,
    de información sobre eventos de interés local o
    barrial.

    [13] “Uno de los aspectos que distingue
    a la televisión comunitaria de la televisión
    comercial, es esa capacidad de integrar a la comunidad, de
    convertirse en portavoz de las expresiones auténticas de
    los habitantes de los pueblos, en busca de cambios sociales y
    el mejoramiento de las condiciones de vida. Sin esta
    condición, no puede hablarse de televisión
    comunitaria”, Texto leído en la Asamblea Mundial
    de Medios de Comunicación Comunitarios en Oaxaca el 1 de
    junio. La televisión comunitaria. Carlos G. Plascencia
    Fabila. Rebelión.

    [14] Ver. Moragas, Garitaonandía y
    López intitulado Televisión de proximidad en
    Europa. (1999).

    [15] Televisión de proximidad sin
    ánimo de lucro. 1. El Ministerio de Industria, Turismo y
    Comercio, a través de la Secretaría de Estado de
    Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información,
    mediante Resolución del Secretario de Estado,
    planificará frecuencias para la gestión indirecta
    del servicio de televisión local de proximidad por parte
    de entidades sin ánimo de lucro que se encontraran
    habilitadas para emitir al amparo de la Disposición
    Transitoria Primera de la Ley 41/1995, de 22 de diciembre, de
    Televisión Local por Ondas Terrestres, siempre que se
    disponga de frecuencias para ello. (…) Tienen la
    consideración de servicios de difusión de
    televisión de proximidad aquellos sin finalidad
    comercial que, utilizando las frecuencias que en razón
    de su uso por servicios próximos no estén
    disponibles para servicios de difusión de
    televisión comercialmente viables, están
    dirigidos a comunidades en razón de un interés
    cultural, educativo, étnico o social. (…) El
    canal de televisión difundido lo será siempre en
    abierto. Su programación consistirá en contenidos
    originales vinculados con la zona y comunidad a la que vayan
    dirigidos y no podrá incluir publicidad ni televenta, si
    bien se admitirá el patrocinio de sus programas.
    (…) La entidad responsable del servicio de
    televisión local de proximidad no podrá ser
    titular directa o indirectamente de ninguna concesión de
    televisión de cualquier cobertura otorgada por la
    Administración que corresponda.

    [16] Revista Mad. No.2. Mayo 2000.
    Departamento de Antropología. Universidad de Chile
    http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/mad/02/paper03.htm
    La Televisión en la Vida Cotidiana: Elementos para
    Comprender su Importancia Cristián
    Santibáñez. Sociólogo. Magíster
    © en Lingüística. Universidad de
    Concepción.

    [17] N del A. (Reinterpretando a M. Parenti)
    Las industrias creativas -libros, cine, disco- y los grandes
    medios de comunicación masivos tales como prensa plana,
    radio y televisión, suman, en la actualidad, la inmensa
    mayoría del peso económico de la cultura y la
    comunicación industrializada y mercantil. Pensemos en el
    hecho de que dadas estas circunstancias van quedando fuera las
    actividades culturales clásicas, aunque ampliamente
    mercantilizadas en esta década como el teatro, los
    conciertos y la danza o el ballet, entre otros. Por tanto, esas
    áreas pueden ser tomadas por las industrias culturales
    televisoras de proximidad partiendo de su interculturalidad y
    ser exhibidas a sus públicos dentro de la parte
    cognoscitiva de ampliación del gusto y de la cultura
    existente

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