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Armas históricas (origen, evolución y funcionamiento) (página 2)




Enviado por javier



Partes: 1, 2, 3

A lo ultimo del siglo se adopta la bayoneta; que
convierte el fusil en arma de asta, produciendo la
abolición definitiva de la pica, y a mediados del
siguiente se sustituye la baqueta de madera por la de hierro, y
el arma portátil, así mejorada, permanece
estacionaria hasta muy entrado el siglo XIX, en que se introduce
la llave de percusión (fusil de pistón), y con ella
el rayado del anima, primero con estrías rectas(rifles
ingleses), y después con rayas hezoidales, que comunicaban
al proyectil un movimiento de rotación.

Como la carga se efectuaba por la boca y la bala
debía entrar holgada, era preciso, para que pudiera tomar
las rayas, comprimirla con la baqueta contra un borde saliente de
la recamara o contra un vástago alojado en el fondo de la
misma, deformándola (carabinas Delvigne, Thouvenin). En
España se adopto, en 1857, la carabina Minie, que tres
años antes había hecho brillantemente sus pruebas
en la guerra de Crimea; la particularidad mas saliente de esta
arma era el culote expansivo de la bala que, al dilatarse, merced
a los gases de la pólvora, le hacían tomar las
rayas sin deformarse, con lo cual ganaban el arma en
precisión y alcance. Con las primeras armas rayadas se
usaban todavía la bala esférica; pero pronto se
paso de esta a la cilíndrico-cónica y a la
cilindro-ojival, que es la forma todavía hoy
predominante.

Otro progreso importantísimo, que vino a aumentar
la rapidez de la carga, y por consiguiente la eficacia del fusil,
fue la adopción de la retrocarga, innovación que ,
como la del rayado, había sido objeto de muchos ensayos
largo tiempo antes de ser admitida oficialmente. Prusia fue la
primera nación que resolvió este problema,
adoptando, en 1841, el fusil Dreyse, de aguja, que hizo la
campaña de Dinamarca, y más tarde la de bohemia
(1866), cuyo éxito brillante se le atribuyo en gran parte.
Bajo la impresión moral que produjo un triunfo tan
decisivo como inesperado, todas las naciones se apresuraron a
cambiar su armamento por otro de retrocarga, y entonces
aparecieron multitud de modelos, entre los que merecen especial
mención los fusiles Mauser, Martini, Berdan; Wetterli,
Chassepot, etc.

España reformo, por lo pronto (1867), sus
carabinas Minie, convirtiéndolas en Berdan, y en 1871
adopto el fusil Rémington, que ha sido indiscutiblemente
uno de los mejores del mundo. A esta transformación del
armamento en todos los ejércitos van unidas otras dos
importantes mejoras: la adopción del cartucho
metálico y la reducción del calibre que de 17 o 18
milímetros en el fusil de chispa había descendido a
14.5 en el Minie y a 11 mm. en el Rémington, que fue
durante muchos años el calibre mas corriente. Pero ya,
cuando en Europa se estaba tratando de adoptar la carga por la
recamara para aumentar la rapidez del tiro, habían hecho
su aparición en América los fusiles de
repetición, que, merced a la reserva de cartuchos
encerrada en un deposito, permiten en momentos determinados la
ejecución de un fuego intensísimo, conservado para
las circunstancias normales del combate la carga tiro a tiro
(fusiles Spencer, Henry Winchester, Colt, Lee, etc.). Acogidas al
principio en Europa estas armas con desconfianza, por el temor de
que condujesen a un derroche excesivo de municiones y fuera muy
difícil con ellas conservar la debida disciplina del
fuego, fueron, sin embargo, en todas partes sometidas a
experimentos, sobre toda desde que los turcos demostraron
prácticamente, en Plewna, el partido que de ellas
podía sacarse.

Comenzó entonces para los fusiles de
repetición, un periodo de pruebas y perfeccionamientos,
durante el cual se dieron a conocer multitud de modelos nuevos,
como los Kropatschek, Krag Peterson, Löwe, Mannlicher, etc.
Entretanto, la conveniencia de aumentar la dotación de
cartuchos que debía transportar el tirador para poder
hacer frente al mayor consumo de municiones que llevaba consigo
la adopción de las nuevas armas de fuego, impuso la
necesidad de reducir aun mas el calibre.

Los estudios de Hebler y Rubin demostraron la
posibilidad de llegar en las armas de guerra, sin inconveniente
alguno, al calibre 7 o7.5 milímetros, y esto, unido a la
invención de las pólvoras sin humo, que permiten
aumentar considerablemente las velocidades iniciales del
proyectil, sin aumento considerable de las presión sobre
las paredes del anima, y al empleo de las balas con envoltura
metálica (de acero, cobre, etc.), que evitan el
emplomamiento de las rayas y el consiguiente aumento de
rozamiento y de presión interior, que podría ser
peligroso para la vida del arma, son los principales factores que
han contribuido a realizar la honda transformación del
armamento portátil, que ha producido los actuales fusiles
de tiro rápido.

Francia fue la primera nación que entro de lleno
por el camino que marcaban las nuevas ideas, adoptando, en 1886,
el fusil Lebel, de 8 mm.; Austria y Alemania la siguieron dos
años mas tarde con el Mannlicher y el Mauser
respectivamente, del mismo calibre; Inglaterra eligió el
Lee, de 7.7; Suiza el Schmid, de 7.5. En España,
después de serios ensayos fue adoptado, en 1893, el
Mauser, de 7 mm., de condiciones bastante superiores a los de las
naciones anteriores; pero todavía son de calibre mas
reducido (6.5mm.) el Mannlicher holandés, el Carcano
italiano y el Krag Jörgense noruego, el Peraldi chileno (6
milímetros).

Por la misma época en que hacían su
aparición en América el fusil de repetición,
se da conocer en el mismo sitio una nueva arma, la ametralladora,
que después de varias vicisitudes y perfeccionamientos,
parece ser hoy capaz de prestar importantes servicios en la
guerra, si se emplea con discreción y acierto. La
pólvora ha constituido un importante logro en cuestiones
militares como se ha podido notar hoy en día, todas las
armas portátiles son el resultado de la constante
evolución en el terreno de las armas, las ciencias
militares y sobretodo de la balística que a influido en
los nuevos cartuchos.

Sistemas famosos de armas.

Cada época existen diferentes formas de
pensamiento las cuales cumplen con las metas que se quieren
alcanzar por medio del progreso. Las demandas del progreso
social, son parte de la evolución del hombre en nuestro
andar por el tiempo y esto implica nuevas tecnologías las
cuales deben surgir para el desarrollo social.

En el terreno de las armas, el hombre ha
progresado mucho, y a continuacion se describiran los sistemas
famosos que hicieron funcionar a las armas de fuego.

Los primeros fusiles eran
cañones.Las primeras armas de fuego eran tan macizas y
pesadas que podemos considerarlas como pequeños
cañones a los que se les ponían nombres
fantásticos. Empleaban como propulsor la pólvoras
negra: el explosivo que ha cambiado la historia del hombre. Una
mezcla de carbón, azufre y salitre que " olía a
rayos" y que conmovió el mundo del combate.
Simplísimas, formadas por un cañón de bronce
o hierro burdamente sujeto a un soporte de madera, podían
ser transportadas y usadas por una sola persona.

Un arma de fuego, por simple que parezca,
es una máquina térmica que utiliza la fuerza
explosiva de una mezcla o de un compuesto transmitiéndola
y dirigiéndola sobre un cuerpo sólido y redondo
móvil. Dicho cuerpo sólido es el proyectil
(componente de la máquina que recorre a gran velocidad
determinado espacio y se detiene violentamente al choque contra
el cual se ha dirigido, transfiriendo hacia él la fuerza
que posee, desintegrándolo, rompiéndolo y
dañándolo ). El motor de una máquina de
estas características es el explosivo, siendo éste
el Invento que da origen a las armas de fuego.

Se ignora quien fue verdaderamente su inventor;
probablemente se trataba de personas especialmente curiosas, con
tendencia a la investigación experimental, tal vez
alquimistas. En distintos lugares, tratando de comprender que era
el fuego, se habrán dado cuenta de que mezclando diversas
substancias se incendiaban más fácil y
rápidamente que los tradicionales combustibles cambiando
substancias y variando las dosis habrán observado que la
combustión se producía cada vez más
rápidamente, hasta encontrarse a un cierto punto delante
de una nube de gas inflamable. No se trataba del diablo de las
antiguas leyendas; había nacido un explosivo. El primero
era el compuesto por substancias simples, fácilmente
encontrables en la naturaleza: la pólvora de carbón
de madera, azufre y salitre. Era la pólvora
negra.

Los chinos usaron estas mezclas explosivas
metiéndolas en un tubo alargado, haciendo
bellísimos fuegos artificiales; los bizantinos,
rociándolas sobre los enemigos a través de un tubo
largo, los europeos, más prácticos, se dieron
cuenta que si el cañón estaba cerrado por una
parte, por la otra expulsaba con una fuerza enorme todo lo que se
pusiera encima de la pólvora. Habían inventado la
artillería. No se sabe con precisión cuando haya
acontecido esto: se conservan poquísimos ejemplares de
estos primitivos cañones y no están datados;
incluso las crónicas de la época son
escasísimas, vagas e impresisas acerca de estas
máquinas bizarras que vomitaban fuego, piedras y un humo
diabólico. Las primeras noticias que nos han llegado sobre
el uso de las armas de fuego se remontan a comienzos de 1300 y se
refieren a las denominadas bombardas, aunque presumiblemente se
usaban ya algunas decenas de años antes. Los nombres son
tan fantasiosos, y para nosotros estrafalarios, como podamos
imaginar: basiliscos, pasavolantes, colibrí, espingarda.
Se trataba de pequeños cañones que, apoyados sobre
las gradas de un castillo disparaban proyectiles de piedra,
trozos de ametralladora, e incluso dardos contra los
atacantes.

Es lógico pensar que para poder mover con
facilidad estas piezas de artillería se haya buscado
construirlas de pequeño tamaño ligeras, hasta
llegar especie de arma portátil o casi. Las primeras armas
de fuego que un solo hombre pudiera llevar consigo datan de 1350
aproximadamente, y estaban formadas por un cañón
tosco de bronce fundido, cerrado por un extremo, encima del cual
se realizaba un orificio que comunicaba el interior con el
exterior del cañón.

Posteriormente se prolongaba a través de una
empuñadura de madera de formas diversas. El principio de
funcionamiento ha permanecido invariable durante siglos y se le
conoce con el nombre de "avancarga" es decir, de carga delantera.
En el cañón se introducía la pólvora
negra machacándola sobre un frenillo, delante de dicho
frenillo se colocaba el o los proyectiles, se introducía
un poco de pólvora en el orificio (llamado fogón) y
el arma estaba lista. El conjunto se apoyaba sobre un murillo, se
apuntaba con el cañón hacia el enemigo, se
prendía fuego a la pólvora del fogón y se
producía el disparo. El retroceso lo controlaba el mismo
disparador, que tenía en mango de madera debajo de la
axila o, si tenía los hombros robustos contra el pecho. No
debía ser excesivo, en parte por el notable peso del
cañón, en parte porque la pólvora negra
tenía poca potencia, e incluso porque rápidamente
se comenzó a colocar bajo el cañón, cerca de
la boca, una arandela que la sujetaba al borde del muro.
Después, en lugar del muro se utilizó una horquilla
colocada encima de un bastón (lo que le daba mayor
movilidad) haciéndose más largo el
cañón para aprovechar mejor la fuerza de la
pólvora y dirigir mejor el tiro.

El cañón encajó en un soporte de
madera preparado con un soporte triangular, adquiriendo
más o menos la forma que todavía hoy se conserva.
Con todo, el cañón estaba hecho de bronce fundido,
por lo que, con ese material, la longitud, el espesor, el peso y
la maleabilidad, ofrecían límites importantes que
era necesario subsanar.

Un pequeño cañón (ver anexo X ) que
data de 1400: el cañón es de bronce y soporte de
madera, uno de los primeros llamados de pedestal. Giratorio sobre
un eje vertical sin rueda, recuerda mucho las antiguas armas de
guerra. Armas primitivas portátiles (ver anexo X) que
datan de 1300. De un metro de longitud, con cañón
de apenas veinte centímetros, pesaban como mucho algo
más de dos kilos. Otro cañón antiguo dotado
con un perno con movimiento de elevación aunque
todavía del tipo sin rueda.

No se sabe con precisión cuando haya
aparecido estos ejemplares. Existen muy pocos cañones de
este tipo que se conservan en buen estado, completos y que nos
pueden dar una información vital sobre éstas
primitivas armas.

Llego La Edad De PiedraCon la
invención de los eslabones de piedra de sílice
comenzó lo que podríamos denominar la edad de oro
de las armas ligeras, ya que el económico y eficaz sistema
permitió un gran desarrollo en su difusión,
modificando sustancialmente el arte de la guerra.

Por lo que se refiere al período en
el que comenzaron a usarse las ramas de piedra, hay que hacer
notar que existe un bando florentino datado en 1547 en el que se
habla de fuego. Al tratarse de un bando legal, se especifica
claramente que dichas armas tienen que ser de cuerda, de
eslabón y de rueda ". Está claro que las armas de
cuerda son las de mecha; las ruedas está claro cuales son,
y las de eslabón, son las de piedra. En el Museo de
Artillería de Turín existe un eslabón doble
en el que sobre la misma plataforma existe un mecanismo de rueda
del tipo más arcaico que se conoce y un eslabón de
pedernal más bien tosco, seguramente de la misma
época. Por algunos detalles constructivos, dicho
eslabón se data en torno a 1500, las conclusiones son
obvias. De esta forma, abandonamos las hipótesis
históricas y pasamos a discursos técnicos,
exponiendo con cierto detalle los tipos de eslabón de
pedernal más comunes, en uso en Europa desde 1600/1700,
sin darles una estricta secuencia cronológica, tarea, por
otra parte imposible.

El término "eslabón" que venimos usando se
refería al principio tan solo a la pequeña
plataforma de acero templado sobre la que se deslizaba la piedra
para introducir las chispas. Después, el hombre
pasó a dominar el todo y ahora indica globalmente el
complicado acto de incendiar la carga de lanzamiento incluso
cuando, como en los tipos más modernos, el acero ni tan
siguiera existe, o por lo menos ya no tiene la connotación
original. El principio sobre el que se basa el funcionamiento de
la piedra del pedernal es en síntesis el siguiente. Una
plataforma de hierro de formas variadas, lleva en su mitad
posterior un garillo móvil idéntico al descrito
para las armas de mecha, solo que en lugar de la cuerda
inflamable, entre las pinzas tiene sujeta fuertemente una astilla
con un borde cortante de piedra de sílice o de pedernal.
Dicho gatillo, accionado por un fuerte muelle o lámina, se
mantiene levantado por medio de un mecanismo de palancas o pernos
que, cuando lo acciona el tirador, lo hace caer con fuerza hacia
adelante y hacia abajo, describiendo una arco en forma de aro.
Casi al final de dicho movimiento, bajo el impulso del muelle, la
astilla de sílice golpea con gran fuerza contra la
plataforma móvil de acero, que puede moverse hacia
adelante. A este punto ya hay una notable diferencia en el
movimiento de los tres gatillos, el de mecha, el de rueda y el de
piedra.

El gatillo de mecha se mueve lentamente y sin demasiada
fuerza: tan solo tiene que transportar la mecha desde un punto
muerto hasta el punto de contacto con la pólvora. El
gatillo de rueda en realidad no se mueve; tan solo tiene que
golpear fuertemente la pirita contra la rueda mientras esta gira.
El gatillo de piedra se mueve a gran velocidad y con mucha
fuerza, de tal forma que si por accidente da al tirador en el
dedo, puede producirle un corte bastante profundo. La piedra de
pedernal golpea contra la plataforma de acero ( a la cual,
precisamente por esto, se le llama "batería"),
haciéndola retirarse hacia atrás; además,
los dos movimientos y las dos trayectorias de la piedra y de la
batería, previstas y combinadas en conjunto producen
durante algunos instantes y durante un pequeño trayecto un
fuerte rozamiento. La combinación de trayectoria y fuerzas
opuestas, estudiada milimétricamente y bien dosificada,
hace a los eslabones más o menos perfectos, aunque sobre
este problema lo analizaremos después. El rozamiento de la
durísima sílice hace que salten de la plataforma
pequeños fragmentos de acero que, incandescentes, se
convierten en chispas. Al caer en la cazoleta que se encuentra en
la parte de abajo, incendian la pólvora negra que se
encuentra dentro de ella y, a través del fogón
producen la deflagración de la carga de lanzamiento. Entre
el sistema de piedra y el de rueda hay dos diferencias
importantes: en primer lugar, en el eslabón de piedra, las
esquirlas las produce el acero de la batería, mientras que
la piedra es tan solo un instrumento; en el sistema de rueda, las
chispas las produce la pirita, siendo la rueda, en este caso, un
instrumento. En el sistema de rueda, las chispas las produce la
pirita, en segundo lugar en el sistema de rueda se producen pocas
chispas, pero ya que se producen dentro de la pólvora
negra, en realidad son suficientes unas pocas para incendiarlas;
en el sistema de piedra, las chispas se producen a unos dos
centímetros por encima de la pólvora, por lo que
para incendiarla se necesita muchas chispas y que estén
bien dirigidas hacia abajo. Este es el principio general sobre el
que se basa el mecanismo de piedra, veámoslo ahora en una
aplicación práctica.

Un tipo de eslabón que tiene un cierto
interés en Italia es el llamado "a lo moderno" o " a la
romana". No se comprende verdaderamente " a lo moderno" cuando
parece que se trata de uno de los eslabones más antiguos
y, mucho menos que se le llame " a la romana", cuando en roma y
sus alrededores apenas había armeros; ya hemos dicho que
la terminología de las armas antiguas a veces complica las
cosas en vez de explicarlas. De cualquier forma, dicho
eslabón está formado por una plataforma de forma
alargada en cuya parte posterior se encuentra colocado el gatillo
con las pinzas regulables que cortan la piedra. El eslabón
doble (ver anexo X) se conserva en el Museo de Artillería
de Turín, del que se hace eco el artículo, es
único en el mundo. Un eslabón extraño e
importante que describimos detalladamente. Se trata de un
eslabón para fusil denominado " de carga sobre puesta";
dicho fusil se ha perdido, conservando de él tan solo el
eslabón. El funcionamiento del fusil es el siguiente: en
el cañón hay dos fogones, uno delante del otro,
cada uno en correspondencia con una cazoleta; el
cañón de alarga introduciendo la pólvora que
se encuentra delante del fogón del eslabón de
piedra, después se introduce la bala y un taco eficaz;
finalmente, se pone la pólvora en el fogón del
eslabón y a continuación otra bala.

Se cargan dos eslabones armando el de piedra y cargando
el de rueda; se pone la pólvora en las dos cazoletas, se
baja la batería del de piedra, se descubre la cazoleta del
de rueda y se apoya el gatillo con la pirita entre las pinzas. El
fusil está preparado, se tira del primer gatillo, el
anterior; dispara la primera carga y sale la bala anterior,
después, el segundo gatillo, y dispara la carga posterior.
Simple, aunque no se comprende porque se han utilizado dos
eslabones de distintos sistemas. Es probable que no se tuviera
una gran fe en el funcionamiento del eslabón de rueda. De
esta forma, caso de que fallara el tiro, se disparaba la segunda
carga y salía todo del cañón aunque con una
fuerza obviamente reducida. ¿Y si durante el recorrido
dentro del cañón se inflamaba la primera carga? Tal
vez es por esto por lo que apenas hay eslabones de carga
sobrepuestas: todos los fusiles han reventado con lo que podemos
apreciar que en la antigüedad no se tenía un gran
conocimiento de la pólvora, sus aplicaciones
balísticas y su enorme fuerza cuando está encerrada
en presencia de oxígeno.

Rotacion Mecanica Del TamborA pesar de
estar todavía en el campo de las armas de piedra de
pedernal, en 1818 encontramos el primer revolver con sistema de
rotación del tambor, ya no manual sino mecánico.
Controlado por un muelle, es el sistema importantísimo
patentado por Collier, el cual casi con toda seguridad l8
años más tarde inspirará a Samuel Colt para
la realización de sus revólveres con tambor de
rotación automática. Los tubos llevan
también cazoletas, martillos y su correspondiente muelle,
lo que hacía rápido y seguro el cargamento del
arma, en otros modelos, el tubo metálico era liso, lo que
hacía que con frecuencia fuera problemática la
alineación entre la cazoleta del tubo y del
cañon.

Pero dejemos aparte por un momento las armas de
retrocarga y tratemos de examinar la particularísima arma
de Elisha Haydon Collier: un ingenioso e interesante intento de
revolver de piedra de pedernal mucho más serio que todos
los intentos que le habían precedido, todos ellos meros
prototipos, o casi. Collier americano de Boston, el 24 de octubre
de 1818, obtuvo la patente inglesa número 4315,
válida por 14 años para "un arma de fuego que
combina en un solo cañón con varias
recámaras para obtener la sucesión de descargas con
un solo cargamento". La patente del bostoniano se basaba en una
idea del capitán Artemus Wheeler de Concord,
Massachussets, quien, al parecer con la ayuda de Collier,
construyó un mosquetón de piedra con cilindro
rotativo manual con 7 recámaras. Collier, después
de haber ayudado a Wheeler y haber perfeccionado su idea,
llegó a Londres en donde como hemos visto hizo patentar su
revólver. L característica más importante de
la patente de Collier era que no se trataba de una simple arma de
piedra de pedernal con cilindro giratorio. Además de este
tipo, es decir, con cilindro giratorio manual, ya habían
aparecido anteriormente por lo que si se hubiera limitado a esto,
Collier no habría propuesto nada nuevo. Sin embargo, su
arma se caracterizaba por dos datos técnicos absolutamente
originales: la rotación mecánica del tambor y el
cierre hermético entre el cañón y la
recámara durante el disparo. La rotación se
obtenía mediante un muelle que iba unido al cilindro, el
cual se ponía en tensión al girar manualmente el
cilindro en la dirección contraria a la que asumía
durante la fase de disparo. Para obtener el cierre
hermético entre el cañón y la
recámara, el borde anterior de ésta se lijaba hasta
obtener un rebaje en el que se apoyaba la parte posterior del
cañón, que estaba también un poco rebajada.
Otro muelle empujaba hacia delante el cilindro para que estuviera
firme contra el cañón. De todas formas, debido al
retroceso, este último muelle no era suficiente para tener
unidas las dos partes durante el disparo, por lo que para
permitir el disparo el cilindro se bloqueaba hacia adelante
gracias a una barrita que apoyaba contra el cilindro
manteniéndolo unido al cañón. Hay que hacer
observar que la barrita servía también de seguro,
impidiendo la completa caída del martillo cuando el
cañón y una de las recámaras no estaban
alineadas. Además de estas cualidades, el revolver Collier
tenía un sistema de encendido automático colocando
en la parte superior del martillo, en una cavidad circular en la
que se encontraba la pólvora; dentro estaba dividido en 3
vanos, cada uno de los cuales formaba un ángulo de
120°. Después de cargar las recámaras del
tambor y después de que el depósito de la yesca
estuviera lleno de pólvora negra y fina, la secuencia de
la operación de disparo era simple. Lo primero que
ocurría era que el cilindro se echaba hacia atrás
para soltarse del cañón; entonces se giraba en
sentido contrario a las manecillas del reloj para colocar el
muelle de rotación en tensión y, posteriormente,
soltarlo hasta que se chocara con el cañón. De esta
forma, el arma estaba preparada para disparar; en el momento de
armar el martillo, el cilindro giraba automáticamente
colocando cada vez las recámaras en línea con el
cañón; esta rotación intermitente se
obtenía mediante un pequeño gancho unido al
martillo, el cual normalmente se enganchaba en uno de los dientes
situados en la cara posterior del tambor; mientras el tambor se
echaba hacia atrás, incluso el gancho retrocedía
llevándose consigo el tambor; en cuanto quedaba libre de
la conexión con el cañón, el muelle de
rotación que estaba en tensión, lo hacía
girar sobre su propio eje. Cuando la siguiente recámara se
encontraba en línea con el tambor, el gancho, movido por
un taco, se liberaba del cilindro, el cual avanzaba introduciendo
una nueva recámara en el cañón.

Un mecanismo muy ingenioso y, seguramente, incluso
eficaz, pero demasiado complicado. El mismo Collier
encontró dificultades para hacerlo funcionar
correctamente, sobre todo por lo que se refiere al sistema de
rotación mecánico; de hecho, las armas de este tipo
no han prosperado y pocas muestran con claridad que dicho sistema
de rotación se aplicara en un tiempo, aunque
después fuera eliminado. Estas modificaciones del original
se realizaron aproximadamente entre los años 1823 y 1824.
Collier intentó que su arma la adoptaran las fuerzas
armadas británicas, pero su revólver, aunque
reconocido como muy bueno en cuanto a funcionamiento, resultaba
demasiado caro y complicado para ser usado con fines militares.
Las armas Collier no las construyó el inventor sino que se
encargaron a armeros de prestigio, como Nock y Mortimer, quienes
abastecieron el mercado civil, además de suministrarle las
tradicionales pistolas, trombones, fusiles de cañon
estriado y liso, carabinas muchas de las cuales de
percusión, carentes incluso de disparador
automático.

Una pareja de pistolas alemanas (ver anexo X) de piedra
de perdernal de retrocarga de comienzos del siglo XVIII. Se
cargaban mediante tubos de hierro precargados dotados de
platillo, martillo y su correspondiente muelle. Uno de estos
tuboscartucho se puede ver en medio de las pistolas. En la culata
se colocaba otro tubo de reserva la cual tenía forma de
perilla con ventanilla en la que se introducía en tubo. Se
puede apreciar el complicado sistema y mecanismo del
revólver –Collier tal y como aparece en la
descripción que acompañaba la patente de 1818 en
Londres.

Con este sistema podemos apreciar la complicación
de los mecanismo antiguos pero a la vez que marcaron una nueva
era en el comienzo de las armas: el primer fusil de
repetición con el cual se podría aprovechar al
máximo la pistola para que no sea de una sola carga y con
eso se originaría pérdida de tiempo, espacio y
oportunidad de defenderse.

Se había evolucionado al siguiente nivel de las
armas de fuego cambiando el sistema primitivo de avancarga al
nuevo sistema de retrocarga con el cual se podían dar una
sucesión de disparos sin necesidad de volver a cargar el
arma. El antiguo sistema de avancarga era tan complejo que
seguramente después de unos disparos tenían que
llevarse con un buen armero para que volviera a quedar el arma
como estaba originalmente.

El sistema "de tabaquera"La
"política de ahorro" adoptada durante el siglo pasado por
prácticamente todos los estados para obtener armas de
retrocarga transformando los viejos fusiles de avancarga, a veces
dio óptimos resultados como en el caso de los Enfield
modificados con el sistema inventado por el americano Jacob
Zinder, armas que permitían a un buen tirador disparar
hasta incluso quince cartuchos por minuto frente a los cuatro o
cinco del original Enfield Modelo 1853.

Al terminar el conflicto austro-prusiano de l866, que se
resolvió con la aplastante victoria de los alemanes
gracias especialmente a sus fusiles Dreyse de retrocarga frente a
los Lorenz de avancarga, en toda Europa dio comienzo una
frenética búsqueda de un arma de retrocarga, la
cual, en la mayor parte de los casos se resolvió con la
transformación de las viejas armas de avancarga por
motivos esencialmente unidos a la necesidad de minimizar en lo
posible los gastos.

Gran Bretaña, a finales de 1866 decidió
transformar el viejo armamento portátil según el
sistema patentado por el mecánico estadounidense de origen
holandés Jacob Zinder. Dicho sistema consiste en un bloque
de cierre de cremallera colocado en la parte derecha del arma, en
cuyo interior se encuentra el percutor, con muelle de espiral
inclinado unos 45°, sobre el que se abate el martillo del
viejo eslabón cuya cabeza se ha hecho plana, el extractor
del casquillo se acciona haciendo retroceder un poco el bloque,
para lo cual se desliza sobre un perno de
rotación.

Teniendo en cuenta que esta transformación se
realizó sobre las que probablemente eran las mejores armas
de avancarga que había en la época, es decir, los
fusiles Enfield P. 53, los ingleses, a fin de cuentas, hicieron
un buen negocio. En efecto, desde que se realizaron las pruebas,
la nueva arma demostró no sólo tener excelentes
cualidades balísticas, más o menos como las del
arma original, sino que también poseía una cadencia
de tiro muy buena, pudiendo disparar hasta incluso catorce
cartuchos por minuto.

En este sentido, la política de ahorro en los
costes en los que fuera posible se demostró ganadora, y
Gran Bretaña, de esta forma, consiguió competir,
como armamento portátil, con las otras grandes potencias.
La sucesión de las operaciones de carga y de disparo de
los Enfield-Snider era la siguiente: 1) armar el martillo, 2) con
el pulgar de la mano derecha, mover hacia la derecha el bloque de
cierre, 3) tirar hacia atrás del bloque para extraer el
casquillo disparado y girar hacia la izquierda el arma para hacer
que caiga la tierra, 4) introducir un nuevo cartucho; 5) cerrar
el bloque; 6) disparar.

El cartucho tenía el casquillo de láminas
de latón con envoltorio exterior de papel y cebo central
tipo Boxer. La bala era idéntica a la de Minie utilizada
en el modelo de avancarga, es decir, cilíndrico –
ojival con tres canalillos anulares rellenos de cera;
había dos novedades: la cavidad posterior estaba, en parte
ocupada por un taco de arcilla comprimida, mientras que en la
punta había, recabada, otra cavidad rellena con un taco de
madera que servía para retrasar el centro de gravedad y
favorecer la estabilidad en la rotación. Posteriormente
este cartucho fue substituido por una bala mucho más
simple y menos costosa, ya no autoexpansiva, sino llena y apenas
forzada en las estrías. Su utilización en el campo
demostró el Snider (ver anexo x), aunque válido, no
carecía de defectos tales como que el obturador,
después de algunos tiros ya no cerraba
herméticamente la cámara o que el cartucho
tenía demasiado juego, lo que provocaba que en el momento
de disparo se retuvieran adecuadamente los gases, o que el perno
de rotación del bloque era demasiado débil, por lo
que el cierre se producía exclusivamente debido al peso
del bloque. En consecuencia, se modificaron el cartucho y el
bloque al que se añadió una palanca pulsador para
la apertura y el cierre, y se hizo más robusto el perno de
rotación.

He aquí los principales datos del fusil de
infantería Snider: longitud total 137.2 cm.,
cañón: 97.5 cm.; calibre 14.7 mm.; peso : 4.140 gr.
Datos del primer modelo de cartucho (en total se distribuyeron 7
modelos): bala de 2.85 cm.; peso 34 gr.; carga: 4.5 gr. El Snider
fue el arma principal del ejército británico hasta
1874, año en que comenzó a sustituirse por armas
sistema Martíni, adoptadas en 1871. Retirados del
ejército, los Snider terminaron dispersándose por
todo el mundo: Serbia, Montenegro, China, Japón, Siam,
Turquía, Afganistán. Incluso Francia, Holanda y
Dinamarca adoptaron el sistema Snider, aunque mientras que el que
utilizaron en estos dos últimos países era
básicamente idéntico al inglés, el adoptado
por los franceses era levemente diferente. En Francia, en donde
se denominó "a tabatiere", es decir "De tabaquera", debido
a que la apertura de la cubierta se parecía a la caja en
la que se conservaba el tabaco, se adoptó el 16 de mayo de
1867 es decir, incluso un año después de que
naciera el Chassepot de retrocarga.

Para no pagar los derechos de patente a lo que sin duda
Snider tenía derecho, el gobierno francés
pensó en resucitar una vieja patente presentada un
año antes por un armero francés, un tal Schneider,
la cual tenía sorprendentes analogías con la
presentada por Snider. En un primer momento se trataba de
transformar las armas 1853 T, 1854 y 1857-59 en fusiles de
infantería, fusiles de dragones y carabinas de cazador.
Sólo las armas que estaban en condiciones de
conservación perfectas sufrieron dicha
transformación, la cual no se llevó a cabo en las
fábricas del estado ocupadísimas con la
producción del Chassepot, sino única y
exclusivamente en la industria privada bajo la estrecha
vigilancia de los inspectores militares.

Las armas modelo 1867 no entusiasmaron nunca a los
soldados, aunque demostraron ser perfectamente válidas
para el uso que se les dio, es decir de segunda línea,
aunque en ciertos casos obtuvieron resultados muy parecidos a los
Dreyse. Entre los defectos que se encontraron vale la pena
mencionar el exceso de peso y la munición con su grosor,
la poca exactitud del alza y la sensible diversidad de calibre de
un arma a otra.

Durante la guerra franco-prusiana, los Schneider, en
ciertos casos, se utilizaron también en primera
línea, en donde resultaron muy impopulares debido a varios
motivos que se pueden resumir en los siguientes: eran poco
prácticos para la guerra en primera línea, para la
que en realidad no estaban previstos su uso: la munición
resultaba con frecuencia defectuosa; había un cierto
complejo psicológico de inferioridad en relación
con los otros soldados franceses que tenían en
dotación el nuevo Chassepot, mucho más
moderno.

Leer más:
http://www.monografias.com/trabajos12/arcla/arcla.shtml#ixzz2HhMJa8Fd

Funcionamiento y
teoría de un arma de fuego

Lo Que Ocurre Dentro Del Cartucho Al
DispararAntes de ver el funcionamiento de un arma de fuego, es
necesario ver sus partes escenciales. ( ver anexo X ) . Al pensar
en un arma no se suele preguntar sobre lo que sucede dentro del
cartucho cuando tiramos del gatillo. Desde la simple
transformación física de inercias y energías
hasta el trabajo que desarrolla una máquina compleja como
es el disparo de un arma, se produce una verdadera
reacción química que produce una gran cantidad de
elementos gaseosos capaces de provocar inmediatamente
después de su rapidísima expansión, la
proyección de la bala.

El cartucho se compone de cuatro elementos
esenciales: el casquillo (principalmente tiene la función
de contener la pólvora), la bala o proyectil que es la
parte que sale disparada, pudiendo ser de materiales de diversas
densidades como el plomo, el plástico o el acero; la
pólvora de disparo cuya cantidad constituye la carga de
lanzamiento y por último la cápsula de incendio, es
decir la parte detonante del conjunto.

Al tirar del gatillo, el percutor, golpeado
por el martillo, comprime violentamente la cápsula
provocando su aplastamiento instantáneo. Dentro de la
cápsula hay un elemento de forma triangular y fuertemente
enervado denominado yunque, cuya función es la de
contrarrestar el aplastamiento de la cápsula hacia el
interior, la posibilidad de expansión de la cápsula
hacia adentro es lo que provoca la contracción del
compuesto explosivo (fulminato de mercurio o destilación
de plomo) contra el yunque y su consiguiente detonación.
Se asiste una primera y pequeña explosión cuyo
efecto se utilizará para detonar y para provocar la
deflagración de la carga de lanzamiento que hay en el
casquillo.

La llamarada, provocada por la explosión del
cebo, se proyecta como un auténtico dardo a gran
temperatura en el pequeño orificio que se encuentra
situado en la base del casquillo, en los casquillos militares
pueden ser dos, justo en el centro del cebo. La pólvora de
disparo, envestida por la detonación del cebo comienza a
incendiarse produciendo gran cantidad de gas. El enorme
desarrollo de gas determina una fortísima presión
y, por tanto, un efecto de empuje tanto hacia la base de la bala
como hacia las paredes del casquillo. En el mismo momento en que
la bala se proyecta hacia adelante, se produce el ensanchamiento
del casquillo que, al dilatarse se adhiere perfectamente a las
paredes de la recámara, evitando que salga el gas hacia el
obturador. El frotamiento realizado sobre el revestimiento de la
bala por estría hecoidal del ánima del
cañón hacia que se fuerce el proyectil

La Fisica En Los CartuchosAntes de realizar
un arma, es fundamental decidir como y que cosa tendrá que
disparar, valorando así, en función de las
presiones que hay en juego, el tipo, la cantidad y la calidad de
los materiales necesarios. En definitiva, a las fuerzas que se
desencadenarán, el arma tendrá que oponer la misma
o más fuerza para garantizar una buena dosis de
seguridad.

Una carga de explosivos representa una cierta cantidad
de energía térmica potencial que a
disposición del usuario que, cebada oportunamente, da
lugar al fenómeno explosivo capaz de desarrollar el
trabajo previsto. El fenómeno explosivo es una
reacción química que transforma el material
normalmente sólido, en una gran cantidad de productos, en
buena parte gaseosos, a alta temperatura y en un tiempo
brevísimo desarrollando una cierta energía
térmica que se expresa en forma de presión. Dicha
presión se transforma en trabajo, sobre todo si los gases,
en vez de estar libres para expandirse, actúan en un
ambiente de volumen limitado.

Los efectos dinámicos de rotura o de
proyección representan el trabajo producido por una cierta
cantidad de un determinado tipo de explosivo para el
fenómeno indicado o para el fin deseado. Se intuye
fácilmente que sobre las presiones que se obtienen juega
un papel importante el tiempo de combustión, que depende
además de la forma física del explosivo, de la
presión del ambiente en el que la explosión se
desarrolla. En otras palabras, la velocidad de combustión
se autoacelera fuertemente al aumentar la presión,
disminuyendo los tiempos y elevando posteriormente la propia
presión.

Esta posibilidad de aumento de las presiones se
aprovecha cerrando el espacio en el que la carga puede actuar. El
cierre puede ser fuerte, como el envoltorio de una granada o la
hornaza de una mina, o bien lábil, como la de la fuerza de
inercia, el gripado y el forzamiento de un proyectil en el caso
de un arma de fuego, en donde las presiones han de ser limitadas
y dirigidas a realizar el lanzamiento. En condiciones normales de
ejercicio, las presiones máximas pueden alcanzar las 5,000
atmósferas con explosivos detonantes.

Es importante recordar que los explosivos denominados
detonantes pueden explotar también al aire libre si se les
ceba enérgicamente, produciendo efectos dinámicos
variables que dependen de su composición, cantidad y tipo
de ambiente circunstante. Incluso la pólvora negra puede
explotar al aire libre con relativa facilidad, ya que tan solo
necesita un cebo lábil; sin embargo, dada su limitada
potencia, los efectos dinámicos resultan poco relevantes,
obviamente en relación a la cantidad de explosivo. En el
campo de las presiones se denomina fuerza específica de un
explosivo la presión desarrollada por una unidad de peso
en una unidad de volumen libre. En literatura, en nuestro caso,
las presiones se encuentran normalmente expresadas en kilogramos
fuerza por centímetro cuadrado ( Kgf/cm2), aunque para
adecuar a las unidades el sistema internacional, recordaremos que
la unidad de medida de las presiones es el Pascal.

Los manuales americanos contribuyen a complicar los
cálculos ya que las presiones se encuentran expresadas en
libras por pulgada al cuadrado.

La medida de las presiones desarrolladas por los
explosivos desarrolladas por los explosivos han sido siempre un
problema muy difícil de resolver por los valores elevados
como son los millares de atmósferas a tiempos
brevísimos como las milésimas de segundo. La
determinación de la presión máxima y de los
tiempos según los cuales se desarrolla en una determinada
cantidad de explosivo se realiza con la denominación de
probeta manométrica. Conceptualmente, dicho instrumento de
laboratorio consiste en una cámara cerrada indeformable y
de capacidad conocida en la que se coloca el explosivo
cuidadosamente pesado y cebado y en un pistón comunicante
con la cámara, cuyos movimientos, oportunamente
registrados ofrecen los datos necesarios.

Otro campo importante de estudio de las presiones se
refiere al que se produce durante el disparo en los
cañones de las armas de fuego. Dichas medidas se realizan
en los centros experimentales y blancos de prueba con
manómetros de presión o crushers, del ingles "to
crush", hacer presión. El principio en el que se basa es
sencillo; en un cañon especial de prueba, a través
de uno o mas orificios, se pone en comunicación el anima
con los pistones que desde el exterior apoyan sobre cilindros de
latón cerrados por el otro extremo. La presión del
explosivo se realiza a través de pistones que oprimen los
cilindros de metal blando, proporcionalmente a su intensidad
máxima en el exacto punto de medida.

En la practica, el calculo de los valores de
presión es bastante complicado, necesitando especial
atención a la elección y la medida de los
cilindros, tanto antes como después de los cilindros.
Igualmente laboriosa es la preparación de las tablas de
medida que describen las presiones estándar producidas
conocidas con las cuales se confrontan las presiones reales
obtenidas cada vez durante la medición.

El cañon experimental adoptado generalmente para
medir las presiones ejercidas por los distintos propelentes con
distinta dosificación en el fusil de caza calibre 12 anima
lisa es de 700 milímetros y esta dotado de tres
manómetros de crushers para presiones de hasta 2000 Kgf/
cm2, colocadas a 17 milímetros, ha 162 mm. y a 600 mm. de
la culata. El primero, colocado en correspondencia con la
cámara de explosión, mide en la practica la
presión máxima, mientras que los otros dos miden
las presiones residuales. Los cilindros utilizados para esta
prueba sino de latón y miden 490 mm. de altura por 300mm.
de diámetro.

Naturalmente, cada topología de arma, desde la
pieza de artillería hasta el fusil de caza, comporta
manómetros con características propias, en numero y
en dimensiones, aunque estén basados en el mismo principio
físico. Por ejemplo, la medida para el fusil estriado
modelo 91 se realiza con un crusher para presiones de hasta 5000
Kgf/ cm2 con cilindros de latón de 5.5 mm. de
diámetro por 10mm. de altura.

Sin embargo, los investigadores americanos utilizan los
crushers con cilindros de plomo, obviamente mas deformables que
los de latón, para medir mas detalladamente las bajas
presiones presentes en las armas de avancarga con cargas menores
y los tradicionales de latón para las cargas mas elevadas,
en este caso, siempre de pólvora negra. Recientemente, el
desarrollo de los aparatos electrónicos ha permitido
utilizar manómetros de cuarzo eléctricos y otros de
una precisión muy elevada, capaces de medir una
millonésima de segundo.

Funcionamiento de un pistola.Por el
concepto de arma ligera en tendemos que es un arma
portátil y asi es, las armas ligeras la mas difundidas son
las pistolas y a ellas son a las que me voy a referir en este
tema. Existen diversos tipos de pistola, no solo en
tamaño, forma, construcción, si no también
en su estructura interna y su funcionamiento en
general.

En este tema haré una
subdivisión mencionando las dos estructuras fundamentales
dentro de las pistolas ya que me seria imposible hacer una mezcla
de estilos en el terreno de las armas; es por eso que
analizaremos a las dos representantes de estos estilos: la Luger
08 y la Beretta 98 FS.

Funcionamiento de la luger 08La Luger cuya
denominación completa es Pistole 08, además de
adoptar soluciones mecánicas muy especiales, es una de las
pocas armas sin gatillo, con el percutor del tipo inclinado. Para
armar la pistola, una vez que se ha colocado el cargador es
necesario sujetar los dos pestillos sobre la articulación
de rodillera y tirar hacia arriba echándoles al mismo
tiempo hacia atrás.

Después de que se han levantado los
pestillos, se bajan contemporáneamente al soltarse de la
articulación llevando el obturador a la posición de
cierre, lo que hace que se eleve un cartucho del cargador y se
coloque en la recamara. Al avanzar los pestillos, se arma el
percutor gracias a un apéndice situado en la parte
izquierda que se engancha en un saliente situado dentro del
muelle de lámina que se encuentra colocado en la parte
izquierda del castillo. Al apretar el gatillo, una palanca e
forma de "L", colocada dentro de una cavidad situada encima del
mando de disparo, oscila comprimiendo por la parte anterior el
muelle de enganche el apéndice del percutor, el cual
golpea el cebo del cartucho y, consiguientemente, provoca el
disparo.

Una vez que ha partido el disparo, la corredera, el
cañon y el obturador comienzan a echarse hacia
atrás al mismo tiempo; después de haber recorrido
unos cinco milímetros en un lapso de tiempo suficiente
para que disminuya la presión dentro del cañon, los
dos pestillos chocan por la parte de abajo dentro del castillo
recibiendo un golpe hacia arriba. De esta forma, la
articulación se repliega hacia si misma. Al replegarse la
articulación, gracias a un reenvió en forma de "S"
colocado en la parte posterior de la rodillera, carga el muelle
de rearme al tiempo que un apalanca, colocada en la parte
anterior de la segunda sección de la articulación,
engancha el apéndice del percutor echándolo hacia
atrás.

El casquillo, enganchado en la uña extractora
colocada en la parte superior del obturador, se retira junto con
la articulación hasta que chocan con un saliente en forma
de triangulo situado dentro de la corredera. El casquillo,
golpeado posteriormente por el expulsor, se desengancha de la
uña extractora y sale hacia arriba. Cuando la rodillera se
ha replegado totalmente sobre si misma comienza a extenderse
gracias al retorno elástico del muelle colocado en la
parte dorsal de la empuñadura, la parte inferior de la
cara del obturador recoge un cartucho, lo introduce en la
recamara y toda la rodillera junto con el cañon avanza
dentro de la corredera; el arma esta nuevamente lista para
dispara un nuevo tiro.

Una de las particularidades del arma es la
rodillera, un sistema de cierre clásico utilizado ya en el
Winchester, pero con la diferencia de que mientras que en los
fusiles americanos los distintos brazos están
perfectamente en eje entre sí, en la Luger, las
articulaciones están situadas ligeramente fuera de eje
hacia abajo, con la finalidad de ofrecer mayor resistencia a las
presiones del cartucho y que, por tanto, mayor
fiabilidad.

Funcionamiento De La Beretta 98 FsDerivada,
en el sistema de cierre de la alemana Walther P38, esta pistola
tiene un funcionamiento regular y fiable que garantiza una
difusión impensable para un arma corta en tiempo de paz.
La Beretta 98 FS (ver anexo X) es la versión civil de la
famosísima 92 FS, la pistola del ejército y de la
policía italiana, así como la del ejército
americano (adoptada con la sigla L9). La versión civil se
diferencia de la militar no sólo por la longitud de la
recámara: la 92 FS utiliza municiones 9 Parabellum con un
casquillo de 19 mm., mientras que la versión para el
mercado civil italiano disparaba cartuchos calibre 9 X
21.

Para poder disparar con la 98 FS es
necesario en primer lugar llenar el cargador con 15 cartuchos
comprimiendo el muelle del elevador. Los cartuchos se disponen
dentro del cargador en dos hileras, solución necesaria
para evitar que el cargador sea demasiado largo y, al mismo
tiempo, para garantizar una buena reserva de municiones. Una vez
completada la operación de la introducción de los
cartuchos se coge el cargador y se empuja con decisión
hacia el interior de la empuñadura. En este momento,
aunque el arma está cargada, aún no está
lista para disparar, ya que la recámara está
vacía.

Para introducir un cartucho en el cañón,
es necesario sujetar la corredera, tirar hacia atrás hasta
el punto muerto posterior y soltarla. La corredera al avanzar,
con la parte inferior de la cede del percutor choca contra la
base del primer cartucho, empujándole hacia la
recámara. El cartucho se libera del extractor, el cual, al
verse obligado a sobresalir hacia afuera, muestra la parte
superior pintada de rojo advirtiendo que el arma tiene un
cartucho en el cañón. En el momento en que el
cartucho entra en la recámara, el cañón
comienza a avanzar empujado por la corredera. Después de
realizar un breve recorrido de unos 5 mm. el pivote del
tendón, colocado en la parte inferior del
cañón, alejándose de la pared anterior del
orificio del cargador libera las aletas de sierra, las cuales
empujadas por el muelle de rearme, se elevan y se introducen en
una sede especial situada en la corredera. Al mismo tiempo,
cañón y corredera, unidos entre sí, avanzan
unos 4 mm. hasta al punto de retención
anterior.

Una vez terminadas las operaciones de carga de
munición, el arma está lista para disparar. Tirando
del gatillo, el eje de reenvío se coloca en el lado
derecho del fuste y avanza interceptando el diente de disparo,
que a su vez, libera el martillo de forma que éste se
abata contra el percutor.

Si el cartucho no estuviera colocado correctamente, la
corredera no se cerraría adecuadamente y no se
alinearía con la sede del desconector (que consiste en un
pequeño rebaje colocado en la parte inferior derecha de la
corredera), con el desconector mismo que no es otra cosa que una
apéndice superior de la palanca de reenvío del
gatillo y, consiguientemente, la cadena de disparo se
interrumpiría impidiendo que se libere el martillo.
Además de este tipo de seguro automático, existe
otro que se desengancha cuando se tira al fondo del gatillo;
consiste en un pivote cargado mediante un muelle colocado a un
lado del percutor. En posición de reposo, el pivote
obstaculiza el recorrido hacia adelante del percutor; sin
embargo, cuando se tira del gatillo, se eleva un brazo en forma
de L, empujando el pivote hacia arriba deforma que se alinee el
percutor permitiéndole avanzar. La acción de este
seguro automático es perfectamente visible incluso con la
pistola montada, ya que el pivote, al estar alzado, sobresale por
la parte superior de la corredera.

El tercer y último seguro es de tipo manual y se
encuentra en la parte izquierda de la corredera. Cuando se coloca
un tambor deforma coaxial con el percutor, este gira liberando el
martillo del diente de disparo haciendo que se abata. El martillo
choca con violencia contra el percutor, que, sin embargo, no
puede avanzar ya que la barrita que controla el seguro
obstaculiza la marcha de la cabeza del percutor.

Si el seguro manual se encuentra desenganchado y el
cartucho está correctamente colocado, tirando del gatillo
sale el disparo. El efecto del retroceso obliga al
cañón, unido al obturador, a retroceder unos 4 mm.,
el lapso de tiempo necesario y suficiente para que el
balín abandone el cañón y desciendan las
presiones.

Una vez que las presiones han descendido a los niveles
aceptables, el excéntrico del manto del bloque choca
contra el castillo haciendo que el bloque de cierre gire hacia
abajo, desenganchando la corredera del cañón. Una
vez realizada esta operación, la corredera comienza a
retroceder comprimiendo el muelle de recuperación; al
mismo tiempo, la uña extractora sujeta el casquillo y lo
arrastra fuera de la recámara hasta que llega al expulsor,
lugar en el que el casquillo se desengancha del extractor y sale
del arma por la parte izquierda.

La corredera mientras tanto, sigue retrocediendo hasta
completar su recorrido; después comienza a avanzar
empujado por el muelle de recuperación y recoge un nuevo
cartucho que introduce en la recámara repitiendo el ciclo
hasta que ya no quedan más cartuchos en el
cargador.

Una vez realizada esta operación, la corredera
comienza a retroceder comprimiendo el muelle de
recuperación; al mismo tiempo, la uña extractora
sujeta el casquillo y lo arrastra fuera de la recámara
hasta que llega al expulsor, lugar en el que el casquillo se
desengancha del extractor y sale del arma por la parte
izquierda.

BalísticaCiencia que estudia el movimiento de los
cuerpos proyectados a través del espacio. La
balística tiene que ver en general con proyectiles
disparados por cañones o armas ligeras, pero
también puede examinar el vuelo libre de las bombas o de
los cohetes.

El movimiento de un proyectil desde el momento del
disparo hasta su impacto en el blanco se divide en tres fases
distintas: balística interior, que estudia el movimiento
del proyectil mientras se encuentra dentro del
cañón; balística exterior, que considera el
movimiento del proyectil desde el momento en que abandona el
cañón hasta que alcanza el blanco, y
balística terminal, que analiza el efecto del proyectil
sobre el blanco

Balística interior: La balística interior
se ocupa de la temperatura, el volumen y la presión de los
gases producidos por la combustión de la carga propulsora
en el cañón; tiene también que ver con el
efecto de la expansión de esos gases sobre el
cañón, la cureña y el proyectil. Algunos de
los elementos críticos implicados en el estudio de la
balística interior son la relación entre el peso de
la carga y el peso del proyectil, la medida del calibre, el
tamaño, forma y densidad óptimos de los granos de
carga propulsora para los diferentes cañones, y los
problemas conexos de máxima y mínima presión
en la boca del arma.

El ingeniero británico Benjamín Robins
llevó a cabo muchos experimentos de balística
interior; sus resultados justifican que se le considere el padre
de la artillería moderna. Los experimentos modernos
confirmaron la mayoría de las conclusiones de Robins, pero
pusieron en duda sus conclusiones respecto al máximo de la
temperatura y presión. Más tarde, en el siglo
XVIII, el físico angloamericano Benjamín Thompson
realizó el primer intento de medir la presión
generada por la pólvora; el resultado de sus experimentos
constituye la mayor contribución a la balística
interior realizada hasta entonces.

Hacia 1760, los estudiosos franceses de balística
determinaron la relación entre la velocidad en la boca del
arma y la longitud del cañón, midiendo la velocidad
de una bala de mosquete y cortando una porción del
cañón antes de medir la velocidad en el siguiente
disparo. Utilizando los resultados de estos experimentos junto
con los avances en química y termodinámica, los
expertos en balística pudieron desarrollar fórmulas
que acreditaron la relación entre la velocidad en la boca
del arma y la forma del proyectil, el peso, tipo y tamaño
de grano de la carga de pólvora, la presión y
temperatura en el cañón, el tamaño de la
cámara de la pólvora y la longitud del
cañón.

Balística exterior: En balística exterior,
la forma, el calibre, el peso, las velocidades iniciales, la
rotación, la resistencia del aire y la gravedad
constituyen los elementos que inciden en la trayectoria de un
proyectil desde el momento en que abandona el cañón
hasta que alcanza el blanco. Hasta la mitad del siglo XVI se
creyó que las balas se movían en línea recta
desde el cañón hasta el blanco y que las bombas
disparadas por morteros describían una trayectoria
compuesta por dos líneas rectas unidas por un arco de
círculo. El matemático italiano Niccolò
Tartaglia arguyó, en un tratado sobre cañones, que
ninguna porción de la trayectoria de un proyectil
podía ser una línea recta, y que cuanto mayor fuera
la velocidad del proyectil, más tensa sería su
trayectoria. Tartaglia inventó el cuadrante de
cañones utilizado para determinar la elevación de
la boca de fuego. Galileo demostró que, en el
vacío, un proyectil describe un arco parabólico. La
descripción de la ley de la gravedad por Isaac Newton
aclaró la causa del movimiento curvilíneo de los
proyectiles. Mediante el uso del cálculo, Newton
determinó la cantidad de movimiento transferida del
proyectil a las partículas de aire en reposo; este
método de calcular la resistencia del aire se ha visto
superado por el uso de tablas, derivadas de disparos
experimentales.

Para determinar la velocidad del proyectil una vez
abandonado el cañón se utilizan dos métodos:
uno mide la cantidad del movimiento del proyectil, el otro
calcula el tiempo requerido para que el proyectil cubra una
distancia concreta. El primer método es el más
antiguo y se utilizó mientras los cañones y
proyectiles fueron pequeños, las velocidades bajas y los
alcances cortos, con lo que sus resultados eran lo bastante
precisos para la mayoría de los propósitos
prácticos. El péndulo balístico y el
péndulo de cañón se utilizaron para medir la
cantidad de movimiento del proyectil, pero tales mecanismos se
sustituyeron por máquinas más baratas y seguras que
trabajan sobre los principios del segundo
método.

El péndulo balístico fue desarrollado
hacia 1743 por Robins, quien fue el primero en afrontar una serie
sistemática de experimentos para determinar la velocidad
de los proyectiles. El principio del péndulo
balístico, así como el del péndulo de
cañón desarrollado por Thompson, radica en la
transferencia de la cantidad de movimiento de un proyectil con
masa pequeña y alta velocidad, a una masa grande con una
velocidad resultante baja.

El péndulo balístico consiste en una
enorme plancha de hierro a la que se emperna un bloque de madera
para recibir el impacto del proyectil; el péndulo se
suspendía de un eje horizontal. Al ser golpeado por el
proyectil, el bloque retrocedía en un cierto arco que
podía ser medido con facilidad. Conociendo el arco de
retroceso y las masas de proyectil y del péndulo,
podía calcularse la velocidad del proyectil. El
péndulo balístico tan sólo soportaba el
impacto de balas de mosquete; sin embargo, Robins realizó
importantes progresos en la ciencia de los cañones al
determinar las relaciones que habían de darse entre el
calibre, la longitud del cañón y la carga de
energía.

Gracias al segundo método, la velocidad del
proyectil se determina midiendo el tiempo que tarda en recorrer
una longitud conocida de su trayectoria; para este
propósito se han diseñado numerosas
máquinas. En 1840 el físico británico sir
Charles Wheatstone sugirió el uso de la electricidad para
medir pequeños intervalos de tiempo. Esta sugerencia
condujo al desarrollo del cronógrafo, un mecanismo que
registraba por medios eléctricos el tiempo que necesitaba
un proyectil para pasar entre dos pantallas de alambre fino. Las
fórmulas y tablas para balística exterior de cada
nuevo tipo de cañón son más o menos
empíricas y deben comprobarse mediante experimentos
reales, antes de que se puedan calibrar con precisión los
mecanismos de puntería.

Medición balística: El desarrollo de la
fotografía a alta velocidad y del estroboscopio por el
ingeniero estadounidense Harold Eugene Edgerton y otros
investigadores, ha conducido a un mejor conocimiento de las tres
ramas de la balística. Tales ingenios permiten fotografiar
cualquier proyectil en vuelo, ayudando al estudio preciso no
sólo de su velocidad, sino también de su
posición (para determinar el grado de oscilación) e
incluso las ondas de choque que produce.

El más importante de los recientes avances en
balística es el uso de computadores. El cálculo
exigido por la balística exterior requiere, por lo
general, conjuntos de ecuaciones diferenciales parciales de
segundo orden, cuya resolución implica cientos de miles de
cálculos. Para encontrar la posición de un
proyectil en varios puntos a lo largo de su trayectoria se
necesitan docenas de tales soluciones. El procedimiento ha de
repetirse para cada una de las diferentes elevaciones del
cañón. Incluso con la ayuda de reglas de
cálculo y máquinas calculadoras ordinarias,
semejante operación exigiría al matemático
una extraordinaria cantidad de tiempo; el uso de computadores
electrónicos permite conseguir soluciones completas en
pocos segundos. Los computadores se utilizan también para
la simulación de vuelos de misiles.

El diseño, desarrollo y graduación de una
amplia variedad de equipos electrónicos y ópticos
muy sofisticados a lo largo de los últimos años ha
incrementado de forma considerable el avance de la
investigación balística, en particular en lo que
afecta al funcionamiento de los misiles teledirigidos. Ejemplos
de tales instrumentos son los telescopios de seguimiento de largo
foco, las cámaras fotogramétricas y los
transmisores y receptores de radio en miniatura instalados en los
misiles.

Las armas
clásicas

Mauser 96En la intención de su
inventor, esta arma debería ofrecer las ventajas de un
fusil junto con las de una pistola: corta pero de gran alcance,
larga, portátil y potente.

CHURCHILL, Winston, Memorias ( 1948-1954) dice: " Por
culpa de mi espalda, susceptible de dislocarse con gran
facilidad, había decidido que, en caso de tener que
combatir cuerpo a cuerpo, debería usar una pistola, no un
sable. Había comprado en Londres una pistola
automática, la última novedad en armas de fuego. Me
había entrenado mucho durante nuestra marcha por el Nilo,
por lo que decidí combatir con esta arma"

El que habla así es un joven teniente del 21°
Regimiento destinado a hacerse famoso: Winston Churchill, quien
en sus memorias recuerda de este modo la carga de Omdurman contra
los derviches en Sudán, en 1898 — Un hombre se
echó a tierra justo delante de mí. Noté el
brillo del sable curvo. Inclinándome hacia un lado hice
dos disparos contra aquel hombre a menos de 3 m.,
incorporándome, vi delante de mi otro perfil blandiendo un
sable. Alcé la pistola y disparé: estábamos
tan cerca que el cañón del arma le
tocó.Hombre y sable desaparecieron bajo las pezuñas
de mi caballo. De repente, en el centro del pelotón
apareció otro derviche, avanzaba hacia mí
blandiendo una espada. Lo abatí a menos de un metro.
¡Qué fácil es matar a un hombre!, sin
embargo, no me preocupó lo más mínimo. Me
dí cuenta que había disparado todas las balas de mi
Mauser 96 había salvado la vida de Churchill. Seguramente,
el futuro Primer Ministro Inglés no dejó aquel arma
tan rápidamente.

Valorando las incluso hoy notabilísimas
características de la Mauser 96, no han de sorprenderse de
que esta arma fascinara hace 100 años a quien la probase.
Potencia, precisión, rapidez de fuego, gran retroceso. He
aquí las características fundamentales de esta
pieza maestra de mecánica en la que cada pieza se acopla
con la otra con una precisión increíble y sin
tornillos: el único que existe sirve exclusivamente para
sujetar las dos caras de la empuñadura. Todas las piezas
son de acero macizo con algunas fresaduras y acabado a mano.
Excluyendo las caras de la empuñadura, el arma se desmonta
completamente sin necesidad de herramientas.

Para poner a punto esta pistola semiautomática,
Paul Mauser (había partido del proyecto con un colaborador
suyo, Fidel Feederle) Siguió seguramente muchos de los
principios que ya aplicara en su famoso fusil de
repetición manual (Tejer 88). En la 96 encontramos
elementos como el cargador colocado delante del gatillo en el que
se puede insertar las balas de una en una o diez a la vez a
través de una platina; incluso la mira dotada de
regulación de 100 a 1000 m. (con variantes en
función de los modelos). Parecía una variante de un
fusil, justificable sólo por el hecho de que el arma
estaba dotada de una funda de madera que aplicada a la culata
transformaba a la pistola en una carabina capaz de disparar con
cierta precisión hasta 300 m. Precisamente, sobre un
blanco colocado a esta distancia, el canciller Guillermo II hizo
20 disparos el 20 de agosto de 1896 en el campo de tiro de
Kathrinenholz, en Postdam, entusiasmándose con los
resultados. A pesar de los favores del emperador, la
comisión militar encargada de elegir un arma de ordenanza
para sustituir el Reichsrevolver 1879 juzgó la pistola de
Mauser demasiado pesada y desequilibrada (al final se
eligiría la Luger). Esto no significa que Mauser no
consiguiera vender su criatura. Cómplice de ello fue la
primera contienda mundial en la que entre los modelos civiles y
militares, desde 1896 a 1945 se produjeron cerca de 900,000
pistolas en 9 versiones distintas, incluida una " a
ráfaga", la automática Schnellfeuer Pistol de 1932,
cargador fijo de 10 ó 20 disparos. Este modelo fue muy
utilizado por los oficiales alemanes durante la 2ª. Guerra
Mundial por sus elevadas prestaciones. Entre los contratos
gubernamentales podemos recordar los que hizo con Turquía,
Italia, Persia, Austria, Finlandia y la misma Alemania. Existen
Mauser 96 (en sucesivas versiones M98 – M03-M05-M12 y M26,
años de las diversas modificaciones), que utilizaron los
chinos, indonesios, siameses… incluso la policía
francesa compró un cierto número de Mauser 96
caracterizadas por tener el cañón corto. Corto era
incluso el cañón de las versiones denominadas
"bolo" (cien milímetros), destinada al mercado
ruso.

No faltaron los detractores de esta arma, sin duda no
exenta de defectos. Por citar algunos, el depósito fijo de
cartuchos puesto delante del puente del gatillo no soporta la
confrontación con el cargado extraíble preparado
por Borchardt para su homónima pistola registrada en 1893
(de la que tomaría vida la Luger). En efecto, el
depósito de la Mauser desequilibra hacia delante el arma
cuando se empuña con una sola mano y hace difícil
introducir los cartuchos uno a uno debido a la presión del
obturador que tiende a cerrarse, mientras que usando la platina
de 10 cartuchos se bloquea en apertura. Además, si se
quiere descargar el arma sin disparar, es necesario manipular con
cuidado la culata, operación que conlleva el riesgo de
disparos accidentales. La empuñadura es también
poco racional, demasiado gruesa y redonda ( no por nada los
americanos han bautizado esta arma con el nombre de
"Broomhandle", mango de escoba). Por otra parte, el arma es
demasiado pesada, resultando poco práctica y dura de
accionar, digna de un fusil. Finalmente, para ser una arma
militar tiene el mismo defecto de la Luger: es demasiado cara la
producción con los estándares y calidad alemanes.
La 96 fue, copiada en España y en China, mientras que la
Luger era tan compleja que ninguno habría podido
reproducirla, excepto los precisísimos. A pesar de todo,
los defectos hacen aún más fascinante esta arma que
lleva más de cien años con gran desenvoltura, y
aún hoy continúa enamorando a miles de
coleccionistas.

La 1912 es el modelo más difundido,
derivada de la M96, construida con el número de serie
200,000 hasta el 700,000. La mira llega hasta los 1,000 m. y
disparando a 500 m. se conseguía introducir todos los
disparos en un rectángulo de 2 x 1.8 m. Gracias a la
culata de hombro se podía aprovechar toda la
precisión y potencia de la pistola, que a 150 m.
traspasaba 120 codee tablones de madera de abeto de 1 cm. de
espesor, a una distancia el uno del otro de 10 cm.

COLT OFFICER´SLa Colt Officer´s
es la versión más pequeña de la Colt, ya que
tan solo mide, en toda su longitud, 153 mm. de los cuales, 3
pulgadas y media (88.9 mm.) forman parte del reducido
cañon. El cañon, de longitud moderada, hace el arma
fácilmente ocultable, aunque al mismo tiempo se le resta
precisión, convirtiéndose la pistola en
exclusivamente un arma de defensa personal a muy corta distancia.
Esta pequeña Colt (ver anexo X) posee 6 estrías de
paso izquierdo.

Tiene un seguro que es manual dorsal en la
empuñadura y automático en el percutor. tiene una
alimentación de 6 disparos dispuestas estas balas en un
cargador de corto tamaño. a esta pistola
semiautomática se le ha asignado el modelo denominado
"Officer´s" , nombre dado por su empresa constructora Colt
Firearms-P.O box 1868 Hartford 06101 Connecticut .

Este modelo de arma esta disponible con la
empuñadura tanto de acero como en madera con el fin de
reducir el peso, esta pequeña arma tiene un peso
aproximado de 852 gramos; se puede elegir entre la versión
en acero inoxidable, también en este caso brillante u
opaca. La Colt

Officer´s tiene la mira anterior de
hoja, la mira posterior con muesca tipo "combat".La
presentación para la venta es una práctica maletita
de plástico dentro de la que , además del arma, se
encuentra un libro de instrucciones. La Colt Officer´s es
la versión mas pequeña de la Colt, y entre todas la
única que, además del cartucho calibre 45 ACP,
posee un recamara para el cartucho calibre 45HP.

Colt Combat CommanderLa combat commander
esta disponible tanto en versión brillante como en acero
inoxidable. Su constructor Colt Firearms-P.O box 1868 Hartford
06101 Connecticut , su modelo es llamado. Combat Commander. La
pistola es la versión recortada de la Government y durante
muchos años fue el arma de dotación de la Cia y de
la guardia nacional y presidencial.

Esta arma fue hecha de defensa, se presta muy bien para
la práctica de tiro al blanco. Es una pistola
semiautomática cuyo gran calibre: 38 súper auto y
45 HP. tiene una longitud total de 166 mm. y su cañon es
de 4 pulgadas y cuarto, en sistema métrico decimal eso es
10.8 mm.

Como opcional se pueden montar miras tanto…, como
regulables en altura y deriva. La pistola se vende en una
práctica maleta de plástico; dentro de la que ,
además del arma, se encuentra un libro de instrucciones.
El arma tiene una alimentación por medio de un cargador de
9 cartuchos, posee una mira anterior de hoja ,la posterior tipo
"combat" y tiene un peso aproximadamente igual a 910
gramos.

Colt python cal. 357 magnumLa Colt Python
esta considerada, no por nada, la Rolls-Royce de los
revólveres. El arma tiene una terminación muy
cuidada con una línea de conjunto cautivadora. Su
constructor es una de las empresas que mejores armas ha
producido, se trata de Colt Industries Inc. P.O. Box 1868, 06101
Hartford Connecticut. El modelo de esta fabulosa armas es
denominado Python .

La Colt Python es un revolver de
acción doble y simple cuyo calibre es una muestra del gran
poder de esta arma, se trata del calibre 357 Magnum, bala capaz
de atravesar muros enteros de concreto. Al momento del disparo,
si no se tiene una gran fuerza, puede incluso a lastiamr el brazo
por el terrible poder de la bala. En el último veintenio,
la Python ha ido perdiendo gradualmente la calidad que le
había convertido en una de las armas más
prestigiosas desde finales de los años sesenta.

Los aficionados de la Colt Python cal. 357
Magnum, están buscando siempre modelos anteriores a los
años 60s y en los últimos tiempos se ha asistido el
curioso fenómeno de que revólveres producidos hace
treinta años, se han vendido en precios superiores a los
de las armas producidas actualmente. Esta arma clásica,
mide 245 mm., su puro cañon mide 104 mm., pesa 1.077
gramos, tiene un seguro automático en el percutor, tiene
un tambor para alojar 6 balas. Su mira es anterior con rampa ;
posterior regulable micrométricamente en altura y
deriva.

Colt Wilson CustomEl arma ha sido
construida utilizando como punto de partida una Colt Seir 80, a
la que se le han cambiado la mayoría de las piezas; el
cañon, el gatillo, el martillo, el seguro dorsal, las
dorsales, el pasador, las bocas del cañon y los niveles de
mando. Su responsable ha abrillantado todos los planos y las
piezas en movimiento de forma que el disparo sea lo mas suave y
ligero posible, para que no tenga un gran rebote.

Su responsable es lógicamente su constructor:
Wilson Aras CO. 63 Leetes Island Rd. Brandford Connecticut U.S.A.
El modelo es Colt Wilson Custom , una pistola
semiautomática calibre 38 Súper Auto. La Colt
Wilson Custom ha sido construida para las grandes competiciones
de tiro dinámico y solo en el ámbito de dicho
deporte tiene razón de ser, ya que su considerable
longitud no la hace apta para la defensa.

Hemos mencionado su longitud, esta es (solo del
cañon), 127 milímetros, su longitud total es de
25.4 milímetros, peso aproximadamente 1300 gramos, posee
un seguro automático en el dorsal del percutor y otro
seguro manual en la empuñadura. Su cargador es de 9
disparos.

Su mira es clásica de tiro al blanco, es una mira
anterior de hoja mientras que la posterior es una mira regulable
en altura y en deriva tipo Millet. Se han abrillantado todos los
planos y las piezas en movimiento de forma que el disparo sea lo
más suave y ligero para las grandes competiciones de tiro
dinámico.

Steyr Aug A1

La ultima generación de fusiles de asalto es la
denominada "bull pup", literalmente "novillo", tal vez por sus
dimensiones extremadamente compactas, lo que en cierto modo
enmascaran la notable potencialidad agresiva del arma. la
configuración "bull pup" ha sido pensada para poder
realizar un arma muy compacta pero sin eliminar prestaciones al
disminuir la longitud del cañon, el cual se ha movido
hacia atrás de forma que la culata se encuentra casi en
contacto con la parte posterior de la cantonera, la que se apoya
en el hombro. Los fusiles bull pup aprovechan perfectamente el
espacio interior de la culata y se reconocen inmediatamente
porque tiene el culatin totalmente derecho y, sobre todo, por el
hecho de tener un cargador que se introduce en la
empuñadura de la pistola, es decir, al contrario de los
fusiles de asalto convencionales. De esta forma , disparando con
el arma al brazo, el carrillo del tirador se encuentra
exactamente en correspondencia con la recamara, pero esto no crea
ningún problema ya que estos fusiles disparan todos los
modernos cartuchos calibre 5.56 mm., no demasiado potentes y
retroceso mínimo.

El mas insólito fusil bull pup actualmente en
dotación de algunos ejércitos es seguramente el AUG
austriaco con una línea tan futurista que no es raro verlo
(tal vez un poco camuflageado) en las películas de ciencia
ficción en brazos de cualquier héroe del espacio
lanzado a la conquista de planetas misteriosos. AUG es el
acrónimo de Armee Universal Gewher, es decir, fusil
universal para el ejército. El adjetivo "universal" esta
justificado por el hecho de que el AUG es un verdadero sistema de
arma, es decir, que con tan solo cambiar el cañon
(disponible en longitudes de 35, 40, 50, y 62 centímetros)
el arma se convierte en una mitra, una carabina, un fusil de
asalto y un arma automática de escuadra, es decir , una
pistola ametralladora ligera.

Fabricado por la famosa empresa austriaca
Steyr-Diamler-Puch, el AUG esta realizado en materiales de
plástico de elasticidad diferenciada. En la practica, solo
el cañon, el obturador y las guías, los muelles y
algún que otro particular secundario son de acero,
mientras que el castillo es de madera ligera. Ello podría
poner en duda la robustez del arma, especialmente si se expone a
un uso intenso y a condiciones difíciles; pero no es
así: el AUG( ver anexo X) ha soportado y superado durante
las pruebas tan severas que hubieran podido poner en apuros en
los fusiles de asalto realizados totalmente en acero; basta
pensar en el terrible test que prevé disparar un tiro con
el cañon obturado por un balín encasquillado a
mitad del cañon. En este caso el AUG ha demostrado no
sufrir ni el más mínimo daño. Todo esto
asociado a su grandisima flexibilidad de uso explica como,
además de las fuerzas armadas austriacas, dicho fusil ha
sido elegido por una quincena de ejércitos de distintos
países, las fuerzas especiales y la policía, como
es el caso de las guardias aduaneras de los Estados Unidos, un
país que en tema de armas siempre elige lo
mejor.

El AUG es efectivamente un autentico transformista
gracias a la gran variedad de accesorios que posee; desde los
grandes prismáticos telescopicos para el tiro de alta
precisión a grandes distancias, a los visores para mirar
aun en la oscuridad; el kit de conversión (
cañon-obturador-cargador) para transformarlo en
ametralladora calibre 9mm. Parabellum, hasta la versión
con castillo revestido de estaño que permite sumergirlo
hasta la profundidad de 79 metros bajo el agua; es decir, el arma
ideal para las fuerzas de asalto subacuaticas. Por otra parte,
gracias a las típicas propiedades del plástico, el
arma de fábrica en varios colores: desde el clásico
verde.oliva hasta el beige-arena para las tropas
desérticas y al negro opaco para las fuerzas de la
policía.

A algunos les podrá parecer que
estéticamente este arma no gusta y, efectivamente, con
frecuencia se le conoce con el nombre de"Black & Decker"
debido a que sus formas recuerdan las instrumentos típicos
de bricolage, especialmente la empuñadura y el gatillo,
que parece una típica taladradora eléctrica. Sin
embargo, cuando se analizan los diversos elementos se descubre
que el AUG es fruto de un estudio ergonómico de
máximo nivel y que ninguna otra arma actual de cartucho
con casquillo metálico puede ofrecer mas y mejor en todos
los sentidos: desde la robustez y la fiabilidad de uso y el
fácil manejo; desde la precisión hasta la facilidad
de reparación en el caso rarísimo de que se
estropee.

El AUG se compone de 6 elementos intercambiables entre
si de forma que permiten una casi absoluta flexibilidad
operativa: cañon, castillo, obturador, grupo de disparo,
culata y cargador. Vale la pene analizar uno a uno dichos
elementos puesto que presentan un estadio verdaderamente
artístico en tema de armas ligeras . El cañon, que
se puede desmontar rápidamente y sin necesidad de
instrumentos especiales, tiene el anima y la recamara cromadas,
lo que garantiza una duración mínima de 15 000
disparos; en el se ha aplicado un eficiente
apagallamas-compensador que limita notablemente el levantamiento
del arma en el tiro con ráfaga. En el cañon hay una
manilla con el regulador de toma de gases que se puede colocar en
tres posiciones: para disparar normalmente, para disparar cuando
los mecanismos están sucios y muy llenos de residuos del
gas de los disparos; para usar el fusil como lanzagranadas. El
castillo, en aleación de aluminio, esta soldado a un
bloque de acero en el que se ancla el cañon con un sistema
de anclaje de 8 aletas. Siempre dentro del castillo, al lado se
encuentran dos tubos que hospedan las dos astas de guía (
en acero cromado) del obturador. El castillo se levanta hacia la
parte de arriba formando una practica manilla de transporte que
aloja en su interior, perfectamente protegido contra choques, una
mira telescópica Swarovski con retícula circular de
1.5 aumentos, que pueden parecer pocos, pero que en realidad son
el ideal en las condiciones normales de utilización ya que
permiten un amplio campo de visión ( de 45 a 300metro) y
la posibilidad de alcanzar rápidamente el blanco a una
distancia entre 50 y 300m. (para usos especiales existe, entre
otros, una mira Schmidt & Bender de 4 aumentos).

Partes: 1, 2, 3
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