Clase Desheredada (Análisis de Martín
Fierro) – Monografias.com
Clase Desheredada (Análisis de
Martín Fierro)
José Hernández (1834-1886) escribió
la obra del Martin Fierro en dos periodos, la primera
parte denominada como "La ida del Martín Fierro" fue
escrita en 1872 y la segunda parte denominada como "La vuelta del
Martin Fierro", fue escrita 7 años después en 1879.
La obra Martín Fierro se escribió en el
marco de los gobiernos liberales de Mitre y Sarmiento que se
comprenden entre los años 1860 al 1880, en esta etapa
triunfan los ideales de la civilización porteña. En
este esquema de país, el gaucho es considerado como un
obstáculo para el progreso que debe ser eliminado, como
expresa Sarmiento en Facundo donde presenta a la raza
gaucha como una raza inferior que debía ser eliminada y
remplazada por inmigrantes para "civilizar" el campo. Los
gobiernos liberales que encarnan el modelo de país que
habían anticipado o planificado la generación del
"37 imponen los ideales civilizadores a base de una idea de
progreso eliminando el obstáculo que era el gaucho. Mitre
lleva a cabo la "pacificación del país" que
implicó la eliminación de caudillos y la lucha
contra los aborígenes. Sarmiento va a llevar a cabo el
desarrollo y promoción de la inmigración europea ya
que para Sarmiento, como expresa en Facundo, los
inmigrantes eran el motor económico del país, eran
los más capacitados para el trabajo productivo,
además su ingreso al país era para "civilizar" el
campo y el gaucho era un vago, inútil e ignorante
incapacitado para trabajar. También Sarmiento va a
implementar nuevos métodos de trabajo rural donde se
propone ampliar las zonas de cría de ganado. Estos nuevos
métodos consistían en quitarles las tierras a los
gauchos y ponerlas en mano de los terratenientes con el fin de
utilizar al gaucho como peón de estas estancias, en el
mejor de los casos, porque la otra opción que le quedaba
al gaucho era ser mandado como carne de cañón al
fortín. Estas medidas concretan el triunfo de "la
civilización". Hernández va a plantear que este
proyecto nacional de modernización del país
tenía que incluir al gaucho no excluirlo. Por eso en su
obra Martín Fierro va a demostrar la falsedad de
estas ideas expuestas en Facundo por Sarmiento,
denunciando lo que el gobierno liberal ha hecho con el gaucho,
intentando defenderlo de los abusos de la autoridad a los que es
sometido por el gobierno. José Hernández, en la
carta a Zoilo Miguens, describe los dos objetivos principales que
intenta expresar a lo largo de la obra, por un lado la denuncia
hacia un sistema que excluye y maltrata al gaucho y por otro
lado, la reivindicación de la imagen del gaucho, donde
pretende demostrar la falsedad de todas la ideas que la sociedad
y el sistema han difundido sobre él.
Previo al momento en donde se publica el Martín
Fierro, en el género gauchesco, quien
definía los términos de como se presenta el gaucho
en los escritos es el hombre de la ciudad, la perspectiva del
género siempre estuvo basada en una mirada sobre el gaucho
como objeto de descripción, tema a describir. José
Hernández en el Martin Fierro, por primera vez
cambia la perspectiva, cambia el punto de vista, porque en su
obra el gaucho ya no es objeto, sino sujeto, le cede la voz al
gaucho para que este desde lo que piensa, desde sí mismo,
desde sus deseos, creencias y pensamientos, desde su universo
simbólico describa el mundo, van a salir a luz muchas
cuestiones sobre el gaucho que hasta ese entonces nunca nadie las
había revelado.
Martín Fierro va intentar encarnar la
vida y la situación de todo un sector social,
representando la historia individual de un hombre. Concretamente,
lo que va a denunciar va a ser el sistema de marginación
que los gobiernos instalan en el campo, convirtiendo al gaucho en
un paria social, una persona aislada, excluida de la sociedad, lo
convierte en un delincuente, lo obliga a convertirse en eso. El
gaucho, al quedar marginado de la sociedad, sin posesión
de ningún bien, va a manifestar un cambio de actitud, una
actitud distinta a la que planteaba al principio.
Martín Fierro va a reaccionar violentamente en
contra del gobierno y así este utiliza el argumento de que
el gaucho es un delincuente violento sin límites para,
así exterminarlo, para quitarle sus derechos, excluirlo y
no considerarlo un ciudadano. Hernández va intentar poner
en evidencia que en el campo la ley se aplica sobre el hombre de
manera desigual a como se aplica en la ciudad y así
naturaliza la injusticia sobre el hombre de campo. El gaucho
queda excluido de la ley y por eso la justicia hace lo que quiere
con él.
José Hernández le escribe una carta a don
José Zoilo Miguens donde refleja los objetivos de su obra.
En ella escribe que pretende dibujar la imagen del gaucho en
grandes rasgos desde sus costumbres, hábitos, vicios y
virtudes. Hernández va describir la vida y la historia de
todo un sector social personificando en una sola figura, la del
gaucho Martín Fierro. Desde esta perspectiva va a plantear
dos objetivos:
La denuncia de un sistema político que le
quita todo al gaucho y después le exige requisitos que
no puede cumplir y, al no poder cumplirlos, habilita a la
justicia para que la lo persiga.La reivindicación social de la figura del
gaucho, Hernández va a intentar reivindicar la imagen
del gaucho volviéndolo a posicionar, a valorizarlo.
Pretende otorgarle un nuevo estatuto social al gaucho para
refutar esa imagen negativa que el sistema construyo de
él. Pretende levantar la posición del gaucho
demostrando la falsedad de todas las ideas que se difunden
sobre él, en las cuales, se acentúan los
gobiernos liberales para prestigiarse y consolidar en la
sociedad una imagen negativa de la clase gaucha.
Se condena como injusticia el prejuicio que recae sobre
el gaucho. El gaucho es un paria social, marginado y excluido
pero no solo por el gobierno sino también por las
estigmatizaciones que construye y legitima la sociedad sobre
él. La justicia sostiene que el gaucho es un
inútil, incapacitado para el trabajo y que solo este sirve
para votar. En realidad el gaucho es el hombre más
capacitado para hacer las tareas agrícolas, es un hombre
trabajador que produce la tierra para su subsistencia y la de su
familia. Sarmiento, en Facundo, sostiene que el gaucho
era poco hombre, no era un macho porque era un mantenido por su
mujer, mientras que el hombre tiene que ser el que mantiene a la
familia. Pero claramente en la obra se puede apreciar cómo
el gaucho es el que realiza todos los trabajos para mantener y
cuidar a su familia, se puede ver como Hernández demuestra
la falsedad de las ideas que Sarmiento expresa. Por todos los
prejuicios que la sociedad hace recaer sobre la imagen del
gaucho, este es llevado a la frontera como carne de
cañón para "defender la patria", lo digo ente
comillas porque nada más y nada menos a lo que iban los
gauchos era a morir, no se les daba ropa, ni comida ni armas para
luchar. Se los sometía a trabajos para labrar la tierra y
no se les pagaba ni un centavo. Eran torturados, castigados
esclavizados, engañados y eran tratados por la justicia
como si fueran malevos (delincuentes, violentos, peligrosos). Se
les promete paga y vuelta a los 6 meses mientras que no le
pagaban nada y los tenían en el fortín de por vida.
Martín Fierro luego de 3 años de vivir en la
frontera, vuelve al campo como desertor, él vuelve en
búsqueda del retorno a la normalidad, a su casa, sus cosas
y sobre todo su familia cuando lo único que
encontró fue la tapera. A partir de allí, Fierro
comienza a adoptar un cambio de actitud, una actitud violenta
pero no por naturaleza son las acciones violentas que van a
devenir del gaucho sino que son producto del maltrato y
exclusión que el gobierno aplica sobre él. Como
dice en la carta a Zoilo Miguens, lo obligan a convertirse en un
hombre violento, su nueva actitud es producto de la injusticia
que el gobierno comete contra él. La clase gaucha es la
clase desheredada del país, se les quita el derecho que le
corresponde, se los despoja de la sociedad y de sus leyes, la
clase gaucha es la victima de los abusos y desgracias y esta, va
desapareciendo a medida que avanza la civilización.
"Retratar, en fin, los más fielmente que me fuera
posible, con todas sus especialidades propias, ese tipo original
de nuestras pampas, tan poco conocido, por lo mismo que es
difícil estudiarlo, tan erróneamente juzgado muchas
veces, y que, al paso que avanzan las conquistas de la
civilización, va perdiéndose casi por completo".
(Carta del autor a don José Zoilo Miguens,
1872)
Martín Fierro a los comienzos del libro, expresa
el sentido que tiene el canto para él. Manifiesta
que tiene una pena extraordinaria, un dolor inmenso y que a
través del canto se consuela. Muestra su sensibilidad al
cantar, consuela sus penas. El canto, para Fierro es un medio de
expresión para denunciar lo que le pasa. Martin Fierro se
queja porque lo mandan a la frontera a pelear con los indios,
donde lo utilizan para los trabajos inútiles, trabajan
para el dueño de las chacras en pésimas condiciones
y no se les paga nada, no se les da comida ni ropa. Martín
Fierro se queja porque le quitaron todo, lo derrotaron y lo
dejaron marginado.
"Aquí me pongo a cantar,
al compás de la vigüela,
que al hombre que lo desvela,
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria,
con el cantar se
consuela"[1]
En el canto, él es hombre libre y nadie lo
domina, es sus poemas Fierro pide ayuda y auxilio a Dios, se
presenta como un hombre de fe, se subordina al poder de Dios
diciendo que solo no puede con su destino. No tiene miedo y no va
retroceder como otros cantores que cantan y no quieren sustentar
su poesía, Fierro dice que aquellos cantores no entienden
el significado y función del canto, porque para él,
el canto es orgullo y dignidad, el canta como un deber, asume la
voz como un compromiso de por vida, su propio destino es el
canto. El cantar, dice él, es el único camino que
lo va a llevar a gloria, el canto es una forma de movilizar o dar
un impacto en quienes lo escuchan. Fierro dice que no es cantor
letrado, pero el canto nace naturalmente de él, por eso es
verdadero. Su canto es su espacio de libertad, dice que la
libertad es un don otorgado por Dios y nadie tiene derecho sobre
ese regalo divino.
"Nací como nace el peje,
en el fondo del mar,
naides me puede quitar
aquello que Dios me dio:
lo que al mundo truje yo,
del mundo lo he de llevar".
[2]
Martín Fierro con su canto desafía, es
bravo, provoca, a la vez se describe a sí mismo y
cuestiona a la autoridad. En la configuración que hace
de él mismo sostiene que es un hombre trabajador,
experto en las tareas agrícolas, describe al trabajo como
el espectáculo más placentero que hay. Aquí
podemos apreciar como el autor demuestra la falsedad de las ideas
de Sarmiento en Facundo, donde se afirmaba que el gaucho
era un vago e inútil para el trabajo. Fierro se describe
como un hombre manso, no hace mal a nadie, vive tranquilo en su
rancho con sus cosas y su familia. Sin embargo la autoridad lo
persigue por el solo hecho de ser gaucho, su destino, su suerte
es su maldición. Fierro describe como viven los gauchos,
todos en comunidad. Aquí también contradice las
ideas de Sarmiento cuando decía que el gaucho era un
salvaje y que entre la raza gaucha vivian aislados entre
sí.
"Y apenas la madrugada
Empezaba a coloriar,
los pájaros a cantar
y las gallinas a apiarse
era cosa de largarse
cada cual a trabajar"
[3]
"Y mientras domaban unos,
Otros al campo salían,
Y la hacienda recogían,
Las manadas repuntaban,
Y ansí sin sentir pasaban
Entretenidos el día"
[4]
"Ricuero ¡que maravilla!
Como anadaba la gauchada,
Siempre alegre y bien montada
Y dispuesta pa el trabajo;
Pero hoy al
presente…¡barajo!
No se le ve de aporriada."
[5]
La justicia desdicha al gaucho de la sociedad, lo
maltrata y lo excluye, bajo los prejuicios que construye esta de
él, se crea una imagen negativa del gaucho donde se lo
posiciona como inútil, ignorante que no sirve para
trabajar, lo llevan a la frontera a pelear con los indios en
"defensa de la patria". La vida en la frontera que se
describe en la obra demuestra como el gaucho fue llevado a
trabajar en la tierra para el gobierno, en condiciones inhumanas,
sometido a torturas y a maltratos. Se le promete paga y no le dan
ni un centavo, se les promete armas para luchar, y no les dan ni
una. Se demuestra como el gaucho es llevado a morir y hacer
torturado por la justicia, sumergiéndolo cada vez
más en la pobreza y en la injusticia que el gobierno
aplica contra él.
"Tuve en mi pago en un tiempo
Hijos, hacienda y mujer,
Pero empecé a padecer,
Me hecharon de la frontera
¡y que iba a hallar al volver!
Tan solo hallé la tapera"
[6]
"Al principio nos dejaron
de haraganes criando sebo,
pero después… no me
atrevo
a decir lo que pasaba
¡Barajo!… si nos trataban como se trata a
malevos" [7]
No hay trabajo en la frontera, trabaja para el coronel,
en las tierras que este posee. Lo que hacían en la
frontera no era servicio, no era defender la patria, iban a morir
y a ser uilizados como mano de obra esclava. Se denuncia la
mentira y corrupción que se aplica en el fortín
sobre los gauchos. Fierro va a describir al otro desde lo
racial y desde su función en la sociedad. Gringo:
inútil, ignorante, no sabe trabajar. Los gringos no saben
nada de todo lo que sabe el gaucho.
"yo no sé porque el Gobierno
nos manda aquí a la frontera
gringada que ni siquiera
se sabe atracar a un pingo
¡si crerá al mandar un
gringo
que nos mande alguna fiera!"
[8]
Los describe como poco hombres ridiculiza la imagen del
inmigrante. A los indios los describe como ladrones, matreros,
que cuando organizan los malones, queman las casas, destruyen
todo, son peligrosos y bien malevos. Hernández, a
través del gaucho presenta la necesidad de exterminar a
los indios y crítica al gobierno de su política de
atraer inmigrantes. Nada de gringos, nada de indios lo
único que sirve es el gaucho. Podemos apreciar como
Martín Fierro a través de la descripción que
hace del otro proyecta su propia imagen, a partir de los defectos
que nombra del otro, describe sus virtudes.
A la vuelta del Fortín, cuando vuelve a su
pago en condición de recetor en busca de un retorno a su
vida normal, no encuentra nada, ni su rancho ni sus cosas,
ni su familia, la justicia le había quitado todo. A partir
de allí Martín Fierro comienza a asumirse como
gaucho rebelde, como "tigresa que le roban sus
cachorros", ya no es el mismo gaucho que antes, se presenta
con un cambio de actitud donde lo único que le puede abrir
el camino hacia adelante es el cuchillo, es la
violencia.
"No halle ni rastro del rancho;
¡Solo estaba la tapera!
¡Por cristo, si aquello era pa enlutar el
corazón:
yo jure en esa ocasión
ser más malo que una fiera."
[9]
El gaucho denuncia y se queja, se queja de la pobreza y
marginalidad, se queja de la desdicha del escupitajo que la
civilización hizo contra él.
"El anda siempre juyendo,
siempre pobre y perseguido,
no tiene cueva ni nido,
como si fuera maldito;
porque el ser
gaucho…¡barajo!
el ser gaucho es un delito"
[10]
Expresa el dolor, la humillación y la
marginación de ser gaucho, de ser pobre. El sistema con el
fin de instaurar un programa civilizador que conlleve al
progreso, excluyo a la clase gaucha, la desheredo
quitándole sus derechos y sus bienes de subsistencia. Dejo
marginado de la sociedad al gaucho, para que este reaccione de
manera violenta frente a lo que le pasa, frente a la injusticia
que se comete contra él y así, el gobierno utiliza
este argumento para perseguirlo, para exterminarlo. La
sociedad difundió ideas sobre el gaucho
configurándolo como un delincuente, un delincuente que
merece estar en prisión, que merece sufrir, que se merece
las peores desgracias y los peores tratos, un pobre que debe ser
marginado solo por que ha nacido gaucho.
"Para él son los calabozos
para él las duras prisiones
en su boca no hay razones
aunque la razón le sobre;
que son campanas de palo
las razones de los pobres"
[11]
Martin fierro tiene bronca enojo, se siente humillado,
maltratado y excluido injustamente de las leyes del sistema. El
sistema lo obliga a convertirse en algo que él no quiere y
que por naturaleza no es, lo obliga a convertirse en matrero,
para que así se permita o se habilite perseguir al gaucho.
Martin Fierro dice que su cuchillo es lo único que le va a
posibilitar tener un destino.
" Vamos, suerte, vamos juntos
Dende que juntos nacimos,
Y ya que juntos vivimos
Sin podernos dividir,
yo abriré con mi cuchillo
el camino pa seguir."
[12]
Podemos apreciar como la obra, esta
específicamente hecha con un sentido de queja, donde la
voz del gaucho tiene valor para la queja hacia el sistema
civilizador. Se puede distinguir el objetivo de denuncia que
Martin Fierro expresa en cada verso. La denuncia a un sistema el
cual le ha quitado todo y lo persigue para exterminarlo.
Hernández frente a todos estos versos de denuncia intenta
encarnan el objetivo de reivindicar la imagen del gaucho,
levantar esa imagen negativa que la sociedad construyo del
gaucho. Intenta revalorizar el estatuto del gaucho, que tan
golpeado, pisoteado y maltratado esta. Y así quedo el
pobre Martín Fierro a la deriva donde su única
compañía era la soledad y la fiera. No tenía
a donde ir, ya no tenía rancho ni familia, ni tierra. Solo
le quedaba su canto para desahogar y consolar sus penas. Estaba
sumergido en la pobreza y en el sufrimiento y todo por el solo
hecho de haber nacido gaucho.
"Y empresteme su atención,
Me oirá relatar las penas
De que trago el alma llena,
Porque en toda circunstancia
Paga el gaucho su inorancia
Con la sangre de las venas."
[13]
"Mas, ¿para qué
platicar
Sobre estos males, canejo?
Nace el gaucho y se hace viejo
Sin que mejore su suerte,
Hasta que por ahí la muerte
Sale a cobrarle el pellejo."
[14]
Luego del episodio donde Martín Fierro pelea
contra los policías del gobierno y el oficial Cruz
se voltea de su lado, ambos deciden aliarse y enfrentar juntos el
destino, ya que a Cruz le conmovió la valentía con
la que el gaucho luchó y además, vio reflejada su
historia en lo que le estaba pasando al gaucho Martín
Fierro. Viajan a la tierra de los indios, cruzando la frontera a
vivir, en busca de seguridad, de trabajo. Buscan irse del pueblo
con el fin de calmar sus males, se sienten obligados a irse para
no seguir cargando con tanto sufrimiento y desdichas.
"Alla habrá siguridá
Ya que aquí no la tenemos,
Menos males pasaremos
Y ha de haber grande alegría
El día que nos descolguemos
En alguna toldería"
[15]
A modo de conclusión puedo decir, que los
prejuicios construidos por los gobiernos liberales con respecto a
la configuración de los gauchos llevaron a la
implementación de políticas o medidas que
convirtieron el país en un campo militar. Es muy
apreciable y grandiosa la manera con la J. Hernández
intenta demostrar la falsedad de la imagen negativa del gaucho
que la sociedad y el sistema estaban consolidando. Hace bien el
autor y genera convicción, al contar la historia del
gaucho, desde una perspectiva distinta a la que se venía
contando en el género de la gauchesca hasta ese momento,
basándose en cederle la voz al gaucho, para que
éste desde su universo simbólico describa al
mundo., restringiendo así las ideas que desarrollan los
intelectuales de la ciudad sobre la clase gaucha, los cuales se
basaban en la burla de los gauchos mal llamados ignorante y
reconocidos como inferiores. Por eso me parece interesante como
Hernández, en la historia individual de una persona,
encarna la historia de todo un sector social. Así como se
describe la historia de Martín Fierro tranquilamente se le
puede atribuir la misma a miles de gauchos que pasaron por esa
situación. Con tan solo un verso de pocas palabras,
Hernández trasmite muchas ideas, estas ideas desarrolladas
en algunos renglones de cada verso, que describen de manera
precisa y muy creíble la historia del gaucho, contradicen
a gran escala las ideas que Sarmiento expreso en
Facundo. A nivel personal, creo que este cuento tiene la
capacidad de marcar un corte en la historia Argentina, donde por
un lado se puede ver como los gobiernos liberales instauran
políticas tan mortíferas e injustas a raíz
de prejuicios e ideas no validas y por otro lado, como un
escritor con tan solo decir la verdad de manera simple y sincera
puede desmentir y demostrar la falsedad de las estigmatizaciones
que la sociedad y el sistema han construido y atribuido a una
clase social.
Autor:
Maria Teresa Pereyra
[1] HERNÁNDEZ, José,
Martín Fierro,Grupo Editor Altamira, Buenos Aires, 2000,
p. 17
[2] Ibid., p. 18
[3] Ibid., p.19
[4] Ibidem
[5] Ibid., p.20
[6] Ibid., p. 21
[7] Ibid., p.22
[8] Ibid., p.29
[9] Ibid., p.31
[10] Ibid., p.36
[11] Ibid., p.37
[12] Ibidem
[13] Ibid., p.44
[14] Ibid., p.46
[15] Ibid., p.49