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Filosofía del conocimiento en la historia



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Filósofos fundadores
  4. Filósofos cristianos
  5. Filósofos liberales
  6. Filósofos post
    liberales
  7. Conclusiones
  8. Referencias
    bibliográficas

Resumen

La persona humana es la que tiene la posibilidad de
conocer la verdad de la realidad; posibilidad condicionada y
determinada por la mentalidad histórica en la que se
realiza la existencia, tal como se presenta en los
filósofos fundadores, filósofos cristianos,
filósofos liberales y filósofos post
liberales.

Las acciones humanas de los hombres post liberales,
conocidas como el tiempo de la globalización y la sociedad
del conocimiento es consecuencia de los postulados formulados por
los griegos, romanos y hebreos, por cierto, no como mera
repetición, sino como asimilación y
recreación constante en la faena del descubrimiento de la
verdad y la construcción de la existencia auténtica
en base a la filosofía del conocimiento, piedra angular de
todo el filosofar.

Palabras claves: Filosofía, Gnoseología,
devenir, ser, racionalidad, naturaleza, realidad.

SOMMARIO

La persona umana è la sola che ha la
possibilità di conoscere la verità della
realtà; possibilità condizionata e determinata
dalla storica mentalità in cui l'esistenza è
eseguita, come presentato in filosofi fondatori, filosofi
cristiani, i filosofi e filosofi liberali dei
liberali.

Le azioni umane di uomini post liberale, noto come il
tempo della globalizzazione e della società della
conoscenza è una conseguenza dei principi formulati dai
Greci, Romani e Ebrei, fra l'altro, non come una semplice
ripetizione, ma come l'assimilazione e la ricreazione costante
nel faena di scoprire la verità e la costruzione di
un'autentica esistenza sulla base della filosofia della
conoscenza, il fondamento di ogni filosofare.

Parole chiave: filosofia, gnoseologia, devenir, ser,
razionalità, la natura, la realtà.

Introducción

Conocer la verdad de los entes es la faena más
radical de la Filosofía del Conocimiento porque es la
puerta de entrada para el filosofar y la construcción de
la civilización de la Vida. Razón por la cual, en
forma aleatoria, formulamos la visión gnoseológica
de los filósofos fundadores, cristianos, liberales y post
liberales.

Los filósofos fundadores son aquellos que dieron
las bases del pensar occidental, hasta tal punto, que es
imposible olvidarlos, son inolvidables y están presentes
en todo el quehacer filosófico actual. Los
filósofos cristianos, son continuadores de los
filósofos primigenios, con mucha agudeza integran la
razón natural con la razón sobrenatural, la
sabiduría humana con la sabiduría cristiana. Los
filósofos liberales, dejaron de lado a la razón
sobrenatural, dieron más importancia a los conocimientos
científicos y filosóficos, dando más
primacía al saber científico. Los filósofos
post liberales, son los que radicalizan la libertad del
pensar.

La libertad del pensar, expresión de la majestad
humana que afirma su posibilidad de conocer y revelar la verdad
de los entes en conformidad con el tiempo-espacio y las
conquistas científicas-filosóficas, según el
talento formado.

Filósofos
fundadores

  • a) Gnoseología del devenir y del
    ser

Heráclito de Éfeso (540-476 a. C.)
conocer verdaderamente las cosas no es fácil ni se produce
de un modo espontáneo. El logos o racionalidad de la
naturaleza "gusta de ocultarse", expresaba a sus oyentes. La
mayoría de las personas viven con un conocimiento
superficial que les impide captar lo que las cosas son realmente
(DK 22 B1) El talento humano formado, conoce la verdad del ser en
su devenir, ahí está el aporte genial del
Filósofo oscuro.

Parménides de Elea (530-515 a.C.),
distinguió el conocimiento sensible y racional, concluye
que únicamente es válido el segundo. El primero es
la vía de la doxa, el segundo es vía de la
aletheia. Con el primero conocemos las apariencias;
únicamente el segundo es el conocimiento válido.
Enfatizaba en Atenas: "lo mismo es el ser y el pensar" (DK 28 B
3), dando a entender, no sólo que lo conocido es lo real,
sino que lo que conocemos es "lo mismo" que lo realmente existe.
Parménides no logra distinguir el ser y la verdad, sino
que subordina la verdad al ser, pero la verdad es la
revelación del ser en toda su majestad.

  • b) Gnoseología
    relativista

Los sofistas advirtieron que el conocimiento es
determinado por las personas. El hombre da sentido a las cosas,
las realidades son transformadas según las necesidades e
intereses de las personas, razón por la cual
Protágoras de Abdera (480-410ª.C.) proclamaba
en Atenas: "el hombre es la medida de todas las cosas, de las que
son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son"
(DK 80 B 1).Los dueños del poder son los que dan los
últimos criterios del modo de vivir, pensar y obrar, tesis
arbitraria que se hace vigente en la sociedad del conocimiento y
de la globalización.

Gorgias de Leontini(483-375 a. C.) separó
radicalmente el ser y el conocer. Si sobre un mismo asunto caben
muchas opiniones diversas e incluso opuestas, no puede decirse
que conozcamos la realidad. Fue brillante retórico y
gozaba persuadiendo a sus oponentes y, una vez convencido al
interlocutor, argumentaba todo lo contrario a lo que había
expuesto. Si es así, cada uno posee su propio conocimiento
y todo saber es relativo. Visión errónea que sigue
vigente en las mentalidades de los hombres
postmodernos.

  • c) Gnoseología
    clásica

Platón (427-347 a.C.), consideraba que los
conceptos no son invenciones de la mente, sino que nos dan a
conocer modelos ideales de aquello que es: "realmente real". El
error del Filósofo de Atenas fue trasladar lo
"realmente real" al mundo celeste; al cual, lo consideró
como real y a las realidades visibles con las que vivimos, lo
caracteriza como apariencia, sombra, reflejos del mundo celeste.
Postulado que fue corregido por el Filósofo del
Liceo
.

Aristóteles (384-322 a. C.).
Discípulo de Platón, que rectifica las
teorías gnoseológicas del Maestro. El alma y el
cuerpo no son idénticos, tampoco separados, sino
principios que constituyen al hombre. La crítica a
Platón se resume: "el lugar de las ideas es la mente", no
es el mundo celeste (De Anima, III, 4, 429 a 27). No existe el
mundo de las Ideas; lo que existen son los conceptos, obtenidos
mediante la abstracción de las condiciones materiales que
nos dan a conocer la esencia de las cosas. Distingue el
conocimiento sensorial del conocimiento racional, el primero es
presupuesto del segundo.

Tesis muy bien aprovechada por los filósofos
cristianos y occidentales hasta la actualidad, como se nota en
los escritos de Martín Heidegger, Jacques Maritain y
Xavier Zubiri, etc.

  • d) Gnoseología
    estoica

Los estoicos como Zenón de Citio
(334-262 a.C.), Cleanto de Assos (Tróade, 304-233),
Crisipo de Soles (281-203 a. C.) La educación del
hombre es el nutriente de la Gnoseología: cuando el hombre
es engendrado, tiene una parte dominadora del alma, que es como
una página preparada para recibir la escritura: sobre ella
después se inscribe cada una de las ideas (Aecio, Pl., IV,
11), nos hablan de la sensación, de la memoria y la
experiencia, los conceptos, la razón y las intelecciones
racionales: "Dicen que la razón, por la cual somos
llamados racionales, se llena de anticipaciones en la primera
(¿o segunda?), semanas. Y la imagen (fantasma) es
intelección en el pensamiento del animal racional, pues la
imagen, cuando es recibida por un alma racional, se llama
entonces intelección, tomando el hombre del intelecto
(Aecio, Plac., IV, 11). Aprehendemos a través de los
significados (imágenes) de las cosas y de los
hombres.

Epicuro de Samos (341-270 a. C.),
Filósofo del hedonismo, considera que la
gnoseología se ocupa de la distinción de lo
verdadero y la falso. El conocimiento tiene que liberarnos de los
errores:

  • Ningún temor de los dioses

  • Ningún temor de la muerte

  • Es fácil lograr y procurarse el límite
    de los bienes

  • El límite de los males tiene breve
    duración o breves dolores.

El criterio de la verdad es la sensación, aquello
que no sientes, no conoces racionalmente. Postulado que se
reduce: todo conocimiento racional se basa en el conocer
sensitivo, pero únicamente conoces lo material y nada
más que lo material. Tesis corroborada por
Demócrito de Abdera (Tracia, 460-370 a.C.),
conocido como "Filósofo que se ríe" y padre
de los materialistas de todos los tiempos.

e) Gnoseología escéptica

Pirrón de Elis (365-270), fundador del
escepticismo, consideraba que no conocemos la realidad, sino que
tenemos impresiones subjetivas que las cosas producen en nuestras
facultades de conocimiento, pero en realidad no conocemos,
razón por la cual, aconsejaba guardar silencio.
Carneades de Cirene (214-129) afirmaba que no existe
ningún criterio absoluto de verdad, todo es engaño
(Sexto Emp., A. M., VII, 159), Enesidemo de Cnossos (80-10
a. C) en Discursos pirrónicos daba diez razones
para ser escéptico y Agripa (fines del s. I) en
Los cinco caminos de la duda, precisa los criterios para
no dar juicios.

Ante el bosque de visiones triviales, mejor es guardar
silencio; pero la opción por el silencio, es una forma
fina de emitir el juicio sobre los sucesos de la vida.

Filósofos
cristianos

  • a) San Aurelio Agustín (354-430),
    concibe el conocimiento racional como efecto de una
    iluminación de Dios gracias a la cual, a partir del
    mundo sensible, llegamos a la verdad de las cosas, verdad que
    no se encuentra en ellas sino en los modelos queridos y
    pensados por Dios. El conocimiento es posible porque Dios
    mismo lo viabiliza, Dios es más íntimo y
    presente que nosotros mismos (Conf. III, 6, 11)

Para acceder al conocimiento verdadero de las cosas, del
hombre y de Dios, es indispensable la rectitud de la voluntad que
nos inclina a Dios. Es deseo de Dios, el anhelo de la verdad y
del bien, el que mueve a la razón hacia la trascendencia.
La fe y la razón, no se excluyen se complementan,
razón por la cual se tenía como adagio:
intellige ut credas, crede ut intelligas: cree para
entender y entiende para creer. San Anselmo de Canterbury expresa
la misma idea de manera breve: fides quaerens
intellectum
.

Dios es comparado con el sol que permite iluminar, es
decir, estar en la verdad. Étienne Gilson en La
filosofía en la edad media
, comenta: es el sol
inteligible, a cuya luz la razón ve la verdad; el Maestro
interior, que responde desde dentro a la razón que le
interroga; de cualquier manera que se le llame, siempre se
entiende que designa a esa realidad divina que es la vida de
nuestra vida, más interior a nosotros mismos que nuestro
propio interior (1972:122)

  • b) Santo Tomás de Aquino
    (1225-1274).
    La razón es una chispa de la
    inteligencia divina, aquello que hace que el hombre
    esté por encima de la naturaleza y pueda aspirar a
    conocer y amar a Dios. La persona humana no recibe la chispa
    divina en cada acto del conocer, sino que ya está en
    él, es el intelecto agente que permite conocer las
    cosas y realizar abstracciones.

El objeto propio de la inteligencia es el ser, lo que
significa que la inteligencia es potencialmente infinita, es
decir puede conocer todo. Llegar a la verdad no es fácil
porque estamos inclinados al mal y al error, pero es posible
siempre y cuando la voluntad no la desvíe de su
objeto.

La razón se basta a sí misma para llegar a
la verdad; lo que hace falta es que no se vea oscurecida por las
pasiones o por los deseos desordenados. La razón es la que
descubre la ley natural iluminado por el hábito innato, la
sindéresis, que orienta su uso práctico.

El pecado original ha oscurecido la inteligencia y
debilitado la voluntad, razón por la cual es indispensable
la gracia de Dios, la naturaleza no está destruida en su
totalidad, sino parcialmente, por ello puede ser sanada y
elevada. La gracia no destruye a la naturaleza humana sino que la
perfecciona.

STA hace distinciones entre la razón y la fe,
Étienne Gilson en La filosofía en la edad
media,
explica:

El ámbito entero de la filosofía proviene
exclusivamente de la razón; es decir, que el
filósofo no debe admitir nada más que lo que sea
accesible a la luz natural y demostrable por sus solos recursos.
La teología, por el contrario, se basa en la
revelación, o sea, en fin de cuentas, en la autoridad de
Dios… Un filósofo argumenta siempre buscando en la
razón los principios de su argumentación; un
teólogo argumenta siempre buscando sus principios primeros
en la revelación… Ni la razón – cuando
la usamos correctamente- ni la revelación – puesto
que tiene su origen en Dios – pueden engañarnos.
Ahora bien, la concordancia de la verdad con la verdad es
necesaria. Es, por tanto, cierto que la verdad de la
filosofía se ajustaría a la verdad de la
revelación por una cadena ininterrumpida de lazos de
unión verdaderos e inteligibles, si nuestro
espíritu pudiese comprender plenamente los datos de la fe
(1972:491)

Por tanto, no hay contradicción entre la
razón y la fe; si la verdad natural contradice a la verdad
sobrenatural, hay que volver examinar el primero y guiarse
siempre con la verdad revelada. Postulado observado por los
filósofos cristianos, mis saberes deben guiarse por los
saberes revelados.

Filósofos
liberales

  • a) Gnoseología
    racionalista

Renato Descartes (1596-1650)La persona humana es
el único autorizado para juzgar bien y distinguir lo
verdadero de lo falso, tesis desarrollada en las Reglas para
la dirección del espíritu
y el Discurso del
método
. En el Discurso del método
escribe:

El primero era no admitir jamás por verdadera
cosa alguna que no la conociese evidentemente como tal; es decir,
evitar cuidadosamente la precipitación y la
prevención, y no comprender en mis juicios nada más
que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi
espíritu que no tuviese ninguna ocasión para dudar
de ello (1976:21)

Es la primera regla de la evidencia: no aceptar como
verdadero sino lo que es evidente. La evidencia consiste en la
intuición intelectual de una idea clara y distinta
, se
caracteriza por la indubitabilidad, y excluye toda
posibilidad de error.

En las Reglas para la dirección del
espíritu
, precisa lo que es la
intuición:

Entiendo por intuición, no el testimonio variable
de los sentidos, ni los juicios engañadores de la
imaginación, sino la concepción de un
espíritu sano y atento, tan fácil y distinta que no
que duda alguna acerca de lo que comprendemos; o bien, lo que es
lo mismo, la concepción no dudosa que nace en un
espíritu sano y atento de la sola luz de la razón.
Así, cada uno puede ver por intuición que existe,
que piensa, que un triángulo se limita con tres
líneas.

La intuición es de orden intelectual, nace de la
sola luz de la razón. Una idea es clara cuando se
perciben todos sus elementos; una idea es distinta cuando
no se puede confundir con ninguna otra.

La evidencia tiene como propiedad el que no se puede
dudar de ello. La evidencia necesariamente es verdadera. El error
sólo es posible si el espíritu juzga sin tener la
intuición del objeto, en virtud no de la evidencia, sino
de los prejuicios.

La mentalidad moderna es analítica, es del
detalle, es de la especialización, visión
recomendada por Renato Descartes en el Discurso del
método:

El segundo, dividir cada una de las dificultades que voy
a examinar en tantas partes como sea posible y necesario para
resolverlas mejor (1976:21)

El análisis no es únicamente la
descomposición de una idea compleja en sus elementos
simples, como lo hace el químico, sino que reduce lo
desconocido a lo conocido y se remonta a los principios de que
depende, es decir a la causa.

No basta examinar detalle por detalle, sino que debemos
integrarlas, adquirir la visión global, es la tercera
recomendación que hace Renato Descartes en el Discurso del
Método a la inteligencia moderna:

El tercero, conducir por orden mis pensamientos,
empezando por los objetos más sencillos y más
fáciles de conocer, para subir gradualmente hasta el
conocimiento de los más complejos, y suponiendo incluso
orden entre aquellos que no se preceden naturalmente el uno al
otro 1976:21)

La síntesis es el complemento obligado del
análisis. Consiste en reconstruir lo complejo partiendo de
lo simple, o en deducir una consecuencia partiendo de los
principios. La mentalidad científica es ordenada
jerárquicamente. El orden es lógico. Es el orden
según el cual las verdades dependen las unas de las otras.
En matemáticas, los teoremas se siguen lógicamente,
se encadenan de tal modo que no pude demostrarse uno sin haber
establecido antes aquellos de los que depende. El orden es una
exigencia a priori de la ciencia porque la ciencia sólo
puede ser de tipo matemático.

La enumeración, Aristóteles manifestaba a
sus pupilos realizar la clasificación, propia de la
actitud científica, postulado reiterado por Renato
Descartes en su Discurso del Método:

Y último, hace siempre enumeraciones tan
completas y revisiones tan generales que estuviese seguro de no
omitir nada 1976:21)

La deducción consiste en pasar de un
término a otro. Este paso sólo es riguroso si se
hace "por un movimiento continuo y no interrumpido en ninguna
parte del pensamiento". Así llegamos a poseer una
visión de conjunto y del detalle.

Por tanto, conocer no es ya abrirse a la realidad,
aceptarla como es, sino encerrarse en uno mismo para examinar
todos los datos y someterlos a un control: sólo lo que
a uno le parezca claro y distinto pasará la prueba; lo
demás debe desecharse
. El sujeto no busca la verdad
sino la seguridad, no equivocarse nunca, aunque para ello hay que
limitar la capacidad de la razón. El pensamiento es obra
del sujeto, ha de ser de él y sólo él quien
decida qué es verdadero y qué no es.

Immanuel Kant Reuter (1724-1804), filósofo
crítico por antonomasia, autor de Crítica de la
razón pura
, Crítica de la razón
práctica
y Crítica del juicio. La
persona humana se ve imposibilitado de conocer la substancia de
los entes, únicamente conoce lo que se aparece, lo que se
presenta ante la persona. ¿Qué se presenta a la
persona humana? Los fenómenos. Por tanto, se conoce
únicamente los fenómenos. La sensibilidad nos
presenta los objetos: el entendimiento los piensa. La
sensibilidad y el pensamiento son complementarios. La
sensibilidad es pasiva: es la "receptividad de las impresiones";
el entendimiento es activo; es "la espontaneidad de los
conceptos". Y las dos funciones son igualmente necesarias para
constituir un conocimiento: sin conceptos, la intuición
sensible es "ciega", no se sabe, literalmente, qué se ve;
y, sin intuición, los conceptos son "vacíos", no se
piensa nada. Por tanto, no es el pensamiento que se adecua a la
realidad, sino la realidad se adapta al modo de ser
cognoscente.

Los entes son medidos por el talento científico y
filosófico de las personas, tesis planteado por
Protágoras de Abdera. La razón humana es el
último criterio de todos los saberes, lo que la
razón decida es la verdad. Es el tiempo del Siglo de
las luces
como lo divulgaron los Enciclopedistas de la
ciudad Luz.

  • b) Gnoseología
    empirista

Francis Bacon (1561-1626) el hombre con su
memoria hace historia, con su imaginación hilvana la
poesía y con la razón filosofa. Las personas, las
familias y los pueblos están llenos de prejuicios, como
sucede en el quehacer mental y político de nuestro tiempo,
en la que no aciertan en el blanco, no captan la verdad de los
entes. Ídolos de la tribu, en la que el
entendimiento humano falsea, tuerce, desfigura todas las
imágenes de la realidad. Ídolos de la
caverna
, son los prejuicios personales que adquiere por su
formación, su temperamento, carácter, gustos y
costumbres que le permiten evaluar la realidad enfermizamente,
viendo no ve, entendiendo no entiende, viven en la
confusión e equivocación. Los ídolos del
teatro
, prejuicios que proceden de las teorías y
filosofías, lentes elaborados para enmascarar la realidad,
espejismo mental fabricado por los dueños del poder,
presentan la falsedad como verdad, lo injusto como justo, los
vicios como valores.

Tomas Hobbes (1588-1679) reduce toda la realidad
a la corporalidad, incluso el alma humana: "es un cuerpo
demasiado tenue y demasiado sutil para que sea posible
representarlo" (Naturaleza Humana, c. 1, 4). La razón no
se distingue de los sentidos ni de la imaginación, es la
facultad de combinar y organizar simbólicamente los
fantasmas (imágenes), "el método correcto consiste
en pasar de las palabras a las proposiciones, de las
proposiciones a los silogismos, hasta llegar a las consecuencias
de todas las palabras que se refieren a la ciencia" (Leviathan,
c. 3, 16). Únicamente conocemos la realidad
corpórea porque somos parte de ella, el hombre es
puramente corporalidad incluso Dios.

John Locke (1632-1704), la tesis
gnoseológica está plasmada en su Ensayo sobre el
entendimiento humano
, rechaza los postulados cartesianos de
las ideas innatas, afirmando que arribamos a la existencia
"como una hoja en blanco" o "una tabla rasa". Todas
nuestras ideas son adquiridas y provienen de la experiencia: "yo
creo que el entendimiento comienza a tener ideas justamente en el
tiempo en que llega a recibir sensaciones, y que, por
consiguiente, las ideas comienzan a ser producidas al mismo
tiempo que la sensación" (Oc. II, 1,23) Lo que conocemos
son aquellas realidades cuantificables, fuera de ella todo es una
ilusión; postulado que había formulado Descartes
como res extensa, ahora convertida en única
realidad. Por la experiencia externa conocemos la
extensión, la forma, el movimiento, el color, el olor, el
gusto. Por la experiencia interna o
reflexión, realizamos operaciones
psicológicas de percibir, pensar, dudar, creer, querer. La
filosofía del conocimiento queda circunscrito al saber del
cosmos y del micro cosmos, fuera de ella es vía
imposible.

David Hume (1711-1776), los conocimientos se
reducen a las percepciones sensibles como manifiesta en el
Tratado de la Naturaleza Humana:

"Todas las percepciones de la mente humana se reduce a
dos clases, que yo llamaré impresiones e
ideas. La diferencia entre ambos consiste en los grados de
fuerza y viveza con las que hieren a nuestra mente o se abren
paso en nuestro pensamiento o conciencia. A aquellas percepciones
que entran con la máxima dureza y violencia podemos
llamarlas impresiones; bajo esta denominación
comprendo todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y
como hacen su primera aparición en el alma. Con el nombre
de ideas designo las imágenes de aquéllas en
el pensamiento y en la razón" (L. I, 1,1)

Aprehendemos por las impresiones sensibles y en base a
ella se elaboramos las ideas, hacemos los razonamientos. Fuera de
las impresiones sensibles es imposible el conocimiento, es decir,
fuera de la realidad corpórea nada se conoce; recalca
Hume: "ideas e impresiones aparecen siempre en correspondencia
unas con otras".

  • c) Gnoseología
    idealista

La radicalización de las tesis racionalistas
llega con los postulados de los filósofos idealistas
alemanes Fichte (1762-1814), Schelling (1775-1854) y Hegel
(1770-1831). En un tiempo fueron docentes de la Universidad de
Jena y en otra época enseñaron en la Universidad de
Berlín, son muy amigos. Por las visiones
filosóficas que van desarrollando se distancian, Fichte
afirma el Yo, Schelling reemplaza el Yo por el
Absoluto y Hegel transforma el Absoluto en Sujeto,
lo denomina Idea, Espíritu, Dios. No se refiere a
la visión de Dios presentado por el cristianismo, aunque
se inspira en el Prólogo del Evangelio de Juan, pero
sacado de su contexto y significado.

La tesis de la gnoseología idealista consiste en
que el pensamiento es el que crea, da consistencia y existencia a
los entes (el hombre, el cosmos y Dios) en la medida que piensa.
José María Alejandro en su texto Gnoseología
resume: "no tiene sentido hablar de una realidad independiente
del sujeto pensante o del pensamiento pensante, y, por tanto, de
una realidad no reducida a sus ideas o percepciones "(1974:277).
En lenguaje poético: cuando pienso en ti, usted existe
para mí; cuando no pienso en usted, no existes para
mí. Por tanto, fuera del sujeto pensante no hay verdad. En
palabras de Hegel:

La comprensión (bergreifen) de un objeto no
consiste en otra cosa sino en que el yo se apropia de él,
lo penetra todo y lo transforma en su propia forma, esto es, en
la universalidad inmediata (Lógica, T. II., p.
222)

El concepto es el alma misma de la vida; es el impulso
(trieb) que a través de la objetividad se crea su
objetividad (Lógica, T. II, p.415)

La vida real-vivencial está condicionada y
determinada por el pensamiento; la sensibilidad y la
percepción por lo inteligible; el ser está por la
razón creadora. Ahí está el gran problema,
¿quiénes son los que ejercen la razón
creadora y en beneficio de quiénes?

Filósofos
post liberales

  • a) Gnoseología
    marxista

Carlos Enrique Marx Pressburg (1818-1883),
hegeliano convicto y confeso, pero al revés; los
conocimientos son resultados de la conciencia social como expresa
en La ideología alemana: "no es la conciencia la que
determina a la vida, sino la vida la que determina a la
conciencia" (MEW II, p. 27), la vida real circunscrita al tiempo
y espacio, determinada por la estructura social; no se viene del
cielo a la tierra, sino de la tierra al cielo, es decir, no se
viene del pensamiento a la realidad, sino de la realidad al
pensamiento: "no se parte de lo que los hombres dicen, se
imaginan, para, una partidos de ahí, llegar a los hombres
reales; se parte de los hombres realmente activos" (MEW II,
p.25).

La gnoseología marxista es el presupuesto de la
filosofía proletaria que orienta a los trabajadores a
construir el socialismo, antesala del comunismo, tesis formulada
en Introducción a la Crítica de la
filosofía del derecho de Hegel
: "la cabeza de
esta emancipación es la filosofía; su
corazón, el proletariado. La filosofía no
puede llegar a realizarse sin la abolición del
proletariado, y el proletariado no puede llegar a abolirse sin la
realización de la filosofía" (1939: XXII). Es una
visión sesgada y absoluta que examina unilateralmente la
realidad humana en su devenir, como tal induce al
error.

  • b)  Gnoseología
    nietzscheana

Federico Nietzsche (1844-1900), filósofo
del superhombre, de la transvaloración de todos los
valores, del que enseña a cortar el cordón
umbilical entre el cielo y la tierra; en Humano,
demasiado humano, se considera abogado del diablo, enemigo
y litigante en favor de Dios (1984:33), fino observador de las
intenciones ocultas de la vida que desea el engaño y vive
del engaño, del "más allá del bien y del
mal" (1984:34), se interrogo: "¿no podría ser falso
todo? Y si nos sentimos engañados, ¿no nos sentimos
también por eso engañadores?" (1984:36). Si es
así, hay reevaluar lo aprehendido sobre la
gnoseología y formular una teoría del conocimiento
para el filósofo del espíritu libre.

El filósofo del espíritu libre es
el que está más allá del amor y del odio,
del y del no, de la confianza y
desconfianza; es decir, del conocer y del no conocer. Es el que
busca la ciencia de vivir, para administrarse a sí mismo,
por mucho tiempo la salud a pequeñas dosis (1984:38), como
lo hace el superhombre, caracterizado en Así
habló Zarathustra
: ¡Hombres superiores, ese Dios
ha sido vuestro mayor peligro! Dios ha muerto, ¡Ahora el
hombre superior se convierte en – señor!
(IV).

La gnoseología del espíritu libre
conduce a la liberación de la tutela de Dios, es decir, en
convertirse en dios, anhelo de la mentalidad prometeica; no es de
todas las vidas humanas, sino de los privilegiados y de los
educados para hacerse dueños y servirse de los
demás.

  • c) Gnoseologías
    existencialistas

Martín Heidegger (1889-1976),
filósofo del ser que nos invita a recuperar lo genuino de
la intelección griega por ser el presupuesto indispensable
el pensar occidental, como lo expresa en ¿Qué es
esto, la Filosofía?:

La frase: la filosofía es griega en su esencia,
no quiere decir otra cosa que: el Occidente y Europa, y
sólo ellos, son originariamente "filosóficos" en lo
más interno de su evolución histórica
(1954:23-24)

Aquella forma de preguntar que Sócrates,
Platón y Aristóteles han desarrollado. Ellos
preguntan, por ejemplo: ¿qué es esto, lo bello?
¿Qué es esto, el conocimiento? ¿Qué
es esto, la naturaleza? ¿Qué es esto, el
movimiento? (1954:26)

Reitera en su Conferencia El cielo y la tierra de
Hölderlin,
realizada en la Sociedad Hölderlin, en
base al poeta insiste «hacerse más familiar con el
ser auténtico de los griegos" (06/06(1959). Percibe
el olvido generalizado por la pesquisa del ser debido a la
superficialidad y trivialidad gnoseológica, como recalca
en El ser y el tiempo:

"La pregunta que interroga por el ser…
está hoy caída en olvido", pero que "tuvo en vilo
el meditar de Platón y de Aristóteles"
(1974:11)

La gnoseología de Platón y
Aristóteles es un esfuerzo asiduo por encontrar la
claridad meridiana del ser, el primero erró en su
averiguar y el segundo corrigió y orientó la faena
ulterior del filosofar, aunque el horizonte quedó
eclipsado por los enmascaramientos mentales.

La gnoseología es buscar la verdad del ser en
tanto ente: "preguntar es buscar conocer "qué es" y
"cómo es" un ente. El buscar este conocer puede volverse
un "investigar" o poner en libertad y determinar aquello por lo
que se pregunta" (1974:14)

Jean Paul Charles Aymard Sartre Schweitzer
(
1905-1980), filósofo que expone su visión a
través de la literatura. La gnoseología sartreana
es un esfuerzo por superar el idealismo y el empirismo
como expresa en Lo imaginario, psicología
fenomenológica de la imaginación
, distingue
entre la imagen (conocimiento sensorial) de un objeto y la
conciencia del objeto (conocimiento racional), que es la
reflexión: "el hombre que, en un acto de reflexión,
toma conciencia de "tener una imagen", no se puede equivocar"
(1976:13).

Aprehendemos la verdad de los entes (cosmos y del
microcosmos) por la percepción, el concebir y la
imaginación (con-ciencia), el primero nos permite observar
los detalles, el concebir es representarnos el significado de lo
que se observa y la imaginación (con-ciencia) es la
reflexión, es el juicio inequívoco de lo que se ha
observado. Por tanto, la conciencia es conciencia de algo
(1976:24), pero que trasciende "como una ola entre las olas"
(1976:29), fundado en ella escribe su texto El Ser y la
Nada;
la gnoseología se precisa el ser-
en-sí y
el ser-para-sí.

Precisa su punto de vista: "El
ser-en-sí no tiene un dentro que se oponga a
un fuera y que sea análogo a un juicio, a una ley, a una
conciencia de sí. El en-sí no tiene secreto: es
macizo" (1972:35), es una síntesis de sí consigo
mismo y no tiene relación con lo que no es él,
simplemente es, si es así, jamás se derivará
de la nada. El ser-en-sí "está pleno de
sí mismo, y no cabe imaginar plenitud más total,
adecuación más perfecta del contenido al
continente: no hay el menor vacío en el ser, la menor
fisura por la pudiera deslizarse la nada" (1972:124) La
gnoseología nos permite concienciar: el ser es, el
ser es en sí, el ser es lo que es
(1972:36)

El para-sí es la cohesión absoluta
sin traza de diversidad y la unidad como síntesis de una
multiplicidad, es la presencia a sí mismo. La ley
de ser del para-sí es la consistencia en ser
él mismo en la forma de presencia a sí
(1972:127) ¿Qué es lo que está presente a
sí mismo? No es el ser-en-sí porque es
macizo, redondo como una pelota, que no le falta nada afirmaba en
su poesía ontológica Parménides de Elea,
sino él mismo, es decir, su propia nada. "El
para-sí es el ser que se determina a sí mismo a
existir en tanto que no puede coincidir consigo mismo"
(1972:129), la nada es el agujero de ser, "la nada, siendo nada
de ser, no puede venir al ser sino por el ser mismo"
(1972:129).

Si es así, nos damos cuenta que el ser deviene en
nihilidad que no se aniquila sino que se renovará como el
ser-en-sí, volviéndose plenitud completa para
hacerse vacío y continuar el devenir, y, ser hombre
significa asumir a cabalidad el destino de la nihilidad,
razón por la cual, Sartre denominaba a su visión
filosofía existencialista humanista, actitud prometeica
fallida.

  • d) Gnoseologías
    personalistas

Jacques Maritain (1882-1973), filósofo
cristiano realista
que conserva sus convicciones soberanas,
como expresa en su texto Le Paysan de la
Garonne
:

El filósofo no jura fidelidad a nadie, ni a
ninguna escuela – ni tampoco tomista, si es tomista, a la
letra de Santo Tomás y a todos los artículos de su
enseñanza. Tiene una gran necesidad de maestros y gran
necesidad de una tradición, pero con el fin de que se
enseñe a pensar mirando las cosas (Oec. Vol, XII,
pág. 849-850)

El filósofo posee compromiso radical por la
verdad y la gnoseología es el puente que nos lleva a la
intelección de la verdad de los entes, visión
plasmada magistralmente en Los Grados del Saber, en la que
la confusión y la banalidad mental llevan al eclipse de la
verdad ontológica:

Nadie, dice Taulero, se impregna mejor del sentido de la
verdadera distinción como quien ha entrado en la unidad; e
igualmente nadie conoce verdaderamente la unidad si ignora la
distinción (1968:5)

En la mentalidad actual priman galimatías
intelectuales como consecuencia de no saber hacer las
distinciones entre los grados del saber; Maritain nos
enseña establecer las distinciones en el proceso de la
intelección de la verdad de los entes que se inicia por el
saber sensible, el saber por abstracción y la
sabiduría (1968:70-71), en otras palabras, el primero se
refiere a los saberes que adquirimos por la experiencia de la
vida, el segundo es propio de los científicos y el
último es de la visión holística que se debe
poseer, como cúspide de la sabiduría humana:
"ciencia suprema del orden puramente racional o natural. Se eleva
partiendo de las cosas visibles cuya razón última
investiga, y llega al reconocimiento racional de la existencia de
Dios, causa primera y autor de la naturaleza"
(1968:392).

Xavier Zubiri Apalategui (1898-1983),
filósofo cristiano realista, filosofar es darse
cuenta de las visiones sesgadas en gnoseología, en la que
hemos aprehendido que inteligir es posterior al sentir, es decir,
primero conocemos con los sentidos y luego por los sentidos,
postulado equivocado, tal como lo muestra en Inteligencia
Sentiente, Inteligencia y realidad,
se pregunta:
¿Qué es pues inteligir?

Inteligir es posterior a sentir, y esta posterioridad es
una oposición. Fue la tesis inicial de la filosofía
desde Parménides, que ha venido gravitando
imperturbablemente, con mil variantes, sobre toda la
filosofía europea.

Pienso que inteligir consiste formalmente en aprehender
lo real como real, y que sentir es aprehender lo real en
impresión… El estudio de la intelección y el
estudio de la realidad son congéneres. .. Una
aprehensión de realidades, es aprehensión
intelectiva. De ahí que el sentir humano y la
intelección no sean dos actos numéricamente
distintos, cada uno completo en su orden, sino que constituyen
dos momentos de un sólo acto de aprehensión
sentiente de lo real:
es la inteligencia
sentiente.

Inteligir y sentir constituyen estructuralmente una sola
facultad, la inteligencia sentiente. El sentir humano y el
inteligir no sólo no se oponen sino que constituyen en su
intrínseca y formal unidad un solo y único acto de
aprehensión. Este acto en cuanto sentiente es
impresión; en cuanto intelectivo es aprehensión de
realidad. Por tanto el acto único y unitario de
intelección sentiente es impresión de realidad.
Inteligir es un modo de sentir, y sentir es en el hombre un modo
de inteligir (1991:12-13)

El dualismo entre inteligir y sentir es una
conceptuación metafísica que además deforma
los hechos (1991:85), visión equivocada formulada por los
empiristas y racionalistas, materialistas e idealistas. La
persona humana es la que conoce la realidad en tanto realidad
como lo explica Zubiri en Inteligencia y Razón,
Inteligencia y Logos.

Conclusiones

1.- La realidad (cósmica, humana, divina)
desborda los talentos humanos; sin embargo, la persona humana con
mucha tenacidad busca incrementar su visión mental acerca
de la posibilidad del conocimiento verdadero de los entes, aunque
tiene conciencia, que es más lo que desconoce que lo que
conoce.

2.- El examen de la Filosofía del Conocimiento en
la historia nos ha permitido que los filósofos no
estén de acuerdo en muchos puntos, pero están de
acuerdo en el desacuerdo, lo que ya es un acuerdo.

Referencias
bibliográficas

1.- KIRK, G.S. y RAVEN, J.E (1979) Los
filósofos presocráticos.
Historia
crítica con selección de textos. Madrid. Editorial
Gredos, S. A.

2.- PLATÓN (1974) Obras completas. Madrid.
Editorial Aguilar.

3.- ARISTÓTELES (1973) Obras completas.
Madrid. Editorial Aguilar.

4.- AURELIO AGUSTIN (1991) Obras de San AGUSTÍN.
Texto bilingüe II. Las confesiones. Madrid.
BAC.

5.- GILSON, Étienne (1972) La Filosofía
en la edad media.
Desde los orígenes
patrísticos hasta el fin del siglo XIV. Madrid. Editorial
Gredos, S. A.

6.- DESCARTES, Renato (1976) Discurso del
método. Meditaciones metafísicas.
Lima.
Editorial Universo, S. A.

7.- DESCARTES, Renato (S/f) Discurso del
método y Reglas para la dirección el
espíritu
. Lima. Editora y Distribuidora "Lima", S.
A.

8.-FERNÁNDEZ, Clemente S. I. (1976) Los
filósofos modernos.
Selección de textos. I-II.
Madrid. BAC.

9.- HEIDEGGER, Martín (1974) El ser y el
tiempo.
México. Fondo de Cultura
Económica.

10.- SARTRE, Jean-Paul (1972) El ser y la nada.
Ensayo de ontología fenomenológica.
Buenos
Aires. Editorial Losada, S.A.

11.- ZUBIRI, Xavier (1991) Inteligencia sentiente.
Inteligencia y realidad.
Madrid. Alianza
Editorial.

 

 

Autor:

Pablo Abencio De La Cruz
Mayhuay

Filósofo – Abogado

 

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