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La guerra de las divisas… (Primera parte) (página 4)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11

El FMI recomienda que los países vean primero si
las políticas tradicionales, tales como permitir que las
divisas se aprecien, funcionarán para moderar las entradas
de capital. Los países cuyas monedas están valuadas
adecuadamente y que son reacios a reducir las tasas de
interés para frenar las entradas de capital
deberían considerar las medidas "no convencionales", dijo
Ostry. El FMI examinó las restricciones de capital
intentadas por Brasil, Chile, Malasia y otros países, como
por ejemplo impuestos específicos sobre la entrada de
capital, exigencias de que una parte de la deuda de capital se
mantenga sin intereses en el banco central, y varias regulaciones
para reducir los créditos extranjeros.

El FMI afirma que tales restricciones dificultan el
rápido retiro de dinero de un país, reduciendo
así la fragilidad financiera. Lo que no está claro
es si las medidas también reducen el capital total que
entra al país, dijo el FMI.

En 2007, antes de la crisis, un FMI muy diferente
ofreció un consejo también muy diferente. En un
discurso realizado el 27 de julio (2009) en Bangkok, el entonces
director gerente del FMI, Rodrigo de Rato, aconsejó a los
países que los controles de capital "se hacen
rápidamente ineficaces" y son fáciles de
sortear.

En su informe más reciente, el FMI dice que
buscar maneras de sortear las restricciones aumenta los costos
para los inversionistas y actúa como "arena en las ruedas"
del capital internacional. El economista Jagdish Bhagwati de la
Universidad de Columbia, quien criticó la oposición
del FMI a los controles de capital durante la crisis
asiática a mediados de los años 90, aplaudió
el cambio. "Más vale tarde que nunca", dijo. "Ésta
es claramente un área en la que dejar que los mercados
maduren no es una buena idea".

Imponer restricciones para mantener la divisas
subvaluadas, advierten los autores del informe, no sería
deseable. En estas circunstancias, el dinero iría a otros
países, revalorizando sus divisas y haciendo menos
competitivas sus exportaciones en el extranjero. Los autores no
mencionaron ningún país en particular, pero
está claro de que estaban advirtiendo a China. El FMI ha
calificado de subvaluada al yuan, y se ha unido a EEUU y a Europa
para presionar a China a que permita que suba su
divisa.

Este muerto está muy vivo

"La reciente recuperación de la divisa
estadounidense ha frenado las advertencias del fin del billete
verde como moneda internacional. Su estabilidad es necesaria para
cualquier economía"…
¿Ha llegado el fin de
la hegemonía del dólar? (Libertad Digital
1/3/10
)

¿Estaba muerto o sólo inmerso en un largo
y profundo letargo? Nos referimos al dólar, por supuesto.
Una moneda que en las últimas dos semanas ha roto con los
vaticinios más agoreros contra su hegemonía
internacional. La moneda estadounidense ha recuperado posiciones
respecto al euro a una velocidad mucho más rápida
de lo que cabía esperar. De hecho, más que hablar
de la fortaleza de una u otra divisa, tal vez habría que
explicar cómo la debilidad de una impulsa a sus
contrarias.

Porque lo que ahora está ocurriendo es que el
euro ha perdido fuelle y credibilidad entre los inversores
extranjeros, preocupados por unas señales más que
evidentes de fatiga en algunas economías de la
unión monetaria. El cambio entre ambas divisas de
referencia se sitúa actualmente cerca de las 1,45 unidades
a favor de la moneda europea, cuando hace sólo dos semanas
la proporción era de 1,50 dólares por cada
euro.

No hace tanto de eso, pero las perspectivas en el
mercado de divisas han cambiado radicalmente. Claro que entre
medias Grecia ha registrado la primera rebaja de rating de un
país europeo por debajo de "A" y España ha sufrido
un duro informe por parte de Standard&Poor"s en el que se
advierte de un posible recorte de su calificación
crediticia si no se toman medidas estructurales.

Primeros "efectos colaterales" (?) de la
inflación exportada (made in USA)

"En muchos países en desarrollo, la
inflación ya está a punto de superar las metas de
los bancos centrales. Indonesia y Turquía, por ejemplo,
corren el riesgo de quedarse rezagadas en su batalla contra la
inflación (si es que no la han perdido ya), lo cual
podría traducirse en aumentos de tasas más
agresivos más adelante. Esto perjudicaría
especialmente a los tenedores de bonos, ya que el valor de sus
retornos sería erosionado por la inflación.
"Actualmente vemos el sobrecalentamiento dentro del complejo de
los mercados emergentes como el mayor peligro que amenaza a la
economía global", apuntó el viernes Michael Shaoul,
de la firma Oscar Gruss & Son, en un informe"…
La
inflación pone en peligro el auge de los mercados
emergentes (The Wall Street Journal – 30/1/11)

Muchos de los problemas han sido causados por bancos
centrales que, en su empeño por contener la avalancha de
capital extranjero que ha disparado la cotización de sus
monedas, optaron por no subir las tasas de
interés.

Algunos gobiernos se han visto forzados a intervenir
para evitar la apreciación de sus monedas; una divisa
más fuerte puede sofocar las presiones inflacionarias,
pero encarece las exportaciones. También están
exigiendo que los bancos tengan mayores reservas e imponiendo o
incrementando las multas sobre algunas inversiones de
extranjeros.

Sin embargo, Ilan Goldfajn, economista jefe de
Itaú BBA en São Paulo, asegura que no está
claro si estas medidas surtirán efecto. El resultado,
indica, "es el riesgo adicional de exacerbar un fenómeno
de auge y caída… y al fin de cuentas hay que implementar
medidas más severas".

Mientras en los países ricos las tasas de
interés continúan en niveles de casi cero, los
inversionistas compraron bonos más rentables en mercados
como Indonesia, India y Brasil. Según la teoría, a
medida que estas economías fueran creciendo, las
autoridades monetarias subirían las tasas de
interés, lo que atraería a aún más
inversionistas, apreciando sus monedas y proporcionándole
un empujón adicional a los retornos. Sin embargo, la
realidad ha sido otra.

Un caso ilustrativo es el de Indonesia, que cuenta con
uno de los mayores mercados de bonos en moneda local de
Asia.

Indonesia nunca cayó en recesión durante
la crisis financiera global pero recortó las tasas como
medida preventiva. Desde entonces, el gobierno no ha subido los
intereses pese a que la economía crece a un ritmo de 6% y
la inflación casi llegó a 7% en diciembre,
superando con creces la meta del banco central.

El año pasado, Indonesia era una niña
mimada de los mercados. Desde principios de 2010, inversionistas
extranjeros dedicaron US$ 9.400 millones a bonos soberanos y
ahora tienen 30% de la deuda soberana en circulación,
comparado con 15% en marzo.

Ahora, los temores inflacionarios han causado
dañinas liquidaciones. Los inversionistas extranjeros
vendieron US$ 1.300 millones en bonos indonesios entre el 7 y 26
de enero, según el gobierno. En general, los bonos en
divisa local han perdido cerca de 5% de su valor en apenas un
mes, según Barclays Capital. "Indonesia ofrece el
precedente más preocupante para los demás
países cuyos bancos centrales puedan quedarse rezagados",
en su combate contra la inflación, dijo Michael Gavin,
director de estrategia de mercados emergentes de
Barclays.

Monografias.com

Repartiendo inflación por todo el
mundo

"La inflación crece en medio mundo, sobre
todo en alimentos y materias primas. Algunos gobiernos empiezan a
limitar por ley los precios"…
La inflación de
materias primas revive la amenaza del "control de precios"
(Libertad Digital – 8/2/11)

Las protestas y revoluciones en todo el mundo
están en las portadas de todos los medios de
comunicación. El norte de África, Asia… y la
preocupación latente de que pueda extenderse a más
países. Incluso Grecia tuvo un amago que al final el
Gobierno controló a duras penas.

Esta serie de revoluciones no debería pillar por
sorpresa a nadie y no es coincidencia que suceda justo cuando el
precio de la comida está empezando a dispararse, siendo
los países más pobres y los emergentes los que, de
momento, más lo están notando. En India, incluso,
crearon un "hit del verano" contra la subida de precios. Si se
atiende a la historia encontraremos pocas o ninguna
revolución que sucediera en un periodo donde la gente
tenía el estómago lleno y ciertas expectativas de
futuro (incluso si eran falsas). La gente cambia radicalmente con
el estómago vacío.

Y tampoco debería extrañar a nadie que una
de las medidas que han empezado a tomar los gobiernos de medio
mundo sea el control los precios, especialmente en la comida y el
resto de materias primas. Los políticos saben por
experiencia que los precios cambian elecciones. Hasta el partido
único en China está en alerta por las revueltas
sociales que pudiera causar este fenómeno.

Pero los controles de precios, que ya se están
empezando a implementar, traerán consecuencias aún
peores. Es curioso, ya que este tipo de medidas intervencionistas
es una de las escasas áreas donde todas las teorías
económicas están de acuerdo. Probablemente, porque
la historia es clara: nunca funcionan.

Aun así, los políticos siguen
agarrándose a los controles de precios como acto
desesperado para mantenerse en el poder, algunas veces incluso
con el apoyo de una parte de los ciudadanos, que acabarán
sufriendo las consecuencias.

Así, por ejemplo, vemos cómo China ya ha
empezado a imponer control de precios en la comida, enviando a la
cárcel a aquellos comerciantes que se negaban a obedecer;
el Gobierno de India, un país con una larga historia en
este tipo de intervenciones, ha recrudecido sus esfuerzos para
que se obedezcan las leyes, en un momento en el que los precios
de la comida han llegado a subir cerca de un 20% en un
año; Rusia también ha impuesto controles de
precios, a la vez que ha prohibido la exportación de
ciertos productos agrícolas. El IPC ruso se acerca al 10%,
de nuevo con la comida y la energía de protagonistas;
varios países africanos y sudamericanos también han
prohibido recientemente la exportación de ciertas materias
primas…

El denominador común en todos estos casos
consiste en culpabilizar a los "especuladores" del alza de
precios, al tiempo que los políticos alegan que esos
"controles" ayudarán a los más necesitados. Sin
embargo, los gobiernos nunca explican claramente la razón
de estas subidas de precios.

El deschave (I): objeciones a la
monetización de Bernanke (así, se entiende
todo)

¿Quién crea los desequilibrios,
Bernanke? (Libertad Digital – 18/2/11)

(Por Juan Ramón Rallo) Lectura
recomendada

¿Qué más le da a
Bernanke que el crédito de EEUU se vaya a China y vuelva
desde allí a EEUU a que, en cambio, se quede dentro del
país sin pasar por el gigante asiático? Pues parece
que sí le da, porque Bernanke lo que quiere es envilecer
el dólar.

(Por Juan Ramón Rallo)

Se queja Helicóptero Ben Bernanke de que el
dinero chino sigue entrando en grandes cantidades a Estados
Unidos, motivo que le hace temer que los desequilibrios
internacionales sigan acumulándose y terminen explotando
en forma de nueva crisis. En opinión del presidente de la
Fed, el déficit exterior de EEUU va de la mano del
superávit exterior chino, de modo que para "enfriar" los
flujos de capital desde Asia a Norteamérica habría
que dejar que el mercado revaluara el yuan (restando
competitividad a los chinos y minorando su
superávit).

El simplismo de Bernanke es sin duda
pavoroso, casi tanto como que semejante cabeza esté
dirigiendo la Reserva Federal y el futuro del dólar. Como
ya expliqué en otras ocasiones, los dólares que
consigue China y que reinvierte en Estados Unidos no proceden de
otro sitio que de la expansión crediticia que de continuo
implementa el sistema bancario yanqui asistido por la Reserva
Federal. Cuando los bancos generan mucho crédito, parte
del mismo se filtra al extranjero -a China- para, finalmente,
acabar regresando a Estados Unidos en forma de inversión
extranjera.

Por supuesto, si China dejara flotar su
divisa, el yuan se encarecería y una parte del
crédito estadounidense que ahora se dirige a importar
mercancías, se quedaría dentro del país.
Pero, ¿cuál sería en tal caso la diferencia
para Bernanke? ¿Qué más le da que el
crédito de EEUU se vaya a China y vuelva desde allí
a EEUU a que, en cambio, se quede dentro del país sin
pasar por el gigante asiático? Pues parece que sí
le da, porque Bernanke lo quiere es envilecer el dólar
-generar inflación- y mientras los estadounidenses puedan
comprar a precios fijos o decrecientes las importaciones chinas,
esa inflación interna se diluye enormemente o se concentra
en ciertos productos muy escasos que -como las materias primas-
ni siquiera China puede fabricar a corto plazo en grandes
cantidades.

Lo que teme Bernanke, pues, no es que se
genere otra burbuja con el crédito artificial que
él está estimulando a crear, sino que sea incapaz
de provocar una intensa inflación para así diluir
el valor real de las deudas y estafar a los acreedores
estadounidenses (internos y externos). He ahí expuesta en
toda su miseria la preocupación por el déficit
exterior, el (falso) ahorro asiático y los desequilibrios
internacionales…

Bernanke se defiende ante el G-20: la
inflación y la burbujas son vuestras, no
mías

"El presidente de la Reserva Federal de Estados
Unidos, Ben Bernanke, entregó el viernes su respuesta
más dura hasta la fecha a las críticas extranjeras
que señalan que las políticas de dinero
fácil del banco central estadounidense están
alimentando la inflación y burbujas de activos en el
mundo, en momentos en que los líderes de finanzas del
Grupo de los 20 se reúnen en París"…

Bernanke defiende la política de tasas bajas de EEUU (The
Wall Street Journal – 18/2/11)

Al resto del mundo le interesa la recuperación
estadounidense que las políticas del país
están alentando, sostuvo Bernanke en comentarios
preparados con anterioridad para ser presentados en una
conferencia de bancos centrales en París.

El titular de la Fed añadió que los
encargados de la política monetaria en el extranjero
tienen muchas herramientas por sí mismos para combatir la
inflación y burbujas de activos, entre las que se incluyen
el permitir que sus tipos de cambio se ajusten al alza para
evitar un sobrecalentamiento.

El funcionario afirmó, además, que la
creciente expansión de las economías en desarrollo,
impulsada en parte por sus propias políticas
económicas, está causando problemas para Estados
Unidos.

"Los efectos indirectos pueden avanzar en ambos
sentidos", dijo. "El resurgimiento de la demanda en los mercados
emergentes ha contribuido significativamente a la pronunciada
alza reciente de los precios internacionales de los bienes
básicos", agregó.

Los líderes del G20 se reunieron por
última vez en Corea del Sur a comienzos de noviembre
(2010), pocos días después de que la Fed anunciara
su plan para comprar US$ 600.000 millones en bonos del Tesoro, un
programa conocido como flexibilización cuantitativa que
busca mantener bajas las tasas de largo plazo y llevar a los
inversionistas a comprar activos de mayor riesgo y estimular el
crecimiento. Los funcionarios de la Fed fueron criticados en la
reunión de Corea por alimentar la inflación e
intentar hacer bajar al dólar.

En una serie de declaraciones desde noviembre, Bernanke
ha rechazado estas críticas. Una de las bases de las
críticas apunta a que las políticas de dinero
fácil de la Fed están impulsando el ingreso de
capitales especulativos hacia los mercados en desarrollo.
Bernanke sostuvo que el dinero llega a estos mercados debido a
que esas economías están creciendo demasiado
rápido. "Los últimos datos sugieren que los flujos
acumulados hacia mercados emergentes no están fuera de
línea con las tendencias de más largo plazo",
afirmó.

Bernanke sostuvo que las economías en desarrollo
de rápido crecimiento podrían utilizar "ajustes en
el tipo de cambio, medidas monetarias y fiscales, y medidas
macroprudenciales" para enfriar sus propios sobrecalentamientos
económicos.

Los comentarios sobre los tipos de cambio
parecían estar dirigidos a China, aunque Bernanke no
mencionó al país asiático en sus
declaraciones. En su lugar, el titular de la Fed afirmó
que los países con grandes desequilibrios comerciales
deben "permitir que sus tipos de cambio reflejen mejor los
indicadores fundamentales del mercado y aumenten sus esfuerzos
por substituir la demanda local por exportaciones".

El comentario de Bernanke sobre las medidas
macroprudenciales hace referencia a los esfuerzos por fortalecer
la regulación financiera global.

Estados Unidos, por su parte, necesita colocar su propia
política fiscal en un rumbo más sostenible,
indicó, en referencia a la necesidad de reducir el
déficit presupuestario federal en el largo
plazo.

Bernanke pareció también hacer una
advertencia indirecta a China. Estados Unidos y Francia,
señaló, ayudaron a provocar la Gran
Depresión en las décadas de los veinte y los
treinta al mantener sus propias monedas subvaloradas por
demasiado tiempo. El dólar y el franco, en niveles
subvalorados, provocaron grandes ingresos de capital a estos
países y terminaron por desestabilizar el sistema
financiero mundial, dijo Bernanke.

Bernanke dedicó gran parte de sus comentarios a
un tema que ha estado explorando desde 2005: la gran
acumulación de ahorros en el mundo en desarrollo y entre
los países productores de petróleo, lo que, a su
vez, generó una inundación de capital en Estados
Unidos antes de la crisis financiera.

"La crisis financiera global está retrocediendo,
pero los flujos de capital una vez más están
presentando ciertos desafíos considerables para la
estabilidad macroeconómica y financiera internacional",
indicó. "El mantenimiento de divisas subvaloradas por
parte de algunos países ha contribuido a un patrón
de gasto global que es desequilibrado e insostenible",
puntualizó.

"Parte de guerra" cambiaria en versión 2012
(hemeroteca de cuerpo presente)

Guido Mantega de Brasil: la guerra cambiaria se
"intensifica" (The Wall Street Journal
23/2/12
)

(Por Tom Murphy y Luciana Magalhaes) Lectura
recomendada

La "guerra cambiaria" mundial se
intensificará este año al tiempo que la
economía global se desacelera, advirtió el ministro
de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, quien añadió
que Brasil está "bien preparado" para defender su moneda
frente a una apreciación no deseada.

"El crecimiento económico mundial en 2012
será menor al de 2011", dijo Mantega a Dow Jones Newswires
en anticipación a su participación en una
reunión de ministros de finanzas y titulares de bancos
centrales del Grupo de 20 naciones industrializadas (G-20) y en
desarrollo que se realizará en Ciudad de México
este fin de semana. "Uno de los resultados de la
desaceleración es que la guerra cambiaria mundial se
está intensificando".

Dado que las economías desarrolladas han relajado
de manera agresiva sus políticas monetarias, en un intento
por reactivar sus golpeadas economías, sus monedas se han
debilitado. Eso, a su vez, ha hecho que sus exportaciones sean
más competitivas y llevó a los inversionistas a
transferir su dinero a activos de mayor rendimiento, en muchos
casos en mercados emergentes como Brasil, donde el crecimiento
económico y las tasas de interés base son
considerablemente mayores.

En los últimos días, el real
brasileño se ha apreciado a cerca de 1,70 por
dólar, un avance de 9% en lo que va de 2012. Un real
fuerte perjudica a los exportadores y fabricantes
brasileños.

Mantega indicó que el gobierno brasileño
tiene "un gran arsenal de instrumentos" que usará "para
impedir cualquier apreciación excesiva de la moneda
brasileña".

Desde finales de 2010, cuando Mantega comenzó a
hablar de "guerra cambiaria", el gobierno de Brasil ha utilizado
una serie de herramientas en sus esfuerzos para frenar la
apreciación del real.

Entre tales esfuerzos se incluyen las frecuentes compras
de dólares al contado y dólares para entrega a
futuro por el banco central. En ocasiones, el banco ha mantenido
también subastas de canjes, en las que los inversionistas
intercambian bonos vinculados a dólares por papeles
indexados a tasas de interés internas. Otras medidas
más polémicas han incluido impuestos sobre
préstamos extranjeros a corto plazo, posiciones al
descubierto en dólares en los mercados a futuro e
inversiones de renta fija a corto plazo.

El ministro declinó mencionar un nivel o una
banda cambiaria ideal para el real brasileño.

Aunque los reclamos de Brasil sobre la
depreciación de la moneda serán prioridad en la
reunión del G-20, la crisis de deuda de Europa, los fondos
de rescate para contenerla y su impacto en el crecimiento mundial
dominarán sin dudas las negociaciones.

"Los europeos, y no sólo ellos porque
también Estados Unidos tiene su parte de responsabilidad,
están arrastrando la economía mundial", dijo
Mantega. Brasil, en la reunión del G-20, expresará
sus preocupaciones acerca de las políticas europeas, que,
añadió, se centran sólo en el problema
inmediato de las deudas, y no sobre la cuestión más
amplia de cómo estimular el crecimiento económico
mundial.

"El cortafuegos (europeo) no se ha completado, y hay
riesgo de contagio, incluso para los países de mercados
emergentes", señaló.

Mantega expresó que su país
propondrá una mejor coordinación de las
políticas económicas internacionales, con el
objetivo de promover un mayor crecimiento mundial.

Tales políticas podrían incluir mayor
gasto público o reducciones de impuestos, indicó.
"Brasil es uno de los tres países del G-20 que
probablemente registrarán mayor crecimiento en 2012 que en
2011", sostuvo. Y añadió que su país ha sido
capaz de conseguirlo mediante la relajación monetaria y
los incentivos fiscales.

Mantega agregó que Brasil es partidario de un
mayor papel para el Fondo Monetario Internacional, incluyendo el
incremento de capitalización del organismo, de cara a la
crisis actual. Sin embargo, dijo que el aumento de
financiación del FMI para los países europeos
endeudados debería basarse en acuerdos bilaterales y la
supervisión del FMI. Tal monitoreo debería
centrarse en la gestión de la deuda y la promoción
del crecimiento económico,
añadió.

El funcionario brasileño
afirmó que los ministros de finanzas de los países
del llamado BRIC -Brasil, Rusia, India y China- volverán a
discutir la posibilidad de crear un banco de desarrollo con
recursos provenientes de los cuatro países. "Eso
está todavía en discusión",
puntualizó.

Asimismo, señaló que los ministros de
finanzas de los países BRIC se reunirán el
sábado 25 de febrero en México para conversar sobre
la idea del banco de desarrollo y, además, para presentar
una propuesta común para los cambios en el Banco Mundial,
donde el presidente del organismo, Robert Zoellick, dijo
recientemente que dejaría el cargo al término de su
mandato, el próximo 30 de junio.

"Los países BRIC no propondrán un nombre
específico para la presidencia del Banco Mundial, pero
sí propondremos un perfil, un conjunto de criterios,
basado no en la nacionalidad sino en el mérito",
explicó.

El deschave (II): objeciones a la
monetización de Bernanke (así, se entiende
todo)

Bernanke nos exporta su inflación
(Libertad Digital – 4/3/12)

(Por Juan Ramón Rallo) Lectura
recomendada

Frenar la caída ha significado
frenar el reajuste, de modo que hemos terminado
estrellándonos contra el mismo cuello de botella que ya
estranguló el crecimiento mundial en 2008.

Los hay que han visto en la advertencia de Trichet de
que tal vez subirá los tipos de interés en abril un
soberano despropósito. "La economía española
renqueante y Trichet encareciéndonos el coste de la deuda;
¿por qué no aprenderá de su cuate, el
inflacionista Bernanke?". Aseguran que ante una inflación
de costes como la que vivimos -los precios suben porque el
petróleo y otras materias primas se encarecen-, aumentar
los tipos de interés no servirá de nada. Al cabo,
restringir el acceso al endeudamiento encareciéndolo
sólo sería de utilidad si la inflación fuera
consecuencia de que ese endeudamiento creciera (recalentando
entonces la demanda), pero hoy nadie está obteniendo
nuevos créditos a pesar de estar los tipos de
interés al 1%, ¿a qué viene subirlos
aún más?

Reconozco que, como en 2008, Trichet tiene poco margen
de maniobra combatiendo una inflación que, en gran medida,
le viene de fuera. Si acaso, el único freno al
encarecimiento del petróleo vendrá vía
revalorización del euro frente al dólar: si este se
aprecia aún más, el barril nos costará
menos. Algo que, sin embargo, puede convertirse en una
alegría pasajera si los mayores tipos de interés
abocan al impago a países como España y Portugal y,
por tanto, la cotización del euro se hunde.

Podría parecer entonces que los
monetaristas-inflacionistas están en lo cierto y que
Trichet está combatiendo moscas a cañonazos. El
problema es que Trichet, dentro de sus parcas posibilidades,
está apuntando hacia la dirección adecuada: la
subida de tipos de interés. Quien está obrando de
mala manera y está conduciendo a la economía
mundial a una situación límite no es Trichet, sino
Bernanke. Suya, y de su política monetaria
extraordinariamente expansiva, es la responsabilidad de que las
materias primas estén subiendo y de que, por tanto, se
esté extendiendo una inflación a escala
internacional.

El proceso es el siguiente: al bajar los
tipos de interés y monetizar casi todo aquello que fuera
monetizable, Bernanke no sólo ha permitido financiar el
derrochador y billonario déficit de Obama, sino que
además ha permitido, por un lado, que la economía
de Estados Unidos no se reconvirtiera en la dirección de
ahorrar o producir más materias primas y, por otro, que
China y el resto de países que le venden mercancías
sigan hiperdesarrollándose a costa del endeudamiento de
los estadounidenses (que no otra cosa significa que Estados
Unidos mantenga un déficit exterior merced a las laxas
facilidades internas de endeudamiento).

Desde la crisis de 2008, el dogma monetarista ha
consistido en afirmar que, a diferencia de lo que
sosteníamos los austriacos, las economías mundiales
no necesitaban reajustarse a gran escala. Todo se trataba de un
problema de expectativas que habían llevado a los agentes
a atesorar masivamente dinero y a que las economías
operaran por debajo de su potencial. La respuesta, pues,
debía ser incrementar la cantidad de dinero por parte de
los bancos centrales para que la gente siguiera gastando como
antes, permitiendo una rápida recolocación de los
recursos ociosos.

Mas hete aquí que cuando lo han hecho, la
economía mundial efectivamente se ha estabilizado y ha
comenzado a remontar el vuelo, pero… se ha topado de bruces con
la realidad de unas estructuras productivas que para funcionar
necesitan consumir más materias primas de las que ahora
estamos capacitados para producir. Es decir, hemos vuelto a
mediados de 2008, antes del estallido de la crisis, pero con un
volumen de deuda pública infinitamente mayor.

Cualquier persona que sostenga la disparatada
teoría de que el problema que padecemos es esencialmente
monetario y no real, debería plantearse estas tres simples
preguntas:

1. ¿Alguien creía que podíamos
recuperarnos manteniendo casi intacta la estructura productiva de
2007-comienzos de 2008 sin que el precio de las materias primas
se disparara?

2. ¿Alguien cree que esa estructura productiva de
2007 es viable con los elevadísimos precios actuales de
las materias primas?

3. Si ambas respuestas son negativas, entonces
¿no estamos ante una crisis real que hay que corregir por
el lado de la oferta? ¿A qué viene cebar sin ton ni
son la demanda como si el problema estuviera
ahí?

En definitiva, la respuesta monetarista ha sido una
calamidad. Frenar la caída ha significado frenar el
reajuste, de modo que hemos terminado estrellándonos
contra el mismo cuello de botella que ya estranguló el
crecimiento mundial en 2008. Bernanke jamás debería
haber acomodado tanto como lo hizo las necesidades de unos
deudores que o debían reducir su consumo de materias
primas o incrementar su producción de las mismas, y que
gracias a la expansión crediticia del Helicóptero
Ben han podido no hacer ni lo uno ni lo otro.

Nuestras iras deberían dirigirse,
pues, no contra Trichet, quien tímidamente está
haciendo lo correcto, sino contra Bernanke y los monetaristas,
quienes desde un comienzo no comprendieron de qué iba esta
película y, tras el fracaso de los planes de
estímulo keynesiano que ellos mismos ayudaron a sufragar,
tomaron el relevo a la hora de estrecharnos, aún
más, la soga alrededor del cuello.

Mientras, Bernie no se baja del helicóptero
(los "drones" monetarios)

"Sin saberlo, Ben Bernanke vio el futuro a finales
de 2002. En ese momento, cuando sólo era un miembro
más de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU,
advirtió en un discurso que, llegado el momento y aunque
los tipos de interés estuvieran al 0 por ciento, las
instituciones monetarias aún tendrían capacidad
para adoptar medidas heterodoxas que ayudaran a reactivar la
economía y las condiciones financieras"…

"Helicóptero" Bernanke sigue su vuelo (El Economista
31/8/12
)

Maniobras que, en última instancia y según
citó textualmente, equivaldrían a la famosa
metáfora de Milton Friedman de arrojar dinero sobre la
economía desde un helicóptero. Seis años
después, y ya como presidente de la Fed, Bernanke
pasó de la teoría a la práctica.
Recurrió a esas medidas. A comprar deuda pública y
privada en el mercado como complemento de las rebajas de los
intereses oficiales, que terminaron 2008 entre el 0 y el 0,25 por
ciento.

Se subió así en su propio
helicóptero: el helicóptero Ben. Despegó
entonces… y aún no ha aterrizado. De hecho, está
dispuesto a que siga volando. Lo confirmó el viernes, en
Jackson Hole, idílico paraje estadounidense en el que cada
año, a finales de agosto, se celebra un cónclave
que reúne a varios de los principales banqueros centrales
y de los expertos en teoría monetaria del mundo. En su
comparecencia, Bernanke anticipó, primero, que "no hay que
descartar el uso de más medidas no tradicionales" y
reiteró, como conclusión, que "la Fed
proveerá los estímulos adicionales que sean
necesarios para promover una recuperación económica
más fuerte". Alimentó así la expectativa de
que la entidad active una tercera ronda de impresión de
dinero o estímulos cuantitativos (QE3) en la
reunión de los días 12 y 13 de septiembre
(2012).

Y es que, aunque Bernanke reconoció que es
"difícil" valorar los efectos positivos -y negativos- de
los dos estímulos anteriores -QE1 y QE2-, no ocultó
que diversos estudios han demostrado que sus consecuencias
sí han sido favorables. En concreto, esas investigaciones
estiman que el QE1 y el QE2 podrían haber ayudado a
generar tres puntos en el Producto Interior Bruto (PIB) y dos
millones de empleos. Además, habrían ayudado a
reducir el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10
años entre 80 y 120 puntos básicos -o 0,8 y 1,2
puntos porcentuales-.

Con estos datos avalando la histórica
política monetaria que está siguiendo, Bernanke
está dispuesto a que su helicóptero continúe
volando. Sobre todo, porque considera que "la situación
económica está, obviamente, lejos de ser
satisfactoria". Le preocupa, particularmente, la debilidad del
mercado laboral, cuya mejoría es "dolorosamente lenta". Al
mismo tiempo, le inquietan otros asuntos, como la fragilidad que
aún presenta el sector constructor, los ajustes fiscales
para reducir el déficit público y la persistencia
de las tensiones financieras. En este sentido, Bernanke
exigió contundencia a Europa. "Urjo a mis colegas europeos
que impulsen medidas para resolver la crisis",
demandó.

A la espera de que estos mensajes cristalicen en el QE3
en la reunión de septiembre, las palabras de Bernanke
fueron bien acogidas en Wall Street. A media sesión, el
Dow Jones subía un 0,6 por ciento, hasta los 13.081
puntos, mientras que el S&P 500 sumaba un 0,4 por ciento,
hasta los 1.405 puntos, con lo que rondaba sus máximos
desde 2008.

Desde el Consenso de Washington al Consenso de
Jackson Hole

"El presidente de la Reserva Federal de Estados
Unidos, Ben Bernanke, afirma que la FED está dispuesta a
actuar con medidas cuantitativas, es decir, inyectar más
liquidez al sistema, con los famosos QE"…
Jackson Hole
Bernanke no descarta el QE3 pero avisa de los riesgos
(Gaceta.es – 1/9/12)

No obstante, según Bernanke hay que tener en
cuenta los riesgos y el retroceso de los mercados.

En la conferencia de Jackson Hole, la máxima
autoridad monetaria de EEUU considera que este estímulo
monetario tiene efectos muy positivos tanto en el crecimiento y
empleo.

Bernanke ha admitido que, a pesar de ciertos signos
positivos, la situación de la economía de EEUU
"dista obviamente de ser satisfactoria", añadiendo que,
tras las medidas adoptadas por la Fed y los mecanismos naturales
de recuperación económica, "se habrían
esperado mayores progresos en la recuperación del mercado
laboral".

De hecho, el presidente de la Fed expresó su
preocupación por la situación del empleo, donde "no
se ha observado mejoría desde enero", advirtiendo de que
"si la economía no comienza a crecer con mayor rapidez de
lo que lo ha hecho hasta ahora, la tasa de paro probablemente se
mantendrá lejos de niveles consistentes con el
máximo empleo por algún tiempo", lo que
podría sugerir una mayor disposición de la entidad
a intervenir.

"Tomando en su debida cuenta las incertidumbres y
límites de las herramientas a su disposición, la
Fed proporcionará las medidas adicionales de alivio
necesarias para promover una recuperación económica
más fuerte y una mejora sostenida del mercado laboral en
un contexto de estabilidad de precios", afirmó
Bernanke.

Así, respecto a la posibilidad de que la Fed
anuncie nuevas medidas no convencionales para estimular la
economía, el banquero explicó que la experiencia de
estos años demuestra que estas "medidas no tradicionales"
pueden ser efectivas, ya que sin ellas la recesión entre
2007 y 2009 habría sido más profunda y la actual
recuperación más lenta.

"En vista de las evidencias, parece razonable concluir
que las medidas no convencionales han sido y pueden continuar
siendo efectivas para proporcionar acomodo financiero, aunque es
menor la certeza respecto a la magnitud y persistencia de estos
efectos que cuando se trata de medidas tradicionales",
explicó.

De este modo, Bernanke reiteró que estas
herramientas no convencionales comparten limitaciones semejantes
a las de las políticas tradicionales, pues no pueden
lograr por sí solas los efectos de una política
económica equilibrada y con medidas de amplio alcance,
"particularmente en lo que se refiere a los riesgos fiscales y
financieros que afronta el país".

Salvemos al euro: Super Mario promete hacer "todo
lo que fuera necesario"

"El atribulado euro por fin se ha ganado algunos
amigos, aunque sólo sea en momentos en que está en
ascenso. La moneda ha acumulado un alza de más de 4% desde
que en julio cayó a su nivel mínimo de dos
años. El lunes alcanzó US$ 1,2598 al tiempo que los
inversionistas ganan confianza en que el Banco Central Europeo
saldrá al rescate de las atribuladas economías de
la Unión Europea. Es el mayor repunte en términos
porcentuales desde un período de dos meses a principios de
año"…
El euro gana amigos sobre expectativa de
acción del BCE (The Wall Street Journal
3/9/12
)

Conforme el banco central se prepara para su
próxima reunión (9/12), muchos gestores de dinero
esperan que su presidente, Mario Draghi, explique lo que quiso
decir a fines de julio (2012) cuando insinuó que el BCE
haría "todo lo que fuera necesario" para mantener la zona
euro a flote.

Algunos apuestan a que Draghi indicará que el BCE
empezará pronto a comprar bonos de España y otros
países cuyos costos de endeudamiento se han disparado a
niveles que según muchos expertos son insostenibles. Otros
creen que un recorte en la tasa de interés de referencia
del actual 0,75% también es una posibilidad.

Draghi dijo que si el BCE compraba bonos, lo
haría en el mercado secundario (donde la deuda se negocia
después de haber sido subastada) siempre y cuando los
países pidan primero ayuda del fondo de rescate de la zona
euro.

La compra de bonos implicaría la impresión
de dinero, lo cual suele debilitar una moneda. Pero algunos
inversionistas albergan esperanzas de que una señal clara
de que estas compras son inminentes apuntalará el euro: la
demanda adicional reduciría el costo de la deuda para los
gobiernos en problemas, lo que a su vez disminuiría las
probabilidades de que necesiten rescates o se vean obligados a
abandonar el euro, explican.

Monografias.com

Sin embargo, estos mismos inversionistas aseguran que se
sienten pesimistas de cara a las perspectivas a largo plazo de la
moneda. Argumentan que no hay un final a la vista en el declive
económico de Europa ni sus problemas fiscales, si bien
están encantados de beneficiarse del reciente brote de
optimismo.

"Me convertí en un optimista oportunista, con el
potencial de convertirme en alguien que cree en una alza de la
moneda a largo plazo", dijo Axel Merk, jefe de inversiones de
Merk Investments, firma que administra US$ 600 millones en
activos. Merk empezó a comprar euros a principios de
agosto, animada por los comentarios de Draghi. Sin embargo, Merk
añadió que el poder del BCE es limitado. Las
acciones del banco no hacen que el euro sea "seguro" sino
simplemente "menos riesgoso".

Los inversionistas también tienen que tener en
cuenta la posible compra de bonos por parte de la Reserva Federal
de Estados Unidos. Su presidente, Ben Bernanke, planteó la
posibilidad en un discurso en Jackson Hole, estado de Wyoming,
antes de su próxima reunión, que concluye el 13 de
septiembre (2012). Si ambos bancos intervienen, el valor del euro
a largo plazo podría verse determinado por cuál de
los dos bancos es más agresivo en los próximos
meses.

Algunos inversionistas están comprando euros para
cancelar las apuestas bajistas, temerosos de verse aplastados si
la moneda europea sigue escalando. Hasta el 28 de agosto, las
apuestas en el mercado de futuros a un euro más
débil superaban en unos US$ 16.000 millones las que
anticipan uno más fuerte, según la Commodity
Futures Trading Commission (CFTC), pero eso representa una
caída de 32% desde los comentarios de Draghi en julio
(2012).

Jonathan Lewis, fundador y director de inversiones de
Samson Capital, un fondo que gestiona US$ 7.000 millones en
activos, asegura que el euro simplemente se ha vuelto demasiado
barato, tras caer casi 20% en un año. "Cuando el euro
rondaba US$ 1,40, había razones fundamentales para pensar
que se precipitaría", dijo. "Pero en los niveles de US$
1,20… no parece prudente que el euro esté tan
debilitado".

Muchos inversionistas sólo ven las desventajas de
la moneda. Cualquier compra de bonos por parte del BCE
está lejos de estar garantizada, y podrían aparecer
nuevos riesgos. Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores
podrían romperse, obligando al país a dejar la
moneda.

"El mercado ha alimentado las expectativas de que
verán alguna acción del BCE… pero el grado
en que eso pueda apuntalar los mercados de bonos sigue sin quedar
claro", dijo Tom Nakamura, que gestiona US$ 42.400 millones en
activos como vicepresidente y gerente de portafolio de AFG, en
Toronto.

Su fondo tiene una baja ponderación en bonos de
la periferia geográfica de Europa, como Italia y
España, y tiene una alta ponderación en bonos
alemanes. También ha disminuido su exposición al
euro desde el 23 de agosto (2012).

El Show de Wyoming: "más madera" (nice
Ben)

"En su discurso del viernes en Jackson Hole, el
presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dejó en
claro que la Fed está preparada para ayudar a fortalecer
la economía con una mayor flexibilización
cuantitativa. Pero también reconoció los problemas
que enfrenta ahora la economía, desafíos que
podrían ser inmunes a la tercera ronda de
flexibilización cuantitativa, o QE3"…
Una tercera
ronda de relajación cuantitativa podría no ser
suficiente (The Wall Street Journal – 3/9/12)

En su discurso, Bernanke evaluó los dos programas
anteriores de flexibilización cuantitativa. Afirmó
que las investigaciones de la Fed muestran que estas instancias
podrían haber aumentado la producción en casi 3% y
las nóminas de empleos privados en más de 2
millones.

Pero al hablar sobre las proyecciones económicas,
mencionó tres problemas. El primero, el mercado de
vivienda -el epicentro de la Gran Recesión- no está
contribuyendo al crecimiento como lo hizo en los últimos
períodos de expansión. La Fed ha ayudado con la
reducción de las tasas de créditos hipotecarios,
pero los problemas del sector van más allá del
precio de los créditos.

Segundo, los recortes de gasto en todos los niveles del
gobierno han afectado la actividad empresarial. Además, la
incertidumbre sobre el abismo fiscal y el límite de deuda
federal "están probablemente restringiendo la actividad
también", según Bernanke.

Finalmente, mencionó la presión en los
mercados de crédito y financieros, que incluye la
incertidumbre sobre la crisis de deuda de la eurozona. Como
resultado, las condiciones de endeudamiento de potenciales
compradores de viviendas y pequeñas empresas siguen siendo
"ajustadas", pese a los miles de millones de dólares que
la Fed ha inyectado, o que podría seguir inyectando, al
sistema financiero.

Tal como Bernanke había mencionado en el pasado,
es el segundo problema el que más incomoda a los
encargados de política monetaria, quienes
preferirían tomar decisiones sabiendo la tendencia futura
de las finanzas del gobierno.

No sólo la Fed está preocupada por el
desconocimiento fiscal. El informe del viernes sobre la
percepción del consumidor destacó que la
"incertidumbre (sobre el abismo fiscal) causará cada vez
más que los consumidores gasten con más
cautela".

La economía se beneficiaría mucho de un
futuro fiscal más coherente. Pero, al mismo tiempo, el
presidente advirtió que "las autoridades deberían
tener cuidado de evitar una fuerte contracción fiscal a
corto plazo que podría poner en riesgo la
recuperación".

Uno se pregunta si las decisiones fiscales pendientes
están llevando a la Fed a mantener la QE3 como reserva.
Los economistas y la Oficina de Presupuestos del Congreso han
advertido que los problemas producto de las fuertes alzas de
impuestos y recortes de gastos casi con seguridad
llevarían a Estados Unidos a una
recesión.

Pero se mantiene la duda si una mayor
flexibilización monetaria podría contener a la
economía si esta cae en el abismo fiscal.

Rescaten al "soldado" Jens (solo ante la
monetización del BCE)

"El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann,
está completamente solo en el Banco Central Europeo (BCE)
en su cruzada contra la compra de bonos soberanos para ayudar a
España e Italia"…
Weidmann está solo en el
BCE: nadie más se opone a la compra de bonos (El
Economista – 4/9/12)

Tanto de puertas para adentro como públicamente,
nadie sigue su línea, ni siquiera su compatriota
alemán Joerg Asmussen, miembro del consejo de la
institución presidida por Mario Draghi.

Según publica el diario financiero
holandés Het Financieele Dagblad, otros halcones
monetarios, como Klaas Knot, presidente del banco central de
Holanda, no se oponen a reapertura del polémico SMP, el
programa de compra de bonos soberanos.

Ahora los focos se centran en la próxima
reunión del BCE de principios de septiembre (2012), donde
se espera que Mario Draghi dé más detalles de las
compras de bonos que anticipó en la última
reunión a principios del mes de agosto.

En los últimos tiempos, el actual presidente del
Bundesbank ha estado en la picota. De hecho, podría tener
los días contados como presidente del Bundesbank. Eso es
lo que se temen en Berlín, ya que su postura en contra de
la compra de bonos no está teniendo efecto en la
institución presidida por Mario Draghi y contradice el
consenso generalizado que existe en Europa al respecto,
según informaba la semana pasada el diario germano
Handelsblatt.

El rotativo citaba a Emil Willsch, miembro de la
comisión presupuestaria del partido Unión Cristiano
Demócrata (CDU), que considera que existe el riesgo de que
Weidmann dimita, al igual que hizo su antecesor en el cargo Axel
Weber, que también se mostró en contra de algunos
de las decisiones del banco central del euro.

A finales de agosto, el presidente del Bundesbank
advirtió de nuevo contra el inicio de un nuevo programa de
compra de deuda pública afirmando que ese tipo de
financiación puede "crear adicción como una
droga".

El FMI "bendice" la "print connection" (Lagarde
está dispuesta a "ayudar")

"El Fondo Monetario Internacional está
dispuesto a ayudar con cualquier nuevo programa de rescate de la
Unión Europea, señaló el jueves la directora
gerente del FMI, Christine Lagarde, que alabó el programa
de compra de deuda del Banco Central Europeo anunciado un poco
antes"…
El FMI está dispuesto a cooperar con el
BCE, dice Lagarde (The Wall Street Journal
6/9/12
)

"Damos una cálida bienvenida al nuevo marco del
BCE", aseguró Lagarde. "El FMI está dispuesto a
cooperar dentro de nuestros marcos".

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que el banco
sólo puede comprar bonos de estados miembros con problemas
que hayan accedido a programas de créditos condicionados
otorgados por los fondos de rescate de la UE, y que el FMI
probablemente participaría en cualquier programa de
rescate.

Los economistas señalan que los costos del
crédito de España e Italia oscilan en torno a
niveles insostenibles. Responsables de ambos países han
pedido apoyo a la UE para reducir las primas que pagan sus bonos.
Pero algunos miembros del norte, liderados por Alemania, han
presionado para que los países accedan primero a estrictos
programas fiscales y económicos.

La participación del FMI daría a un
eventual programa de créditos un toque de autenticidad,
ayudando a tranquilizar a los mercados. Sin embargo, al igual que
con sus otras participaciones en los programas de
créditos, toda ayuda financiera probablemente sería
minoritaria.

"La aplicación decisiva del nuevo programa de
intervención ayudará a reparar la
transmisión monetaria y a apoyar los esfuerzos de los
países para lograr financiación a un costo
razonable mientras acometen un ajuste macroeconómico
ininterrumpido", dijo Lagarde.

"Consideramos las medidas del BCE un paso importante
hacia el fortalecimiento de la estabilidad y el crecimiento en la
eurozona", agregó.

Arranca la imprenta del BCE (Super Mario
Bros)

"El Banco Central Europeo (BCE), en un
reconocimiento de que la crisis de la deuda alcanzó un
punto crítico, anunció que está preparado
para usar su herramienta más poderosa -su imprenta- para
salvar el euro"…
El BCE saca la artillería pesada
pese a las objeciones alemanas (The Wall Street Journal
7/9/12
)

Haciendo caso omiso de las objeciones de su mayor
accionista, el Bundesbank de Alemania, el consejo de 22 miembros
del BCE aprobó un plan que allana el camino para que la
entidad intervenga en los mercados de bonos de los países
del euro en aprietos con compras ilimitadas, lo que en la
práctica equivale a imprimir dinero, aunque bajo estrictas
condiciones. El objetivo es restaurar la estabilidad de los
mercados de deuda soberana de España e Italia y captar
inversionistas extranjeros, que han huido masivamente de tales
activos.

"El euro es irreversible", sentenció Mario
Draghi, presidente del BCE, luego de la reunión mensual
del organismo, que mantuvo en 0,75% su tasa de interés de
referencia, un mínimo histórico. "Queremos que esto
sea percibido como un respaldo plenamente eficaz" que elimina los
riesgos del bloque, aseveró.

Los mercados de deuda y acciones celebraron sus
palabras. Los costos de endeudamiento de España e Italia
cayeron y sus principales índices bursátiles
treparon más de 4% cada uno (ver nota relacionada). El
Promedio Industrial Dow Jones avanzó 244,52 puntos para
cerrar en 13.292, su mayor nivel desde diciembre de
2007.

A pesar de la efusiva reacción de los mercados no
está nada claro que el plan vaya a funcionar. La
economía europea sigue de capa caída. Sin ninguna
perspectiva tangible de crecimiento en el corto plazo, es
probable que las posiciones fiscales de los países
vulnerables empeoren, socavando aún más la
confianza de los inversionistas.

El BCE, sin embargo, acaba de dar su paso para combatir
la crisis. La decisión habría sido impensable
cuando los problemas surgieron por primera vez, hace casi tres
años. Subrayando la dimensión histórica de
la medida, la junta del BCE tomó la decisión
pasando por encima de las objeciones del Bundesbank, el banco
central alemán.

Las autoridades del Bundesbank han arremetido en
reiteradas ocasiones contra la intervención en el mercado
de bonos, advirtiendo que podría disparar una
inflación galopante una vez que la economía
repunte. Otra preocupación es que el BCE está
poniendo un enorme riesgo en su balance, dejando a los
contribuyentes con una factura enorme si el plan falla y un
país que recibe la ayuda cae en cesación de pagos.
Alemania, por su tamaño y participación en los
pasivos del BCE, es la que tendría más que
perder.

Hasta ahora, Draghi parece contar con el respaldo del
gobierno alemán. Tanto la canciller Angela Merkel como su
ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han expresado su
apoyo al presidente del BCE. Pero debido al escepticismo de los
alemanes frente a las medidas del BCE, ese apoyo podría
ser efímero si la intervención no produce
resultados rápidos.

Monografias.com

El Bundesbank no demoró en denunciar la
decisión, poniendo de relieve una profunda grieta entre el
BCE y su mayor miembro. Jens Weidmann, presidente del Bundesbank,
considera la compra de bonos como "equivalente a financiar
gobiernos mediante la impresión de billetes", dijo un
representante de la entidad.

Para contrarrestar las críticas. El BCE
resaltó que las compras serán "completamente
esterilizadas", es decir, una cantidad equivalente de los fondos
será retirada del sistema financiero en un esfuerzo por
mantener estable la oferta monetaria. El BCE hace eso actualmente
ofreciendo a los bancos depósitos con interés por
el valor total de los bonos soberanos que poseen.

El paso, en todo caso, es en gran medida
simbólico, según muchos analistas. Los bancos
todavía pueden pedir prestado al BCE tanto como deseen,
suponiendo que tengan la garantía, que puede incluir los
depósitos que mantienen en el BCE. "Dudamos que esto
cambie el comportamiento bancario en alguna medida
significativa", escribió Greg Fuzesi, economista de JP
Morgan.

Draghi se defendió de las críticas en los
medios alemanes que lo acusan de alejar al BCE de sus
raíces alemanas para satisfacer las necesidades del sur de
Europa. No hay una "camarilla del sur" operando el BCE,
señaló, y destacó la "enorme mayoría"
que apoya su plan. Draghi enfatizó que el BCE
insistirá en un número de condiciones antes de
llevar a cabo cualquier compra de bonos.

Los países como España que pretenden la
intervención del BCE tendrán que solicitar la ayuda
del fondo de rescate europeo. Luego deben acordar recortes de
presupuesto y reformas económicas con otros gobiernos de
la zona euro y, tal vez, el Fondo Monetario Internacional. El
banco central también se reservó el derecho de
retirar la ayuda si los países dan marcha atrás en
sus promesas.

¿Funcionará el plan para evitar
la ruptura de la eurozona? (BBCMundo – 7/9/12)

(Por Stephanie Flanders) Lectura recomendada

Si alguna vez Jean-Claude Trichet
hubiese declarado que el Banco Central Europeo (BCE) estaba
dispuesto a ofrecer un "respaldo plenamente efectivo" contra la
ruptura del euro, es muy probable que la crisis de la eurozona ya
hubiese terminado.

Por supuesto, países como España
todavía estarían atravesando un momento
difícil, pero bien podríamos no estar hablando
mucho de ellos -y tampoco le estaríamos prestando
demasiada atención a las conferencias de prensa del
BCE.

De más está decir que el predecesor de
Mario Draghi al frente del BCE nunca dijo nada demasiado cercano
a un respaldo. Y las compras de bonos que sancionó de mala
gana en 2010 y 2011 fueron mucho más tibias que el
programa de "operaciones simples monetarias" descritas, con
cierto detalle, por Draghi.

Esta vez no hubo decepción

¿Se habla de un BCE que respalde lo suficiente
para resolver la crisis en el otoño de 2012, bajo la
presidencia de Draghi?

En un principio, algunos en el mercado financiero
parecían tener sus dudas. La reacción inmediata al
anuncio de Draghi fue que la gente vendió euros, y el
valor de la moneda cayó. Pero los mercados
bursátiles han dado un salto desde el final de la
conferencia de prensa, lo que sugiere que -por una vez- el BCE no
ha decepcionado.

El presidente del BCE habló, una
y otra vez, acerca de la condicionalidad -acerca de las cuerdas
que mantendría unidas las compras de bonos nuevos. Y, por
si acaso, reveló que el BCE buscaría la
participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en
la elaboración de los términos de esa
condicionalidad.

Eso lo hace sonar como que las
Operaciones Monetarias Simples (o OMT, por sus siglas en
inglés) serán difíciles de conseguir para
los países. Y fáciles de perder.

Tal vez. Pero deberíamos recordar que "la
participación del FMI" no significa exactamente lo que
solía significar. Para la elaboración de los
programas de rescate de Europa, han sido la Comisión
Europea y los gobiernos los que han insistido con los más
duros términos.

En comparación, el personal del FMI ha sido las
palomas, al pedir cronogramas más lentos cuando se trata
de reducir déficits presupuestarios y un mayor foco en el
crecimiento. El presidente del gobierno español Mariano
Rajoy habrá notado que éstos han presionado
especialmente por dar con una vía más lenta en la
reducción del déficit en España.

También debemos recordar lo que Mario Draghi no
dijo. No dijo que habría límites a las compras. Y
no dijo que el voto fue unánime. El consejo de gobierno
del BCE avanzó con este programa, a pesar de la
oposición de Alemania. Y lo hizo, a pesar de la evidente
incomodidad al interior de la institución de ser, incluso,
una parte de un programa que muchos sienten como que el banco
central está dejando a gobiernos derrochadores e
imprudente inversores privados por fuera.

Si usted fuera Mario Draghi, también
hablaría mucho de condicionalidad. También
diría, una y otra vez, que el banco central no
comprometería su independencia. Incluso hasta el punto,
algunos dirán, de protestar demasiado.

Algunos en los mercados financieros estarán
decepcionados de su desempeño. Ellos -y muchos gobiernos-
estarán sin dudas decepcionados de que le tomara mucho
tiempo al BCE ponerse al bate. No debemos olvidar que muchos de
la línea dura -dentro y fuera del BCE también se
sentirán profundamente decepcionados.

Radiografía del programa de compras del
BCE
(Septiembre 2012)

La arquitectura institucional diseñada en los dos
últimos años por la Unión Europea para
afrontar la crisis de deuda soberana, comienza a dar sus frutos.
A cambio de una condicionalidad "estricta y efectiva", en
palabras de Mario Draghi, el BCE comprará deuda
pública de forma ilimitada. Y lo que es también
relevante: sin conservar el estatus de acreedor preferente frente
a los inversores privados.

Lo que no se sabe es a partir de cuándo
comenzará a adquirir títulos gubernamentales. Ni
qué entiende el BCE por condiciones estrictas y efectivas.
Ni siquiera si España tendrá que negociar un nuevo
Memorado de Entendimiento (MoU) o valdrá el actual con
adendas. Ni, por supuesto, en qué nivel tiene que
encontrarse la prima de riesgo para justificar una
intervención de los banqueros de Fráncfort. El BCE
podría haber anunciado un determinado diferencial -como
hizo el Banco de Suiza para defender el franco de su imparable
apreciación- pero no lo ha hecho.

Lo que sí está claro es que el Banco
Central Europeo inicia una nueva era -en la que se juega su
credibilidad- que le implica directamente en la
financiación de los Estados, algo que está fuera de
su mandato y que prohíben taxativamente sus estatutos.
Pero el BCE lo salva con un argumento de peso: la
transmisión de la política monetaria se ha roto
(los bajos tipos de interés no llegan a los agentes
económicos) y su obligación es
restaurarla.

Monografias.com

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario
Draghi, anunció (9/12) que el organismo pedirá
menos garantías para conceder créditos a los bancos
de los países rescatados y facilitar su liquidez. "El
Consejo de Gobierno del BCE ha decidido suspender la
aplicación de los umbrales mínimos de
calificación de crédito exigidos como colateral
para las operaciones de crédito del eurosistema en el caso
de instrumentos de deuda emitidos o garantizados por el Gobierno
central" de los países rescatados, explicó Draghi a
los periodistas en Fráncfort.

Eso supone que los bancos de los países con un
programa de rescate podrán seguir usando como
garantía los bonos de sus países con independencia
de la nota que les den las agencias de calificación
crediticia.

El objetivo de esta medida y de otras que ha venido
adoptando el BCE es evitar que las entidades financieras que no
dispongan de las garantías necesarias se queden sin
liquidez, como sucedió a una pequeña entidad
española, solvente pero sin liquidez, que no tenía
garantías para el BCE y tuvo que recibir, por el
procedimiento extraordinario, 402,5 millones de euros que le
prestó el Banco de España. También resta
influencia a las agencias de calificación, en la medida en
que sus notas dejan de tener la trascendencia que tenían
hasta ahora. Pero al mismo tiempo se trata de una forma
más de forzar a los países con problemas a pedir el
rescate. Los bancos españoles son los que más
liquidez reclaman al BCE, con unas cifras que ya han llegado a
los 400.000 millones de euros, según los datos
correspondientes a julio (2012).

En paralelo, el BCE también permitirá que
se utilice como garantías de crédito los
títulos que estén denominados en otras de las
principales monedas diferentes del euro, como el dólar, el
yen o la libra esterlina. Esta medida ya estuvo en vigor entre
octubre de 2008 y diciembre de 2010.

Estos nuevos criterios no afectan a los bonos emitidos o
garantizados por Grecia, que tiene su propio sistema desde el
pasado Consejo Europeo de junio (2012).

Monografias.com

"Noche de ronda" (suben las apuestas, por la
"tercera" de Bernanke)

El presidente de la Reserva Federal de Estados
Unidos (Fed), Ben Bernanke, no lo ha dicho, pero muchos
inversionistas se comportan como si la compra de bonos por parte
del banco central estadounidense fuera un hecho"…
Los
mercados apuestan a una tercera ronda de compra de bonos del
Tesoro (The Wall Street Journal – 9/9/12)

Las débiles cifras sobre el empleo divulgadas
sólo sirvieron para reforzar esa creencia. Los precios de
toda clase de activos, desde acciones hasta los bonos del Tesoro,
pasando por el oro, subieron, lo que refleja la convicción
de los mercados de que la Fed anunciará nuevas medidas de
estímulo monetario al término de una reunión
de dos días de principios de septiembre (2012).

Pero debajo del optimismo, está la pregunta de
cuánto margen de crecimiento tiene el reciente repunte.
Las acciones en las bolsas estadounidenses han ganado 10% y el
oro 12% desde sus mínimos de junio (2012) gracias en buena
parte a las expectativas de que el banco central se dispone a
iniciar una tercera ronda de compra de bonos, un programa
conocido como relajamiento cuantitativo, orientado a mantener
bajas las tasas de interés.

"Resulta bastante claro que el repunte experimentado en
los últimos meses ha sido impulsado por la expectativa de
que la Fed anunciará una nueva ronda de relajamiento
cuantitativo", señala John Higgins, economista de mercados
de la consultora británica Capital Economics. "Creo que la
pregunta es si persistirá el impacto positivo una vez que
la Fed anuncie las medidas".

Si el pasado sirve de guía, podría haber
margen para que el repunte se mantenga. En 2010, el Promedio
Industrial Dow Jones subió 11% entre fines de agosto,
cuando Bernanke sugirió que otro programa de compra de
bonos estaba en camino, y el 3 de noviembre, cuando se produjo el
anuncio oficial. Para el momento en que terminó el
programa de la Fed, en marzo de 2011, las acciones habían
ganado otro 11%.

Las esperanzas de un nuevo estímulo de la Fed con
una compra de bonos fueron reforzadas por el informe del viernes
pasado que muestra que la economía estadounidense
generó en agosto 96.000 empleos, una cifra menor a la
esperada.

Analistas de Goldman Sachs Group dicen que la
probabilidad de que la Fed anuncie el programa esta semana
está "ahora por encima de 50%". Anteriormente, los
expertos de Goldman habían proyectado que el anuncio se
produciría a fines de año o en 2013.

Las predicciones sobre las dimensiones de cualquier
medida de la Fed varían ampliamente.

Goldman espera que el banco central estadounidense
compre al mes de forma indefinida alrededor de US$ 50.000
millones en valores respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro.
Por su parte, economistas de J.P. Morgan Chase dijeron que
esperan que la Fed anuncie compras por US$ 300.000 millones que
terminarían en enero. Y analistas de Barclays, a su vez,
predicen que la Fed destinará US$ 500.000 millones a las
compras de títulos hipotecarios y bonos del
Tesoro.

Algunos analistas e inversionistas dicen que la Fed
debería anunciar un gran plan rápidamente o
arriesgarse a decepcionar al mercado que se ha acostumbrado a los
estímulos de los bancos centrales desde la crisis
financiera.

Con el tiempo, dicen algunos escépticos, la
capacidad de que las acciones suban a partir de las medidas de la
Fed inevitablemente disminuirá. Apuntan a señales
de que el crecimiento de las ganancias corporativas está
cayendo y la expansión de la economía es
modesta.

"Es algo exagerado", dijo recientemente Kim Caughey
Forrest, estratega de Fort Pitt Capital Group, una empresa de
consultoría financiera en Pittsburgh. La especialista se
llama a sí misma "inversionista de valor" a largo plazo,
es decir que busca acciones que parezcan asequibles en
comparación con las expectativas de ganancias futuras de
las empresas.

Caughey dice que el problema es que cada vez es
más difícil encontrar empresas con precios
razonables, ya que las cotizaciones de las acciones están
subiendo sin que el desempeño de las ganancias mejore
mucho. "Los fundamentos en mi opinión no merecen esta fase
previa", apunta.

Monografias.com

El Promedio Industrial Dow Jones cerró en
13.306,64 puntos, o cerca de 80% más que cuando la Fed
anunció su primera compra de bonos del Tesoro, conocida
como QE1, en marzo de 2009.

El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años,
que cae cuando los precios suben, se ha reducido de 3% en 2009 a
1,66%. La segunda ronda de relajamiento cuantitativo, conocida
como QE2, empezó en noviembre de 2010, y fue usada por la
Fed para comprar unos US$ 600.000 millones en bonos del Tesoro de
EEUU. La Fed sigue siendo un jugador activo en el mercado de
bonos a través de su programa "Operación
Twist".

No todos creen que una tercera ronda de
relajación es inevitable. Economistas de Nomura Securities
argumentan que el reporte de desempleo no fue tan grave como para
hacerlos cambiar su proyección de que la Fed
aguantará un nuevo programa de estímulo.

Las economías "ilimitadamente dependientes"
de sus bancos centrales

"Cuando las economías prueban el crecimiento
fácil impulsado por un banco central, se resisten a
retomar el sistema de crecimiento tradicional, que no se retoma
sin medidas extremas"…
El círculo vicioso de las
economías dependientes de su Banco Central (Negocios.com
– 10/9/12)

Con futuras compras "ilimitadas" de bonos confirmadas
por Mario Draghi y el Banco Central Europeo (BCE), así
como con la Reserva Federal (FED) haciendo exactamente lo mismo
aunque sin llamarlo así, es casi automático
comparar la actual revolución de los bancos centrales
occidentales con el Banco de Japón en la década de
los 80.

Esta propuesta llega desde el blog de economía
Zero Hedge, que ha logrado influir con un solo post en los
mercados a escala global debido a su amplia reputación.
Esta vez, publica una entrada enviada por un autor externo que se
esconde tras el alias NJB Deflactor. A él se atribuye el
artículo The Japanese Writing On The Walls (La escritura
japonesa en las paredes) donde se hace una analogía de la
actuación del Banco Central de Japón en la
década de los 80 y las actuales medidas tomadas por la FED
de Ben Bernanke.

En los 80, Japón se enfrentó a una burbuja
de activos que obligó a la nacionalización de
muchos bancos japoneses cuyas prácticas de préstamo
y balanzas de pagos dependían del valor de los activos que
formaban parte de esa burbuja, lo que llevó el país
a la recesión en 1990, cuatro años después
del que se considera el inicio de la crisis.

Monografias.com

Rendimiento del bono a diez años
japonés (azul), y la deuda en relación con el PIB
(verde)

Curiosamente, el mayor endeudamiento respecto al PIB no
se dio durante la crisis, el gráfico anterior muestra como
sucedió parejo a las medidas monetarias siguieron a la
crisis financiera nipona como forma de impulsar la
economía. El resultado de esta primera ronda de
estímulo consiguió que la economía japonesa
se volviese adicta a la monetización de la deuda, como
queda patente en el aumento de la deuda respecto al
PIB.

Se suponía que la creación de deuda
impulsaría el crecimiento y contrarrestaría las
fuerzas deflacionarias. Esta es una "evidencia empírica"
que, cuando un país comienza a basar su crecimiento en el
Banco Central, se mete en un círculo vicioso en el que
esta tendencia se conserva.

Las economías, "como si fuesen drogadictos", se
resisten a volver a marcar mínimos históricos. Una
vez que los agentes del mercado experimentan este tipo de
"crecimiento gratis" gracias a las medidas de los bancos
centrales, se muestran reacios a volver a los sistemas de
crecimiento tradicionales. Esta perspectiva resulta sesgada, y
teniéndolo en cuenta, encontrar un sistema de crecimiento
es insostenible si no se utilizan medidas extremas, como el gran
endeudamiento japonés.

Con el respaldo de la recuperación japonesa
impulsada por la deuda como una analogía respecto a lo que
está pasando en Estados Unidos, desde Zero Hedge proponen
que los Estados Unidos se consideren a pocos pasos de amasar la
misma ingente cantidad de deuda que está machacando
Japón, poniendo la economía nipona "de rodillas"
ante su banco central.

Monografias.com

Rendimiento del bono a diez años
de EEUU (azul), y la deuda en relación con el PIB (rojo,
no indexado como porcentaje).

Las tasas de interés japonesas alcanzaron su
cénit en 1975, mientras que las estadounidenses las
alcanzaron al comienzo de la década de los 80. Fueron
consecuencia del régimen de estabilización
orquestado por la FED en ese momento. Acciones similares
tomó el Banco de Japón al comienzo de su crisis
financiera, lo que recortó las tasas de interés
desde entonces.

Las partes altas y media de la curva de crecimiento
japonés se han aplanado tanto durante los 10 años
posteriores a su crisis que las tasas de interés llegaron
a 0% "y se han mantenido en 0% desde entonces".

Aunque no puede afirmarse con rotundidad que EEUU
esté siguiendo el mismo camino de crecimiento basado en el
Banco Central que Japón, las promesas de relajación
de la economía por parte de la FED mientras las acciones
estadounidenses rozando mínimos que hacía
años no tocaban no parece una buena
señal.

Monografias.com

S&P500 (rojo), y el diferencial entre
en rendimiento a diez años de los bonos de EEUU y el
índice S&P (azul).

EEUU entró en un círculo vicioso de ciclos
deflactantes-reflacionarios en los años 90 y no parece que
vaya a librarse de ello prontamente. Con la garantía de la
generosidad de la FED, NJB Deflactor considera que "esta
relación tiene un par de años más para
disfrutar".

Los consejos del "filisteo" Hastings (escriba de
Wall Street)

Es hora de que la Fed innove como el BCE (The
Wall Street Journal – 10/9/12)

(Por Nicholas Hastings) Lectura recomendada

Cuando las nóminas de empleo no agrícola
de Estados Unidos mostraron un incremento inferior al esperado el
viernes pasado, las expectativas de una mayor
flexibilización cuantitativa aumentaron y el dólar
cayó.

Una explicación para la baja de
la moneda estadounidense es que los rendimientos de los
títulos del Tesoro estaban disminuyendo.

Pero, dado que los rendimientos en la mayoría de
los otros mercados de deuda también caían y que los
rendimientos de la nota a 10 años del Tesoro de EEUU, en
1,65%, siguen muy por sobre el reciente mínimo de julio de
1,4%, el argumento de los rendimientos no parece muy
sólido.

Entonces, ¿por qué el
dólar está sufriendo?

Puede ser porque la llamada QE3
simplemente no es la solución para reactivar la
economía estadounidense.

Como implica su acrónimo, este
sería el tercer intento de la Reserva Federal de inyectar
liquidez a los mercados financieros estadounidenses en los
últimos tres años y todavía no logra
promover la recuperación que busca el titular de la Fed,
Ben Bernanke.

Incluso su más reciente intento
de estímulo, la llamada "operación Twist", que
consiste en vender activos de corto plazo y comprar otros de
mayor vencimiento para aplanar la curva de rendimientos, ha sido
en gran medida poco exitoso.

Tal como Bernanke dijo en su discurso en Jackson Hole
hace dos semanas, la economía no está
acelerándose y la tasa de desempleo se mantiene
obstinadamente alta.

En otras palabras, lo que una vez se
consideraban medidas de política no convencionales no
está logrando resultados.

Esta es una situación similar a
la del Banco Central Europeo a inicios de este año cuando
buscaba reiteradamente soluciones a los problemas de deuda de la
eurozona.

La entidad optó por una política no
convencional y algo controvertida de introducir una
operación de refinanciamiento a largo plazo. Pero
también descubrió que esta forma de
flexibilización monetaria no lograba tener el efecto
necesario sobre la economía real.

Tras semanas de debate y fuertes
objeciones del Bundesbank alemán, el BCE implementó
la semana pasada una nueva y radical forma de compra ilimitada de
bonos, conocida como Transacciones Monetarias
Directas.

Los detalles del programa siguen siendo poco claros y su
capacidad de evitar otra crisis de deuda del euro no es
segura.

Sin embargo, la decisión del BCE ha sido
suficiente para inyectar un cierto nivel de confianza a los
mercados financieros y ha ayudado a hacer caer precipitadamente
los rendimientos de los bonos de los principales países
deudores de la zona euro.

A medida que se aproxima la reunión del
Comité de Mercados Abiertos de la Fed el miércoles
y jueves, los mercados financieros mundiales podrían
considerar decepcionante sólo otra dosis de QE.

Por supuesto, en este punto los mercados tienen poca
idea de si la Fed aumentará la cantidad, o la
duración, o si cambiará la clase de activos a
comprar en cualquier nuevo ejercicio de QE.

Pero la evidencia de que ejercicios pasados han ayudado
a los mercados laborales es altamente debatible.

Con las recientes cifras económicas de China que
mostraron un decepcionantemente débil crecimiento de la
demanda interna, y de Japón que revelaron que el
crecimiento del segundo trimestre fue revisado a la baja a
sólo 0,7%, de 1,4%, la Fed podría encontrarse a
sí misma bajo una mayor presión para asegurar que
otorga el estímulo apropiado y efectivo.

Si ese es el caso, entonces sería
aconsejable para la Fed sacar una página del libro del BCE
e intentar algo más innovador que en el pasado.

Y en vez de caer por las especulaciones
de sólo más QE, el dólar podría tener
una mejor posibilidad de encontrar soporte a medida que aumentan
las esperanzas de una economía más sólida en
EEUU.

Esperando el "dulce porvenir" (mientras llega el
repartidor de la "coca"…)

Los planes anteriores

En agosto (2012), la primera economía del mundo
creó 96.000 empleos, frente a los 141.000 de julio. Aunque
la tasa de paro se redujo del 8,3 al 8,1%, la reducción se
debió a que hasta 368.000 estadounidenses se retiraron de
la fuerza laboral.

En su discurso del de 31 de agosto en Jackson Hole el
presidente de la Fed, Ben Bernanke dijo que las compras
adicionales de bonos eran una opción para impulsar el
crecimiento si bien no especificó la duración o la
cantidad de un eventual programa nuevo.

Entre noviembre de 2008 y marzo de 2010, la Fed
inyectó 1,725 billones de dólares con la compra de
deuda hipotecaria y pública. Posteriormente, entre
noviembre de 2010 y junio de 2011 imprimió 600.000
millones de dólares adicionales con la adquisición
de deuda pública.

Pero la recuperación económica no se
consolidaba. Por eso, más tarde, en septiembre de 2011, la
Reserva Federal decidió resucitar la Operación
Twist, el programa que empleó en la década de 1960,
para tratar de reanimar la economía.

En virtud de esta operación de estímulo
económico, el organismo decidió vender 400.000
millones de dólares en bonos a corto (de 3 años o
menos) para invertir una cantidad similar en la compra de
títulos a largo plazo, con vencimientos entre 6 y 30
años. En junio de este año prorrogó la
operación twist hasta finales de 2012.

La preocupación entre algunos funcionarios de la
Fed de que más alivio cuantitativo podría no ser
eficaz o disparar la inflación "podría ser mitigado
por un programa vinculado a la inflación real y a las
medidas reales de la actividad económica", explica Karen
Dynan, vicepresidente de estudios económicos de la
Brookings Institution en Washington.

El poder de las palabras de los banqueros
centrales

"La Reserva Federal ha probado un montón de
cosas durante los últimos cinco años para devolver
el crecimiento a la economía: ha bajado los tipos casi a
cero, ha rescatado bancos, bancos de inversión y
aseguradoras, y ha comprado billones de dólares en bonos.
Y aun así, la economía sigue estancada en el
barro"…
Por qué las palabras de la Fed importan
más que sus actos (El Economista
13/9/12
)

Mucha gente mira a este récord y concluye que la
actuación de la Fed ha sido completamente ineficaz. Pero
esas críticas no impedirán que la Fed lo intente de
nuevo en su reunión de esta semana que concluye hoy. No
estamos hablando de otra compra a gran escala de activos, sino de
algo que puede ser más poderoso que 500.000 millones de
dólares en bonos: palabras.

Rex Nutting nos explica desde MarketWatch que la Fed
puede intentar cambiar la economía hablando, no haciendo
cosas. Y puede que tenga razón si las palabras suenan
más que las acciones. La Fed puede tratar de persuadir a
los inversores y al público de que realmente va a mantener
bajos los tipos hasta que la economía recupere de verdad
todo el terreno perdido, aunque eso signifique violar sus propias
reglas informales sobre cómo formular su política
monetaria en un escenario de aumento de las presiones
inflacionistas.

En efecto, la Fed tiene que convencernos de que
está cómoda dejando que la inflación supere
temporalmente el objetivo a largo plazo del 2%, de que no va a
correr para subir los tipos con el primer signo de
aceleración de la inflación. La Fed debe
comprometerse a ser irresponsable, "igual que los presidentes de
EEUU durante la guerra fría tuvieron que comprometerse a
destruir el mundo para frenar un ataque nuclear" según Rex
Nutting.

Hasta ahora, la Fed no se ha comprometido a ser
irresponsable. Simplemente ha señalado que cree que la
economía lo hará por debajo de lo esperado como
mínimo hasta finales de 2014, y que, en consecuencia, los
tipos de interés se mantendrán muy bajos hasta
entonces. Pero "eso no es un compromiso, es más bien una
previsión".

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