L'exactitude est la politesse des
rois — La puntualidad es la cortesía de los
reyes (atribuido a Louis XVIII, 1755-1824)
¡Cuántas horas se desperdician
en las vidas de tantos seres humanos, siendo víctimas de
aquellos quienes nunca pueden llegar a una cita, o a un lugar a
la hora acordada!
Nuestra especie, parece carecer de la
tendencia innata a ignorar los dictámenes del tiempo que
ahora acostumbramos. Al contrario, tradicional e
históricamente, el tiempo, las estaciones del año,
el movimiento de la luna (asociada al período menstrual),
la posición relativa de los astros en el espacio celeste,
el pasaje de los meses en el transcurso de los años, los
equinoccios y los solsticios, todos estos eventos sujetos al
tiempo y muchos otros más, han sido causa de la mayor
preocupación e interés para nuestros antepasados
prehistóricos. Por eso, la recurrencia de acontecimientos
con la precisión esperada es, para nosotros, asunto de la
mayor importancia.
Salvador Dalí
El ser humano moderno, durante los
períodos sucesivos de sus dimensiones de desarrollo
normal, pasa por un ritmo progresivo de estados evolutivos los
cuales le pondrían en la etapa a la cual pertenece, en
cualquier momento dado, cronológica, y
psicológicamente — si todo lo que precediera,
procedió bien.
De acuerdo con las teorías de
Erikson, tres de las etapas más importantes de nuestro
avance son precisamente, aquellas durante las cuales el individuo
inmaduro abandona su necesidad innata de controlar las respuestas
del medio ambiente por medio del uso de maniobras de
control.
Es en la tercera etapa durante la cual
habiendo aprendido a usar las características de la
autonomía, de la iniciativa y de la industria; la que
permitirá al niño sentirse capaz de reducir las
ansiedades y las incertidumbres del misterio de su vida sin
recurrir a la manipulación narcisista. Este evento,
debiendo de haber tenido lugar, siempre, y normalmente, antes del
desarrollo de la pubertad y comienzo de la
adolescencia.
La razón por la que muchos
niños no pueden alcanzar ese desarrollo tan simple como
armonioso, resta en la existencia de distorsiones
traumáticas tempranas a las cuales fueron sujetos. Eventos
traumáticos que resultaran de la interacción entre
sus propios egos y constituciones, frente a los de fuerzas de los
entornos familiares y sociales.
El resultado final del trauma fue el de una
fijación, o detenimiento en una etapa del
desarrollo muy prematura, que conllevó a una
constitución inmadura y emocional.
Un ejemplo clínico nos
servirá de modo ilustrativo
Ejemplo
clínico
MS
M.S. tenía catorce años
cuando cayó enferma. Fue víctima de la anorexia
nervosa restrictiva, complicada con períodos de bulimia
exagerada.
Su enfermedad, en cierto modo, fue debida
al "contagio" que apareciera repentinamente en la escuela que
asistía en Teaneck (New Jersey) a la sazón de la
muerte de la cantante Karen Carpenter (cantante famosa,
víctima de la bulimia perniciosa).
En sus incertidumbres personales y
académicas, M.S. había esculpido durante el
transcurso breve de su vida, una reputación negativa como
estudiante y como persona.
Los profesores le temían porque ella
era rebelde, desafiante y desobediente. El servicio en su hogar
no la podía aguantar — muchos de los sirvientes, a
menudo renunciaban sus empleos por causa de su comportamiento
agresivo y crudo.
Sus padres y hermanas comúnmente
dejaban la casa en desesperación cuando ella empezaba a
gritar estridentemente, a proferir obscenidades, o a romper
cosas, arrojándolas contra las paredes.
Su enfermedad, a nadie cogió de
sorpresa, ya que en ella "nada era extraño" — mucho
menos, para sus padres pudientes, quienes habían optado
por consentir, y mimar a sus hijos, en lugar de poner
límites a sus comportamientos erráticos,
destructivos y caprichosos.
El historial académico de todos en
esta familia fue por costumbre mediocre. Los padres, utilizaron
sus influencias políticas, su poder económico, sus
conexiones sociales y el soborno, para comprar las excusas que
permitieran a sus hijos graduarse del bachillerato y proceder al
estudio de profesiones marginales en colegios de conveniencia, de
donde, la mayoría de ellos, nunca se graduaron.
Luego de la universidad, llegarían
los matrimonios de conveniencia y la donación de negocios,
éstos siendo fachadas para impartir la noción de
que los hijos se ganaban su propio sustento.
En esta familia nadie reconocía
límites y nadie tenía conciencia de los
sentimientos o de las inconveniencias que a otros pudiesen causar
con su hábito colectivo de llegar siempre
tarde.
Es como si en ese mismo acto, se
corroboraba el hecho de que ellos eran importantes y muy
especiales, en un gesto necio y fútil de cubrir sus
sentimientos de subordinación e ineptitudes
sentidas.
M.S. de muy pequeña fue tratada por
la hiperactividad. Se le diagnosticó la dislexia, y se
mantuvo en clases individuales en escuelas para (lo que llamaran
de modo eufemístico) "estudiantes especiales".
La anorexia fue difícil de tratar,
porque M.S. (mentirosa inveterada) fingía el haber
visitado a la psicóloga y a la dietista que le
habían asignado. Engañando también al
pediatra que le tomaba su peso, colocando pilas de linterna en
sus ropas interiores y bebiendo agua en abundancia, antes de ser
pesada, para así pretender pesar más.
Nosotros la tratáramos como paciente
interna en nuestra unidad especializada.
Discusión
Las fijaciones del desarrollo no obedecen
la ley del "Todo o Nada." Sino que pueden existir en gradaciones
diversas. El caso de MS (*no su identidad verdadera) puede ser
considerado caso extremo.
Pero, cuando personas sin impedimento
intelectual, poseedoras de una habilidad sin defectos en su
estimación de la Realidad; proceden habitualmente a
ignorar las inconveniencias que causan a otros, con sus
tendencias a llegar siempre tarde. Esas personas puede decirse
que sufren de un arresto del desarrollo psicosocial, a quienes
nos les ayuda nuestra resignación pasiva a aceptar sus
comportamientos de un modo indiferente.
En otras palabras… Que lleguen
tarde, sin nosotros en espera…
Bibliografía
Erikson, E.H: Childhood and
Society (1994) Vintage NY
Erikson, E. H: Identity Youth and
Crisis (1993) Vintage NY
Erikson, E. H: Identity and the Life
Cycle (1995) Norton NY
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca