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Probióticos y Animales




Enviado por Arnaldo Faustino



  1. Definición de
    probióticos
  2. Utilización de
    probióticos
  3. Funciones de los
    probióticos
  4. Estimulación de la respuesta
    inmune
  5. Criterios de selección de los
    probióticos
  6. Referencias
    bibliográficas

1.1-
Definición de probióticos.

El concepto de probióticos tiene ya un siglo de
antigüedad ha evolucionado desde el trabajo de Metchnikoff,
(1908) quien propuso que la aparente longevidad de los campesinos
balcánicos estaba asociada a la ingestión de
Lactobacillus delbrueckii sub sp. bulgaricus, las cuales
desplazan a las bacterias nocivas reduciendo la
concentración de toxinas en el tracto intestinal y
produciendo así una mejora en el estado de
salud.

El término probiótico se utilizó
por primera vez por Lilley y Stillwell, (1965) y ha sido
usado por varios otros investigadores en varios contextos hasta
llegar al concepto actual según Fuller, (1989),
aunque se ha visto sometido a múltiples definiciones,
más o menos completas.

Tal vez la definición más adecuada sea la
propuesta por Havenaar y Huisin "t Veld (1992a),
según la cual los probióticos son: cultivos simples
o mezclados de microorganismos vivos que, aplicados a los
animales o hombre, benefician al hospedador mejorando las
propiedades de la microflora intestinal original". Van Eys y
Den Hartog (2003
), añaden que deben estar en una dosis
suficiente para modificar (por implantación o
colonización) la microflora de algún compartimiento
del aparato digestivo del hospedador. En la práctica
suelen presentarse bajo formas destinadas a ser administradas en
el agua o en el pienso.

Gunther (1995), clasifica a los
probióticos como aditivos alimentarios e incluye en esta
clasificación a organismos microbianos vivos o muertos de
las especies Lactobacillus, Estreptococos, Enterococus, Bacillus,
y Saccharomyces, así como a otras especies, productos de
la fermentación microbiana, nucleótidos y sus
productos metabolizables, metabólitos de las
proteínas y sustancias derivadas, ácidos
orgánicos tales como el láctico, cítrico,
acético, fumárico, etc., así como enzimas
principalmente de tipo hidrolíticas.

Estos productos están compuestos mayormente de
Lactobacillus, Estreptococos, Bifidobacterias, Bacillus, y
Levaduras. En varios productos son usadas mezclas de estos
microorganismos.

1.2-
Utilización de probióticos.

La utilización de microorganismos
probióticos se ha dirigido a dos áreas
fundamentales: la salud y la alimentación humana, y la
sanidad y producción animal. En el área de la
sanidad humana se han detectado estudios que implican el papel de
la microbiota intestinal en el mantenimiento de la salud basado
en el efecto protector de estos microorganismos.
(Smoraguiewiez et al, 1993; Gruzza et al, 1994; Fons, 1994;
Bengmarck, 1998)(Citados por Rosmini et al, 2004)

La tendencia actual a sostener el efecto beneficioso de
la microflora por el uso de los probióticos y
quizás en el futuro cercano por el uso de los
inmunoestimulantes abrirá una nueva y próspera
esperanza en el campo de la ciencia y la salud animal.

A partir de evaluaciones clínicas muchos
investigadores plantean que determinados microorganismos con
efecto probiótico muestran su efecto de salud a
concentraciones altas de bacterias, en ocasiones el efecto es
limitado y en otras el efecto no existe.

El empleo de los probióticos se ha asociado con
los siguientes efectos benéficos potenciales: Mejoran la
digestión de lactosa, reducen la inflamación
intestinal, la flatulencia, reducen la incidencia de diarrea
después del tratamiento con antibióticos, estimulan
el sistema inmune, mejoran la resistencia a las infecciones,
reducen la incidencia de reacciones alérgicas, protegen
contra algunos tipos de cáncer, reducen los niveles de
colesterol y la incidencia de enfermedades cardiacas, etc.
(Salminen, 2002)

El equilibrio de la flora intestinal esta asociado al
estado de salud, pues su oscilación afecta la
susceptibilidad a infecciones, y/o la presencia de substancias
tóxicas o carcinogénicas. En la vida cotidiana este
balance puede modificarse por factores diversos tales como, edad
del individuo, dieta pobre, estado inmunológico, uso de
antibióticos, estrés, consumo de alcohol, pH
intestinal, y la presencia de fibra soluble no digerible en el
intestino. Los materiales fermentables en el intestino regulan no
solo, las especies de bacterias y su concentración, sino
también su influencia y actividad metabólica.
(Collins y Gibson, 1999).

La característica clave de las bacterias
saludables es su habilidad para antagonizar bacterias no
deseables, mediante la competencia nutricional, producción
de metabolitos tóxicos (peróxidos, ácido
láctico, etc.), absorción de minerales,
estímulo del sistema inmunológico, o la
síntesis de bacteriocinas.

El uso de probióticos tiene una serie de
exigencias según la especie que se trabaje, debido a que
las condiciones del sistema digestivo en los animales
varía entre especies, por eso el uso de probióticos
se hace selectivo al suministrársele al bovino, equino,
ovino y aves diferenciándose del tipo de probiótico
a utilizar en cada una de ellas. (Tartar y Vargaz,
1997).

En la ganadería se introduce la
utilización de probióticos por primera vez por
Richar Parker profesor de microbiología de la Facultad de
Medicina de Potland durante los años 60, aunque este
proceso bacteriológico ha tenido gran impacto a lo largo
de la historia por el efecto terapéutico de las bacterias
lácticas (Vilenchik, 1989). Estas proporcionan
nutrientes digeribles y enzimas digestivas, además
producen sustancias antibacterianas contra bacterias nocivas
(Vignolo et al., 1996; Tahara et al., 1996).

Los microorganismos que constituyen los
probióticos son principalmente bacterias capaces de
producir ácido láctico, que son las más
conocidas, pero también se incluyen bacterias no
lácticas, levaduras y hongos (cuadro 2).

Es importante destacar que ésta es una primera e
importante diferencia entre monogástricos y rumiantes, en
lo que se refiere a las posibilidades de utilización de
los probióticos. Esto es debido a que los rumiantes son
capaces de producir importantes cantidades de lactato y
Lactobacillus en el retículo- rumen en condiciones
naturales de acidez (raciones con elevado
concentrado).

Resulta así que uno de los puntos de mayor
interés del empleo de probióticos en rumiantes es
controlar la acumulación de lactato en el rumen, lo que se
intenta conseguir por medio de la estimulación de los
microorganismos utilizadores de lactato y estimuladores de la
síntesis de propionato.

Cuadro 2: Microorganismos utilizados como
probióticos en los animales y el hombre (

especial interés en rumiantes) (Tomado de G
Caja, 2003).

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En general las especies utilizadas como
probióticos son bacterias Gram +, mientras que las
patógenas suelen corresponder a géneros Gram –
(Salmonella, Campylobacter, Escherichia coli). Por otro lado, a
efectos prácticos, las bacterias esporuladas
resultarán mas fáciles de manejar y resistentes a
las condiciones industriales de fabricación de
pienso.

La introducción de un probiótico es un
evento no natural el cual actuara sobre las interacciones
naturales y complejas de la flora microbiana. Los efectos
globales positivos observados son mejores resultados
zootécnicos en la ganancia de peso vivo y la
conversión.

Los efectos positivos pueden ser el resultado de un
efecto nutricional directo, similar al efecto obtenido con
antibióticos, o un efecto sanitario o de salud donde el
probiótico actúa como un biorregulador de la
microflora intestinal y refuerza las defensas naturales del
hospedero.

Aunque existe controversia sobre los mecanismos de
actuación de muchos de los probióticos,
éstos trabajan fundamentalmente por competencia de
exclusión e incluyen la:

1-Competición por los receptores que permiten la
adhesión y colonización de la mucosa
intestinal.

2- Competición por determinados
nutrientes.

3- Producción de sustancias
antimicrobianas.

4- Estimulación de la inmunidad de la mucosa y
sistémica del hospedador.

Dentro de los microorganismos más utilizados como
probióticos se encuentran las Levaduras (Saccharomyces
spp.) han sido utilizadas en la alimentación animal, tanto
en monogástricos como en rumiantes. Existe un relativo
consenso de que las mejores respuestas en rumiantes se han
observado en el caso de vacas lecheras, y los efectos reconocidos
en estos se atribuyen al aumento de la celulolísis ruminal
y del flujo de proteína microbiana al intestino
(Newbold, 2003; Van Vuuren, 2003).

Según Salminen, 1996 (citado por Brizuela,
2003)
la habilidad de adherirse a la mucosa intestinal es uno
de los criterios más importantes para la selección
de microorganismos probióticos ya que esta capacidad es
considerada un requisito previo para la colonización. La
caracterización de la adherencia puede ser un importante
método para evaluar la estructura de la superficie de las
bacterias probióticas y los efectos de barrera del
intestino relacionados con su acción. En varios estudios
se ha demostrado que la adherencia está relacionada con la
reducción de duración de diarrea, con la
activación del sistema inmunológico, con la
exclusión competitiva y con algunos otros efectos sobre la
salud (Isolauri et al., 1991, Savedra et al., 1994, Salminen
et al., 1996, Molin, et al., 1996).

1.3- Funciones de
los probióticos.

Dentro de las funciones atribuidas actualmente a los
probióticos se pueden citar las siguientes
(Según Havenaar y Huis in"t Veld., 1992a y Sainsbury,
1992,1993 y Fooks et al, 1999):

1. Efecto hipocolesterolémico.

2. Actividad antienzimática relacionada con los
sistemas que producen o activan sustancias carcinógenas
(efecto antitumoral).

3. Incrementan la utilización digestiva de los
alimentos a través de sus propias enzimas.

4. Reducen la absorción de sustancias
tóxicas como NH3, aminas, indol, mercaptanos, y
sulfitos.

5. Producen H2O2, previniendo la adhesión de las
bacterias patógenas.

6. Protegen contra la biotransformación de las
sales biliares en productos tóxicos y nocivos.

7. Son detoxificadores de los metabolitos perjudiciales
de la flora.

8. Poseen una probada habilidad para promover el
crecimiento y la productividad en la ganadería en forma
perfectamente natural.

9. Los probióticos son considerados como
biorreguladores nutricionales y realzadores del desarrollo y la
salud animal.

10. Mejoran la actividad enzimática del
huésped por la persistencia de un pH ácido en el
TGI.

11. Los ácidos orgánicos actúan
como agentes quelantes, mejorando así la absorción
de minerales.

12. Los probióticos participan en la
síntesis de vitaminas y en la predigestión de las
proteínas.

Según la bibliografía especializada una de
las principales diferencias entre los probióticos y los
antibióticos es el lapso de tiempo en el cual su
acción ocurre. Los antibióticos actúan
inmediatamente, mientras que los efectos de los
probióticos pueden durar varios días o
semanas.

Otro efecto importante en el uso de los
probióticos es el que ejercen sobre la calidad de los
productos animales. Se ha comprobado que estos no contaminan los
productos animales comestibles, por lo que no se altera la
calidad de los mismos. Es importante conocer que el uso continuo
de los probióticos puede reforzar la inmunidad no
específica de los animales y consecuentemente los
tratamientos infecciosos pueden ser reducidos (Nguyen,
1991).

1.4
Estimulación de la respuesta inmune:

Los probióticos juegan un papel muy importante en
la respuesta inmunológica, siendo esta una de las
funciones más importantes de dichos aditivos en la
producción animal.

Según Havenaar y Huis in"t Veld (1992) y
Sainsbury (1992,1993)
estas funciones son:

1. Neutralización de toxinas bacterianas
(principalmente de E. coli).

2. Prevención de la colonización de
patógenos mediante la adhesión a la superficie
intestinal, saturando los receptores en el epitelio y previniendo
que los patógenos se unan a esos sitios.

3. Estimulación de la inmunidad mediante la
activación de los macrófagos, niveles altos de
inmunoglobulinas, estímulo de células
inmunocompetentes, lo que favorece la diferenciación de
células supresoras o estimuladoras y diferenciación
de linfocitos. Ejemplo de esto, el consumo de yogur incrementa
los niveles de ?-interferón y estimula el nivel de las
células killer naturales. Asimismo, se ha comprobado que
algunas cepas de L. casei pueden actuar como adyuvantes
orales.

La microflora intestinal puede influir en el estado
inmunológico del hospedero y a su vez éste puede
ejercer control sobre la composición de la microflora
(Kimura et al., 1997; Pulverer et al., 1997). La
ingestión de probióticos específicos puede
estimular la fagocitosis y las células inmunocompetentes
del intestino asociadas al tejido linfoide, además de
presentar propiedades adyuvantes. Por lo tanto una de las
funciones más importantes de los probióticos
podría ser la activación del sistema inmune
(Wang et al., 1995).

Los probióticos son capaces de producir
anticuerpos o antimetabolitos. Esta clase de sustancias incluye:
bacteriocinas, nisina, lactalina y destructores de toxinas
(Polonelli y Morace, 1986; Gedek 1991).

Existen diferentes factores que se deben de tener en
cuenta para seleccionar a los microorganismos probióticos
y su empleo directo en las mezclas alimenticias.

Los productos probióticos no siempre se han
evaluado correctamente en las difíciles condiciones de
campo por lo que los resultados esperados no se han puesto de
manifiesto y en muchos casos se han producido pérdida de
confiabilidad en los mismos.

1.5-Criterios de
selección de los probióticos

Según Gunther (1995) las sustancias
probióticas deben poseer las siguientes demandas de
calidad:

1. Especies microbianas específicas del
hospedero.

2. Número mínimo de microbios por gramo de
producto comercial.

3. Propiedades tecnológicas para una alta
estabilidad por procedimientos especiales como el secado y el
recubrimiento.

4. Habilidad de los microbios para adherirse a la mucosa
del intestino y con un buen nivel de
reproducción.

5. Secreción de sustancias
bacteriostáticas y bactericidas por los microbios
probióticos.

6. Efectividad óptima en un espectro de dosis
definida.

7. Buenas propiedades para mezclarse en cualquier mezcla
alimenticia.

Otro problema con la aplicación de los
probióticos es aquel relacionado con la sensibilidad de
los microbios vivos contra las altas temperaturas.

Junto a esto deben ser fácilmente identificables
de los organismos patogénicos y también
probablemente contener cepas definidas de organismos vivos o sus
productos y ser indígenas al hospedero en particular. Esto
requerirá dosis adicionales, probablemente a diario con
los animales recibiendo una dieta apropiada para permitir la
viabilidad y multiplicación del
probiótico.

REFERENCIAS
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Autor:

M. Sc. Arnaldo Faustino

M. Sc. Eurico Wongo Gungula

Centro de Educación
Pre-universitaria de Longonjo-Huambo e Investigador
Académico. Universidad Agostinho Neto. Angola

Dr. Rándolph Delgado
Fernández

Centro de Investigaciones en Bioalimentos (CIBA).
Carretera a Patria Km. 1½. Morón. Ciego de
Ávila, Cuba

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