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¿Qué es el mundo?



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. ¿Cómo construimos esta imagen del
    mundo?
  4. Nuestra imagen del mundo es una
    ilusión
  5. La
    teoría de la relatividad
  6. La
    teoría cuántica
  7. Algunas especulaciones
  8. Conclusión
  9. Bibliografía

Resumen

Se inicia el trabajo mostrando que la imagen del mundo
que tenemos es falsa, pues es un conjunto de ilusiones, pero nos
es útil para sobrevivir y progresar. Se ponen ejemplos de
cosas falsos pero útiles para nosotros.

La imagen del mundo que tenemos es en parte obra de
nuestros sentidos y mente, y en parte obra de la realidad
externa, sea esta la que sea.

Mostrándose a continuación algunos
aspectos de cómo la imagen natural del mundo se forma en
nosotros.

Finalmente se expone cual es la imagen natural del mundo
que tenemos, porque es falsa y cómo ha evolucionado en el
tiempo.

Se exponen algunas características relevantes de
las dos teorías que tratan de explicar la realidad de
nuestro mundo, a saber la teoría de la relatividad y la
teoría cuantía. Por último se exponen
algunas especializaciones recientes.

Sabemos pues lo que el mundo no es, es decir no es la
imagen que de él tenemos, pero no sabemos lo que el mundo
es en última instancia, y quizás nunca lo
sepamos.

Introducción

La imagen del mundo que tenemos los seres humanos, desde
la prehistoria, está formada básicamente a
través del sentido de la vista, apoyado por los otros
sentidos; esta imagen que todos tenemos podríamos llamarla
natural, en el sentido de que es la que nos formamos sin ayuda
alguna de instrumentos o conocimientos
científicos.

¿Quiere decir lo anterior que todo es una
ilusión, que nada es real? Pues creo que no. En algunas
cosas podemos llegar a conocer la realidad subyacente a la
ilusión, y en otras no, así por ejemplo, el hecho
de que el Sol parezca salir del Este y ponerse por el Oeste, es
sin duda una ilusión óptica, pero conocemos la
realidad que subyace, y esta es que la Tierra gira sobre
sí misma y alrededor del Sol. Con otras cosas, como por
ejemplo, qué es la materia, no llegamos a conocer la
realidad última.

Esta imagen nos ha sido y es, muy útil, en el
sentido de permitirnos sobrevivir y prosperar en un mundo que a
veces puede sernos adverso, pero, como mas adelante mostraremos
esta imagen no es real, es falsa, esta formada por un conjunto de
ilusiones.

Puede resultar sorprendente para algunos que digamos que
algo falso, como nuestra imagen del mundo, pueda ser sin embargo
útil, pero a esto hay que decir que es muy corriente que
situaciones, conceptos, instrumentos, etc. que sabemos que no son
correctos, sean sin embargo utilizados por el hombre, porque le
facilitan información adecuada a sus necesidades
concretas. Por ejemplo, el hecho de que el Sol salga por el Este
y se ponga por el Oeste, que es una ilusión óptica
de nuestra vista, no nos impide utilizar esta ilusión para
orientarnos en el tiempo (cuando es de día o de noche, en
qué momento del día nos encontramos o incluso en
qué estación del año estamos) y
también orientarnos en el espacio, pues podemos determinar
los cuatro puntos cardinales que nos permiten situarnos en el
espacio geográfico.

También hay instrumentos que crea el hombre, que
sabe que son falsos, pero la información que facilitan
tiene el suficiente grado de aproximación para ciertas
actividades, así por ejemplo sabemos que la Tierra es
redonda y por lo tanto los planos de dos dimensiones, como las
proyecciones Mercator, son falsas, pero los datos que nos
facilitan nos sirven, en muchas ocasiones y son muy
fáciles de utilizar.

La mecánica clásica, con las leyes de
Newton, hoy sabemos que no se corresponden con la realidad, pero
sin embargo a nivel macroscópico de nuestra vida diaria,
es suficientemente exacta.

La imagen que nos formamos del mundo los seres humanos,
es adecuada para permitirnos, por ejemplo, sobrevivir a los
predadores que existen en nuestro plano habitual de realidad (por
ejemplo leones, serpientes, etc.).

Pero no nos permite, en líneas generales,
percibir y defendernos de forma consciente de otros predadores
que actúan en planos de la realidad distintos, por ejemplo
el caso de una peste producida por bacterias, ahí otros
sistemas no conscientes del hombre, como por ejemplo el sistema
inmune, es el que percibe el peligro e interviene.

La imagen del mundo que tenemos los humanos, es
probablemente muy distinta de la que posiblemente tiene, por
ejemplo, una lombriz de tierra. También ocurre que esta
imagen particular muestra, la encontramos hermosa, decimos que la
Naturaleza es bella, ello es debido a que estamos bien adaptados
a las condiciones de la Tierra, pero es concebible que para un
hipotético alienígena para el cual el agua sea un
elemento tóxico, la imagen que se formaría de la
Tierra le parecería horrorosa, un auténtico
infierno.

Podemos pasar ya a exponer otra cuestión que es
la siguiente, la imagen del mundo natural del hombre es una
construcción, modelo o representación que este hace
utilizando por una parte, sus sentidos y mente y por otra algo
que llamamos realidad externa, sea esta la que sea.

¿Cómo construimos esta imagen
del mundo?

Como hemos dicho antes, en parte con nuestros sentidos y
mente, pero como veremos a continuación, ambos tienen
limitaciones (físicas o de otro tipo) y para tratar de
superarlas creamos los llamados instrumentos, de los cuales unos
son físicos (telescopio, microscopio, etc.) y otros
mentales (matemáticas, teorías científicas,
etc.)

Las cosas que forman nuestro mundo, realmente no las
conocemos directamente, se tratan pues de meras conjeturas, lo
que realmente podemos conocer son los fotones que llegan a
nuestros sentidos, provenientes, presumiblemente, de esas
cosas.

Pero ocurre que nuestros sentidos tienen limitaciones,
en primer lugar no están construidos para recibir ciertos
estímulos externos como, por ejemplo, variaciones en los
campos magnéticos, que al parecer los pájaros y
otros animales sí son capaces de captarlas, por otra parte
respecto a los estímulos que, en principio, podemos
percibirlos están los llamados umbrales de sensibilidad,
así por ejemplo, nuestra vista solo capta (o acepta)
fotones con unas determinadas frecuencias (entre el infrarrojo y
el ultravioleta) que es una pequeña franja, un 5%
aproximadamente de los fotones que existen, el resto, la gran
mayoría de los fotones, no son aceptados por nuestros
órganos receptores situados en las células de
nuestra retina.

Luego estos órganos receptores transducen o
transforman el estímulo externo, el fotón que han
recibido, en una sensación o estímulo interno que
es el impulso eléctrico que, en el caso de la vista
circula por nuestro nervio óptico y va al cerebro; este
proceso es bastante complejo.

Pero luego estos estímulos internos sufren una
serie de modificaciones, a saber: en primer lugar pueden no ser
aceptados conscientemente porque caen dentro de los llamados
límites subliminales (en cambio sí pueden ser
percibidos inconscientemente), o puede ocurrir también que
por circunstancia psicológicas, nuestra mente puede no
aceptar conscientemente determinadas informaciones.

Ocurre también que nuestro sistema cognitivo
califica de forma automática ciertas informaciones como
poco relevantes y las acepta de una forma "amortiguada", por
ejemplo, de la información visual de una calle por la que
paseamos, percibimos de una forma somera aquella
información periférica o que no consideramos
relevante, en cambio con mucha mayor precisión y detalle
lo que consideramos relevante.

También modificamos algunas informaciones,
exagerándolas o disminuyéndolas, para comprender
más fácilmente una cosa, o formar una determinada
categoría o concepto.

Por último la memoria y en general nuestro
sistema cognitivo añade de forma automática, sin
que seamos consciente de ello, determinadas
informaciones.

Se produce pues una serie de procesamientos, que
desconocemos en su mayoría, que llevan a una
interpretación de los estímulos externos recibidos
(es decir que le dan significado) y conducen a la
formación de una determinada imagen en nuestra
mente.

Por otra parte hemos dicho que interviene la realidad
externa, la cual verdaderamente no conocemos que es en
última instancia, sólo hemos llegado a conocer y de
forma parcial algunos niveles o planos de la realidad.

Consideremos una cosa de este mundo, un concepto que
llamamos árbol, por ejemplo. La imagen que nos formamos de
él es un tronco marrón con un follaje verde. Pero
si investigamos más, vemos que está compuesta de
varias partes: hojas, ramas, tronco, raíces, etc. y cada
una de estas partes por otras más pequeñas, hasta
que llegamos a lo que parece ser su unidad básica: la
célula. Nuestros sentidos naturales sólo nos
permiten llegar hasta un cierto plano de la realidad, para ir
más alta tenemos que recurrir a instrumentos, un
microscopio por ejemplo. Observamos así que un
árbol es un sistema de muchos elementos (células)
que interactúan entre sí de forma
compleja.

Si continuamos descendiendo en el estudio de la
realidad, vemos que una célula está compuesta de
muchas partes: membranas, citosol, orgánulos, etc. y si
estudiamos estas partes llegamos a otro pilar fundamental de la
realidad: las moléculas. Siendo la célula un
sistema de muchos elementos (moléculas) que
interactúan entre sí de forma compleja.

Podríamos seguir nuestro camino descendiente de
análisis y llegar a los átomos, partículas
subatómicas etc. hasta llegar a la unidad mínima,
que no sabemos qué es (quark, cuerda, u otra cosa) que
quedaría limitada por la constante de Plank.

Lo mismo que hemos seguido un camino descendente,
podríamos seguir uno ascendente y pasaríamos del
árbol, al bosque, al ecosistema, al planeta Tierra, etc.
hasta llegar al máximo, que sería el Universo en su
conjunto. Para investigarlo requeriremos otros instrumentos, como
por ejemplo los telescopios.

Nuestra imagen
del mundo es una ilusión

¿Cuál es la imagen natural del Mundo que
tenemos?

Pues reducida a sus aspectos esenciales se puede resumir
en lo siguiente: la Tierra es plana, aunque puede existir
desniveles locales como montañas, valles, etc. Está
cubierta por una cúpula celestial, en la cual el Sol sale
por el Este y se pone al Oeste, en el espacio así definido
fluye el tiempo y en dicho espacio se encuentran todas las cosas,
desde una roca o un árbol hasta nosotros
mismos.

Pues bien si analizamos cuidadosamente esta
imagen vemos lo siguiente:

  • La cúpula celestial no existe, es una
    ilusión óptica de la atmósfera que rodea
    a la Tierra.

  • El Sol no sale por el Este y se pone por el Oeste,
    es otra ilusión óptica. Es la Tierra que al
    girar sobre sí misma produce este efecto. El
    conocimiento del hombre ha ido produciendo diversas
    imágenes de nuestro Universo, a saber desde la
    teoría geocéntrica en la que la Tierra es el
    centro del Universo, después la heliocéntrica
    que concibe al sistema solar, con el Sol en el centro de
    todo, y una serie de planetas (entre las que se encuentra la
    Tierra) girando a su alrededor, luego se descubrió que
    nuestro Sol era una estrella entre millones de otras que
    formaban la galaxia Vía Láctea, y finalmente
    con la teoría general de la relatividad concebimos al
    Universo como una especie de hiperesfera de cuatro
    dimensiones en las que se encuentran infinidad de galaxias;
    estando además este Universo en
    expansión.

  • La Tierra tampoco es plana, sino aproximadamente
    esférica. Fue Aristóteles (prescindiendo de
    algunos precursores anteriores), el que hizo la atrevida
    afirmación de que la Tierra era redonda, pero
    tenía sus razones para sostener esta opinión.
    Esta concepción redonda de la Tierra se perdió
    durante muchos siglos, recuperándose en el
    Renacimiento y fue la que permitió a Colón
    realizar el trascendental descubrimiento de
    América.

  • Por último veamos la imagen de las
    múltiples cosas que hay en el mundo. Todas ellas
    parecen tener las siguientes características: estar
    hechas por algo que llamamos materia; presentan una
    separabilidad e independencia entre las distintas cosas y por
    último tienen durabilidad en el tiempo.

Pasemos a estudiar cada una de estas
características.

En primer lugar hay que reconocer que todo es
impermanente, es decir que todo cambia, que las cosas tienen un
principio y un final, nada material permanece
indefinidamente.

En segundo lugar las cosas son en realidad
interdependientes entre sí, por ejemplo hay fuerzas
físicas (Ej.: gravitación) que las unen. Por otra
parte la mecánica cuántica establece la no
localidad de nuestro mundo, es decir que existen fenómenos
de entrelazamientos entre partículas que han
interaccionado alguna vez.

Veamos ahora como ha evolucionado el concepto de materia
el cual en tiempos de Aristóteles se creía que era
la substancia de la que todas las cosas estaban
hechas.

Así llegamos al siglo XVII donde se produce la
revolución científica y consiguiente desarrollo del
materialismo, el cual consideraba que la materia, cuyo prototipo
podrá ser una roca, se caracterizaba por ser
sólida, masiva, dura, impermeable y formada por
partículas movibles.

Con Newton y su mecánica clásica, se pasa
gradualmente del concepto de materia al de masa, un concepto
elusivo pero mesurable.

Llegamos así al siglo XX donde se descubre que la
materia está formada por átomos y partículas
subatómicas que poseen masa, entre otras
características. Es decir la materia pasa a ser en gran
medida espacio vacío, con la masa concentrada en algunos
puntos.

Pero la auténtica revolución viene con la
teoría de la relatividad que establece la equivalencia
entre masa y energía, y la mecánica cuántica
que modifica radicalmente nuestro concepto del mundo. Finalmente
al terminar dicho siglo y principios del siglo XXI empieza a
cobrar relevancia en la concepción del mundo lo que
llamamos información.

En definitiva vemos que el sólido, intuitivo y
claro concepto clásico de materia, se ha ido
desmaterializando poco a poco.

Hemos visto en párrafos anteriores lo que el
mundo no es, ahora cabe plantearse el tratar de conocer lo que
es.

La verdad es que no lo sabemos, y quizás nunca
lleguemos a saberlo.

En la física actual existen dos pilares
fundamentales que tratan de explicar lo que el mundo es, que son
la teoría de la relatividad y la mecánica
cuántica; teorías que son incompatibles entre
sí, por lo que sin duda se precisará una poderosa
síntesis de las mismas en el futuro.

A continuación trataremos de exponer de forma
resumida, algunas de las afirmaciones de dichas teorías,
que en mi opinión, son relevantes para el tema objeto de
este artículo.

Por último se expondrá algunas
especulaciones al respecto.

La teoría
de la relatividad

Como todos sabemos Einstein formuló a principios
del siglo XX su teoría de la relatividad restringida y
después la generalizada.

Esta teoría expuso una nueva visión de
nuestro Universo ya que entre otras cosas considero que la
realidad era el continuo espacio-tiempo; que la masa curvaba el
espacio, obteniendo como consecuencia una visión de
nuestro Universo que podía visualizarse como una especie
de hiperesfera de cuatro dimensiones. Posteriormente se
descubrió que este Universo estaba en expansión y
recientemente se ha visto que esta expansión se esta
acelerando.

Otro descubrimiento fundamental de esta teoría es
la equivalencia entre masa y energía según la
célebre ecuación E=MC2.

Se observó experimentalmente que la masa
podía convertirse en energía, con la
demostración que supuso la bomba atómica y que la
energía podía convertirse en masa, así los
fotones, que incidían en núcleos atómicos,
en el llamado efecto fotoeléctrico, pueden originar el
efecto de producción de pares de partículas, de tal
forma que desaparezca el fotón (sin masa) y apareciera un
electrón positivo y otro negativo (con masa) es decir la
energía podía transformarse en materia, con lo que
esta última podía considerarse formada por
energía, concentrada y organizada. Esta
organización, podemos considerar que consiste en
determinada información que es añadida, por las
Leyes de la Naturaleza actuantes en el núcleo
atómico, a la energía recibida del fotón
entrante; con lo que se creaba una partícula el
electrón, que además de energía,
tenía masa, carga eléctrica, etc., es decir
energía con una determinada organización que se
manifiesta en sus propiedades.

Respecto al concepto de energía del que hablamos,
diremos que existen múltiples formas de energía:
cinética, potencial, eléctrica, química,
etc., formas a la que últimamente se ha añadido la
llamada "energía oscura" que no sabemos qué es y se
supone que es la causa de la expansión acelerada del
Universo.

Aunque pongamos etiquetas a la energía y seamos
capaces de medirla, creo que realmente no sabemos muy bien lo que
es.

La teoría
cuántica

En el primer tercio del siglo XX surgió la
llamada teoría o mecánica cuántica, cuyos
autores fueron Bohr, Heisenberg, Schrödinger, y
otros.

Esta consiste en una formulación
matemática, que parece ser cierta científicamente,
pues hasta ahora, todas sus predicaciones han resultados
correctas.

El problema surge a la hora de tratar de interpretar que
es lo que están tratando de decirnos estas ecuaciones
sobre la realidad de nuestro mundo.

Existen actualmente multitud de interpretaciones,
quizás haya diez principales y muchas otras secundarias,
pero es preciso admitir como dijo Feynman "que nadie entiende la
mecánica cuántica".

Como describe el mundo la mecánica
cuántica se puede resumir en tres negaciones: no real, no
determinista y no local.

¿Qué quiere decir lo anterior? Pues a
diferencia de la llamada mecánica clásica, de las
Leyes de Newton o de lo que nos dice nuestro sentido
común, el mundo microscópico de las
partículas atómicas se caracteriza por
ser:

– No real: Una de las sorprendentes afirmaciones de la
teoría cuántica que además goza de la
aceptación de la mayoría de los físicos, es
que un átomo es una función de onda de
potencialidades, es decir de probabilidades objetivos (a
diferencia del concepto clásico de probabilidad que es
subjetivo) de que ocurran determinados eventos o sucesos. Esta
función de onda se colapsa en un átomo real al
producirse una observación. O sea que el mundo parece
irreal, un conjunto de posibilidades, que sólo se hace
real al ser observado.

El tema del observador, también conocido como el
problema de la medida, es complejo y lo trataremos más
adelante.

– No determinista: la mecánica clásica,
así como la teoría de la relatividad, y nuestra
intuición son deterministas, es decir suponen que a una
causa le sigue un efecto determinado. En cambio la
mecánica cuántica dice que una determinada causa
esta relacionada con una distribución probabilista de
múltiples posibles efectos.

– No local: la localidad de los fenómenos
físicos, implica la separabilidad de las cosas de nuestro
mundo y consiste esencialmente en considerar que un
fenómeno cualquiera puede afectar a una cosa, pero no
afecta a otras cosas cercanas a esta, salvo que se trate de una
intervención mediante fuerzas físicas
fundamentales, es decir que el hecho de que por ejemplo yo empuje
a una mesa, ello no tiene porque afectar a una silla
cercana.

Pues bien la teoría cuántica dice que
cuando una partícula atómica interactúa con
otra se produce lo que llamo un "entrelazamiento" es decir que un
fenómeno que afecte a una partícula, afecta
también de forma inmediata (no a la velocidad de la luz,
sino instantáneamente) a la otra partícula con la
que interactuó, aunque esta se encuentre en el otro
extremo del Universo.

Pasemos ahora a considerar un problema central en la
anterior teoría, que es la observación.

Existen, según creo, dos principales corrientes
interpretativas de la observación: una de ellas es la
llamada interpretación de Copenhagen que considera que, a
efectos prácticos, cualquier encuentro de una
partícula atómica con un cuerpo macroscópico
constituye una observación. La otra corriente que es
defendida por muchos autores como Von Neumann, afirma que, en
puridad, una observación se origina solamente mediante un
observador y que este tiene que ser un ser consciente, el cual
efectúa libres elecciones intencionales añadiendo
información a la función de onda y provocando su
colapso en una partícula real.

En definitiva se nos presenta una concepción del
mundo, difícil de comprender, extraña y
contraintuitiva, en el que un mundo externo a nosotros formado
por sucesos probables, solo se hace real mediante la
intervención del mundo interior o consciente del ser
humano.

Algunas
especulaciones

La mayoría de los físicos considera que el
límite de su ciencia se encuentra en las llamadas Leyes de
la Naturaleza. Consideran a dichas Leyes como un hecho que no
requiere explicación, así Bertrand Russell
afirmó "Yo diría que el Universo simplemente esta
ahí, y eso es todo".

Consideran pues que a partir de las Leyes de la
Naturaleza se está "off limits" de la ciencia
física y se entra en la filosofía.

Pero ocurre que muchos científicos llevados por
su curiosidad intelectual han tratado de investigar dichas Leyes
e incluso ir más allá de ellas.

En lo que se expone a continuación seguiremos en
gran medida a Paul Davis en su trabajo "Universe from bit"
incluido en el libro "Information and the nature of the
reality".

Señala que los científicos se han
planteado algunas cuestiones sobre las llamadas Leyes de la
Naturaleza, como límites de nuestro Universo o realidad
fundamental.

Citaremos algunas de estas cuestiones.

El propio concepto de Leyes de la Naturaleza no
está muy claro, pero suele considerarse como relaciones
esenciales del Universo que son una expresión que muestra
que en un grupo o clase de fenómenos, siempre que se
producen ciertas condiciones se originan otros determinados
fenómenos.

Constituyen pues dichas Leyes una expresión
informativa que nos dicen algo respecto a como funciona el
mundo.

Podrían considerarse como un conjunto de
instrucciones para que se produzcan o no ciertos fenómenos
naturales.

Algunos científicos han considerado que una
realidad subyacente a dichas Leyes son las matemáticas en
que se formulan las mismas, pero esto es rechazado por Davies que
busca una realidad más fundamental.

Se plantean dichas Leyes como inmutables, eternas,
omnipresentes, infinitamente precisas relaciones
matemáticas, que transcienden a nuestro Universo y fueron
establecidas desde fuera de él por alguien o
algo.

Veamos en primer lugar la concepción de que la
realidad más profunda de dichas Leyes sean las
matemáticas en que suelen formularse. Davies se opone a
ello por dos razones, en primer lugar le parece arbitrario e
injustificable el que del inmerso arsenal de las
matemáticas, solo se utilicen algunos de los posibles
instrumentos, así unas Leyes se expresan en ecuaciones
diferentes, otras en determinantes, etc. Por otra parte considera
que en un Universo finito, (en el tiempo, espacio,
energía, información, etc.) y además
discreto (Ej: quantos) no pueden existir realmente cosas
infinitamente precisas ni nada parecido, así conceptos
matemáticos como números reales, parámetros
infinitamente precisas, funciones diferenciales, etc. no pueden
existir en nuestro Universo, se trata simplemente de ficciones,
sin duda útiles, pero ficciones al fin y al
cabo.

Por otra parte en relación con otras
características de las Leyes de la Naturaleza que antes
hemos citado, consideramos que es posible que dichas Leyes no
sean iguales en todo tiempo y lugar, por ejemplo de ser correcta
la teoría de la inflación, las Leyes habrían
funcionado de forma distinta inmediatamente después del
Big Bang.

Tampoco creemos que dichas Leyes sean externas a nuestro
Universo, por el contrario creemos que han emergido y son
inherentes a nuestro Universo. Pudiendo concebirse otros
Universos con Leyes distintas.

Se nos plantean también problemas en
relación a porqué las Leyes son como son, por
ejemplo, porqué la gravitación actúa
según el cuadrado de la distancia y no al cubo de la
misma.

A este respecto señalaremos que investigaciones
que se han realizado con modelos matemáticos por ordenador
que simulan el funcionamiento del Universo resultante, han
constatado que pequeñas variaciones en las Leyes conducen
a grandes variaciones en el Universo, que pasaría a ser
radicalmente diferente, en el que, por ejemplo, no podría
existir la vida, al menos tal y como nosotros la
conocemos.

Diremos ahora que se plantea el argumento de la
última causa, es decir cada cosa en nuestro mundo se
origina a partir de una causa anterior, y esta a su vez en otra,
etc., ello lleva o bien a considerar una regresión
infinita, que no es posible en un Universo limitado como el
nuestro o bien a la existencia de una Última Causa, pera
entendernos, de Dios, que no es originado por nada y es la causa
de todo lo demás. Davies considera que esto nos conduce a
un pantano filosófico, por lo que en principio la rechaza.
Sin embargo, yo personalmente, creo que es un argumento poderoso
a favor a la existencia de un Dios creador.

Por último diremos que para Davies y otros varios
autores la realidad subyacente a las Leyes de la Naturaleza y al
Universo entero, sería la información, que es el
contenido básico de dichas Leyes y lo que
conformará a todas las cosas del Universo. El problema
esta en que no sabemos muy bien qué es la
información.

Conclusión

Sabemos lo que el mundo que percibimos no es, es decir,
no es la imagen que nos formamos con nuestros sentidos y mente de
la realidad exterior, pues dicha imagen no es más que una
serie de ilusiones.

Pero en cambio no sabemos lo que el mundo es en
realidad, pues la investigación científica que nos
ha facilitado ir conociendo distintos planos de la realidad
subyacente a la percepción, digamos natural, de nuestros
sentidos, no nos permite conocer todavía la realidad
última y probablemente nunca nos lo
permitirá.

Bibliografía

  • CHANCHO NEVE JOSE LUIS (2012 y 2013) Diversos
    artículos sobre el tema en
    www.monografías.com

  • CHANCHO NEVE JOSE LUIS (2008) "Reflexiones sobre el
    mundo y el ser humano" Huerga y Fierro Editores.

  • DAVIES PAUL y otros (2010) "Information and the
    Nature of Reality" Cambridge University Press.

  • GREENE BRYAN (2005) "El Universo elegante" Ed.
    Crítica

  • HAW KING STEPHEN (2010) "El gran diseño" Ed.
    Crítica

  • JEANS, JAMES (1944) "Nuevos fundamentos de la
    ciencia" Espasa Calpe S.A.

  • ROSEN BLUM, BRUCE y otro (2010) "El enigma
    cuántico" Tusquets Editor.

  • VEDRAL VLATKO (2011) "Descodificando la realidad"
    Biblioteca Bundan.

  • VELARDE, GUILLERMO "Mecánica cuántica"
    MC Graw Hiel.

 

 

Autor:

Jose Luis Chancho Neve

SPAIN. Madrid Junio 2013

 

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