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Reseña de la novela "Mi vida a tu lado" de Primavera Encinas




Enviado por Javier Encinas




    ¨Mi vida a tu lado¨ Una extraordinaria novela
    sonorense de MéxicoMonografias.com

    ¨Mi vida a tu lado¨ Una
    extraordinaria novela sonorense de México

    La joven escritora obregonense, Primavera
    Encinas (1974), publicó hace exactamente un año,
    una novela que está llamada a convertirse en una de las
    favoritas de los lectores sonorenses. Me refiero a "Mi vida a tu
    lado".

    La critica sonorense de México, no
    ha valorado aún la novela tal vez porque no ha reparado en
    ella o porque la crítica literaria es muy escasa en
    nuestro estado. Pero creo que su prestigio irá creciendo
    con los meses.

    "Mi vida a tu lado" es una novela
    histórica que se origina en Huatabampo Sonora y se inicia
    el 7 de marzo de 1910, el día del cumpleaños de
    Amelia la principal protagonista de la historia y quien narra los
    acontecimientos que suceden vertiginosamente, atrapando nuestra
    atención hasta las última página.

    Amelia pertenecía a una familia con
    costumbres tradicionales, conservadora, con bastantes
    convencionalismos sociales y con muchos prejuicios religiosos.
    Era la menor de una familia numerosa sujeta a la competencia
    exagerada de sus hermanas, que siempre la trataban de
    relegar.

    Amelia siempre fue una persona solitaria e
    inconforme y trataba de ser independiente del resto de su
    familia.

    También es una novela
    política, pues el estallido de la Revolución
    Mexicana que fue un acontecimiento histórico que
    vivió México, afecto a las instituciones, a la vida
    política, a la economía y a la sociedad en
    general.

    El estallido de la Revolución
    Mexicana derivado del cruel asesinato del entonces presidente,
    Francisco I Madero, es la fuerza poderosa que arrastra vidas y
    cambia destinos individuales y familiares, ocasionando riqueza y
    pobreza, amores y dolores, sufrimientos y luchas por ideales
    sociales.

    Es sobre todo, la historia de un gran amor
    entre Amelia que era una joven de costumbres tradicionales, de
    clase media alta adinerada y de Fernando, este último
    también hijo de una familia de comerciantes ricos de
    Huatabampo Sonora, que siendo muy joven decide sumarse a las
    filas revolucionarias que forma en ese momento, Álvaro
    Obregón que posteriormente llegó a ocupar la
    presidencia de la república, en esa región de
    Sonora, al enterarse del asesinato de Madero.

    El amor de esta pareja que era de toda la
    vida, es un amor intenso, apasionado, pleno, inquebrantable pero,
    al mismo tiempo, accidentado, atropellado, sujeto a vaivenes
    políticos y a trágicos acontecimientos.

    Fernando, joven de temperamento inquieto y
    heredero de la fortuna de su padre, estudia en la ciudad de
    México, en donde conoce a otros jóvenes que estaban
    descontentos con el gobierno de Porfirio Díaz.

    Desde entonces, el joven simpatiza con el
    movimiento de protesta que nace en Huatabampo, hasta el momento
    en que madero es asesinado, y decide sumarse a los grupos
    insurrectos que forma el general Álvaro Obregón,
    que era un agricultor y una persona inteligente con capacidad de
    liderazgo para organizar a la gente.

    Estos hechos ocurren unos días antes
    de que se vaya a realizar la esperada boda con Amelia, cuyos
    preparativos estaban en pleno desarrollo.

    A raíz de ello, la boda se suspende
    y Amelia queda ¨vestida y alborotada¨ y completamente
    desolada por la partida repentina de Fernando a lugares inseguros
    de peligros eminentes. La joven de 15 años trasformada por
    completo, se aísla, llora continuamente, no come y sufre
    de manera desgarradora.

    La revolución se extendió en
    todo el país con la participación de varios grupos
    descontentos en diferentes regiones de la república
    mexicana.

    La lucha armada se extiende por Sonora, los
    indios yaquis y mayos aceptaron unirse a la causa y junto con
    otros pobladores y rancheros de la región tomaron las
    armas bajo el mando de Álvaro Obregón.

    La lucha armada originó problemas en
    la economía local y empieza a sufrir los estragos,
    provocando hambrunas entre la población, muchos campesinos
    abandonaron las tierras de sus patrones, los peones se rebelan y
    roban para comer, los asaltos se multiplican, la
    producción baja estrepitosamente ya que se afectaron
    ranchos, ganado y sembradíos, el pillaje impedía
    salir de las casas, las carencias obligaron a la gente a vender
    sus pocas pertenencias para sobrevivir.

    Los problemas afectaron a las familias
    adineradas que se ven obligadas a perder rápidamente sus
    patrimonios, La comida escasea y pasan hambre, al igual que la
    mayoría, con la diferencia de que ellos no la
    habían experimentado.

    Un día de esos, Fernando llega a
    Huatabampo con los destacamentos militares de Obregón y le
    pide a Amelia que se vaya con él. Ella con miedo y
    esperanza acepta y se monta en su caballo con rumbo a Sinaloa, en
    donde los obregonistas planean un ataque a Culiacán antes
    de la batalla. Los amantes o enamorados, finalmente, consumen se
    relación, amándose plenamente.

    Amelia lo sigue de cerca en las cruentas
    batallas por Culiacán que ante intensos combates ganan los
    obregonistas. Después sigue el puerto de Mazatlán,
    posteriormente Tepic y después de varios contratiempos,
    pérdidas materiales y humanas lograron apoderarse de la
    ciudad de Guadalajara, que estaba gobernada por los
    ejércitos leales al golpista y usurpador al poder de don
    Victoriano Huerta

    La transformación personal de Amelia
    es impresionante. Era apenas una jovencita acostumbrada a las
    comodidades y a los buenos modales de una clase media refinada,
    pasa a los tratos rústicos de una combatiente,
    haciéndose una de ellas, Mira las batallas de cerca, las
    balas de las metrallas y cañones, presenciando los
    horrores de la guerra, siendo testigo de la muerte y
    también comparte y siente las victorias militares de los
    obregonistas.

    Amelia conoce a mucha gente de modales
    diferentes, los conoce de cerca, aprendió a entender otros
    puntos de vista de personas de culturas diferentes,
    aprendió a tocar la guitarra, a beber cerveza y a cantar
    corridos populares.

    Después de varias batallas contra
    Victoriano Huerta que había usurpado el gobierno de
    Madero, Obregón se dirige rumbo a la ciudad de
    México, y después de una larga caminata logra
    entrar victorioso por la calzada los gallos, hasta el paseo de la
    reforma, para llegar después al centro de gobierno de la
    capital de la república.

    Las semanas y meses posteriores a su arribo
    a la ciudad, Amelia y Fernando viven tiempos idílicos.
    Él la lleva a conocer diversos lugares históricos y
    las principales avenidas, conocen el parque de la alameda central
    y atractivos artísticos de esta gran ciudad. Ella se
    asombra de ver tanto esplendor.

    Al mismo tiempo viven intensamente su amor,
    amándose constantemente donde la felicidad de ambos no
    tenía límites.

    Sin embargo, una serie de tragedias los
    asechan a la vuelta de la esquina.

    Después del derrocamiento de Huerta,
    Venustiano Carranza queda a cargo del gobierno constitucionalista
    de la revolución, sin embargo los revolucionarios formados
    por campesinos a cargo de Emiliano Zapata en el sur y Francisco
    Villa en el norte, no estaban conformes con decisiones de los
    constitucionalistas, por lo que desconocen la autoridad de
    Carranza y acuerdan seguir luchando hasta conseguir las demandas
    agraristas.

    Sin embargo nadie cedió y
    continuó la lucha armada de facciones, obligando a
    Fernando a ausentarse de Amelia, para continuar luchando a lado
    de Álvaro Obregón, pero ahora en contra de los
    ejércitos del norte a cargo de Francisco Villa.

    Amalia se llenó de miedo al saber
    que no volvería a ver a su amado, que se abrazó de
    él y le pidió que no la abandonara como la
    había abandonado al principio de la revolución, sin
    embargo en la madrugada del día siguiente se fue sin decir
    palabras.

    Posteriormente en un desfile cuando los
    zapatistas y villistas habían tomado la ciudad de
    México. Los zapatistas por un lado, arribaban por el sur
    ataviados con su calzón y su camiseta de manta blanca y
    sus descomunales sombreros y por el otro lado las largas filas de
    caballos montados con gente norteña comandados por el
    general Francisco Villa.

    Amelia salió desesperada a buscar
    entre la multitud, a ver si encontraba por casualidad, a su amado
    Fernando, pero después de varios intentos lo único
    que consiguió fue una serie de empujones y a confundirse
    entre la gente.

    Posteriormente los ejércitos de
    Obregón donde peleaba Fernando en contra de Francisco
    Villa tuvieron varios enfrentamientos demasiados sangrientos,
    enfrentándose en la ciudad de Torreón, en Ciudad
    Juárez y en la ciudad de Zacatecas, batallas donde el
    ejército del general Álvaro Obregón
    perdió mucha gente por los villistas.

    Los días continuaron como de
    costumbre, vivía del dinero que Fernando le dejó y
    comenzó a vender bordados en el mercado, para completar
    sus ingresos, tenía que ganarme el pan de alguna forma y
    por los meses que vivió alejada de Fernando en la Ciudad
    de México, aprendió a valorar la honradez del
    trabajo.

    En una ocasión Amalia escuchó
    que el ejercito obregonista lucharía en la ciudad de
    Puebla, lugar cercado de la ciudad de México, lo cual le
    dio cierta esperanza de encontrar a Fernando, Fue entonces que
    Fernando apareció y tomo de los brazos a su amada Amelia y
    después de un gran idilio de amor Amalia quedo
    embarazada.

    Fernando dejo encargada a Amelia con unos
    campesinos con numerosas provisiones, para que pasara el tiempo
    lo mejor posible y cuidaran de su estado de salud y su
    alimentación de manera adecuada.

    Amelia pensaba en el tiempo y planeaba su
    futuro acariciando el vientre de su hijo, con la esperanza de que
    terminara la lucha armada y volverse a ver con su
    marido

    Después de varias batallas
    sangrientas entre villistas y obregonistas en la Ciudad de Celaya
    Francisco villa fue derrotado y después del asesinato de
    Venustiano Carranza, Álvaro Obregón quedó
    como jefe supremo del movimiento armado constitucionalista, el
    cual posteriormente fue electo como presidente de la
    república del nuevo gobierno.

    Había mucha confusión e
    incertidumbre en todo el país, había mucha gente
    desaparecida y había muerto mucha gente. Amelia
    jamás recibió información de Fernando, lo
    cual después de ir en su búsqueda, recibió
    información de que Fernando había sido herido y que
    se encontraba desaparecido.

    Amelia no perdía la esperanza de
    encontrarlo algún día, salió a buscarlo y
    después de intentarlo durante mucho tiempo se
    tropezó con unos soldados villistas y le dispararon
    quedando herida entre una gran cantidad de combatientes, que ante
    la confusión conoció a un periodista y le
    informó que la situación estaba bastante confusa y
    que le recomendaba que mejor se fuera a su pueblo donde
    provenía.

    Al encontrarse Amelia bastante devastada,
    el periodista le entregó como regalo una cantidad de
    dinero, para que pagara su pasaje de un tren y se fuera a su casa
    de su ciudad de origen, lo que Amelia acepto y agradeció a
    esa persona.

    Amelia se fue a su lugar de origen llena de
    nostalgia, lo primero que encontró en su pueblo, fue un
    calor abundante y una tierra árida desbastada por la
    revuelta, los peatones caminaban cabizbajos, muchos negocios del
    centro habían cerrado y mostraban tejas desvanecidas,
    letreros descoloridos, puertas chirriantes sin
    mantenimiento.

    Nadie la esperaba, con su rebozo y un
    humilde vestido, caminaba hacia su casa, que pequeño le
    parecía el poblado de Huatabampo, pensaba que nadie la
    reconocería y le daba desconfianza de que nadie la
    aceptara por haber infringido las leyes de irse con su novio sin
    haberse casado por las leyes.

    Amalia sentía que no era la misma,
    sentía que ahora era una mujer, regresaba sin su marido,
    sin ningún aplauso, estaba cansada con ojeras sobre los
    ojos de tanto llorar. Levantando el rostro, tocó la puerta
    de su casa. Después de año y medio fue recibida con
    incredulidad, dieron como hecho la muerte del marido y sus
    familiares se echaron a sus brazos con abundantes
    lágrimas.

    No le perdonaban que se hubiera ido con
    Fernando sin haberse casado y para que limpiara su nombre, le
    sugerían que debería casarse legalmente con un
    hombre honorable de pueblo. Sus familiares la hostigaban
    constantemente y le presentaban con frecuencia a jóvenes
    del poblado con la intención de que normalizara su vida y
    lavara el prestigio de la familia.

    Fue entonces que conoció a un hombre
    de edad avanzada llamado Gustavo, que era un hombre rico, avaro y
    comerciante que le ofreció casamiento, lo cual al
    encontrarse en un estado de fuerte depresión y ante la
    insistencia de sus hermanos y para no defraudar a su familia
    acepto casarse con esa persona.

    Gustavo se caso con Amelia y de inmediato
    se la llevó a vivir a la ciudad de México, en ese
    lugar le dio una vida de muchas comodidades, pero en el fondo no
    lo quería y seguía añorando a Fernando.
    Gustavo vivida una vida bastante superficial y se dedicaba a
    negocios turbios y al contrabando de armas. Era bastante celoso
    con Amelia lo que le originaba bastante desconfianza.

    Amelia le pidió el divorcio y
    Gustavo se lo negó, en cambio la vigilaba con guardias de
    seguridad para estarla controlando.

    Un día sin que Amelia se imaginara
    apareció de repente Fernando, diciendo que no había
    muerto en batalla, que lo habían herido y que había
    estado prisionero y que deseaba volver a vivir con su esposa.
    Amelia le dice que no es posible porque ya se encuentra casada y
    que su esposo la tenía custodiada. Fernando le dice que a
    él no le importa y que de todos modos quería vivir
    con ella.

    Después de un tiempo Amelia se
    logró deshacer de Gustavo y al vivir un tiempo con
    Fernando, este había cambiado demasiado y decide seguir en
    el ejército e irse a luchar en la revolución
    cristera. Amelia que ya había tenido un hijo, se queda
    viviendo sola, esperando que Fernando volviera de las
    campañas militares donde se encontraba
    luchando.

    Al darse cuenta Amelia que Fernando
    había muerto y que jamás regresaría, obtuvo
    un trabajo como maestra rural y se dedicó a viajar por
    toda la república trabajando en las campañas de
    alfabetización, donde conoció a un intelectual con
    la que compartió los últimos años de su
    vida, añorando siempre a Fernando como el amor de su
    vida.

    ¨Mi vida a tu lado" está bien
    estructurada, su evolución se desarrolla
    armónicamente, logra mantener la tensión; su
    lenguaje es fluido, plástico y narra con precisión;
    expresa emociones profundas sobre el drama humano, la crueldad,
    el desprecio, el amor, la amistad, la solidaridad, la esperanza,
    la entrega, la honestidad, la conciencia social revolucionaria
    con que luchan los personajes.

    Recrear de forma creíble los
    ambientes de la época lo que no es fácil de lograr
    teniendo en cuenta que describe combates, las formas de vida de
    familias tradicionales y adineradas de Huatabampo, la vida de la
    clase acomodada de la ciudad de México.

    "Mi vida a tu lado" es una novela a la
    altura de los trabajos literarios de Guillermo Munro e Imanol
    Caneyada, y Carlos Sánchez, entre el selecto grupos de la
    nueva narrativa sonorense que, poco a poco, se gana un espacio en
    el país.

    La novela fue publicada con el apoyo de la
    agrupación para las Bellas Artes, A.C. de Ciudad
    Obregón y la Secretaria de Educación y Cultura del
    estado de Sonora.

     

     

    Autor:

    Héctor Apolinar

    Dossier Político

    Día de publicación:
    2013-11-19

    Enviado por:

    Javier Encinas

     

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