El rol de la mujer durante la primera guerra mundial
El papel de la mujer cambió drásticamente desde la Primera Guerra Mundial. Esta pasó de ser ama de casa, a trabajadora, obrera, enfermera, activista… en fin, parte de la sociedad trabajadora.
Desde mucho tiempo atrás, la mujer era quien debía –por obligación- quedarse en casa a hacer el aseo, y cuidar de los hijos y el esposo. Sin embargo, tras la Gran Guerra, las mujeres ganaron un poco más de libertad y entraron al mercado laboral.
La guerra les proporcionó oportunidades de trabajo a las mujeres. En Inglaterra, entre 1914 y 1918 un aproximado de dos millones de mujeres remplazaron a los hombres en el ámbito laboral.
Y no solo lograron trabajar como los hombres, si no también …ver más…
Sin embargo las condiciones laborales no eran del todo placenteras.
Al trabajar en trabajos de medio tiempo, había menos probabilidades de crear sindicatos. Asimismo, los sindicatos existentes eran bastante hostiles con las mujeres y no les permitían integrarse. Sin embargo, al avanzar la guerra, los sindicatos no pudieron seguir ignorando al gran número de mujeres trabajadoras. El aumento de sindicatos femeninos de 357000 mujeres inglesas en 1914 a más de un millón en 1918 representó un aumento del número de mujeres dentro de un sindicato del 160% (a comparación de los hombres, cuyo aumento fue de un 44%).
A pesar de ello, los salarios eran injustos. Las industrias contrataban a varias mujeres para remplazar a un solo hombre, o dividiendo trabajos laboriosos en etapas más fáciles; esto con el fin de pagarles un salario inferior al de un hombre. Hacia 1931, el salario femenino había vuelto a ser el de antes: menos de la mitad de la tarifa masculina en la mayoría de las industrias. En Francia, en 1917, algunas mujeres entraron en huelga durante siete días a causa de los bajos salarios.
Las mujeres que trabajaban en fábricas de municiones estaban constantemente expuestas a peligros para su salud. Un ejemplo de ello son las “canarias”: mujeres que trabajaban con municiones y TNT; y gracias a la exposición prolongada hacia estos, su piel se volvía amarilla. Aproximadamente 400 mujeres inglesas murieron por