Las personas se empeñan en hacer planes a largo plazo, en buscar fórmulas exuberantes y proyectos de toda índole para encontrar la felicidad; mientras tanto la vida va pasando y estas personas dejan atrás miles de días, millones de momentos maravillosos que podrían haber disfrutado. La felicidad es extremadamente volátil y sólo se deja atrapar momento a momento, quien vive de ilusiones futuras se pierde la dicha que día a día podemos alcanzar, si hiciéramos hincapié en tres aspectos puntuales que conducen a la verdadera felicidad, como plantea Aristóteles y que detallaré a continuación.

Aristóteles, discípulo de Platón, afirmaba que el propósito de la ética es llegar a la felicidad, para esto él dejaba a un lado la creencia de que la