Opinión
Jesús Sánchez Guzmán
EMOS

El Sol de Acapulco
13 de mayo de 2008

Actualmente existe cierto grado de rechazo y menosprecio hacia un pequeño sector de la población que se autodenominan "EMOS". ¿Quiénes son? Todas aquellas personas que fueran del género musical que se popularizó en 1980 "emocional hardcore punk", se caracterizan por muy peculiares señas. Aspectos de la vestimenta: colores oscuros y contrastantes, playeras más cortas de lo convencional, o playeras a rayas con corbata, cabellera abundante tapando parcialmente una parte de la cara, tonos rosados en el vestir de las damas, por mencionar algunos; aspectos psicológicos: marcada tendencia a la depresión y a la expresión de cualquier emoción sea; ira, amor, llanto, …ver más…

¿Para qué? Pues para que la gente voltee a ver, se magnifique el asunto y al rato, no va a faltar quien compre un pantalón ajustado, esmalte para las uñas, y sea inevitable el disparo en el consumo del gel. ¿Qué conveniente, no?

Hasta hace poco, se pensaba que los EMOS, eran una tribu urbana. Sin embargo, muchos no los catalogan como tales, porque no aportan ninguna alternativa social para potenciar el desarrollo, los ven como una simple "expresión social" más.

Hoy, yo le comparto en especial a usted joven si se considera un "emo". En los parámetros de la normalidad conductual, cualquier persona, sea quien sea, puede hacer con su vida y con su cuerpo "lo que le venga en gana", siempre y cuando no atente contra sí mismo ni contra los demás de ningún modo. "De ser cierto" que: los EMOS tienen una marcada tendencia al suicidio, se lastiman con sus ropas y cinturones con picos, cuando algo anda mal y no les gusta, son anoréxicos, andróginos (gusto por comportarse ambivalentemente como hombre y mujer o indefinición sexual), lloran constantemente. Definitivamente éste es un comportamiento anormal y me parece, que no se necesita ser un psicólogo para entenderlo, entonces, es lógico el rechazo social.

También es cierto que un individuo lo suficientemente seguro de sí mismo, genuino y realmente feliz; está tan centrado en su persona, que no tiene tiempo de mirar a los demás, sólo para criticarlos y querer corregir algo que no le importa.