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Analisis de "Lla virgen de los sicarios" de Fernando Vallejo



  1. Alexis como herramienta de la muerte para Fernando
  2. Bibliografía


Alexis como herramienta de la muerte para Fernando

Esta historia nos representa la madures e inmadurez de dos hombres que no solo se relacionan socialmente, sino que también comparten una intimidad sexual que los vuelve cómplices. El hombre menor que se llama Alexis podría relacionarse de una manera directamente proporcional con la inmadurez; por otra parte el hombre mayor llamado Fernando podría recibir el calificativo de persona madura. Desde luego esta introducción puede contener elementos relativos en su estructura gramatical y simbólica con relación a la realidad que representa la novela escrita por Fernando Vallejo. Y esto como consecuencia de que no siempre las personas mayores son maduras y las menores inmaduras, ya que esta clase de hechos no concuerdan con lo que a diario observamos en nuestra sociedad. Hay hombres que actúan y se comportan como niños caprichosos, otros por el contrario siendo muy jóvenes actúan de manera racional y poco caprichosa. Consideramos conveniente que antes de sumergirnos en la presente indagación de cómo Alexis es una herramienta de la muerte para Fernando; debemos anexar la opinión textual de aquellos estudiosos que se tomaron el tiempo de analizar un poco el contexto social y político de aquella novela llamada la virgen de los sicarios, La cual desde luego no carece de ninguno de los elementos mencionados anteriormente. (1) " Para el escritor Winston Morales Chavarro Fernando Vallejo es uno de los intelectuales más gr andes que ha dado el país. Su grandeza no sólo estriba en su capacidad creativa sino en su honestidad y en su claridad para retratar las cosas. Es más, Fernando Vallejo no recrea, no reinventa, no ficciona. Su pluma es un espejo, un escalpelo que disecciona los pliegues y las carnes de un país que esconde sus lipomas, sus tumores, sus excrecencias. Pese a ser criticado por su prosa incisiva, visceral y poco poética Fernando Vallejo resultó ganador del Premio Rómulo Gallegos, premio que han ganado también los escritores Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Roberto Bolaño, Mempo Giardinelli y el mismo García Márquez, lo que lo ubica en los primeros peldaños de la creación literaria en América latina. Sin embargo, no por haber ganado un premio se valida una propuesta literaria y creativa. Fernando Vallejo "ES" desde antes del Rómulo Gallegos. Su obra está escrita desde antes, se defiende sola, narra u na época y una historia, retrata una realidad, presenta una cotidianidad desde los ojos de la verdad. En sus novelas, pese a que la mayoría están narradas en primera persona, está la voz del sicario, la voz del hermano Darío, el sufrimiento del hermano Carlos, el suicidio, el sida, las drogas. El acierto más grande del escritor radica en la narrac ión de una ciudad; al narrarse dicha ciudad (microcosmos) se está esclareciendo la reali dad de una nación (macrocosmos). Esa nación se presenta desnuda, se desviste, es mostrada en sus fibras interiores fibras que no están ocultas, así muchos quieran neg arlo" Pág. 3,4

Cada parte de la novela como lo menciona Winston Morales es un factor cotidiano de la realidad colombiana, la cual sin lugar a duda esta infectada de una corrupción que no solo se plasma en la homosexualidad, la drogadicción, el narcotráfico, el crimen organizado por los sicarios etc. Si no que también podría observarse en las altas esferas de la sociedad; como es el caso del congreso y por su puesto la presidencia de la república colombiana. Algo similar se ha escuchado algunas veces por parte del político Petro, el cual manifiesta que los máximos peligros no se hallan establecidos por parte de los grupos al margen de la ley, sino que se encuentran en los lugares donde la política puede redactar y aprobar las leyes mas sanguinarias y criminales.

Ahora: ingresando un poco en la historia podemos expresar que esta comienza con Alexis, un chiquillo de 17 años que a pesar de su corta edad ya lleva varios muertos en su conciencia. Es un chico de barrio perdido y olvidado, sin familia, sin futuro y sin ley. Es un sobreviviente de uno de esos tantos grupos de sicarios, asesinos a sueldo que son contratados por los narcotraficantes para eliminar a sus enemigos, el conoce a Fernando, hombre que ya supera los 30 años de edad, comienzan a andar juntos y es así como el amor nace entre ellos a pesar de sus edades tan diferentes. Lo que acabamos de escribir concuerda de manera clara y concisa con la realidad que vive a diario nuestro país, y de la cual no es ajena Ángela Adriana Rengifo Correa cuando expresa (2) " Únicamente hasta finales de los años ochenta y principios de los años noventa empieza a estudiarse seriamente el sicariato como fenómeno sociológico. Se intentan abordar varios aspectos, entre los que se destacan las dimensiones psicosociales del sicario. Es caracterizado como un adolescente que ha crecido dentro de un hogar fracturado, donde la madre es cabeza de familia, tiene varios hijos y ha sido abandonada por el padre, además su entorno tiene grandes carencias económicas. El sicario no ha asistido a la escuela y si lo ha hecho sólo asiste en los primeros años de escolaridad; deserta porque no le encuentra ningún sentido, porque debe participar en el sostenimiento de la familia, entre otras razones. Sus primeros modelos de socialización lo constituyen sus pares con los que se reúne en la calle y con los que inicia su carrera delictiva. Gracias a ellos puede llenar su deseo de reconocimiento dentro de un grupo. Un aspecto preponderante del desarrollo de la personalidad del sicario es la influencia de la sociedad de consumo y de los medios masivos. Estos últimos le ayudan a construir modelo s violentos, cuyo poder radica en la fuerza y la superioridad por el aniquilamiento del otro. Además, presentan un estilo de vida holgado por lo que el sueño del sicario es tener ropa y zapatos de última moda, motocicletas de alto cilindraje, entre otros objetos como electrodomésticos con los que desea satisfacer a su madre" Pág. 98,99

Para poder reflejar de manera más cruel lo que se v iene tratando es necesario establecer que los datos reales concuerdan con la teoría que hemos expuesto. Pues de acuerdo a cifras rojas del balance 2009 que arrojó la Policía Nacional de Colombia, dominan la escena las 6.999 muertes registradas por acciones del sicariato, las 5.299 producidas en riñas, las 768 en atracos, el ataque por grupos ilegales dejaron 213 homicidios, las bandas criminales produjeron 139 muertes y fueron degolladas 85 personas. Asimismo los homicidios bajaron solo 2 %, en tal sentido en 2008 se registraron 16.140 muertes, en el 2009 se reportaron 15.817 homicidios; estas cifras indican que la tasa por cien mil habitantes se estableció en 32. No obstante las mismas autoridades reconocieron un aumento preocupante en los asesinatos en las ciudades capitales del país como Medellín y Cali. Por ejemplo, Medellín presentó un incremento del 64 por ciento en los homicidios, pasando de 871 en el año 2008 a 1.432 en el 2009; en igual sentido; en el año 2008, la ciudad de Cali presentó una estadística de 1.384 asesinatos frente a los 1.615 del 2009, datos que representan en este delito un incremento del 17 por ciento. En cambio en capitales pequeñas se registraron variaciones positivas, en Riohacha pasaron de 71 homicidios en el 2008 a 60 en el 2009, en San José del Guaviare los homicidios disminuyeron de 73 a 64 y la ciudad de Pereira registró una disminución de 404 homicidios en el 2008 a registrar 301 muertos en el 2009. Realmente esto es algo alarmante porque a diario causa frustración y dolor en una gran cantidad de ciudadanos colombianos que sufren al tener que perder a sus seres amados por cuestiones delincuenciales que se hallan a la orden del día y que no representan mas que un centavo en la bolsa de cualquier bandido que se encuentra disponible para asesinar.

Recordemos que Alexis se convierte en un ángel fata l y exterminador que deambula por las calles, complaciendo a Fernando y entendiendo su neurosis, tratando de limpiar a la ciudad de buena parte de sus moradores que molestan a su amor maduro. Elimina con su "tota" o revolver a taxistas agresivos que ponen la radio a todo volumen, a punketeros ruidosos que no dejan dormir, a rateros sin importancia que solo hacen escándalo y toda clase de seres que solo de dedican a molestar a su amigo el gramático. Aquí es donde podríamos preguntarnos ¿porque el sicario asesina con tanta frialdad? Pues bien la respuesta podemos recibirla de la maestra Ángela Adriana Rengifo Correa (2) " El sicario también representa una ambivalencia de valores pues readapta para su circunstancia los transmitidos por generaciones anteriores. Ello se ve concretamente en su relación con lo religioso y con la muerte. El sicario no se considera culpable por los delitos que comete, pues es sólo un instrumento del autor intelectual quien "carga" verdaderamente con el muerto. Por eso piden la ayuda de Dios para ejecutar sus trabajos y llevan a cabo rituales como hervir las balas en agua bendita, rezarlas y portar escapularios en la espalda, la muñeca y los tobillos. Luego de ejecutar su trabajo realizan peregrinaciones a los templos para dar las gracias y confesarse. El sentido de la vida se encuentra en el presente, por lo que son bastante escépticos frente a cualquier opción que les plantee "un mejor futuro". A pesar de todas las características anteriores no puede creerse que el sicario actúe solo y que la única causa de su existencia se a la pobreza. El sicariato es un fenómeno que se trasciende a sí mismo; se encuentra anclado a estructuras más grandes de violencia como el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares, el Estado y las redes urbanas para "ajustes de cuentas" a las que recurren tanto las clases bajas como las altas" Pág. 99,100

Es claro que el sicariato no es algo que actué de manera autónoma, ya que su estructura muchas veces esta organizada de manera vertical e imperativa. Cuando usamos estos dos conceptos queremos representar que esta estructura social tiende a parecerse a las compañías administrativas; donde osl jefes están ubicados en la parte de arriba y los obreros en la parte de abajo. De manera similar aquellos que poseen un poder económico y político compran la conciencia de los sicarios, solo así estos últimos llegan a creer que lo que hacen es correcto y que con ello le brinda un gran servicio a la humanidad. Como podemos observar la economía y la política estarían en la parte superior del crimen organizado y justificado, el cual mediante leyes o normas que son en su apariencia buenas y equilibradas comete cualquier tipo de barbarie social. Por otra parte quienes siguen las órdenes y reciben por ello una remuneración son los se denominan los autores materiales de un poder invisible que los guía y los hace obrar bajo las pasiones de los autores intelectuales. Tanto los primeros como los segundos merecen el repudio de todos aquellos que en algo aprecian la divinidad de la vida humana. Volviendo a la antigua memoria recordaremos algo clave en la vida de Alexis, pues este lleva tres escapularios como todos los sicarios, uno en el cuello, otro en el antebrazo y otro en el tobillo, que son para que estos les den el negocio, para no fallar la puntería y para que les paguen. En eso se centra toda su vida. Por otra parte las reflexiones de Fernando sobre Medellín, su gente, sus costumbres, sus gobernantes y su religión, todas esas cosas lo exasperan y solo se consuela con su amigo al que adora y lo llama "su niño". Aquí la cuestión podría volverse un poco mas complicada, ya que podríamos tratar de cuestionarnos si el amor homosexual de Alexis y Fernando se hallaba en un total desequilibrio por la distancia de sus edades o si simplemente el solo hecho de la homosexualidad le brinda una trayectoria menos interesante a la novela que aquella que podría obtenerse entre una mujer y un hombre como resultado natural de lo que debe ser, me refiero: a la unión entre hombre y la mujer que a mi parecer es mucho mas hermosa y placentera.

Esta novela según Erna von der Walde(3) " publicada en 1994, construye esta crisis de significación como el lugar mismo de enunciación del relato. La anécdota en sí es bastante sencilla. Un gramático regresa a su ciudad natal, Medellín, poco después de la muerte de Pablo Escobar, el principal capo del cartel del narcotráfico, y conoce a un hermoso joven sicario, uno de los asesinos a sueldo, los asesinos de la moto, que sembraron el terror en la ciudad bajo las órdenes del Jefe. El gramático y el sicario inician una relación romántica que se agota ante la falta de proyectos en una sociedad desahuciada. Para evitar que el tedio mate su amor, recorren las calles de la ciudad en un peregrinaje que los lleva a las diferentes iglesias y van haciendo limpieza social: matan taxistas porque escuchan radio, mujeres embarazadas porque reproducen una raza degenerada, jóvenes y ancianos porque incomodan. Cometen 16 asesinatos en pocos meses, ejecutados por el sicario bajo la autoría intelectual del gramático, que justifica sus actos con diatribas de odio contra el país, el gobierno, la raza" Pág. 223 Pensemos en este instante que si deseáramos ahondar el asunto tendríamos que mirar la historia colombiana y analizar cuando apareció el sicariato como aquí se expone y como fue su desarrollo. Claro esta que si se tratara de una investigación profunda a si debería hacerse; como simplemente queremos abordar algunos aspectos básicos continuaremos el curso sencillo de nuestra indagación. Para ello anotaremos que en Medellín Se acostumbra a los viajes de los martes al pueblo de Sabaneta, donde los jóvenes sicarios van a pedir protección a la virgen. Esos marginados que forman parte de la sociedad que llena a la morgue de cadáveres, a la ciudad de sangre y a las iglesias de asesinos. Alexis termino como todos los jóvenes sicarios: Asesinado y tratado como un cadáver más. Pues el que a hierro mata, a hierro muere. Luego de plantear algunas consideraciones sobre la particular relación de estrago de los sicarios con sus madres, se pueden avanzar sobre otras formas de socialización de estos jóvenes, en las cuales inciden otros imaginarios: el primero es el vínculo con los jefes y con los pares en las bandas, vínculos construidos sobre ideales mortíferos y regulados por códigos implacables. El fondo de esa relación se haya tanto bajo otra versión del complejo de Edipo, como del complejo de intrusión, vivido inicialmente con sus hermanos y aquí reactivado e integrado a una lógica del desenfreno que los hace perecer. El segundo imaginario revela una dimensión distinta a la violencia contra lo sagrado, ya no contra el icono de la Virgen y sus reliquias en que se apoya su complejo de destete, sino a lo que se puede definir como un destello de totemismo, donde interviene un Dios oscuro: el goce, el cual les exige tributos de muerte. En consecuencia, no se trata de un imaginario aislado sino íntimamente anudado a una dimensión simbólica tanto en lo sagrado como en sus códigos de lealtades y anudado también a lo real de la muerte siempre presente. El autor Fernando Carrión M. nos expresa (4) Antes del surgimiento del sicariato como fenómeno generalizado y con patrones claros de funcionamiento, en el país hubo un tipo de ajuste de cuentas no mercantilizado, vinculado a las convicciones de quienes asumían la necesidad de eliminar transitoria (intimidación) o definitivamente (homicidio) a los enemigos políticos o económicos. El cacique local, generalmente un terrateniente, requería de los servicios de una fuerza de choque para defender sus intereses políticos y económicos; era un grupo funcional y dependiente del hacer política local, que debía lealtad al líder y a sus actuaciones clientelares el desarrollo del fenómeno a nivel nacional se produce con el crecimiento del narcotráfico en Colombia a mediados de los años ochenta del siglo pasado- cuando el negocio de la droga requiere de una fuerza irregular que desbroce las amenazas del Estado (jueces y policías que reprimen), del sistema político (parlamentarios que dictan leyes de extradición) o de la sociedad (periodistas que denuncian)

Para avanzar aun más en la novela la virgen de los sicarios mencionaremos que: Fernando cae en depresión varios días y solo por inercia una mañana se baña y sale a buscar alimentos. Se encuentra con otro chiquillo, Wilmar, que también resulta ser sicario y el amor vuelve a nacer. Se resigna a que todos los chicos guapos sean ángeles exterminadores y sin futuro. Se siente con ánimos de vivir nuevamente hasta que descubre por casualidad que Wilmar, no es otro que el asesino de su amado Alexis. Como podemos analizar de lo dicho anteriormente (5) "El sicario es una compleja figura atravesada por distintas miradas que van desde lo antropológico y cultural, hasta lo político y judicial, pasando por los medios de comunicación, la literatura y el cine. El sicariato, aunque no es un fenómeno exclusivo de Latinoamérica, es entendido frecuentemente como un oficio "real" localizable en determinadas zonas urbanas de enorme pobreza de nuestras sociedades latinoamericanas. En las últimas décadas, se han registrado homicidios a manos de sicarios en México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil y otros muchos países. Estos crímenes remiten a un Estado-nación débil, incapaz de reaccionar ante los embates de la corrupción existente en partidos políticos, instituciones públicas y la misma sociedad civil. A ello se suma la debilitada oferta educativa y moral con la que la escuela y la iglesia buscan competir con los "sueños de vida" que el crimen organizado ofrece. Ya sea que se emplee el término sicario, asesino a sueldo, mató no asesinato agravado, el principio es el mismo: se trata de un homicida que asesina por encargo a cambio de un pago determinado. Una relación contractual que coloca al sicario en una posición especial, en la que, aunque convertido en asesino, no pasa de ser el autor material del crimen ordenado y pagado por un autor intelectual. Esta distancia entre ambos actores establece una suerte de diferencial motivacional1, en el que cada autor obedece a un sistema de valores y creencias diferente" autor Herbert A. Schlenker pág. 10

En esta cita podemos observar que el sicario no solo es una persona que asesina, sino que también es un reconstrucción que el cine a ideado para mostrar una serie de realidades que durante toda la trayectoria del hombre e la tierra ha permanecido presente. Solo que el cine también incentiva la creación de estas figuras literarias que son alimentadas por los medios de comunicación y de consumo. Pues no se trata solo de transmitir, sino también de formar seres consumistas a un cuando se deba asesinar a diestra y siniestra para lograr consumir, finalmente esta clase de engendros sociales y mentales que nos venden son el resultado de una lucha por el poder y el dominio. Para sustentar lo anterior (6) La violencia es el tema más novelado en Colombia. L os investigadores han ido recuperando una amplia lista de novelas olvidadas que se ocupaban de las guerras civiles del siglo XIX, la Violencia de las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX ha producido cerca de un centenar de novelas, la violencia de las últimas cinco décadas ha dejado un amplísimo corpus narrativo. De este período, sólo la novelística atinente al narcotráfico y al sicariato cuenta con una bibliografía cercana a las cuatro decenas. Los escritores vuelven sobre el asunto una y otra vez, desde múltiples perspectivas y con diversos intereses y logros. Sin embargo, en el ambiente literario persiste una mirada despectiva sobre las obras y los autores que cuentan el fenómeno. Ese distanciamiento surge en los años cincuenta, produciendo una sanción sobre la literatura de la Violencia como una literatura deleznable, y fue promovido por las clases dirigentes colombianas interesadas en condenar al olvido la Violencia política, para acallar la memoria sobre su responsabilidad criminal. En gran medida, dicha sanción obedecía a un aristocratismo cultural, heredado del siglo XIX, según lo precisa Von Der Walde (2001): La conceptualización de las letras como un espacio en el que han de plasmarse valores estéticos y morales de orden superior imperó en Colombia hasta bien pasada la primera mitad del siglo, desde su institucionalización a finales del siglo XIX, cuando el Estado dejó en manos de la Iglesia la labor educativa. Oscar Osorio Pág. 63

Sigamos con la novela para mantener la continuidad de la pagina cinco, La duda, la rabia y el deseo de venganza hacen que Fernando trate de matarlo mientras duerme pero al fin se da cuenta que el es nadie para hacer justicia por su propia mano. No tiene esa calidad moral para juzgar a un chiquillo producto de una sociedad enferma. Entiende que se encuentra en una tierra sin ley y la única salida es perdonar a Wilmar y rehacer su vida con él en otro país, huir de esa ciudad violenta y vivir su amor sin sobresaltos en otro lado. (7) Es importante apreciar, primero que todo, como la producción de películas en Colombia en las últimas tres décadas es de 210 de un total de 326, lo que constituye un 64,4% de la producción cinematográfica de toda la historia y la producción de la última década (hasta el año 2009) constituye el 24,2% Aunque muchos espectadores colombianos creen estar frente al advenimiento del cine nacional, realmente estamos frente a las bases de una industria cinematográfica, lo que trae consigo una mayor cantidad de largometrajes con calidad variable. Este paso es muy importante, pues permite que el público confíe en el cine nacional y asista a las salas con una intención diferente a la paternalista de "apoyar el cine nacional". En los últimos años, las principales salas de exhibición nacionales han mantenido en cartelera varios títulos de películas colombianas, incluso por más de 4 semanas, lo que por lo menos da una pista de un naciente interés hacia el cine nacional. De todas formas, el apoyo estatal al cine no es suficiente desde el punto de vista económico y genera también muchas dudas desde lo temático, pues al financiar películas por la modalidad de concurso, es claro que se privilegian ciertas temáticas o tratamientos que "garanticen" una mayor cantidad de público asis tente a las salas. Al respecto, el crítico y estudioso del cine nacional Luis Alberto Álvarez comentaba que "la política estatal de comunicación, en la cual debe estar comprometido el cine, no sólo debe ocuparse de que éste o aquel cine, conveniente, adecuado y útil para los colombianos debe ser impulsado, sino intentar captar qué tipo de cine los colombianos están en capacidad de ver, en su actual estado de conciencia" (Álvarez: 2001) revista latina de comunicación social paginas 503 a 515

Considero conveniente retomar el hilo natural de la película para ir concluyendo: Preparan sus maletas y Wilmar se va a despedir de su familia y a dejarles unos regalos pero, nunca regresa. Fernando reciba la noticia que Wilmar está en la morgue, víctima de un ajuste de cuentas y que debe de ir a reconocer el cadáver. Fernando acepta con resignación que en ese país el amor y los jóvenes no tienen futuro, que debe acostumbrarse a vivir en una sociedad violenta que se dedica al narcotráfico y que hasta celebran con juegos pirotécnicos cuando logran pasar un cargamento de droga a los Estados Unidos. No olvidemos que (8) En Colombia lo Contra estatal como lo Para institucional han creado una atmósfera de zozobra y han contribuido a desquebrajar la estructura formal del Estado ahondando cada vez más sus grietas. La violencia es la expresión natural de una crisis general que compromete todos los sectores sociales y económicos y cuya manifestación más preocupante es la crisis de Estado expresada como una crisis de gobernabilidad, de solidaridad colectiva y de confianza en la capacidad del Estado para lograr un nuevo modelo de desarrollo económico, que cierre la brecha entre la realidad social y la estructura institucional como garantía de la paz y el bienestar social. Un lento y penoso proceso de degradación social ha hecho carrera en el país comprometiendo en él a amplios sectores de la población, a funcionarios e instituciones, a colectividades políticas y gremios económicos; tras él ha ido madurando una ética de la corrupción, la inmoralidad, el engaño político, el desprecio por al vida del ciudadano menudo, el desconocimiento y la violación permanente de los derechos fundamentales y la impunidad como instrumento de conciliación" Carlos medina gallego Investigador

U.N pág. 5

Finalmente Fernando Asume la actitud de todos esos habitantes comunes de Medellín, que van y vienen sin saber porqué y en un acto involuntario aborda un autobús sin importarle a donde vaya. Le da lo mismo. Termina la novela diciendo. 'Y que te vaya bien, que te pise un carro o que te estripe un tren". No pasemos por alto (9) Estamos en guerra, no se puede negar. Las instituciones están en caos, los valores trastocados, los modelos desvirtuados, y los protagonistas y multiplicadores de la opinión, los que podían ser los motores de la opinión pública, desenfocados. Da lástima percibir los conceptos, parámetros, enfoque s y tratamiento que los medios de comunicación social dan a los temas de la denominada agenda pública, que no pasa de ser un remedo de agenda amañada a agendas privadas, fruto del interés de algunos pocos. Sí, el verdadero espacio para la construcción de la opinión pública es la Universidad, pero para aquellos que no pueden acceder a ella, lo es la televisión, que está cada vez más alejada de su función social y de su verdadera responsabilidad. Pero como dice Vallejo, el juego de los términos nos diluye tanto que lo fundamental deja de ser importante y pasamos a ser observadores morbosos de la realidad reafirmada por los medios. "Cuando cayó el muchacho el hombre se le fue encima y lo remató a balazos. Por entre el carrerío detenido (…) se perdió el asesino. El "presunto" asesino como diría la prensa hablada y escrita, muy respetuosa ella de los derechos humanos. Con eso de que aquí, en este país de leyes y constituciones, democrático, no es culpable nadie hasta que lo condenen, y no lo condenan si no lo juzgan, y no lo juzgan si no lo agarran, y si lo agarran lo sueltan… la ley de Colombia es la impunidad" Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios. Autor Carlos Mario

Sánchez V. pagina 1

Dentro de poco seremos una generación post guerra, que es peor. Que la única opinión pública es la del deseo que cese la violencia, pero cuando esto suceda, no sabremos qué hacer, pues siempre hemos vivido con la muerte. Los modelos de opinión y los espacios de debate y divergencia aquí no existen. Eran acabados a machete, ahora son acabados a ametralladoras o a moto-sierras que cortan los miembros y la cabeza delante de los hijos. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde se puede hacer algo para cambiar esto?. No hay mucho qué decir frente a la desesperanza que ofrece Vallejo y menos frente a la esperanza que ofrecen lo profesionales de turno. Todos somos culpables y como tales nuestra condena es seguir viviendo en un mundo que agoniza. (10) Si hay un libro que ha familiarizado al público internacional con la figura del "sicario" bien puede ser la novela de Fernando Vallejo La virgen de los sicarios (1994). De la misma forma, si hay una novela latinoamericana que parece minar la idea de que la literatura incursiona activamente en los patrones históricos y epistemológicos de la identidad colectiva, es la de Vallejo. A diferencia de las historias testimoniales, No nacimos pa´ semilla (1990) de Alonso Salazar, la novela de Vallejo suscita provocaciones que hacen parte de una nueva imaginación trascendentalizadora. Ambos textos literarios, que parecen enfocar el estatus de una juventud marginal delincuente y los diversos ámbitos de experiencia e imaginación relacionados con ella, pueden leerse como "localizaciones globales" (Bove, 1996: 372) de problemas que trascienden cualquier referencialidad clasificadora –unos nuevos imaginarios y concepciones en torno a las relaciones entre violencia, religión y modernidad global–. Salazar ha captado, a través de testimonios, complejos hilos personales, sociales y fenomenológicos que enlazan el destino de los jóvenes que viven en las comunas más violentas de Medellín con la historia de la "violencia política" en Colombia. Redalyc sistema de información científica red de revistas científicas de América latina, el Caribe, España y Portugal Herlinghaus, Hermann La construcción del nexo de violencia y culpa en la novela La virgen de los sicarios Nómadas (Col), núm. 25, octubre, 2006, pp. 184-205 Universidad Central Bogotá, Colombia pagina 185

Bibliografía

  • (1) Editorial el Abedul – fecha de publicación 2006, libro: La Virgen de los sicarios o la ciudad como no ficción, autor; Winston Morales Chavarro escritor y critico, paginas 3,4

  • (2) Editorial Majestad del posgrado- fecha de publicación 30 de marzo de 2009, Libro: El sicariato en la literatura colombiana: Aproximación desde algunas novelas, autor; Ángela Adriana Rengifo Correa doctora de maestría e n Literatura Colombiana y Latinoamericana, paginas 98, 99,100

  • (3) Editorial Nueva Sociedad Separatas – fecha de publicación diciembre del año 2000, libro: La sicaresca colombiana. Narrar la violencia en América Latina, autor; especialista en critica Erna von der Walde pagina 223

  • (4) Editorial Flacso ecuador – fecha de publicación año 2008, libro: el sicariato una realidad ausente, autor; Fernando Carrión M. pagina 4

  • (5) Editorial Universidad andina simón bolívar – fecha de publicación año 2008, libro: relato y representación del sicario, autor; Herbert A. Schlenker especialista en estudios de la cultura pagina 10

  • (6) Editorial Abstract – Fecha de publicación junio de 2008, libro: el sicario en la novela colombiana, autor óscar Osorio especialista en historia colombiana pagina 63

  • (7) Editorial revista latina de comunicación social – fecha de publicación año 2010, libro Representaciones del conflicto armado en el cine colombiano, autores Berganza-

Conde, M.R. and Martín Oller-Alonso, M.A. and Katrin, Páginas 503 a 515

  • (8) Editorial universidad nacional de Colombia – fecha de publicación junio de 2001, libro: violencia y paz en Colombia, autor; Carlos medina gallego Investigador U.N pagina 10

  • (9) Editorial periodismo colombiano- fecha de publicación año 2007, libro Artículo sugerido para responsabilidad de los medios y La Virgen de los sicarios. Algunos planteamientos de Opinión pública, autor Carlos Mario Sánchez V. pagina 1

  • (10) redalyc sistema de información científica red de revistas científicas de América latina, el Caribe, España y Portugal Herlinghaus, Hermann La construcción del nexo de violencia y culpa en la novela La virgen de los sicarios Nómadas (Col), núm. 25, octubre, 2006, pp. 184-205 Universidad Central Bogotá, Colombia pagina 185

INVESTIGADOR EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS Y PENSAMIENTO UNIVERSAL

EDITORIAL: UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA E INDEPENDIENTE DE MEXICO (UNAD) FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA

2008

 

 

 

 

Autor:

Jose Orlando Melo Naranjo.

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