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Libro: Tu Origen, Dios existe (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Acogiéndonos a nuestras afirmaciones, y para ir acorde con lo que tratamos de explicar, en adelante, el término "espacio-tiempo", será sustituido por la expresión "nuestra realidad", en vista de que el espacio y el tiempo, como estaban definidos, segun adoptamos, no existen, por lo tanto, para efectos de esta explicación, éste término será desechado.

Esta tenue consistencia otorgada, de nuestra parte, al espacio que ocupa
nuestro universo, al cual estamos llamando nuestra realidad, no solo está
totalmente acorde con todos los efectos relativistas sugeridos por Einstein
en sus teorías, sino que se convierte en la causa faltante dentro de
la logica relativista para todos los efectos sugeridos.

  • VI- Al estar todo sistema matemático definido o por definir contenido dentro de la tenue densidad y cohesion de nuestra realidad, y por las características propias sugeridas para el "Ylem" que la rellena, da forma y origina, debemos por lógica considerar que la sola presencia de este sistema deforma nuestra realidad en proporción directa al volumen neto de su masa, con el atenuante de su dencidad, y a su velocidad específicas, sin importar su tamaño relativo.

Continuamos deduciendo…, la extremadamente tenue cohesion precente entre las "fibras" de nuestro "Ylem" debe ser lo suficientemente consistente para mantener de manera estable y sostenida su deformacion ante la sola precensia de cualquier sistema matematico; y tambien, acorde con esta suposición lógica, si nuestra aceleración alcanza velocidades cercanas a las de la luz, la masa de dicho sistema matemático desplaza y deforma nuestra realidad como si se tratase de un cuerpo endeble a traves de un fluido; produciendo asi los efectos sugeridos por Einstein en sus teorías relativistas. Efectos específicos y propios de la velocidad como la dilatación y contracción tanto del observador y de su entorno, como del "espacio-tiempo" tal y como se analiza en los famosos experimentos mentales: paradoja del granjero y la pértiga o la paradoja de los gemelos, y dentro de todo analisis referido a la fuerza gravitacional misma.

  • VII-  Incorporar nuestro "principio de realismo" a las teorías relativistas o cuánticas vigentes y comprobadas no varía en absoluto las ecuaciones matemáticas propias de estas teorías ni sus resultados ya comprobados. Por el contrario podrían surgir ecuaciones adicionales que las complementen y reafirmen. Así debemos considerar la interacción y creación de hondas en nuestra realidad a partir de la velocidad de desplazamiento de la masa que contiene cualquier sistema matemático cuando esta velocidad pretende siquiera acercarse en fracciones a la velocidad de la luz en el caso de la materia y cuando alcanza y conserva esta velocidad en el caso de la energía.

Con la intención de facilitar el entendimiento de nuestra teoría aremos la siguiente analogía:

En pro de nuestra intención necesitamos un medio común en el cual se produzcan hondas, un medio tan familiar como el agua, por lo cual imaginaremos nuestra realidad como uno de nuestros océanos así el agua que lo rellena representaría el "Ylem" sugerido, mas deberemos asumir que nuestra agua, al igual que nuestro "Ylem", es sumamente tenue, tanto que no ofrece resistencia al desplazamiento. Como nuestro sistema matemático cualquiera utilizaremos un bote. Obtendremos, así, un ejemplo bidimensional representativo de los efectos sugeridos. Iniciemos colocando nuestro bote sin ningún impulso en el agua, en total reposo, de esta manera obtendremos una deformación en el agua directamente proporcional al tamaño de nuestro bote, comparativamente hablando, nuestro bote deforma el agua de igual manera que la masa de todo sistema matemático deforma nuestra realidad solo por su presencia, como nos lo indica Einstein en sus teorías con todas sus consecuencias. Antes de colocar nuestro bote en el agua la superficie de ésta era totalmente lisa, de ésta manera podemos comparar los efectos producidos por la presencia de masas en nuestra realidad, si realizamos una medición del área de la superficie lisa del agua obtendremos un resultado, tras colocar nuestro bote en ella la deformación ocasionada por la forma de nuestro casco ocasiona que la misma área tenga, ahora, diferentes valores matemáticos, ampliándolos, comparativamente hablando, como lo sugiere Einstein en sus ecuaciones, aunado a nuestra consideración lógica. Ahora debemos imaginar que nuestro bote no es de metal ni de madera sino más bien de goma, de una goma muy endeble pero lo suficientemente consistente como para mantener su forma y de esta manera comenzaremos a acelerarlo. Si lo hacemos, para iniciar, muy sutilmente y despacio nuestro bote "rozará" de igual manera la superficie del agua, prácticamente no producirá ninguna honda y mantendrá su forma sin ninguna alteración trasladando de posición la deformación producida por su masa en el agua, la cual también se mantendrá prácticamente invariable, recordemos que la densidad de nuestra agua es sumamente tenue por lo que no producirá fricción alguna y nuestro bote puede mantener su impulso por siempre. Como lo hace cualquier cuerpo masivo en su marcha a través de nuestra realidad. Aumentemos, ahora, la velocidad de nuestro bote, si lo hacemos lo suficiente, el desplazamiento sobre la superficie del agua empezara a requerir cada vez más de una mayor inversión de energía para lograr aumentar cada vez más la velocidad. Piénsalo bien, si no aumentamos cada vez más la energía necesaria para incrementar la velocidad, aunque nuestro bote pueda mantener la velocidad alcanzada, esta no aumentará, es casi una deducción intuitiva más que lógica. Es un efecto tan común que lo vivimos constantemente, solo recuerda, si tratas de correr una carrera de diez kilómetros, como todo un atleta, debes invertir una cantidad de tu energía en alcanzar una velocidad competitiva que te permita recorrer los diez kilómetros completos. Por el contrario, si desde tu arranque tratas de mantener una aceleración constante y así correr cada vez más rápido, eso estaría bien para una carrera de cien metros pero para la nuestra no pues no aguantaras más que eso, en solo cien metros acabaras con toda tu energía y faltándote 9900 metros para llegar a la meta, te desplomaras agotado y sin fuerza alguna. Este efecto también está totalmente acorde con las matemáticas relativistas. Continuando con lo que le sucede a nuestro bote de goma, tras invertir una considerable cantidad de energía en aumentar su velocidad, al alcanzar la suficiente, aunque la densidad de nuestra agua es sumamente tenue, el muy leve rose con ésta provoca que no solo aumente la deformación del agua producida por la presencia del caso de nuestro bote en ésta, la cual aumenta significativamente al, inclusive crear un espacio adicional tras nuestra marcha, aumentando en proporción directa a nuestra velocidad los efectos producidos por la presencia del casco de nuestro bote en reposo. También observaremos, como efecto de nuestra velocidad y del roce con el agua, que nuestro bote de goma se achata, se hace más corto deformándose y expandiéndose hacia los lados. Ahora bien, tratemos de pensar desde la perspectiva de nuestro bote, sin darnos cuenta del porqué nuestra realidad ha cambiado pero no lo notamos, pues estamos expandidos, nuestra realidad se expandió, debido a lo rápido que vamos, "arrastrando" nuestra forma consigo; así observamos, desde nuestra perspectiva, que es más bien el espacio frente de nosotros el que se hiso más pequeño se acortó en proporción directa a nuestro aumento de perspectiva. Y en cuento al tiempo, para nuestro bote transcurre de igual manera, más al encontrarse éste sometido al "estiramiento" inducido por el rose con el agua, un segundo tarda más en ser medido también en proporción directa a su "estiramiento" (recordemos el análisis del tiempo que realizamos para replantear nuestra realidad). Así tenemos un marco realista para los efectos relativistas sugeridos por Einstein. Pero aún nos queda un pequeño detalle, aunque nuestra agua tiene una densidad sumamente tenue es inevitable, al alcanzar esta velocidad, que se produzcan hondas tras el desplazamiento de nuestro bote. Este efecto sugerido no está presente en ninguna otra teoría y nos traerá grandes consecuencias en análisis posteriores, dentro de este mismo escrito, referidos a la física cuántica.

Analizando las teorías relativistas, éstas requieren, casi desesperadamente, de cierta densidad para el espacio, es imposible que un espacio vacío, compuesto por nada más que espacio, pueda sufrir y provocar los efectos sugeridos. En otras palabras, podemos afirmar que toda la mecanica relativista describe al 100% el desarrollo de eventos dentro de una realidad que requiere, como elemento fundamental, de cierta dencidad para lograrlos.

Así anteponiendo nuestro "principio realista de origen y función universal" a los "principios relativistas" y de "invariancia de la velocidad de la luz" de las teorías de la relatividad de Einstein obtenemos una teoría totalmente realista, recuperada del surrealismo relativista, pues le otorgamos un marco totalmente lógico para el desempeño de sus efectos.

Al principio de este capitulo hicimos mencion de la desparecida teoria del "eter luminicente", esta, aunque por su consepto, equivocada, recalca la necesidad de un medio para la expansión de las hondas de la luz, el cual, por la definicion propia y vigente del espacio, hacia necesaria la existencia de un "eter" que permearia la totalidad del mismo para no variar y estar a corde con dicha definicion. En su momento mencionamos las contras que la desecharon, una de las principales fue proporcionada por el mismo Einstein tras la sugerencia, en ese momento, de la existencia de los fotones, cambiando asi la concepcion propia de la luz misma. Mas adelante, en la parte cuantica de este escrito, trataremos de explicar, según nuestra logica, estos efectos. El punto es que, aunque equivocada, quisas no eara tan descavellada al proponer, al igual que lo hacemos hoy en dia con los diferentes campos de Gauge, la necesidad de ciertas caracteristicas totalmente inapropiadas dentro el concepto tradicional del espacio mismo, haciendolo de manera que no choque con su definicion, proponiendo la existencia de campos que permean la totalidad del espacio. Ahora bien… ¿Con estos campos no se le otorgan indirectamente caracteristicas similares a las sugeridas al espacio? La respuesta a esta pregunta es, por logica…totalmente afirmativa. Estos diferentes campos se sugieren para tratar de explicar y dar centido logico a teorias que irremediablemente lo requieren, sin variar la definicion fisica tradicional de espacio.

Capitulo 9

El empuje gravitacional

Segunda parte

Continuando con el análisis de teoría de la relatividad, en ésta, la otra enorme "maravilla" sugerida fue la mecanica propuesta para concebir y explicar la fuerza gravitacional, aunque, bajo nuestras consideraciones, y a causa del mismo error de apreciacion, se convierte en el error logico de homicion cometido por Einstein. Eso sí, debemos reconocer que su matemática es, en este caso y por esta causa, casi exacta. Decimos casi exacta pues aunque con ésta se obtienen valores cien por ciento exactos para la atracción gravitacional de los diferentes cuerpos celestes naturales o artificiales en el vecindario universal de nuestro sistema solar, necesita algunos ajustes con respecto a los valores obtenidos en otras áreas a mayores escalas y distancias. Procederemos a explicar la lógica de esta afirmacion.

En sus teorías, Einstein, nos proporcionó una ecuación muy diferente a la que existía para calcular la fuerza de la gravedad, en ésta, se toma en cuenta la deformación de nuestra realidad ocasionada por los diferentes cuerpos con masa para explicar la gravedad como una ilusión provocada por la "caída" de la materia (o cuerpos con masa) hacia estas deformaciones provadas por la precencia de cuerpos mayores. Pero… ¿qué provoca la "caída", sugerida por Einstein, de los cuerpos con masa hacia estas deformaciones en nuestra realidad? , como ya hemos mencionado, esta pregunta nos ha hecho seguir considerando la fuerza de la gravedad como una fuerza de atracción, al extremo de que la mayoría de los hombres de ciencia en la actualidad sugiere la necesidad de una nueva e hipotética partícula, un tipo de bosón que sería el responsable de "transportar" esta fuerza de atracción, inclusive, aún hipotéticamente, se le ha nombrado "Gravitón". Bajo nuestras consideraciones ésta sugerencia se convierte, también, en errónea e innecesaria.

Mas podemos afirmar, basándonos en la misma teoría de la relatividad, que la fuerza gravitacional no se comporta como una energia o fuerza de atracción, sino más bien como un accionar dentro de una realidad deformada, lo que la canviertiria en una mecanica universal. Echo irrefutable que no se solucionaria con la sugerencia del nuevo boson, por lo cual, basándonos en nuestro principio de "realidad universal" podremos traer una nueva lógica que acuda al rescate de éste enorme embrollo.

Continuemos con el análisis de consecuencias lógicas surgidas de nuestra única postulación para apoyar nuestras conclusiones:

  • VIII- Tomando en cuenta que el espacio que ocupa nuestro universo, la duración de los eventos o la sucesión de los mismos y los diferentes factores imbolucrados se ven alterados por las mismas circunstancias dentro de la realidad total de nuestro universo, hecho que nos demuestra una correlación inseparable bajo cualquier circunstancia en todo el volumen del universo, debemos otorgar status de CONSTANTE UNIVERSAL a esta interacción y la llamaremos "nuestra realidad".

  • IX-  Por otra parte, como estamos afirmando pues está más que comprobado, si nuestra realidad se deforma real y físicamente en presencia de la materia, entonces, acogiéndonos a las leyes físicas que rigen dentro de nuestro universo, debemos asumir que la existencia en sí de la materia ejerce algún grado de presión sobre nuestra realidad para que ésta se deforme. Por pura consecuencia lógica y devido a que la materia es solamente un componente de nuestra realidad contenido dentro del volumen total o parcial de la misma debemos, entonces, invertir el concepto y asumir que nuestra realidad, más bien, es quien mantiene y ejerce cierta presión sobre la materia, la cual podemos definir como precion nominal.

Ahora bien, acogiéndonos a estas nueve consecuencias lógicas surgidas de nuestra única postulación, analicemos, por unas cuantas líneas, tanto el error de homicion cometido por Einstein como la interacción entre "nuestra realidad", propuesta en esta nueva teoría y la materia convencional que daría como resultado la mecanica universal sugerida por Einstein para explicar la fuerza gravitacional:

En primer lugar debemos tener en cuenta que en las ecuaciones para el cálculo de la gravedad propuestas por Einstein se consideran principalmente dos elementos básicos, primeramente considera la deformación del "espacio-tiempo" producida por la masa de los cuerpos involucrados y el otro elemento importante es la constante de gravitación universal representada por "G", ésta constante se establece con un valor extremadamente bajo, G= 6,67E¯¹¹ (0,0000000000667) N/m2 (Newtons-metro cuadrado), éste valor se considera único e invariable en la totalidad de nuestro universo desde la anterior ley de gravitación propuesta por Sir Isaac Newton.

Acogiéndonos a nuestra propuesta debemos considerar:

  • 1- La matemática sugerida por Einstein para el cálculo del primer elemento es totalmente correcta y funcional para cualquier situación gravitacional dentro de la totalidad de nuestro universo.

  • 2- Su lógica deberá sufrir algunos leves ajustes para aunarla a los nuevos conceptos que estamos proponiendo.

Básicamente dichos ajustes lógicos consisten en la consideración real y física de la deformación de nuestra realidad para que, así asuma e incorpore nuestro "principio realista". Una vez dado este paso podemos afirmar que:

Bajo nuestras consideraciones, debemos traducir la deformación producida por la masa de un cuerpo sobre nuestra realidad como el reflejo real y físico de la presión inducida por la presencia de la masa que contiene la materia de dicho cuerpo hacia el "Ylem" que rellena nuestra realidad; ahora bien, por pura consecuencia lógica, y debido a que la materia es solamente un factor contenido dentro del volumen de nuestra realidad, es obligatorio invertir el concepto y, de esta forma, afirmar que dicha deformación calculada ejerse, realmente, una PRESIÓN DIRECTA hacia la masa que contiene la materia de dicho cuerpo, todo en relación directa a la masa específica que dicho cuerpo contiene.

En la consideración del segundo factor en importancia debemos recalcar radica el error que convierte en casi exacta la ecuación matemática propuesta por Einstein.

Hasta el momento todas nuestras consideraciones surgidas de ese "elemento común faltante" solamente han variado la percepción lógica hacia nuestro universo. Ahora llegamos al punto donde se deben variar no solo estas, sino que también algunas matemáticas propias que respaldan dichas lógicas deben sufrir cambios importantes (los decriviremos matematicamente en el capitulo titulado "Las matematicas necesarias"). Comenzaremos a explicar el por qué tras continuar con nuestras sugerencias lógicas.

  • X- Como consecuencia lógica de nuestra anterior consideración enumerada, la presencia de varios cuerpos con masa en una determinada área del universo provoca un aumento de la presión nominal que recibe un cuerpo con masa especifico en dicha área. Esta presión adicional la podemos considerar como una precion adicional e INDIRECTA y sería acumulativa en proporción directa a la sumatoria de la masa de dichos cuerpos "alojados" en dicha área de nuestro universo.

La constante gravitacional representada por "G", presente tanto en las ecuaciones de Einstein como en las de Newton, es un valor obtenido por observación y medición directa, de forma empírica, y siempre hemos considerado que corresponde al valor de la fuerza de atracción gravitacional de forma directa e independiente de la masa de los cuerpos involucrados. Su valor es sumamente bajo por lo cual representa una fuerza extremadamente débil.

Como consecuencia lógica de nuestro principio de realidad universal, "G", como tal, dejaría de ser una "constante universal" absoluta, para pasar a convertirse en el resultado de la sumatoria de un valor consignado por definir para la precion nominal sugerida y de la precion indirecta adicional recibida por todo cuerpo con masa en una específica área del universo, esta presión indirecta es ocasionada por la acumulación del valor de la presión directa resivida por la presencia de las diferentes deformaciones provocadas por la existencia de varios cuerpos con masa en el "Ylem" que rellena nuestra realidad en una determinada área del universo, dicha presión seria acumulativa y la recibiría por igual todo cuerpo con masa en dicha área del universo independientemente de su masa e iría variando gradualmente conforme nos traslademos a otras áreas con mayor o menor densidad de materia, variando, entonces, el valor total de "G" en proporción a dicha densidad. (Descipcion matematica en el capitulo titulado "Las matematicas necesarias")

Este efecto nos sugiere diferencias en el valor de "G" que serían graduales dentro de todo nuestro universo y, debido al pequeño valor de dicha fuerza, se harían realmente notables, adquiriendo valores con diferencias considerables, entre áreas del universo con marcadas diferencias en la densidad de la materia capaces de variar inclusive la forma en que esta se "aloja"; como las que podemos encontrar entre el centro de las galaxias, donde la acumulación de cuerpos con masa es bastante considerable, y sus "brazos" o "suburbios" donde disminuye considerablemente la densidad de los cuerpos con masa que existen; al igual seria notable entre estos "suburbios galácticos" y las enormes áreas "bacías" que existen entre galaxias; entre el área que ocupan los cúmulos de galaxias y las gigantescas áreas que los separan y así sucesivamente.

Así debemos considerar, también:

  • XI-  La consideración de la sumatoria entre la precion indirecta y la precion nominal sugerida, representada por "G", más la influencia de la presión directa resibida por la presencia de un determinado cuerpo con masa en la misma determinada área de nuestro universo, provocaría como consecuencia una fuerza de empuje por parte del "Ylem" que rellena nuestra realidad, obligando a la materia a dirigirse hacia sus propias deformaciones, lo que conocemos como fuerza gravitacional. Este proceso no está sujeto a ninguna de nuestras leyes físicas ya que, al igual que el mismo Big Bang del que se origina, da forma a éstas y a nuestro universo. Además, a nivel cosmológico, se convierte en único pues no está sujeto a la participación de ninguna otra fuerza, y es irrepetible dentro del mismo universo pues la misma fuerza gravitacional que origina, afecta a toda la materia dentro de éste y por su participación no permite un comportamiento similar a menor escala dentro de nuestra realidad.

Con el afán de hacer más comprensible y de familiarizarnos con el concepto que estamos proponiendo analicemos las siguientes habituales situaciones:

Al encontrarnos sometidos a la presión que ejerce este "Ylem" que rellena nuestra realidad de forma directa contra la superficie física de nuestro planeta, ésta es percibida por nosotros como la sensación que llamamos peso, por ejemplo, cuando saltamos aquí en la tierra, con la fuerza de nuestras piernas y por las diferentes mecánicas ya conocidas, nos impulsamos hacia arriba, pero, no es una fuerza de atracción hacia la tierra la que nos hala hacia abajo nuevamente, si no, más bien, es la presión que ejerce el "Ylem" que conforma nuestra realidad la que nos empuja hacia la superficie física de la Tierra, la deformación que produce la densidad de la masa de nuestro planeta en nuestra realidad, aunada al valor de "G" correspondiente a nuestra área del universo, se traduce como una fuerza que produce una aceleración de 9,81 m/s2 dirigida hacia nuestro planeta, ésta fuerza de aceleración desaparece justo en el centro de nuestro planeta, que a su vez sería el centro de la deformación que la densidad de la masa de nuestro planeta provoca en nuestra realidad, punto donde se equilibra dicha presión con la que proviene, por la misma causa en sentido inverso.

Es por esta causa que, como hemos venido afirmando, la lógica de la teoría de la relatividad la debemos considerar incompleta e incluso un poco equivocada y su matemática como casi exacta pues aunque sus ecuaciones son cien por ciento exactas la consideración de "G" como una constante universal nos da resultados equivocados en otras áreas de nuestro universo. Por lo cual, para dicho cálculo debemos considerar una ecuación que defina este valor considerando las consecuencias lógicas de nuestro único postulado.

Matemáticamente ablando podríamos calcular el valor de "G" estableciendo como base la presión nominal sugerida y aunandola al calculo de la precion indirecta ejercida por nuestra realidad hacia la materia en nuestra propia área del universo, previamente definiéndolas y calculando la cantidad de materia existente, para, posteriormente, recalcular "G" contemplando las variantes mencionadas. Entiéndase área como una zona tridimensional, como un volumen.

Otro cambio que conlleva esta apreciación, con respecto a los postulados de la teoría de la relatividad de Einstein, recae sobre el principio de equivalencia propuesto en éstas. Einstein concibe la fuerza de la gravedad como solamente una ilusión por lo cual los cuerpos sometidos a esta condición se convierten en inerciales (no están sometidos a ninguna fuerza), como ya explicamos, en esta teoría estarían sometidos a una presión que se traduciría como una fuerza de empuje que ocasiona el "Ylem" sobre la materia convencional dentro de nuestra realidad, en este punto es justo regresarle la razón, sobre este especifico punto, a Sir Isaac Newton, manteniendo presente el cambio de dirección sugerido en nuestra teoría para dicha fuerza.

La consideración de la fuerza gravitacional se ha convertido, a lo largo de la historia, en uno de los más grandes misterios de la ciencia, su debilidad de accionar y su procedencia nos han desconcertado desde siempre. Por ejemplo, pensemos solamente en nuestro entorno, en la relación entre nuestro planeta, la Tierra, y su satélite natural, la Luna, ésta última con solo una velocidad de desplazamiento de 1 kilómetro por segundo (velocidad relativamente muy baja) y al encontrarse a tan solo 384.400 kilómetros de la tierra, vence y anula la atracción gravitacional entre ambos cuerpos, de hecho, más bien esta velocidad de desplazamiento es, relativamente, excesiva pues provoca que la luna se esté alejando de la tierra a una velocidad de 3,78 cm por año, efecto que nos dejará sin satélite en unos cuantos miles de años. Esto ocurre a pesar de la, relativamente, gran masa de ambos cuerpos. Cotidianamente, aquí en la tierra, percibimos la fuerza gravitacional producida por la masa de nuestro planeta, como simplemente una sensación de peso con la cual convivimos cada día.

Nuestras afirmaciones hasta el momento nos explican la procedencia de dicha fuerza más aún nos falta explicar su debilidad de accionar, procedamos:

Para lograr nuestro cometido debemos empezar un recorrido, basándonos en ésta nueva apreciación, desde los elementos primordiales de la materia, iniciaremos, así, nuestro "viaje", cubiertos con esta "nueva bandera" a través de lo que hoy llamamos física cuántica:

A este nivel, las partículas sub-atómicas que contienen masa, existen dentro de nuestra realidad provocando deformaciones tan pequeñas como las mismas partículas, por lo tanto podemos considerar literalmente inexistencial e inapreciable el empuje ocasionado por nuestra realidad hacia éstas, por lo cual, los efectos gravitatorios son, prácticamente, inapreciables, es aquí, y por esta causa, donde actúan, de manera libre y total, y por las mecánicas ya definidas en las diferentes teorías cuánticas, las 3 contantes universales que, asumimos, se derivaron directamente del infinitamente pequeño "punto" de energía que dio origen a nuestro universo, las fuerzas nucleares débil y fuerte y el electromagnetismo. De hecho, si en este punto consideramos que estas pequeñas partículas (las partículas sub-atómicas) no son, como tradicionalmente están concebidas, diminutas esferas sólidas, sino más bien pequeñísimas cuerdas unidimensionales en constante "vibración", se podría considerar, que por esta causa aunada a la relativamente poca diferencia de tamaño con la composicion propia del mismo "Ylem", se colabore aún más para que sea nulo el efecto de la gravedad a este nivel.

Como acabamos de afirmar, gracias a estas tres constantes universales estas partículas se unen de diferentes formas y maneras para formar átomos, éstos, aunque con una densidad aun muy pequeña, existen dentro de nuestra realidad deformándola lo suficiente como para comenzar, a este nivel, a percibir el empuje que ocasiona la presión a la que hemos llamado fuerza gravitacional.

En las diferentes agrupaciones de átomos que dan origen a cuerpos mayores tendríamos que sumar el volumen de su masa neta para equiparar este valor con la deformación que dichos cuerpos producen en nuestra realidad, efecto que aumenta proporcionalmente la fuerza de empuje, por parte de nuestra realidad, hacia la materia. La poca densidad atómica ocasiona que dentro de éstos "contengan" muchísimo espacio que es también ocupado por el "Ylem" sugerido, por lo cual las deformaciones en nuestra realidad no corresponden al volumen aparente de la materia en sí, sino más bien, a su densidad y, a su vez, ocasiona una tendencia al "balance" de presión al estar integrado el mismo "Ylem" dentro de los espacios internos en los cuerpos con masa.

De esta forma, brevemente explicado, nuestra consideración explica el porqué de la prácticamente nula acción de la gravedad a nivel cuántico y la debilidad de accionar de esta fuerza sobre la materia a nivel macro.

Para resumir nuestras afirmaciones podemos, a éste punto, afirmar que el mismo Einstein no comprendió la magnitud total de su descubrimiento. Considerando, como proponemos, nuestra realidad totalmente impregnada de este nuevo elemento básico, al que llamamos "Ylem", el cual se deforma de manera estable y sostenida ante la sola presencia de cualquier sistema matematico, deformacion que aumenta dependiendo de la velocidad de desplazamiento del mismo; la fuerza de la gravedad no sería ni una fuerza de atracción, ni solamente una ilusión, sino, más bien, deberíamos concebirla como una fuerza de empuje ocasionada por la presión que ejerce nuestra realidad sobre las deformaciones que provoca la materia en ésta y que obliga a la materia a dirigirse hacia éstas deformaciones, en otras palabras, a dirigirse hacia sí misma.

Espero, estimado (a) lector (a), que tengamos lo suficientemente claros todos los conceptos expuestos hasta el momento pues debemos, ahora, analizar dos consecuencias lógicas de nuestras afirmaciones que explicarían los dos más grandes misterios de nuestro universo, a nivel cosmológico, en la actualidad, la constante y acelerada expansión de nuestro universo achacada a lo que llamamos ENERGÍA OSCURA y al "faltante" de materia en el universo que hemos tratado de resolver con lo que hemos llamado MATERIA OSCURA:

Básicamente nuestra postulación "saca del surrealismo" a la teoría de la relatividad propuesta por Einstein complementando su lógica para tomarla de forma real y física, entonces, si nos apegamos a nuestras ideas y consideramos que la gravedad no es una fuerza de atracción sino, más bien, el resultado de una fuerza de empuje inducida por la deformación de nuestra realidad o, lo que sería lo mismo, el resultado de la interacción entre la materia y algo que debe deformarse en lo cual existimos (en este caso el "Ylem" que, sugerimos, conforma nuestra realidad) y que empuja a la materia contra sí misma y la encausa a reunirse y condensarse en el universo. Tras aceptar estas consideraciones como un hecho, otra consecuencia lógica, al dejar de considerar a la gravedad como una fuerza de atracción en el universo y otorgarle cierta densidad a nuestra realidad, sería la continua y acelerada expansión de nuestra realidad conformada, como proponemos, por este "Ylem", hacia un vacío real y físico que existiría fuera de las fronteras de nuestro universo, o dicho de otra manera, en términos más familiares, el "derrame" incontenible de nuestra realidad o universo hacia el vacío que encontraríamos fuera de las "fronteras" de nuestro universo. Esta consecuencia lógica de asumir nuestra postulación nos brinda una explicación lógica al problema de la continua y acelerada expansión de nuestro universo que hemos achacado a una, hasta el momento, misteriosa y desconocida fuerza que hemos llamado energía oscura.

Así podemos concluir que la energía oscura como tal no existe, ésta es solamente una consecuencia lógica y acorde con nuestras leyes físicas de la existenciavilidad de nuestra realidad, pasando, asi, a convertirse en lo que podriamos llamar, un "polo" opuesto de la misma fuerza gravitacional.

Por otra parte, manteniendo nuestra línea de pensamiento y, también, como consecuencia lógica y directa de nuestra postulación, las variantes concebidas en el valor de "G" asumirían un aumento de dicho valor en el área central de las galaxias provocado por la gran cantidad de cuerpos masivos acumulados en dicha área, teniendo en cuenta hasta la existencia de agujeros negros súper masivos ubicados, por lo general, en dichas áreas. Así, podemos afirmar, serían las áreas de nuestro universo con el valor de "G" más elevado, pues, como estamos afirmando, tendrían la densidad de materia más elevada dentro de nuestra realidad universal.

Sí, como ya vimos, la principal prueba del "faltante" de materia en el universo es la velocidad de giro de las galaxias, pues éstas giran más rápido de lo que deberían, según indican las mediciones de la materia que contienen, bajo nuestra consideración la explicación no sería un faltante de materia sino más bien un aumento de la presión que ejerce el "Ylem" que, como afirmamos conforma y rellena nuestra realidad, aumentando a la vez el valor de "G" conforme nos acercamos hacia el centro de dichas galaxias reflejándose en la velocidad de giro de las mismas. Así, también, podemos concluir afirmando que, acogiendo nuestro único postulado, la materia oscura tampoco existe, ésta es solamente el resultado de una mala consideración, hasta hoy, del valor de la fuerza gravitacional inducido por el mal cálculo del valor de "G".

Para concluir con nuestras apreciaciones a nivel cosmológico, nos quedarían que analizar un par de eventos bajo nuestras consideraciones, lo que llamamos lentes gravitacionales y los agujeros negros.

Las lentes gravitacionales, simplemente, consistirían en la deformación real y física de nuestra realidad alrededor de cuerpos muy masivos. Recordemos que, hasta este momento, consideramos a la luz compuesta por partículas de energía llamadas fotones, estos, como ya sabemos, se desplazan a través de nuestra realidad a gran velocidad, la máxima permitida por la densidad del "Ylem" que rellena nuestra realidad para cualquier cuerpo no masivo (que carece totalmente de masa), antes de la teoría de la relatividad, en sus consideraciones radioeléctricas, se consideraba que la luz estaba constituida por hondas y que éstas se expandían desde el punto de emisión hacia todas direcciones, tras el surgimiento de dicha teoría el concepto cambió, Einstein nos enseñó que la luz está constituida por estos fotones (lo que analizaremos más adelante con consecuencias inimaginables), y fue él quien nos indicó que dichas partículas están constituidas por energía pura, que se desplazan por el universo a la velocidad máxima permitida dentro de nuestra realidad y que lo hacen tratando de describir lo más parecido a una línea recta posible, una geodésica, pues la deformación de lo que Einstein llamó espacio-tiempo no permite la existencia de líneas rectas, así, con mucho más razón tras nuestras consideraciones, podemos afirmar, de igual manera, que la línea recta no existe, lo que existen son estas líneas geodésicas, que, de hecho, describen la trayectoria más corta entre dos puntos en una realidad curvada. Tras plantear y aceptar nuestra única postulación y sus consideraciones lógicas, podemos afirmar que la deformación de nuestra realidad a causa de la presencia de cuerpos muy masivos provoca en el "Ylem" que la rellena deformaciones convexas que actúan de manera similar a "lentes de gigantescas lupas" que nos permiten mirar más allá y tras los cuerpos que la provocan, brindándonos los efectos sugeridos en lo que llamamos lentes gravitacionales. De hecho, podríamos considerarlas como pruebas de la existencia de este "Ylem" sugerido.

La otra situación a analizar seria lo que ocurre con la materia en lo que llamamos agujeros negros. Para este fin debemos comenzar analizando como se originan:

Primeramente mantengamos precente que una estrella mantiene en sus entrañas un gigantesco "horno de fucion nuclear" cuya energia es contenida por la precion ejercida por sus capas exteriores hacia su nucleo a cuasa de la precion recibida por parte de nuestra realidad. Dependiendo de la masa que contenga una estrella asi es su final. Estrellas relativamente muy masivas finalizan sus dias cuando el proceso de fucion nuclear termina consumiendo la mayoria del combustible original de la estrella (basicamente hidogeno y helio) por lo que comienzan a fucionar atomos mas pesados formados tras el proceso anterior como los de carbono, nitogeno y oxigeno en atomos mucho mas pesados liberando grandes cantidades de energia que rompen el delicado balance entre la precion recivida por parte de nuestra realidad hacia las capas externas de la estrella que contienen la energia liberada en su nucleo por estos procesos de fucion. En algunos casos extremos, la ruptura de este balance proboca una magestuosa explocion conocida como supernova la cual surge cuando el nucleo de la estrella colapsa por su propia energia, haciendole imposible a la precion ejercida hacia el nucleo por parte de las capas exteriores contenerla, por lo que ocurre la mencionada magestuosa explocion. En otros casos ocurre todo lo contrario, si al colapsar el nucleo de la estrella no libera la energia suficiente para vencer la precion recibida por sus capas exteriores, entonces, en fracciones de segundo, ocurre una implocion, colapsando toda la masa de la estrella hacia su nucleo comprimiendo tanto la masa de la estrella que la lleva a dencidades tan altas que se origina un agujero negro.

Desde nuestra perspectiva, debemos suponer y acoger el hecho que nos indicaría que el colapso gravitacional que, asumimos da origen a dichos eventos, y este sería provocado por un drástico aumento de la presión directa recibida por la masa del cuerpo involucrado, al ser fruto de una drástica perdida del balance existente que, como explicamos anteriormente, se da tras la existencia del mismo "Ylem" dentro del volumen de los mismos átomos que conforman la materia bariónica (convencional), en otras palabras, aquí podríamos suponer que debido al colapso tanto de la energia como de la materia existente en la estrella sobre sí misma, inducido por el empuje de la presión que ocasiona la coexistencia de la materia dentro del "Ylem", ésta se vuelve tan densa que desplaza y "aparta" totalmente al "Ylem" que conforma "nuestra realidad" inclusive dentro de si misma, "saliéndose" literalmente de esta, así podríamos asumir, dejan por completo de coexistir e ineractuar. Asi, debido a lo extremo de la densidad, a este hoyo lo podemos considerar como un "agujero de salida" dentro de nuestra realidad hacia el mismo espacio vacío que existe fuera de las "fronteras" en expansión de nuestra realidad donde drasticamente se acumula toda la energia imbolucrada. Estos eventos crean áreas singulares o únicas dentro de nuestra realidad a las cuales podemos llamar "singularidades locales" pues ocurren por los eventos descritos en áreas muy singulares localizadas dentro de nuestra realidad. En este punto no es descabellado suponer que tanto la materia residual de la estrella como cualquier otra que "caiga" dentro de este agujero negro colapsaria en energia pera tras semejante evento. Mas debemos mantener precente que al igual a la mecánica que da origen a las concentraciones de energía que originan universos, fuera de nuestra realidad, nuestras leyes físicas no las rigen, no nos podemos fundamentar en éstas para evaluar los acontecimientos que ocurren fuera de nuestra realidad.

Capitulo 10

Bases Cuánticas

Segunda parte

Daremos inicio a nuestro paso por la física cuántica haciendo una pequeña y resumida mención de los detalles que obligaron a considerarla como una nueva rama de la física, mencionaremos, primeramente, los hombres y las teorías que, en su momento, revolucionaron y sacudieron las propias bases de lo que hoy conocemos como física tradicional:

(Mantengamos precente que analizaremos conceptos de la fisica tradicional y cuantica dejando de lado, al inicio, nuestras concideraciones.)

Max Planck. (Alemán 1858-1947)

Descubrió y propuso la denominada constante de Planck o como es comúnmente llamada "el cuanto elemental de acción", esto debido a que el valor de acción de todo proceso físico (la cantidad de energía implicada y el tiempo necesario para emplearla) solo puede representar valores que se convierten en múltiplos enteros del valor de su constante multiplicada por la frecuencia de acción de dicho sistema matemático. Para traducir esto al castellano común podemos decir que Planck descubrió y midió el valor de la unidad básica más pequeña de energía existente en nuestro universo y el mínimo de tiempo que tarda en accionar en una partícula elemental, además también nos indicó que estas unidades mínimas de energía y tiempo de acción son indivisibles por lo tanto las más elementales y que su accionar se debe considerar como múltiplos enteros de su valor para cualquier cantidad de energía empleada por cualquier partícula o agrupación de éstas (perdón si no está muy claro pero es dificilísimo traducir esto al buen castellano…), quizás con un ejemplo que nos represente lo que queremos decir sea más fácil de entender:

Pensemos por un momento en un electrón girando alrededor del núcleo de un átomo, su velocidad de movimiento y la distancia conservada del núcleo van acorde con la cantidad de energía que posee dicho electrón. Estas condiciones las podemos variar, por lo tanto, variando la cantidad de energía que posee el electrón, si le agregamos energía se acelerará y se acercara al núcleo, por el contrario, si se la restamos perderá velocidad y se alejara del núcleo. Lo que Planck nos indicó, dentro de éste ejemplo, es que las variaciones de energía y el tiempo que tardan en actuar para que el electrón varíe su velocidad y distancia del núcleo solamente se puede medir en unidades que son múltiplos de su constante, como si fuesen orbitas definidas entre las cuales es imposible que se ubique el electrón, igualmente éste tardará en trasladarse una cantidad de tiempo definida que se convierte en múltiplos enteros de su constante. Para iniciar con nuestro ejemplo, imaginemos que existe un diminuto edificio de diez pisos cimentado sobre la superficie del núcleo de nuestro átomo y que la órbita de nuestro electrón lo hace pasar siempre justo por las ventanas del quinto piso (supongamos que todas las ventanas de nuestro edificio están abiertas, sino… ¿Quién limpia el tiradero de cristales rotos?), Si pretendemos variar esta condición lo menos posible y recalco enfáticamente, de la menor forma posible, agregándole energía a nuestro electrón, según Planck, solo podemos variarla de manera que pasaría por las ventanas del cuarto piso, no podemos, es imposible variar su órbita de otra manera intermedia, la cantidad mínima de energía que podemos aplicar nos dará siempre éste efecto, un piso completo a la vez. Así, lo que Planck nos indica y cuantifica en su constante no es más que la menor cantidad de energía posible de aplicar en la más pequeña cantidad de tiempo posible para que "haga efecto". Estos valores mínimos calculados por Planck equivalen a 0.000000000000000000000000000000000066262 julios-segundos, los cuales para completar el cálculo de su acción se multiplican por la frecuencia del sistema matemático en cuestión. Por si no lo has deducido, esto tuvo implicaciones gigantescas sobre la física tradicional, la aplicación de energía, entre ésta la necesaria para todo movimiento no es continua, por lo cual, EL MOVIMIENTO NO ES CONTINUO. piénsalo así, si sabemos que para todo movimiento de partículas elementales se requiere de energía y que toda la materia conocida está constituido por éstas partículas, entonces Planck nos está afirmando que el movimiento no es continuo, que todo, incluidos nosotros, se mueve a "saltitos", que son tan pequeños y consecutivos que típicamente es imposible notarlos sí, pero todo en el universo se mueve a "saltitos", para que lo entiendas mejor, podemos comparar ésta realidad universal con las viejas cintas de proyectores que se usaban en los cines a mediados del siglo XX, para lograr movimiento en la pantalla del cine se requería de una secuencia de fotografías proyectadas sobre la pantalla en la cual cada fotografía proyectada representaba una parte del movimiento total, así al proyectar cada fotografía en intervalos muy corto de tiempo entre una y otra se lograba el efecto visual de movimiento continuo en la pantalla y todos disfrutábamos de dicha cinta sin notar los intervalos requeridos.

Esperando quedase claro este complicado concepto, pasaremos ahora a tratar, nuevamente, de explicar otro igualmente de complicado, el efecto fotoeléctrico descubierto y descrito en 1887 por Heinrich Hertz y desenmarañado por Einstein en uno de sus primeros artículos anterior a sus teorías relativistas, donde nos aclara el efecto fotoeléctrico.

Albert Einstein (Alemán 1879-1955)

Heinrich Hertz descubrió que en algunas ocasiones al proyectar luz sobre el metal adecuado ésta lograba impulsar los electrones de los átomos del metal produciendo una corriente eléctrica, pero, debemos recalcar, solamente en ocasiones, a veces, por lo que este efecto de producir electricidad con luz (efecto fotoeléctrico) no se podía repetir a discreción, solo ocurría bajo ciertas condiciones específicas, por ende se convirtió en gran misterio para la ciencia en aquella época. Aun en más si tenemos en consideración que para los hombres de ciencia, en ese entonces, la luz era solamente una honda. La majestuosa imaginación de Einstein le permitió visualizar y entender, basándose en las conclusiones de Planck, que entonces la luz debería transportar algún tipo de energía, por lo cual debería estar compuesta por algún tipo de partículas de energía las cuales deberían tener valores cuantificados, como "gotitas" de energía que al ser proyectadas sobre el metal, deberían ser absorbidas por los electrones de los átomos que lo componen y, así, al aumentar la energía de estos electrones se excitaban lo suficiente para producir una corriente eléctrica en el metal. Pero, como recalcamos anteriormente, éste efecto solo sucedía en ocasiones, no siempre ni con todos los tipos de luz, es más, ya los hombres de ciencia de la época habían descubierto que éste efecto dependía de la frecuencia de la honda de la luz, del color de la luz. La suma de estos dos nuevos conceptos dio como resultado, para Einstein, que la luz estaba compuesta por pequeñas partículas de energía a las cuales llamó "lightquants" (cuantos de luz) y que dependiendo de su frecuencia así interactuaba con la materia la cual también estaba cuantificada por las partículas elementales recién descubiertas (el electrón, el protón, etc.) las cuales también definían mucho de su comportamiento en base a su frecuencia pues se sabía ya, también, que vibraban como diminutos osciladores.

Principalmente estas dos nuevas ideas que nacieron como explicación a dos diferentes situaciones para las cuales la física tradicional no tenía explicación alguna (la radiación de cuerpo negro y el efecto fotoeléctrico) fueron utilizadas por otro genio de la época Niels Bohr para resolver el más enorme de todos los problemas físicos del momento, la existencia y estabilidad de la materia.

Niels Bohr (Danés 1885-1962).

El modelo atómico de la época se basaba en la siguiente teoría:

Se conocía la existencia de protones y de electrones (aún no se conocían los neutrones), los primeros, según se sabía en la época, se encontraban "quietos" en el centro de los átomos, conformaban su núcleo y tenían carga eléctrica positiva, si observaste bien quietos está entre comillas pues ya mencionamos que se conocía de su constante vibración; los segundos se encontraban en órbita a distancia alrededor del núcleo y contaban con características similares pero con carga eléctrica negativa, por lo tanto, según las leyes electromagnéticas, se atraían, más la velocidad que mantienen los electrones en su órbita al rededor del núcleo los impulsa hacia afuera, obligándolos a alejarse del núcleo evitando que éstos se unieran, un balance muy sutil que actúa de manera muy similar a como los planetas giran alrededor del sol, de hecho se conocía a este modelo como el modelo planetario de Rutherford, en honor al físico que lo planteó. Para la época esto se trataba de explicar según la física tradicional y, como ya dijimos, según las leyes electromagnéticas de Maxwell, las cuales lo podían explicar a medias y dejaban un enorme problema. Según las leyes de Maxwell, cualquier carga electromagnética acelerada (como la que poseía el electrón), que aumentase o disminuyese su velocidad o que cambiase de dirección debería emitir una honda electromagnética, tanto más energética según su carga y la variación de velocidad o dirección. El problema radica en que el electrón contiene una carga electromagnética negativa acelerada en constante cambio de dirección (gira en órbita alrededor del núcleo), por lo cual debería perder energía constantemente al emitir dicha honda, al perder energía de esta forma también debería perder velocidad constantemente, lo que causaría que en solo fracciones de segundo el electrón se uniese al protón y el átomo completo, como lo conocemos dejaría de existir. La materia, al estar compuesta por átomos, según este razonamiento no debería de existir. ¿Te parece pequeño el problema? Bueno, pues, según las teorías de la época, tal y como estaban, eso debería suceder con todos los átomos, más, en ese momento, igual que hoy, sabemos esto no ocurre. La pregunta del momento era: si la física tradicional y la teoría electromagnética de Maxwell funcionaban excelentemente para resolver todas las demás situaciones ¿por qué aquí evidentemente fallaban? Bueno, aquí y en este momento apareció, Niels Bohr y con una genialidad absoluta, aplicó las nuevas teorías de Planck y Einstein para resolver el problema. En 1913 publica su trabajo sobre la constitución de los átomos y las moléculas en la cual, al aplicar las nuevas teorías resuelve que los electrones no pueden perder energía gradual y continuamente, si no, como lo sugerían Planck y Einstein, debían hacerlo por cantidades definidas que se convertían en múltiplos definidos por la constante de Planck multiplicada por la frecuencia de la honda de los electrones y los "lightquants" (fotones) que suministraban o restaban energía, por lo cual, si no existía ninguna variante, la cual debia ser reprecentada por la liberacion de un foton, la energía del electrón debería mantenerse intacta al igual que su movimiento y problema resuelto. Es aquí donde el mismo Bohr sugiere explícitamente la necesidad de una nueva mecánica definida por esta nueva cuantización de la materia y, principalmente, de la energía para explicar los eventos que ocurren a nivel elemental de la materia y de la energía, en la actualidad podemos decir que sugirió la necesidad del nacimiento de la física cuántica.

De esta forma hemos apreciado, de forma muy resumida, como la cuantificación de la materia y principalmente de la energía dio solución a problemas que no poseían explicación alguna, más, también, veremos el nacimiento de otros, que al igual que los anteriores, no poseen, en la actualidad ninguna respuesta aceptable:

  • a- Hemos mencionado que anterior a esta cuantización de la luz, por parte de Einstein, la física tradicional consideraba la luz como solamente ondas, esto se daba gracias a su comportamiento ondulatorio ratificado en un sensillo experimento realizado en 1801 por Thomas Young, el cual conocemos hoy como el experimento de la doble rejilla. En este quedó total e irrefutablemente demostrado el comportamiento ondulatorio de la luz. Tras este hecho comprobado aunado a la medición ondulatoria para las partículas elementales de la materia (de hecho en esa época se concebían como diminutos osciladores a los recién conocidos átomos), no se pudo debatir por ninguna de las nuevas teorías propuestas por Planck y Einstein dando como resultado lo que inclusive hoy consideramos un enorme misterio, la dualidad de comportamiento onda-partícula. Decimos un enorme misterio pues le otorgamos un comportamiento ondulatorio a las comprobadas partículas elementales, a los mismos átomos que forman e inclusive éste comportamiento ondulatorio lo registramos hasta con pequeñas agrupaciones de átomos, situación que es totalmente ilógica y misteriosa, pero la damos por aceptada y real.

Por otra parte, si consideramos que nuestro universo funciona (según la física tradicional) gracias a la interacción entre la materia y las cuatro constantes universales energéticas que llamamos fuerzas nucleares fuerte y débil, electromagnetismo y gravedad, nace el otro gran misterio del que hablamos, el cual merece un análisis más detallado y profundo:

  • b- La teoría cuántica nos indica, como su nombre lo dice, una cuantización, principalmente en el caso de la energía, basada en la constante de Planck (multiplicada por la frecuencia) para obtener los valores absolutos de acción mínima para dichas energías. Así, como ya vimos, definimos rangos de acción determinados como múltiplos exactos de éste resultado que regulan el accionar de las diferentes energías. Estos valores corresponderían a las cargas energéticas de, por ejemplo en el caso de las radiaciones electromagnéticas, los "diferentes" fotones conocidos, en otras palabras, define la cantidad de energía que contiene un determinado fotón y que este fotón puede transmitir a determinada partícula o que, por el contrario, puede restar, al brotar de ésta, a la misma partícula. En la actualidad, gracias a la teoría electro-débil-fuerte este comportamiento cuantificado de la energía se encuentra muy claro y eficientemente descrito. Mas, acabamos de mencionar, que, según la física clásica, son cuatro las contantes universales energéticas las que regulan en su interacción con la materia, el funcionamiento de nuestro universo, por lo que, entonces, la fuerza gravitacional se encuentra fuera de esta cuantización. A lo largo de este escrito hemos mencionado la urgencia, por parte de los físicos de la actualidad, de, precisamente, cuantificar la gravedad sugiriendo la existencia de una partícula, la cual recibe el nombre de "graviton", para poder describir un comportamiento cuántico de la fuerza gravitacional. Mencionamos también, anteriormente, que todo movimiento de cualquier sistema matemático se encuentra cuantificado (recuerdas, hace un par de páginas incluso lo comparamos con las cintas de los viejos proyectores de películas), esta afirmación se basa en el hecho de que suponemos, dentro de la física clásica, que todo sistema matemático dentro de nuestro universo se encuentra bajo los efectos de al menos una de estas cuatro fuerzas. Contradictoriamente solo dentro de las teorías relativistas existen lo que Einstein llamó cuerpos inerciales, esta afirmación la realizó tras concebir la fuerza gravitacional como una simple ilusión provocada por la deformación del espacio-tiempo, por lo cual el movimiento inducido por esta fuerza se convertiría en incuantificable y debería ser continuo. Por lo tanto, estimado (a) lector (a), si logras entender correctamente esta contradicción, entiendes, entonces, uno de los puntos más importantes por los cuales son tomadas como surrealistas las teorías relativistas de Einstein. Dejando un poco de lado la teoría para revisar los resultados obtenidos en la práctica vemos que la sugerencia de este "gravitón" también nos causa más dolores de cabeza de los que pretende remediar, la fuerza gravitacional es, por mucho, la más común de las cuatro fuerzas en el universo así, por ende, el "gravitón" debería ser la partícula más común del universo y, si damos por aceptado el valor de la constante energética de Planck, entonces, ¿por qué no tenemos ni rastro de esta partícula?. Los actuales medios tecnológicos con los que contamos nos permiten observar y medir estos valores para las demás fuerzas fundamentales, de hecho esta partícula debería ser tan común que debería afectar cualquier experimento de medición de onda o corpúsculo enfocado hacia cualquier otra partícula. La única solución para este enigma seria considerar un valor extremadamente más pequeño para esta fuerza, lo que dejaría muy mal parada la teoría de Planck pues los valores mínimos cuantificables deberían de ser extremadamente más pequeños. Esto, sin dejar de lado, que la fuerza gravitacional no se comporta del todo como una fuerza de atracción, de ahí el problema de las orbitas muy cercanas a cuerpos muy masivos, por ejemplo la órbita de mercurio alrededor del Sol, y los demás efectos relativistas sugeridos por Einstein en el sentido de la deformación del "espacio-tiempo", los cuales se encuentran en su mayoría más que comprobados experimentalmente; mantengamos presente que relativistamente hablando el término "deformación de espacio-tiempo" es, prácticamente, sinónimo de fuerza gravitacional. Mantener dicha fuerza como una fuerza de atracción cuantificable solo se lograría obviando éstos efectos, reduciendo considerablemente los valores de la contante de Planck y creando una "maraña" matemática para explicar su comportamiento. Más, bajo estas condiciones, comprobarla experimentalmente se podría considerar imposible si tomamos en cuenta que no podriamos contar con ningún otro medio para "observarla". Experimentalmente hablando toda observación de partículas elementales es definida por la interacción con otras partículas. Por lo que sería sumamente difícil realizar cualquier medición a una partícula extremadamente más pequeña que las que conocemos.

Para tratar de solucionar este par de interrogativas de forma lógica y congruente con nuestro principio de realidad universal, debemos traer a nuestra mente las primeras cinco deducciones lógicas surgidas de nuestra única postulación, mismas que redefinen las bases de las teorías relativistas.

En el tema de la dualidad onda-partícula analizaremos específicamente el caso de luz, de éste sacaremos las conclusiones lógicas necesarias para ser aplicadas a cualquier otra partícula. Primeramente recordemos que ya mencionamos que los resultados del experimento de la doble rejilla realizado por Young en 1801 son irrefutables, por lo tanto, debemos considerar que la luz se propaga a través de nuestra realidad por todo el universo como una onda. Entonces realmente ¿qué nos indican los resultados de la explicación matemática de Einstein hacia el efecto fotoeléctrico? Por otro lado, al igual que suponía la ya descartada teoría del éter luminiscente, una onda requiere de un medio de propagación adecuado, entonces realmente ¿qué sucede? Acogiéndonos totalmente a nuestras primeras cinco derivaciones lógicas podemos hacer el siguiente análisis y replantear la lógica de los resultados matemáticos de Einstein de la siguiente manera:

Primeramente debemos afirmar: lo que realmente descubrió Einstein fue el accionar y al mismo "lightquants", al que conocemos hoy como fotón, partícula elemental categorizada como bosón, encargada de transportar y transmitir la energía emitida por las diferentes radiaciones electromagnéticas. Así debemos, también, retomar el concepto de luz como una onda producida y sostenida por la velocidad de desplazamiento de dicha partícula a lo largo de todo su viaje a través del "Ylem" que rellena nuestra realidad y redefinir la luz como una interacción que trataremos de explicar con más detalle más adelante.

Como ya analizamos, la teoría del éter luminiscente fue descartada principalmente porque la densidad de dicho éter debería de ser extremadamente baja para no ofrecer resistencia al desplazamiento de la materia, más, según se penso, esta característica lo haría sumamente inadecuado para la velocidad de propagación de las ondas de la luz. Desde nuestra perspectiva el genial Einstein resolvió nuevamente sin darse cuenta este problema. La equivocada influencia del concepto del espacio vacío no le permitió revolucionar y explicar a cabalidad la mecánica universal.

Así debemos redefinir el concepto de luz de la siguiente manera:

La luz es producto de la interacción entre la constante velocidad de desplazamiento de los fotones descubiertos por Einstein y la tenue densidad el "Ylem" que rellena nuestra realidad. Dicha interacción produce ondas sostenidas a lo largo de todo el recorrido de dicho fotón por la velocidad de desplazamiento invariable del mismo. Los diferentes tipos de luz conocidos son definidos por la frecuencia de emisión y sus efectos por las diferentes radiaciones electromagnéticas transportadas por lo fotones que la originan desde su fuente de origen.

También debemos afirmar:

Acorde con el principio de invariancia de la velocidad de la luz, la velocidad máxima de desplazamiento permitida por la tenue densidad del "Ylem" que rellena y conforma nuestra realidad a través del mismo (299.792,46 k/s) se aplica a partículas sin masa, que constan de energía pura como los fotones. Este efecto se ve reflejado en las deformaciones en forma de onda que produce la marcha de estas partículas a través de la tenue densidad del "Ylem" que rellena nuestra realidad.

El concepto equivocado de la dualidad onda-partícula esta tan arraigado en la mente de todos los hombres de ciencia que no les ha permitido analizar correctamente los efectos de los experimentos mentales y prácticos realizados hasta la fecha, por lo que, para demostrar nuestra afirmación basta con replantear los resultados lógicos de los mismos. Lo cual haremos con los dos más famosos, conocidos y representativos del comportamiento de la luz hasta hoy en día, el experimento de la doble rejilla de Young y el detector de bombas de Elitzur-Vaidman, para posteriormente trasladar nuestras conclusiones a las demás afirmaciones y teorías desarrolladas a efectos similares aplicados a las partículas elementales que conforman la materia.

Experimento de la doble rejilla de Young.

Este consistió en colocar una fuente de luz frente a una pantalla que contaba con una rejilla, o abertura justo frente a dicha fuente, tras esta pantalla se colocó, nuevamente, otra pantalla, la cual contaba con dos rejillas o aberturas con cierto grado de separación entre ambas y, finalmente tras estas dos pantallas se colocó una última pantalla sin rejillas o aberturas en cual se registran los resultados, todas en forma paralela y a la distancia adecuada. Tras "encender" la fuente de luz, manteniendo las dos rejillas de la segunda pantalla abiertas, se registró un patrón en forma de varias líneas claras y oscuras de manera intermitentes en la pantalla final que solo se puede explicar tras un comportamiento ondulatorio de la luz. El patrón de líneas claras y oscuras correspondería, las claras a los puntos donde las ondas se combinan de manera "constructiva" (coincidencia de crestas de onda donde se reafirma la misma.) iluminando de mejor forma dicha área, y las oscuras a los puntos donde las ondas se interfieren de manera "destructiva" (coincidencia de la cresta de una onda con el valle de otra dando como resultado la anulación de dicha onda.) por lo que no se iluminan. Se experimentó también cerrando una de las rejillas de la segunda pantalla y se obtuvo así un área iluminada de forma contundente en el centro y una disminución gradual de la iluminación de dicha área hacia los lados hasta desaparecer la luz por completo, comportamiento totalmente acorde con un sistema ondulatorio.

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Experimento de la doble rejilla.

De acuerdo con nuestra única postulación y las primeras cinco deducciones lógicas este comportamiento de la luz lo podemos explicar acorde a nuestra definición de luz y haciendo énfasis en nuestra deducción lógica número cinco (página 91) donde recalcamos la facultad de interacción entre un sistema matemático definido y la onda que, dependiendo de su velocidad, podría producir. En este caso específico ésta interacción nos demuestra que tanto el chorro de fotones emitido por la fuente de radiación electromagnética produce las ondas que dan como efecto luz, como dichas ondas afectan la trayectoria de los fotones emitidos dando como resultado todos los efectos ondulatorios demostrados. Mas, debemos afirmar, que: NO es una dualidad de comportamiento onda-partícula la que causa los efectos demostrados si no, más bien estos efectos son causados por la velocidad sostenida de desplazamiento de los fotones a través del "Ylem" que conforma nuestra realidad la cual, por interacción, se deforma en ondas, causando el efecto que llamamos luz. La interacción entre estas ondas y los mismos fotones que las originan dan como resultado el particular comportamiento descrito. Así, si la pantalla donde registramos los efectos ondulatorios fuese lo suficientemente sensible como para registrar la llegada del "chorro" de fotones, veríamos en ella registrada la colisión de los mismos con mayor intensidad hacia las áreas mayormente iluminadas y una disminución gradual de las colisiones conforme disminuye la intensidad de la iluminación. Hasta aquí nada muy novedoso (dentro de nuestra perspectiva), mas, como siempre, las mentes más brillantes no dejan las cosas ahí, siempre siguen hurgando dentro de las explicaciones sugeridas para comprobar su veracidad. Este fue el caso de Richard Feynman, quien quiso llevar más allá los resultados del experimento anteriormente descrito y se preguntó ¿Qué sucedería si en vez de enviar un "chorro" de fotones a través de la primera rejilla los enviara de uno en uno, un fotón a la vez? Bueno, pues dedujo, basándose en la dualidad de comportamiento onda-partícula, que los resultados serían los mismos, aunque lanzásemos los fotones de uno a uno obtendríamos el mismo patrón ondulatorio de colisiones representado por las líneas intermitentes claro y oscuras. Pero ¿cómo y por qué? En el caso del primer experimento es fácil suponer que al enviar muchos fotones a la vez se producen, igualmente, muchas ondas a la vez y de ahí la interferencia demostrada. Pero si enviamos solo un fotón el cual debe seguir un solo camino de dos posibles ¿Cómo se pueden registrar los mismos efectos? Según Feynman, totalmente influenciado por el concepto de espacio vacío, esto se da ya que el fotón interfiere consigo mismo, sí, interfiere consigo mismo. Dada la dualidad de comportamiento onda-partícula, al pasar el fotón-partícula por una de las rejillas ve afectada su trayectoria por la onda que paso por las dos rejillas del mismo fotón-onda, o sea, el comportamiento propio del fotón como onda causo las interferencias descritas durante el primer experimento afectando el comportamiento del mismo fotón partícula, en resumen ¡el fotón interfiere consigo mismo! Al constar el espacio de solamente eso, espacio, sin ningún tipo de densidad, lo más lógico que se pudo suponer fue este doble comportamiento propio para la misma partícula. Pero, aunque fuese así, ¿no requeriría de un medio de propagación para el comportamiento independiente y a distancia como onda de la misma partícula? Richard Feynman realizó este experimento de forma mental, pero en 1989 un equipo japonés liderado por el físico Akira Tonomura lo llevó a la práctica utilizando electrones en vez de fotones logrando exactamente los efectos sugeridos por Feynman. Recalcamos, mantener el concepto tradicional del espacio trajo consigo conclusiones lógicas equivocadas e inclusive ilógicas, mas como sugerimos, las matemáticas son correctas. Aplicando nuestro principio de realidad universal esto se explicaría de la siguiente manera: todo sistema matemático definido deforma el "Ylem" que rellena nuestra realidad en proporción directa a su masa y velocidad. En el caso de la velocidad debemos concluir: cuando esta alcanza velocidades considerables, proporcionalmente a la masa de dicho sistema matemático, se producen ondas en nuestra realidad las cuales por pura lógica deben interactuar tanto con el mismo sistema matemático que la origina como con cualquier otro dentro de su alcance.

De manera que la explicación es básicamente la misma, el fotón pasa solo por una de las rejillas, más la onda producida en el "Ylem" que rellena nuestra realidad es la que siempre pasará por ambas rejillas a la vez con la particularidad de poder afectar la trayectoria del mismo fotón causando el efecto descrito.

El detector de bombas de Elitzur-Vaidman.

Propuesto por primera vez en 1993 por los físicos Avshalom Elitzur y Lev Vaidman este experimento se ha convertido en uno de los más estudiados de la historia por la genialidad requerida para proponerlo y los asombrosos resultados obtenidos. Estimado (a) lector (a), este experimento es bastante más extenso y complicado que el anterior por lo que haremos mención sumamente resumida de sus procedimientos y nos dedicaremos, con mayor énfasis en este escrito, a analizar su lógica y los resultados obtenidos. Sí es sumamente recomendable que, si no conoces el experimento, te informes más detalladamente del antes de continuar con nuestro análisis del mismo.

Como mencionamos anteriormente al debatir sobre las características requeridas para la supuesta existencia del "gravitón", la única forma que tenemos para "observar" partículas tan pequeñas como las elementales es registrando sus efectos e interacción con otras partículas, esto debido a que el concepto tradicional que manejamos cotidianamente de observar se basa en la refracción de la luz sobre objetos de "gran" tamaño, imagina, entonces, las limitantes surgidas de iluminar y observar objetos tan pequeños como los mismos fotones que provocan el efecto que llamamos luz. Bueno pues, este experimento se diseñó para poder registrar las características de un objeto sin mirarlo del todo aprovechando esta "dualidad de comportamiento" sugerida en la física cuántica.

El experimento en mención sugiere la existencia de una bóveda totalmente oscura, donde no existe ni penetra un solo fotón, dentro de esta bóveda existen una gran cantidad de bombas, las cuales son de dos tipos, falsas y verdaderas, mas no podemos distinguir unas de otras pues son casi exactamente iguales. Las características que las convierten en falsas o verdaderas consisten en que las verdaderas son opacas por lo que absorben y explotan al contacto de un solo fotón y las falsas son transparentes por lo que dejan pasar el fotón y no explotan. Entonces ¿cómo podemos distinguir unas de otras? ¡Si ni siquiera podemos observarlas! Para complicar el asunto un poco más, supondremos nos urge, por cualquier causa, recuperar al menos una parte de las bombas verdaderas sin que estas exploten. Pero ¿Cómo lo lograremos? Si exponemos las bombas a la luz sabremos cuales son falsas o verdaderas pero acabaremos recuperando todas las bombas falsas y explotando todas las bombas verdaderas y no podremos obtener ninguna verdadera sin hacerla explotar.

La solución utilizada para este enorme problema por este par de genios fue la siguiente:

Construyeron un interferómetro de Mach-Zhender modificado para que funcionase como un detector apto para sus bombas. Este aparato primeramente consta de una fuente de luz con la capacidad de enviar fotones en un "chorro" o de uno en uno, ésta fuente apunta directamente a una superficie semiespejada (esto quiere decir que tiene la particularidad de reflejar el 50% de la luz que recibe y de dejar pasar el otro 50%) colocada exactamente de manera que puede dividir un haz de luz en dos partes exactas, desviando una perpendicularmente a la otra, formando un ángulo de 90 grados.

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—–Debemos mencionar aquí que bajo ciertas características, con las cuales cuenta nuestro experimento, cada vez que la luz es reflejada su honda se invierte, los valles de dichas ondas pasan a ocupar la posición de las crestas y las crestas toman la posición de los valles, éste es un efecto más que comprobado dentro de la física óptica y este experimento consta de barias inversiones de este tipo que son fundamentales en su accionar, por lo que marcaremos como "negativa" la onda invertida y como "positiva" la onda original para poder llevar la lógica de las inversiones y sus efectos. Un resultado de éste efecto, que debemos mencionar, nos indica que cuando unimos dos ondas de luz en las cuales su onda coincide, valles y crestas llegan en la misma posición, tiene un efecto constructivo, la onda de la luz se incrementa; por el contrario si unimos dos ondas de luz en las cuales su onda no coincide de la forma descrita, una con la cresta en la posición de los valles de la otra y viceversa, el efecto es destructivo, ambas ondas se anulan y no hay luz.—– Debido a las características de la superficie semiespejada y del efecto óptico sugerido, podemos afirmar que un 50% del haz de luz original se refleja y sale perpendicularmente hacia arriba, de manera vertical, con respecto al otro 50% que continúa su camino horizontalmente; y que el valor de la onda reflejada hacia arriba se invierte, ahora es "negativo", además, podemos afirmar, que el valor de la onda del restante 50% que continua su camino de manera horizontal se mantiene original, es "positiva", pues solo atravesó la superficie semiespejada sin ser reflejada.

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Para continuar con la construcción de nuestro interferómetro colocamos ahora un espejo en la parte superior del mismo, de manera que nuevamente refleje el 50% del haz de luz original que ya se había reflejado inicialmente de manera vertical hacia arriba, desviando, nuevamente, 90 grados su dirección volviéndola horizontal de nuevo, ésta segunda reflexión reinvierte también las ondas de éste haz de luz convirtiéndolas en "positivas" nuevamente.

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Ahora le colocaremos un espejo también al 50% del haz de luz que no se había reflejado anteriormente, el que primeramente había continuado su camino a través de la superficie semiespejada de manera horizontal, de forma que refleje su luz hacia arriba exactamente 90 grados dándole una dirección vertical. Recordemos, cada vez que la luz se refleja invierte su onda, por lo cual esta ahora sube invertida, con valor "negativo".

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De esta manera le hemos dado una forma cuadrada a las desviaciones que le hemos provocado a nuestro haz de luz. Pero… aún no hemos acabado con la construcción de nuestro aparato, para avanzar hacia este fin debemos colocar una nueva superficie semiespejada, igual a la primera, justo en el vértice donde se unen ahora las dos mitades de nuestro haz de luz original, mas, le agregaremos en la parte posterior un cristal que le dará, a nuestra lamina semiespejada la capacidad de reflejar el 50% de la luz sin invertir su onda y mantendrá la capacidad de dejar pasar el otro 50% de la luz que reciba sin alterar sus condiciones. Pensemos, primeramente, en lo que sucedió con los dos 50% de nuestro haz original antes de llegar a esta nueva superficie semiespejada, recordemos que el que llega de manera horizontal lo hace con su onda original ("positiva"), pues se reflejó dos veces las cuales invirtieron su onda dos veces, por lo que quedó de forma original. El otro, que llega de manera vertical, se reflejó solo una vez, por lo cual nos llega con su onda invertida ("negativa").

Nuestra nueva lamina semiespejada, con el cristal especial en la parte posterior, la colocaremos de forma que el haz de luz que llega de forma horizontal, con honda original ("positiva"), primeramente atraviese dicho cristal, se refleje sobre la lámina semiespejada la cual desviará hacia arriba, verticalmente, el 50% (que representaría el 25% del original) de éste haz de luz, pero con la particularidad de que al atravesar este cristal y reflejarse no invertirá su onda, ésta se mantendrá original ("positiva"). Y el otro 50% (25% del original) atravesará nuestra lámina semiespejada continuando de frente, horizontalmente, sin sufrir cambio alguno por lo que mantendrá, también, su onda original ("positiva"). Colocada de esta forma, a la vez, el otro haz de luz, que llega de forma vertical y ascendente, con la onda invertida ("negativa"), colisiona directamente con la superficie semiespejada por lo que el 50% de este haz de luz (25% del original) se refleja nuevamente invirtiendo su onda de manera que pasaría a quedar de manera original ("positiva"), desviándose de forma perpendicular, 90 grados de lado, de forma que se une con el otro 25 % del haz original procedente de manera horizontal que viene con onda original ("positiva"); y, para finalizar, el restante 50% (25% del original) de este haz de luz continúa su marcha hacia arriba, atravesando la superficie semiespejada y manteniendo el estado de su onda de forma invertida ("negativa"), uniéndose, también, con el otro 25% del haz de luz original que fue desviado hacia arriba a través del cristal especial que impidió la inversión de su onda por lo que la mantuvo original ("positiva").

Espero que, hasta el momento, logres llevar la lógica de este experimento pues es algo complicada.

Volviendo al mismo, si analizamos los resultados obtenidos hasta el momento nos daremos cuenta que si colocamos dos pantallas, una en cada punto donde se unen dos de nuestros 25%s del haz de luz original y encendemos nuestra fuente de luz de forma que envíe un "chorro" de fotones veremos lo siguiente:

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Los dos 25%s que se unen de forma ascendente y vertical llevan, una onda "negativa" y el otro "positiva" por lo que su interacción sería destructiva y no habría ningún rastro de luz posible en la pantalla colocada.

Por el contrario los otros dos 25%s que se unen de manera horizontal llevan ambos sus ondas de manera "positiva" por lo que su interacción será constructiva y su brillo resplandecerá en esta pantalla.

Toda esta trama es perfectamente descrita por la física clásica. Pero ahora colocaremos el interruptor de nuestra fuente de luz de manera que envíe fotones de uno a uno y analizaremos nuevamente los resultados, estos te podrán sorprender pues serán exactamente los mismos!!!.

El único fotón enviado, por su comportamiento como onda, dará exactamente los mismos resultados, con la única diferencia de que el brillo en la pantalla que recibe las ondas horizontales será muy fugaz, pues lo provoca la "facultad" de onda de un solo fotón. Muy bien… ¿Cuál sería la explicación? Bueno, pues, de acuerdo con la física cuántica se debe explicar de la siguiente manera: al ofrecer a un solo fotón la opción de dos rutas posibles este expondrá su comportamiento ondular y seguirá ambas rutas a la vez, produciendo inclusive interferencias consigo mismo. O sea, al igual que con el experimento de la doble rejilla ¡el fotón interfiere consigo mismo!

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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