Enfados (Compilación personal de textos críticos sociopolíticos y filosóficos, 2015-2016)
Enfados – Monografias.com
(Compilación personal de textos críticos sociopolíticos
y filosóficos, 2015-2016)
(-I)
DE CIERTO OS DIGO
«He sido más fuerte sin registros personales
de enemigos por mí fomentados, sin embargo los tengo fortuitos a causa
de intelectual y doctrinalmente contender ante la Humanidad: pero, no yerro
al inferir que la Muerte semeja más a quienes confeccionan hermosas botas
militares para algunos individuos»
«La venezolana de exportación es una oligarquía
socialista presunta: pero sí opulenta, apertrechada y salvaje»
«La determinación y capacidad que alguien exhiba/demuestre
para matar, robar, ultrajar personas o normas (supra) nacionales e infundir
pánico es lo que impulsa infame y expeditamente su trascendencia. Pocas
veces la respetabilidad u obra intelectual, científica, tecnológica,
investigativa, social, laboral o moral de un ciudadano le confiere notoriedad.
Por ello sostengo que, similar a ranas venenosas como la Phyllobates Terribilis,
la Humanidad exuda veneno»
«Todos los seres más o menos inteligentes estamos
obligados transitar libres porque humanos»
(A. J. U./Noviembre, 2016)
(I)
EL DISCURSO POLÍTICO-FILOSÓFICO DEL MIEDO (2015)
«El ciudadano ideal para satisfacción de los
mandatarios proclives al Discurso del Miedo es quien trémulo
mira, escucha, calla, oculta y otorga sin que a ese forzoso consentimiento o
acto de inmerecida reverencia preceda su Juicio: que debe infaustamente
suspender a favor de su seguridad personal»
No refutaré que el Miedo haya servido a millones de seres
humanos para sobrevivir en un mundo donde, con in-imaginadas formas de crueldad,
los más notables entre quienes miran al Estado e instituciones
públicas como su Excretorio de Palacio Presidencial (y
donde convergen o se congregan las mofetas internacionales que exigen trato
de dignatarios de repúblicas) pagan asesorías a expertos en la
«Urdimbre del Terrorismo de Gobierno e Insurrección Permanente».
Aun cuando sea indiscutiblemente eficaz, el «Discurso Político-Filosófico
del Miedo» no logra merecer una categoría epistemológica porque
es exclusivo de escatófagos y cualquiera sin instrucción
o cultura es apto para pronunciarlo. En «Tribulaciones de Radio, Televisión
y Multimedia», un[a] escoria uniformada de militar o trajeada de
caballero formal que tenga poder de mando puede proferir, a su antojo,
«que freirá las cabezas de sus opositores» y «los exterminará»
tras instigar a sus mercenarios para que procedan.
El Miedo no es una «categoría filosófica», cierto,
empero sí cualidad de la antiquísima propaganda lapidaria
para la dominación política con fines macabros. Hoy, bochornosamente,
se discute si es o no «crimen de guerra» ejecutar a comunicadores sociales por
informar. También a civiles por sólo escapar de países
de súbito convertidos en campos de batallas entre quienes exhuman al
«Califato o Islamismo Exterminador», «Marxismo», «Stalinismo», «Maonismo», «Nazismo»
y «Hegemonismo de Tirano Hispanoamericano» que se creían sepultos. El
«Discurso Político-Filosófico del Miedo» evidencia «Que el Goce
y Disfrute de la Crueldad» es fraudulenta y universalmente constitucional. Es
decir: está instituido en las psiquis de los adeptos del genocidio, y
no requiere de explicaciones complejas. Existieron y todavía nacen mujeres
u hombres sin inteligencia e inescrupulosos: seres adeptos a las Abominaciones
Cayo-Caligulayas [01] y capaces de provocar crisis humanitarias en cualquier
parte.
El «Discurso Político-Filosófico del Miedo» tiene vigencia
universal. Ha destacado en Irak, EEUU, Rusia, Corea del Norte, Siria, Gaza,
Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina: países en los
cuales los «presidentes» suelen ilegitimarse cuando hablan y ordenan actuaciones
que suscitan «crímenes de guerra», la «perversión de la Justicia»,
«exclusión», «segregación», «persecución, «encarcelamientos
de disidentes», «racismo» u otros delitos.
El Torcido, Ignorante y Deplorable [Dis] curso Político
del Siglo XXI no está sorprendiéndonos, sino que nos confirma
a los pobladores del Mundo lo siguiente: los «faraones», «majestades», «emperatrices»,
«emperadores», «monarcas», «califas» y «tiranos [norte-sur] americanos» están
peligrosamente vivos.
(II)
EL PROGRESIVO MIEDO, TERROR Y PÁNICO DE QUIENES NO «GOBIERNAN» SINO
QUE «COMETEN» (2015)
«La Ética no es una atribución
reservada a ciertos individuos, sino una cualidad de exiguos al mando y millones
de víctimas que pacientemente soportan al Corpus de Cúpula
Perversa de una sociedad»
¿Quién es tan arrogante o presuntuoso capaz de afirmar
que no ha experimentado esa trilogía de «sentimientos de orfandad» que
atribulan a racionales e irracionales? El Ser Humano no irrumpe hacia
la realidad, lo «eyecta» una «mater» que lo ha engendrado en sus entrañas
con la previa complicidad de un «pater». Cuando un recién nacido llora
lo hace por «susto ante lo novedoso desconocido» donde tendrá que lidiar.
Se mostrará ansioso-temeroso. Si logra vivir más de quince
años, sabrá qué significan el «miedo», «terror» y «pánico».
No son sensaciones fumosas o imaginarias: conforman nuestra psiquis y
conducta en sociedad e intimidad, nos estigmatizan más o menos
cobardes, valientes e hipócritas y emergen cuando tenemos que encarar
problemas o enfilarnos contra cualquier amenaza potencial. Tengo dos clasificaciones
del «susto»: A) El «originario», que procede de los instintos de supervivencia
y B) El «infundido», que suelen emplear los políticos, militares, policías,
catedráticos, sacerdotes, villanos comunes y abusadores en sus relaciones
interpersonales de afecto o chantaje. El primero no perturba demasiado a los
individuos, pero, el segundo sí lo hace: porque genera mucha discordia
y falsos concilios de avatar. En los quehaceres cotidianos, el «Susto
Infundido» socaba psicológica y peligrosamente a las personas. Quien
lo emplea se propone que sean asuntos ineludibles en nuestras vidas el «miedo»
(grado inferior del «susto»), «terror» (summun considerable) o «pánico»
(tremens fase, a veces letal por precipitarnos al suicidio)
Los catedráticos saben que pueden extorsionar a sus alumnos mediante
decisiones de índole académica. A causa de nuestra presunta desobediencia
e inmorales comportamientos, los sacerdotes-pastores de sectas religiosas
propagan que «[
] seremos castigados enviándonos a otro e infernal
mundo [
]» (lo cual es ridículo por cuanto Dios tendría al
Demonio por aliado y encargado de los castigos) Las parejas e hijos, entre sí,
utilizan ese recurso para la consecución de distintos fines de naturaleza
familiar-emocional. Empero, a los políticos y militares
con mando sobre naciones gusta infundir «pánico» para intentar blindarse
y permanecer incuestionables frente a ciudadanos que les han conferido responsabilidades
de gobierno y a los cuales traicionan. Por ello, la «Institucionalidad Política-Castrense»
se ha constituido en lo peor e innecesario que padecemos los ciudadanos en distintas
repúblicas.
Los políticos y militares son proclives a desviarse
del camino señalado: a pervertirse y mercadear con los sufrimientos que
urden, transformándose en enemigos gratuitos de quienes les otorgan mandatos.
Consecuentemente, no ignoran que podrían despertar al mitológico
y dormido Vulgo-Monstruo que nos consolará emprendiéndoles
cacería. La sangre humana, con alevosía por vampiros succionada,
no huele a concordia: brota de las heridas que infligen y deja trazas. Por ello,
cada día se rodean de más ultra-pertrechados custodios-mercenarios.
El pueblo comienza a inspirarles «miedo», «terror» y «pánico». Porque
ciertas deudas sociales no se pueden declarar impagables. El fortuito y fértil
odio que fomentan germinará en mujeres y hombres que igual los calificarán
como «enemigos» y «objetivos de guerra». Cuando la venganza que ha hibernado
despierta, nunca sobreseer a culpables es una medida sustitutiva de pena.
Entonces, en presencia de todas las auténticas personas del planeta,
propugno distinguir con el Doctorado «Honoris Imbécil Causa» a cada excreta
al mando de una república que presuma infalibilidad. No mata, pero cualifica
y drena.
(III)
BAJO LA «DICTADURA SOCIALISTA/COMUNISTA» VENEZOLANA (2015)
(«Cesación de patria», «abastecimiento», «servicios públicos»,
«Estado de Derecho y Justicia», et.)
«Formulan que prosiguen con los heroicos actos
independentistas de Bolívar mientras cometen atrocidades de recién
llegados parias de la Patria, entre las cuales regalar o hipotecar
a la Nación haciéndola más vulnerable ante franquicias
de vampiros y sátrapas»
Cierto, actualmente Venezuela es «La Otra» que la Historia Contemporánea
registra: empero, también «La Misma» en curso con algunos protagonistas
de relevo que exhiben vestimentas de otros colores. Recuerdo cuando aquellos
corrompidos socialdemócratas parecían más ilusionistas
que hombres de Estado o representantes del pueblo, en el Palacio
de los Hedores y el Sin Sesos Nacional: dos instituciones con
tradición alevosa de albergar a delincuentes confesos y convictos. Ellos
inferían acertijos y empleaban metalenguajes. Sus discursos
no eran enrevesados, sino «reversibles».
Sin embargo, las tragedias que hemos padecido los ciudadanos venezolanos
a causa de forajidos al mando se han agravado durante el despegue de esta todavía
púber centuria. Infortunio que tuvo un ya sepulto autor intelectual y
material: destacado «Paria de la Patria» al cual la que «Propaga y Anda» de
la Tele-Oculta Estatal califica como «Comandante Supremo». Ese que
denigraba al pueblo y violaba, a su antojo, la Constitución Bolivariana
de 1999 que hipócritamente impulsó: lo digo porque, sin dudas,
lo que en realidad siempre quiso fue imponer el «Pauperismo del Siglo XXI»
enmascarado de Socialismo.
La «cesación de patria», «legitimidad de Funcionario Mayor Cívico-Militar»,
«Estado de Derecho y Justicia» [et.], mediante la confiscación o desconocimiento
de las instituciones en nuestro preterido país, conforman la prueba fundamental
de la mala testa y peores intenciones de una casta adepta al Totalitarismo:
que nos humilla con «El Gran Apagón de la República», hambreándonos
e irrespetando nuestras magnánimas decisiones. Nos han prohibido el acceso
a la Tesorería Nacional, a los Bienes y Servicios Públicos,
proscrito la Libertad de Prensa y Conciencia, el Libre Acceso
a los Alimentos y otros productos de consumo masivo, el Derecho a Informarnos
de los Asuntos Financieros del Estado y nuestra Soberanía.
Sobrevivimos como si estuviésemos en Situación de Guerra
o Catástrofe Natural. Pero, hay que decirlo sin circunloquios:
nuestras penurias iniciaron ulterior a los primeros viajes del adventicio «Paria
de la Patria» hacia la isla donde se congregan y urden los veteranos de la «Tiranía
Hispanoamericana» que ha logrado –macabramente- imponer sus costumbres
o hábitos delictivos en Centro y Sudamérica.
Los venezolanos perdimos nuestra Soberanía sin previamente ser
consultados en plebiscito. Lo más grave es que, previo expuesto fraude,
el canalla y fascista que írrita e ilegítimamente le sucedió
en el mando al presunto «Comandante Supremo» (ese no de nacimiento ciudadano
venezolano que afirma ser su hijo, un individuo sumiso al Crimen Político
Transnacionalmente Organizado) también recibe órdenes del
Patriarcado de la «Tiranía Hispanoramericana».
A hurtadillas y amparo de la obscuridad, viaja para ser colocado en decúbito.
Luego regresa para informar sobre los novísimos vejámenes que,
mediante decretos, nos impartirá en nombre de un gobierno que tampoco
paga e inculpa a los buitres y otros animales de su incumplimiento de responsabilidades
administrativas. Su cháchara es de libreto internacional. Los socialistas/comunistas
devastaron todas las empresas públicas y privadas del país,
nos condenaron a vivir sin patria y experimentar una muerte lenta.
(IV)
BREVES SOBRE LA LIBERTAD Y JUICIO (2015)
«Recuerdo que cuando yo vivía la Libertad
y Justicia no eran por hackers alterables ni de software aplicaciones. Nadie
podía vestir un manteo para luego presentarse en improvisados púlpitos
donde intentar persuadir sobre la urgencia de abolirlas»
Ningunos otros «asuntos de interés público» inquietan y
enfadan más en el Mundo que la «Libertad» y «Juicio». Cuando una persona
pide la primera, vehementemente grupúsculos con (¿poderosos?)
[02] nexos urden encarcelarla por «amotinamiento» y a quien, con persistencia,
se muestre pensador, nunca faltarán quienes lo sitien: empero, no sin
antes advertirle «que evite nadar en lo profundo de ciertas cosas»
porque podrían ahogarlo y hacer que permanezca inhallable en el fondo,
donde la existencia ya no escuece. Todos caminamos en una «cuerda siempre floja
y frágil», motivo por el cual en cualquier momento precipitaremos hacia
eso enrarecido que nos mueve en un escenario o nos desaparece de él.
La vida es una peligrosísima aventura en la cual agresores,
humillados y ofendidos cohabitamos promiscuamente. Un día el que estuvo
en «decúbito» irrumpirá «falotrador» de ese que lo sodomizaba.
Lo llamarán «líder» porque nada es más importante que la
venganza o vindicta. Violadores lo son y serán sólo
durante lapsos e igual defensores de la «impartición de justicia». El
«liderazgo» es pariente cercano del «hartazgo» y encuentra en la «conspiración»
su letra no muerta, esa que temprano publicará en todas las «redes de
disociados».
Luego de satisfacer sus necesidades más elementales (beber agua,
comer alimentos y resguardarse frente a diversos avatares), de prisa los «seres
menos inhumanos» intentan asociarse territorialmente en los lugares más
propicios: donde, también rápido, todos platican sobre la «Libertad»
y «Juicio» mientras se revuelcan en el lodo. Colisionan, pero irguen de nuevo
en la «maestranza» donde se «lidian» unos a los otros. Sin embargo, a mitad
de cualquier caótica discusión se impone la «Razón Robusta»
y ella dicta que con «ataduras» o «mordazas» los racionales no pueden dignamente
subsistir.
El «Caos» parió una «Civilización» que todavía no
se despoja de sus aparentemente fortuitos enemigos. En su centrífuga
se aparean quienes respiran y están «enlodados». Es decir: todos.
Nuestra especie puede ser «inteligente» a la vez que «viciada de brutalidad»
claramente «conspirativa». Es más divertido y fácil vivir bajo
el «Principio de la Perversidad Psíquica» que sujetarse al «Orden», la
«Lógica» y «Entendimiento» que hacen posible la instauración y
permanencia de las sociedades. La Libertad que gemela de la Perversidad
se sabe tentada a participar en las fraternas y destructivas juergas de
su consanguínea: por ello no la convida a edificar ni fomentar las mejores
y civilizadas condiciones de existencia de la Humanidad, ello aun admitiéndose
su hermana. No la segrega tras fijarle límites a sus actos por cuanto
es impertinente. La «Libertad» y «Juicio» no pierden majestad, pero sí
adherentes en tiempos de carroñeros (falaces «conciliadores»)
que pretenden «aventavejarnos» mediante la conjugación del verbo pacificar.
(V)
CONSIDERANDO QUE UN AUTÉNTICO PATRIOTA GRANDE
NO DEBE VIVIR BIEN [
] (2015)
«Cuando padezcas sufrimientos no ofendas a los administradores
de haberes públicos y parques de armas, vasallo, porque sus desperdicios
recibirás por alimento antes de ser pasado por las fauces de bestias
en las plazas mayores-provinciales de intendencia»
Los hechos indican que la República de Venezuela necesitaba una
Élite-Política-Financiera-Revolucionaria Presunta que
la distinguiese de sus disfuncionales y miserables habitantes. Por ello, resignados,
millones de felices vasallos han de aceptar que su destino sea devaluarse: hasta
el día cuando (por precariedad alimentaria, desabastecimiento, represión,
inseguridad social, indigencia o enfermedades de pobres) acudan a sus citas
con la Muerte persuadidos que era pecaminoso e indigno de un patriota
grande vivir bien. Recuérdenlo: sin experimentar esa infinita dicha,
también los detractores de los pretensiosos y apertrechados jerarcas
del Hombrenuevismo Universal somos empujados hacia los abismos de la
vorágine.
CONSIDERANDO
[
] Que un auténtico patriota grande no debe vivir bien,
sea adherente u opositor de la «Supremacía Adventicia», asumiremos que
ellos nos aventajan aun siendo intelectualmente inferiores o criaturas de dudosa
reputación. Somos la indigna contraparte que temprano advirtió,
por pudicia o estupidez, que los buenos comportamientos sociales están
sujetos a interdicciones. Además, que conductas deplorables no existen
sino en la «imaginación difusa» de resentidos y envidiosos.
Los asuntos generales de las naciones propietarias de los estados nada
semejan a las rencillas de alcoba por sexo, bienes inmuebles o billetardos,
ni al abandono de responsabilidades paternas-maternas. Más allá
de los aposentos domésticos, «Redes Multimediáticas de Disociados»
y rabietas de ciudadanos estafados-extorsionados-vejados por la «Secta
Los Hijos del Supremo Presunto», en las postrimerías una gran parte del
goce y disfrute de los canallas está relacionada con las penurias que
nos infligen sin distinciones de raza, posición social, credo o talentos.
Borregos y ácratas, contad la siguiente bienaventuranza. En nombre de
todos los sectores de la «Patria Grande Latinoamericana» y [
]
CONSIDERANDO
A) Que nuestro linaje desciende de Don Simón BOLÍVAR Y
PONTE: ese equivocado general con charreteras, espadachín-fusilero y
pensador que abominó al arquetipo de sujeto que puja por perpetuarse
en el poder para saquear los tesoros de las naciones con sus compinches [
]
B) Que nos condenamos cada vez que permitimos a mujeres u hombres sabios
nos instiguen exigir mejores condiciones de existencia [
]
C) Que la dignidad no debe asociarse a petitorios de igualdad antes
las leyes, protestas por devaluaciones, remuneraciones ajustadas a
las realidades del mercado, ni presiones para recibir atención
médica, ser abastecido o protegido por el Estado.
D) Que la «Patria Grande» necesita estar representada por los indiscutibles
y legítimos miembros de la «Secta Los Hijos del Supremo Presunto» [
]
DECLARO
A) Que sea considerada traidora de la «Unión de Repúblicas
Latinoamericanas y del Caribe» a toda persona que intentare «alzarse en armas»
contra los aventajados o solicitarles renuncien a sus cargos de gobierno
por ser corruptos, criminales o incumplir a los mandantes de cada
región.
B) Que previo sumarísimo juicio, los hallados culpables sean castigados
con la «Pena de Comer Excrementos y Beber Orines» de la Casta Adinerada
y Apertrechada durante un lapso no menor a noventa días, luego de
los cuales serán devorados vivos por animales salvajes (sin excluir a
ningún inicuo hambriento) en las plazas mayores de cada capital provincial
de república.
En Mérida, Venezuela, a los veintisiete (27) días del mes
de Mayo (04) del Año 2015.
(VI)
ANHELO QUE EL «SECTOR AGAVILLADO DE LA INTELECTUALIDAD
VENEZOLANA» REFLEXIONE (2015)
«Admito que he conocido mujeres y hombres talentosos
del Ambiente Político/Cultural Venezolano (varios ya fallecidos)
Participé en convites con intelectuales y artistas en tiempos cuando,
a pesar de nuestras discrepancias, éramos fraternos o tolerantes. Temprano,
pocos ya mostraban cierta y memorable hostilidad manifiesta en su intriga perpetua.
No los mencionaré porque mi propósito es la restitución
de la naturaleza humana, esa que nada semeja con la discordia o violencia doctrinal»
Es obvio que, a partir del Año 1998, militares con mentalidad
golpista empecinaron en demoler despiadadamente una institucionalidad con
fisuras (de techo goteras) para edificar lo que hoy padecemos como la «V República
Fraudulenta de Venezuela»: que ya, sin dudas, en declive irreversible. Nadie
lo niega: nuestra Nación sufría a causa de los atropellos de quienes,
durante décadas de corrupta y caricaturesca democracia, abonaron el territorio
para que germinaran semillas de una planta en extremo tóxica que nos
obligarían consumir: en el desayuno, almuerzo y cena, pero siempre mediante
la infusión del «Terror de Estado Mayor Cívico-Militar» y con
el uso abusivo de los poderes fundamentales (Judicial, Legislativo y
Electoral) Dos inconstitucionales proclamas señalaron el sendero
que transitaría la urdimbre de La Canalla en ejercicio de la
corrupción, crimen de gobierno y devastación jamás experimentada
e impuesta en ningún país habitado por fraternos:
A.- «La Revolución Venezolana es pacífica, pero
está armada»
B.- «Quien no adhiera al Supremo Comandante Veneno será
execrado, perseguido, segregado, destituido de tus trabajos, excluido, exterminado
o encarcelado»
La «V República Fraudulenta de Venezuela» se instauraba bajo la
supervisión de la Transnacional del Crimen Político Organizado
(TCPO) frente a la cual destacaban varios e históricos genocidas.
Un patriarcado senil que, a cambio de sus perversos consejos, comenzó
saquear las inmensas riquezas del pueblo venezolano: inmerecidamente condenado
a convertirse en mendigo mientras el «Jerarcariado» en nueva-rica del
Hampa/Zurda Corporativa Mundial. Durante mis días de infantes,
advertí lo que significa una poderosa organización internacional
al vivir en urbanizaciones de The Creole Petroleum Corporation: donde
mi abuelo y padre laboraron. Empero, aquella no fue de hampones: sino empresarios
y empleados vigorosos, todos determinados a extraer y procesar los millones
de litros de combustible fósil que la república necesitaba vender
para desarrollarse.
La aún vigente V República Fraudulenta de Venezuela
ha llegado a los extremos de repartir números y hacer listados para
que, con impudicia, sólo sus activistas y consecuente clientelismo
parasitario pueda adquirir: alimentos, teléfonos, computadoras,
laptops, tablets, et. Lo he visto donde resido y otros lugares. Una de las amigas
de mi hija menor fue atracada, al salir de nuestro hábitat, por delincuentes
armados con pistolas de alto calibre: una de las miles que reparte a sus mercenarios
el Gobierno Terrorista Bolivariano Falaz, para luego celebrar la venta
de su robo en la residencia donde vive mediocre y corrompida Jefa Civil. Mujer
a la cual suelen visitar motorizados que cubren sus rostros con pasamontañas.
Me afecta ver a ciertos intelectuales que creí amigos, mujeres
y hombres inteligentes, mantener su adhesión a esa Compañía
Transnacional del Crimen Organizado que llevó a la Nación
Venezolana a padecer una inocultable crisis humanitaria. Porque no son
brutos: saben que el Jerarcariado Cívico-Militar es facineroso,
incorregible, fascista, apátrida y que jamás defenderá
a ciudadanos ni nada que no sean las fortunas que han amasado durante la V
República Fraudulenta de Venezuela. Tal vez no tengan testosterona
para expresar, en las «Redes de Disociados», arrepentimiento. Pero, pueden declinar.
Bajar su perfil y meditar. Hacerlo para (cuando la marea enturbiada con escombros
no sea alta y aclare) convertirse en escritores, poetas, artistas plásticos,
dramaturgos, cineastas y actores regenerados. Especialmente los que, en juergas
o convites báquicos/dionisíacos, creyeron útil
pagarle a sicarios para eliminar a librepensadores entre los cuales fui seleccionado.
He sido, en el curso de la tiranía, «objetivo militar» de una «Guerra
Política/Cultural Revolucionaria» por ellos imaginada, de siniestra propaganda.
(VII)
EL ABUSO, SUS METODOLOGÍAS, APOLOGETAS Y EX PROFESOS
«El propósito último de aventajados virtud
a fortuitas causas políticas-financieras es el de jorobar a sus naciones
serviles para condenarlas permanecer infinitamente rehenes y esclavas»
EL abuso, en todas sus formas y metodologías, debería
ser causa suficiente para: A) Inhabilitar política y profesionalmente
a personas B) Castigarlas con penas de prisión u otras sustitutivas,
desterrarlas, execrarlas, multarlas con fines de reparación a víctimas
y C) Discutirse en escuelas, liceos y claustros universitarios. Contrario a
ese precepto, esa abominación prospera en sociedades para las cuales
las constituciones y leyes son mamparas de la «Institucionalidad Judicial» ante
el Mundo. Es obvio que los comportamientos antisociales y delictivos
no impiden a ciertos individuos tener adherentes, admiradores, discípulos,
feligreses, evangelistas [
]
Los actos abusivos de los políticos en funciones de mando,
por ejemplo, son absurdamente menos deplorados y hasta aceptados que los relacionados
con el sexo «no consensual» o «violación», el «maltrato intrafamiliar
en perjuicio de mujeres, niños u hombres», la «pedofilia», «acoso carnal-laboral»,
«incitación para delinquir», «hostigamiento físico», «crimen»,
«secuestro», «aprovechamiento de bienes e inmuebles públicos», «hurto»,
«apropiación indebida», «exclusión», «prevaricato», «obstrucción
burocrática-administrativa», «invasión de propiedad y privacidad»,
«tortura corporal o sicológica» y «lascivia» destacan [
]
Pienso que el más notable y grave abuso que puede infligir un
individuo, o grupo atornillado en funciones de gobierno, es el relacionado con
el «ejercicio pervertido de la «autoridad conferida». Porque las consecuencias
de esa conducta criminal perjudican a todos pobladores de una república.
El «Poder Político», cuyo ejercicio comporta el cumplimiento de un «mandato
ciudadano», ha sido degrado y degenerado con saña por los peores hijos
de patrias: empero, infaustamente elegidos para gobernar. En nuestro tiempo,
hablar del «poder del mando» es hacerlo respecto al «Abuso de Autoridad» que
lo define y estigmatiza.
El abuso tiene sus metodologías. Citaré
principales: la «extorsión», «intimidación» y «soborno». También
tiene ex profesos para quienes no es cosa distinta a un goce o disfrute
morboso, pero de aceptación popular: ello por cuanto al Sector Envidioso,
Resentido y Proclive al Fracaso del Vulgo le place la venganza e insidia.
Por su parte, los apologetas son simplemente mujeres y hombres habilidosos
en el Oficio de la Urdimbre por paga mercenaria.
Ubico entre los más aborrecibles y canallescos métodos
de maltrato al Ser Humano la aplicación sistemática del
«Abuso de Autoridad»: porque lo veja, ofende, empobrece, inferioriza, tortura,
confina, segrega, confisca, desprecia, ignora, discrimina, oprime y en su fase
extrema procura aniquilarlo.
(VIII)
EL «CACIQUE POST-MODERNO» (2015)
«Como si no bastase a ciertos hombres ejercer el Poder
de Mando al modo de propietario obviamente de facto: ilegítimo, inmoderado
y amoral, se imaginan caciques y fomentan ceremoniales en los cuales visten
sus trajes»
Hubo un tiempo cuando quienes formaban parte de una «tribu» concedían
que algunos (entre los más ancianos) condujeran sus destinos, empero
por mostrar mayor sabiduría aparte de exhibir intachables
comportamientos. Los llamaban caciques. En la Post-Modernidad
ciertos e inaptos, aparte de corrompidos individuos, pretenden reeditar esa
categoría de seres deshonrando la memoria de nuestros antepasados aborígenes.
La figura del Cacique Post-Moderno es un pillo, ignorante, corrupto,
ridículo y cínico al cual le place confiscar libertades y
derechos fundamentales a naciones que fustigan para (con premeditación
y alevosía) despojarlas de sus tesoros condenándolas a experimentar
fortuitas penurias o vejámenes.
(IX)
EL RICTUS DE UNA AGÓNICA DEMOCRACIA LATINOAMERICANA
(2015)
«Los hombres se gastaron la vida y democracia que
tuvieron»
(Jules MACDONALD PETROVICH, New Jersey, 1970)
Con rudeza extrema, la «Democracia Latinoamericana» es respecto a las
libertades un corpus herido de gravedad. En estado agónico,
sucio, desnudo y con mordazas, fue atornillado a una camilla/cruz de
hospital ante el cual sus médicos y enfermeras (que también verdugos)
no pronuncian plegarias. Está moribunda y sus dolientes sin fe por su
recuperación. ¿Por qué? Intentar «salvarla» comporta emprender
«actos insurreccionales» (reanimaciones cardíacas pulmonares, RCP) que
no garantizan su recuperación: sino, el nacimiento sobre su mortaja de
una espiguilla que rauda crecerá para transformarse en una especie de
peligroso manzanillo arbóreo.
A nuestra jamás fidedigna «Democracia» la flanquean cuatro clases
de alimañas: las «letales con pertrechos», «parias cooperantes», «concubinas»
y «observadoras ciegas». Aun cuando ya fueren gozosas de providencias administrativas,
todas esperan que fallezca para distribuirse, en desiguales porciones y conforme
al Organigrama del Funcionariado Forajido de Estado, los «réditos»
(caso que todavía hubieren) En cuanto a quienes somos epígonos
o vasallos/esclavos/vulgata, no importará cómo nos auto-califiquemos
u otros lo hagan, nunca seremos convidados al reparto de la tarta: pero, proseguiremos
hacia La Nada que está en no se sabe dónde y que a todos
en silencio aguarda.
Una tarde entre jóvenes, pócimas, disertaciones políticas
y empatías, mi amigo (precoz filósofo/catedrático) Jules
MACDONAL PETROVICH me dijo lo siguiente en un hermoso parque del Estado de New
Jersey:
-«[
] Afirmo que ninguna entidad, objeto o sendero bifurcado nos
aguarda donde la muerte arropa, porque nada es realmente en la existencia [
]»
Recuerdo que su enunciado produjo confusión a la mayoría
en juerga improvisada, pero no a mí. Le repliqué:
-«[
] Si algo confiere sentido a la existencia es sospechar que podríamos
estar realmente vivos, felices y fraternos: que, por ello, de la Libertad somos
dolientes [
]»
Jules me miró fijamente. Urdía la forma de vindicar mi
pensamiento refutándolo. Bebió intenso, desvió su mirada
hacia cualquier parte y luego pronunció: «[
] The mens spent what
life, and democracy also, they had [
]» (Los hombres se gastaron la vida
y democracia que tuvieron) No quiero presumir que ambos fuimos anticipados virtud
a ningún don extraordinario. Los seres humanos, en general, somos aptos
para presagiar a partir de cada suceso des o afortunado. Si
cada amanecer nos afecta los sentidos será por tangible. Tuvimos algo
que fue una democracia caricaturesca, pero pujábamos con el
propósito de hacerla real. Luego de tantos tormentos, las hijas e hijos
de esa imperfecta que fueron investidos de mando para lograr su florecimiento
la han denostado e infligido inmenso daño.
(X)
HIPÓCRITAS PRETENDEN INVOCAR EL «EFECTO PLACEBO»
ENMASCARANDO EL «EXTERMINADOR» DE LA HUMANIDAD (2015)
«No sorprende que los exterminadores de la Humanidad
se arroguen la atribución de convocatorias internacionales para practicarse
unciones fecales, como acicalándose, y alcancen el éxtasis con
esos reality shows»
No son los «Gases de Efecto Invernadero» los que amenazan al planeta
y especies que lo habitan. Empero, sí las tóxicas «flatulencias»
de esos y esas bestias nada dignas congregadas en palacetes de naciones u organismos
internacionales: cenáculos donde sus motivaciones son harto conocidas
y en los cuales urden. En las repúblicas de donde proceden ejercen funciones
de «azotes de barriada», sometiéndonos mediante inicuos «actos de jefaturales»
(también descritos, en circunscripciones judiciales, como «de gobierno»)
En los inútiles y fastuosos convites de «excelentísimos», unos
destacan más que otros: por sus expresiones «picarescas», «dramáticas»,
de «comediantes», «resentidos», «narcisos», «belicosos» o poses «mesiánicas».
Uno de esos sujetos frunció su entrecejo y propuso un «Tribunal
de Justicia Penal Mundial» para juzgar a quienes socavan la Tierra: olvidándose
de la Corte Penal Internacional en cuyo banquillo de acusados debería
estar para ser condenado por violar, soberbiamente, los Derechos Humanos:
en Ecuador, país que devasta virtud a un presunto mandato constitucional
y conforme a los estatutos ilícitos de los (neo-tiranos) socialistas
del Siglo XXI.
Cada cierto tiempo, los distintos «humanófobos» se suceden en
la toma de la palabra. Todos, enemigos de nuestra especie: los que tienen fábricas
de armas de guerra y las venden, que por ello tienen potestad para desaparecernos
digitalmente. Con «bombas nucleares», de «hidrógeno», «químicas»
y otras medio secretas. Al instante de escribir este texto, ninguno sabe cuánta
pólvora se quema en combates entre «fanáticos de la violencia»
que anhelan ser ovacionados por Alá, europeos cuyas conflagraciones no
son tan «frías», «ultimomundanos» apertrechados con «escupefuegos» de
origen imperial (rusos, chinos o «norteamericanos», según las preferencias
e intereses financieros) y «civilizados» descendientes de aquellos degolladores
franceses que ahora no emplean la «guillotina» ni los «azotes» sauditas sino
«aviones caza bombarderos». En los cielos del planeta, en peligro de extinción,
se perciben «objetos voladores sí identificados» defecando materia
no orgánica para matar seres humanos.
Se sabe que el «Efecto Placebo» comporta una sanación imaginaria.
No causa enfermedades ni científicamente las cura. Pero: el «Efecto Exterminador»
se siente en la piel, es caliente y produce dolores físicos o psíquicos:
es captado por los sentidos del «tacto», «vista», «olfato» y «oído».
Por la Inteligencia o Razón Inmutable e Inmanente de
la mayoría no trastornada. Señoras y señores que obligan
ser reverenciados no son aptos para entenderlo. Alcanzan, tras timarnos, el
«poder del mando político/financiero/militar» para defender el «Efecto
Exterminador» de nuestra especie y el Planeta Tierra.
(XI)
INAUDITABLES QUE INVALIDAN E INHABILITAN (2015)
«Que nuestra náu/sea abundante a la
espera de mirar cómo soberbios y confesos victimarios suplican en vano
antes de recibir escarnios»
Es inconmensurable el malestar que a los venezolanos causan tantos y
abominables sucesos históricos en tiempos cuando, sin aparearnos física
o intelectualmente con ellos, cohabitamos un país donde degenerados en
funciones de gobierno ufanan ser notables y explícitos forajidos. Conforme
a lo cual, socavan el comportamiento «civil»-«izado» del ciudadano/víctima
para convertirlo en individuo sin respeto hacia ningún otro en
su vorágine de cazador de alimentos y otros productos fundamentales para
quien se creyó humanista y tuvo que desatar su oculto egoísta.
Mujeres u hombres que no son fraternos con sus semejantes siempre culminan esclavos
de bestias/victimarias mayores en un nada novísimo organigrama social
que desdibuja la auténtica naturaleza humana.
Sin embargo, las «bestias/victimarias» adeptas a eso que llaman «Hegemonía
Comunicacional» tienen por enemiga a las «Redes de Multimedia» (pese a que tales
no son rigurosamente de «sociables o amistosas», porque a todos nos iguala mostrándonos
famosos aun siendo hostiles o concordes) donde todos denunciamos u ovacionamos
los gravísimos crímenes que cometen quienes representan la «Institucionalidad
de Estado». No estamos inmersos en eso que a los poetas profesos del Principio
de La Levedad del Ser gusta calificar como «Ámbito de lo Etéreo».
Nuestros padecimientos son reales: ciertos sujetos con poder enfurecen cada
vez que alguno de sus mandantes o voceros de entidades internacionales les habla
de «auditorias» u «observaciones» de eventos electorales de vital importancia
para los pueblos, de la necesidad de «escrutar» la situación de los Derechos
Humanos en las repúblicas, de la «Inmutabilidad de la Razón
Suficiente» que obliga a mandatarios o ciudadanos comunes a cumplir y hacer
cumplir sus «cartas magnas» (que lo son para la convivencia pacífica)
Las heridas infligidas a los venezolanos por los miembros de una cúpula
de esbirros con mandos semeja a una mujer que ha «roto fuente»: y que no
requiere de quirurgos expertos en cesáreas para eyectar la «Vindicta»
que ha resguardado en sus entrañas. Los números uno y sucesivos
agavillados en los Poderes Públicos («Ejecutivo», «Legislativo»,
«Judicial», «Electoral» y «Ciudadano») se exhiben infalibles, cierto: empero,
vaticino que cada uno merecerá un «día de iracundia». No se trata
que la tolerancia tenga límites, sino que es inaceptable en materia de
violación sistemática de nuestros irrenunciables por humanos derechos.
Los que se pavonean inauditables no trascenderán para «ad perpetuum»
invalidarnos o inhabilitarnos en ningún asunto a quienes hoy los «pasamos
por las palabras» anunciándoles merecidas flagelaciones.
(XII)
LA HOMO DISCORDIATOXIS (2015)
«La inquina [homodiscordiatoxis] contra y lesiva
al prójimo nace del odio que una persona siente inicialmente por sí
misma: la envidia, ineptitud, mala fortuna y mediocridad la sustancian»
La «Homo Discordiatoxis» es una enfermedad incurable, transmitida por
la codicia y ataca exclusivamente al sistema psico-inmunológico de
las personas. A temprana edad no sospeché sobre su «infalibilidad e inmanencia».
Por ello, cuando por primera vez tuve la experiencia de mirar a través
del microscopio, investigué si era o no posible que se tratase de una
especie de parásito habituado alojarse en fluidos y excretas.
-«[
] Hallaré una diminuta criatura pertrechada con un cuchillo
y pistola [
]» -me decía, con temor e infante curiosidad.
Sólo vi espirilos, nada que me sirviera para dilucidar y discernir
sobre lo que causaba la Homo Discordiatoxis. No descansaría
hasta descubrir algo revelador. Los seres humanos nos odiamos y exterminamos
con suma irracionalidad, premeditada y alevosamente. Somos convictos adherentes
de la violencia. En cualquier etapa de nuestras vidas, experimentamos esa rabia
que deja cicatrices en nuestros rostros. Facciones y miradas conforman su más
primitivo modo de manifestación. La sintomatología de esa pandemia
también se presenta con frases lapidarias:
«[
] Esa rata inmunda anda furiosa conmigo [
]» -infiere alguien,
ofuscado-. «[
] Los malparidos e hijos de meretrices nos fornican y luego
abandonan embarazadas [
]» -replican ellas-. «[
] Una de las balas
de la cacerina de mi arma lleva tu nombre, ¡maldito! [
]» -amenaza
un sujeto a otro-. -«[
] ¡Hay que matar a todos esos tipejos que roban
la nación! [
]» -proponen tanto las y los ebrios, drogados o sobrios
en discusiones políticas de hogar o calle-. «[
] Me pagas lo que
me debes o mañana te verán con un mosquero en tu boca [
]»
-intimidan a un deudor-. «[
] Quien por la causa patriótica muera
honraremos [
]»-. «[
] Aquél cuyas intenciones de acabar conmigo
en vientre esté morirá en el parto [
]»-.«[
] Cuando
alguien te advierta que por sus manos fallecerás adelántatele
[
]»-. «[
] Serás mi enemigo si no adhieres a mis propósitos
[
]»-. «[
] Veo en quienes se rebelan contra mi gobierno los rostros
enlutados de sus parientes [
]»
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