La ética y la educación (Reflexiones históricas de actualidad) (página 2)

Con absoluta certeza, podemos afirmar que la esencia del pensamiento del Che radica en su ética. Por razones de profundización y de especialización, los estudiosos del Che nos han presentado, en los últimos años, investigaciones sobre sus concepciones económicas, políticas, militares, etc. Sin embargo, el referente aglutinador de todas esas posibles vertientes del pensamiento del Che es lo ético. No hay un solo planteamiento en lo económico, en lo político, en lo militar, en lo artístico cultural que no tenga como punto de partida y de llegada al hombre, al interés humano. De ahí la esencia de su producción intelectual. Es el componente ético el elemento que le da integridad al pensamiento del Che.

Cuando nos adentramos en el pensamiento ético del Che nos damos cuenta de que su núcleo central esta constituido por la concepción del hombre nuevo y de su correspondiente formación. Se trata de la producción y la auto producción del sujeto que hará posible la estructuración de un mundo de equidad y justicia social. Tan importante es ese hombre nuevo, negación dialéctica del hombre enajenado, que si no se concreta en la misma medida de las transformaciones socioeconómicas, el proyecto liberador no será viable. Al decir del Che ¨ Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo ¨.

El Che no fue el primero que habló del hombre nuevo. Ya desde la antigüedad los pensadores más avanzados reflexionaron en torno a la necesidad del perfeccionamiento moral del hombre, en la necesidad de que el hombre se convirtiese en la medida de todas las cosas, cuando el sentido común parecía confirmar que las cosas y su posesión debían constituirse en la medida de valía del hombre. Diferentes pensadores abogaron porque el hombre dejase de ser un lobo para su semejante y se convirtiese en un hermano, dando paso así a una comunidad humana más solidaria y justa.. En el pensamiento ético cubano se percibe ese hálito desde Varela hasta Fidel Castro.

Si bien es verdad que el Che no fue el primero en hablar del hombre nuevo, es el pensador contemporáneo al que se le vincula con más fuerza a esa concepción. El Che es el primero que en la segunda miad del siglo XX, y desde una perspectiva marxista, conceptualiza el problema del hombre nuevo, ensayando en el orden práctico lo correspondiente a su formación. Con una visión dialéctica, parte del criterio de que el hombre nuevo se forja en el crisol de la práctica revolucionaria a partir de la transformación del hombre alienado que genera la vieja sociedad.

Para el Che el hombre nuevo no es un estado que se alcanza, no es una estación a la que se arriba, no es una graduación que se concreta. Es un camino, un movimiento, un proceso que implica validar la condición de hombre nuevo de manera cotidiana. Nadie se gradúa definitivamente de hombre nuevo. Tampoco se trata de establecer un signo de igualdad entre el hombre nuevo y el hombre perfecto. El hombre perfecto no ha existido ni existirá jamás (quizás el propio Ché ha sido la aproximación más cercana hasta la fecha). Según el Ché, el hombre nuevo esta presente en todas aquellas personalidades de carne y hueso que trabajan, luchan y mueren día a día por lograr un mundo de justicia y equidad, y por avanzar hacia ¨ la última y más importante ambición revolucionaria que es ver al hombre liberado de su enajenación ¨.

(Para profundizar y ampliar en la concepción del Ché acerca del hombre nuevo, recomendamos el estudio de su artículo ¨ El Socialismo y el hombre en Cuba ¨)

Hasta aquí hemos realizado un sintético y rápido recorrido por la historia tomando como eje el desarrollo de la ética en el pensamiento cubano, todo ello asociado a la educación. Consideramos cumplido el modesto propósito de establecer el hilo conductor, la continuidad del pensamiento ético, desde Valera hasta nuestros días, su riqueza y autenticidad que fundamentan la existencia de una Escuela de Ética Cubana. Nos falta algo importante en el trabajo: referirnos al Paradigmático y Consagrado Ético actual, al hombre al que el Che en su carta de despedida le agradeció sus enseñanzas y su ejemplo y le presentó disculpas por ¨ no haber comprendido con suficiente celeridad tus dotes de conductor y de revolucionario ¨. A él dedicaremos la tercera y última parte de nuestro trabajo.

El Comandante en Jefe, la ética y la educación

Al concluir nuestro trabajo con esta cuestión pretendemos exponer una serie de reflexiones, de sugerencias éticas del Comandante, sobre cómo deben ser y comportarse el educador y la escuela. Su adecuada comprensión, aceptación y cumplimiento cotidiano nos acercaría al modelo de ¨ evangelio vivo ¨, a que nos convocó Luz y Caballero. Estas reflexiones tienen la autoridad, la extraordinaria fuerza moral del que las expresa. La eterna insatisfacción, como expresión valorativa del hombre con el mundo deviene premisa para la comprensión de la dimensión ética del pensamiento de Fidel Castro. Su actuación, auténticamente transformadora, reflejo de un pensamiento revolucionario, con una profunda orientación ética, halla su manifestación suprema en la Revolución, que con su inmensa carga de humanismo y de justicia, significa la realización de los ideales ético-sociales de diversas generaciones de cubanos.

Su extraordinaria ejecutoria, como ser humano e individualidad creadora, demuestra su significativo aprecio del papel de las ideas, de los valores, de los principios. Desde un genuino enfoque ético-axiológico, cuyas raíces se encuentran en el pensamiento martiano y marxista, le otorga importancia excepcional a la actuación ética del ser humano, por muy difíciles que sean las circunstancias en que se encuentre. De ahí, la profunda relación entre política, ética y valores en un pensamiento-actuación en el que los fines a alcanzar, de elevado contenido ético, trascienden los intereses individuales y encuentran su plasmación en su proyección humana y social a escala universal. La justicia, entendida en su sentido social, constituye el fundamento esencial de su pensamiento.

Veamos a continuación, que nos dice con sus propias palabras, el alumno más aventajado de Martí, el más ético, y como el mismo se ha calificado, ¨ el fiel seguidor e incondicional discípulo ¨, para mejorar nuestro trabajo como educadores:

¨ El maestro está obligado, ante todo, a plantearse ante sí altos requerimientos morales, ya que no se puede exigir a los demás lo que él mismo no practica. Solo puede educar el que es ejemplo. Por ello, la importancia social que el Partido y el Estado le confieren al educador.

El educador no debe sentirse nunca satisfecho con sus conocimientos. Debe se un autodidacta que perfeccione permanentemente su método de estudio, de indagación, de investigación. Tiene que ser un entusiasta y dedicado trabajador de la cultura. La auto preparación es la base de la cultura del profesor.

Para llegar a ser un educador respetado por sus conocimientos, hay que dedicar mucho tiempo a la lectura, al estudio e, incluso, sacrificar horas de descanso si fuera necesario. ( …) La inquietud intelectual de un profesor es cualidad inherente a su profesión. Cuando se tiene clara conciencia del papel que se desempeña, el estudio se convierte en un placer, además de una gran necesidad.

En la medida en que un educador esté mejor preparado, en la medida que demuestre su saber, su dominio de la materia, la solidez de sus conocimientos, así será respetado por sus alumnos y despertará en ellos el interés por el estudio. Un maestro que imparta clases buenas siempre promoverá el interés por el estudio en sus alumnos.

Hay que educar en todos los lugares donde nos encontremos. Y esa vía de educación permanente tiene que ser el ejemplo. En la escuela, en el lugar de residencia, en las actividades sociales, el maestro tiene que ser un ciudadano ejemplar que todos respeten y admiren. Ser maestro por eso significa serlo en todos los órdenes de la vida.

En el ejercicio de la profesión está implícita su ejemplaridad, divisa del educador comunista y condición indispensable para cumplir los altos objetivos de la escuela socialista. La ejemplaridad se demuestra en la puntualidad, disciplina, calidad de las clases, cumplimiento de las normas, asistencia al trabajo productivo, en las relaciones con los alumnos y con los compañeros maestros, en su higiene personal y en la exigencia para consigo mismo y para los demás.

Las verdaderas convicciones del hombre se manifiestan cuando sus puntos de vista concuerdan con su modo de vida. En ello estamos en el deber de ser muy cuidadosos. La vinculación de la palabra con la acción, de las convicciones con la conducta, son la base del prestigio moral del educador.

El colectivo de profesores de una escuela tiene que servir de modelo moral para el colectivo de los alumnos.

(7-7-81)

Llamamos la atención a la importancia que concede el Comandante en Jefe a la clase y a su preparación, lo cual ha expresado de la forma siguiente:

La forma fundamental de organización del proceso docente-educativo es la clase; ella constituye la actividad principal en que se materializa el cumplimiento de los objetivos de los planes y programas de estudio.

La primera responsabilidad de todo maestro es la de impartir clases de alta calidad.

A la preparación de la clase hay que dedicar lo mejor de las energías, el tiempo que sea necesario.

(7-7-81)

Refiriéndose a la alta responsabilidad del maestro en su papel de educador, en la transmisión de valores, el Comandante nos plantea la siguiente tesis:

¨ (…) Estudiar la historia y estudiarla a fondo es quizás el instrumento más extraordinario de que dispongamos para trasmitir valores, sentimientos patrióticos, sentimientos revolucionarios, sentimientos heroicos ¨.

La Historia de Cuba es una fuente inagotable de valores que deben y pueden se trasmitidos.

Lo mejor que tiene nuestra Revolución es que une dos tipos de valores: los valores patrióticos, los valores de la nación, los valores de la lucha por la independencia, los valores encerrados en el heroísmo y la abnegación de nuestro pueblo, en sus hechos, en sus virtudes, y los valores que nos aportó el socialismo, que nos aportó el marxismo-leninismo, que nos aportó el internacionalismo.

Si usted no conoce la historia de Cuba no podrá jamás sentirse inspirado en los extraordinarios ejemplos de nuestros patriotas del 68 o del 95. Esos son unos personajes fabulosos.. Estudiar historia es una forma de adquirir valores, es una forma de inspirarse en aquellos hombres que fueron, realmente, ejemplares.

(…) No me explico como se puede llegar a trasmitir cabalmente los valores sin estudiar y sin leer.

(…) Realmente, el que quiera saber, el que tenga una valoración correcta del saber y de los conocimientos, no se puede sentir feliz el día en que no aprenda algo nuevo. No importa la edad, sea joven, sea gente de edad madura, sea gente de muchos años. Creo que hasta el último día de la vida hay que estar aprendiendo, y el día en que no aprenda algo nuevo es un día perdido para el ser humano, su vida se limitó, su vida se disminuyó. Por eso hay que leer aunque sea media hora, el día en que no se pudo más, sino pudo una hora, o dos o tres; hay que arreglárselas, tiene que aprender, la auto preparación como dicen ustedes, o el auto estudio, aunque más bien podía decirse autodidacta. El hombre tiene que superarse.

Una de las cosas que tiene que enseñar la escuela es enseñar a estudiar, a ser autodidacta ¨.

(30-5-92)

Consecuente con su pensamiento, expresado anteriormente, en la actualidad el Comandante en Jefe dirige la fenomenal ¨ Batalla de Ideas ¨, cuyo contenido esencial es la elevación de la cultura general integral de todo nuestro pueblo, y en la cual los maestros cumplimos roles especiales, a la vez que estamos obligados moralmente a marchar en la vanguardia de un pueblo de estudiosos. Baste recordar que en el presente año 2007 la matrícula en el nivel superior alcanzó la cifra record de alumnos, y en todos los sistemas y niveles, la cifra de estudiantes ha crecido, pero fundamentalmente, en el nivel superior.

Valoración social del trabajo

Consideramos que la importancia social del presente trabajo radica en la necesidad actual de la sociedad cubana de reforzar y priorizar el trabajo de formación de valores, es decir, de formación ética, de todos los ciudadanos, y sobre todo, de las nuevas generaciones, como respuesta a las afectaciones que se aprecian en esta esfera producto de las secuelas del Periodo Especial, así como para contrarrestar la influencia negativa que diariamente intenta ejercer el imperialismo yanki en el plano político-ideológico. El documento que presentamos puede servir como punto de partida para el esclarecimiento teórico inicial del problema y como referencia para profundizar en los orígenes y el desarrollo de esta Ciencia, y sobre todo para sentir la sana satisfacción de conocer, una vez más, los aportes significativos de los pensadores y luchadores cubanos.

Conclusiones

1.- El perfeccionamiento moral de las personas ha sido una preocupación latente desde la más remota antigüedad. Al filósofo griego Aristóteles se le considera el padre de la Ética por haber escrito el primer tratado con esta denominación. En éste fijó con claridad su objetivo al explicar ¨ qué debía hacer y de qué debía abstenerse el ser humano para ser un hombre virtuoso ¨. En la actualidad a la Ética se le reconoce como la ciencia que tiene por objeto de estudio a la moral. Nuestra pedagogía considera la Educación Ética como uno de los componentes principales de la Educación Integral. Vinculado a ella se encuentra el importantísimo y actual tema de la formación de valores.

2.- En las condiciones actuales del desarrollo del Socialismo de la Revolución Cubana, se precisa retomar con la profundidad requerida, el tratamiento de la Ética como un instrumento para la educación de nuestro pueblo trabajador y las nuevas generaciones, en la conciencia y la cultura humanista que sustenta nuestro sistema social, para el logro de su perfeccionamiento, el combate contra las grietas que aún lo hacen imperfecto y el empleo adecuado de las potencialidades que la moral y los valores tienen en la movilización social de los individuos y en la autorregulación de las actitudes, pues en cualesquiera de las esferas y planos de la vida, éstos siempre subyacen. No ha sido casual el desarrrollo de un curso de Ética en el programa Universidad para Todos

3.- En la Educación Ética, los educadores cubanos tenemos una responsabilidad de primer orden. Para cumplirla contamos a nuestro favor con una extraordinaria herencia ética que se inicia con la prédica y la práctica moral de Félix Varela y otros grandes maestros de la época colonial; se continúa y agiganta con el aporte martiano, del Che y de tantas figuras cimeras de nuestra fabulosa historia, rica en ejemplos para cualquier esfera, problema u ocasión. Debemos profundizar en su estudio, a la vez que resulta válido también, el empleo de puntos de referencias morales más cercanos, como pueden ser Alumnos actuales o egresados con altos resultados y actitudes morales encomiables.

4.-Para cumplir a cabalidad nuestra responsabilidad en la educación ética de nuestros alumnos y subordinados resulta imprescindible atender con esmero a las recomendaciones (exigencias) que nos ha presentado el Comandante en Jefe en cuanto a la ejemplaridad personal, la superación permanente, la integridad y coherencia de nuestro pensamiento y de nuestras acciones cotidianas; perseguir constantemente ¨ el evangelio vivo ¨, que nos recomendó José de la Luz y Caballero hace más de 100 años. Una forma concreta de expresarlo es preparando e impartiendo cada día clases de mayor calidad a nuestros alumnos.

Bibliografía consultada

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Autor:

Dayme Noa Gonzalez