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El arte y las enfermedades cerebrales




Enviado por Raidel Paz Barthelemy



Monografía destacada

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Diseño Metodológico
  4. Trastornos neurológicos y arte
  5. El arte recompensa el cerebro
  6. Conclusiones
  7. Referencias bibliográficas
  8. Anexos

Resumen

Se realiza un estudio exploratorio y analítico de 19 referencias bibliográficas en las bases de datos de PubMed, Elselvier, Infomed y Google con enfoque cualitativo en la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, con el objetivo de identificar la relación del arte visual y la creatividad con las enfermedades cerebrales. El análisis de las bibilografías y los casos clínicos permitió demostrar que el arte visual es la expresión de la funcionalidad neurológica y en gran parte, de cómo ésta organiza e interpreta la percepción, que en la historia, famosos pintores han tenido trastornos neuropsiquiátricos y sus manifestaciones cognitivas y conductuales han impactado en sus obras. Cualquiera que sean los mecanismos, los pacientes pueden representar verdaderos ejemplos de cómo el talento individual puede continuar existiendo y/o creando en la fase de una enfermedad cerebral demencial.

Palabras clave: arte, demencia, cerebro.

Introducción

Si alguna vez ha pensado que "las neuronas de nuestro cerebro se disponen como las estrellas en el firmamento" o bien "ha contemplado el firmamento en una de esas maravillosas noches de verano pensando en descubrir la Osa Mayor, la Osa Menor, Sagitario, Centauro, Andrómeda, Orión…u otras constelaciones" puede seguir leyendo este artículo, su hemisferio mas artístico se lo agradecerá.1

Conocemos muy poco de cómo se dispone la organización estructural del cerebro y del complejo funcionamiento de las ochenta y cinco mil millones de neuronas que posee (nuestra galaxia consta de dos cientos mil millones de estrellas) y, como ellas, día y noche se envían mensajes, se agrupan por áreas y se conectan a través de una compleja red de fibras, cuyos conocimientos debemos, en gran parte, a nuestro neuroanatomista Santiago Ramón y Cajal (premio Nobel de fisiología y Medicina en el año 1906), quien tras cuidadosas observaciones y a través de sus dibujos, nos hizo visible el maravilloso universo neuronal, su disposición arquitectónica y cómo, las neuronas, establecen contactos a través de una amplia red de fibras que las interconectan a partir de las sinapsis. 2-3

El neurofisiólogo y psiquiatra Austríaco Enric Kandel (premio Nobel de fisiología y medicina en el año 2000) describió que es precisamente en las sinapsis neuronales donde se establecen los mecanismos celulares del aprendizaje y de la memoria. No se hallan en zonas específicas de la neuronas, sino que se sitúan en las propias conexiones dendríticas y, es a partir de ahí, desde donde establecen sus funciones en el contexto de circuitos neuronales específicos. La falta de estímulo a nivel de terminaciones sinápticas atenúa el propio proceso mientras que la sensibilización y el condicionamiento sináptico lo refuerzan. 4

Este mecanismo supone que la memoria no se almacena en un lugar determinado sino que se distribuye por todo el circuito neuronal. Esta teoría se vio reforzada por las investigaciones del bioquímico y neurólogo estadounidense, Gerald M. Edelman (premio Nobel de fisiología y medicina en el año 1971), quien investigó sobre los mecanismos de la conciencia dentro de una visión biológica general defiendo la hipótesis de que nuestro sistema neuronal funciona en base a una selección de grupos neuronales que se coordinan a través de patrones de interconexiones más complejas (mapeados).3-4

Las actividades de estos grupos neuronales funcionan dentro de una dinámica de selección a partir de los cambios sinápticos que vienen condicionados por la conducta y la experiencia. La selectividad de los grupos neuronales vendría a ser la resultante de la ampliación diferencial de las poblaciones sinápticas que se verán fortalecidas o debilitadas dependiendo de los estímulos que reciban, dicho de otro modo la consolidación del aprendizaje dependerá de la activación de los circuitos neuronales: circuitos mediadores o circuitos moduladores.5

Desde un punto de vista global, podemos imaginar que el cerebro está formado por numerosas neuronas distribuidas e interconectadas por todo él, que equivaldría a un firmamento de "estrellas", vinculado entre sí a través de líneas imaginarias que dan lugar a las constelaciones. Aunque todas las neuronas tienen la facultad de realizar funciones similares, algunas de ellas, se implican en funciones altamente especializadas, y así en la zona frontal inferior del hemisferio izquierdo se sitúa, en los seres humanos diestros, el área en la que se procesa el lenguaje y la compresión, conocida como área de Broca, que se conecta a través del fascículo arqueado con otra área situada en la circunvolución temporal superior y temporal media, que es la encargada de la decodificación auditiva de la función lingüística, conocida como área de Wernicke.5-6

Estos hallazgos nos llevan a plantear la pregunta de si la creatividad artística, del mismo modo que ocurre con el lenguaje, podría estar vinculada a determinadas estructuras cerebrales. No parece que sea así ya que en el proceso creativo están implicadas diferentes funciones mentales de las que cabe destacar la del proceso de asociación-integración, en la que se establece la unificación de las capacidades internas (las sensaciones, las emociones, las imágenes, las ideas,…) con las del mundo externo, el proceso de elaboración de la obra, en la que se realiza el trabajo de ejecución, que depende del talento y de la habilidad personal, y por último, cuando la obra ya está terminada, si se da o no a conocer.7

Aun así, diferentes investigaciones, sitúan la creatividad en los circuitos neuronales situados en la neocorteza asociativa témporo-parieto-occipital y en sus conexiones con la neocorteza prefrontal agranular (Arietti, 1976). Estas estructuras neocorticales forman parte del sistema límbico que incluyen la formación hipocámpica y la circunvolución del cíngulo, en las que se procesan, analizan e interpretan todos los estímulos sensoriales que son integrados en la memoria. Las conexiones con las áreas motoras promueven la generación del movimiento correspondiente a la actividad creativa.8

Estos hallazgos indican que los hemisferios cerebrales aunque mantienen una actividad conjunta se especializan para determinadas funciones, correspondiendo al hemisferio derecho la capacidad artística aunque esta capacidad pueda estar controlada o inhibida por el hemisferio izquierdo. De ahí que en la presente investigación pretendemos resolver la siguiente interrogante: ¿Qué relación tiene el arte visual y la creatividad con las enfermedades cerebrales?

Objetivo.

Identificar la relación del arte visual y la creatividad con las enfermedades cerebrales.

Diseño Metodológico

Se realiza un estudio exploratorio y analítico de 19 referencias bibliográficas en las bases de datos de PubMed, Elselvier, Infomed y Google con enfoque cualitativo en la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, con el objetivo de identificar la relación del arte visual y la creatividad con las enfermedades cerebrales.

A partir de los datos obtenidos se pudo analizar la información y darle cumplimiento al objetivo de la investigación y así poder elaborar conclusiones.

Bases neurales de la productividad artística

Las bases neurales de la producción artística y la creatividad han sido estudiadas por científicos, filósofos, artistas y otros, fascinados por comprender las relaciones entre los sustratos biológicos del cerebro y las construcciones filosóficas de la mente.9

El arte visual es la expresión de la funcionalidad neurológica y en gran parte, de cómo ésta organiza e interpreta la percepción. Normalmente, el cerebro reúne las características visuales del mundo externo en la corteza visual a través de dos vías: dorsal y ventral. Esas características, las cuales incluyen la apreciación del aspecto, de las formas, de los colores, de los contornos, de los contrastes y de los movimientos, son prerrequisitos necesarios para la apreciación del arte y deben estar espacialmente organizadas. La organización visuoespacial se rige fundamentalmente en la corteza parietal o en la "vía visual dorsal" involucrada en la discriminación figura –fondo y en los principios gestálticos de las imágenes, es decir en el "análisis perceptual". La región parietal también participa en la integración temporal de las imágenes a través de los movimientos oculares exploratorios en el campo visual. 10

El siguiente paso en el procesamiento visual, requiere la integración y la interpretación de la imagen visual. Los elementos visuales deben ser organizados en escenas coherentes con significado, un proceso que definitivamente ocurre en el lóbulo temporal izquierdo.

En el arte visual se debe tener la habilidad de interpretar perspectivas, brillos, claridades, y otras variables, como también ver y analizar la influencia del contexto. La apreciación del arte demanda en especial, un sentido del balance, de la proporción, de la simetría y una estimación del centro de gravedad de una pintura. El sentido artístico, también incluye ritmo visual y movimiento, el orden de la imagen y otros aspectos quinéticos. Algunos de los aspectos interpretativos más elevados involucran ilusiones y metáforas visuales y la resolución de problemas perceptuales.11-12

El esquema propuesto aquí, sugiere que el lóbulo `parietal estaría involucrado en el análisis espacial ("vía dorsal o del donde") mientras que el lóbulo temporal participaría de la integración e interpretación de los fenómenos visuales ("vía ventral o del que"). Las escenas visuales que un individuo ha tenido a lo largo de la vida, son percibidas por el significado de los componentes del sistema ventral localizado en las cortezas occipitales y temporales. Esas imágenes representadas internamente de personas, animales, objetos y escenas, representan huellas creativas para muchos artistas, pudiendo ser reproducidas en forma de pinturas, dibujos y esculturas. En consecuencia, los artistas requieren precisión visual y utilizan la vía dorsal para construir las escenas percibidas en el sistema ventral y así volcarlas sobre el lienzo.13

Otro aspecto importante de la expresión artística es el proceso que resume la esencia de una composición (producto del almacenamiento de representaciones idealizadas o prototipos de objetos visuales o de escenas) y la exageración de sus características (capacidad de distorsionar una imagen, como en una caricatura, donde existe una exageración de las características que la desvían del sentido de la normalidad o promedio). Por consiguiente, el ser humano puede modificar los preconceptos de cómo las cosas deberían aparecer y estar organizadas. Este proceso forma parte de un" "circuito de reconocimiento" en el lóbulo temporal medial y en la corteza temporo polar, el cual se encuentra particularmente lateralizado a derecha.14

Con respecto a la dominancia de las funciones cerebrales, existe lateralidad en el procesamiento del arte visual. Muchos datos indican que el sentido artístico se encuentra en el hemisferio derecho. Éste tiene a su cargo las habilidades visuoespaciales, los patrones geométricos, la rotación mental y la imaginería, las caras familiares y lugares, la atención en el espacio y el arte realístico. En contraste, el hemisferio izquierdo, está orientado al lenguaje, al pensamiento analítico, y a la asignación de un significado a las escenas visuales, en especial en el arte subrealista, en donde el significado obvio de una obra parece estar ausente. En tareas de atención dirigida, la atención hacia la totalidad de una imagen activa el gyrus lingual derecho, mientras que cuando la atención se dirige hacia detalles focales de una escena, se activa la corteza occipital inferior izquierda. El lóbulo parietal derecho procesa las características globales de un estimulo y sus relaciones espaciales y el lóbulo parietal izquierdo realiza el análisis visual detallado. Sin embargo, el lóbulo frontal derecho, está involucrado en la "búsqueda de lo nuevo" y en las producciones espontáneas no verbales, mientras que el lóbulo frontal izquierdo ejerce el control sobre el análisis verbal. Independientemente del análisis perceptual, la memoria, las funciones ejecutivas, las regiones frontales premotoras y motoras (inclusive los ganglios basales y el cerebelo) son necesarios para la producción del arte visual y para llevar a cabo los movimientos precisos para ejecutar el arte.15

Trastornos neurológicos y arte

Los trastornos neurológicos focales o difusos pueden alterar la calidad del arte producida por los artistas. La literatura ha reportado importantes modificaciones artísticas en el arte savant.El síndrome savant es el verdadero ejemplo del realce de la expresión artística en presencia de un trastorno neurológico, como sucede en el autismo, en el retraso mental o en trastornos adquiridos del hemisferio izquierdo precozmente en el desarrollo. Las habilidades que los savants tienen (visuales, auditivas, o matemáticas) son basadas en la funcionalidad del hemisferio derecho. 14

Los estudios con pacientes con accidentes cerebro vasculares han evidenciado que las injurias hemisféricas izquierdas preservan la organización espacial y no alteran las habilidades artísticas. Sin embargo, las lesiones hemisféricas derechas, alteran el armado visuoespacial de las partes de una imagen y devastan la habilidad de copiar, dibujar o pintar. Cuando se le pide a un paciente que dibuje un objeto, los sujetos con lesiones en hemisferio derecho, dibujan algo similar con todos los detalles requeridos pero sin la esencia del objeto o de la composición artística. 15-16

En la historia, famosos pintores han tenido trastornos neuropsiquiátricos y sus manifestaciones cognitivas y conductuales han impactado en sus obras.

Es de notorio conocimiento que el famoso pintor Vincent Van Gogh, ha tenido un trastorno maniacodepresivo, y un foco compulsivo sobre su arte. Ver Anexo 1.

Willem de Koonig desarrolló Demencia tipo Alzheimer (DTA) su arte perdió su coherencia. 

Luego de la enfermedad que causó desorientación con pérdida de la visión y la audición, Francisco de Goya, creó oscuras y pesimistas pinturas u obras. Goya había tenido la enfermedad de Vogt–Koyanagi–Harada. Tal vez sus obras reflejen meningitis o encefalitis secundaria. Ver Anexo 2

El arte de Giorgio de Chirico se volvió perseverativo y rígido con copias repetitivas de pinturas muy similares de su propio trabajo. De Chirico, sufría de migraña , o más probablemente de epilepsia del lóbulo temporal. Ver Anexo 3

Mervyn Peake desarrolló demencia con parkinsonismo, su arte se transformó en geométrico y tipo abstracto, con una aparente pérdida de empatía en sus retratos tipo caricaturas. Ver Anexo 4

En forma similar, el cerebro enfermo puede alterar la expresión de la música. Maurice Ravel, el compositor francés, desarrolló un trastorno de espectro frontotemporal, que desproporcionadamente afectó su hemisferio izquierdo y su funcionalidad lingüística. Algunos autores interpretaron que su obra maestra Bolero, y su trabajo posterior, concierto para la mano izquierda, reflejan la creación de su música a partir del hemisferio derecho.14-17

El arte y la demencia frontotemporal

Entre las demencias, la Demencia Frontotemporal –DFT-, probablemente sea el trastorno que afecta el cerebro en la forma justa para ilustrar los mecanismos de la expresión artística. La DFT es un "síndrome" caracterizado por declinación de la conducta social, la personalidad y las emociones, producto de la degeneración de los lóbulos frontales y de los sectores anteriores de los lóbulos temporales. Representa un grupo heterogéneo de entidades nosológicas con manifestaciones clínicas y patológicas variables, que reflejan la distribución de los cambios patológicos más que el subtipo histológico exacto de la enfermedad. Los pacientes con la variante temporal izquierda, generalmente presentan alteraciones en la denominación, en la comprensión de palabras y en la estructura semántica. En contraste, los pacientes con la variante temporal derecha, muestran mayor sintomatología conductual (inaptitud social, trastornos de la empatía y generalmente comportamientos sociopáticos) y alteraciones cognitivas en el reconocimiento de los rostros (prosopagnosia). En la literatura, algunos pacientes con la variante temporal derecha, han manifestado un cambio completamente diferente en la expresión artística. Las alteraciones de esos artistas en el dibujo de los rostros evidencian una percepción de los otros como "menos humanos y mas alienados", sugiriendo pérdida de empatía en sus obras y alteraciones cualitativas en la interpretación de las características esenciales del rostro humano. Por otro lado, un importante número de pacientes con la variante izquierda de la DFT, han desarrollado actividades creativas en los estadios iniciales de su enfermedad. La normal funcionalidad del hemisferio izquierdo puede inhibir o anular las habilidades artísticas del hemisferio derecho. En contraste, la menor actividad izquierda y el compromiso semántico liberan el hemisferio derecho y realzan la productividad artística. La pérdida gradual del significado de palabras u objetos pueden promover expresiones artísticas alternativas, a través de la búsqueda de nuevas características esenciales de las cosas.18

La mayoría de los casos reportados en la literatura han tenido degeneración lobar temporal anterior izquierda (variante semántica); en consecuencia, el desarrollo artístico puede ocurrir en patologías con compromiso del lenguaje, sugiriendo que no se requiere del mismo para el desarrollo artístico de ciertos tipos de creatividad visual. 17

La corteza parietal posterior derecha y temporal, regiones respetadas en la DFT, parece ser críticas para la copia precisa o para dibujar imágenes elaboradas internamente. La liberación de esas regiones del pensamiento analítico del lenguaje, organizadas en las regiones frontales y temporales anteriores del hemisferio dominante parece ser un factor clave para la emergencia de habilidades artísticas en la DFT. La liberación de la funcionalidad del lóbulo frontal, involucrada en las restricciones sociales también juega un rol importante. Es por ello, que si bien la hipótesis de la hipofuncionalidad lingüística pareciera ser apropiada, no resulta ser la única propuesta. Actualmente, también se postula que la región dorsolateral frontal iniciaría un circuito neural (corteza orbitofrontal, hipocampo y gyrus parahipocampal) que se encargaría de guiar la detección de la novedad visual y el cíngulo anterior de "monitorear" esa detección. Si el evento nuevo es suficientemente importante, las regiones corticales posteriores y temporales se reclutarían para un mayor procesamiento. La novedad suele ser manejada por el lóbulo frontal derecho, y una desproporcionada prevalencia en la funcionalidad frontal derecha sobre la izquierda, podría llevar a la liberación desinhibida de la "búsqueda de lo nuevo", que sumado a la rigidez compulsiva, podrían contribuir a la mayor creatividad artística y a comportamientos artísticos repetitivos en la DFT. 18

Cualquiera que sean los mecanismos, los pacientes pueden representar
verdaderos ejemplos de cómo el talento individual puede continuar existiendo
y/o creando en la fase de una enfermedad cerebral demencial.

El arte recompensa el cerebro

Según un estudio científico publicado en la revista NeuroImage, parece que apreciar el arte hace que el cerebro experimente una sensación de recompensa.

Al admirar el trabajo de pintores famosos como Dalí y Picasso, el cerebro puede experimentar mucho más placer que simplemente examinar objetos de la vida real. Esta investigación, realizada por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, incluyó 8 voluntarios (4 hombres y 4 mujeres), con una media de edad de 23 años. Los participantes tuvieron que mirar famosas obras de arte y obras no tan conocidas. Algunas de las pinturas – independientemente del autor – representaban objetos de la vida real. Los sujetos de prueba tuvieron que mirar las pinturas y, a continuación, mirar imágenes de objetos reales.19

Utilizando una técnica llamada resonancia magnética funcional (fMRI), el equipo de Emory analizó patrones de activación neuronal en cada uno de los cerebros de los participantes, mientras estaban mirando las pinturas e imágenes. Los resultados revelaron que el cuerpo estriado ventral, una región del cerebro que participa en el sistema de recompensa cortical, fue más activo cuando los sujetos de la prueba miraban las pinturas que cuando veían simples fotografías de los objetos.18-19

El arte no activa un solo proceso en el cerebro, existe una serie de circuitos involucrados, entre ellos el cuerpo estriado ventral y la corteza orbitofrontal que también resultó ser una zona de gran activación al mirar y apreciar el arte.18

 Conclusiones

  • El arte visual es la expresión de la funcionalidad neurológica y en gran parte, de cómo ésta organiza e interpreta la percepción.

  • Los trastornos neurológicos focales o difusos pueden alterar la calidad del arte producida por los artistas.

  • En la Demencia Frontotemporal los pacientes pueden representar verdaderos ejemplos de cómo el talento individual puede continuar existiendo y/o creando en la fase de una enfermedad cerebral demencial.

Referencias bibliográficas

1. Topolanski Ricardo. El arte y la medicina. Capítulo 1. Alegorías. Rev Arte y Medicina. [Internet]. 2015. [Consultado 2017 Ene 22]; aprox 4 pp. Disponible en: http://www.smu.org.uy/…/libros/…/arte-y-medicina/arte-y-medicina1.pdf

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5. Gassier Pierre, Wilson Bareau J. Vida y obra de Francisco Goya. Barcelona: Juventud. 1974; ISBN 84-261-5682-7.

6. Bozal, Valeriano. Francisco Goya, vida y obra. Madrid, España. 2005, 2 vols. (Aficiones, 5-6). ISBN 978-84-96209-39-8.

7. D'ors Führer C., Morales Marín, JL. Los genios de la pintura: Francisco de Goya, Madrid, Sarpe, 1990. ISBN 8477001002

8. Glendinning Nigel. El Coloso de Goya y la poesía patriótica de su tiempo. Dieciocho: Hispanic Enlightenment. [Internet]. 2004. [Consultado 2017 Ene 22]; aprox 6 pp. Disponible en: http://sites.google.com/site/franciscodegoyaelcoloso/d—glendinning-coloso-2004

9. Mena Márquez. Manuela de Goya: guía de sala, Madrid, España. 2008. ISBN 978-84-95452-46-7.

10. Luna Juan J. Cristo crucificado. Catálogo de la exposición celebrada en el Museo de Zaragoza del 3 de octubre al 1 de diciembre de 1996, n.º 9: «Cristo crucificado». Realidad e imagen: Goya 1746 – 1828. [Internet], 2017. [Consultado 2017 Ene 22]. Disponible en: http://www.almendron.com/arte/pintura/goya/obras_goya/goya_09.htm

11. Jiménez Fernando. Goya: Correlaciones en su patiobiografía. La comunicación a través del arte. ASMR. [Internet], 2012. [Consultado 2017 Ene 22]. 11 (1): 1 – 6. Disponible en: http://hdl.handle.net/10401/5497 2424

12. Francisco de Goya. Wikipedia en línea. [Internet], 2016. [Consultado 2017 Ene 22]. Disponible en: http://www.museodelprado.es/es/submenu/enciclopedia/buscador/voz/cartones-para-tapices-goya/

13. Alonso Fernández F. El enigma de Goya. Fondo de Cultura Económica, 2005.

14. Lázsló Földényi. Goya y el abismo. Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores. 2008

15. Carta de Goya a Bernardo de Iriarte (vice-protector de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), 4 de enero de 1794. Apud Bozal (2005), vol. 1, pág. 112

16. Tomlinson, Janis A., Cartones para tapices, Enciclopedia en línea, Museo del Prado. [Internet], 2008. [Consultado 2017 Ene 22]. Disponible en: http://www.museodelprado.es/enciclopedia/enciclopedia-on-line/voz/cartones-para-tapices-goya

17. Casariego Rafael. Francisco de Goya, Los Caprichos. Madrid: Ediciones de arte y bibliofilia. 1988. ISBN 84-86630-11-8.

18. Camon Aznar, José. Francisco de Goya, tomo III. Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. Instituto Camon Aznar. ISBN 84-500-5016-2.

19. Carrete Parrondo, Juan (1994). «Francisco de Goya. Los Caprichos». Goya. Los Caprichos. Dibujos y Aguafuertes. Central Hispano. R.A.de Bellas Artes de San Fernando. Calcografía Nacional. ISBN 84-604-9323-7.

Anexos

Anexo 1.

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Anexo 2.

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Anexo 3.

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Anexo 4.

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Autor:

Suleisi Preval Guerrero

Raidel Paz Barthelemy

Daira Eubenis Fernández Williams

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