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Vision general del bienestar animal en animales de compania



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Monografía destacada

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. ¿Qué es el bienestar animal?
  4. Visión sobre los
    animales
  5. Interacción humano-animal
  6. Estimación del componente animal
  7. Elección y/o selección de animales
  8. Perspectiva global sobre bienestar animal
  9. El bienestar animal como plan estratégico de la OIE
  10. Bibliografía

Resumen

El bienestar animal fue identificado como una de las prioridades de los Planes Estratégicos de la OIE desde el 2001. Los Países y Territorios Miembros encargaron a la OIE que asumiera el liderazgo en este campo, siendo la organización internacional de referencia para la sanidad animal, la que elaborase recomendaciones y directrices que abarcaran las prácticas de bienestar animal, reafirmando así la sanidad animal como un componente clave del bienestar animal

Una cosa acerca de los animales de compañía es cierta, y es que sus diferentes roles en las sociedades modernas no puede ser ignorada. Estudios sociológicos incluso sugieren que las conclusiones pudieran sacarse a través del comportamiento humano por estimación del comportamiento y bienestar de los animales dentro de una comunidad particular. Una vez que se ha estimado que al menos la mitad de los grupos familiares en las sociedades occidentales poseen animales de compañía (algunos grupos familiares tienen muchos animales), el rol social general de los animales de compañía es significativo, especialmente cuando la mayoría de los dueños de animales de compañía refieren que sus animales es un miembro más de la familia. Tal impacto posee ramificaciones legales en términos de leyes que regulan la tenencia de animales de compañía y las responsabilidades de sus dueños

Introducción

No hay duda que el bienestar animal ha recibido un reconocimiento creciente en el campo de la Medicina Veterinaria, especialmente desde la década de 1990. La primera sesión de Bienestar Animal fue sostenida en el vigésimo sexto Congreso Mundial de Medicina Veterinaria en 1992 (Seamer y Quimby, 1992), y la Universidad Royal de Cirugía Veterinaria y la Federación de Universidades para el Bienestar Animal sostuvieron un importante simposio en 1998 (Michell y Ewbank, 1998). Entre 1996 y 2004, La Conferencia Internacional de Animales de Compañía desarrolló seis reuniones en las cuales, entre otras cosas, se discutió cómo está involucrada la Veterinaria en materia de Bienestar Animal. Sin embargo, a pesar de esta incrementada atención, hay cierta inconsistencia en la definición o evaluación del Bienestar Animal (Barnard y Hurst, 1996).

Una de las razones es que el Bienestar Animal es a menudo evaluado desde un punto de vista particular. Esto implica que las personas se forman opiniones de ciertos paradigmas o desde puntos de inicios específicos, que conducirá a comportamientos predecibles. Tales puntos de vistas pueden parecer evidentes en sí mismo dentro de círculos particulares, pero cada uno de ellos excluye todas las otras opiniones. Una aproximación más universal de estimar el Bienestar Animal pudiera ser alcanzada estableciendo las bases científicas para su estimación. Tal aproximación en la estimación del Bienestar Animal en los animales de compañía debe ser alcanzada acomodando la mayoría de los puntos de vistas en una línea directiva ampliamente aceptada (Odendaal, 2005).

El bienestar animal fue identificado como una de las prioridades de los Planes Estratégicos de la OIE desde el 2001. Los Países y Territorios Miembros encargaron a la OIE que asumiera el liderazgo en este campo, siendo la organización internacional de referencia para la sanidad animal, la que elaborase recomendaciones y directrices que abarcaran las prácticas de bienestar animal, reafirmando así la sanidad animal como un componente clave del bienestar animal. El Grupo de trabajo permanente sobre bienestar animal se constituyó durante la 70ª Sesión general en febrero de 2002 y sus primeras recomendaciones se adoptaron un año después. Los principios generales de bienestar de los animales se incluyeron en la edición 2004 del Código Sanitario para los Animales Terrestres (Código Terrestre). Posteriormente en la 73 ª Sesión General de la OIE en mayo de 2005, el Comité Internacional (conformado por los delegados nacionales de los Países y Territorios Miembros de la OIE) adoptó cinco directrices sobre bienestar animal con el propósito de incluirlas en el Código Sanitario de los Animales Terrestre. Dichas normas, que se actualizan de manera constante, abordan los siguientes temas: transporte de animales por vía marítima, transporte de animales por vía terrestre, transporte de animales por vía aérea, sacrificio de animales para consumo humano y matanza de animales con fines profilácticos (Gómez et al., 2011).

Aunque en la segunda mitad del siglo XX, de forma individual, muchos médicos y técnicos veterinarios cubanos desarrollaban acciones destinadas a garantizar el bienestar de los animales y se auto preparaban; para una eficaz labor, tanto en su trabajo diario con los animales de granja en las instalaciones pecuarias; con las mascotas al atenderlas en los consultorios y clínicas veterinarias; con los animales de laboratorio tanto en el centro de producción de éstos, como en los centros de investigación biomédica; con los animales de exhibición existentes en acuarios y zoológicos; con los animales empleados en las prácticas de los centros docentes de nivel medio y superior, no es hasta el año 2001 en que se definen ciertas pautas para el desarrollo de tan importante ciencia en el país. La Asamblea General de Asociados del Consejo Científico Veterinario de Cuba efectuada el 22 de junio del 2000 en el Palacio de Convenciones de La Habana, fue marco propicio para debatir ampliamente sobre una serie de manifestaciones de abuso y maltrato en las diferentes categorías de animales, observadas a lo largo y ancho del país. Apareciendo entre los principales planteamientos: la tenencia irresponsable, el abandono de animales en lugares públicos, el poco control de la natalidad de la población canina y felina, los pesos excesivos, en el caso de animales de carga y tiro, la explotación excesiva de los animales, empleados en la transportación, la venta ilícita de animales domésticos y de laboratorio, la insuficiente aplicación de multas o sanciones a infractores, y la falta de una legislación integradora para la protección legal de los animales. Tras el debate, se acordó por los asociados presentes, introducir la difusión de la temática del Bienestar Animal en la profesión veterinaria; actualizar y divulgar la legislación vigente y trabajar en función de que se lograra su completamiento. Considerando que el establecimiento de normas está dirigido principalmente a los sectores productivos y de los servicios veterinarios, se impulsa el trabajo educativo estimando que sin la concienciación, sensibilización y asimilación de cada miembro de la sociedad, no se lograrán resultados notables en cuanto a la garantía de las cinco necesidades básicas para los animales (Vidal, 2011)

¿Qué es el bienestar animal?

Muchas personas de los países desarrollados, tienen una concepción muy similar de lo que es el bienestar animal. Esto queda revelado cuando les pedimos a ellos que nos den ejemplos de animales con pobre bienestar. Cuando a una amplia variedad de personas, nosotros le preguntamos esta cuestión, ellos responden con una lista remarcadamente similar de ejemplos. La lista incluye animales que están enfermos, lesionados, con dolor, hambre, sed, olvidados, asustados, frustrados y deprimidos o aburridos. Las personas tienen más dificultades para dar ejemplos de animales con buen bienestar. Algunas veces ellos sugieren que si ninguno de los estados de bienestar reducidos mencionados previamente está presente, entonces esto puede representar un buen estado de bienestar (Duncan, 2002).

Desafortunadamente, lo fácil con que las personas pueden producir una lista de estados reducidos de bienestar no significa que el bienestar animal pueda ser fácilmente definido en términos científicos. En 1983, Marian Dawkins y Duncan revisaron todos los artículos publicados en este campo en la ciencia de bienestar animal y concluyeron que es imposible dar una definición científica de bienestar (Duncan y Dawkins, 1983). Ellos sugieren una amplia descripción de trabajo de bienestar pudiera incluir nociones de los animales en completa salud física y mental, los animales en armonía con su ambiente, los animales siendo capaces de adaptarse sin sufrimiento a un ambiente artificial provisto por la existencia humana y que de cierta forma las sensaciones de los animales sean tomadas en cuenta. Más recientemente otros autores han alcanzado una conclusión similar sobre la imposibilidad de definir científicamente el bienestar (Fraser y Mattwes, 1997; Fraser, 1999). Debe notarse que esta descripción amplia de trabajo dada con anterioridad incluye por un lado los aspectos físicos y por otro los aspectos mentales de las sensaciones subjetivas (Duncan, 2005).

No hay duda que el bienestar animal ha recibido un reconocimiento creciente en el campo de la Medicina Veterinaria, especialmente desde la década de 1990. La primera sesión de Bienestar Animal fue sostenida en el vigésimo sexto Congreso Mundial de Medicina Veterinaria en 1992 (Seamer y Quimby, 1992), y la Universidad Royal de Cirugía Veterinaria y la Federación de Universidades para el Bienestar Animal sostuvieron un importante simposio en 1998 (Michell y Ewbank, 1998). Entre 1996 y 2004, La Conferencia Internacional de Animales de Compañía desarrolló seis reuniones en las cuales, entre otras cosas, se discutió cómo está involucrada la veterinaria en materia de Bienestar Animal. Sin embargo, a pesar de esta incrementada atención, hay cierta inconsistencia en la definición o evaluación del Bienestar Animal (Barnard y Hurst, 1996).

Una de las razones es que el Bienestar Animal sea a menudo evaluado desde un punto de vista particular. Esto implica que las personas se formen opiniones de ciertos paradigmas o desde puntos de inicios específicos, que conducirá a comportamientos predecibles. Tales puntos de vistas pueden parecer evidentes en sí mismo dentro de círculos particulares, pero cada uno de ellos excluye todas las otras opiniones. Una aproximación más universal de estimar el Bienestar Animal pudiera ser alcanzada estableciendo las bases científicas para su estimación. Tal aproximación en la estimación del Bienestar Animal en los animales de compañía debe ser alcanzada acomodando la mayoría de los puntos de vistas en una línea directiva ampliamente aceptada (Odendaal, 2005).

Visión sobre los animales

Desde que los humanos comenzaron a registrar la historia, los animales han sido tratados de variadas formas y se le han dado muchos géneros de estatus social en las sociedades humanas. Algunos animales disfrutan de un estatus divino, como representando al Salvador, quien pudiera liberar a las personas de sus pecados. En el viejo testamento de la Biblia, los animales fueron sacrificados como ofrendas a los pecados de las personas, y este ritual fue reemplazado en el nuevo testamento con el redentor quien se ha sacrificado en sí mismo por todos los creyentes en el cristianismo. Los animales fueron usados en sacrificios de culto, fueron algunas veces vistos como demonios o se creyó que fueron formas intermedias durante la re- encarnación humana (Odendaal, 2005).

Los animales fueron sacrificados despiadadamente para alimentos y otros productos, cazados como presas o deporte de sangre, y explotados de las más variadas formas para el entretenimiento humano. Algunas veces los animales han sido torturados y asesinados por personas coléricas quienes han desplazado su enfado encima de estas criaturas, a pesar del hecho de que los animales no representaban en sí mismo ni amenaza ni daño alguno. Ellos fueron disciplinados en público por comportamiento erróneo y enjaulados por que las personas lo consideraron necesario, y fueron alistados sin elección dentro de las guerras humanas (Serpell, 1986).

Algunos animales han sido tratados y vistos como humanos con características humanas (antropomorfismo), o a la inversa los humanos han adoptado algunas características de animales o han elegido animales como símbolos y logos para representar equipos, compañías, instituciones, tribus o países. Los animales también serán descritos en todas las culturas humanas por medio del arte, la música y la literatura y en el arte comercial moderno (publicidad) son usados para ayudar en la venta de productos (Baumans, 2005).

Estas actitudes ambiguas no solo están relacionadas con la forma en que los humanos ven a otras criaturas sino también de como se ven ellos mismo – porque todas estas asunciones y comportamientos también reflejan la forma en que las personas han visto y tratado a otras personas (Bayvel, 2005).

Algunas personas pueden verse a si misma completamente superior al medio ambiente y los animales, mientras otras pueden verse como partes iguales o incluso mucho menos que nuestro medio ambiente como un todo (Bowles et al., 2005). Ambos puntos de vistas opuestos – superioridad e igualdad – pueden contener elementos de verdad, aunque tomar cualquiera de uno de estos puntos de vista en extremo se ha visto como inaceptable como corriente de pensamiento principal. El alcance de las relaciones entre el ambiente, animal y humano variará dependiendo de muchos factores que encuentran entre el interés en sí mismo del ser humano, la sensibilidad ambiental y las consideraciones éticas (Antonites y Odendaal, 2004).

Probablemente la idea que más a menudo es citada para indicar una completa equivocación de los animales como seres sensibles es la declaración de René Descartes (1596 a 1650), pues este considera a los animales "autómatas": maquinas vivientes o cosas (Robinson y Garrat, 1999).

Emmanuel Kant (1724 – 1804) argumentó que la crueldad hacia los animales no puede ser condenada; no porque la posición de los animales haya mejorado, sino porque tal comportamiento pudiera reflejarse negativamente sobre los seres humanos que infligen la crueldad (Delius et al., 2000).

Albert Schweitzer (1875 – 1965) creyó que la vida, en contraste con la no vida, debe ser vivida y es intrínsecamente valiosa, buena y relevante. La filosofía de Schweitzer abraza la vida animal. Este acercamiento puede ser llamado Holismo: una interconexión que es soportada por las creencias tradicionales del este, así como por al teoría moderna Gaia de James Lovelock (Lovelock, 2000).

Otro punto de vista sobre los animales es el utilitarista contemporáneo. Peter Singer confirió valor moral sobre la existencia animal para extender a los animales las ideas morales básicas de igualdad y derechos humanos (Singer, 1975). El utilitarismo tradicional pondrá en una balanza los costos y beneficios de nuestras interacciones con los animales y pretenderá justificar tales interacciones de una forma pragmática (Delius et al., 2000). Los movimientos de los derechos animales modernos dirigen temas tales como especiesismo – en el cual los movimientos proponen ver como similares al racismo, la esclavitud, y el sexismo – así como también la posición de los animales como seres sensibles (Regan, 1983).

Durante los pasados treinta años, cinco tendencias claramente distintas han sido desarrolladas para focalizar más la atención sobre el Bienestar de los Animales de Compañía, que son definidos como aquellos animales que permanecen en compañía de los seres humanos o proveen compañía a los humanos (Scott , 2004).

FILOSOFÍA.

Las Filosofías modernas sobre la posición de los animales han traído a éstos a una relación más estrecha con los humanos en el estatus moral y ético. A pesar de esta tendencia, sin embargo, aún hay discriminación existiendo registros de niveles de desarrollo de un animal y su consecuente aceptación como parte de la moralidad humana. Sin embargo, inquietudes acerca de como deben ser tratados los animales están más ampliamente distribuidos que incluso antes. Los activistas por los derechos de los animales están operando todos alrededor del mundo y asegurando reportajes a través de medios sensibles para lograr más personas concientes de los temas de Bienestar Animal. Muchas de estas campañas de concienciación son conducidas por convicciones filosóficas (Odendaal, 1988 a).

Esta tendencia hacia el activismo relaciona a las personas pensando y usualmente dirigidas por lo aprendido de filósofos del Bienestar Animal – personas que teorizan sobre éstos temas. Uno pudiera describir su contribución a la ciencia de las ideas. Sin embargo, una vez que los activistas tienden a alcanzar a excluir algún otro punto de vista sobre este tema animal, no es apropiado para aplicaciones prácticas (Capra, 1982).

SOCIOLOGÍA

Los animales de compañía juegan un rol más especializado y variado en las sociedades humanas que incluso antes. En las comunidades humanas modernas, tales animales pudieran ser descritos como plagas, artefactos de la naturaleza, trampas de mascotas (Donde comienza la etapa inicial de belleza o amor, que es más tarde reemplazada por las responsabilidades de manutención de los animales de compañía), parásitos, riesgos ambientales o un mal necesario. Ellos también pudieran ser descritos como controladores de plagas, sistemas de seguridad biológica, compañeros de recreación, contribuidores a la sanidad de las personas, e iguales a los humanos que comparten un similar espacio de vida íntimo (Hutton, 1983).

Una cosa acerca de los animales de compañía es cierta, y es que sus diferentes roles en las sociedades modernas no puede ser ignorada. Estudios sociológicos incluso sugieren que las conclusiones pudieran sacarse a través del comportamiento humano por estimación del comportamiento y bienestar de los animales dentro de una comunidad particular. Una vez que se ha estimado que al menos la mitad de los grupos familiares en las sociedades occidentales poseen animales de compañía (algunos grupos familiares tienen muchos animales), el rol social general de los animales de compañía es significativo, especialmente cuando la mayoría de los dueños de animales de compañía refieren que sus animales es un miembro más de la familia. Tal impacto posee ramificaciones legales en términos de leyes que regulan la tenencia de animales de compañía y las responsabilidades de sus dueños (Odendaal, 1988 b).

Por tanto, el impacto económico de la manutención de animales de compañía esta disponible en reportes formales publicados desde un número de países. Aunque tales encuestas, comenzaron por los fabricantes de alimentos para mascotas quienes desean estimar el mercado potencial, el mercado cubre aspectos muchos más amplios que tan solo la producción de alimentos. Las personas también están económicamente involucradas en el bienestar de los Animales de Compañía sin dueños, embarcando en perreras, criando e importando y exportando linajes de cría, exhibiciones, deportes y otros tipos de competiciones, suministros para los animales, salas de aseo, y una amplia variedad de tiendas que venden artículos relacionados con la crianza y uso de los animales. La industria de salud de los animales de compañía involucra veterinarios, técnicos y asistentes así como también esquemas de seguro médico. Los perros juegan un rol importante en los servicios de seguridad privados y públicos, y los entrenadores de perros son una parte integral de esta industria (Odendaal, 1994).

Los factores económicos, sociales y legales están influenciado a menudo considerablemente por una aproximación emocional a materias de bienestar en animales de compañía, y tales emociones a veces pueden sobre pasar la racionalidad. El alcance de las ciencias sociales, en relación con las emociones de grupos de personas, a menudo contribuyen a registrar una mayor tensión en aspectos de bienestar que en proveer una norma de objetivos para su evaluación (Broom, 2005).

ESTUDIOS EMPÍRICOS.

Un amplio cuerpo de nuevas evidencias empíricas a cerca de la fisiología de los cerebros animales es adecuadamente disponible, y estudios científicos generalmente indican similitudes entre humanos y sus animales de compañía. Los estudios también incluyen observaciones de comportamiento abiertas para evaluar habilidad y capacidad, pruebas de aprendizaje, solución de problemas y uso de herramientas y juguetes, así también como las estructuras sociales y las relaciones de los animales. Muchos de estos estudios son hechos sobre primates y otras especies de orden superior tales como delfines y animales de compañía, pero algunos también involucran aves. Muchos de estos estudios están asociados con experimentos controlados dentro de ambientes artificiales o laboratorios, y los resultados son a menudo presentados como procedentes de aparatos altamente sofisticados (Bekoff, 2000).

Los resultados de los estudios de entendimiento animal pudieran ser útiles en los debates de bienestar de los animales de compañía, particularmente estos estudios prueban de la cercanía entre humanos y animales de compañía (aunque tales aproximaciones están inaccesibles a la mayoría de los dueños de animales de compañía). La información es basada en las ciencias básicas de neuroanatomía y y neurofisiología, así como también estudios aplicados tales como comparaciones evolutivas de modelos de comportamiento. Aunque estas aproximaciones están basadas en la ciencia, son inadecuados para proveer parámetros de estimación práctica; su valor consiste solamente en ayudar al entendimiento de los temas de bienestar (DeGrazia, 1996).

Interacción humano-animal

El desarrollo de una disciplina académica relativamente nueva, conocida como "Estudios de Interacción Animal Humano", ha contribuido mucho al entendimiento de las relaciones modernas entre humanos y animales de compañía. Los científicos en este campo se acercan al fenómeno de las relaciones animal-humano de forma sistemática, y tienen un conocimiento de gran magnitud procedente de aproximaciones puramente filosóficas y emocionales a los animales de compañía. La disciplina ha progresado tanto que la Organización Mundial de la Salud ha prestado apoyo a la terapia asistida con animales (International Association of Human- Animal Interaction Organisation, 1995). Sin embargo, se han elevado inquietudes sobre el bienestar de los animales que están siendo usados para terapia en situaciones clínicas. La pregunta que se eleva es la siguiente: ¿cuándo las personas se sienten confortables por interacción positiva con los animales, los animales se sienten de manera similar, o son ellos solamente instrumentos en tal situación, que no se beneficia en si mismo? Recientemente, se encontrado apoyo científico para la terapia auxiliada de animales, pues se identificó el Rol de algunos neurotransmisores durante interacciones positivas entre humanos y perros. En un estudio novedoso, el rol de iguales neurotransmisores en humanos y perros fue establecido durante las interacciones. Los resultados indican que ambas partes experimentan efectos positivos similares, de manera que los animales se benefician tanto como los humanos; en otras palabras su bienestar no está comprometido (Odendaal y Meintjes, 2003).

Los estudios de la interacción animales de compañía y humanos deben ciertamente considerar el bienestar de los animales involucrados pero (aunque tales inquietudes son traídas a la superficie en estos estudios de tiempo en tiempo) el bienestar animal no es el tema central de tales estudios. De esa manera, el campo de los estudios interacción animal-humano es inadecuado para proveer una línea directiva necesaria para el bienestar de los animales de compañía, a menos que la etología – que es a menudo incorporada en estos estudios – sea usada para proveer tal guía directiva (Griffin, 1992).

ETOLOGISTAS.

La especialización en etología (el estudio del comportamiento animal) ha establecido una nueva profesión, para los etologistas de los animales de compañía. La etología trata sobre las necesidades de los animales de compañía en sus ambientes todos los días. Si tales necesidades están satisfechas o no se tornan aparentes en la evaluación del comportamiento social de los animales en relación a sus ambientes específicos. La ciencia del comportamiento animal debe de esa manera formar la base para la estimación del bienestar de los animales de compañía (Noske, 1993).

Esta tendencia hacia el reconocimiento de los practicantes de la etología en los animales de compañía no solamente puede proveer una estimación basada en la ciencia para el bienestar de los animales de compañía, sino que también puede ser práctica y probablemente más abarcadora que ningún otro procedimiento descrito (Pepperberg, 1987).

Estimación del componente animal

Estos componentes están basados en la etología de los animales de compañía. Considera el conocimiento científico de las necesidades básicas de los animales de compañía como se indica por su (Van den Bos y De Veer, 1999):

?? Sistemas de comportamientos (etograma).

?? Necesidades sociales en una estructura social interespecífica.

?? Necesidades para el desarrollo, que variaran en las diferentes etapas de desarrollo.

?? Necesidades de aprendizaje, en términos de lo que se espera de un animal en un ambiente humano.

?? Necesidades fisiológicas específicas o individuales que pudieran estar relacionadas con la especie, la raza, el género, o la edad.

Todas estas necesidades mencionadas con anterioridad están bien descritas en la etología de los animales de compañía, y ellas proveen una base adecuada para los objetivos de estimar el bienestar basado en la ciencia. Los criterios serán el comportamiento esperado o normal para un individuo específico contrastado con su especie, raza, género y edad (Brown y Hollingsworth, 2005). El estudio de las necesidades para el bienestar animal, reemplaza el estudio del dolor y el miedo, por que el bienestar puede estar comprometido por necesidades no satisfechas que no se manifiestan con dolor y miedo (Duncan, 2005).

Los científicos del comportamiento deben también ser capaces de distinguir entre diferentes aspectos de las necesidades animales y el comportamiento (Benson, 2004):

?? Necesidades normales o esperadas para una especie, raza, género o edad en particular

?? Comportamiento no aceptable para el propietario, pero que es normal para el animal.

?? Comportamiento anormal, que está caracterizado por el comportamiento que siempre ocurre en una minoría de una población identificada; es dañina para el animal, otros animales y humanos; o que ocurren en extremos de un continuo de modelos de comportamiento normal.

?? El comportamiento inducido por humanos, conocido como privación como opuesto a las necesidades básicas.

La estimación del bienestar animal pudiera ser sumamente confusa sino se estima sobre bases científicas. No siempre es fácil distinguir entre comportamiento normal, inaceptable, anormal e inducido, y la estimación no científica pudiera aplicarse a los criterios de los estudios de necesidades de una forma mecánica. Las personas sin entrenamiento científico probablemente no consideraran otros aspectos biológicos de los animales, tales como su capacidad de habituación, socialización, desensibilización, y adaptación. Cuando la estimación, es hecha solamente desde una lista de comprobación de los comportamientos esperados, sin compenetración científica dentro de la biología, los asesores pudieran arribar a conclusiones erradas (Dantzer, 2001). Aunque las mediciones para el estrés están disponibles en clínicas y laboratorios, los etologistas de animales de compañía pueden diagnosticar el estrés realizando una estimación basados en los criterios de la ciencia del comportamiento (Mason et al., 2001).

ESTIMACIÓN DEL COMPONENTE HUMANO.

Este componente trata del ambiente que los humanos proveen a sus animales de compañía. Obviamente, será un ambiente humano, pero un equilibrio debe ser encontrado entre el ambiente que se ha proveído y las formas de satisfacer las necesidades básicas de los animales de compañía (Odendaal, 2005).

RESPONSABILIDAD DE LOS HUMANOS CON LOS ANIMALES DE COMPAÑÍA.

Aquí, los humanos y los animales de compañía no son vistos como nosotros y ellos, sino como una pareja que se complementa que puede ser descrita como un sistema social simbiótico. Considerando el gran número de animales que comparten la compañía de los humanos, es de importancia crítica también tener los criterios de estimación para los propietarios de animales de compañía responsables (McInerney, 2002).

Los propietarios de animales de compañía deben estar vinculados a la definición de domesticación, que es proceso por medio del cual los humanos toman responsabilidad en la selección y cuidado de los animales. El término proceso indica que la domesticación no es una actividad corriente. La mayoría de nosotros aprendimos acerca de nuestros animales de compañía y lo mejor que nosotros entendemos es que sus necesidades básicas, y su mayor progreso está en el proceso continuamente refinado de domesticación (Edwards, 2004).

Como en los casos de estimación en temas de comportamiento en los animales de compañía, los criterios de estimación para los propietarios deben ser prácticos y lógicos basados en la ciencia, y determinados estándares que el promedio de los propietarios puedan reunir. La implicación es que cuando un animal de compañía exhibe un comportamiento inaceptable en una comunidad humana (por ejemplo un perro que muerde), la culpa no debe ser colocada sobre el animal. La responsabilidad de los propietarios debe ser siempre considerada como parte de la estimación. Los siguientes cinco criterios son propuestos para estimar la responsabilidad del propietario de animales de compañía (Odendaal, 1994).

Elección y/o selección de animales

Los propietarios tienen la elección de tener a su cuidado un animal de compañía o vivir sin él. Si la elección es obtener un animal, el propietario tiene una elección secundaria: que animal seleccionar. Algunos propietarios intentan evitar esta responsabilidad demandando que el animal se presentó o vino de forma accidental. El hecho es, sin embargo, que los propietarios tomaron voluntariamente la decisión de integrar al animal dentro de sus vidas. El cuidado de animales de compañía es siempre una materia de elección, no de fuerza o compulsión, independientemente de como el animal obtuvo el cuidado del dueño. Por tanto todos los propietarios de animales de compañía pueden ser medianamente responsables por el tipo de animal a su cuidado. En muchísimas oportunidades el bienestar de los animales es estimado sin considerar el rol de los propietarios como parte del proceso de domesticación, selección y cuidado (Galvin et al., 2005).

SOCIALIZACIÓN.

Cuando el bienestar de los animales de compañía es estimado, la socialización o la ausencia de la misma en los animales que están siendo criados es importante. Perros, gatos, aves, ponis, y caballos necesitan una adecuada socialización, así como también los animales exóticos, que pueden atemorizarse de los humanos que se aproximan a ellos o estar bien socializados y confortables con la compañía humana (Festing et al., 2002).

ENTRENAMIENTO.

El entrenamiento a menudo tiene una connotación negativa entre profesionales del bienestar animal debido a los métodos usados por algunos entrenadores. Por tanto, las personas necesitan estar clara del significado exacto de este concepto en el contexto de la estimación a propietarios. Entrenar un animal de compañía no significa enseñar a un animal a ejecutar malabares complicados o graciosos. Más bien, los animales sociales necesitan aprender que su rol debe ser en una estructura social. Los animales sociales tienen sistemas de educación para enseñar sus roles entre ellos mismos, cuando ellos viven en nuestros sistemas sociales, ellos también "esperan" que nosotros les enseñemos cual es su lugar en nuestras familias. Muchos temas de bienestar están relacionados con los animales que simplemente no saben que se espera de ellos. Los animales a menudo se meten en problemas o son castigados debido a la ausencia de entrenamiento que les pudiera indicar donde ellos están ubicados en un sistema social interespecífico (Gott y Monamy, 2004).

CUIDADO Y BIENESTAR.

Muchas personas pudieran presumir que la estimación de la responsabilidad de los propietarios de animales de compañía comienza con el cuidado y el bienestar. Sin embargo, antes de cualquier cuidado deben ser considerados, los tres primeros aspectos que han sido descritos, a saber: la elección del animal, un programa pre- planeado de socialización y decidir el nivel de entrenamiento y rutinas que serán enseñadas al animal (Matfield, 2002).

Hay dos tipos de cuidados: básico y especializado. El primero involucra el cuidado suministrado directamente por el propietario, y el segundo por personas entrenadas profesionalmente tal como veterinarios y etologistas. Otros especialistas en proveer cuidados son, por ejemplo, propietarios de perreras, personal de bienestar, presentadores de clases de socialización, entrenadores profesionales, caminadores de perros y aseadores de animales (Monamy, 2000).

BUENA CONVIVENCIA.

Las sociedades humanas tienden a organizar su vida social con costumbres y leyes, las autoridades locales por tanto tienen reglas, regulaciones y leyes para mantener el orden en la sociedad. Una vez que los animales de compañía viven estrecho contacto con sus propietarios y humanos, algunas de estas reglas, regulaciones o leyes se aplicaran al comportamiento y la presencia animal en las comunidades humanas. En la mayoría de los casos se espera que los propietarios de animales de compañía: mantengan un ambiente no poluido de excreciones animales (aspectos higiénicos); evitar disturbios a los vecinos (especialmente ruidos animales incesantes); asegurarse que los animales no sean peligrosos para personas y otros animales; participar en el control de los movimientos de los animales de compañía todo el tiempo (Orlans, 2000). Estos aspectos pueden variar de lugar a lugar, pero en esencia tales reglas se resumen en una buena convivencia. Para alcanzar tal tranquilidad y buenas relaciones entre vecinos, cada propietario de animal de compañía debe ser conciente e informado de las leyes locales relativos a los animales (Richmond et al., 2002).

DOS PUNTOS DE VISTAS SOBRE LA ESTIMACIÓN DEL BIENESTAR ANIMAL.

En la comunidad de investigación de bienestar animal surgieron dos escuelas distintas de pensamiento emergente. Un grupo que sugiere que el bienestar debe tener en cuenta principalmente la salud física de los animales. El otro grupo propone que el bienestar tiene que ver más con la salud psicológica y como los animales se sienten. Estos dos grupos han sido llamados como: escuela de funcionamiento biológico y escuela de las sensaciones (Duncan, 2004).

ESCUELA DE FUNCIONAMIENTO BIOLÓGICO.

La escuela de funcionamiento biológico cree que el bienestar está estrechamente conectado con la ausencia de respuesta al estrés fisiológico, o al menos con la ausencia de respuesta al estrés prolongado (Barnett y Hemsworth, 1990). Otra doctrina de la escuela de funcionamiento biológico es que para mantener un buen bienestar el animal debe ser capaz de adaptarse a su ambiente. Finalmente esta escuela cree, que para un buen bienestar, los animales deben ser capaces de satisfacer sus necesidades biológicas (Hurnik y Lehman, 1988).

Intuitivamente, vincular el bienestar con la ausencia de respuesta al estrés marca el significado. Los primeros artículos sobre bienestar asumieron que un animal que no ha mostrado respuesta al estrés fisiológico pudiera tener un buen bienestar y un animal que mostró una respuesta al estrés significativa pudiera tener pobre bienestar (Wood-Gush et al., 1975). Sin embargo, como se dijo con anterioridad, estas asunciones fueron subsecuentemente demostrando que no siempre son ciertas. Algunas veces los animales que parecen estar angustiados no muestran respuesta al estrés (Terlouw et al., 1991) y algunas veces los animales muestran una respuesta al estrés cuando los involucran en actividades de premiación. Por tanto, la esperanza temprana de determinar el bienestar animal simplemente tomando algunas medidas de respuesta de estrés fisiológico no ha sido satisfecha (Rushen, 1991).

El concepto de animales capaces de enfrentar su ambiente no está claro. El problema con este término es que su uso sugiere que la palabra es explicada como alguna cosa, mientras de hecho no es así. Decir que un animal no es capaz de enfrentar su medio ambiente significa que su bienestar está comprometido y, si no hacemos nada, el animal pudiera morir (Leeson et al., 1995). Sin embargo, esto no es verdadero. Nosotros no podemos sacar conclusiones acerca del bienestar de un animal que enfrenta su ambiente o presenta dificultades para ello. Por ejemplo, los pavos se adaptan al dolor de las lesiones en la cadera, por permanecer postrado más de lo normal. No obstante, si este comportamiento es interpretado como de enfrentamiento al medio o no, el bienestar de las aves pudiera parecer estar comprometido (Duncan et al., 1990).

La escuela de funcionamiento biológico también ha propuesto que el bienestar de los animales se afectado por la jerarquía de las necesidades biológicas, y estas pueden ser clasificadas en orden de importancia como necesidades que sostienen la vida, necesidades que sostienen la salud, y necesidades que sostienen el confort. Por ejemplo, el agua es una necesidad que sostiene la vida: la ausencia de agua reducirá el bienestar y si la privación de agua es prolongada, el animal morirá. Satisfacer las necesidades de salud es un tanto menos importante para mantener el bienestar. Si las necesidades que sostienen el confort no son alcanzadas, el bienestar es también reducido, pero no tan severamente como cuando las necesidades que sostienen la salud y la vida no son satisfechas (Hurnik y Lehman, 1988).

ESCUELA DE LAS SENSACIONES.

En las críticas tempranas al uso de los animales sobre el bienestar animal, muchos enfatizaron el rol del sufrimiento en un bienestar reducido. A despecho de una influencia cartesiana, los animales (al menos mamíferos y aves) fueron vistos por una minoría significativa de las sociedades occidentales como seres sensibles capaces de sentir un rango de sensaciones. Similarmente, Ruth Harrison, en su libro maquinas animales, pone gran énfasis sobre el sufrimiento de los animales cuando critica la agricultura animal de los países industrializados en el año 1964 (Harrison, 1964). El Comité Brambell, estableció por el gobierno británico una investigación sobre los argumentos encontrados en el libro de Ruth Harrison, también ha reconocido el rol de los procesos mentales en bienestar reducido (Benson, 2004). Esto se ha dicho con anterioridad: bienestar es un término amplio que abarca el bienestar físico y mental de los animales. Cualquier ensayo para evaluar el bienestar, por tanto, pudiera tomar en cuenta la evidencia científica disponible respecto las sensaciones de los animales que pueden estar derivadas de su estructura y funciones y sus comportamiento (Benson, 2004).

La idea de que las sensaciones son un componente importante de bienestar fue dada con más credibilidad científica Marian Dawkins en su libro sufrimiento animal, publicado en 1980 (Dawkins, 1990). Después de eso la idea que se desarrolló, fue que no fuera solo las sensaciones un componente de bienestar, pero para ellos fue posiblemente fue lo único que importó (Duncan y Petherick, 1991).

La escuela de sensaciones cree que el bienestar es todo lo que se relaciona con las sensaciones de los animales: con ausencia de la fuerza, negativo, subjetivo y estados emocionales que a menudo se definen juntos como sufrimiento, y que incluye estados tales como: dolor, miedo, frustración, depresión, y en algunas especies aburrimiento (Wemelsfelder, 1993). El bienestar puede también

estar asociado con la presencia de estados emocionales positivos que son llamados comúnmente placer. No es posible hablar más sobre el rol del placer, simplemente porque ha habido muy poca investigación sobre el placer en los animales (Mench, 1998).

Ha sido ampliamente reconocido que las sensaciones han evolucionado significando la protección de las necesidades primarias de los animales en una vía más flexible que pudiera ser posible por los reflejos (Romanes, 1984). De esa manera, organismos invertebrados simples pueden vivir y reproducirse exitosamente, usando mecanismos de reflejos simples, para escapar del peligro, mientras que los vertebrados e invertebrados más complejos sus sensaciones han evolucionado al miedo como una forma flexible para evitar el peligro.

Hay ahora una creciente aceptación entre los científicos de bienestar animal, incluso aquellos de la escuela de funcionamiento biológico de la importancia de las sensaciones en la determinación del bienestar (Broom, 1998).

Perspectiva global sobre bienestar animal

MEDIO ORIENTE.

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