Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Políticas educativas del régimen del Dr. Joaquín Balaguer desde 1966-1978 (Rep. Dom)



Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Antecedentes históricos de las políticas educativas
  4. Políticas educativas durante el régimen de los doce años del Dr. Joaquín Balaguer
  5. Las principales deficiencias del sistema educativo nacional y situación socio-económica de los/as maestros/as en la política educativa implementada por el gobierno
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones y sugerencias
  8. Anexos
  9. Bibliografía consultada

Resumen

Esta investigación sobre las políticas educativas implementadas durante el período de gobierno de los doce años del Dr. Joaquín Balaguer, se ha realizado con el objetivo de conocer, analizar y describir los aspectos más relevantes y sus repercusiones en la sociedad. En particular la elaboración y la puesta en funcionamiento de las reformas educativas en el nivel medio.

El problema de investigación surge a raíz de la deserción, del bajo rendimiento académico de los estudiantes y el bajo índice de escolaridad que ocupa la República Dominicana en comparación con los demás países latinoamericanos.

Para alcanzar dichos objetivos, la metodología utilizada en esta investigación se basa en un enfoque cualitativo, y el tipo de investigación es descriptivo. Las fuentes y las técnicas fueron: recopilación documental, documentos escritos, documentos oficiales, documentación indirecta, memorias y anuarios, la prensa y el internet.

Los resultados obtenidos mediante la investigación nos lleva a la conclusión de que, tanto la política como las reformas educativas que se han realizado en nuestro sistema educativo, no han sido lo suficientemente definidas con respecto al tipo de sujeto a formar. Ya que estos no propiciaban un aprendizaje significativo. Hay que añadir, la falta de apoyo del gobierno y la falta de continuidad en los planes educativos, las reformas y los programas de estudios.

En ese mismo orden, se puede decir, que los planes de reformas no fueron elaborados tomando en cuenta la situación social, económica y cultural del país. Los principales actores del sistema no fueron integrados en dichas reformas.

Introducción

A continuación, el trabajo de investigación acerca de la "Política Educativa del régimen del Dr. Joaquín Balaguer desde 1966 a 1978. En concreto, el caso de: las Reformas Educativas en el Nivel Medio" tiene como perspectiva socio-histórica el desarrollo cultural, económico e intelectual de los/as maestros/as, durante ese período.

La finalidad de esta investigación se debe a la necesidad de conocer las incidencias y los cambios que se produjeron en el sistema educativo nacional durante los doce años que gobernó el Dr. Balaguer, con miras a comprender y hacer reflexionar a las autoridades y todos los actores involucrados en el sistema educativo, sobre la realidad de nuestra escuela y del sector magisterial durante dicho período histórico, y que aún en pleno siglo XXI continúa experimentando desaciertos en el ámbito social, político, cultural e intelectual de la sociedad dominicana.

El período histórico propuesto para la investigación es el denominado "los doce años del Dr. Joaquín Balaguer" desde 1966-1978, el cual se inicia tras el derrocamiento de Juan Bosch en 1963 y la guerra patriótica del 1965, que propugnaba el retorno de Bosch al poder: esto provocó la Intervención Militar Norteamericana que se produjo en ese mismo año, al invadir el país con el argumento de proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses y con el pretexto de que el movimiento constitucionalista estaba dirigido por fuerzas comunistas, con la intención de promover un gobierno castrista. Es importante destacar que en ese momento histórico en algunos países de América Latina se estaban promoviendo movimientos comunistas, razones por las cuales el gobierno de los Estados Unidos temía que en República Dominicana se estableciera un régimen comunista ya que esto perjudicaba sus intereses de expansión capitalista.

Entre junio y agosto de 1965, mediante un acuerdo definitivo, se puso fin a la ocupación física extranjera con una comisión de la OEA encabezada por el representante de la OEA -el embajador Bunker de los Estados Unidos- a la que asistió el Comandante Caamaño. Este acuerdo consistió en la retirada de los ocupantes y la reintegración a las Fuerzas Armadas de los militares constitucionalistas, la designación de un gobierno provisional y la celebración de las futuras elecciones en junio de 1966. Dichas elecciones estarían organizadas por el presidente provisional García Godoy, quien era alto dirigente del Partido Reformista contando con la ayuda del gobierno de Estados Unidos, ya que éste garantizaba sus intereses. En dichas elecciones participaron como candidatos Juan Bosch del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y Joaquín Balaguer del Partido Reformista (PR). Éste desató una campaña terrorista en contra de Bosch con el apoyo de los Estados Unidos, de la oligarquía nacional y de los militares trujillistas, resultando ganador el Dr. Balaguer, como producto de la intervención militar y del fraude electoral (Cruz, 2006, 345-354).

Es así cómo surge Balaguer nueva vez en los escenarios de la política nacional. Debido a la crisis política que vivió el pueblo dominicano después del corto gobierno de Bosch y siendo Balaguer su sucesor, éste duró tres períodos consecutivos manejando el destino del país después del ajusticiamiento de Trujillo y dando continuidad a un régimen autoritario, represivo y de terror, del cual los dominicanos creían haberse librado.

A partir de este contexto es propicio conocer y analizar la política educativa implementada durante el gobierno balaguerista a fin de comprender la problemática que persiste en el sistema, debido a que la educación formal juega un papel central que explica el desarrollo social, político, económico y cultural de las sociedades, en particular la dominicana. Las características de la educación dominicana en el nivel medio en la actualidad es la siguiente:

La deficiencia académica del estudiantado del nivel medio, relacionado con la baja calidad de la educación generando desigualdades e incumplimiento de sus expectativas, dando como resultado que los jóvenes sean desertados en las universidades. Algunos no terminan la educación secundaria y quienes lo logran, no ingresan a las universidades debido a que no califican cuando se les aplican las pruebas diagnósticas de admisión. En el caso de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) (2011), los estudiantes pasan por un proceso de Evaluación Académica del Ministerio de Educación, Ciencias y Tecnología. Además, una prueba de conocimiento general requerida por las facultades o escuelas, otras pruebas vocacionales requeridas por la Dirección de Orientación Profesional para el estudiantado de la Facultad de Ciencias de la Salud, etc.

Con los resultados de la prueba diagnóstica inicial de orientación y de medición académica, las pruebas diagnósticas de conocimientos generales o específicos y el promedio de las calificaciones del nivel secundario, el estudiantado será ubicado en el ciclo básico de la carrera solicitada. Ahí recibirá orientación vocacional o se le ubicará en el Plan de Nivelación. Quienes requieran del plan de nivelación, seleccionarán la carrera después de aprobado el mismo. Dicho plan consiste en retroalimentar los contenidos del ciclo general durante el primer cuatrimestre; si logran pasar las asignaturas, podrán ingresar a la carrera elegida. Además, en cada Facultad de Ciencias, se les da una prueba de admisión según la carrearas que escojan y, en caso de que los resultados no sean favorables, se les recomienda estudiar otra carrera o se les aplica un test en el Departamento de Orientación de dicha universidad para determinar lo que les conviene estudiar, según los resultados del mismo test. Esto conduce a que los/as estudiantes que optan para ir a la universidad, al no tener la suficiente preparación, no ingresan a las universidades por su bajo índice académico. En este mismo orden, el Estado no les provee otras alternativas, como serían las de aprender algún oficio que les permita obtener un empleo digno (UASD, 2011).

Sobre la deserción Vallejo (2008), señaló que las razones principales son las condiciones económicas, el trabajo, y los problemas familiares. El 35.8% de los estudiantes que ingresan a la universidades abandonan los estudios por la necesidad de trabajar y la imposibilidad de hacer ambas cosas a la vez, el 16% por formar una familia y el 12% por inconformidad o simplemente por entenderlo innecesario completar los estudios.

Esta situación se produce dado que el sistema educativo nacional carece de programas educativos que respondan a nuestra realidad social y económica, a la escasez de materiales didácticos en los centros educativos y a la sobrepoblación estudiantil, que sobrepasa los sesenta estudiantes por aula. Esto, a su vez, imposibilita el proceso de enseñanzaaprendizaje de manera significativa. En este mismo orden, se da el uso inadecuado de nombrar profesionales de otras carreras para impartir docencia sin la debida capacitación docente.

Otro aspecto es la motivación: como resultado de la desigualdad social y la falta de oportunidades ya que, en algunos casos, los padres tienen la imperiosa necesidad de mandar a sus hijos a trabajar en vez de mandarlos a estudiar, debido a que éstos no pueden suplirse sus necesidades básicas, mientras que, en otros casos, lo hacen porque a los hijos no les interesa estudiar, alegando que hay una gran cantidad de profesionales desempleados que tienen que dedicarse a otro oficio porque no han logrado escalar o conseguir un puesto de empleo decente, acorde con su profesión. Además, que dichos puestos, en su mayoría, son ocupados por personas que no tienen la debida formación para el mismo pero que les son otorgados por coyunturas políticas.

Añádase el desinterés personal y los anti-valores que predominan, tanto en el hogar como en la sociedad: el afán de obtener dinero fácil. Para nadie es un secreto que tanto por los principales medios de comunicación (la radio, televisión e internet), como por el entorno, donde se ve a diario la forma cómo se puede conseguir dinero rápido para solucionar sus problemas, etc., una vez logran el objetivo que se proponen, inmediatamente dejan los estudios para un segundo plano. Como consecuencias de todo esto, surge la deserción escolar que tiene, como telón de fondo, una estructura socio-política y un modelo económico que no satisface las necesidades colectivas. Además, la corrupción administrativa y el narcotráfico que se ha permeado en todos los ámbitos sociales son el flagelo que cada día está tomando más auge en nuestra sociedad. Todo esto aumenta la delincuencia, la prostitución y el consumo de estupefacientes en los/las adolescentes.

Por otra parta, el bajo índice de escolaridad que ocupa nuestro país en comparación con los demás países latinoamericanos como, por ejemplo, en Costa Rica, donde se invierte un 7% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación, mientras que en nuestro país la Ley de Presupuestos solo establece un 4%. Sin embargo, la educación nuestra solo recibe el 1.9% del mismo, y esa inversión no es suficiente para obtener una educación de calidad. Además, debido a la falta de inversión, en las escuelas se trabaja en condiciones deplorables, carencia de materiales didácticos, de recursos audiovisuales y de un personal docente que reciba una capacitación continua y un salario justo que les permita vivir dignamente (Aldia, 2012).

Nuestro sistema educativo carece de una política que vaya acorde con nuestra realidad, donde se involucren todos los actores de la sociedad (las autoridades, el ministerio, los maestros/as, los padres, madres, tutores y amigos de la escuela, en fin, a toda la comunidad), y de oportunidades para que los jóvenes puedan tener un desarrollo social, económico e intelectual.

En cuanto a la importancia de la investigación sobre las políticas educativas, hay que señalar que de la aplicación de está va depender el desarrollo de la nación, ya que la educación constituye la base fundamental de la sociedad. Además, ésta se basa en la indagación, análisis y la recolección de información sobre las condiciones del sistema educativo.

De este estudio, se espera conocer y dar a conocer el origen de la situación actual de la educación, a su vez, comprender y para plantear nuevas soluciones, con mira a contribuir a solucionar la problemática sociocultural e intelectual que ha venido enfrentando este sistema desde el inicio de la Cuarta República, por la falta de inversión y decisión política que favorecieran el sistema y, por ende, a la misma sociedad dominicana.

Por otra parte, dada las circunstancias de la educación en nuestro país, dicha investigación tendrá una relevancia en el ámbito social, al permitirnos conocer los cambios que se produjeron en los planes y proyectos, las reformas, los programas y las medidas tomadas por el gobierno al respecto, específicamente en el nivel medio. Además, en este estudio encontraremos respuestas a las interrogantes que son las razones fundamentales de la misma educación y, a su vez, cumpliremos con los propósitos propuestos, conociendo las prerrogativas que hoy por hoy se perciben en dicho sistema.

En ese mismo tenor, trataré de obtener los datos e información más importantes, tales como: los contenidos, los procedimientos, las técnicas, la intelectualidad, las estrategias y la organización administrativa del sistema durante el período histórico mencionado.

Esta investigación sobre el sistema educativo nacional podrá ser utilizada, para futuras investigaciones sobre la misma, en busca de soluciones para mejorar el servicio de la educación pública en nuestra sociedad. Además, servirá para orientar a todos los interesados, tales como: estudiantes, profesores e investigadores. En tantos, entes sociales capaces de transformarse a sí mismos, y de transformar lo que hoy llamamos sociedad.

En resumen, los objetivos principales son: primero, conocer y describir los aspectos más relevantes de la política educativa del régimen del Dr. Joaquín Balaguer desde 1966 al 1978, para comprender el estado actual de la educación dominicana; segundo, analizar las reformas educativas que tuvieron lugar en el nivel medio durante ese período, de modo que nos permita tener una visión clara sobre del tipo de enseñanza y sujeto a formar; y tercero, explicar las principales deficiencias que presentaba el sistema educativo durante el régimen de los doce años del Dr. Joaquín Balaguer, para así conocer el grado de prioridad dado a este sector por el gobierno. Por último, identificar de qué manera ha influido la situación socio- económica e intelectual de los/las maestros/as en la planificación y ejecución de una política educativa, a fin de entender y plantear soluciones, sobre las secuelas que ha venido arrastrando el sistema educativo en dichos aspectos.

Esta investigación contiene tres capítulos, los cuales describo a continuación: el primero consta de una síntesis sobre la política educativa implementada en el sistema educativo desde finales del siglo XIX a mediados del siglo XX; dicha síntesis se describe los aspectos e indicadores más relevantes de la política educativa nacional.

El segundo capítulo, trata sobre los aspectos más relevantes de la política educativa, durante el período de los doce años de Balaguer (1966-1978). Éste comprende el Plan de Reforma Administrativa, el Mapa Educativo, la Organización de los Centros Docentes del país en Centros Integrales de Desarrollo Educativos o Núcleos. También contiene los Proyectos y Planes de Reformas, tales como: el Plan de San José, expuesto en la Ordenanza 2/68 de 1968; el Proyecto Educativo para la Reforma del Nivel Medio, fundamentada en la Ordenanza 2/69, del 4 de marzo de 1969; el Plan de Reforma de la Educación Media, contenida en la Ordenanza 1/70, de 1970; y el Plan de Estudios y la reorganización de los Programas en el Nivel Medio.

El tercer capítulo trata sobre lo concerniente a la situación del sistema educativo y las condiciones socio-económicas de los maestros/as en la política educativa implementada por el gobierno del Dr. Balaguer durante el período histórico de 1966-1978.

CAPÍTULO I

Antecedentes históricos de las políticas educativas

1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

En el proceso histórico de la educación dominicana convergen tres corrientes fundamentales. En primer lugar, la obra de Fray Pedro Córdoba quien, como vice-provincial, representó a los dominicos en la Isla Española. Su obra se fundamentó en base a la luz de la antropología bíblica y de la teología cristiana. En segundo lugar, la obra de acción y pensamiento dirigida por Juan Pablo Duarte y Diez, basándose en la psicología y en la ética especial para obtener la libre determinación del pueblo dominicano. En tercer lugar, la obra educativa concebida por Eugenio María de Hostos, apóstol de tres proceridades al adoptar el positivismo, como base para los programas de enseñanza (SEEBAC, 1976, 6).

De este modo, surgieron las tres corrientes de formación humanística, destinadas a la educación integral del pueblo dominicano:

  • El humanismo de la concepción dominicana ,derivada de la doctrina tomista aplicada a nuestro medio,

  • El humanismo revolucionario, inherente a la filosofía política duartiana,

  • El humanismo educativo, vinculado a la concepción positivista hostosiana, no reñida con la doctrina de Cristo (SEEBAC, 1976, 6).

Durante el gobierno del general Gregorio Luperón y el Partido Nacional, se produjeron importantes transformaciones en el ámbito social e intelectual, dirigido por el ilustre Eugenio María de Hostos quien, con el apoyo del gobierno, organizó y diseñó el sistema educativo nacional. Éste promovió la apertura del Instituto Profesional -hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo- y fundó la Escuela Normal de Hombres en 1880; allí se impartían diversas asignaturas. Sus métodos de enseñanza abarcaron algunas áreas de la pedagogía tales como: el derecho y la sociología, con implicaciones psicológicas, históricas y filosóficas. La ética y lo moral formaron parte importante en sus enseñanzas y prácticas sociales (Moquete, J 2000, 61).

En mayo de 1879, se promulgó la ley que creó las escuelas normales de formación docente, las cuales quedaron autorizadas para expedir títulos de maestro normal primario y de maestro normal de segunda enseñanza. En ese mismo orden (1883) se emitió el Reglamento Complementario de Educación Pública, en el cual se planteaba que el objetivo de las escuelas normales era metodizar la educación en la República Dominicana, formando maestros para un sistema moderno de enseñanza.

Se insistió en la enseñanza organizada, lejos de las influencias del Estado, se propiciaron las escuelas laicas y la obligatoriedad del Estado y de los Ayuntamientos a la enseñanza pública, destacando la tolerancia en lo religioso y en lo moral. Guiados por estos principios, se logró que el Congreso aprobara la Ley General de Estudios en 1884, como fundamento de los planes de Hostos y de la Escuela Normal (Paulino 2010). En la misma se disponía que para ser maestro de escuela pública de varones se requiriera de un título obtenido en una escuela normal o poseer algún grado académico. En octubre de ese mismo año, se presentó el reglamento sobre maestros ambulantes, creando este tipo de educador a partir del concepto de escuelas ambulantes. Dichos maestros eran asignados por el Poder Ejecutivo en las secciones más pobladas del país (German, y Fernández, 2003, 143).

Este reglamento de educación pública estuvo vigente a modo de ley orgánica durante dieciséis años. Entonces se crea la junta directiva de estudios en la cúspide de la pirámide organizativa de la educación, con asiento en Santo Domingo, capital de la república, y su función era la de dirigir el sistema.

Su concepción pedagógica se fundamentó en el positivismo, corriente filosófica creada por el francés Augusto Comte. Sus ideas pedagógicas sirvieron de base para las reformas que se ejecutaron en el país a finales del siglo XIX. Para Hostos, la razón es la esencia del ser humano, y con estas perspectivas intentó debilitar la visión del hombre, predominante de la época, cuya esencia se percibía a través de la Fe. Por esto, Hostos asumió que el objeto principal de la enseñanza era contribuir al desenvolvimiento de las fuerzas intelectivas, poniendo a funcionar los órganos de la razón, según sus leyes (Rodríguez, 1939, 152.).

En ese mismo tenor, consideraba que la enseñanza debía efectuarse con contención a tres factores: lo psicológico, lo científico y lo social, asociando lo psicológico a los procedimientos y formas de enseñanza. Además, mostró que tenía conocimientos de la pedagogía diferencial, al considerar que al niño había que tratarlo como un ser distinto al adulto. Y estableció los principios de la enseñanza:

  • Prestablecer los conocimientos que han de comunicarse, tomando en cuenta las condiciones naturales de la razón humana, las edades y el desarrollo de los educandos.

  • Estudiar y conocer las funciones y actividades de la razón, es decir, conocer el orden al que atenerse y del cual no se pueda prescindir en la enseñanza.

  • Seguir el orden natural de la razón, de su desarrollo y de su operar y funcionar.

  • Seguir un método no arbitrario sino concordante con el plan de la naturaleza.

  • Seguir el método que la misma naturaleza sigue en su modo de desarrollar la inteligencia, prefijándose un sistema.

  • Desarrollar el método natural de la razón y el sistema bajo el cual se ha concebido ese método natural en mandos medios o métodos particulares, que son y deben ser, los recursos prácticos a que se apele para aplicar el sistema filosófico que se haya concebido.

En ese mismo orden, Hostos planteó una metodología pedagógica basada en el método objetivo para lo cual utilizaba materiales concretos para la enseñanza, es decir, métodos gráficos tales como dibujos y esquemas. También proponía el método expositivo.

Otra corriente filosófica educativa fue la llevada a cabo por el sacerdote Fernando Arturo de Meriño quien se destacó en el objeto de estudio. Meriño conservó una coherente oposición a las concepciones educativas de Eugenio María de Hostos. Sus ideas estaban relacionadas con el hombre y la sociedad, y nutridas, esencialmente, de su pensamiento cristiano. Consideraba que "si las sociedades se elevan por la educación moral y religión, hay algún modo de levantar y ennoblecer la personalidad humana". A diferencia de Hostos, Meriño defendió la enseñanza de la religión en las escuelas y decía que sin esa enseñanza el individuo quedaba hambriento de la verdad y mutilada su racionalidad. En otro orden, también Meriño se opuso a la instrucción enciclopédica y sostuvo que lo experimental e inductivo era el método más adecuado para la enseñanza de la ciencia (German y Fernández, 2003, 145.).

Otras figuras -como Salomé Ureña- interpretaron las enseñanzas de Hostos y crearon, con su ayuda, el Instituto de Señoritas Salomé Ureña. Salomé Ureña es considerada como una de las figuras más destacadas en su labor magisterial, que ejerció durante doce años. Y como fruto de su gestión, surgió un grupo de maestros que impactaron la escuela dominicana con su dedicación y su entrega, entre los que se encuentran: Leonor Matías Feltz, Ana Josefa Puello y Mercedes Laura Aguilar (Nivar, 1975, 77).

Con el proyecto de Ley de Enseñanza Pública de 1901, Hostos provocó un debate sobre los fines de la educación dominicana frente a los sectores que se oponían a la misma. El propósito de la reforma educativa hostosiana se basaba en la propuesta de moralización racionalista de la sociedad. En su discurso de la investidura de los primeros maestros normales: "la moral no se funda más que en el reconocimiento del deber por la razón", dijo Rodríguez (citado por González, 2010, 5).

Con respecto a la obra de Hostos en nuestro país, el Dr. Joaquín Balaguer, como estadista y pensador, llegó a decir lo siguiente:

La cultura nacional es, en sus aspectos esenciales, obra de Hostos. Aunque en él solo se acostumbra ver al reformador de la enseñanza, al sembrador que hizo su siembra de frutos en canteras de aulas, al propagador de una nueva pedagogía en la que el dato racionalista sustituye los arcaicos sistemas de las escuelas rutinarias, las proyecciones de su genio iluminan, después de más de medio siglo, la conciencia dominicana. Acaso, la revolución que llevó a cabo en nuestra conciencia pública fue de mayor transcendencia que la revolución que realizó en las Escuelas Nacionales (Revista de Educación. 1976, 6.).

Cabe destacar que las reformas educativas llevadas a cabo desde 1844 a 1916, tuvieron como base las concepciones pedagógicas de Eugenio María de Hostos. Y según escribe César Nicolás Penson, la situación de la escuela a la llegada de Hostos y la importancia que se le da a su intervención es la siguiente:

Los sistemas que primaron hasta hace poco fueron los rutinarios y empíricos de la instrucción llamada clásica, tanto en las escuelas primarias como en las superiores. En la primaria, se enseñaba de forma memorística y gran parte del programa se basaba en la doctrina cristiana. No había un plan ni método establecido. En alguna escuela superior o colegio, escasamente se cursaba como asignatura la ciencia natural o exacta; en otras escuelas se enseñaban los idiomas Francés e Inglés y se daban clases de Latín en el Seminario Conciliar.

En cuanto a las escuelas de hembras, la realidad era lastimosa y solo se impartían de memoria cuatro lecciones más rezos y labores domésticas comunes; hasta que en 1879 llega al país el pensador, profesor y publicista Eugenio María de Hostos quien implementó modernos y mejorados métodos en las reformas educativas, y cambió el método tradicional "empírico" y "rutinarios" (Demorizi, 1939).

En el siguiente cuadro de indicadores se destacan los aspectos y las características de la educación.

CUADRO No. 1. ASPECTOS Y CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN DE 1865 A 1916.

Aspectos

Características

Matrícula Estudiantil

Para 1867, la matrícula era de 30 niños por cada 300 personas. Había 14 escuelas y una matrícula de 1,322 estudiantes, de los cuales 721 eran del sector oficial. Sin embargo, para el año 1881-1882, la cobertura total del sistema era de 5,499 alumnos, mientras que para 1883 esta cantidad aumentó a 6,535 alumnos, de los cuales

3,862 eran hembras y 2,674 eran hombres.

Presupuestos

Para 1867, la suma asignada era de RD$8,400.00

Y para 1871, la suma era de $8,686.00. A finales del siglo XIX, la oferta educativa era muy baja y solo 400 habitantes, de una población de 15,000personas, habían tenido la oportunidad de ir a la escuela. En 1882, el presupuesto era de RD$22,612.00, equivalente a un 2.5%, y para 1884 ascendió a RD$39, 418,00, equivalente a un 4,6% del Presupuesto Nacional.

Condiciones Físicas de los Establecimientos

Escolares

El techo era de yagua/cana y paredes de palma. Excepto el Convento de Regina.

Cantidad de Centros Escolares. Nivel

Del Nivel Medio, había 7escuelas en todo el país. Y en

el Nivel Primario había en total 28 escuelas.

Métodos de Enseñanza

Los métodos incluían el castigo, tales como: golpear a los alumnos con regla o látigo, ponerlo de rodillas por

largas horas al sol o sobre un guayo. Aprendizaje memorístico repetitivo.

Total de Analfabetismo

El analfabetismo era un indicador preocupante, debido a que el 80% de la población era iletrada.

(Fuente: German, y Fernández, 2003, 151).

El aumento del presupuesto expresado en el cuadro, se debió a que durante el período 1882-1888 se crearon impuestos con la finalidad de favorecer el desarrollo de la educación formal. Por lo cual, la cantidad de $39,418.00 continúo ascendiendo hasta llegar a 73,256.43, lo que significó un avance para el Sistema Educativo Nacional. Además, éste aumento sustancial se debió a la reforma impulsada por Eugenio María de Hostos.

POLÍTICA EDUCATIVA IMPLEMENTADA EN EL SISTEMA EDUCATIVO DURANTE LA OCUPACION MILITAR NORTEAMERICANA 1916-1924

Durante la ocupación norteamericana del país (1916-1924) las autoridades norteamericanas cambiaron la plataforma jurídica incluyendo la referente a la instrucción pública. La educación en esos momentos estaba dirigida por la Junta Directiva de Estudios, con sede en la capital de la república, y en cada provincia por la Junta Provincial Local que dependía de la primera. Estas juntas existían desde 1866 (Nivar, 1975, 75).

Al inicio de la intervención militar, las escuelas fueron catalogadas en: enseñanza elemental, escuelas graduadas, ubicadas en las zonas urbanas, y escuelas rudimentarias, ubicadas en las zonas rurales. El gobierno de ocupación sustituyó la ley general de estudios vigentes (la cual fue promulgada durante el gobierno de Ulises Heureaux) por la orden ejecutiva número 45, del 19 de enero de 1917. Con esta ley se cambió por completo el diseño orgánico del sistema educativo y se modificó el curriculum.

El sistema jurídico estaba conformado por cinco dispositivos legales, que eran:

  • La Ley Orgánica de Enseñanza Pública

  • La Ley para la Dirección de la Enseñanza

  • La Ley General de Estudios

  • La Ley para la Enseñanza Universitaria

  • La Ley sobre el Seminario Conciliar

El sistema jurídico fue redactado por una comisión encabezada por Julio Ortega Frier quien poseía una amplia capacidad intelectual y fue designado por el gobierno invasor como superintendente general de la instrucción pública. En el acápite 2 de la Orden Ejecutiva, se establece que la ley de instrucción obligatoria, promulgada en diciembre de 1916, constituiría el único Código de Educación de la República Dominicana. En ese mismo tenor, el Artículo 1° de la Ley Orgánica de Enseñanza Pública fraccionaba la misma en pública y particular. La pública podía ser oficial o semioficial, mientras que en el Artículo 2 establecía el tipo de estructura académica del sistema, según se indica a continuación.

Con el Artículo 2, en la enseñanza se reconocen los siguientes niveles:

  • Nivel Primario que se divide en: maternal, elemental y superior.

  • Nivel Segundario que sirve de complemento a la primaria y de preparación a los estudios superiores.

  • Nivel Normalista que incluye los estudios requeridos para el magisterio y el profesorado.

  • Nivel Vocacional que abarca la agricultura, el comercio, las artes, las industrias, los oficios y las demás ramas análogas.

El Artículo 3° establece la obligatoriedad de la educación primaria para todos los niños de siete años de edad y menos de catorce; y el Artículo 4° hace constar que la enseñanza es gratuita en la primaria oficial. Estas leyes constituyeron la base de ordenación jurídica de la educación dominicana hasta finales del siglo XX, debido a que esta orden ejecutiva N° 45 se mantuvo vigente durante el periodo de la dictadura de Trujillo hasta que fue sustituida por la Ley Orgánica de Educación N° 2909, de 1951 (German y Fernández, 2003, 150.).

Sin embargo, es importante destacar que durante la ocupación norteamericana continuó la reforma iniciada en el sistema educativo. En 1919, se creó en varias provincias la Sociedad Popular de Educación, con la finalidad de colaborar con la construcción de locales escolares que tuvieran buenas y adecuadas condiciones higiénicas. En ese mismo año se autorizaron las escuelas mixtas dado que, hasta ese tiempo, los varones y las hembras asistían a escuelas separadas. Además, surgió el sistema de tandas, dado el incremento sustancial de la matrícula y el carácter compulsivo de la ley sobre la enseñanza obligatoria: en la misma se contemplaba sanciones para los padres o tutores que descuidaran la asistencia a la escuela de los niños bajo su responsabilidad.

Al momento de la intervención norteamericana, la enseñanza secundaria se ofrecía en la escuela normal de varones y en la escuela normal de bachilleres. Y, por razones económicas, ambas fueron integradas, lo que implicó reformular los planes de estudios. Entonces surgió la escuela normal superior en la que se formaban bachilleres en cuatro ramas distintas: ciencias naturales, ciencias matemáticas, ciencias sociales y estudios pedagógicos (Nivar, 1975,77).

La escuela normal de formación docente se limitaba a la enseñanza teórica y memorística. Según los documentos de la época, estos centros no contaban con laboratorios ni se disponía de una escuela para las prácticas pedagógicas; por ende, los maestros tenían lagunas que limitaban su ejercicio profesional.

Véase el siguiente cuadro de indicadores que presento a continuación, en el que se destacan los aspectos y las características de la educación durante la ocupación norteamericana.

CUADRO NO. 2. ASPECTOS Y CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN DURANTE LA OCUPACIÓN NORTEAMERICANA.

Aspectos

Características

Matrícula Estudiantil

Para 1910, la matricula era de 20,000 alumnos y

aumentó a 101,886 en 1920

Total de Maestros y Requisitos para ser Maestros/as

El total de maestros era de 1,684. De estos, 886 eran mujeres y 768 eran hombres. Para ser maestro/a se requería tener un título o certificado

que acreditara al aspirante para tal función

Estructura Administrativa

Ésta estaba compuesta por seis Intendencias y (51) Inspecciones de Instrucción Pública. Había (6) Escuelas Secundarias, entre las cuales (3) eran Escuelas Normales, con una matrícula de 268 estudiantes, mientras que, en las Escuelas

Primarias eran 131 y en las Escuelas Rurales 783.

Presupuesto Destinado para 1921

Era de RD$1, 382,183.00, debiendo los

ayuntamientos colaborar con RD$486,369.00.

(Fuente: Periódico Hoy citado por German, y Fernández, 2003, 151).

En 1924, año en que culminó la ocupación norteamericana, asumió la presidencia del país el general Horacio Vásquez hasta 1930. Durante su gestión se mejoró la asignación de los recursos a la educación, se mantuvo el aparato jurídico, y la educación continuo los lineamientos emanados de la orden ejecutiva N° 145, que se mantuvo incluso con la recién entrada de la Era de Trujillo.

POLITICA EDUCATIVA IMPLEMENTADA EN EL NIVEL MEDIO DURANTE LA DICTADURA DE TRUJILLO, 1930-1961

El gobierno de Rafael Leónidas Trujillo inició en 1930. En la primera década de su mandato la educación se conservó en el camino trazado por el gobierno de ocupación. Trujillo y sus secuaces, que manipulaban las bases estratégicas de su gobierno, percibieron la influencia de la educación como medio de adoctrinamiento ideológico. La educación fue aprovechada para formar a los futuros ciudadanos con los valores que le favorecían al régimen. Siguiendo el planteamiento de Mateo (2011) en la conferencia dictada sobre Trujillo y las singularidades del pensamiento intelectual, dijo:

…que la ideología del trujillismo se representa en las siguientes propuestas recurrentes: Mesianismo, Hispanismo, Catolicismo, Anticomunismo, Antihaitianismo. Todo con una relación instrumental inmediata y política, y una simplicidad tan rotunda en su adulteración de la historia y de la realidad, que lo hace colindar con la propaganda y con la racionalización ideológica (p, 5).

Durante la dictadura trujillista, la educación dominicana estaba sujeta a la manipulación de los hechos históricos y a resaltar las hazañas y logros del gobierno. En ese mismo tenor, en el sistema educativo se produjeron cambios que afectaron su proceso, ya que en los primeros cinco años del régimen se implementaron cinco planes de estudio diferentes. Por el corto tiempo que transcurría entre el uso de un plan y la introducción de otro plan, ambos quedaban fusionados, lo que a su vez creó ciertas dificultades a los/as estudiantes y maestros/as, además de la falta de tiempo para la implementación y la evaluación de cada plan como una nueva experiencia educativa.

Al principio de la dictadura, el superintendente general de educación era el Lic. Ramón Emilio Jiménez, quien trató de ampliar la oferta en la educación primaria. Dicho licenciado fue sustituido por el intelectual Max Henríquez Ureña quien trató de reorientar la educación, realizando un diagnóstico del sector, cuyos resultados fueron expuestos en un informe al gobierno. Max Henríquez Ureña consideraba que "para mejorar la educación es necesario mejorar la realidad social que le sirve de fundamento". En otro orden, expresó que:

…nuestra legislación pedagógica es de tal grado ilógica en algunos aspectos que no exige capacidad determinada para regentar un aula de enseñanza. Cualquiera puede ser maestro sin un mínimo de preparación y de esfuerzo intelectual, cuando a veces no basta una vida para llegar a serlo de veras (Nivar, 1975, 88.).

Max fue sustituido por su hermano Pedro Henríquez Ureña quien, además de continuar con la labor de su hermana Salomé, ofreció cursos de capacitación para maestros/as y diseñó las prácticas pedagógicas con un año de duración, con la finalidad de mejorar la formación de los docentes.

Para 1933, Trujillo prohibió la aplicación de la enseñanza hostosiana y cerró casi todas las escuelas normales –que fueron llamados Liceos de Educación Secundaria– donde se formaban bachilleres. Solo dejó abiertas las de Santo Domingo y San Cristóbal.

El panorama de la educación dominicana hacia el año 1935 presentaba los siguientes elementos:

  • Para la formación de bachilleres en las escuelas normales se instituyeron las pruebas trimestrales con derecho a liberación, mediante la Ordenanza N° 448/35. Con esta prueba, el alumno quedaba exonerado de presentarse a los exámenes generales de las asignaturas si tenía un promedio de 80 puntos o más al final del año escolar.

  • Se introdujo un nuevo plan de estudios para las escuelas rurales.

  • Se crearon cursos nocturnos de educación de adultos.

  • Se realizó la construcción de 1000 casas-escuelas en las zonas rurales.

  • En la Universidad Autónoma de Santo Domingo se creó la Facultad de Filosofía y Letras.

  • Se constituyó la Academia de la Historia.

  • Se creó la Escuela de Artes y Oficios y la de Economía Doméstica; ésta última, en diversas comunidades del país (Nivar, 1975, 97).

Es importante destacar que tanto Max Henríquez como Pedro Henríquez Ureña desempeñaron una gran labor en el desarrollo del sistema educativo, a pesar de que no tenían la libertad de llevar a cabo sus ideales, debido a que la dictadura permeaba todos los sectores de la sociedad, y la educación no estaba exenta de esa vigilancia.

Las bases jurídicas en la que se sustentaba el sistema educativo nacional, para la reordenación de la educación durante la tiranía, son las siguientes:

  • La ley N° 543 de 1941, mediante la cual se inició la campaña de alfabetización.

  • La Ley Orgánica de Educación N°2909 del año 1951, con la cual se administró el Sistema Educativo Nacional hasta finales del siglo XX.

  • La Obligatoriedad de la Educación Primaria sustentada con la Ley N° 2962.

  • La Orden Departamental N°842/50 con la cual se crearon centros para la capacitación de maestros y para las escuelas normales rurales.

  • La Ordenanza N° 842/50 que estableció nuevos planes de estudio para la educación primaria, intermedia y secundaria, y para el magisterio normal primario y de segunda enseñanza.

Partes: 1, 2, 3

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter