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La revolución que falta: la revolución integral de las conciencias (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

Mejor armados, los ejércitos coligados, acabaron arrasando las tropas populares, que resistieron hasta el final de 1849. Una vez que el poder brutal de los ejércitos represores es colocado en una situación específica contra la resistencia popular, esta corre serio riesgo de derrota. Los ejemplos son muchos, así uno de los más cercanos es la Guerra Civil Española, en la cual los milicianos, con poca aviación, con armamento insuficiente y con débil apoyo exterior mantuvieron la llama durante tres años, teniendo victorias épicas, como la Batalla del Ebro. Pero a un plazo más largo, acaban sucumbiendo a la indiferencia de los gobiernos, llamados populares. En esa oportunidad, el gobierno socialista de León Blum y el comunista de Stalin abandonaron a las milicias española a sus propias fuerzas. En 1939, Franco es el nuevo gobernante (dictador) de toda España.

La Comuna de París (1871)

Las fuerzas populares francesas que en 1830 habían derribado a Carlos X y en 1848 al Rey Felipe, forzaron a Napoleón III a renunciar en 1870.

Poco después, al comienzo de marzo de 1871, se crea el Comité Central Revolucionario, el que se disuelve a los pocos días, entregando el Poder a un Gobierno Provisorio, electo por sufragio universal.

Es ilustrativo saber que los prusianos habían derrotado a Napoleón III, lo que fue uno de los motivos fundamentales de su caída, pero para vencer a los "comuneros", los políticos conservadores franceses, percibiendo que el ejército nacional no era capaz de vencer los insurrectos pidió ayuda a los prusianos. París fue intensamente bombardeado, cercado y sitiado, de modo que sobrevivió apenas hasta mayo (menos de 2 meses).

Como saldo, 20.000 populares fueron fusilados, 38.000 presos y 13.000 deportados.

Como se puede ver en este ejemplo, se comprueba que el poder económico no tiene patria y sí apenas un dios falso: el dinero. Prefirieron llamar las tropas enemigas para que bombardeasen su propia capital, matando millares de personas, en lugar de negociar con los rebeldes.

== LAS GRANDES INTERNACIONALES SOCIALISTAS

La Primera Internacional

Según los estudiosos de la Historia del Socialismo, el punto de partida de la creación de organizaciones de trabajadores de carácter internacional tuvo lugar durante la Exposición Internacional de Londres en 1862, entre obreros franceses e ingleses.

En la época, la situación de los trabajadores según informe contenido en el Libro Azul (documento oficial inglés) de 1863, era peor que la de los criminales condenados a trabajos forzados, ya que estos "trabajan mucho menos y pasan mejor que los asalariados".

Estas y muchas otras constataciones evaluadas y documentadas en publicaciones oficiales, llevaron a una situación de extrema tensión, ya que – paralelamente – el sistema patronal aumentaba sus lucros en forma impresionante.

La situación, de profunda gravedad, llevó a una nueva reunión en Saint-Martin"s Hall en Londres el día 28 de setiembre de 1864, donde fue creada la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), cuyo nombre de batalla pasó a ser la "Primera Internacional". En esa reunión participaron delegados de seis países (Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Suiza y Polonia).

En 1866 fue realizado el 2º. Congreso en Ginebra, Suiza, donde se propusieron varias resoluciones, una de ellas relativa a la jornada de trabajo de 8 horas. En 1867 fue realizado el 3º, en Lausana, en el cual hubo notables divergencias entre marxistas y anarquistas.

Nuevos congresos fueron realizados en 1868 (Bruselas), Basilea (1869) y Londres (1871). En la medida en que los Congresos transcurrían, la posición marxista iba derrotando en forma consecutiva las propuestas anarquistas, minoritarias.

La derrocada de la Comuna de París en 1871, llevó a una intensa persecución política en toda Europa con muchos activistas presos o exilados. En estas condiciones completamente adversas se reúne en La Haya el 6º. Congreso en 1872 donde ocurre la ruptura definitiva entre Marx y Bakunin, que es expulso de la AIT. Con esto se entierra definitivamente la Primera Internacional, a pesar de los esfuerzos de Engels por organizar un 7º. Congreso en Nueva York, que nunca se realizó.

== La Segunda Internacional.

El Congreso Internacional de los Trabajadores, disuelto de hecho en 1872 y oficialmente en 1876, volvió a reunirse en ocasión del Centenario de la Revolución Francesa, en julio de 1889. El local fue París y esa reunión es considerada como el Congreso de fundación de la Segunda Internacional, a la que asistieron unos 400 delegados, representando 19 países de Europa y dos de América (Estados Unidos y Argentina).

La Segunda Internacional fue bien más fructífera que la primera, totalizando más de 10 Congresos (entre1889 y 1912).

En el Congreso de Londres (1896) fueron nuevamente expulsados los anarquistas porque no concordaban con el apoyo a un Estado central, necesariamente burocrático y autoritario.

Es interesante saber que en el Congreso de Stuttgart (1907) entraron en conflicto dos tendencias: una, que condenaba el colonialismo; la otra lo consideraba como hecho inevitable. También hubo un compromiso de luchar para impedir la guerra, que ya se anunciaba.

El último Congreso fue el de Basilea (1912), convocado en forma extraordinaria debido a la grave tensión internacional que envolvía casi toda Europa. Fue confirmado el compromiso de la clase trabajadora de una lucha intensa contra la guerra inminente.

El próximo Congreso debería ser realizado en Viena en 1914, lo que resultó imposible, debido al estallido de la Primera Guerra Mundial.

Cabe mencionar que los partidos marxistas de Alemania, Austria, Hungría, Francia, Inglaterra y otros países, abandonaron las decisiones de los Congresos de la Segunda Internacional, apoyando la guerra e inclusive a sus propias burguesías nacionales.

De este modo se quebró la unidad de los trabajadores y se terminó con la Segunda Internacional, dividiéndose en tres grupos: la social-patriótica (o social chauvinista), la centrista y la internacionalista revolucionaria, donde sobresalían Lenin y Rosa Luxemburgo.

== La Tercera Internacional.

Durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial (1914-18) hubo varias tentativas de recrear la Internacional que no prosperaron, pero las condiciones objetivas, bastante diferentes a las existentes pocos años atrás, representadas por la finalización de la guerra y especialmente por el triunfo de la Revolución Rusa permitieron cristalizar aquellas tentativas en marzo de 1919, a través del Congreso de Moscú.

La Tercera Internacional surge como una respuesta impostergable del gobierno bolchevique de la Unión Soviética frente al bloqueo que los países capitalistas le imponen.

Sweezy (7) comenta que la configuración de la III Internacional es bien diferente a las anteriores, donde la idea era de constituir un órgano coordinador, a través de una federación descentralizada integrada por representantes de trabajadores de diferentes países. Ahora el foco será la existencia de un Partido Único, Comunista e Internacional, con secciones nacionales dependientes.

O sea, la III Internacional fue la coronación del Socialismo "autoritario", a partir de la cual todos los movimientos revolucionarios de los trabajadores tendrían que pasar por el filtro del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, presidido por Zinoviev, de la Unión Soviética.

La III Internacional realizó 7 Congresos (los primeros cinco en los años 1919-24). El sexto fue en 1928 y el último en 1935.

El cambio de frecuencia de los Congresos está íntimamente relacionado con la muerte de Lenin y la ascensión de Stalin.

A partir del Congreso de 1928, la III Internacional pasó a ser apenas una herramienta de la política exterior soviética.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, como gesto de buena voluntad, Stalin disolvió la III Internacional, lo que no representó nada especial, porque a esta altura de los acontecimientos el Partido Comunista soviético ejercía amplia autoridad sobre los de otros países, que le rendían total obediencia. Esta dependencia aún se intensificó a partir de 1945, cuando los rusos derrotan a los alemanes, después de una heroica lucha en la cual mueren millones de personas. A partir de ahí, la Unión Soviética se levanta como la segunda potencia mundial, lo que llevará a la "Guerra Fría" con EEUU, a partir de 1950.

La evolución (o involución) de las Internacionales es resumida así por el propio Lenin (8).

"La I Internacional echó los cimientos de la lucha proletaria internacional por el socialismo"

"La II Internacional marcó la época de la preparación del terreno para una amplia extensión del movimiento entre las masas en una serie de países".

"La III Internacional ha recogido los frutos del trabajo de la II, ha amputado la parte corrompida, oportunista, social chauvinista, burguesa y pequeño burguesa y ha comenzado a implantar la dictadura del proletariado".

== La Cuarta Internacional

Fue fundada por Trotsky en 1938 durante su exilio en México y segundo Löwy (9) nace de la oposición de la izquierda internacional como una tendencia antiburocrática de la III Internacional (Recordar que Trotsky era el segundo de Lenin, que a la muerte de éste, perdió la disputa del poder con Stalin que lo exiló y finalmente lo mandó asesinar en 1940).

Con el asesinato de Trostky (1940) esta IV Internacional se vio muy debilitada y ha tenido poco peso en los acontecimientos mundiales, aunque ha participado en la victoria de movimientos populares como el Frente Amplio de Uruguay, el Partido de los Trabajadores en Brasil, etc.

Para Trotsky, la IV Internacional no debía ser considerada como la única vanguardia revolucionaria, siendo su objetivo básico contribuir a la formación de una Nueva Internacional (la Quinta), con carácter de masas, en la cual el trotskismo sería sólo uno de sus componentes.

Löwy (9) entiende que esta V Internacional es hoy absolutamente necesaria, colocando en su construcción algunos elementos relacionados con el "socialismo holístico", a ser discutido en el Capitulo 5.

== LA REVOLUCION MÁS IMPORTANTE DEL SIGLO XX: LA REVOLUCIÓN RUSA (1917)

En 1914 estalló la llamada Primera Guerra Mundial, en la que por un lado luchaban Inglaterra, Francia y el Imperio ruso, comandado por el zar Nicolás II, y por el otro, Alemania y el Imperio Austro-Húngaro.

La situación en Rusia era prerrevolucionaria en la época, precedida por la revolución de 1905, sofocada con mucha dificultad por el gobierno imperial. En los años siguientes los problemas se agudizaron sobre todo los relativos a desempleo, inflación y falta de alimentos básicos.

La guerra complicó más aún la situación del poder dominante, cujas tropas mal equipadas y mal alimentadas sufrían derrota tras derrota en las manos de los aguerridos ejércitos alemanes.

En ese marco referencial, ocurre la famosa Revolución de Octubre (precedida por la Revolución de Febrero del mismo año y que origina un Gobierno provisorio con mayoría burguesa liberal, comandado por Kerenski).

La Revolución Rusa cuenta en su comienzo con un órgano político (el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin) y un órgano militar (la Guardia Roja, comandada por Trotsky). El mencionado Consejo decreta la Reforma Agraria, la nacionalización de bancos y fábricas, así como la autodeterminación de los pueblos que vivían en los territorios del ex-Imperio.

Establecidas las bases programáticas, el nuevo gobierno debió solucionar los aspectos militares, lo que hace a través del Tratado de Brest-Litvosk con los alemanes, el cual es particularmente negativo para los rusos, que pierden inmensos territorios, poblaciones y recursos naturales, de modo que acaban rodeados de protectorados alemanes (Ucrania, Finlandia, la región del Don, etc.).

El peligro de las ideas revolucionaria asusta a muchos gobernantes europeos (por ejemplo los franceses financian la Legión Checa, los ingleses atacan en el Norte, los franceses también invaden Bakú, Odessa y los países bálticos, hasta los japoneses toman Vladivostok en la Siberia). Además hay reacción interna, gobiernos antisoviéticos en Omsk y Samara, así como militares de alta graduación como los generales Denikin y Yudenitch o el almirante Kolchak resisten.

Especialmente los años 1918, 1919 y 1920 fueran terribles para el nuevo gobierno que luchó contra soldados rusos y extranjeros, mejor equipados y dirigidos por militares experimentados.

El ejército revolucionario (comandado por Trotsky) tenía los mismos defectos desde el punto de vista militar, que el que fue aplastado por los alemanes. Pero ahora tenía dos nuevos elementos: por un lado, tenía una conducción política bien definida y por otro, moral muy elevada, ya que estaban luchando por un ideal de justicia social.

Al llegar a 1921, el Ejército Rojo sale victorioso de la guerra civil, lo que lleva al fracaso de la intervención extranjera. De este modo, la Revolución se consolida y el gobierno revolucionario (dirigido por Lenin, teniendo como segundo a Trotsky) comienza a desarrollar su programa político-económico.

Creemos que nadie puede saber lo que hubiera ocurrido con la Revolución Rusa si esta guerra civil no hubiera existido. Pero – probablemente – ella llevó a una rigidez en la conducción del país, que se manifestó con mucha claridad después de la muerte de Lenin (1924).

Es interesante saber que el propio Lenin se vio obligado, dada la penosa situación económica, a instalar la llamada NEP (Nueva Política Económica), enfrentando seria oposición de muchos bolcheviques, pues ella contenía un germen peligroso: la posible restauración del capitalismo en la Unión Soviética.

En efecto, aquella política combinaba los principios socialistas con elementos del capitalismo, tales como:

Después de grandes discusiones, la NEP fue implantada en 1921.

Con la muerte de Lenin y después de algunos años de disputas internas que culminan con la expulsión de Trotsky, el poder queda en las manos de Stalin (1928), quien sustituye aquella política por la Planificación Económica, a través de los llamados Planes Quinquenales, que salvo su interrupción durante la Segunda Guerra Mundial, serán mantenidos hasta la extinción de la Unión Soviética, ocurrida en la última década del siglo XX.

Con la llegada de Stalin al poder, grandes "purgas" ocurren, con reclusión de un número muy elevado de personas en campos de concentración. Es el llamado "Terror Rojo". Es claro que aquí los ideales de justicia social que electrizaron la Revolución Rusa se habían evaporado hasta su última gota.

== LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: DERROTA REVOLUCIONARIA

Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las antiguas estructuras ya no daban respuestas adecuadas a los problemas de las respectivas sociedades. En distintos países, soluciones diferentes fueron tentadas; así en la Unión Soviética con la victoria marxista-leninista en la guerra civil, se implantó el régimen socialista. Ya en Alemania y en Italia en la década del 30 toman el poder el nazismo (Hitler) y el fascismo (Mussolini), respectivamente.

En España, el proceso fue diferente. El Rey Alfonso XIII abdica, proclamándose la II República en 1931. Cinco años después, la izquierda agrupada en el Frente Popular, gana las elecciones, siendo designado Manuel Azaña como Presidente.

La Guerra Civil Española, que comentaremos rápidamente más tarde, fue una especie de preliminar de la Segunda Guerra Mundial, sirviendo especialmente como campo experimental de nuevos armamentos por parte de Alemania, Italia y la Unión Soviética.

Ambos bandos eran heterogéneos, así la izquierda contaba básicamente con socialistas, comunistas estalinistas, trotskistas y anarquistas; ya la derecha incluía sectores reaccionarios (burguesía, terratenientes, altos militares, etc.) partidarios del régimen republicano, así como monárquicos (partidarios del Rey Alfonso XIII; otros favorables a la restauración de la dinastía carlista, etc.).

Los apoyos internacionales fueron para la izquierda provenientes de la URSS y México(*), así como voluntarios de los más variados países, que constituyeron las Brigadas Internacionales que mostraron un heroísmo que sólo un ideal puede proporcionar. Ya la derecha fue intensamente apoyada por Alemania e Italia.

Por su lado Francia, Inglaterra y Estados Unidos se mantuvieron neutrales, lo que en el caso de Francia no deja de ser sorprender, pues allí también gobernaba el Frente Popular de León Blum. En realidad, Francia dio una ayuda tímida inicialmente, pero enseguida, debido a presión inglesa tuvo que suspenderla.

El golpe de estado, conducido por Franco (y al principio por otros dos Generales, Mola y Sanjurjo que murieron al poco tiempo en sendos accidentes), ocurrió el 17 de julio de 1936.

Inmediatamente, el pueblo español se levantó en defensa del gobierno popular. Es famoso, entre otros, el Quinto Regimiento, formado el 18 de julio "en el patio de un convento".

La lucha se dio por tierra, aire y mar con muchas oscilaciones a favor de uno y otro bando durante los años 1936 y 1937. Pero a medida que el tiempo pasaba, éste trabajaba a favor de los insurrectos que contaban con generosas contribuciones de Alemania y sobre todo de Italia, en aviones, armas, barcos, combustibles y en el caso de Italia, más de 30.000 soldados. Los defensores del gobierno defienden con una tenacidad increíble a la capital Madrid, resistiendo furiosos bombardeos de los aviones y cañones de los rebelados.

Batallas como la de Jarama, Guadalajara, Brúñete y Belchite, ocurren durante el año 1937. En un esfuerzo gigantesco las tropas legales (en gran parte formadas por milicianos, o sea campesinos y obreros sin mayor preparación militar) a fin de contener el avance cada vez más peligroso de los falangistas sobre Madrid, contraatacan en la Batalla de Teruel, en la cual finalmente, y ya en 1938, son derrotados.

El ejército franquista lanza una fuerte ofensiva en Aragón, conocida como la Batalla del Ebro (julio a noviembre de 1938). En verdad, se trató de una maniobra militar para mantener ocupado el desgastado ejército republicano y poder acercarse así, más a Madrid. El 15 de noviembre, Stalin firma con Alemania los Tratados de Munich, por los cuales las Brigadas Internacionales retornan a Moscú.

El desastre es inminente. La batalla del Ebro es ganada aún ese mes por los franquistas. Ya queda poco terreno en las manos de los legalistas, especialmente Cataluña. Barcelona cae el 26 de enero de 1939 y Gerona el 5 de febrero. La heroica Madrid resiste hasta que cae el 28 de marzo. La última ciudad a caer en las manos de Franco es Alicante (30 de marzo).

El 1º de abril de 1939, Franco proclama la victoria definitiva.

La Guerra Civil Española dejó muchas enseñanzas que deben ser asimiladas, entre ellas:

  • El heroísmo puede ser grandioso, incluyendo la participación solidaria de las Brigadas Internacionales. La metralla y el lavado de manos internacional precisaron tres años y medio para acabar con los milicianos. Pero al final lo lograron.

  • Sin embargo, la fuerza bruta usada por Franco con el apoyo abierto del nazismo y del fascismo, aunque muy poderosa, no sabemos si habría triunfado, en el caso de que los revolucionarios se hubieran mantenido unidos durante todo ese tiempo. Las divergencias entre los componentes del Frente Popular, especialmente entre la CGT (anarquistas) y el Partido Comunista fueron de gran magnitud. ( lo que no es de extrañar, vistos sus fundamentos filosóficos, libertarios unos, autoritarios los otros) De esta forma, el Presidente Hazaña (republicano) y sus primeros ministros Largo Caballero y después Negrón (socialistas) no consiguieron unificar el comando del ejército popular, que respondía más a los jefes locales, muchas veces miembros de facciones opuestas. Ya los sublevados respondían rígidamente a las órdenes de Franco.

  • Lo anterior es un alerta histórico para los movimientos progresistas, generalmente subdivididos en grupos, cada cual con una idea dogmática a ser aplicada para "la felicidad de los pueblos".

  • Talvez una cosa olvidada en todos estos movimientos revolucionarios son las palabras del Maestro: "No sólo de pan vive el hombre". Esto traducido a la problemática actual, significa que precisamos trabajar nuestro interior y no apenas lo exterior, derrotando legal o revolucionariamente a los representantes del poder económico mundial. Precisamos vencer esos representantes también dentro de cada uno de nosotros. De lo contrario los reproduciremos, como lo muestra la Historia. Este enfoque es el que nos llevará al Socialismo Holístico (ver Parte II)

Socialismo holístico

== CONCEPTOS INTRODUCTORIOS

La Visión Holística, está apoyada en dos conceptos básicos:

  • La existencia de dos principios que rigen el Universo: el auto-afirmativo (que cuida de la parte, del individuo) y el integrativo (que cuida del todo, del conjunto, de lo colectivo).

  • El ser humano tiene cuatro componentes: material (cuerpo físico), mental (pensamientos), afectivo (sentimientos) y espiritual (valores).

Ya en la Parte I de esta Monografía, donde se discuten las ideologías socialistas, se mencionó el significado de socialismo según el "American Heritage Dictionary" "Sistema social en el cual los productores poseen el poder político, así como los medios de producción y de distribución de los bienes".

Dos grandes propuestas operacionales fueron ofrecidas, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con destaque para Marx (socialismo autoritario, basado en un poder central) y para Bakunin (socialismo libertario, basado en libertad de acción, pensamiento y libre albedrío).

El socialismo autoritario (comunismo) se derrumbó con el muro de Berlín, ya hace 15 años; el socialismo libertario (anarquismo) tuvo su fulgor en el final del siglo XIX y principios del XX, teniendo su canto del cisne en la Guerra Civil Española (1936-39).

El socialismo autoritario cayó debido a su incapacidad en percibir lo importante que es la individualidad, cuya biodiversidad es lo que da sentido a la vida; el socialismo libertario naufragó ahogado por el consumismo y el individualismo egoísta que domina nuestra sociedad desde hace más de 50 años.

Creemos que ha llegado el momento de recomponer el socialismo, creando con lo mejor de su esencia uno nuevo, combinándolo con las nuevas percepciones propias de final del siglo XX e inicio del XXI: el neosocialismo.

El nuevo ingrediente fundamental es la visión holística por lo que creamos un neologismo para conceptuar aquel socialismo: socialismo holístico.

En los próximos ítems vamos a desarrollar con cierto detalle conceptos que en gran parte se muestran opuestos o en lo mínimo como poseedores de muchos elementos confusos. Se trata de espiritualidad y socialismo, así como religión y socialismo. Este análisis resulta imprescindible para justificar el neo-socialismo (socialismo holístico), por el simple hecho de que la visión holística sostiene, entre otras cosas, que el ser humano está integrado por cuatro componentes, siendo uno de ellos de naturaleza espiritual.

A pesar de que Bakunin (10), se demuestra demoledor contra el concepto de religión, es en el movimiento anarquista donde mejor se puede erigir un puente entre el materialismo y la espiritualidad.

En efecto, los cimientos básicos del pensamiento anarquista son la autodisciplina, la cooperación voluntaria, da auto-organización y la percepción de la sociedad como un organismo vivo(*) que crece en función de su propia naturaleza. Todos esos elementos implican una base espiritual.

La autogestión conducida con éxito en varias oportunidades por los movimientos anarquistas, por ejemplo en los primeros años de la Revolución Rusa, en las huelgas de Italia en 1920 y durante la Guerra Civil Española, tiene como base fundamental el valor llamado libertad, como mayor riqueza del hombre. Pero esa libertad para ser constructiva precisa operar a dos niveles complementarios: el individual (principio auto-afirmativo de la Holística) y colectivo (principio integrativo).

Inclusive en el siglo XIX hubo un escritor inglés llamado Edward Carpenter (1844-1929), cuyas ideas tuvieron enorme influencia sobre los movimientos socialistas de ese país, conducidos básicamente por el Partido Laborista, aunque sus inclinaciones personales eran claramente libertarias.

Carpenter en 1883 publicó un libro muy importante titulado "Hacia
la democracia", así como otros posteriormente. En 1890 viajó
a la India y Ceilán (hoy Sri Lanka) donde entró en contacto con
el maestro Gnani. A partir de ahí Carpenter desarrolló una interesante
síntesis entre el socialismo y las religiosas orientales, la que fue
denominada socialismo místico. En ese enfoque fueron incluidos
conceptos que solo se han difundido en época contemporánea: campañas
contra la contaminación ambiental, vida más simple (frugalidad);
campaña contra el consumismo (especialmente lo relativo a la moda, etc.).

== LA VISIÓN TRADICIONAL DEL SOCIALISMO EN RELACIÓN CON RELIGIÓN (BÁSICAMENTE OCCIDENTAL)

La visión del socialismo "autoritario"

Los principales exponentes del socialismo "autoritario" son Marx y Lenin. Veamos, en un primer momento, lo que ellos tienen a decir sobre religión.

  • Marx: "La religión es el alma de un mundo sin alma, es el espíritu de una época sin espíritu. Es el opio del pueblo"

  • Lenin: "Cualquier fe religiosa, cualquier idea de Dios e incluso cualquier inclinación a la idea de Dios constituyen una inexplicable bajeza (!)"…"La religión es el vodka espiritual donde los esclavos del capitalismo ahogan toda forma humana"…"El marxismo es implacablemente hostil a la religión".

Con todo, el propio Lenin (11) nos informa que Engels requería del "partido obrero que supiese trabajar con paciencia para organizar e ilustrar el proletariado, para realizar una obra que conduce a la extinción de la religión y no lanzarse a las aventuras de una guerra política contra la religión". Ese enfoque digamos oportunista no es compartido por Lenin , que dice: "el marxismo es materialismo… y el marxismo afirma que hay que saber luchar contra la religión y para ello es necesario explicar, desde el punto de vista materialista, los orígenes de la fe y de la religión entre las masas".

Lenin 11) complementa: "El marxista debe ser materialista, o sea, enemigo de la religión, pero debe ser un materialista dialéctico, es decir debe plantear la lucha contra la religión no en el terreno abstracto, sino de modo concreto, sobre la base de la lucha de clases que se libra de hecho y que educa a las masas más que nada y mejor que nada".

Según Bordiga (12), Engels en 1886 en "Ludwig Feuerbach" rechaza totalmente las "verdades eternas" sobre los que se ha fundado el cristianismo y agrega: "El marxismo y la religión o el marxismo y el cristianismo son irreconciliables"(*).

Mas adelante, Bordiga (12) nos recuerda que Engels ha dicho (+1880) que el cristianismo hoy es incapaz de servir de ropaje ideológico de una clase revolucionaria. Pero "hace 2000 años sirvió perfectamente a los esclavos rebeldes y determinó un desarrollo histórico futuro de la sociedad, sin el cual no existiría la posibilidad de lucha y de doctrina que nos son propias"(**).

O sea, en todos estos análisis marxistas (y leninistas) se percibe una confusión entre las enseñanzas espirituales auténticas de un maestro como el caso de Jesús el Cristo (aunque hay otros como Buda, Moisés o Hermes Trismegisto que no son mencionados) y la posterior institucionalización de las religiones. La falta de separación entre esos dos elementos, es equivalente a la actitud de ser contra el socialismo, por causa de la deformación estalinista.

Delgado 13) presenta una visión diferente a la expuesta por los mencionados ideólogos: "No todas las partes de lo religioso podrán tener una lectura económica y viceversa, sencillamente porque ninguno de sus ejes es reductible al otro, ni se puede explicar a partir del otro: son esencialmente autónomos". Lo afirmado no niega, sin embargo, las influencias e interacciones existentes entre religión y economía.

En definitiva, el enfoque del socialismo "autoritario" a través de sus máximos líderes (Marx, Engels, Lenin), parece bastante estrecha, lineal y binaria – por lo tanto simplista – en lo que tiene que ver con la relación entre lo material y lo espiritual. El caso es que ellos no hicieron un análisis profundo del problema(***), confundiendo espiritualidad con religión y aún con una única religión, la cristiana y todavía, dentro de ésta, la versión vigente en el siglo XIX.

La frase de Engels expuesta anteriormente (las enseñanzas de Jesús como antecedente de la propia teoría marxista), solo valió como un vislumbre que no cuajó en una filosofía dogmática, centrada apenas en rechazar todas las iniquidades de una institución que decía seguir los principios cristianos (la Iglesia católica), pero los violó durante largos siglos (especialmente a través de la "Santa" Inquisición).

En el enfoque marxista – leninista oficial, no se lleva en cuenta toda la carga de justicia social que las enseñanzas del Maestro contienen, 18 siglos antes que Marx y Engels publicasen su famoso "Manifiesto Comunista" (1848). Se trata de una típica visión cartesiana, en contraposición al enfoque moderno propio de la visión holística. (Es por esto que pensamos que el socialismo del siglo XXI será holístico o no será socialismo.

La visión del socialismo "libertario"

Bakunin (10) el mayor ideólogo de esta rama del socialismo, dice: "Los hechos están antes que las ideas. Toda la historia intelectual, moral, política y social de la Humanidad es un reflejo de su historia económica". O sea traduciendo simplificadamente: el estómago es el principal motor del progreso humano. Cuando él ruge, nuestra inteligencia crea ideas para satisfacerlo, de la forma que sea.

Aquel autor (Bakunin, 10) agrega: "Todas las religiones, con sus dioses, sus semidioses, sus Mesías y sus santos, han sido creadas por la fantasía crédula de los hombres, no llegados aún al pleno desarrollo y a la plena posesión de sus facultades intelectuales "…"El cristianismo es, precisamente, la religión por excelencia, porque expone y manifiesta en su plenitud, la naturaleza, la propia esencia de todo sistema religioso, que es el empobrecimiento, el sometimiento, el aniquilamiento de la humanidad en beneficio de la divinidad. Siendo Dios todo, el mundo real y el hombre no son nada".

A pesar de que el socialismo "libertario" pregona especialmente la libertad humana, el ideólogo Bakunin persistiendo en su visión cartesiana del hombre, la sociedad, la Naturaleza y el Universo, atribuye – dogmáticamente – a la mente racional el pináculo de nuestra evolución. En la espiritualidad auténtica, no puede existir aquel empobrecimiento, sometimiento y aniquilamiento del hombre(*) en favor del Creador. La falta de una visión holística, que solo pudo tener un enfoque científico a partir de la Física Cuántica (1930), impulsó Bakunin a ver en blanco y negro (Dios=real; hombre=nada) y le impidió ver una imagen colorida y dinámica, donde el Ser Supremo es trascendente sí, pero también inmanente.

O sea, Él puede ser percibido tanto fuera como dentro de nosotros. Somos Él cuando alcanzamos niveles de conciencia muy elevados; cuando estamos en nivel básico, Él se presenta como un misterio indescifrable para la mente racional. Por lo tanto, el Creador es Todo, sí, y cada hombre una parte del Todo (nunca un nada) que cuando más desarrolle su nivel de conciencia más comprenderá ese Todo.

Otra colocación de Bakunin (10): "todas las religiones son crueles, todas están fundadas en la sangre, porque todas reposan principalmente sobre la idea del sacrificio, es decir sobre la inmolación a la insaciable venganza de la divinidad". Fuera de la brutalidad de esta afirmación, aquel autor confunde nuevamente el concepto de "religión institucionalizada" que en muchos casos justificaron su punto de vista, con "espiritualidad auténtica" o "sabiduría eterna", enseñada apenas a los merecedores, como hacían las Escuelas Antiguas de Misterios, por ejemplo en el seno de las Pirámides.

Por otro lado, el sentido de la palabra sacrificio, está colocada en forma muy restricta, reduciéndola apenas a sacrificio del cuerpo, lo que necesariamente involucra sufrimiento físico e inclusive la muerte. En particular, la sorprendente idea de "insaciable venganza de la divinidad", aplicable al Dios Mammon que devoraba sus propios adeptos, es totalmente opuesta a la que todos los maestros espirituales han expuestos acerca del Creador.

Volviendo a la palabra "sacrificio", ella tiene significados más amplios, pues puede tratarse de "sacrificio" impuesto o "sacrificio voluntario". En este segundo caso, él puede adaptar varias formas, como ser:

  • "Acto de veneración por el cual alguien se priva de una cosa para tornarla sagrada, ofreciéndola a la Divinidad" (Por ejemplo personas que dedican parte de su valioso tiempo para orar por la paz de la Humanidad).

  • "Acto de arriesgar el propio interés (incluyendo la propia vida para favorecer a otros" (Ché Guevara asesinado en las selvas de Bolivia).

  • Abandono voluntario de un bien o de un derecho" (El príncipe Kropotkin, renunciando a su título para luchar por los desposeídos, o el príncipe Sidarta Gautama abandonando su lujoso palacio para compartir con los más necesitados).

En todos estos casos, la palabra "sacrificio" aparece ligada a libre y espontánea voluntad, a reverencia, a altruismo y a generosidad, nunca a penalidad, castigo o imposición.

Inclusive, las Escuelas de Misterios antemencionadas han enseñado mucho antes del advenimiento de Cristo, que la llamada "Ley del Sacrificio", debe ser aplicada para su propio crecimiento por todas las personas evolucionadas, a través del sacrificio de pensamientos, sentimientos y acciones negativas para nosotros y para los otros, a pesar de que puedan satisfacer fuertes emociones de venganza, despecho, envidia etc., tan comunes en el ser humano.

En otro párrafo, Bakunin(10) dice: "La libertad del hombre consiste únicamente en esto: que obedece leyes naturales, porque las ha reconocido él mismo como tales y no porque le hayan sido impuestas exteriormente por una voluntad extraña, divina o humana cualquiera, colectiva o individual". Concordamos completamente con esta afirmación y ella es básica para la construcción del neo-socialismo (o socialismo holístico).

Con todo, en aquella expresión quedan algunas dudas de interpretación, a saber:

  • ¿Qué leyes naturales son esas? ¿De dónde surgieron? ¿Por causa del azar y las circunstancias? ¿O por causa de una Inteligencia Superior como nos enseña Einstein?

  • Todos los maestros espirituales han explicado que independientemente del nombre que se le dé, esa Inteligencia Superior ha creado esas leyes naturales y su manifestación (el Universo físico en toda su extensión y plenitud).

  • Paralelamente nos dicen que el ser humano "recibió" el don del libre albedrío, por lo que ninguna voluntad superior podría imponerse a él, pues así este dejaría de ser un libre agente, para transformarse en un siervo.

  • Al ser humano le fue dada la alta misión de integrarse con el Creador en la evolución universal, específicamente la del planeta Tierra, pero – paralelamente – la libertad para aceptar y comprender esta misión o rechazarla, apoyado apenas en una visión materialista.

  • Al Creador no le interesan papagayos, ni siervos ni esclavos. Solo seres humanos plenos que descubran dentro de sí sus magníficas potencialidades, que están bien mas allá de sus posibilidades físicas y mentales. Precisamos ser transformadores de las Altas Energías, reduciéndolas a un grado tal que sean aprovechables para mejoría de la sociedad tomada como conjunto.

Agrega Bakunin (10): "Reconocemos la autoridad absoluta de la ciencia porque ella no tiene otro objeto que la reproducción mental, reflexiva y todo lo sistemática que sea posible, de las leyes naturales inherentes a la vida tanto material como intelectual y moral". Aquí aquel autor repite su versión cartesiana del mundo, imperante en el siglo XIX (y desde el XVII, pero hoy estamos en 2007 y ya han pasado cien años desde que Einstein demostró la Teoría de la Relatividad y más de 75 que fue expuesta la Teoría Cuántica, de modo que ya no podemos ver las cosas como en la época de Bakunin. La Teoría General de Sistemas, el Enfoque Holístico, la Transdisciplinaridad, la comprensión del significado de las frecuencias vibratorias (físicas y extra físicas) hacen que la Neo-Ciencia no procure autoridad absoluta y sí convergencias con otros abordajes del mundo, incluyendo la sabiduría milenaria de la espiritualidad auténtica.

Por otro lado, la Ciencia, a pesar de sus virtudes indiscutibles, no es más que un instrumento que puede "reproducir" las leyes naturales en la medida en que el observador (científico) alinea sus percepciones. La orientación de la Ciencia acaba siendo más importante que su metodología, pues si aquella es equivocada o antihumana, no trabajará a favor de la liberación humana y si de su esclavitud.

En su férreo cartesianismo, Bakunin (10), llega a decir: "Si Dios entero puede alojarse en cada hombre, entonces cada hombre sería Dios. Por lo tanto, habría una inmensa cantidad de dioses, limitado cada cual por todos los otros y sin embargo siendo infinito cada uno… lo que implicaría necesariamente la destrucción mutua de todos los hombres". Si hubiera un único tipo de lógica, la lógica formal, tal vez podría aceptarse esa conclusión de Bakunin, ya que obviamente, según ese tipo de raciocinio, si algo (Dios) se aloja enteramente en otra entidad (hombre), no quedará nada de ese algo para alojarse en otra entidad (otro hombre).

Por lo tanto, no podemos acusar a Bakunin de irracionalidad, porque el conocimiento científico de la época(*) era crudamente cartesiano y no conocía las sutilezas que fueron descubiertas en el primer cuarto del siglo XX, como por ejemplo: la unidad elemental de la luz (fotón), puede presentarse como partícula (concentración de materia en un espacio pequeño) o como onda (energía expandiéndose en ese espacio) los electrones no son pequeñísimas esferas de materia y sí interacciones intra-atómicas; los opuestos son complementarios; el espacio no es tridimensional y el tiempo no es unidimensional, siendo que ambos forman un continuum tetra dimensional, llamado de "espacio-tiempo" por Einstein etc.

El raciocinio de Bakunin acaba siendo insuficiente para abordar aquel asunto tan delicado. Nos parece que el problema puede ser así interpretado: El Creador es Todo a un cierto nivel, por lo tanto el hombre lo contiene potencialmente, así como una flor, un ave o una piedra. Sólo que apenas aquel tiene autoconciencia y es a través de ella que puede reconocer en sí mismo su grandeza implícita, pero como ella es potencial y no manifiesta, la chispa cósmica queda encerrada dentro de nosotros, a menos que sea despertada. Para esto es necesario una Revolución Integral de las Conciencias humanas, involucrando todos sus componentes: material, mental, afectivo y espiritual.

Sólo para ilustrar un poco más, puede decirse que un siglo después de Bakunin se crearon hologramas, figuras – por ejemplo fotos – que son de tal naturaleza que un pequeño fragmento reproduce la figura entera. (Interesados en el tema pueden leer: Talbot, 5). Hace más de dos mil años, los orientales, más enigmáticos dijeron: "En una partícula de polvo hay incontables Budas".

De repente, el hilo conductor de Bakunin (10) parece cambiar de dirección, cuando dice: "El gran honor del cristianismo, su mérito incontestable y todo el secreto de su triunfo inaudito y por otra parte en absoluto legítimo, fue el de haberse dirigido a ese público doliente e inmenso a quien el mundo antiguo, que constituía una aristocracia intelectual y política estrecha y feroz, negaba hasta los últimos atributos y los derechos más elementales de la humanidad". Pero a pesar de esto, Bakunin considera que el cristianismo es el más atrevido y monstruoso de todos los absurdos religiosos… pues él no era solo la negación de todas las instituciones políticas, sociales y religiosas de la antigüedad(**) y si el derrumbamiento absoluto del sentido común y de toda razón humana, ya que el ser efectivamente existente, el mundo real, fue considerado en lo sucesivo como la nada".

El autor comentado, una vez más se pierde en su enfoque cartesiano (la verdad sea dicha, todopoderoso en la época), donde la razón constituye el único parámetro capaz de evaluar la "verdad".

En primer lugar, sentido común y razón son importantes, pero no cubren todo el espectro de la naturaleza humana. Lo afectivo y lo espiritual también son fundamentales, formando junto con los anteriores la estructura básica del ser humano. Dejando momentáneamente de lado el componente espiritual y concentrándonos en el afectivo o emocional, se comprobará fácilmente que él se superpone con bastante frecuencia a lo racional.

Veamos el caso del fumante; hoy día hasta las cajillas de cigarro dicen que éste provoca enfisema, problemas cardíacos, impotencia… Cualquier uso mínimo de la razón llevaría a las personas a dejar de fumar(***); entretanto muchas de ellas continúan haciéndolo. ¿Por qué? Porque el fumar debe producir en el fumante una satisfacción emocional mayor que lo que la razón le puede indicar.

En segundo lugar, Bakunin afirma que "el ser efectivamente existente es el mundo real". La palabra "efectivamente" en un enfoque cartesiano como él defiende, sugiere que lo único que existe es el "mundo real". Si él hubiera colocado en lugar de "efectivamente" la palabra "sensorialmente" coincidiríamos con su afirmación. El enfoque holístico nos dice que en un cierto nivel el mundo real es el tangible, pero a otros niveles hay otros "mundos reales": pensamientos, sentimientos, percepciones espirituales.

Tener conciencia del mundo sensorial no es privilegio de los seres humanos, pues los animales también la tienen. Ya tener conciencia de pensamientos, sentimientos y espiritualidad es propio e inherente al ser humano; para esto él ha evolucionado a niveles más altos de conciencia, que pasa a transformarse en auto-conciencia.

En tercer lugar, Bakunin dice que en las versiones religiosas (nos atrevemos a incluir aquí lo que llamamos de espiritualidad auténtica), el mundo real es percibido como nada, dejando el Todo para el mundo divino.

El maestro Jesús nos enseñó otra cosa, de profundo sabor holístico: "No solo de pan vive el hombre y si de la palabra de Dios" O sea, no se trata del Todo y la Nada y sí de diversos grados de energía vibratoria, unas necesarias para el cuerpo físico (pan), como también precisan los animales, y otros necesarios para los otros componentes del ser humano, de los cuales el Maestro menciona el más elevado, la espiritualidad. En este contexto, la "palabra de Dios" no es representable por la letra de los libros llamados sagrados y menos aún por las interpretaciones de los sacerdotes(*) y si por una percepción interna, más luminosa cuanto más alto podamos elevar nuestra conciencia. En definitiva, la "verdad" no se enseña. La "verdad" se vive (o no se vive).

Este largo análisis del texto de Bakunin (10), es hecho considerando que el socialismo "libertario" tiene en su seno la semilla que nos puede conducir al neo-socialismo (el socialismo holístico), pero para que aquella pueda germinar y crecer en forma satisfactoria, debemos restringir el enfoque cartesiano a aquella área donde él es efectivo: el estudio de las partes.

Pero si queremos abarcar el Todo de la naturaleza humana, así como el Todo Universal, precisamos incorporar nuevas dimensiones que permitan abordar esos Todos.

Esas dimensiones no estarán completas sin el componente espiritual, el cual cien años después de Bakunin (y de Marx, Engels, Proudhon…) comienza a ser comprendido de manera diferente. Ya no se trata de seguir dogmas, generalmente elaborados en función de intereses particulares. En efecto, ahora lo que interesa es recuperar las enseñanzas originales de los grandes maestros espirituales, distorsionadas por aquellos intereses.

Esa es una nueva dimensión libertaria: a partir de aquellas enseñanzas (ejerciendo nuestro galardón del libre albedrío) absorber por decisión propia lo que consideremos como válido, desechando interesados intérpretes que nos digan lo que debemos hacer y lo que no debemos.

Los grandes maestros espirituales – de todas las épocas y de todos los pueblos – orientaron y hasta aconsejaron, pero jamás impusieron. El dogma y la imposición son las herramientas que los Torquemadas de todas las épocas utilizaron para ahogar el espíritu humano. Y lo consiguieron… pero solo parcialmente. El espíritu humano continúa vivo y será cada vez más vivificado cuando comprendamos que no somos apenas una partícula racional de polvo arrastrada por el viento y sí seres que formamos parte de la Creación, en la cual tenemos una pesada responsabilidad: ser auxiliares del Creador en la construcción de una sociedad mejor, más justa, más humana, más digna y… ¡más feliz! (La Gran Utopía, ver Bonilla, 15).

Otro autor libertario (Read,16) que vivió entre 1893 y 1968, o sea bastantes años después de Bakunin que murió en 1876, consiguió tener nuevas percepciones a partir de nuevos conocimientos, inclusive científicos que aquel no disponía y hace afirmaciones que contrastan notablemente con él. "Lo que niego es que se pueda construir una sociedad duradera sin un carácter místico" … "El principal defecto de todo materialismo surgido hasta hoy es que el objeto, realidad o sensibilidad son concebidos apenas como objetos(**) y no como actividad humana sensible y práctica, o sea, no como subjetividad".

Las afirmaciones de Read son particularmente interesantes dentro del contexto relativo a la aplicación de la visión holística en el socialismo. En efecto el "carácter místico" de una sociedad, en la terminología de Read, es asunto vital para la sobrevivencia de aquella por la simple razón que la naturaleza del ser humano incluye un componente espiritual; si éste es rechazado, despreciado o ignorado, se crea un vacío fatal para la sanidad de aquella sociedad.

El ser humano es un ser holístico por naturaleza, él es objetivo (percepción del mundo sensorial, raciocinio) pero también subjetivo (emociones, espiritualidad). ¿Por qué, entonces en nombre de la racionalidad, vamos a cortar el ser humano en dos partes, amputando la subjetiva, llena de posibilidades a través de su biodiversidad? Esto precisa ser corregido, pues la necesidad física del cuerpo y la racionalidad fría de la mente se verían acompañados por el fuego del corazón y la riqueza del alma.

¿Cómo salir de una sociedad masacrada, manipulada y embotada, si no es a través de los recursos intactos que el ser humano posee, pero fueron aplastados por una avalancha incontenible de productos que debemos comprar, si no queremos ser considerados como aborígenes de Nueva Guinea? Y esos recursos son afectividad y espiritualidad (diferente de religión, generalmente dogmática por naturaleza).

Agrega Read (167): "Se volvió claro después de más de veinte años de socialismo en Rusia(*) que si no ofrecemos a la sociedad una religión nueva, ella acabará volviendo para la vieja. El comunismo, naturalmente tiene sus aspectos religiosos y fuera de la deificación de Lenin (mausoleo, efigies, leyendas), así como de la readmisión gradual de la Iglesia Ortodoxa, es una tentativa deliberada de crear una válvula de escape para las emociones religiosas".

Creemos coincidir bastante con los pensamientos de Read, excepto en la terminología: en lugar de "religión nueva" y "emociones religiosas", podríamos hablar hoy, en el siglo XXI de "recuperación del sentido real de la espiritualidad" y "vivencias espirituales".

En el siguiente párrafo Read (16) es muy ilustrativo: "El aliado natural del socialismo es la Iglesia, aunque debemos reconocer que era difícil percibir esto dadas las circunstancias del siglo XIX. La Iglesia era tan corrupta, tan dependiente de las clases dominantes, que apenas unos pocos pudieron percibir la realidad y concebir el socialismo en términos de una nueva religión o, simplemente como una nueva reforma del cristianismo".

Aquí Read entra, en nuestro concepto, en un terreno resbaladizo, pues él se refiere ahora específicamente al cristianismo y dentro de él a la Iglesia Católica. Nos parece que él debería haber profundizado un poco la enorme diferencia que existe entre las enseñanzas del Maestro y la distorsión posterior, que aquel autor traduce como corrupción. Aquí nuevamente debemos diferenciar "espiritualidad auténtica"(**) de religión dogmática. La primera orienta, sugiere, enseña; la segunda impone sus dogmas.

En cierta forma, Read concuerda con conceptos que anteriormente colocamos, relativos a que la situación lamentable de la religión prevaleciente en Occidente en la segunda mitad del siglo XIX, impidió a los líderes socialistas ver que aquello era pseudo espiritualidad; por lo tanto, la "espiritualidad auténtica" fue descartada y con ella destrozada una fuente de inmensa potencialidad humana.

Read (16) finaliza: "¿Y que tiene que ver todo esto con anarquismo(***)? Apenas esto: el socialismo marxista utilizó subterfugios tan pobres en la procura de sustitutos para la religión que en contraste con el anarquismo, que tiene una corriente mística, es por sí mismo una religión. Es posible concebir el desarrollo de una nueva religión a partir del anarquismo"(****)… "Durante la guerra civil española, muchos observadores se sorprendieron con la intensidad religiosa(*****) de los anarquistas, inspirando no apenas héroes y sí hasta santos: una nueva raza de hombres que devotaron sus vidas, en la imaginación sensible y en la práctica, a la creación de un nuevo tipo de sociedad humana" (Que sería lo que proponemos en llamar la Gran Utopía, ver Bonilla, 15). L

Las palabras a veces nos confunden, pero nos parece que cuando Read habla de una nueva religión que podría ser creada a partir del socialismo libertario, eso podría ser traducido como la "recuperación de la espiritualidad auténtica", pero lo esencial está en que, utilizando una u otra de esas expresiones, se está señalando el germen del socialismo holístico, dado que la visión holística incorpora la realidad interna del hombre (afectividad, espiritualidad) a los aspectos empíricos y tridimensionales (mundo material), de alguna forma percibidos por el componente mental, como pregona el cartesianismo.

Se abre pues una dimensión fundamental para el desarrollo de una Revolución Integral de las Conciencias, incorporando de forma decisiva nuestra riqueza interior en la comprensión del mundo y en las correspondientes acciones a ser ejecutadas en él.

Finalmente, unas palabras de Dumois (17): "La mística nos hace pensar en términos no materialistas. Nos hace volar, para poder mirar desde lejos la ruta. La formación del Hombre Nuevo parece tomar formas místicas. El aporte místico cubano al mundo contemporáneo podrá ser reconocido, tal vez sólo décadas adelante. El Ché ha regresado a Cuba, pues la mística se alimenta también de sus deidades. Recuérdese que fue la mística la que hizo posible que hombres como el Ché se inmolaran en plena juventud, en tierras foráneas".

¿HAY COMPATIBILIDAD ENTRE EL SOCIALISMO Y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (CATÓLICA)?

El Grupo "Reconquista y Defensa (18)" responde a esta pregunta diciendo que hay completa incompatibilidad entre ambas doctrinas.(*) Esa incompatibilidad estaría basada en dos aspectos que caracterizarían el socialismo:

La declaración de incompatibilidad expresada anteriormente está basada en textos esclarecedores de por lo menos tres Papas:

  • Pio IX (1846-78), León XIII (1878-1903) y Pío XI (1922-39). Cabe señalar que Papas anteriores a Pío IX no tuvieron oportunidad de juzgar el socialismo, porque éste era aún muy incipiente, y por lo tanto no estructurado ideológicamente.

  • Así tenemos en orden cronológica las siguientes declaraciones:

  • Pío IX (Encíclica "Noscitis e Nobiscum", 1849, o sea un año después que fue publicado el Manifiesto Comunista de Marx y Engels). "Los principales autores de esta tan abominable intriga no se proponen otra cosa que impulsar a los pueblos… al trastorno absoluto de todo orden humano de las cosas, y a entregarlos a los criminales sistemas del nuevo Socialismo y Comunismo".

  • León XIII, dicen aquellos autores debido a la sabiduría con que trató la cuestión social, llevó algunos a creer que él puso las bases del llamado socialismo cristiano. Sin embargo, el mencionado grupo informa de expresiones del mencionado Papa totalmente discordantes con aquella idea:

  • "Secta destructiva de la Sociedad civil" (Encíclica "Quod Apostolici Muneris", 1878).

  • "Secta pestífera" (en la misma Encíclica).

  • "Secta abominable", "Planta siniestra"; "Mortal pestilencia" ("que serpentea por las más íntimas entrañas de la sociedad humana y la conduce al peligro extremo de ruina" (ídem).

  • "Comunismo, Socialismo y Nihilismo son horrendos males y casi la muerte de la sociedad civil" (Encíclica "Humanum Genus", 1881).

  • "Los socialistas y otras turbas de sediciosos, porfiadamente maquinan por conmover las naciones hasta sus cimientos (Encíclica "Libertas Praestantíssimum", 1888).

  • "Es de nuestro deber, advertir públicamente a los católicos sobre el grave error que se oculta bajo las teorías del socialismo y del gran peligro que de ahí resulta, no sólo para los bienes exteriores de la vida(**), sino también para la integridad de las costumbres y para la Religión" (Encíclica "Graves da Communi", 1901).

  • El Papa Pío XI en su Encíclica "Quadragesimo Anno" (1931) informa que en el siglo XX el socialismo se bifurcó en dos corrientes: una, el comunismo que postula abiertamente la desaparición completa de la propiedad; la otra, el socialismo moderado.

Aún en el caso de que este socialismo moderado amenice su hostilidad hacia la propiedad privada, aquel Papa rechaza cualquier idea sobre socialismo cristiano, partiendo de la base que las respectivas doctrinas se oponen diametralmente. Así el socialismo está apenas interesado en el bienestar material, mientras que el cristianismo entiende que "el hombre ha sido puesto en la Tierra para que, viviendo en sociedad y bajo una autoridad ordenada por Dios(***), cultive y desarrolle plenamente todas sus facultades para gloria y alabanza de su Creador".

Finalmente, en el Concilio Vaticano II, "Gandium et Spes" (1965) se completa: "Socialismo religioso o socialismo cristiano, son términos contradictorios; nadie puede ser, al mismo tiempo ser buen católico y socialista verdadero".

Las expresiones anteriores, especialmente de Pío IX y León XIII, que fueron Papas durante el período 1846-1903, muestran que las diatribas que Marx, Bakunin o Engels hacían contra la religión, eran hasta ampliadas por los representantes de ésta con tonos más violentos aún.

Es en este marco referencial que debe ser comprendida la "excomulgación" mutua que en la segunda mitad del siglo XIX ocurrió entre socialismo (tanto autoritario como libertario) y religión (especialmente la Iglesia católica).

Sin embargo, cien años después, ya en el siglo XXI parece de la mayor importancia reanalizar esta problemática, buscando responder a la pregunta: ¿Esta incompatibilidad no podría ser eliminada si los conceptos de socialismo y religión fueran transmutados para socialismo holístico y espiritualidad auténtica?

Este es el asunto principal que se discute en este capítulo y que se va a responder al final del mismo.

Con todo, antes será necesario presentar otras informaciones y
enfoques acerca de lo que se ha denominado socialismo religioso, cristiano
o místico
, así como la convergencia e integración entre
ciencia y espiritualidad (auténtica).

SOCIALISMO CRISTIANO Y ASPECTOS MÍSTICOS

El socialismo cristiano no nació en la Iglesia Católica, que a través de sus Papas lo repudió, especialmente en la segunda mitad del siglo XIX como ya vimos. Él fue creado en 1848 (casualmente el año en que Marx y Engels publicaron el "Manifiesto comunista"), por la Iglesia Anglicana a través de sus pastores Maurice, Kingsley y Ludlow.

La expresión "Socialismo Cristiano" aparece, por primera vez como título de un folleto que luego se transformó en el semanario "Politics for the People". Este movimiento se caracterizó por los siguientes principios: crítica frontal al capitalismo, divulgación del cooperativismo, proclamación de la unión del clero con el pueblo, exhortación al cambio moral personal y a la quiebra de las relaciones (negativas) del socialismo con la "irreligión" y la inmoralidad.

El hecho es que este socialismo cristiano estrechó relaciones con el proletariado de tal manera que acabó dando a luz el partido laborista. Esta hibridación llevó al líder J. Smith (antecesor de Tony Blair) a expresar: "¡Que verdad es que el Partido Laborista ha sido más deudor del metodismo que del marxismo!" (Ver Smith, 19).

Para este grupo cuyo nombre es Movimiento Socialista Cristiano, la "Tercera Vía" es el socialismo ético, el socialismo cristiano.

Es interesante agregar que el propio Tony Blair forma parte de ese movimiento, lo que seria un indicador del desgaste de éste, vistos las actitudes del mencionado político, poco éticas, como acompañar – sin pruebas – a Bush en su invasión al Irak, no autorizada por las Naciones Unidas y repudiada por inmensa mayoría de la comunidad mundial.

Varios autores proclaman que el socialismo cristiano es bien anterior al desarrollo por la iglesia anglicana ya que proviene del propio Jesús que predicaba y practicaba la igualdad entre las personas. Más adelante, la iglesia que crearon sus seguidores procurando su institucionalización cuando fue reconocida por Roma, acabó burocratizándose y lo que es peor, se corrompió (indulgencias, Inquisición etc.). Esto justificaría la crítica marxista de que "la religión es el opio de los pueblos".

Los defensores de esta idea, proponen revivir las enseñanzas de Jesús y los principios de la iglesia primitiva (hasta 300 años después de Cristo), como una forma de alcanzar el ideal socialista.

Este punto de vista es un germen de lo que llamamos "socialismo holístico", propuesta fundamental de este texto, que combina los principios de justicia social con los de la visión holística, entre los que se incluye la espiritualidad auténtica (y cuya más alta luminaria son las enseñanzas del Maestro).

Otra rama del socialismo cristiano es la que sigue la Juventud Obrera Cristiana, cuya base son las enseñanzas de Joseph Cardijn, a partir de las cuales surge un movimiento muy importante en América Latina: la Teología de la Libertación. Frente a ella el Vaticano adopta una política ambigua: por un lado en la Doctrina Social de la Iglesia promulgada en 1980, incorpora algunos postulados de aquel movimiento, pero por otro va relegando los sacerdotes que se adhirieron a ella.

Boff (20) define la Iglesia de la Libertación como aquel sector de Iglesias (católicas y evangélicas), que "comprendió que no se puede practicar el evangelio sin articularlo con la justicia social(*), pues en caso contrario, la religión se convierte en alienación". Él agrega "la utopía de la fe muestra una profunda connaturalizad con los movimientos sociales… O sea, el evangelio no es bueno apenas para prometernos la vida eterna; también es bueno para ayudarnos a construir una vida terrena más justa, fraterna y espiritual" (o sea una sociedad mejor: la Gran Utopía. Ver Bonilla, 6).

Otra modalidad de "socialismo cristiano" bien reciente en América Latina es la convocatoria del Presidente de Venezuela Hugo Chávez para "inventar el socialismo del siglo XXI" para lo que recomendó usar dos "insumos históricos": las ideas originales de Marx y Engels y las enseñanzas de Jesús.

Meza (21) en una entrevista, preguntó al diputado José Albornoz, dirigente del partido oficialista venezolano Patria para Todos (PPT): ¿Por qué no hablar de un socialismo humanista, en lugar de un socialismo cristiano? ¿Dónde queda la figura de Jesús en esta concepción?

El diputado responde diciendo que el "socialismo cristiano" propuesto por el Presidente Chávez es diferente de los otros modelos socialistas porque:

  • El enemigo principal no es apenas el imperialismo (enemigo político) y sí también la pobreza (enemigo social).

  • El sujeto de la revolución fue para la Unión Soviética y Cuba, los trabajadores; para la China, la unidad campesina; ya para la revolución bolivariana es el excluido.

  • Las otras revoluciones no han sido cristianas(**). La bolivariana sí porque sus planteamientos básicos están muy vinculados con el papel desarrollado por Cristo y todo lo que significó su campaña de participación, por subvertir o implementar una forma diferente de ver la vida.

  • La mayor actividad espiritual que se puede hacer es compartir con la gente en un barrio y tratar de ayudarlo en cosas fundamentales de la vida; al hacerlo se estaría haciendo un papel de identidad con Dios.

En un libro de Jáuregui y García de Andoni titulado: "Tender puentes: PSOE y mundo cristiano", el primer ministro español, Rodríguez Zapatero, en el respectivo prólogo escribe lo siguiente: "Esta es la tarea pendiente: sustituir la indiferencia o la negación del valor de lo religioso(***), por un reconocimiento y valoración positiva del mismo".

Durante la época de Cristo, sus enseñanzas tenían un fuerte contenido socialista, así como la vida cotidiana de las comunidades de la Iglesia primitiva, entre ellas:

  • Jesús aconseja al joven acaudalado que manifiesta querer seguirlo, que se despoje de sus bienes.

  • Jesús prometió el Reino de los Cielos a los perseguidos, pero también se empeñó en que alcanzasen la buenaventura en esta vida(****).

  • Cuando evita la lapidación de la mujer adúltera.

  • Cuando elige sus discípulos entre aquellos que se dedican a oficios más "inferiores", como simples pescadores.

  • En términos de las comunidades cristianas primitivas, allí convivían nobles, ciudadanos romanos, simples trabajadores o hasta esclavos manumitidos.

Prada (22) hace un comentario esclarecedor: "Ciertamente han sido muchos los felones, que al amparo de la Cruz, han legitimado la opresión del débil, pero esa circunstancia deplorable no debe enturbiar el mensaje original de Jesús, que no es el de un Dios olímpico encaramado en una nube, sino el de un Dios sufriente(*****) que se encarna en el barro del que estamos hechos, para compartir nuestras necesidades y quebrantos".

Uno de los mayores pensadores latinoamericanos, a pesar de poco conocido en la región y de su corta vida (1895-1930) es Carlos Mariátegui, nacido en Perú.

Este autor (23 rescata el valor del mito en la comprensión de la psiquis humana. Él dice: "la más clara diferencia, en esta época(*) entre burguesía y proletariado es el mito: La burguesía se volvió incrédula, escéptica nihilista; ya el proletariado tiene un mito: la revolución social"…"La fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia; está en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es una fuerza religiosa, mística, espiritual. La emoción revolucionaria es una emoción de aquella naturaleza".

Löwy (24) discute el enfoque de Mariátegui que relaciona Misticismo y Revolución. Cuando Mariátegui utiliza la palabra mística, él lo hace refiriéndose a "la dimensión espiritual y ética del socialismo, a la fe del combate revolucionario, al compromiso total por la causa emancipadora, a la disposición heroica de poner en riesgo la propia vida". Esta posición es obviamente herética para la tradición marxista dominante, a pesar de que tiene otros cultores en Europa como Sorel, Ernst Bloch y Gramsci.

Mariátegui (23) dice que "no se opone a la Ciencia y a la Razón, pero ellas no pueden satisfacer la necesidad de infinito que hay en el hombre".

Gramsci (25) rinde homenaje a este "sentimiento místico religioso del socialismo que invade todo y nos lleva más allá de las polémicas ordinarias y miserables de los pequeños políticos vulgarmente materialistas".

Löwy (24) opina que lo que atrae a Mariátegui (como a Unamuno y a los surrealistas) es "el alma encantada, la mística", entendiendo por tal "el arriesgado combate por valores supremos, por la búsqueda heroica del sentido de las cosas. Es decir, algo muy distinto de la religión institucional, con sus dogmas y su clero.

Exactamente ese punto de vista es el sostenido por el autor de este libro: una cosa es la religión institucionalizada ("el opio del pueblo" según Marx) y otra es la espiritualidad auténtica que es inmanente e inherente a la naturaleza humana. Que algunos la nieguen (materialistas acérrimos) no altera la realidad, de la misma manera que las ondas de radio son reales y no las vemos, que el sol es real y de noche no está visible o que los colores existen aunque un ciego no los pueda ver.

De lo que se trata es de separar con absoluta claridad, la fuerza y la potencialidad que surge del ser humano en sintonía con las energías cósmicas (la "religión cósmica" de las que nos habla Einstein, 26), de las incrustaciones que han sido hecha a lo largo de la Historia, en beneficio de grupos de poder que han deformado aquella potencialidad, erigiéndose en intérpretes ("designados por Dios"), capaces de traducirnos esas ideas, lo que acaban haciendo por medio de dogmas.

El espíritu humano, en proceso acelerado de evolución, ya no los acepta; exige otra cosa: que cada uno de nosotros en este siglo XXI adquiera el derecho y la responsabilidad de contactar directamente aquellas energías, de procesarlas en nuestro interior y donar nuestras grandes potencialidades (en gran parte no utilizadas hasta ahora) en la construcción de un mundo mejor (la Gran Utopía, Ver Bonilla 15).

Aquí es que nace el socialismo holístico (a ser discutido en el último ítem de este capítulo), que se abre como la gran esperanza, como el camino a ser construido con el sudor de nuestra frente y con nuestra capacidad racional, pero ahora fecundadas por nuestra vida interior, representada por el corazón y el alma.

El socialismo, que procura la justicia social, es holístico cuando coloca en juego todos los componentes del ser humano: físico, mental, afectivo y espiritual, lo que implica que al principio auto-afirmativo prevaleciente (preocupado con la parte) se le incorpore el principio integrativo (referido al todo). Inclusive para horror de muchos marxistas, Mariátegui (27) propone una comparación ético-política entre la mística de los revolucionarios y la de los cristianos (primitivos); entre las asambleas de las Internacionales Socialistas y el misticismo cristiano en las catacumbas (analogía, en realidad, sugerida por el propio Engels), entre Rosa Luxemburgo(**) y Teresa de Ávila y de manera general entre los héroes del socialismo y los de la religión (entendiendo por estos últimos los maestros espirituales y no los que se auto-proclamaron como sus representantes).

Finaliza Löwy (24): "No es una coincidencia que el fundador de la teología de la libertación, el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, dictara un curso enteramente dedicado a las ideas de Mariátegui y que su obra fundamental: "Teoría de la libertación: Perspectivas" (1971) contenga numerosas referencias a aquel autor…"De hecho, las hipótesis de Mariátegui son un aporte sustancial para entender a Camilo Torres, la Teología de la libertación, así como la participación de los cristianos en los movimientos revolucionarios de América Latina, como el sandinismo nicaragüense, el MST brasileño o el movimiento Zapatista de Chiapas".

Löwy (28), también manifiesta: "es innegable que Mariátegui no pretende transformar el socialismo en una iglesia o una secta religiosa y sí hacer que sea reconocida la dimensión espiritual y ética del combate revolucionario: la fe ("mística"), la solidaridad, la indignación moral, el compromiso total ("heroico") que involucra el riesgo de perder la propia vida"… Así "el socialismo se inscribe en el centro de una tentativa de reencantamiento del mundo a través de la acción revolucionaria".

Este "reencantamiento" es fundamental en el siglo XXI, donde las personas (inclusive los estudiantes universitarios, históricamente el fermento de los cambios), se sienten impotentes frente a la tela de araña que el poder económico ha tejido aprisionándolas, a través de un lavaje cerebral, eficientemente difundido por los medios de comunicación.

No es a través de conquistas materiales ni de aumento de conocimientos técnico-científicos (visto que estos operan apenas parcialmente a favor de las personas y con frecuencia bien mayor a favor del sistema económico: consumismo y belicismo(*)), que podremos enfrentar y vencer los desafíos que acosan el ser humano en este siglo XXI.

Esos desafíos han cambiado un poco en los últimos años, pero la sociedad humana está gravemente enferma, porque no es capaz de utilizar sus inmensos recursos de conocimiento, para crear una sociedad más equilibrada. En efecto, la amenaza de un infarto fulminante (guerra atómica) se ha diluido bastante con la caída de la Unión Soviética, pero por debajo de ese riesgo, se oculta otro que ya se muestra en forma muy clara. Ahora estamos sufriendo un cáncer que ha invadido órganos vitales; no vamos a explotar en cualquier momento, pero estamos condenados al desastre, si no fuera realizada una cirugía a corto plazo.

Ese cáncer metafórico crece en la forma de contaminación ambiental, destrucción de tierras, reducción de la biodiversidad, exclusión social, criminalidad creciente, alineación y sentimiento de impotencia frente a las fuerzas que dominan el planeta.

Pensamos que dos grandes orientaciones se diseñan en nuestra frente: la acomodación (que inunda la sociedad actual, privilegiando el individualismo y el egoísmo, que invade terriblemente inclusive el capital más precioso disponible: los jóvenes(**)) o el reconocimiento de cambiar los rumbos, para lo cual deben ser utilizados nuevos combustibles, que están almacenados desde el principio de nuestra civilización: el corazón y el alma, entendidos a través del enfoque holístico , la Transdisciplinaridad) y la justicia social , actuando en forma conjunta y equilibrada, capaz de marcar los nuevos rumbos: el socialismo holístico.

== CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD AUTÉNTICA

Este asunto será abordado a través de dos subítems, el primero es la relación de la convergencia entre la ciencia más avanzada y la espiritualidad, asunto conocido en la antigüedad, pero redescubierto recién en los últimos 30 años. El segundo es una profundización del primero: ¿Será posible que exista un espacio común para una integración entre ciencia y espiritualidad, aunque sus métodos de trabajo puedan ser diferentes?

La Ciencia más avanzada converge con la Espiritualidad (Auténtica)

La afirmación contenida en el título de este ítem es difícil de aceptar por parte de muchas personas, inclusive científicos respetados, así como individuos con tendencias socialistas, a partir del raciocinio que lleva a pensar que las experiencias de la Ciencia son objetivas y por lo tanto reproducibles en cualquier época y por cualquier individuo, mientras que las experiencias espirituales o místicas – si realmente existiesen – serían reservadas a unos pocos (personas inspiradas o iluminadas) y lo que es peor, su contenido sería completamente subjetivo y como consecuencia, sin valor para los demás. Ya otros, opinan que tales experiencias místicas no pasan de ilusiones, sueños o alucinaciones, o muchas veces, simplemente fraudes.

Antes de continuar, es necesario hacer una distinción fundamental: una cosa es misticismo y otra es mistificación. Misticismo es una palabra equivalente a lo que en este texto es denominado "espiritualidad auténtica" y que significa elevación espiritual que procura alcanzar armonización con las Energías Cósmicas, a través de la experiencia de contacto directo con el Creador del Universo.

Mistificación es una deformación grosera de la espiritualidad a través del charlatanismo y teniendo como objetivo básico la obtención de lucros a costas de la credulidad pública. Esta segunda alternativa es bien conocida, así como abundante en el mercado; ya el misticismo parece hasta inexistente, porque no se anuncia con luces coloridas o fuegos de artificio. Con todo, el verdadero buscador siempre acaba encontrándolo.

Retomando el asunto que estaba siendo discutido anteriormente, relativo a experiencias científicas y misticismo, comenzaremos diciendo que tanto el científico como el místico, tienen inicialmente un proceso común para recorrer: un largo período de capacitación, para poder percibir con claridad y autonomía "algo" del asunto de su especialidad.

Una pregunta interesante es: ¿Por qué creemos en lo que dicen los científicos y dudamos de lo que dice un místico (suponiendo ambos de alto nivel)? Simplemente creemos en el científico porque vemos en él un representante de la ciencia, o sea por un verdadero acto de fe. Y esto acontece, no porque él esté diciendo – necesariamente – la verdad y sí porque su representada, la ciencia, es un valor incuestionable de nuestra sociedad, motor indiscutible del "progreso" – bastante ambiguo – del cual hoy gozamos.

Por ejemplo, prácticamente todo el mundo (más de 99,9% de las personas), no entienden absolutamente nada sobre Relatividad; sin embargo concuerdan unánimemente que Einstein es un genio insuperable (o casi)(*). De la misma forma, en la Edad Media – y aún hoy – millones de personas acreditan ciegamente en lo que el sacerdote – de cualquier religión les proclama como verdad. Ellos también tienen fe en la representada por aquel, o sea, la religión específica.

Hecha esta aclaración, podemos afirmar plenamente que tanto los científicos como los místicos desarrollaron – cada uno en su área – métodos realmente sofisticados de observación y comprensión de la Naturaleza y del Universo, inaccesibles a aquellos que no están capacitados en los mismos. A los que no están capacitados, solo les queda el recurso de creer, no pudiendo tener experiencias propias sobre el asunto especifico.

En la Ciencia, la instrucción necesaria es dada a través de las Universidades y los Centros de Investigación Científica; en el Misticismo (auténtico), a través de Fraternidades. En ambos casos, existen grados a alcanzar. En la Ciencia se llaman diplomas académicos (graduación, especialización, maestría, doctorado, post-doctorado); en el Misticismo se llaman iniciaciones. Unos y otras requieren ceremonial específico.

Alguien puede preguntar, y con razón: ¿Cómo es posible que dos caminos tan diferentes como el de la experimentación física y de la introspección, ambos legítimos y poderosos en sus contextos específicos puedan convergir y mostrar resultados similares? Esto será discutido a continuación.

Comencemos por el misticismo. ¿Cuáles son sus postulados o ideas esenciales? Tal vez se podría decir que la idea-madre es el concepto de Unidad (que puede ser designada como Dios, Tao, Brahman o de otra manera), así como que esa Unidad es el centro y origen de todos los fenómenos, cosas y acontecimientos, que en realidad son manifestaciones de aquella Unidad. Por lo tanto, todo está interrelacionado. (Francis Thompson: "No puedes tocar una flor sin perturbar una estrella". Por su vez cacique Seattle dijo: "Todo está ligado; todo lo que ocurre a la Tierra, acontecerá a los hijos de la Tierra").

La Ciencia clásica, impregnada de una visión cartesiana, tiene una visión opuesta: el mundo sería un conjunto de elementos independientes que tienen entre sí una ligación bastante débil. De este modo es posible justificar la destrucción de los ecosistemas, que serían algo separado del ser humano, dueño y señor de la Naturaleza.

Es obvio que, a partir de percepciones tan diferentes de los problemas fundamentales, la comprensión del propio hombre acerca de sí mismo, también será radicalmente diferente. Así para la ciencia clásica, el ser humano es una mezcla físico-química extraordinariamente compleja; por otro lado, el misticismo auténtico comprende que esta mezcla físico-química es apenas una parte del hombre, la más densa, perecible y vulnerable, pero que existe otra – la más importante – que trasciende su cuerpo físico y es capaz de reintegrase al Todo, de donde surgió en el momento del nacimiento individual. Esta parte es denominada de Atman, Cristo Interno o Ser Interior.

Partes: 1, 2, 3, 4
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