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Trabajo de investigación sobre las drogas (página 2)




Enviado por AndreinaT Anónimo



Partes: 1, 2

Una droga sedante-hipnóticas o soporíficas son aquellas cuya primera función es la inducción al sueño. Pueden producir, según qué tipo de sedantes-hipnóticos, insomnio, ansiedad, confusión, desorientación, depresión respiratoria, pérdida de equilibrio, disminución del juicio, o muerte.

Este grupo se subdivide a su vez en subgrupos: GABA-agonistas, H1 agonistas-inversos, a1 adrenérgicos antagonistas, a2adrenérgicos antagonistas, agonistas melatoníticos y antagonistas orexiníticos.

Drogas antidepresivas

Una droga antidepresiva es aquella que produce un alivio en los síntomas de la depresión, la distimia, ansiedad; y en general todos los trastornos del estado de ánimo y la fobia social.

Drogas antiparkinsonianas

Las drogas antiparkinsonianas son aquellas drogas que tratan los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Producen efectos adversos como hipotensión, arritmias, náuseas, pérdida del cabello, ansiedad, alucinaciones, somnolencia, problemas respiratorios, desorientación, confusión y psicosis.

Estas drogas se dividen en dos grupos: dopaminérgicos y anticolinérgicos.

Drogas antipsicóticas

Una droga antipsicótica es aquella que produce un alivio en los síntomas de la psicosis. Pueden producir ganancia de peso, agranulocitosis, discinesia, acatisia, distonía, párkinson, hipotensión, taquicardia, letargia, pesadillas, hiperprolactinemia o disfunción eréctil.

Drogas ansiolíticas

Una droga ansiolítica es aquella utilizada para el tratamiento de la ansiedad y sus desórdenes. Son considerados tranquilizantes menores. Pueden producir taquicardia, pesadillas o pérdida de la consciencia.

Drogas anoréxicas

Las drogas anoréxicas o antiobésicas son aquellas que suprimen o reducen el apetito. Suelen utilizarse para reducir peso.

Este tipo de drogas se dividen en estimulantes y anticannabinoides. La mayoría de estimulantes suprimen el apetito, y de hecho, la droga más consumida del mundo, el café, es un potente supresor del hambre. Los cannabinoides tienen la capacidad de estimular los receptores cannabinoides CB1 y CB2, que incrementan el apetito. Aquellas sustancias antagonistas y agonistas inversas de estos receptores producirían el efecto contrario, esto es, la disminución o la supresión el apetito, como sucede con el Rimonabant o el Surinabant. No obstante, el consumo excesivo de THC produce el efecto contrario al de un consumo moderado.

Drogas euforizantes

Una droga euforizante es aquella que induce a sentimientos de euforia. Los efectos pueden incluir relajación, control del estrés, felicidad o placer; ya que pueden actuar sobre los centros de placer del cerebro. El ámbito de acción de estas drogas es generalizado encontrándose en varios tipos de drogas psicotrópicas.

Drogas nootrópicas

El cannabis afecta casi todos los sistemas corporales. En él se combinan muchas de las propiedades del alcohol, los tranquilizantes, los opiáceos y los alucinógenos.

Las drogas nootrópicas (del griego noús "mente" y trópos "movimiento") o smart drugs("drogas inteligentes" en inglés) son aquellas que incrementan las funciones mentales, como la cognición, la memoria, la atención, o aumentan la motivación o la concentración. Son referidos generalmente como psicoestimulantes.

Clasificación en "duras" y "blandas"

La diferencia entre una droga dura y una droga blanda es que la dura causa adicción o dependencia tanto física como psíquica, mientras que la blanda causa adicción o dependencia a nivel solo físico, o solo psíquico.

En su origen esta distinción pretendió servir para distinguir las drogas altamente adictivas que comportan serios daños a la salud (duras), de las poco adictivas, que no presentan un riesgo grave para quien las consume (blandas).

• Drogas duras: la cocaína, los opioides (morfina, heroína, etc.), el alcohol, o las anfetaminas son comúnmente descritas como drogas duras.

• Drogas blandas: el término es aplicado generalmente a los derivados del cannabis (marihuana, hachís, etc.), a la cafeína, etc. Por lo general el término se aplica a sustancias cuyo consumo no conlleva patrones de comportamiento social desadaptativos.

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Según los efectos producidos sobre el sistema nervioso central

Constituye el sistema de clasificación más aceptado en la actualidad (frente a la distinción entre drogas "duras" y "blandas" o legales e ilegales).

Según su daño físico

El daño físico es relativo y variable según la condición preexistente. A continuación, una tabla ordenada según el daño a la salud, aunque el daño social puede variar:

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El cannabis inhalado tras su combustión es tan o más dañino que el tabaco, pero vaporizado tiene pocos efectos perniciosos por lo que este dato está sujeto a debate. No se conocen efectos físicos sobre el cuerpo humano tras su consumo prolongado, pero sí posibles efectos en la psique cuya variabilidad es notable.

Según su nivel de adicción

Según su nivel de adicción, las drogas pueden clasificarse:

N.º

Droga

Potencial de adicción

1

Oxicodona

99/100

2

Nicotina (tabaco)

96,5/100

3

Crack

95,5/100

4

Metanfetamina fumada

92,5/100

5

Metanfetamina inyectada

89,5/100

6

Heroína

87,5/100

7

Diazepam

86/100

8

Metacualona

83/100

9

Secobarbital

82/100

10

Alcohol

82/100

11

Anfetamina vía oral

81/100

12

Cocaína

78/100

13

Cafeína

67/100

14

Fenciclidina

55/100

15

Marihuana

42/100

16

Éxtasis

40/100

17

LSD

32/100

18

Setas alucinógenas

17/100

19

Mescalina

16/100

20

Metadona

?/100

Consecuencias de las drogas

El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un problema de salud pública muy importante. Los riesgos y daños asociados al consumo varían para cada sustancia.

Además, es necesario tener en cuenta las variables personales como el grado de conocimiento o experiencia del usuario, su motivación, etc. y las propiedades específicas de cada droga así como la influencia de los elementos adulterantes.

Estas consecuencias son muy diversas y pueden subdividirse en:

• Físicos: fatiga, quejas continúas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.

• Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad, comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio, depresión y una falta general de interés.

Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de comunicarse con la familia.

Escuela: interés decreciente, actitud negativa, faltas al deber, calificaciones bajas, ausencias frecuentes y problemas de disciplina.

Problemas Sociales: amigos nuevos a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y de la escuela, problemas con la ley y el cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir y en la música.

Las drogas son sustancias que al ser introducidas en el organismo vivo, puede modificar una o más de las funciones de éste, alteran el estado psíquico y a veces físico, que se caracteriza por cambiar el comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar la droga en forma continuada o periódica.

Consecuencias en la juventud

El consumo de drogas suele iniciarse en la etapa de la adolescencia o juventud, lo cual se ha convertido en una preocupación social.

El Office for National Statistics del Reino Unido indicó que en ese país "el 12 % de los alumnos de entre 11 y 15 años había consumido drogas el pasado año 2011. El cannabis [marihuana] fue, la más utilizada" y que "a más de un tercio de estos jóvenes (el 35 %) les habían ofrecido una o varias clases de droga".

Un informe respaldado por la Unión Europea revela también que entre la gente joven "es cada vez más habitual beber hasta emborracharse". El informe añade que el "alcoholismo tiene, a corto plazo, consecuencias nefastas, tales como accidentes, violencia y envenenamiento, así como problemas sociales y del desarrollo". Un estudio realizado en Japón señala que "las drogas más utilizadas por los adolescentes del país son los disolventes orgánicos, que pueden inducir al uso de otras sustancias".

En total, se declara que para el 2012 se contaban 28 millones de personas bebedoras de 12-65 años de las cuales el 53% de los consumidores son hombres y el 47% son mujeres. Además, el 25% se declaró dependiente del tabaco siendo 69% hombres y 31% mujeres. El 72% del grupo de fumadores declara haber comenzado el vicio antes de los 18 años, mientras que actualmente el 9% de la población fumadora es representada por los mismos menores de edad. Estas cifras recopiladas, también muestran que la principal ocupación de los consumidores de drogas como el tabaco o el alcohol, es empleado. En cuanto a drogas más fuertes, el 7% de la población admite consumir drogas químicas con frecuencia y por el contrario, el 63% declara no haberlas probado jamás.

El uso de drogas en la adolescencia es especialmente perjudicial ya que es un período de transición en la que siguen ocurriendo cambios corporales, afectivos, cognitivos y de relaciones sociales. puede llegar a ser muy riesgoso para la salud de los jóvenes pues produce daños en el cuerpo y órganos, como: Esterilidad, Adicción, Dependencia, Desnutrición, Daños al cerebro u otros órganos importantes.

Factores sociales que contribuyen al problema de las drogas

El problema de las drogas desde la perspectiva de los determinantes sociales de la salud propone cinco áreas de análisis: el contexto y la posición socioeconómica, la exposición diferencial a los factores de riesgo, la vulnerabilidad diferencial a los riesgos, los resultados diferenciales de la atención a la salud y las variaciones en las consecuencias sociales.

Tomando como base los ejes que propone la Organización Mundial de la Salud, es posible identificar los factores sociales que ayudan a explicar las consecuencias del problema de las drogas en las sociedades, así como las diferencias entre los países y entre diferentes tipos de consumo. Existe, por ejemplo, una gran inequidad cuando se trata de la atención a las personas que padecen adicciones, cuando se les compara con la atención que se brinda a pacientes con otras enfermedades

Exposición a los riesgos. En los escenarios de consumo hay diferentes niveles de peligro. Intervienen factores tales como el nivel de desarrollo, la urbanización y los servicios, la disponibilidad de drogas y de armas, el índice de delitos y la existencia de grupos que pueden estar involucrados en la distribución de drogas, algunos de los cuales pueden ser más violentos que otros. También interviene la acción de la policía y las estrategias utilizadas para combatir el delito o, en su caso, el consumo. Es más frecuente que en algunos escenarios se usen drogas con mayor nivel de adulterantes, con consecuencias más graves para la salud, y que los niños y adolescentes sean testigos o víctimas de violencia.

Factores de riesgo y de protección

Los factores psicosociales que entran en juego a nivel individual se dividen en dos categorías: factores de riesgo que, sin estar ligados causalmente al consumo o dependencia, los anteceden y aumentan su probabilidad de ocurrencia, y factores de protección que hacen fuertes a las personas para resistir los riesgos. En estos casos se habla de personas con "resiliencia", quienes a pesar de haber experimentado muchos de los factores de riesgo, no incurren en el consumo o no desarrollan dependencia. El conocimiento de los factores de riesgo permite identificar las oportunidades de prevención y el conocimiento de los factores de protección ayuda a identificar la manera de intervenir. El cambio de foco de atención del consumo de drogas a la disminución de la vulnerabilidad del individuo actuando sobre los factores de riesgo, ha abierto un nuevo abordaje, construido con base en la prevención desde las primeras etapas del desarrollo.

Sin embargo, la evidencia científica muestra que estos individuos tienen características diferentes y viven en entornos también diversos que los harán más o menos vulnerables al abuso de sustancias, y que por tanto requieren de estrategias de intervención particularizada y diferente en su contenido e intensidad.

Los factores de riesgo pueden ubicarse en diferentes dominios: individual

(por ejemplo, trastorno emocional o de aprendizaje o personalidad orientada a la búsqueda de sensaciones nuevas), familiar (convivencia con padres alcohólicos), escolar (fracaso académico), social (amigos usuarios de drogas) y comunitario (alta disponibilidad de sustancias). Tales factores interactúan con cada individuo quien procesa los estímulos, los interpreta y responde a ellos de una manera diferente. La importancia de estos factores varía a lo largo de diferentes las etapas de desarrollo del individuo.

Los factores de protección pueden ubicarse también en cada uno de los dominios de la vida de la persona: en la esfera individual (por ejemplo, alta autoestima o personalidad orientada a evitar riesgos), familiar (convivencia con padres capaces de cubrir las necesidades afectivas de los menores), escolar (apego a la escuela), social (amigos poco tolerantes hacia el consumo) y comunitaria (pertenencia a redes de apoyo social). Pueden definirse como aquellos factores que en presencia del riesgo protegen a los individuos de consumir drogas, más que lo opuesto al riesgo. Por ejemplo, en el caso de una niña que vive en una familia con serios problemas, será menos probable que use drogas si se apega a su escuela y sus compañeros manifiestan una baja tolerancia hacia el consumo.

Los factores que contribuyen a la resiliencia pueden incluir: una relación
estrecha con los padres u otro adulto que asegure un ambiente de afecto desde
edades tempranas y de manera consistente; sentimientos de éxito, de control
y de respeto por sí mismo por parte de los menores; fuertes recursos
internos (por ejemplo, buena salud física y psicológica) y externos
(buena red social de apoyo que incluye la familia, la escuela y la comunidad).
Entre otros factores se encuentran habilidades sociales que incluyen la capacidad
para comunicarse y negociar, y para tomar buenas decisiones y rehusar actividades
que pueden resultar peligrosas; habilidades para resolver problemas; una percepción
de que las adversidades se pueden resolver con perseverancia y esfuerzo, y haber
sobrevivido situaciones de riesgo anteriores  

El impacto del consumo de drogas en la salud

Desde la perspectiva de la salud, el uso del alcohol y otras drogas constituye factores de riesgo importantes para la salud, lo cual se refleja principalmente en días vividos sin salud, pero también y de manera creciente, en la mortalidad.

El consumo de sustancias aumenta los costos de atención a la salud debido a que aumenta el riesgo de muchas condiciones —lesiones relacionadas con la intoxicación (accidentes y violencia), enfermedades infecciosas (VIH/SIDA, hepatitis B y C) y crónicas (cirrosis, afecciones cardiovasculares, cáncer, enfermedades mentales, entre otras)— así como de desarrollo de uso nocivo, abuso y dependencia. La comorbilidad, es decir, la presencia de más de una enfermedad o trastorno, es de especial relevancia, debido a que es muy frecuente que las personas con adicción padezcan algún otro trastorno psiquiátrico El impacto sobre la salud puede ser evaluado a través de diferentes indicadores, tales como la mortalidad y la discapacidad, que se pueden evaluar en forma separada o conjunta,

Carga global de enfermedad: Una herramienta útil para analizar las consecuencias del consumo de sustancias es un indicador de la OMS denominado carga global de enfermedad (Global Burden of Disease, GBD), que evalúa el impacto de las enfermedades, lesiones y otros factores de riesgo con base en la mortalidad prematura y días vividos sin salud. De la lista total de ochenta y ocho condiciones, a nivel mundial los trastornos por uso de alcohol y otras drogas ocupan el 35º y 31º lugares, respectivamente. Esto implica que las drogas ilícitas contribuyen con el 0,8% y el alcohol con el 0,7% de la carga mundial de mortalidad y discapacidad. Todas las regiones de América ocupan lugares por encima de la media mundial de la carga de enfermedad, tanto para drogas ilícitas como para alcohol. Destacan los Estados Unidos y Canadá, con el 11º lugar en el caso de drogas ilícitas y 19º en el caso de alcohol. En los países de la región sur de América Latina (Chile, Argentina y Uruguay), las drogas ilícitas y el alcohol ocupan el 18º y 19º lugares, respectivamente, y en la región tropical (Brasil y Paraguay), el 22º y 17º lugares, respectivamente. El consumo de alcohol y otras drogas son factores de riesgo importantes entre sesenta enfermedades y lesiones derivadas de accidentes y violencia .

.Mortalidad: de acuerdo con la estimación
más reciente del estudio GBD, en 2010, a nivel mundial se atribuyeron
1.111.000 muertes al abuso de alcohol, lo que corresponde al 0,21% del total
de las muertes. Esta cifra aumentó un 48,9% respecto de 1990. En el mundo,
la mortalidad por trastornos de abuso de alcohol ocupa el 55º lugar de
106 causas de muerte. En gran parte del Hemisferio Occidental, el alcohol es
un factor importante: en América Latina tropical, se encuentra en el
25º lugar; en América Central, en el 29º, en América
del Sur, en el 41º y en los países de altos ingresos de América
del Norte, en el 32º.

. El informe GBD indica que a nivel mundial en 2010 un total de 776.000 muertes estuvieron asociadas al abuso de drogas ilegales, lo cual representa un aumento del 191,7% en comparación con 1990.

Los opioides son responsables de poco más de la mitad de las muertes asociadas con drogas ilícitas (55,4%) y la mortalidad asociada con esta causa aumentó el 385% entre 1990 y 2010, lo que refleja el incremento en el abuso de fármacos opioides.

Discapacidad: Otra publicación basada en el GBD estimó el impacto de 1.160 secuelas de 289 enfermedades y lesiones, durante el período 1990-2012, en los días vividos con discapacidad y encontró que en 2010, los trastornos por abuso de sustancias psicoactivas (sin incluir alcohol y tabaco) contribuyeron con 16.412.000 de años saludables perdidos durante este período.

En las Américas, los trastornos por uso de drogas y alcohol ocupan lugares preponderantes cuando se considera su papel en causar días con discapacidad (12º y 15º lugar de 166 condiciones).

En América Latina del sur, andina y tropical, el alcohol ocupa un lugar aún más importante, lo cual es el caso para drogas en el sur, los Estados Unidos y Canadá, y la región tropical.

 EL IMPACTO DEL CONSUMO DE DROGAS EN
LA SOCIEDAD

Entre las repercusiones sociales más importantes del consumo de sustancias se incluyen el mal desempeño y el abandono escolar, la falta de productividad en el trabajo y el desempleo, los costos económicos para el enfermo y su familia, el delito y la violencia.

La violencia constituye un problema de salud pública, con altos costos individuales, sociales y económicos. En el contexto del problema de las drogas, la violencia se manifiesta de muchas formas, desde los conflictos a gran escala sobre la producción y el tráfico, a los delitos de la calle que se cometen bajo los efectos de sustancias o para obtener dinero y proveerse de drogas.

Los tipos de violencia y delito asociados con las drogas varían de país a país, dependiendo de los problemas que presentan y las políticas públicas que han adoptado.

En el informe de la OPS Alcohol, Género, Cultura y Daños
en las Américas
se estima que en algunos países más
del 25% de los hombres y del 15% de las mujeres ha iniciado peleas encontrándose
en estado de ebriedad.

La relación entre el consumo de alcohol y la violencia de pareja ha sido reportada en distintos estudios. Alrededor del 50% de las mujeres receptoras de violencia identifican que su pareja se encontraba bajo los efectos del alcohol al momento de agredirlas. El consumo de alcohol y drogas también se ha vinculado con otros tipos de violencia (sexual, abuso infantil y de adultos mayores).

Se considera que la asociación entre la violencia y el consumo de alcohol u otras drogas corresponde a distintos factores. Estas sustancias pueden actuar como facilitadoras de la conducta violenta, al disminuir la inhibición, el juicio y la capacidad del individuo de interpretar señales sociales en forma correcta.

PREVENCION

La prevención del abuso de drogas significa tomar una actitud positiva para oponerse al abuso de drogas, de modo que nunca se convertirá en un problema. Para eso se requiere:

• Entender el por qué del abuso de las drogas.

• Animar el desarrollo de las cualidades individuales que llevan a la satisfacción personal.

• Identificar las condiciones bajo las cuales haya más probabilidad de que comience el abuso de drogas.

• Apoyar el esfuerzo continuo de comunicación entre padres, niños del mismo grupo, la comunidad y las escuelas.

• Crear alternativas que ayuden a satisfacer las necesidades de las personas.

• Educar es prevenir

La situación del consumo de drogas en el hemisferio

Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Delito (UNODC), se estima que en 2010, unas 230 millones de personas en el mundo (estimación que va desde 153 a 300 millones) consumieron alguna droga ilícita en el año previo. Esto representa alrededor del 5% (entre 3,4% y 6,6%) de la población mundial de entre 15 y 64 años de edad.

Alcohol. El alcohol es la sustancia de mayor abuso a nivel mundial. Para los efectos de este informe, se concentrará en el uso de alcohol a nivel de la población escolar, principalmente la de entre 13 y 17 años de edad. En primer lugar es importante recordar que, aun cuando el consumo de alcohol sea legal para los adultos, el uso de esta sustancia en menores equivale a un uso nocivo.

El uso de alcohol en la población escolar está bastante extendido en la región; los estudios epidemiológicos realizados en el Caribe y América del Sur.

La prevalencia del consumo de alcohol entre los escolares menores de 14 años difiere notablemente entre un país y otro. Mientras que entre los escolares de octavo grado (mayoritariamente de 13 años de edad) de los Estados Unidos, Colombia la cifra llega a 13%, y a 19% en el caso de Chile, Trinidad y Tobago y Dominica tienen tasas de alrededor de 40% y, en Santa Lucía, más de la mitad de la población escolar en este grupo de edad consume alcohol. En el caso de los escolares de más de 17 años, la prevalencia en los Estados Unidos es de 40% y en Uruguay y Santa Lucía de 70%;

Según el Informe del Uso de Drogas en las Américas, de 2011, entre un tercio y la mitad de los estudiantes que habían bebido alcohol durante el último mes, también reportaron algún episodio de consumo excesivo en las dos semanas anteriores a la encuesta.

Es conocido el daño que produce el uso de drogas, incluyendo el alcohol, en el período temprano del desarrollo. El consumo temprano de alcohol aumenta la probabilidad de uso de drogas ilícitas y el riesgo de uso problemático y dependencia del alcohol en etapas posteriores de la vida.

Marihuana. La marihuana es la droga ilícita de mayor consumo en todo el mundo. Se calcula que entre 119 y 224 millones de personas de entre 15 y 64 años —lo que equivale a entre 2,6 y 5% de la población en ese grupo— han consumido marihuana alguna vez en el último año. Esto quiere decir que los usuarios de marihuana pueden llegar a representar entre el 75 y el 80% de los consumidores de drogas ilícitas a nivel mundial.

El uso de marihuana no sólo se encuentra en la población adulta, sino que también se observa un importante consumo en la población de nivel escolar.

.El incremento general en el consumo de cannabis en el Hemisferio
podría relacionarse con dos factores. Por un lado, la percepción
de riesgo del uso experimental de marihuana ha disminuido significativamente
entre los jóvenes y por el otro, el acceso a esta droga es más
fácil, pues una proporción importante de escolares de diferentes
países manifiestan que les resultaría sencillo conseguir marihuana.
En otras palabras, existe una situación en la cual se dan las condiciones
para que el consumo de esta sustancia pueda continuar incrementándose.

Cocaína. A nivel mundial, entre el 0,3 y el 0,4% de personas de entre 15 y 64 años de edad declararon haber consumido cocaína alguna vez en el último año.

 .Tal como se observó en el caso de la marihuana, el uso de cocaína también está bastante extendido en la población escolar de entre 13 y 17 años de edad.

.Adicionalmente, entre los países que cuentan con datos sobre tendencias en el consumo de cocaína en población escolar, se puede observar que en el Cono Sur, es decir Argentina, Chile y Uruguay, se ha incrementado la prevalencia del consumo de cocaína entre 2005 y 2011. En comparación, en los Estados Unidos la prevalencia del consumo bajó entre escolares de enseñanza media, en el mismo período.

. Cocaínas fumables. En esta categoría
de drogas se están incluyendo aquellas cuyas formas de uso es fumada
y que son derivadas, ya sea en el proceso de producción del clorhidrato
de cocaína (pasta base o básica de cocaína, basuco), como
a partir del clorhidrato de cocaína (crack y cocaína base libre).
Durante los últimos diez años, el consumo de pasta base de cocaína
(PBC), que anteriormente se limitaba principalmente a los países de la
región andina, se ha ido extendiendo a países como Argentina,
Chile y Uruguay. Si bien la prevalencia del consumo no es tan alta en comparación
con otras drogas ilícitas, una alta proporción de los usuarios
de esta droga requieren tratamiento, lo que sugiere cualidades altamente adictivas
y tóxicas.

El empleo de cocaína base es menos frecuente en América Central y América del Norte. Sin embargo, en estas regiones se encuentra con mayor frecuencia el uso de crack, sustancia que no se emplea ampliamente en los países de América del Sur mencionados anteriormente. Por otra parte, es importante destacar el creciente problema de las diferentes formas de cocaína fumable en Brasil.

Estimulantes de tipo anfetamínico. A nivel mundial, los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) son el grupo de drogas de mayor uso después de la marihuana, con estimaciones que van entre 14 y 53 millones de personas en el caso del grupo de las anfetaminas, y entre 10 y 28 millones de usuarios para las sustancias tipo éxtasis. En los países de las Américas, el uso de estas drogas es muy variado, con altas tasas de consumo de ETA en Canadá y los Estados Unidos. Sin embargo, también se ha detectado un consumo importante de sustancias tipo éxtasis en la población joven de muchos otros países del Hemisferio.

Opioides. Las estimaciones a nivel mundial señalan que entre 26 y 36 millones de personas usan opioides. La mitad de ellos (entre 13 y 21 millones) consume opiáceos, principalmente heroína, y el resto abusa de fármacos opioides. Los mayores niveles de uso de opioides se encuentran en América del Norte. En el caso particular de la heroína, el consumo se concentra en los Estados Unidos, Canadá y México. En éste último país, el consumo comenzó en la frontera norte y se ha diseminado por todo el país

  El consumo de heroína es preocupante también
en otros países como Colombia y la República Dominicana, donde
es un fenómeno más reciente y al cual se debe prestar mucha atención.

Inhalables. El análisis sobre el uso de drogas realizado por la CICAD (2011) indica que los inhalables se encuentran entre las sustancias más comúnmente utilizadas por los estudiantes de secundaria del Hemisferio, después del alcohol, el tabaco, la marihuana y los farmacéuticos, y en más de un país es la primera droga que se usa. Según el estudio de 2011, la mayor prevalencia en el uso de inhalables se registra en Brasil (14,4%) seguido de Jamaica (13,9%),Trinidad y Tobago (13,3%) y Guyana (10,4%). Los Estados Unidos (6%) y México (5%) presentan también una significativa prevalencia.

Policonsumo. Se denomina policonsumo al uso de dos o más sustancias

lícitas e ilícitas en un período de tiempo. En un estudio realizado en seis países sudamericanos —Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay—, se encontró que en el grupo de más alto consumo (15 a 34 años de edad) menos de 20% en Bolivia, Chile y Ecuador declararon haber usado dos o más drogas ilícitas en el último año. En Perú y Uruguay dicha cifra fue inferior al 30% y en Argentina levemente superior al 30%. Dicho de otra forma, entre los usuarios recientes de drogas ilícitas predomina el uso de una sola sustancia.

Adicionalmente, en esos países el uso exclusivo de marihuana está por sobre el 70% de los usuarios totales en Bolivia, Chile y Ecuador, y sobre el 60% en Argentina y Uruguay. Algo similar se observó en un estudio en población escolar de 13 a 17 años en los mismos países.

Fármacos. La situación del abuso de medicamentos
con potencial adictivo en América del Norte es diferente a la de América
Latina y el Caribe. En los Estados Unidos y Canadá, los derivados de
opioides (empleados principalmente como analgésicos), los tranquilizantes
y sedantes (especialmente las benzodiacepinas) y los estimulantes (como el metilfenidato
o la dextroanfetamina) son los fármacos de mayor uso indebido. La mayoría
de los sujetos acceden a estas sustancias a través de un conocido o familiar
a quien se le ha recetado un ha recetado el medicamento 

El problema de las drogas en las Américas

Datos provenientes de la Administración de los Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de los Estados Unidos, indican que en 2011 el 2,4% de la población mayor de 12 años en ese país había empleado fármacos psicoterapéuticos de prescripción sin justificación médica en el último año. La mayor proporción del uso indebido de estos medicamentos fue de narcóticos (4,3%) con una tendencia al alza en el abuso y dependencia de estos compuestos (especialmente los derivados de opioides), cuya frecuencia de consumo desde 2009 sólo es superada por el cannabis

En el caso de los estimulantes, su empleo se ha relacionado con el nivel de actividad académica, siendo más probable el empleo de estas sustancias en los estudiantes universitarios de tiempo completo

. En contraste, en México el consumo indebido de
fármacos es bajo: en la encuesta nacional de adicciones de 2011, el 0,4%
de la población de entre 12 y 65 años reportó el consumo
no médico de fármacos en el año previo. Los medicamentos
que se utilizan con mayor frecuencia, sin una prescripción médica,
son los tranquilizantes (0,3% de la población). El 0,2% de la población
de entre 12 y 65 años reportó haber usado narcóticos sin
prescripción médica alguna vez, mientras que en los Estados Unidos
el consumo en la población mayor de 12 años alcanzó el
13,3

. En resumen, se puede decir que en las Américas
el uso nocivo de alcohol es el problema principal y que una preocupación
especial se deriva del abuso entre adolescentes y jóvenes de ambos sexos.
Entre las drogas ilegales, la marihuana representa la abrumadora mayoría
del consumo y, como tendencia general, está aumentando. Los niveles promedio
de uso de cocaína son similares a los observados en Europa occidental
y central, con importantes variaciones entre los países. El consumo de
heroína y metanfetaminas es menos común en la mayoría de
países del Hemisferio. En los Estados Unidos, el consumo indebido de
fármacos es un importante problema, mientras que en América Latina
y el Caribe el nivel es más bajo.

Conclusión

En un mundo globalizado, cada vez es más difícil distinguir entre países productores y países consumidores de drogas. En la actualidad, los países consumidores también producen (plantas y drogas sintéticas), mientras que en las zonas de producción primaria (de opio o de hojas de coca) el consumo aumenta día tras día. Además, desde hace mucho, hay drogas legales (como es el caso del alcohol) que se producen y consumen en gran parte del planeta.

Una droga es una sustancia que puede modificar el pensamiento, las sensaciones y las emociones de la persona que la consume. Las drogas tiene la capacidad de cambiar el comportamiento y, a la larga, la manera de ser. Algunas drogas se consideran legales y otras, ilegales. La consideración de un tipo de droga como legal (como sucede con el alcohol o el tabaco) implica tan solo una regulación diferente de la producción y de la comercialización, y en ningún caso quiere decir que no sea peligrosa. Todas las drogas comportan un riesgo y no existe consumo alguno que pueda considerarse totalmente seguro. El riesgo resulta de la combinación de tres factores: los efectos que provoca la sustancia, la manera de utilizarla (dosis, forma de administrarla, efectos que quieren obtenerse con ella) y la vulnerabilidad del consumidor.

La exposición crónica a las drogas adictivas altera la forma en que las estructuras cerebrales interactúan para controlar e inhibir las conductas relacionadas con el consumo de drogas. Al igual que el abuso continuo puede llevar a la tolerancia o la necesidad de dosis más altas de drogas para producir un efecto, también puede llevar a la adicción, lo que puede llevar a un consumidor a buscar y consumir drogas de forma compulsiva. La adicción a las drogas merma el autocontrol y la capacidad de una persona de tomar decisiones acertadas, a la vez que produce impulsos intensos de consumir drogas.

Las drogas afectan a la salud de quien las toma, todos los sistemas orgánicos (circulatorio, digestivo, nervioso, endocrino) experimentan sus efectos negativos. Además, el consumo de drogas puede llegar a provocar la aparición de graves trastornos psicosociales,

Este flagelo no solo perjudican a la persona que las toma sino también a su alrededor. Las drogas interfieren en la relación con el entorno, la familia y el trabajo, y pueden llegar a comprometer seriamente el proceso de aprendizaje, especialmente en el caso de los jóvenes y adolescentes. Por todo ello, además de las consecuencias individuales, es toda la sociedad (en mayor o menor medida) la que sufre los problemas de las drogas. Y estos problemas son de todo orden: sanitario, económico, cultural, de inseguridad, etc.

Prevenir implica actuar para disminuir el número de personas que tienen problemas con las drogas, para que éstos sean menos graves, para evitar las posibles secuelas, prevenir exige anticiparse a los problemas, actuar cuanto antes,

el papel de la familia y de la escuela es fundamental: porque son los espacios en los que prioritariamente se educa, se ayuda a crecer y a construir personalidades más seguras, más libres y más responsables. Es importante tener un conocimiento real de lo que son las drogas, sus consecuencias negativas.

Referencias bibliográficas

 Bibliografía y Fuentes Consultadas

Alianza para una Venezuela sin Drogas. Tomado del URL:www.alianzasindrogas.org.ve

Comité Nacional contra el Consumo Ílicito de Drogas CONACUID.Tomado del URL : www.conacuid.com

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http://www.hablemosdedrogas.org/es/que-son-drogas

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Lorenzo Férnandez, Pedro; Ladero, José María; Lizasoain, Ignacio; Leza, Juan Carlos (2003). Drogodependencias: farmacología, patología, psicología, legislación. Editorial Panamericana. 

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Drogodependencias: aspectos terminológicos y taxonómicos Miquel Sanchez Turet Universidad de Barcelona http://www.raco.cat/index.php/anuariopsicologia/article/viewFile/64653/88680

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https://www.unodc.org/doc/wdr2016/WDR_2016_ExSum_spanish.pdf

 

 

 

Autor:

Torrealba Andreina

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION

"SETC" SERVICIOS ESPECIALES PARA FORMACIÓN TÉCNICO CIENTÍFICO.

CIUDAD GUAYANA- ESTADO BOLIVAR

SEDE: LEOPOLDO SUCRE FIGUERELLA

CIUDAD GUAYANA, AGOSTO 2017

Partes: 1, 2
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