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Amor, justicia y predestinación (página 2)




Enviado por Hugo Vásquez



Partes: 1, 2

Para este tiempo aparece también en escena un
monje Británico conocido como Pelagio, del cual no se
tienen muchos datos biográficos. Este monje
reaccionó en contra de las doctrinas de la gracia de
Agustín y afirmaba que el ser humano no ha perdido nunca
la capacidad para elegir entre el bien y el mal y lo único
que se hereda de Adán es el ejemplo de lo que es pecado.
Por todo esto Pelagio afirmaba que ningún niño debe
ser bautizado pues no tiene pecado.

Pelagio fue condenado por la mayoría de
teólogos en aquel tiempo, ya que hay que reconocer que su
acercamiento a la naturaleza pecaminosa y a la gracia salvadora
es demasiado simple. Pero también hay que tener en cuenta
que las doctrinas de Agustín tampoco fueron bien vistas en
su totalidad y se desarrollo un nuevo punto de vista que se lo
conoce hoy como semipelagianismo.

También debemos decir que Agustín a
diferencia de Calvino nunca habló de una doble
predestinación, es decir el solo hablaba de
predestinación para salvación, no para
condenación,2 ya que
fundamenta sus doctrinas en el amor de Dios y no en su
soberanía como decían los teólogos
reformadores. Incluso es muy difícil saber según
Agustín que sucedía con las personas condenadas, ya
que ciertas ideas de este teólogo dan a entender que
existe la posibilidad de purificarse luego de la muerte, esto dio
origen posteriormente a la doctrina del purgatorio aceptada por
la Iglesia Católica. Dice el Doctor Yattenciy Bonilla en
su libro "Cristo y el Cristianismo, dos grandes enemigos":
"Agustín no habla del infierno, él dice que todas
las almas se purifican para llegar al cielo, ¿Eso
significa que todos los hombres se salvan? Agustín no
contesta directamente esta pregunta".3

3. Calvino y
Arminio

En el siglo XVI fueron algunos los teólogos
protestantes que presentaron sus doctrinas de la
predestinación, como Lutero y Zwinglio. Sin embargo el que
ordenó más sistemáticamente todas estas
doctrinas fue Juan Calvino (1509-1564). En su gran obra titulada
"Institución de la religión cristiana" Este
teólogo dejo gran parte del pensamiento aceptado por las
Iglesias reformadas.

Al igual que Agustín, Calvino creía que la
condición del ser humano era de una incapacidad total para
hacer el bien, por causa del pecado de Adán, del cual
heredamos la culpa, por tanto es solamente la gracia de Dios que
actúa solo en algunos individuos la que puede dar al ser
humano la fe que salva. Sin embargo a la pregunta sobre el origen
del mal, Calvino no aceptaba tan sencillamente como
Agustín que la maldad radique en la libre voluntad de las
criaturas antes de la caída, ya que como hemos dicho la
soberanía de Dios jugaba un papel muy importante en su
teología, lo que le llevaba a afirmar que de alguna manera
las acciones pecaminosas de sus criaturas fueron decretadas por
Dios, ya que nada escapa de su soberanía, pero al mismo
tiempo la elección hacia el mal de las criaturas es
voluntaria, lo cual no hace a Dios culpable del pecado, y la
manera en que esto pueda entenderse, será siempre un
misterio.

Por todo esto Calvino tiene que necesariamente hablar de
una doble predestinación, es decir que al mismo tiempo que
Dios decidió salvar a algunos, decidió reprobar a
otros. Y a la pregunta de que como puede ser esto justo, Calvino
respondía que la medida última de la justicia le
pertenece solo a Dios y a su ley, no importa lo que nosotros
pensemos de eso.4

Algún tiempo después cuando las doctrinas
de Calvino estaban comúnmente aceptadas entre la
mayoría de los protestantes nos encontramos con Jacobo
Arminio (1560-1609) quien fue un pastor protestante en Amsterdam,
y que después de estudiar algunas obras sobre la
predestinación, desarrolló la doctrina que se
conocería posteriormente como Arminianismo.

Arminio también creía que el ser humano es
incapaz de buscar a Dios, por esta razón no podemos
confundirlo con el pelagianismo, sin embargo a diferencia de
Calvino, este afirmaba que la gracia que capacita al ser humano
para creer en Jesús es otorgada a todos, porque
Cristo

murió por todos, por esto la fe es don de Dios,
pero al mismo tiempo el ser humano puede rechazar esta gracia, lo
cual no excluye que en algún momento el creyente
también puede perderla.

Aunque esta doctrina también fue rechazada por
muchos en su tiempo, la influencia posterior de los
teólogos Arminianos fue considerable, se hizo sentir con
más fuerza en tiempos del teólogo Juan Wesley,
fundador de las iglesias Metodistas.

En nuestro tiempo no podemos hablar de un consenso
general en cuanto a las doctrinas de la gracia, ni incluso de una
mayoría en una u otra teología, pues mientras las
Iglesias reformadas siguen sosteniendo las doctrinas de Calvino,
existen también gran cantidad de denominaciones
cristianas, algunas también históricas, como los
Anabaptistas y Metodistas y muchas contemporáneas, que
rechazan radicalmente el punto de vista a cerca de la
predestinación de la teología reformada.

A continuación nos proponemos explicar la
doctrina de la predestinación que profesan las iglesias
Reformadas basándonos en sus principales defensores
contemporáneos, explicaremos los textos bíblicos en
los que basan sus puntos de vista, sin contradecirlos, dejando
esto para el final de este ensayo.

4. La
predestinación en la teología
reformada

Para dar un concepto claro de lo que significa
predestinación para la teología reformada, cito las
palabras de R.C. Sproul: "Lo que la predestinación
significa en su forma más elemental es que nuestro destino
final, el cielo o el infierno, está decidido por Dios no
sólo antes de llegar allí, sino aun antes de que
nazcamos".5 Como hemos dicho
anteriormente en el Calvinismo este principio esta basado en la
soberanía de Dios, la cual significa que Dios tiene el
control y autoridad en todo lo que el ha creado, y esto implica
según ellos que todo lo que sucede ha sido pre ordenado
por Dios. Un documento básico en el estudio
teológico para estas iglesias es la confesión de
Westminster (1648). La cual comienza diciendo: "Dios desde la
eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad,
ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede.
Sin embargo, lo hizo de tal manera que Dios ni es
autor del pecado, ni hace violencia al libre albedrío de
sus criaturas"6.

Para hablar de la justificación bíblica y
teológica de la posición reformada tendremos que
referirnos rápidamente a los cinco puntos de
Calvino.

Lo primero que podemos descubrir en las páginas
de la Biblia es la incapacidad en el ser humano de hacer lo
bueno, a esto los calvinistas han llamado la "Depravación
Total". En este punto hay muchos pasajes bíblicos
importantes como, Romanos 3:23, Que dice que todo ser humano ha
pecado y esta destituido de la Gloria de Dios. Podemos ver
también: Génesis 6:5; Salmos 51:5; Romanos 3:10-18.
A la pegunta de por qué algunas acciones de personas no
creyentes parecen ser buenas, ellos responden que ninguna
acción en si es buena, porque siempre las motivaciones son
incorrectas. Y cuando preguntamos entonces por qué algunos
son menos malos que otros, ellos responden que existe un concepto
de "gracia común" (es decir la gracia que reciben los no
cristianos) que es la que refrena la maldad en algunos, y
capacita a otros para hacer el bien relativo.

En este punto es importante analizar que la causa de
todo esto es la caída de Adán, pues a partir de esa
acción, todo ser humano que viene al mundo nace muerto
espiritualmente, y con una naturaleza pecaminosa, como dice Pablo
en Romanos 5:12 "Por tanto, como el pecado entró en el
mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron". Pero lo preocupante en la teología reformada es
que dice que esto implica que todo ser humano que nace hereda la
culpa del pecado de Adán, aparte de las consecuencias del
mismo, por esta razón un niño que viene al mundo,
aún en días de nacido, no puede ser contado como
inocente, y es merecedor del infierno.

Como consecuencia de la Depravación Total,
sabemos que Dios ha decido salvar a algunas personas de esta
muerte espiritual y de la condenación eterna. La Biblia
dice que las personas que se salvarán serán las que
crean en Jesús (Juan 3:16), pero también dice que
esta fe no es de los hombres sino que es un don de Dios (Efesios
2:8). En base a esto argumentan que esta gracia de creer o gracia
salvadora, es otorgada solo a algunos seres humanos, a esto es lo
que llaman "Elección Incondicional". Es decir Dios decide
incondicionalmente quien será salvo y quien
no. Según ellos no tiene nada que ver el pre conocimiento
que tenga Dios acerca de quien creerá en el y quien no.
Los textos más importantes que nos hablan de esta
predestinación son: (Romanos 8:28,29; 9:6-26; Efesios
1:4,5; Juan 15:16). Los cuales analizaremos
posteriormente.

Esto les lleva a concluir que la expiación de
Cristo en la cruz es limitada para los elegidos es decir Cristo
solo murió por ellos, para esto se basan en textos como
Juan 10:11, en donde Jesús dice que ha puesto su vida por
las ovejas, y en otros pasajes como en Efesios 5:25-27 en donde
Pablo afirma que Cristo ama a la Iglesia, es decir, según
ellos Cristo ama solamente a la Iglesia, por eso dio su vida
solamente por ella. Para ellos Juan 3:16, no habla del amor a
todas las personas, sino que mundo significa personas de todas
partes.

Para la teología reformada esta gracia, expresada
en el sacrificio de Cristo es irresistible, es decir el ser
humano no puede decir que no, una ves que haya sido regenerado
por Dios mediante la elección incondicional, sin que esto
signifique que Dios obliga a las personas a creer en el, pues lo
que cambia es la naturaleza del ser humano de manera que su
propia voluntad sea ahora la de ir a Jesús.

Un último punto de la teología reformada
es la "Perseverancia de los Santos" Es decir que la
salvación no se pierde, pues los elegidos
perseverarán hasta el último. De esto no diremos
mucho pues no es el tema de este ensayo.

5. Inquietudes
sobre la posición reformada

Después de haber expuesto muy rápidamente
el concepto reformado de predestinación, nos atrevemos a
plantearnos las siguientes inquietudes:

Un ser humano nace, y no ha pedido nacer, sin embargo
nace con la incapacidad total de hacer nada bueno, ni siquiera ir
a Jesús para que lo salve, esa es su naturaleza, nace
eternamente condenado, por culpa del pecado de Adán, algo
que sucedió cuando ni siquiera había nacido, aunque
si bien es cierto sus propios pecados lo condenan, pero no puede
hacer nada para evitarlos. Dios en su soberanía decide no
salvar a esta persona, decide enviarle a una eternidad en el
infierno, a una condena eterna, separado de Dios. ¿De que
manera esto es justo? Calvino puede decir que la medida
última de justicia le pertenece a Dios, no importa lo que
nosotros pensemos, pero si la justicia que es exigida a vivir el
ser humano tiene que fundamentarse en la justicia de
Dios ¿No afecta lo que creamos por justicia de Dios,
nuestra forma de vivir la justicia día a día?
Muchos teólogos reformados hoy, argumentan que Dios es
justo porque está dando a cada uno lo que se merece, es
decir esta persona se merecía el infierno, pues sus
pecados fueron por su propia voluntad. Pero si fundamentan todo
en la soberanía de Dios, de manera de que todo esta
decretado por Dios, ¿Quién le dio la voluntad al
ser humano? La manera de relacionar la soberanía de Dios y
la responsabilidad del ser humano es algo que los
calvinistas contemporáneos lo consideran como
un misterio pues no se puede explicar racionalmente7.

Entonces si eso es un misterio, ¿No sería
mejor reconocer que la predestinación en si, es un
misterio, en lugar de afirmar la elección incondicional, y
el amor selectivo de Dios como una doctrina clave de sus
denominaciones? Posteriormente analizaremos el capítulo 9
de Romanos en donde pretenden fundamentar la justicia de Dios
aún a pesar de la elección
incondicional.

Una mujer es violada, y fruto de esa violación
queda embarazada, luego decide abortar. Si aceptamos de una
manera bíblica que la vida que ella quitó
tenía un alma inmortal ¿Qué sucede con esta
alma? ¿Esta condenada al infierno, cuando aún ni
siquiera tuvo conciencia de que es lo que pasó? O
¿En este asunto si aceptamos la misericordia de Dios que
posibilita la regeneración y salvación de los
niños, sin necesidad de la fe en Cristo aunque contradiga
la doctrina reformada? O como dice la confesión de
Westmister ¿Solo algunos niños están
predestinados y otros no?8

Si en los evangelios nos encontramos con un Jesús
que demanda del ser humano el amor incondicional para con todos,
incluso para con los enemigos, ¿Con que autoridad puede
Jesús exigir que amemos a todos, si el mismo no ama a
todos? Si Jesús enseña que el perdón es un
asunto esencial de la vida cristiana ¿Cómo puede
exigirnos perdonar, si el mismo no ofrece su perdón a
todos? ¿No dice la Biblia que Dios no hace acepción
de personas? (Hechos 10:34) Si Dios ama con amor selectivo,
¿Porque no podemos nosotros amar con amor
selectivo?

Todos nosotros tenemos familiares o
personas queridas que no han conocido a Jesús

¿Debemos orar por la conversión de estas
personas, aunque estemos seguros de que nuestra oración no
va a cambiar ni a influir en el decreto soberano de Dios de
elección incondicional? A esto muchos de los Calvinistas
responden que la oración es un mandamiento, entonces
¿Lo que motiva nuestras oraciones es
solamente obediencia a Dios, aún cuando no tenga sentido
alguno lo que pidamos? ¿No debería motivarnos el
amor y compasión por las personas que necesitan de
Jesús?

La misma inquietud presentamos en cuanto a la
predicación del evangelio. Pues para las iglesias
reformadas la predicación es un importante mandamiento, y
la cumplen solamente por obediencia, si bien es cierto, se
sienten agradecidos por ser usados por Dios para hacer su obra y
porque es un misterio el saber quien es elegido y quien no, sin
embargo, de igual manera que en la oración ¿No
debería ser parte de nuestra motivación la
compasión por las almas perdidas, con la esperanza de que
al escuchar el evangelio todos tienen una oportunidad de ir a
Jesús? ¿Qué papel juegan en las iglesias las
estrategias de evangelismo, si al final Dios tomará la
decisión de quien se salva y quien no?

Se que para estas y muchas otras inquietudes
habrá siempre respuestas por parte de la teología
reformada, sin embargo he planteado estas inquietudes, pues son
precisamente las que al querer responder los teólogos
reformados han relativizado o limitado una de las
características fundamentales de nuestro gran Dios, el
amor y la misericordia incondicional.

6. El amor de
Dios

Dice el apóstol Juan: "Amados, si Dios así
nos ha amado, también debemos amarnos unos a otros". (1
Juan 4:11). Es decir, el amor que debemos vivir entre seres
humanos esta fundamentado en el amor de Dios. Y el amor de Dios
se ha manifestado en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros (Romanos 5:8).

Es muy importante tener en cuenta que la palabra que se
usa para referirse al amor de Dios en la Biblia es la palabra
"Agapao". Esta era una palabra que no se usaba mucho en aquel
tiempo, ya que significa literalmente la muerte o
aniquilación del ego, o sea la muerte del yo9. En otras
palabras, amar con amor ágape es decir no a lo que uno
necesita, a lo que uno quiere, a la comodidad personal, y si a lo
que el otro quiere, a lo que el otro necesita, y lo que
será de beneficio para los demás.

La Biblia expresa de una clara manera este amor de Dios
en el conocido pasaje de Filipenses 2:5-11. En donde aprendemos
que Jesús, aun siendo Dios sobre todas las cosas, no
pensó en el, ni en su comodidad sino que se negó a
si mismo por nosotros, estuvo dispuesto a pagar un alto precio,
solamente por amor.

Uno de los pasajes más conocidos de la biblia
dice que: "De tal manera amo Dios al mundo, que entregó a
su hijo unigénito, para que todo aquel que en el crea no
se pierda sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16). Este es uno de
los textos más hermosos, que resume de una clara manera la
magnitud del amor de Dios, y el objeto de su amor que como
podemos entender en este pasaje, sin necesidad de recurrir a
interpretaciones forzadas por un prejuicio doctrinal, es todo el
mundo, o sea todos los seres humanos. Y como dice el
versículo 17, el objetivo de la obra de amor de Dios es
que todo el mudo sea salvo por el.

A parte de su obra de amor en la cruz, nosotros podemos
descubrir el amor de Dios en sus propias enseñanzas. En el
conocido Sermón del Monte en Mateo 5:44 Jesús nos
pide amar también a nuestros enemigos, a hacer el bien a
los que nos hacen mal. En muchos otros pasajes de los evangelios,
el amor y la misericordia para con todos los seres humanos, es
una de las más importantes enseñanzas de
Jesús, incluso en ocasiones se refiere a la misericordia
como lo más importante de la ley (Mateo 23:23).

Si todos nosotros estamos consientes de que el Dios en
el que creemos es un Dios Santo, que no puede contradecir con su
vida sus propias enseñanzas, debemos reconocer que el amor
y la misericordia de Dios están disponibles para todos los
seres humanos. Y que la obra de amor más grandiosa que
jamás se haya visto, la muerte de Jesús en la cruz,
es precisamente la más grandiosa porque lo hizo por toda
la humanidad perdida, porque el sacrificio de Jesús
alcanza para todos, (1 Juan 2:2) no solamente para los elegidos,
y lo único que debe hacer el ser humano es aceptar ese
grandioso sacrificio, y volverse a Jesús por medio de la
fe.

Cuando Jesús afirma que da su vida por sus
ovejas, jamás dijo, que solo por sus ovejas. Y
también cuando Pablo afirma que Jesús ama a su
Iglesia y se entregó por ella, jamás dice que solo
ama a la Iglesia, y que solo se entregó por
ella.

Es precisamente este aspecto de la revelación de
Dios el que nos distancia radicalmente de la perspectiva
Calvinista, pues en esto se basa el concepto que tenemos del amor
de Dios, y la pregunta que todos deberíamos
plantearnos es: ¿Creemos en un Dios que ama
incondicionalmente a todos los seres humanos y por tanto demanda
de nosotros el amor incondicional, como imitación de su
carácter? O ¿Creemos en un Dios, que no ama a todos
los seres humanos, sino solo ha algunos elegidos
incondicionalmente, sin embargo demanda de nosotros que amemos a
todos, aun a nuestros enemigos, cuando ni el lo hace?

El Dios en el que creemos es consecuente con sus
enseñanzas, y lo ha demostrado cuando aun en su muerte
oró y pidió perdón al Padre por los que le
crucificaban.

7. Amor Justicia
y predestinación

Para hablar de una perspectiva bíblica de la
predestinación, tendremos que comenzar a afrontar el
problema desde el inicio, es decir desde el origen del pecado. Y
lo principal en todo es procurar no violar con nuestras
presunciones el carácter Santo de nuestro Dios.

Dice el apóstol Juan que Dios es luz
y no hay tinieblas en el (1 Juan 1:5). Y el apóstol
Santiago afirma que Dios no es tentado por el mal ni el
tienta a nadie (Santiago 1:13).

En las culturas y filosofías orientales se cree
en un Dios o en una fuerza suprema que es la originadora del bien
y del mal. Sin embargo el cristianismo rompe radicalmente con
este dualismo, al afirmar que Dios es Santo, es decir no existe
maldad en el.

Por otro lado nos encontramos con la soberanía de
Dios, es decir Dios tiene plena autoridad, poder y control sobre
toda su creación, y la historia de la misma. Para Calvino
esto implica que cada acción debe estar decretada por Dios
para que pueda suceder, sin embargo esto lleva implícito
que Dios es el autor del pecado, y como hemos dicho
anteriormente, el hecho de que Dios lo decrete, y sin embargo la
responsabilidad siga siendo del ser humano más que un
misterio es una contradicción imposible de
explicar.

En este ensayo queremos proponer la misma
solución que presentó Agustín al enfrentarse
con este problema, Dios en su soberanía ha decidido dar
libertad al ser humano, y esta libertad, esta capacidad de
decidir por propia voluntad, es parte de la imagen y semejanza de
Dios, es uno de los más grandes regalos que ha hecho Dios
a sus criaturas. Dios es aquel ser en que su esencia es su propia
existencia, (Yo soy el que soy) y en su amor ha dado la
existencia al ser humano, con esto nos referimos a la capacidad
de ser consiente de su momento en la historia, y a la
capacidad de decidir el momento siguiente. Lo cual
no viola en ninguna manera la soberanía de Dios, ya que es
solo por Dios que el ser humano tiene libertad.

El árbol del conocimiento del bien y del mal,
plantado en el jardín del Edén, precisamente es un
símbolo de esa capacidad de elegir en el ser humano, sin
negar el hecho histórico. De esta manera comprendemos que
es el mal uso de esa libertad lo que originó la
caída de Adán y Eva. A partir de ese momento todo
ser humano que nace en el mundo, nace muerto espiritualmente y
con una naturaleza inclinada al pecado. Sin embargo la imagen y
semejanza de Dios no ha desaparecido completamente, sigue estando
ahí, de alguna manera distorsionada o escondida
detrás del pecado (Génesis 9:6; Santiago 3:9). Es
decir el ser humano sigue teniendo libertad, el problema es que
su naturaleza, su carne, le lleva siempre al pecado.

Aquí es importante agregar que no encontramos
ninguna justificación bíblica para afirmar que lo
que heredamos de Adán sea la culpa de su pecado, ya que en
todo pasaje de la biblia esta nos dice que lo que heredamos es
las consecuencias de ese pecado. Para esto analicemos un pasaje
muy usado por los teólogos reformados:

"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por
un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte
pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron"
(Romanos 5:12). Aquí Pablo afirma que la muerte
entró por un hombre, es decir por la culpa de Adán
entró la muerte al mundo. La muerte es una consecuencia
del pecado, pero la culpa sigue siendo de Adán. Luego dice
Pablo que la muerte paso a todos los hombres, pero enseguida nos
dice el porque, "por cuanto todos pecaron" es decir, es el pecado
de cada persona, el pecado que naturalmente cometerán
todos pues es su naturaleza, lo que le da al ser humano la
muerte, no porque herede la culpa de Adán, sino porque
todos pecan. Por esta razón afirmamos que todo niño
que viene al mundo, esta determinado por su naturaleza a ser
pecador, pero no lo será hasta el momento en que
peque.

Hasta aquí reconocemos al igual que
Agustín y Calvino que el ser humano por si solo no
podrá ir a Jesús, ni arrepentirse de sus pecados,
pues su naturaleza se lo impide. Pero la gran diferencia en
cuanto a su punto de vista lo encontramos al leer de una manera
correcta y sin prejuicios el maravilloso texto de Juan 3:16, y
reconocemos que el amor de Dios es por todo el mundo, no solo por
los elegidos, Dios no ama con amor selectivo. Dios es amor y no
puede contradecir su propio ser. Si bien es cierto
también es justicia, pero por esta misma razón sus
demandas de justicia fueron satisfechas en la cruz de
Jesús, al descargar sobre si mismo el pecado de la
humanidad. ¡Gracias a Dios por su amor
incondicional!

1 Juan 2:2 nos dice que Jesús es la
propiciación no solo por los pecados de la Iglesia sino
por los del todo el mundo, 1 Timoteo 4:10 nos dice que Dios es
Salvador de todos los hombres, y el apóstol Pedro nos dice
que Dios no quiere que ninguno perezca sino que todos procedan al
arrepentimiento (2 Pedro 3:9). En definitiva la gracia que
capacita al ser humano para que tenga fe en Jesús
está disponible para todos los seres humanos. Por esto la
fe es don de Dios (Efesios 2:8). Por eso nadie puede
venir a el si el padre no le atrae (Juan 6:44), Pero el ser
humano todavía tiene la capacidad de rechazar esta gracia
salvadora, todavía tiene libertad de decidir,
todavía tiene voluntad. Dios es un Padre que se siente
regocijado cuando sus hijos por su propia voluntad deciden
obedecerle, sino, le hubiera sido más fácil crear
robots, y programarlos a su voluntad.

Entonces ¿Que hacemos con los textos
que nos hablan de la "predestinación"? (Romanos
8:28,29; Efesios 1:4,5). Primero tenemos que reconocer que
así como no podemos negar la soberanía de Dios,
tampoco podemos negar su presciencia, es decir que Dios conoce
las acciones futuras, que incluso para el no son futuras, pues
Dios no está como nosotros limitado en el tiempo. Y si el
mismo ha decretado que los miembros de su familia serán
los que crean en el, y como hemos visto el creer nace de la
voluntad del ser humano, pues por obvias razones la
elección anticipada de Dios está basada en la
decisión del ser humano. Dice 1 Pedro 1:2 que hemos sido
elegidos según el previo conocimiento de Dios. Caso
contrario Jesús estaría contradiciendo su sincero
ofrecimiento de salvación para todos.

Y si hacemos una lectura, como dije anteriormente, sin
prejuicios, de estos textos, nos encontramos con que ninguno de
ellos nos habla de una predestinación de unos para
salvación y de otros para condenación, sino que
como dice Efesios 1:4-5 Dios predestinó desde antes de la
fundación del mundo, que los que crean en el sean
adoptados como hijos suyos10.

Por último queremos hacer un breve comentario de
aquel pasaje que ha provocado muchos malos entendidos, me refiero
al capítulo 9 de Romanos.

En el versículo 13 Pablo cita un texto del libro
de Malaquías 1:3 y dice: "A Jacob amé mas a
Esaú aborrecí". El Calvinista dirá que este
texto declara enfáticamente la elección
incondicional de Dios, pues más adelante Pablo dice que
"Dios tiene misericordia de quien quiere tener misericordia, y
endurece el corazón de quien quiere endurecer el
corazón".

Si analizamos el contexto en el que nace este pasaje
veremos que Pablo esta hablando sobre los Judíos quienes
reclamaban el ya no ser parte de la Nación elegida por
Dios, y si leemos ese mismo pasaje en Malaquías, veremos
que la Biblia se está refiriendo a la elección del
pueblo de Israel, Jacob es Israel, y Esaú representa a las
Naciones paganas, quienes fueron rechazadas por Dios, pero en
base a sus idolatrías y rechazo del único Dios, no
porque Dios sea arbitrario en aborrecer a los seres humanos. En
cuanto al amor a Jacob, se está refiriendo a la
elección que Dios hizo por Israel, no por las buenas obras
de esta nación, sino por gracia y misericordia de Dios.
Pero la elección de Israel jamás significó
la reprobación del resto de Naciones, al contrario, Dios
eligió a Israel para bendecir al resto de Naciones, pues
por medio de ellos vendría el Mesías, como la
promesa que le hizo a Abraham "En ti serán benditas todas
las naciones de la tierra" (Génesis 12:2). De igual manera
la elección del nuevo Israel, el de la fe, no puede
significar la reprobación del resto de seres humanos, sino
que hemos sido elegidos para llevar el mensaje de la
salvación a todas las naciones de la tierra. No caigamos
en el error que cayó el pueblo de Israel en muchas
ocasiones a lo largo de su historia, de sentirse los
únicos amados y elegidos por Dios.

8.
Conclusión

Al comenzar este ensayo hemos reconocido que nuestra
mente y razón, son demasiado limitadas para entender la
mente de Dios. Sin embargo reconocemos que cualquier cosa que
enseñemos como doctrina en nuestras congregaciones no
puede contradecir lo que la Palabra de Dios ha revelado a cerca
de su carácter, Santo, Justo y misericordioso. Por esta
razón hemos presentado nuestra manera de acercarnos al
misterio de la predestinación, confiando en la justicia y
el amor incondicional del Dios que se hizo hombre por
todos.

Dicen los teólogos reformados que la diferencia
entre un Calvinista y un Arminiano es que el Calvinista da gloria
a Dios por su salvación, mientras que el Arminiano se
gloría en su propia fe. Pero si nos gloriamos en nuestra
fe nos gloriamos en Dios, quien nos capacita para tenerla y nos
da libertad de hacerlo.

Nosotros creemos que la diferencia fundamental, es que
el Calvinista cree en un Dios con amor limitado, mientras que el
Arminiano cree en un Dios que ama con amor eterno, ilimitado, e
incondicional.

El centro de la vida del cristiano es el amor
ágape, el amor que se niega a uno mismo por los
demás, lo sabemos por toda la Biblia, y lo es, pues
así es Jesús, no pensó en el mismo,
pensó en nosotros, y nos enseña a seguir su
ejemplo.

Preguntémonos ¿Cómo
podríamos ser felices con nuestra propia salvación,
y hallar contento en una relación vertical con Dios, si
creyéramos que allá afuera hay mucha gente
condenada al infierno simplemente porque Dios no quiso salvarlos,
mientras que a nosotros si?

Pero demos gloria a Dios, que amó al
mundo de tal manera que dio su vida para salvarlo.

9.
Bibliografía:

• González, Justo. Historia del
Cristianismo, Tomo 1. Miami. Editorial Unilit. 1994

• González, Justo. Historia del
Pensamiento Cristiano. Nashville. Editorial Caribe.
2002

• Bonilla, Yattenciy. Cristo y el
cristianismo, dos grandes enemigos. Ecuador. Grupo el valle.
2007

• Nueva Biblia de Jerusalén.
Bilbao. Editorial Descleé 1998

• Sproul, RC. Escogido por Dios.
Miami. Editorial Unilit 1993

• Palmer, E.H. Doctrinas Claves.
Barcelona. Editorial Romanya/Valls, S.A 1997

• Barth, Karl. Esbozo de
dogmática. España. Editorial Sal Terrae.
1947

• Hipona de, Agustín.
Confesiones, en formato pdf. Chile. Ediciones
electrónicas

El Trauco. 2000

NOTAS:

1 Gonzales, Justo. Historia del
Cristianismo. Tomo1. Pag. 221

2 Gonzales, Justo. Historia del pensamiento
Cristiano. Pag 49

3 Bonilla, Yattenciy. Cristo y el
cristianismo, dos grandes enemigos. Pag 101

4 Gonzales, Justo. Historia del pensamiento
cristiano. Pag 165

5 Sproul, RC. Escogido por Dios. Pag
15

6 Palmer, E.H. Doctrinas Claves. Pag
175

7 Palmer, E.H. Doctrinas Claves. Pag
57

8 Palmer, E.H. Doctrinas Claves. Pag
184

9 Bonilla, Yattenciy. Cristo y el
cristianismo, dos grandes enemigos. Pag 114

10 Bonilla, Yattenciy, Cristo y el
cristianismo, dos grandes enemigos. Pag 108

 

 

Autor:

Hugo Vásquez

Curso: Doctrinas de la Gracia

Profesor: Luis Carlos Moreno

CCB – Mints

Ibarra, Julio del 2008

Partes: 1, 2
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