El carácter indispensable de la educación de la primera infancia
CAPITULO 2
EL CARÁCTER INDISPENSABLE DE LA
EDUCACIÓN DE LA PRIMERA INFANCIA
En toda actividad humana, para poder satisfacer las
necesidades biológicas, socioculturales, productivas o
espirituales, se articulan diferentes sistemas
fisiológicos, psicológicos y sociales de alta
complejidad. Ello implica que cada persona tiene una particular
manera de ser y estar en el mundo, de relacionarse con la
realidad, con las otras personas, con el espacio y los
objetos.
Este esquema se construye y desarrolla especialmente
durante los 6 primeros años de vida. Se puede afirmar que
el niño comienza a aprender desde el momento de su
concepción, retroalimentando su mundo interno de todo lo
que recibe del exterior.
Resulta evidente que toda la actividad humana, la
soporta el sistema nervioso, y cuanto mejor se haya constituido
éste, mayor desarrollo de sus capacidades tendrá.
Cuando el niño nace su cerebro, salvo una serie de
reflejos que le permiten su supervivencia (reflejos
incondicionados), está totalmente limpio de conductas
genéticas y constitucionalmente heredadas, y lo que posee
es una infinita posibilidad y capacidad de asimilar toda la
experiencia social acumulada por la humanidad durante cientos de
generaciones, y que le es trasmitida por el adulto que lo cuida y
atiende. A esta capacidad de asimilar la
estimulación del mundo que le rodea es lo que se denomina
la plasticidad del cerebro humano.
El sistema nervioso en su conjunto del ser humano es una
«máquina» extraordinariamente sofisticada que
regula todas las funciones del cuerpo; su proceso de
construcción es largo y se desarrolla en varias etapas,
desde el mismo momento de la concepción hasta el sexto o
séptimo año de vida postnatal.
Los recién nacidos tienen al nacer miles de
millones de células cerebrales o neuronas, entre las
cuales se establecen conexiones, llamadas sinapsis, que se
multiplican rápidamente, al entrar en contacto el neonato
con la estimulación exterior. Estas sinapsis dan lugar a
estructuras funcionales en el cerebro, que van a constituir la
base fisiológica de las formaciones psicológicas
que permiten configurar las condiciones para el aprendizaje. Ya
sabemos que los distintos circuitos neuronales, por donde va a
discurrir toda la información del ser humano durante toda
su vida se forman en la primera infancia
.
Sabemos que la facultad de constituir circuitos,
conexiones, entre distintas neuronas, no es algo que se conserve
a lo largo de la vida. Cuando el niño nace, o incluso in
útero, es decir, en el momento en el que el cerebro se
empieza a formar, las posibilidades de conexión son
prácticamente ilimitadas. A partir de ese momento empieza
una carrera contra el reloj que va disminuyendo, y a partir de
los 7 u 8 años, las posibilidades de constituir nuevos
circuitos son, en condiciones normales, muy pequeñas
siguiendo una curva exponencial.
Los estudios del neurólogo pediatra
Peter Huttenlocher de Chicago en el año 1979.son muy
significativos: "Tiñendo y examinando tejidos de la
corteza frontal, Huttenlocher encontró que el cerebro
infantil tiene, en promedio, cerca del 50 por ciento más
de conexiones sinápticas de las que tiene un cerebro
adulto, aunque las sinapsis inmaduras son diferentes en forma y
mucho menos definidas. Es como si una amplia selección de
las potencialidades de la raza humana, adquiridas a través
de millones de años, se nos pusiera a la
disposición a la hora en que nacemos. El Dr. Huttenlocher
afirma que durante los primeros doce meses de vida, un
sorprendente 60 por ciento de la energía ingerida por el
bebé se destina a alimentar el desarrollo de su cerebro.
En este período crítico, grandes cantidades de
conexiones embrionarias, entre las neuronas, se pierden (por
falta de uso) mientras que otras son reforzadas y se desarrollan
(a través de uso repetido). En sus estudios llegó a
la conclusión que
Feto 28 semanas | 124 millones de | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Recién | 253 millones de | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
8 meses | 572 millones de | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
A los 4 años | 1.000 billones de | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
10 años | 500 billones de |
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