Monografias.com > Uncategorized
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Teoría del Estado – Unidad 6 – Las fuerzas políticas (página 2)



Partes: 1, 2

LA
FORMACIÓN POLÍTICA

El problema de la formación política, tal
como expresa Mario Justo López, está vinculado con
el liderazgo y la participación, ya que puede tratarse de
la formación del líder o la formación del
ciudadano, ya que "la mejor formación del
líder disminuye probablemente la importancia de la
función ciudadana y la mejor formación ciudadana
disminuye probablemente la importancia de la función del
líder".

Al hacer referencia al líder se emplea la palabra
en su sentido amplio, que comprende tanto al líder
informal (natural) como al formal (institucional) y, en este
último aspecto, sería adecuado hablar de
formación del gobernante. También es necesario
indicar que el tema debe considerar las circunstancias
sociopolíticas y, en particular, el respectivo
régimen político.

Si se trata de la formación de los ciudadanos es
necesario determinar de quienes se trata (los que viven en un
tiempo y lugar determinado) y, de igual manera, si se trata de la
formación del líder en general o del
gobernante

en particular. Esto implica que la formación,
como toda actividad humana exige actividades naturales que se
puedan desarrollar y cultivar siendo, consecuentemente, tan
importante la formación del líder como
también la del ciudadano puesto que si la política
en una acción y reacción de "mando y obediencia"
ambos elementos necesitan formarse, el que gobierna y los
gobernados.

La formación del gobernante depende del contexto
cultural de la estructura social y del régimen
político. Debe apostar a un profundo desarrollo moral para
hacer de la política un servicio. También necesita
formación técnica, para que tenga la capacidad de
escoger colaboradores calificados y el discernimiento para
atender los problemas más complejos que se le presentan.
Como regla general podemos decir que las entidades que forman a
los políticos no pueden ser monopolizadas por el gobierno
ni por entidades privadas. Además el saber práctico
(la praxis política) se aprende en al
actividad.

La formación del ciudadano obligará a que
los líderes se esfuercen. El régimen republicano,
representativo tiene como característica el conocimiento
de los ciudadanos de los hechos y situaciones sobre los cuales se
deben tomar decisiones. El interés por la cosa
pública debe ser enseñado en toda la
educación sistemática. El "educar al soberano"
(axioma de Sarmiento) sigue siendo una necesidad real y
permanente para la buena salud de los regímenes
democráticos. Esa educación debe ser integral "que
toda la sociedad eduque a la sociedad".

LA CLASE
POLÍTICA: concepto y
característica.

Se han dado en la teoría dos grandes
concepciones:

Una que establece la existencia de una
"clase política" diferenciada. Otra funcional que aparece
como "grupo".

La expresión clase política fue dada por
Gaetano Mosca, para quien el gobierno no recaía ni en uno
ni en la mayoría, sino en una minoría denominada
clase política, que estaba formada por dos estratos: el de
los dirigentes máximos (pequeña) y otro más
numeroso, dentro del cual se reclutan los primeros.

Según Mosca distintos principios sirven para la
conformación de la clase política:

El Principio autocrático o
selección desde arriba que determina el sistema
aristocrático.

El principio liberal o de designaciones
desde abajo que determina el sistema
democrático.

El acceso a la clase política surge de una lucha
por la preeminencia en el cual se conjugan factores objetivos y
subjetivos. Los objetivos son el nacimiento en la clase
política, la suerte, el tipo de sociedad. Son factores
subjetivos la ambición, la intuición, la voluntad,
la capacidad de trabajo, entre otros.

Elite: Es el conjunto de individuos o grupos que ocupan
posiciones de autoridad y ejercen influencia en una determinada
sociedad. El sociólogo italiano Vilfredo Pareto expuso su
teoría sobre la función de las elites en el
cambio social. En opinión de Pareto, la elite
está formada por aquellos individuos que manifiestan
cualidades o aptitudes excepcionales. En una sociedad, la elite
está formada por miembros "superiores" a los demás,
cuyas cualidades les proporcionan poder y prestigio.
Pareto, cuyo punto de vista es cualitativo, divide a la
población en una clase no selecta (inferior) y una clase
selecta (superior). A lo largo de la historia se da el
fenómeno de la "circulación y reclutamiento abierto
de las elites": paso de la clase inferior a la superior y
sustitución de las elites antiguas por otras que proceden
de las capas inferiores de la población. A largo plazo la
circulación y el reclutamiento mantienen el equilibrio del
sistema social, asegurando la movilidad ascendente de los
más aptos en todos los ámbitos, ya que para Pareto
la pertenencia a las capas superiores no es
hereditaria.

Para el pensador italiano Gaetano Mosca, la elite
está formada por la minoría de personas que
detentan el poder en una sociedad. Esa minoría constituye
la clase dirigente que asegura a los demás el poder
político y cultural.

Charles Wright Mills, sociólogo estadounidense,
es considerado el pionero de la sociología del poder y de
las elites. Su contribución fue fundamental, ya que supo
disociar el concepto de elite del de clase social. Mills
explicó las modificaciones de las estructuras
de poder en la sociedad de Estados Unidos a través de los
cambios en el orden político, económico y militar.
Definió esta estructura como "elite del poder", grupo que
procede del mismo origen social, que mantiene estrechas
relaciones familiares y personales, y en el que se dan
intercambios en los tres órdenes mencionados para mantener
el statu quo de la sociedad.

Por su parte George Burdeau afirma, refiriéndose
a la clase política, que es el conjunto de personas que
más allá de sus diferencias tienen en común
los privilegios atribuidos al ascendiente político y la
función que cumple, la clase política
no se forma al margen de la sociedad, sino en síntesis con
ella.

Sobre esto comenta Robert Dahl: "…el principio de
igualdad política presupone la idea de que todos los
miembros están igual de bien cualificados para participar
en las decisiones siempre que tengan adecuadas oportunidades de
instruirse sobre las cuestiones relativas a la asociación
mediante la indagación, discusión y
deliberación", por cuya causa explica que "si
bien todos los hombres son políticos, ya que necesitan
vivir en una comunidad organizada, no todos lo son de igual
manera", ya que algunos se preocupan más por esa
organización que otros, construyendo modelos
estratificados: los estratos apolíticos, los estratos
políticos, los buscadores de poder y los
poderosos.

Por las causas apuntadas, el desarrollo de la democracia
aleja la visión de la clase política como algo
cerrado, ya que misma tiene en la democracia un sentido funcional
y se caracteriza por su pluralismo

LOS PARTIDOS
POLÍTICOS

Son fuerzas políticas orgánicas,
integradas por un conjunto de personas unidas por un proyecto
común (ideología) que aspiran asumir en el gobierno
a través de algunos de sus integrantes. También
puede definirse a los Partidos políticos como
organizaciones que se caracterizan por su singularidad, de base
personal y relevancia constitucional, creadas con el fin de
contribuir de una forma democrática a la
determinación de la política nacional y a la
formación y orientación de la voluntad de los
ciudadanos, así como a promover su participación en
las instituciones representativas mediante la formulación
de programas, la presentación y apoyo de candidatos en las
correspondientes elecciones, y la realización de cualquier
otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines. Su
principal tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad
última y legítima es obtener el poder mediante el
apoyo popular manifestado en las urnas.

En un Estado de derecho, los partidos políticos
expresan el pluralismo político, concurren a la
formación y expresión de la voluntad popular y son
instrumento fundamental para la participación
política, siendo un medio necesario para hacer la
promoción de quienes aspiran a ejercer la función
pública.

Su creación y el ejercicio de su actividad
serán libres, y su estructura interna y funcionamiento han
de ser democráticos. Su existencia deriva del ejercicio de
la libertad de asociación. No tienen naturaleza de poder
público ni son órganos del Estado, por
lo que el poder que ejercen se legitima sólo en virtud de
la libre aceptación de sus estatutos y por tanto
sólo puede ejercerse sobre quienes, en virtud de una
opción personal libre, los asumen al
integrarse en tales organizaciones.

Los militantes de los partidos tienen derecho a ser
electores y elegibles para todos sus cargos, a estar
informados sobre sus actividades y situación
económica, y a concurrir para formar sus órganos
directores mediante sufragio libre y en la mayoría de los
casos secreto, aunque no resulta preciso que sea directo. Los
partidos tienen derecho a obtener ayuda financiera
del Estado, a utilizar los medios de comunicación
públicos y a constituir coaliciones o agrupaciones
electorales.

Su nacimiento está relacionado con el
régimen democrático representativo y con la
elección de las asambleas legislativas. Pero esta doctrina
no los preveía, ni los quería ya que de acuerdo con
sus lineamientos iniciales, la comunidad está formada por
individuos y no por grupos.

Fines: Como se expresara, uno de los fines de los
partidos políticos es contribuir de una forma
democrática a la determinación de la
política nacional y a la formación y
orientación de la voluntad de los ciudadanos. Esto
significa que su existencia es necesaria ya que las voluntades
individuales de los componentes de la sociedad deben ser
coordinadas y ordenadas según corrientes de
opinión, de manera que puedan tener vigencia efectiva en
la sociedad, ya que a través de los partidos
políticos las opiniones personales se orientan y se
fortalecen al encontrar afinidades.

Elementos: Básicamente los autores acuerdan en
distinguir el elemento humano, el ideológico y el
estructural.

Entre los elementos se destaca el humano, entre quienes
hay que distinguir los afiliados y simpatizantes, aunque es
importante recordar que la afiliación a los partidos es
abierta y voluntaria Por su parte Robert A. Dahl
divide a los afiliados en dirigentes de primera, dirigentes de
segunda, activistas y afiliados. Todos ellos
resultan una minoría en comparación con los
simpatizantes, que son los que acompañarán al
partido con sus votos, debiendo el Partido analizar las
necesidades y voluntades de la población para contar con
su apoyo y acceder al poder.

El elemento ideológico es aquel que aparece en la
carta orgánica, en la declaración de principios y
se renueva en la plataforma electoral.

El elemento estructural hace a su organización
interna. Duverger popularizó una clasificación en
base al órgano más pequeño del partido: el
comité o la célula. El comité propone una
organización de coordinación y subordinación
de base territorial no importando la ocupación que tienen
sus afiliados. La célula, por el contrario, significa una
relación de subordinación dentro de la misma esfera
ocupacional.

Estructura: La organización de los partidos
democráticos se efectúa mediante un organismo de
base que es el comité (unidad básica). Allí
se nuclean todos los afiliados, el comité tiene un
gobierno a cargo de una mesa directiva o junta gubernativo que es
elegida por los afiliados del distrito. Todas las tareas de
relación con los adherentes se efectúa por medio de
ese organismo directivo: adoctrinamiento, información,
recaudación de fondos, entre otras labores. Cada provincia
tiene un órgano superior o legislativo que
periódicamente se reúne para designar autoridades y
la política a seguir. Estos comités provinciales o
regionales conforman el comité nacional o central. Lo
importante es observar como se eligen los miembros a los
distintos órganos y los candidatos partidarios a
elecciones generales. La elección puede ser directa, por
el voto de los afiliados, o puede ser en forma indirecta, en ese
caso la elección queda a cargo de las asambleas o
convenciones.

Clasificación de partidos:

Duverger distinguió al "partido de masa" que es
un movimiento más sentimental, suscitado por un
líder, no existe un cuerpo de doctrina profundamente
desarrollado ni tampoco un grupo de dirigentes solidamente
agrupados.

También se refiere al partido de
cuadro que presenta una sólida raíz doctrinaria y
un amplio espectro de dirigentes.

Neumann distingue partidos de
"representación individual que responden a la libre
inscripción aunque no desestima alguna relación con
grupos económicos, religiosos etc. Taimen nombra los
partidos de integración que hacen predominar
el aspecto comunitario, pueden ser de "integración social
o democrática" o de "integración total". Los de
integración social serán los partidos socialistas,
que no obligan pero canalizan las voluntades de sus
participantes a favor de un partido político. Los de
integración total suponen la anulación individual
en beneficio de los intereses partidarios.

Las funciones de los partidos políticos
son:

1. Encausar la caótica voluntad
pública.

2. Educar al ciudadano para encarar su responsabilidad
política.

3. Servir de nexo entre la opinión pública
y el gobierno.

4. Seleccionar a los candidatos que ocuparan los cargos
de gobiernos.

5. Proyectar la política de gobierno y controlar
su ejecución.

Las dos primeras son también llamadas
"electorales", la tercera y cuarta pueden ser tanto funciones
electorales como gubernamentales y la última
es evidentemente gubernamental.

Financiamiento: el sostenimiento de los partidos
políticos ha variado con el correr del tiempo. En un
primer momento se utilizo el "mecenazgo": los que serian
candidatos promovían su postulación manteniendo el
partido.

Con la democratización electoral surgen los
partidos que se sustentan a través de una cuota que pagan
los afiliados.

Por último se introduce el sostenimiento por
parte del Estado, a través de un porcentaje de dinero que
se asigna por cada voto obtenido.

Reglamentación de los partidos: su
organización y funcionamiento se rigen por normas
jurídicas estatales. Según Cifras Heras existen
cuatro sistemas de reglamentación:

1. De control exterior: el sistema
clásico liberal y se limita a reprimir las actividades
externas de los partidos políticos que puedan poner en
peligro la seguridad pública (propaganda
subversiva).

2. De control
ideológico-programático: es un sistema represivo y
preventivo, que exige la compatibilidad de los principios y de
fines entre los partidos y el régimen
político.

3. Con control estructural y funcional: se
pretende evitar que la práctica se desvirtúe en los
partidos el régimen democrático (se exige que hayan
elecciones que se renueven sus cuadros, etc.).

4. De incorporación: se identifican partido y
Estado, es el régimen propio de los
totalitarismos.

CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE
PARTIDO

Raymon Aron distingue los regímenes
políticos en régimen de partidos múltiples o
régimen de partido monopolístico, estos
últimos se identifican con los totalitarismos por que no
permiten que en la sociedad abierta se canalice la faz agonal a
través de la lucha electoral y partidaria.

Según Duverger hay tres sistemas de partidos: el
partido único, propio de los totalitarismos;
bipartidismos, que es el sistema en donde habiendo varios partido
solo dos tienen chances electorales y se suceden en el poder y el
multipartidismo es aquel sistema de muchas partidos en donde
ninguno alcanza la mayoría para formar gobierno y se hace
necesario una coalición.

Para Duverger favorece la doble vuelta o el
sistema de circunscripciones uninominales el bipartidismo y en
cambio el sistema proporcional favorece el
multipartidismo.

Giovanni Sartori, en base al modelo de Duverger,
construyó otro paradigma subdividiendo el monopartidismo
como el multipartidismo; y coincide con Duverger en el
análisis que hace del bipartidismo al sostener que se
presenta en aquellos casos donde sólo dos partidos se
suceden en el gobierno.

El sistema monopartidista se divide en tres
grupos:

1. Partido único de tipo totalitario, en donde el
partido encierra una ideología que se pretende hacer
asumir a toda la sociedad, la oposición no es
legal.

2. El partido hegemónico, que casi es
único y que gobierna por largos períodos (Ej. El
caso de PRI en México, en el gobierno desde
1930).

3. El partido preponderante, en donde un mismo partido
gobierna por largos períodos pero la oposición
se hace sentir en especial en los acuerdos
necesarios en el Congreso o por el control que ejerce. El grupo
multipartidista también de acuerdo con su
concepción se divide en tres:

1. Multipartidismo restringido, entre 3 y 5
partidos, se asemeja al bipartidismo en cuanto no hay un partido
antisistema, hay unidad social, buen desarrollo económico,
etc.

2. El multipartidismo ampliado entre 5 a 15
partidos que como ninguno alcanza la mayoría, se exige una
coalición de varios partidos lo que hace al gabinete
más débil ante el Parlamento.

3. El multipartidismo anárquico
donde se dan más de 15 partidos, todos débiles e
incapaces de conformar un gobierno estable y a un paso de
convertirse en un régimen autocrático.

GRUPOS DE
INTERÉS Y GRUPOS DE PRESIÓN

Existe una verdadera constelación de poder: el
poder estatal, el no estatal y la influencia.

Fuera de los partidos políticos aparecen otras
fuerzas: los grupos de presión, los factores de poder y
los grupos de tensión.

Los "grupos de presión" son asociaciones que
ejercen influencia pero que no ocupan lugar alguno en la
estructura estatal. Desde la sociedad procuran influir sobre las
decisiones estatales. Cuando ese grupo pretende obtener favores
por parte de los partidos políticos como del Poder
legislativo o Ejecutivo estamos en presencia de "grupos de
presión".

Todo grupo de presión es un grupo de
interés, pero no todo grupo de interés puede llegar
a ser un grupo de presión.

Los grupos de presión tienen una
organización permanente, el factor que une al grupo es la
defensa de un interés común;
despliegan su acción con el objetivo de obtener decisiones
políticas favorables a sus intereses, pero no participan
en las contiendas electorales ni se proponen para cargos en el
gobierno.

Los grupos de presión se clasifican
de diversas maneras. Según su influencia podrán ser
locales, regionales, nacionales o internacionales. Según
su tipo, de interés relacionado con la actividad
económica (organizaciones empresariales, obreras ,etc.);
de interés relacionado con la actividad general (clubes
sociales, deportivos, etc.); de interés en las actividades
educativas y culturales (academias, centros culturales, etc.); de
interés religioso (iglesias, asociaciones
religiosas).

La influencia puede ser directa sobre los que ocupan
cargos de gobierno o indirecta a través de los partitos y
de la opinión pública. El
método más utilizado es al "lobby".

Los grupos de tensión son organizaciones que
desde la sociedad, pero en forma violenta e ilegal pretenden
ocupar el poder. No formulan programas alternativos, tan solo
buscan sustituir a los gobernantes luchando en contra del sistema
(guerrillas, IRA, ETA, etc.).

FACTORES DE
PODER

Son las fuerzas políticas
orgánicas que forman parte de la estructura gubernamental
y tratan de ejercer influencia fuera de sus funciones
específicas. Podemos encontrar a la burocracia y las
fuerzas armadas.

La burocracia (buro: oficina; cracia: gobierno) es un
fenómeno moderno,: su institucionalización a partir
de distintos órganos a los cuales la legislación le
otorga una determinada función y poderes. El estado
moderno, debido a su complejidad, requiere de un número
importante de funcionarios que se comportan de una manera
generalizada, ejerciendo un poder dentro de la misma
estructura.

Cualquiera fuera la ubicación de las
fuerzas armadas dentro de la estructura se hace indiscutible se
gravitación política. Representan el monopolio de
la mayor fuerza de la que dispone un estado para asegurar la
defensa de su soberanía. En un ordenamiento
democrático se encuentra subordinada al "poder civil"; lo
cual no impide que graviten en la formulación de planes y
políticas que hacen a la defensa y al desarrollo
nacional.

LA OPINIÓN
PÚBLICA

Se la ha llamado "opinión pública" a una
fuerza política inorgánica sin órganos
propios, pudiendo definirse como las actitudes, tendencias y
preferencias de una sociedad hacia sucesos, circunstancias y
cuestiones de interés mutuo. La forma
típica de evaluar la opinión pública es
mediante muestreo o sondeo.

Franklin Rooselevet afirmó que se parecía
a la atmósfera, "no se ve, pero se siente". Puede obrar
tanto a favor de la estabilidad, del orden como del
cambio. Es un estado de consecuencia colectiva acerca de
cuestiones de interés general.

Los agentes que forman la opinión pública
son las circunstancias relativamente permanentes y las
influencias transitorias. Entre las primeras se encuentran las
ideas que caracterizan a una cultura en un determinado lugar y
momento concreto. En Occidente, por ejemplo, la cultura de
finales del siglo XX y principios del presente, orientada a la
juventud influye en las actitudes hacia el envejecimiento y hacia
las personas mayores. Otras circunstancias permanentes son el
origen étnico, la religión, la localización
geográfica, la posición económica y el nivel
de educación, y todas ellas pueden influir en la
opinión que una persona o un grupo de personas se forme
sobre ciertos temas. Algunos factores transitorios también
afectan a la opinión pública. Entre ellos se
encuentran el impacto de los sucesos actuales, las opiniones de
personas influyentes o con autoridad, el efecto de los medios de
comunicación y las campañas de los profesionales de
las relaciones públicas.

Elementos: esta definición comprende tres
elementos: el sujeto, que es siempre colectivo; el contenido, un
estado de conciencia y su carácter general. Implica en un
primer lugar la existencia de un grupo, reposa en algo
"interindividual" que no significa la mayoría ni la
elite.

Características: surge de un proceso que hace que
un hecho de "interés general" repercuta en la conciencia
de un grupo hasta convertirlo en un sujeto múltiple e
indeterminado. Puede ser nacional o internacional

Se refiere a un saber controvertible, opinable porque
escapa a los estrictamente científicos. Debe ser de
interés general no individual. Es un saber intermedio
entre la certeza y la ignorancia.

La opinión pública muestra los siguientes
modos: es irracional y racional, a la vez calificada; obedece a
estímulos externos y está condicionada
socialmente.

La opinión pública como fuerza
varía con el régimen político de que se
trate. En el régimen democrático se brindan las
condiciones institucionales que permiten la formación de
la opinión pública: libertad de información,
de expresión, de prensa, de reunión, de
asociación, de reconocimiento de la
oposición.

En los regímenes autocráticos y
totalitarios también existe la opinión
pública, pero con algunas diferencias. Seguramente existe
en el silencio, pero no puede manifestarse o le cuesta mucho
hacerlo, por eso su importancia decrece hasta casi
anularse.

Alfred Sayvy remarca la existencia de dos clases de
opinión pública en los regímenes
autocráticos: una menos libre y menos espontánea,
pero más abierta y pública, que se expresa con los
requisitos que permite la censura, y otra más libre y
más espontánea, pero clandestina y
débil.

Las fuentes o los promotores de la opinión
pública son los políticos y lo medios de
comunicación por medio de su acción de
formar opinión, fundamentalmente la prensa
escrita.

Medición de la opinión pública: La
medida sistemática de la actitud pública es un
proceso que surgió en la década de 1930. A pesar de
que con anterioridad ya se habían realizado algunos
sondeos de opinión, por lo general no eran ni
sistemáticos ni científicos, ya que manejaban
muestras no representativas o utilizaban métodos que
discriminaban a sectores de población.

Los muestreos de opinión pública mejoraron
cuando las organizaciones empresariales y educativas comenzaron a
desarrollar métodos que permitían la
selección relativamente imparcial de participantes y la
recogida sistemática de datos entre un amplio y variado
sector del público. Según el estándar
actual, estos sondeos resultaban primitivos, pero sus resultados
eran en cierta medida útiles. Entre los pioneros en este
sector se encuentra el analista estadounidense George Horace
Gallup, inventor del sondeo que lleva su nombre.

A partir de 1948 las técnicas de opinión
pública mejoraron de forma considerable. Actualmente, los
objetivos son hacer una selección equilibrada de los
participantes, mejorar la calidad de los cuestionarios y formar
entrevistadores capaces y fiables.

Áreas de aplicación: Los sondeos de
opinión son aceptados como una herramienta útil por
empresas, organizaciones políticas, medios de
comunicación y gobiernos, así como por los
investigadores científicos. Cientos de
agencias de sondeos de opinión pública operan
en todo el mundo y los resultados de las más conocidas
Gallup Poll, Mori Poll y Harris Poll aparecen
publicados en los principales medios de comunicación de
forma regular.

En el ámbito empresarial, los sondeos se utilizan
para comprobar las preferencias del consumidor y para descubrir
cuál es el atractivo de un determinado producto. Los
resultados de las encuestas comerciales ayudan a planificar las
estrategias de marketing y publicidad, y a modificar los
productos para incrementar sus ventas.

En política, los sondeos se utilizan para obtener
información sobre la opinión de los votantes acerca
de temas de actualidad, para promocionar candidatos
y para planificar campañas. Hoy las empresas de sondeos
también predicen con cierto éxito los resultados de
las elecciones. El sondeo a los electores en el momento de la
votación permite a menudo predecir el ganador
incluso antes del cierre de las mesas electorales.

Periódicos, revistas, radio y televisión
son clientes importantes de las agencias de sondeos,
especialmente en lo relativo a la información
política para predecir el resultado de elecciones o medir
la popularidad de gobernantes y candidatos. Existe una creciente
demanda de información sobre la actitud del público
hacia diferentes cuestiones sociales, económicas e
internacionales.

Los gobiernos utilizan los sondeos para conocer la
opinión pública sobre cuestiones de interés.
Además, las empresas gubernamentales utilizan estas
técnicas para determinar los índices de desempleo y
de criminalidad y otros indicadores sociales y
económicos.

También son útiles en la
investigación científica, especialmente en las
ciencias sociales, donde aportan datos de interés para
estudiar la delincuencia, la socialización, las actitudes
políticas y el comportamiento económico.

Críticas: Las críticas a los sondeos de
opinión proceden de diferentes fuentes. Muchas personas no
creen que la opinión de una pequeña muestra de
población sea representativa de la opinión del
conjunto. Sin embargo, las empresas de sondeos se
apoyan en la estadística y en décadas de
experiencia que demuestran, por ejemplo, que la
misma pregunta realizada en dos muestreos diferentes al
mismo tiempo suele dar resultados similares. Otras
críticas van dirigidas a los procedimientos de muestreo
que en ocasiones, por razones de economía, utilizan datos
de población obsoletos.

Incluso suponiendo que los datos básicos del
sondeo sean válidos, el análisis de los mismos
puede ser superficial.

En algunos casos, los datos básicos son
presentados directamente como una "opinión" del
público sobre una determinada cuestión, sin un
análisis cuidadoso y serio para comprobar los posibles
matices y desviaciones.

También se ignora muchas veces la influencia
sutil de la formulación de la pregunta sobre la
respuesta.

Los políticos a veces critican la influencia del
sondeo de opinión, más que su validez. Se argumenta
que los candidatos tienden a actuar como las encuestas dicen que
piensan sus votantes, más que a decir lo que ellos mismos
piensan. Algunos expertos opinan que los sondeos pueden influir
en los electores a favor de ciertos candidatos políticos
que parecen disfrutar de una gran popularidad en ese momento. La
información de que un determinado candidato se encuentra
muy por delante en las encuestas, puede desanimar a los electores
a tomar parte en la votación o animarles a votar a ese
candidato o a sus contrincantes, influyendo así en el
resultado final de las elecciones.

ESTRATEGIAS Y
TÁCTICAS POLÍTICAS

Estrategia es el arte de coordinar todas las fuerzas
para vencer al adversario. En lo político apunta a la toma
y a la conservación del poder.

Táctica es la operación aislada,
subordinada a la estrategia, que procura una mejor
posición para el triunfo final.

Existen varias clases de estrategia y estas
dependen de la situación política particular. Es
necesario evaluar condiciones objetivas (intervienen factores
geográficos, económicas, psicológicas, etc.)
y condiciones subjetivas (relaciones de fuerza).

Existe una estrategia en el régimen cuando se
trata de desplazar al adversario de poder, pero sin variar el
sistema.

La otra estrategia "contra" el
régimen tiene por objeto modificar a este (puede ser
reformista o revolucionaria). Una estrategia en el régimen
puede ser llevada a cabo por fuerzas que quieren su
destrucción.

La distinción de una estrategia reformista o
revolucionaria reconoce su origen en las luchas obreras del
siglo XIX. El reformismo planteó una lucha a
través de tácticas electorales y acción
parlamentaria. El movimiento revolucionario
prefirió una acción directa.

Toda estrategia política debe contar con los
siguientes elementos:

Determinación de la finalidad,
determinación de las fuerzas que hay que vencer y de las
necesarias para vencer y determinar que instrumentos se
utilizaran.

La estrategia política en el
régimen supone prácticas para afianzar el sistema
democrático con lo cual esa estrategia resulta una
estrategia electoral, que es una competencia pacífica y
abierta, que no se reduce al período electoral, aunque
allí recrudece.

Instrumentos de la estrategia y de la táctica
política

Propaganda: es el instrumento preferido para la
estrategia electoral. El termino aparece en el siglo XVI
para designar la tarea que bajo el Papa Gregorio
XIII realizaban distintas comisiones que se reunieron luego en la
Congregación "de propaganda FIDE" instituida por Clemente
VII con el objetivo de extender y propagar la religión
Católica. Recién en el siglo XVIII se
utilizó de manera general, perdiendo su connotación
religiosa.

A menuda propaganda y publicidad se utilizan como
sinónimos. Pero propaganda y publicidad son dos
formas de comunicación que se diferencian por
sus objetivos. La propaganda busca convencer para provocar una
adhesión y procurar una acción deseada, resulta
más general, involucra a todo un plexo de
valores.

La publicidad procura la adhesión a
algo particular (el producto), sin tener en cuenta la actitud o
sentimiento general.

En el caso de la ciencia política se
reserva el término publicidad a los procedimientos
mediante los cuales quienes ocupan los cargos de gobierno dan a
conocer oficialmente sus actos (Ej. Publicación de una ley
en el Boletín Oficial).

Elementos de la propaganda:

1. El sujeto activo, es el promotor de la propaganda.
Por lo general el gobierno o fuerza política, el
primero para lograr un mayor consenso, el otro para
ampliar su influencia.

2. El sujeto pasivo es aquel al que va dirigida la
propaganda.

3. El objetivo que es buscar la
adhesión, el seguimiento, convencer en torno a una
propuesta, procurando que el sujeto pasivo realice determinados
comportamientos que sin la propaganda no serían
ejecutados.

4. Los medios de la propaganda son múltiples y
variados: prensa, radio, TV, folletos, etc.

5. El objeto lo constituyen los comportamientos que
requiere la actividad política.

Los medios sociales de comunicación: los medios
utilizados por la propaganda política son:

1. Material impreso: libros, folletos,
periódicos, volantes, etc.

2. Palabra viva voz: radio, altavoces, camiones
parlantes, etc.

3. Imágenes: cine, TV, pintura, etc.

4. Espectáculos: manifestaciones, reuniones
públicas, desfiles. Algunos de estos pueden ser
acompañados por himnos, banderas y
emblemas.

En cuanto a los modos, la propaganda procura sugerir una
acción no voluntaria originariamente. Existen al respecto
de la acción psicológica varias reglas:

1. Regla de simplificación o del enemigo
único.

2. Regla de orquestación.

3. Regla de transfusión.

4. Regla del contagio

LA ACCION
DIRECTA

Constituyó una alternativa utilizada
por los anarquistas para enfrentar la acción
parlamentaria. El rasgo común de la acción directa
es el desprecio de las normas constitucionales y legales y la
utilización de la violencia.

Ortega y Gasset puntualizó en 1922
que la acción directa aparecía como un instrumento
viable cuando la convivencia social entraba en crisis por la
carencia de voluntad y órganos para la
negociación.

En la actualidad la acción directa
en los sistemas democráticos es utilizada por grupos que
no ven satisfechas sus demandas por las vías
constitucionales: estudiantes, obreros, empresarios, etc. y
muchas veces adquiere características dramáticas:
secuestros, terrorismos, asaltos a bancos, entre otras medidas
extremas.

LOS GRUPOS DE
PRESIÓN

Los Grupos de presión son los conjuntos de
individuos que se agrupan para defender intereses o ideales
comunes. Los grupos de presión, a diferencia de los grupos
de interés, influyen en el gobierno o en la opinión
pública a la hora de hacer uso de la presión para
reivindicar, defender o cumplir sus intereses. A diferencia de
los partidos políticos, los grupos de presión no
tienen como finalidad asumir el poder y no defienden intereses de
una generalidad de personas, sino que tratan de obtener
privilegios especiales para sus líderes y sus
miembros.

Los grupos de presión surgieron en
la Alemania imperial y en la Francia republicana. A partir de la
II Guerra Mundial, se generalizan en Europa y Estados Unidos. En
los estados modernos defienden su estatus adquirido y en
determinados sistemas de gobierno es fundamental el papel que
cumplen como elemento de equilibrio social. Los estudios que
realiza el escritor francés Jean Meynaud sobre este
fenómeno quedan reflejados en varias de sus obras. En Los
grupos de presión (1965), Meynaud clasifica estos grupos
en dos variantes:

1. organizaciones profesionales, que buscan conquistar
ventajas materiales para lograr un mayor bienestar (como
sindicatos, corporaciones profesionales, asociaciones de
consumidores, cámaras de comercio y un largo
etcétera) y

2. agrupaciones de vocación
ideológica, cuya finalidad es defender posturas
espirituales o morales, o promover una causa determinada (grupos
religiosos, patrióticos, defensores del medio ambiente o
de los derechos de mujeres, hombres, animales y
otros).

Los grupos de presión ocupan un lugar fundamental
en la sociedad y desempeñan un papel de enorme
relevancia en el cambio social.

EL
TERRORISMO

Terrorismo, uso de la violencia, o amenaza de recurrir a
ella, con fines políticos, que se dirige contra
víctimas individuales o grupos más
amplios y cuyo alcance trasciende con frecuencia los
límites nacionales. El término implica una
acción llevada a cabo por grupos no gubernamentales o por
unidades secretas o irregulares, que operan fuera de los
parámetros habituales de las guerras y a veces tienen como
objetivo fomentar la revolución. El terrorismo de Estado,
ejercido por un Estado contra sus propios súbditos o
comunidades conquistadas, se considera también una
modalidad de terrorismo. Más que la realización de
fines militares, el objetivo de los terroristas es la
propagación del pánico en la comunidad sobre la que
se dirige la violencia. En consecuencia, la comunidad se ve
coaccionada a actuar de acuerdo con los deseos de los
terroristas. El terrorismo extremo busca a menudo la
desestabilización de un Estado causando el mayor caos
posible, para posibilitar así una transformación
radical del orden existente.

Historia

El terrorismo ha aparecido una y otra vez a lo largo de
la historia. Las sociedades secretas detectadas en algunas
culturas tribales mantenían su influencia
valiéndose del terror. Ya en el siglo XII, un grupo
ismailí de los musulmanes shiíes, los "Asesinos",
llevó a cabo campañas terroristas contra musulmanes
suníes. En Irlanda, grupos protestantes y católicos
se aterrorizaron mutuamente tras la Reforma. En su forma moderna,
sin embargo, el terrorismo sistemático
recibió un gran impulso a finales de los siglos XVIII y
XIX con la propagación de ideologías y
nacionalismos seculares tras la Revolución Francesa.
Adeptos y detractores de los valores revolucionarios
utilizaron el terrorismo tras las Guerras
Napoleónicas. El nacionalismo imperialista que en
Japón condujo a la Restauración Meiji
en 1868 estuvo acompañado de frecuentes ataques
terroristas al sogunado Tokugawa. En el sur de
Estados Unidos se creó el Ku Klux Klan tras la derrota de
la Confederación Sudista en la Guerra Civil estadounidense
(1861-1865) para aterrorizar a los antiguos esclavos y a los
representantes de las administraciones de la
reconstrucción impuesta por el gobierno. En toda Europa, a
finales del siglo XIX, los partidarios del anarquismo realizaron
ataques terroristas contra altos mandatarios o incluso ciudadanos
corrientes. Una víctima notable fue la emperatriz Isabel,
esposa de Francisco José I, asesinada por un anarquista
italiano en 1898. El movimiento revolucionario ruso existente
antes de la I Guerra Mundial tuvo un fuerte componente
terrorista. En el siglo XX, grupos como la
Organización Revolucionaria Interna de Macedonia, el
movimiento ustacha croata y el Ejército Republicano
Irlandés (IRA) realizaron a menudo sus actividades
terroristas más allá de las fronteras de sus
respectivos países. Recibían a veces el apoyo de
gobiernos ya establecidos, como fue el caso de Bulgaria o de
Italia bajo el líder fascista Benito Mussolini. Este tipo
de terrorismo nacionalista apoyado por el Estado provocó
el asesinato de Francisco Fernando de Habsburgo en Sarajevo en
1914, lo que dio origen a la I Guerra Mundial. Tanto el comunismo
como el fascismo utilizaron el terrorismo como instrumento de su
política, contando con defensores como Liev Trotski y
Georges Sorel (quien representó intermitentemente ambos
extremos del espectro político). La inestabilidad
política existente durante las décadas de 1920 y
1930 dio pie a frecuentes actividades terroristas. El terrorismo
tendió a integrarse dentro del conflicto más amplio
de la II Guerra Mundial.

Terrorismo de posguerra

A mediados de la década de 1960 tuvo lugar una
importante ola de violencia. Varios elementos confluyeron
para facilitar y hacer más evidente el
terrorismo internacional: avances tecnológicos, la
creación de armas más pequeñas pero con
mayor poder de destrucción; los medios para una mayor
rapidez de movimientos y de comunicación que
disponían los terroristas; las amplias conexiones
mundiales de las víctimas elegidas y la publicidad que
generaba cualquier ataque terrorista.

Los orígenes de la ola terrorista que se
inició en la década de 1960 pueden remontarse al
conflicto que en el Oriente Próximo
enfrentaba a las naciones árabes contra Israel. A finales
de la década de 1940, algunos grupos
radicales judíos, como Stern y el Irgún
Tzevaí Leumí, utilizaron el terrorismo contra las
comunidades árabes y otros grupos en su lucha por la
independencia de Israel. Durante y después de la
década de 1960, sus adversarios árabes
decidieron utilizar el terrorismo de forma mucho más
sistemática. La expulsión de guerrillas palestinas
de Jordania en septiembre de 1970 fue conmemorada con la
creación de un brazo terrorista extremista llamado
Septiembre Negro. La Organización para la
Liberación de Palestina (OLP) llevó a cabo
operaciones terroristas y de comando tanto en Israel como en
diversos países del mundo. El terrorismo internacional con
base palestina disminuyó durante la década de 1980,
en un esfuerzo de la OLP por ganarse el apoyo mundial hacia su
causa, pero surgieron nuevas formas relacionadas con la
revolución acaecida en Irán y el auge del
fundamentalismo islámico. En 1988, una bomba
destruyó el vuelo 103 de las líneas aéreas
Pan American que volaba sobre Lockerbie, en Escocia, matando a
las 259 personas que se encontraban en el avión,
además de otras 11 en tierra. En 1991 la CIA
estadounidense acusó del crimen a agentes libios. El
episodio terrorista más sangriento de la historia de
Estados Unidos tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001. Dos
aviones de pasajeros secuestrados y dirigidos por pilotos
suicidas colisionaron contra las torres gemelas del World Trade
Center de Nueva York, lo que provocó el derrumbe de las
mismas y un elevadísimo número de víctimas.
Poco después, otra aeronave se estrellaba contra la sede
del Pentágono en Washington dejando reducida a escombros
una de las alas del edificio. Asimismo, en 1994 un atentado
contra la Asociación Mutual Israelí (AMIA) de
Argentina se cobró centenares de víctimas, entre
muertos y heridos. Ya en la década de 1990, el terrorismo
fundamentalista dirigido contra el gobierno de Argelia
había desembocado de hecho en una guerra civil, en la que
tanto el gobierno como los islamistas radicales extendían
el terror a través de una brutal violencia.

El avance del terrorismo más allá de
Oriente Próximo en la década de 1960 fue evidente
en las tres naciones industrializadas en las que la
transición del autoritarismo a la democracia, tras la II
Guerra Mundial, había sido más
rápida y traumática: la República Federal de
Alemania, Japón e Italia. En otros estados occidentales
surgieron asimismo grupos radicales de izquierda, financiados a
menudo por gobiernos comunistas durante la Guerra
fría. Inspirados en vagas teorías
revolucionarias y apoyados por simpatizantes izquierdistas de
distintos sectores sociales, los terroristas intentaban provocar
el derrumbamiento del Estado mediante una reacción
violenta y autodestructiva.

En Alemania, la llamada Fracción del
Ejército Rojo, más conocida como grupo
Baader-Meinhof, efectuó numerosos atracos a bancos y
asaltó instalaciones militares estadounidenses. Sus
acciones más espectaculares tuvieron lugar en 1977 con el
secuestro y asesinato de un importante industrial, Hans-Martin
Schleyer y el posterior secuestro, realizado por simpatizantes
árabes, de un avión de Lufthansa con destino a
Mogadiscio, en Somalia. Al igual que lo hiciera el grupo
terrorista japonés Ejército Rojo, los miembros de
la banda alemana colaboraron a menudo con los
terroristas palestinos, siendo de especial relevancia el
asesinato de atletas israelíes durante los Juegos
Olímpicos de Munich en 1972. A finales de la década
de 1970, la mayor parte de los activistas de la Fracción
del Ejército Rojo se encontraba en prisión o
había muerto.

La campaña terrorista llevada a cabo por el IRA
tras la II Guerra Mundial surgió a partir del movimiento
irlandés a favor de los derechos civiles de
la década de 1960, que reclamaba mejores condiciones para
los católicos de Irlanda del Norte. El
terrorismo cada vez más intenso utilizado tanto por
católicos como por protestantes desembocó en la
segregación de ambas comunidades en zonas vigiladas por
soldados y en la militarización de Irlanda. Motivados por
una ideología revolucionaria de izquierda y apoyados por
Libia y otros gobiernos simpatizantes de izquierda, el IRA
Provisional realizó una serie de explosiones, asesinatos y
otros atentados terroristas dentro y fuera de Irlanda destinados
tanto contra objetivos militares como civiles. La campaña
continuó hasta que el IRA declaró un alto el fuego
el 31 de agosto de 1994.

La fuerza de los terroristas italianos, de quienes los
más importantes eran las Brigadas Rojas, puede tener su
origen en la tradición anarquista del país y en su
inestabilidad política. Sus actividades culminaron en 1978
con el secuestro y asesinato del antiguo primer ministro Aldo
Moro. El terrorismo de izquierda disminuyó años
después, gracias a las medidas policiales, aunque no
desapareció en absoluto. No obstante, el terrorismo de
izquierda pareció aumentar en Italia, tal y como
quedó patente en 1980 con la explosión ocurrida en
la estación de ferrocarril de Bolonia. La histórica
Galería de los Uffizi de Florencia fue uno de los
objetivos de una serie de atentados terroristas que tuvieron
lugar en 1993, al parecer ejecutados por la Mafia. Muchos de
estos atentados están hoy considerados como ejercicios de
"propaganda negra" concebidos tanto por la derecha como por otros
grupos para propiciar un clima de inestabilidad favorable a un
gobierno autoritario.

Terrorismo en América Latina

Los movimientos terroristas de Latinoamérica
tuvieron sus orígenes en antiguas tradiciones de
conflictos políticos localizados. La principal
innovación la constituyó la creación de los
llamados movimientos de guerrilla urbana, ya que las actividades
terroristas se desplazaron desde el campo hasta las ciudades.
Sendero Luminoso, grupo terrorista maoísta del
Perú, se convirtió en uno de los ejemplos
más sangrientos y famosos por el uso de
tácticas muy cruentas destinadas a
desestabilizar el Estado y a provocar por parte de éste
medidas de represión. En la década de 1990, dentro
de una tendencia existente en Italia, con rasgos
específicos por la cual el crimen organizado emula a los
terroristas para promover sus intereses, algunos miembros de los
cárteles de la cocaína en Colombia utilizaron
tácticas terroristas para dificultar la aplicación
de las leyes orientadas a luchar contra el tráfico de
drogas. Tanto en naciones del Tercer Mundo como en otros lugares,
se da el fenómeno de que antiguos grupos terroristas se
legitiman una vez que triunfa su lucha y obtienen el control del
gobierno o espacios concretos donde ejercer el poder. Israel y
Argelia son sólo dos ejemplos de Estados cuyos
funcionarios y dirigentes fueron en su día clasificados
como terroristas. Los regímenes nacidos en este tipo de
circunstancias pueden mantener sus vínculos con el
terrorismo una vez en el poder. Se sabe que tanto Libia como
Irán, ambos con gobiernos revolucionarios, han promovido
actos de terror, con carácter institucional. Durante la
guerra de Vietnam, Vietnam del Norte respaldó una
campaña comunista de terrorismo y subversión en
Vietnam del Sur. Algunos comentaristas han considerado como
terroristas acciones realizadas por agentes israelíes del
Mossad dirigidos contra la OLP y otros objetivos fuera de Israel.
Corea del Norte ha llevado a cabo varios atentados terroristas
contra Corea del Sur, como la explosión ocurrida en
Rangún en 1983, en la que murieron 4 miembros del gobierno
y 13 surcoreanos más, y el atentado a un avión de
pasajeros de las Líneas Aéreas Coreanas en 1987
ocasionado por agentes norcoreanos. Existen algunos
casos, no obstante, registrados en el seno de democracias
consolidadas, que evidencian la aplicación, a
través de métodos terroristas, del trasnochado y
cruel concepto de "razón de Estado" sobre la
ciudadanía o sobre intereses generales. Uno de los
ejemplos más representativos sería el atentado
sufrido por el barco estrella de la organización
ecologista Greenpeace, el Rainbow Warrior, en el puerto de
Auckland en 1985, por obra de los servicios secretos
franceses.

Uno de los más trágicos ejemplos del
terrorismo actual en Europa lo constituye el protagonizado en
España por la banda armada ETA, la cual, con
sus constantes atentados, secuestros, asesinatos y coacciones, ha
teñido de sangre el pacífico proceso español
de consolidación de los valores
democráticos.

Conceptos sobre terrorismo internacional: En su sentido
más amplio, el terrorismo es la táctica de utilizar
un acto o una amenaza de violencia contra individuos o grupos
para cambiar el resultado de algún proceso
político.

Ahora bien, el terrorismo puede ser definido de manera
más específica tomando en cuenta diferentes
aspectos.

Definición gramatical, que siguiendo el
diccionario de la lengua española, editado por la Real
Academia Española, lo define así: "(del
Latín terror) m. Dominación por el terror.//
Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir
terror".

Definición Histórica, "época
durante la Revolución Francesa en que eran frecuentes las
ejecuciones por motivos políticos".

Definición Jurídica, que de acuerdo al
diccionario de ciencias jurídicas, políticas y
sociales de Manuel Osorio, lo define así: actos de
violencia en contra de personas, la libertad, la propiedad, la
seguridad común, la tranquilidad pública, los
poderes públicos y el orden constitucional o contra la
administración pública".

Definición Militar: " serie de actos de
violencia, destinados a infundir terror por medio de la
eliminación de personas. Crea un estado físico y
espiritual que prepara a la población para su
captación y conquista y que facilita su dominación.
El terrorismo tiene un objetivo aparente y sin mayor sentido en
sí mismo, como es la difusión del
miedo, pero su finalidad real pasada es juzgar al pueblo, a
través de la aplicación de un metodología
activa y esencialmente torturante".

Definición Política: " No existe una
definición política concreta sobre el terrorismo,
Los países occidentales cuando internamente se ven
afectados,(…) lo incluyen dentro de las figuras tipificantes de
violaciones, como delitos contra las personas, la
libertad(…).

Externamente, cuando deben calificarlos, lo hacen desde
dos puntos de vista. El primero , si ellos han acaecidos durante
el estado de guerra, estarán dentro de las violaciones a
los tratados suscritos, tales como los Convenios de
Ginebra de 1949, o de aspectos particularizados, como aquellos
que originaron el Acuerdo y Estatuto de Londres, del
8 de Agosto de 1945, determinantes del Tribunal de
Nuremberg.

Durante el estado de paz, por la aplicación de
las normas previstas en la resolución de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en 1974, en la cual se define a
la agresión, por la violación de la
Declaración Universal de Derechos Humanos.

TERRORISMO DE
ESTADO

El terrorismo de Estado es el uso sistemático,
por parte del gobierno de un Estado, de amenazas y
represalias, considerado a menudo ilegal dentro
incluso de su propia legislación, con el fin de imponer
obediencia y una colaboración activa a la
población. Por su naturaleza es difícil de
identificar, y los conceptos varían en función del
carácter de las épocas históricas, zonas
geográficas y características culturales. Los
regímenes despóticos del pasado utilizaban con
frecuencia prácticas de este tipo, que las democracias
modernas condenarían sin necesidad de realizar una
crítica contemporánea rigurosa. Las formas
más desarrolladas de terrorismo de Estado, para las que el
término fue inventado, han sido los sistemas empleados en
el siglo XX bajo el fascismo y el comunismo. Asimismo, la
práctica de terror desde el poder se extendió en el
siglo XX bajo regímenes militares o militarizados en el
seno de democracias formales.

Estos regímenes totalitarios se caracterizaban
por un monopolio de los medios de comunicación, la
imposición de una ideología monolítica, la
exigencia no sólo de obediencia sino de
participación activa en las medidas policiales del Estado,
y un aparato de policía secreta y de campos de
concentración para disciplinar e incluso exterminar a los
adversarios y disidentes. Los líderes potenciales de la
oposición eran aislados, encarcelados, exiliados
o asesinados. A menudo, los tentáculos del aparato
del Estado se extendían hasta el extranjero y atacaban a
enemigos que pertenecían a la población en el
exilio, como fue el caso del asesinato de Liev Trotski en
México a manos de agentes estalinistas. Los
componentes de muchas organizaciones nacionales de seguridad e
información han utilizado métodos ilegales para
hacer frente a los adversarios, tanto dentro como fuera del
país. Lo que diferencia estos episodios de un
sistema donde se aplica el terrorismo de Estado es la importancia
de la operación y el total respaldo de la clase dirigente.
En efecto, el aparato de terror, el Estado y el partido en el
gobierno suelen estar relacionados de un modo
indisociable. El sistema acaba destrozando a menudo a los
elementos de su propia cúpula, como sucedió con el
líder nazi Ernst Röhm, jefe de la Sección de
Asalto (SA), y el jefe de la policía secreta
soviética Lavrenti Beria, ambos ejecutados por las mismas
organizaciones que ellos crearon o dirigieron.

En otro plano, algunos regímenes han recurrido a
medios extralegales para eliminar a elementos específicos
de la población, en especial en lo que a proscritos y
presuntos delincuentes se refiere.

Las manifestaciones autoritarias extremas del terrorismo
de Estado han servido de inspiración para una vasta
literatura, conocida como "novela antiutópica", donde
destacan las obras El cero y el infinito de Arthur Koestler
y 1984 de George Orwell, en las que la globalidad
del terror convierte a los hombres en meros instrumentos
mecánicos de quienes ejercen el poder.

 

 

Autor:

Dr. Guillermo Hassel

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter