Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Comparación de los sistemas educativos latinoamericanos



Partes: 1, 2

    INTRODUCCION

    La gran mayoría de nosotros somos conocedores que
    la educación es uno de los pilares fundamentales que
    permiten el desarrollo de toda sociedad, lastimosamente, digo
    esto con cierta nostalgia, en Latinoamérica la
    enseñanza ha sido derivado a un segundo o un tercer plano
    generalmente por los gobiernos y no los estados pues la
    diferencia conceptual y realista es abismal, ya que aquí
    con problemas estructurales nacionalistas los gobiernos con sus
    partidos políticos son los que manejan la nación y
    no es un estado en conjunto, unitario que sea el eje del
    engranaje en los diferentes sectores de desarrollo de una
    sociedad.

    A veces es realmente decepcionante manifestar que aun
    existen países tan pobres en materia educativa como lo es
    Haití donde las desproporción de riquezas es
    criminalmente desproporcionada, asimismo hay naciones que se
    escaparon a este común denominador latinoamericano como es
    Chile que pese a su sistema dictatorial implantó una
    reforma educativa potente que luego de 20 años de ocurrido
    hoy cosecha sus frutos y lo sitúan en una nación
    poderosa económicamente y como es lógico
    culturalmente también, porque al hombre no solo se le debe
    dar el pan como alimento sino el pan como conocimiento, como idea
    que trasciende el periplo digestivo.

    El problema educativo en América latina es un
    karma permanente y vivo; se han realizado diversos pasos
    continuamente implementando programas de restructuración
    con el objetivo de disminuir no solo las tasas de analfabetismo
    muy altas sino con la idea de que sean las generaciones futuras
    las que posibiliten el éxito que nosotros no hemos podido
    lograr. Lastimosamente todos estos intentos solo han quedado en
    palabras y en montones de papeles pues siempre se prefirió
    dar prioridad a temas como el desempleo, y la economía sin
    fijarse y notar que todo ello se basa en la cultura del pueblo,
    del estado y de nuestros niños.

    El hablar de Costa Rica es por demás interesante,
    donde el concepto de identidad y de desarrollo está tan
    arraigado que es parte intrínseca de cada recién
    nacido bajo dicha tierra, ellos entendieron que el pilar del
    desarrollo no es la economía ni la defensa, ellos
    suprimieron sus fuerzas militares que particularmente destrozan
    las mentes de las personas, maquinizan y monopolizan ideales por
    causas chauvinistas y ridículas como un pedazo de tierra,
    ellos lograron concientizar a su gente y dieron prioridad a la
    educación como el eje impulsor de todo, y es por ello que
    ostentan grandes logros y hoy en día son uno de los
    pueblos con el mayor índice de felicidad si es que existe
    dicho indicador que permítanme decir que se basa en el
    conocimiento y en la satisfacción personal e intelectual
    no solo en lo material como occidente nos dijo
    siempre.

    Ante todo esto no existen soluciones puesto que la
    voluntad del individuo no se puede quebrantar pero si existen
    modelos, que a la larga posibilitaran el surgimiento de nuestro
    estados, y que permitirán una mayor conciencia,
    entendimiento, satisfacción y porque no aquello tan
    utópico que llamamos felicidad.

    Es por ello necesario hacer un alto en nuestras labores
    pedagógicas y reflexionar como estamos como país
    como estamos como instituciones, como estamos como personas en
    cuanto a lo educacional referente a nuestros pa res
    latinoamericanos y a partir de ello reflexionemos sobre el futuro
    que nos depara.

    Cifras de la Educación en
    Latinoamérica

    Monografias.com

    Fuente:
    http://www.atinachile.cl/content/view/12277/Cifras-de-la-educacion-en-Latinoamerica.html

    I.
    ESCOLARIZACIÓN DE NIÑOS Y
    ADOLESCENTES

    Al hablar de escolarización estamos hablando de
    Proporcionar escuela a la población infantil para que
    reciba la enseñanza obligatoria. (Microsoft®
    Encarta® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation). En
    diversos trabajos realizados a nivel de Latinoamérica se
    evidencia la relación que existe entre la edad y las
    probabilidades de estar escolarizado: mientras que en edades
    más tempranas el acceso a la educación es casi
    universal a medida que aumenta la edad decrecen los niveles de
    escolarización.

    Efectivamente, cuando observamos la tasa de
    escolarización según edades simples, para el
    conjunto de la región latinoamericana, se evidencia esta
    relación. El valor máximo se registra a los 10
    años, con un 98% de asistencia. Este valor va decreciendo
    y al llegar a los 17 años se reduce a 65,9%, implicando
    una caída de 32,10 puntos
    porcentuales.

    Monografias.com

    Si comparamos los países de la región
    considerando valores mínimos y máximos alcanzados,
    se observa una brecha importante a los 6 años, en los
    comienzos de la escolarización primaria, que podría
    hablar de un ingreso tardío a la escuela. Al llegar a los
    10 y 11 años la escolarización es casi universal y
    la situación se vuelve más homogénea entre
    los países (asumiendo valores que se ubican entre el 92% y
    el 99%).

    Monografias.com

    Todo esto quiere decir que en algún momento de la
    trayectoria escolar se logra un nivel de escolarización
    casi universal y luego del pico más alto, comienza un
    proceso de caída en el cual la escuela va perdiendo
    a parte de su población
    . Al analizar cada uno de
    los países se observa que en algunos casos los picos de
    escolarización se dan entre los 10 y 11 años y en
    otros casos en edades más tempranas. De todos modos, en
    casi todos los países se observa que entre los 7 y los 11
    años la escolarización supera el 90% (ex cepto
    Honduras y Nicaragua que alcanzan estos niveles a los 8
    años y Guatemala a los 9 años).

    Monografias.com

    Podemos decir que en peor
    situación
    se encuentran Guatemala, Honduras,
    Nicaragua, México, El Salvador, también Paraguay y
    Uruguay. Las caídas son mas abruptas (mayores al promedio
    de la región de 32 puntos porcentuales) y las tasas de
    escolarización a los 17 años son las más
    bajas (menores al promedio regional de 67%). Entre
    estos países Guatemala expresa la peor situación:
    solo el 46.2% a la edad de 17 años se encuentra
    escolarizado, implicando una caída de 47 puntos
    porcentuales respecto de su valor máximo de
    escolarización. Coincidentemente en estos países (a
    excepción de Nicaragua) los valores más altos de
    escolarización se registran a edades más tempranas
    (8/9 años). En los otros países las caídas
    al llegar a los 17 años son menos abruptas y
    la escolarización supera el 67% regional. Chile presenta
    la situación más favorable con una
    caída de solo 14 puntos porcentuales y una tasa de
    escolarización en 17 años del 85%. Estos cuadros
    dan cuenta de cómo la escuela va perdiendo
    asistencia, particularmente entre la población
    adolescente
    . Este proceso se verifica en todos los
    países, aunque en algunos casos el proceso de caída
    se da a una edad más temprana y los porcentajes de
    pérdida son más grandes.

    Si bien es sabido que se ha producido una paulatina
    incorporación de los adolescentes a la escuela, en
    particular de jóvenes provenientes de sectores más
    postergados y que el ciclo de educación obligatoria tiende
    a extenderse (según leyes, normativas y programas
    vigentes), los esfuerzos realizados hasta aquí parecen
    insuficientes. La meta de acceso universal a la escuela, en el
    grupo adolescente, aún está lejos de
    cumplimentarse. Por otra parte, los altos niveles de
    escolarización logrados en edades más tempranas
    sugieren que quienes hoy están por fuera de la escuela
    transitaron en algún momento por la experiencia escolar.
    Por lo tanto, parecería ser que más que un problema
    de acceso, se trata de un problema de permanencia.

    Ahora bien, ¿cuáles son algunas de
    las variables que podrían estar relacionadas con la
    caída de la escolarización en los grupos
    adolescentes?
    Una multiplicidad de factores
    estarán relacionados con este proceso: en algunos casos el
    pasaje del ciclo obligatorio al no obligatorio, en otros casos
    situaciones estructurales (falta de oferta,
    situación de precariedad de la demanda, etc. ), hasta
    cuestiones de índole subjetivo.

    Al considerar la asistencia de los escolares a los
    colegios según el área geográfica,
    nuevamente, en algún momento del tránsito escolar
    se logra un nivel de asistencia casi universal, tanto en
    áreas urbanas como rurales (98% y 96%). La diferencia
    radica en que el valor máximo de escolarización en
    área rural se registra a una menor edad que en área
    urbana (9 y 11 años respectivamente). A medida que crece
    la edad aumenta la caída en la asistencia y la brecha
    entre las áreas.

    Efectivamente, las probabilidades de estar escolarizado
    a los 17 años son menores si se vive en zonas rurales. De
    hecho, a esa edad, solo el 52% se encuentra escolarizado
    (implicando una caída de 44,6 puntos porcentuales respecto
    del valor máximo de escolarización registrado en el
    área rural).

    Monografias.com

    Algo similar se observa analizando la asistencia a la
    escuela según el clima educativo de los hogares de los
    cuales provienen los niños y adolescentes. Los valores
    hallados hablan de una asistencia universal en algún
    momento de la escolarización de los niños de todos
    los hogares, sin embargo mientras que en los niños
    provenientes de hogares de clima educativo alto el máximo
    de escolarización se produce a l os 12 años, entre
    quienes provienen de hogares de clima educativo bajo se produce a
    los 9 años.

    A los 17 años, la escolarización lejos de
    ser universal, presenta importantes diferencias según el
    clima educativo del hogar, mientras es de 87,6%
    entre los adolescentes provenientes de hogares de clima educativo
    alto, solo es del 52,5% en hogares de clima educativo bajo (43,9
    puntos menos que a los 9 años). La brecha entre
    jóvenes de hogares de clima educativo alto y bajo es
    aún mayor (1,67) que la registrada entre jóvenes
    rurales y urbanos (1,36).

    Monografias.com

    Si el clima educativo del hogar es tan determinante con
    respecto a la asistencia escolar, la pregunta que ahora planteo
    es ¿qué ocurre al controlar el área
    geográfica por el clima educativo del hogar? ¿Las
    diferencias entre área rural y urbana respecto de la
    escolarización se mantienen o no?
    Si consideramos
    las tasas de escolarización a los 17 años, en el
    total regional, al controlar por clima educativo la brecha entre
    área urbana y rural se reduce (es menor a 1,36 en cada uno
    de los grupos). Asimismo, mientras se mantiene alguna
    diferenciación por área en hogares de clima
    educativo medio y bajo, esta diferenciación desaparece en
    hogares de clima alto. Las caídas en puntos porcentuales
    al llegar a los 17 años se van incrementando a medida que
    disminuye el clima educativo de los hogares, por lo cual
    pareciera ser que los contextos familiares inciden más
    fuertemente que el área geográfica en la
    escolarización de los adolescentes.

    SINTESIS

    ü La información aquí
    presentada corrobora en primer lugar, como a medida que
    aumenta la edad la escuela va perdiendo a su
    población
    . Así, aunque en algún
    momento del tránsito escolar, en edades más
    tempranas, los niveles de asistencia son casi
    universales, al llegar a la adolescencia comienza un proceso de
    selección.

    ü En cuanto a los factores asociados a
    las dificultades de acceder a la escuela, se evidencia que el
    pertenecer a hogares de clima educativo bajo o el residir en
    áreas rurales coloca en desventaja a los adolescentes en
    relación con sus probabilidades de estar
    escolarizado. Estas variables dan cuenta de dos lógicas de
    exclusión: el clima educativo del hogar se
    relaciona con un diferencial acceso a los recursos educativos
    debido a una desigual posición en la estructura
    social
    (desde el punto de vista de las ocupaciones e
    ingresos de las familias).

    Monografias.com

    ü En cuanto al área de residencia da cuenta
    de un desigual acceso a los recursos debido no solo a una
    desigual posición en la estructura sino también a
    la distancia espacial respecto de dichos recursos. El primer caso
    habilita a la reflexión respecto de la desigualdad interna
    de un país expresado en el diferencial de activos de las
    familias. El segundo caso invita a la reflexión respecto
    de la desigualdad de oportunidades en términos de oferta
    educativa.

    II. ACCESO Y
    PERMANENCIA DE LOS ESCOLARES EN LOS
    SISTEMAS EDUCATIVOS DE
    AMÉRICA LATINA

    "La educación básica, como piedra
    angular del sistema educacional, debería ser
    rediseñada – comenzando en la primera infancia– de manera
    que se fomente la equidad paralelamente con un mayor acceso. El
    éxito de este nivel escolar, se verá catalizado por
    la creciente participación de una comunidad solidariamente
    responsable"

    Jacques Delors, La educación
    encierra un tesoro.

    Se define a la educación
    básica como un nivel o etapa del sistema educativo
    que incluye

    la educación inicial, la educación
    primaria y la educación secundaria
    . Promueve el
    derecho a una educación que posibilite tanto aprendizajes
    significativos como la participación social y laboral.
    Consecuentemente con su perspectiva de ver a la educación
    como un proceso permanente –un "pasaporte a la
    vida
    "- se establece que "esa educación
    básica deberá abarcar todos los elementos del saber
    necesarios para acceder eventualmente a otros niveles
    de
    formación (…)
    deberá además, y sobre todo,

    dar a cada persona los medios de modelar
    libremente su vida y participar en la evolución de la
    sociedad
    ". El mismo espíritu, surge de la
    Conferencia Mundial sobre Educación para Todos el
    año 1990, deseando dar a la noción de
    educación fundamental, la acepción más
    amplia posible "incluyendo un conjunto de conocimientos y
    técnicas indispensables desde el punto de vista del
    desarrollo humano. Debería comprender en particular la
    educación relativa al medio ambiente, la salud y la
    nutrición
    "

    Monografias.com

    Normativamente, la posición actual de los
    países respecto al acceso y permanencia de los
    niños y adolescentes en los sistemas educativos es
    variable, hecho que se expresa en la definición que cada
    uno de los Estados de la región hace respecto de su ciclo
    de educación obligatoria.

    A nivel latinoamericano podemos observar que cada vez
    más la escolarización inicial integra el ciclo de
    educación obligatoria. Por ejemplo, en seis países
    de la región el nivel inicial empieza a los 5 años
    de edad, en tres países la obligatoriedad se inicia a los
    4 años, y ya dos países se han propuesto avanzar
    progresivamente hacia un ciclo obligatorio a partir de los 3
    años. En el resto de los países la educación
    inicial aún no es obligatoria. Por otro lado, la
    educación primaria es obligatoria en toda la región
    y, en casi todos los países, también lo son los
    primeros tres años de la secundaria. Finalmente, el
    segundo tramo de la secundaria ya forma parte del ciclo de
    educación obligatoria en por lo menos cuatro
    países.

    Al analizar los planes nacionales de acción y los
    programas educativos que se encuentran vigentes, se puede
    observar que la universalización de la secundaria cada vez
    está más instalada como una aspiración que
    debe concretarse en toda la región. Esta meta implica
    reconocer que el conjunto de saberes y recursos necesarios para
    poder lograr una inserción plena en las sociedades
    actuales es cada vez mayor y que los sistemas educativos
    necesitan más tiempo de interacción con las nuevas
    generaciones para poder hacer un aporte significativo que impacte
    en la vida de los ciudadanos y contribuya a transformar
    diferentes aspectos de las comunidades. Evidentemente, la
    educación básica que requiere un ciudadano es cada
    vez más compleja, y ello requiere más tiempo de
    escolarización.

    Es sabido que el acceso y la permanencia en el sistema
    educativo no constituyen condiciones suficientes para que las
    personas se relacionen con el conocimiento, si esto no se traduce
    en la inclusión de los alumnos en prácticas o
    actividades educativas sistemáticas y de
    calidad.

    Pero también es cierto que sin sistemas
    educativos que logren captar a la totalidad de los niños,
    niñas y adolescentes, incorporándolos a la vida
    estudiantil y reteniéndolos en la escuela al menos durante
    12 años el objetivo de universalizar el acceso al
    conocimiento es absolutamente inviable.

    Con el fin de establecer el panorama actual respecto de
    la relación que se establece entre los sistemas educativos
    y los niños, niñas, adolescentes y jóvenes
    se optó por observar sus trayectorias escolares.
    Cuántos están en la escuela, cuántos nunca
    ingresaron, a qué edad ingresan, quiénes pasan del
    nivel primario al secundario y cuántos se gradúan
    son algunas de las preguntas que organizan la lectura de la
    información disponible.

    Cuando se analiza esta información, el
    parámetro de referencia desde donde establecer
    valoraciones es claro. El panorama será más
    favorable en la medida en que se acerque a un escenario educativo
    ideal, donde todos los niños y niñas cumplen con la
    educación inicial, luego ingresan en la primaria a los 6 o
    7 años de edad, transitan hacia la
    educación secundaria cerca de los 12 años y,
    finalmente, egresan de este ciclo aproximadamente a los 17
    años.

    Monografias.com

    Fuente. SITEAL

    Con los datos disponibles, puede seguirse la trayectoria
    escolar efectiva de una cohorte hipotética de personas
    desde los 5 hasta los 24 años, edad teórica de
    ingreso al ciclo obligatorio del nivel inicial y edad de
    culminación del nivel universitario, respectivamente, en
    la mayoría de los países de la
    región.

    Así, a los 5 años de edad se observa que
    ocho de cada diez niños asisten a la escuela: siete de
    cada diez, al nivel inicial y uno de cada diez, al nivel
    primario. Sin embargo, la asistencia al nivel ini cial cae
    abruptamente entre los 6 y 7 años, cuando la casi
    totalidad de los niños comienza sus estudios primarios.
    Luego, entre los 8 y 9 años –aproximadamente dos
    años después de la edad teórica de ingreso
    en el nivel primario–se registra el punto máximo de
    escolarización. Esto significa que a esta edad más
    del 95% de los niños y niñas concurre a la
    escuela.

    El tránsito de la escuela primaria a la escuela
    media o secundaria se da teóricamente entre los 11 y 12
    años, y es a esa edad cuando comienza a observarse un
    incremento sostenido de la proporción de estudiantes que
    inicia sus estudios secundarios. En contraste, la permanencia en
    el nivel primario se manifiesta aun pasado s los 14 años,
    lo que permite visualizar el fenómeno de la repitencia y
    las consecuencias del ingreso tardío, representados por la
    edad en la que se alcanza el punto máximo de
    escolarización.

    Por otro lado, a partir de los 13 años se observa
    claramente el incremento sostenido de la proporción de
    adolescentes que abandona la escuela. A esta edad, la mayor parte
    de los que interrumpen sus estudios lo hace antes de finalizar
    sus estudios primarios o al momento de culminarlos
    tardíamente. Así, progresivament e se ensancha la
    franja que refleja la deserción durante la
    educación secundaria, a tal punto que entre los 17
    y 18 años –edad teórica de
    finalización del nivel secundario en la mayoría de
    los países– cerca de la mitad de los
    adolescentes ya no concurre a la escuela. A esta edad,
    sólo el 32% de los estudiantes culminó el nivel
    medio. En este porcentaje, se encuentran incluidos tanto quienes
    continúan estudios superiores como quienes abandonan sus
    estudios una vez terminado el nivel.

    Finalmente, puede observarse que la proporción
    más alta de personas que culminó el nivel medio se
    encuentra entre los jóvenes que tienen 21 años de
    edad.

    El desfasaje establecido respecto de la edad
    teórica que debería tenerse al momento de acreditar
    el nivel manifiesta la importante proporción de
    estudiantes rezagados que necesitan más años de los
    esperados para culminar la educación secundaria. La
    combinación de la deserción y el retraso escolar en
    el nivel medio hace que a los 24 años ocho de cada diez
    jóvenes estén desvinculados del sistema educativo
    formal. Mientras que, entre quienes continúan asistiendo a
    la escuela, la mayor parte ya está cursando estudios
    superiores. La situación educativa de la población
    de 24 años deja en evidencia la brecha que
    todavía resta recorrer para alcanzar la meta de
    universalizar el acceso al conocimiento. En términos
    generales, se puede concluir que, a esta edad, uno de cada diez
    jóvenes no completó el nivel primario y la mitad no
    culminó sus estudios secundarios.

    Este panorama general sobre la situación de los
    niños, niñas, adolescentes y jóvenes de
    América Latina nos da una estimación global y
    diagnóstica de la realidad educativa, se trata de una
    lectura que no nos permite diferenciar la diversidad de
    situaciones educativas que coexisten en el interior de la
    región. Es evidente que la profunda desigualdad en la
    distribución de los recursos socioculturales que
    caracteriza a América Latina encuentra su correlato en la
    configuración efectiva de las trayectorias escolares de
    sus niños y jóvenes, lo que permite reconocer, una
    vez más, que la escuela no es capaz de revertir las
    desventajas sociales de origen. Dada la importancia de esta
    razón, a continuación se analiza el panorama
    regional pero teniendo en cuenta, en primer lugar, las
    diferencias que se manifiestan entre distintos
    grupos de países. Luego, ya dentro de cada grupo, la
    información se presentará desagregada
    según el área geográfica de
    residencia, urbana o rural, y el nivel
    socioeconómico de los hogares con niños y
    jóvenes en edad escolar. En líneas generales, no se
    perciben en la región desigualdades por sexo muy
    significativas, por lo tanto, sólo se presentará la
    información desagregada por esta variable en aquellos
    casos donde el dato merezca ser destacado.

    Monografias.com

    III. LA
    IGUALDAD/DESIGUALDAD EN LA EDUCACION BASICA DE LOS ESCOLARES EN
    AMERICA LATINA

    Los indicadores globales acerca de la
    escolarización reflejan que durante la década del
    noventa las niñas han participado en la educación
    básica en proporciones similares o casi e inclusive
    levemente mayores que los niños en gran parte de los
    países de América Latina. Al mismo tiempo, las
    diferencias de género se han reducido durante las
    últimas dos décadas.

    En cuanto al acceso a la educación,
    únicamente en países con tasas de analfabetismo
    elevadas y/o importante presencia de comunidades
    indígenas, encontramos desigualdades considerables en el
    acceso al sistema educativo.

    Asimismo existe otro factor que incide en las
    inequidades y es de fundamental importancia a los fines de
    tener una visión completa de la
    situación regional: el nivel de repetición de
    América Latina y el Caribe es uno de los más altos
    de un mundo en desarrollo, "un alumno promedio invierte
    casi siete años en terminar los cuatro primeros grados de
    la primaria; mientras que casi la mitad de los alumnos repiten el
    primer grado, siendo la tasa promedio de repetición
    cercana al 30% en cada año de
    estudio
    ".

    Lamentablemente estas cifras mantienen una fuerte
    correlación con el estrato social de los alumnos,
    pudiéndose observar que cuanto menor es el nivel de
    ingreso doméstico, mayor es la posibilidad de desertar o
    repetir. Es así que a nivel regional, vemos que las
    diferencias de asistencia en la educación básica
    son mayores según ingreso que según género y
    lo que es más, las ligeras diferencias de género en
    la educación básica exclusivamente se hacen
    presentes en los niños y niñas en situación
    de pobreza, ya que en los niveles medios y superiores de ingreso
    no se observan diferencias por género entre los
    niños / as de 7 a 12 años.

    Consecuentemente, es posible afirmar que las diferencias
    de género se hacen visibles y generan desventajas
    más fuertes, después de la educación
    básica, especialmente en la educación superior, y
    cuando se combinan con nivel de ingresos.

    Estos datos nos indican que el sistema educativo es un
    sistema altamente estratificado, segmentación que
    posteriormente se constituye en la base de las brechas que se
    revelan en el mercado laboral y, en general, en toda la vida
    social.

    Este aspecto adquiere aun más protagonismo cuando
    comprendemos que "Más del 75% de la
    población mundial vive en países en desarrollo y
    sólo cuenta con el 16% de la riqueza mundial (…) por
    otra parte, se han acentuado las desigualdades a raíz de
    la competencia entre países y los distintos grupos
    humanos
    ".

    La falta de información regional completa acerca
    de diferencias por género en relación con
    deserción y repitencia, es un hecho que merece ser
    destacado, ya que impide identificar la desigualdad y aun
    más su especificidad. Es así que las
    estadísticas globales acerca del acceso de la
    población escolar a la educación inicial y a la
    educación básica, no dan cuenta de las diferencias
    que tienen lugar cuando la inscripción de género se
    combina con localización, pertenencia étnica y/o
    clase social.

    Otro de los problemas a resolver se presenta respecto de
    la educación de las poblaciones indígenas, puesto
    que las niñas y las mujeres pertenecientes a este grupo
    han sido identificadas como especialmente afectadas por la
    desigualdad de género. En diferentes diagnósticos
    sobre el tema se señala como el principal obstáculo
    para la escolaridad de los pueblos indígenas, la
    inadecuación del currículo y de la escuela a su
    realidad cultural. En el caso de las niñas y las mujeres,
    coadyuva la existencia de patrones sociales que definen a la
    comunidad como el espacio primordial para la socialización
    y el desarrollo de la vida.

    En este respecto, resultan relevantes diferentes datos
    estadísticos que reflejan la siguiente realidad: en
    Bolivia para 1990, la tasa de matrícula bruta de la
    educación primaria y secundaria era menor entre las
    niñas (en los niños era del 81% y entre las
    niñas del 73%), mientras que en Colombia, Venezuela y
    Nicaragua, las tasas brutas de los niños eran menores que
    las de las niñas de acuerdo con información de
    CEPAL.

    Finalmente si bien sabemos que una parte importante de
    la población escolar que egresa de la educación
    básica, no ingresa a la educación secundaria
    tampoco existen fuentes de información suficientes que nos
    permitan concluir acerca de diferencias por género
    respecto de la población escolar total que queda fuera de
    la escuela en este tránsito.

    Podemos agregar, para concluir con este acápite,
    que las relaciones de género mencionadas se presentan en
    sistemas educativos en los cuales:

    · No se ha logrado el acceso generalizado a ese
    nivel. De todas formas, persisten desigualdades en el acceso a la
    educación básica y problemas de retraso escolar
    para la población infantil pobre de zonas urbano
    marginales, rurales e indígenas.

    · La calidad de los aprendizajes se distribuye en
    forma desigual, siguiendo la línea de las discriminaciones
    sociales.

    · La clase social sigue siendo el mayor elemento
    generador de desigualdades educativas.

    IV. CALIDAD DE
    LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS EN
    LATINOAMERICA

    "¿Educarnos para qué? Es una
    pregunta que merece una respuesta urgente en nuestros
    días
    ", así lo afirma el relator especial
    de las Naciones Unidas sobre Derecho a la Educación,
    Vernor Muñoz Villalobos. Pese a que el
    artículo 26 de la Declaración Universal de los
    Derechos Humanos establece el derecho de toda persona al acceso a
    la educación y a la calidad en sus contenidos, todo parece
    indicar que en América Latina y El Caribe estas dos
    condiciones no se conjugan de la misma manera.

    Las continuas transformaciones globales, impulsadas por
    la revolución tecnológica, nos encuentran
    transitando hacia una sociedad del conocimiento que no termina de
    precisarse con un rostro definido. Se trata de un tránsito
    que nosotros estamos llevando adelante dentro de una
    región con altos niveles de inequidad social y
    pobreza.

    Para poder pensar la calidad de la educación en
    América Latina se requiere de una mirada extensa.
    Una mirada en la que sea posible dar cuenta de las
    características escolares y extraescolares que gravitan
    sobre las condiciones sociales para desarrollar, con igualdad,
    las oportunidades de aprendizaje escolar para todos y con
    todos.

    El abordaje de una educación de calidad requiere
    entonces de una visión amplia en la que se recoja l a
    preocupación por una mejora en los resultados de
    aprendizaje pero que sea capaz de integrar, al mismo tiempo, los
    procesos de cambio que están transformando nuestras
    sociedades y sus impactos, las condiciones sociales y de
    desarrollo que subyacen a las particularidades locales,
    nacionales y regionales y, las adecuaciones necesarias para
    acompañar los avances disciplinarios y
    didácticos.

    En este sentido, el Informe PISA 2003 señala la
    importancia del entorno socioeconómico en el rendimiento
    escolar cuando recuerda que "la comparación de los
    resultados de los sistemas educativos debe tener en cuenta las
    circunstancias económicas y los recursos que los
    países pueden destinar a la educación". Sabemos por
    el contenido de los Informe PISA, del que recogemos esta
    afirmación en particular, que hay una relación
    necesaria pero no suficiente entre gasto educativo y calidad de
    los servicios de enseñanza.

    En términos globales, la media de la renta
    nacional invertida en educación en los países de la
    OCDE se ubica en el 6.2%. Esto supera la media de nuestra
    región que se ubica a fines de la década en torno
    al 4.1%.

    Sin embargo, los países que obtuvieron los
    indicadores de rendimiento más alto según los
    resultados de PISA 2003, me refiero a Australia,
    Finlandia, Irlanda, Corea del Sur, Bélgica, los
    Países Bajos, Canadá y la
    República Checa, son países que se
    caracterizan por tener unos gastos moderados por alumno de
    primaria y secundaria.

    Esto remite por un lado a que un menor gasto no implica
    necesariamente una baja e n la calidad de los servicios
    educativos. Por el otro, señala el logro de un grupo de
    países alguno de ellos jóvenes en su desarrollo,
    como Irlanda, Corea del Sur, Finlandia, Canadá y Australia
    en donde la apuesta por la educación ha sido una prioridad
    y la inversión en este sector ha sido sostenida
    estratégicamente en las últimas décadas,
    como contraparte de un estilo de desarrollo.

    Con todo esto busco poner de manifiesto la complejidad
    del fenómeno educativo, ya que no responde a una sola
    causa, por lo que debemos estar atentos a las especificidades y a
    los contextos propios de cada país.

    En América Latina también se ha dado en
    términos generales y durante los años 90 un aumento
    del nivel educativo de la población. Éste ha sido
    acompañado por un esfuerzo importante en el gasto, lo que
    ha hecho posible pasar del 3% al 4.1% del PBI en diez
    años.

    Sin embargo, y este es un punto se resalta, fueron en
    buena medida las restricciones y las segmentaciones del mercado
    laboral ocurridas durante los años 90 las que
    restringieron las posibilidades de que el aumento del nivel de
    educación se tradujera en una mejora de la calidad de vida
    y de los niveles de igualdad social.

    Todo proyecto educativo en cada país tiene que ir
    de la mano de políticas económicas y sociales que
    tienda a recomponer la desigualdad, la marginalidad y la
    polarización social, recuperando el trabajo como motor de
    los estilos de desarrollo.

    Desde los años 90 se ha llegado a un consenso
    internacional sobre el valor estratégico de la
    educación par a llevar adelante una transformación
    productiva. El informe de los indicadores de enseñanza de
    la OCDE señala que: "El impacto de largo plazo de un
    año adicional de educación se estima que aumenta el
    producto económico entre 3% y 6%".

    En esta misma línea, buena parte de la
    bibliografía reconoce que la educación es una
    vía central para "achicar" el abismo entre dos extremos:
    la pobreza y el conocimiento y la tecnología. En ella se
    destaca el importante papel que desempeña respecto de la
    cohesión social, la redistribución económica
    y cultural, los niveles de innovación en ciencia y
    tecnología y la prevención de la delincuencia y de
    la anomia juvenil.

    La "calidad de la educación" alude a un concepto
    sobre el cual se continúa discutiendo y existe un acuerdo
    reducido, tanto a la hora de definirlo como al momento de
    traducirlo en intervenciones educativas concretas. En principio,
    es posible afirmar que la idea de calidad de la educación
    incluye varias dimensiones o enfoques, que son complementarios
    entre sí.

    Una primera dimensión que puede
    destacarse es la de la eficacia, que pone en
    primer plano los resultados de aprendizaje efectivamente
    alcanzados por la acción educativa, al entender la
    educación de calidad como aquella que logra que los
    alumnos aprendan lo que deben aprender, al cabo de determinados
    ciclos o niveles. Desde esta perspectiva, el énfasis
    está puesto en que, además de acceder, los
    niños, niñas y adolescentes aprendan durante su
    paso por el sistema.

    Una segunda dimensión,
    complementaria de la anterior, es la relevancia,
    que invita a poner la mirada sobre los contenidos de la
    educación. Específicamente, este rasgo de la
    calidad educativa lleva a observar si los contenidos responden
    adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse
    como persona (intelectual, afectiva moral y físicamente) y
    para desempeñarse en los diversos ámbitos de la
    vida comunitaria (el político, el económico, el
    social, entre otros). Esta dimensión pone en primer plano
    los fines atribuidos en cada sociedad a la acción
    educativa y cómo llegar a concretarla a través de
    los diseños y contenidos curriculares.

    Una tercera dimensión es la que
    se refiere a la calidad de los procesos y medios
    que el sistema brinda a los alumnos para el desarrollo de sus
    experiencias educativas. Desde esta perspectiva, una
    educación de calidad es aquella que ofrece a todos los
    niños, niñas y adolescentes un adecuado contexto
    físico para el aprendizaje, un equipo docente
    convenientemente preparado para la tarea de enseñar,
    buenos recursos de estudio y de trabajo, estrategias
    didácticas y de evaluación adecuadas, entre otros
    factores. Esta dimensión del concepto pone en primer plano
    el análisis de los medios empleados en la acción
    educativa.

    También existen otros factores:

    Uno de ellos es la eficiencia, cuyo
    análisis pone el énfasis en los
    recursos disponibles para la acción educativa y las formas
    de optimizar su uso y distribución, y otro es la
    pertinencia, que centra su eje en el análisis del respeto
    y la valoración por la diversidad, la flexibilidad y la
    capacidad de adaptación de la oferta educativa a las
    condiciones particulares de las personas y la gestión de
    sistemas de apoyo para su atención.

    Finalmente, la equidad es considerada
    como una de las dimensiones más relevantes que integran el
    complejo entramado de la calidad. La dimensión de la
    equidad concentra un amplio conjunto de aspectos derivados de las
    demás dimensiones y se focaliza en observar la capacidad
    que manifiestan los Estados, a través del conjunto de sus
    intervenciones educativas, para superar las brechas de diverso
    orden que se manifiestan entre los diferentes sectores de la
    población escolar.

    Monografias.com

    Esta visión de la calidad
    educativa supera el supuesto implícito de que acceder y
    luego cumplir con una trayectoria escolar completa son acciones
    que aseguran a todos los niños, niñas y
    adolescentes el aprendizaje adecuado, así como
    pensar que de la aplicación de más
    años de escolaridad resultan necesariamente ciudadanos
    mejor preparados y recursos humanos más calificados y
    productivos para la construcción de sociedades más
    democráticas.

    No sólo se torna necesario alcanzar la meta del
    derecho a la educación, sino también alcanzar el
    derecho a una educación que sea acorde con las realidades
    de cada país y que sea congruente con las necesidades de
    aprendizaje de las personas en cada contexto. El desafío
    consiste en poder desarrollar una educación que sea capaz
    de ponerse al servicio de la realización de los proyectos
    de las personas y de las innovaciones sociales que exigen las
    profundas desigualdades que hoy atraviesan los pueblos
    latinoamericanos. Desde esta perspectiva, el compromiso con la
    calidad se convierte en el camino necesario para garantizar el
    cumplimiento del derecho humano fundamental de acceder y obtener
    una educación que complemente el desarrollo personal y
    contribuya a construir sociedades más justas. Por ello, el
    debate sobre la calidad de las prácticas educativas
    así como sobre la calidad de los sistemas educativos se
    renueva, cuestionando certezas y promoviendo la búsqueda
    de indicadores relevantes que permitan dar cuenta de ella y que
    permitan analizar sus falencias en pos de promover innovaciones y
    concretar su mejora.

    Las fuentes de información utilizadas en este
    capítulo son dos estudios internaci onales de
    evaluación (SERCE y PISA) en los que participó un
    conjunto de países de la región. Esto implica,
    entre otras cosas, que la información disponible
    está limitada por las características propias de
    cada uno de los estudios, los que, en términos generales,
    se especializan en obtener datos acerca del rendimiento
    académico de los alumnos en diferentes niveles y
    áreas curriculares o competencias.

    Para el nivel primario, se recurre a los datos
    producidos por el SERCE (Segundo Estudio Regional Comparativo y
    Explicativo). Este estudio desarrollado entre los años
    2005 y 2008 contó con la participación de 16
    países latinoamericanos y se focalizó en evaluar el
    desempeño de los estudiantes de educación primaria
    en las áreas de matemática, lenguaje y ciencias
    naturales. El propósito central del SERCE es "generar
    conocimiento acerca de los rendimientos de los estudiantes de
    3º y 6º grados de Educación Primaria en
    América Latina, explicar dichos logros identificando las
    características de los estudiantes, de las aulas y las
    escuelas asociadas a ellos en cada una de las áreas
    evaluadas…".

    Para el nivel secundario, se recurre a los datos
    producidos por PISA, Programa para la Evaluación
    Internacional de los Estudiantes de la OCDE. Este estudio se
    desarrolla cada tres años y los últimos resultados
    disponibles corresponden a 2006, año en que contó
    con la participación de seis países
    latinoamericanos. El objetivo es evaluar las competencias para la
    vida con que cuentan los estudiantes al momento de concluir su
    escolaridad obligatoria. Con este propósito, el estudio se
    centra en la población de 15 años, pues
    teóricamente corresponde a la edad en que los adolescentes
    ingresan al último tramo de la escuela secundaria y
    están próximos a su ingreso en la vida laboral. Las
    áreas de conocimiento que son objeto de estas evaluaciones
    son matemática, lectura y ciencias

    4.1 RECURSOS APLICADOS A LAS TAREAS DE
    ENSEÑANZA EN LAS ESCUELAS PRIMARIAS:

    Las condiciones y los recursos con los que se desarrolla
    la educación configuran un medio formativo que puede
    favorecer u obstaculizar el encuentro de los alumnos con los
    contenidos a aprender. La calidad de las
    prácticas educativas se ve afectada por las condiciones
    del ambiente donde éstas se desarrollan; la
    infraestructura escolar, el estado de infraestructura de la
    institución, los equipamientos disponibles, los materiales
    y recursos didácticos constituyen un ambiente más o
    menos propicio para el desarrollo de las actividades
    educativas.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter