En esta página, al comienzo, se habla de la
transmisión hereditaria de características
epigenéticas por la vía germinal o de padres a
hijos, "como, por ejemplo, los efectos de la dieta del padre
sobre el metabolismo de los hijos". Esto, unido al hecho de que
las investigaciones también apuntan hacia influjos
ambientales de casi cualquier tipo (climatología, estilo
de vida, etc.) capaces de modificar el epigenoma germinal,
permite hipotizar, con las debidas prevenciones (es decir,
evitando caer en el simplismo), que existe la posibilidad de que
los patriarcas que sobrevivieron al Diluvio (Noé, Sem), y
sus respectivas esposas, fueran afectados en sus células
germinales por los estímulos medioambientales del medio
posdiluviano, con la consiguiente transmisión a la prole:
una transmisión perjudicial, al menos en lo que a
longevidad se refiere.
NOTA-BIS:
La Red p23, citada en la página 9,
se refiere a una proteína denominada "p23" que es capaz de
inhibir el desarrollo de tumores, por lo que es objeto de intenso
estudio en oncología. Debido a que actúa dentro de
una red de interacciones macromoleculares compleja, la
Biología de Sistemas ha tratado de conceptualizar todo el
mapa de actividad bioquímica que la envuelve.
Biología de Sistemas (BS) es un
término ampliamente utilizado, particularmente con
posterioridad al año 2000, para referirse a la
biología de la era postgenómica. Algunas fuentes
consideran a la BS como un campo centrado en el estudio de las
interacciones entre los componentes de sistemas biológicos
y del modo en el cual esas interacciones dan origen a la
función y comportamiento del sistema (v.g. enzimas y
metabolitos en una determinada vía metabólica).
Otras, la consideran un paradigma, definido usualmente como la
antítesis del reduccionismo.
Conocer la estructura del genoma y poseer
un mapa de él no basta para comprender cómo se
construye un organismo, cosa que quedó claramente
manifiesta cuando concluyó el Proyecto del Genoma Humano y
casi todas las expectativas depositadas en él fueron
frustradas. De ahí la necesidad de abordar el tema desde
otra perspectiva, la cual se presentaba a la vista como una tarea
sumamente abrumadora. Nació entonces la BS, como una
respuesta inicial que pretendía comprender lo que el
Proyecto Genoma no pudo esclarecer.
Cada mapa funcional (OMA) constituye un nuevo campo de
estudio (ÓMICA). Todos los "oma" identificados comparten
una misma característica: Son Redes o forman parte de
ellas. ¿Qué es una Red?
Una Red es un conjunto conformado por un número
variable pero finito de elementos y por la totalidad de los
vínculos existentes entre ellos. Cada red se caracteriza
por presentar una determinada estructura, topología y
patrón de crecimiento. Se representan mediante
grafos:
Dentro del genoma humano se encuentra el
gen p53, al igual que el gen Rb (Rb de Retinoblastoma), y es un
gen que bloquea el desarrollo tumoral de las células. Si
una persona es heterocigota para ese gen (hereda solamente una
copia funcional o un alelo del gen p53), su predisposición
a que se desencadenen tumores es elevada y, muy probablemente
desarrollará diferentes tumores de modo simultáneo
en varios tejidos cuando alcance la edad adulta. Esta
patología genética es afortunadamente rara y se
conoce como "síndrome de Li-Fraumeni".
Las mutaciones del gen p53 están en
la base de muchos tipos de tumores. Muchas de estas mutaciones
constituyen el primer paso de una compleja red de sucesos
moleculares que culminan en la formación de los tumores.
Por lo tanto, dada la importancia médica de este gen, la
BS se esfuerza intensamente por encontrar un grafo satisfactorio
para esta Red.
El gen p53 forma parte del cromosoma 17. En
las células, la proteína p53 (codificada por el gen
p53) se une molecularmente al ADN. El complejo así formado
estimula otro gen, llamado p21, que interacciona con la
proteína cdk2. Esta proteína (cdk2) interviene en
el complejo proceso que desencadena la mitosis. Cuando el gen p21
forma un complejo con la proteína cdk2, la célula
no puede iniciar la mitosis.
Las mutaciones sobre el gen p53 dan lugar a la
síntesis de una proteína p53 que no puede unirse de
forma efectiva al ADN y, por consiguiente, el gen p21 no adquiere
la conformación adecuada para unirse a la proteína
cdk2. La imposibilidad de formar el complejo entre las
proteínas p21 y cdk2 no puede así frenar la
señal que pone en marcha la división celular. En
consecuencia, la célula comienza una división
incontrolada y se desencadena el tumor.
Aun cuando algo se ha desentrañado,
parece obvio que el gen p53 (y la proteína p53 codificada
por él) es sólo un componente de una compleja red
de acontecimientos que culminan en el desarrollo del tumor. La
Red p53 es demasiado compleja y escurridiza ante los ojos de los
investigadores, a pesar de que es una de las más
estudiadas. Existen otras innumerables redes que la BS no ha
abordado todavía, muchas de las cuales ni siquiera sabe
que existen.
Es evidente que el trabajo de la BS se perfila harto
complejo, difícil y prácticamente interminable.
Quizás algún día las matemáticas sean
capaces de encontrar algún teorema, similar al de Godel,
que, aplicado a la BS, pueda mostrar claramente los
límites de su trayectoria, en el interés de
ahorrar esfuerzos vanos.
NOTA-TRIS:
En la página 10 se habla del "estilo
de Mandelbrot" y en la página 11 del "Conjunto de
Mandelbrot". ¿A qué se refiere esto y quién
es este Mandelbrot? Veamos.
Benoit Mandelbrot nació el 20 de
noviembre de 1924 en Varsovia, Polonia dentro de una culta
familia judía de origen lituano. Fue introducido al mundo
de las matemáticas desde pequeño gracias a sus dos
tíos. Cuando su familia emigra a Francia en 1936 su
tío Szolem Mandelbrot, profesor de matemáticas en
el Collège de France y sucesor de Hadamardost en este
puesto, toma responsabilidad de su educación.
Después de realizar sus estudios en la Universidad de Lyon
ingresó a la École Polytechnique, a temprana edad,
en 1944, bajo la dirección de Paul Lévy, quien
también lo influyó fuertemente. Se doctoró
en matemáticas por la Universidad de París en 1952.
Posteriormente se fue al MIT y Luego al Instituto de Estudios
Avanzados de Pricenton, donde fue el último estudiante de
postdoctorado a cargo de John von Neumann. Después de
diversas estancias en Ginebra y París, acabó
trabajando en IBM Research.
El profesor Mandelbrot se interesó
por cuestiones que nunca antes habían preocupado a los
científicos, como los patrones por los que se rigen la
rugosidad o las grietas y fracturas en la naturaleza. Sostuvo que
los Fractales (del francés FRACTAL, voz inventada por
él en 1975, tomada del latín FRACTUS, que significa
"fracción o quebrado", para referirse a una figura plana o
espacial compuesta de infinitos elementos que tiene la propiedad
de que su aspecto y distribución estadística no
cambian cualquiera que sea la escala con que se observe), en
muchos aspectos, son más naturales, y por tanto mejor
comprendidos intuitivamente por el hombre, que los objetos
basados en la geometría euclidiana, que han sido
suavizados artificialmente.
Intentó describir con la
máxima exactitud matemática posible
fenómenos tales como la forma geométrica de costas,
montañas y nubes, así como la estructura del ruido
en redes de comunicaciones, la variación de los precios en
los sistemas económicos y el movimiento browniano de las
partículas microscópicas en interacción. En
1967 publicó en Science el trabajo "¿Cuánto
mide la costa de Gran Bretaña?", donde se exponen sus
ideas tempranas sobre los fractales:
Si consideramos el litoral de la isla de Gran
Bretaña (aunque cualquier otro litoral valdría
exactamente igual) e intentamos hallar su perímetro de la
forma más exacta posible, nos encontraríamos con el
pequeño problema de que cuando utilizamos mayor
precisión para realizar una medida, mayor será la
longitud de ésta; así, para una precisión
absoluta, la medida será prácticamente
infinita.
Todo esto tiene una explicación muy
simple. Supongamos que vamos a medir una porción del
litoral, que en principio nos puede parecer recto, cogemos un
metro y medimos, éste nos dice que esta porción
recta mide dos metros y medio. Perfecto. Ahora nos agachamos y
vemos que esta porción que nos había parecido tan
recta en realidad está formada por millones de granitos de
arena, cada uno colocado al azar y con una forma y tamaño
completamente distinto al de sus semejantes, y así, cada
vez que vayamos a intentar medir nuevamente la longitud y nos
acerquemos un poco más, descubriremos nuevas
partículas, que incrementarán más la
longitud inicial. El error que estamos cometiendo es el de medir
un cuerpo con "dimensiones euclidianas", cuando se trata
claramente de un cuerpo con "dimensión fractal" (esto es,
cuya medida es a lo largo de una línea quebrada o fractal,
que tiende a poseer infinitos elementos o segmentos). Mandelbrot
sugirió que las montañas, nubes, rocas de
agregación, galaxias y otros fenómenos naturales
son similares a los fractales.
Se relaciona con el Fractal el concepto de
Autosimilitud. Así, un objeto fractal tiene autosimilitud
en el sentido de que secciones de él son similares al todo
de alguna forma. No importa cuán pequeña se tome
dicha sección, ésta no tendrá menos detalles
que el todo.
El fractal más sencillo de obtener
se denomina Conjunto de Cantor. Para formarlo se extrae de una
banda sobre el intervalo [1,0] su tercio central, y a los dos
tercios restantes también se les extrae su tercio central,
y así sucesivamente. Si juntamos en cascada todos las
bandas obtenidas formaremos el denominado Peine de Cantor, el
cual, en su quinta iteración adopta la forma:
El llamado Conjunto de Mandelbrot es el más
conocido de los conjuntos fractales, y el más estudiado.
Se conoce así en honor al científico Benoit
Mandelbrot, que investigó sobre él en la
década de 1970. La representación matemática
del Conjunto de Mandelbrot es un subconjunto del plano complejo.
Los puntos del conjunto se muestran en negro:
Este conjunto se define así, en el plano
complejo: Sea c= x+yi un número complejo cualquiera. A
partir de c, se construye un conjunto de funciones por
iteración:
Si este conjunto de iteraciones queda acotada, entonces
se dice que c pertenece al conjunto de Mandelbrot, y si no, queda
excluido del mismo. Por ejemplo, si c = 1+i0 obtenemos el
conjunto:
Donde {0, 1, 2, 5, 26…} es una sucesión
que diverge. Como no está acotada, 1 no es un elemento del
conjunto de Mandelbrot.
En cambio, si c = -1+i0, obtenemos la
sucesión {0, -1, 0, -1, 0…} que sí es
acotada, y por tanto, -1 sí pertenece al
conjunto de Mandelbrot:
Obsérvese cómo -1 pertenece
al conjunto mientras que 1 no:
En la naturaleza existen multitud de sistemas que pueden
ser tratados como fractales. Así, en el medio
biótico, se puede pensar en la estructura leñosa de
una buena parte de los vegetales, o simplemente en la estructura
de un cristal de nieve. En el medio físico también
abundan los ejemplos, como son los ya citados perímetros
costeros y lacustres, el curso longitudinal de los cauces
fluviales, la topología superficial de diferentes regiones
geográficas y la textura de algunos materiales
porosos.
El orden y el caos: ¿dónde empieza lo uno
y termina lo otro? Observando el cosmos como un todo, percibimos
un ente completamente organizado, en el que es posible predecir
cualquier evento con una precisión casi perfecta. Si lo
observamos como un conjunto, veremos que está compuesto de
infinidad de partículas que interactúan entre
sí de un modo completamente caótico. Entonces
podemos preguntarnos si existe realmente el caos o simplemente
éste es el nombre que le damos a los sistemas tan
complejos que nuestra mente no consigue entender. A veces las
esferas, elipses y demás figuras simples son las cosas que
están exclusivamente en nuestra mente simplificadora y
apartada de la realidad, pero los cuerpos fractales son los que
tal vez están ahí, en el exterior.
Conclusión.
¿Cómo mermó, en la
antigüedad posdiluviana, la creencia de que el origen de la
vida sobre la Tierra se produjo durante el llamado "Tercer
día creativo" del Génesis?
Para esta pregunta, expuesta al principio
de este artículo, sólo podemos dar ahora una
respuesta parcial, la cual esperamos completar en
artículos sucesivos. Hemos mostrado cómo durante la
franja prebabeliana cayó bruscamente la longevidad de los
patriarcas y hemos sospechado que tal descenso en la expectativa
de vida se debió fundamentalmente a la impronta
epigenética acaecida en las células germinales de
los progenitores humanos y trasmitida a su descendencia. Los
mecanismos de tal transmisión, si realmente son
epigenéticos, poseen tal grado de complejidad que ni las
matemáticas fractales ni la biología de sistemas
tienen la capacidad de arroparlos teóricamente.
De todas formas, el descenso de la
longevidad prebabeliana es muchísimo más acusado en
el periodo posbabeliano (después del desastre de la Torre
de Babel), según muestra el Génesis. Con ello, la
transmisión del relato creativo referente al origen de la
vida en el "Tercer Día" se ve sumamente diluido en la
memoria colectiva de la humanidad, perviviendo sólo un
débil resplandor del mismo en el seno de unas cuantas
familias patriarcales que van desde Abrahán hasta
Jacob.
Autor:
Jesús Castro
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