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El rescate y desarrollo de la identidad local a partir de la labor educativa del instructor de arte




Enviado por Ezequiel Romero Bello



  1. Resumen
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Referencias bibliográficas
  5. Anexos

Resumen.

Uno de los grandes problemas que se
presentan en el complejo mundo actual lo constituye la
pérdida de las identidades culturales de los pueblos bajo el
influjo de la cultura consumista impuesta por las potencias
industrializadas sobre los países de menos nivel de
desarrollo. La defensa de la identidad de cada pueblo, así
como el respeto hacia el mosaico cultural que aún existe en
el planeta, forman parte del reto que debe asumir la humanidad y
no centrarse en el desarrollo meramente económico que olvide
lo eminentemente humano. El desarrollo de las tradiciones
culturales en Cuba parte del origen de las comunidades. En el
contexto cubano, con un proyecto social que tiene como eje
central al hombre y la elevación de su calidad de vida, se
necesita de un desarrollo cultural sustentable que dependa de
políticas culturales definidas, lo que constituye en la
actualidad un hecho real. Los antecedentes más próximos
al presente estudio permitieron constatar que las investigaciones
que se han desarrollado en la búsqueda de solución a la
problemática descrita no reflejan de manera coherente un
accionar que facilite el rescate de lo más popular y
tradicional de aquellos elementos que constituyen identidad local
a partir de la labor educativa y formativa del instructor de
arte. El presente trabajo muestra una primera aproximación
en la construcción de una metodología que facilite, a
partir del desarrollo de talleres, la integración de los
elementos que permitan preservar lo más genuino de la
identidad en Sagua la Grande.

Palabras claves: rescate, defensa,
identidad cultural, tradiciones, identitario, instructores de
arte.

Summary.

One of the major problems that arise in
today's complex world it is the loss of cultural identities of
people under the influence of consumer culture imposed by the
industrialized powers on the countries of lower development
level. The defense of the identity of each people, and respect
for the cultural mosaic that still exists on the planet, are part
of the challenge we must assume humanity and not merely focus on
economic development to forget what eminently human. The
development of cultural traditions in Cuba from the origin
communities. In the Cuban context, with a project that has as
central man and improve his quality of life, it takes a
sustainable cultural development that relies on cultural policies
defined, which is now a fact. The background to this study closer
led to evidence that the research has been developed in the
search for solutions to the problems described not consistently
reflect a push to facilitate the rescue of the most popular and
traditional elements that constitute local identity from the
educational and formative art instructor. This paper shows a
first approach in building a methodology to facilitate, through
the development of workshops, the integration of the elements to
preserve the most authentic identity in Sagua la
Grande.

Keywords: rescue, defense, cultural
identity, traditions, identity, art instructors.

Introducción.

La humanidad en la época
contemporánea enfrenta como uno de sus mayores retos la
formación del hombre nuevo; este constituye objetivo de la
sociedad cubana actual, en la que el máximo interés es
por el hombre como valor supremo, para desarrollar en él las
cualidades que como ser social activo y sujeto de la actividad
debe poseer. El hombre al que aspiramos debe ser
multilateralmente preparado física e intelectualmente, de
esto se desprende que hay que formar hombres cultos, interesados
por la ciencia, la técnica y la cultura; sanos, alegres;
capaces de pensar por sí solos, portadores de un sistema de
valores que los guíe en su transformación como
creadores de la sociedad socialista cubana y en ello reviste
vital importancia el rescate de las tradiciones
culturales.

La formación social conformó sus
propias tradiciones bajo la influencia directa de la actividad
diaria de los hombres, de su experiencia y observación
personal. En la comunidad primitiva las tradiciones
desempeñaron la fuerza que reglamentaba los vínculos
entre las personas. Luego, con el surgimiento de la propiedad
privada y la aparición de las clases, los hombres ocuparon
situaciones diferentes y adquirieron experiencias prácticas
distintas. Sus sentimientos y estados de ánimo se
condicionaron a la situación que cada uno ocupaba en la
sociedad. Las tradiciones y valores éticos comenzaban a
desarrollarse subordinados a la diferencia de intereses entre los
diversos grupos humanos.

Las tradiciones actúan y forman parte
de la psicología social y están fuertemente vinculadas
con la ideología, de modo tal que se interrelacionan e
interactúan. La ideología enriquece a las tradiciones,
le aporta conceptos. Las tradiciones, por su parte, crean las
condiciones más favorables para la comprensión,
aceptación y difusión de la ideología. Ambas se
encuentran en diferentes niveles de la conciencia
social.

El desarrollo de las tradiciones
culturales en Cuba parte del origen de las comunidades. En el
contexto cubano, con un proyecto social que tiene como eje
central al hombre y la elevación de su calidad de vida, se
necesita de un desarrollo cultural sustentable que dependa de
políticas culturales definidas, lo que constituye en la
actualidad un hecho real.

La cultura es lo primero que hay que
salvar, sentenció Fidel Castro cuando los rigores del
período especial eran más intensos y ponían a
prueba la propia supervivencia de la Revolución Cubana,
sometida a una guerra económica despiadada. En medio de
semejantes asedios se ha tenido en cuenta la defensa de la
cultura tradicional, de la identidad local, por todo lo que ella
encierra de memoria histórica, raíz de pueblo y esencia
de cubanía.

El rescate de iniciativas para fomentar el
funcionamiento y desarrollo de la cultura popular tradicional en
las comunidades, con la participación de sus pobladores, y
la búsqueda de solución a las dificultades más
diversas, preocupa a organizaciones e instituciones. En Cuba la
búsqueda de soluciones a los problemas con la práctica
social en las comunidades se fue perdiendo por las propias
necesidades y carencias económicas, pero se hace cada vez
más necesario su rescate, para mantener viva la memoria
histórica de las localidades, fomentar valores éticos y
estéticos en la formación de las nuevas generaciones,
mejorando la calidad de vida de las mismas a través del
placer, el entretenimiento, la diversión que los enriquece
espiritualmente.

No es posible la identidad de un pueblo
sin memoria histórica, como no es posible la lucha por la
liberación, por la dignidad, por la justicia social sin
identidad, sin apertura hacia el futuro, que presenta la
alternativa del desarrollo.

Muchas han sido las propuestas, los
diseños y las gestiones culturales para rescatar la
identidad cultural de las provincias y los municipios, sin
embargo, no han surtido el efecto deseado, pues todavía
existen tradiciones que los pobladores no disfrutan por no
conocer, a pesar de ser parte de la historia y las tradiciones
autóctonas del territorio.

A partir del interés social de
rescatar aquellos elementos que reflejan de una manera u otra
nuestra identidad y apoyados en el trabajo ameno y diario que
realizan los instructores de arte en el territorio es que se
pretende desarrollar este trabajo cuyo OBJETIVO PRINCIPAL
radica en mostrar una primera aproximación en la
construcción de una metodología que facilite, a partir
del desarrollo de talleres, la integración de los mismos,
que permitan preservar lo más genuino de la identidad en
Sagua la Grande.

Desarrollo.

Uno de los grandes problemas que se
presentan en el complejo mundo actual lo constituye la
pérdida de las identidades culturales de los pueblos bajo el
influjo de la cultura consumista impuesta por las potencias
industrializadas sobre los países de menos nivel de
desarrollo. La defensa de la identidad de cada pueblo, así
como el respeto hacia el mosaico cultural que aún existe en
el planeta, forman parte del reto que debe asumir la humanidad y
no centrarse en el desarrollo meramente económico que olvide
lo eminentemente humano.

La cultura popular tradicional constituye
un patrimonio de inestimable significación para todo pueblo,
en el que se expresan valores de la nacionalidad que nutren y
fortalecen, en un proceso de transformación, la identidad
nacional.

Sus manifestaciones en la cultura material
son: los asentamientos rurales, la vivienda y las construcciones
auxiliares rurales, el mobiliario y ajuar de la vivienda rural,
las comidas y bebidas de la población rural, los
instrumentos de trabajo agrícola, los modos y medios de
transporte rural, las artes y embarcaciones de la pesca
marítima, y la artesanía popular tradicional. En el
campo de la cultura espiritual se incluyen: las fiestas populares
tradicionales, la música popular tradicional, las danzas y
bailes populares tradicionales y las tradiciones orales. Todo
ello precedido por el estudio de la historia
étnica.

La cultura popular tradicional es un
fenómeno creador y dinámico, por lo que durante la
investigación se atienden especialmente los cambios que ha
experimentado en el decursar histórico. Al mismo tiempo, el
estudio de cada fenómeno se enfoca, no sólo como
expresión en sí, sino en todo su significado como
elemento mediatizado en las relaciones sociales que establecen
los hombres. Se tuvo en cuenta también la relación con
el medio natural, sociocultural y económico en que funciona
y su estrecha dependencia de las tradiciones étnicas. Todos
éstos son factores que contribuyen, desde ese ángulo, a
la comprensión de los procesos históricos y
etnogenéticos que condujeron a la formación del pueblo
cubano, puesto que la cultura lleva en sí las huellas de esa
historia y de los lazos de parentesco con otros conglomerados
humanos.

Una de las grandes obras llevada a cabo
por la Revolución fue el surgimiento de las escuelas de
instructores de arte, con el objetivo de preparar personal
altamente calificado en todas las manifestaciones
artísticas. El trabajo de estos profesionales se proyecta
más allá de la institución escolar y depende del
vínculo con el resto de las instituciones culturales y
sociales de la comunidad para poder llevar, de esta forma, la
cultura a todos los rincones del país.

El programa creado en los primeros
años de la Revolución, con modestos resultados, se
había reducido casi a cero y era imprescindible
restablecerlo sobre bases sólidas, con toda la fuerza, los
conocimientos y la conciencia revolucionaria que ya el pueblo
poseía.

La reorientación del mismo se logra a
partir de lo planteado como política y estrategia de la
Revolución, al comenzar a disiparse la etapa de crisis
económica de la década de los años noventa del
siglo pasado. El proyecto se integra como parte sustancial de una
de las cinco líneas directrices de la Batalla de Ideas: La
Batalla por la Educación y la Cultura.

Los instructores de arte, tienen como
propósito crear condiciones de progreso económico y
social para todo el grupo humano, con la participación
activa de sus miembros en el mejoramiento del nivel de vida y en
dependencia de sus propias iniciativas. Con una función bien
definida en las escuelas, comunidades y casas de cultura,
están diseñados para garantizar la implementación
de actividades culturales que, a partir de las costumbres,
tradiciones, idiosincrasia y condiciones naturales de la
comunidad, logre sentimientos de identidad cultural acorde con la
localidad y cree un sistema de trabajo y gestión cultural
que revitalice el movimiento de aficionados, programe, proponga y
conduzca acciones culturales que propicien un acercamiento a la
cultura general integral como meta del país.

Acerca de la labor sociocultural del
instructor de arte el Comandante en Jefe expresó, "Con
su presencia, se enriquece el sistema de trabajo con los
niños, adolescentes y jóvenes que se ha ido conformando
en estos años de Batalla de Ideas"1

1 Castro Ruz Fidel. Graduación del
primer curso de las Escuelas de Instructores de Arte, en la Plaza
Ernesto Che Guevara, Santa Clara, el 20 de octubre de
2004

La búsqueda de los antecedentes
más próximos al presente estudio, permitió
constatar que las investigaciones que se han desarrollado en la
búsqueda de solución a la problemática descrita no
reflejan de manera coherente un accionar que facilite el rescate
de lo más popular y tradicional de aquellos elementos que
constituyen identidad local a partir de la labor educativa y
formativa del instructor de arte.

Una encuesta inicial aplicada a un grupo
de veinte instructores de artes de las diferentes manifestaciones
también demostró que, a pesar del trabajo desplegado en
este sentido, desde el propio proceso de formación del
instructor de arte, el trabajo de ellos por el rescate de lo
tradicional y lo popular aun no llega a convertirse en la esencia
misma de su labor educativa teniendo como centro su radio de
acción desde las escuelas y las comunidades, hay que
señalar, entonces que aún persisten determinadas
situaciones como elementos latentes que subyacen en lo que a
diario pueden desarrollar como:

Ø Existe
desconocimiento por parte del instructor de arte de lo más
auténtico y tradicional de su territorio en las diferentes
manifestaciones artísticas por lo que no muestran
interés de trabajar por ello y en muchos casos no lo
incluyen en sus proyectos de vida artístico.

Ø Las nuevas
generaciones con las cuales trabajan los instructores de arte no
se identifican pues no sienten motivación por la historia
cultural y tradicional de su localidad teniendo en cuenta el
desconocimiento que sobre ello poseen.

Ø Existen
dificultades en la participación de los estudiantes en la
extensión Universitaria como vía para desarrollar la
identidad cultural a través del talento y arrastrar al resto
a las actividades culturales.

Sobre la base de estos referentes se hace
necesaria la elaboración de una metodología que
facilite la integración de todos los elementos que conforman
la identidad cuyo centro sea precisamente la labor educativa del
instructor de arte a partir del trabajo con los talleres de
creación y su vinculación con la comunidad y la
inserción en ellos de todos los protagonistas teniendo en
cuenta el conocimiento antecedente acerca de la cultura y la
historia de Sagua la Grande.

Sagua la Grande, plaza importante en el
proceso de formación y desarrollo de nuestra cubanía se
encuentra situada en la llanura norte de Villa Clara y forma
parte de una amplia franja de terreno llano entre la sierra de
Jumagua y el mar. El río Sagua la Grande le presta su nombre
y recorre sus campos atravesando la ciudad, antes de desembocar
en el Atlántico por Isabela de Sagua. La ciudad posee una
gran riqueza forestal, así como extensas plantaciones de
azúcar, prestigiosa manufactura de tabaco, fundiciones y
fábricas de productos químicos. Tiene una
población de más de 60 000 habitantes.

La fundación oficial de la ciudad
ocurrió el 8 de diciembre de 1812, aunque ya existía un
asentamiento poblacional en este sitio desde finales del siglo
XVII y algunos asentamientos de madereros en sus
alrededores.

En esta fecha, se construyó una
pequeña ermita y se celebró la primera misa. A partir
de ese entonces la población experimentó un rápido
crecimiento y desarrollo.

Desde el punto de vista cultural siempre
ha sido rica en tradiciones; además de los salones del gran
Casino Español, con su típico paso doble, el zapateo y
otros ritmos como el danzón se bailaban en las zonas
campesinas y urbanas. Otras fiestas de gran arraigo popular
fueron los carnavales en los que se escuchaban y bailaban ritmos
propios de dichas celebraciones. Para estas ocasiones se creaban
agrupaciones musicales compuestas por instrumentos de viento y
percusión y con un cuerpo de baile denominados en su
conjunto "comparsa". En esta ciudad hubo comparsas famosas como
"La Jardinera", "Piel Canela", "Las Africanas", "Sirvientes y
Cantineros".

Otras fiestas fueron el Baile de las
Flores, que constituía una fiesta de gusto popular. Se
celebraba en el mes de mayo, se vendían y exponían
flores, plantas ornamentales, bisuterías y se realizaban
bailes nocturnos de sociedades. También se celebraba el
día del Sagüero Ausente que se instauró en 1943
por iniciativa del señor José Guardiola Alfert, abogado
de profesión. El Isabelino Ausente también tenía
su sitio con la celebración de la Virgen del Carmen el 16 de
julio; fundiéndose en una sola la fiesta religiosa con la
popular. Existían otras festividades propias de la
religión católica donde se paseaba a la virgen o santo
en procesión como el Corpus Cristi (Cuerpo de Cristo), la
Inmaculada Concepción (patrona de Sagua), la semana santa,
las Navidades y las Pascuas, que se tomaron como tradiciones
familiares. Los inmigrantes también hacían sus fiestas.
De las celebraciones chinas, la más recordada era la de los
fieles difuntos, que consistía en realizar ofrendas
comestibles a sus muertos en el cementerio. Los niños
tenían sus juegos y canciones semejantes a otras
localidades, pero se tiene referencia de una canción
infantil solo cantada en Sagua la Grande, titulada: Romance
del niño Perdido.

A fines de la colonia e inicios de la
neocolonia apareció una modalidad músico-danzaría:
la rumba, explosión del negro y blanco marginado. Tenía
diferentes tipos: Yaribú, ritmo lento, se bailaba solo o en
parejas; el guaguancó, que era más figurativo y
rápido, se caracterizaba por el gesto pélvico que
hacía el hombre sobre la mujer; surgió también la
columbia, donde el bailador incorporaba pasos acrobáticos y
utilizaba armas blancas. Este baile ocupó gran espacio en
los salones de la sociedad Cabildo Kunalungo (San Francisco de
Asís).

Otro de los elementos recurrentes más
importantes lo constituyen los pregoneros que inundaban la ciudad
con sus mercancías, los políticos de turno en sus
campañas electorales, cantaban cantos realzando sus
cualidades, valores y propuestas para salir electos.

La imaginación popular creó
adivinanzas, trabalenguas, cuentos humanísticos y realistas,
leyendas, todos trasmisores de esa literatura que fueron los
campesinos y pescadores. Los cuentos fantásticos y relatos
de aparecidos eran el centro de reuniones y velorios, demostrando
el alto grado de superstición de los pobladores de La Villa
del Undoso. La Revolución transformó la vida en el
país y con ello el desarrollo cultural para el disfrute del
pueblo. A iniciativa de José Humberto Guardiola y Alfert se
realizaron cine – debates, que fueron las primeras
actividades culturales después de 1959.

Se comenzó a realizar un trabajo
sistemático en el ámbito de las Artes Plásticas,
se buscó personal con experiencia para atender la actividad
y se creó la Escuela de Artes Plásticas "Fidelio Ponce
de León". Se realizaron intercambios entre grupos de
aficionados de los diferentes municipios, se creó un grupo
campesino, y el trío Alba de Cuba. En 1962 se inauguró
la Biblioteca "Raúl Cepero Bonilla". Su primer director fue
Osvaldo Évora. Más tarde se organizó la
Galería de Arte "Wilfredo". En abril de 1978 en ocasión
del 20 Aniversario de la Huelga del 9 de abril se inauguró
el Museo Polivalente "José Luis Robau", y en abril de 1980
se abrió al público la Casa de Cultura "Enrique
González Mántici". Tres años más tarde,
también en abril, se inauguró la emisora local CMES,
"Radio Sagua" y se comenzó a trabajar por el rescate y
revitalización de tradiciones que se habían dejado de
practicar. Varias personalidades de la ciencia, la historia y el
arte de Cuba nacieron en Sagua la Grande, algunas de ellas son
conocidas internacionalmente, Wilfredo Lam Castilla (pintor),
Rodrigo Prats (músico), Don Ramón Solís
(músico), Rosalía Castro (poetisa), Jorge Mañach
Robato (literato), Daniel Acebo Rodríguez, (pintor), Antonio
Machín (cantante), José Luis Robau
(patriota).

Es de mucha importancia divulgar, promover
las distintas actividades tradicionales, las cuales son
fáciles de practicar en cualquier momento de ocio, en el
caso de los niños y jóvenes, pueden crear habilidades
en las distintas manifestaciones haciendo más agradable el
momento vivido. De esta forma se fomentan valores morales,
políticos, educativos en la nueva generación. Valores
de gran aporte en la formación de los jóvenes
revolucionarios cubanos, que los hace más comprometidos con
su principal tarea: el estudio-trabajo.

Con la cultura popular tradicional se
puede fomentar gran parte de la identidad local. Manteniendo las
actividades con sistematicidad, calidad, objetividad. Crea en el
hombre conocimiento, interés, hábitos y costumbres que
van a estar presentes en el momento histórico en que se
encuentre.

Conclusiones:

Ø La cultura popular
tradicional es producto del devenir histórico. Su nacimiento
en la sociedad se remonta a la comunidad primitiva, donde el
hombre creó una serie de conocimientos, creencias,
tradiciones, costumbres, estilos de vida que fueron asumidas por
todos sus miembros.

Ø No existe
sistematicidad en el trabajo del instructor de arte de manera que
se facilite la integración de todos los elementos necesarios
que permita el trabajo por el rescate y desarrollo de los valores
identitarios de Sagua la Grande.

Ø Se precisa la
construcción de una metodología que lleve a vías
de hecho el trabajo por rescate de la identidad
sagüera.

Referencias
bibliográficas:

1 Castro Ruz Fidel. Graduación del
primer curso de las Escuelas de Instructores de Arte, en la Plaza
Ernesto Che Guevara, Santa Clara, el 20 de octubre de
2004

Anexos

Anexo 1: Encuesta a instructores de
arte.

Como parte de la investigación que se
realiza acerca del rescate de la identidad local a partir del
trabajo que desarrollan en las diferentes instituciones,
necesitamos de su colaboración para el perfeccionamiento de
la misma.

Gracias.

1. ¿A qué manifestación
artística perteneces?

– Danza

– Música

– Plástica

– Teatro

2. ¿En qué tipo de
institución desarrollas tu labor?

– Mined

– Casa de cultura

3. ¿Qué nivel de estudios has
alcanzado?

– EIA

– Cursa nivel superior

– Superior

– No se supera

4. ¿Has recibido la asignatura
Promoción cultural?

– Sí

– No

5. ¿Qué dominio posees de la
metodología para impartir los talleres?

– Muy bien

– Bien

– Regular

– Mal

6. ¿Con qué frecuencia trabajas
la cultura y la identidad local en los talleres que
impartes?

– Siempre

– A veces

– Nunca

7. ¿Has participado en eventos
provinciales y locales?

– Sí

– No

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Autor:

Lic. Ezequiel Romero
Bello

Profesor Asistente. Director
Filial.

Universidad de Ciencias Pedagógicas
"Félix Varela". Villa Clara.

Filial "Manuel Ascunce Domenech". Sagua la
Grande. Villa Clara.

Sagua la Grande.

Año: 2014

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