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Enseñar científicamente las ciencias naturales. Los programas: lo preceptuado y lo practicado




Enviado por Eduardo Campos Vener



  1. Resumen
  2. Prólogo
  3. Introducción
  4. Desarrollo
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Resumen.

Dado el sentido de independencia del ser humano en lo
relativo al "saber", la verdad debió siempre
asentarse sobre una autoridad que avalara su discurso, cualquiera
fuera su campo. Quién accede a una validación
autoritativa ostenta el poder del saber. Ese poder fue siempre
útil para el dominio del vulgo, sustento de la clase
dominante, lo que propició un concubinato permanente entre
ésta y los "sabios".

La experiencia dio, en sociedades patriarcales en
particular, ese poder a los ancianos de la comunidad. El contacto
con la divinidad dio ese poder a la clase sacerdotal o al brujo o
hechicero, así como la exclusividad en el uso de la
razón se lo dio a los filósofos griegos, cuyo lugar
toma la religión de la Cristiandad.

El vacío creado luego, con el destronamiento del
aparato religioso como "fuente" o administrador del saber
válido, hizo surgir la necesidad de encontrar "leyes
generales inmutables" (Prigogine, I.) que mantengan el orden en
el campo del saber, a las cuales someter para validación
todo intento de producción de nuevos saberes. Un nuevo
dios con un nuevo sacerdocio: la CIENCIA y los
CIENTÍFICOS. Se empieza a gestar el Método
Científico. (Laso, 2000)

Las consecuencias de esta última etapa del drama
del saber justifican el análisis del método
científico
y del rol, en este escenario, del docente,
último eslabón en la inculcación del
conocimiento en el niño (eufemismo:
socialización
), personaje especialmente desprotegido
en la Enseñanza Inicial y Primaria.

Prólogo

Al reanudar los estudios magisteriales en
el año 2007, luego de un intervalo de 52 años,
quien produce esta monografía experimentó lo que
estima ser su más enriquecedora sorpresa en
el campo del conocimiento. Ocurrió al comenzar a hojear,
en el primer año, el libro de texto "Física y
Química para Magisterio", y encontrar la siguiente
declaración y las citas que la fundamentan;
resumo:

"La idea según la cual la ciencia se
desarrolla siguiendo un método riguroso -el método
científico- fue puesta en entredicho hace ya varias
décadas.

"Chalmers (1982) denomina inductivismo ingenuo a la
concepción según la cual la ciencia comienza con la
observación y la experimentación.

"Karl Popper (1959), ha negado que la ciencia se
desarrolle de ese modo: Popper considera que la ciencia comienza
con el enunciado de problemas relacionados con los
fenómenos del universo, y sostiene que la
observación depende de la teoría, y por lo tanto,
es posterior a ésta.

"Thomas Kuhn (1962)… ha prestado especial
atención a las conclusiones de la psicología actual
sobre la percepción, en el sentido de que "lo que una
persona ve, no depende sólo de lo que mira, sino
también de aquello que su experiencia conceptual previa lo
ha preparado para ver."

"Por lo que, afirmaciones tales como que "la ciencia es
objetiva, ya que ni la experiencia personal, ni los marcos de
referencia, ni las respuestas emocionales, deben influir en lo
que el observador científico ve", constituyeron "el mito
que se ha vendido como método científico
generación tras generación."
(Novack;1985)

"Feyerabend (1970), niega que exista un método
que gobierne el proceso de descubrimiento científico,
especialmente en su fase más creativa.

"En opinión de Charlmers: "…la
versión del método científico a la que
normalmente se recurre, es una tosca versión empirista o
inductivista. Esto es especialmente aplicable al campo de la
teoría social, en el que se defienden como
científicas, teorías que sirven para
manipular… en lugar de servir para comprender mejor la
sociedad y ayudarnos a cambiarla a un nivel más profundo."
(Albino et alter, 1998: 7, 8)

Estos francos enunciados, en el comienzo de un libro
destinado a enseñar CIENCIA a los futuros maestros, me
llevaron a tomar el tema Una reflexión
epistemológica sobre los métodos de
validación en ciencias naturales
para el
2º Parcial de Teoría del Conocimiento y
Epistemología
(Segundo Año de
Magisterio,), en el cual baso el presente
trabajo.

Introducción

Dado el natural sentido de independencia que siempre
tuvo el ser humano en lo relativo al "saber", ninguna verdad se
ha aceptado, sólo porque alguien lo dijo. Se
requería una autoridad que avalara el discurso. Una
validación autoritativa. Quién la tiene, ostenta
el poder que otorga el saber.

La experiencia dio, en sociedades patriarcales, ese
poder a los ancianos de la comunidad. El contacto con la
divinidad se lo dio a la clase sacerdotal. De igual forma el uso
exclusivo de la razón se lo dio a los filósofos
griegos. Poder sumamente útil para el dominio de la
población, sustento de la clase dominante y que
propició un concubinato permanente entre ésta y los
"sabios".

Cuando la religión organizada de la Cristiandad
pierde el rol de transmisora indiscutida de la VERDAD tanto en lo
espiritual como en lo material, se crea un vacío que
requirió la búsqueda "leyes generales inmutables"
que mantengan el orden en la Sociedad para que ésta pueda
progresar. Se seguía requiriendo una validación que
lo haga poseedor de la autoridad que ningún hombre como
individuo puede alegar.

Se levanta un nuevo dios con un nuevo sacerdocio
(sustitutivos de los anteriores): la CIENCIA y los
CIENTÍFICOS, y como subproducto, la tecnología.
Había que formular el camino (Laso, 2000) que debía
conducir a la nueva casta de sacerdotes al descubrimiento de las
inmutables leyes generales. Se gesta así y finalmente se
da a luz al Método Científico.

A partir de estos antecedentes abordamos nuestra
reflexión sobre los métodos de validación en
ciencias naturales y su enseñanza. Acompañamos para
ello a Eduardo Laso en su análisis conceptual
del Método Científico en Los Métodos
de
Validación en Ciencias
Naturales.

Desarrollo.

El hablar del método científico
nos enfrenta a la primera dificultad. Se expresa Laso: "Es
científico aquel conocimiento que se produce y justifica
siguiendo los pasos de ese método" (Laso, 2000).
¿Dónde yace la dificultad?

¿Quién resolvió que el
método es científico? Los científicos. Esta
usurpación de la autoridad del saber reina en la
enseñanza de nuestros días. El programa de
Biología para 2° año de Magisterio lo explica
en sus fundamentos: "…de alguna manera trabajamos con
conocimientos, presentados en ocasiones por investigadores y
textos, como un saber acabado y preciso, que no contempla
cuestionamientos, si no provienen de otros sabios o publicaciones
igualmente reconocidos en el mundo académico. Esto puede
provocar en muchas ocasiones, que pensemos en una
transposición didáctica que prioriza el
entendimiento de esos conocimientos, por parte del alumnado, sin
la posibilidad de mayores cuestionamientos".

Congruentemente, el programa de esa materia, luego de lo
preceptuado en cuanto a las teorías evolucionistas, el
origen de la vida, etc., pide la consideración de
"Críticas a la teoría de la evolución".
Lamentablemente, en mi experiencia al menos, esas críticas
hicieron mutis por el foro.

En vez de desmitificar a la ciencia, seguimos recibiendo
la inculcación de que esta es la fuente de verdad
absoluta, muy especialmente en las Ciencias Naturales, tan
cargadas de ideología. Luego oímos a profesores,
maestros, estudiantes, divulgando, como hechos establecidos,
"científicamente", por supuesto, meras hipótesis, o
teorías en el mejor de los casos, que están
sometidas a fuerte discusión en el mismo ambiente
científico por quienes se atreven, los hay, a desafiar al
paradigma prevaleciente. Pero esto no se sabe, porque no se
enseña, pese a que el Programa así lo estipula. El
resultado es la naturalidad aceptación en silencio por los
estudiantes con una actitud de "no hagas olas", "no discutas". Y
así nos limitamos a aceptar el ser inculcados
por
, y aprendemos a ser inculcadores de, porque
"pensar ni equivocado" -dijera la famosa letra de tango
porque "al final corrés el riesgo de
que te bauticen gil" (Gorrindo, 1937), o en otras
palabras, de que no te exoneren o que no apruebes el
examen.

El aceptar a los científicos, como validadores de
un nuevo saber que, como requisito, no debe contradecir al
paradigma de turno, es definido por Laso en forma muy generosa
como "una aparente circularidad". (Laso, 115:4)

La visión mística del papel de la Ciencia
se basa en la convicción de que el método
científico es seguido pulcra y meticulosamente por los
investigadores. Podemos resumir el camino a seguir, el
método científico, como partiendo de una

Observación de una parte limitada del
universo o población, o de la recurrencia de
un hecho, y la consecuente anotación de lo observado para
producir una generalización, que permita la
formulación de una

Hipótesis que explique los hechos
ocurridos (observados). Este paso intenta explicar la
relación causa-efecto entre los hechos. La
hipótesis debe estar de acuerdo con lo que se pretende
explicar y no contradecir otras hipótesis ya aceptadas.
Debe tener matices predictivos ya que dichas

Predicciones serán instrumentales para
validar o refutar la hipótesis.

Inobjetable. La parcela de conocimiento así
producida estará "científicamente" establecida,
siendo "confiable, racional y justificada". Podemos comprar
tranquilos el producto "científicamente" comprobado, ya
ideológico, ya comercial, como pasivos consumidores que
hemos delegado en otros el privilegio de investigar, pensar y
decidir, deshumanizándonos cada día más. Y,
luego, como docentes, en vez de dotar a los alumnos de los
instrumentos para construir su conocimiento, convencidos
de que la enseñanza no puede o no debe ser, o al menos no
lo es, neutral, seguimos practicando en nuestros niños,
que no tienen aun las herramientas para ofrecer resistencia, una
mera inculcación. Para eso se inventó el rol
docente, para "socializar" al niño, para asegurar la
reproducción de la ideología predominante en la
sociedad, es decir la de la clase dominante, sea cual sea y en el
tiempo que sea.

Dado que, si muchos saberes científicos no se
obtuvieron cumpliendo con el Método en su
elaboración, deberíamos por lo menos,
enseñar la Ciencia,
"científicamente", sin prejuicios,
como lo que es, un producto de humanos de carne y hueso, con todo
lo que ello implica.

Sigamos a Laso en su razonamiento crítico del
método en sí en las páginas 116 a
119 del texto que venimos analizando.

Considerando la inferencia de que el método
propone la divulgación del conocimiento de forma que otros
puedan convencerse, mediante su capacidad de interpretar las
razones y evidencias, validándolo por y para sí
mismos, Laso señala a la complejidad y
especialización del discurso científico
como
una limitación. Es decir que los científicos
vuelven a ser juez y parte, ya que sólo ellos están
en capacidad de entender el metalenguaje de la profesión
que mantiene al vulgo fuera de la escena. Viene al caso
la apreciación de Carlos Muñoz Gutiérrez de
que "el científico se ha convertido en el sacerdote
del mito, en aquel que poseía un saber oculto y complejo
que al resto de los mortales le resultaba inalcanzable."

(Muñoz, C.)

En resumen, quien evaluará lo científico
del nuevo conocimiento es otro científico, que convencido
o no, está en la obligación de no oponerse al
paradigma científico vigente. "Roma ha
parlato".

Nos recuerda luego Eduardo Laso que todavía somos
humanos y vemos las cosas con el color del cristal con que
miramos el mundo. Los enunciados observacionales ya están
teñidos de parcialidad. Desde la observación hasta
la interpretación de los hechos seleccionados para
registro y la formulación de la hipótesis, estamos
influenciados, conscientemente o no, por una teoría que
precede a todo el proceso, convidada de piedra en cada paso del
"camino", plantado allí por la comunidad científica
en consideración a lo ya "legitimado como conocimiento
sólido" (Laso,2000).

Se refiere luego Laso a la "tradición
cientificista" en contradicción con el concepto
socializado de la ciencia que da por sentado que los enunciados
observacionales son neutros, objetivos. Según él se
ha entronizado "de esta manera en el seno de la práctica
científica un determinado marco teórico empirista y
naturalista desde donde se interpretan los hechos y se validan o
rechazan teorías." (Laso, 2000)

Estas realidades van filtrándose lentamente. Un
ejemplo concreto que plantea la necesidad de ver con cautela las
nuevas propuestas "científicas" en el marco del paradigma
evolucionista, es el resumen del artículo "La realidad
como interpretación de la realidad", en la edición
de diciembre de 1991 de la revista Pensamientos (en
hebreo) editada y distribuida por la firma IBM Israel, que
concluye, en la página 2:

"Estas aproximaciones nuevas a la evolución hacen
surgir una pregunta curiosa: ¿ellas revelan
hechos nuevos o solo presentan interpretaciones sustitutivas? Los
fósiles que descubrió Charles Doolittle Wallcot en
1909 en las canteras de Burgess se examinaron de nuevo por Harry
Whittington en el año 1971. Se trataba de los mismos
fósiles, pero recibieron, de los dos, interpretaciones
contradictorias. Esto significa que, lo que le da al fósil
(y a todo otro hallazgo) su significado e implicancia, no son sus
características objetivas, sino la teoría que yace
detrás de él. Pero, si el conocimiento de la
realidad depende de la interpretación, y si esta
está influenciada por las teorías, por ideas
preconcebidas, se entiende que la realidad está impregnada
del peligro constante de un entendimiento equivocado."

En el segundo párrafo de la página 116, ya
introdujo Laso la cuestión "de si en la práctica
científica hay un método en particular o hay
más de uno". Luego, señala a dos modos de entender
el método científico desde la concepción
epistemológica. En ambos marca la dislocación
existente entra la teoría y la práctica.

1) El Método como modelo.- Vendría
a ser un reglamento consensuado que se ha instalado para
preservar el orden en el campo de juego. Es el ideal a que se ha
llegado a través de una práctica científica
con rasgos constantes y comunes: ha llegado a ser El
método; su aplicación impide las desviaciones
regulando las acciones. Pero este ideal no se ajusta a la
realidad. "No es" concluye Laso, "que el método proponga
un tipo ideal de la práctica científica existente
sino que más bien crea la ficción de una
práctica científica que no coincide plenamente con
la realidad."

2) El Método como marco normativo.- Este
punto de vista no considera al método científico
como resultado de las prácticas científicas, sino
como la imposición que regula la práctica
científica para asegurar la producción de un
"saber" confiable y racional que pueda validarse
como conocimiento científico. "…en su práctica el
científico debe aferrarse a él escrupulosamente".
Le plantea a los científicos cómo proceder en su
práctica para que la misma dé a luz un conocimiento
con certificado de cientificidad implícito. Su
objeción es que la aplicación estricta del
método tampoco garantiza per se la
producción de un conocimiento racional. ¿Por
qué? El factor humano. La aplicación del
método siempre estará conjugada con productos de la
mente humana: hipótesis, conceptos, valores…y son
éstos, y no el método, que determinan el producto
final llamado "conocimiento científico". Según las
conclusiones de la psicología, de que la conducta humana
es explicable "en términos de procesos de
estímulo-respuesta que pueden pautarse y reproducirse",
esto orientaría todo el proceso.

Hasta aquí llegamos con Eduardo Laso,
limitándonos a la crítica del método
científico en sí, como el instrumento para la
validación actual del conocimiento en ciencias
naturales.

Nuestra visión, cargada por supuesto de
ideología, concuerda con la de Agustín
García Calvo, que parafraseamos: ´la Ciencia ha
llegado a ser parte del aparato de dominación, y con el
avance del dinero (Capital) y del poder público (Estado)
progresa al mismo paso la utilización de la ciencia por el
aparato empresarial y el estatal´. Lo que sigue es cita
textual: "Viene a ser así la Ciencia reemplazante de
otras formas de fe más primitivas, las míticas
primero y luego las teológicas".
(García
Calvo, 1988)

Conclusión

Debemos advertir del peligro de caer en una
demonización de la Ciencia, como se hizo con la
Religión, en forma genérica. Recordemos que errar
es humano, no necesariamente demoníaco. Baste por ello,
con colocar a la ciencia y a los científicos en el papel
que nunca debieron abandonar, el de humanos, con todas sus
virtudes y todos sus defectos, y liberarnos así de la
nueva tiranía que se nos impone. Podremos entonces
permitirnos ser "yo" y, como futuros docentes, ayudar a nuestros
alumnos a hacer lo mismo.

Allan F. Chalmers expresa: "Aunque uno de los objetivos
de mi libro es impedir los usos ilícitos de las
categorías de ciencia y método científico,
espero también a que contribuya a contrarrestar las
reacciones individualistas o relativistas radicales contra la
ideología de la ciencia." (Chalmers, 1981:235)

Junto con la satisfacción de ver que se ha
desarrollado un marco teórico para legitimizar la
humanizante actitud del denominado "pensamiento complejo",
propongo a mis jóvenes compañeros estudiantes de
Magisterio a no esperar a recibirse para resolver la
cuestión de ¿Qué clase de Maestro quiero
ser?
Si te atreves a otorgar a los niños la misma
libertad que deseas para ti, empieza a ser ese maestro ahora, ya,
como practicante. Arriésgate. El ser persona, ser humano,
no robot, es requisito para ser maestro. Vale la pena, para ti y
para el niño, que debe ser respetado por encima de todo
otro factor integrante de la comunidad educativa. Él es la
razón de ser de la Educación.

Bibliografía

Albano, Milton; Culazzo, María del
Rosario; dos Santos, María Rosa; Lahore, Alberto; Nieto,
Manuel; Rodríguez, María del Carmen; Scarone,
Claudia; Vilizzio, Cristina; Zilli, Mirta; Física y
Química para Magisterio
. Monteverde,
Montevideo. 1998

Chalmers, Allan; Que es esa cosa
llamada ciencia
. Siglo XXI Editores de Colombia,
Bogotá pág. 235 2ª edición
1981

García Calvo, Agustín;
"Ciencia", en "Conceptos en torno a la Ciencia", Autores Varios,
en Reyes, R. (1988): Terminología
Científico-Social. Barcelona: Anthropos
padron.entretemas.com/…/concept_en_torno_ciencia.htm

Gorrindo, Francisco, Tango Las
Cuarenta
www.todotango.com › …
› Letras › Francisco Gorrindo-

IBM, "La realidad como
interpretación de la realidad". Revista
Pensamientos N° 62 Diciembre 1991
págs. 42-67.

Laso, Eduardo, Los
métodos de validación en ciencias
naturales,
en Díaz Esther, "La
Posciencia", Ed. Biblos, Bs. As., 2004.

Muñoz Gutiérrez, Carlos
El Conocimiento Científico: Orígenes,
Método y Límites
www.ucm.es/info/pslogica/filosofia/tema2.pdf
(pág.
2)

Prigogine, Illya "Una lectura de Illya
Prigogine" Revista Herramienta N° 2 1996

www.herramienta.com.ar/…/una-lectura-de-illya-prigogine

 

 

Autor:

Eduardo Campos Vener

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