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Orientaciones virtuosas para llegar a ser un buen profesor de religión



    RESUMEN

    Sirva2 la presente Tesis para aconsejar al postulante a
    profesor, al profesor en ejercicio y a la autoridad
    académica, del Programa de Formación Cristiana de
    DUOC UC, a descubrir una orientación de
    virtudes.

    Más ampliamente, para todo profesor de
    religión que aspire a ser "bueno", cada día mejor,
    porque se sabe perfeccionable.

    Sirva, asimismo, como guía para todo
    profesor y estudiante cristiano.

    Estas páginas investigativas contienen una
    personal selección de orientaciones magisteriales,
    docentes y técnicas3 que ofrecen —dentro de un
    contexto panorámico referido a la educación
    superior chilena, y a la misión de DUOC UC en consonancia
    con la Iglesia— sólo una sugerencia de criterios de
    juicio para valorar las virtudes cristianas y su
    praxis.

    La integración de perspectivas
    filosóficas, teológicas, pastorales y
    sociológicas colaboran en guiar al lector hacia un
    personal discernimiento católico. Por lo tanto, no se
    fijan mediciones, evaluaciones y procedimientos basados en
    estándares técnicos4, sino que solamente se
    proponen una variedad de orientaciones virtuosas, como un
    alternativo "Plan B".

    INTRODUCCIÓN

    Esta Tesis es humilde: ofrece orientaciones recopiladas
    principalmente del Magisterio de la Iglesia, consejos que han
    sido regalados por DIOS en la obra de Revelación de
    JESUCRISTO, sabiduría divina probada en la historia de un
    Pueblo que, cuando la obedece, descubre que es verdadera y de
    utilidad universalmente benéfica. Contrario sería
    un libro que se arrogase una revolucionaria novedad en
    rebeldía a tal obediencia, o que enseñase como
    propias y originales ideas de otros.

    Asimismo, esta obra es modesta: se sabe limitada en su
    capacidad de expresar la grandeza de la sabiduría
    magisterial —pues su gracia está, justamente, en que
    sea inagotable, misterio siempre por descubrir—. Y tal
    pobreza de lenguaje se manifiesta incluso para interpretar
    correctamente los análisis y opiniones aquí
    citados, provenientes de otros autores. Finalmente, la modestia
    también la notará el lector en parte del contenido
    de su mismo título —"Para Llegar a Ser un Buen
    Profesor de Religión"—, aspecto que se
    intentará explicar un poco más adelante en estas
    páginas.

    También puede afirmarse que este escrito
    representa una convicción personal bien
    testimoniada.

    Tratar la importancia de la personalidad virtuosa ha
    sido motivada por un mejor conocimiento de experiencias
    particulares sobre los mismos profesores de religión
    —algunos que son colegas en DUOC UC, otros que han sido
    compañeros en este Magister, etc.—, y que
    han impactado al que aquí escribe respecto a su confesada
    moral privada en evidente contradicción con la exhibida
    públicamente, sus convicciones de Fe contaminadas por
    tendencias ideologizadas y por sesgos heredados del
    protestantismo, particularmente su distanciamiento del
    Magisterio, su escasa práctica de vida
    sacramental1, sus destempladas críticas al Papa, su
    desequilibrado énfasis bíblico; en fin, por su
    ignorancia elemental, muchas veces arrogante2.

    También lo ha animado la relevancia del mandato
    del SEÑOR JESÚS: "Que todos sean
    uno"3. Es decir, aquel ecumenismo
    bien entendido, el espíritu de hermandad que no cae en los
    excesos relativistas4.

    Una de las novedades que atañen concretamente a
    los profesores del PFC es el surgimiento de un cargo o,
    más bien, privilegio de coordinación docente y
    administrativo para ser puesto en práctica en cada sede de
    DUOC UC desde 2013, tema que será abordado en detalle como
    uno de los ejes de este trabajo, puesto que la figura del
    coordinador es una responsabilidad pastoral, y ello por sí
    mismo justifica que este proyecto posea ese mismo
    carácter.

    Pero su autor no pretende, necesariamente, ser nombrado
    como uno de los nuevos coordinadores, o por lo menos para
    iniciarse a partir de ese mismo año, si bien sinceramente
    está dispuesto a asumir algún día tan
    importante misión. A lo que sí aspira en lo
    inmediato, dados sus buenos antecedentes y calificaciones
    informadas, es a aumentar significativamente sus horas lectivas
    para trabajar más por el Reinado de NUESTRO SEÑOR
    JESUCRISTO, perfeccionándose diligentemente para
    ello.

    Por lo tanto, también esta obra quiere ser
    valiente, sin miedos al hacer propuestas calificadas como de Bien
    común.

    No aspira a agradar, entonces, el punto de vista
    particular de ningún profesor, cualquiera que sea, pues no
    responde al gusto de alguno de ellos para aprobar con una alta
    nota o calificación satisfactoria, lo que en
    términos paulinos significa que no les "halaga los
    oídos"5. Más bien, esta
    Tesis responde a la satisfacción personal de su autor por
    descubrir algunas verdades, de acuerdo a su acuciosa
    investigación y reflexión, y declarar así
    sus convicciones como aporte realmente significativo
    y eficiente si es que se lleva a la práctica en al menos
    algunas de sus propuestas en el transcurso del
    tiempo. Quiere aprovechar esta oportunidad para exponer realmente
    lo que piensa para los cambios que constituyen su
    esperanza.

    ¡Finalmente, esta Tesis es crítica cuando
    grita muy fuerte para advertir sobre algunas consecuencias graves
    que traería la exagerada planificación de las
    clases
    , que es contraria a la actual libertad de
    cátedra! Ese es un cambio que se anuncia para ponerse en
    práctica a partir de 2013 a la par con los
    nuevos coordinadores. Y es preocupante.

    Por lo tanto, ¿es posible un "Plan B"?
    Este proyecto quiere ser efectivo en ese grito para que no se
    transforme con los años en un alarido angustioso, en una
    espina clavada. Está concebido en la esperanza de prevenir
    antes que curar, a fin de que se logre una corrección
    pronta.

    1. Fundamentos de la propuesta

    El autor de esta investigación
    teológica-pastoral desea obtener el Magister en
    Educación Religiosa con mención Pastoral Educativa,
    razón por la que ha elegido este particular tema docente.
    Asimismo, tanto aquél como su profesor-guía son
    profesores del PFC, de DUOC UC, cursos de naciente
    inauguración, pues recién en 2013 cumplirían
    su primer quinquenio de vida.

    Sin embargo, el mismo Programa carece en la
    actualidad de una pauta de criterios orientadores
    —claramente definidos— acerca de un perfil
    docente cualificado
    , útil al postulante a profesor, al
    profesor en ejercicio y a la autoridad académica del PFC,
    en cuanto a: primero, evaluar y capacitar a profesores ya
    practicantes de educación cristiana del PFC; y segundo,
    decidir la contratación de postulantes a profesores del
    mismo.

    El contexto se enmarca dentro de la
    coordinación general de DUOC UC, según una
    misión y visión institucionales. Sin
    embargo, para los profesores del PFC esa misión y
    visión específicas aún no están
    determinadas institucionalmente de manera explícita. A
    pesar de lo cual, para el próximo año se proyectan
    cambios cruciales que aquí son considerados como
    promisorios desafíos.

    Oficialmente, la Fundación6 ha
    formulado y publicado su "Modelo Educativo", fundamentado
    en la Pontificia UC, por lo cual "DUOC UC participa en su
    declaración de principios […] y de la misión
    evangelizadora de ésta":

    "Seis hitos que definen nuestra vocación y
    desarrollo de las carreras impartidas, para crear un ambiente
    pertinente de aprendizaje integral DUOC UC ha desarrollado un
    modelo educativo sustentado en seis ejes definitorios:

    Un sistema estructurado de desarrollo curricular, que
    asegure la pertinencia, relevancia y efectividad de la
    formación impartida.

    Un plan de estudios donde las competencias que debe
    adquirir el educando constituyan el elemento articulador entre el
    Perfil de Egreso y cada una de las unidades formativas que lo
    integran.

    Un curriculum [objetivos y contenidos de
    enseñanza-aprendizaje] que se adecúe a las
    necesidades y posibilidades de cada estudiante, incorporando los
    atributos de nivelación, flexibilidad,
    modularización y articulación.

    Un sistema de evaluación transversal y permanente
    de las competencias progresivamente adquiridas por los educandos,
    en base a criterios de desempeño previamente
    definidos.

    Un enfoque pedagógico centrado en el aprendizaje
    activo de los alumnos.

    La constitución de un ambiente formativo
    idóneo, dotado de los medios materiales y educativos
    apropiados para una plena aplicación del modelo formativo,
    sustentado en una comunidad docente habilitada y comprometida con
    los propósitos que lo
    animan"7.

    Dicho Modelo Educativo oficial se basa en su "Plan
    estratégico 2011-2015", que define un Perfil Docente
    fundamental, el cual entiende como el conjunto de competencias
    clave de todo profesor de DUOC UC, transversalmente, al que
    agrega sub-competencias por cada escuela8.

    Sin embargo, vale reiterar que la situación
    actual de los docentes del PFC propiamente tales — hoy en
    su cuarto año de desarrollo— es que ese Perfil no
    se ha hecho específico para ellos
    , sino nebuloso,
    debido a que aún no está definido
    institucionalmente de manera explícita con orientaciones
    claras e inequívocamente expuestas, ni menos dialogadas
    ni, por lo tanto, asumidas.

    2. Problema a estudiar

    El problema es la falta de criterios y estándares
    conocidos en DUOC UC para la selección de los docentes del
    PFC. Por consiguiente, en esta Tesis monográfica se
    ofrece una propuesta de
    solución
    original9 a esa problemática. La razón de ser de
    una "Tesis" es, justamente, que sea originalmente novedosa al
    menos en algún aspecto de interés particular:
    obviamente, no en un sentido absoluto, pues siempre se es
    heredero de ideas y obras de otros autores, pero sí es
    esperable una originalidad en cuanto a la específica
    selección del tema a tratar y, sobre todo, a las
    preguntas, argumentaciones y soluciones de fondo propuestas. Por
    lo tanto, hay una cierta originalidad en abordar el tema de las
    orientaciones virtuosas para profesores de religión en el
    ámbito de la educación superior, en forma de
    antología, pues el autor no tiene noticia sobre la
    existencia de otra obra similar10, específicamente
    respecto al PFC.

    Ahora bien, es humanamente imposible medir
    la "bondad" o "intensidad" o "santidad" de la vida
    cristiana en una escala objetiva de perfeccionamiento
    vital-existencial11, cuyas cualidades son esencialmente
    interiores, pues la Fe cristiana enseña que sólo
    son juzgables por DIOS, exclusiva y directamente12. Pero la
    elaboración de los capítulos que acá se
    presentan prueban la existencia de algunos requisitos formales
    mínimos y fundamentales, considerados como "lineamientos",
    de carácter orientador, dados a conocer por el Magisterio
    pontificio, y particularmente por un documento propio de la
    Conferencia Episcopal de Chile13 y de la Vicaría para la
    Educación14, así como por la tradición
    neotestamentaria, en paralelo con los documentos
    propios de DUOC UC y entrevistas pertinentes citadas
    aquí.

    2.1. "Para Llegar a
    Ser"

    Este trabajo da cuenta en varias oportunidades del
    concepto del "buen profesor", que no es otra cosa que el ideal de
    suma excelencia. Como se mencionó hace poco, el hecho de
    que la Tesis se intitule en parte "Para Llegar a Ser un Buen
    Profesor de Religión" es desde ya un signo de modestia
    nada de falsa, porque la realidad es que todo el esfuerzo
    aquí planteado sólo puede ayudar a la
    aproximación de una respuesta a la pregunta
    implícita en esas mismas palabras. CRISTO dijo:
    "¿Por qué me llamas "bueno"? Ninguno es bueno, sino
    sólo DIOS"15. La respuesta del
    SEÑOR a su interlocutor fue finalmente que le siguiera16.
    "Ven y sígueme" es, por lo tanto, el comienzo de una
    comunión que lleva hacia ese Ser únicamente
    bueno17. Del grado de esa conectividad espiritual
    dependerá
    la diferencia entre la vida virtuosa y el
    pecado. Lograr esa relación filial es la única
    posibilidad —no hay otra— para que el hombre llegue a
    ser bueno, para vivir una vida buena, una vida que realmente
    valga la pena. Es un llamado divino, la vocación universal
    a la santidad.

    La convicción de esta Tesis es el optimismo de
    que existe ese camino de progreso, un cami no evolutivo sostenido
    por las gracias que el BUEN DIOS le regala a todo aquél
    que le sigue buscando. Pero si no existiese ese DIOS BUENO,
    entonces no habría ninguna razón para ser
    optimistas: la humanidad entera, en su soledad, estaría
    perdida. Por eso, estos dos verbos: "llegar a… ser…
    bueno", y no un verbo único "el ser bueno". "Llegar a ser"
    es propio de los hijos imperfectos de DIOS, creados así
    justamente para que le reconozcan como PADRE, y para que nunca se
    cansen de seguir caminando hacia Él. Razón nada de
    cruel, sino motivo y estímulo de vida sin fin en la
    eternidad que depara un cosmos misterioso e
    inconcebible.

    Por consiguiente, ¿cómo debería
    llegar a ser todo profesor de religión que aspire a ser
    "bueno"? Si ello se relaciona con "lo perfeccionable", y si
    existe la voluntad de buscar la verdad acerca de lo que significa
    "ser bueno" —según la Revelación de DIOS
    alcanzada definitivamente en JESUCRISTO—, entonces se
    hará evidente la esencia que deberían desear y,
    finalmente, encontrar todos los profesores de religión
    cristiana, al igual que todos los profesores del PFC.

    Los propósitos de este escrito
    pueden sintetizarse así:

    2.2. Objetivo general

    • Una propuesta de pautas orientadoras para
    discernir y vivenciar virtudes
    , para profesores de
    religión y profesores del Programa de Formación
    Cristiana de DUOC UC, en armonía con el perfil general
    docente de éste.

    2.3. Objetivos
    específicos

    • Diagnosticar la situación actual en su
    contexto.

    • Reconocer el perfil docente general de DUOC
    UC.

    • Reconocer requisitos formales mínimos y
    fundamentales, considerados como "lineamientos", de
    carácter orientador, dados a conocer por el Magisterio
    pontificio y episcopal, así como por la tradición
    neotestamentaria.

    • Valorar las competencias ya definidas y algunas
    dimensiones de sus puestas en práctica.

    • Criticar otros aspectos.

    • Proponer nuevos caminos para dicha
    paxis.

    3. Relevancia y utilidad de la
    investigación

    Hacer manifiesta y claramente, a lo largo de estas
    páginas, orientaciones y criterios que sirvan
    específicamente:

    • Para futuras Evaluaciones de Desempeño
    Docente del PFC: existe un índice de "eficiencia"
    ingenieril que implica a la coordinación del Programa, a
    la tutoría de un profesor externo —del UAP—
    observador de las clases, a la evaluación de los alumnos,
    a las notas de los exámenes finales,
    etc.18. El profesor virtuoso de
    Formación Cristiana que aquí se describe es el que
    puede mejorar y encontrar un equilibrio con respecto a todos esos
    factores. Ello requerirá de adaptaciones personales y
    coordinadas que la gracia divina desde ya auxilia.

    • Para futuros reclutamientos de postulantes a
    docentes del PFC, según las sugerencias aquí
    propuestas.

    • Para programas de formación y desarrollo
    de los presentes y futuros docentes del PFC, que se

    pudieran incorporar en las facultades universitarias de
    educación.

    • Para implementarlas en el Programa de
    Formación Docente, en forma de talleres conducentes a
    diplomados, dirigido a todos los profesores de DUOC UC, Programa
    que pertenece a la excelente iniciativa institucional llamada
    "Educación
    continua"19.

    • Debido a que se trata de una cuestión poco
    estudiada, sería un aporte para preparar el terreno
    a nuevos estudios con el fin de perfeccionar la
    presente Tesis y su coherente puesta en
    práctica.

    Capítulo Primero:

    EL MARCO
    REFERENCIAL

    Ahora se mostrarán puntuales definiciones sobre
    el área de actividad educativa (Misión), el
    objetivo general (Visión) y los objetivos
    específicos (Proyecto educativo), primero de DUOC UC y
    luego de su PFC. Sirve como contexto de coherencia para las
    descripciones, críticas y propuestas que se
    desarrollarán posteriormente.

    1. Institucionalidad de DUOC UC

    Son las definidas oficialmente por la propia
    Fundación Instituto Profesional y Centro de
    Formación Técnica DUOC UC.

    1.1. Misión

    "Formar personas en el ámbito técnico y
    profesional, con una sólida base ética inspirada en
    los valores cristianos20, capaces de actuar con éxito en
    el mundo laboral y comprometidas con el desarrollo del
    país"21.

    Se trata de un enunciado de principio, con varias copias
    impresas y enmarcadas conspicuamente en cada sede de DUOC UC.
    "Formar personas" es el objetivo de la educación.
    "Inspirada en los valores cristianos" es la referencia a
    las virtudes propias que primero vive y que luego enseña
    la Iglesia. "El desarrollo del país" implica, por
    lo tanto, no sólo su dimensión material sobre
    aspectos técnicos y profesionales con fines de lucro, sino
    también el sentido espiritual de todo ello
    reflejado en la malla de cursos, que transversalmente incorporan
    al PFC, así como a Ética y Antropología,
    paralelamente al ofrecimiento de actividades de Pastoral en
    cuanto a práctica sacramental, misiones, ayudas
    solidarias, etc. Todo lo cual hace una gran diferencia con
    instituciones laicas o laicistas de la educación superior,
    que proponen otros ofrecimientos formativos,
    también valorables.

    Este breve texto puede dar pie a una estimulante clase
    de introducción para cada curso del PFC, así como
    al compromiso eclesial y con la misma casa de estudios,
    según la experiencia del autor.

    1.2. Visión

    "Ser el líder de la Educación
    Superior Profesional y Técnica para que nuestros titulados
    sean los mejores de
    país"22.

    La Comisión Nacional de Acreditación (del
    MINEDUC) otorgó el período máximo, que es de
    7 años, al Instituto Profesional —al mismo nivel de
    la Pontificia UC (de Santiago)— y 6 años al Centro
    de Formación Técnica, record nacional. Esa
    acreditación oficial abarca a los programas del total de
    las carreras impartidas por la Fundación DUOC UC —84
    para el año 2013— en cuanto a docencia de pre-grado
    y gestión institucional.

    Entre todas las instituciones de educación
    superior en Chile, el IP de DUOC UC es el que tiene mayor
    porcentaje de sus programas acreditados: de los 357 vigentes, 291
    están acreditados, lo que representa un 81,5%, seguido por
    la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación
    con 79,2%, la UC del Maule con 72% y en cuarto lugar el CFT de
    DUOC UC con 70,5%23. Todo ello
    refleja una madurez que "da cuenta de una cultura de mejora
    continua que ha producido el desarrollo de mecanismos permanentes
    de aseguramiento de la
    calidad"24.

    Al igual que con respecto a la "Misión"
    recién comentada —según la experiencia del
    autor—, enseñar este prestigio histórico
    puede dar pie a una estimulante clase introductoria para cada
    curso del PFC, así como al compromiso eclesial y con la
    misma casa de estudios, haciendo notar las diferencias con otros
    IP y CFT, e incluso con universidades.

    1.3. Proyecto Educativo

    "Tratándose de una
    institución fundada por la Pontificia Universidad
    Católica de Chile, DUOC UC participa de su vocación
    de servicio a la educación del país.

    Este signo distintivo se expresa en un proyecto
    educativo que reconoce, como responsabilidad inherente, el
    constituirse en un paradigma de gestión privada en el
    ámbito de la educación superior
    técnico-profesional, como cabal expresión del
    principio de libertad de enseñanza.

    Este proyecto educativo procura:

    • Proporcionar una formación de primer
    nivel, conforme a una modalidad de enseñanza que enfatice
    los aspectos prácticos por sobre los especulativos y
    familiarice a los alumnos con las más modernas
    tecnologías aplicables a cada especialidad,
    habilitándolos para efectuar aportes concretos y
    útiles a la empresa.

    • Imprimir en sus egresados "un sello distintivo",
    que se exprese en la formación de valores y virtudes
    personales, con base en una concepción
    antropológica cristiana, junto al desarrollo de actitudes
    y habilidades de liderazgo, creatividad, capacidad de logro y de
    trabajo en equipo.

    • Dotar a todas las instancias en que se
    materializa el proceso educativo de los atributos de excelencia
    académica y buen servicio, procurando la máxima
    eficiencia en la administración de los recursos, dentro de
    un ambiente grato y armonioso de relaciones
    personales.

    • Contribuir a la misión social de la
    [Pontificia] Universidad Católica, desplegando, de modo
    complementario, una labor de extensión educativa hacia
    sectores sociales de mayor debilidad, mediante la
    capacitación, la educación media
    técnico-profesional y otros programas de
    suplencia"25.

    2. Programa de Formación
    Cristiana

    No existe una declaración oficial sobre estos
    tres aspectos, por lo cual se proponen aquí:

    2.1. Misión

    Siguiendo el mismo modelo de oferta, que son los cursos
    teológicos del Programa de Formación General de la
    Pontificia UC, el PFC debe ser una ayuda eficiente a todos los
    estudiantes —sean creyentes, o no— para conocer el
    Cristianismo desde la fe y la razón, según una
    perspectiva de formación teológica y
    filosófica. Para los creyentes, el PFC pretende servirles
    en cuanto oportunidad para profundizar sus
    convicciones mediante el diálogo y relaciones
    comunitarias. Y para los no creyentes se les ofrece
    un acercamiento a la fe desde la razón26.

    Su consecuencia ulterior —como ideal intencionado,
    pero más allá del objetivo inmediato antes
    descrito— será la conversión, es decir, "la
    santificación y la salvación
    eternas"27, conformando su
    personalidad y futura vida profesional a CRISTO.

    El PFC es, por consiguiente, una forma de Pastoral
    Educativa por cuanto crea instancias y oportunidades para que
    todos sus miembros —principalmente sus alumnos—
    puedan experimentar encuentros vívidos con NUESTRO
    SEÑOR JESUCRISTO. "Todo en la Iglesia debe estar
    impregnado por el espíritu pastoral, que no es otra cosa
    que la preocupación primera por el anuncio íntegro
    del Evangelio"28.

    2.2. Visión

    Ser reconocido como experiencia eficiente de Iglesia, en
    cuanto invitación para conocer la Fe de
    JESUCRISTO, "sello distintivo" de DUOC UC.

    2.3. Proyecto Educativo

    La conformación de la personalidad cristiana en
    cada estudiante, durante los cursos del PFC, por parte de
    profesores de excelencia29, fieles al Magisterio y en
    armonía con el Proyecto Educativo de DUOC UC,
    particularmente respecto al "sello distintivo" explicitado en el
    segundo punto de aquél.

    La Historia confirma que cuando la institucionalidad no
    es armoniosa con el modelo que ha escogido, lo más
    probable es que fracase. En cambio, este modelo virtuoso
    propuesto es clave para el éxito siempre y
    cuando se aplique en coherencia y consecuencia de
    vida.

    Capítulo Segundo:

    EL MARCO
    DOCTRINAL-PASTORAL DEL PROGRAMA DE FORMACIÓN
    CRISTIANA

    El marco doctrinal está guiado por una pastoral
    educativa de orientaciones hacia una progresiva visión de
    virtudes, hacia un acercamiento descriptivo de lo que
    debería conformar al "Buen Profesor de Religión".
    Esas "Orientaciones Virtuosas" se encuentran a lo largo de todo
    el trabajo expuesto, y aquí sólo se quieren ofrecer
    algunos esbozos conceptuales presentes en su mismo título.
    No se exhibe una forma de "recetario", sino luces cada vez
    más claras que muestran realidades más definidas y
    concretas para llegar a ser más directamente
    aplicables.

    1. Virtudes

    Como ya se anunció, en lugar de "valores" se
    prefiere hablar aquí de "virtudes". A éstas
    el Magisterio las define así:

    "Son actitudes firmes, disposiciones estables,
    perfecciones habituales30 del entendimiento y de la
    voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y
    guían nuestra conducta según la razón y
    la fe
    "31.

    Toda virtud es consecuencia de la vida
    en comunión, que es lo esencial del

    Cristianismo32.

    Su fundamento está en el Amor gratuito de Dios
    para con todos sus hijos, y en cómo éstos lo aman y
    adoran a Él y muestran su amor caritativo hacia sus
    semejantes33, y entre ellos mismos como discípulos
    verdaderamente reconocibles del SEÑOR JESUCRISTO34. Hay
    que reiterar que del grado de esa
    conectividad espiritual dependerá
    la diferencia entre
    la vida virtuosa y el pecado.

    El filósofo alemán Josef PIEPER las
    explica como "la elevación del ser en la persona
    humana", tanto en sus aspectos naturales como en sus
    sobre-naturales35.

    Por eso, en el fondo, no hay diferencia esencial entre
    las llamadas virtudes infusas y las naturales
    —distinción sólo útil para un
    análisis racional—, pues toda virtud proviene del
    ESPÍRITU SANTO, que ordena al fin último,
    sobre-natural, que es DIOS mismo, mientras tanto perfecciona
    —en la praxis36— a la persona en el
    aquí y en el ahora, y naturalmente a la sociedad toda
    hacia el Bien Común.

    Y por eso son armoniosas. El filósofo chileno
    Jorge PEÑA las aplica como un todo coherente para el
    profesor:

    "Las virtudes forman un sistema, de modo que es
    necesario no sólo hacer unos actos aislados y ocasionales
    de fortaleza y virtud, sino poseer una actitud constante y
    habitual. Pero lo que es más difícil es que
    sólo se puede llamar "virtuoso" al que vive todas las
    virtudes.
    Las virtudes se reclaman mutuamente entre
    sí, de modo que no es virtuoso el que sólo vive la
    valentía pero no la justicia y la prudencia. Las virtudes
    forman un entramado en el que se co-implican entre ellas de modo
    ordenado, estructurado y
    armónico"37.

    La Iglesia define cuatro virtudes como
    "cardinales" —prudencia, justicia, fortaleza y
    templanza38— y tres referidas directamente a DIOS,
    por lo cual las llama "teologales" —fe, esperanza y
    caridad39—. Y nunca ha dejado de reflexionarse a partir de
    ellas, en incontables recopilaciones milenarias40. Más
    aún: el abanico se amplía a otros atributos
    íntimamente relacionados según este sentido
    bíblico:

    "Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de
    justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y
    cosa de elogio, todo eso continúen
    practicándolo"41.

    Pero los "valores" se adquieren sin necesidad de fe ni
    de confianza en la gracia, sino sólo por la voluntad y el
    esfuerzo humanos42, según los sesgados secularismos
    humanistas. Si bien, por fe el cristiano cree que siempre la mano
    de DIOS invisiblemente guía con su gracia al que dice no
    creer, a fin de que se convierta.

    Sin embargo, la llamada discusión sobre "temas
    valóricos" sigue siendo muy problemática desde su
    fundamento, y por eso termina reducida a tres o cuatro
    eslóganes, sin que haya una auténtica
    deliberación sobre qué es la persona humana, base
    de la antropología cristiana. Hay que contestar a
    estas y a otras preguntas similares: ¿El ser humano es
    autónomo, o se debe a normas inscritas en su
    naturaleza
    ? ¿Sí o no a la afirmación:
    "Todas las cosas tienen que ver con todas las cosas": la vivienda
    con la familia, la droga con la educación, la lectura con
    la sexualidad, el trabajo con la
    religión?43

    En cambio, las virtudes son gracia
    misteriosa de DIOS en los creyentes, ayuda verdaderamente
    sobrenatural a las mendigantes y limitadas fuerzas,
    orientadas para el propósito divino de la
    perfección en Él.

    Por eso, las virtudes —hay que reiterarlo—
    son un concepto evolucionado, especialmente desde
    ARISTÓTELES, para llegar a ser apropiado y enriquecido por
    el Cristianismo, de manera que ha alcanzado allí su punto
    culminantemente superior que lo ha hecho ser
    específico para la fe, la cultura y la
    sabiduría propia de los creyentes44. Y diferenciado, por
    lo tanto, de los "sistemas de valores", tan cambiantes,
    según su contexto histórico y socio-cultural,
    conformados a variadas necesidades, conveniencias y adaptaciones,
    muchas veces dictaminadas por unos pocos líderes. En
    contraste con las auténticas "virtudes", que son divinas
    de origen, y por consiguiente eternas y estables, pero flexibles
    en su adaptación. Su superioridad se basa en que
    son creaciones perfectas a fin de que el hombre, en su
    aplicación, aspire a su ideal. La
    imperfección se da en el camino, pero la
    superación es su dinámica natural. Ese es el
    desafío de cómo DIOS las creó para el
    hombre.

    Por ejemplo, el "valor" del amor al prójimo puede
    realizarse según una ética de fondo egoísta,
    auto-justificada, como es el caso de la utilización
    pragmática de un jefe sobre sus propios trabajadores, a
    quienes les paga y les da ciertos "beneficios" como recompensa de
    su explotación. Esos "valores" pueden legitimar la cultura
    vigente, justificando situaciones de injusticia según una
    errónea o tergiversada lectura del Evangelio, o
    según leyes muy imperfectas, mal hechas. En cambio, el
    amor que va más allá del deber legislativo es la
    "virtud" que mira a esos trabajadores como seres totales,
    personas con la dignidad de ser hijos de DIOS, jamás
    utilizables ni explotables. Y así su trato se irá
    perfeccionando, pues la ayuda de la gracia será
    imprescindible sobre los esfuerzos concientes por lograr nuevas y
    mejores relaciones, que no son otras que las que CRISTO
    instituyó: mayor igualdad y fraternidad. Porque bajo el
    Reinado de JESÚS, en la perspectiva del Evangelio, se
    pueden encontrar formas diversas de solidaridad en hechos
    concretos.

    Es más: las virtudes cristianas conducen a la
    relevancia social de la fe a la altura de la exigencia de los
    tiempos. Esa importancia es constitutiva a la fe misma, pues
    en definitiva "resulta de aquello que la fe cristiana entiende
    por "salvación".
    Esta salvación, lejos de
    acontecer en las nubes o en un alma aislada del mundo, tiene
    lugar en la praxis humana". Por eso, la
    valoración de las virtudes en la vida social "no es una
    simple consecuencia ulterior o una aplicación de ciertas
    normas éticas de la fe. Ella es un efecto directo de la fe
    cristiana
    auténtica"45.

    Y la educación cristiana en general,
    la evangelización de todo el curriculum, y sobre
    todo la propiamente religiosa, catequística,
    catequética y filosófico-teológica han de
    formar y fomentar al hombre virtuoso en razón de su
    salvación eterna46.

    "El objetivo de una vida virtuosa consiste
    en llegar a ser semejantes a
    DIOS"47.

    Pero no en un sentido de soberbia, sino de
    humilde filiación:

    "Todos los que son guiados por el
    ESPÍRITU de DIOS son hijos de DIOS […]. Y si somos
    hijos, somos también herederos: herederos de DIOS y
    co-herederos de CRISTO"48.

    Virtudes son los siete dones del ESPÍRITU SANTO
    —sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza,
    ciencia, piedad, y temor reverente a DIOS—, que hacen ser
    dóciles y obedientes a sus inspiraciones49. Son
    también los frutos del ESPÍRITU SANTO, primicias de
    la gloria eterna, perfecciones que la Tradición enumera en
    doce: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad , bondad,
    benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia,
    castidad50. El sacramento de la confirmación es el puente
    para acogerlas en el alma.

    El "profesor virtuoso" no es el perfecto, pues no existe
    más que un solo MAESTRO. Pero existen profesores de fe y
    de esfuerzo, que buscan su perfeccionamiento en la Ley de CRISTO.
    Aquéllos no se consideran a sí mismos virtuosos,
    pero sí otros les dan su reconocimiento. Hay humildad en
    creer que ello no es absoluto, sino que se hallan en el Camino
    del SEÑOR, el camino para "llegar a ser" virtuosos como
    Él.

    Y en ello auxilia MARÍA,
    MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS. Por
    eso los cristianos, como hijos Suyos, le rezan:

    "Hay flores cuya frescura y
    lozanía jamás pasan y coronas que no se
    marchitan.

    Éstas son las que Tú
    esperas de tus hijos.

    Porque el más hermoso adorno de
    una madre es la piedad de sus hijos,

    y la más bella corona que pueden
    depositar a sus pies es la de sus
    virtudes
    "51.

    2. Perspectivas
    teológico-filosóficas

    Aquí se prevé la delicada
    cuestión sobre la capacidad de la autoridad docente para
    hacer juicios de discernimiento, haciendo conciente los peligros
    que implica el ser "pre-juicioso".

    Desde su entrevista inicial con el postulante, pasando
    por algunos instrumentos — principalmente, la
    aplicación de exámenes—, la evaluación
    a los profesores en ejercicio, otros factores que escapan a las
    facultades de aquél durante el transcurso del
    año52, según la realidad duoquiana53 actual y
    según propuestas propias de este proyecto duoquiano. Si el
    lector se dio el trabajo de buscar la página
    correspondiente a esa penúltima referencia, podrá
    reconocer entonces la complejidad de distinguir
    entre aspectos objetivos y subjetivos54 —en el esfuerzo por
    la adquisición de conocimientos—, que ahora se
    tratará esbozadamente sólo para destacar la
    importancia de estos factores sobre la humana capacidad de hacer
    tales evaluaciones.

    Desde la filosofía de KANT y de HEIDEGGER, el
    gran teólogo Karl RAHNER desarrolla una teoría
    epistemológica sobre cómo superar los
    límites de las categorizaciones mediante un método
    antropológico trascendental, que consiste
    básicamente en atender a los condicionamientos a
    priori
    para hacer posible el conocimiento de aquello por lo
    cual se pregunta. El sujeto cognoscente no aborda la pregunta
    desde el exterior, fuera de su conciencia, sino que examina en
    sí mismo cuáles son esas condiciones para hacer
    suyo ese objeto de conocimiento.

    Dice RAHNER: "Un planteamiento trascendental, en
    cualquier orden de cosas, se da siempre que uno pregunta
    —en la medida en que lo hace— por las condiciones de
    posibilidad del conocimiento de un objeto, determinado en el
    propio sujeto
    cognoscente
    "55.

    Es un método fenomenológico en que el
    conocer se manifiesta por sí mismo en distintos momentos,
    como sigue describiendo RAHNER: "El conocimiento pone en juego
    tanto lo que se conoce como a quien conoce, pues no depende
    sólo de las características del objeto, sino
    también de la estructura esencial del sujeto cognoscente.
    El condicionamiento recíproco y la relación de
    dependencia mutua, entre el sujeto que conoce y el objeto
    conocido, a la vez como conocido y cognoscible, constituyen la
    materia de un planteamiento trascendental"
    56.

    Y el Cardenal RATZINGER —hablando de
    cómo los pre-supuestos filosóficos determinan
    el ejercicio de la exégesis
    bíblica— refiere lo nuevo que se ha aprendido sobre
    las modalidades y los límites del conocimiento: "Werner
    HEISENBERG, en el ámbito de las ciencias naturales, ha
    demostrado con su Unsicherheitsrelation57 que nuestro
    conocimiento no refleja sólo lo que es
    objetivo, sino que siempre está determinado
    también por la participación del sujeto, por la
    perspectiva en que éste plantea las preguntas y por su
    capacidad de
    percepción"58.

    ¿Por qué el sujeto cognoscente
    debería ser tan determinante en la comprensión de
    su objeto de conocimiento si éste es más grande que
    él? O mucho más complejo, profundo y misterioso que
    lo qué el pre-suponía y que lo que ahora supone. Si
    las suposiciones conducen al pre-juicio y éste al juicio
    injusto —es decir, el rumor infundado, el maltrato, la
    ofensa gratuita, la calumnia y finalmente a la
    condenación—, entonces por principio lo más
    prudente sería poner a aquéllas entre
    paréntesis
    , pues dada su inseguridad por falta de
    pruebas concluyentes, es mejor esperar a que se aclaren las
    cosas, en base a una confianza inicial en la bondad de la
    naturaleza humana.

    Además, hay que reconocer que el conocimiento y
    su comprensión son siempre parciales. Esto recuerda una
    metáfora sobre conocer el amor de CRISTO, aquel
    versículo bíblico que habla acerca de llegar a ser
    capaces "de comprender la anchura, la longitud, la profundidad y
    la altura" de Su amor, que excede a todo conocimiento59. Porque
    el LOGOS también está reflejado en el conocimiento
    que el hombre tiene sobre el mundo. En esto no cabe ser
    soberbios, sino humildes y modestos.

    Por lo tanto, aquel profesor-administrador debe luchar
    contra esa tendencia de imperfección; debe pedir la gracia
    de DIOS y hacer cada día más conciente ese peligro
    que conlleva el hacer pre-juicios, el tener una visión
    unilateral. Contra esa obstinación de insistir en su
    propio punto de vista sin abrirse a una realidad más rica.
    Contra esa costumbre tan arraigada de "ver el vaso medio
    vacío en vez de verlo medio lleno" y de ser ciego o tuerto
    por propia voluntad, "porque no hay peor ciego que el que no
    quiere ver", según el sabio dicho popular. Contra botar
    todo lo que se supone malo al mismo tacho de la basura, saber
    rescatar lo bueno con discernimiento. "Examínenlo todo;
    retengan lo bueno"60, es la
    exhortación de San PABLO.

    Pero para lograrlo, téngase mucho
    cuidado ante este engañoso peligro: cuando el profesor
    de religión tiene un grave vacío
    doctrinal sobre el Magisterio vivo, probablemente lo
    rellenará con errores teológicos,
    filosóficos e ideológicos, confusamente. En cambio,
    cuando el corpus de las enseñanzas
    apostólicas —impartidas actualizadamente por cada
    sucesor de San PEDRO— sustentan la
    formación del profesor, entonces éste podrá
    hacer consecuentemente un correcto discernimiento sobre
    pensamientos, análisis y opiniones
    particulares61.

    Y ante todas las cuales se abrirá con natural
    curiosidad y con actitud filosófica de aprender y de
    creer, y así irá contra esa ignorancia del
    fanático que dice "sólo estos autores",
    "sólo estos libros", pues el humanista, el universal, el
    sabio preferirán decir: "A ver… No lo había
    pensado desde ese otro punto de vista. ¡Qué
    interesante! Lo estudiaré. Sigamos
    conversando".

    El juicio equilibrado, la apertura al diálogo, la
    visión con altura de miras, la observación con
    perspectiva, la buena disposición a escuchar al otro y la
    auto-crítica para el ecumenismo62, son todas cualidades
    virtuosas, dignas de la muy grande responsabilidad que implica el
    educar a otros, más aún, el formar cristianamente.
    Virtudes imprescindibles para todo buen católico moderno
    (pero no modernista), fiel al Magisterio conciliar, y por lo
    tanto que sigue superando mentalidades fanáticas y
    sectaristas que existieron en tiempos y formas pre -conciliares
    entre toda la Cristiandad. Es un hecho profético el tan
    necesario regreso a las raíces por parte de las muy
    variadas confesiones del Cristianismo, que "sólo
    podrán sobrevivir en el tercer milenio en el
    espíritu y en la figura de una verdadera
    ecumenicidad"63.

    Pero la apertura cultural como actitud humanista no
    significa necesariamente caer en un relativismo
    anti-cristiano. Si se está en gracia santificante, si se
    confía en la guía del ESPÍRITU SANTO, si se
    posee una sólida base magisterial, entonces las
    actualizaciones, el diálogo y las libertades que ofrecen
    depuración a los errores, cerrazones, sugestiones,
    miopías, enceguecimientos y fanatismos pre-juiciosos
    co-laborarán, justamente, a la perfección del
    conocimiento y a la capacidad para comprenderlo. Quien así
    siga aprendiendo del ESPÍRITU demostrará la
    maravillosa virtud del equilibrio, sin duda una condición
    para llegar a ser un buen profesor de religión.

    3. El discernimiento: la praxis64
    dará la inteligencia

    Por consiguiente, pidiendo la gracia de DIOS se puede
    tomar una decidida conciencia sobre la necesidad de superar el
    subjetivismo, que fácilmente puede conducir a una
    sesgadísima visión de la realidad y a una injusta
    discriminación contra las personas.

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