Monografias.com > Lengua y Literatura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Un soneto con folclor



    Hace mucho tiempo yo mantenía la inquietud de
    difundir un listado de esos nombres curiosos, extraños y
    feos; igualmente, encontrar una oportunidad para exteriorizar
    esos sentimientos de disgusto represados, a causa de las
    exageradas dosis de religión dogmática e
    incoherente suministradas por mi abuela paterna y mis
    tías, quienes cuidaron de mi, en mis primeros años
    de existencia. Además de la mal recordada maestra de
    escuela, que los días viernes, me ponía tareas
    intensas del catecismo del padre Gaspar Astete, y cuantas veces
    me equivocara, ella me castigaba con un látigo que no era
    de juguete.

    Hoy día, diré como decía un
    célebre político. Busco regurgitar ese "sapo" que
    tengo atragantado desde mi infancia, y solamente con este
    vermífugo compuesto de pasión, folclor y prosa,
    logro el alivio de esta larga pena que no quería llevar
    hasta la fosa.

    Libartm

    Siempre nos llamó la atención
    aquellos nombres curiosos, tan extraños y tan feos; es lo
    que hablábamos con el compadre Doroteo.

    Fue por eso que Silvano, Aparício, Cromogeno,
    Isipión, Eutimio
    y el Ananias, nos fuimos
    buscando nombres que aún se escuchan por estos
    días.

    Peregrinamos por villorios, poblados, y
    veredas.

    Rosendo el zapatero, Eustaquio el
    peluquero, Eeliodoro el herrero, Leopoldo y el
    lechero Don Renato, que no podía faltar, como
    chismoso y buen pato.

    Se sumó a la caravana, Isauro, Gumersinda,
    Servanta, Genaro, Zenaida, Eladio
    y también el enano
    Arcadio.

    Nos dijeron que Saín, Polonia, Romualda, y
    Joaquina, sabían que en la hacienda del Bizcocho,
    los nombres curiosos y feos, son como veintiocho.

    Con Florínda, Fulgencio, Cupertino, Graciano,
    Clarencio
    y el Erasmo, llegamos un poco temprano
    henchidos de entusiasmo.

    Y con la ayuda de Catalina,
    Agripina,
    don Claudino y Don Orfeo, pudimos
    conocer más nombres que son raros, extraños y
    feos.

    Carlota, Ignacia y Tomaza la dueña
    de casa con su hermana Leopoldina, nos invitó a
    tomar café en el rincón de la cocina.

    Impartiendo órdenes decía:

    –¡Celina, Devora y Ruperta! Espante
    el marrano que está osando en la cerca!

    –¡Celiano, Crisóstomo, Sandalio y
    Zenón! a trillar maíz en
    pilón

    –También Elódia, Berenice y
    Liberata, que ahuyente lejos la gata, que se roba la carne
    ahumada el queso y la patata.

    –¡Venga usted, Leovigildo! también
    Teodoro, Rito, Segundo, Rufino y Capitolino! a
    ordeñar todas esas vacas para atender a la gente que
    vino.

    Silvestre y Rómulo,
    Alípio,
    también Ruperto y don

    Ulpiano, se van a coger cacao para asolearlo
    temprano.

    –Rulfo, Adonaí, Faustino, Natalicio, Gaspar y
    Baltasar,
    que vayan salando carne que hay mucha para
    asar.

    Magnifico, extraordinario, escuchar esos
    nombres raros, extraños y feos, eran las opiniones de
    Eliseo y Mardoqueo.

    Nos despedimos con alegría del anfitrión
    don Aquileo, pues grandes son los deseos de buscar
    nombres, raros, curiosos y feos.

    Caminando por un sendero que venia de la comarca, nos
    encontramos a Secundino, Remigio, Eduarda, las hijas de
    Saturia, Zoraida, Casimira, Victoria, Perpetua y
    Anacleta.

    También venia, el chunco Solón,
    Cantalicio,
    el viejo

    Anselmo, Petronio y el cojo
    Dionisio, pedaleando en bicicleta.

    Más adelante nos topamos, con los aserradores
    Victoriano, Floriano, Gorgonio y el Emiro, que
    venían cantando contentos con el Tuerto
    Argemiro.

    Seguimos por el sendero para llegar al
    pueblo del carnaval, para escuchar nombres extraños raros
    y feos del bendito santoral.

    En el Pueblo de Palermo, fue donde yo nací, y a
    la patrona

    Santa Rosalía, le celebraban con
    frenesí.

    El Obispo oficiaba misa y bendecía
    el palco de celebraciones; suenan cohetes, y prenden castillos
    con todas las atracciones.

    ¡Ya huele a pólvora, a incienso, mirra y
    otros vapores! Mientras tanto en sus moradas, Hermelinda,
    Veda
    y Ramona su entenada, se encuentran
    muy ocupadas; preparando la lechona, longanizas,
    chicha y empanadas; todo para vender, allá en
    la fiesta brava.

    Al fin llegamos al pueblo donde encontramos nombres por
    montón, como: xisto, Checo, Epaminondas, Cipriano,
    Flaminio, Sedelonio, Amancio, Edusmildo
    y
    Asunción.

    Allí estaban de fiesta y llegaba la banda de
    viento, Severiano, Plutarco, Lusmilo y Roncancio,
    pidieron tocar un porro; los embriagados ya gritaban, ¡Que
    bailen los cachiporros!

    Los carniceros Cornelio, Eusebio y Avundio
    vendían carne borrachos, pues habían corralejas, y
    heridos por los cachos.

    Había peleas de gallos, bingo, juego de dados, y
    también exhibiciones de caballos bien montados.

    Contó Fluvio que en
    décadas pasadas, el Sacristán Porfirio, los
    acólitos Gerbacio, Teodulo, Silverio, Afranio y la
    monja Sor Rosenda, recibían atareados toda clase de
    ofrendas. Como:

    Terneros, chivos, gallinas, huevos, cerdos y de todo lo
    que produce una próspera hacienda.

    También recaudaban dinero para la urna del Divino
    Niño, fue lo que nos contó, Eloísa y
    el Juandiño.

    Dijo Misiá Teodócia: –mire! que
    cosa tan curiosa; parece que El Nazareno y todos los demás
    Santos, tuviesen fincas, cuenta corriente, pirámides y
    también tramposos bancos.

    ¡Y si esto no es así, quién disfruta
    de esta cosa? Fue el interrogante de Amadeo y
    Sinforosa; pues esto lo decían tristones,
    risueños, en poesía y prosa; — mientras la casa
    cural humea de comida sazonada y bien sabrosa, los pobres
    apretamos correa de manera pavorosa.

    Agregaba Trinidad y Genoveva: –le recuerdan a
    los feligreses, recibir todos los sacramentos: Bautismos,
    Confirmaciones, Primeras Comuniones y también los
    Casamientos; pues las parejas que no sean casadas, son
    amancebadas. Y para aquel que no sea bautizado, en el limbo
    será esperado.

    El pastor don Zacarias, de la
    Iglesia de la Reforma, en muy elegante carro andaba, asustando a
    sus fieles con temeraria exposición, pues hablaba de penas
    eternas, del Diablo con tridente rabo y cuernos, oliendo a cobre
    y azufre, venido de los infiernos; y esto para obligar al pago,
    de los mal llamados "diezmos".

    Dante se le quedó pendejo en lo que éste
    describía, pues estas son las estrategias para su "buena
    economía".

    Dijo don Pompilio y Martiniano,
    acompañado de Savas y Avelino: –La casa
    donde vive el Pastor, es todo un palacete; mantiene la
    despensa llena, muebles finos, dinero en la caja fuerte y toda
    clase de juguetes… Y todo esto, a costillas de los pobres
    hugonotes.

    Al principio de la noche después de la
    procesión y misa de inauguración, nos contó
    Eusebia, Gertrudis y la Abuela
    Presentación. —Se prendió la fiesta
    patronal, junto al parque y la Registraduria, donde pronto
    sonaron las modernas melodías: Rock Reggaetón y no
    sé que más seria

    —consumían mucha cerveza, aguardiente de
    alambique, ron, whisky chiviado, tabaco, marihuana y otras
    porquerías.

    Ocurrieron muchas riñas y heridos
    por montón, comentando con detalles el curador Don
    Melitón.

    –Fue por culpa de los políticos dijo
    Epifánio y Filemón, pues estaba la
    plana uribista, los del Polo, muchos godos, manzanillos,
    cachiporros, y el periódico amarillista.

    Mi teléfono ha estado chuzado siguiéndome
    la pista, pues que si sigo con esta jodencia, seria descomulgado
    y declarado comunista.

    Evocando a Villavieja y el desierto de la Tatacoa,
    allá debajo de la gran Ceiba de la plaza municipal, mi
    tía que era maestra, me decía en trance paranormal:
    –mi anhelo y mi deseo, es que cuando grande, seas conservador y
    Sacerdote Jesuita, empero su desencanto fue, que resulté
    Espiritista y Socialista.

    Me topé allí al Señor
    Amézquita el periodista, estaba tomando nota de la
    fiesta pagana y fariseista.

    También al Profesor Elmiro quien no quiso
    hace la revisión, de este bello soneto que es digno de
    admiración.

    Me dijo que no quería tomar droga,
    que el médico en el seguro le formuló. Diclofenaco,
    acetaminofen, loratadina, mejoralito, aspirineta; es droga
    generalizada para la pobre sociedad, es el gran
    negocio de las E. P. S. hasta en pediatría y
    maternidad.

    Y como no podían faltar, llegaban en camioneta
    los sinvergüenzas de Plinio y Ezequiel, trayendo para
    las fiestas, prostitutas a granel!.

    Y conocí muchas, de esas sinvergüenzas! pues
    estaba Caridad Belarmina, Aminta, Vitalina, Fidelina, la
    Felicinda y Placeres; Llegaba también
    Modesta, con la. carateja Plinia Isabel, y
    también venia con estas, la viuda de
    Pedronel.

    Que cosa tan bellaca! dijo Doña Renata;
    –que vengan las vagabundas a llevarse toda la plata.

    Días después, decía doña
    Evelia: —Dios mió, que horrible
    comedia!

    Pues estaban Clímaco, Magdalena, Clemencia,
    Inocencio, Benigno
    y Tancredo, arrodillados muy
    juiciosos, rezando el yo pecador, el Ave Maria y el credo; ya se
    estaban preparando para entrar en confesión, buscando
    borrar pecados cometidos en rigor, como el adulterio, pedofilia,
    pederastia, robo, borrachera y fornicación.

    El teósofo Nicéforo, nos dio una
    explicación, que fue en un Concilio Ecunémico, que
    se abolió el asunto de la
    reencarnación; para imponer las indulgencias,
    como negocio del perdón.

    Opinaba el sacristán Timoleón: –el
    sacramento de la bendita comunión, es con galleta redonda,
    insípida, que representa el cuerpo del Señor, por
    eso no se mastica, se mama, se reverencia con fervor,

    Ofelia, Drigelia, Efigenia y Lasténia
    decían que según los católicos, Cristo se
    hizo crucificar, para borrar con su sangre los pecados, que el
    hombre pueda cargar.

    –No! Exclamaba el filósofo Salvador, —el
    cinismo, el fariseísmo, y la hipocresía, no es
    apenas de estos días; pues viene de la antigua Grecia,
    Egipto, Israel, Roma, y también de los de
    Mahoma.

    —Empero son también aquí, los de Sagrado
    corazón! Metió la cucharada el fullero de
    Isipion.

    Las Hermanas Abundia, Socorro, Amantina, Bernarda,
    Angelina
    y Felisa compraban velones, escapularios,
    medallas y el libro de asistir a misa.

    Tuve la gracia de conocer al Padre
    Cervelión que tanta lora les dio; poniendo nombres
    tan feos en toda la región.

    Con Romelia y Pola encontramos
    muchos nombres raros y feos de la pila bautismal. Ahí
    efectuaban bautizos infalible semanal.

    Olegario nos decía: –los
    presbíteros de esos tiempos eran los que determinaban,
    como se tenía que llamar el niño o la niña
    que bautizaban.

    Miraban con detalle, el listado del santoral; y
    así quedaba la guambita o el guámbito condenado a
    soportar, un nombre raro y feo, por el que muchos
    reirán.

    Y al pasar frente al cuartel de la respetable
    Policía, oí llamar lista, pero algo yo no sabia,
    que a ellos y a los militares por el apellido
    llamarían.

    Así fue que escuche con atención y
    picardía, los apellidos más raros que tampoco
    conocía:

    Meñaca Ceferino, Yanguas Atilano,
    Guacaneme Crepúsculo, Amador Secundino,
    Reinoso Habacuc, Godoy Audelino. Barrigas
    Cayetano, Chicamocha Peregrino, Mojica
    Celestino. Aquinallá Ruperto, Maduro
    Bernabé, Másmelas Prudencio,
    Tierradentro Desiderio, Gorrón Dioselino,
    Peralta Laurentino, Porras Constantino,
    Chalita Paulino, Chancleto Aniceto,
    Canacué Angelino, Cabezas Merejo,
    Peralta
    José Onias, Panesso Vitalino,
    Cogollo Clementino, Mogollón Griseldino,
    Pión Onoraldo Piojento Damian,
    Cangrejo Pasífico, Piernagordas
    Próspero, Godoy Elí,
    Patascoy Sesamo, Chaparro Lisinio, Chilito
    Arcenio, Chona
    Adonaí, Y Pidiachi Tumay Juan De
    Dios.

    El loro de Rebeca, lo llevaron a la
    comisaría, todo por ser grosero con el doctor de la
    notaría.

    Al burro del boquinche Ambrosio lo arriaron para
    el coso. Cuando lo estaba ensillando, le dio un brutal mordisco
    en el bozo

    Nos reunimos con Osvaldo, Graciano, Puno,
    Benedicto
    y Don Onias, buscando cambiar los nombres
    que la gente ya no quería.

    Por esto llamamos a Cloromiro, a Nicanor,
    Sérvulo, Severiano, Absalón,
    Eurípides Cromácio
    , Procopio y Anastacio
    para que se encargaran de ese caso; se sumaron en la tarea,
    Serafín, Apolinar el secretario, y el notario
    Bonifacio. .

    Fue así que el día siguiente como que algo
    yo sabia, encontramos tanta gente, haciendo cola, allá en
    la Notaria, estaba Juventina, Pantaleón,
    Teodolindo,
    Don Segundo, Pancracio, Natalio,
    Asención
    y Milciades, participando
    también de estas novedades, Don Mariano,
    Juvenal,
    don Cristancho,. Obdulio, Lorenzo, Celso,
    Bernilda
    y el Fecundo, que también
    venían cargando con esos nombres inmundos. .

    Observé a Federico,
    Teófilo, Clemente, Máximo, y a
    Pulécio, diciéndole al notario que les
    quitara ese adefesio.

    Se sumó el rucio Timoteo, Evelio, Venancio, y
    Teodoberto,
    pues todos iban al cambio contentos con rumbo
    cierto.

    También en la fila estaban, Justino, Pascual,
    Dimas, Parménides, Próspero, Luciano
    , el
    corregidor don Crispín, Petronio y el
    Espiritista Celemín.

    Y otros más habían: Caridad, Faviana,
    Patrocinio, Floresmiro
    , Feliciano, Florentino,
    y el Joel, que venia acompañado de su nieta
    Anavel.

    No faltó el viejo Sósimo, don
    Frutoso, Justino, Uldarico, Don Audocio, el
    carpintero Reimundo, Onofre, Silverio, Régulo y
    Melécio, estos conformaban otros
    adefesios.

    El profesor Arquímedes, Lucilo,
    Celso
    y Nicanor, en el parque lamian helados,
    mitigando tanto calor.

    Los Doctores Eloy, Mardoqueo, Cresencio,
    Patrocinio
    , Querubín y el médico
    Fermín, se fueron a la diligencia, hasta poderle
    dar fin.

    También tramitaba. Cornelio,
    Tobías
    , Célico, Liborio, Don
    Abdón y Jeremías, no escapando
    Narciso el fontanero, acompañado de Federico
    el sepulturero.

    Esto dijo Domitila al mirar la casa cural, mi nombre no
    viene de pila, de la lista del santoral, el cura se
    equivocó, pues mi nombre es muy liberal!

    El dueño de la funeraria, cuyo nombre es
    Emeterio, junto con Telesforo y Quiterio,
    decían; — los nombres extraños raros y feos,
    solamente quedarán inscritos, en las viejas lápidas
    de los antiguos cementerios.

    El mariposo de Agapito, y la marimacho
    Seferina, se fueron de paseo en una hermosa
    berlina.

    En tanta conversación que escuche con
    atención, decía el joven Asisclo sin
    preámbulos y con decisión; –hasta con el nombre
    José me aguanto, pero no con el de Asisclo!
    Cámbiemelo! por favor, por el nombre de
    Francisco.

    En la plaza de mercado, otro comentario había de
    parte de Apolonio y Doña
    Sacramento.

    — es que muchos de esos nombres vienen, del nuevo y
    del Antiguo Testamento;

    Tales como: Tomás, Gaspar,
    Bartolomé, Eleazar e

    Isaías

    Muy aburrida estaba la negra Doña
    Juana; y el vecino le decía; no se
    asuste mi querida hermana! pronuncie en vocablo gringo, y le
    resulta el nombre Johanna.

    De pronto habló también, la
    Señorita Melania. — Busquemos nombres nuevos, que
    vengan de la Alemania.

    La Señora Avelina, la mujer de
    Evangelista, propuso buscar otros nombres en la Rusia
    Socialista.

    Sonaron bonitos nombres: Tania, Nikolay
    Nikolavich
    y la bella Natalí
    Eduvijes, Milagros y Roverta, las hermanas de
    don Josias, eufóricas
    decían:

    –No queremos más nombres "godos", ni apellidos
    de policías.

    Zoila, Cilenia, Luz Mila, Eusebia, Transito,
    Jova
    , Noelia y Filemón, llegaron con una
    horrible razón. Que se había muerto, el
    Presbítero Cervelión.

    La enfermera Piedad, Anatólio Dolores,
    Cruzana, Rosana, Conchita, Meregilda y
    el médico
    Simeón, brincaron de contentos por ese
    noticionón

    –Que lo entierren bien profundo!, dijo Doña
    Pasión, para que no vuelva a venir más, a
    tirarse la región; poniendo nombres tan feos como:
    Petronila, Ovidia, Posidia, Secundina, Griselda, Presencia,
    Resurreción, Carlinda, Encarnación, Transito,
    Bárbara
    , Visitación, Serafina y toda esa
    pantomima.

    Micaela, Zunilda, Luciana, Hermelinda, y la hermana
    Ascención,
    resolvieron ir al novenario, del padre
    Servelión Rosario, Lucila,
    Lucrecia, Justina, Felisa, Primitiva, Tarsicia y Narcisa
    , son
    las viejas beatas que nunca dejan de ir a misa.

    Y la piadosa Hortensia, Justina, Romelia, Severiana,
    Verónica y Nicásia
    , se santiguaban tantas
    veces, por escuchar esa desgracia.

    Hablando de pederastas dijo Isidoro el
    nieto de Estanislao, –cuando yo fui monaguillo, por poco
    fui violado.

    –Con las monjas no me meto, porque a mí, estas
    siempre me gustan. Le coqueteaba a Enriqueta, a
    Eudocia y también a la Tiburcia.

    —Me obligaban a ir a misa, al rosario con
    letanías, que cosa tan aburridora; ¡hay Dios y
    Virgen Maria!.

    –Yo estudié en una escuelita sin pupitre ni
    taburete, sin embargo no faltaba, el catecismo del padre
    Astete.

    ¡Que porquería! Dijo el niño
    Carmelo. –Eso es más feo, que comer echado en el
    suelo;

    –Y eso que nos escapamos de la "Santa"
    inquisición, con esos terribles malandros, de
    Torquemada, Gregorio Ildebrando y el Rey Fernando.
    .

    La solterona Soledad, es muy lambe ladrillo,
    postuló al tío de sacristán, y al sobrino de
    monaguillo.

    Faustina, Prisila, Eudora y Nativa,
    resolvieron visitar, a las brujas Regina y
    Dioselina; para que les echara el naipe, y les fumara el
    tabaco, con un muñeco de cera envuelto en un negro
    trapo.

    Le recordamos al personaje que hemos visto en
    televisión, ¡que de
    Espiritismo no hable! como tema de
    diversión! mire el diccionario o el Internet con
    atención, y encontrará que
    Espiritismo, es ciencia, filosofía y
    religión, pues es el Cristianismo bello y puro en toda su
    dimensión; no tiene. Dogmas, liturgias, rituales, negocio,
    idolatría ni superstición.

    Silveriana, Natividad, y Rita,
    fueron a buscar a Pastora, para chismosear
    con Petra, Sabina, y misia Audora.

    Viendo ese corrillo que formaban Dorotea, Cleofes,
    Clementina, y Doña Flora,
    me propuse a preguntarles, a
    como conversaban la hora.

    Comentaban Lucinda y Maria Melba; —en el
    pueblito del Caguan, hacen grande romería, Para
    celebrarle a San Roque y su perrito, que a sus llagas el
    lamía.

    Delfina y Noelba decían, –Es
    oportunidad del rebusque, para la gente de galerías, con
    la venta de "reliquias", y toda clase de galguerias.

    En cuestión de apodos, Virgilio y
    Braulio comentaban..

    Campoalegre ha sido especial; pues
    allá no se escapa godo, ni tampoco liberal!

    Conceptuó don Honorio y don Petronio;
    La guerrilla, las bacrin, los paras, tienen los
    alias, como parte de su patrimonio.

    Ponponio riéndose decía: –A los
    mecánicos y carniceros, les ponen apodos feos
    y Groseros.

    Así amigo lector, siga recordando
    nombres raros, curiosos, extraños y feos
    hasta de la parroquia de san Quintín!

    O busque en el almanaque Bristol, porque mi
    soneto, ya tuvo fin….

    Libartm

     

     

    Autor:

    Libardo Trujillo
    Medina

    Neiva Huila

    Junio, 2014

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter