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El Aborto (página 4)




Enviado por axel_19



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Además de las autoridades que ya citamos que
afirman que la "anticoncepción de emergencia" no es
abortiva debido a que el embarazo no comienza sino hasta la
implantación, otras entidades internacionalmente conocidas
también alegan lo mismo. Por ejemplo, MEXFAM, la filial de
la IPPF en México, declara lo siguiente: "El uso de la
"anticoncepción de emergencia' no produce un aborto. De
hecho, este tipo de anticoncepción evita el embarazo y por
ello reduce la necesidad de inducir un aborto. La ciencia
médica define el inicio del embarazo como la
implantación de un óvulo fecundado en la capa que
recubre el útero. La implantación ocurre de 5 a 7
días después de la fecundación. Los
anticonceptivos de emergencia funcionan antes de la
implantación y no cuando la mujer ya está
embarazada"8.

El Dr. Juan Carlos Vargas, director científico de
Profamilia, la filial de la IPPF en Colombia, afirma lo mismo.
Según él, "para la institución [Profamilia]
no se trata de un aborto pues según un extendido criterio
médico el embarazo comienza sólo cuando el
óvulo fecundado se implanta en el
útero"9.

Como puede observarse, ambas filiales de la IPPF afirman
que su definición del comienzo del embarazo se funda en lo
que dice la ciencia médica. Por su parte, MEXFAM alega que
su información sobre este tema se basa en la literatura
médica de la Oficina de Investigación en
Población de la Universidad de Princeton.

Es posible que MEXFAM haya obtenido también su
definición del comienzo del embarazo de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que a
continuación en su sitio electrónico MEXFAM afirma:
"De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la
anticoncepción de emergencia se usa para prevenir el
embarazo después de un acto coital no protegido [es decir,
en el cual no se usaron anticonceptivos], posiblemente
fértil"11. Ahora bien, como acabamos de ver, MEXFAM afirma
que los anticonceptivos de emergencia actúan
después de la fecundación (es decir, de la
concepción) y antes de la implantación. De manera
que parece ser que, según la OMS, el embarazo comienza en
la implantación, no en la fecundación.

Otra posible fuente médica de ambas
instituciones, es el Colegio de Obstetricia y Ginecología
de los Estados Unidos (ACOG), el cual, en 1965, definió la
concepción como "la implantación de un óvulo
fertilizado".

Con respecto a esta definición de la ACOG, es
importante observar, sin embargo, que se trató de un
cambio en la manera de definir la concepción, la cual
hasta ese momento había sido definida por la medicina como
la fertilización del óvulo por el
espermatozoide.

Más aún, el ya mencionado cambio no parece
haber estado motivado por la evidencia científica, sino
por otro tipo de intereses. El Dr. J. Richard Sosnowski,
presidente de la Asociación de Obstetras y
Ginécologos del Sur de los Estados Unidos declaró
en 1984: "No me parece algo excelente practicar una gimnasia
semántica en una profesión… También me
preocupa que, sin ninguna evidencia científica para
justificar el cambio, la definición de la
concepción, como la exitosa penetración
espermática del óvulo, haya sido redefinida como la
implantación del óvulo fertilizado. Me parece que
la única razón de esto fue el dilema que
causó la posibilidad de que el dispositivo intrauterino
funcionase como un abortivo".

El Dr. Sonowski no es el único a quien le
preocupa que la redefinición del embarazo como la
implantación se deba al deseo de evitar llamarle abortivo
al efecto de ciertos métodos del control de la natalidad.
En Colombia, por ejemplo, se ha generado una polémica en
torno al uso de las píldoras anticonceptivas como
"anticoncepción de emergencia", ya que uno de sus posibles
efectos es la alteración del útero de tal manera
que el óvulo fecundado no puede implantarse en él.
"La Corte Constitucional declaró en 1994 que la vida, para
la legislación colombiana, comienza en el momento de la
fecundación: es decir cuando el espermatozoide fecunda al
óvulo". En ese caso, el ya mencionado efecto
antimplantatorio de los métodos de la
"anticoncepción de emergencia" sería abortivo y por
tanto se estaría violando la ley colombiana, la cual
prohibe el aborto. De ahí que el Dr. Vargas, de
Profamilia, negara, como ya señalamos, que las
píldoras anticonceptivas y el DIU tuvieran efectos
abortivos, basándose en que el embarazo comienza en la
implantación, no en la fecundación.

Parece ser entonces que la definición de la
concepción como la implantación, que proponen
algunas entidades conocidas internacionalmente, se basa
más bien en el intento de negar el efecto abortivo de
ciertos métodos del control de la natalidad.

Queda por examinar entonces qué dicen otras
institucions públicas y fuentes médicas sobre
cuándo comienza el embarazo y qué es lo que
constituye el aborto.

El Departamento de Salud, Educación y Bienestar
de los Estados Unidos o HEW (Department of Health Education and
Welfare) definió en 1963 los procedimientos abortivos de
la siguiente manera: "Todas las medidas que impiden la viabilidad
del cigoto en cualquier momento entre el instante de la
fertilización y el parto constituyen, en sentido estricto,
procedimientos para inducir el aborto"17. Obsérvese que en
esta definición del aborto está implicada
también la definición del comienzo del embarazo
como la fertilización y no como la
implantación.

Como ya señalamos, el Colegio de Obstetricia y
Ginecología de los Estados Unidos, dos años
después de esta definición del HEW, cambió
la definición del comienzo del embarazo por la
implantación. Sin embargo, hasta ese momento todos los
científicos reconocían que la concepción
comenzaba en el momento de la fertilización del
óvulo por el espermatozoide.

¿Qué ha pasado después de esa
fecha? No tenemos el espacio aquí para dar una lista de
todos los diccionarios médicos, pero señalamos a
continuación siete de los más respetados libros de
texto de medicina, publicados entre 1978 y 1995, todos los cuales
definen el comienzo del embarazo como la concepción, y a
ésta como la fertilización del óvulo por el
espermatozoide: Butterworth's Medical Dictionary, 2a
Edición, 1978; Gould Medical Dictionary, 4a
Edición, 1979; Stedman's Medical Dictionary, 26a
Edición, 1995; Harrup's Dictionary of Medicine and Health,
1a Edición, 1988; Mellon's Illustrated Medical Dictionary,
3a Edición, 1993; Oxford Concise Medical Dictionary,
4ª Edición, 1994 y Pearce's Medical and Nursing
Dictionary and Encyclopedia, 15a Edición,
198318.

El Dr. Ralf G. Rahwan, Profesor de Farmacología y
Toxicología de la Ohio State University en los Estados, en
una carta que le envió a la prestigiosa revista
médica Lancet, y que ésta le publicó,
también define la concepción como el momento en que
el espermatozoide penetra y fertiliza el óvulo para formar
un cigoto viable.

La mayoría de estas fuentes también le
llaman al resultado de la concepción: embrión, feto
o hijo. O sea, identifican al cigoto con un nuevo ser individual.
Encontramos esta misma identificación en las definiciones
de la concepción de otras autoridades importantes de la
ciencia médica. Por ejemplo, el eminente investigador
australiano y experto en el SIDA, el Profesor John Dwyer, ha
descrito el momento en que el espermatozoide penetra el
óvulo como la creación de un "único y nuevo
individuo". El Mosby's Medical, Nursing and Allied Health
Dictionary define el embarazo de la siguiente manera:

"En el preciso y único momento de la
concepción, la mujer está embarazada con un nuevo
ser individual". El Profesor Drek Llewellyn-Jones, un muy
conocido escritor sobre temas médicos, también ha
definido la concepción y el comienzo del embarazo diciendo
que cuando el material genético masculino del
espermatozoide se une al material genético femenino del
óvulo, "se forma un nuevo individuo".

Es importante observar también que tanto el
Profesor Rahwan, como los siete diccionarios médicos que
mencionamos, coinciden en que el término abortivo es la
descripción biológica exacta de cualquier
fármaco o dispositivo que cause una acción
después de la concepción. Por su parte, el
diccionario médico Mosby's, que también citamos,
afirma que cualquier acción causada por un fármaco
o dispositivo usado después de la concepción no
puede llamarse una acción anticonceptiva.

De manera que tenemos un gran número de eminentes
personalidades y fuentes del campo de la medicina que afirman que
el embarazo comienza en la concepción, que ésta
consiste en la fertilización del óvulo por el
espermatozoide, momento en el cual comienza a existir un nuevo
ser humano individual, y que el aborto es una acción que
impide la viabilidad de este nuevo ser en cualquier momento a
patir de la fertilización o concepción hasta el
momento del parto. Ninguna de ellas indentifica la
concepción con la implantación, sino que afirma que
este suceso tiene lugar varios días después de la
fertilización.

Conclusión

¿Qué hacemos entonces ante la divergencia
de posturas con respecto al comienzo del embarazo y al momento a
partir del cual ocurre el aborto? Lo más honesto que se
puede hacer es lo siguiente:

(a) Reconocer que las fuentes autorizadas que afirman
que el embarazo comienza en la concepción –momento a
partir del cual cualquier acción que, interrumpiendo dicho
embarazo, haga imposible la viabilidad del ser humano concebido,
constituye un aborto — son al menos tan numerosas y serias como
las que afirman lo contrario.

(b) Las autoridades que han redefinido el comienzo del
embarazo como la implantación, y que basadas en dicha
redefinición niegan que el aborto ocurra antes de
ésta, parecen estar motivadas más bien por la
preocupación de no llamarle abortivos a los métodos
de la "anticoncepción de emergencia" y a otros
métodos anticonceptivos que en los datos
médicos.

(c) Ante tal divergencia de opiniones con respecto a un
asunto tan importante en el cual está en juego la vida de
incontables seres humanos y ante la evidente necesidad de seguir
lo mejor que la ciencia moderna nos ofrece, no queda otro recurso
que pronunciarse en favor de la vida de dichos seres humanos. De
otro modo se estaría corriendo el riesgo de condenar a la
muerte a un enorme sector de la humanidad, cuyo único
"delito" es no haber llegado todavía a implantarse en el
útero de su madre.

Pero hay más todavía. Recientemente Vida
Humana Internacional recibió de su filial en Colombia
("Cultura de la vida humana") ejemplares de dos de los libritos
de la oficina de Profamilia (la filial de la IPPF en ese
país). Uno de ellos se titula Cuadernillo estudiantil:
Fecundación, maternidad y lactancia, en el cual se afirma
lo siguiente: "El sexo de la criatura queda establecido en el
instante de la fecundación" (p. 4) y "se llama
gestación al desarrollo de la criatura dentro del vientre
de la madre desde el momento de la fecundación hasta que
nace" (p. 13). El otro librito se titula Cuadernillo estudiantil:
Novedades anticonceptivas y métodos en
investigación, en el cual se afirma lo siguiente respecto
de los métodos post-coitales, o sea, los que se utilizan
como "anticoncepción de emergencia": "Se denominan
así aquellos métodos que se utilizan después
de la relación sexual o para evitar que prosiga un
embarazo no deseado" (p. 6). Luego pasa a describir estos
métodos, que son las píldoras anticonceptivas, el
dispositivo intrauterino y la RU 486.

Evidentemente, si el comienzo de la gestación o
del embarazo ha sido definido en el momento de la
fecundación, se deduce que Profamilia está
admitiendo que estos métodos son abortivos, pues el aborto
es la interrupción del embarazo que resulta en la muerte
de la "criatura" (como esta misma organización le llama al
ser humano no nacido en su propia publicación). Por otra
parte, como vimos al principio del artículo, el Dr. Juan
Carlos Vargas, director científico de Profamilia, afirma
que "no se trata de un aborto pues según un extendido
criterio médico el embarazo comienza sólo cuando el
óvulo fecundado se implanta en el útero". En otras
palabras, Profamilia se contradice al admitir que la
"anticoncepción de emergencia" es abortiva.

En conclusión, la "anticoncepción de
emergencia" tiene que ser absolutamente rechazada. La ciencia, la
ética y el sentido común nos indican que no tenemos
otra alternativa.

Los "anticonceptivos
post coitales" o "de emergencia" son fármacos
abortivos

El uso cotidiano del término "anticonceptivos
post coitales" (APC) no es el adecuado, ya que se presta a
equívocos con respecto a la naturaleza de estos
fármacos. En particular, se puede llegar a creer que los
APC representan el desarrollo de un nuevo tipo de fármaco
dentro del contexto de la amplia categoría de
"anticonceptivos orales" o que los APC constituyen una nueva
categoría de fármacos que antes no
existía.

Ninguna de estas dos alternativas es correcta. Hemos
decidido utilizar el término APC porque es el único
que tanto la comunidad médica como la sociedad utilizan
para referirse a este régimen de fármacos. Sin
embargo, debo afirmar desde el comienzo que se trata de un
término impreciso, ya que los APC se utilizan como
anticonceptivos sólo en rarísimas
circunstancias.

Los fármacos que se utilizan después del
coito son algunas de las distintas formulaciones de las
píldoras anticoncepivas disponibles actualmente. Para
lograr una acción anticonceptiva post coital, se
administra la píldora en dosis elevadas durante un
período de 72 horas. Existen tres tratamientos: tomar
sólo progestágeno, o sólo estrógeno,
o, lo que es más común, tomar ambos,
estrógeno y progestágeno.

La anticoncepción post coital tiene cuatro
posibles mecanismos de acción: impedir la
ovulación, alterar la duración del recorrido del
óvulo por las trompas de Falopio, alterar el ciclo
menstrual e impedir la implantación debido al daño
causado al endometrio.

Si los fármacos post coitales actuasen
exclusivamente para impedir la ovulación, entonces el
término anticonceptivo sería el correcto. Sin
embargo, la investigación que ha publicado Grau en 1994 en
la American Journal of Obstetrics and Gynecology (Revista de
obstetricia y ginecología de los Estados Unidos)
arrojó que los fármacos post coitales actúan
principalmente para ponerle fin a un embarazo viable al
interferir con el endometrio:

"Este mecanismo de acción podría explicar
la mayoría de los casos en los cuales se impiden los
embarazos por medio de la píldora del día
siguiente".

Harper y sus colaboradores llegaron a la misma
conclusión y la publicaron en 1995 en la revista Family
Planning Perspectives (Perspectivas de planificación
familiar):

"Las píldoras para la anticoncepción de
emergencia, conocidas también como píldoras del
día siguiente, son un tratamiento hormonal post coital que
parece impedir la implantación del óvulo
fertilizado".

La Dra. Diana Rabone, de Nueva Zelandia, también
está de acuerdo con esta postura:

"En general, los estudios sugieren que el mecanismo de
acción se debe a la disfunción variable de la fase
luteal, así como a un desarrollo endometrial fuera de fase
–un desfase histológico del endometrio– de tal manera
que es improbable que la implantación ocurra".

Por lo tanto, se debe cambiar el término que
describe este método de regulación de los
nacimientos para fármaco que prococa el aborto. Como ha
dicho el Profesor Rahwan:

"La contraconcepción consiste en impedir la
concepción por medio de la obstrucción de
cualquiera de las fases anteriores a la fertilización del
óvulo. Los mecanismos anticonceptivos
incluirían…alterar la movilidad de los
espermatozoides,…impedir la ovulación o impedir la
unión del espermatozoide y del óvulo por medio de
barreras físicas. La intercepción consiste en
impedir la implantación (anidación) del
óvulo que ya ha sido fertilizado, lo cual, desde el punto
de vista biológico, debe considerarse por tanto una forma
de aborto en las primeras etapas".

  • Efectos secundarios de los "anticonceptivos post
    coitales" (APC) o "de emergencia"

Cuando solamente se utilizan estrógenos como
anticonceptivos post coitales, los principales problemas que
surgen están relacionados con las elevadas dosis que se
suministran en exceso, con los riesgos concomitantes y los
efectos secundarios. La receta de un tratamiento de 5 mg por
día durante 5 días de ethinyl estradiol o de 30 mg
por día durante 5 días de estrógenos
conjugados "equivale a 2 años de uso de 50 ug por
día de anticonceptivos orales combinados".

Las investigaciones que se han hecho sobre el uso de
estas elevadas dosis de estrógenos mostraron que las
náuseas ocurrieron en el 70% de las pacientes y los
mitos en el 33%. También se ha expresado
preocupación acerca del daño causado al suministro
de óvulos durante la vida fértil de la mujer debido
al consumo de dosis tan elevadas de una hormona
femenina.

También se han usado los progestágenos,
especialmente el norgestrel, aunque la mayor parte de las veces
estos agentes se usan para el control de la natalidad post coital
a largo plazo y no para situaciones de emergencia en las que se
usa una sola vez. Las dosis entre 0,35 milígramo y 1
milígramo han sido efectivas, produciendo respectivamente
tasas de fracaso, que han sido corregidas, de 2,2 y 2,8 embarazos
por cada 100 mujeres durante un año de uso.

Los fármacos más comúnmente usados
para la anticoncepción post coital son la
combinación de ethynil estradiol y levonorgestrel.
Normalmente, las dos dosis necesarias de estos fármacos se
toman separadamente, con un espacio de tiempo entre ellas de 12
horas dentro de las 72 horas después del coito. Este
método se conoce con el nombre del régimen Yuzpe.
Aproximadamente el 66% de las pacientes experimentaron
náuseas y el 19% vómitos. La sensibilidad de los
senos es otro efecto secundario. Se ha sugerido que los efectos
secundarios del método Yuzpe son lo suficientemente
desagradables como para desanimar el exceso de confianza en este
método).

Además de estos desagradables efectos
secundarios, se han reportado consecuencias más serias
como el embarazo ectópico:

"Existen algunas evidencias de que hay una mayor
incidencia de embarazos ectópicos, hasta de 1%, en los
embarazos que sí ocurrieron".

También la literatura médica indica que
las probabilidades de incidencia de formación de
coágulos sanguíneos aumenta debido a las dosis
elevadas suministradas a las mujeres.

8.2 Los apc y la compra sin receta de la
píldora

Cuando estaba escribiendo este libro (en junio de 1996),
el uso de la píldora en dosis elevadas como APC no
había sido aprobado ni en Australia ni en los Estados
Unidos por las autoridades regulatorias (la Therapeutic Goods
Administration [Administración de Bienes
Terapéuticos] y la Food and Drug Administration
[Administración de Alimentos y Fármacos]). Si un
médico recetaba la píldora en dosis al nivel de los
APC, estaba recetando fuera de las directrices aprobadas (lo cual
se conoce con el nombre de recetar fuera de los límites de
la licencia). Esta manera de recetar hace que el facultativo se
encuentre en una situación legalmente vulnerable si una
paciente sufre una notable reacción adversa al
fármaco. Recetar según las directrices aprobadas
para el uso terapéutico de un fármaco constituye la
salvaguarda del médico contra el litigio, así como
una prueba tangible del cumplimiento de su deber en el cuidado de
la salud.

Las implicaciones legales del uso de la píldora
como anticonceptivo post coital se extienden más
aún debido a la promoción actual en Australia,
Estados Unidos y Gran Bretaña en favor de retirar la
píldora de la actual categoría de fármacos
que se adquieren solamente por medio de una receta y de
trasladarla a la categoría de los que se pueden adquirir
sin ella.

El entusiasmo de los que promueven este cambio no ha
sido correspondido por parte de los que tendrían que
rendir cuentas, tanto a nivel ético como legal, en el caso
de que una mujer sufriese una reacción adversa por causa
de los APC: los farmacéuticos y los fabricantes de
fármacos. La razón del poco entusiasmo no es
díficil de entender. La poderosa capacidad de las hormonas
femeninas para afectar a cada uno de los aspectos del cuerpo de
la mujer exige la elaboración de un detallado historial
clínico y la realización de un examen físico
que incluya la prueba del embarazo.

Estos requisitos son obligatorios. Solamente un
médico tiene las credenciales para cumplirlos. Apartarse
de este modelo del cuidado de la salud, por cualquier motivo, es
extremadamente imprudente. Retirar estos potentes fármacos
de la categoría de los recetados trivializa la complejidad
de los efectos secundarios de los mismos y, por consiguiente,
rebaja la dignidad de la mujer. Significa, en realidad, que las
mujeres no merecen nuestra preocupación.

Estadísticas
de abortos provocados por los anticonceptivos

Todos los grupos que tratan de correjir algún mal
en la sociedad, citan las estadísticas para documentar sus
reclamos. Los judíos al tratar de erradicar el
anti-semitismo siempre se refieren a sus seis millones de
hermanos y hermanas y a otros seis millones que fueron tan
brutalmente exterminados por la "solución final" del
régimen nazista. Los veteranos de Vietnam nos recuerdan
que 58,000 soldados norteamericanos murieron en las selvas del
sudeste de Asia.

Del mismo modo, los grupos femeninos citan los casos de
violencia doméstica en EE.UU. y los que defienden a los
niños citan el número de casos de abuso infantil.
Los grupos provida hacen lo mismo, pues a menudo citan las
estadísticas sobre los niños que han muerto debido
al aborto.

Es bueno citar cifras de muertes por aborto, pues nos
ayuda a comprender la enormidad de este holocausto. Todos estamos
familiarizados con esas estadísticas: treinta millones de
niños abortados desde que fue legalizado el aborto en
EE.UU. mediante el fallo Roe v Wade en l973; l.5 millones al
año, 4,500 diarios, l87 cada hora, 3 cada minuto, uno cada
l8 ó l9 segundos. Estas son las aterrantes
estadísticas, las cuales reflejan la verdad : que el
aborto mata niños a una escala casi
inimaginable.

Debemos decir la verdad

Me entristece el tener que decirle que estas
estadísticas sobre las muertes debido al aborto,
están totalmente equivocadas. Si aceptamos la verdad de
que la vida comienza en el instante de la concepción, como
personas provida tenemos que ser honestos con nosotros mismos y
modificar estas estadísticas.

Quisiera poder decirle que las estadísticas que
voy a compartir con Ud. han sido exageradas, pero en realidad no
es así. Están muy por debajo de la realidad.
¿ A qué me refiero? Al control natal que provoca
abortos: métodos como la píldora, el DIU
(dispositivo intrauterino), el Norplant y la Depo-Provera, los
cuales muchos piensan son anticonceptivos pero en realidad matan
niños por nacer.

Esto significa que producen el mismo resultado que el
equipo de succión del abortista, la solución
salina, la "regulación menstrual" o el "curetaje" : una
criatura muerta. Hasta que los principales grupos provida de
EE.UU. incluyan estas muertes debido a los abortivos en sus
estadísticas anuales sobre el número de criaturas
muertas por el aborto, no podrán disfrutar de credibilidad
porque no han defendido a todos los niños por
nacer.

Horrible realidad

¿Entonces cuán grave es la
situación? Debido a que estos abortos se llevan a cabo en
las primeras etapas, muchas mujeres que emplean estos
métodos abortivos de control natal, abortan antes de saber
siquiera que están embarazadas. Estas madres le niegan a
su hijo la oportunidad de implantarse en su útero y de
este modo acaban con su vida.

Documentar con certeza total el número exacto de
criaturas que mueren en estos abortos es imposible. Sin embargo,
tampoco tenemos estadísticas precisas sobre el
número de abortos quirúrgicos puesto que no todos
estos abortos son reportados. Pero sí tenemos disponible
información que puede ayudarnos. Sabemos aproximadamente
en qué porcentaje fallan estos métodos y ocurre la
ovulación. También sabemos el porcentaje de casos
en que una mujer cae embarazada al tener relaciones sexuales sin
haber utilizado anticonceptivos.

Las estadísticas son un
escándalo

Con estos conocimientos, logramos hacer horripilantes
estimados. Los más conservadores con respecto a la
píldora anticonceptiva nos dicen que hay 588,000 abortos
anualmente como resultado de este método. (l,2) Hay buenas
razones para creer que la verdadera cifra es mucho más
alta. Podemos calcular que el DIU causa aproximadamente l,ll6,900
abortos anualmente. (3,4) Otro estimado conservador con respecto
a la Depo-Provera nos muestra que este abortivo causa l,200,000 y
el Norplant 2,250,000. (5)

Aunque estos estimados probablemente están muy
por debajo de las verdaderas cifras, si añadimos a ellos
los abortos quirúrjicos nos encontramos que el
número de muertes anualmente en EE.UU. llega a por lo
menos 5,l54,900. Esta cifra es casi tres y media veces más
alta de lo que habíamos pensado.

Esto significa que l4,l23 pequeñitos niños
mueren diariamente, 588 cada hora, l0 cada minuto, uno cada 6
segundos. Solo Dios sabe cuántos niños han muerto
desde que fue legalizado el aborto en EE.UU. mediante el fallo
Roe v Wade. Sin embargo, la píldora ya estaba en el
mercado y causaba abortos, una década antes de que fuera
legalizado el aborto. Creo que estamos en lo correcto al decir
que la cifra de 30 millones de muertes debido al aborto llega al
doble o quizás al triple o más, desde que
comenzó a usarse la píldora.

Los asesinos más grandes, el Norplant y el
Depo-Provera son de uso más reciente. Por lo tanto
añadir esas estadísticas en esos 22 o más
años no sería correcto. Sin embargo, sabemos que el
número de usuarios de la píldora y el DIU ha estado
declinando recientemente. Por lo tanto, el total de abortos
anuales debido a estos dos métodos fue mayor en el
pasado.

Cálculos de los Infanticidios de Bebés
Nonatos Anualmente en EE.UU.

TIPO

ESCALA BAJA

ESCALA ALTA

La píldora

588.000

14.700.000

El DIU

1.116.900

1.116.900

El Depo – Provera

1.200.000

1.800.000

El Norplant

2.250.000

2.925.000

Abortos quirúrgicos

1.500.000

1.500.00

Abortos por Prostaglandinas y Salinos

50.000

100.000

Totales

6.704.900

22.141.000

Escala baja

Control de la natalidad 78%

Quirúrgico 22%

Abortivo 78%

Escala alta

Control de la natalidad 93%

Quirúrgico 7%

Abortivo 93%

Es el momento de albergar esperanzas

No estaría bien que yo finalizara esta
exposición de un modo tan deprimente. Somos el pueblo de
Dios, el Autor de la Vida y la Verdad. Como líderes del
movimiento provida, debemos tomar este nuevo conocimiento y en
lugar de darnos por vencidos, llevarles a otros estas verdades
para que llegue el mensaje a muchos más. Debemos informar
a nuestras amistades y familiares que están utilizando
estos métodos, confrontándoles con amor cristiano.
Yo sé que esto es muy difícil, ya lo he hecho.
Debemos informar a nuestros pastores. ¿ Se da cuenta Ud.
de que las mujeres cristianas que están utilizando la
píldora o el DIU quizás estén abortando
silenciosamente y sin saberlo en los santuarios de nuestras
iglesias? Una vez que estamos concientes de este hecho,
¿podemos permitir que esto continúe?

Ruego a Dios que nos de la gracia y la fortaleza para no
callar. Si continuamos callando y deliberadamente ignoramos este
holocausto de abortos, no tendremos autoridad moral alguna.
Nosotros, la Iglesia del Dios Vivo, no seremos diferentes al
resto del mundo. No tendremos la autoridad moral para decirle a
la persona que no cree en Dios, que no debe practicarse un
aborto.

9.1 Declaración de la Santa Sede sobre los
anticonceptivos abortivos

Del 19 al 24 de Junio de 1988 se celebró en
Bangkok una reunión auspiciada por la Organización
Mundial de la Salud con el tema:

Etica y Valores Humanos en la Planificación
Familiar:

Diálogo internacional sobre derechos y
responsabilidades de personas y sociedades

La Declaración de la Santa Sede sobre los
anticonceptivos abortivos en dicha reunión fue la
siguiente:

"El derecho a la libertad de conciencia y el derecho a
la información exigen que se informe a las personas que
los usen y a las que se recomiende su uso o se les proporcione
tal producto o medio, sobre los efectos abortivos primarios o
secundarios de dicha sustancia o medio
anticonceptivo."

"Esta seria cuestión ética se plantea
cuando se puede demostrar que ciertos DIU´s,
píldoras o "vacunas" empleadas por la mujer, probablemente
pueden ocasionar de hecho un aborto a corto término. Las
mujeres tienen derecho a saber si el uso de ciertos productos o
medios les provoca abortos precoces. Asimismo los maridos tienen
derecho a saber si la nueva vida humana que han generado queda
destruída antes o después de la
implantación. Los médicos y el personal
para-médico tiene derecho a saber si son agentes directos
que ocasionan abortos precoces."

"Presentar un abortivo como mero agente esterilizador es
decir una mentira, por el hecho, precisamente, de que muchos
usuarios o proveedores se opondrían a tomar parte de un
aborto. Si ocultasen el efecto abortivo primario o secundario de
un producto o medio anticonceptivo, los investigadores y
promotores violarían la conciencia de las mujeres y los
hombres, y también su libertad religiosa y el derecho a
mantener las tradiciones de una cultura, nación o tribu.
Teniendo en cuenta la producción de abortos en el sistema
reproductor de la mujer, se plantea también la
cuestión moral de su derecho a la fertilidad en el futuro
y de su salud física y psicológica."

"La cuestión de conciencia no es una
afirmación directa del Derecho a la Vida; más bien
presenta el derecho de toda persona a mantener y llevar a la
práctica dicho Derecho a la Vida, si así lo han
decidido él o ella. La libertad de conciencia en cuanto
derecho a vivir según un código ético
elegido, debe ser admitida por los investigadores y promotores de
abortivos. Claro está que si los abortivos van
"etiquetados" correcta y sencillamente, muchas mujeres y muchos
hombres, por razones éticas y sanitarias, se
abstendrán de usarlos. Ello demostraría
también que los abortivos no son medio socialmente eficaz
de planificación familiar."

La "regulación
menstrual"

Una estrategia proabortista que se está
utilizando en América Latina es la eufemísticamente
llamada "regulación menstrual", "aspiración
ginecológica" o "extracción menstrual". Todos estos
términos engañosos significan lo mismo: el uso de
aparatos abortivos de succión sin confirmar el embarazo
para así burlar las leyes que prohiben el aborto en los
países latinoamericanos. En efecto, para poder penalizar
un aborto procurado, tiene que haber una prueba del embarazo.
Pero si se lleva a cabo este procedimiento sin confirmar el
embarazo, entonces no hay prueba segura de que se llevó a
cabo un aborto. El Manual de planificación de la familia
para médicos de la IPPF ("IPPF Family Planning Handbook
for Doctors) describe así este procedimiento:

"La regulación menstrual se define
comúnmente como la evacuación del contenido del
útero de una mujer a quien se le ha retrasado su
período menstrual 14 días o menos, que antes tuvo
siempre períodos regulares y que ha estado en riesgo de
concebir. Puede llevarse a cabo antes de la prueba de embarazo
(…) Puede usarse con distintos fines: (1) curetaje
diagnóstico o terapéutico; (2) tratamiento del
aborto incompleto; (3) evacuación uterina antes de ligar
las trompas, cuando la ligadura se realiza en la segunda mitad
del ciclo menstrual y se quiere asegurar que la mujer no quede
embarazada; y (4) evacuación uterina en caso de sospecha
de embarazo.

"En algunos países, la regulación
menstrual ha llegado a ser muy popular y los médicos
privados a veces realizan miles de estos procedimientos al
año. En muchos países la regulación
menstrual es legal, aún cuando el aborto
terapéutico es ilegal, como sucede en bastantes
países de Latinoamérica, donde para poder encausar
a un abortista se requiere un resultado positivo de la prueba de
embarazo."

La IPPF ha suministrado miles de equipos para llevar a
cabo abortos por aspiración al vacío, con el
pretexto de "recoger muestras de tejido" o "terminar abortos
incompletos", pero que pueden ser igualmente utilizados para
practicar abortos por succión en las primeras etapas del
embarazo. De esta forma, la IPPF comenzó hace treinta
años a introducir el aborto a petición en muchos
países en desarrollo. El Dr. Malcolm Potts, que fue un
dirigente de esta organización, reconoce que la
"regulación menstrual" o "extracción menstrual" es
realmente un procedimiento abortivo, y que es un método
simple y conveniente para realizar abortos donde el aborto es
ilegal, y que estos abortos difícilmente podrán ser
enjuiciados:

"El término "regulación menstrual' cambia
las reglas del juego (…) No es factible anunciar procedimientos
de aborto en un periódico de Bangladesh de forma directa,
pero sí lo es cuando se trata de anunciar una conferencia
sobre regulación menstrual en Dacca (…) No es prudente
tener un debate, ni siquiera con discreción, sobre la
función del aborto en la planificación de la
familia en las Filipinas; pero sí genera un enorme e
inmediato interés el debate sobre la regulación
menstrual (…) La regulación menstrual es el
procedimiento más seguro para la terminación de un
embarazo: no existen pruebas de que existió un embarazo, a
menos que el tejido removido del útero sea sometido a un
análisis microscópico. Este punto es de crucial
importancia en países donde el aborto es
ilegal".

Efectos abortivos de
algunos anticonceptivos

11.1 Las píldoras anticonceptivas:

Los anticonceptivos orales o píldoras
actúan impidiendo la ovulación o cambiando el moco
cervical de modo tal que éste impide el paso de los
espermatozoides, teniendo en ambos casos un efecto
anticonceptivo. Pero además producen cambios en el
endometrio uterino que impiden que el óvulo ya fecundado
(o sea de una vida recién comenzada) se anide, siendo este
efecto abortivo.

La concepción o fecundación se produce en
el instante mismo en que el espermatozoide penetra el
óvulo, a partir del cual no cabe duda alguna de que existe
una nueva vida humana.

11.2 Los dispositivos intrauterinos (DIUs):

Los DIUs, tales como el ASA, la T de cobre y el Anillo,
son artefactos de diferentes materiales que se introducen en el
útero para evitar la procreación. Actúan
química y mecánicamente, impidiendo a veces la
anidación del óvulo ya fecundado en el
útero, lo cual es un efecto abortivo.

Este efecto es producido de varias maneras. Los DIUs
aceleran el transporte del óvulo fecundado a través
de la trompa, por lo que al llegar al útero éste no
está capacitado para recibirlo y lo aborta. También
producen destrucción por lisis del blastocisto (el ser
humano en sus primeras etapas de desarrollo); desplazan
mecánicamente del endometrio (la capa que recubre
internamente al útero) al blastocisto ya implantado en
él; impiden la implantación debido a la respuesta
inflamatoria al cuerpo extraño que se produce en el
endometrio; y alteran el proceso de maduración y
proliferación del endometrio afectando la
implantación.

El DIU es un pequeño lazo de metal o de
plástico que se inserta en el útero de la mujer. El
mecanismo de acción es generalmente presentado como
"desconocido". Esta es una concepción amplia y
engañosa que es comúnmente utilizada para esconder
su probable efecto abortivo.

El indicador clave de que el modo primario de
acción del DIU es su efecto abortivo, el cual evita la
implantación del óvulo fertilizado, es la tasa de
embarazo. El hecho de que el embarazo ocurre con una tasa
esperada de 8 (espiral de cobre) a 20 (impregnado con
progesterona) veces más alta que con las píldoras
contraceptivas orales1 combinadas, indica que la ovulación
y la fecundación están ocurriendo
frecuentemente.

El índice típico de embarazo con DIU es
del 16% (16 de cada 100 mujeres que usan este método
durante un año quedarán embarazadas). El
índice de embarazo ectópico es 10 veces mayor que
en la población normal.

En orden de distanciar, confundir o encubrir aún
más la realidad del modo de acción de estos
productos, se declara que el cobre mezclado o incluido en estos
productos es 100% efectivo en evitar la concepción, punto
crucial para mantener la creencia de que la concepción
nunca tiene lugar. Como puede verse fácilmente, dado que
las verdaderas tasas de embarazo son más altas de lo que
se esperaba, esta es una propuesta ridícula. Una
explicación mucho más probable es que el cobre
interfiere realmente con algún proceso enzimático
y/o la implantación de embriones de 5 a 14 días de
edad gestacional.

Otro claro indicador de que el mecanismo de
acción que se alega impide la concepción no es
primario o siquiera realista, es el hecho de que el DIU sin
contenido de cobre u hormona puede prevenir el embarazo por
sí mismo. Otra área a prestar atención para
demostrar el efecto abortivo del DIU es el hecho de que es usado
como contraceptivo de emergencia o contracepción post
coital, al ser insertado varios días después de la
relación. La concepción podría ya haber
ocurrido y la forma más probable de acción
sería la irritación del endometrio a fin de
prevenir la implantación.

Se dice asimismo que, dado que la HCG (gonadotrofina
coriónica humana) no se eleva en la mujer que utiliza el
DIU, el embarazo no ocurre. La HCG sólo comienza a mostrar
aumentos sustanciales en el suero de la mujer tres días
después de ocurrida la implantación. Por lo tanto,
si un DIU afecta la implantación, no habría
elevación de HCG salvo que el humano recién
concebido supere los efectos del DIU sobre el endometrio y
aún así, sobreviva.

En los humanos, el ión cobre liberado desde un
DIU de cobre, aumenta la reacción inflamatoria y alcanza
concentraciones en los fluidos luminales del tracto genital, que
son tóxicos para los espermatozoides y los embriones. En
mujeres usuarias del DIU, todo el tracto genital se muestra
afectado, al menos parcialmente, por la transmisión
luminal de los fluidos acumulados en el ambiente uterino. Esto
afecta la función o viabilidad de las gametas, disminuye
la tasa de fertilización y mengua las chances de
supervivencia de algún embrión que pueda haberse
formado, aún antes de alcanzar el útero.

El efecto del DIU a nivel uterino es su acción de
destrucción del blastocisto previo a su
implantación. Además, si la implantación
ocurre, puede uno esperar una mayor incidencia de abortos
espontáneos en estos embarazos.

Es importante que la mujer tenga esta información
y que pueda tomar una decisión moral y ética
apropiada. Muy a menudo ella recibe de su médico la
información de que el mecanismo de acción del DIU
es desconocido. Para el médico, ya no es adecuado decirle
a sus pacientes lo mismo.

En 1960, el mecanismo no era claro, pero con el avance
del conocimiento esta acción ha sido más claramente
elucidada. Los médicos tienen la responsabilidad
ética de informar a sus pacientes sobre la acción
abortiva del DIU.6

11.3 Los implantes e inyectables:

Los implantes, como el Norplant, y los inyectables, como
la Depo-Provera tienen el mismo mecanismo de acción
abortiva que la píldora. Tanto el uno como el otro tienen
sólo progestágenos.

En las Filipinas donde el aborto es ilegal, la
compañía farmacéutica internacional Upjohn
estaba fabricando la Depo-Provera y comercializándola como
si fuera un anticonceptivo, cuando en realidad es
abortiva.

11.4 La píldora RU 486:

Véase: Los diferentes métodos de aborto
Métodos químicos.

11.5 "Anticoncepción de emergencia" o
"anticonceptivos post-coito":

Los "anticonceptivos post-coito" constituyen una forma
de "evitar" la procreación basada en la falsa
teoría de que el embarazo comienza con la
implantación del óvulo ya fecundado (o sea, de la
nueva vida humana) en el útero, en vez de la
fecundación. Basándose en este idea errónea
se les dan el nombre de "anticonceptivos post-coito" o
"anticoncepción de emergencia", cuando en realidad se
trata de un aborto.

Para lograr ese objetivo utilizan diferentes
métodos, tales como el dispositivo intrauterino (DIU) y
ciertas dosis de la píldora abortiva RU 486 y de la misma
píldora anticonceptiva durante cierto tiempo
después del acto sexual.

En todos estos métodos lo que se busca es evitar
la implantación del óvulo ya fecundado, por lo que
son métodos abortivos.

Consecuencias del
aborto y efectos

  • Complicaciones del aborto.

Entre las complicaciones, que ameriten el ingresar al
hospital se encuentra la infección y hemorragia, que
obliguen en ocasiones a tratamientos radicales como la
histerectomía aún en mujeres muy
jóvenes.

En cuanto a las complicaciones a largo plazo, los
resultados de múltiples estudios efectuados son
contradictorios y gran parte de ellos tienen inconsistencias
metodológicas. Algunos sugieren que pueden afectar
embarazos posteriores aumentando el riesgo de permutares,
embarazo eptopico, aborto espontaneo o bajo peso del niño
al nace, especialmente en los casos de aborto repetido, o cuando
bien, sean usado técnicas que han lesionado el
Cérvix. De cualquier manera lo mismo que para el estudio
de otros peligros potenciales del aborto, las complicaciones a
largo plazo son mas graves cuando se trata de aborto ilegalmente
intuidos, y estos no es causal: en la mayoría de los casos
se debe a los condiciones e que se realizan las intervenciones:
personal no capacitado, escasas o nulas medidas de higiene
utilización de material o instrumental improvisado o
inadecuado intervenciones mal practicadas, des protección
y abandono a su muerte en caso de complicaciones.

La consecuencia mas grave es la muerte de la mujer y
esta situación es particularmente complicada cuando esa
mujer tiene otros hijos. La complicación frecuente es la
infección, la que comúnmente se limita a la matriz
aunque pueden extenderse llegando a producir incluso
peritonitis.

Por otra parte, no es rara la perforación
accidental de las paredes de la matriz durante la
dilatación y el legrado, pudiendo el desgarro llegar a
afectar vejiga o intestino.

En caso del aborto en las adolescentes es
particularmente complicado sobre todo el caso de aquellos
precarios recursos económicos y que lo practican a
escondidas de sus familiares con o sin el apoyo de su pareja,
aborto que será realizado por personas no capacitadas
médicamente, pero constituyen para ellas la única
opción debido al costo económico de la
intervención, por lo que cientos de mujeres recurren a el
y muchas mueren por ser atendidas en condiciones de insalubridad
e inclanstinidad.

  • Consecuencias físicas y psicológicas
    en general.

El aborto, legal o ilegal también daña
física y psicológicamente a la mujer y hasta puede
acarrear la muerte. La propaganda pro – abortista continuamente
proclama la mentira de que el aborto legal es médicamente
"seguro", y de que es necesario legalizarlo o despenalizarlo
debido a la gran cantidad de muertes maternas causadas por el
aborto ilegal. Esta estrategia para legalizar el aborto se llama
engañosamente "maternidad sin riesgos".

12.1.2 Complicaciones del método de
succión o aspiración

Infección, trauma del cérvix, peritonitis,
endometritis, laceración del útero, trauma renal,
inflamación de la pelvis, embolismo, trombosis,
esterilidad, etc.

Consecuencias del aborto para la mujer

Antes de que tomes la decisión….

12.1.3 Complicaciones del método de
dilatación y curetaje (D y C)

El método de dilatación y curetaje (D y C)
tiene los mismos riesgos para la mujer que el de succión o
aspiración, además de los siguientes:
perforación uterina, hemorragia, infección del
tracto genital, laceración intestinal, absceso
pélvico y tromboembolismo.

12.1.4 Complicaciones del método de
dilatación y evacuación (D y E)

El método de dilatación y
evacuación (D y E) tiene los mismos riesgos para la mujer
que el del método de dilatación y curetaje (D y C),
apenas mencionado, además de los siguientes:
infección pélvica, renal, del cérvix y
peritoneal. También puede causar que la mujer tenga en
futuros embarazos implantación ectópica,
bebés de bajo peso o que nacen muertos, malformaciones
congénitas, etc.

12.1.5 Complicaciones del método de
inyección salina

Ruptura del útero, embolismo pulmonar, otros
peligrosos coágulos intravasculares, etc.

12.1.6 Complicaciones del uso de las
prostaglandinas

Ruptura del útero, sepsis, hemorragias, paro
cardíaco, vómito y aspiración de
éste, embolia cerebral y fallo renal agudo.

12.2 Conexión entre el aborto y el cáncer
de la mama

El cáncer de la mama ha alcanzado proporciones
alarmantes en EE.UU. En 1973, cuando se legalizó el aborto
en todo el país, alrededor de 85 mujeres de cada 100,000
sufrían esta terrible enfermedad. Para 1983 la
proporción había aumentado a 95 de cada 100,000.
Hoy en día es más de 110 de cada 100,000. Cada
año alrededor de 182,000 mujeres reciben este temible
diagnóstico. Este tipo de cáncer también
está aumentando en el mundo entero.

Los científicos han podido identificar muchos de
los factores de riesgo asociados con el aumento del cáncer
del seno, tales como el tipo de alimentos que se consume y los
desórdenes genéticos. Pero el 60% de dicho aumento
había sido, hasta hace poco, un misterio para los
investigadores. Sin embargo, estudiosrecientes de gran
reputación han encontrado una tasa más elevada de
este tipo de cáncer entre las mujeres que han abortado su
primer bebé durante el primer trimestre. Joel Brind, Ph.D.
ha señalado que no se trata de una mera conexión
estadística, sino que se apoya en datos biológicos
y endocrinológicos. (The Catholic World Report, marzo,
1991; Sisterlife, primavera, 1994; Judie Brown,
Communiqué, noviembre 12, 1993.)

12.3 El Síndrome de Asherman

Durante mucho tiempo se han pasado por alto los efectos
o complicaciones que el aborto causa en la salud femenina. Sin
embargo, este tema actualmente se está planteando
más seriamente.

Una complicación del aborto es el Síndrome
de Asherman. Este síndrome se reconoce por la
aparición de adherencias de tejido dentro del
útero, que producen síntomas clínicos tales
como anormalidades menstruales, infertilidad y abortos
espontáneos frecuentes.

Una de las principales causas del Síndrome de
Asherman es el aborto de dilatación y curetage
(comúnmente conocido como D&C). La incidencia del
Síndrome de Asherman debido al D&C se hace más
pronunciada si existe una infección o ésta se
desarrolla después de la operación.

Aunque no se conoce totalmente cómo el
Síndrome de Asherman afecta la fertilidad, algunas
explicaciones indican lo siguiente: las adherencias del tejido
impiden que el embrión se implante en la pared uterina, lo
cual trae como consecuencia que la implantación se realize
en el cuello uterino o en las trompas de Falopio (embarazo
ectópico) y/o que ocurra un aborto
espontáneo.

Existe evidencia de que los embarazos ectópicos
pueden estar relacionados con los abortos inducidos, con el
Síndrome de Asherman o con el tratamiento de este
último a través del dispositivo intrauterino.
Obsérvese que el tratamiento final de los embarazos
ectópicos es usualmente una histerectomía total
(extirpación del útero). Así, un aborto
inducido por D&C puede traer a largo plazo una
complicación como el Síndrome de Asherman, teniendo
como consequencia un embarazo ectópico y finalmente una
histerectomía total con la consiguiente pérdida de
la fertilidad.

Por lo tanto, al menos una posible complicación
para una mujer que se practique un aborto inducido a
través del método del D&C es el Síndrome
de Asherman, el cual puede llevar a la infertilidad. (Es
importante resaltar también que el D&C es una de las
técnicas de aborto legal mayormente usadas.)

Esta información debe ser añadida al
debate en torno al aborto. Las mujeres que están pensando
practicarse un aborto deben ser informadas de las posibles
complicaciones del Síndrome de Asherman y de sus efectos
de infertilidad.

12.3.1 Testimonios de ex empleadas de clínicas de
abortos en EE.UU.:

Judith Fetrow: "La complicación más
horrible que presencié fue la de una mujer que dejó
de respirar durante el aborto. El Dr. Michael Sussman
salió del salón cuando acabó. A pesar de que
le dije que la clienta no respiraba, me dejó sola con
ella. Cuando regresó el médico, ni siquiera
siguió el procedimiento indicado para esa
situación. Fue un milagro que la mujer no
muriera.

"Empecé a preguntarme si de veras
estábamos cuidando a esas mujeres o si sólo
estábamos trabajando en un negocio más, sólo
por interés."

12.4 Consecuencias del aborto para el hombre

12.4.1 Impacto en el hombre de las leyes proabortistas
de EE.UU.

El debate sobre el aborto se ha enfocado casi
exclusivamente desde la perspectiva de las mujeres, haciendo caso
omiso de los hombres. En un momento en que los hombres se
comprometen cada vez más en la crianza de sus hijos, la
ley en los Estados Unidos les niega sistemáticamente el
derecho a estar implicados en decisiones de vida o muerte que
afectan a sus hijos aún no nacidos.

Esta impotencia tiene su efecto no sólo en la
imagen que el varón tiene de sí mismo, sino que
también puede causar conflictos de funciones,
culpabilidad, depresión y, con frecuencia, el final de la
relación con su cónyuge.

Se ha defendido el aborto como un sencillo procedimiento
quirúrgico que produce poco o ningún impacto
psicológico tanto en la mujer como en el hombre. En
realidad, la mayoría de los hombres, lo mismo que las
mujeres, niegan cualquier consecuencia emocional negativa del
aborto. Sin embargo, cuando los hombres deciden reconocer sus
sentimientos, describen con frecuencia la experiencia del aborto
como desconcertante y dolorosa. Un estudio arrojó que tres
de cada cuatro varones dijeron que pasaron por un momento
difícil con la experiencia del aborto y una minoría
relató sueños continuos de día y de noche
sobre el niño que nunca nació, así como
culpabilidad, remordimiento y tristeza considerables.

Lo mismo para los hombres que para las mujeres, la
sensación de vacío puede durar toda una vida,
puesto que los padres son padres para siempre, incluso del
niño muerto. El problema emocional es casi imposible de
resolver porque no es perceptible, sólo se trata de un
recuerdo. Como al niño no nacido le fue negada la
humanidad, le es negada también una sepultura o una
señal.

En la decisión del aborto, con demasiada
frecuencia el cometido del varón es marginal y pasivo.
Puede que sea pasado por alto por su mujer, ignorado en la
clínica abortista y desamparado en el acto y las secuelas
del propio aborto. Este conflicto de funciones bien puede ser
responsable parcialmente del aumento en la disfunción
sexual masculina. La experiencia clínica demuestra que los
hombres se vuelven hostiles cuando han sido excluídos de
la toma de decisiones y cuando descubren que han sido
engañados y manipulados.

Convertirse en padre es, por supuesto, mucho más
complejo que el contacto sexual y la concepción. Es un
proceso que incluye el desarrollo de ciertas cualidades,
objetivos, actitudes, etc. Para los hombres lo mismo que para las
mujeres, el aborto detiene bruscamente este proceso y crea un
vacío en el que abundan la confusión, la
ambivalencia, la culpabilidad y la hostilidad.

En ninguna parte se siente más dolorosamente la
experiencia del aborto que en el campo de la expectativa del
padre, responsable y protector de sus seres queridos. Los
resultados de una encuesta nacional indican que tres de cada
cuatro personas que respondieron creen aún que el hombre
ideal es aquel que lucha para proteger a su familia. Sin embargo,
¿cómo podrá un hombre proteger a su hijo
cuando la ley no le permite involucrarse en una decisión
de vida o muerte?

Realmente, con el aborto se ha comprobado la doble
escala de valores para los hombres y las mujeres. Mientras
está garantizado el (falso) "derecho" a abdicar de la
futura maternidad, no lo está el derecho del padre a
proteger su futura paternidad. Cuando las mujeres escogen el
aborto, aún por encima de los deseos del varón, se
habla de la proclamación de los "derechos" de las mujeres,
de la libertad, de la opresión masculina, etc. Pero cuando
los hombres fomentan el aborto para sus parejas, está
tipificado (y con toda razón) como coacción, falta
de afecto, insensibilidad y egoísmo.

Por otra parte, el renunciar a la responsabilidad encaja
bien en el pensamiento abortista. Para los hombres que no se
interesan en las mujeres que dejan embarazadas, el aborto es un
elegante sistema de abdicación de su
responsabilidad.

Sin embargo, una vez que ha tenido lugar el aborto, los
varones pueden requerir tanta ayuda emocional como las mujeres.
Para cualquiera de los dos sexos, la pérdida de un hijo no
es una pérdida como otra cualquiera. La culpa y la pena
pueden ser persistentes, y no pueden quitarse a base de fuerza de
voluntad.

Uno de los mejores remedios para disminuir la
culpabilidad es la revelación de uno mismo. Hablar de los
viejos asuntos inacabados ayuda a disipar la culpabilidad y con
ello se consiguen pequeños milagros.

La reconciliación con la muerte del hijo
aún no nacido implica finalmente el acto del
perdón. El perdón por el aborto cometido surge tras
estar dispuesto a reconocer su verdad y a expresarla.

En el problema del aborto, tanto investigadores, como
consejeros y mujeres no han caído en la cuenta de las
consecuencias trágicas que resultan para los padres. Los
hombres también son víctimas del aborto junto con
las mujeres y los niños aún no nacidos. Con
frecuencia sufren en silencio, desconcertados y frustrados. La
solución no vendrá hasta que impere el amor, se
garantice una auténtica igualdad de los sexos y se
reconozca que el aborto nunca es la solución.

12.5 Testimonio de un psiquiatra

Existe extensa documentación sobre la forma en
que el aborto afecta a la madre del niño, pero dicha
literatura habla únicamente de los problemas de la mujer.
Al padre de la criatura se le ignora en lo que respecta a la
medicina, a la ley y a la psicología. Sobre este punto me
voy a dirigir aquí.

En nuestra sociedad se espera que los hombres sean
agresivos, dominantes, que tengan éxito y que sean
responsables. La experiencia del aborto crea mucha
confusión en estos roles tradicionales. El hombre, a
raíz del aborto, no puede desenvolverse como se esperaba
de él, causándole ansiedad, tensión y
problemas emocionales. En una sociedad en la cual no sólo
se acepta el papel activo del padre, sino que se exije más
cada día de él, es una ironía que al hombre
se le deje sin poder alguno para decidir el destino de su hijo
por nacer.

Según el Dr. Vincent Rue, especialista en
sexualidad humana y síndrome post aborto, los efectos
más devastadores del aborto son los que se relacionan con
el papel del hombre como protector de su familia. El Tribunal
Supremo de los Estados Unidos ha declarado que el padre tiene
derechos limitados y que el esposo no tiene el derecho a impedir
el aborto, por lo que el hombre… se convierte en una criatura
pasiva, indefensa y dependiente; se le destruye casi totalmente
su propia autoestima. Me contó un padre: "Jamás
podré sobreponerme al dolor que siento, no pude salvar a
mi hijo".

Harnold Medvene, psicólogo del Centro de
Consejería de la Universidad de Maryland declaró:
"El aborto es una de las principales experiencias que atraviesa
el hombre, que están relacionadas con la muerte y que
despiertan memorias y sentimientos muy primitivos". Un hombre
entrevistado por Medvene declaró que "el aborto es una
herida que no se puede ver ni palpar, pero existe".

El hombre sufre un cambio desde el primer momento en que
se entera de que su esposa está embarazada; aunque no se
de cuenta de ello, conscientemente o no, ha asumido ya en ese
momento el papel de padre. Un estudio llevado a cabo por Shostak
y MacLouth reveló que la imagen de la "paternidad"
permanece en la mente del hombre siempre, y que persiste
aún después del aborto en sus pensamientos sobre
cómo habría sido el bebé. Esté o no
de acuerdo el padre en que se realice el aborto, aunque opine que
el feto es un ser humano o por el contrario "un puñado de
tejidos" (como falsamente opinan muchos), sabe que el aborto
impide que continúe desarrollándose una vida, y que
pone fin a un proceso que si no se hubiera interrumpido, hubiera
culminado en un niño: su hijo.

Los efectos psicológicos producidos por el aborto
están muy relacionados con los roles tradicionales del
hombre, de los cuales hablé anteriormente, a veces hasta
los determinan. Se supone que el hombre debe no sólo
proteger a sus seres queridos, sino que les debe proveer apoyo
emocional. Muchas veces los hombres sacrifican sus propias
opiniones y emociones para apoyar a la mujer que aman en el
momento en que ella lo necesita. Comúnmente la
decisión de abortar es un secreto que no se habla con
otros, ni siquiera la pareja habla de él. Esta incapacidad
del hombre de poder expresar sus verdaderos sentimientos a la
madre de su hijo, a su familia o a sus amigos, puede traer
profundos problemas psicológicos.

Muchos hombres han manifestado sentimientos de
depresión, frustración, vacío y
culpabilidad. Toda esta tensión daña la
relación. Otros interpretan la decisión de la mujer
de abortar como un rechazo de ellos mismos, y de la innegable
manifestación física de sus relaciones, que es su
hijo por nacer. Estos sentimientos de rechazo resultan en un
mayor número de problemas sexuales, que van desde la
impotencia hasta la promiscuidad. Muchas veces la culpa o la
ansiedad y el remordimiento son tan dolorosos, que la
única solución parece ser terminar con la
relación. Recuerdo el caso de una pareja que tuvo
relaciones sexuales antes de casarse, las cuales resultaron en un
embarazo. La mujer convenció al hombre de que la
solución más conveniente era el aborto. Él
estaba muy opuesto, pero ella lo convenció y él
aceptó. Más tarde se casaron y tuvieron dos hijos,
pero la mujer afirma que su esposo ya no es el mismo, es
indiferente a las relaciones sexuales, verbalmente abusivo con
ella y físicamente abusivo con sus hijos. El se niega a
recibir terapia y están pensando en
divorciarse.

Al igual que el bebé por nacer, el hombre es
también víctima silente del aborto. Una vez
realizado el aborto, la intervención terapeútica es
vital. Es recomendable sacar a la superficie las emociones
negativas y las ansiedades, hablando sobre ellas. El
reconocimiento de la culpa y de la ira es un paso necesario en el
doloroso proceso que finalmente resultará en el auto
perdón.

12.6 Consecuencias del aborto para el matrimonio y la
familia

12.6.1. Efectos del aborto en la relación entre
el hombre y la mujer

Es lógico que los efectos negativos del aborto en
la mujer afecten también la relación con su esposo
o "amigo". Precisamente entre los efectos negativos emocionales
del aborto en la mujer están la aversión hacia su
esposo o "amigo", una disarmonía general en sus relaciones
interpersonales. De hecho, ciertos estudios muestran que hasta un
70% de las parejas se separan en el término de un
año después de haber ocurrido el aborto.

Las leyes en los Estados Unidos, le permiten a la mujer
recurrir al aborto sin el consentimiento de su esposo. Es
insólito que el propio padre no pueda ni siquiera tener la
posibilidad, por medio de la persuasión, de impedir la
matanza del hijo que su esposa lleva dentro. Esto obviamente
tiene que afectar la relación marido-mujer, pues se trata
de una de las áreas principales del matrimonio: traer
hijos al seno de una familia.

Tristemente, sin embargo, en muchos casos, por no decir
la mayoría, es el marido o "amigo" quien empuja a la mujer
hacia el aborto, negándole todo tipo de apoyo o aún
amenazándola con el abandono si no se lo practica. Todo
esto va no sólo en detrimento de la mujer, sino de la
misma institución del matrimonio y la familia. El aborto
facilita el machismo y la explotación de la mujer por
parte del hombre, pues le hace más fácil ser
irresponsable y la convierte a ésta en un objeto
sexual.

12.6.2. Efectos del aborto en los demás
hijos

El aborto también repercute en los otros hijos
que ya se tienen o que nacen después, ya que otro de los
efectos emocionales negativos del mismo en la mujer es
precisamente la frustración de su instinto maternal. Y
así se dan casos de superprotección por parte de la
madre que ha abortado hacia los hijos que posteriormente llega a
tener, a quienes ella causa daños emocionales.

Otro triste aunque interesante dato es que el maltrato
infantil ha aumentado en los Estados Unidos en un 500%
después de la legalización del aborto.

12.6.3 Efectos físicos:

Esterilidad.

Abortos espontáneos.

Embarazos ectópicos.

Nacimientos de niños muertos.

Trastornos menstruales.

Hemorragia.

Infecciones.

Shock.

Coma.

Utero perforado.

Peritonitis.

Coágulos de sangre pasajeros.

Fiebre /Sudores fríos.

Intenso dolor.

Perdida de otros órganos.

"Mi médico no me contó que podría
tener una abundante hemorragia y una infección que me
podría durar semanas, como así fue. Tampoco me dijo
nada sobre la posibilidad de que me extirpasen el útero
(histerectomía), tal como me hicieron ocho meses
más tarde", dijo una de las víctimas del
aborto.

Llanto/ Suspiros.

Insomnio.

Perdida de apetito.

Perdida de peso.

Agotamiento.

Tragar constantemente.

Nerviosismo.

Disminución de la capacidad de
trabajo.

Vómitos.

Trastornos gastrointestinales.

Frigidez.

Muerte.

12.6.4 Efectos psicológicos:

Culpabilidad.

Impulsos suicidas.

Sensación de perdida.

Insatisfacción.

Sentimiento de luto.

Pesar y remordimiento.

Retraimiento.

Perdida de confianza en la capacidad de toma de
decisiones.

Inferior autoestima.

Preocupación por la muerte.

Hostilidad.

Conducta autodestructiva.

Ira/ Rabia.

Desesperación.

Desvalimiento.

Deseo de recordar la fecha de la muerte.

Preocupación con la fecha en que "debería"
nacer o el mes del nacimiento.

"Nadie me dijo nunca que viviría con esta
decisión durante el resto de mi vida. Han pasado varios
años pero mi pena continua."

Intenso interés en los bebés.

Instintos maternales frustrados.

Odio a todos los relacionados con el aborto.

Deseo de acabar la relación con su
pareja.

Pérdida de interés en el sexo.

Incapacidad de perdonarse a si misma.

Sentimiento de deshumanización.

Pesadillas.

Ataques / Temblores.

Frustración.

Sentimientos de ser explotada.

Abuso de los niños.

¡He aquí los hechos!

Cada año, más de un millón y medio
de mujeres se practican abortos. Eso significa que más de
4.000 niños aún no nacidos son matados legalmente
cada día. Para muchos, el aborto parece ser la
decisión correcta en el momento. Pero a estas mujeres casi
nunca se les cuentan los posibles efectos físicos y
psicológicos que pueden arrastrar como secuela para el
resto de sus vidas.

"El tormento mental que sentiría al saber que
había matado a mi bebé… ojalá
alguién me lo hubiera advertido", declaró una mujer
que abortó.

WEBA, Women Exploited by Abortion -Mujeres Explotadas
por el Aborto-, es una organización nacional no lucrativa
de mujeres que han tenido abortos. Las miembros de WEBA ahora se
dan cuenta de lo equivocadas que fueron sus decisiones. WEBA se
esfuerza por conseguir educar a las mujeres sobre el aborto y sus
efectos nocivos y permanentes.

  • efectos psicosociales.

Los efectos psicológicos y sociales del aborto
deberán ser analizados y reflexionados a partir de las
condiciones individuales y familiares que se genera
éste.

Para la mayoría de las mujeres, es suficiente
confirmar un embarazo no deseado para enfrentar una mezcla de
sentimientos contradictorios, entre los cuales se encuentran la
posibilidad del aborto; decisión difícil y
dolorosa.

El caso de las mujeres adolescentes no es diferente
pero, además queda condicionado a la reacción de la
familia, a la situación económica de esta, sobre
todo cuando la pareja elude la responsabilidad que le
corresponde.

A este respecto hay que señalar la angustia que
experimenta una adolescente que se descubre embarazada, cuando
tiene que confiar su estado a una familia excesivamente
rígida: los sentimientos de miedo y desesperación
la llevan muchas veces a enfrentar sola esta experiencia cuando,
además, no cuenta con el apoyo económico para pagar
la intervención.

Por el contrario, cuando existe una relación de
confianza, la ayuda que aportan los padres en tales
circunstancias contribuye a allanar muchas dificultades, y a
apaciguar las emociones de pánico y culpabilidad en la que
la adolescente se ve sumergida.

Pudiera pensarse que esta decisión se toma ante
la opción de poner fin a un embarazo no deseado que, de
otra manera, llevaría a la adolescente a ser madre soltera
con todas las situaciones que este hecho genera y en las cuales
se verá implicada la familia.

El sentimiento de soledad y frustración
embargada, tiene su origen en el deseo que experimenta por la
maternidad a la que renuncia, y por no haber sido apoyada por su
pareja, incluso por querer mantener apariencias de importancia
social.

Para la mayoría de las mujeres la
terminación de un embarazo no deseado es un alivio, sobre
todo si se considera haber tomado la decisión correcta;
sin embargo, este sentimiento de alivio puede mezclarse
después con sentimientos de culpa, y resulta fácil,
las cargas de culpa que soportan solas, ya que nuestra sociedad
censura a la mujer que se embaraza pero no al hombre que la
embarazó; de él no se habla en ningún foro
donde se dabate este tema a pesar de estar profundamente
involucrado.

La mayor parte de los datos de que se dispone avala la
posición de que el aborto, en la mujer adolescente, tiene
menos consecuencias emocionales y sociales de vasto alcance que
la maternidad en las adolescentes, en particular si estas
conservan sus niños.

Para la mayoría de las mujeres, los beneficios
emocionales del aborto son mayores que los riesgos
psicológicos que comportan, desde luego dependiendo de las
circunstancias particulares de cada caso. La decisión de
poner fin a un embarazo no deseado constituye, en muchos casos,
una manera saludable de afrontar la realidad, una experiencia
hacia la madurez que culmina en una sensación de alivio,
son todos los sentimientos pasajeros de culpa, tristeza y
pérdida que son comunes a las mujeres que han sufrido un
aborto.

No obstante, ninguna mujer desearía abortar ni en
el peor de los casos, y quienes tienen que afrontar está
difícil decisión quisieran no haber tenido que
hacerlo.

El aborto presenta un problema social de grandes
magnitudes, al poner de manifiesto las desigualdades sociales en
las cuales de dan en nuestro país.

Consecuencias
sociales, legales y políticas

1. Introducción

Quizás ya sabemos algo sobre la triste realidad
del aborto a través de películas, literatura,
charlas, etc. Tal vez conocemos sus repercusiones sobre la mujer
y su familia, pero necesitamos darnos cuenta de las consecuencias
que tiene sobre la vida familiar, social y política de las
naciones y del mundo. La legalización del aborto engendra
una mentalidad antivida que, como una espiral de muerte, se
agranda cada vez más abarcando otros sectores de la vida
humana, introduciéndose en el sistema legal y
político de una nación y alterando el concepto de
la vida humana de sus gobernantes. Esto es lo que precisamente ha
ocurrido en los Estados Unidos al legalizarse el aborto. Y esto
es lo que puede ocurrir en cualquier país que cometa el
error de los Estados Unidos, de legalizar o despenalizar el
aborto.

13.1 Repercusión de la ley del aborto de
EE.UU.

Es importante entender bien qué dijo el Tribunal
Supremo de los Estados Unidos en su fallo "Roe v. Wade" que
legalizó el aborto a petición en todo el
país en 1973. "La decisión del Tribunal no se
basó en el argumento de que el niño no nacido no
era un ser humano en el sentido 'biológico' del
término. El Tribunal, como admitió, estaba
completamente consciente de los hechos bien conocidos del
desarrollo del feto. El fallo del Tribunal se basó
más bien en un criterio de 'calidad de vida'. Es decir, el
niño no nacido no es una persona en un sentido
'significativo' o 'pleno', dijeron los jueces. Más
aún, el Tribunal no concluyó que el estatus legal
de la persona comenzaba con el nacimiento, dijo solamente que no
comenzaba antes de ese momento. La distinción es muy
importante, porque semejante definición, tan vaga e
imprecisa por parte del Tribunal, representa un precedente
constitucional para deshumanizar otros segmentos de la humanidad,
definiendo sus vidas como carentes de significado o
incompletas".

Como a continuación veremos, esto es lo que de
hecho está ocurriendo. Es decir, la legalización
del aborto ha engendrado una mentalidad de desprecio por la vida,
más allá del seno materno. En efecto, el aborto ha
traído el infanticidio, la eutanasia y otros ataques
contra la vida y la familia.

13.2 La legalización del aborto y la
manipulación de fetos abortados en EE.UU.

El 22 de enero de 1993, precisamente en el XX
aniversario de la legalización del aborto a
petición en todos los Estados Unidos, el Presidente
Clinton inauguró su gobierno derogando con cinco plumazos
ciertas políticas provida de las presidencias anteriores,
las cuales afectan no sólo a los Estados Unidos, sino a
otros países también (véase más
abajo). Entre los cinco decretos proabortistas que firmó
el nuevo presidente está la eliminación de la
prohibición, establecida en 1988, de usar fondos federales
(es decir, dinero de los impuestos) para la investigación
sobre el uso de tejidos y órganos de bebés
abortados.

El Dr. Bernard Nathason, ex abortista, ha demostrado de
forma definitiva que el usar a los bebés por nacer como
piezas de repuesto para supuestamente curar ciertas enfermedades,
no sólo es inmoral e irrealista desde el punto de vista
médico, sino que además aumentará
considerablemente el número de abortos en los Estados
Unidos y en el mundo entero. Los investigadores carniceros
irán a otros países en busca del tejido fetal que
necesitan.

13.3 El aborto y la reproducción
artificial

Uno de los científicos que desarrolló la
fertilización in vitro (FIVET) ha reconocido que él
jamás hubiera podido realizar esta técnica si el
aborto no estuviera legalizado en su país. Esto
ocurrió en Inglaterra, pero en los Estados Unidos ya hay
cientos de clínicas de FIVET operando, y en
Latinoamérica han comenzado a proliferar. La FIVET tiene
una efectividad muy variable de sólo 0 a 40%, cuando se
utiliza más de un embrión. O sea, que la
pérdida de embriones sobrantes o que no llegan a
implantarse es enorme.

13.4 El aborto y el aumento del infanticidio en
EE.UU.

En los años 60 y 70, personalidades famosas de
los campos científico y legal de los Estados Unidos,
especulaban sobre la posibilidad de legalmente retrasar el
estatus de persona varios días más allá del
nacimiento, ya que algunas anormalidades fetales no se detectaban
sino hasta después de nacer el bebé y así
los padres que lo desearan podrían deshacerse de él
o ella, si antes no habían recurrido al aborto.

La cuestión no se ha quedado a nivel de la
especulación, sino que ha pasado a la práctica. En
Bloomington, Indiana, en 1982, ocurrió el caso de un
niño que nació con mongolismo, al cual el hospital
lo dejó morir de hambre a petición de sus padres y
a pesar de que varias parejas se ofrecieron para
adoptarlo.

Probablemente ha habido más casos como
éste, pues en esa misma década de los 80 la cadena
de televisión CNN produjo tres programas acerca de
bebés nacidos con graves defectos que fueron abandonados a
su suerte, sin atención médica especial, por parte
de un hospital en Oklahoma.

En 1992 en Ft. Lauderdale, Estado de la Florida, se
dió el caso de Baby Theresa, una bebé que
nació anencefálica y a quien se le querían
extirpar los órganos antes de morir, para supuestamente
utilizarlos en otros bebés, pero causándole la
muerte en el proceso. Afortunadamente, los jueces no permitieron
que esto ocurriera y la niña murió después a
consecuencias de su condición.

13.5 Conexión entre el aborto y la eutanasia en
EE.UU.

Los proponentes del crimen de la eutanasia, falsamente
llamada "matar por piedad", también han presentado
proyectos de ley en los Estados Unidos de "ayuda para morir" o de
"suicidio asistido" para pacientes terminales que así lo
deseen. Es alarmante saber que, después de varios intentos
infructuosos, los promotores del suicidio asistido por
médicos lograron que en 1996 dos tribunales de apelaciones
derogaran leyes que prohibían este crimen. Uno de los
tribunales se encuentra en el Estado de California y el otro en
el de Nueva York, pero cada uno tiene jurisdicción sobre
varios otros Estados también. Es de suma importancia
indicar que las decisiones de estos tribunales muestran la
conexión entre el aborto y la eutanasia, al intentar
"justificar" ambos crímenes bajo un falso y exagerado
entendimiento de la "libertad individual".

13.6 Consecuencias del aborto en el sistema legal de
EE.UU.

Poco tiempo después de asumir la presidencia de
los Estados Unidos en 1993, el Presidente Clinton nombró a
la Juez Ruth Bader Ginsburg para el puesto que quedó
vacante en el Tribunal Supremo de ese país. Ginsburg,
quien, además de ser proabortista, ha propuesto, entre
otras cosas, el reducir a 12 años la edad del
consentimiento a las relaciones sexuales y legalizar la
prostitución. Es importante señalar que en los
Estados Unidos los jueces del Tribunal Supremo son elegidos de
por vida por el presidente, de manera que esta elección de
Clinton traerá repercusiones en contra de la vida
aún después que éste abandone la
presidencia.

13.7 El Presidente Clinton promueve el aborto en otros
países

El 22 de enero de 1993, precisamente en el XX
aniversario de la legalización del aborto a
petición en todos los Estados Unidos, el Presidente
Clinton, pocos días de apenas inaugurado su primer
período presidencial, derogó varias
políticas provida de las presidencias anteriores. Entre
las políticas que el nuevo presidente derogó estaba
la "Política de Ciudad México" de 1984, la cual le
prohibía al gobierno de los Estados Unidos suministrar
fondos federales a organizaciones, como la Federación
Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) y el
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP o UNFPA),
que promueven el aborto en otros países. Esta
decisión del Presidente Clinton está teniendo
repercusiones muy graves para la vida humana inocente en otros
países, y en particular en la América Latina, en lo
que al aborto se refiere.

13.8 EE.UU. exporta el aborto para el control
demográfico

El Representante de los Estados Unidos ante el Segundo
Comité Preparatorio para la Conferencia Internacional
sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, que
tuvo lugar en El Cairo en 1994, el Sr. Timothy E. Wirth,
declaró en la Reunión Preparatoria del 11 de mayo
de 1993, que el Presidente Clinton "está profundamente
comprometido con colocar el asunto de la población
[control demográfico], al frente de las prioridades
internacionales de los Estados Unidos…. Desde que asumió
la presidencia, el Presidente Clinton ha tomado medidas para
revitalizar los esfuerzos de los Estados Unidos [a este
respecto]. El Presidente ha derogado la 'Política de
Ciudad México', eliminando así restricciones que
prohibían que algunas organizaciones de
planificación familiar [anticoncepción y aborto]
recibieran fondos de los Estados Unidos, debido a actividades
relacionadas con el aborto. Ha ordenado que el Departamento de
Estado se reorganice para que así refleje la mayor
prioridad que le estamos dando a la población como uno de
los temas mundiales más importantes".

13.9 Clinton intenta convertir el aborto en un "derecho"
internacional

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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