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La Anorexia




Enviado por jarteaga




    1. INTRODUCCIÓN

    1.1. Las sociedades
    primitivas

    2. CONCEPTO

    3. SEÑALES DE ALARMA DE LA ANOREXIA
    NERVIOSA

    3.1. Síntomas físicos de
    inanición

    4. CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LA
    ANOREXIA
    NERVIOSA

    5. PRESIÓN SOCIAL Y ESTEREOTIPOS
    SOCIALES

    5.1. La coacción publicitaria

    5.2. Del culto a lo utópico

    5.3. Comer con prisa

    5.4. El rechazo social

    5.5. Métodos
    para adelgazar

    5.6. El mercado del
    adelgazamiento

    5.7. El mundo de la moda y las
    modelos

    5.8. Los medios de
    comunicación

    5.9. Crítica

    5.9.1. Principales problemas

    5.9.1.1. El desconocimiento de alternativas para
    adelgazar fuera de la restricción de los alimentos

    5.9.1.2. Los malos hábitos en relación con
    las comidas

    5.9.1.3. Perjuicios y mala transmisión de
    valores

    5.9.1.4. La manipulación

    5.9.2. La
    familia

    5.9.3. La educación

    5.9.4. Medios de
    comunicación

    6. TRASTORNOS DE LA ANOREXIA:
    CAMBIOS CONDUCTUALES, AFECTIVOS,

    BIOLÓGICOS Y CULTURALES

    6.1. Cambios conductuales

    6.1.1. Comportamiento
    ingestivo

    6.1.2. Hiperactividad

    6.1.3. Comportamiento
    familiar

    6.1.4. Conducta social y
    sexual

    6.2. Trastornos afectivos

    6.3. Cambios biológicos

    6.3.1. Exploración física
    general

    6.3.2. Manifestaciones cardiovasculares

    6.3.3. Manifestaciones gastrointestinales

    6.3.4. Manifestaciones hematológicas

    6.3.5. Otros cambios biológicos

    6.3.6. Trastornos hipotalámicos y
    endocrinos

    6.3.6.1. Eje
    hipotalámico-hipófiso-gonadal

    6.3.6.2. Eje
    hipotalámico-hipófiso-tiroideo

    6.3.6.3. Eje
    hipotalámico-hipófiso-suprarenal

    6.3.6.4. Hormona de crecimiento

    6.3.6.5. Hormona antidiurética

    6.3.6.6. Termorregulación

    6.3.6.7. Metabolismo
    hidrocarbonado

    6.4 Trastornos culturales

    7. ANOREXIA
    NERVIOSA EN LOS VARONES

    8. VENTAJAS Y RIESGOS
    PSICOLÓGICOS DEL EJERCICIO FÍSICO

    9. EL TRATAMIENTO DE LA ANOREXIA

    9.1. La intervención

    9.2. Planteamiento del
    problema

    10. OBJETIVOS DEL
    TRATAMIENTO

    11. EL PROCESO DEL
    PLANTEAMIENTO

    11.1. Evaluación

    11.1.1. Cuestionarios

    11.1.2. La
    entrevista

    11.2. Opciones de tratamiento

    11.2.1. Psicoterapia individual

    11.2.2. Psicoterapia tradicional

    11.2.3. Modificación de la conducta

    11.2.4. Terapia conductista cognitiva

    11.3. Terapias

    11.3.1. Terapia de grupo

    11.3.2. Terapia de familia

    11.3.3. Terapia nutricional

    11.4. Grupos de
    autoayuda y apoyo

    11.4.1. Grupos de
    autoayuda

    11.4.2. Grupos de
    apoyo

    11.5. Comilones anónimos

    12. ¿ QUIÉN NECESITA UN
    HOSPITAL?

    13. MÁS AYUDA

    13.1. La importancia de la autoestima en
    la anorexia

    13.1.1. Razones de la baja autoestima

    13.1.2. Consejo para estimular la autoestima

    13.2. Sugerencias para la
    familia

    14. CONCLUSIÓN

    1. INTRODUCCIÓN

    El primer caso de anorexia se dio en Catalina de Siena.
    Con 26 años su idea de dedicar su vida a Dios chocaron con
    los planes de sus padres de casarla.

    Esta situación la llevó a encerrarse en su
    habitación a maltratarse no comiendo consiguiendo ingresar
    al final en la orden dominicana pero con la mitad de su
    peso.

    El prestigio de Catalina de Siena se extendió
    rápidamente y tras su muerte, a los
    28 años, contaba con muchas seguidoras
    religiosas.

    Aparecen muchos casos de anorexia en las religiosas de
    la edad media. El
    ayuno era un medio para que el espíritu triunfara y no la
    carne. Estar sin comer era considerado como un signo de santidad.
    A esta anorexia sufrida por el seguimiento a Dios se llamó
    " Anorexia santa"

    La palabra anorexia era utilizada por los médicos
    como sinónimo de falta de apetito, inapetencia y ciertos
    trastornos del estómago.

    Richard Morton fue el primero que hizo una
    descripción del cuadro de anorexia. Describió a una
    paciente de 18 años que presentaba los síntomas
    propios de la anorexia nerviosa: adelgazamiento,
    dedicación obsesiva al estudio, pérdida de
    apetito…

    Morton se refiere siempre a la enfermedad como un
    trastorno nervioso y es curioso saber que curó a esta
    chica alejándola de su familia y de los
    estudios.

    Finalmente, con la intervención sobre la familia de
    una paciente y su alejamiento como medio para curar, se
    consiguió que el concepto de
    anorexia nerviosa quedara dentro de la medicina
    científica.

    En el siglo XX se conoce la anorexia nerviosa como un
    miedo a engordar, pero antes del siglo XX no se tenía muy
    claro si las muchachas que la padecían tenían miedo
    a engordar o no. Esto se cuestionaba ya que muchas motivaciones
    eran religiosas o espirituales.

    Ya en este siglo, la opinión de Freud era que
    todos los apetitos eran manifestaciones de la libido o impulsos
    sexuales por lo que asoció comer o no comer a la presencia
    o ausencia de impulsos sexuales básicos. El ayuno
    suponía a Freud la
    repugnancia o el malestar provocado por el alimento. Pero
    Freud no dio
    ninguna importancia a los factores socioculturales en la anorexia
    nerviosa.

    1.1. Las sociedades
    primitivas: en las sociedades
    primitivas, las mujeres gordas tenían más atractivo
    sexual que las delgadas. Una mujer gorda
    constituía una señal de status elevado, de
    prestigio.

    En todas las culturas se han llevado a cabo procedimientos
    para cambiar alguna característica corporal para incrementar el
    atractivo sexual y social. Utilizando pinturas, cosméticos
    pero hasta la llegada del mundo moderno no se encuentran culturas
    donde se pretende tener más atractivo social aumentando o
    disminuyendo su cuerpo.

    Un cuerpo de mujer abundante
    era signo de lujo, la delgadez era símbolo de muerte.

    2. CONCEPTO

    La anorexia nerviosa es un trastorno del comportamiento
    alimentario que se caracteriza por una pérdida
    significativa del peso corporal producida normalmente por la
    decisión voluntaria de adelgazar. Este adelgazamiento se
    consigue suprimiendo o reduciendo el consumo de
    alimentos,
    especialmente "los que engordan" y también con cierta
    frecuencia mediante vómitos, uso
    indebido de laxantes, ejercicio físico exagerado y
    consumo de
    anorexígenos, diuréticos…

    El trastorno suele iniciarse entre los 14 y 18
    años de edad, pero en los últimos tiempos
    está descendiendo la edad del inicio.

    El paciente anoréxico experimenta un intenso
    miedo al aumento de peso a pesar de que éste disminuye
    cada vez más y de una manera alarmante. Se produce una
    distorsión de la imagen corporal,
    lo que obliga a mantener la dieta.

    El hecho de la pérdida de peso es negado
    prácticamente siempre por el enfermo y no suele tener
    conciencia de la
    enfermedad. Esta malnutrición produce alteraciones,
    síntomas y trastornos: hipotensión, alteraciones de
    la piel,
    caída de cabello, trastornos gastrointestinales, etc.
    También se dan síntomas de ansiedad, depresión
    y obsesivos. Esta malnutrición también provoca
    tristeza, irritabilidad, aislamiento social e incluso ideas de
    muerte y
    suicidio.

    Las preocupaciones por el alimento se hacen
    auténticamente obsesivas. Los pensamientos y actitudes
    relacionados con el cuerpo, el peso y la alimentación, y la
    evolución de la enfermedad indican que
    después del diagnóstico, un 25% de las pacientes siguen
    siendo anoréxicas, un 40 % tiene síntomas
    depresivos y un 25% obsesivos. La mortalidad se sitúa
    entre el 8 y el 10% pero cuando la enfermedad dura más de
    30 años este dato se eleva al 18%.

    Tras doce años de evolución de la enfermedad en una persona la
    curación se considera prácticamente
    imposible.

    Aproximadamente la mitad de las pacientes
    anoréxicas experimentan episodios bulímicos, esto
    es también un trastorno del comportamiento
    alimentario caracterizado por la presencia de episodios en los
    que el enfermo ingiere cantidades de alimento superiores a lo
    normal, aunque en principio el bulímico no desea en
    absoluto ese atracón. Después de estos atracones,
    siguen vómitos,
    laxantes, diuréticos…

    En la aparición de la anorexia intervienen
    factores socioculturales, es la presión por
    parte de la sociedad, de los
    medios de
    comunicación, el anhelo de delgadez.

    Intervienen también factores individuales,
    como son los cambios corporales que obligan a fijar la
    atención sobre el propio cuerpo. Es este el momento en que
    el adolescente compara su imagen corporal
    con el modelo
    estético corporal presente en su medio social.

    Se habla también de la familia
    como factor importante en la aparición de la anorexia
    aunque no es algo específico en la enfermedad. Se ha
    observado que hay un predominio de estilo educativo
    sobreprotector y también excesos de trastornos
    alimentarios, afectivos y de ansiedad en los familiares de
    anoréxicos.

    Pero estos elementos no pueden considerarse factores
    importantes de esta enfermedad, es decir, se asocian a otras
    enfermedades que
    no tienen nada que ver con el alimento. De todas formas una vez
    que la anorexia está en marcha, los conflictos
    familiares cobran gran importancia.

    3. SEÑALES DE ALARMA DE LA ANOREXIA
    NERVIOSA

    – Comer como si estuviera a dieta, a pesar de que ya
    está muy delgada.

    – Usar ropas muy holgadas o demasiado
    grandes.

    – Estar preocupadas por el peso, por conseguir dietas y
    por la figura.

    – Experimenta cambios de personalidad.

    – Experimenta vértigos, desmayos, pérdida
    de conocimiento y
    dificultad para concentrarse.

    – Temor a aumentar de peso o engordar.

    – Percepción
    distorsionada del peso, tamaño o figura de su
    cuerpo.

    – En las mujeres, la ausencia de al menos tres ciclos
    menstruales consecutivos.

    – Ausencia de otro trastorno físico o
    psiquiátrico que pudiera justificar la pérdida de
    peso o la negativa de comer.

    – Comienzo del tratamiento antes de los 25 años
    de edad.

    – Presencia de al menos 2 síntomas
    fisiológicos asociados a la anorexia nerviosa.
    Éstos son:

    * Abuso de laxantes, diuréticos o píldoras
    de dieta.

    * Hacer ejercicio de manera excesiva. Puede que hasta 5
    o 6 horas al día.

    * Osteoporosis. Los
    huesos se
    vuelven más frágiles.

    3.1 Síntomas físicos de
    inanición

    • Piel fría, algunas veces con tonalidad
      azulada.
    • Dolor al sentarse.

    – Desarrollo de
    vello muy fino por todo el cuerpo.

    – Hipotensión, o presión anormalmente
    baja.

    – Corazón
    debilitado.

    – Indigestión después de la escasa comida
    que consume.

    – Sensación de debilidad o cansancio.

    – Problemas de
    sueño.

    – Anemia debido a la falta de hierro y
    proteínas.

    – Anormalidades hormonales: ausencia de los
    períodos menstruales.

    4. CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LA
    ANOREXIA NERVIOSA.

    IMAGEN CORPORAL: la mayoría de las
    anoréxicas perciben una imagen corporal
    distorsionada porque se ven demasiado gordas sin hacer caso de lo
    escuálido que está su aspecto.

    Uno de sus principales temores es llegar a estar gorda y
    la decisión de mantener un peso corporal bastante bajo a
    cualquier precio.

    UN ACONTECIMIENTO CRUCIAL: éste se
    refiere a la inmediata adultez de la joven y la independencia
    que la sociedad espera
    que ella logre. A medida que se vuelve más delgada y
    más débil, la anoréxica requiere más
    atención de quienes la rodean, y ya no tiene que
    preocuparse por salir sola ya que sino, supondría un mayor
    control sobre su
    vida propia.

    SATISFACE VARIAS NECESIDADES CONFLICTIVAS: la
    libera de parte del estrés de
    entrar en la adultez y lograr la independencia,
    mientras que atrae la atención de los padres y ofrece una
    medida de control de su
    propia existencia.

    A través de estas características psicológicas se
    puede observar dos tipos de anorexia:

    – Anoréxicas austeras: comienzan perdiendo
    peso a través de dietas y ejercicio, por lo general
    ayudadas con laxantes, píldoras de dieta y/o
    diuréticos.

    – Anoréxicas voraces: muestran características de la bulimia
    nerviosa, es decir, que pasan por atracones y vómitos.

    Otros tipos de características son las que
    presentan estas chicas:

    – Un historial de ligero sobrepeso: estas chicas
    comienzan teniendo un ligero sobrepeso por lo que comienzan con
    dietas estrictas y luego no se detienen cuando llegan al peso
    buscado sino que, se agradan, y continúan perdiendo
    peso.

    – Un excesivo deseo de agradar a los demás y
    evitar situaciones estresantes: intentan agradar a los
    demás a expensas de su propia felicidad por lo que
    desarrollan una personalidad
    rígida, expresada en una excesiva necesidad de seguir
    reglas y una tendencia a criticar a los demás. Intentan
    mantener el control sobre su
    entorno porque no tienen control sobre su
    propia vida.

    Esto además conlleva a que tengan miedo a
    enfrentarse a situaciones nuevas y así les surgen los
    problemas de
    identidad y
    control.

    – Elección de una afición o una carrera
    que concede gran importancia al peso: las carreras de
    bailarina, actriz, modelo y
    deportista, fomentan esta enfermedad porque se le concede un alto
    valor a poseer
    un aspecto delgado y saludable.

    Hay una serie de factores que también son
    determinantes dentro de la anorexia que son:

    – Factores familiares: muchas de las afectadas
    proceden de familias afectuosas y cariñosas pero hay una
    serie de factores que la van a conllevar a la anorexia.
    Está comprobado que las familias de las anoréxicas
    están situadas en los estratos socioeconómicos
    medios y altas
    de la sociedad. Tal
    hecho supone conductas, valores y
    relaciones personales diferentes de la persona que
    pertenecen a otros estratos además de existir una
    tendencia a que los padres de las anoréxicas tengan edades
    avanzadas.

    Concesión de una gran importancia emocional a
    la comida, el comer, el peso y el aspecto:
    este caso puede
    ocurrir cuando los padres están relacionados con
    algún tipo de relación estrecha con la comida:
    restaurantes, trabajan en la industria
    alimentaria…

    Casos de anorexia nerviosa en la familia y
    trastornos anémicos en familiares cercanos:
    la
    mayoría de los casos suelen darse porque algún
    familiar haya ya padecido anorexia o algún trastorno
    emocional como depresión
    o manía depresiva.

    Insistencia exagerada en el aspecto y los logros por
    parte de uno o ambos padres:
    muchas veces se someten a dietas
    para agradar a uno de sus padres lo que la lleva a abarcar
    sentimientos negativos como la cólera.

    Una relación excesivamente estrecha con los
    padres, excesivo control
    : los padres llevan un excesivo
    control sobre ellas llegando a tomar sus propias decisiones y
    gobernando su propia vida porque tienen puestas muchas
    expectativas en ellas. Ellas intentan satisfacer completamente
    los deseos, necesidades y sus expectativas, y al hacerlo dejan de
    expresar sus propios deseos produciendo una falta de
    reconocimiento de sí misma como un individuo con derecho
    propio.

    Otros problemas de
    la familia
    : muchos trastornos que puedan haber dentro de ella
    como el alcoholismo lo
    que lleva a la niña a que se centren en ella y descuiden
    sus problemas.

    Todos estos problemas están entrelazados. Los
    trastornos vienen por pasar toda la vida en un entorno social y
    familiar particular. Los miembros de una familia casi
    nunca se dan cuenta del impacto de su conducta en la
    futura paciente.

    5.PRESIÓN SOCIAL Y ESTEREOTIPOS
    SOCIALES.

    Las dimensiones corporales de la mujer han sido
    valoradas de distintas maneras en las distintas épocas de
    la historia del
    mundo occidental.

    El modelo de
    belleza femenino de la época de Rubens es muy distinto al
    actual. Los cambios históricos acarean cambios culturales
    y cambios en los patrones estéticos y
    corporales.

    La imagen de un
    modelo ideal
    de belleza, compartido y reconocido socialmente, supone una
    presión altamente significativa en todos y cada uno de los
    miembros de la población. Las mujeres que encarnan o se
    identifican con ese modelo tienen
    razones para valorarse positivamente. Quienes no reúnen
    estas características, padecen baja autoestima.

    En el establecimiento de los modelos
    estéticos, intervienen multitud de factores aunque en cada
    país tenga su prototipo de belleza específico. Por
    ejemplo, en la India, donde
    escasea el alimento, la obesidad es
    signo de prestigio social y de potencial socioeconómico.
    Por el contrario, el ideal de delgadez se da en sociedades
    donde la obtención de alimento no es problema.

    Los estereotipos estéticos suelen extenderse en
    las sociedades
    complejas en sentido descendente, es decir, de las clases
    más elevadas a las más bajas.

    En las sociedades más desarrolladas, hay una
    relación inversa entre clase social y obesidad.
    Huenemann (1969) verificó que el 11,6 % de la población adolescente femenina de clase
    baja eran obesas mientras que las de clase alta sólo
    había un 5,4 %.

    Esta distribución por clases
    sociales es totalmente opuesta a la que se da con la
    anorexia. Este fenómeno entremaña que los valores
    asociados al alimento(necesidad básica) son sustituidos
    por otros de carácter estético más
    culturizados y alejados de lo primario, de lo mas estrictamente
    biológico.

    Pero para que la restricción ingestiva se inicie
    no basta con que la persona tome la
    decisión de reducir las dimensiones de su cuerpo, sino que
    es necesario que sufra las influencias sociales.

    Éstas se canalizan a través de los
    demás y del ambiente.

    Un canal importante y de influencia efectiva son los
    medios de
    comunicación de masas. Nos hallamos inmersos en una
    sociedad donde
    TV, prensa, radio, bombardean
    continuamente a los ciudadanos con múltiples
    mensajes.

    También se sabe que los valores
    del mundo anglosajones, en especial EEUU, ejercen una gran
    influencia sobre el resto del mundo y que pronto serán
    implantados en otros países.

    En relación con los grupos de
    jóvenes más afectados por la anorexia, Garnel y
    Garfinkel realizaron algunos estudios concluyéndolos con
    la afirmación de que toda la presión sociocultural
    todavía es mayor en determinados grupos
    homogeneizados que están en función de ciertos
    intereses y actividades. Éste es el caso del estudiante de
    música y
    danza o en
    modelos de
    alta costura.

    Se plantearon la posibilidad de que unos estudios de
    este género resultaran humanamente estresantes por su
    competitividad. Más adelante se vio que el
    factor clave no es la competitividad
    sino la dedicación a actividades que subrayen el valor del
    cuerpo delgado.

    En 1986, se volvió a hacer otro trabajo (por
    Ordeig y Cols) con muestras de estudiantes de danza,
    modelos de
    alta costura y gimnastas. Las puntuaciones obtenidas ante el
    E.A.T. fueron de 30, 14,8 y 18,6 respectivamente; mientras que en
    el grupo control
    fue de 11.

    Entran en patología el 30% de los bailarines, el
    18% de los gimnastas, el 13,3% de los modelos. Este
    estudio confirmó el resultado obtenido por Garner y
    Garfinkel.

    5.1 La coacción publicitaria: hasta ahora
    nos hemos referido a los medios de
    comunicación como portavoces y creadores de los
    estereotipos estéticos corporales que surgen en la
    población.

    El cine, la
    fotografía, los reportajes sobre métodos de
    adelgazamiento contribuyen a determinar el estado de
    opinión y evaluación
    corporal. Pero, además, todo este mundo de palabras e
    imágenes van a crear un
    importantísimo mercado
    descubierto por los comerciales y productores de más de
    mil recursos de
    adelgazamiento.

    El estado de
    opinión, por tanto queda en cierto, enrizado en una
    publicidad
    comercial, que con sus mensajes incorporan el estereotipo
    estético, lo concreta y potencia.

    Se realizó un análisis de publicidad de
    pro-adelgazamiento en 1985. De todas las revistas que se
    publicaron en España se
    eligieron aquellas que contaban con un 60% de lectores del
    sexo femenino
    que a la vez tenían una difusión de más de
    100.000 ejemplares. De aquí se seleccionaron diez que
    constituyeron el 80% de todas las revistas leídas por la
    población femenina.

    De estas revistas, se analizaron todos los anuncios que
    aparecían seleccionando todos aquellos que de manera
    directa o indirecta incitaban al uso o consumo de
    productos para
    adelgazar.

    Los resultados fueron éstos:

    Anuncios Directos …………………..
    10,43%

    Anuncios Indirectos …………………..
    14,24%

    Anuncios Totales …………………..
    24,64%

    Con esto se constata que casi uno de cada cuatro
    anuncios que llegan a un público femenino invitan de
    alguna manera a la mujer, a
    perder peso.

    También se midió el coeficiente de
    Impacto. Éste mide la capacidad de difusión de un
    mensaje en una población dada. Como se ve en la tabla
    toman prioridad aquellos productos que
    son de actuación específica e inmediata, como es el
    caso de las cremas y pomadas adelgazantes. En segundo lugar
    aparecen los alimentos de tipo
    calórico.

    En la tabla, vemos un cambio
    significativo en las razones que los anunciantes dan para invitar
    a perder peso. Es difícil predecir si esta tendencia se
    mantendrá, por eso antes había una gran
    preocupación por la salud y actualmente lo que
    se está dando es un vuelco hacia lo estético, es
    decir, se hace notar que vende más la
    motivación en estética que lo
    sanitario.

    En 1985 el 55% de los argumentos pro-adelgazamientos
    eran estéticos mientras que sólo el 19% estaban
    relacionados con la salud.

    El llamado coeficiente de utilización indica la
    cantidad de veces que una palabra aparece en publicidad. En la
    tabla del anexo 3, hay 24 términos verbales. Los
    más utilizados son: tipo, silueta, figura, delgado,
    línea, centímetro, kilos, adelgazar, calorías e hipocalorías.

    También se llegó a la conclusión
    que la mayor difusión de esta publicidad se
    produce, principalmente en mujeres de 15 a 24 años de
    edad. Esto es solo un botón de muestra para
    darnos cuenta del bombardeo al que estamos sometidos los
    jóvenes y adolescentes.

    Cada época ha tenido unos prototipos de belleza.
    En la década de los 50, existían dos modelos: uno
    el de Marilin Monroe con caderas anchas, cintura ceñida
    etc. y el de Grace Kelly tendiente a lo rectilíneo, era la
    delgadez extrema. Las seguidoras de Marilin eran mucho más
    vulgares que las de Kelly que eran chicas
    aristocráticas.

    En los años 60, se da el fenómeno Twiggy.
    Una chica inglesa, francamente esquelética, que se
    introdujo como un ciclón en el mundo de la moda de
    América
    y Europa.

    Publicaciones como " Vogue " trasladaron sus
    escuálidas dimensiones a los ojos de todo el mundo
    occidental. El impacto que produjo constituyó un ejemplo
    de la eficacia de los
    medios de
    comunicación y de las campañas de
    publicidad.

    La aparición de este fenómeno Twiggy es un
    hecho clave para entender el incremento epidémico de los
    trastornos en el comportamiento
    alimentario. De algún modo el modelo de Marilin y el de
    Twiggy se han mantenido hasta nuestros días.

    El anhelo de la delgadez sigue vigente. Un estudio
    pionero de Garner verificó de las medidas de las modelos
    fotografiadas en las páginas centrales del Playboy y otras
    revistas, fueron disminuyendo cada vez más. Eran
    más delgadas.

    5.2. Del culto a lo utópico: Kim Cherin
    desde una perspectiva feminista hace una importante
    crítica acerca de esta sociedad
    generadora de la actual epidemia de anoréxicas y
    bulímicas

    En 1981 ya señalaba que E.E.U.U. se gastaba 10
    billones de dólares anuales en servicios y
    productos
    relacionados con la búsqueda y pérdidas de peso y
    que 20 millones de personas seguían una dieta
    rigurosa.

    La preocupación por el peso y la imagen corporal
    está tan extendida que en la sociedad actual, es un
    fenómeno que puede considerarse como normal en la
    experiencia femenina; lo anormal es la no- preocupación
    por el cuerpo.

    Ésta preocupación e insatisfacción
    suscitada por el propio cuerpo, tiene que encontrar alguna
    vía de solución. Los afectados intentan resolver
    sus problemas eligiendo entre las múltiples alternativas y
    mejores. Ésta es la técnica para adelgazar
    más difundida y más peligrosa en cuanto al riesgo de sufrir
    trastornos del comportamiento alimentario.

    Una revisión de las publicaciones sobre dietas
    alimentarias publicadas entre 1967 y 1993 resulta muy
    significativa (French y Jeffery, 1994).

    Resumiendo todos estos trabajos se concluyen que
    alrededor del 40% de las mujeres y que el 23% de los varones
    estaban intentando perder peso. En estas mismas circunstancias el
    26% de las mujeres y el 14% de los hombres estaban haciendo
    régimen para adelgazar.

    Los porcentajes más altos se referían a
    chicas que estaban en Colleges donde del 50% al 61% practicaban
    dietas. También concluyeron en que había más
    personas de peso manual siguiendo
    dietas que personas con sobrepeso.

    Pero lo más grave es que en 1985 y 1990
    creció el porcentaje de personas que considerándose
    a sí mismas delgadas trataban de adelgazar. Del 0,7% se
    pasó al 4% y en adolescentes
    las cifras aún eran más preocupantes. El 20% de
    chicas adolescentes
    con infrapeso estaban siguiendo dietas adelgazantes.

    Éste es el panorama descrito con algunas
    pinceladas ilustrativas que hacen patente la preocupación
    por el cuerpo y sus medidas supuestamente excesivas. Es como si
    la gente aceptara la presión social y haya llegado a
    convencerse de que este prejuicio es intentar adelgazar, reducir
    las dimensiones y de manera competitiva.

    En 1993 se realizó otro estudio, Phelps quienes
    evaluaron de igual modo y en las mismas circunstancias
    académicas a todas las chicas de 12 a 18 años
    ubicadas en el mismo distrito escolar de
    Búfalo.

    Se les pasó una encuesta a
    todas las alumnas situadas en Middle School, de 12 a 14
    años, y a todas las de High School, de 4 a 18 años.
    Los resultados fueron ambiguos ya que en High School, las de
    mayor edad, las prácticas patógenas para perder
    peso habían disminuido, mientras que en Middle School en
    ese mismo período de 8 años, el porcentaje de
    niñas que se medicaban para adelgazar había parado
    del 0,8% al 6% y de niñas vomitadoras había pasado
    del 3,8% al 11,4%.

    En consecuencia parece concluirse que se está
    reduciendo la edad en que más se experimenta e interioriza
    la presión pro-adelgazamiento. Serían
    todavía niñas las que emplearon métodos
    peligrosos para perder peso.

    Los estudios realizados sobre el tema que hagan
    referencia a niños pre-puberales son muy escasos pero hay
    un ejemplo muy significativo que es una serie de estudios llevada
    a cabo por un grupo de
    investigadores de la universidad de
    Leeds, en Inglaterra.

    En el más reciente trabajaron con 213
    niñas y 166 niños de 9 años. Hallaron que
    los niños presentaban una baja autoestima, un
    evidente deseo de adelgazar y altos niveles de restricción
    de comida. Pero ese deseo de adelgazar y la
    motivación para seguir una dieta se mantenía en
    los niños y niñas de todos los niveles de
    peso.

    Con estos resultados se puede concluir que la
    interiorización en los niños de los modelos
    estéticos corporales empieza a edades muy tempranas, al
    igual que los anhelos por adelgazar y llevar a cabo alguna dieta.
    Éstas suelen llevarse a cabo (sobre todo en el caso de las
    niñas) en colaboración y correspondencia de las
    madres.

    Los niños se encuentran en la misma sociedad que
    los adultos y como ellos experimentan las mismas influencias. En
    ellas, los niños quedan mediatizadas por los adultos y
    mayores que tienen más cerca y que son más
    significativas desde una perspectiva socioafectiva. La información verbal que los padres dan a sus
    hijos, ha sido estudiada por una investigación muy reciente (Thelen y
    Cormis, 1995) en donde veían las características de
    118 niños y niñas de 9 a 10 años y se
    constató que tres de cada cuatro padres y/o madres
    alentaban a sus hijos e hijas para que controlaran su
    peso.

    Se percibía como más frecuente y presente
    la acción adelgazante ejercida por las madres, madres que
    en un 86% habían practicado dietas en alguna
    ocasión y que en un 57% lo habían hecho más
    de tres veces a lo largo de sus vidas. Éste es uno de los
    trabajos que pone de manifiesto el papel de la
    familia en la
    transmisión de valores en
    este caso, alimentario-corporal.

    Esta transmisión de valores y
    costumbres aumentan cuando las madres han padecido o padecen
    trastornos en el comportamiento alimentario.

    5.3. Comer con prisas: El modelo de familias
    tradicional tenía establecido la ingestión de tres
    comidas: desayuno, comida y cena que no sólo eran
    ocasión para alimentarse sino también de reunirse,
    comunicarse, en definitiva, de convivir.

    Ahora cada vez son más las personas de una misma
    familia que
    realizan sus comidas por separado y lejos del hogar. Las "comidas
    rápidas" y en general escasas, han ocupado el lugar de las
    comidas lentas y hogareñas. La estructura de
    una comida con dos platos y postre se han ido sustituyendo por
    bocadillos y hamburguesas que además se ingieren con
    prisas.

    Estos hábitos son más frecuentes en
    adolescentes y
    jóvenes de enseñanzas medias y universitarios, es
    decir, la parte de la población de mayor riesgo para los
    trastornos en la alimentación. Es
    justo, en estas edades, donde se debe cuidarse más en la
    alimentación

    Las ocasiones para comer en grupo son
    múltiples: aniversarios, sesiones de trabajo, despedidas o
    cenas de parejas. Para el adelgazador, estas ocasiones suscita
    pesadumbre, angustias y arrepentimientos y como consecuencia se
    sitúa en una disyuntiva: o rechazar a la vida social o
    compensar esos excesos con ayunos y restricciones
    posteriores.

    En el caso en que se elija la renuncia social, la
    autoestima y estabilidad emocional saldrían perjudicadas.
    En el segundo caso, la preocupación absorbente por la
    alimentación llevaría a un posible
    trastorno alimentario. Quien se encuentra en el culto a la
    delgadez no puede asistir indiferente a estos "encuentros "
    sociales que en definitiva son encuentros para comer.

    Ésta es una de las principales razones del
    aislamiento social progresivo que sufren los pacientes
    anoréxicos y bulímicos. Sienten temor a reunirse
    con amigos alrededor de una mesa con platos o
    similares.

    Resumiendo todo lo anterior se puede decir que los
    cambios de costumbres han alterado los hábitos
    alimentarios y que no se tratan de nuevas modificaciones formales
    y sin importancia sino que se han derrumbado que los cambios de
    horarios de situaciones sociales y de funciones
    sociales de los alimentos, dan
    lugar a cambios en el contenido. La desorganización
    incrementa los riesgos de
    patología alimentaria.

    5.4. El rechazo social: Uno de los rechazos
    sociales más claros es el rechazo al obeso, tanto que a un
    niño de seis años de edad ya lo tiene totalmente
    interiorizado. Se ha observado que los niños a esta edad
    atribuyen características positivas (bueno,
    simpático, feliz…) a una persona delgada y
    características negativas(tramposo, sucio, lento…) a una
    persona
    gruesa.

    Un estudio muy conocido hecho en los años 60 por
    Richardson, puso de manifiesto algo semejante. A un grupo numeroso
    de niños y niñas de 10- 11 años, se les
    mostraba una serie de láminas. Cada lámina
    representaba un niño con una incapacidad (niño
    totalmente normal, niño con muletas, niño sin una
    pierna, niño en silla de ruedas, niño obeso,
    niño con la cara desfigurada y niño sin una mano).
    Los niños/as debían elegir uno a uno las figuras
    infantiles que les resultaran más agradables. Pues en
    todos los casos se dio que el niño obeso era el menos
    elegido.

    A parte de este caso de rechazo al obeso se le atribuye
    la responsabilidad de su enfermedad. La obesidad
    está considerada como la consecuencia de un vicio y el
    obeso una persona que se entrega a él, es decir, que el
    obeso es obeso porque quiere ya que come sin control con
    glotonería.

    Este rechazo tiene varias manifestaciones. Se
    observó que en una serie de colegios prestigiosos, el
    número de chicas obesas admitidas era
    desproporcionadamente menor que el de chicas delgadas. Esto
    sucedía sin que existieran diferencias significativas ni
    en el cociente intelectual ni en el expediente escolar previo.
    Sólo los prejuicios podrían explicar estos
    hechos.

    Otra manifestación clave y evidente del rechazo
    social al obeso se da en el mundo laboral. Un
    estudio sobre las relaciones entre un sobrepeso y empleo
    concluyó en líneas generales que las personas con
    sobrepeso son consideradas menos competentes, más
    desorganizadas, indecisas e inactivas.

    En el caso de las mujeres la situación se agrava
    aún más. La promoción profesional es mucho más
    asequible para las delgadas que para las que no lo son. Citemos
    como ejemplo el caso de los auxiliares de vuelo o azafatas que
    pueden ser despedidas por tener problemas de sobrepeso y ciertas
    compañías controlan las medidas de sus muslos,
    caderas… hasta acostumbrarla a establecer unos límites.
    Es importante señalar que los trastornos en las azafatas
    son bastantes frecuentes (Shilling 1993).

    Como se puede observar la presión social sobre
    las mujeres es mucho más acentuada. Ha podido
    también verificarse que las mujeres más
    emprendedoras y social y laboralmente más activas son las
    que prefieren un cuerpo delgado y a las más voluminosas se
    les atribuye funciones de
    madre, esposa…

    Todos estos perjuicios hacen referencia al atractivo
    físico, pero nos olvidamos que el atractivo físico
    no se reduce al volumen del
    cuerpo sino que es mucho más; el rostro, el cabello, las
    manos, los ojos, formas de moverse, color de la
    piel…

    5.5. Métodos para adelgazar: la
    consecuencia más grave de las dietas restrictivas consiste
    en la facilitación y precipitación de trastornos en
    la alimentación. La restricción de
    alimentos es
    el factor de riesgo inmediato
    más evidente de la anorexia nerviosa.

    5.6. El mercado del
    adelgazamiento: los medios de
    comunicación junto con mensajes verbales
    lanzan imágenes
    de cuerpos que sutil o burdamente van destilando mensajes y
    señales que facilitan la difusión y consiguiente
    interiorización de la cultura de la
    delgadez.

    Algunos datos
    significativos que reflejan la situación actual. En la
    década de los 80, los americanos gastaban 10.000 millones
    de dólares en servicios y
    productos
    destinados a perder peso. En tan solo un año los
    americanos subieron la cifra a 74.000 millones de dólares
    en alimentos dietéticos y a lo largo de esta
    década, los americanos doblaron sus gastos en
    alimentos dietéticos, programas para
    adelgazar libros de
    regímenes y consejos para perder peso.

    La industria
    británica del adelgazamiento está facturando
    más de un billón de libras esterlinas por
    año (1994).

    5.7. El mundo de la moda y las
    modelos: el mundo de la moda
    incluyendo modistas y costureras juegan un papel
    relevante en la preocupación femenina por revelar/ocultar
    el cuerpo.

    Un factor importante a tener en cuenta en el mundo de la
    moda son las
    modelos. Sin ellas casi no habría difusión de las
    tendencias de la moda. Ellas protagonizan las exhibiciones de
    todo género en revistas, en televisión, carteles urbanos etc. Sus
    siluetas, sus figuras extremadamente delgadas parecen ejercer
    influencias decisivas en muchas adolescentes,
    jóvenes y algunas nostálgicas de la juventud.

    John Casablanca fundador y presidente de una de las
    agencias de modelos más importantes del mundo, con 24
    establecimientos en Europa y América
    ha declarado recientemente en una entrevista que
    "vivimos en una época muy sensual en la que los cuerpos lo
    ceden todo. Lo mismo un coche que la moda" y en esa misma
    entrevista
    reconoce que han pasado varios años volcado con las
    anoréxicas. Y es que esta esbelta delgadez tan deseada por
    los diseñadores y que tantas modelos tienen, está
    al borde de lo patológico.

    Conocedores del tema apuntan que entre el 20% y el 30%
    de estas muchachas sufren trastornos en el comportamiento
    alimentario. Por eso no es infrecuente que muchas de ellas
    durante la comidas en grupos desaparezcan en dirección al baño para vomitar lo
    que se habían comido.

    Estas son algunas de las informaciones que la prensa del
    corazón
    nos da acerca del estilo de vida de muchas de ellas. Por ejemplo,
    Kate Moss que mide sólo 1,70 m. y pesa sólo 44
    kilos, su régimen alimentario habitual es de huevos,
    carne, verdura y mucho café. Claudia Schiffer no come
    carne, sólo pescado y verdura y Michael Jackson no supera
    las 550 calorías diarias (1995).

    Otro claro ejemplo es que los diseñadores son los
    primeros que promueven o consienten en cierto modo este tipo de
    enfermedad, como es el caso de Calvin Klein que en "El
    País Semanal" del 20× XI× 94 hizo estas declaraciones:

    " Oh si, desafortunadamente este es otro problema. Un
    gran problema en este país. Con lo avanzadas que son y con
    lo lejos que han llegado en todos los aspectos de su vida. Y
    todavía hay una tremenda obsesión por la delgadez,
    con estar delgadas. Es como si fuera lo más importante en
    sus vidas. Una paranoia. Y Kate les recuerda a todo
    eso".

    Una vez que ha reconocido y definido el problema
    lamentándose de su existencia, añade:

    " ¡Yo no promociono la anorexia! Pero creo que si
    voy a enseñar mi ropa prefiero enseñarla en
    personas delgadas. La ropa sienta mejor a la gente que " cuida"
    de su cuerpo y que está delgada. La imagen es
    importantísima".

    Esas cuatro frases encierran todo un sistema de
    valores, toda
    una ideología que en la que realmente está
    sustentando toda esa cultura de la
    delgadez.

    5.8. Los medios de
    comunicación: el papel que las
    televisiones ejercen en la difusión de valores y modelos
    relacionados con la estética de la delgadez es el medio de
    comunicación más
    intensivo.

    Silverstein (1986) estudió las
    características de los hombres y mujeres que
    aparecían en televisión
    durante un mes. Eran 221 personas, 139 varones y 82 mujeres.
    Luego un jurado de psicólogos especialmente entrenados
    clarificaba el cuerpo de cada uno de ellos en una escala del 1 al
    10 de acuerdo con su grado de delgadez o de obesidad.

    Hallaron que el 69% de las mujeres entraban en la
    clasificación de "muy delgado " lo que sólo
    sucedía al 17,5% de los hombres que aparecían en la
    pantalla. En cuanto a obesos televisivos los varones
    constituían el 255 y las mujeres el 5%. Por otro lado, el
    35% de las mujeres tenían menos de 26 años mientras
    que en el caso de los hombres tan sólo el 16% contaba con
    esa edad. Por tanto el modelo suministrado por televisión
    es el de la mujer
    sumamente delgada y joven.

    5.9. Crítica: haciendo una crítica
    de todo lo visto con relación a la "presión social
    y a los estereotipos culturales" hemos sacado una
    conclusión; por un lado los principales problemas ante una
    buena alimentación sin riesgos
    patológicos de ningún tipo y por otro lado las
    medidas que (teniendo en cuenta los problemas) sería bueno
    tomar para que cada vez sean menos los trastornos alimentarios (y
    a otro nivel), los trastornos en la concepción e
    interiorización de valores.

    5.9.1. Principales problemas:

    5.9.1.1 El desconocimiento de alternativas para
    adelgazar, fuera de la restricción de alimentos
    es
    el peor método
    para adelgazar ya que es el que más propicia el trastorno
    patológico.

    5.9.1.2. Los malos hábitos en
    relación con las comidas
    : hacerlas rápidas,
    escasas, sin saber bien cuáles son sus
    contenidos…

    5.9.1.3. Perjuicios y mala transmisión de
    valores
    : aceptar y mantener vigentes los prejuicios por
    pequeños e insignificantes que puedan favorecer al
    desarrollo de
    ésta patología.

    5.9.1.4. La manipulación: desde los
    diversos medios de
    comunicación (prensa, revistas,
    TV) somos invadidos y manipulados hasta el punto de llegar a ser
    víctimas de unos pocos (especialistas en marketing,
    diseñadores, empresarios del mundo de la dietética,
    modistos etc.).

    Las medidas que tomaríamos para remediar un poco
    esta situación las haríamos desde tres
    focos:

    5.9.2. La familia: ya que actúa
    como filtro para los más jóvenes y pequeños
    de la casa de toda la presión social que de fuera recibe,
    y también porque en ella es donde se cuaja los valores y
    donde pueden aparecer los perjuicios. La familia (los padres)
    pueden así proteger a los niños hasta que puedan
    ser críticos e interpretar la realidad por sí
    solos.

    Estamos de acuerdo en que los padres deben
    enseñar a los niños a que "tomen medidas" a la hora
    de comer; a comer sin glotonería pero no por cuestiones de
    peso sino por cuestiones de educación y del saber
    estar.

    En cuanto a las madres que han padecido trastornos en el
    comportamiento alimentario sería muy bueno (aunque
    difícil) que supieran distinguir y separar entre sus vidas
    y las patologías que han sufrido y las de sus hijos que
    pueden ser muy distintas.

    Los padres son también los responsables de la
    alimentación de sus hijos. Son también los
    encargados de que (en la medida de lo posible) se respeten unas
    normas en
    cuanto a las comidas. No sólo por disciplina,
    orden o tradición sino para un buen desarrollo del
    niño o adolescente.

    5.9.3. La educación: a
    través de los profesores junto con los padres es como se
    transmiten los valores.
    Por esta razón en nuestras manos (educadores) está
    evitar cosas como que un niño de peso mayor presente una
    baja autoestima, o que ya a la edad de 6 años los
    niños relacionen delgado con bueno y grueso con malo; o
    que el concepto de
    atractivo físico se reduzca al volumen de una
    persona.

    Los educadores somos los que a los adolescentes tenemos
    que llevarles las razones para que no se dejen influenciar y
    deslumbrar unas modelos.

    A través de la educación estamos
    formando cabezas, enseñando a pensar de una manera que
    cuando esos niños crezcan o esas adolescentes lean las
    declaraciones hechas por Calvin Klein y muchos otros, puedan ser
    críticos y analizar la raíz del problema de la
    anorexia y de los deseos desmesurados que la gente tiene por
    adelgazar.

    También serán conscientes de las
    incongruencias de estos altos diseñadores y quizá
    el día de mañana sean los directores de colegios
    prestigiosos y entonces sabrán que los alumnos gruesos
    pueden aportar a un colegio otras cosas (mucho más
    importantes) que muchos delgados no aportarán en la vida
    (como puede ser la alegría en el colegio, facilitar
    la
    comunicación, calidez entre la gente…).

    5.8.4. Medios de comunicación: de
    la misma manera que son medios para difundir las ansías
    para adelgazar han de ser medios para dar información de cuáles son las
    maneras más saludables (ejercicio físico, control
    médico…).

    6. TRASTORNO DE LA ANOREXIA: CAMBIOS CONDUCTUALES,
    AFECTIVOS, BIOLÓGICOS Y CULTURALES.

    6.1. Cambios conductuales: los pensamientos de
    las anoréxicas suelen preceder a la acción.
    Así se manifiestan los distintos comportamientos que vamos
    a ver:

    6.1.1. Comportamiento ingestivo: los
    primeros cambios son el inicio de una dieta restrictiva. Suele
    iniciarse limitando y/o suprimiendo los hidratos de carbono
    mediante la reducción o supresión de grasas y acaba
    en la limitación de la ingesta
    proteínica.

    Suelen utilizar varios recursos para
    seguir la dieta:

    – Vómitos.

    – Uso de laxantes: suelen padecer estreñimiento y
    para vencerlo utilizan laxantes ya que piensan que "a más
    retención, más peso". Su problema es la falta de
    información.

    – La utilización de diuréticos: disminuyen
    así la retención líquida y, por tanto, de
    peso.

    Las conductas que realizan son extravagantes, raras e
    incluso compulsivas. Aumenta todo lo relacionado con la
    alimentación y el peso: conversaciones, lecturas… Se
    informa de todo lo relacionado con las mil y una dietas posibles,
    el uso de cremas, colecciona libros,
    recetas… Suele incluso preocuparse hasta de lo que se comen en
    su casa.

    A partir de ahora realizará rituales con la
    comida como desmenuzarla, la reparte en el plato, la esconde en
    los bolsillos, la almacena en la boca para escupirla
    después, toma alimentos del plato de los demás que
    luego abandona sin probar…

    6.1.2. Hiperactividad: es la
    práctica de la actividad física de manera
    obsesiva. Así camina varios kilómetros al
    día, estudia paseando o de pie, hace abdominales para
    realizar un mayor gasto calórico.

    Se han hecho varios experimentos de
    Meyer y Cols (1956), Routtenberg y Kuznesou (1967), Eplings y
    Cols (1981 y 1983) en los que han visto que cuanto más
    ejercicio hagas, menos hambre tienes.

    Todo ello supone la posibilidad de que la
    anoréxica incremente sus actividades físicas en dos
    mecanismos. El primero de ellos es el cognitivo –
    conductual
    en las que sus ideas acerca del cuerpo y el peso
    llevarían a un mayor gasto calórico a través
    de más movimiento. El
    segundo es el psicofisiológico en donde la
    disminución de la ingesta comportaría más
    actividad física.

    La alteración del sueño se encuentra entre
    lo conductual y lo fisiológico. La anoréxica decide
    dormir menos porque así, al estar despierta, hace
    más gasto calórico.

    6.1.3. Comportamiento familiar: es el
    primer sitio donde la anoréxica ataca porque es el lugar
    en el que se realizan las midas, ya que la alimentación
    cuenta con un importante componente emocional. Las madres son las
    que imponen su papel de
    "alimentadores" ya que la alimentación es igual a salud y no alimentarse es
    enfermedad. En consecuencia, la disminución de la ingesta
    alimenticia por parte de la anoréxica, desencadena la
    ansiedad familiar.

    Una vez en marcha la ansiedad, se producirá el
    consiguiente repertorio de intervenciones con finalidad
    correctiva. Cuando una palabra o un gesto consiguen resultados
    positivos en la ingesta, son considerados como comportamientos
    que resultan reforzados positiva o negativamente. Así
    aumenta el intervencionismo familiar, es decir, un conjunto de
    estímulos de distinto orden que forzosamente va a influir
    sobre el comportamiento de la anoréxica.

    La interacción familiar incrementa y codetermina
    los comportamientos desadaptados y desadaptadores de
    la anoréxica. La familia no tiene por qué ser la
    causante de la anorexia, pero la familia afectada evoluciona y
    actúa de modo paralelo a como evoluciona y actúa la
    anoréxica.

    6.1.4 Conducta social y sexual: el
    sentimiento de ser diferente, de no poder ser
    comprendida por los demás, la ocultación de su
    problema, la evitación de situaciones donde la comida se
    plantea como obligación o como tentación. Todos
    éstos y muchos otros factores contribuyen a la
    irregularidad y/o inestabilidad de los intercambios
    sociales.

    También es una realidad la disminución del
    interés, de la práctica y del placer
    sexual por parte de las anoréxicas, aunque esto se ha
    estudiado de manera diversa porque no es lo mismo una niña
    de 13 años que una mujer casada de
    35, ya que no se puede esperar la misma respuesta sexual de una
    niña, sin casi experiencia, a otra ya con
    experiencia.

    El interés
    sexual de la anoréxica está disminuido o acumulado.
    Ellas suelen darse cuenta de que serían más
    atractivas si tuvieran más peso. A pesar de ello, desean
    perder más kilos. Las cosas suceden como si su apariencia
    le permitiera evitar muchas de las expectativas asociadas a la
    madurez y el desarrollo
    físico.

    6.2. Trastornos afectivos: existe una
    relación entre la anorexia nerviosa y los trastornos
    afectivos ya que las anoréxicas suelen manifestar
    síntomas depresivos: tristeza, llanto frecuente,
    insomnio… Todo ello relacionado con la pérdida de
    peso.

    6.3. Cambios biológicos: no siempre el
    problema de la pérdida de peso es el que lleva a los
    familiares de las anoréxicas a la consulta médica
    sino manifestaciones clínicas consecuencias de la anorexia
    nerviosa: estreñimiento, insomnio, aparición de
    intensa debilidad muscular, calambres…

    6.3.1. Exploración física general:
    su deseo de pérdida de kilos a veces ha sido comentado y
    comienza con una dieta que va a sobrepasar.

    Como consecuencia va a disminuir la masa del tejido
    adiposo y muscular, con pérdidas de un 25% del peso
    inicial. A los menores de 18 años se les debe
    añadir la interrupción de las ganancias de peso
    según las tablas de crecimiento por sexo y
    edad.

    Las anoréxicas van a presentar un aspecto
    marchito y envejecido, con una faz triste que intentan aparentar
    desarrollando una actividad física normal o
    exagerada.

    Físicamente, la piel aparece
    seca e incluso agrietada y tiene un aumento de la
    pigmentación de la piel. Las
    palmas de las manos y las plantas de los
    pies presentan una coloración amarillenta y fríos
    produciendo que las uñas se vuelvan más quebradizas
    y no es raro que se produzca una caída de cabello.
    Aún así se atenúan las proporciones
    femeninas normales características, manteniéndose
    el desarrollo
    mamario o encontrándose a lo sumo una cierta
    reducción de tamaño.

    También se puede encontrar en la
    exploración de alteraciones dentarias, la
    descomposición del esmalte y la caries provocados por los
    repetidos episodios de vómitos.

    6.3.2 Manifestaciones cardiovasculares:
    suelen producirse braquicardias e hipotensión. En el
    corazón
    se describe el adelgazamiento de la pared del ventrículo
    izquierdo, disminución del tamaño de las cavidades
    y disminución del trabajo cardíaco. Al igual que
    sucede en otros casos de malnutrición, hay una
    alteración en los mecanismos aeróbicos y se
    produciría una menor contracción cardíaca,
    que se consiguen con la normalización del estado
    nutricional.

    La mayoría de los estudios dinámicos
    cardiovasculares realizados en la anorexia nerviosa muestran una
    disminución del volumen
    sanguíneo y del volumen
    cardíaco proporcionales a la pérdida de
    peso.

    Según las estadísticas, la mortalidad de las
    anoréxicas varía entre un 4 y un 30%, y en un
    cierto número de estos casos representan muertes
    súbitas y no esperadas atribuibles por algunos a arritmias
    secundarias, a alteraciones electrolíticas debido a
    vómitos o abuso de laxantes. Sin embargo, muchas de estas
    muertes podían relacionarse mejor con cuadros de desgaste
    o lesión miocárdia y su riesgo de
    aparición aumentaría mucho cuando el peso de estas
    pacientes disminuye más del 35 al 40% inicial.

    6.3.3. Manifestaciones gastrointestinales:
    las enfermas anoréxicas presentan un vaciado
    gástrico retardado y una disminución del movimiento
    intestinal que produce sensación molesta de
    hinchazón y flatulencia que en muchos casos se
    acompañan de dolor abdominal y estreñimiento.
    Éste y la sensación de hinchazón son lo que
    suele inducir a la toma de laxantes. Incluso algunas pacientes se
    producen diarreas porque creen que les ayuda a perder peso y de
    esta manera facilitan su acostumbramiento.

    6.3.4. Manifestaciones
    hematológicas:
    la anemia es relativamente frecuente.
    En la mayoría de las pacientes, la anemia es
    normocrómica, pero en algunas es ferropénica
    (ingesta deficiente de hierro).

    En algunas anorexias se han hecho descripciones de
    descensos en las concentraciones plasmáticas de
    ácido fólico, de disminución de los
    depósitos medulares de hierro y de la
    capacidad de su fijación en relación con grupos
    controles.

    También la médula ósea aparece
    hipoclásica en ciertos casos, con un aumento exagerado de
    mucopolisacáridos, desaparición de grasas y
    aparición de un material gelatinoso.

    6.3.5. Otros cambios biológicos:
    uno de ellos es la elevación de las concentraciones
    séricas de carótenos, responsables de la
    pigmentación amarillenta que presentan algunas pacientes y
    no aparece en otras formas de malnutrición.

    También pueden observarse cifras moderadamente
    bajas de HDL-colesterol. Sin embargo, en más de la mitad
    de las pacientes con anorexia nerviosa se observan
    hipercolesterolemias, con elevación de LDL- colesterol y
    con niveles normales de triglécidos.

    6.3.6. Trastornos hipotalámicos y
    endocrinos
    : en la anorexia nerviosa existe una
    distorsión de los mecanismos reguladores centrales que
    controlan el equilibrio
    físico y emocional, con la aparición de un
    trastorno psico-neuroendocrino-metabólico en el que la
    pérdida de peso y la desnutrición que la acompañan
    serían responsables de la manifestación reversible
    con la recuperación del estado
    nutricional.

    Las diferentes alteraciones neuroendocrinas y
    metabólicas que se pueden presentar en la anorexia
    nerviosa son:

    6.3.6.1 Eje
    hipotalámico-hipófiso-gonadal
    : una de
    las manifestaciones es la aparición de la amenorrea
    secundaria que sigue a la pérdida de peso que llevan a la
    conducta
    anoréxica.

    Se ha comprobado que con estos cambios dietéticos
    se producen cambios hormonales que llegan a modificar el ciclo
    menstrual normal. Pero con la recuperación del peso
    corporal dentro de los valores
    normales generalmente aparecen los ciclos menstruales de
    nuevo.

    El ejercicio físico intenso se asocia a retrasos
    en la edad de aparición de la menstruación y a una
    mayor incidencia de trastorno menstrual.

    Los ovarios de las pacientes son mucho más
    pequeños que los de las mujeres hormonales. Con la
    recuperación del peso, el tamaño ovárico se
    normaliza y su estructura
    llega a ser quística, sin cambios en el estroma, y de una
    forma semejante a lo que ocurre en el curso del desarrollo
    puberal normal.

    6.3.6.2. Eje
    hipotalámico-hipófiso-tiroideo
    : algunos de
    los síntomas y signos de la anorexia nerviosa semejan
    muchas de las manifestaciones que acompañan al
    hipotiroidismo tales como: piel seca,
    estreñimiento, hipotermia y sensibilidad aumentada al
    frío.

    6.3.6.3. Eje
    hipotalámico-hipófiso-suprarenal
    : se
    describen en la anorexia nerviosa cambios en los niveles de
    hormonas
    glucocorticoides y concretamente aumentos de variables de
    cortisol. La producción neta de cortisol está
    aumentada en estas pacientes y las concentraciones de cortisol
    libre en la orina también son altas.

    Se cree que el hipercorticismo que presentan estas
    enfermas sería la consecuencia de un aumento de
    secreción de CRF hipotalámico; la ausencia
    hipercorticismo se explicaría por una reducción del
    número de receptores celulares al cortisol. Con la
    recuperación de peso desaparece la alteración,
    aún cuando la respuesta de CRF pueda persistir alterada
    durante meses e incluso años.

    6.3.6.4. Hormona de crecimiento: en la
    anorexia nerviosa las concentraciones de esta hormona son
    variables
    estando elevadas en el 50 % de los casos.

    Aún cuando las cifras de esta hormona son altas,
    no aparecen los característicos efectos anabólicos
    y de estimulación de crecimiento. En la anorexia nerviosa
    el aumento de secreción de la hormona de crecimiento
    podría servir para obtener energía, al estimular la
    movilización de los depósitos de grasa y favorecer
    la liposis.

    Existe una fuerte correlación directa positiva
    entre la elevación de esta hormona y la cantidad de
    ingesta calórica. No hay relación en cambio con el
    grado de pérdida de peso. Al iniciar la
    realimentación, en pocos días los valores
    básales de la hormona retornan a la normalidad.

    6.3.6.5. Hormona antidiurética:
    Muchas de las pacientes no pueden concentrar su orina cuando son
    sometidas a una situación de privación de agua. Casi la
    mitad de los pacientes anoréxicos presentan un cuadro que
    podría diagnosticarse de diabetes
    insípida parcial.

    La hormona antidiurética es segregada al plasma,
    pero también al líquido cefalorraquídeo; por
    tanto atendiendo a algunas de las funciones
    descritas de esta hormona por el sistema nervioso
    central, que su secreción podría influenciar
    funciones
    conductuales o cognitivas que pudieran tener relación con
    las alteraciones que presentan estas pacientes.

    6.3.6.6. Termorregulación: en los
    trastornos hipotalámicos se describen fallos en la
    adaptación del organismo a estados agudos de hipotermia o
    hipertermia. En general, en los individuos que presentan
    pérdidas importantes de peso les aparecen también
    defectos en la regulación de la temperatura.

    En la anorexia nerviosa ante un clima frío
    aparece una caída rápida de la temperatura
    corporal: sin presentarse escalofríos. En un ambiente
    caluroso la elevación de la temperatura
    corporal se produce de una forma más rápida que en
    sujetos normales, existiendo un significativo retraso en la
    aparición de la vasodilatación.

    Estos defectos se asocian a la disfunción
    hipotalámica, pero también tiene que ver la
    pérdida de la grasa corporal, así como posibles
    alteraciones en la regulación vasomotora.

    6.3.6.7. Metabolismo hidrocarbonado: en la
    anorexia mental, la insulina y los niveles de glucosa se
    encuentran más bajos de lo normal además de
    presentar una intolerancia a la sobrecarga de glucosa.

    6.4 Trastornos culturales: ha habido
    múltiples hechos históricos, sociales y culturales
    que aparecen asociados a los trastornos alimenticios. Así
    se pasa por las santas anoréxicas, doncellas ayunadoras,
    deportistas y bailarinas.

    Durante siglos, los sacrificios y mortificaciones
    transcendían al individuo y todo se realizaba a
    través de motivaciones religiosas, pocas veces sin ellas,
    o el estar ayudando a los demás. Buscaban la
    "perfección moral" y ahora
    hemos pasado a la persecución de la "perfección
    corporal".

    Otras sociedades, otras culturas, también han
    manipulado su cuerpo decorándolo, perforándolo…
    pero se trata de modelos heredados, transmitidos de
    generación en generación y por lo general
    dependiendo de rituales. La manipulación que se hace ahora
    es más a conciencia porque
    cuando la persona cree en la realización de un deseo no
    para hasta conseguirlo.

    En nuestro tiempo las
    mujeres, pero sobre todo las adolescentes, están
    preocupadas por su cuerpo y distorsionan su imagen corporal
    practicando fuertes deportes y dietas estrictas. No se
    aspira al ser sino al parecer es como un "narcicismo" en el que
    en última instancia depende la aprobación real o
    supuesta de los demás y que solo importa la
    silueta.

    Aquí llegamos al "mercado de
    adelgazar" donde la moda y sus creadores desempeñan en
    este juego
    psicosocial un papel
    destacado al igual que los medios de comunicación y la publicidad que les sirve
    para aumentar sus fortunas. Todo esto se suele encerrar en
    la mujer para que
    logre prestigio social y una autoestima personal a la
    delgadez. Las características y valores que encierran la
    delgadez universal son que para muchos es el medio por el que se
    van a lograr todos los valores, los modelos sociales, los halagos
    de quien te rodea que aportan y sirven de reforzadores para
    conseguir el propósito.

    Los trastornos del comportamiento alimentario en la
    sociedad actual se han convertido en un valor central
    de nuestra cultura
    constituyendo una serie de riesgos sobre
    todo para la salud. Se está
    viviendo y compartiendo con el sentimiento de que la delgadez
    corporal se asocia, de algún modo de belleza, elegancia,
    prestigio, juventud,
    aceptación social… y esto ha sido todo aprendido porque
    no hemos nacido con estos sentimientos, actitudes y
    creencias.

    En esta época es cuanto más importancia se
    da a la apariencia corporal. El deseo de adelgazar actual supone
    a las personas un anhelo por destacar y ser valorado de modo
    particular, sino sólo por ser aceptado y no
    rechazado.

    La minoría social controlada por los comerciantes
    es lo que forman la sociedad de consumo.
    Reproducen los usos y costumbres que marcan la moda para la
    aceptación y satisfacción personal.
    Llegamos a pasar de querer un determinado tipo de
    automóvil a un determinado cuerpo para poder ser
    aceptados y aceptables.

    Actualmente la sociedad está muy determinada por
    el culto al cuerpo como pasa en las películas, chicas
    jóvenes de cuerpos esbeltos y delgados. Parece como si la
    belleza estuviera al alcance de todos. Es el "aparento, luego
    soy… así".

    La búsqueda de esta silueta hace que se recurra a
    unos procedimientos,
    en los que interviene la cirugía: intervenciones
    quirúrgicas estéticas y plásticas, silicona,
    liposucciones y lipoesculturas, trasplante de órganos,
    prótesis de todo
    tipo…

    Hemos copiado, textualmente, del libro este
    párrafo porque pensamos que definía bien este
    capítulo. "La anorexia nerviosa ocurre cada vez con mayor
    frecuencia en nuestra cultura; no
    hay solución de continuidad entre las actitudes y
    conductas referidas al cuerpo y la alimentación en
    general, en los trastornos alimentarios subclínicos y en
    los casos clínicos propiamente dichos; el trastorno parece
    expresar conflictos y
    tensiones psicológicas generalizados en nuestra cultura; el
    trastorno puede ser la vía de expresión final de
    distintos problemas personales y malestares
    psicológicos; sus síntomas son extensiones y
    exageraciones de conductas y actitudes
    normales dentro de nuestra cultura; se trata de un trastorno muy
    estructurado y ampliamente "imitado"; y, finalmente, suscita en
    las demás respuestas ambientales".

    En nuestra opinión el párrafo demuestra
    que la anorexia conlleva factores ambientales que están a
    nuestro alrededor y nos dejamos inducir por ellos. No tenemos un
    autoconcepto propio y por eso nos gusta cambiar para que los
    demás estén bien con nosotros y no quedarnos solos.
    La cultura nos influye de tal manera que nos hace tener una serie
    de conductas y actitudes que
    no son como nos gustaría que fuesen.

    7. ANOREXIA NERVIOSA EN LOS
    VARONES.

    La anorexia es más frecuente en las mujeres que
    en los varones pero esto no quiere decir que no haya hombres que
    lo padezcan, son pocos pero los hay (no llegan a 100 los casos
    descritos por la literatura médica
    antes de 1986).

    Debido a que son pocos los varones que la padecen, se ha
    llegado a considerar diferente de la anorexia femenina. Se han
    hecho comparaciones entre las características
    clínicas y evolutivas de varones y mujeres
    anoréxicos:

    El primer estudio se hizo en 1985 en el departamento de
    Psiquiatría de la universidad de
    Munich y en el instituto Max- Planch en donde se compararon las
    características de 29 anoréxicos con 23
    anoréxicas. Se llegó a la conclusión de que
    la edad media de
    inicio del trastorno es la misma para ambos sexos. El 95% de los
    varones manifestó una negación de la enfermedad,
    hiperactividad, ideal de delgadez, fobia al peso y dieta. Los
    síntomas bulímicos se dieron en el 76% de ellos
    siendo considerados restrictivos el 24 %. Los vómitos se
    produjeron en la mitad de los pacientes. Esta
    sintomatología es igual en las mujeres pero con algo
    más de intensidad que ellos: manifestaban más
    quejas somáticas, más preocupaciones
    específicas, más ansiedad relacionada con los temas
    sexuales, más hiperactividad. También se estudiaron
    los rasgos de personalidad
    de unos y otros y no encontraron ninguna diferencia. La
    única distinta encontrada fue que la edad de la madre en
    el momento del nacimiento del paciente era sensiblemente inferior
    en el caso de los anoréxicos. Es un hecho difícil
    de interpretar.

    Se realizó un segundo estudio que se llevó
    a cabo en el St. George Hospital de Londres en 1986 y se
    compararon 36 varones anoréxicos con 102 mujeres
    anoréxicas. Se llegó a lo siguiente:

    SEMEJANZAS

    – Fobia ante el peso

    – Ideal de delgadez

    – Edad media de
    inicio del trastorno

    – Clase socioeconómica de procedencia

    – Características del peso previo

    – Duración de la enfermedad en el momento de la
    consulta

    – Seguimiento de dietas de adelgazamiento

    – Orden en la familia, número de
    hermanos

    – Tipo de relaciones infantiles con compañeros/
    as

    – Actividad sexual premorbida

    – Rendimiento académico

    – Enfermedades mentales en los
    padres

    – Trastornos de peso en la familia

    DIFERENCIAS

    – En algunos de los procedimientos
    empleados para luchar contra el aumento de peso, las mujeres
    utilizan más laxantes.

    – Los varones han practicado más deportes que las
    mujeres.

    – Los controles de seguimiento entre los 2 y los 20
    años después de la consulta parecen señalar
    unos resultados más optimistas en los varones, pero sin
    alcanzar diferencias significativas.

    Hay una aparente existencia de una proporción
    sexual y más concretamente de homosexualidad
    en los varones anoréxicos.

    En la práctica clínica se observa que los
    varones anoréxicos mas que "estar delgados" desean " no
    estar gordos", por eso se preocupan por conseguir una cierta
    musculatura para " impresionar a las chicas". Además los
    varones adolescentes experimentan mucha mayor presión
    social hacia el ejercicio físico intenso, asumiendo y
    practicando lo que se ha denominado " fisicalidad".

    En definitiva, mientras que las chicas adolescentes, a
    la vez de perseguir la delgadez, se preocupan por la forma de
    vestir, la cosmética, la peluquería, el uso de la
    bisutería/joyería… los chicos adolescentes se
    dedican, preferentemente a la construcción y moldeamiento de su
    cuerpo.

    Cabe destacar en el tema de los varones
    anoréxicos el uso de esteroides anabolizantes. Estos
    productos,
    derivados de la testosterona, fueron administrados a soldados
    alemanes durante la segunda Guerra
    Mundial. Así se pretendía incrementar su
    agresividad y su "espíritu de lucha". Probablemente fue
    esta la primera aplicación de estas sustancias al margen
    de la clínica médica. A raíz de esto fueron
    los deportistas los que comenzaron a ingerir esteroides para
    desarrollar el tejido no graso y aumentar la potencia
    muscular.

    Pero los anabolizantes además de producir estos
    cambios en la persona tienen muchas consecuencias negativas, como
    producir quistes hepáticos, reducir la variedad de
    colesterol protectora, disminuir la producción de espermatozoides y el
    tamaño de los testículos, reducir la producción de hormonas
    sexuales (en ambos sexos), etc.

    Afortunadamente, el consumo de
    anabolizantes todavía no es práctica difundida
    entre los adolescentes que toman habitualmente estimulantes y
    anabolizantes para mejorar su musculatura y su rendimiento
    deportivo.

    8. VENTAJAS Y RIESGOS
    PSICOLÓGICOS DEL EJERCICIO
    FÍSICO

    La actividad física practicada con regularidad y
    moderación es muy recomendable desde el punto de vista
    médico, ya que puede ayudar a mejorarse de muchas enfermedades. Varios
    estudios realizados entre adolescentes coinciden en que desde el
    punto de vista psicopedagógico la actividad física
    ayuda a controlar estados emocionales como la depresión,
    estrés,
    ansiedad…

    Según Martinsen hay una estrecha relación
    entre el ejercicio físico y la depresión
    porque a mayor ejercicio menor depresión.
    Éste fenómeno se puede explicar desde dos puntos de
    vista:

    – Médico: ya que ayuda a mejorar los
    problemas de salud y

    – Psicológico: el ejercicio físico
    requiere concentración, lo cual impide pensamientos
    causantes de reacciones negativas.

    El ejercicio físico aumenta la autoestima, ya que
    se consigue una imagen corporal positiva. Cabe pensar que el
    efecto positivo de la actividad física sea, simplemente un
    efecto placebo, como se dedujo en el estudio de Deshornais, en el
    cual 48 jóvenes se sometieron a un programa de
    actividad física. Se dijo a la mitad de ellos que el
    programa
    estaba dirigido a mejorar su bienestar psicológico y nada
    se dijo a la otra mitad. Al final se constató que la
    autoestima había mejorado en el grupo de estudio y no en
    el otro.

    El ejercicio físico también tiene sus
    riesgos como la dependencia a la actividad física. Morgan
    propuso los siguientes signos de alarma:

    – Insistencia en practicar ejercicio físico como
    una obligación.

    – Experimentación de síntomas de
    "dostinencia" como irritabilidad, ansiedad y depresión
    cuando se imposibilita el ejercicio.

    – Mantenimiento
    del ejercicio físico a pesar de la prohibición
    médica.

    Morris realizó un experimento con 40 corredores
    habituales para observar los síntomas de abstinencia. El
    experimento consistió en dividir a los corredores en dos
    grupos. El primero interrumpió la actividad física
    durante dos semanas. Al final de la segunda semana de
    supresión de la actividad física, los componentes
    del grupo " inactivo" presentaban una sintomatología
    depresiva significativamente superior a la del grupo corredor.
    Los "inactivos", durante esas dos semanas de inactividad,
    presentaban más síntomas somáticos,
    más ansiedad, más insomnio y más
    sensación de tensión que sus compañeros
    "activos". De
    aquí que Morris dedujera que la interrupción del
    ejercicio físico regular produce un auténtico
    "síndrome de abstinencia".

    El ejercicio físico practicado por razones de
    peso, tono muscular, atractivo personal de
    manera obsesiva, está directamente relacionado con
    trastornos alimentarios y con insatisfacción de la imagen
    corporal. Esto supone que al suspender bruscamente la actividad
    física se produce la recuperación del
    peso.

    En cambio, una
    práctica regular y moderada del ejercicio físico
    con el fin de mantenerse en forma y no de adelgazar obsesivamente
    es muy beneficioso tanto psíquica como
    físicamente

    9. EL TRATAMIENTO DE LA
    ANOREXIA

    9.1 La intervención: a menudo es utilizada
    por quienes quieren a la persona afectada y les preocupa su
    conducta, sea un
    trastorno de la ingesta, abuso de drogas o
    alcohol u
    otras clases de comportamientos autodestructivos. La
    intervención puede ser un medio eficaz de comunicar su
    preocupación, establecer algunas reglas y quizás
    que la persona afectada, decida buscar ayuda.

    Para intentar una intervención es necesario estos
    dos puntos:

    1- Si es posible, es positivo comentar la
    intención con un consejero, clérigo o médico
    de cabecera.

    2- Es necesario planear la intervención con
    cuidado. Quienes deben de estar allí, padres, hermanos,
    novios… En general las personas idóneas son las
    más próximas al paciente, quienes la vean con
    más frecuencia y aquellas cuyas vidas se han visto
    afectadas por su conducta.

    3- Es necesario conocer los hechos para así
    poder dar a la
    afectada razones de su preocupación: No es conveniente
    criticar y decir " estás destruyendo a esta familia" es
    perjudicial y melodramático- aunque pueda ser verdad -. En
    su lugar se podría decir que se siente preocupación
    por su salud, quizá incluso por su vida.

    4- Hay que mantenerse firme. Puede que no se produzca un
    milagro de la noche a la mañana, pero eso no es
    razón para cambiar su opinión de que existe un
    problema.

    5- Es normal esperar resistencia de la
    anoréxica. Obtienen una sensación de orgullo e
    identidad del
    hecho de estar delgadas y se sienten atacadas cuando alguien
    trata de cambiarlo.

    6- Es conveniente documentarse. Hay que leer
    bibliografías sobre el tema de la ingesta, ver si hay
    algún programa o campo
    de apoyo en su comunidad.

    7- Hay que recordar en todo momento el propósito
    de la intervención. Su objetivo es
    ayudar a la persona afectada. Si no se consigue la primera vez,
    hay que continuar intentándolo; no hay que renunciar ni
    perder de vista el objetivo.

    8- Es necesario reconocer los miedos de la paciente.
    Para una anoréxica, la idea de cambiar de hábitos
    mantenidos durante meses, quizá años, asusta de
    verdad porque comenzará a pensar o temer que se
    está intentando convertirla en una gorda. No hay que
    minimizar estas preocupaciones aunque parezcan
    irracionales.

    9- No es conveniente esperar. Es muy importante
    intervenir pronto porque probablemente no se conseguirá
    resultados inmediatos. Quizás se requieran varios
    días o varias semanas para que una anoréxica acepte
    finalmente buscar ayuda.

    10- No hay que olvidar las propias necesidades de quien
    realiza la intervención. Un trastorno de ingesta tiene
    efectos en la vida de la familia. Es bueno a veces de buscar
    asistencia sociopsicológica o encontrar un grupo de apoyo
    para asegurarse de que se está cuidando de manera
    correcta.

    9.2 Planteamiento del problema: Hay mayores
    posibilidades de que alguien con anorexia no quiera buscar ayuda
    por si misma, se presentará de mala gana probablemente con
    uno o dos de los padres. Pero ¿por dónde
    empezar?

    El médico de cabecera es un buen comienzo. Si
    ésta no es una opción, actualmente muchos
    hospitales disponen de programas para el
    tratamiento de la ingesta. Cuando se plantee esta
    situación, es necesario buscar un programa adecuado
    para tratar el trastorno. A la hora de examinarlo habrá
    que tener en cuenta lo siguiente:

    1- Referencias del personal o
    personas a cargo del programa.

    2- Experiencia del personal, el
    tiempo de
    existencia ese programa y el porcentaje de
    éxito.

    3- Los componentes del programa, duración del
    proceso de
    evaluación y su consistencia.

    4- En que consiste y cuanto dura el proceso o
    período de internamiento y el tipo de medicación
    así como el período de seguimiento.

    5- Informarse acerca de si el seguro
    pagará todo o una parte del tratamiento.

    Por último, una cuestión importante a
    tener en cuenta a la hora de comenzar un tratamiento de la
    anorexia es que una relación estrecha y de confianza entre
    paciente y terapeuta es esencial para la relación
    terapéutica. La paciente debe sentirse cómoda con
    las personas que la están tratando, de lo contrario hay
    muchas posibilidades de que la terapia no resulte tan eficaz como
    podría.

    10.OBJETIVOS DEL
    TRATAMIENTO

    El éxito de la terapia depende de muchos
    factores, entre ellos:

    – La propia personalidad
    de la paciente y su deseo de cambio.

    – La duración de su trastorno.

    – La edad a la que comenzó la
    enfermedad.

    – Su historia
    familiar.

    – Nivel de habilidades sociales y
    vocacionales.

    – La concurrencia de otros trastornos como la
    depresión.

    Es importante recordar que no hay una cura milagrosa
    para los trastornos de la ingesta. Estas enfermedades implican
    problemas contra los que las pacientes han luchado y
    seguirán luchando durante la mayor parte de sus vidas,
    pero un buen programa de tratamiento ayudará a reforzar la
    autoestima y enseñará a las pacientes a enfrentarse
    a sus problemas sin recurrir o incurrir en conductas
    autodestructivas. El programa también ayudará a
    restaurar la salud y la fuerza
    física.

    En general, los tres objetivos
    principales de la terapia son:

    1.- Mitigar los síntomas físicos y
    peligrosos o que representen una amenaza para la vida.

    2.- Enseñar a la paciente a comer normalmente y a
    disfrutar de una relación más relajada con la
    comida.

    3.- Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los
    pensamientos destructivos en relación con el comer, el
    peso y la comida.

    11 EL PROCESO DEL
    TRATAMIENTO

    11.1 Evaluación: Antes de que alguien
    inicie un tratamiento, como paciente interno o externo, debe ser
    evaluado:

    – Su estado
    físico y mental general.

    – La gravedad de su trastorno.

    – La eventual existencia de trastornos
    concurrentes.

    – Su voluntad para cambiar.

    Para que la terapia de resultado, los médicos y
    terapeutas necesitan la mayor información acerca de la persona a quien
    intentan ayudar.

    Un trastorno de la ingesta implica todas las facetas de
    la vida de alguien:

    – Su imagen de sí misma.

    – Su relación con la familia y amigos.

    – Su habilidad para hacer valer sus derechos y dar a conocer sus
    necesidades.

    La mayor parte de los afectados obtienen del trastorno
    una gran parte de su propia imagen; es decir, mediante
    éste pueden verse como delgadas o especiales o fuertes.
    (Sólo hay que imaginarse qué se siente al
    desarrollar un rasgo del que alguien está especialmente
    orgulloso, sólo para que le digan que tiene que
    cambiarlo).

    Esta es la tarea a la que se enfrentan las personas que
    se enfrentan a un tratamiento: Asumir que el rasgo del que se
    está tan orgullosa, es perjudicial.

    Por esta razón, la evaluación
    ha de ser lo más detallada posible, de manera que el
    terapeuta pueda adaptar la terapia a cada paciente.

    11.1.1. Cuestionarios: Se han desarrollado
    varios cuestionarios, especializados para evaluar a los
    pacientes. Estos ayudan a evaluar las actitudes de alguien hacia
    el peso y figura y clarifican las características
    psicológicas como los rasgos de la
    personalidad, el grado de desempeño social y problemas
    similares. Los más usados son:

    • TAIC: Test de
      actitudes de la ingesta de la comida. Consiste en 26
      preguntas destinadas a medir la presencia de patrones de la
      ingesta trastornados y determinar si la paciente sufre
      anorexia nerviosa.
    • ELITIC: Test con
      91 preguntas, destinado a medir una serie de síntomas
      psicológicos que se piensa que contribuyen al
      desarrollo y mantenimiento de los trastornos de la ingesta
      tales como la tendencia a la delgadez, insatisfacción
      corporal, perfeccionismo…

    Estos cuestionarios no se pueden usar en sí
    mismos para diagnosticar trastornos de la ingesta, lo que
    sí pueden hacer es indicar quién es más
    propensa a tener un trastorno de la ingesta y cuales pueden ser
    algunos de sus problemas propios.

    11.1.2 La entrevista: La entrevista
    de evaluación
    ayuda al médico o terapeuta a obtener una idea más
    clara del estilo de vida de la paciente, así como su peso
    actual, historial de la dieta, hábitos de la
    ingesta…

    Otros aspectos como la asistencia al trabajo o clase,
    las relaciones con el novio o marido o amigas y la familia y las
    ocupaciones exteriores, son de interés
    porque arrojan luz sobre sus
    habilidades de desempeño, el grado de independencia
    y la medida de su aislamiento.

    El médico, durante la entrevista,
    tendrá gran interés en
    conocer los intentos pasados y presentes de estar a dieta,
    atracarse y vomitar; el uso de los laxantes, diuréticos y
    píldoras dietéticas.

    Por último el entrevistador querrá saber
    si la persona está preparada para cambiar y sobre todo si
    está dispuesta a recibir terapia.

    Por otra parte, también es importante una
    evaluación física. Si una mujer presenta
    una figura emaciada y es incapaz de pensar con claridad o se
    muestra
    agitada y/o con otros signos de desequilibrio, puede requerir
    hospitalización inmediata. Un deterioro físico tan
    extremo, afecta al funcionamiento mental y la capacidad de
    obtener beneficios de la terapia.

    11.2 Opciones del tratamiento: Después de
    la evaluación, se recibirán las recomendaciones
    para la paciente para iniciar el tratamiento.

    No hay método
    estandarizado para tratar trastornos de la ingesta "el mejor
    tratamiento es el que da resultado".

    Lo importante es que el programa sea exhaustivo, que
    combine psicoterapia con terapia nutricional y asistencia
    sociopsicológica y, si es necesario, atención
    médica especializada

    11.2.1 Psicoterapia individual:
    quizá el aspecto más importante de la terapia es el
    desarrollo de una relación cálida entre la paciente
    y el terapeuta.

    A las personas afectadas frecuentemente les resulta
    difícil confiar en otros. Es necesario un alto grado de
    confianza por parte de la paciente para confiar en el terapeuta.
    La enferma debe abandonar sus miedos y comienza a desarrollar
    hábitos alimentarios normales.

    11.2.2. Psicoterapia tradicional: Los
    medios de esta psicoterapia animan a la paciente a reflexionar
    acerca de su infancia,
    sueños y sentimientos no expresados para, de ese modo,
    adquirir una nueva percepción
    de su conducta actual.

    Al reconocer el papel de estas influencias subliminales,
    la paciente adquirirá una nueva percepción
    de sus acciones y las
    cambiará.

    Esta clase de terapia viene mejor como accesorio de
    otros métodos.
    Hoy en día los psicólogos saben que el
    conocimiento acerca de las raíces de la conducta de
    una persona, no hará que se cambie esa conducta a menos
    que se cambie los hábitos alimentarios de la paciente.
    Muchas de ellas pasan años en terapia tradicional sin ni
    siquiera revelar que tienen un trastorno.

    Por otra parte, a medida que la paciente consigue el
    control de su ingesta, la psicoterapia tradicional puede ayudarla
    a identificar y manejar algunos de los sentimientos que
    contribuyeran al trastorno.

    11.2.3 Modificación de la conducta:
    Esta forma de terapia ignora por completo los sentimientos
    subyacentes y se centra sólo en la conducta cambiante. La
    modificación de la conducta actúa sobre un
    principio: reforzar una conducta deseada mediante premios y
    castigar o ignorar una conducta no deseada.

    Esta forma de terapia da mejores resultados cuando la
    paciente está internada en el hospital, donde el personal
    puede contestar incentivos como
    la T.V. o excursiones, salidas…

    Cuando se aplicó por primera vez este método,
    dio buenos resultados, pero por desgracia sólo fueron
    temporalmente. Las pacientes encontraron la estancia en el
    hospital tan desagradable que realizaron las conductas deseadas
    sólo es suficiente para ser dadas de alta y una vez fuera,
    volvieron a sus viejas costumbres.

    11.2.4 Terapia conductista cognitiva: (la
    TCC) combina los mejores aspectos de la psicoterapia tradicional
    y la modificación de la conducta.

    Este método
    requiere conocimiento y
    desafío de las conductas y pensamientos autodestructivos,
    seguido de apropiados cambios en la conducta.

    Esta terapia implica los siguientes pasos:

    • Intensificar el
      conocimiento de la paciente, de sus propios patrones de
      pensamiento.
    • Enseñarle a reconocer la conexión
      entre ciertos sentimientos, los pensamientos autodestructivos
      y la conducta de la ingesta trastornada.
    • Sustituir las creencias erróneas por ideas
      más apropiadas.
    • Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales
      que subyacen en el desarrollo de los trastornos de la
      ingesta.

    Se suele asumir " creencias erróneas" en un
    momento u otro; la diferencia es que para una enferma de anorexia
    tienen más extremas estas creencias. Algunos de estos
    pensamientos típicos son:

    Pensamiento blanco o negro/ todo o nada: que
    consiste en la convicción de que si todo no es perfecto,
    el desastre está a la vuelta de la esquina.

    Errores de atribución: por ejemplo,
    cuando una anoréxica afirma tajantemente que ha engordado
    un kilo sólo por haber comido un pastel la semana pasada
    cuando en realidad ese aumento de peso se debía a que
    estaba en la fecha del período menstrual, que siempre la
    hacía retener líquidos.

    Pensamiento mágico: la menor indulgencia
    en una comida " prohibida " significa obesidad
    instantánea. Algunas personas aseguran: " Mi cuerpo no
    tolera los hidratos de carbono, los
    convierte instantáneamente en grasa" o " soy adicta al
    azúcar", " pruebo algo dulce y pierdo el control". Tales
    ideas atribuyen propiedades irreales y casi mágicas a la
    comida y al cuerpo humano.
    En estos casos, lo mejor mirar un libro de
    nutrición
    o pedir ayuda a un experto en programas de
    nutrición
    para explicarle a la paciente como el cuerpo metaboliza la
    comida, con el fin de ayudarla a comprender que no existe la
    llamada comida " mala".

    Personalización: Anne, una
    anoréxica de 15 años, pasó las vacaciones en
    un tratamiento del trastorno de la ingesta y cuando
    regresó al instituto había engordado 3 o 4 kilos.
    Su profesora la vio y le dijo: " ¡¡ Anne,
    estás estupenda!!, ¿Has pasado un buen verano?".
    Durante el resto del día Anne se lamentó:
    "¿Habré engordado tanto que la gente lo nota?,
    ¿Sabía ella que yo estaba sometida a una terapia?".
    Anne había tomado el cortés comentario de su
    profesora como un drama, reflejo quizá de la baja
    autoestima que la caracteriza por su enfermedad.

    Exageración: la reacción de Anne
    ante el comentario de su profesora constituye un ejemplo de
    exageración: la tendencia a desorbitar las cosas. El
    comentario de la profesora se convirtió en una
    creencia.

    Concluyendo: la TCC se ha practicado con buenos
    resultados en pacientes de bulimia y ha
    sido recomendado para el tratamiento de la anorexia nerviosa pero
    su efecto a largo plazo en esta última no se conoce con
    seguridad.

    11.3 Terapias.

    11.3.1 Terapia de grupos: para las
    personas que nunca lo han intentado, la idea de la terapia puede
    resultar aterradora. Descubrir sus pensamientos más
    íntimos, hacer frente a sus miedos… y la idea de hacerlo
    en grupo puede convertirlo en algo peor.

    Sin embargo, el propósito de la terapia de grupo
    es justamente lo contrario: busca proporcionar una fortalecedora
    red de personas
    que saben lo que la persona (paciente) está sufriendo y
    quieren ayudarla.

    Los grupos de terapia exigen un compromiso firme.
    Algunos pueden durar sólo unas semanas, pero otros se
    prolongan durante un año o más.

    Lo cierto es que este tipo de terapia va más
    dirigido a enfermos bulímicos. Se sabe menos acerca de la
    terapia de grupos dirigida a anoréxicos. Algunos
    terapeutas afirman que esta terapia en lugar de tratar de cambiar
    su terapia de conducta, en grupo, las anoréxicas compiten
    fieramente por ver quién consigue mantener el peso
    más bajo o pasar más tiempo sin
    comer.

    11.3.2. Terapia de familia: muchos
    terapeutas la recomiendan en enfermas anoréxicas
    jóvenes que con frecuencia viven con sus
    padres.

    Esta terapia permite observar a los patrones
    trastornados que ayudaron a dar origen al trastorno de la
    ingesta. Durante la terapia, el terapeuta puede contemplar
    cómo se comunican los miembros de la familia entre
    sí. A la larga todo esto puede ayudar a que la paciente
    reconozca los patrones negativos de la familia, a que se vuelva
    más firme y a que la familia en conjunto aprenda mejores
    maneras de ayudar a que cada miembro logre satisfacer sus
    necesidades.

    Características:

    – Trata a la familia entera como paciente.

    – Tres etapas:

    • INICIAL

    * Etapa de evaluación.

    * El terapeuta conoce a los miembros de la
    familia.

    * Juntos elaboran un plan para
    ayudar a la enferma.

    * Desempeño de la familia como
    unidad.

    • MEDIA

    * Los padres aprenderán a ayudar a su hijo/a
    crecer y éste aprenderá a ser más
    independiente.

    • ÚLTIMA

    * El terapeuta apartará a la familia de la
    terapia.

    11.3.3 Terapia nutricional: el objetivo de
    esta terapia es ayudar a la paciente a asumir que puede comer
    todo lo que quiera con moderación. Para lograrlo ella debe
    estar libre del temor a que todo lo que coma le hará
    engordar.

    Deberá enfrentarse a una firme prueba de que
    está demasiado delgada, pérdida de la
    menstruación, el hecho de que siente frío todo el
    tiempo…
    Éste simple enfoque, reconociendo los miedos de la
    paciente pero insistiendo en que coma de todos modos, ha
    obtenido resultados excelentes.

    11.4 Grupos de autoayuda y de apoyo: estos grupos
    existen para las personas que no quieren o no pueden entrar en
    programas de
    tratamiento formal o cuya terapia formal ha finalizado, pero
    desean ayuda adicional.

    El grupo recuerda a la paciente que no es la
    única, que otras mujeres se han visto envueltas en la
    misma conducta y no obstante se han recuperado.

    Una desventaja de estos grupos es que a diferencia de
    los grupos de terapia, no exigen asistencia regular.

    11.4.1 Grupos de autoayuda: la autoayuda
    se refiere a aquellos grupos integrados enteramente por personas
    que padecen trastornos de la ingesta de comida. No hay miembros
    profesionales. En este grupo se anima a los miembros a contar sus
    historias personales, como solían ser las cosas para
    ellos/as y como son ahora.

    11.4.2 Grupos de apoyo: estos grupos
    suponen la ayuda de uno o más profesionales, aunque sus
    papeles pueden cambiar a medida que cambian las necesidades de
    los miembros del grupo.

    Los terapeutas suelen formular preguntas y orientar
    comentarios.

    11.5 Comilones anónimos: la
    filosofía que subyace aquí es que la ingesta
    compulsiva es una enfermedad progresiva.

    Para ellos la enfermedad se puede controlar con doce
    pasos:

    1º. Admitir que una se encuentra impotente ante la
    comida.

    2º. Admitir que una fuerza
    superior puede devolver "la cordura" al afectado.

    3º. Entregar la voluntad y la vida de una a
    Dios.

    Los pasos restantes exigen que le miembro se enfrente a
    sus errores y los explique.

    Casi todas las entrevistadas tenían opiniones
    contrarias a cerca de comilones anónimos: " ¡ lo
    último que una anoréxica necesita es oír que
    su ingesta está fuera de control y que debe de acudir a
    Dios o a una fuerza
    superior en busca de mayor control! ".

    12. ¿ QUIÉN NECESITA UN
    HOSPITAL?
    .

    La terapia de paciente externa para trastornos de la
    ingesta a menudo tiene éxito, pero hay casos en que
    ésta debe permanecer en el hospital. Esto ocurre
    cuando:

    – Hay deterioros físicos graves o que representan
    un riesgo para la
    vida. Uno de los objetivos de
    la hospitalización es impedir que la paciente se haga
    más daño adicional mientras recibe la
    terapia.

    – Se detectan trastornos concurrentes como abuso de
    drogas,
    alcohol o
    miedos inmotivados. Mientras estos problemas no sean tratados, el
    trastorno de la ingesta no se podrá resolver
    realmente.

    SESIÓN:

    Evaluación y etapa de
    diagnóstico
    : de dos semanas antes de la
    admisión.

    Etapa de paciente interna: que dura unas seis
    semanas y consiste en:

    * Consejo y terapia nutricional para aumentar de
    peso.

    * Evaluación médica.

    * Terapia individual diaria.

    * Terapia de grupo diaria.

    * Terapia de familia.

    Seguimiento durante un año de las terapias
    anteriores llevadas a cabo durante la hospitalización
    :
    de acuerdo con las necesidades de la paciente.

    13. MÁS AYUDA

    13.1 Importancia de la autoestima en la
    anorexia.

    La baja autoestima es una característica
    común de los diferentes trastornos de la ingesta ya que
    refleja el temor de la paciente en que si " se abandona" y se
    muestra al
    mundo tal y como es en realidad será rechazada
    inmediatamente.

    Uno de los objetivos de
    la buena terapia del trastorno de la ingesta es conseguir que la
    paciente aprecie su propia valía
    intrínseca.

    13.1.1. Razones de la baja autoestima:
    ¿ Cómo desarrolla alguien una baja autoestima?
    Participan varios factores:

    – Creencia de que la figura determina la valía:
    Las personas con trastornos de la ingesta han llegado a creer
    que son despreciables e inaceptables a menos que estén
    delgadas, y por supuesto, nunca consiguen estar lo
    suficientemente delgadas para sentirse satisfechas.

    – Dependencia de factores exteriores para determinar
    la propia valía: en lugar de quererse y valorarse
    internamente, miden su valía a través de
    señales exteriores, por ejemplo: la calificación de
    un examen, la marca de una
    carrera, la aprobación por parte de los
    amigos…

    – Pensar en sí mismas como inútiles e
    incompetentes: Si una persona se siente impotente respecto de su
    vida o entorno, es evidente que no será capaz de
    desarrollar mucho respeto por
    sí misma.

    13.1.2 Consejos para estimular la
    autoestima
    :

    – Dedicarse a algo que la paciente ya haga bien:
    desarrollar una nueva actividad implica paciencia y el riesgo de
    no poseer actitudes para ella, de manera que hay que asegurarse
    de que la enferma opera de baja autoestima o persona, se dedique
    a algo que ya sabe que hace bien.

    – Inventar " abogado del diablo" imaginario o pedir a
    algún amigo que lo sea: de esta manera alguien con baja
    autoestima puede empezar a comprender lo negativo que resulta
    confiar en un refuerzo exterior para sentirse bien consigo
    misma.

    – Preguntarse " ¿Porqué es tan importante
    tener un aspecto determinado? , ¿Cambiaría mucho la
    vida si pesara yo 4 kilos menos?, ¿Conseguiría ser
    mejor en el trabajo?,
    ¿Sería más divertida en las fiestas?,
    ¿Eleanor Roosevelt habría logrado más cosas
    si hubiera sido hermosa?".

    – ¿ Porqué no tener mejor aspecto sin
    preocuparse del peso?. Es bueno imaginar un mundo en el que el
    peso de las personas fuese inalterable. "¿Seguiría
    tomando medio pomelo de postre en lugar de la tarta de
    chocolate?.

    – Actuar como si fuese delgada, como si fuese hermosa.
    Paradójicamente, las personas que actúan como si se
    quisieran comienzan a obtener una mejor reacción del resto
    del mundo, lo que les hace más fácil quererse de
    verdad.

    – Observar a las personas de alrededor. Esto es
    más eficaz si se pertenece a un club o gimnasio, donde las
    personas pasean en diversos grados de desnudez.
    ¿Cuántos cuerpos perfectos se ven?. Además
    lo que para alguien puede ser perfecto para otra persona puede no
    serlo.

    – Hay que aprender a aceptarse. Es genial desarrollar un
    plan de
    nutrición
    y ejercicio saludable, dejando bien sentado que no se está
    buscando un plan de
    adelgazamiento sino sólo orientaciones para comer, una
    dieta normal y saludable. Lo mismo vale para un programa de
    ejercicio: hay que dejar sentado que se está haciendo
    ejercicio para beneficiar el corazón,
    huesos… no
    para lograr una figura imposible.

    – Es bueno unirse a un grupo de autoayuda o apoyo. Un
    grupo compuesto por otras personas que experimentan lo mismo,
    esto las ayudará a ver que no están
    solas.

    13.2 Sugerencias para la familia: los trastornos
    de la ingesta afectan a toda la familia. Es imposible simular que
    todo está bien; muchos padres se preguntan: " ¿Es
    mi culpa? ¿He hecho algo mal?". Es importante recordar que
    los trastornos de la ingesta pueden tener muchas causas pero no
    se puede negar que la presencia de un trastorno a menudo indica
    un problema básico en la dinámica de la familia aunque
    también hay que entender que la enferma está tan
    influida por la cultura global como por su crianza.

    Es importante saber que sólo en contados casos
    los trastornos de la ingesta logran solución sin ayuda
    profesional. La familia no puede culparse de la falta de
    actividades que sólo se puede esperar de un profesional
    especializado.

    Si creemos que alguien querido padece anorexia, hay que
    decírselo con franqueza, no se debe callar con la
    esperanza de que sólo es una etapa; cuanto más
    persista la enfermedad más se agravará la paciente
    y más difícil será tratarla, además
    siempre existe la posibilidad de que la enferma esté
    suplicando ayuda en silencio, esperando secretamente que alguien
    la advierta su difícil situación y ayuda a
    encontrar una salida.

    ALGUNOS CONSEJOS:

    – Sosegarse antes de comenzar, no emocionarse expresando
    la preocupación de manera severa y
    comprensible.

    – Esperar resistencia. Las
    anoréxicas aseguran mantenerse en perfecto estado de
    salud.

    – Es necesario mantenerse firme en que a pesar de lo que
    la enferma diga o niegue, necesita ayuda. Dejar sentado que lo
    que nos preocupa es su salud y su vida.

    – Es bueno hacer a la enferma responsable de su
    conducta.

    – Estar dispuesto a obtener ayuda nosotros mismos, ya
    que los trastornos de la ingesta afectan a las personas que la
    rodean también.

    – Es bueno asegurarse que las propias necesidades de la
    familia son satisfechas. Existen grupos de apoyo para familiares
    de personas afectadas.

    14. CONCLUSIÓN

    Al considerar un tratamiento, se ha dado el primer paso
    y más importante hacia la recuperación: se ha
    comprendido que existe un problema, eso requiere mucho
    coraje.

    Durante una intervención y tratamiento eficaces,
    se puede ayudar a suavizar la presión destructiva que la
    anorexia y otros trastornos de la ingesta ejercen en las
    pacientes y allegados. Un buen programa de tratamiento no ofrece
    una curación de la noche a la mañana pero si ofrece
    esperanza.

    BIBLIOGRAFÍA.

    – TORO, JOSEP: " El cuerpo como delito: anorexia,
    bulimia,
    cultura y sociedad". Ed. Ariel, Barcelona 1996

    – TANNENTAUS, NORA: " Anorexia y bulimia". Ed.
    Plaza & Janés,

    Barcelona 1992.

    – TORO, JOSEP Y VILARDELL, ENRIC: " Anorexia
    nerviosa". Ed. Martínez Roca, Barcelona
    1987.

     

     

    Autor:

    Arteaga

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