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Antropología histórica de la familia




Enviado por cortes47



    INTRODUCCIÓN

    1 EL DISCURSO SOBRE
    LA FAMILIA :
    PARADOJA Y CONTRADICCIONES

    Resumamos aquí las principales discusiones sobre
    el tema :

    1) La familia
    contemporánea se ha encogido, replegado sobre la pareja.
    Habiendo dejado de ser un lugar de producción, ya no es más que un
    motivo para el consumo.
    La familia ya
    no asegura las funciones de
    asistencia de la que en potros tiempos se encargaba . Las
    funciones que
    conserva como la socialización de los hijos , son
    compartidas con otras instituciones.
    En esta representación, la celular familiar parece
    débil.

    2) Otro discurso, por
    el contrario, la reconoce una fuerza
    formidable, en la medida que ella se ha hecho refugio, lugar
    privilegiado de la afectividad. La pareja, y en segundo lugar los
    hijos, capitalizarían todos los sentimientos que no pueden
    expresarse en una sociedad
    deshumanizada.

    Una forma de desmitificar el discurso de la
    crisis de
    la familia es
    reconociendo que este no es una novedad, pues a lo largo del
    siglo XIX este tema es recurrente.

    En lugar de analizarla en términos de crisis, hay
    que preguntarse como ha vivido la familia las
    transformaciones económicas, sociales y culturales de los
    últimos 150 años, como ha resistido y como ha
    contribuido.

    2 LA SOCIOLOGÍA DE LA FAMILIA. PUNTO DE
    ENCUENTRO ENTRE LA HISTORIA Y LA
    ETNOLOGÍA

    La historia es doblemente
    esclarecedora para la perspectiva sociológica:

    1) en primer lugar denuncia la ingenuidad de antiguas
    simplificaciones, las teorías
    que se apoyaban en una visión errónea de la vida
    pasada, o de las suposiciones carentes de fundamento a
    propósito de la permanencia de la conducta.

    2) En segundo lugar, la historia proporciona una
    lección de modestia. Las relaciones entre la
    transformación de la familia y las
    transformaciones de la sociedad, los
    cambios técnicos, económicos y sociales, ya no
    podrán ser explicados en términos de modelos
    simples y únicos. Cada estudio consagrado a la familia en un
    contexto social y económico particular muestra la
    variedad de situaciones.

    La reflexión histórica sobre la familia permite
    poner de manifiesto que no hay uno, sino dos tipos de familia y de
    organizaciones
    familiares muy diferentes en el tiempo y el
    espacio.

    El hecho familiar es universal, pero con arreglos muy
    diversos según las sociedades.
    Entre las sociedades
    tradicionalmente estudiadas por loa antropólogos y las
    sociedades
    contemporáneas existe una diferencia de grado, sino de
    naturaleza .
    en las primeras, el parentesco proporciona lo esencial de las
    categorías sociales, el marco de las relaciones de
    producción, de consumo, de
    poder, etc.;
    en las segundas, el parentesco tiene la concurrencia de otras
    instituciones
    sociales, y sobretodo el Estado. La
    antropología insiste en la necesidad de
    estudiar el hecho familiar en el seno de una cultura bien
    definida , y en sus relaciones con esa cultura.

    3 DESARROLLOS RECIENTES

    Los tiempos ya no estan `para una teoría
    global como era la ilusión o la esperanza de los
    sociólogos de los años sesenta. El abandono de las
    teorías
    evolucionistas, lineales o funcionalistas constituye un logro
    importante. Sin embargo pueden intentarse teoría
    de medio alcance.

    4 PROYECTOS Y
    LÍMITES DE ESTA OBRA

    Esta sociología de la familia se organiza en
    tres partes : 1) La centrada en las relaciones estructurales
    entre familia, grupo
    doméstico y parentesco, apoyándose en conceptos
    antropológicos. 2) La centrada en la constitución de la familia, matrimonio y
    posterior nacimiento de los hijos. 3) La que trata sobre los
    roles y las actividades de los cónyuges y finaliza con una
    discusión de las relaciones entre familia y sociedad.

    Cada tema será introducido en una perspectiva
    histórica y etnológica.

    I SOCIOLOGÍA E IDEAS DE LA
    FAMILIA

    I.1 SOCIOLOGÍA DE LA FAMILIA

    I.1.1 ANTES DE DURKHEIM

    a) Comte.

    Si su filosofía positivista se propone sustituir
    las creencia erróneas por el
    conocimiento cientifíco de la naturaleza
    humana, su visión científica permanece enviscada en
    el moralismo de mediados de siglo XIX. Comte desarrolla un
    principio de subordinación, el de los sexos primero, y el
    de las edades después. La familia como organismo
    jerarquizado, es el lugar de la disciplina
    doméstica y social.

    La principal crítica que se le puede hacer en
    este tema a Comte es la de no apoyares en ninguna encuesta
    concreta y de depender de una perspectiva psicologizante cuya
    seudocientificidad consiste en reemplazar a Dios por la naturaleza
    humana.

    b) Fréderc Le Play.

    Revistió sus proposiciones de una envoltura
    teórica, apoyada en encuestas
    extensivas. Sus monografía
    familiares conocieron un gran éxito en el siglo XIX. A
    partir de ellas, organizó un cuadro clasificatorio de las
    familias distinguiendo : 1) la familia patriarcal, 2) la familia
    inestable y 3) la familia troncal..

    Bajo esta clasificación se esconde un proyecto
    político de reforma del derecho de sucesión que los
    acontecimientos de 1870 hicieron fracasar. El modelo de
    familia troncal es presentado como el mejor, el más apto
    para luchar contra la desintegración social.

    I.1.2 LA SOCIOLOGÍA DE LA FAMILIA EN
    DURKHEIM

    Las premisas de su análisis aparecen hoy superadas, en la
    medida en que están impregnadas del evolucionismo característico de finales del siglo XIX.
    Durkheim ve en
    la familia contemporánea como el resultado de formas
    antiguas, es como el desenlace limitado.

    En su obra "La familia conyugal" la tesis es
    simplificadora. Estima que ha habido una contracción de la
    familia que históricamente ha pasado de un clan
    exógamo amorfo al clan diferenciado a la familia
    diferenciada , y luego a la familia indivisa de ahnados del tipo
    zadruga. La contracción de la familia es correlativa a la
    extensión del medio social, de la aldea a la ciudad, de
    esta al Estado; se
    manifiesta por el quebrantamiento progresivo del comunismo
    familiar.

    Pero, este evolucionismo no significa una escala de
    valores, la
    familia de hoy no es ni más ni menos perfecta que la de
    antaño : es distinta porque las circunstancias son
    distintas.

    I.1.2 LA INFLUENCIA DE LA SOCIOLOGÍA
    AMERICANA

    La sociología francesa de la familia se
    decantó por el lado de la escuela americana
    para tomar conceptos y métodos,
    desde el final de la II guerra mundial
    hasta los años sesenta..

    Los análisis estructural-funcionalistas
    consideran la familia como un sistema de
    posiciones sociales y de roles relacionados por procesos
    funcionales con las demás instituciones
    sociales. La familia aparece como una construcción ideológica, una
    abstracción reificada, que supone una ausencia total de
    variedad de modelos de
    familia.

    La falta de interés
    por la dimensión histórica es absoluta.

    En los años treinta, la sociología
    americana de la familia tiende a confundirse con un tratamiento
    técnico de los problemas
    sociales ligados al desempleo, la
    crisis,
    etc.

    En los años de la posguerra, la
    reorientación de las investigaciones
    dieron ligar a una serie de trabajos según tres
    direcciones : 1) una orientación estructural que se
    interesa por las relaciones entre familia y sociedad, 2) una
    orientación comportamental centrada en las interacciones
    en el seno de la familia, 3) un examen de la acción
    familiar en situaciones determinadas.

    Los conceptos de instrumentalidad y de expresividad
    desarrollados por Parsons y Bales marcan el punto más
    extremo de esos análisis descarnados. Smelser hizo la
    demostración de la imposibilidad de teoría
    generales del cambio. Goode
    exploró un conjunto de conceptos con la ayuda de materiales
    históricos y antropológicos y contribuyó a
    orientar la so americana hacia el redescubrimiento de una
    dimensión dinámica : la de las generaciones, la de la
    edad, que relaciona en una perspectiva diacrónica los
    cambios individuales y sociales.

    En los años 60 y 70 aparece como una ciencia
    vulnerable, confundiéndose con los problemas
    sociales y la necesidad de aportar respuestas limitadas. La
    inmigración, la crisis, la
    libertad de
    los jóvenes constituyen centro de interés.

    I.2 LAS IDEAS SOBRE LA FAMILIA

    El discurso sobre
    la familia , que generalmente puede asimilarse a un discurso sobre
    su crisis, no es
    nuevo. Se organiza alrededor de dos polos :tan pronto la sociedad esta
    enferma de su fa a la que conviene ayudar a reformarse como la
    crisis es interna a la fa y amenaza a sus miembros.

    I.2.1 EN EL SIGLO XIX . INTERVENIR O NO INTERVENIR
    SOBRE LA FAMILIA

    Este siglo ve desarrollarse los discursos de
    los teólogos católicos, próximos a la
    monarquía, que observan la destrucción de la
    familia por los efectos del individualismo revolucionario. Louis
    de Bonald inventa una nueva palabra , la desconstitucion de la
    fa.

    Comte también se adhería a esta
    ideología de la crisis familiar, el peligro
    procedía del debilitamiento de la autoridad del
    padre y del debilitamiento del espíritu de
    obediencia.

    Ya no se trata de intervenir en nombre de un discurso
    puramente moral, sino de
    combatir la pobreza que es
    la fuente de desuniones familiares. El patrocinio, la
    filantropía y el catolicismo reformador social
    serán reemplazados por los principios
    higienistas de comienzos del siglo XIX en su labor de
    regeneración de la fa.

    Por parte del pensamiento
    marxista, sabemos que una reflexión original articula la
    evolución de la sociedad familiar y las
    relaciones de producción. Engels planteaba la hipótesis de que la aparición de la
    familia conyugal estaba relacionada con un modo de
    apropiación privada, con el deseo del cabeza de fa de
    trasmitir la herencia.

    I.2.2 DEL PELIGRO VENÉREO A LA
    EXTINCIÓN DE LA FAMILIA.

    A principios de
    este siglo se considera una amenaza para la fa el peligro
    venéreo extendido por la prostitución. El discurso médico y
    moral propaga
    el terror y fustiga la inmoralidad de la juventud.

    Entre las dos guerras, las
    ideas sobre la fa así como las batallas sobre las políticas
    familiares se sitúan en un contexto demográfico
    maltusiano cuya apuesta es nacional y militar. Movimientos
    natalistas y familiares luchan para que se pongan en
    práctica ayudas a la fa y la restauración del
    sentido moral

    La fa y la ideología de una fa numerosa se
    sitúan, entonces, netamente a la derecha, mientras que los
    socialistas reivindican la libertad del
    individuo.

    El peligro familiar toma la figura nueva de un peligro
    interno que surge de las relaciones neuróticas : el ahogo
    familiar, la destrucción de sus miembros por la
    presión intolerable que les hacen sufrir las prohibiciones
    familiares. La influencia de Freud y de los
    descubrimientos del psicoanálisis contribuyó a la
    radicalización de las tomas de posturas contra la fa. las
    obras de Simone de Beauvoir influenciará fuertemente la
    crítica familiar producida por las feministas de los
    años setenta.

    Las posiciones de Wilhelm Reich son más radicales
    todavía, estigmatizando la familia como la correa de
    transmisión de las alienaciones sociales.

    A traves de todos estos discursos la
    fa aparece como el lugar de una fascinación incansable que
    cada uno tiene a bien defender o combatir según sus
    propias ideologías.

    I.2.3 LA INFLUENCIA DEL ESTADO
    PROVIDENCIA

    Hasta los años setenta coexistieron, pues, dos
    discursos : 1)
    El que ponía de manifiesto las opresiones familiares , 2)
    El que deplora el excesivo individualismo y la pérdida de
    funciones que
    se supone que la política del Estado
    providencia ha arrancado a la fa.

    Sin embargo, contemplada desde el ángulo de sus
    comportamientos demográficos esta fa ofrece todos los
    signos de salud: nunca
    ha habido tantos matrimonios, nunca se han casado tan
    jóvenes la tasa de divorcios es baja, etc. A partir de
    1975, el discurso sobre la crisis de la familia afecta, ahora
    sí, a estas estructuras:
    el desarrollo del
    nuevo modelo
    conyugal frágil, la caída de la tasa de
    fecundidad.

    Acabadas las castraciones familiares: la fa es descrita
    como el lugar de expansión individual, de sostén
    psicológico y social. Estos nuevos discursos se
    inscriben en el contexto de la crisis que sacude al estado
    providencia. El redescubrimiento de las redes familiares con usos
    múltiples y la celebración de la fa compensan, en
    cierto modo, la retirada del estado.

    En cuanto a los miedos provocados por los discursos
    médicos en estos años 80 han sido finalmente
    sustituidos por los discursos sobre el sida y por los
    fantasmas que engendran el campo abierto por los progresos
    biológicos en el campo de la fecundidad
    asistida.

    II EL ESPACIO DEL PARENTESCO . EL GRUPO
    DOMESTICO

    El grupo
    doméstico es un conjunto de personas que comparten un
    mismo espacio de existencia; la noción de
    cohabitación es aquí esencial.

    La noción complementaria de fa, más
    restringida que la del grupo
    doméstico, se refiere esencialmente al lazo conyugal. La
    fa está constituida por el padre la madre,
    asociación fundada en alianza, y los hijos. Algunos
    grupos
    domésticos están constituidos únicamente por
    una fa. Otros pueden comprender varias, ya sea varias parejas
    casadas que entre sí tienen lazos de filiación o de
    colateralidad. El grupo
    doméstico, además de las fa puede incluir
    también personas sin relación de parentesco, que
    comparten las actividades de producción (domésticos, etc) o que
    no las comparten (inquilinos, etc.).

    II.1 LAS GRANDES FAMILIAS CAMPESINAS

    Las investigaciones
    históricas han mostrado que no hay un solo tipo de gran
    fa, sino varios: comunidad
    tácita, zadruga, fa troncal.

    II. 1. 1 COMUNIDADES TÁCITAS

    El movimiento de
    las comunidades data, quizá, de la misma época
    (alta edad media)
    que el de las hermandades piadosas. Se agrupaban para roturar las
    tierras incultas y cultivar colectivamente. Las comunidades fa
    podían reagrupar a extranjeros que se asociaban como si
    fueran hermanos. Las comunidades fa eran también
    reagrupamiento de parientes, formando una asociación sin
    acto legal, de ahí su nombre de comunidad
    tácita. Éstas, tenían claramente la característica esencial que es la
    corresidencia. La distribución del trabajo y de los bienes no era
    suficiente para definirlas; era necesario sobre todo preparar y
    tomar conjuntamente la comida.

    En la edad media, el
    respeto a la
    regla de las comunidades permitió, así, a los
    siervos trasmitir una herencia a su
    descendencia, lo que fijaba el grupo en el lugar. Su
    dislocación sobrevino en épocas diferentes
    según las regiones: subsistieron durante mucho tiempo en el
    centro de Francia.

    De treinta a cuarenta personas vivían en
    común. Los parsonniers elegían entre ellos amo,
    frecuentemente la persona de
    más edad, esta elección ha merecido para las
    comunidades tácitas el nombre de repúblicas de
    parientes. El amo dirigía la comunidad,
    asignaba las tareas. Una mujer
    dirigía a las mujeres e hijas y repartía las tareas
    entre las mujeres.

    Los bienes de la
    comunidad eran
    indivisos. Cada parsonnier era alimentado y vestido según
    sus necesidades. La estrategia del
    amo era la de conservara a sus hijos con él, dotando a las
    hijas que se casaban fuera de la comunidad. Esta
    dote las excluía de todo derecho sobre los bienes
    comunes. El tipo preferido de matrimonio que
    reforzaba la estabilidad de la comunidad, era el matrimonio
    endógamo. Otra forma corriente de matrimonio era
    por intercambio. De este modo solo se desplazaban las personas,
    los bienes
    permanecían dentro de la comunidad.

    El término de comunidad tácita designa un
    tipo de grupo doméstico en particular y, al mismo tiempo un
    territorio agrícola común. En todo momento este
    tipo de grupo familiar está amenazado de fisión por
    las disensiones internas. Vasta que un miembro reclame su parte
    para que la comunidad se venta abajo.
    Muchas de ellas desaparecieron en el siglo XVII, cuando un
    impuesto muy
    pesado obligó a los campesinos a vender su propiedad.

    Estas comunidades se disolvieron por las razones
    económicas, demográficas. sociales y culturales
    propias de la evolución de la sociedad y también
    por razones internas. Poco a poco, la ideología
    individualista, el ascenso del sentimiento familiar centrado
    alrededor de la pareja conyugal y del hijo provocan el rechazo de
    la pesadez de esta vida comunitaria.

    La comunidad tácita es pues, un grupo
    doméstico compuesto de varios matrimonio,
    fundado sobre una organización económica y de trabajo
    específica, inscrita en un período histórico
    definido, y en regiones bien delimitadas, en las que
    además era minoritario.

    II.1.2 LA ZADRUGA YUGOSLAVA

    También la comunidad de residencia y de comida
    era fundamental. Si embargo pequeñas construcciones anexas
    a la casa principal eran atribuidas a las jóvenes parejas.
    Los bienes eran
    propiedad
    indivisa de los hombres. El lugar de la mujer era
    secundario. Un jefe elegido dirigía y organizaba el trabajo de
    los hombres, este jefe detentaba una fuerte autoridad. El
    matrimonio era exógamo.

    Los motivos de ruptura son diversos, la rivalidad
    femenina constituye una causa estructural de
    dislocación.

    II.1.3 LA FAMILIA TRONCAL

    Sus características son, constituye un grupo
    doméstico que reúne bajo el mismo techo a tres
    generaciones, la del padre y la madre, uno de los hijos casados y
    su mujer y sus
    hijos.

    El grupo doméstico está estrechamente
    identificado con la casa. Esta es una institución que
    engloba además de la residencia-granja y sus dependencias,
    construcciones y tierras, derechos sobre los bienes
    colectivos. Es a cada casa a quién se atribuyen los
    derechos de usos
    sobre las aguas, los bosques, los pastos comunales. De
    generación en generación, esta casa debe ser
    transmitida en su integridad. De ello se derivan dos
    consecuencias: 1) la casa impone a todos sus miembros su renombre
    y su prestigio, 2) la casa no puede ser dividida y uno solo de
    los hijos será el herederos.

    La residencia del herederos es también
    patrilocal, puesto que es necesario que resida en la casa de su
    padre. Los otros hijos que no son herederos son dotados y por
    ello, excluidos de la herencia.

    Los hijos que quedan solteros continúan en la
    casa y abandonan tácitamente su parte al heredero. Su
    estatus está a medio camino entre el del criado y el del
    pariente.

    El más anciano de los parientes es que detenta la
    autoridad.

    El discurso ideológico de hoy se basa en la
    oposición esquemática de dos tipos de familia
    idealizados: por una parte, el basto reagupamiento de parientes
    de antaño y el reducido tamaño del núcleo
    contemporáneo, por otra. Contrasto maniqueo entre lo que
    era bueno y lo que es malo. Esta oposición simplificadora
    no resiste un examen en profundidad.

    II.2 EL GRUPO DOMESTICO DE ANTAÑO:
    TAMAÑO Y ESTRUCTURA

    II. 2.1. EL TAMAÑO DEL GRUPO
    DOMESTICO

    Indagar cuantas personas vivían conjuntamente en
    los grupos
    domésticos de tiempos pasados es abordar el problema de la
    fecundidad antigua. También aquí abundan las ideas
    falsas. No hay nada más falso que la idea de familias con
    quince hijos. Todo ha conspirado durante mucho tiempo contra
    estas retahílas de hijos. Retengamos aquí solamente
    que el grupo doméstico antiguo solo excepcionalmente daba
    hijos muy numerosos.

    El número elevado de individuos que
    componían el grupo doméstico lo formaban los
    parientes, ascendentes, colaterales, y también no
    parientes, criados que vivían en la explotación
    agrícola, obreros que trabajaban como artesanos.
    Tamaño de las fa y tamaño de las explotaciones iban
    a la par el tamaño del grupo doméstico en el
    antiguo régimen tenía un promedio de 4,75 personas,
    desde el período más antiguo hasta las cifras de
    1901.

    La industrialización, pues, no pudo tener por
    efecto la reducción del tamaño y la
    simplificación de la estructura de
    las fa.

    II.2.2 LA ESTRUCTURA
    DEL GRUPO DOMESTICO

    Los historiadores del Grupo de Cambridge proponen una
    tipología:

    1) Los grupos
    domésticos llamados "sin estructura
    familiar", de los que no se ve muy bien a qué corresponde
    si no es a viejos amigos que comparten el mismo hogar. En esta
    categoría se cuentan, lo más a menudo, las personas
    solas; 2) los grupos
    domésticos "simples" que corresponden a la fa, a nuestra
    célula
    familiar contemporánea: están compuestos del padre,
    de la madre y de los hijos. 3) los grupos
    domésticos "extensos" compuestos, además de los
    miembros de la familia simple, por parientes ascendentes,
    descendientes o colaterales. 3) Los grupos domésticos
    "múltiples" en los que cohabitan varias emparentadas;
    "polinucleares". en el interior de esta categoría se
    introduce una distinción complementaria según la
    atribución de la dirección del grupo doméstico. Si
    quien dirige es la pareja de padres de más edad, nos
    encontramos en el caso de la familia troncal. Si sólo hay
    fa de hermanos y hermanos casados, de la misma generación,
    se observa una configuración de "hermandad".

    El grupo doméstico en la vieja Europa tiene,
    pues, un tamaño que no es muy superior al correspondiente
    a la época contemporánea hasta una fecha reciente,
    y su estructura es,
    lo más frecuentemente, simple.

    Los acontecimientos demográficos que se producen
    con el tiempo afectaban
    a la estructura de
    la familia. Las posibilidades de un grupo doméstico para
    asociar varias generaciones estén ligadas a la posibilidad
    de tener padres que todavía vivan, es decir, a
    constreñimientos que son de orden demográfico. La
    mortalidad en el Antiguo Régimen podría impedir la
    presencia de abuelos.

    La organización de la producción es igualmente importante para el
    tamaño y la estructura del grupo doméstico, en la
    medida en que éste es una unidad de producción.
    Algunas formas de grupos domésticos múltiples
    pueden ser el resultado de adaptaciones económicas. La
    importancia del patrimonio
    también es un factor de diferenciación. Los grupos
    domésticos complejos de los labradores acomodados y los
    grupos domésticos conyugales de los jornaleros que viven
    únicamente de su fuerza de
    trabajo.

    Finalmente, podemos considerar la influencia del
    sistema de
    herencia. Un
    modelo cercano
    a la familia troncal aparece en la región en la que la
    costumbre es de hacer un solo heredero.

    La relación entre todas estas variables no
    son, por otra parte, simples. Bajo la misma etiqueta de grupo
    doméstico extendido o grupo doméstico
    múltiple se observan configuraciones familiares cuyo
    significado puede ser muy diferente según las
    épocas.

    Hoy día, la fa compleja es más bien un
    signo de disfuncionalidad; es percibida como "anormal". La pobreza obliga
    a los padres viejos a ir llevando adelante su explotación
    con la ayuda de su hija. El mantenimiento
    de grupos domésticos complejos es un signo de crisis
    social y económica.

    II. 2.3. LA INESTABILIDAD DEL GRUPO
    DOMESTICO

    El grupo doméstico antiguo es tan inestable como
    la
    célula conyugal contemporánea. Nuestra sociedad
    no ha inventado ni la movilidad geográfica ni la
    inestabilidad de los matrimonio sometidos.

    II. 2. 4. VIUDEDAD Y SEGUNDAS
    NUPCIAS.

    En la demografía antigua, la mortalidad golpeaba
    las células
    conyugales mucho más a menudo que en la actualidad, y las
    segundas nupcias eran numerosas. Las segundas nupcias se
    celebraban muy rápidamente después de la muerte del
    esposo: lo exigía la sobrevivencia de la
    familia.

    Así, se observan grupos domésticos, a lo
    largo de los años, en los cuales un hombre puede,
    sucesivamente, tener varias esposas, en los que cohabitan los
    hijos de diferentes madres, en los que los primogénitos
    huérfanos son desparramados entre otros miembros de la
    parentela. El grupo doméstico contemporáneo es
    relativamente menos inestable de lo que lo era el grupo
    doméstico de antaño.

    En los primeros años de amtrimonio son las
    mujeres sobre todos las que mueren, como consecuencia de los
    accidentes
    ligados al embarazo y al
    parto.

    Estos hombres jóvenes que se encuentran viudos
    con niños pequeños a su cargo deben volver a
    casarse muy pronto. Sin esposa, nada de cuidados a los hijos,
    nada de cocina, nada de huerto, de ayuda en los campos:
    así se explica que las segundas nupcias de viudos sean
    mucho más numerosas que las de las viudas.

    Las segundas nupcias numerosas, sobre todo masculinas,
    venían a crear una situación de poligamia sucesiva:
    el límite al número de segundas nupcias es la
    tolerancia de
    la sociedad frente a uniones que, a menudo, conllevan desorden
    social.

    Estos recasamientos afirmaban la primacía de una
    organización económica sobre
    la
    organización familiar. El grupo doméstico
    aparecía constantemente amenazado en su existencia por los
    peligros de la mortalidad, y su inestabilidad afectaba
    esencialmente a los hijos que eran mantenidos o bien eran
    confiados a una red de
    parentesco.

    MOVILIDAD

    La movilidad geográfica constituye un segundo
    factor de inestabilidad del grupo doméstico. En algunas
    regiones en las que los campesinos eran propietarios de sus
    bienes, las generaciones podían sucederse de padre en
    hijo, o de padre en yerno, pero esto no siempre era posible para
    todos. Sólo uno de los hijos se quedaba, los demás
    estaban condenados a emigrar.

    en las regiones de arrendamiento, de aparcería,
    la movilidad podía venir impuesta si la situación
    económica daba una posición de fuerza a un
    propietario, que buscaba mejor renta. No se trataba de un
    desarraigo en la medida en la que el campesino se quedaba en su
    región de origen, pero este cambio de
    residencia implicaba una ruptura o bien unas relaciones
    débiles con la comunidad aldeana.

    En las regiones de montaña, la migración
    estacional significaba cada año que el padre abandonara el
    grupo doméstico para encontrar un trabajo temporal en
    alguna parte.

    Los movimientos de migración
    temporal que conocieron en su apogeo a lo largo del segundo
    imperio provocaron una desorganización
    familiar.

    EVOLUCIONES RECIENTES

    El tamaño de los hogares continúa
    decreciendo suavemente desde el censo de 1968. Se contaba una
    media de 3,10 personas por hogar en 1962 y 2,70 en 1982.
    correlativamente, el número de hogares compuestos por una
    sola persona aumenta:
    19,6 por 100 de los hogares en 1962 y 25 por 100 en
    1982.

    Las probabilidades de viudedad al principio del
    matrimonio son extraordinariamente reducidas hoy en día.
    La proporción de viudas aumenta mucho más
    rápidamente que la de los viudos, como consecuencia de la
    sobremortalidad masculina.

    Cuando un antropólogo estudia la familia se
    interesa por el grupo doméstico dentro del sistema de
    parentesco, reconocido como uno de los principios que
    estructuran la
    organización social. Una antropología de la familia exige, pues, un
    análisis de las relaciones entre los grupos
    domésticos y el parentesco en las sociedades
    contemporáneas.

    III PARENTESCOS Y PARENTELAS.

    El dato biológico de base es un hombre, una
    mujer,
    niños. Los lazos madre-hijo, hermana-hermano son
    biológicos, pero la asociación hombre-mujer ya es
    social. Cada sociedad debe nombrar estos lazos que
    entrañan en el seno de la díada y de la
    tríada un conjunto de relaciones, de sentimientos, de
    obligaciones.

    El parentesco designa a la vez.

    1) Las personas que son nuestros parientes. 2) Una
    institución que regula en la medida variable el
    funcionamiento de la vida social.

    Los sociólogos de la familia contemporánea
    añaden al presupuesto de la
    contracción del grupos doméstico el de la
    desaparición casi absoluta de las relaciones de
    parentesco. Esta proposición es la que queremos discutir y
    refutar. Se deslizan en esta tesis algunos
    resabios de evolucionismo. El sistema de
    parentesco habría evolucionado, a partir de una sociedad
    matriarcal en la cual reinaba la promiscuidad sexual y en la que
    los hijos sólo reconocían a su madre, hacia una
    sociedad patriarcal más refinada en la que cada pareja
    reconocía a sus hijos, para, finalmente, alcanzar un
    modelo
    acabado, el de la sociedad europea de finales del siglo XIX, en
    la cual se supone que las relaciones de parentesco sólo
    tendrían una reducida importancia social.

    Después, los antropólogos han demostrado
    que no existe una correlación directa entre el tipo de
    economía
    de la sociedad y su organización y que no cabe un juicio de
    valor en
    relación a los diferentes sistemas de
    parentesco; ninguno superior a otro. El parentesco representa una
    de las combinaciones posibles en el universo de
    los arreglos conocidos.

    III.1 LA TERMINOLOGÍA DEL
    PARENTESCO

    El parentesco constituye un sistema de
    "referencia social" que se efectúa mediante la
    terminología. Esta última sirve para designar
    el universo de
    parientes que la consanguinidad, la alianza nos dan. En nuestro
    sociedad, estos términos son poco numerosos: padre, madre,
    tío, tía, primo, hermano, hermana, etc. La
    terminología francesa del parentesco no distingue entre la
    consanguinidad y la alianza, mientras que la inglesa sí lo
    hace.

    La terminología del parentesco se articulo con
    los modos de filiación y de alianza, que constituyen los
    otros dos principios del
    parentesco. No categorías de la filiación y de la
    alianza son complejas.

    III.2 LA FILIACIÓN

    La filiación es el reconocimiento de lazos entre
    los individuos que descienden los unos de los otros. El principio
    juega en los dos sentidos, ascendiendo o descendiendo a lo largo
    de las generaciones sucesivas. Toda sociedad conoce la
    filiación, pero algunas le otorgan mayor importancia que
    otras.

    distinguimos la línea directa: los padres y las
    madres de nuestros padres… de la línea colateral:
    primos, primos salidos de hermanos, parientes con los cuales
    tenemos un antepasado en común, pero de los que no somos
    descendientes.

    La memoria
    genealógica en nuestra sociedad no es muy profunda: se
    reduce a tres generaciones más o menos.

    Nuestra sociedad reconoce también que mediante la
    filiación se transmite un conjunto de características o de bienes, el nombre, o
    incluso rasgos físicos.

    En las sociedades
    exóticas, el principio de filiación tiene una
    importancia mucho mayor.

    Lo que distingue a nuestras sociedades industrializadas
    de las sociedades exóticas no es la ausencia de
    filiación, sino el hecho de que nuestros grupos
    sociales se reclutan menos sobre la base del parentesco que
    sobre las clases de edad, la clase social, la afinidad amical, el
    lugar de trabajo, el ejercicio del ocio, etc. en una sociedad
    exótica, todas estas separaciones sociales estarían
    reagrupadas y determinadas en función de la pertenencia al
    grupo de parentesco.

    III.2.1 FILIACIÓN UNILINEAL

    En la filiación unilineal sólo son
    reconocidos como parientes aquellos que descienden de una
    línea paterna de una línea materna. el
    reconocimiento del individuo en su grupo de parientes puede
    hacerse por relación a un antepasado común
    determinado con el cual puede establecer un lazo
    genealógico: es el "linaje". El "clan" reagrupa parientes
    sobre una profundidad genealógica mayor hasta un ancestro
    común con el cual no puede establecerse exactamente un
    lazo y que deviene mítico. El linaje podrá aparecer
    como subdivisión del clan. La pertenencia a tal linaje o a
    tal clan determina enteramente la posición social de un
    individuo, en el interior de su propio grupo de filiación.
    El linaje es algo más que un conjunto de parientes unidos
    por lazos privilegiados; también es una persona moral que
    posee bienes indivisibles, que cumple funciones
    políticas, militares, religiosas,
    etc.

    La filiación unilineal adopta, pues, un principio
    de clasificación fundado sobre el sexo; asigna
    un individuo a un grupo de parientes. Según algunos
    autores, el tipo de residencia dependería del principio de
    filiación: se residiría donde su padre porque uno
    es miembro de su patrilinaje. Por el contrario, Robin Fox, estima
    que el modo de residencia gobierno el
    principio de filiación. Los primeros grupos humanos,
    cazadores, lo que constituía la residencia matrilocal. La
    residencia matrilocal era la regla.

    Las madres y las hijas constituyen el elemento estable
    de la casa. Los hijos y los maridos son los elementos
    móviles. En estos sistemas
    matrilineales, los hombres pertenecen al grupo social de su
    madre, lo que da una cierta preeminencia a las mujeres. el rol de
    marido se reduce al de genitor. Estos hombres del matrilinaje
    detentan la autoridad
    dentro de la casa.

    La filiación patrilineal no constituye la
    simetría exacta de la filiación matrilineal, puesto
    que este último tipo comporta contradicciones con los
    principios de
    funcionamiento del grupo, sobre todo con el de la
    detentación de la autoridad por
    parte de los hombres.

    Si, en algunas sociedades, los bienes están entre
    las manos de las mujeres, la mayoría de las veces son sus
    hermanos los que tienen la posesión.

    En las sociedades que conocen una filiación
    patrilineal, la residencial es patrilocal, es decir, la joven
    pareja formada por el hijo y por su mujer se instala
    en la casa del padre del esposo, o neolocal, en una casa
    independiente. En este tipo de filiación no existe
    conflicto para
    la atribución de la autoridad.

    en la filiación patrililenal (llamada
    todavía agnática) se transmiten de padre en hijo
    (agnados) el nombre, los bienes, los privilegios, los derechos, los deberes
    políticos, religiosos, económicos etc. Las
    sociedades patrilineales atribuyen mucha más importancia
    al matrimonio y a los derechos del marido sobre su
    mujer y sus hijos.

    El lugar de las mujeres no es igual al de los hombres en
    un sistema matrilienal, que, ya lo hemos visto, les atribuye el
    rol preponderante no en tanto que maridos y padres, sino en tanto
    que hermanos y tíos. Sobre estos modos de organización social, que en cierta forma no
    son más que el armazón exterior de la sociedad se
    injerta toda una gama de variaciones culturales, todo el proyecto global
    de una sociedad que explica la variedad del universo de las
    culturas.

    Por ejemplo, las comunidades tácitas, estas
    "grandes familias" de las que hemos hablado anteriormente,
    presentan un variante de los modos posibles de
    organización de una filiación patrilineal. Las
    comunidades tácitas son patrilinajes, en la medida en que
    hay una referencia a un antepasado común identificable,
    pero no se trata de clanes, pues no se da un reagrupamiento de
    varios de estos patrilinajes.

    III.2.2 FILIACIÓN BILINEAL Y
    COMPLEMENTARIA

    Existen sociedades en las que funciona una
    filiación bilineal, en la cual cada grupo de
    filiación tiene asignada una función diferente, el
    patrilinaje cumple unas funciones y el
    matrilinaje otras. Un sistema bilineales frágil como
    consecuencia de la competencia entre
    los dos linajes.

    III.2.3 FILIACIÓN INDIFERENCIADA O
    COGNATICA

    En la filiación indiferenciada o
    cognática, la pertenencia a un grupo de parentesco ya no
    está fundada sobre el sexo. Todos
    los descendientes de un individuo forman parte de su grupo de
    parentesco.

    La sociedad francesa, con la excepción del
    nombre, que es transmitido en filiación patrilineal,
    está en un régimen de filiación
    indiferenciada. Se puede recibir en herencia bienes
    procedentes de los cuatro abuelos y, más generalmente, se
    reconocen emparentados con todos los ancestros sea en la
    línea que sea.

    III.2.4 PARENTELA

    Los grupos de parentesco que acabamos de analizar,
    están constituidos por referencia a uno o más
    antepasados comunes. A la inversa, la parentela toma como centro
    al individuo que reconoce a sus parientes por la sangre y por la
    alianza hasta el agotamiento de los lazos genealógicos.
    Estos grupos no constituyen personas morales como los grupos de
    filiación; no poseen derechos en común ni
    bienes indivisos.

    La parentela no es sólo característica de las sociedades
    contemporáneas, como ocurre con el grupo doméstico
    restringido a los padres y a los hijos. Sistemas que
    considerábamos fácilmente como necesariamente
    ligados a la evolución industrial de la sociedad los
    encontramos también en sociedades primitivas.

    III.3 LA ALIANZA

    Exogamia. Se trata de un tipo de matrimonio fuera del
    grupo social de origen y que permite entrar en relaciones con
    otros grupos de filiación. Por esta regla de la exogamia
    reencontramos la prohibición del incesto.

    III.3.1 SISTEMAS
    ELEMENTALES

    Las sociedades conocen diferentes sistemas de
    matrimonio que pueden clasificarse en dos tipos principales:
    sistemas elementales y sistemas complejos.

    Los sistemas elementales se caracterizan por la
    existencia de reglas de alianza que prescriben al individuo la
    categoría de mujeres que debe desposar y aquellas que le
    están prohibidas.

    La forma más simple de matrimonio fuera del grupo
    es el intercambio de hermanas. En el sistema más simple,
    el que se designa con el término de "intercambio
    restringido", un hombre debe
    casase con su prima cruzada bilateral, es decir, tomará
    esposa allí donde su padre tomó la suya, el sistema
    puede complicarse, el sistema denominado aranda: un hombre busca
    esposa allá donde la buscó su abuelo. Una variante
    más elaborada. La regla quiere que una hija tome esposo en
    el grupo de donde salió su madre.

    El segundo gran tipo de sistema elemental de alianza es
    llamado "asimétrico" o de "intercambio generalizado", pues
    pone en relación todas las secciones de la
    tribu.

    Los sistemas elementales de parentesco comportan todos
    una doble especificidad, la categoría de individuos que no
    su pueden desposar, y aquella en la que debe encontrarse al
    cónyuge.

    III.3.2 SISTEMAS COMPLEJOS

    Los sistemas complejos, sólo comportan reglas
    negativas de matrimonio; no se definen por la categoría de
    parientes con los que se debe contraer matrimonio, sino por la
    que está prohibida. Las sociedades contemporáneas
    funcionan según el modelo
    complejo, pero también numerosas sociedades
    exóticas. Los sistemas complejos distribuyen a los
    individuos a través de todo el espacio social, nuestro
    sistema de matrimonio participa de la regla universal de la
    prohibición del incesto, el sistema de alianza de las
    sociedades contemporáneas. Es una de las variantes, una de
    las concreciones posibles del sistema de matrimonio sobre un
    continuum que va del intercambio restringido a la -supuesta-
    libre elección del cónyuge.

    Existe una relación entre el vocabulario del
    parentesco y los tipos de matrimonio.

    III.4 SEGMENTOS DE LINAJE Y PARENTELAS
    CAMPESINAS.

    Como en las sociedades exóticas, pero de otra
    manera, el lugar del parentesco en la sociedad campesina se
    articula con los modos de apropiación del suelo. En las
    primeras, sabemos que los derechos sobre un espacio son
    apropiados colectivamente por un linaje que le da valor. en las
    segundas, la propiedad es
    individual y el territorio generalmente limitado. La doble
    característica de las sociedades campesinas que conocen
    una apropiación familiar del suelo y una
    identidad
    entre familia y explotación agrícola.

    III.4.1 SEGMENTOS DE LINAJE
    CAMPESINOS

    Contrariamente al linaje que distingue a los individuos
    según el sexo, el
    segmento de linaje sigue un camino que pasa por los hombre y por
    las mujeres según los meandros de la memoria,
    las circunstancias económicas y sociales, las migraciones
    o los accidentes
    personales. El grupo doméstico se encuentra insertado en
    el o los segmentos del linaje de los que ha recibido un patrimonio.

    El segmento de linaje se impone a la vez al grupo
    doméstico y al grupo aldeano en su totalidad. La
    articulación entre segmento de linaje y patrimonio se
    pone bien de manifiesto por el estudio del poder
    político local.

    Alrededor de los segmentos de linaje de campesinos
    reagrupadores de tierras o de notables locales se constituye una
    ideología de la aldea que se identifica con el segmento de
    linaje que la representa en el plan
    político local.

    En alguna ocasión, el segmento de linaje no se
    constituye alrededor de la propiedad,
    sino del derecho al arrendamiento, de la herencia de un
    estatuto.

    La presencia del segmento de linaje también puede
    ser atestiguada entre los artesanos. Grupo doméstico y
    propiedad del
    instrumento de producción se confunden aquí.
    Podemos observar segmentos de linaje de tejedores, herreros,
    sastres zapateros.

    Para que halla segmento de linaje es necesario, una
    cierta profundidad genealógica, la existencia de bienes
    para transmitir y una ideología familiar.

    III.4.2 PARENTELAS CAMPESINAS

    La parentela, esta constelación ambigua de
    parientes con la cual podemos elegir tener o no tener relaciones,
    determina redes que unen
    entre ellos los diversos grupos domésticos emparentados.
    Podemos representarlos como mallas corriendo de una casa a la
    otra y a lo largo de las cuales circulan informaciones, ayudas
    mutuas, bienes y servicios.

    Segmentos de linaje y parentelas funcionan de manera
    complementaria, el principio vertical y horizontal, latente en
    todo grupo humano, predominante aquí o allí, por
    razones económicas de herencia etc.

    Esta parentela asegura un determinado número de
    funciones, y sobre todo ofrece en su seno una opción de
    cónyuges posibles. Numerosos matrimonios se conciertan
    dentro de esta clase de "extraños y poco
    parientes".

    En estas parentelas, lejanas a la vez en el espacio
    genealógico y en el espacio geográfico, se crean
    clientelas en las que se forjan el honor y el poder
    reciproco de los grupos familiares. Las parentelas articuladas a
    los segmentos de linaje tienen funciones políticas:
    en determinadas familias se reclutan los alcaldes de
    generación en generación.

    III.5 MODOS DE EVOLUCIÓN DE LOS BIENES

    Sociedades africanas y sociedades eurasiáticas se
    distinguen por su modo de devolución de los bienes. en las
    primeras, unilineales, el proceso de
    transformación está asociado al sexo: los
    hombres heredan de las mujeres , las mujeres heredan de las
    mujeres. en Europa y en
    Asia, las
    mujeres heredan de los hombres y viceversa, lo que tiene como
    consecuencia diseminar la propiedad fuera del grupo de
    filiación unilineal. Nombre de "devolución
    divergentes".

    Las especificidades europeas.

    III.5.1 HEREDEROS Y SUCESORES

    Georges Augustins investiga la lógica
    de la "perpetuación de los grupos domésticos"
    construyendo un modelo comparativo clasificatorio que integra la
    herencia, la sucesión y la residencia y sobre el cual se
    injertará el modelo matrimonial. En el caso de la familia
    troncal, heredero y sucesor se confunden: en el caso del sistema
    igualitario, todos los hijos acceden a la herencia, y varios de
    ellos pueden ser sucesores, o uno solo. Hay posibilidad, pues,
    para manipulaciones familiares en la elección del elegido
    llamado a sustituir a la generación mayor.

    La distinción entre heredero y sucesor, Georges
    Augustins distingue tres tipos principales de sistemas, el
    sistema de casa (o familia troncal), el sistema de parentela y el
    sistema de linaje. El primer caso pone por delante la residencia
    alrededor de la cual se organiza todo el sistema social, y los
    otros dos casos

    ponen por delante el parentesco, en su
    organización sea horizontal, sea vertical. Todo individuo
    está, en efecto, inscrito a la vez en un grupo
    doméstico y en una constelación de parientes, dos
    entidades portadoras de tensiones y de contradicciones; en el
    sistema de casa es la residencia la que dominará, en el
    sistema de parentela o de linaje era el principio parenteral.
    Esta tipología fija, elimina los casos
    intermedios.

    La diversidad de los sistema de devolución de
    bienes en la Europa campesina
    se inscribe en un continuum que va desde un podo estrictamente
    indiviso a un polo igualitario, con tipos intermedios.

    III.5.2 CAMPESINADOS DE LA MEJORA, CAMPESINADOS
    IGUALITARIOS

    El sistema indiviso que establece un heredero es el
    más coherente a primera vista, puesto que concilia
    armoniosamente la necesidad de transmitir un bien entre las
    generaciones y el de mantener el patrimonio
    familiar intacto con el fin de asegurar la viabilidad de las
    explotaciones. Unos solo de los hijos es designado como heredero;
    él verá cómo recibe la totalidad del
    patrimonio
    familiar.

    En este sistema "de casta", los hijos no herederos
    están dotados y excluidos de la herencia. Reciben una
    pequeña cantidad de dinero que les
    aparta de todo derecho sobre el patrimonio colectivo. diferentes
    alternativas se les ofrecen: permanecer solteros en el seno de la
    casa, exiliarse, convertirse en sacerdotes, casarse según
    el dicho y construir una reserva de mano de obra para el
    artesanado local, o emigrar definitivamente.

    El heredero es siempre el primer nacido y,
    preferentemente, un varón en la Francia
    meridional, el sistema se flexibiliza y autoriza a las hijas a
    heredar. en algunas sociedades, el heredero es elegido desde el
    nacimiento. La familia bretona, encarna el polo igualitario. Los
    campesinos bretones, generalmente, no son propietarios de sus
    explotaciones, y por esta razón conocen numerosos
    desplazamientos.

    Los grupos de residencia apenas tienen, pues, apego
    simbólico a un lugar. La regla de devolución de los
    bienes coincide. Se trata de una regla igualitaria que se pone en
    práctica con todos los hijos, tanto los varones como las
    hembras. En una región dominada por el arriendo, la regla
    igualitaria sólo afecta a los bienes muebles.

    Entre el modelo de la familia pirenaica, profundamente
    indiviso, y el modelo de la familia bretona, especialmente
    igualitario, existe espacio para toda una gama de situaciones
    intermedias.

    IV LAS RELACIONES DE PARENTESCO EN LA SOCIEDAD
    URBANA

    Si el parentesco esta institución parece
    secundaria en las sociedades urbanas e industrializadas.
    Dominadas por el modo de producción industrial,
    estructuradas en clases
    sociales, en asociaciones de todo tipo.

    IV.1.1 LA TESIS DE
    TALCOTT PARSONS

    Según Talcott Parsons, los procesos de
    industrialización segmentan la familia, primero en el
    aislante de su red de parentesco, luego
    reduciendo en tamaño del grupo doméstico a una
    familia conyugal, con un reducido número de hijos. Este
    grupo ya sólo es una unidad de residencia y de consumo; ha
    perdido sus funciones de producción, sus funciones
    políticas y religiosas: comparte sus
    responsabilidades financieras y educativas con otras instituciones;
    la función principal que le resta es la de socializar al
    niño, y sobre todo asegurar el equilibrio
    psicológico de los adultos. Este grupo doméstico
    aislado de su parentesco está fundado sobre el matrimonio
    que asocia compañeros que se han elegido libremente;
    está orientado hacia valores de
    racionalidad y de eficacia; los
    toles masculinos y femeninos especializados contribuyen al
    mantenimiento
    del subsistema familiar en el seno del sistema social. El padre
    tiene un rol "instrumental", asegurando la relación con la
    sociedad y como proveedor de los bienes materiales;
    la mujer tiene el
    rol "expresivo" en el interior de la familia.

    Esta tesis era
    funcionalista en la medida en que afirmaba la adecuación
    de este modelo familiar con las características de la
    sociedad contemporánea. Como señala Jonh Mogey, la
    mayor parte de las proposiciones de Parsons han sido
    invalidadas.

    El aislamiento social de la familia nuclear de su
    parentesco, no se han producido. Por el contrario, la
    interacción entre los miembros del grupo de parientes se
    mantiene en todas las sociedades.

    IV.1.2 INDUSTRIALIZACIÓN Y
    PARENTESCO

    Abundantes estudios subrayan el papel activo
    de la familia en los procesos
    migratorios, como facto de continuidad y de estabilidad frente a
    las presiones del nuevo entorno. La familia amortigua los choques
    con la sociedad industrial proporcionando un marco de
    adaptación. El parentesco en la sociedad industrial no
    aparece, como una transferencia arcaica de la sociedad rural,
    señala Tamara Hareven, sino como el desarrollo de
    las nuevas respuestas a necesidades dictadas por las nuevas
    condiciones. Sus redes, en el contexto de la
    industrialización, están engarzadas en un doble
    espacio, el del origen y el de la llegada.

    El rol del nepotismo familiar todavía está
    por dilucidar. Tenemos la tendencia a asociarlo a las clases
    dominantes, pero ha jugado también en la clase obrera,
    sobre todo en la época en que las condiciones de trabajo
    eran particularmente penosas.

    DESARROLLO INDUSTRIAL

    En el otro extremo de la escala social,
    parentescos y parentelas también han conservado su
    poder.

    IV.1.3 PODERES Y PARENTESCO

    Otro test de la
    capacidad de los parentesco y de las parentelas a adaptarse a los
    cambios inducidos por la industrialización es el mantenimiento
    de su poder, ya sea
    político, profesional o social.

    La dominación tradicional de las familias de
    notables ha sido puesta en entredicho por la evolución social y económica, sin
    embargo, las redes de parentesco oponen a
    los cambios políticos una triple forma de resistencia.
    Algunas parentelas saben adaptarse a las nuevas formas de poder
    económico. De la tierra a la
    industrial. En segundo lugar, el poder político basado en
    una clientela tradicionalmente fiel se mantiene a menudo entre
    las mismas manos. Finalmente, las redes antiguas se refuerzan
    mediante la alianza que le aportan los advenedizos de la escena
    política,
    sobre todo por la vía de las alianzas
    matrimoniales.

    Las parentelas aristocráticas, también,
    por un remarcable trabajo de renovación de sus estrategias de
    alianza, han podido seguir asentando su poder.

    IV.2 SEGMENTOS DE LINAJE Y PARENTELAS EN LA SOCIEDAD
    CONTEMPORÁNEA

    Los estudios recientes que constatan la predominancia
    del grupo doméstico nuclear recuperan las proposiciones de
    Parsons. Sin embargo, esta estructura familiar ya no se presenta
    como perfectamente ajustada a la economía moderna sino
    como refugio, lugar de repliegue contra las agresiones exteriores
    de la sociedad, lugar que concentra sobre un reducido
    número de cabezas toda la afectividad necesaria para
    luchar contra una sociedad humana. Contrariamente a la tesis
    americana, no habrá una complementariedad funcional entre
    sociedad y familia, sino desarmonía e incluso antagonismo.
    el grupo doméstico conyugal, se carga de afectividad y se
    repliega sobre sí mismo para proteger a sus miembros
    contra la deshumanización del modo de vida cotidiano. Esta
    tesis pesimista es sostenida por Louis Roussel.

    El autor, en la lógica
    misma de su investigación, ha sido conducido a
    contradecir parcialmente sus tesis reconociendo que el campo
    afectivo no se limita a los padres y a sus hijos pequeños,
    sino que se abre más allá del núcleo
    conyugal hacia los grupos domésticos de los
    ascendientes.

    IV.2.1 LAS RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS
    CASADOS.

    Para ello se ha medido la proximidad de las residencias,
    las frecuencias de las relaciones, la importancia de los servicios, las
    modalidades de la transmisión de bienes.

    La primera conclusión es la proximidad entre la
    residencia de los padres y los hijos casados. Sobre una muestra nacional
    más del 75 % de éstos habitan a menos de 20 Km. de
    sus padres. Así, la sociedad industrial no induce
    necesariamente a la movilidad que hace estallar
    geográficamente la fa.

    A través del estudio de la transmisión de
    bienes, ocasiones de encuentro y de servicios
    (ayuda financiera, cuidado de los hijos en caso de dificultad
    temporal o de modo regular, etc.) se desprende un modelo
    coherente: la proximidad residencial permite la frecuencia de la
    interacción a condición de que sea preservada la
    independencia
    de la joven fa. De una y otra parte, se desea el mantenimiento
    de la libertad.

    Las relaciones entre hijos casados y sus padres se
    intensifican cuando éstos alcanzan la edad de la
    jubilación.

    La encuesta de
    Roussel intentaba también discernir la continuidad
    cultural de una generación a otra. Se trataba de ver si
    los mismos modelos
    familiares eran trasmitidos de padres a hijos o si los padres
    adoptaban los modelos de los
    hijos. Se pudieron observan tres situaciones: a)
    transmisión de un modelo familiar caracterizado por una
    cierta jerarquía de los cónyuges, por una
    distinción acusada de roles, por una reserva en
    relación a la sexualidad. b)
    Convergencia de opiniones relativa, por una parte, a la
    transmisión de ciertas ideas, y por otra, a la
    adhesión más o menos activa de los padres a
    posiciones de los hijos. c) Distancia, si no oposición
    entre las ideas, pero sin enfrentamiento con elusión
    sistemática de estos temas con el fin de evitar los
    conflictos.

    La fa aparece como un refugio, sobre todo para las
    clases medias, que son las más sensibles al cambio.

    Una ascensión social reciente, el acceso a un
    bienestar que no conoció la generación precedente
    parecen frágiles, y su protección parece asegurada
    por el mantenimiento
    de relaciones familiares densas entre las generaciones. Cuando el
    matrimonio conoce un semifracaso se vuelven hacia sus
    padres.

    La investigación clínica confirma la
    importancia de la afectividad, que es asimétrica los
    padres son cada vez más dependientes del afecto de los
    hijos. Sus múltiples regalos, préstamos, servicios
    sería para ellos la manera de conseguir este afecto.
    Aunque esta situación sea percibida así por ambas
    partes, no debe ser manifestada.

    Tomando en cuenta los bienes y servicios que
    se intercambian dentro de las redes familiares, volvemos a
    encontrar la articulación entre el grupo doméstico,
    los ascendientes y otros miembros del parentesco.

    Agnes Pitrou distingue dos tipos de ayuda entre estos
    flujos que circulan dentro del parentesco urbano: la ayuda de
    subsistencia, que sirve para hacer frente a las dificultades
    imprevistas, y la ayuda de promoción que se oriente a la mejora del
    status.

    Estas conclusiones tienen un doble interés:
    1) abordan el campo de las relaciones familiares no bajo el
    ángulo de la afectividad sino de su funcionalidad en las
    estrategias
    sociales. 2) Las relaciones descritas ponen en evidencia el
    papel de la
    fratria en el campo familiar extenso y respaldado por la red de amistad.

    IV.2.2 LA RELACIÓN MADRE E
    HIJA

    Se observa una preferencia por esta relación en
    la sociedad contemporánea que, de hecho,
    recuperaría una cierta matrilateralidad. La inestabilidad
    contemporánea de las uniones debería, por otra
    parte, contribuir a reforzarla.

    Esta relación de afectividad entre madre e hija
    casada mediante la cual se trasmiten técnicas y valores se
    mantiene en la clase obrera del S. XX.

    IV.2.3 GENEALOGIAS Y RED DE PARENTESCO EN MEDIO
    URBANO

    Como en el medio rural el concepto de
    segmentos de linaje y parentelas es pertinente para analizar el
    parentesco en la sociedad urbana.

    Elizabeth Both distingue entre el parentesco efectivo
    (parientes con los cuales se mantiene una relativa intimidad), el
    parentesco no afectivo (parientes con los cuales no hay contacto
    y de los cuales sólo se conocen un determinado
    número de informaciones) y los parientes lejanos (de los
    cuales no se sabe nada sino que existen).

    Igualmente Firth distingue el parentesco reconocido del
    parentesco nombrado; el segundo era más restringido que el
    primero, pues comprendía exclusivamente los parientes que
    podían designarse por el nombre.

    El principio de selectiva parece ser
    característico del sistema de parentesco en las sociedades
    occidentales; juega a la vez en el establecimiento y para el
    contenido de las relaciones sociales; funcionan como un sistema
    de referencia social.

    IV.2.4 FUNCIONES DEL PARENTESCO

    Se tiene una tendencia excesiva a reducir la relaciones
    con el parentesco a funciones afectivas, rituales o
    simbólicas. Es con motivo de los grandes ritos del pasaje
    de la vida (sobre todo el entierro) cuando se invita a la mayor
    cantidad posible de parientes. Más allá de los
    contactos, visitas, intercambios de servicios y de reuniones
    familiares, el parentesco crea un conjunto de obligaciones
    morales más o menos contingentes y proporciona un marco de
    referencia que tiene su propia importancia en relación a
    otros marcos de referencia tales como la profesión, el
    barrio de residencia, o la región de origen. Esta
    concurrencia con otros subsistemas sociales es
    característica del sistema de parentesco en las sociedades
    urbanas.

    IDENTIFICACION

    La existencia latente de las redes de parentesco reviste
    gran importancia en una sociedad que aísla al individuo:
    volvemos a encontrar la idea de la fa refugio. Ya no se trata
    aquí de sumergirse en el grupo doméstico conyugal,
    sino de situarse en la red familiar que permite
    identificarse en el tiempo y en el espacio. El por esta historia familiar por lo que
    se sabe quién se es y de donde se viene.

    Las redes proporcionan un sentimiento de estabilidad, de
    pertenencia, funcionan como un sistema de
    identificación.

    Las relaciones de parentesco constituyen un medio de
    acceso a la comunidad. Es cierto que no es el único medio
    que existen agrupamientos formales, y cada vez más en la
    actualidad, que proporcionan a los extraños los medios de
    integrarse. A pesar de todo, el parentesco sigue siendo un medio
    privilegiado de acceso a los otros, a la creación de
    relaciones sociales.

    ACCESO AL MERCADO DE
    TRABAJO

    El parentesco sirve a menudo para penetrar en el
    mercado de
    trabajo, sobre todo para un primer empleo. En lo
    alto de la escala social, la
    referencia a tal miembro del parentesco sirve de identificador y
    puede pesar tanto como el diploma en el momento de la
    selección.

    IV.2.5 PARENTESCO Y MEDIO URBANO

    Cuanto más estable es el grupo más antigua
    es la residencia; cuanto más débil es la movilidad
    social y residencial tanto más se multiplican y se
    superponen las relaciones de parentesco hasta el punto de
    constituir una sociedad de interconocimiento, como en la aldea o
    en los barrios antiguos de las ciudades. Debemos preguntarnos
    acerca de los efectos de las renovaciones urbanas sobre la
    extensión de las redes de parentesco. En este tipo de
    comunidad urbana en la que nadie se conoce, el estatus sustituye
    a la red de conocimientos mutuos. Puesto que uno ya no puede ser
    identificado por un miembro de su parentesco. el individuo se
    encuentra identificado por los otros con la ayuda de criterios
    exteriores: el modo como van vestidos los hijos para ir a la
    escuela, la
    marca del
    automóvil, los cuidados dispensados al huerto. Red de
    parentesco y de sociabilidad funcional, pues, sobre criterios
    diferentes y no son substituibles entre sí.

    ¿Puede sostenerse que cuanto menos propicio es el
    medio urbano para las relaciones
    humanas menos interacción tienen los individuos con
    los otros en el marco de la vida cotidiana y el parentesco se
    encoge alrededor del grupo doméstico? Este fenómeno
    parece efectivamente constatado en la aglomeración
    parisina.

    Sin embargo, la importancia de una red de parentesco no
    se mide solamente por las funciones tangibles que puede cumplir;
    el parentesco remite a todo un imaginario en acción, y su
    papel
    quizá es más importante por esta función
    latente.

    El imaginario familiar también es el confortable
    seguro que en
    un mundo en el que la familia va mal la vuestra en particular va
    bien.

    IV.2.6 PARENTESCO Y CLASE SOCIAL

    La hipótesis la movilidad social, que a menudo
    es una movilidad geográfica, relajaría
    considerablemente las relaciones de parentesco entre padre e
    hijos casados, y más todavía las propias de la
    parentela. En relación a la interacción constatada
    dentro de la clase obrera, la clase media tiene relaciones de
    parentesco menos densas. Un matrimonio que conoce un ascenso
    social está dispuesto a sacrificar las ventajas de la
    proximidad residencial por las que ofrecen un mejor empleo en una
    ciudad o una región alejadas. Este matrimonio
    adquirirá nuevos comportamientos culturales, y la
    sociabilidad de la amistad
    reemplazará a la sociabilidad familiar.

    La clase media en ascenso social, en efecto, adquiere
    toda una cultura de
    ocio desconocida por la clase obrera. Esta sustituye quizá
    a todas las formas de sociabilidad familiar por las que se
    desarrollan con la civilización del ocio. Con el trabajo, la
    familia deja de ser el único polo de atracción de
    la vida social.

    Resulta difícil, sin embargo, mantener un
    discurso único sobre las redes de parentesco y de
    sociabilidad de esta categoría social. La clase media
    inglesa sus límites son imprecisos. Hemos señalado
    la fuerte interacción en el seno del parentesco dentro de
    las clases medias inglesas.

    Para las clases superiores, las opiniones parecen
    más coincidentes. Pueden dispensarse las relaciones de
    parentesco en la medida en que los medios
    financiaron permiten comprar los servicios proporcionados por el
    parentesco en otras clases
    sociales. Al igual que en las clases medias, existe
    también una interacción social importante fuera del
    parentesco. Por el contrario, en estas categorías es donde
    observamos la ayuda financiera más importante es bienes y
    servicios, sobre todo en el momento de instalación de los
    hijos casados. en las clases superiores, el parentesco
    proporciona apoyo material y moral para
    mantenerlo.

    Numerosos estudios coinciden en considerar la clase
    social como una de las variables
    principales de la existencia de las relaciones con el parentesco;
    sin embargo, ya no se puede sostener que la
    industrialización ha cortado el grupo doméstico de
    su grupo de parentesco.

    IV.3 RED DE PARENTESCO CONTRA FAMILIA NUCLEAR: UNA
    POSICIÓN IDEOLÓGICA.

    El paso ideológico de la familia nuclear. La
    ideología de la familia nuclear proclama el derecho del
    individuo a elegir su cónyuge, al igual que el lugar donde
    quiere vivir y los parientes que quiere tener. La familia
    nuclear, es portadora de un ideal de democracia y
    de libertad.

    Así pues, no nos sorprenderemos de que una
    imagen y una
    ideología de la familia nuclear sean vehiculados por la
    prensa y
    la
    televisión.

    LA FORMACIÓN DEL GRUPO
    DOMESTICO

    V SOCIOLOGÍA HISTÓRICA DEL
    MATRIMONIO

    De entrada, podemos considerar como falsa esta idea
    recibida: hoy día uno se casa por amor,
    antaño de casaban por interés,
    hoy día se elige libremente, antaño uno era casado
    por sus padres.

    V.1 DE LA ALIANZA AL MATRIMONIO

    En una sociedad de religión y de
    moral
    cristiana, el matrimonio está fundado por un derecho que
    reglamenta la sexualidad.
    Dentro de un cuadro jurídico-eclesiástico, la
    institución se inscribe en contexto sociales,
    económicos y culturales muy variados.

    V.1.1 EL MARCO RELIGIOSO

    el derecho canónico elaborado en el siglo XII
    define el matrimonio como un sacramento indisoluble cuya materia
    está constituida por el consentimiento mutuo de los
    esposos.

    Estos matrimonios que prescindían del
    consentimiento de los padres siempre eran portadores de desorden
    social.

    Un cierto número de fenómenos
    económicos y sociales ha conducido a los padres a
    reafirmar su autoridad sobre los hijos, para la elección
    de su cónyuge, con el fin de que el orden social no se
    apuesto en peligro. Las clases aristocráticas, las
    más influyentes sobre el poder eclesiástico y
    laico, presionaron para obtener nuevas reglamentaciones que
    afirman la autoridad paterna, e hicieron del matrimonio no tanto
    la unión de dos individuos, sino la alianza de dos
    parentelas y de dos patrimonios.

    Los textos del concilio de Trento y las ordenanzas
    reales de finales del S XVI y principios del XVII van a
    establecer la doctrina oficial del matrimonio que permanece en
    vigor hasta el S.XIX, teniendo en cuenta los arreglos que
    aportaron la Revolución
    y el Código civil.

    La mayoría de edad requerida para el matrimonio
    entonces era de treinta años para los hombres y de
    veinticinco para las mujeres. Hasta esta edad, los hijos
    debían solicitar el consentimiento de sus padres;
    más allá, sólo tenían que pedir su
    opinión.

    Hasta el concilio de Trento, el sacerdote sólo
    era un testimonio del compromiso de los esposos; luego se le dio
    una parte activa en el acto sacramental; debe unir los esposos en
    matrimonio.

    En los siglo XVII y XVIII, la naturaleza del
    matrimonio evoluciona del sacramento al contrato, en
    parte bajo la influencia de la Reforma que rechazaba el
    carácter sacramental del matrimonio, y en el S XVIII bajo
    la influencia de los juristas de la escuela llamada
    "de derecho
    natural".

    Pero el sacramento y el contrato son
    cosas bien diferentes: a uno están vinculados los efectos
    civiles, al otro las gracias de la iglesia: Los
    dos aspectos se disociarán totalmente con la Revolución
    que marca el
    desenlace final de las dos tendencias, exigiendo una ceremonia
    civil para dar validez a la ceremonia religiosa.

    DEMOGRAFÍA DEL
    MATRIMONIO

    A pesar de estas restricciones, se descubren algunas
    evoluciones. En primer lugar, la nupcialidad reacciona a los
    mismos factores demográficos. Bajo el Antiguo
    Régimen, en los períodos de grandes mortalidades
    debidas a las epidemias, la curva de los matrimonios tiende hacia
    cero. Esta curva es igualmente sensible a las crisis
    económicas que constituyen otro freno.

    Los acontecimientos políticos (guerra,
    revolución,) tampoco son favorables a la
    nupcialidad. Algunas medidas legislativas, por el contrario, han
    contribuido a favorecer la nupcialidad, y sobre todo la
    disminución de la edad de matrimonio, que ha sudo
    restablecida, bajo la Constituyente, a los veintiún
    años, edad a partir de la cual el consentimiento de los
    padres ya no es necesario. Se observa entonces un avance
    importante de la nupcialidad, pero es pasajero.

    Desde 1740 hasta nuestro días, el número
    absoluto de matrimonios, con excepción de épocas
    conflictivas a causa de las guerras, no
    deja de crecer lentamente, mientras que la tasa bruta de
    nupcialidad se mantiene más o menos
    estacionario.

    En revancha, el período del año en el que
    tienen lugar los matrimonio ha cambiado mucho. Los movimientos
    estacionales antiguos están caracterizados por
    alternancias de intensa actividad y momentos vacíos. En
    los siglos XVII y XVII. En estas épocas, los matrimonios
    se celebran sobre todo en febrero y en noviembre, julio y agosto
    son meses huecos porque los grandes trabajos agrícolas de
    los campos.

    También son preferidos algunos días de la
    semana: no se casan los viernes. Tampoco se casan en jueves. El
    domingo también estaba prohibido.

    Hoy día, los matrimonios se celebran a lo largo
    de todo el año, con una preferencia por los meses de
    verano; cerca del 80 por 100 tienen lugar el
    sábado.

    CELIBATO

    En el siglo XVIII, la proporción de solteros
    definitivos está comprendida entre el 10 y el 15 por 100
    entre las mujeres; entre los hombres todavía es más
    débil, puesto que los hombres eran menos numerosos en
    razón de una mortalidad y de una emigración
    más fuertes.

    En el siglo XX, el celibato es más frecuente
    entre los hombres como consecuencia de la emigración
    masculina, el descenso continuo de los nacimientos ha puesto en
    presencia efectivos femeninos constantemente inferiores a los
    efectivos masculinos.

    En los períodos antiguos, la escasez relativa de
    celibato se explica por la necesidad del matrimonio para acceder
    al estatus social adulto. En un tiempo en el que el grupo
    doméstico y explotación agrícola o artesanal
    se confunden. El soltero es un marginal. No hay "elección"
    de una vida de soltero, sino el celibato religioso o militar,
    estado abrazado a menudo como un mal menor. Para las ciudades,
    parece que la proporción de solteros sea más
    elevada que en el campo.

    EDAD DE MATRIMONIO

    Numerosos comportamientos familiares dependen de la edad
    a la cual los jóvenes tienen costumbre de casarse, la
    cual, a su vez, está en función de condiciones
    sociales, económicas, culturales.

    Contrariamente a una idea comúnmente aceptada en
    nuestros días, antaño la gente no se casaba joven.
    La Europa de los
    siglos XVII y XVIII ofrece incluso un modelo que parece
    único dentro del abanico de culturas, caracterizado por
    una elevada edad del matrimonio, ligado a la necesidad de un
    establecerse independientemente. La conjugación de
    numerosos factores conduce a una edad tardía de
    matrimonio, con la excepción de las familiar
    aristocráticas, cuyos hijos se casaban en promedio a los
    veintiún años y las hijas a los dieciocho, la
    edad media en
    las clases populares de las ciudades y medios rurales
    es de veintisiete-veintiocho años para los hombres y
    veincinco-veintisesis para las mujeres.

    La consecuencia importante de este retraso en el
    matrimonio es el acortamiento del período de fecundidad de
    la
    mujer.

    La edad tardía en el matrimonio constituye,
    según los términos célebres de Pierre Chunu,
    "la verdadera arma contraceptiva de la Europa
    clásica". Respuesta consciente o inconsciente a un mundo
    en crecimiento demográfico, en el cual los recursos se
    mantenían estables.

    La evolución de la edad del matrimonio,
    bajó considerablemente a lo largo del siglo
    XIX.

    La reducción de la edad de matrimonio revela un
    cierto número de cambios dentro de la concepción
    del matrimonio y de la elección de
    cónyuge.

    LA REGLA HOMOGÉNICA

    Hoy como ayer, se tiende a casarse entre iguales, en el
    plano social o profesional. Una de las fuentes del
    matrimonio concebido concebido como una alianza entre dos
    líneas de descendencia es la de trasmitir patrimonios. El
    mejor medio de protegerlo es asegurarse que el cónyuge
    elegido es verdaderamente su igual socialmente. Esta regla de la
    homogamia se encuentra en todas las categorías
    sociales.

    Para los campesinos, la homogamia tiene como corolario
    la endogamia, es decir, el matrimonio dentro de la localidad o
    con alguna persona de las
    aldeas más próximas. Casarse en su tierra supone
    conocer la familia con la cual está proyectada la
    alianza.

    Para cualificar estas poblaciones que se casan en el
    seno de áreas geográficas circunscritas, los
    demógrafos hablas
    de isolats, es decir, zonas dentro de las cuales se elige al
    cónyuge. Los matrimonios endógamos llevan a
    matrimonios entre emparentados si la población es suficientemente
    estable.

    El nombre de la prohibición del incesto, la
    Iglesia
    prohibió el matrimonio entre parientes demasiado
    cercanos.

    Aplicar estas reglas, habría dificultado
    fuertemente la nupcialidad de los municipios rurales en los que
    la superposición de redes sociales y familiares creaba las
    condiciones de matrimonios entre parientes. Así pues, la
    Iglesia se
    veía obligada a conceder dispensas para que se celebrara
    este tipo de uniones.

    V.1.2 ESTRATEGIAS DE
    ALIANZA

    Está prohibido casar con los parientes más
    próximos, pero más allá, la elección
    es teóricamente libre. A pesar de ello, los matrimonios
    consanguíneos, matrimonios homógamos y
    endógamos suponen reglas no expresadas en revelan políticas
    familiares de alianza.

    En la sociedad antigua, ya se de naturaleza
    campesina, aristocrática o burguesa, los cónyuges
    dependen del patrimonio de sus padres para instalarse
    independientemente en la vida activa: la estrategia
    patrimonial dirige los matrimonios.

    Antes de 1914, el matrimonio estaba regido por reglas
    muy estrictas. Que comprometía todo el futuro de la
    explotación familiar, era la ocasión de una
    transacción económica de la más alta
    importancia, contribuía a reafirmar la jerarquía
    social y la posición de la familia, era asunto de todo el
    grupo más que del individuo. Era la familia la que se
    casaba y uno se casaba con una familia..

    La estrategia
    matrimonial aparece como uno de los tipos de la más
    general "estrategia de
    reproducción biológica , cultural, social que todo
    el grupo pone en acción para transmitir a la
    generación siguiente, mantenido o aumentados, los poderes
    y los privilegios que el mismo ha heredado"

    Toda estrategia
    campesina de matrimonio es endógama, pero algunas lo son
    más que otras.

    ¿puede hablarse también de estrategias en
    sociedades en las que la costumbre de herencia es igualitaria, y
    en las que el patrimonio está compartido entre todos los
    herederos; en sociedades en las que los campesinos son
    arrendatarios o aparceros, es decir, que sólo tienen poco
    patrimonio que transmitir.

    Un determinado número de trabajos muestran que,
    incluso sin capital
    rústico, puede observarse una política familiar de
    los matrimonios. El capital de
    prestigio de la familia , su antigüedad, su
    reputación cuentan tanto y quizá todavía
    más en una sociedad pobre. En un sistema económico
    en el que el enriquecimiento no es posible, el mantenimiento del
    rango puede representar el objetivo
    último de las estrategias
    matrimoniales.

    Otro medio para detectar la existencia de estrategias de
    matrimonio es el de analizar los ritos como, por ejemplo, el uso
    del casamentero en algunas sociedades. el rol del intermediario
    es el de soportar el fracaso eventual de las negociaciones;
    también es garante de la continuidad de las relaciones
    sociales.

    Estos rituales constituyen un discurso simbólico
    cuyos gestos, palabras y manifestaciones diversas, como los
    cortejos, traducen la importancia del matrimonio para la
    comunidad.

    Entonces podemos preguntarnos, en un contexto tal de
    estrategias y de transacciones, ¿qué lugar
    había para la elección personal de los
    dos jóvenes, qué peso podía tener una
    inclinación amorosa, una atracción
    recíproca?.

    V.1.3 LOS CAMPESINOS Y EL AMOR

    en lo que se refiere al amor y a la
    sexualidad de
    los tiempos antiguos, sólo estamos en el terreno de las
    hipótesis.

    El hecho de que los nacimientos ilegítimos
    -señal de una sexualidad
    fuera del matrimonio- y concepciones prenupciales -señales
    de su matrimonio- hayan sido muy débiles desde mediados
    del siglo XVII a mediados del siglo XVIII, parece ser que en
    descenso en relación a épocas precedentes,
    indicarían el éxito de la Iglesia en su
    lucha por la "moralización".

    Dos tradiciones del amor campesino
    han conocido un gran éxito cerca de los historiadores; la
    frecuentación preconyugal y el kilgananb. El primer
    ritual; es colectivo y permite a los jóvenes la
    frecuentación preconyugal bajo un paraguas o en la
    habitación de un albergue; mientras que el segundo tienen
    lugar en la habitación de la joven, con el acuerdo de los
    padres.

    Que el amor existe
    y que es reconocido en el medio rural lo prueban numerosos
    signos: proverbios, ritos, regalos. El sentimiento amoroso,
    reconocido en el medio rural, es diferente de lo que es hoy
    día erotizado y exhibicionista.

    El amor campesino
    está muy codificado. Los regalos, los gestos, los
    discursos relativos a los enamorados, están
    frecuentemente, estereotipados. La hipótesis es la siguiente: la
    elección sería tanto más "libre" cuanto
    más igualitaria fuera la estructura social del
    grupo.

    Es necesario distinguir entre concepciones prenupciales
    y nacimientos ilegítimos. De las primeras puede pensarse
    que son un medio de forzar la mano a las familias y arrancar su
    consentimiento. Se puede suponer también, y es más
    verosímil, que estando ya establecido el acuerdo entre las
    familias y los jóvenes, y teniendo éstos relaciones
    conjuntamente, se consideraban como casi casados.

    en lo que concierne al aumento de los nacimientos
    ilegítimos, las interpretaciones son todavía
    más diversas.

    V.2 HACIA EL MATRIMONIO
    CONTEMPORÁNEO

    V.2.1 ARTESANOS DE LA SOCIEDAD
    PROTOINDUSTRIAL

    Una distinción entre el mundo rural y el urbano
    se impone desde el momento en que abordamos el final del siglo
    XVIII y el principio del siglo XIX. Hasta ese memento, en
    Francia, las
    ciudades funcionaban más o menos como los
    pueblos.

    En el siglo XIX, la composición social de los
    pueblos se vuelve más homogénea desde que la
    despoblación se lleva con ella a los individuos más
    marginales, jornaleros agrícolas y artesanos. Para los
    campesinos que permanecen en el pueblo, el matrimonio, más
    que nunca, es el objetivo
    patrimonial. El matrimonio queda controlado por el parentesco, la
    endogamia de clase es la regla. La evolución moderna de la
    agricultura no
    hace caducos estos modelos.

    Para los artesanos de los pueblos. La
    organización doméstica artesanal en el medio
    rural está fundada en la asociación de fuerzas de
    trabajo: la complementariedad estrecha del marido y de la mujer. Una
    fuerte endogamia también resultaba aquí
    indispensable y condicionaba la formación del matrimonio.
    Además, la fecundidad de estas familias "protoindutriales"
    era elevada, pues esas familias tenían necesidad de un
    máximo de fuerza de
    trabajo, por su apega a la comunidad pueblerina, estas familias
    pertenecían al viejo sistema, pero por un determinado
    número de rasgos, anunciaban una nueva forma de pareja y
    un nuevo modelo de matrimonio. Es el primer paso hacia una
    unión del tipo "asociación de
    individuos".

    La familia protoindustrial anuncia así la familia
    obrera; el salario permite a
    los jóvenes constituirse rápidamente un peculio que
    les permite casarse sin esperar a una dote dada por sus padres.
    Se casan más jóvenes, y de manera más
    independiente.

    Las migraciones apenas afectan a esta endogamia, pues se
    llevan a cabo a través de las solidaridades entre
    oficios.

    V.2.2 CONCUBINATO Y MATRIMONIO
    OBRERO

    La paradoja de las concepciones prenunpciales y de la
    ilegitimidad. El aumento del número de concepciones
    prenupciales regularizadas mediante el matrimonio reflejaba la
    puesta en circulación de un nuevo orden sexual y de una
    nueva concepción del matrimonio que descansa en la
    capacidad de trabajo de los cónyuges, independientemente
    del patrimonio de sus familias respectivas. Por el contrario, la
    ilegitimidad no marca la
    emergencia de una nueva moral sexual y no es el signo de la
    inmoralidad de las clases populares, sino la del fracaso de una
    política
    tradicional del matrimonio. La ilegitimidad no es el matrimonio
    rechazado, sino el matrimonio frustrado. Convertirse en concubina
    no es más que un medio para salir del paso, en la
    esperanza de un matrimonio..

    Las condiciones económicas ofrecidas a la obrera
    de las ciudades la empujan a buscar una asociación hecha
    con un hombre. La muchachas, sin cualificación, se
    emplean, en la industria
    textil. Las condiciones de trabajo son horrorosas. Entonces, la
    obrera, es conducida hacia el "amancebamiento". Mientras no llega
    un hijo, los dos trabajan, la vida es soportable. Al primer hijo,
    le pega; al segundo, la abandona. Y el trabajo de
    zapa social la conduce a la prostitución. Las condiciones
    económicas volvieron, pues, particularmente vulnerables a
    las mujeres obreras que son las primeras víctimas del
    concubinato.

    Durante el segundo decenio del segundo imperio, el
    proletariado inmigrado se integra. "El desequilibrio entre los
    sexos retrocede, el modelo de la familia conyugal y el de la
    intimidad burguesa son progresivamente asimilados por el
    proletariado urbano". Matrimonio más libre, en el que el
    sentimiento es lo que cuenta el primer lugar, y que asocia dos
    capacidades de trabajo, dos salarios,
    ésta es la modernidad de un
    modelo que surge de la clase obrera y cuya norma no ha dejado de
    ser dictada por la imagen de un
    modelo burgués que todavía tardará varios
    decenios en perder su asimilación a un establecimiento. La
    clase obrera, instalándose y aburguesándose,
    reproduce el modelo de la intimidad familiar burguesa con su
    estrechamiento alrededor del hijo, diferencias sensibles, sobre
    todo en los roles dentro de la familia.

    V.2.3 MATRIMONIO BURGUÉS

    El matrimonio burgués y pequeño
    burgués todavía sigue siendo el objeto de
    estrategias clásicas en el siglo XIX y principios del
    siglo XX. Este fenómeno permite explicar la aparente
    paradoja de un concubinato burgués más extendido de
    lo habitualmente se piensa.

    El modelo del matrimonio burgués continúa
    siendo, en el más pleno sentido del término, una
    alianza entre dos grupos familiares. "n el siglo XIX, en una
    sociedad caracterizada por la movilidad social, el matrimonio
    ocupaba un lugar estratégico en la carrera y, más
    que en épocas anteriores, era temido el matrimonio
    desigual. Los pequeño burgueses hacían del
    matrimonio, un establecimiento, pues estas categorías
    sociales eran las más frágiles y deseosas de
    proteger un estatus social precario.

    VI MATRIMONIO, DIVORCIO Y
    UNIÓN LIBRE EN LA SOCIEDAD
    CONTEMPORÁNEA

    Hasta los años setenta se hablaba
    fácilmente de un "nuevo matrimonio", matrimonio de
    amor
    romántico fundado en la libre elección del
    cónyuge, en la búsqueda de una valoración
    amorosa de la pareja, por oposición al matrimonio
    "tradicional" impuesto por los
    padres. Este matrimonio "moderno", a su vez, se ha convertido en
    símbolo, a finales de la década de los ochenta, de
    un modelo que, si no está en vías de
    desaparición, sí tiene, al menos, la competencia de
    otras formas de unión, a veces estables, a veces
    precarias, que rechazan la institucionalización. Los
    interrogantes relativos al matrimonio contemporáneo deben
    tener en cuenta, como un dato integrante, el aumento del divorcio y de
    la unión libre.

    VI.1 LA NUEVA FISONOMÍA DE LA NUPCIALIDAD
    (1930-1987)

    VI.1.1 LA EDAD DE ORO DE LA NUPCIALIDAD
    FRANCESA

    Hasta 1972, la tasas brutas de la nupcialidad francesa
    han aumentado, alcanzando el número de matrimonios. El
    modelo matrimonio se caracteriza entonces: 1) por su intensidad;
    2) por la joven edad de los cónyuges; 3) por el escaso
    número de divorcios; 4) por un tasa de fecundidad elevada,
    aunque en baja desde 1964.

    Este matrimonio precoz, constituye la edad de oro de la
    nupcialidad francesa. Este tipo de matrimonio pertenece al
    pasado.

    Teóricamente, cualquiera puede casarse con
    cualquiera. Sin embargo, la elección del cónyuge no
    es libre. Los medios
    sociales continúan reproduciéndose en el interior
    de ellos mismos. Los matrimonios unes a cónyuges del mismo
    origen geográficos para la mayoría de
    ellos.

    Esta homogamia geográfica se ha atenuado un poco
    en la década de los setenta. Esta homogamia
    geográfica decrece a medida que se asciende en la escala
    social.

    La homogamia social que caracterizaba la uniones
    antiguas continúa marcando las uniones
    contemporáneas.

    Más marcada todavía resulta la homogamia
    religiosa: en un 92 por 100 de las familias, los cónyuges
    pertenecen a la misma religión. La
    frecuencia de la homogamia socioprofesional después de
    1960 no ha disminuido lo más mínimo..

    En cada medio social existen lugares, instituciones,
    prácticas que permiten a los jóvenes encontrarse,
    conocerse, elegir.

    Alain Girard veía en la homogamia el resultado de
    condicionamiento espaciales y sociales, el peso de una norma que
    desaconsejaba la heterogamia; en resumen, formulaba una hipótesis de naturaleza psicocultural. Sin
    negarle valor, otras
    investigaciones tienden a superponerle una
    causalidad de naturaleza seudoeconómica, tomando al pie de
    la letra la expresión "mercado
    matrimonial". Desde esta óptica,
    los "agentes" presentes en este mercado, en lugar
    de limitarse a ser los peones pasivos de las reglas sociales
    sobre las que no tienen influencia alguna, ponen en acción
    una estrategia para "maximizar" su "dote escolar".

    La influencia del nivel escolar sobre la movilidad
    matrimonial es muy clara. La homogamia social es ensalzada sobre
    todo en las clases dominantes y en las clases populares, mientras
    que en las clases medias lo es menos. Para las primeras, la
    homogamia es el resultado de mecanismo de selección y de
    aptitudes para dominar el futuro, mientras que para las segundas,
    refleja mecanismos de exclusión, dos lógicas
    diferentes de elección de cónyuge que conducen a
    los mismos comportamientos.

    VI.1.2 LA RUPTURA DE LOS AÑOS
    SETENTA.

    Este modelo matrimonial ha sido doblemente puesto en
    cuestión desde los años setenta por el aumento del
    número de uniones no legitimadas por la ley el por el
    aumento de los divorcios. La caída de las tasas de
    fecundidad se inscribe igualmente dentro de esta
    redefinición de los lazos matrimoniales.

    La desafección en relación al matrimonio
    que pone de manifiesto el desarrollo de
    la unión libre se inscribe igualmente en la cifra
    creciente de divorcios. 1972 es también el año a
    partir del cual los divorcios aumentan fuertemente. El matrimonio
    de los años 1950-1970 reivindicaban como complementarios
    el amor y la
    unión legal. La gente se casaba por amor, el amor
    exigía el matrimonio, y dentro del matrimonio se
    encontraba la mejor realización del amor.

    Hay día, las exigencias del amor parecen
    incompatibles con el matrimonio. Este nuevo amor tiene dos
    características: es absoluto y parece abocado a la
    efemeridad. el rechazo del matrimonio es el rechazo a someter la
    relación de pareja a otras fuerzas que no sean los
    sentimientos. Las esperas que pesan sobre esta pareja son
    múltiples: afectivas, sexuales, materiales, y
    no dejan lugar a la transacción. Ello explica tanto el
    número de divorcios como la ruptura de uniones
    libres.

    A la noción de pareja fusionada de los
    años sesenta, cuyo proyecto
    está inscrito en la duración, le sustituye la
    elección de lo efímero.

    Morfológicamente, el final de los años
    ochenta está marcado por la desaparición del
    matrimonio precoz, que, con el retroceso, aparece como un modelo
    transitorio de los años 1950-1970.

    VI.2 EL DIVORCIO

    Al igual que el matrimonio, el divorcio ha
    cambiado. Hasta hace poco todavía un signo de
    inestabilidad familiar, de una crisis del individuo y de la
    sociedad, sanción de una falta contra el otro
    compañero, el matrimonio, los hijos, la familia y la
    sociedad, se ha convertido en algo corriente y banal.

    El divorcio no
    crea verdaderamente una situación nueva. Ya hemos hablado
    de la m arcada inestabilidad de los grupos domésticos
    antiguos como consecuencia de una fuerte moralidad. La
    situación de antaño y la de hoy difieren en que la
    primera era provocada y la segunda es voluntaria. Las
    consecuencias son relativamente idénticas.

    VI.2.1 POR UNA HISTORIA DEL
    DIVORCIO

    Cuando los hombres de la Revolución
    transformaron el sacramente eclesiástico indisoluble en un
    contrato
    acordado delante la sociedad civil,
    abrían la puerta al divorcio. La
    ley votada en
    1972 instituye un divorcio muy liberal, pues prevé tres
    modalidades de ruptura: 1) los esposos tienen libertad de
    romper los lazos de matrimonio manifestando su mutuus dissensus.
    2) cada esposo puede preservar su libertad contra el otro,
    alegando una incompatibilidad de carácter con su
    cónyuge. 3) la acción para el divorcio puede
    basarse en una de las causas determinadas enumeradas por la
    ley.

    Esta ley
    facilitó la ruptura de uniones hasta el punto de que
    asistimos a una brusca llamarada de la divorcialidad en 1973. Con
    la restauración del orden napoleónico, la ley se hizo
    más estricta e instaura un divorcio-sanción de una
    falta al orden familiar y social. Se abolió en 1816. La
    ley Naquete de 1884 restablece el divorcio en el espíritu
    de la de 1804. La ley del 11 de julio de 1975, autoriza bajo
    determinadas condiciones la ruptura de la unión sin que
    sea necesario constatar necesariamente una falta por parte del
    otro. Esta ley prevé el divorcio por consentimiento
    mutuo.

    VI.2.2 EL "NUEVO" DIVORCIO

    La sustitución de un divorcio-contrato por un
    divorcio-sanción se inscribe en una revisión
    general del sistema de valores. El
    número de divorcios, en progresión lenta y regular
    desde 1966, se aceleró después de la
    aplicación de la ley de 1975, que permitió un
    procedimiento
    más rápido y fácil.

    Si un matrimonio de cada veinte de las parejas formadas
    en 1900 terminaba en divorcio, la proporción pasa a uno de
    cada seis en 1975 y a uno de cada tres en 1980. En veinte
    años, la frecuencia del divorcio se ha multiplicado por
    tres. Otro cambio de
    importancia concierne a su calendario: el divorcio se produce
    cada vez más temprano después del matrimonio,
    poniendo de manifiesto la fragilidad de las uniones en sus
    inicios.

    Las características que distingue a la población de los divorciados es de orden
    socioprofesional, se constata que son los empleados y luego los
    cuadros medios los que
    más se divorcian.

    En las clases populares, la gente se casa para ponerse
    en regla, porque el concubinato tiene demasiados inconvenientes,
    y se divorcia poco, debido al costo y a la
    pesadez del procedimiento
    jurídico. En las clases medias asalariadas, la gente se
    casa porque tiene un pequeño capital que
    transmitir, pero como éste es más bien cultural y
    social, y no económico no se prohibe el divorcio,
    más frecuente porque es más accesible financiera y
    culturalmente. En las clases medias no asalariadas y entre los
    agricultores, el divorcio es más raro porque es
    difícilmente compatible con la gestión
    y la transmisión del capital
    económico. En las clases dominantes resulta igualmente
    raro, pues constituye un obstáculo serio para la
    reproducción de un capital social
    o económico más elevado.

    Hay una correlación muy clara entre las tasas de
    divorcialidad y la actividad profesional de la mujer, la
    proporción de mujeres divorciadas que ejercen una
    actividad profesional es dos veces más importante que la
    proporción correspondiente para el conjunto de las mujeres
    casadas.

    La mujer es mucho más frecuentemente demandante
    cuando ejerce una actividad profesional que cuando está
    inactiva y cuando más aumenta el estatus socioprofesional
    de la mujer tanto más frecuentemente
    demandante.

    Frente a este nuevo divorcio no puede olvidarse el
    divorcio más clásico, que continúa
    caracterizándose por una larga duración matrimonial
    y que acepta que un arreglo legal viene a consagrar una ruptura
    de hecho.

    Así pues, coexisten diversos modelos de divorcio
    del mismo modo que existen diversos modelos de
    matrimonio.

    VI.2.3 PLURALIDAD DE LOS MODELOS DE
    DIVORCIO

    El divorcio ya no aparece como una desviación: se
    inscribe como en la nueva lógica
    del matrimonio. El lazo matrimonial ya no es constringente desde
    el momento en que se ha asociado libremente. ¿Qué
    es lo que lo puede romper? el hecho de que la pareja no
    esté a la altura de sus promesas, y sobre todo de las
    promesas que se hacia la mujer. Esta, activa en el terreno
    profesional, busca un desarrollo
    personal en otro trabajo diferente al doméstico. En
    este caso por qué mantener la célula
    conyugal si ya no favorece un desarrollo
    personal, sino que constituye un obstáculo.

    Esta es la primera explicación del aumento de
    divorcios que corresponde a una teoría
    psicoafectiva del matrimonio. Existe otras tipologías del
    matrimonio que ven en el divorcio ya sea uno de los componentes
    del modelo matrimonial, ya sea el producto de
    sus contradicciones internas, o también el resultado de
    las tensiones entre el modelo y las condiciones de su
    aplicación.

    Se ha podido decir del divorcio, hasta 1980, que se
    trataba de una nueva etapa inscrita dentro de un ciclo de la vida
    familiar que vería sucederse matrimonio, divorcio y nuevo
    matrimonio. A finales de los 80 ya no se trata de lo mismo,
    puesto que, mientras el número de divorcios
    continúa aumentando, las segundas nupcias de los
    divorciados disminuyen.

    VI.3 CONCUBINATO, UNIÓN LIBRE Y
    COHABITACIÓN

    VI.3.1 PALABRAS PARA DENOMINAR

    Según Louis Roussel, se distinguen las uniones de
    hecho o cohabitaciones estables; la cohabitación juvenil
    en que los dos miembros de la pareja están solteros y sin
    que ningún niño esté presente; en los casos
    restantes se hablará más bien de unión
    libre.

    VI.3.2 MATRIMONIO DE PRUEBA, MATRIMONIO
    RECHAZADO

    La unión sin lazo legal, está en
    situación de normalización en la sociedad francesa, al
    igual que en las sociedades europeas. La progresión de
    esta práctica es significativa. Su número ha
    crecido cerca de un 20 por 100 entre 1982 y 1985. El momento
    clave se sitúa en los años 70, afectando en primer
    lugar a las generaciones jóvenes, después la
    práctica se fue extendiendo, y sobre todo , entre los
    viejos divorciados.

    Esta liberalización de las costumbres ha sido
    mantenida por el perfecto dominio de la
    contracepción. El primer período de
    cohabitación juvenil se caracterizaba como estéril.
    Los jóvenes cohabitantes se casaban cuando se anunciaba un
    embarazo o la
    intención de él. Ya no ocurre lo mismo diez
    años después, puesto que se observa un aumento de
    los nacimientos fuera de los matrimonios.

    VI.3.3 CAUSAS COMPLEJAS

    La extensión del período de estudios
    superiores entre las mujeres y la extensión del salariado
    femenino forman parte de la explicación de este
    fenómeno. También se atribuye el desarrollo de
    la unión libre a la situación económica
    contemporánea, caracterizada por la dificultad de acceso
    al mercado del
    trabajo y el paro de los jóvenes, suponiendo que la
    regularización matrimonial se efectuaría con la
    estabilidad en el empleo. Esta
    hipótesis no es válida universalmente, pues por un
    aparte, la crisis económica mantiene a los jóvenes
    durante más tiempo en el hogar de sus padres, y por otra
    parte en categorías protegidas como los funcionarios se
    observa igualmente un desarrollo de
    esta práctica. De lo que se trata es de una verdadera
    transformación cultural, una nueva definición de la
    pareja.

    Las personas que cohabitan, se casan y divorcian tienen
    una doctrina amorosa diferente de las parejas que contemplan un
    compromiso largo. La cohabitación da primacía a la
    relación amorosa, pero reivindica también la
    autonomía del individuo, para el cual la pareja no debe
    ser un freno.

    Considerando las relaciones entre matrimonio, nivel de
    estudios y posición social, se ha puesto de manifiesto el
    efecto negativo que ha tenido con relación al matrimonio
    la dote escolar femenina: entre las mujeres que son cuadros se
    encuentran las que viven solas o las que viven uniones informales
    que escapan cualquier tipo de registro.

    VI.3.4 LA PAREJA INFORMAL Y LA FAMILIA
    MONOPARENTAL

    Un número creciente de parejas sin casarse, se
    instalan en la larga duración, lo que se pone de
    manifiesto hoy por el fuerte aumento del número de
    nacimientos fuera del matrimonio (7 % en 1977 y 20% en
    1986).

    Quince años de pareja informal ofrecen ya una
    perspectiva para observar el desarrollo social
    de las parejas desunidas libremente. Los hombres forman nuevas
    parejas, las mujeres permanecen solas. Y cuando tienen uno o
    varios hijos entran entonces en el grupo de las fa
    monoparentales. En Francia se
    contabilizaban en 1981, 928.000 familias monoparentales (6% del
    total de las familias). Esta categoría engloba a las
    mujeres de cabeza de familia ya sean viudas o
    divorciadas.

    Estas familias sufren una pérdida de ingresos a menudo
    importante, hasta el punto de que los nuevos pobres de la
    sociedad se reclutan con frecuencia entre estas familias
    compuestas por madres y sus hijos.

    VI.4 VARIACIONES SOCIOPROFESIONALES, UNIVERSALIDAD
    DEL MODELO

    El nuevo modelo matrimonial engloba, a la vez,
    matrimonio, unión libre, divorcio y familia
    monoparental.

    VI.4.1 UNA PRACTICA DESIGUALMENTE
    EXTENDIDA

    Si la unión libre ha podido ser atribuida a las
    clases obreras en el s. XIX, hoy día afecta a todas las
    categorías de la población y principalmente a las personas
    que tienen un nivel de estudios superiores, a los habitantes de
    las grandes ciudades, etc.

    VI.4.2 PARALELISMO ENTRE LOS COMPORTAMIENTOS
    EUROPEOS Y NORTEAMERICANOS

    A partir de 1965, la cifre de matrimonios baja y aumenta
    la de los divorcios, sobre todo en la Europa del Norte. El
    retroceso de la edad del matrimonio es igualmente sensible desde
    los años 70, mientras que crece la proporción de
    solteros, así como la fecundidad. Así mismo, la
    proporción de hijos nacidos fuera del matrimonio
    aumenta.

    Se puede hablar de un modelo sueco. En Sueco la
    explosión del divorcio y de la informalidad de los
    matrimonios ha alcanzado una especie de punto máximo, hoy
    día, el matrimonio casi ha desaparecido en Suecia como
    primera forma de unión.

    VI.5 HACIA UNA REDEFINICION DEL SISTEMA FAMILIAR DE
    LOS PAÍSES EUROPEOS

    Asistimos claramente al final de la norma única
    en el matrimonio monógamo. Hay lugar para una pluralidad
    de modelos. No se trata, por otra parte, del final de la familia.
    Podemos preguntarnos si el reforzamiento de las redes de
    parentesco cuya fuerza
    habíamos destacado en los capítulos precedentes no
    constituye un contrapeso a la fragilidad de la pareja.

    Cuando el lazo matrimonial es fuerte el lazo de
    filiación se debilita, a la inversa, los lazos verticales
    se refuerzan cuando la relación conyugal aparece
    frágil.

    La comparación con otros sistemas de parentesco
    muestra que un
    sistema así es viable. La instalación de un lazo
    conyugal fuerte en detrimento de las más bastas
    solidaridades del linaje se debe a la iglesia
    cristiana, así como la insistencia sobre la pareja
    monógama y la desconfianza en relación a las
    segundas nupcias.

    El nuevo estatus femenino y los valores de
    la sociedad postindustrial se acomodan mal. La informalidad
    general de la vida social se extiende las relaciones
    matrimoniales.

    VII EL HIJO Y LA FAMILIA

    El término familia se emplea aquí, en el
    sentido más restringido, designando la célula
    conyugal que ha constituido el matrimonio y su
    prolongación, el o los hijos habidos.

    VII.1 HACIA LOS DOS HIJOS

    VII.1.1 EL MARCO DEMOGRÁFICO

    La evolución demográfica de Francia,
    está caracterizada por una baja precoz de la natalidad,
    apareció antes de la Revolución, precediendo en poco el cambio
    demográfico a la gran sacudida política y
    social.

    Las tasas de natalidad, no han dejado de caer desde
    1800, salvo para las generaciones nacidas hacia 1930.

    La tasa de fecundidad, en que se expresa en el
    número medio de nacimientos vivos por mujer. pasa de 3,4
    nacimientos para las mujeres nacidas en 1852, en 1980, alrededor
    de 1,80.

    Se dice fácilmente que antes de la
    introducción de la contracepción los matrimonios de
    antaño tenían hasta veinte hijos. No hay nada de
    ello, y por dos razones: un conjunto de factores limitaba el
    número de nacimientos por una parte, y por otra, la
    mortalidad reducía considerablemente el número de
    hijos que sobrevivían a sus padres y procreaban ellos
    mismo.

    La edad de matrimonio, es un poderoso factor de
    limitación de los nacimientos.

    Para la generación de 1750, sólo se
    contaba, en promedio, cinco o seis nacimientos por matrimonio,
    como consecuencia del celibato femenino que se
    añadía a las causas enumeradas con anterioridad; la
    descendencia neta se cifraba en cuatro hijos, de los cuales, a su
    vez, solamente dos alcanzaba la edad de procrear, como
    consecuencia de la mortalidad.

    El contexto demográfico de la familia de
    antaño está, pues, claro: familia prolífica
    que no busca controlar su fecundidad; nacimiento, muertes de
    adultos y de niños, hijos socializados dentro del grupo
    doméstico. Las normas como las
    de la pareja con el parentesco, el grupo aldeano.

    VII.1.2 LAS DOS REVOLUCIONES
    CONTRACEPTIVAS

    Es importante distinguir entre la puesta en
    práctica de una contracepción natural y el
    desarrollo reciente de la contracepción química.

    LA CONTRACEPCIÓN NATURAL Y EL NUEVO LUGAR
    DEL HIJO

    Esta revolución que va más alla del acto
    sexual y que constituye una conmoción en las actitudes de
    las personas con relación a su cuerpo, a la vida, a
    la
    muerte.

    La contracepción natural que se pone en
    práctica en Francia a finales del siglo XVIII es una
    contracepción masculina. El hombre
    controla su pulsión sexual para retirarse en el momento
    más fuerte del placer.

    Con anterioridad, incluso, no se imaginaba que pudiera
    intervenirse sobre el acto sexual, un acto de la naturaleza. La
    actitud con
    relación a la sexualidad,
    por otra parte, estaba sostenido por la doctrina
    eclesiástica. La sexualidad con intenciones
    estériles estaba condenada.

    Desde finales del siglo XVIII, la práctica del
    coitus interruptus afecta a los estratos sociales más
    diversos, burgueses, campesinos. Los efectos se notarán
    inmediatamente en las curvas de fecundidad. La difusión de
    la contracepción corresponde a un cambio de actitud frente
    a la vida. Cambio afectivo que conduce a querer asegurar el
    porvenir de los hijos por la educación.

    LA SEGUNDA REVOLUCIÓN
    CONTRACEPTIVA

    Desde hace unos quince años las técnicas
    modernas de contracepción, el rápido descenso de la
    fecundidad es anterior a la adopción
    masiva de las modernas técnicas de
    contracepción.

    A partir de 1964-65 es cuando se observa una baja
    acentuada de la fecundidad, mientras que, el empleo masivo
    de la píldora, sólo se expandió realmente a
    partir de 1970.

    Ya tengan una fecundidad tradicionalmente elevada, como
    en los Países Bajos, o relativamente baja, como en Suecia,
    todos los países registran la misma ruptura hacia 1964-65.
    En los países del sur de Europa, la ruptura se observa
    hacia 1975. El descenso de la fecundidad se inició sin
    ellos pero se ha consolidado por ellos. La contracepción,
    la diferencia esencial entre los dos modos descansa en el hecho
    de la contracepción moderna es femenina. Entre los
    métodos
    contraceptivos, la píldora ocupa el primer
    lugar.

    La conclusión más chocante es la de un
    relativo equilibrio
    entre las diversas categorías determinadas por la encuesta, ya
    se trate del lugar de residencia, del nivel de
    instrucción, de la categoría socioprofesional o de
    la importancia atribuida a la religión. Los
    porcentajes de respuesta son sensiblemente equivalentes. Que las
    mujeres desarrollen una actividad profesional o que no lo hagan
    su comportamiento
    es de igual forma relativamente idéntico.

    El aborto provocado.
    La cifra de éstos está estabilizada desde 1976, y
    en una ligera baja desde 1984.

    Para una pareja, el estado
    normal es el de la no-concepción, y la concepción,
    en lugar de ser sufrida y aceptada, debe ser decidida.

    No obstante, estos métodos
    contraceptivos modernos, si bien modifican las relaciones entre
    los sexos, no significan, sin embargo, rechazo del hijo: los
    demógrafos han
    establecido que el descenso de la fecundidad no puede atribuirse
    a un deseo egoísta de repliegue de la pareja, el descenso
    se sitúa en el tercer hijo y más allá. El
    cambio se registra en la desaparición de familias con
    más de tres hijos.

    Los análisis demográficos tienen el
    mérito de invalidar el discurso ideológico de los
    natalistas, adversarios del aborto. No
    estamos asistiendo a la puesta en marcha de una sociedad
    hedonista, de placer y egoísmo. El descenso de la
    natalidad es el reflejo de fenómenos complejos en los que
    se implican lo social, lo religioso y lo cultural. La religión tradicional
    ha perdido una parte de sus fieles, el desarrollo de la actividad
    profesional femenina.

    El nuevo modelo matrimonial, las dificultades de acceso
    al mercado del empleo sobre
    todo para los jóvenes, explican los comportamientos de
    fecundidad de finales de los años de 1980.

    En definitiva, las revoluciones contraceptivas plantean
    problemas
    teóricos similares; se aparecen como fenómenos de
    mentalidad particularmente complejos, reveladores y signos de
    ruptura en lo social, en lo económico, lo religioso, lo
    cultural, lo político. No existe ninguna relación
    mecánica entre natalidad y comportamiento
    económico.

    VII.2 DIVERSIDAD Y EVOLUCIÓN DE LAS RELACIONES
    PARENTALES

    La sociedad occidental continúa estando marcada
    por tabúes victorianos relativos a la menstruación
    y a la pubertad. El período de ansiedad que
    acompaña a la adolescencia
    en nuestra cultura
    está ligado , pues, a las prohibiciones relativas al
    aprendizaje
    del cuerpo y de la sexualidad, actitudes
    culturales, y no está inscrita en una naturaleza humana
    determinada.

    La influencia diferente de los padres y de la clase de
    edad en el proceso de
    socialización. Margaret Mead distingue el tipo
    "postfigurativo", en el cual los niños son instruidos,
    sobre todo, por sus padres y para los cuales la autoridad se
    apoya en las lecciones del pasado; el tipo "cofigurativo", en el
    cual los niños, al igual que los adultos, aprenden de sus
    iguales, tienen una cultura de
    clase de edad; por último el "prefigurativo" en el cual
    los adultos también sacan lecciones de sus hijos. En una
    cultura postfigurativa, los mayores no pueden concebir el cambio
    y transmiten a sus descendientes el sentido de una continuidad
    inmutable. Las sociedades campesinas de muy lenta
    evolución. En una cultura cofigurativa, los mayores
    mantienen una situación dominante. Se trata de las
    sociedades en las que la aceptación de los nuevos modelos
    promovidos por los jóvenes necesita todavía de la
    sanción de los mayores. Cuando hay cofiguración, la
    experiencia de la generación joven es radicalmente
    diferente a la de sus padres, el prefigurativo, sugiere que
    será el hijo, el que representará el futuro e
    instruirá a sus mayores.

    VII.2.1 RELACIONES PADRES-HIJOS EN LA SOCIEDAD
    PREINDUSTRIAL

    Las técnicas de educación tradicional
    respetan el ritmo del niño; se le alimenta, se le cambia,
    se le coloca en la cuna cuando lo pide. Fueron el siglo XIX y sus
    médicos quienes, con sus rígidos horarios,
    impusieron un cambio.

    Cuando tiene la suerte de sobrevivir, el niño es
    educado, alimentado, socializado simultáneamente en el
    grupo doméstico de sus padres y en el de sus abuelos. Las
    relaciones con los padres, a menudo, están marcadas por el
    rigor, mientras que, con los abuelos, el niño encuentra la
    dulzura. La relación, a menudo privilegiada entre nietos y
    abuelos, simboliza la transmisión de los valores.
    La educación
    corresponde también a los otros hermanos y hermanas
    mayores, a los sirvientes y a los criados: la educación es una
    responsabilidad colectiva y por esta vía se
    efectúa también la reproducción
    social.

    Una de las tesis más señaladas de Philippe
    Ariês, relativa al "descubrimiento del sentimiento de la
    infancia" es
    criticada hoy día. Philippe Ariès sugiere que las
    relaciones afectivas no eran muy densas y que la
    socialización del niño escapaba en gran medida a la
    familia.

    El niño experimenta, sobre todo, la influencia de
    su clase de edad. Maurice Crubellier. Este modo de
    socialización infantil ha persistido durante largo tiempo
    en un amplio sector de la sociedad francesa. En la escuela la que ha
    venido a morder, y cada vez más ampliamente, sobre el
    territorio y el tiempo de la infancia.

    La adolescencia
    habría sido inventada por nuestra sociedad
    contemporánea: muchos historiadores discuten esta
    proposición de Philippe Ariès, estimando que
    cualquier sociedad reconoce de una manera o de otra una edad que
    va desde el inicio de la pubertad hasta el pleno ejercicio de los
    roles adultos.

    La sociedad tradicional conoce e institucionaliza una
    "juventud",
    edad a la cual se accede generalmente después de la
    primera comunión.

    En el seno del grupo familiar, la educación se
    convierte cada vez más en aprendizaje
    profesional. En las sociedades anglosajonas. La
    socialización del adolescente se hace fuera de su grupo
    familiar, quizá para curtirlo mejor.

    Para el joven de la sociedad tradicional, ninguna
    salvación fuera de la familia de la que todo procede: los
    haberes, los saberes, el patrimonio. La duración de esa
    edad varía, y se acaba con el matrimonio.

    La juventud, sin
    embargo, no es una adolescencia
    en el sentido en que hoy lo entendemos.

    VII.2.2 RELACIONES PADRES-HIJOS EN EL SIGLO
    XIX

    Al mismo tiempo que el matrimonio se retira de los
    espacios públicos, se privatiza, los niños, menos
    numerosos, se encuentras valorizados. El matrimonio, es un
    establecimiento en el que prima el interés.
    Su repercusión consiste en un número más
    restringido de hijos, mejor cuidados y educados. Las estrategias
    de reproducción biológica y las estrategias
    educativas se articulan a las estrategias de reproducción
    social.

    ¿Puede afirmarse que las instituciones sociales
    privan a la familia de sus funciones tradicionales?. El nuevo
    sistema educativo no va en detrimento del campo familiar, sino
    que se desarrolla en detrimento de las libertades de la clase de
    edad que socializaba a los niños en el contacto con los
    otros niños.

    Medicalizada, escolarizada, la infancia y la
    adolescencia
    burguesa se vuelven también "encerradas".

    Valorizado en el seno de la familia, el niño es
    educado con rigor, y está entre las manos de un preceptor
    o de una gobernanta, sin ternura. Los principios de la
    educación están fundados en la autoridad, el
    control.

    En adelante, el desarrollo de la escolarización,
    que se prolonga sin cesar, conducen a la emergencia de una nueva
    edad en la familia burguesa, la de la adolescencia.

    De esta edad adolescente, creación de la sociedad
    de educación, la familia burguesa desconfía. El
    tipo de educación recibida no favorece apenas el
    desarrollo de la
    personalidad.

    LA FAMILIA CAMPESINA

    El sistema de educación descrito para la sociedad
    tradicional de educación descrito para la sociedad
    tradicional funciona de la misma manera, pero hay que contar
    ahora con el desarrollo de la escuela. Esta
    invade el campo familiar. La escuela sólo se convierte en
    la aliada de las familias en la medida en que éstas buscan
    para el niño un destino profesional fuera de la agricultura.

    El niño campesino en el siglo XIX está en
    la bisagra de dos culturas de las que él constituye la
    apuesta.

    LA FAMILIA OBRERA

    En la Francia del siglo XIX, la familia obrera aparece,
    por un período transitorio, bastante desculturalizada. al
    contrario que la familia burguesa o campesina, se define por una
    serie de rasgos negativos.

    El signo del aburguesamiento de la familia obrera
    será la aparición brutal del control de los
    nacimientos. En lugar de plantearse la pregunta: "¿por
    qué tener hijos?", el obrero dice: "¿por qué
    no tenerlos?".

    Los hijos numerosos representan una vez superados los
    cuidados de la primera infancia, la
    posibilidad de ingresos que
    complementen el salario de padre
    o de los padres, y en la ausencia de sistemas sociales, los hijos
    constituyen la esperanza de un último recurso para los
    días de la vejez.

    El maltusianismo sólo interviene cuando subsiste
    la esperanza de llevar a cabo una ascensión social. Se
    imprime sobre la familia obrera un proyecto que no
    le pertenece y que se inscribe más ampliamente en los
    objetivos de
    la burguesía dominante.

    Con la estabilización de la clase obrera, sobre
    todo después la Primera Guerra
    Mundial, el rito que marca el paso de
    la infancia a la
    adolescencia es la entrada en un fábrica.

    VII.3 EL CICLO DE LA VIDA FAMILIAR

    El ciclo de la vida familiar está trazado a
    partir de tres criterios: número de posiciones en el seno
    del grupo doméstico (padre- madre-niño,
    número de hijos, etc.); distribución de las edades respectivas;
    modificaciones de los roles, y sobre todo, del rol de padre-jefe
    del grupo doméstico. He aquí el cuadro del ciclo de
    la vida familiar propuesto, caracterizado por sus diversos
    roles:

    1) Fundación de la pareja. 2) Padres
    jóvenes. 3) Grupo doméstico con hijos en edad
    preescolar. 4)
    Grupo doméstico con hijos escolarizados. 5) Grupo
    doméstico con adolescentes.
    6) Grupo doméstico con joven adulto. 7) Grupo
    doméstico que ayuda a sus hijos a establecerse hasta el
    momento en que el último de ellos se ha instalado. 8)
    Grupo doméstico "postparenteral", período que se
    extiende desde la salida del último de los hijos hasta el
    momento de la jubilación del padre. 9) Grupo
    doméstico envejeciendo, después de la
    jubilación del padre.

    El esquema del ciclo de la vida familiar ha sido objeto
    de numerosas críticas. Está muy marcado por su
    tiempo y su ambiente, y se
    refiere a la familia de clase media americana. Jean Cuisenier una
    doble crítica. En primer lugar, éste elimina
    totalmente los tipos de organización familiar no
    sancionados por las formas legales. En segundo lugar, podemos
    interrogarnos sobre el valor de un
    esquema así si nos esforzamos en tener en cuenta la
    transformación de los modelos familiares, la
    desaparición de la imagen del padre
    autoritario desde hace bastantes años.

    La teoría
    del ciclo de la vida familiar, solo tiene interés para una
    historia de las teorías
    sociológicas. Ha sido concebida en un tiempo en el que la
    influencia de la psicología y del
    psicoanálisis era dominante.

    VII.4 ¿NUEVOS PADRES, NUEVOS
    HIJOS?

    En los años cincuenta se asiste al paso de un
    modelo de educación relativamente represivo a un modelo
    relativamente permisivo. Las diferencias culturales, por otra
    parte, son sensibles de una clase social a otra, de un
    país a otro. Los valores
    familiares están centrados en el niño, su
    educación, su desarrollo y todo está organizado en
    función de sus necesidades. En este modelo, la madre ocupa
    un lugar a la vez exorbitante y secundario. Sin profesión,
    sobre ella descansan los cuidados de los más
    pequeños, la educación de los mayores. Ejercer
    responsabilidades considerables, pero al mismo tiempo su poder
    está limitado y controlado por el de los
    expertos.

    Si existe una tipología de modelos educativos que
    puede construirse a partir de una escala de
    normas y de
    prácticas, no podemos referirla a los índices de
    socioprofesionales, sino al "sistema organizado de preferencias
    ideológicas de los padres". La noción de clase
    social resulta excesivamente burda para explicar los
    fenómenos de transmisión ( o de
    no-transmisión) de los valores
    por mediación de los modelos educativos.

    Vamos a seguir a los padres y su progenie desde el
    nacimiento hasta la separación de esta última. Se
    trata de plantear algunos problemas
    propios de cada fase del ciclo.

    VII.4.1 EL NIÑO
    PEQUEÑO

    Después del nacimiento, la madre y el niño
    establecen un lazo emocional intenso que puede engendrar un
    proceso
    conflictivo. Es necesario que el niño adquiera los
    elementos de su desarrollo psicológico y motor, es
    necesario que la madre, según las nuevas normas admitidas,
    pueda continuar desarrollando su personalidad.

    La cuestión de una verdadera elección se
    plantea de entrada. ¿trabajar o no trabajar, dar a guardar
    o no a su hijo?, el 74 % de los hombres y de las mujeres,
    activos o no
    activos, piensan
    que la madre debe cuidar ella misma a su hijo hasta la edad de
    dos o tres años; al mismo tiempo, nueve mujeres de cada
    diez desean poder trabajar a tiempo parcial y tres de cada cuatro
    querrían reformar una actividad profesional.

    Las mujeres están sometidas a la presión
    de una sociedad "maternizante" en la cual "la valorización
    excesiva de la maternidad se convierte en el instrumento
    más fuerte de la explotación de las mujeres", y
    todo su ambiente puede
    ejercer sobre ellas una presión solapada,
    culpabilizarlas.

    El modo de guarda de los niños difiere
    según las categorías sociales y
    profesionales.

    La custodia de los niños de corta edad, cuando la
    madre trabaja, es pues precaria. Insuficientes en el terreno
    cuantitativo, a veces contestables en el plano cualitativo, las
    instituciones colectivas de custodia de los hijos a menudo son
    criticadas. No es el sistema lo que resulta nefasto para los
    niños pequeños, sino la manera como está
    organizado.

    Observar una correlación entre la tasa de
    abandono de la actividad profesional de la mujer y el tipo de su
    empleo. El trabajo de
    la mujer obrera es poco gratificante desde el punto de vista
    profesional; está poco remunerado.

    Las tensiones a las que están sometidas las
    madres de los niños pequeños, enfrentadas con un
    discurso contradictorio, Los psicólogos insisten en la
    importancia de la relación entre la madre y el niño
    pequeño; un discurso relativo a la valorización de
    sí mismo, al desarrollo de su propia personalidad
    autoriza alas madres de los niños pequeños a
    mantener su actividad profesional.

    La relación madre-hijo, que podría
    considerarse como la más natural, aparece fuertemente
    marcada por las fuerzas sociales y culturales de cada
    época.

    VII.4.2 EL NIÑO DE CUATRO A DOCE
    AÑOS

    Cuando no está en la guardería, el
    niño deja la espera parental hacia los tres-cuatro
    años para conocer otras instancias de
    socialización, el grupo de edad, y sobre todo, la escuela.
    Entre los cuatro y los doce años, más o menos,
    determinados rasgos caracterizan su personalidad.
    Los padres tienen que ayudar al niño a pasar ciertas
    etapas asegurando el desarrollo de su personalidad.

    Los padres enseñan al niño a ser
    autónomo, a soportan las separaciones que se
    imponen.

    La actitud
    parental en relación con la agresividad varía en el
    tiempo y en el espacio social. En reacción contra una
    educación burguesa bastante ruda o "victoriana", los
    padres de las clases medias han adoptado comportamientos
    más permisivos en los años de 1950 a
    1970.

    Otro rasgo del desarrollo de la
    personalidad infantil es la necesidad de identificarse con el
    sexo. Desde
    antes del nacimiento se masculiniza o fenimiza al bebé,
    cómo se desvaloriza a la niña y cómo las
    madres, las instituciones y , sobre todo, la escuela y las
    imágenes de libros
    escolares contribuyen a fijar estereotipos sexuales
    anticuados.

    La escolarización masiva procede al
    enclaustramiento del niño, a su separación con
    relación a los adultos. La complementariedad entre
    proyecto
    familiar y escuela es evidente para determinadas
    categorías sociales, pero no para todas. Para las clases
    medias, la escuelas permite realizar las aspiraciones de
    movilidad social, y pone en circulación valores
    culturales que son los de la clase burguesa que la
    instauró. La congruencia acaba por dejar lugar a la
    oposición a medida que se desciende a lo largo de la
    escala social en donde la separación entre valores
    escolares y familiares es la más marcada. En las familias
    modestas, la escuela no ofrece una vía de acceso a la
    mejora social y económica de su condición.
    Además, dificulta el proyecto de colocar
    rápidamente a los hijos en el
    trabajo.

    La franja de edad de los cuatro a los doce
    años.

    Lejos de haber sido restringida como a menudo se afirma,
    la función educativa familiar ha multiplicado,
    diversificado, se ha convertido en más compleja desde hace
    una decena de años.

    VII.4.3 EL ADOLESCENTE

    LA BANDA DE AMIGOS

    En la sociedad preindustrial, la
    organización de la juventud tiene
    un estatus oficial, mientras que hoy día la banda es
    más o menos subterránea, organizada de manera
    informal y en oposición con los valores de
    la sociedad. Se trata, propiamente hablando, de un "problema de
    la sociedad". La delincuencia
    colectiva o individual, por otra parte, está estrechamente
    ligada a la clase social.

    La banda de jóvenes tiene una función
    socializante complementaria a las de los padres y de la escuela.
    Juega un papel
    importante para todo lo que se relaciona con la maduración
    y la información sexual.

    En el sociedad burguesa, un tabú pesa sobre este
    tema. Gracias a la pandilla de amigos, el ajusta a la
    maduración sexual ha perdido su carácter solitario
    y turbador. Los sociólogos se ponen de acuerdo, pues, en
    reconocer un rol funcional a la banda de amigos en la medida en
    que la tensión y la rebelión tienen un rol
    integrador.

    Desde los años cincuenta, los padres han relajado
    el control sobre la
    elección de los amigos de sus hijos. Otros mecanismos
    sociales se han puesto en acción, sobre todo el principio
    del control por parte
    del medio; la segregación de las residencias y de los
    establecimientos escolares juega un papel
    regulador.

    VALORES PARENTALES Y ADOLESCENTES:
    ¿CONTINUIDAD O CONFLICTO?

    La actitud de los
    padres a menudo consiste en negociar con el adolescente. Por
    parte de los padres, el problema se formula de este modo:
    ¿Hasta dónde se puede permitir, dónde
    colocar las barreras?.

    Las relaciones entre padres y adolescentes
    concierne también a la participación en la vida del
    grupo doméstico, su lugar en las decisiones. Las
    referencias que tienen los padres su propia adolescencia ya no
    pueden servir para guiar a sus hijos.

    Si bien las actitudes de
    los jóvenes manifiestan una gran innovación en todo lo relativo a las
    libertades personales, están marcadas, en cambio, por un
    gran conservadurismo en el terreno de los valores y de las
    normas.

    Las diferencias más importantes entre las
    respuestas de los padres y las de los hijos, se refiere
    directamente a lo cotidiano a la clase de edad.

    Provoca sorpresa la coherencia de la actitud entre
    padres e hijos frente a un problema específico, tal cual
    es la consecución de los estudios. Los padres de las
    categorías medias y superiores buscan por mediación
    de la escuela la adquisición de un estatus social. En los
    ambientes obreros, padres y adolescentes
    coinciden fácilmente en la inutilidad de la
    enseñanza o en la inadaptación frente a aquello que
    es su objetivo
    común: entrar en la vida activa.

    En cuanto a las rebeliones de la juventud,
    éstas se dirigen más a la sociedad que a la
    familia.

    Sin embargo, los adolescentes
    tienen una cultura que les es propia. Después de la
    fascinación de la
    televisión y de sus héroes, está
    marcados, sobre todo, por una cultura del sonido.

    Las distinciones sociales continúan
    marcándose, incluso si la juventud proporciona la
    ilusión de una abolición de las barreras entre
    clases.

    Considerando que el niño y el adolescente son
    ahora una apuesta de la sociedad de consumo a
    través de la publicidad, la
    industria del
    show-business, de la moto y del pantalón vaquero, se
    pregunta si no vuelven a caer, por este medio desviado, bajo la
    autoridad de los adultos.

    VII.4.4 LOS HIJOS DE LOS "NUEVOS
    MATRIMONIOS"

    La gran mayoría de los niños que vienen al
    mundo son niños deseados.

    Los "nuevos matrimonios" son, en primer lugar, aquellos
    en los que el marido y la mujer trabajan. La llegada del hijo,
    programada, es objeto de una inversión afectiva considerable, y luego
    del control de los
    proyectos
    escolares. Los tiempos de ocio está organizados en
    función del hijo o de los hijos.

    La familia monoparental es una figura familiar que
    tiende a expandirse.

    Para los hijos, la situación es muy diferente si
    se es huérfano, de padre divorciado o sin
    padre.

    Los estudios sobre "los hijos del divorcio" muestran que
    no existe correlación entre esta situación,
    relativamente banalizada en la actualidad, y el éxito
    escolar.

    Con el divorcio, la pareja conyugal y la pareja parental
    se encuentran disociadas. La segunda debe continuar funcionando
    para acordar las modalidades de la custodia de los hijos. El
    mantenimiento de la solidaridades financieras, de los servicios,
    la distribución del tiempo que cada uno pasa
    con los hijos, son, entre otros, rasgos que ilustran, entre
    algunos "nuevos divorciados" el mantenimiento de solidaridades
    conyugales, siempre en el beneficio psicológico del
    hijo.

    ROLES Y ACTIVIDADES DOMESTICAS

    VIII ROLES EN EL SENO DEL MATRIMONIO DEL SIGLO
    XIX

    VIII.1.1 DEL ROL A ESTATUS

    La antropología enseña a situar nuestra
    propia cultura en perspectiva, al compararla con otras. La
    división sexual es esencialmente cultural, sólo una
    pequeña parte de esta división tiene raíces
    biológicas.

    El examen de la distribución de la tareas en las sociedades
    exóticas muestra que los
    hombres podrían realizar todas las tareas femeninas, pero
    no lo hacen, y que las tareas estrictamente masculinos,
    generalmente, no ocupan todo su tiempo. Una constatación
    idéntica se aplica, ya se verá, a las sociedades
    campesinas y a la sociedad contemporánea. Otro factor
    tiene su importancia, subyacente en todas las sociedades: sean
    cuales sean las tareas que realicen los hombres, están son
    definidas como las más honoríficas.

    Las tareas de control, dirección, decisión, es decir, las
    actividades de más alto nivel que no exigen fuerza
    física
    alguna, son tareas masculinas. En las sociedades exóticas
    al igual que en las sociedades industriales, los hombres se
    oponen a que las mujeres realicen tareas de alto nivel, y ellos
    mismos son reticentes a realizar las correspondientes a las
    mujeres.

    El rol consiste para un individuo en asumir las
    conductas concretas esperadas, podemos llamar estatus, el
    juego de los
    diferentes roles sociales cumplidos por un individuo.

    Este individuo acaba por identificarse con su estatus,
    que, en la sociedad industrial, es definido en términos de
    profesión, ingresos, modo de
    vida. En el seno del matrimonio, roles y estatus están
    estrechamente articulados. Es decir, la importancia de la
    división sexual de los roles para determinar el lugar de
    cada uno en el seno del hogar y en la sociedad. A rol subalterno,
    estatus subalterno. Sin embargo, la connotación asignada
    al rol es susceptible de evolucionar. Así, la
    desvalorización del trabajo doméstico es un hecho
    reciente ligado al desarrollo de una sociedad en la que los
    valores están orientados hacia la productividad, la
    eficacia. el
    rol doméstico, proporcionaban antaño un estatus
    valorizado.

    VIII.2 FAMILIAS CAMPESINAS

    VIII.2.1 UNA IMAGEN DE LA
    AUTORIDAD MASCULINA

    En la familia campesina, grupo doméstico y
    explotación se confunden. Es a la vez un lugar de
    producción y de autoconsumo. Si se admite la
    hipótesis de que el estatus está asignado por las
    tareas y los roles que cada uno cumple en el seno de la familia;
    que las relaciones del matrimonio deben ser estudiadas en
    relación con la
    organización social en su totalidad, entonces la
    familia campesina ofrece un modelo relativamente equilibrado
    entre los dos sexos. Sin embargo, el problema de la
    detentación de la autoridad está en el centro de
    las preocupaciones de la comunidad. De este modo, se afirma,
    públicamente la autoridad masculina y será
    necesario que la apariencia, al menos, sea mantenida en el seno
    de cada familia.

    Desde la formación del matrimonio, los rituales
    ponen el acento sobre la detentación de la
    autoridad.

    VIII.2.2 LA ORGANIZACIÓN DE LAS TAREAS Y DE
    LOS ESPACIOS

    El trabajo en el seno de la familia hace de la mujer un
    ser social. Las hermanas solteras no tienen este estatus de
    adulto que se le reconoce a la dueña, cuando asume en la
    explotación un determinado número de tareas que,
    por estas calificadas de domésticas, no están tan
    desvaloradas como en la actualidad.

    A la mujer le corresponde el mantenimiento del hogar, la
    elaboración de las comidas. El gallinero, el huerto, son
    sus espacios reservados. En los campos ayuda más o menos
    según la estación. Pero nunca está encerrada
    en su casa. Al hombre corresponden los trabajos en los campos, el
    cuidado de los animales, las
    cosechas.

    La sociabilidad de la mujer está circunscrita
    dentro del espacio aldeano y estrechamente ligada a las tareas
    que le incumben. Apenas hay sociabilidad formal, y escasa
    sociabilidad fuera de las ocasiones de trabajo. Los hombres, por
    el contrario, pueden disponer de tiempo libre, fuera de las
    tareas que tiene que cumplir.

    En la sociedad campesina se desarrollan, pues, dos
    sociabilidades paralelas, la de los hombres y la de las mujeres.
    La cultura masculina considera como secundaria y de manera
    despreciativa la cultura femenina: existe jerarquización.
    Los hombres la detentan lo formal y lo público. Las
    mujeres detentan lo informal y lo privado.

    VIII.2.3 UN ESTATUS FEMENINO
    RECONOCIDO

    Por su trabajo, por las relaciones sociales que traba,
    la mujer tiene un estatus eminente en la comunidad aldeana. Ella
    es la que asegura la reputación de la casa por la imagen que ella
    da: administradora, trabajadora y hospitalaria. Además,
    el hombre teme
    el poder difuso inscrito en el cuerpo de la mujer. La mujer tiene
    también el poder de administrar el presupuesto
    familiar.

    Así pues, en la sociedad campesina, no es tanto a
    la madre como a la mujer activa a quien se valora, la que tiene
    buena salud y sabe ser
    prudente y administrar bien los asuntos de la familia. El trabajo
    femenino en el seno de la explotación agrícola es
    una necesidad absoluta. Hasta mediados del siglo XIX cuando el
    aburguesamiento deviene masivo, la mayor parte de las mujeres
    estaba en el trabajo. Una característica esencial lo
    distingue del trabajo femenino contemporáneo: existe una
    relativa armonización entre las tareas maternales y las
    tareas productivas.

    VIII.2.4 DIVERSIDAD DE MODELOS REGIONALES Y
    CULTURALES

    Dentro de este esquema general, las distinciones se
    operan según el modo de aprovechamiento, el tamaño
    de la explotación, el tipo de producción
    etc.

    Es necesario tener en cuenta también las normas culturales
    propias de cada región. El lugar asignado a la mujer en el
    sistema social en general, y la práctica de las reglas
    sucesorias en general, son a la vez causa y consecuencia de esta
    situación.

    El modo como se articulan lo privado y lo
    público, lo doméstico en relación con la
    explotación, en general, explica también el grado
    de autoridad del que puede disfrutar la mujer. Se le reconoce
    generalmente la autoridad sobre las cosas domésticas, pero
    su papel fuera de la casa varía ampliamente según
    las culturas. Está determinado por la importancia relativa
    de lo doméstico.

    VIII.2.5 PROFUNDOS CAMBIOS

    El matrimonio campesino, como los demás, va a
    privatizarse. al mismo tiempo, las relaciones van a transformarse
    por el hecho de la evolución de la naturaleza de los
    trabajos agrícolas.

    En los años cincuenta, la introducción del
    capitalismo en
    la economía
    agrícola, ve el progreso técnico volverse contra
    ella y excluirla de las tareas de producción.

    La mujer rural se dedica también a la
    educación de sus hijos y, al igual que la mujer burguesa,
    pierde el estatus atribuido al ejercicio de una profesión.
    La condiciones de trabajo agrícola crean, como en la
    ciudad, un conflicto
    entre las tareas profesionales y las
    domésticas.

    VIII.3 FAMILIAS ARTESANAS Y
    COMERCIANTES

    La organización de las familiar artesanas ofrece
    un modelo intermedio entre la familia campesina y la familia
    obrera.

    El trabajo en el seno del grupo doméstico
    artesano esta fundado, quizá más estrechamente
    todavía sobre la célula
    de trabajo marido y mujer, deben sumar dos salarios con el
    fin de asegurar la sobrevivencia de la familia.

    Así pues, la sociedad agrícola está
    basada sobre una asociación de trabajo de los dos sexos;
    la sociedad protoindustrial se caracteriza por una fuerte
    integración de los roles de
    producción masculina y femeninos.

    VIII.4 FAMILIAS OBRERAS

    La sociedad industrial introduce una ruptura fundamental
    nueva entre el lugar de residencia y lugar de trabajo. En este
    contexto, parece exacto afirmar que el grupo doméstico
    pierde sus funciones productivas, al igual que la función
    educativa que asumía en el contexto antiguo.

    VIII.4.1 EVOLUCIÓN DEL TRABAJO
    FEMENINO

    Descartemos de entrada un prejuicio propio de algunas de
    nuestras ideologías feministas: el trabajo femenino en la
    ciudad no es un fenómeno contemporáneo. Las mujeres
    han aportado su fuerza de trabajo en todos los momentos del
    desarrollo industrial: en porcentaje de la población activa total, la fuerza de
    trabajo femenina presenta una estabilidad remarcable, y en
    porcentaje de la población femenina, un ligero descenso.
    Solamente a partir de 1962 ha vuelto a aumentar de nuevo el nivel
    de la actividad femenina.

    VIII.4.2 ACUMULACIÓN DE SALARIOS EN
    LA FAMILIA OBRERA

    En los inicios de la industrialización, la unidad
    familiar obrera constituye, al igual que la de los campesinos y
    artesanos, una unidad económica integrada, en la cual
    deben fundirse diferentes salarios. Las
    madres de niños de corta edad, tienen que elegir entre
    abandonar su trabajo profesional, o trabajar en condiciones
    precarias.

    Cuando no trabaja en la fábrica, la mujer busca a
    veces algún otro complemento de salario. Las
    mujeres casadas se empleaban en los sectores no industrializados;
    lavanderas, jornadas de limpieza o trabajo a
    domicilio.

    VIII.4.3 LA MUJER, ¿EJE DE LA FAMILIA
    OBRERA?

    Que la mujer ocupe un empleo asalariado o que permanezca
    en casa, su rol dentro de la familia obrera siempre aparece como
    eminente. Su rol tradicional de buen ama de la casa, es
    importante. Asimismo, la madre debe proporcionar el sostén
    afectiva a los miembros de la familia. El padre, reducido al rol
    de asalariado, no puede ejercer una influencia que equilibre el
    personaje de la madre.Hay que evitar idealizar la imagen de la
    mujer obrera. Subrayan más bien los defectos destructores
    de la industrialización sobre sus saberes
    tradicionales.

    VIII.4.4 UN DOBLE MODELO

    Frente a este estropicio humano y social, los
    filántropos y los médicos se esfuerzan en devolver
    a la mujer a casa, definitivamente. El desarrollo del nivel de
    vida les ayuda.Después de medio siglo de desarraigo,
    importunado entre una cultura campesina olvidada y una cultura
    burguesa no aprendida, el obrero se asienta, pero la mujer obrera
    pierde su estatus; y con el desarrollo de la sociedad de consumo se
    retira definitivamente del mercado del empleo.

    el marido solo asume toda la identidad
    social del grupo doméstico. La mujer se convierte en el
    interlocutor privilegiado del padre, del médico, y
    más tarde de los medios de
    comunicación de masas. quizá sea la
    época en la que se observa una más fuerte
    segregación de roles. Una imagen contrastada de la
    distribución de roles en el grupo
    doméstico obrero. Según algunos autores, el
    matrimonio de compañerismo que asocia sobre una base de
    igualdad a los
    esposos habría nacido en la familia obrera. Sostienen, por
    el contrario, que la autoridad masculina, mito de la
    familia campesina, se convertirá en la realidad de la
    familia obrera con su secuela de desviaciones sociales. Estas dos
    imágenes son verosímilmente
    pertinentes, en contextos diferentes.

    VIII.5 FAMILIAS BURGUESAS

    VIII.5.1 UNA SEPARACIÓN ACENTUADA DE ROLES Y
    DE ESTATUS

    El burgués trabaja o administra el capital. Sobre
    él descansa la representación social. El esposo
    tienen la responsabilidad de los bienes de la familia. en el
    sentido literal y en el figurado, la burguesa en una incapaz. Su
    función principal es la de ser ama de casa. Cada vez
    más, el rol fundamental de la burguesía en el siglo
    XIX es el cuidado de los hijo,. su función maternal.
    Sublimada en la maternidad, la mujer se encuentra relegada al
    segundo rango en el seno de la pareja conyugal. La mujer es
    víctima de los discursos religiosos, según los
    cuales la castidad es el mejor estado.

    La iglesia contribuye mucho a la propagación de
    la imagen de la maternidad sublimada. El siglo XIX ve florecer el
    culto mariano.

    La sexualidad femenina, situada bajo el signo del deber,
    vuelta imposible por el culto de la pureza, se encuentra
    igualmente constreñida por el control de los nacimientos,
    la prostitución pone de manifiesto el
    reverso de esta imagen.

    VIII.5.2 LA MUJER, INSTRUMENTO DE
    REPRESENTACIÓN Y DE RELACIONES SOCIALES

    La mujer organiza también la vida mundana. Al
    casarse, el hombre ha
    desposado una red de alianzas y de relaciones. La mujer, liberada
    de sus tareas domésticas por las criadas, de sus tareas
    maternales, por las nodrizas, juega un papel capital activando
    relaciones de alianza, de parentesco y de amistas. La necesidad
    de esta vida mundana se explica en parte por la movilidad social
    propia del siglo XIX; es necesaria consolidar las ascensiones
    rápidas.

    VIII.5.3 DIFERENCIAS SOCIALES

    La burguesía del siglo XIX no es una clase
    homogénea. El hecho de que la mujer no tenga una actividad
    profesional no siempre supone una dominación masculina. La
    mujer puede ocupar un lugar preponderante en el seno del grupo
    doméstico.

    IX ROLES EN EL MATRIMONIO
    CONTEMPORÁNEO

    IX.1.1 LA TEORÍA PARSONIANA DE LA
    SEGREGACIÓN DE ROLES

    El gran interés de articular roles familiares y
    roles sociales. El padre tiene el rol "instrumental"; encargado
    de los contactos con el exterior, es el proveedor
    económico de la familia; la madre, encargada de todo lo
    que es afectivo, tiene el rol "expresivo".

    Este modelo abstracto sólo raramente se
    corresponde con las prácticas familiares; ha sido y
    destruidos por los análisis sociológicos recientes
    que asocia el grado de segregación de los roles a la
    densidad de
    las redes de relaciones de los esposos fuera del hogar. Cuando
    más lazos estrechos posea el matrimonio con su red de
    parientes, amigos, vecinos, y cuanto más densa sea esta
    red, tambo más relaciones ente los esposos en el seno del
    matrimonio están separadas y jerarquizadas. Por el
    contrario, cuando menos densa sea la red, menos pronunciada
    será la segregación entre los roles masculinos y
    femeninos.

    Elizabeth Bott explica este fenómeno en
    términos de presión cultural. Cuando esta red es
    densa, los miembros de la red tienden a tener un consenso sobre
    las normas, a ejercer una presión informal para
    adaptarse.

    Si marido y mujer pertenecen cada uno a estas redes. Una
    segregación rígida de los roles conyugales era
    posible porque cada esposo podrá obtener apoyo fuera del
    matrimonio.

    Por el contrario, si la mayor parte de las personas que
    conoce un individuo no se conocen entre ellas, cuando la red es
    más bien laxa, es probable que se observe una mayor
    variabilidad de las normas en el interior de la red. Si estas
    redes continúan laxas después del matrimonio,
    entonces marido y mujer cumplirán juntamente las tareas
    familiares; los roles estarán menos separados y
    serán más igualitarios. Esta ley de Bott. permite
    analizar las relaciones estructurales entre grupo
    doméstico, roles conyugales y sus cambios.

    IX.1.2 LA HIPÓTESIS DE LA FAMILIA CON DOBLE
    CARRERA

    Aquí marido y mujer ocupan cada uno empleos que
    exigen una alta cualificación y un nivel de responsabilidad comparable. el interés de
    esta hipótesis radica en considerar el conjunto de los
    roles como un todo articulado y no distinto, tomando en
    consideración, a la vez, el campo profesional y el campo
    doméstico. Cada grupo doméstico determina si, para
    el mismo, vale la pena seguir el curso cambiante de la vida de
    una familia con doble carrera, teniendo en cuenta las tensiones
    engendradas de las que los autores determinan cinco tipos: 1)
    Sobrecarga de roles: el matrimonio sacrificaría aquellas
    tareas que le resultan menos esenciales. 2) Dilemas relativos a
    las normas. 3) Mantenimiento de una identidad
    personal. 4)
    Dilemas a propósito de la red social, provocando motivos
    de tensión. 5) Ciclo de roles: marido y mujer se
    comprometen en tres sistemas de roles: el sistema profesional de
    uno, el sistema profesional del otro y el sistema familiar que
    comparten.

    Se ha constatado que el número de divorcios
    aumentaba con la cualificación profesional de la mujer.
    B-. Lemmenecier distingue dos categorías de bienes:
    aquellos que son producidos por el hogar y aquellos que son
    producidos sobre el mercado. Cada miembro del grupo
    doméstico, por intermediación del salario que es
    capaz de obtener, estima la cantidad de bienes mercantiles que
    está dispuesto a sacrificar, con satisfacción
    constante, para producir una unidad suplementaria de bienes no
    mercantiles a domicilio.

    El autor busca, a continuación, la
    correlación que pueda existir entre la segregación
    de los roles y la estabilidad del matrimonio. Plantea una
    hipótesis previa: la diferencia entre el nivel de
    instrucción de los dos cónyuges. Esta distancia,
    dice, afecta a los costos de
    oportunidad de tiempo, y reintroduce una nueva
    distribución de los roles en el seno de la pareja.
    Lemmenecier construye un cuadro con dos variables
    económicas: 1) La "ratio de costos de
    oportunidad". 2) La "ratio de dotación en capital humano".
    El autor introduce asimismo variables de
    carácter más sociológico; y variables de
    orden externo.

    Midiendo la contribución de cada variable a la
    dispersión de las distribuciones de tiempo entre tareas
    asalariadas y domésticas, aparece que las diferencias de
    costos de
    oportunidad o de dotaciones en capital humano de
    los cónyuges dan cuenta bastante bien, de la
    segregación de roles conyugales y de la estabilidad del
    matrimonio.

    Otra manera de abordar las diferentes formas de
    organización familiar, y en particular la división
    de roles en la división del trabajo en el seno de la
    organización doméstica, es puesta por J.
    Kellerhala, que desarrollan el paradigma del
    intercambio. Esta combina una hipótesis de naturaleza
    económica con una dimensión cultural. Los autores
    describen tres normas posibles de intercambio: el principio
    societario en el que cada uno está retribuido en
    función de sus prestaciones,.
    o paga en función de sus gastos; el
    principios comunitario del don y de la puesta en común de
    los recursos; el
    principio de la perecuación según el cual los
    compañeros buscan mantener una diferencia constante. Los
    autores muestran, en las familias de estatus social más
    bajo donde se observará una mayor fusión
    conyugal, en la medida en que, es escasa la posibilidad de
    adquirir poder y prestigio en otros terrenos.

    IX.2 FACTORES DE EVOLUCIÓN DE LOS
    ROLES

    Loa factores de evolución de los roles no son
    idénticos en todos los medios sociales, del mismo modo
    como no hacen sentir sus efectos en el mismo momento.
    Distinguiremos tres tipos de factores que conducen a un
    matrimonio en el que los roles tiendan a ser cada vez más
    compartidos.

    IX.2.1 EL REGRESO DEL ESPOSO AL
    HOGAR

    El habitar transforma y se encuentra transformado por
    los cambios familiares. El espacio interior de las casas refleja
    y refuerza el aumento de la intimidad familiar, el repliegue de
    la pareja sobre sí misma. Los planos del siglo XVIII
    muestran una relativa especialización de los espacios,
    pero el espacio público de recepción y el espacio
    privado no está todavía claramente diferenciados.
    En el siglo XX, tanto en la casa individual como en el
    apartamento, las piezas dedicadas al espacio privado y
    público son bien diferentes y están
    separadas.

    La vivienda obrera es la que conoce más tarde
    estas evoluciones. Hasta principios de siglo. la vivienda exigua
    era un espacio femenino, el de la madre y el de sus hijos, el de
    la abuela. Frente a este grupo, el esposo se siente excluido y no
    encuentra otro lugar de descanso, que en compañía
    de otros hombres, en el café. La casa, lugar exiguo y
    sombrío, servía para el descenso y la comida.
    Gracias a la electricidad, se
    ilumina; se convierte en lugar de entretenimiento con la radio y
    la
    televisión. Es menos necesario salir. Esta es una
    revolución que puede ser mal percibida, puesto que
    la
    televisión es acusada de numerosos males de los que
    sufre nuestra sociedad. Ahora bien, la
    televisión ha tenido este efecto de devolver al hombre
    a casa, de hacer participar al matrimonio y a sus hijos del mismo
    espectáculo, en el mismo discurso. La televisión
    da a compartir. Poco a poco vuelto a casa, el marido comparte en
    lo sucesivo con su mujer una asociación que es la de los
    tiempos de ocio, y no la del trabajo como en los grupos
    domésticos campesinos o artesanos.

    Para las categorías obreras y medias, la nueva
    repartición de los roles está ligada a las
    transformaciones económicas y sociales, a la mejora
    general del nivel de vida que han conocido las sociedades
    occidentales a los largo de los últimos cincuenta
    años. En el grupo doméstico burgués, la
    misma convergencia. En el siglo XIX y a principios del XX, los
    roles están netamente diferenciados según los
    sexos. La vida social también está
    compartimentalizada. La relativa nivelación de las
    fortunas, el desarrollo de las clases medias, el aumento del
    número de mujeres en el trabajo, la desaparición
    casi general del servicio
    doméstico colocan a las jóvenes familias de las
    categorías más acomodadas en una situación
    que no es sensiblemente diferente de la de las categorías
    más desfavorecidas. En estas parejas, el esposo
    está, pues, obligado a tomar a su cargo también
    tareas que, en la generación precedente, eran patrimonio
    femenino.

    IX.2.2 LA RECUPERACIÓN DEL TRABAJO FEMENINO
    DESDE 1962

    En determinado momento histórico la mujer dejaba
    de trabajar fuera del hogar para dedicarse a sus hijos y a la
    casa. Las cifras del empleo femenino han tenido una tendencia a
    disminuir desde principios de siglo hasta los años
    sesenta. A partir de 1962, la situación se invierte.
    Globalmente, el número de mujeres que entran en el mercado
    de trabajo aumenta. La tendencia iniciada entre 1965 y 1968 se ha
    acelerado en los años recientes y ha hecho aparecer la
    irreversibilidad de la actividad femenina. El número
    global de mujeres activas en 1986 no representa más que el
    44 % de las mujeres en edad de trabajar, pero tiene mayor
    valor
    intrínseco por una doble razón: 1) El número
    de mujeres que entran en el mercado de trabajo está en
    progresión rápida. 2) La nueva imagen de la
    mujer-madre que trabaja constituye el nuevo modelo valorizado. Si
    el siglo XIX promovió la imagen de la madre, el final del
    siglo XX promueve la de la mujer que trabaja.

    No sólo las mujeres son numerosas en ocupan un
    empleo, sino que ellas cambian, globalmente, de sector de
    actividad. Se observa un declive en las categorías no
    asalariadas, una expansión del asalariado femenino en las
    profesiones liberales, entre los cuadros y los empleados. entre
    los empleos terciarios creados entre 1968 y 1972, el 66 % han
    sido ocupados por mujeres.

    El trabajo femenino corresponde a la evolución
    global del mercado del empleo, puesto que únicamente los
    sectores terciarios son creadores de empleos.

    La expansión del trabajo de las mujeres conjugado
    con su dominio nuevo de
    la contracepción tiene efectos considerable sobre la
    fecundidad, la divorcialidad, el distanciamiento en
    relación al matrimonio y la reorganización de los
    roles en el seno de la unidad conyugal.

    IX.2.3 LA TRANSFORMACIÓN RÁPIDA DE
    LAS MENTALIDADES

    Puede observarse la evolución rápida de
    las mentalidades en la legitimación del trabajo femenino.
    Las respuestas al la cuestión relativa al trabajo femenino
    confirman la evolución de actitudes
    entre las jóvenes generaciones: de más de sesenta y
    cinco hasta menos de veinticinco, el porcentaje de los
    partidarios de la mujer en el hogar decrece regularmente. En
    cualquier caso, la gran mayoría de las personas
    interrogadas todavía permanece en la actualidad opuesta a
    un modelo en el que "los dos cónyuges tengan una
    profesión que los absorba igualmente".

    Esta opinión marca que la
    mujer, más que el hombre,
    siga siendo a sus ojos responsable del mantenimiento de la
    familia y en particular de los cuidados relativos a los
    niños pequeños. Estos resultados muestran que la
    evolución de los roles no se hace sin reticencias. El
    nuevo modelo no está todavía aceptado, incluso
    aunque los cambios aparezcan como masivos y recientes.

    Los estudios que acabamos de comentar tratan de
    opiniones y no de comportamientos. Entre los dos, a menudo, la
    distancia es grande. La norma contemporánea permanece
    todavía ambigua y dual. No puede hablarse de emergencia de
    una norma única que facilitaría la evolución
    de los roles. Nos encontramos, todavía en una
    situación transitoria.

    IX.3 EL MATRIMONIO
    CONTEMPORÁNEO

    IX.3.1 NUEVA DISTRIBUCIÓN DE LOS
    ROLES

    Una correlación entre actividad profesional
    femenina y repartición más igualitaria de las
    tareas y de los roles: 1) el trabajo no asalariado efectuado por
    la mujer, sea como ayuda familiar en el interior de la casa, sea
    como comerciante o artesana, no se acompaña de ninguna
    mejora del poder femenino, porque ésta no dispone de
    ningún salario o ingreso
    propio. 2) Cuanto más las mujeres trabajan en un sector de
    actividad que tenga prestigio, tanto más cualificadas en
    el grupo de las obreras y de las empleadas, y tanto más
    mejoran su posición en la balanza del poder en el seno de
    la pareja. 3) El nivel del salario, y sobre todo la diferencia de
    salarios entre
    los esposos, es determinante.

    Un reparto más igual de estas tareas tiene lugar
    cuando la mujer ejerce una actividad profesional. Es la mujer
    cuadro la que recibe la mayor participación de su marido;
    las restantes categorías socioporfesionales se colocan en
    situaciones intermedias hasta llegar a la mujer en el hogar. Lo
    más frecuentemente las obreras aseguran ellas solas, a
    pesar de su incremento de trabajo, las tareas de compras
    ordinarias, la compra de ropa. Si las obreras se aproximan a las
    mujeres en el hogar en el marcador general de las tareas
    domésticas, ello no quiere decir que se aproximen en el
    plano de las mentalidades. Es insuficiente considerar tan
    sólo el nivel del salario; es el hecho de que sea
    considerado como ingreso indispensable o de apoyo lo que marca la
    diferencia en "la lucha conyugal por el poder
    doméstico.

    Que la mujer trabajo o no, en la práctica, la
    repartición ha progresado mucho menos de lo que las
    encuestas de
    opinión podrían dar a entender. Además, en
    el seno de la misma familia se efectúa la
    reproducción social de los roles, puesto que las hijas son
    solicitadas más a menudo que los hijos para lavar los
    platos, ayudar a limpiar. En todos los tipos de familia, las
    hijas son mucho más numerosas que los chicos para
    participar frecuentemente en la tareas de la casa. Si la norma de
    una repartición igualitaria de los roles tiende a
    instaurarse, la práctica se invierte sólo
    lentamente.

    IX.3.2 LA PRESIÓN DE LA CARGA
    DOMESTICA

    Los estudios que tratan del conflicto
    entre las tareas maternales y las profesionales conciernen
    más a menudo a la custodia del hijo pequeño. El
    trabajo femenino siempre está considerado como secundario:
    si la mujer antepone su actividad profesional, ¿no se hace
    responsable de los problemas
    psicológicos de los niños?.

    Todo contribuye, en la sociedad contemporánea, a
    acrecentar la carga de la madre.

    IX.3.3 LA VARIABILIDAD DE LOS
    MODELOS

    En la sociedad contemporánea, el trabajo
    introduce una situación conflictiva que engendra un
    sentimiento de culpabilidad en la mujer atrapada en sus diversos
    roles. Las mujeres que tienen una actividad profesional, se
    sienten valoradas, pero es al precio de una
    gran fatiga y de un cierto sentimiento de
    culpabilidad.

    IX.3.4 LA CUESTIÓN DEL
    PRESUPUESTO

    Cuando al salario del marido se añade el de la
    mujer, la gestión
    del presupuesto se
    encuentra modificada, y aquí se encuentra un rol
    importante que, quizá ha evolucionado más. En la
    familia obrera antigua, el marido daba generalmente a su mujer
    una cantidad con la que ella debía desenvolverse para
    alimentar a la familia, ciudad a los hijos. etc. Confiar este rol
    a la mujer no siempre era valorizante. El esposo conservaba su
    dinero de
    bolsillo fijo para sus gastos
    personales.

    El modelo de familias burguesas. Su esposo le entregaba
    una cantidad que servía para sus gastos
    personales, pero el marido administraba los gastos,
    financiaba las grandes compras.

    Con el aumento del nivel de vida y la entrada de las
    mujeres en el trabajo, la gestión
    del presupuesto de la
    familia descansa sobre bases diferentes. En primer lugar, los
    gastos personales
    del esposo disminuyen, como consecuencia de las transformaciones
    culturales que han hecho volver al hombre a la casa, y
    correlativamente aumentan los gastos colectivos, vivienda, bienes
    de equipo de la vivienda. Además, el salario femenino
    acentúa la indivisión de la gestión
    de los recursos
    familiares.

    Un factor importante a tomar en consideración
    concierne, más allá de los roles, a los sectores de
    responsabilidades tal como cada esposo los ha interiorizado. Un
    hombre tiene una profesión, una mujer tiene dos:
    profesional y familiar, sean cuales sean sus empleos respectivos.
    El terreno en el que el reparto de roles parece concretarse
    concierne a la gestión
    del presupuesto, las
    grandes opciones de familia. En su conjunto, las mujeres avanzan
    sobre los roles masculinos, mientras que eso no ocurre en el
    sentido inverso. La explicación es simple. Si administrar
    un presupuesto, tiene un valor valorizante para la mujer, puede
    tomar el aspecto de una promoción social, los hombres no tienen el
    deseo de cargar el lavaplatos.

    La reticencia masculina a compartir las tareas materiales se
    explica por su desvalorización. El carácter
    preindustrial de su naturaleza y de su modo de producción
    constituye la causa. Estas tareas no se prestan a la
    estandarización, a la racionalización, a un control
    de la eficacia,
    atributos de la actividad industrial.

    IX.3.5 EL PODER EN EL SENO DEL
    MATRIMONIO

    Los autores observan a la vez los efectos de la vida
    profesional sobre la familia y los del modo de vida familiar
    sobre la vida profesional. Tres modelos de vida se desprenden que
    designan otros tantos modos de organización de los roles
    con el sistema profesional y con el sistema de relaciones
    sociales. El primer modelo es "tradicional", con presencia de la
    mujer en el hogar, sociabilidad de tipo privado, insistencia en
    el rol de la mujer; el segundo modelo, llamado "intermedio",
    presenta una relación con la vida profesional de
    carácter instrumental; los sujetos de este grupo desean
    trabajar para ganar más; el rol de la mujer consiste en
    sacrificarse por la carrera de su marido. Su sociabilidad es
    débil. El tercer modelo es igualitario, ya sea
    "igualitario económico", y la mujer tiene una actividad
    profesional considerada importante, ya sea "igualitario
    exteriorizado".

    Michel Glaude y François de Singly han elaborado
    una tipología compleja de la repartición de las
    decisiones en el seno del matrimonio, teniendo en cuenta la
    diferente naturales de las decisiones. las "grandes" decisiones,
    son tomadas de manera cada vez más igualitaria, otros
    terrenos del espacio doméstico son, por el contrario, muy
    especializados, cuando mayor es el número de hijos
    más marcada está la especialización femenina
    doméstica.

    Esta permanencia de la repartición de los
    dominios de poder se observa igualmente, entre las parejas que
    son las más portadores de innovaciones sociales, los
    jóvenes cohabitantes.

    IX.3.6 LA SATISFACCIÓN EN EL
    MATRIMONIO

    Algunas investigaciones
    se dedican a predecir el ajuste conyugal. Otras investigaciones
    han analizado el tema bajo el ángulo del ciclo de vida
    familiar, en función de la duración del matrimonio
    y del número de hijos. Se interesan por los
    períodos de tensión. Numerosos análisis
    muestran que la satisfacción matrimonial tiende a declinar
    después del nacimiento de los hijos, mucho más para
    las mujeres que para los hombres. La concepción
    romántica de un matrimonio por amor revela su
    inadecuación frente a la situación práctica
    de los esposos. Las ilusiones del amor desaparecen cuando los
    cónyuges se dan cuenta de su diferencia cultural o
    educativa; cuando dos tradiciones culturales se enfrentan, cuando
    la familia política se muestra demasiado
    invasora.

    La pareja debe poder adaptarse a situaciones generadoras
    de angustia, para las cuales no existe un plan de conducta
    aceptado, cuando la sociedad contemporánea ha hecho
    desaparecer los rituales que antaño ofrecían en las
    mismas circunstancias, un recurso contra la angustia.

    La tensión en el seno de la pareja parece
    acentuarse cuando los hijos llegan a adolescentes. Los problemas
    específicos de esta edad, imponen su precesión de
    dilemas a unos padres. Cuando los hijos son adolescentes, los
    padres está a mitad de la vida más o menos, en
    momentos críticos de su carrera, las madres no
    están lejos de la menopausia. Las causas del deterioro de
    la armonía de la pareja están ligados, en esta
    última hipótesis a la creciente complejidad de las
    relaciones que implica la presencia de los hijos. Otra variable,
    exterior, el trabajo profesional femenino. Muy a menudo, el
    trabajo femenino es en sí mismo motivo de disensión
    familiar.

    Cuando el curso de las carreras se manifiesta
    conflictivo, puede convertirse en la fuente de un antagonismo. La
    actividad de cada uno de los miembros ya no está inscrita
    en un trabajo colectivo común, sino que está
    fundada en una interdependencia orientada hacia la
    realización de proyectos
    personales de naturaleza muy diversa. Las investigaciones de
    Andree Michel se colocan del lado femenino. ¿Qué
    ocurre del lado masculino cuando los modelos tradicionales se
    tambalean?. Poco trabajos han sido dedicados a este tema, con la
    excepción de .

    Las figuras de la paternidad también han
    evolucionado considerablemente. El pater familias romano al que
    el Código civil le había restaurado toda su
    omnipotencia ha visto hundirse sus estatus como consecuencia de
    las transformaciones jurídicas que han tenido lugar desde
    finales del siglo XIX.

    La vida profesional, en cualquier caso, sigue siendo la
    preocupación masculina principal; la paternidad no es
    más que "un estatus adicional". "La utilidad marginal
    de los hombres declina , en el interior de la pareja o en la
    sociedad. Si los hombres intentan oponerse a las conquistas de la
    igualdad
    femenina, no es tanto por sus consecuencias en el seno del hogar
    como para resistir a la amenaza que pesa sobre su exclusividad en
    asumir todas las interacciones sociales.

    X GRUPO DOMESTICO Y ROLES
    ECONÓMICOS

    El grupo doméstico, antaño unidad de
    producción, no es más que una unidad de consumo. El
    consumo en la actualidad, se ha diversificado y extendido
    considerablemente como consecuencia del aumento del nivel de
    vida. Existe otra dimensión de la función
    económica del grupo doméstico, aquella que
    está ligada a la herencia, a la transmisión de
    bienes. Toda familia transmite un patrimonio, ya se trate de
    bienes materiales,
    culturales o simbólicos.

    X.1.1 EL GRUPO DOMESTICO, ¿CÉLULA PRODUCTIVA Y/O UNIDAD X.1.2 DE
    INGRESO

    algunos economistas consideran a la familia como una
    célula
    productiva. Al no ser objeto de una monetarización, el
    trabajo familiar no entra dentro de la contabilidad
    familiar, contrariamente el autoconsumo agrícola o al
    trabajo ejecutado en el seno del hogar por una asistenta. Se
    estima, sin embargo, que los servicios realizados por las mujeres
    en sus casas constituyen entre el 25 y el 30% de la
    producción nacional.

    X.1.3 EL GRUPO DOMÉSTICO, UNIDAD DE
    CONSUMO

    Los economistas reconocen que, junto al salario y a la
    categoría socioprofesional, la composición de la
    familia es el más importante de los factores explicativos
    de los consumos y, sobre todo su tamaño y la edad del
    cabeza de familia. Los economistas prefieren en el nivel absoluto
    de los gastos la medida del coeficiente presupuestario, parte del
    porcentaje del consumo total que corresponde a las diferentes
    partidas de consumo, medida más precisa que permite
    investigar otras diferencias de comportamiento
    entre familias que las derivadas del
    salario, los gastos de alimentación y de
    salud crecen con
    la edad, pero que las familias jóvenes tienen gastos de
    transporte, de
    vestido y de habitación superiores a los de sus mayores
    etc.

    El consumo de las familias es igual a los dos tercios de
    la producción interior bruta. La función del
    consumo de la familia reviste diversos aspectos. Podemos dividir
    clásicamente los gastos en varias partidas, que
    corresponden a necesidades más o menos
    comprensibles.

    Según el ciclo de la vida familiar, los presupuestos
    conocen también períodos más fastuosos que
    otros. en las categorías acomodadas, el salario aumenta
    con la edad (efecto de carrera), mientras que en las
    categorías más desfavorecidas van en sentido
    inverso, y las más indigentes se encuentran entre las de
    más edad.

    Algunas corrientes feministas, en el marco de un
    pensamiento
    marxista, se preguntan sobre la economía
    política del trabajo doméstico, sobre las
    relaciones entre trabajo productivo e improductivo. ¿Acaso
    la mujer no ocupa un lugar secundario en el consumo de la familia
    por el hecho de que se considera que cumple un trabajo
    secundario?.

    X.1.4 PRESUPUESTOS
    DE FAMILIAS Y DESIGUALDADES SOCIALES

    La gestión del presupuesto no sólo
    está regida por el nivel de los ingresos y su
    organización interna. El presupuesto está
    administrado de modo diferente por las familias obreras.
    Según que trabajen en una empresa moderna
    cuyo futuro está asegurado o en una empresa
    tradicional menos dinámica. Entre los primeros, la
    gestión está orientada por una racionalidad basada
    en la seguridad y la
    previsión, y entre los segundos por una inseguridad y
    la imprevisión. Los primeros planifican sus gastos,
    economizan en vistas a una compra precisa; los segundos, no
    pudiendo tener en cuenta el futuro, buscan fundamentalmente
    ingresos
    aleatorios.

    La edad constituye , igualmente, un factor de
    desigualdad de la distribución de los ingresos en las
    diversas clases
    sociales. Se combina con el nivel de instrucción: casi
    sin excepción, en cada grupo de edad, un grado superior de
    instrucción comporta una ventaja y para cada de
    instrucción, el máximo se encuentra en la segunda
    clase de edad, que es la de los adultos. Los dos factores
    acumulan sus efectos, conduciendo a valores mínimos y
    máximos extremos en la distribución de los
    ingresos.

    Estas desigualdades, denominadas "primarias", son
    más o menos corregidas por diversas acciones que
    tienden a repartir mejor las riquezas entre las familias: 1)
    Creación de equipos y servicios colectivos. 2)
    "Atenuación de los gastos" reducciones de tarifas en los
    transportes, y gratuidad de enseñanza. 3) Recursos
    monetarios, asignaciones de viviendas y ayudas a la
    educación (becas).

    Las políticas de redistribución de los
    ingresos tienen un efecto corrector sobre las desigualdades por
    mediación de las asignaciones familiares y la Seguridad
    Social. Parece por el contrario, que los servicios colectivos
    son mucho más utilizados por las familias que no
    constituían el objetivo
    principal que por aquellas a las cuales estaban destinados, la
    frecuentación de los centros sociales aumentaba con el
    ingreso y sobre todo, con la categoría socioprofesional de
    la familia.

    Las diferencias de comportamiento
    en relación con los equipamientos colectivos están
    estrechamente ligadas al estatus: las categorías
    acomodadas se benefician de las actividades culturales, del ocio
    o de las vacaciones; las categorías más
    desfavorecidas utilizan los servicios de los trabajadores
    sociales. Así, no sólo los efectos compensadores de
    las acciones
    sociales son nulos, sino que refuerzan las desigualdades, por
    mediación del consumo sociocultural del cual sólo
    las categorías acomodadas tienen la capacidad de
    aprovecharse dado su nivel educativo.

    X.2 GRUPO DOMESTICO Y TRANSMISIÓN DEL
    PATRIMONIO

    Su importancia y su rol han evolucionado bastante si
    oponemos, la sociedad campesina a la sociedad
    contemporánea. En la primera, en la que el útil de
    trabajo está constituido por la propiedad del un terreno,
    la transmisión del patrimonio rústico es esencial
    para la sobrevivencia del matrimonio.

    En la actualidad, la herencia ya no es necesaria para
    instalarse, como consecuencia del desarrollo del salariado. La
    transmisión de un patrimonio se efectúa de modo
    más sutil, bajo la forma de una dotación en
    estudios, por ejemplo.

    La segunda característica del modo actual de
    transmisión de los bienes es una consecuencia de la
    prolongación de la vida. En la actualidad un matrimonio no
    pierde a sus padres hasta que dicho matrimonio no está
    bastante empeñado en la vida. La herencia sólo
    interviene para ayudar a los padres a instalar a sus propios
    hijos. El patrimonio salta una generación.

    X.2.1 PATRIMONIO Y DESIGUALDADES
    SOCIALES.

    Algunos economistas que utilizan la unidad de consumo
    como base para la confección de un modelo de
    acumulación del patrimonio de las familias.

    ¿Cómo está compuesto el patrimonio
    en sus masas principales y qué distinciones se operan
    según las categorías sociales? En el plan nacional, el
    patrimonio de las familias está constituido en un 70% por
    activos
    inmobiliarios. Éste está repartido muy
    desigualmente entre las diversas categorías sociales,
    más todavía que los ingresos.

    El nivel de fortuna de los empleados y de los obreros no
    les permite apenas sobrepasar las etapas de equipamiento en
    bienes durables y de acceso eventual a la propiedad de la
    vivienda. Los cuadros y las profesiones liberales sobrepasan
    bastante rápidamente este límite, y acumulan
    activos
    financieros importantes, así como activos
    inmobiliarios.

    Si el patrimonio parece pues, en la actualidad, menos
    importante que en otras épocas como consecuencia de la
    extensión del asalariado, constituye siempre una baza
    fundamental para ciertos grupos domésticos, y uno de los
    elementos del mantenimiento de las desigualdades
    sociales.

    X.2.2 MODALIDAD DE LA TRANSMISIÓN DE
    BIENES

    En otras épocas, la transmisión del
    patrimonio se hacía en el momento del matrimonio o de la
    defunción, pero no ocurre lo mismo en la actualidad. En
    más del 40% de los casos, el matrimonio es la
    ocasión de un don cuya importancia varía
    según las categorías socioprofesionales, el
    número de hijos etc. Al margen de esta circunstancia
    particular, la ayuda de los padres se prolonga a lo largo de todo
    el ciclo de la vida familiar, bajo forma de préstamos o de
    regalos.

    Hemos considerar igualmente como una forma de herencia
    particular, o de un don indirecto, el disfrute de una residencia
    secundaria. En las clases más acomodadas adquieren una
    residencia secundaria cuyos hijos pueden disfrutar. Se trata de
    una ayuda notable que contribuye, de manera más indirecta
    que los dones o préstamos, a conservar para el joven
    matrimonio un nivel de vida igual al de sus padres. La
    transmisión del patrimonio toma, pues, en nuestros
    días vías muy sutiles.

    X.2.3 ACTITUDES
    FAMILIARES FRENTE A LA TRANSMISIÓN DEL
    PATRIMONIO

    La independencia
    de las generaciones se encuentra confirmada por las actitudes con
    relación a las disposiciones legales de la herencia. "La
    independencia
    de los hijos casados tiene como contrapartida que la joven
    generación no debe esperar de los padres, por la herencia,
    el medio de asegurar su promoción o su riqueza". Además,
    esta herencia debe servir para borrar determinadas desigualdades
    entre hermanos y hermanas.

    Las personas no asalariadas, las correspondencias
    relativas a las diferentes actitudes en función de
    criterios sociales y del número de hijos.

    Por un lado, se observa la visión familista
    dedicada a los hijos, teniendo como proyecto la continuidad; por
    el otro, la visión a corto plazo, la del individuo que
    limita su mirada sobre el futuro al de su propia vida.

    Siete variables: profesión y grupo
    socioprofesional, rango de nacimiento del encuestado,
    número de hijos, religión, modalidades
    de la primera recepción, las categorías
    profesionales se distinguen inmediatamente: los agricultores
    tienen un comportamiento
    separado, a ellos se aproximan los comerciantes. Entre los
    primeros la recepción de dotes se combina con la
    donación partición, los segundos practican
    más a menudo la donación entre manos. Industriales
    profesionales liberales constituyen otro grupo con actitudes
    parecidas.

    Podemos oponer familias herederas y no herederas en
    función de diversas estrategias en relación al
    patrimonio. Una categoría reagrupa a las familias que se
    han beneficiado de una herencia importante en patrimonio humano
    y/o en patrimonio no humano. Si los herederos más mimados
    por el sistema se benefician de los dos, los menos favorecidos
    sólo disponen de un escaso patrimonio no humano y su
    estrategia descansa en una transmisión hereditaria
    compuesta principalmente de patrimonio humano.

    Por el contrario, las familias no herederas abordan el
    ciclo de su vida familiar con un patrimonio humano mínimo
    y un patrimonio no humano prácticamente nulo y el
    patrimonio que ellas pueden acumular a lo largo de su existencia
    es muy débil para ser transmitido; sólo sirve para
    mejorar las condiciones de su jubilación.

    Sólo los "herederos" tienen medios de
    racionalizar sus comportamientos, mientras que los no herederos
    se sienten incapaces de programar el futuro. De este modo, las
    ventajas se acumulan como se perpetúa la
    indigencia.

    Patrimonio y herencia contribuyen grandemente a la
    estructuración del cuerpo social. El patrimonio
    continúa, pues, jugando un papel importante en la
    práctica de las relaciones familiares, en el cuadro
    profesional y, de manera más general, para situar al
    matrimonio en una constelación social. Los dos van a la
    par y mediante ellos funciona la reproducción
    social.

    XI FAMILIA Y SOCIEDAD

    ¿La familia es una relación de dinamismo
    que la sociedad enmarca y modela según sus propias
    necesidades o, por el contrario, es el lugar de resistencias y
    de un contrapoder que obstaculiza el cambio social?

    XI.1 FAMILIA Y CONTROL SOCIAL

    XI.1.1 DE LOS CONDICIONAMIENTOS AL
    CONTROL

    Los principales condicionamientos que pesan sobre la
    familia; la legislación, en primer lugar, que define la
    constitución del matrimonio; la
    legislación social que prolonga los códigos
    jurídicos; las decisiones económicas que afectan a
    los niveles de vida; las medidas que afectan al estatus de la
    mujer; los condicionamientos que pesan sobre la educación
    de los hijos y su futuro; los determinantes del marco de vida por
    mediación del hábitat; el peso de los medios de
    comunicación de masas que presentan una determinada
    imagen de la familia; los controles que ejercen en cualquier
    ocasión sobre el desenvolvimiento de la vida familiar,
    etc. Toda familia sufre este encasillamiento; sin embargo,
    algunas están más encasilladas que otras, porque no
    se conforman a la norma.

    La actitud normativa del estado no es un fenómeno
    contemporáneo.

    XI.1.2 LA FAMILIA, INSTRUMENTO DE CONTROL
    SOCIAL

    Varias obras, muestran las grandes preocupaciones que
    hacen surgir en el siglo XIX la familia popular y su cortejo de
    desviaciones en relación a la familia burguesa:
    concubinato, mortalidad infantil y abandono de los hijos,
    delincuencia
    juvenil, etc.,. analizan los esfuerzos para hacer desaparecer
    estas marginalidades.

    La familia popular es, en el siglo XIX, el objetivo de
    múltiples instituciones. Por ejemplo, la
    Société de Saint-Françoios-Régis
    ayuda a regularizar la unión de las parejas que lo desean,
    pero que no disponen de los medios, la estrategia de
    familización toma apoyo entre las mujeres. La mujer
    aparece aquí como el instrumento de la normalización de la familia en su mismo
    seno.

    En torno al problema
    del hijo en peligro o peligros se efectúa la puesta en
    marcha del control sobre la familia. Tracemos, brevemente, la
    "genealogía" de la puesta en marcha de estos
    controles.

    La escuela, en primer lugar, sustituye a los padres
    incapaces de educar a sus hijos. Poco a poco, la
    imposición de la escuela sobre la vida familiar se
    acentúa a lo largo del siglo XIX, la escuela ya no es una
    prolongación de la educación familiar, sino el
    lugar de la producción de la familia por la escuela. El
    niño es un rehén, un pretexto para visitas a las
    familias, que tienen por objetivo velar por la normalidad de las
    relaciones educativas en el interior del hogar. Luego, es la
    intrusión del médico, que toma como interlocutor
    privilegiado a la madre. La familia se medicaliza. El
    filántropo y las sociedades de patronazgo descubren la
    miseria obrera. ¿Cómo hacerla desaparecer? Se
    proponen soluciones
    contrapuestas. Isaac Hoseph muestra los esfuerzos del Estado,
    entre 1860 y 1890, para hacer similar a la familia obrera los
    hábitos del orden y de la previsión, para replegar
    la vida familiar al interior de la vivienda. La familia peligrosa
    es puesta bajo tutela, su autoridad se le arranca al
    padre.

    En la actualidad, el control social sobre la familia, es
    más discreto, menos coercitivo, pero probablemente
    más insidioso y más amplio. Estas técnicas
    son tanto más poderosas en la medida en que no parecen
    imponer ni normas sociales ni reglas morales. A pesar de las
    técnicas "psi", la práctica de la acción
    social contemporánea es culpabilizante en cualquier
    caso.

    Antes de la reforma de la legislación sobre el
    divorcio, el mismo tipo de control inquisidor se aplicaba a los
    matrimonio, bajo pretexto de proteger al niño. El proceso de
    divorcio erigía al tribunal en agencia de control. Al
    multiplicarse fue cuando el divorcio tendió a banalizarse
    y a perder su aspecto culpabilizante. Puede comprenderse la
    complejidad del problema del poder social confrontado al de la
    familia, analizando el discurso relativo a la crisis
    contemporánea de la fecundidad.

    XI.1.3 EL RETO CONTEMPORÁNEO DE LA
    FECUNDIDAD

    El hijo por el cual es Estado, la administración, el poder público, la
    "normalidad" de las clases burguesas, penetraban en la familia
    obrera en el siglo XIX, el hijo se escapa. Ya no es engendrado en
    cantidad bastante grandes.

    El ejemplo de la crisis contemporánea de la
    natalidad hace aparecer las ambigüedades y las dificultades
    de una política de control sobre la familia, y la
    complejidad de las relaciones entre familia y saciedad, entre
    familia y estado, entre poder familiar y poder social y
    estatal.

    XI.2 FAMILIA Y PODER SOCIAL

    La familia parece, oponer resistencias
    múltiples al cambio social. Por la transmisión de
    una herencia material, cultural, social y simbólica,
    conserva las igualdades sociales y culturales en el seno de las
    cuales la familia se enrosca para perpetuarlas.

    XI.2.1 FAMILIA Y DESIGUALDADES EN LAS
    OPORTUNIDADES

    Una sociedad democrática se asigna como
    función reducir las desigualdades entre las
    categorías sociales. Cuando la enseñanza se dirige
    a todas las categorías sociales, la escuela se da por
    misión
    colocarlos en pie de igualdad,
    gracias al capital escolar inculcado. La escuela no ha cumplido
    la misión que
    se la había asignado. No solamente los niños no
    obtienen el bagaje que igualaría las diferencias, sino que
    el sistema escolar, que transmite los valores dominantes,
    refuerza las desigualdades culturales y sociales y contribuye a
    mantener la situación de categorías
    dominantes.

    Sobre todo durante la primera infancia, el éxito
    escolar varía, para un mismo nivel e ingresos, con el
    nivel cultural de los padres. Cuanto más temprano es
    incitado el niño por un ambiente
    culturalmente favorecido, mejores serán sus posibilidades
    de éxito escolar y de éxito en su vida, las
    probabilidades de éxito escolar están en
    relación con el número de hijos de la
    familia.

    La influencia determinante de la categoría
    socioprofesional y del nivel cultural de la familia.

    ¿Cómo actuar contra este mecanismo? La
    generalización de las guarderías y de las escuelas
    maternales tiene por objeto, por una socialización
    precoz., proporcionar a todos los niños oportunidades
    más iguales frente al sistema escolar. Ahora bien este
    proyecto ha sido desviado por la segregación del habitar
    que no mezcla casi a los niños de diferentes
    medios.

    Pierre Bourdieu. LLevada a cabo en 1961-1962, su
    encuentra sobre el origen social de los estudiantes hace aparecer
    un verdadero proceso de
    eliminación: un hijo de cuadro superior tiene ochenta
    veces más posibilidades de entrar en la universidad que
    un hijo de asalariado agrícola y cuarenta veces más
    que el hijo de un obrero, sus posibilidades son todavía el
    doble de las de un hijo de cuadro intermedio.

    XI.2.2 REPRODUCCIÓN Y MOVILIDAD
    SOCIAL

    La desigualdad escolar frena, pues, la movilidad social.
    La historia muestra la movilidad ascendente de las sociedades
    democráticas.

    Este fenómeno no afecta de la misma manera a
    todos los medios sociales: volvemos a encontrar la inercia de la
    reproducción social.

    Los más pesimistas en cuanto al bloqueo del
    sistema social replican que movilidad social y
    reproducción social no son incompatibles. La movilidad
    social es necesaria en una sociedad en transformación que
    exige nuevos conocimiento y
    calificaciones nuevas; sin embargo, no afecta de la misma manera
    a todas las categorías sociales.

    Los análisis más recientes tienden a
    mostrar que se combinan dos fuerzas que sólo son
    contradictorias en apariencia: movilidad y reproducción
    social. La movilidad remite a las transformaciones
    socioprofesionales. Hay muchos más cuadros hoy que hace
    cincuenta años, y muchos menos agricultores. Para subrayar
    el peso de la herencia cultural familiar, relativamente
    independiente de la posición de clase.

    XI.3 LA MUJER EN LA FAMILIA Y LA
    SOCIEDAD

    La mujer aparece como la bisagra entre familia y
    sociedad. Los progresos de su condición se han hecho, a la
    vez, dentro y contra la familia.

    XI.3.1 EVOLUCIÓN DEL ESTATUS FEMENINO Y
    FEMINISMO

    El estatus femenino ha evolucionado bastante más
    rápido que las estructuras
    sociales y económicas. Ha conocido una
    transformación particularmente rápida en el curso
    de los últimos veinte años. Los cambios sociales
    que lo han preparado. A partir de 1945, la formidable
    presión de una ideología de la igualdad de
    los derechos del ciudadano conduce a importantes transformaciones
    legislativas. Numerosas leyes han
    establecido la igualdad de
    los sexos en la educación, la gestión de bienes, de
    los salarios, los derechos sociales.

    En segundo lugar, la revolución
    industrial y técnica ha trastornado el rol
    doméstico. A finales de los años setenta, todos los
    cálculos del presupuesto muestran que es más
    rentable trabajar fuera y compara los bienes y servicios
    producidos en masa. El valor económico del trabajo
    doméstico ha bajado considerablemente y se ha encontrado
    desvalorizado.

    En tercer lugar, los progresos médicos han
    permitido un alargamiento de la vida, y los riesgos
    relacionados con el embarazo y el
    nacimiento han sido reducidos; la generación de las leches
    artificiales han liberado a la mujer de los
    constreñimientos del amamantamiento. Los progresos en el
    dominio de la
    fecundidad permite a las mujeres, adaptar el número de sus
    hijos y el calendario de sus nacimiento a su empleo.

    El fenómeno masivo de la urbanización ha
    contribuido a separar físicamente el matrimonio durante la
    jornada, el cual se encuentra reunido para el ocio y el
    descanso.

    El rol que ha tenido el feminismo en
    estos cambios profundos. Nacido en el torbellino de las
    ideologías alrededor de 1968, el movimiento
    feminista se autonomiza desde 1970; se cristaliza alrededor de la
    cuestión del cuerpo de la mujer, de la violación,
    del aborto y denuncia
    las servidumbres sexuales y domésticas que le impone la
    dominación llamada "patriarcal. Su influencia
    simbólica y en los medios de
    comunicación es considerable.

    En Francia, el voto de la ley sobre el aborto en 1975
    es el resultado más tangible de la acción
    feminista, pero la adopción
    de otras medidas legislativas fue el resultado indirecto del gran
    movimiento de
    ideas igualitarista que los movimientos feministas habían
    puesto en circulación.

    A finales de los años ochenta, ha sufrido sus
    disensiones internas, entre las "partidarias" de un feminismo de
    la "diferencia", y las "partidarias" de un feminismo de
    igualdad pura. Ha perdido sus militantes.

    En este período, que algunas califican de
    "posfeminista", subsisten, sin embargo, bastantes problemas. Las
    regresiones no son imposibles como se observa en Estados Unidos.
    Las resistencias
    son grandes, sobre todo en el mercado de trabajo; no hay mucho
    avanzado en el terreno del compromiso político.

    Los debates se desvían en la actualidad del
    problema específico de la mujer para centrarse más
    en la eficacia de las
    políticas natalistas.

    Si la mayoría de las desigualdades de naturaleza
    jurídica han sido suprimidas, permanecen otras que, no son
    menos significativas. Así ocurre con las actividades
    deportivas.

    En el terreno profesional, las desigualdades son
    todavía más patentes: las mujeres tienen salarios
    inferiores, son las víctimas designadas del paro, tienen
    carreras más lentas y más difíciles que las
    de sus colegas masculinos.

    XI.3.2 TAREAS DOMESTICAS, TRABAJO
    PROFESIONAL

    ¿Cómo contrarrestar el modelo de
    reproducción de los roles que se perpetúa en el
    seno de la familia? Algunos proyectos
    favorables a primera vista a la condición femenina
    presentan peligros, como el salario maternal.

    En lugar de un salario maternal, algunas feministas
    proponen una revaluación de las tareas
    domésticas.

    El análisis feminista del trabajo
    doméstico se inscribe en otra teoría, según
    la cual este trabajo "invisible" es apropiado por el esposo,
    éste se beneficia de todas las ventajas del matrimonio,
    mientras que la mujer soportaría todos los costos.

    El importe de la "dote escolar" de una mujer, cambia
    radicalmente la manera en que vive su existencia familiar. Un
    buen título incita a las mujeres, contrariamente a los
    hombres, a permanecer solteras. Un buen diploma incita a las
    mujeres a privilegiar una estrategia individual de desarrollo, la
    familia limita a las mujeres en su desarrollo profesional, al
    igual que la perspectiva de una carrera femenina limita la
    constitución de una familia.

    XI.4 EL ORDEN FAMILIAR ENTRE EL ORDEN PRIVADO Y EL
    ORDEN PUBLICO

    En la actualidad como antaño, la familia -incluso
    "deslegalizada"- sigue siendo una institución inscrita en
    la sociedad, cuya organización es a la vez causa y
    consecuencia de relaciones culturales y económicas,
    manteniendo relaciones múltiples con el cuerpo social en
    general y el Estado en
    particular.

    El fracaso de las comunidades familiares salidas del
    movimiento de
    1968 muestra que las rupturas y las innovaciones sociales
    brutales sólo tienen posibilidad de funcionar si responden
    a una concepción global de la sociedad de la que cada uno
    de los miembros es portador. No ha sido el control social externo
    lo que ha hecho fracasar estas comunidades; han fracasado ellas
    mismas.

    Podemos continuar afirmando la naturaleza
    política de la familia y la existencia de una
    relación entre poder público y poder privado. La
    interacción entre el sistema familiar y la
    organización sociopolítica se pone claramente de
    manifiesto en los ejemplos contrastados de China y
    Japón.

    Características sociales y económicas los
    hacen semejantes. Goode opone el fracaso chino al éxito
    japonés.

    Varios rasgos del sistema familiar explican esta
    diferencia, y sobre todo el de la herencia. En China era
    igualitaria, mientras que en Japón uno solo de los hijos
    recibía todos los bienes, lo que permitía realizar
    una acumulación de capital. La diferencia más
    significativa reside en los lazos entre familia y Estado. En
    China, la
    lealtad era familiar y el nepotismo un deber, en caso de
    ascensión social, todos los miembros del linaje
    debían beneficiarse. En el Japón, las solidaridades
    eran de tipo más feudal. El sistema chino permitía
    una relativa movilidad social, y los comerciantes podían
    elevarse en la jerarquía con la condición de
    abandonar el estado de
    comerciante. Por el contrario, los comerciantes japoneses se
    encontraban confinados en un tipo más estrecho de
    movilidad, el éxito financiero.

    El final del siglo XX está marcado en los
    países occidentales por la coexistencia de distintas
    normas matrimoniales: se admite junto al matrimonio más
    clásico una forma más flexible y precaria de
    unión. Este pluralismo familiar se articulo con las
    mutaciones de una sociedad.

    XII EL MITO DE LA
    FAMILIA OCCIDENTAL

    La familia accidental, caracterizada por un matrimonio
    monógamo, una valoración de la pareja, un reducido
    número de hijos, una repartición de roles en el
    seno de la pareja. Bajo esta denominación se esconden,
    diversidades culturales remarcables, esta familia occidental
    parece ser puesta en cuestión en las nuevas formas
    matrimoniales.

    XII.1 EL MODELO OCCIDENTAL DE FAMILIA, VISTA DESDE EL
    LADO DE… ORIENTE

    XII.1.1 LA INVENCIÓN DE LA FAMILIA
    OCCIDENTAL

    La familia conyugal que asocia dos compañeros que
    se han elegido más o menos libremente es una figura poco
    corriente en la variedad de los modelos familiares. Estos rasgos
    que nosotros encontramos normales aparecen como una
    aberración en la mayoría de las sociedades que
    favorecen el lazo de filiación, en las cuales la
    unión es inestable, la diferencia de edad entre los
    esposos importante, la residencia raramente neolocal, el papel
    del parentesco en la elección del cónyuge siempre
    pronunciado. A la mayoría de los sistemas matrimoniales en
    los cuales los esposos son jóvenes y la tasa de solteros
    muy débil.

    ¿Cuándo vemos emerger esta
    invención cultural? Paul Veyne descubre, desde el primer
    siglo de nuestra era, bajo la influencia del pensamiento
    estoico, el nacimiento de una sociedad conyugal y de una "moral
    interiorizada del matrimonio" que preparaba la evolución
    cristiana.

    La acción de la Iglesia es la que ha modelado,
    desde el siglo IV, una sociedad familiar europea, imponiendo
    rasgos inéditos a las poblaciones que deseaba
    cristianizar. La Iglesia prohibió las prácticas
    corrientes en la cuenca mediterránea como la adopción,
    la poligamia, el divorcio, el concubinato, las segundas nupcias
    de los viudos, el matrimonio en el seno del parentesco; puso el
    acento sobre el consentimiento mutuo de los esposos en el
    matrimonio, su effecto fue que instauró la libertad de
    testar. A partir del siglo XII, el matrimonio se convierte en un
    sacramento.

    Esta nueva doctrina de la filiación, de la
    herencia, del matrimonio conduce a separar a los individuos de su
    parentesco. Ya no es necesario un hijo o un nieto para asegurar
    el culto familiar a los antepasados porque las comunidades
    eclesiásticas toman a su cargo la salud del alma de los
    difuntos. La obligación de la exogamia comporta la fluidez
    de las herencias, mientras que un sistema de linaje mantiene para
    el linaje o el clan sus posesiones por mediación de los
    matrimonios endógamos.

    La manipulación ideológica del sistema de
    parentesco autoriza al cristianismo a
    convertirse en un gran propietario rústico en Europa entre
    el siglo VI y el XII.

    Las resistencias a
    la imposición de este sistema fueron numerosas, sobre todo
    a las reglas que imponian la exogamia, el sistema de parentesco
    europeo, caracterizado por una familia conyugal fuerte insertada
    en una red de parentesco bilineal, es muy antiguo, al menos en
    sus aspectos ideológicos. La trama ideológica
    monógama parece haber sido bien tejida por la Iglesia,
    que, paradójicamente, ha roto las solidaridades
    parentales.

    Alan Macfarlane, intenta comprender la especificidad del
    individualismo inglés,
    estudiando el modelo matrimonial inglés.
    El matrimonio inglés,
    después del siglo XIV hasta 1850, es un matrimonio
    "maltusiano". La residencia era neolocal, el matrimonio un libre
    contrato, los
    matrimonios ingleses, por otra parte, habrían estimado que
    tener hijos resultaba costoso.

    La familia monógama inglesa no sirve para
    socializar a sus hijos durante mucho tiempo, del mismo modo que
    tampoco cuida de sus viejos. Las instituciones de caridad son muy
    antiguas en Inglaterra.

    Inscrita en el sistema occidental familiar del
    matrimonio del que Jack Goody ha mostrado su puesta en marcha
    desde el siglo IV, Inglaterra
    presenta un modelo particularmente acabado y precoz. Se separa
    del resto de Europa y, sobre todo, de la Europa del
    Norte.

    XII.1.2 LOS AVATARES DE LA FAMILIA
    OCCIDENTAL

    Industrialización y urbanización a
    contribuido a modificar las relaciones familiares, pero en el
    seno de un cuadro general puesto en marcha desde siglo,
    legitimado por el poderío de la Iglesia, un modelo
    histórico bien específico: un matrimonio
    monógamo en el cual los cónyuges se casa
    jóvenes y libremente mateniendo relaciones muy laxas con
    sus redes de parentesco. Marido y mujer tienen roles separados.
    Una tal estructura es efímera en las sociedades
    industriales: la observamos entre 1930 y 1960. Aparece como una
    figura transitoria entre los modelos de conyugalidad
    clásica y los que se están poniendo en marcha en la
    actualidad.

    No sólo lo que hemos caracterizado de "modelo
    occidental" remite a una estructura efímera de la que no
    podemos prever el futuro, sino que incluso podemos poner en duda
    la unidad de su significado.

    ¿"Familia" tiene el mismo en todos los
    países desarrollados?

    XII.1.3 BAJO ESTRUCTURAS
    PARECIDAS, DIFERENCIAS NACIONALES Y SOCIALES

    Herevé Le Bras, en Les Trois France, muestra la
    persistencia contemporánea de estructuras y
    de sistemas familiares diferentes, en la Francia
    contemporánea.

    Sobre variaciones antiguas del modelo ideológico
    de la familia occidental se inscriben las diversidades
    contemporáneas.

    Los cambios familiares de los últimos veinte
    años invitan, a poner en duda la cronología y
    solidez y la unicidad del "modelo occidental de la familia". En
    estas condiciones, debemos someter a discusión la
    hipótesis según la cual el "modelo occidental"
    estaba destinado a conquistar las sociedades no
    europeas.

    XII.2 LOS SISTEMAS FAMILIARES NO EUROPEOS NO HAN SIDO
    OCCIDENTALIZADOS

    XII.2.1 CHOQUES DE LA MODERNIDAD Y
    LOS SISTEMAS FAMILIARES

    Los diversos choques de la modernidad,
    religiosa, política, económica, que sea
    exógena, como la colonización, o incluso
    endógena, surgida de las revoluciones nacionales, no han
    producido una familia con estructuras y
    modo de funcionamiento uniformes.

    En Mesoamérica, la conquista española
    abrió un campo de experimentación del Occidente
    moderno, intentando someter los sistemas familiares indios a la
    doctrina cristiana. El rechazo de la poligamia, la
    imposición del sacerdote, representando el orden de los
    colonizadores intrusos, la conyugalidad europea
    constituían verdaderas rupturas con relación a las
    estructuras familiares indígenas. Semejanzas formales con
    las costumbres prehispánicas, una manipulación de
    las reglas impuestas por las Iglesia condujeron a la
    creación de un modelo autóctono original que
    sólo formalmente respetaba los precepto cristianos. el
    concubinato y la poligamia resistieron la imposición de la
    norma europea.

    Los sociólogos de los años sesenta
    veían en el imperio nipón el arquetipo de una
    sociedad "tradicional" que adoptaba el sistema de la familia
    conyugal, bajo la influencia de los valores occidentales. La
    distancia permite apreciar mejor, en la actualidad, una
    situación compleja, hecho de sincretismos
    originales.

    La industrialización, la urbanización
    ciertamente, han nuclearizado la familia japonesa y multiplicado
    los divorcios. Sin embargo, la ideología feminista que
    insiste en la fidelidad de los miembros al grupo no han
    desaparecido. la lealtad se ha desplazado de la familia a
    la
    empresa.

    La industrialización, mucho más brutal que
    en Europa, no ha alterado el sistema familiar antiguo de modo tan
    drástico como podría creerse. Las relaciones con la
    familia extensa se mantienen vivas. Los matrimonios
    continúan siendo, lo más a menudo arreglados. El
    sistema educativo japonés, tanto en la familia como en la
    institución escolar, rachaza la inculcación del
    individualismo. El niño es socializado para que toma en
    consideración, antes que sus propios deseos, las
    necesidades de los demás.

    XII.2.2 LAS MODERNIDADES NO
    OCCIDENTALES

    La expansión de un modelo único de familia
    occidental se apoya en la hipótesis de que el desarrollo
    de cada país conoce o conocerá las mismas etapas
    que las que ha franqueado Europa en el curso de su
    industrialización. Las mutaciones nacionales no
    necesariamente siguen este esquema. La modernización de
    China.

    El desarrollo de China,
    país inmenso y pobre es original. Intenta apoyarse en su
    ruralidad, en lugar de intentar la vía nipona de la
    industrialización y de la urbanización; se trata
    para China, dominar el crecimiento de su
    población.

    La "modernización" china sólo comporta
    signos superficiales de occidentalización de la
    familia.

    La familia china tradicional está basada en una
    solidaridad de
    los linajes que se ejerce en detrimento del estado, imperial y
    luego comunista. El matrimonio aparece como una obligación
    con la finalidad de proporcional descendientes al linaje paterno.
    Es acordado por los mayores.

    La ley sobre el matrimonio de 1950 instaura un control
    del Estado sobre la formación de las uniones que deben, en
    lo sucesivo, con el pretexto de una mucha mejor libertad de los
    cónyuges, servir a los intereses del grupo. Reformas mucho
    más radicales fueron intentadas a lo largo del
    período del Gran Salto. La oposición a esta
    innovación se conjuga en la extrema penuria
    de los años 1958-1960.

    En los años ochenta, el modelo "tradicional" y el
    control estricto del Estado se conjugan en China con el fin de
    limitar el número de nacimientos.

    El amor, aquí todavía, está poco
    valorizado, una ley en 1980 imponiendo a los hijos la
    obligación de asistir a sus padres y a sus abuelos, tanto
    paternales como maternales.

    XII.2.3 DE LA RESISTENCIA AL
    RECHAZO.

    Los sistemas familiares mundiales contemporáneos
    son el producto de
    sincretismos y de compromisos. Reinterpretan y asimilan rasgos
    occidentales en su propia cultura.

    Otros sistemas familiares sufren transformaciones
    internas que no tienen nada que ver con una
    occidentalización. Movimientos ideológicos y
    políticos poderosos, por último, se expresan en el
    rechazo de los valores occidentales y particularmente familiares.
    Así ocurre con los países musulmanes integristas.
    Es difícil hablar de un sistema familiar africano, tan
    diferente son sus modos de filiación y de matrimonio. Los
    efectos de la colonización después de la
    descolonización son complejos. En los años 1950-60,
    los administradores se apoyan en el postulado de la eficacia
    económica de una familia nuclear de tipo occidental, para
    alcanzar el desarrollo, e intenta romper las solidaridades de
    linaje. La dimensión del fracaso es la medida de la
    falsedad de esta hipótesis sociológica.

    El tiempo de las independencias africanas marca un
    retorno hacia la puesta en valor de los sistemas de
    linaje.

    La urbanización no ha erradicado más las
    estructuras tradicionales. Las migraciones de los jóvenes
    hacia las ciudades les habían abierto a la influencia
    occidental, pero también habían reforzado el
    sistema de linaje.

    Los efectos de la escolarización, al igual que
    los de la urbanización, son contradictorios: por una
    parte, contribuyen a la eclosión en familias restringidas,
    pero, por otra, los éxitos escolares o universitarios son
    integrados en las estrategias simbólicas de la
    competición entre linajes.

    Las migraciones de las mujeres hacia las ciudades han
    sido numerosas, y los sistemas de linaje parecen haber sido
    más puestos en peligro por las mujeres de los años
    ochenta que por un siglo de colonización y
    descolonicación. Las mujeres rechazan el sometimiento al
    linaje, rechazan a menudo la conyugalidad y la maternidad, lo que
    constituye una revolución en la mentalidad
    africana.

    La emancipación de la mujer también
    está en el núcleo de los choques culturales entre
    sociedades occidentales y sociedades musulmanas. El mundo
    árabe es una ciudadela en la cual el tabique entre los
    dominios masculino y femenino es la llave maestra del edificio
    familiar. La mujer continúa estando encerrada en el seno
    del hogar, los matrimonios son arreglados dentro del marco de una
    endogamia tradicional que solo retrocede en la ciudad. Apoyarse
    en los preceptos del Corán, rechazar toda forma de
    occidentalización de la familia, constituyen en la
    actualidad reivindicaciones políticas
    fundamentales.

    Los acontecimientos políticos no dan la
    razón a las previsiones de los sociólogos de la
    segunda postguerra. Su confianza en la extensión
    internacional de los valores de la libertar y del individualismo
    era portadora de una ideología: la conquista por occidente
    del mundo se haría, sobre todo, por la difusión de
    los nuevos valores familiares.

    CONCLUSIÓN

    El lazo político que asocia la familia al estado
    está universalmente atestiguado. Ofrece, quizá, la
    única definición del objeto familia que resiste a
    la diversidad de las estructuras y sistemas. Una sociedad
    puramente contractual no puede existir y es necesario que la
    familia, bajo la forma que sea, contribuya al funcionamiento del
    sistema social .

     

     

    Autor:

    antonio rodríguez

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