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Ergonomía: iluminación y confort visual




Enviado por esteban_palacios



    Introducción:

    La ergonomía
    es el estudio de los sistemas que
    conforma el ser humano con su entorno artificial, que en el
    contexto del presente trabajo denominaremos sistemas producto/usuario. El producto al que
    aquí nos referimos es el dispositivo que tiene por
    función distribuir o modificar la luz emitida por
    las lámparas, incluyendo implementos de fijación,
    protección y elementos necesarios para el funcionamiento
    de las mismas
    , habitualmente denominado
    luminaria.

    Las luminarias se clasifican de la siguiente
    manera:

    Por su función:

    Alumbrado

    Señalización

    Por el ámbito de
    desempeño:

    Exteriores

    Interiores

    Por la forma en que distribuyen

    el flujo y la intensidad
    lumínica:

    Directa

    Indirecta

    Por el tipo de fuente:

    De incandescencia

    De descarga:——- De vapor de
    mercurio

    De sodio

    Fluorescentes

    La importancia de diseñar ergonómicamente
    los sistemas de
    iluminación, reside en que estos pueden alterar de manera
    substancial la percepción
    del espacio habitable. La luz puede crear
    una determinada atmósfera, comunicar
    sensaciones y suscitar la atención. El campo de
    alternativas es tan amplio como las posibilidades
    tecnológicas y las necesidades humanas lo
    impongan.

    El diseñador que aborda la resolución de
    un problema de iluminación, sea este el diseño
    de luminarias o su correcta aplicación, debe acotar el
    campo de consideraciones para no divagar en un universo de
    infinitas soluciones o
    propuestas, la mayoría de las cuales probablemente no se
    adecuen a los resultados deseados. Por tal motivo, es importante
    sistematizar los elementos de juicio y los criterios de
    selección que fundamentan las decisiones de diseño.
    Se trata de uno de los rasgos distintivos del Diseño
    profesional.

    Objetivo:

    Desarrollar criterios cualitativos para la
    evaluación de artefactos de
    iluminación, desde el punto de vista del diseño
    y las modalidades de aplicación con fundamentos
    ergonómicos.

    1. Factores de Vinculación
    Tecnológica:

    Comprende el conjunto de posibilidades y
    restricciones que la tecnología ofrece
    para la concreción de soluciones a
    las diversas necesidades de iluminación.

    1.1 Propiedades de Emisión

    Espectro de emisión de las fuentes:

    Cada fuente emite radiaciones en diversas frecuencias o
    longitudes de onda, que son representadas por histogramas. A cada
    longitud de onda corresponde un color. Las
    longitudes de onda comprendidas en el espectro visible van desde
    los 380 nm, hasta los 780 nm. La altura de las barras del
    histograma cuantifica la intensidad emitida en cada frecuencia.
    Algunas fuentes emiten
    un espectro continuo donde todas las frecuencias son relevantes.
    Otras sólo emiten de manera notoria en determinados
    colores o su
    espectro carece de alguno de ellos (espectro
    discontinuo).

    Intensidad:

    Las propiedades de emisión se cuantifican
    de diversas maneras, a los efectos de establecer relaciones
    matemáticas que describan con
    precisión el comportamiento
    de las fuentes
    lumínicas y las superficies iluminadas. Para cuantificar
    la intensidad de la luz
    emitida
    por una fuente, se emplea la unidad denominada
    candela (cd),
    cuya principal ventaja es que, por definición, puede
    establecerse con gran precisión de manera experimental: un
    centímetro cúbico de platino incandescente (~2043
    °K) emite luz a una
    intensidad de 60 cd. Pero la
    candela representa sólo la intensidad de la luz emitida por
    unidad de ángulo espacial (estereoradian), es decir, en
    una dirección del espacio determinada. En la
    práctica, una mejor expresión de las propiedades de
    emisión de una fuente la brinda el lumen
    (lm)
    , que expresa el flujo lumínico
    o cantidad de luz que emite la fuente hacia el espacio
    circundante, y es análogo al caudal en el estudio
    de los líquidos. Aunque estas descripciones cuantitativas
    de las fuentes son
    importantes como parámetros para su selección, es
    la capacidad para iluminar las superficies del entorno
    circundante lo que presenta particular interés a
    los efectos de su utilización práctica. El
    lux (lx) expresa el flujo luminoso que alcanza una
    superficie por unidad de medida o intensidad de
    iluminación
    ; por ejemplo,
    lx,[lm/m2]. En condiciones ideales
    (fuente puntual), la intensidad de iluminación disminuye
    con el cuadrado de la distancia a la fuente. Este
    parámetro puede medirse directamente con instrumentos
    electrónicos denominados luxómetros, en el
    sitio iluminado y bajo condiciones tan diversas como lo requiera
    el estudio luminotécnico. Como referencia, la
    intensidad de iluminación de la luz solar en un
    día claro es del orden de los 100.000 lx; en la sombra, de
    10.000 lx; y en una noche clara de luna llena, de unos 3 lx. Un
    desempeño confortable en tareas visuales requiere un
    mínimo de 300 lx.

    Distribución:

    Las mediciones practicadas sobre las luminarias se
    traducen en la obtención de curvas de distribución luminosa en distintos planos,
    con las que, a través de cálculos, se puede
    determinar el comportamiento
    luminotécnico de las luminarias.

    1.2 Propiedades Ópticas

    Coloración:

    Más allá de los colores emitidos
    por la fuente propiamente dicha, es posible determinar el
    color de la
    luz que abandona la luminaria. Los filtros bloquean ciertas
    frecuencias y permiten el paso de otras. Así por ejemplo,
    un filtro rojo bloquea todas las frecuencias excepto la que
    corresponde al color rojo. La
    frecuencia filtrada debe estar presente de manera relevante en el
    espectro emitido por la fuente o el resultado deficiente. Existen
    filtros de material plástico flexible que ofrecen gran
    variedad de colores, pero se
    deterioran con el calor por lo
    que requieren un uso breve y esporádico. Los filtros de
    vidrio resisten
    el calor pero
    ofrecen una variedad de colores limitada.
    Algunas fuentes poseen
    la cubierta de vidrio coloreada.
    También pueden lograrse efectos de colores con
    reflectores dicroicos que tienen la propiedad de
    discriminar las frecuencias, reflejando el espectro deseado y
    refractando el resto.

    Difusión:

    Para difundir la luz que emana de la fuente, las
    luminarias apelan a las propiedades de refracción y
    reflexión de los materiales y
    las formas que las constituyen. Un artefacto efectúa una
    reflexión difusa, cuando devuelve gran parte de la
    luz que recibe de la fuente, pero en forma uniforme hacia todas
    las direcciones del espacio frente a la superficie iluminada.
    (Este es el caso, por ejemplo, de un zócalo de chapa
    metálica pintada de blanco que soporta un tubo
    fluorescente). Se produce reflexión especular,
    cuando la luminaria cubre a la fuente con una superficie pulida
    que reproduce más o menos fielmente su imagen
    (reflectores de espejo, chapa de aluminio
    pulido, etc.). Cuando los materiales de
    la luminaria no son opacos, la luz que los atraviesa sufre un
    efecto de refracción, que puede aprovecharse para
    dirigir el haz luminoso variando el espesor (por ejemplo, lentes
    de Fresnel en proyectores de alta potencia), o la
    transparencia del material (vidrio o material
    plástico opalino, etc.).

    1.3 Propiedades Estructurales

    Protección contra partículas
    sólidas:

    Las fuentes y sus reflectores, deben estar protegidos
    para que no ingresen partículas sólidas en forma de
    polvo que disminuyan su eficiencia
    luminosa o afecten sus propiedades eléctricas.

    Estanqueidad:

    La capacidad de impedir el ingreso de líquidos,
    es indispensable en aquellas luminarias que deban ser expuestas a
    la intemperie u operar sumergidas.

    Resistencia mecánica:

    Refiere a la resistencia que
    los materiales y/o
    resoluciones constructivas otorgan a los artefactos de
    iluminación. Esta propiedad es
    necesaria para que la luminaria conserve su integridad y la de la
    fuente ante impactos casuales o deliberados
    (vandalismo).

    Normalización:

    Las tres propiedades enunciadas anteriormente
    están normalizadas y se representan por la sigla
    "IP"
    seguida de dos o tres cifras, la primera de las cuales expresa
    los distintos grados de protección contra el contacto de
    cuerpos sólidos externos, la segunda los grados de
    penetración de líquidos y la tercera la
    protección contra impactos.

    Equilibrio térmico:

    De acuerdo al tipo de fuente empleada y el ambiente de
    operación, la temperatura puede ser un factor
    extremadamente relevante, ya que condiciona la vida útil
    de la fuente y la de los componentes de la luminaria. La
    mayoría de las fuentes incandescentes operan a elevadas
    temperaturas y, salvo raras excepciones, no irradian calor de
    manera selectiva; de modo que los conductores eléctricos
    pueden deteriorarse si el diseño
    y la instalación no son adecuados. Por otra parte, si el
    ambiente
    somete al artefacto a cambios bruscos de temperatura,
    puede resultar la destrucción de algunos de sus
    componentes. Algunas fuentes incandescentes están
    integradas a reflectores que dirigen la luz y el calor en el
    mismo sentido, o permiten que el calor irradie
    en sentido opuesto al de emisión de la luz (dicroicas).
    Las fuentes fluorescentes se ven afectadas en su rendimiento por
    la temperatura
    ambiente. En
    contrapartida, irradian menor temperatura
    que las incandescentes.

    Relación tecnología/costo:

    La eficiencia
    lumínica óptima requiere materiales y
    procesos de
    fabricación costosos. En la práctica se recurre al
    uso de materiales
    alternativos que, aunque más económicos, ofrecen un
    desempeño aceptable. Así, por ejemplo, un reflector
    de aluminio
    pulido puede, en ciertos casos, sustituirse por otro de chapa de
    hierro
    esmaltada de blanco con pintura
    horneable. Su eficiencia de
    reflexión no es la del aluminio pero
    el costo es menor.
    Los estándares de calidad elevados,
    y el consiguiente aumento en los costos, son
    ineludibles cuando los artefactos deben desempeñarse en
    condiciones extremas.

    2. Factores de Vinculación
    Humana:

    Abarca el conjunto de consideraciones necesarias
    para adecuar los medios
    tecnológicos de iluminación a las personas que
    interactúan con el ambiente
    iluminado o con las luminarias propiamente dichas.

    2.1 Propiedades de Percepción

    Color:

    Percibido: El espectro útil en
    luminotecnia es aquel comprendido en las longitudes de onda
    visibles y está compuesto por siete colores (rojo,
    anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta).
    Estudios fisiológicos han determinado que el ojo humano es
    más sensible a la luz verde-amarilla. Ello responde a que
    este órgano perceptivo se ha adaptado a lo largo de la
    evolución humana a la luz solar que, si
    bien emite todos los colores del espectro, concentra su mayor
    intensidad en estos colores.

    Reproducción: Cuando las ondas luminosas
    caen sobre una superficie cualquiera, penetran en la sustancia en
    una pequeñísima capa. En parte son absorbidas y en
    parte rechazadas en todas direcciones, es decir, son difundidas.
    La sensación de color es,
    precisamente por la porción del espectro que es devuelta o
    difundida. Tanto la reproducción del color de los
    objetos que nos rodean como el emitido por la fuente, inducen a
    determinadas respuestas psicológicas que dependen del
    usuario, del momento y lugar de la escena.

    Luminancia:

    El término luminancia fue adoptado para
    designar con precisión adecuada, ciertas propiedades que
    en lenguaje
    coloquial se engloban bajo el término brillo,
    incorporando consideraciones relativas a la posición del
    observador. Para un observador situado a una cierta
    distancia y ángulo de una superficie que emite o refleja
    luz, es la relación entre la luz que abandona la
    superficie y el área que ésta aparenta para el
    mismo.

    Monotonía vs. Contraste:

    La existencia de contrastes adecuados de colores y
    luminancias será necesaria para asegurar la
    apreciación de los relieves sin recurrir a efectos de
    sombras demasiado marcados (poco favorables para el confort
    visual) y evitar la sensación de monotonía que
    influye, por ejemplo, negativamente en la eficiencia de
    trabajo. La iluminación localizada, que deja las
    áreas circundantes en penumbra, obliga al órgano de
    la visión a una acomodación constante cada vez que
    la vista sale de la zona iluminada, provocando fatiga. La
    solución es considerar el nivel de iluminación del
    ambiente en
    general. Recíprocamente, un ambiente carente de
    iluminación localizada puede resultar excesivamente
    homogéneo para quienes se desenvuelven en
    él.

    Deslumbramiento:

    Es el límite por encima del cual la luminancia de
    un objeto o de una fuente de luz se vuelve molesta y reduce de
    manera más o menos persistente la capacidad de percepción
    visual. Depende de la posición del objeto o de la fuente
    dentro del campo visual y de la diferencia de luminancia entre la
    fuente perturbante y su fondo. Las luminancias relativas
    demasiado elevadas traen como resultado molestias de tipo tanto
    fisiológicas (reducción de la capacidad de percepción) como psicológicas
    (fatiga, estado
    nervioso, etc.).

    Deslumbramiento directo: proviene de las
    luminarias con sus fuentes de luz expuestas a la vista y con
    ángulos de elevación pequeños sobre la
    línea de visión del observador. Para evitarlo
    deberá limitarse la luminancia de las fuentes a ciertos
    valores y
    direcciones críticas, hacia y debajo de la línea
    horizontal de la visión.

    Deslumbramiento por reflexión:
    cuando el valor de
    luminancia de los objetos que rodean al observador causan
    molestias en sus órganos visuales, se produce el efecto
    velo, que reduce la eficiencia visual
    por elevación del límite mínimo de
    contraste. Estas molestias visuales no se deben confundir con las
    reflexiones necesarias para destacar el relieve de los
    objetos.

    2.2 Propiedades de Valoración

    Morfología:

    Hay luminarias concebidas para mostrarse y otras para
    ocultarse.

    Existen en este aspecto tres tipos de acentuación
    estética: están las luminarias utilitarias
    cuya morfología no excede en demasía al
    tamaño de la fuente y que tienden a priorizar el
    aprovechamiento de la energía, resignando valores
    estéticos. Por otra parte existen luminarias
    decorativas que forman parte del ambiente en que se
    encuentran y se integran estilísticamente a los
    demás elementos del entorno, relegando a un segundo plano
    el óptimo desempeño de la fuente. Esto es
    importante teniendo en cuenta que los artefactos no siempre
    están encendidos y que de día, la decoratividad
    pasa a ser su función principal. Por último se
    encuentran las luminarias cuyo diseño integra de manera
    equilibrada los valores
    estéticos y la efectividad funcional.

    Semiótica:

    De la luminaria: Habla del producto como
    lenguaje. El
    producto es
    utilizado por el emisor como un conjunto de códigos para
    transmitir determinados mensajes al destinatario. Es en si, una
    señal que no sólo comunica las características del diseñador y las
    de la empresa (entre
    otros mensajes), sino que quien lo adquiere se siente
    identificado por el mismo y lo ostenta como símbolo de su
    personalidad.

    De la iluminación: Cada cultura
    atribuye diversas significaciones a las características de la luz en un ambiente
    determinado. Así por ejemplo, la luz blanca típica
    de las fuentes fluorescentes se asocia, en occidente, a la
    asepcia propia de los hospitales; o la luz multicolor del
    Neón a los lugares de esparcimiento y comercio.

    Impacto emocional del color:

    El color es un estímulo que incide consciente o
    inconscientemente en los estados emocionales de las personas.
    Aunque las preferencias personales respondan a los
    condicionamientos culturales, existe una tendencia casi
    antropológica en las respuestas observables, en
    correspondencia con el temperamento de los individuos. Los
    colores denominados "tranquilos" del grupo
    verde-azul son calmantes, ejercen un efecto sosegador sobre las
    personas nerviosas. En oposición, los colores "llamativos"
    del grupo
    rojo-amarillo constituyen un estímulo a aquellas personas
    predispuestas a la melancolía o a la apatía. Es
    imprescindible considerar el espectro de emisión de las
    fuentes, para obtener una eficaz reproducción de los
    colores que resulte en un ambiente en correspondencia con
    el estado
    anímico deseado.

    Calidad visual:

    Por Calidad Visual se hace referencia a la
    intensidad de iluminación recomendada para
    desempeñarse cómodamente en distintas situaciones o
    tareas. La intensidad debe ser tanto mayor cuanto más
    finos sean los detalles a tratar, cuanto más contrastes se
    presenten en ellos, cuanto más rápidamente haya que
    trabajar y cuanto más tiempo dure
    el trabajo.
    Los valores
    recomendados se encuentran tabulados. Por ejemplo:

    Puesto de trabajo con pantalla de video 300 a 500
    lx

    Locales comerciales medianos

    General 500 lx

    Vidrieras 1000 lx

    Vivienda

    Dormitorio 200 lx

    Cocina 200 lx

    Baño 100 lx

    Consultorio odontológico

    General 400 lx

    Iluminación localizada

    de la cavidad bucal 1500 lx

    Con el incremento de la edad, los ojos pierden
    paulatinamente la capacidad visual. En términos generales,
    se admite que una persona de 60
    años necesita el doble de la intensidad de
    iluminación que una de 20.

    Enfoque de la atención:

    El balance entre la iluminación general y la
    localizada, no está determinado únicamente por el
    contraste óptimo para la percepción
    o el logro de la intensidad standard para la calidad visual
    requerida. La luz es probablemente el medio más efectivo
    para dirigir la atención del observador, no sólo en
    la forma de señales luminosas (semáforos, luces
    testigo, carteles luminosos, etc.), sino también mediante
    los efectos de iluminación aplicables sobre los
    objetos o circunstancias que se pretende resaltar; aspecto que
    -en este contexto- nos interesa en particular. La luz es un
    estímulo que condiciona la conducta del
    sujeto que la percibe, siendo su incidencia tanto más
    importante cuanto mayor es su intensidad; pero la permanencia de
    la atención así lograda dependerá del grado
    en que el efecto llamativo supere los límites del confort
    visual. Así, por ejemplo, es posible atraer la
    atención de observadores distantes sobre una vidriera
    comercial incrementando la intensidad de la iluminación
    localizada sobre la mercadería exhibida; pero a corta
    distancia puede causar fatiga visual y desvirtuar la percepción
    de los detalles y colores, con la consiguiente reacción
    adversa del potencial cliente.
    Además de la intensidad, el color de la luz aplicada es un
    medio efectivo para llamar la atención. Un ejemplo
    típico es el empleo de luz
    predominantemente roja en las heladeras para exhibición de
    carne.

    Mercado:

    Como en cualquier producto los
    mercados son los
    que definen, en gran parte, su diversidad. Éstos
    están regidos por las necesidades de los usuarios, pero es
    posible, a través de la difusión de nuevas
    tendencias de consumo, crear
    nuevas necesidades que amplíen la variedad de productos.
    Esto significa que deben asimilarse continuamente las
    tendencias globales, para adaptarse o incluso anticiparse a los
    incesantes cambios de mercado.

    2.3 Propiedades de Manipulación

    Direccionalidad:

    Una solución a los problemas de
    deslumbramiento que da al usuario la posibilidad de apuntar la
    luz hacia el objeto o lugar deseado, en general a través
    de movimientos de rotación en las luminarias. Podemos
    definir a ésta característica de ciertas luminarias como
    sensitiva, ya que el usuario orienta el artefacto de
    acuerdo a su sensibilidad. Además de evitar el
    deslumbramiento, la direccionalidad de la luminaria influye sobre
    los caracteres arquitectónicos del espacio en que habita
    el usuario. De esta manera, la lámpara de pié puede
    apuntarse hacia un cielorraso blanco, generando una agradable
    atmósfera
    de luz difusa; o bien concentrarla en la zona de trabajo.
    También se pueden ubicar las luminarias de modo que no
    iluminen algunas de las paredes circundantes, de forma tal que se
    pierde la noción de las dimensiones del espacio habitado y
    se crea una sensación puramente psicológica de
    espacio abierto.

    Seguridad eléctrica:

    Por regla general, como cualquier artefacto
    eléctrico, las luminarias presentan alguna parte de su
    estructura
    aislada de los conductores que alimentan a la fuente de luz. Debe
    ser así, ya que la mayoría de los artefactos
    están en alguna medida al alcance del contacto
    físico con las personas, en su lugar de operación.
    Esto es evidente en el caso de las lámparas de escritorio
    orientables, ya que su propósito impone una
    manipulación frecuente; pero es importante aún en
    los casos que operan desde una posición fija en los techos
    o las paredes, para minimizar riesgos de
    electrocución a manipuladores incautos en tareas de
    instalación o mantenimiento.
    El riesgo se ha
    visto reducido en gran medida con el empleo de
    fuentes que requieren bajo voltaje, pero también en estos
    casos una parte de la instalación contiene componentes
    tales como transformadores
    que operan a voltajes peligrosos. El empleo en la
    fabricación de luminarias de materiales no conductores de
    la electricidad,
    también contribuye a la seguridad contra
    la electrocución. Sin embargo, algunos sistemas de
    iluminación combinan el empleo de
    luminarias modulares con una estructura de
    sujeción, cuya versatilidad radica en que las luminarias
    pueden instalarse en cualquier punto de la misma y desarrollar
    múltiples variantes con gran facilidad. Para ello, es la
    estructura
    misma la que está electrificada –por lo general con
    12 volts- y los elementos conductores se hallan
    expuestos.

    Seguridad térmica:

    No existen fuentes de luz eléctrica que no
    transformen parte de la energía que se les suministra en
    calor. Las emisiones en la parte infrarroja del espectro se
    propagan en el espacio que circunda la fuente y elevan la
    temperatura
    del artefacto que la sostiene y la de los cuerpos que se
    encuentren a una cierta distancia. Por tal motivo, más
    allá de las consideraciones que hacen a la operatividad y
    supervivencia de la luminaria y la fuente, es importante tener en
    cuenta, al momento de diseñar o elegir un artefacto, la
    manera en que este distribuye y disipa la temperatura si
    se requiere que sea manipulado mientras está en
    funcionamiento o si se lo va a emplazar a corta distancia de
    materiales que se vean alterados por la elevación de la
    temperatura. Las fuentes con reflector dicroico son ideales para
    este tipo de situaciones. Las fuentes fluorescentes operan a
    temperaturas que no representan un riesgo para la
    manipulación, pero el factor se torna relevante en el caso
    de las lámparas incandescentes.

    Practicidad:

    En el diseño de las luminarias debe preverse la
    facilidad de instalación, la simplicidad de mantenimiento
    y la posibilidad de acceder a la fuente de manera sencilla;
    funciones que
    si bien son secundarias y se realizan esporádicamente,
    forman parte de la relación producto/usuario. Las buenas terminaciones y
    sistemas de
    acoplamiento simples de las partes componentes, son soluciones que
    hacen a la practicidad del producto.

    Conclusión:

    En un lapso de cien años, la energía
    eléctrica se ha convertido sin lugar a dudas en la
    base de los sistemas de
    iluminación artificial. Desde la lámpara
    incandescente hasta la luz Láser, la Electrotecnia
    y sus métodos de
    cuantificación y cálculo
    han sido, y continuarán siendo, la base del progreso en
    este campo. Esto ha contribuido al empleo de
    procedimientos
    afines en los estudios luminotécnicos. Pero, como se ha
    podido apreciar en este estudio, cuando se trata de objetos de
    uso práctico
    como lo son los artefactos de
    iluminación, los medios
    tecnológicos constituyen sólo la mitad de
    los factores a considerar; la otra mitad se vincula a las
    necesidades y aspiraciones de las personas que harán uso
    de dichas ventajas tecnológicas. Es en este último
    campo donde la evaluación
    cualitativa resulta efectiva, ya que considerar a la
    persona humana
    implica factores emocionales y condicionamientos culturales cuya
    cuantificación resulta –al menos en el estado
    actual del conocimiento
    poco apropiada cuando no totalmente imposible.

    El estudio ergonómico de la iluminación se
    nutre de las mediciones precisas que aporta la
    antropometría, la fotometría y la fisiología de la visión; pero la
    planificación y el diseño de
    sistemas de iluminación ergonómicamente
    óptimos, debe abordar, tanto como sea posible, al ser
    humano en su totalidad. La ergonomía
    de producto, entendida como el estudio de la relación que
    los objetos de uso práctico establecen con sus
    destinatarios humanos, es un campo en el cual la base
    teórico/práctica del Diseño Industrial
    resulta particularmente efectiva y útil. Análisis similares al demostrado
    aquí para los sistemas de iluminación, pueden
    realizarse para cualquier artefacto producido por medios
    industriales.

    Los autores de este trabajo se graduaron ambos en la
    Facultad de Bellas Artes de la Universidad
    Nacional de La Plata, Buenos Aires,
    Argentina y
    realizaron el mismo para exponer en la Jornada de Ergonomía
    del Producto auspiciada por la Asociación REFA de Argentina,
    realizada en 1997.

    Ellos son:

    – Esteban Palacios, Diseñador Industrial.
    Tel.:( 0221) 482-7472. E-mail:
    esteban_palacios[arroba]hotmail.com

    – Gustavo Marincoff, Diseñador Industrial.
    Tel.:( 0221) 421-9588.

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