Introducción
Este trabajo ha sido realizado para ver
la música
folklórica desde el punto de vista de la estética
filosófica. Los motivos particulares que me han llevado a
realizar éste trabajo son demostrar que todo lo que en el
mundo existe esta dentro de la filosofía o dentro de sus
ramas, en éste caso de la belleza
estética.
En éste trabajo se trata de la
música
folklórica, y se expone y se deja claro que esta contiene
belleza estética filosófica, y se explica el porque
de la estética, sus motivos y la manera en que esta se
aprecia.
La Música
Folklórica Orientada a la
Estética
Filosófica
Antes de entrar a ver la estética
en la música
folklórica debo hablar acerca de que es la
estética, para que después se entienda y se vea la
verdadera relación.
Estética
Rama de la filosofía relacionada con la
esencia y percepción
de la belleza y la fealdad. La estética se ocupa
también de la cuestión de si estas cualidades
están de manera objetiva presentes en las cosas, a las que
pueden calificar, o si existen sólo en la mente del
individuo; por lo tanto, su finalidad es mostrar si los objetos
son percibidos de un modo particular o si los objetos tienen, en
sí mismos, cualidades específicas o
estéticas. La estética también se plantea si
hay diferencia entre lo bello y lo sublime.
La crítica y la psicología del arte, aunque disciplinas independientes,
están relacionadas con la estética. La psicología del
arte
está relacionada con elementos propios de esta disciplina
como las respuestas humanas al color, sonido,
línea, forma y palabras, y con los modos en que las
emociones
condicionan tales respuestas. La crítica se limita en
particular a las obras de arte, y analiza
sus estructuras,
significados y problemas,
comparándolas con otras obras, y
evaluándolas.
El término estética fue
introducido en 1753 por el filósofo alemán
Alexander Gottlieb Baumgarten, pero el estudio de la naturaleza de lo
bello había sido constante durante siglos. En el pasado
fue sobre todo un problema que preocupó a los filósofos. Desde el siglo XIX, los artistas
también han contribuido a enriquecer este campo con sus
opiniones.
Teorías
clásicas
La primera teoría
sobre la estética de algún alcance es la de
Platón, que consideraba
que la realidad se compone de arquetipos o formas, que
están más allá de los límites de la
sensación humana y que son los modelos de
todas las cosas que existen para la experiencia humana. Los
objetos que los seres humanos pueden experimentar son ejemplos o
imitaciones de esas formas. La labor del filósofo, por
tanto, consiste en comprender desde el objeto experimentado o
percibido, a la realidad que imita, mientras que el artista copia
el objeto experimentado, o lo utiliza como modelo para su
obra. Así, la obra del artista es una imitación de
lo que es en sí mismo una imitación.
El pensamiento de
Platón
tenía una marcada tendencia ascética. En su obra
La República iba más lejos al desterrar
algunos tipos de artistas de su sociedad ideal
porque pensaba que con sus obras estimulaban la inmoralidad o
representaban personajes despreciables, y que ciertas
composiciones musicales causaban pereza e incitaban a la gente a
realizar acciones que
no se sometían a ninguna noción de
medida.
Aristóteles
también habló del arte como
imitación, pero no en el sentido platónico. Uno
podía imitar las "cosas como deben ser", escribió,
y añadió que "el arte complementa
hasta cierto punto lo que la naturaleza no
puede llevar a un fin". El artista separa la forma de la
materia de algunos objetos de
la experiencia, como el cuerpo humano
o un árbol, e impone la forma sobre otra materia, como
un lienzo o el mármol. Así, la imitación no
consiste sólo en copiar un modelo
original, sino en concebir un símbolo del original;
más bien, se trata de la representación concreta de
un aspecto de una cosa, y cada obra es una imitación de un
todo universal.
La estética era inseparable de la moral y la
política
para Aristóteles y Platón. El
primero, al tratar sobre la música en su
Política, mantiene que el arte afecta al
carácter humano, y por lo tanto al orden social. Puesto
que Aristóteles sostenía que la
felicidad es el destino de la vida, creía que la principal
función del arte es proporcionar satisfacción a los
hombres. En la Poética, su gran obra sobre los
principios del
drama, Aristóteles razonaba que la tragedia
estimula las emociones de
compasión y temor, lo que consideraba pesimista e insano,
hasta tal punto que al final de la representación el
espectador se purga de todo ello. Esta catarsis hace a la audiencia más
sana en el plano psicológico y así más capaz
de felicidad. El drama neoclásico desde el siglo XVII ha
estado muy
influenciado por la Poética de Aristóteles. Las obras de los dramaturgos
franceses Jean Baptiste
Racine, Pierre
Corneille y Molière, en particular, se
acogían a los principios
rectores de la doctrina de las tres unidades: tiempo, lugar y
acción. Este concepto
dominó las teorías
literarias hasta el siglo XIX.
Otros enfoques primitivos
El filósofo del siglo III Plotino nació en Egipto y se
formó en filosofía en Alejandría; aunque
neoplatónico, dio mucha más importancia al arte que
Platón.
En el enfoque de Plotino, el arte revela la forma de un objeto
con mayor claridad de lo que es posible en la experiencia normal
y lleva al alma a la contemplación de lo universal. De
acuerdo con Plotino, los momentos más elevados de la vida
son estados místicos, con lo que viene a decir que el alma
está unida, en el mundo de las formas, a lo divino, que
Plotino conceptúa como "lo Uno". La experiencia
estética se encuentra muy cercana a la experiencia
mística, pues se genera un abandono terrenal mientras se
contempla el objeto estético.
El arte en la edad
media fue al principio una expresión de la
religión,
cuyos principios
estéticos están basados en su mayor parte sobre
el neoplatonismo.
Durante el renacimiento, en los siglos XV y XVI, el
arte se volvió más secular y la estética
clásica abarcó más campos que el religioso.
El gran impulso dado al pensamiento
estético en el mundo moderno se produjo en Alemania
durante el siglo XVIII. En su Laokoon el crítico
germano Gotthold Ephraim
Lessing sostenía que el arte está
autolimitado y logra su elevación sólo cuando estas
limitaciones son reconocidas. El crítico y
arqueólogo clásico alemán
Johann Joachim Winckelmann
mantenía que, de acuerdo con los antiguos griegos,
el mejor arte es impersonal y expresa la proporción ideal
y equilibrio
más que la individualidad de su creador. El
filósofo alemán Johann
Gottlieb Fichte consideraba la belleza una virtud
moral. Al
crear un mundo en el que la belleza, al igual que la verdad, es
un fin, el artista anuncia la absoluta libertad, que
es el objetivo de la
voluntad humana. Para Fichte, el arte es individual o social,
aunque satisface un importante propósito
humano.
Estética moderna
El filósofo alemán del siglo XVIII
Immanuel Kant estuvo
interesado en los juicios del gusto estético. Los objetos
pueden ser juzgados bellos, proponía, cuando satisfacen un
deseo desinteresado que no implica intereses o necesidades
personales. Además, el objeto bello no tiene
propósito específico y los juicios de belleza no
son expresiones de las simples preferencias personales sino que
son universales. Aunque uno no pueda estar seguro de que
otros estarán satisfechos por los objetos que juzga como
bellos, puede al menos decir que otros deben estar satisfechos.
Los fundamentos de la respuesta del individuo a la belleza, por
lo tanto, existen en la estructura de
su pensamiento.
El arte debería dar la misma
satisfacción desinteresada que la belleza natural. Resulta
paradójico que el arte pueda cumplir un destino que la
naturaleza no
puede: puede ofrecer belleza y fealdad a través de un
objeto. Una hermosa pintura de un
rostro feo puede incluso llegar a ser bella.
Según el filósofo alemán del siglo
XIX George Wilhelm Friedrich
Hegel, el arte, la religión y la
filosofía son las bases del desarrollo
espiritual más elevado. Lo bello en la naturaleza es
todo lo que el espíritu humano encuentra grato y conforme
al ejercicio de la libertad
espiritual e intelectual. Ciertas cosas en la naturaleza pueden
estar hechas más agradables y placenteras, y estos objetos
naturales son reorganizados por el arte para satisfacer
exigencias estéticas.
El filósofo alemán Arthur Schopenhauer creía que las
formas del universo, como
las formas platónicas eternas, existen más
allá de los mundos de la experiencia, y que la
satisfacción estética se logra
contemplándolos por el propio interés
que provocan, como medios de
eludir el angustioso mundo de la experiencia
cotidiana.
Fichte, Kant y Hegel marcan una
línea directa de evolución. Schopenhauer atacó a
Hegel pero
estuvo influido por el enfoque de Kant de la
contemplación desinteresada. El filósofo
germano Friedrich Nietzsche
aceptó en sus primeras obras la influencia de la
visión de Schopenhauer, para discrepar más tarde de
su magisterio. Nietzsche
estaba de acuerdo conque la vida es trágica, pero esta
idea no debería excluir la aceptación de lo
trágico con alegre espíritu, pues su
realización plena es el arte, el cual se enfrenta con los
terrores del universo a los
que se puede transformar, generando cualquier experiencia en algo
bello, y al hacerlo así transforma las angustias del mundo
de tal modo que pueden ser contempladas con placer.
Aunque gran parte de la estética moderna arraiga
en el pensamiento
alemán, éste estaba sujeto a otras influencias
occidentales. Lessing, un representante del romanticismo
germano, estuvo influido por los escritos estéticos del
estadista británico Edmund
Burke.
Estética y arte
La estética tradicional en los siglos XVIII y XIX
estuvo dominada por el concepto del arte
como imitación de la naturaleza. Novelistas como
Jane Austen y
Charles Dickens en Gran
Bretaña, y dramaturgos como Carlo Goldoni en Italia y
Alexandre Dumas (el hijo de
Alexandre Dumas padre) en Francia
presentaban relatos realistas sobre la vida de la clase media.
Pintores neoclásicos, como Jean Auguste Dominique Ingres,
románticos, como Eugène Delacroix, o realistas,
como Gustave Courbet,
representaban sus temas poniendo mucho cuidado en el detalle
natural.
En la estética tradicional se asumía
también con frecuencia que las obras de arte son tan
útiles como bellas. Los cuadros podían conmemorar
eventos
históricos o estimular la moral. La
música podía inspirar piedad o patriotismo. El
teatro, por la
influencia de Dumas y el noruego Henrik Ibsen, podía servir para
criticar la sociedad y de ese
modo ser útil para reformarla.
En el siglo XIX, no obstante, conceptos vanguardistas
aplicados sobre la estética empezaron a cuestionar los
enfoques tradicionales. El cambio fue muy
evidente en la pintura. Los
impresionistas franceses, como Claude Monet, eran denunciados por los
pintores academicistas por representar lo que ellos pensaban
deberían ver, bastante más de lo que realmente
veían, como eran las superficies de muchos colores y formas
oscilantes causadas por el juego
distorsionante de luces y sombras cuando el sol se
mueve.
A finales del siglo XIX, los posimpresionistas
como Paul
Cézanne, Paul
Gauguin y Vincent van
Gogh estuvieron más interesados en la
estructura
pictórica y en expresar su propia psique que en
representar objetos del mundo de la naturaleza. A principios del
siglo XX, este interés
estructural fue desarrollado más allá por los
pintores cubistas como Pablo
Picasso, y la inquietud expresionista se reflejaba
en la obra de Henri Matisse
y otros fauvistas, así como en expresionistas
alemanes de la categoría de Ernst Ludwig Kirchner. Los aspectos
literarios del expresionismo
pueden verse reflejados en las obras del sueco
August Strindberg y del
alemán Frank
Wedekind.
En estrecha relación con estos enfoques hasta
cierto punto no figurativos del mundo plástico
cobró importancia el principio del "arte por el arte", que
se derivó de la visión de Kant de que el
arte tenía su propia razón de ser. La frase fue por
primera vez utilizada por el filósofo francés
Víctor Cousin en 1818, y a su doctrina (llamada
esteticismo) se adhirió en Inglaterra el
crítico Walter Horatio Pater, los pintores prerafaelistas,
y por el pintor estadounidense expatriado James Abbott McNeill Whistler. En Francia
resumió el credo de los poetas simbolistas como
Charles Baudelaire. Claro que,
el principio del arte por el arte subyace en la mayor parte del
vanguardismo
occidental del siglo XX.
La Música
Folklórica y la Estética
¿Qué es música
folklórica?
Es la música que se transmite por
tradición oral, es decir, carece de notación
escrita, y se aprende de oído. Ha sido compuesta en su
mayoría por individuos que permanecen en el anonimato o
cuyo nombre no se recuerda. La música folclórica se
encuentra en la mayoría de las sociedades del
mundo y se da en formas diferentes y bajo una gran variedad de
condiciones sociales y culturales.
Como bien se sabe que la estética
esta relacionada con la esencia y percepción
de la belleza y la fealdad, también con los elementos
propios como las respuestas humanas al color, sonido,
línea, forma y palabras, y con los modos en que las
emociones
condicionan tales respuestas. Entonces la estética en la
música folclórica se relaciona con las repuestas
humanas al sonido, y al
decir música folklórica es a un tipo de sonido en
especial, que es espontáneo al ser humano, y representa
muchas leyendas,
raíces y costumbres del hombre
mismo.
¿Cuál es objeto de la
estética en la música folclórica? Como
sabemos el objeto de la Estética es la belleza, entonces
la estética en la música folklórica es la
belleza en el sonido del tipo
de melodía.
La relación con la comunidad
La música folclórica la
interpretan miembros de la comunidad que no
son músicos profesionales. A menudo está
relacionada con el ciclo del calendario y con acontecimientos
claves en la vida de una persona,
así como con actividades como los rituales y la crianza de
los hijos. Es la expresión sonora de las masas
preferentemente rurales y no educadas de unas sociedades
donde también hay una clase con mejor formación
musical. La música de esta última clase social, por
contraste, se llama clásica o música
culta.
Cuando una canción
folclórica pasa de un cantante a otro tiende a sufrir
cambios originados por los impulsos creativos, los errores de
memorización, los valores
estéticos de quienes la aprenden y la enseñan, y la
influencia que ejercen los estilos de otras músicas
conocidas por los cantantes. Por ello, este tipo de
canción ha desarrollado variantes que cambian de forma
gradual —quizá más allá de lo
reconocible— y coexisten en muchas formas. Dado que son
muchas las personas que participan en la determinación de
la forma de una canción, este proceso se
llama recreación colectiva. La música
folclórica suele recibir también influencia de la
música artística de los centros culturales cercanos
(por ejemplo, ciudades, cortes, monasterios). A menudo funciona
como una especie de remanso cultural que conserva, durante largos
periodos, las características de una música culta,
más antigua. También puede definirse como la
música con la cual la comunidad
étnica se identifica mejor a sí misma. Es una
música que suele florecer fuera de instituciones
como las escuelas e iglesias.
Si bien esta descripción de la música
folclórica es adecuada, sobre todo en el caso de las
culturas rurales de Europa occidental
anteriores al siglo XX, podrían señalarse muchas
excepciones. Los límites entre la música
folclórica y otros tipos de música no están
totalmente claros. Hay canciones que surgen del alma misma de la
música culta y que a veces son adoptadas por la comunidad.
La música
popular, desarrollada en las culturas urbanas y
transmitida gracias a los medios de
comunicación de masas, conserva ciertas características de la música
folclórica. La cultura
folclórica a veces desarrolla especialistas musicales,
como instrumentistas y cantantes de largos poemas
épicos. Los textos de las canciones pueden transmitirse
mediante tradición escrita o impresa, aunque la
música sea de carácter oral.
Si bien es cierto que existe algún
tipo de música folclórica en muchas culturas que
tienen también una tradición musical culta, por
ejemplo, la India,
China y
Oriente Próximo, su papel social y
entre los otros tipos de músicas es distinto. Por ejemplo,
en la India hay una
línea más clara que en Occidente para separar la
música clásica y la folclórica, mientras que
en el Oriente Próximo, un músico puede participar
en ambos géneros, folclórico y clásico. En
Irán esta música se denomina música regional
y la interpretan músicos más especializados que los
de la tradición clásica. El término
música folclórica no es el más correcto para
describir la música de culturas que no posean una
estratificación musical, es decir, que no tengan una
música culta por oposición a la folclórica.
En general, esta última se conoce por la manera de
enseñarse y aprenderse, por su relativa sencillez y por su
relación con un grupo
étnico, regional o nacional.
El objeto de la estética lo
constituyen las impresiones que la contemplación de las
cosas bellas produce en el hombre.
Entonces en la música folclórica el hombre
contempla la belleza del sonido que produce. En general la
estética que tiene la música folclórica va a
ser bastante similar a la de la música en
general.
Para Platón hay
una belleza exterior, corporal o de los sentidos, y
otro interior que él identifica con la virtud. Lo curioso
del caso es que, basándose en algunas defensas
teóricas de arte moderno no representativo, el desarrollo de
tales divisiones y distinciones dio una vuelta completa y
regresó a la idea de Platón. En
éste caso la música folclórica viene a ser
parte de una belleza exterior, ya que se aprecia lo bello a
través de los sentidos del
hombre.
Las canciones
Las huellas estilísticas descritas
antes caracterizan a regiones y países. Las
melodías folclóricas, aunque desarrollan variantes
locales, suelen permanecer donde han nacido. No obstante, de vez
en cuando, pasan de un país a otro, cambiando su estilo en
este proceso. Una
canción puede ser cantada por solistas en un país,
mientras que la variante de otro país puede ser coral.
Puede ser pentatónica en uno y usar la escala mayor en
otro. De hecho, entre las naciones es posible encontrar
melodías muy parecidas, como por ejemplo en países
tan distantes como Hungría y España,
pero en cada sitio la melodía refleja el estilo local.
Ello puede ser resultado de la difusión de las
melodías o de la existencia de una manera uniformada de
componer que produce a veces melodías similares. Pero no
es posible seguir la relación de melodías similares
en comunidades muy apartadas.
A pesar de ello, entre los miles de
melodías folclóricas conocidas en un país es
posible identificar aquéllas que parecen estar
relacionadas entre sí. Todas parecen tener un origen
similar en una melodía común y haberse consolidado
mediante los procesos de la
tradición oral y la recreación colectiva. El
grupo que
forman estas melodías relacionadas entre sí se
llama familia
melódica. Si bien muchas de las melodías
folclóricas tienen siglos de edad, la mayor parte de las
versiones que se conocen ahora provienen de colecciones impresas
que sólo en raras ocasiones superan el milenio de
antigüedad. Las comparaciones de dichas variantes permiten
revelar cómo se desarrolló una familia
melódica concreta. Las melodías pueden haberse
acortado: por ejemplo, al convertirse la canción de cuatro
versos "Pretty Mohea" en otra de la tradición
angloamericana llamada "On top of old Smoky", se pierden sus dos
primeras líneas. Pero una versión abreviada
también puede añadir nuevas líneas. En el
interior de una línea musical se ignora en ocasiones la
segunda mitad de dos partes enfrentadas y se reemplaza por una
repetición de la primera. Una melodía toma a veces
prestada una línea de una familia sin
relación alguna con ella. Por ello, en las canciones
folclóricas checas, que suelen usar la forma AABA, la
línea B puede trasladarse a otras melodías como
unidad independiente.
La cantidad de familias melódicas
en un repertorio dado de música folclórica puede
variar mucho. El repertorio húngaro parece tener cientos
de variaciones. El estudioso estadounidense Samuel Bayard
declaró en 1950 que la música folclórica
angloamericana está dominada por unas 40 o 50 familias de
las cuales siete acaparan la gran mayoría de los ejemplos.
En Irán, cada género de texto, como
las canciones sobre héroes de guerra o las
canciones sobre el martirio de los santones musulmanes, parece
asociarse con un tipo de melodía; por ello, el
número total de familias es muy
reducido.
Un grupo de
palabras, como las de una balada con su relato característico, pueden cantarse siempre con
la misma melodía y sus variantes. No obstante, sucede a
veces que se cante con melodías de varias familias, y los
distintos miembros de una familia
melódica se interpreten con textos distintos. Dado que
estos textos (como los relatos de las baladas) se difunden, son
comunes en un gran número de países en Europa y América. Lo mismo sucede con los miembros
de una familia
melódica. Sin embargo, ambas partes, letra y
música, no suelen viajar juntas. La balada "Lady Isabel
and the Elf-Knight", común en la música
folclórica inglesa, se encuentra en toda Europa, pero en
cada país se canta con un grupo de
melodías distinto.
La gran cantidad de melodías de un
repertorio musical folclórico típico es la base
para los distintos sistemas de
clasificación de melodías. Dado que la
tradición oral es impredecible, lo que permanece constante
cuando se cambia una melodía difiere mucho de una cultura a
otra. Por estas y otras razones, no hay todavía forma
satisfactoria de clasificar todas las melodías que
genéricamente son miembros relacionados de una misma
familia.
Como la música es la
combinación de canto y poesía,
para lograr el canto y la poesía
se necesitan llevar a cabo a través de la
expresión. La manera de expresión de la
música folklórica son de las canciones, porque el
arte es comunicación a través de la belleza,
y la belleza antes de comunicación de algo, es expresión
de algo. Decimos entonces que la expresión es la
exteriorización de alguna vivencia o sentimiento, pero
también es algo más que esa simple
exteriorización.
Tipos de canciones
Una de las maneras de examinar la función de las
canciones folclóricas es definir los usos que en la
sociedad
tienen los diferentes tipos. Entre los tipos mejor conocidos de
música folclórica está la
balada, que bien podría
ser descrita como una canción que cuenta una historia en la que ocurre un
incidente principal. En el mundo angloparlante, las canciones
"Barbara Allen" y "Lord Randall", ambas cantadas en infinitas
variantes, están entre las más conocidas. El
investigador estadounidense Francis James Child recopiló
305 baladas inglesas y escocesas antiguas, y las clasificó
y numeró (dada la cantidad de variantes, la mayoría
no posee títulos estándar). Estas canciones se
llaman desde entonces baladas Child. "Barbara Allen" es la balada
Child nº 78, "Lord Randall", la Child 12, y así
todas. Las baladas Child se han conservado muy bien en Estados Unidos y
Canadá. Cantadas sobre melodías más
antiguas, en general pentatónicas, muestran poca
influencia de la música culta y popular. Las baladas
compuestas más recientemente han circulado a menudo en
forma impresa sobre grandes hojas bajo el nombre de baladas de
pliego, y luego se han trasmitido de forma oral. Se trata a
menudo de melodías en tonalidades mayores o menores.
Suelen cantarse con acompañamiento instrumental. Se
asemejan al estilo de la canción popular y los himnos
protestantes modernos. Sus textos tratan entre otros temas de
amores infelices, de crímenes, de sucesos bélicos,
y de tragedias como el descarrilamiento de trenes. En contraste
con las baladas Child, las baladas de pliego son constantes en
los nombres, sitios y fechas que detallan, sirviendo por ello
también como un medio para divulgar las noticias. Si bien
las baladas inglesas son muy conocidas en Norteamérica, la
balada aparece en todas las culturas occidentales.
Otro tipo de canción
folclórica narrativa es la épica, centrada en la
figura de un héroe durante las guerras y
otros conflictos.
Las canciones épicas, que se encuentran sobre todo en los
Balcanes, Rusia, Finlandia y el Oriente Próximo suelen
organizarse en líneas o parejas de versos en lugar de
estrofas. Son bien conocidas las epopeyas serbias que relatan el
conflicto
entre cristianos y musulmanes (entre 1200 y 1600). Cantadas por
intérpretes profesionales en los cafés, y a veces
con una duración de varias horas, suelen tener partes
improvisadas con el uso de fórmulas melódicas y se
suelen hacer acompañar con el gusle (un violín con
vientre de piel y una
cuerda de crin de caballo). En Irán, las epopeyas hablan
de los reyes preislámicos y de las hazañas de los
líderes primitivos del Islam. Las
tradiciones folclóricas épicas se encuentran
diseminadas por toda Asia.
Relacionados con las canciones narrativas
están los géneros del teatro
folclórico, presentes a todo lo largo de Asia y en algunas
partes de Europa. Estas
obras, de carácter similar a las representaciones de los
misterios medievales, pueden estar ilustradas mediante
narraciones de la historia de la Navidad en
forma de diálogos. En dichos géneros el estilo de
la música suele ser sencillo, con melodías
repetitivas de fórmulas cortas y pocas
notas.
Un gran grupo de
canciones folclóricas podría llamarse canciones de
calendario, es decir, que acompañan las fechas de los
rituales que señalan los sucesos principales de la vida o
de los distintos ciclos del año. En este grupo se incluyen
las canciones reservadas para los nacimientos y la pubertad, las
canciones de boda y las endechas funerarias. En Occidente el
año se marca mediante
canciones de rituales precristianos como la celebración de
los solsticios de verano e invierno, la siembra y la cosecha, por
la música de las fiestas cristianas como Navidad,
Pascua y Pentecostés, y por combinaciones como Año
Nuevo con el solsticio de invierno y la fiesta de san Juan con el
de verano. Las canciones de calendario suelen ser arcaicas, y
utilizan formas cortas y escalas restringidas, por lo que suele
relacionárselas con instrumentos como las carracas, las
trompetas de madera de tono
único y las flautas sin agujeros.
Otra categoría de música
folclórica es la que incluye a las canciones de crisis como
guerras y
enfermedades. Si
bien las canciones de este tipo quizá hayan sido comunes
alguna vez, ahora son raras. Sin embargo, su existencia demuestra
la relación de la música folclórica con la
de las culturas tribales.
En las culturas occidentales y, sobre
todo, en aquellas culturas americanas cuya música
folclórica deriva de la de África, se pueden
encontrar muchas canciones de trabajo. Su propósito es
incrementar la producción mediante el sonido
rítmico. Otras, con textos que tratan de las actividades
agrícolas y otros trabajos, cumplen la función de
estimular la solidaridad en el
grupo de trabajo. Dentro de este grupo encontramos las salomas
marineras, las canciones vaqueras y las del ferrocarril, muchas
de las cuales son narrativas y a la vez
baladas.
Otros tipos de canciones
folclóricas incluyen las canciones de amor, las
canciones de entretenimiento como las que entonan los
jóvenes en los Balcanes mientras pasean los días de
fiesta, y las canciones de marcha entonadas en siglos anteriores
por los soldados en campaña. Las canciones infantiles
incluyen las nanas, las canciones de juego y las
rimas de contar, así como las canciones de rima de las
niñeras con un propósito educativo. Otro tipo son
las canciones religiosas, es decir, los himnos cantados en las
iglesias rurales e insertos en la tradición
oral.
El propósito principal de la
música folclórica instrumental es acompañar
a la danza, y, en
segundo término, la marcha y con respecto a la
estética filosófica seria de exteriorizar alguna
vivencia o sentimiento, en una forma agradable al oído
para que tenga una belleza estética. Si bien sólo
encontramos piezas instrumentales en Europa y América, son habituales las canciones
interpretadas con instrumentos. A veces la danza se
acompaña con el canto. En los países escandinavos
las baladas narrativas se utilizaban antaño para la
danza.
La música folclórica en el mundo
moderno
La imagen expuesta
hasta ahora se aplica a la música folclórica tal
como existía en los siglos precedentes y pervive hoy en
algunas culturas aisladas en valles y aldeas. La mayoría
de las culturas folclóricas, por el contrario, ha cambiado
mucho durante los últimos cien años. La imprenta y
los medios de
comunicación de masas les han permitido acceder a la
cultura
urbana. Los miembros de las comunidades folclóricas se han
trasladado a las ciudades y continuado allí sus
tradiciones de distinta forma. La música urbana ha
estado
influida por la música folclórica. Por ello, muchos
de los fenómenos que antiguamente estaban en los
límites de esta última han adquirido una
importancia mayor. Algunos ejemplos: los grupos
étnicos europeos que viven ahora en las ciudades de
Norteamérica mantienen sus tradiciones en festivales y
fiestas que intentan preservar su integridad étnica
(aunque no las funciones
originales de las canciones). Los movimientos de disidencia
política y
social han hecho de la práctica de escribir y tocar
canciones una forma de apoyo a sus causas a través de sus
letras. Los cantautores folclóricos estadounidenses de
origen rural, como la familia
Carter en los años treinta, o de bases académicas,
como Pete Seeger, se
han convertido en importantes personajes del entretenimiento
urbano. Esto también se produce en Europa, Asia, América
y África. La música popular utiliza los estilos
folclóricos: ejemplo de ello son los estilos mixtos que
han surgido, como la música
country, el folclórica-rock, el
soul y el gospel, la rumba de Cuba, la zamba
brasileña o el tango argentino.
En Europa oriental y otros países, los cantantes
folclóricos de talento han recibido formación
musical académica en los conservatorios.
La típica comunidad
folclórica ha estado
expuesta a muchos tipos de influencias musicales. En las antiguas
repúblicas de la Unión Soviética los
instrumentos que en la antigüedad se tocaban de forma
solista se organizaron en orquestas para entretenimiento de las
grandes ciudades. Los concursos, los festivales
folclóricos y el turismo han dejado su huella
en la comunidad folclórica y su música
relativamente aislada. El carácter de la música
folclórica ha cambiado mucho desde la II Guerra Mundial, y
las líneas que la separaban de los otros tipos de
música se han desdibujado. A pesar de ello, este tipo de
música es un fenómeno mundial, que si bien
está inmerso en un proceso de
cambios no muestra signos de
extinción.
La estética en la música
folklórica no va a ser igual para todos, ya que todos
tenemos gusto y así como alguien le puede gustar algo a
otro no. Para encontrar la belleza estética en la
música folklórica va a depender del gusto que se
tenga, ya el gusto es rabiosamente personal, que es
muy difícil concretarlo y que, a la hora de ejercitar el
delicado arte del dialogo, suele
convertirse en un enmascaramiento del propio orgullo y de la
propia autosuficiencia.
Conclusiones
- La estética es la rama de la
filosofía relacionada
con la esencia y percepción de la belleza y la
fealdad. - La música folclórica es
la música que se transmite por tradición oral, es
decir, carece de notación escrita, y se aprende de
oído. - La estética en la música
folclórica se relaciona con las repuestas humanas al
sonido, y al decir música folklórica es a un tipo
de sonido en especial, que es espontáneo al ser humano,
y representa muchas leyendas,
raíces y costumbres del hombre
mismo. - El objeto de la estética lo
constituyen las impresiones que la contemplación de las
cosas bellas produce en el hombre.
Entonces en la música folclórica el hombre
contempla la belleza del sonido que produce. - La música folclórica
viene a ser parte de una belleza exterior, ya que se aprecia lo
bello a través de los sentidos
del hombre. - La manera de expresión de la
música folklórica es a través de las
canciones, porque el arte es comunicación a través de la
belleza, y la belleza antes de comunicación de algo, es expresión
de algo. - La expresión es la
exteriorización de alguna vivencia o sentimiento, pero
también es algo más que esa simple
exteriorización. - El propósito principal de la
música folclórica instrumental es
acompañar a la danza, y, en
segundo término, la marcha y con respecto a la
estética filosófica seria de exteriorizar alguna
vivencia o sentimiento, en una forma agradable al oído
para que tenga una belleza estética. - Para encontrar la belleza
estética en la música folklórica se
depender del gusto que se tenga, ya el gusto es rabiosamente
personal, que
es muy difícil concretarlo y que, a la hora de ejercitar
el delicado arte del dialogo,
suele convertirse en un enmascaramiento del propio orgullo y de
la propia autosuficiencia.
Glosario
Balada: canción
folclórica narrativa basada en la parte más
dramática de un relato, construida por medio de una serie
de diálogos y acciones. En
un sentido técnico y al mismo tiempo más
amplio, es un poema narrativo corto, cantado en reuniones
populares o por gentes sencillas. La palabra balada se
utilizó por primera vez en un sentido general para
señalar un poema corto y simple, cantado o no, que
podía tener un carácter narrativo o lírico,
cruel o amable, sentimental o satírico, religioso o
profano y vagamente asociado a la danza.
En sentido estético, la balada
está considerada como la forma artística más
destacada y bella desarrollada por las tradiciones
folclóricas del mundo. Aunque el lugar y el momento de su
aparición son una incógnita, lo que sí se
sabe es que la balada es relativamente
reciente.
Birimbao o Guimbarda: instrumento musical
en el que una pequeña estructura de
metal o bambú rodea una lengüeta estrecha y flexible
fijada en un extremo de la estructura.
Ésta se coloca contra los dientes cerca del lado no sujeto
de la lengüeta, que vibra por varios procedimientos.
La lengüeta produce una sola nota; cuando el
intérprete cambia la forma de la boca se producen
diversos armónicos
del sonido fundamental. La serie armónica es la
misma que la de la trompeta. A partir del siglo XIV las
guimbardas se extendieron rápidamente por Asia, el
Próximo Oriente y África.
Dulcémele: instrumento musical en el que
cuerdas de alambre, en grupos de dos a
cinco por nota, se colocan a lo largo de una caja de resonancia
plana y con forma trapezoidal. Suenan al ser golpeadas por unos
martillos ligeros que producen un sonido vibrante, seco y
metálico. El dulcémele, antecedente del piano,
tiene su origen en el Próximo Oriente, probablemente como
el santir persa.
Zanfonía o Cinfonía:
violín mecánico en el que el instrumentista cambia
las notas presionando teclas de un teclado, y en
el que vibran las cuerdas por la fricción de una rueda
enresinada, situada en la base del instrumento, que gira movida
por un manubrio. La zanfonía común tiene dos
cuerdas melódicas que cruzan por debajo del teclado y
cuatro bordones a los lados. Apareció en el Occidente
europeo hacia el siglo IX y en la música religiosa
medieval se utilizaron grandes zanfonías
(organistrum) que necesitaban de dos
intérpretes.
Música Country: uno de los estilos de
música popular de Estados Unidos
basado en la música tradicional sureña (que se
deriva principalmente de la música folclórica de
Inglaterra e
Irlanda) e influenciado por otros estilos de música
popular.
Música Gospel: canto religioso de
carácter popular propio de la comunidad negra
estadounidense. Surgió alrededor de 1870.
Folklore: término
general que abarca creencias, costumbres y conocimientos de cualquier
cultura
transmitidos por vía oral, por observación o por imitación. Este
conjunto de material se conserva y transmite de generación
en generación con constantes cambios según la memoria, la
necesidad inmediata o el propósito del transmisor. El
término folclore fue acuñado en 1846 por el
anticuario inglés
William John Thoms para sustituir el concepto de
antigüedades populares.
Bibliografía
- Frondisi, Risieri: Que son los valores,
Breviarios del fondo de Cultura
Económica, México, varias
ediciones. - Ash, William: Marxismo y
Moral,
Ediciones ERA, S.A., México, 1969. - Sánchez Vásquez, Adolfo:
Etica, Ed. Grijalbo, S.A., México, 1969. - Shaff, Adam: Filosofía del
Hombre,
Grijalbo, S.A., México, 1966. - Sánchez, Amable:
Introducción a la Filosofía, Seviprensa
Centroamericana, Guatemala,
1987. - Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 ©
1993-1997 Microsoft
Corporation. Reservados todos los derechos.
Jorge Romeo Gaitán
Rivera
Bachiller Industrial Perito en
Electrónica Digital y
Microprocesadores
1er. Semestre de Ingeniería
Electrónica