Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor
conflagración hasta entonces conocida. Motivada por
conflictos
imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como
se denominó originalmente a la primera guerra
mundial, implicó a toda la población de los
estados contendientes, así como a la de sus colonias
respectivas.
La causa inmediata que provocó el estallido
de la primera guerra
mundial fue el asesinato del archiduque de
Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo, Servia
(posterior Yugoslavia), el 28 de junio de 1914. Austria
presentó un ultimátum a Servia y el 28 de julio de
declaró la guerra. El
sistema de
alianzas militares creado en los años precedentes
entró entonces en funcionamiento. Rusia ordenó la
movilización de sus ejércitos contra Austria, por
afinidad con sus hermanos eslavos. Alemania,
aliada del imperio austro-húngaro, pidió a Rusia
que detuviera sus maniobras contra Francia, en la
que se concentraría el máximo de fuerzas
disponibles para lograr rápidamente una victoria que
permitiera al ejército dirigirse contra Rusia. El plan fue
ejecutado por el general Helmuth von Moltke, que dejó al
ejército austríaco encargado de contener a los
rusos en el frente oriental y dirigió la mayor parte de
sus tropas contra Francia. El
ejército francés, al mando del general
Joseph-Jacques-Césaire Joffre, se dispuso a su vez a
aplicar el plan XVII,
contraataque centrado en el Marne.
Los alemanes iniciaron su ofensiva occidental con
la toma de Leija el 16 de agosto de 1914. El 20 de agosto de este
año entraron en Bruselas y tomaron Namur. La defensa
francesa fue arrollada, pero en septiembre, cuando la balanza
parecía inclinarse del lado alemán, el
ejército de Joffre consiguió rechazar la ofensiva
alemana en la primer batalla del Marne. El general alemán
Erich von Falkenhaynm que sucedió a Moltke como jefe del
estado mayor
del ejército, hizo frente a una nueva ofensiva
anglo-francesa. Tras las batallas de Yser e Ypres se
estabilizó un frente que iba desde el canal de la Mancha
hasta Suiza.
En el frente oriental, el ejército ruso se
dirigió al este de Prusia. Allí los generales A.V.
Samsonov y P.K. Rennenkampf derrotaron al ejército
austríaco. Los generales alemanes Paul von Hindenburg y
Erich Ludendorff lograron sin embargo una gran victoria sobre el
ejército ruso en las batallas de Tannenberg (26 de agosto
de 1914) y de los lagos Masurianos (febrero de 1915). Rusia
dirigió entonces una operación masiva contra
Silicia, pero los resultados no fueron favorables a ninguno de
los dos bandos y el frente oriental quedó también
estabilizado.
El imperio Otomano (Turquía) entró
en la guerra el 10
de agosto de 1914, al acoger en sus aguas territoriales a dos
barcos de guerra
alemanes.
En esta primera fase, la guerra en el mar se
libró entre el Reino Unido y Alemania. Los
británicos tenían una neta superioridad
numérica en flota de superficie, mientras que Alemania
dedicó su esfuerzo sobre todo a la guerra submarina, En el
ataque a las islas Malvinas,
efectuado el 8 de diciembre de 1914, los alemanes sufrieron una
terrible derrota que supuso el principio del fin de sus operaciones en
alta mar. Inició entonces el Segundo Reich alemán
una campaña de bloqueo comercial submarino que
conmovió a la opinión mundial, cuando el 7 de mayo
de 1915 fue hundido el transatlántico británico
"Lusitania", con dos mil pasajeros a bordo.
Los años de
estabilización
A comienzos de 1915, los rusos, amenazados por los
turcos en el Cáucaso, pidieron a los británicos una
acción rápida contra Turquía. En el Reino
Unido, y poco después en Francia, se
aprobó el plan de ataque de
Winston Churchill. En febrero, una expedición naval
tomó las fortalezas situadas en la entrada de los
Dardanelos. Sin embargo, los turcos resistieron en el interior,
con lo que también aquí se estabilizó el
frente.
Desde fines de 1914, demostrada la inviabilidad
del plan de
Schlieffen, Falkenhayn vio la conveniencia de desarrollar las
operaciones en
el frente oriental. Los alemanes se mantuvieron en general a la
defensiva en el frente occidental y concentraron sus esfuerzos
contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su frente y
obligándolos a retirarse en una línea que iba desde
el mar Báltico hasta Chernovtsi, en la frontera
rumana.
En 1915, Italia
declaró la guerra a Austria. El avance italiano hacia el
este pronto fue detenido, lo que supuso el inicio de una guerra
de trincheras en torno al
río Isonzo. En septiembre, los imperios centrales firmaron
un tratado con Bulgaria y ocuparon Servia. Los aliados enviaron
ayuda a través de Tesalónica, pero no consiguieron
llegar hasta los servicios.
Durante el invierno de 1915-1916, Falkenhayn
dirigió su acción contra Francia en una
ofensiva de desgaste que se inició el 21 de febrero de
1916 en Verdún, cuya defensa fue confiada al general
francés Philippe Pétain. Pero la ofensiva de los
aliados en el Somme distrajo la atención de los alemanes,
que perdieron así su gran oportunidad. En el verano de
1916 tuvo también lugar la confrontación entre la
flota alemana y al británica en la batalla naval de
Jutlandia, en el mar del Norte, que ambos contendientes
consideraron como una victoria.
En el frente oriental, en 1916 los rusos iniciaron
una importante operación de ataque, dirigida por A.A.
Brúsilov, que tuvo como resultado indirecto la entrada de
Rumania en la guerra a favor de los aliados.
De enero a mayo de 1917, la estrategia aliada
en el frente occidental consistía en que el
ejército británico hiciese ataques preparatorios,
reservándose a los franceses una ofensiva mayor en la
región de Champagne. La batalla de Arrás, con la
que se inició la ofensiva británica el 9 de abril
de 1917, fracasó totalmente, y los aliados adoptaron una
estrategia
defensiva elaborada por Pétain.
El hundimiento de tres barcos mercantes
estadounidenses por los submarinos alemanes provocó la
declaración de guerra de los Estados Unidos a
Alemania el 6
de abril de 1917.
En el frente oriental, la revolución rusa
supuso un respiro para los imperios centrales. El armisticio
firmado en Brest-Litovsk el 15 de diciembre de 1917
benefició a Alemania, que
quería la paz en el este para transferir tropas al frente
occidental, así como al partido bolchevique ruso, que la
deseaba para consolidar su régimen.
En el frente occidental, los británicos
iniciaron de junio a diciembre de 1917 una ofensiva en Flandes
que se cerró con una operación de gran significado
para el futuro: la batalla de Cambrai, donde se utilizaron por
primera vez carros de combate.
Entre mayo de 1917 y septiembre de 1918 se
iniciaron movimientos de paz por parte del emperador
austríaco Carlos I y del papa Benedicto XV. A lo largo de
1918, el presidente Woodrow Wilson formuló sus famosos
"catorce puntos", donde definía las bases de la paz,
indicando soluciones
para los problemas
originados por la guerra.
Las últimas ofensivas y la victoria
aliada
En el frente occidental, de marzo a septiembre de
1918, el mayor problema de los aliados era cómo hacer
frente a una inminente ofensiva alemana antes de la llegada de
refuerzos de los Estados Unidos.
Ludendorff decidió atacar, aprovechando la ventaja
derivada de la transferencia de tropas del frente oriental.
Lanzó una serie de ofensivas que culminaron en la segunda
batalla del Marne, pero los aliados recuperaron la iniciativa con
la llegada de fuerzas estadounidenses al mando del general John
J. Pershing. Ludendorff se convenció de la necesidad
urgente de la paz negociada. En todos los demás frentes,
los aliados iniciaron ofensivas que contribuyeron a minar la
fuerzas alemanas y austro-húngaras. En Italia, las
fuerzas austríacas se amotinaron a fines de octubre de
1918, y el alto mando ordenó la retirada
general.
El imperio austro-húngaro comenzó a
desmoronarse. Sus diversas nacionalidades (eslavos del sur,
checos y polacos) proclamaron la independencia,
con lo que los territorios de Austria y Hungría quedaron
muy mermados.
La ofensiva final en el frente occidental
consistió por parte de los aliados en ataques convergentes
contra las posiciones alemanas al oeste de la línea que
iba de Ypres a Verdún. El 3 de octubre de 1918, el
canciller alemán, el príncipe Maximiliano de
Badén, envió una nota a Wilson en la que
pedía el armisticio y el establecimiento de negociaciones
de paz. El 27 de octubre, Alemania consintió en aceptar
las condiciones de Wilson para el armisticio, el cual
debía formularse unilateralmente por los Estados Unidos y
los aliados. Las negociaciones se entablarían con un
gobierno
representativo del pueblo alemán y los términos
deberían hacer a Alemania incapaz de reanudar las
hostilidades.
El 9 de noviembre, Guillermo II decidió
abdicar al tiempo que se
extendía por Alemania una revolución proletaria que
sería finalmente sofocada por grupos
contrarrevolucionarios y militares. En Europa comenzaron
los preparativos para la conferencia de
paz de Versalles.
La guerra mundial
había causado cerca de diez millones de muertos y varios
millones más de heridos, en su mayoría
jóvenes, principalmente de Rusia, Alemania, Francia y el
Reino Unido. Las pérdidas materiales
fueron también cuantiosas en los países
beligerantes. Por otra parte, la contienda había generado
un intenso desarrollo de
los instrumentos y técnicas de guerra: por primera vez
participaron de forma activa en el combate los fusiles de
repetición, las ametralladoras, los gases
asfixiantes, los tanques, los dirigibles y los aviones, y
también por primera vez se practicaron la guerra de
posiciones y los bombardeos de ciudades. La exacerbación
del patriotismo y la movilización de la sociedad civil
fueron otras novedades de la primera guerra
mundial.
El período entre
guerras
Las frustraciones ocurridas después de la
Gran Guerra, sumadas a los profundos problemas
sociales y económicos, destruyeron las frágiles
democracias de algunos países europeos,
sustituyéndolas por regímenes totalitarios de
extrema derecha como el fascismo italiano
y el nazismo
alemán. En la Unión Soviética se
desarrolló una dictadura de
extrema izquierda representada por el
stalinismo.
En el plano económico, tuvo lugar una
profunda crisis que
puso a prueba el sistema
capitalista: la crisis de 1929
que, iniciada en los Estados Unidos,
se extendió prácticamente por todo el
mundo.
Se puede dividir la etapa que separa el final de
la primera guerra
mundial del comienzo de la segunda en dos grandes
períodos: entre 1919 y 1929, tras unos pocos años
de crisis y
reordenamientos, las relaciones entre las potencias europeas y la
situación general mejoraron considerablemente; a partir de
1929 una crisis
económica generó nuevos conflictos y
se entró en una etapa que condujo a un nuevo estallido
bélico.
La Sociedad de las Naciones, creada por el
tratado de Versalles, era una entidad que tenía su sede en
Ginebra (Suiza). En su estructura
pronto aparecieron fisuras: los Estados Unidos no
participaron en ella, pues el Senado norteamericano no
aceptó los compromisos adquiridos por el presidente Wilson
y el nuevo gobierno,
encabezado por el presidente Harding inició una
política de aislamiento. Alemania fue aceptada como
estado miembro
en 1925, pero -a igual que Japón e Italia- se
retiró de ella al iniciar una política
expansionista en la década siguiente.
La Sociedad de las
Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos
internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la
que había sido concebida.
Los estallidos
totalitarios
Ideologías totalitarias de distinto signo
se impusieron en tres naciones europeas: Rusia, Italia y
Alemania. Con profundas diferencias entre ellos, estos sistemas tuvieron
como denominador común la supresión de la libertad
política y el papel de
preponderante del Estado
controlado por un solo partido.
El fascismo
Italia después de la
guerra
La primera guerra
mundial acentuó el nacionalismo
de los italianos en la medida en que sus reivindicaciones
territoriales no fueron satisfechas por el tratado de Versalles.
La región de Fiume, por ejemplo, que los italianos
reclamaban, le fue entregada a Yugoslavia. Además, las
potencias de la Entente no reconocieron los esfuerzos de Italia en la
guerra en la que había perdido 650.000 combatientes y
sufrido la devastación de Venecia y otras regiones. El
frustrado pueblo italiano achacó al gobierno liberal
italiano su debilidad frente a Francia e Inglaterra
culpándolo además de la generalizada crisis
económica del país que afectaba principalmente a
obreros y campesinos. Las rebeliones rurales y urbanas se
generalizaron, produciéndose saqueos de comercios y
ocupación de fábricas alentados por los partidos de
izquierda: Socialista y Comunista.
El principio esencial de la doctrina fascista es
la concepción del Estado. Para
el fascismo,
el Estado no
es lo absoluto, ante el cual los individuos y los grupos no son
sino lo relativo. El estado
fascista es una voluntad de poder y de
dominación. Para el fascismo, la
aspiración al Imperio, es decir, a la expansión de
las naciones, es una manifestación de vitalidad; s u
contrario, el espíritu casero, es un signo de decadencia.
Loa pueblos que nacen o que resucitan, son imperialistas, los
pueblos que mueren son los que renuncian. El imperio exige la
disciplina, la
coordinación de esfuerzos, el deber y el
sacrificio.
En este momento más que nunca, los pueblos
tienen sed de autoridad, de
dirección y de orden. Si cada siglo tiene su doctrina, mil
indicios muestran que la de este siglo fue el fascismo.
Los fascistas en el
poder
El partido fascista fue creado por Benito
Musscolini, a poco de terminar la guerra. Agrupó
inicialmente a individuos partidarios de detener la
expansión izquierdista que se venía operando en
Italia y para lo cual no vacilaban en propiciar el uso de la
violencia. El
fascismo fue
ganando el apoyo de sectores vinculados con los militares, la
burguesía y la clase media italianos, quienes alarmados
por el auge de los izquierdistas, vieron en esta fuerza un
medio para detener las agitaciones sociales.
Ante lo que calificaban de pasividad del gobierno,
grupos
fascistas armados realizaron frecuentes atentados contra
líderes socialistas y comunistas así como en las
sedes de esos partidos y de sindicatos.
En octubre de 1922, cincuenta mil fascistas, los
llamados camisas negras (fasci de combatimento, distinguidos
precisamente, por vestir camisas negras), realizaron una marcha
sobre Roma y exigieron
al rey Victor Manuel II la formación de un nuevo gobierno liderado
por Musscolini. El rey cedió y los fascistas llegaron al
poder.
Musscolini instauró una dictadura que
no vaciló en recurrir a todos los medios
coercitivos, aún el secuestro y el
asesinato de destacados líderes opositores. Fue declarado
Duce (guía, conductor, caudillo) y todo el poder se
concentró en él.
Con el fascismo en el poder, se
terminaron las libertades públicas en Italia. Se
disolvieron los partidos políticos y todas las organizaciones
hostiles al gobierno; sólo subsistió el Partido
Fascista; toda oposición fue destruida.
Desde el gobierno se propició un nacionalismo
extremo que derivó hacia prédicas militaristas e
imperialistas, creándose un fuerte ejército y una
poderosa escuadra.
Con la intención de poner fin a los
enfrentamientos entre empresarios y trabajadores, los fascistas
concibieron un Estado
corporativo basado en las corporaciones (representaciones mixtas
de patrones y obreros).
En el orden económico se apoyó la
iniciativa privada y se planteó una política de
pleno empleo
propiciándose grandes obras públicas y
estimulándose la producción de la agricultura y
de la industria. Las
reservas del Banco de Italia
se incrementaron y la lira (moneda italiana), aumentó su
valor.
Bajo el lema "Creer, obedecer, combatir", se
estructuró un Estado que se fundamentó en la
Cámara de los Fascios y las Corporaciones, ambas
convertidas en instrumentos incondicionales del gobierno. El
fascismo afirmó la primacía del Estado, encarnado
en el Duce, jefe todopoderoso. La expresión "il duche ha
siempre razione" (el Duce siempre tiene razón)
envolvió a Musscolini con un hálito de
infalibilidad indiscutible.
En 1929, Musscolini llegó a un acuerdo con
el Papado con quien firmó el Tratado de Letrán, por
el cual se reconoció al Papa su soberanía sobre la
pequeña región del Vaticano.
Invasión de Italia: Se hunde el
fascismo
En 1943, los aliados invadieron el sur de Italia y
se apoderaron de Sicilia. Entre las fuerzas armadas italianas
tomaron fuerza los
partidarios de la paz: Mussolini fue depuesto y encarcelado y el
nuevo gobierno se rindió a los aliados. Los alemanes no
aceptaron esta capitulación; siguieron la lucha, liberaron
a Mussolini (quien se instaló en Milán al frente de
un gobierno débil) y se hicieron fuertes en Roma.
Para esa época tomó fuerza la
resistencia
italiana integrada por partisanos que enfrentaron a alemanes y
fascistas. Mientras tanto proseguía el avance de los
aliados que entraron triunfalmente en Roma. Mussolini
intentó huir pero, sorprendido por miembros de la resistencia
italiana, fue fusilado.
El nazismo
Nacionalismo, racismo e
imperialismo
Luego de la guerra, los alemanes depusieron al
Kaiser y proclamaron la República de
Weimar.
En 1919, el país conducido por los
social-demócratas debió firmar el Tratado de
Versalles -en muchos aspectos humillante para Alemania- que
obligó a este país a pagar una enorme deuda de
guerra en parte solventada por créditos
norteamericanos.
Alemania atravesaba por un período
crítico: inflación, desempleo,
miseria, enfrentamientos sociales que el gobierno fue incapaz de
resolver. Las oposiciones crecían y la prédica de
socialistas y comunistas alentaba las agitaciones sociales. Los
militares, por su parte, trataban de justificar la derrota
alegando que "Alemania había sido apuñalada por la
espalda" por marxistas y judíos.
En ese año, en la ciudad de Munich,
Adolfo Hitler,
un ex-cabo que había participado en la guerra, creó
el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, cuya
abreviatura originó el término nazi con que
se lo conoció. Esta nueva agrupación intentó
sin éxito apoderarse del gobierno de Munich (1923), por
tal razón Hitler fue
encarcelado por unos meses. En la prisión escribió
un libro –Mi
lucha– en el que sintetizaría las bases de la doctrina
nazi. En esta obra Hitler defiende
la idea de la superioridad de la raza aria de la cual el pueblo
alemán sería el más puro
representante.
Los Nazis en el
poder
Los nazis, con su prédica antimarxista,
fueron logrando el apoyo de los sectores que veían
alarmados el crecimiento de los partidos de izquierda. Las
elecciones presidenciales de 1932 confirmaron en el gobierno al
anciano mariscal Hindenburg, pero Hitler obtuvo una
considerable cantidad de votos. Ningún partido
logró la mayoría como para dominar el Reichtag
(Parlamento) y constituir un gobierno. Hindenburg entonces,
llamó a Hitler para
ocupar el cargo de canciller en un gabinete de coalición
en el que figuraban nazis y conservadores
(1933).
En 1934 fue incendiado el Reichtag. Hitler
acusó a los comunistas: fue el pretexto para disolver el
Partido Comunista. Al morir el presidente Hindenburg (1934) el
Parlamento dio plenos poderes a Hitler, quien se convirtió
en el Führer (término parecido al de Duce) del pueblo
alemán: comenzó entonces la terrible dictadura
nazi.
Se exacerbó el militarismo y el imperialismo y
se acentuó el carácter racista del movimiento:
los judíos fueron perseguidos y confinados en campos de
concentración donde fueron asesinado en masa. La
oposición fue destruida. Una gran cantidad de
intelectuales y científicos debió exiliarse y en la
noche del 10 de mayo de 1933, se alzó en Berlín una
enorme pila de libros para
ser quemados públicamente argumentando que
"subvertían el pensamiento
alemán": Thomas Mann, Stefan Zweig, Eric Maria, Remarque,
Albert
Einstein, Freud, etc.,
fueron algunos autores cuyas obras terminaron devoradas por el
fuego.
El nazismo
montó un extraordinario aparato publicitario destinado a
popularizar la doctrina oficial. Los SA (milicias del partido)
actuaban como grupo de
choque, en tanto que la Gestapo (policía política)
lo vigilaba todo.
Se implantó un rígido control del
Estado sobre la economía y al desconocerse las
determinaciones del Tratado de Versalles que prohibían el
rearme alemán, se propició la producción
industrial principalmente aplicada a la industria
bélica y química. Era evidente que el Tercer Reich,
tal el nombre dado por los nazis al nuevo régimen, se
preparaba para la guerra.
El Stalinismo en la Unión
Soviética
Una cruel dictadura
personal
Terminada la guerra civil con el triunfo de los
comunistas (1921), Lenin dirigió férreamente los
destinos de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (denominación oficial de Rusia a partir
de 1922). Se instauró la dictadura del
proletariado y se planificó la economía en medio de
grandes dificultades que amenazaban con provocar un caos
económico.
Con la muerte de
Lenin (1924) y tras una tremenda lucha por el poder entre
Stalin y Trotski, asumió el primero. Trotski y sus
seguidores debieron exiliarse. Radicado en México, fue
asesinado en 1940 por orden de Stalin.
El stalinismo pasó a ser sinónimo de
intolerancia y persecución. Stalin instauró una
dictadura que suprimió toda forma de oposición. El
Partido y la sociedad fueron
sometidos a sangrientas purgas que terminaron con las
disidencias.
La URSS aspiraba a convertirse en potencia
industrial: la acción del Estado Soviético se
aplicó a ese fin y las masas obreras fueron sometidas a
ingentes sacrificios. Desapareció la propiedad
privada y toda la producción industrial y agrícola
quedó en manos del Estado.
El Estado
soviético fue reorganizado: por la Constitución de
1936 se crearon el Soviet Supremo encargado de legislar, el
Cosejo de Comisarios del Pueblo y un Presidium. Sin embargo, en
los hechos, todo era controlado por la dictadura personal de
Stalin.
La política internacional soviética
se orientó hacia la recuperación de los territorios
perdidos después de la revolución,
planteándose como necesidad geopolítica gravitar
con su influencia sobre Europa
oriental.
De los triunfos del Eje a la contundencia de
los Aliados
En el inicio del año 1942, Alemania
controlaba gran parte de Europa y sus
ejércitos continuaban cercando los grandes centros
soviéticos y avanzando en el norte de África en
dirección a Egipto, con la
finalidad de dominar el Canal de Suez. En el Extremo Oriente,
Japón tenía sometidas a Filipinas, Malasia,
Birmania, Indonesia, y amenazaba a Australia y la India.
Sin embargo, por ese mismo año, el
poderío japonés comenzaba a flaquear con la derrota
sufrida en las batallas navales de Midway y Mar del Coral. Los
ejércitos alemanes del norte de África comandados
por Rommel fueron vencidos por las tropas británicas de
Montgomery al tiempo que la
marina anglo-norteamericana estaba superando el poder de los
submarinos alemanes. Hacia el final del año se
inició la batalla de Stalingrado, una gran ofensiva rusa
que culminó con la derrota alemana (febrero de 1943) y con
el avance del ya poderoso ejército soviético en
dirección a Alemania.
La Segunda Guerra
Mundial
De forma activa o pasiva, países de todos
los continentes se vieron implicados o afectados por la segunda guerra
mundial, una contientda en la que naciones con siglos de
civilización se enfrentaron en una escala
destructiva sin precedentes.
La segunda guerra
mundial fue un conflicto
armado que se extendió prácticamente por todo el
mundo entre los años 1939 y 1945. Los principales
beligerantes fueron, de un lado, Alemania, Italia y Japón,
llamadas las potencias del Eje, y del otro, las potencias
aliadas, Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la
Unión Soviética y, en menor medida, la China. La
guerra fue en muchos aspectos una consecuencia, tras un
difícil paréntesis de veinte años, de las
graves disputas que la primera guerra mundial
había dejado sin resolver. La frustración alemana
después de la derrota y los duros términos del
Tratado de Vasalles, junto con la intranquilidad política
y la inestabilidad social que afectaron crecientemente a la
república de Weimar, tuvieron como resultado una
radicalización del nacionalismo
alemán. De esta forma se produjo el advenimiento al poder
de Adolf Hitler, jefe del Partido Obrero Alemán Nacional
Socialista (NSDAP), o partido nazi, de ideología
totalitaria, ultranacionalista y antisemita.
Después de hacerse otorgar plenos poderes
en 1933, Hitler, que había asumido el título de
Führer o caudillo del Tercer Reich, impulsó el rearme
secreto de Alemania. Aprovechó la falta de decisión
de las potencias europeas para oponerse activamente a sus
designios y ordenó la ocupación militar de Renania
en marzo de 1936, desición que contravenía
unilateralmente el Tratado de Versalles.
En ese mismo año, Benito Mussolini, el
dictador fascista de Italia, que ya se había embarcado en
una agresión a Abisinia (Etiopía), firmó con
Hitler un acuerdo secreto germano-italiano que daría lugar
al establecimiento del Eje Roma-Berlín. Al año siguiente,
Italia se unió al pacto que Alemania y Japón
habían firmado en 1936. Fue el llamado pacto
tripartito.Alemania e Italia intervinieron, en nombre del
anticomunismo, en la guerra civil española iniciada en
1936.
La ofensiva alemana
En marzo de 1938, Hitler envió tropas
alemanas para ocupar Austria, que pronto fue incorporada por
plebiscito al Tercer Reich (el Anschluss). En una hábil
combinación de presiones internas y externas, logró
la anexión o neutralización del territorio
checoslovaco en marzo de 1939. En abril del mismo año,
Italia se anexionó Albania. En agosto se firmó un
pacto de no agresión entre Alemania y la Unión
Soviética, en el que se establecía una
cláusula secreta sobre la división de Polonia y el
establecimiento de esferas de influencia soviéticas y
alemanas en los estados bálticos y en Finlandia. Tras este
atrevido acuerdo, que dejó atónitos a los
gobernantes del resto de Europa, Hitler
ordenó iniciar la invasión de Polonia el 1 de
septiembre de 1939. El Reino Unido y Francia declararon la guerra
a Alemania dos días después. El 17 de septiembre,
tropas soviéticas penetraron en la parte oriental de
Polonia, que de esta forma quedó dividida entre Alemania y
la Unión Soviética. A finales de 1939 se
firmó un nuevo pacto por el que Alemania recibía
toda la parte situada al oeste del río Bug y los
soviéticos obtenían Lituania dentro de su esfera de
influencia.
La Unión Soviética, aprovechando su
entendimiento con Alemania, obligó a Estonia, Letonia y
Lituania a admitir guarniciones militares en su territorio.
Finlandia se negó a obedecer y fue atacada por tropas
soviéticas en noviembre de 1939. Inicialmente, el
pequeño país finés contuvo el ataque
soviético, lo que despertó las simpatías de
todo el mundo. La Unión Soviética no había
valorado en su justa medida la voluntad de Finlandia para
resistir ni los obstáculos naturales construidos por los
numerosos lagos y bosques del país. No obstante, en marzo
de 1940 Finlandia hubo de pedir la paz, después de un
ataque masivo de las fuerzas soviéticas que obligó
a los finlandeses a replegarse.
Durante el inicio de 1939, las principales
actividades alemanas se desarrollaron en el mar, incluyendo una
campaña submarina muy activa contra buques mercantes con
rumbo al Reino Unido. En cambio, en la
guerra naval de superficie los británicos fueron en
conjunto más afortunados que los
alemanes.
En abril de 1940, Hitler puso en práctica
la táctica de la "guerra relámpago" al ordenar la
invasión de Noruega y la ocupación de sus
principales puertos. Un batallón de paracaidistas
tomó los campos de aviación de Oslo y Stavanger. Al
mismo tiempo, los
alemanes enviaron barcos de guerra al puerto de Copenhague y se
introdujeron en la península de Jutlandia. La
ocupación de Dinamarca era necesaria para la seguridad de las
comunicaciones
alemanas con Noruega.
Los acontecimientos en los países
nórdicos se convirtieron en un problema de menor
importancia para las potencias occidentales cuando el 10 de mayo
de 1940 se vieron sorprendidas ante el ataque fulminante de
Hitler a través de los Países Bajos y de
Bélgica. En este último país, la
cooperación de la Luftwaffle o fuerza
aérea alemana con las unidades acorazadas fue decisiva
para romper las líneas de defensa. El 12 de mayo, los
alemanes cruzaron la frontera franco-belga, y el 22 de junio,
tres quintas partes de Francia, incluyendo París, estaban
ocupadas. Sin embargo, buena parte de las tropas
británicas en Francia, así como otros grupos de
diversas nacionalidades, lograron escapar por el puerto de
Dunquerque. Se firmó entonces un armisticio entre Alemania
y Francia, representada ésta por el mariscal Philippe
Pétain, héroe francés de la primera guerra mundial. A
partir de entonces, los alemanes ocuparon todo el norte de
Francia, desde la frontera suiza al canal de la Mancha y el
Atlántico, y una franja de la costa atlántica desde
el bajo Loira al extremo oriental de los Pirineos. El gobierno
francés, con sede en Vichy, conservaba el control de dos
quintas partes de Francia y de la armada y la fuerza
aérea, que, sin embargo, habían de mantenerse
neutrales. Mientras tanto, el general Charles de Gualle, desde
Londres, radiaba proclamas invitando a los franceses a continuar
la resistencia
contra los invasores alemanes.
Durante agosto y septiembre de 1940, la Luftwaffe
alemana lanzó un bombardeo aéreo masivo sobre el
Reino Unido en un intento de debilitar al país para una
invasión posterior a través del canal. Los
británicos tenían a su favor un sistema de
detección por radar y un tipo de caza, el "Spitfire",
superior a cualquier avión
alemán.
En la batalla de Inglaterra se fue
imponiendo finalmente la Royal Air Force británica, y
Hitler pospuso indefinidamente la invasión. Por primera
vez, el avance alemán había sido frenado, lo que
tuvo un enorme valor
simbólico
Después del fracasado intento de
invasión de Gracia por parte de Italia en noviembre de
1940, Hitler incorporó sucesivamente a Hungría,
Rumania y Eslovaquia al Eje. Bulgaria se unió en marzo de
1941. En abril, Alemania atacó a Yugoslavia y Grecia, que
fueron invadidas a finales del mes. El estado
yugoslavo se disolvió completamente, y Grecia fue
ocupada por los italianos, excepto Atenas, Tesalónica y
Demótica, en Tracia, así como las islas de
Quíos, Lesbos, Samos, Melos y Creta, que se reservaron los
alemanes para sí.
En junio de 1941, Hitler rompió el pacto de
no agresión de 1939 y atacó a la Unión
Soviética. La amistad de este
país, sin la que las victorias de 1939-1940 hubieran sido
imposibles, ya no le era necesaria a Alemania. Unidades armadas
alemanas entraron en territorio soviético y en diciembre
habían llegado a los alrededores de Moscú, antes de
que los contraataques y los rigores del invierno paralizaran la
ofensiva.
La guerra en el Pacífico y las primeras
victorias aliadas
Cuando la guerra se inició en Europa en
septiembre de 1939, los japoneses, a pesar de su continuado
avance en China, no
veían el final de un conflicto que
se les antojaba largo y estéril. La declaración de
guerra del Reino Unido y Francia contra Alemania abrió al
japón la perspectiva de apoderarse de colonias europeas en
el sudeste de Asia y en el
Pacífico. A finales de 1940, Japón había
decidido que en caso de iniciar una ofensiva, ésta
tendría como objetivo las
posiciones de los Estados Unidos, su principal adversario en el
Pacífico.
Entre el 7 y el 8 de diciembre de 1941, los
japoneses bombardearon las instalaciones estadounidenses en Pearl
Harbor, hawaii, y en las Filipinas. A continuación, los
Estados Unidos declararon la guerra a las potencias del
Eje.
A pesar de la ventaja inicial obtenida por medio
del ataque sorpresa, Japón perdió las batallas
navales decisivas del mar del Coral y de Midway en mayo y junio
de 1942. En este momento, la guerra en el Pacífico
cambió de signo. Japón había perdido sus
portaaviones de primera línea y la mayoría de sus
mejores pilotos. En lo sucesivo, las fuerzas navales de los
japoneses y de los aliados quedaron igualadas. La estrategia
estadounidense en el Pacífico consistía en utilizar
fuerzas navales y anfibias para avanzar por las cadenas de islas
hacia japón, mientras que fuerzas terrestres en menor
escala cooperaban
con los chinos y los británicos en el continente
asiático.
En el norte de África, los
británicos, que en 1940-1941 habían eliminado
fuerzas italianas mucho mayores, entablaron batalla con el Afrika
Korps alemán dirigido por el mariscal Erwin Rommel. En
julio de 1942, la ofensiva alemana contra Egipto fue
detenida en la batalla de El-Alemein. En ese momento terminaron
las esperanzas de Alemania de conseguir una victoria
rápida en África. Las tropas de Rommel se
encontraban exhaustas y sometidas además al acoso de los
británicos. A mediados de octubre de 1942 llegaron
refuerzos aliados al norte de África. La superioridad
numérica sobre las tropas alemanas fue en aquél
momento tan fuerte que en noviembre Rommel carecía de
fuerza para resistir y ordenó la retirada. Las tropas
alemanas se replegaron gradualmente hacia Túnez, hasta que
capitularon en mayo de 1943.
La derrota del Eje
En julio de aquel año, fuerzas aliadas
desembarcaron en Sicilia desde el norte de África. La
invasión representaba una amenaza directa para Italia.
Cuando Mussolni reveló al Gran Consejo Fascista que los
alemanes estaban proyectando la evacuación de la mitad sur
de Italia, la mayoría del consejo votó una
resolución en contra de Mussolini, que dimitió y
fue arrestado el 25 de julio.
El rey Victor Manuel III ordenó entonces la
formación de un nuevo gobierno, a cuyo frente se puso
Pietro Badoglio. Desde Sicilia, los aliados pasaron a Italia con
el desembarco en Salerno en septiembre de 1943. Los alemanes
reforzaron sus defensas en el norte y centro de Italia y
continuaron luchando duramente contra las tropas aliadas durante
el resto de la guerra.
En el frente oriental, desde agosto de 1942 a
febrero de 1943, los alemanes llevaron a cabo un asedio de
Stalingrado (posteriormente Volgogrado) que chocó con una
dura oposición y que finalmente no tuvo éxito. Las
fuerzas alemanas en la Unión Soviética perdieron
ímpetu. Mientras las bajas humanas y de equipo obligaban a
los alemanes a abandonar su proyectada ofensiva, el
ejército rojo mejoraba continuamente la calidad de su
mando y aumentaba su fuerza recurriendo a sus enormes reservas de
hombres. En el verano de 1943 tenía una superioridad
numérica de cuatro a uno sobre los alemanes, que
comenzaron a retroceder.
A partir de 1944, las fuerzas alemanas
habían iniciado una retirada parcial del este con el fin
de prepararse para contener la invasión aliada que
esperaba en el oeste de Europa. No se sabía, sin embargo,
dónde tendría lugar. La misión había
sido confiada al general Dwight Eisenhower, y recibió el
nombre de "operación Overlord". El 6 de junio de 1944 (que
se conocería como Día D), 156.000 hombres
desembarcaron en las playas de Normandía, procedentes del
sur de la Gran Bretaña. las fuerzas invasoras estaban
compuestas por soldados británicos, canadienses y
estadounidenses, y pequeños grupos de otras
nacionalidades. Los aliados hicieron rápidos progresos en
el norte de Francia gracias a su fuerza aérea, capaz de
interferir decisivamente el movimiento de
las reservas alemanas.
Comenzaron también en este momento las
dudas y las disensiones por parte de los mismos
alemanes.
Aparte del progreso de los aliados, un
acontecimiento desmoralizó a los mandos alemanes: el
fracaso y las consecuencias de una conspiración contra
Hitler.
El curso desastroso que había tomado la
guerra y la alarma ante los crímenes del régimen
nazi, llevaron a cierto número de civiles y de oficiales a
formar una oposición secreta que decidió finalmente
matar al Führer. El complot fracasó y la
reacción nazi fue salvaje: 200 conspiradores implicados y
otras cinco mil personas más remotamente relacionadas con
el complot fueron condenados a muerte.
Hitler y sus fanáticos partidarios, cada
vez más alejados de su pueblo, tenían
todavía la esperanza de inclinar la balanza a su favor
mediante el empleo de
armas nuevas
que los científicos alemanes estaban perfeccionando. Pero
la realidad era que la superioridad aliada hacía ya
completamente infructuosos los esfuerzos de Alemania. Los aliados
consolidaron rápidamente su dominio de
Francia y comenzaron un avance hacia el este que
finalizaría con la ocupación de Alemania entre
marzo y abril de 1945. Hitler ordenó la
movilización de todos los hombres de edades comprendidas
entre los 16 y los 60 años en un intento desesperado de
defender el Tercer Reich. Mientras tanto, el ejército
soviético avanzó hacia el oeste y ocupó la
mitad oriental de Alemania. Antes de que sus tropas estuviesen
listas para el asalto final, los aliados intensificaron sus
bombardeos aéreos. Esta ofensiva culminó el 13 de
febrero de 1945 con una serie de cinco ataques sobre Dresde, que
quedó completamente destruida.
En el momento más crítico del
colapso alemán, con Berlín rodeado de tropas
soviéticas, Hitler, aislado y presa de la
desesperación, se suicidó el 30 de abril de 1945.
la rendición definitiva de las fuerzas alemanas se
firmó el 8 de mayo. La guerra había terminado
oficialmente en Europa.
En el Pacífico, el general estadounidense
Douglas MacArthut aniquiló prácticamente a la
armada japonesa en la batalla naval del golfo de Leyte y
abrió el camino a los Estados Unidos para la
ocupación de las Filipinas, objetivo
primordial de la campaña. En marzo de 1944, Manila se
rindió, y en marzo y junio del año siguiente los
Estados Unidos capturaron las islas de iwo Jima y Okinawa
después de una encarnizada lucha con los japoneses.
Quedaba entonces libre el camino para un bombardeo masivo del
Japón e incluso una posible invasión. Se estaba
preparando, sin embargo, algo mucho más
contundente.
En efecto, los Estados Unidos, a partir de
experimentos
alemanes, habían elaborado una bomba atómica. Harry
S. Truman, quien asumió la presidencia estadounidense tras
la muerte de
Franklin D. Rooselvelt, había estimado que la bomba
atómica podía utilizarse para derrotar a
Japón de tal forma que costaría menos bajas a
Estados Unidos que una invasión tradicional. El 6 de
agosto fue lanzada la primera bomba atómica sobre la
ciudad de Hiroshima.
Ochenta mil personas murieron abrasadas o a
consecuencia de la radiación, y otras setenta mil quedaron
gravemente afectadas. Dos días después, la
Unión Soviética declaró la guerra a
Japón, y el 9 de agosto, los estadounidenses lanzaron una
segunda bomba nuclear sobre Nagasaki. Los japoneses, ante esta
demostración de fuerza, se rindieron formalmente el 2 de
septiembre de 1945.
La segunda guerra
mundial arrojó un balance de entre 35 y 60 millones de
muertos, de ellos gran número de civiles. Los bombarderos
masivos de ciudades e instalaciones industriales generaron
asimismo enormes pérdidas materiales. La
capacidad ofensiva de las nuevas armas y
tácticas de guerra (transportes y bombardeos
aéreos, portaaviones, unidades de paracaidistas, tanques
con potentes cañones, bombas
autopulsadoras y bombas
atómicas) explica las grandes destrucciones y matanzas
producidas, sobre todo, en la Unión Soviética,
Alemania, Japón, Francia y el Reino
Unido.
Las conferencias de paz de Teherán (1943),
Yalta y Potsdam (ambas en 1945) cambiaron el mapa del mundo y
sentaron las bases de un nuevo período histórico en
el que la vieja Europa cedió su hegemonía a las dos
nuevas superpotencias que se consolidaron durante y tras la
guerra: los Estados Unidos y la Unión
Soviética.
HECHOS DE LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL
(1939-1945)
Dado los antecedentes que produjeron que la
situación se fuera agravando, Alemania acentuó su
presión, Polonia siguió negándose a ceder,
Inglaterra y
Francia continuaron apoyándola, aunque tratando de lograr
un apaciguamiento. No tardó en estallar el conflicto.
El 1 de Septiembre, La Gran Bretaña se
consideraría en guerra con Alemania. La guerra entre las
potencias occidentales y Alemania había comenzado. Contra
lo esperado y lo previsto en el tratado germano-italiano, Italia
no entraba en la guerra; pero no declaraba , sin embargo, la
neutralidad.
La guerra, en su primera fase, fue una
típica guerra europea; Esta primera coalición es
poco numerosa; en ella figuran solo Inglaterra,
Francia y Polonia. Hitler comenzó por someter a
Polonia.
Esto era relativamente fácil para los
Alemanes, ya que contaban con una superioridad numérica,
de material, mandos y preparación. Además, la
situación estratégica era absolutamente favorable a
Alemania: sus territorios, desde Prusia Oriental a Silesia y
Eslovaquia, rodeaban al territorio Polaco.
Así pues comenzó Hitler con toda
tranquilidad, la labor de destruir el ejército polaco. El
1 de Septiembre, comenzó la invasión de Polonia y
la aviación alemana inició el sistema de
grandes bombardeos contra la retaguardia. El 9 comenzaba la
batalla por Varsovia, mientras los polacos eran derrotados por
todos los sectores. La ciudad de Varsovia, destruida casi
totalmente por la aviación alemana, caía en las
manos de las fuerzas de Hitler.
Liquidada Polonia, Hitler pronunció un
discurso
ofreciendo la paz a los occidentales, quienes rechazaron la
propuesta. Entonces comenzó una curiosa guerra: la guerra
sin guerra. Los ejércitos adversarios, el
franco-británico y alemán, se encontraban con las
armas al
hombro sin realizar operación alguna.
La "guerra relámpago" estalló en
Occidente, sin que ningún síntoma aparente lo
hiciera sospechar, el 9 de Abril de 1940 las tropas alemanas
invadían Dinamarca y desembarcaban a todo lo largo de las
costas noruegas. La invasión a Dinamarca se
completó en una sola noche.
Se inició, la invasión de
Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en la madrugada del 10 de
Mayo, Alemania desencadenaba un ataque violentísimo con
intervención de sus armas conocidas y
temibles: aviación y tanques, poniendo en juego un
sistema nuevo:
los paracaidistas, soldados escogidos, armados e instruidos
especialmente para ser arrojados en la retaguardia enemiga, y las
fuerzas aerotransportadas en aviones dispuestos a
propósito.
Todos estos acontecimientos pusieron en
situación desesperada a los franco-británicos
cercados. Tanto que se dispuso su evacuación, realizada lo
mejor que se podía en dichas circunstancias,
salvándose más de trescientos mil hombres el 3 de
Julio de 1940, además Italia el 10 declaró la
guerra a Inglaterra y
Francia.
El 5 los alemanes desencadenan una nueva ofensiva
en el Soma, el 14 entran en París y firman el armisticio:
Hitler acude a la firma, que por su expresa decisión, se
efectúa en el bosque de Compiégne, en el mismo
lugar donde, en Noviembre de 1918, Alemania sufrió la
misma humillación.
La derrota de Francia hubiera podido significar el
fin de la guerra, lo creyó mucha gente a través del
mundo, pero no era así. Al discurso que
pronunció Hitler ofreciendo la paz, contestó
Churchill:
"Inglaterra no quiere la paz ni tolera que se
hable de ella. No pide que se le tenga lástima. Nos
defenderemos en cada aldea, en cada ciudad, en cada calle y
preferimos ver a Londres convertido en escombros y ruinas que
esclavizada".
Quedaban frente a frente los elementos esenciales
de la guerra: Alemania con la más poderosa fuerza
terrestre e Inglaterra con la primera flota de los
Océanos. Se produjo una espera durante la cual el mundo
aguardó la decisión que tomarían. La orden
no llegó porque se produjo la batalla de Inglaterra, o
sea, los grandes combates aéreos en los cuales la
aviación inglesa, aunque muy inferior en número,
logró a fuerza de valor y
patriotismo desbaratar los planes del adversario
destruyéndole muchos más aparatos de los que
contaba perder y reduciendo notablemente su superioridad
aérea.
Churchill, refiriéndose a aquella lucha,
pronunció una de sus famosas frases, referida a la
gratitud debida por los ingleses a los pilotos británicos
de aquella lucha:
"Nunca tantos debieron tanto a tan
pocos"
Alemania, Italia y el Japón subscribieron
un pacto Tripartito, en el cual se hacia el mantenimiento
de la paz. Sólo se resistieron dos estados
balcánicos: Grecia y
Yugoslavia. Pero los alemanes habían penetrado en Bulgaria
y desde allí, el 6 de abril atacaban a ambos
países. El 9 era ocupada Salónica y Yugoslavia se
hundía también. Este hecho convertía a
Alemania de una potencia
meramente europea en una potencia mundial:
instalada en Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega
y los Balcanes, aliada de Italia, lo cual le permitía una
acción mediterránea y africana, su posición
era fortísima.
Posteriormente, a fines del año 1940 y
principios de
1941, los italianos habían sido arrojados del desierto
costero de Egipto y los
ingleses, pasando a la contraofensiva, penetraron en Libia y
ocuparon toda la Cirenaica después de una violenta
batalla. Pero el 24 de febrero de 1941 entró en
acción el "Africa Korps",
unidad alemana especialmente preparada para la lucha en el
desierto.
En el verano de 1942 Hitler continuaba al frente
de Europa la guerra se acercaba al final del tercer año.
La administración y el gobierno de los países
ocupados comenzó a constituir un problema para los nazis.
El llamado "nuevo orden" de Hitler estribaba en utilizar todos
los recursos
económicos de los países ocupados y forzar a los
obreros en trabajar duramente en la producción de materiales de
guerra.
Los habitantes de los países ocupados
sufrían un gobierno despótico sin derechos ni libertades. Al
principio la población civil parecía resignada a su
situación; sin embargo, al darse cuenta de la
explotación sistemática a que se hallaba reducida,
despertó pronto de su apatía. Pequeños y
decididos grupos de patriotas franceses comenzaron a dinamitar
trenes alemanes y a arrojar bombas en los
cuarteles. Atacaron no sólo a los nazis, sino a los
propios franceses que colaboraban con el
enemigo.
Mientras tanto en las prisiones de Belsen y
Buchenwald fueron exterminados millares de penados en las
cámaras de gases.
Hitler concentró concentró unas 200
divisiones en el frente ruso auxiliadas por otras muchas que
proporcionaron Finlandia, Rumania, Hungría, Italia, etc.
Su objetivo
principal fue la región petrolífera del
Cáucaso, no sólo para abastecer a sus
ejércitos sino para privar de combustible a los
Rusos.
Los tres grandes: Roosevelt, Churchill y Stalin se
reunierón en Teherán, que estaba ocupado por los
rusos, por haberse negado, y Stalin tubo que apartarse de
territorios ocupados por sus fuerzas, esto ocurrió a fines
de Noviembre de 1943.
Los seis primeros meses de 1944 la aviación
castigaba terriblemente las ciudades alemanas y los territorios
ocupados, imposibiltando el trabajo,
aniquilando industrias de
guerra y desorganizando la red de comunicaciones.
El 12 de febrero los tres grandes formaron la
conferencia de
Yalta, en donde se determinó "eliminar par siempre
el estado
mayor Alemán, transportar y destruir todo el equipo
militar Alemán, eliminar o controlar toda la industria
alemana que pudiera ser utilizada para la producción
militar y castigo a los criminales de guerra entre otras
cosas".
En 1945 cuando culminó la guerra con la
liberación de todo los prisioneros, las bajas militares no
dan una idea exacta de la magnitud de la catástrofe. Las
pérdidas de vidas en los campos de concentracíon,
las causadas por las migraciones forzadas, los heridos,
invàlidos y parcialmente incapacitados deben ser tomados
en cuenta en el cálculo total de la
masacre.
Otra consecuencia de suma importancia en esta
guerra fue el consumo
exorbitante de recursos
naturales empleados en el conflicto.
Al ser derrotados los países del eje, las
potencias victoriosas crearon una organización
internacional para la preservación de la paz (ONU).
Orígenes de la Segunda
Guerra Mundial
Conflicto
armado entre las grandes potencias y la mayoría de los
países del mundo, durá desde 1939 hasta 1945. En el
mismo perecieron más de 15.500.000
personas.
Campaña del Norte de
África
La Primera Guerra Mundial
terminó en 1918, y el año siguiente se firmó
el Tratado de Versalles. La paz de Versalles procuro restablecer
el equilibrio
eurepeo tal como existía antes de la guerra
franco-prusiana de 1870. Se intentó conferir a Francia la
hegemonía política en el continente y contener la
posibilidad de una agresión alemana mediante una serie de
alianzas defensivas. Los estadísta aliados esperaban
mantener la paz apoyados en cuatro factores: el militar, el
político, el económico y la moral de la
opinión pública
Con la conquista, por parte de Adolfo Hitler,
del poder político en Alemania (1933), comenzó la
rápida desintegración del equilibrio
europeo. En 1933, Alemania se separó de la Sociedad de
Naciones y en violación del Tratado de Versalles,
comenzó a armarse. En 1934, Hitler trató de
anexarse a Austria, a pesar de las protestas de Francia e
Inglaterra. El plan no tiene
éxito, porque Italia moviliza cuatro divisiones de su
frontera.
El siguiente paso hacia el desequilibrio europeo
lo dio Italia. Desde su ascenso al poder en 1922, Mussolini
había seguido una política agresiva y militarista.
En 1926 logró establecer un protectorado sobre Albania que
colocó a Italia en una posición privilegiada en el
mar Adriático. Con la conquista de Libia(1928), Mussolini
logró amenazar los intereses franceses e ingleses en el
Norte de África.
No fue, sin embargo, sino hasta Octubre de 1935
cuando se lanza a la gran aventura colonial, la conquista de
Etiopía. Hitler se mantubo neutral oficialmente, pero
privadamente, envía materiales de
guerra a Italia. Los pequeños estados de la Sociedad de
Naciones lograrón que éstos establecieran sanciones
económicas contra Italia. Dichas sanciones, sin embargo,
no dieron los resultados que se deseaban, porque entre los
productos
prohibidos no se incluyò el petróleo, que era el
único material de guerra que Italia necesitaba en su
campaña militar. Etiopía fácilmente
derrotada, y el efecto moral
producido por su conquista, resultaron desastrosos para la
paz.
La guerra de Etiopía facilitó la
formación del denominado eje Roma-Berlín. Hitler concedió a
Mussolini manos libres en el área del Mediterráneo,
a cambio de lo
cual Italia no se opondría a la dominación alemana
de Austria. La Sociedad de
Naciones resultó ineficaz para proteger a una
nación pobre e impotente, y esto le hizo perder casi todo
el prestigio que le quedaba.
El ambiente,
tensión y crisis no quedó limitado solo al teatro europeo.
Desde hacía varios años Japón tenía
designios imperialistas en Asia. La
invasión Japonesa de Manchuria comenzó en
Septiembre de 1931, y China
protestó ante la Sociedad de Naciones, la cual se
limitó a designar una comisión
investigadora.
En Julio de 1936 ocurrió una
sublevación militar en España contra el gobierno
republicano. Hitler y Mussolini apoyaron abiertamente a los
rebeldes y les enviaron armas, pertrechos
y soldados.
Francia, Inglaterra y Los Estados Unidos optaron
por la neutralidad, temerosos de que el conflicto se transformara
en una guerra
mundial.
De acuerdo con su táctica de actuar durante
la crisis, Hitler se anexó a Austria cuando la
atención de las potencias se concentraba en España.
Conocedor de que Francia no actuaría sola, obtuvo de
Inglaterra la promesa de que no intervendría en asuntos de
la Europa central. Italia, que había visto frustrados sus
planes en 1934, era una aliada fiel. En Febrero de 1938
presentó Hitler demandas inaceptables al gobierno
austriaco. En seguida sobrevino una intervención militar
y, en Marzo del propio año, Austria quedó bajo el
dominio
nazi.
Hitler inició una activa propaganda en
favor de la libre determinación de las Naciones Invadidas
o Dominadas por Alemania
HECHOS SIGNIFICATIVOS DE
LA
PRIMERA
GUERRA
(1914-1918)
Hay muchos factores que considerar en los
orígenes y causas de la I Guerra Mundial: ninguno de ellos
es suficiente, y todos son contaminantes. Uno es la
continuación histórica de de los grandes conflictos de
finales del siglo XVIII y principios del
siglo XIX en donde potencias centrales en torno a Alemania
se encontraban frente a aliados en torno a Rusia,
Francia y Gran Bretaña. Otro, un poco dudoso, es el
enfrentamiento de democracias y autoritarismo.
Un factor clave es la lucha imperialista por el
reparto del Mundo, ya que en efecto, en 1914 Europa dominaba el
mundo, salvo por los Estados Unidos y el Japón, y las
riquezas estaban irregularmente distribuidas. Además,
algunos
países veían en la guerra la
posiblidad de resolver sus conflictos
internos.
Sus principales protagonistas: el emperador de
Austria Francisco José, el zar Nicolás II de Rusia
y el Kaiser Guillermo II de Alemania
La Gran Guerra duró cuatro años, que
los tratadistas militares dividen en tres períodos: En los
primeros meses, guerra de movimientos; en los tres años
siguientes guerra de posiciones o trincheras y el período
de ofensiva alemana y contraofensiva aliada que en un plazo de
catorce semanas y gracias a la intervención de los Estados
Unidos, terminó con las potencias centrales y las redujo a
un estado de postración. De este estado de
postración y de los tratados de paz
subsiguientes iba a salir el fenómeno del nazismo.
Los tratados de paz
no fueron fáciles: las potencias vencedoras no estaban de
acuerdo entre sí sobre el reparto de los territorios de
los perdedores y sobre el destino de Alemania. Francia
pretendía el desmembramiento de su enemiga y por su parte
Gran Bretaña y Estados Unidos veían ya la necesidad
de conservarla como nación fuerte para el comunismo,
tesis que se
repetiría al final de la II Guerra
Mundial
Finalmente el Tratado de Versalles decidió
el reparto de territorios y colonias de Alemania, la
reducción de su ejército a 10.000 hombres y la
obligación germana de pagar indemnizaciones de guerra por
las reparaciones a los daños hechos a los
aliados.
Los cambios que produjo esta guerra fueron: la
revolución blochevique (comunista) en Rusia, la entrada de
los Estados Unidos en Europa y, por supuesto, las bases para la
II Guerra Mundial. Una vez más, una guerra de enorme
envergadura no había acabado las contradicciones, sino
que, además de aumentarlas, creó otras
nuevas.
TRATADO DE
VERSALLES
Con este tratado se dio fin a la Primera Guerra
Mundial de 1914-1918. Cuatro estadistas lo confirieron: Wilson
presidente de los Estados Unidos, Lloyd George por Inglaterra,
Clemenceau por Francia y Orlando por Italia, representando a las
potencias más importantes.
Este tratado fue el resultado de un armisticio que
solicito Alemania, al ver agotados todos sus recursos, pero
que en realidad, fue una verdadera rendición. Las
condiciones finales se discutieron en París en un congreso
de delegados de todas las naciones que directa o indirectamente
habían participado en la guerra, todos excepto los
vencidos. Estos tuvieron que aceptar los tratados que se
habían redactado por los vencedores, sin poder participar
en las discusiones. Fue un juicio que condenó a los
criminales (los vencidos) sin concederles el derecho de defensa.
Los alemánes lo llaman el Diktat, lo que quiere
decír "condena".
El tratado de Versalles fue jusgado severamente,
he aquí lo que The World comentaba en aquellos
días: "En toda la historia de la diplomacia no
existe un tratado que pueda calificarse con más justicia de
crimen internacional, como ese estrafalario documento que se
quiere hacer firmar a los alemánes". Muchos autores jusgan
que éste tratado es el que da orígen a la
catastrófica Segunda Guerra
Mundial del siglo XX debido a sus deficiencias y
errores.
BENITO
MUSSOLINI
1883-1945
Llamado "El Duce", nacido en 1883 en la Romagna,
militante socialista primero, dejó la carrera de maestro
de escuela que iba
muy mal a su temperamento, para huir al extranjero. Se hizo
periodista, trabajó especialmente en Treno, en territorio
austríaco y después al frente de Avanti, el gran
periódico socialista. Hizo la guerra y fue herido. Asiduo
lector de libros y de
artículos, se convirtió en un fanático
nacionalista. Fundó el primer fascio de Milán. Crea
un partido fascita en Mayo de 1921. Además poseía
las características físicas e intelectuales propias
de un gran orador, con lo cual seducía a miles de s eres
que le escuchaban.
En 1922 escaló el puesto de primer ministro
de Italia. Se jactaba de que haría del país una
nación poderosa, próspera y comercial. Su habilidad
oratoria fue del
agrado de sus compatriotas. Sin embargo, los 21 años de su
gobierno dejaron arruinada a su patria.
Tras los años que siguieron a la
terminación de la Primera Guerra Mundial, las condiciones
que prevalecían en Italia eran pésimas. Mucha gente
carecía de trabajo y las huelgas se sucedían en
todo el país. El gobierno era demasiado débil para
poner fin al malestar. Aprovechando esta confusión,
Mussolini formó el partido político llamado los
fascistas, a los que solía llamar también "camisas
negras". Los fascistas ayudaron a romper huelgas. Iban armados y
asesinaron a muchos líderes de los partidos contrarios.
Mussolini renunció por completo a sus ideas socialistas en
1922, y juró apoyar al rey, con lo que se ganó las
simpatías de muchos jefes militares e
industriales.
Cuando se desencadenó la Segunda Guerra
Mundial permaneció al margen hasta que los
ejécitos franceses se derrumbaron. Entoces decidió
participar en la contienda al lado de Hitler de quien vino a ser
casi lacayo. Para el 25 de Julio de 1943 había perdido
Italia todas sus colonias en Africa,
así como Sicilia.
Renunció Mussolini la jefatura del gobierno
el 25 de julio de 1943. El mariscal Pedro Badoglio, su sucesor,
lo puso preso, pero fue rescatado por tropas alemanas. Hitler
confirió a Mussolini la jefatura de la parte de Italia
todavía en poder de Alemania. Cunado se avecinaba el fin
de la guerra en Europa, en abril de 1945, patriotas italianos lo
aprehendieron en las afueras del pueblo italiano de Dongo, y
después de un somero "juicio", lo
ejecutaron.
GENOCIDIO
JUDÍO
A principios de
1933 sonó la hora que dirigía a Alemania hacia el
más bajo envelecimiento y manchar su nombre con el
más monstruoso crimen de la historia de la Humanidad: el
30 de enero de aquel año Hitler fue nombrado Canciller.
Después de quince años de intentos para vivir
siguiendo el modelo y las
reglas de un sistema democrÁtico, llegó el final de
la Alemania que reconocía los principios
morales, la religión y el derecho.
Con la toma del poder, el camino estaba libre para
convertir en un hecho lo que en el proyecto de su
programa de su
partido figuraba ya como objetivo desde
hacía largo tiempo: evitar
cualquier influencia judía (tanto en la politica, la
cultura y la
economía) y proceder a una expulsión de los
judíos del estado nacionalista. El "espíritu ario"
no tenía que ser amenazado por más tiempo por el
"fermento de descomposición". A través de la
Prensa y de
la Radio se
puso en práctica una intensiva campaña difamatoria.
En todas las escuelas se introdujo como asignatura obligatoria la
"ciencia de la
raza", asignatura seudocientìfica que se instituyó
en todas las facultades. En particular la juventud fue
especialmente educada en el sentido de considerar los principios del
antisemitismo como una sólida base para una Gran Alemania
futura.
No se levanto ninguna protesta cuando el 1 de
abril de 1933 se provocó en todas las ciudades un boicot
contra los comerciantes judíos. Pocos días
después de esta primera prueba, el 7 de abril de 1933, fue
aclamado por los nacionalista alemanes el "Decreto para la
reorganización de los funcionarios", decreto que
disponía de la jubilación de todos los empleados de
ascendencia no aria.
Había empezado una serie de leyes de
excepción antijudías. Dos años
después, el 15 de septiembre de 1935, Hitler
promulgó las llamadas "Leyes de
Nuremberg" para la protección de la sangre y el honor
alemán en la ciudad que ya se había distinguido en
la edad Media
como semillero de ideas antijudìas. Estas leyes degradaron
oficialmente a los judíos alemanes a la categoría
de ciudadanos de segunda clase y les robaron para siempre la
ciudadanía alemana. Fueron prohibidos los enlaces
matrimoniales, así como las relaciones sexuales
extramatrimoniales entre "arios"y judíos; los
judíos perdieron el derecho al voto, tanto activo como
pasivo, y ninguno de ellos podía desempeñar un
cargo público.
No obstante, la Alemania culta calló. No se
levantó la indignación de la burguesía ni
los profesores de las escuelas superiores protestaron cuando, de
la noche a la mañana, fueron expulsados de sus
cátedras los colegas judíos.
En marzo de 1941 fue decidida la
exterminación biológica de los judíos,
decisión que fue guardada en el mayor secreto.
Tenía que ser llevada a cabo por tropas de asalto de la
SS.
El 20 de enero de 1942 la SS, Gruppenffuhrer
Heydrich, representante de Hitler y jefe del servicio de
seguridad, dio a
conocer en una conferencia
secreta en Berlín la "solución final". La tesis para la
destrucción masiva de todos los judíos de Europa
era: muerte
inmedita para todos los incapacitados para el trabajo,
trabajos forzados para los aptos, bajo condiciones mínimas
de vida hasta llegar a su muerte por
agotamineto. Para la "liquidación inmediata se
ordenó la utilización del gas en los campos
de exterminio, y los fusilamientos en masa.
Los campos de exterminio se encontraban en
Auschwitz, Belzec, Treblink, Mauthausen, Majdanek, Sobibor e
Izbica.
En los primeros tiempos las víctimas fueron
aniquiladas con muchos sufrimientos, con los gases de
escape de un motor Diesel.
Más tarde el asesinato masivo se perfeccionó: la
firma DEGESCH suministró el gas Cyklon B, de
efectos muy rápidos. Con él los judíos
fueron muertos con un procedimiento
racionalizado, en vagones de tren acondicionados o en salas que
estaban camufladas como duchas. A los condenados al
aniquilamiento, se les conducía desnudos a la
cámara de gas. Todo lo que
todavía poseían, vestidos, zapatos, anillos y
recuerdos, se les había quitado anteriormente. Pero esto
no era aún suficiente: a los cadáveres les quitaban
las muelas de oro antes de lanzarlos al horno
crematorio.
En verdaderas hecatombes, las cámaras
empezaron a engullir hombres indefensos, cuyo único
"crimen" era el haber nacido de padres judíos y pertenecer
al pueblo que había transmitido al mundo la Biblia y los
diez mandamientos, el quinto de los cuales ordena: "!No
matarás!"
La magnitud y la crueldad del infierno al que se
llego por orden de los gobernantes nazis, seres civilizados en
apariencia, supera toda descripción. Sólo en las
cámaras de gas de Auschwitz
y Birkenau fueron asesinados en dos años más de un
millón setecientos cincuenta mil judíos, en
Majdanek casi un millón y medio, y en el territorio de
Kamientoz-Podolski fueron fusilados treinta y un
mil.
En todo el tiempo que duró la guerra se
mataron aproximadamente 6 millones de judíos y unos 3
millones entre otras minorías.
ADOLFO
HITLER
1889-1945
Adolfo Hitler "El
Fuhrer", hijo de un aduanero austríaco, nació en
1889 en una villa austríaca cercana a Baviera, cerca de la
frontera; no quizo ser funcionario como su padre. Se creyó
predestinado para lograr el Anschluss o incorporación de
Austria al Reich Alemán. Tenía ambiciones
artísticas, pero fracasó lamentablemente. Desde
entonces llevo una vida oscura y miserable en Viena y
después en Munisch, leyendo con pasión y de modo
desordenado, maldiciendo a Habsburgo porque impedían la
unidad del pueblo alemán, y aprendiendo, por razones
misteriosas, a odiar a los judíos que corrompían la
sangre pura
del pueblo elegido e introducían la traición en su
política. Fue soldado y después cabo del
ejército alemán. Amaba la guerra, se convirtio
pronto en el jefe indiscutible del partido al que dio su nuevo
nombre "Partido nacional-socialista alemán del trabajo",
trató de tomar el poder el 9 de Noviembre de 1923, pero
fracasó y fue a parar a la cárcel, donde escribio
su célebre libro-programa "Mein
Kampf", sin saber lo que en él se profetizaba. La
originalidad de Hitler esta en la combinación de una fe
absoluta en su doctrina y en su carácter sin fisuras.
Cumplirá todo cuanto ha dicho, incluso, aunque llegue al
desastre.
El 20 de Julio de 1944 ocurrió un atentado
cotra Hitler. Este se hallaba en su Cuartel General, cuando
estalló un explosivo de una gran fuerza colocado junto a
él por un alto oficial del ejército. El Fuhrer
quedò herido levemente y murieron varios de sus
compañeros. Se adoptaron precauciones y se dictaron
condenas a muerte de
varios militares de alta graduación. Aunque no
tenía el físico con las características de
un gran orador: su figura, su actitud y el
timbre de su voz desilusionaban a quién por primera vez le
veía aparecer en la tribuna; en realidad si lo era, ya que
poco a poco, la voz le cambiaba, animaba de modo singular su
semblante vulgar, su fuerza magnética la trasmitía
al auditorio, gritaba su odio o su fe y se aseguraba triunfos
formidables, nadie imaginaba las consecuencias de su
exaltación convulsiva, propiciando el entusiasmo, el
sacrificio por la raza, el odio, la violencia y
la muerte si
es preciso. Hitler se suicido al finalizar la guerra, cuando no
vió otro escape.
Sociedad de Naciones,
La Segunda Guerra
Mundial y sus consecuencias
El que Hitler en un primer momento también
pudiera imponer casisin resistencia los
objetivos de
su política exterior fortalecióadicionalmente su
posición: en 1935 el Sarre, que hasta entonceshabía
estado bajo la administración de la Sociedad de
Naciones,fue reintegrado a Alemania y en el mismo año el
Reich recuperóla soberanía en el plano militar; en
1936 las tropas alemanasinvadieron Renania, que había sido
desmilitarizada en 1919; en1938 Austria fue anexionada al Reich y
las potenciasoccidentales permitieron a Hitler la anexión
de los Sudetes.
Todo esto le facilitó la realización
de sus demás metas, auncuando en todos los estratos de la
población hubo personas quevalientemente ofrecieron
resistencia a la
dictadura. Inmediatamente después de la toma del poder, el
régimen habíacomenzado a llevar a la
práctica su programa de
antisemitismo.
Poco a poco se privó a los judíos de
todos los derechos humanosy civiles.
Quien pudo, procuró escapar a estas vejacioneshuyendo al
extranjero.
La persecución de los adversarios
políticos y la opresión de lalibertad de
opinión empujaron también a miles de personas
fueradel país. Muchos de los intelectuales, artistas y
científicosalemanes más ilustres
emigraron.
La Segunda Guerra
Mundial y sus consecuencias. Sin embargo,Hitler quería
más. Desde el comienzo realizó los preparativospara
una guerra que estaba dispuesto a llevar a cabo a fin delograr la
dominación de Europa. Esto ya se patentizó en marzo
de1939, cuando hizo entrar a sus tropas en Checoslovaquia. El 1
deseptiembre de 1939, con la invasión de Polonia,
desencadenó laSegunda Guerra Mundial, que duró
cinco años y medio, asoló granparte de Europa y les
costó la vida a 55 millones de personas.
Al principio, las tropas alemanas vencieron a
Polonia,Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo,
Francia,Yugoslavia y Grecia; en la
Unión Soviética avanzaron hasta cercade
Moscú y en el Norte de Africa amenazaron
el Canal de Suez. Enlos países conquistados se
estableció un duro régimen deocupación
frente al que se alzaron los movimientos deresistencia. En 1942
el régimen comenzó con la "solución finalde
la cuestión judía": todos los judíos que
pudieronserdetenidos fueron conducidos a los campos de
concentración yasesinados. Se calcula que el número
total de victimas alcanzalos seis millones. En el mismo
año en que se iniciaba estecrimen inconcebible, se
producía también un viraje en la guerra;a partir de
entonces comenzaron las derrotas en todos losfrentes. El terror
del régimen y las derrotas militares reforzaron
laresistencia interna contra Hitler. Sus representantes
procedíande todos los sectores de la población. Una
rebelión conducidaprincipalmente por oficiales del
ejército fracasó el 20 de juliode 1944. Hitler
sobrevivió a un atentado con bomba en su cuartelgeneral y
se vengó sanguinariamente. Más de cuatro mil
personasde todos los estratos sociales que habían
participado en laresistencia fueron ejecutadas en los meses
siguientes. Comofiguras destacadas de la resistencia baste
mencionar aquí, enrepresentación de todas las
víctimas, al capitán general LudwigBeck, al coronel
Conde Stauffenberg, al ex alcalde de LeipzigCarl Goerdeler y al
líder socialdemócrata Julius
Leber.
La guerra continuó. A costa de una inmensa
cantidad de víctimas,Hitler prosiguió la lucha
hasta que todo el territorio del Reichestuvo ocupado por los
Aliados; el 30 de abril de 1945 eldictador se suicidó. El
sucesor a quien designara en sutestamento, el almirante
Dönitz, firmaba ocho días más tarde
larendición incondicional.
FASCISMO Y
NAZISMO
CARÁCTER
RACISTA
Fascismo
Este movimiento
nació a causa de la necesidad de autoridad,
ultranacionalismo y extensas ambiciones nacionales. Benito
Musollini creó el 21 de Marzo de 1919, en Milán, el
"fascio milanés de combate", con un programa de
reformas sociales, conquistas y la voluntad de crear un gobierno
fuerte, para eliminar a los partidos responsables de todos los
males.
Los fascios eran "activistas", es decír,
que actuaban por la violencia, en
especial contra los comunistas, los socialistas y los sindicatos. Se
manifiestan en expediciones de castigo: incendio de locales,
destrucción de las imprentas de periódicos de
izquierda, represalias individuales y
asesinatos.
Nazismo
Doctrina de Hitler que aunque simple resultaba
emanar de algunos escritores racistas, entre ellos Chamberlain,
ésta puede resumirse así: Las razas son desiguales.
La raza superior es la de los grandes arios rubios
doliocéfalos (indo-europeos), mejor preservada en Alemania
que en cualquier parte del mundo. El pueblo Alemán, es
pues, un pueblo superior. Es preciso depurarlo con más
perfección, y para ello eliminar a los judíos.
Más tarde se tratara de eliminación física.
Puesto que el pueblo superior ha sido indignamente humillado por
pueblos inferiores, hay que romper la argolla de desigualdad del
Tratado de Versalles.
continuación hay que reagrupar a todos los
alemánes , y sólo a ellos, en un "gran Reich". Y,
finalmente, hay que lograr que este pueblo tenga un Lebensraum,
un "espacio vital".
El resto de la "nueva Europa" será
subyugado; se firmarón alianzas, por lo demás
desiguales, con los pueblos cuya raza no está demasiado
mezclada: escandinavos, neerlandeses, flamencos e incluso
británicos, los que hablen lenguas germánicas,
serán los aliados selectos. Los húngaros, los
griegos y los latinos ocuparan un rango inferior. Y por debajo de
todos los eslavos.