Funciones y
poderesPeríodos de
sesionesComisiones
Principales- ASAMBLEA GENERAL
Kofi Annan – Secretario General de
la ONUNota biografica
Secretarios GENERALES
ANTERIORESFUNCION DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS
NACIONES UNIDASLOUISE FRECHETTE – VICESECRETARIA
GENERALNOTA BIOGRAFICA
- SECRETARIA GENERAL
¿QUÉ ES EL CONSEJO DE
SEGURIDAD?FUNCIONES Y
PODERES - CONSEJO DE SEGURIDAD
¿QUÉ ES LA CORTE
INTERNACIONAL DE JUSTICIA?JURISDICCION
MIEMBROS
- CORTE INTERNACIONAL DE
JUSTICIA¿QUÉ ES EL CONSEJO
ECONOMICO Y SOCIAL?FUNCIONES Y
PODERESPERIODOS DE
SECIONESORGANOS SOBSIDIARIOS Y
CONEXOSRELACIONES CON LAS ORGANIZACIONES NO
GUBERNAMENTALES - CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL
(ECOSOC)¿QUÉ ES EL CONSEJO DE
ADMINISTRACION FIDUCIARIA?FUNCIONES Y PODERES
- CONSEJO DE ADMINISTRACION
FIDUCIARIAINTRODUCCION
CRONOLOGIA DE
ACONTECIMIENTOSDECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOSCARTA INTERNACIONAL DE DERECHOS
HUMANOSCONFERENCIA MUNDIAL DE DERECHOS
HUMANOSDERECHOS HUMANOS EN
ACCIONFORTALECIMIENTO DEL MECANISMO DE DERECHOS
HUMANOSOFICINA DEL ALTO COMISIONADO DE LA UNO POR LOS
DERECHOS HUMANOSCOMISION DE DERECHOS HUMANOS
VIGILANCIA DE LAS VIOLACIONES DE DERECHOS
HUMANOSPROCEDIMIENTOS ESPECIALES
LA SOCIEDAD
CIVIL: COLABORADORA EN LA ACCION EN PRO DE LOS DERECHOS
HUMANOS - DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOSOPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LA ONU.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS - LA PAZ Y LA SEGURIDAD
- ASISTENCIA HUMANITARIA Y AYUDA A LOS
REFUGIADOS - OTROS ORGANISMOS DEPENDIENTES DE LA
ONU
UNCTAD
UNITAR
ONUDI
GATT/OMC
OIT
UNESCO
FMI
CFI
OACI
UPU
UIT
LA ASAMBLEA GENERAL
La Asamblea General es el principal órgano
deliberativo de las Naciones Unidas.
Está compuesto por representantes de todos los Estados
Miembros, cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. Las
decisiones sobre cuestiones importantes, como las relativas a la
paz y a la seguridad, la
admisión de nuevos Miembros y las cuestiones
presupuestarias, se deben adoptar por el voto de una
mayoría de dos tercios. Las decisiones sobre otras
cuestiones se adoptan por mayoría
simple.
Funciones y poderes
De confonnidad con la Carta, entre
las funciones y
poderes de la Asamblea General se cuentan los
siguientes:
* Considerar y hacer recomendaciones sobre los
principios de
cooperación en el mantenimiento
de la paz y la seguridad
internacionales, incluso los principios que
rigen el desarme y la reglamentación de
armamentos;
* Discutir toda cuestión relativa al
mantenimiento
de la paz y la seguridad
internacionales y, salvo en el caso en que el Consejo de Seguridad
esté examinando una controversia o situación,
formular recomendaciones al respecto;
* Tratar y, con la misma salvedad, hacer
recomendaciones sobre cualquier cuestión dentro de los
límites de la Carta o que
afecte a los poderes o funciones de
cualquier órgano de las Naciones
Unidas;
* Promover estudios y hacer recomendaciones para
fomentar la cooperación política
internacional, desarrollar el derecho
internacional y su codificación, ayudar a hacer
efectivos los derechos humanos
y las libertades fundamentales de todos y fomentar la
cooperación internacional en materias de carácter
económico, social, cultural educativo y
sanitario;
*Hacer recomendaciones para el arreglo
pacífico de cualquier situación, sea cual fuere su
origen, que pueda perjudicar las relaciones amistosas entre
naciones;
* Recibir y considerar informes del
Consejo de Seguridad y otros órganos de las Nadones
Unidas;
* Examinar y aprobar el presupuesto de
las Naciones Unidas y
fijar las cuotas a los Membros;
* Elegir los miembros no permanentes del Consejo
de Seguridad, los miembros del Consejo Económico y Social
y los miembros del Consejo de Administración Fiduciaria que deban ser
electos; participar con el Consejo de Seguridad en la
elección de los magistrados de la Corte Internacional de
Justicia y, a
recomendación del Consejo de Seguridad, nombrar al
Secretario General.
De conformidad con la resolución
"Unión pro paz", aprobada por la Asamblea General en
noviembre de 1950, la Asamblea puede adoptar medidas si el
Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus miembros
permanentes, no adopta medidas en un caso en que parece haber una
amenaza a la paz, el quebrantamiento de la paz o un acto de
agresión. La Asamblea está facultada para
considerar el asunto inmediatamente con el fin de recomendar a
los Miembros la adopción
de medidas colectivas, inclusive, en casos de quebrantamiento de
la paz o de un acto de agresión, el empleo de la
fuerza armada
si fuera necesario para mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales.
Períodos de
sesiones
El período ordinario de sesiones de la
Asamblea General, que se inicia anualmente el tercer martes de
septiembre, continúa habitualmente hasta mediados de
diciembre. Al principio de cada período ordinario de
sesiones, la Asamblea elige un nuevo Presidente, 21
vicepresidentes y los presidentes de las siete Comisiones
principales. Para asegurar una distribución geográfica equitativa,
la presidencia de la Asamblea se rota anualmente entre cinco
grupos de
Estados: los Estados de África, Asia, Europa Oriental,
América
Latina y Europa Occidental
y otros Estados.
Además de esos períodos ordinarios
de sesiones, la Asamblea puede reunirse en períodos
extraordinarios de sesiones a solicitud del Consejo de Seguridad,
de una mayoría de los Miembros de las Naciones Unidas o
de un Miembro si la mayoría de los miembros está de
acuerdo. Los períodos extraordinarios de sesiones de
emergencia se pueden convocar dentro de las 24 horas de recibida
una solicitud del Consejo de Seguridad, aprobada por el voto de
nueve de esos Miembros, por una mayoría de los miembros de
las Naciones Unidas o
por un miembro si la mayoría de los miembros está
de acuerdo.
Al principio de cada período ordinario de
sesiones, la Asamblea celebra un debate
general, en el que a menudo intervienen Jefes de Estado o de
Gobierno, en el
cual los Estados Miembros expresan sus opiniones acerca de una
amplia gama de cuestiones de interés
internacional. Debido al gran número de cuestiones que se
someten a consideración de la Asamblea (por ejemplo, el
programa del
período de sesiones de la Asamblea constaba en 1994 de 162
temas distintos), la Asamblea asigna la mayoría de las
cuestiones a sus seis Comisiones Principales.
Comisiones Principales:
* Comisión de Desarme y de Seguridad Internacional
(Primera Comisión)
* Comisión de Asuntos Económicos y
Financieros (Segunda Comisión)
* Comisión de Asuntos Sociales,
Humanitarios y Culturales (Tercera
Comisión)
* Comisión Política Especial y
de Descolonización (Cuarta
Comisión)
* Comisión de Asuntos Administrativos y
Presupuestarios (QuintaComisión)
* Comisión Jurídica (Sexta
Comisión)
Hay también una Mesa, integrada por el
Presidente y los 21Vicepresidentes de la Asamblea más los
Presidentes de las siete Comisiones Principales, y una
Comisión de Verificación de Poderes, integrada por
nueve miembros designados por la Asamblea a propuesta del
Presidente en cada período de sesiones, la cual informa a
la Asamblea sobre los poderes de los
representantes.
Aigunas de las cuestiones se consideran
sólo en sesión plenaria, y no en una de las
Comisiones Principales. Todas las cuestiones se someten a
votación en sesión plenaria, por lo común
hacia el final del período de sesiones, luego de que las
Comisiones han concluido su examen de esas cuestiones y
presentado proyectos de
resolución al pleno de la Asamblea
General.
La votación en las Comisiones se hace por
mayoría simple. En sesión plenaria, las
resoluciones se pueden adoptar por aclamación, sin
objeción o sin votación, o bien mediante
votación registrada o por votación
nominal.
Aunque carecen de obligatoriedad jurídica
para los gobiernos, las decisiones de la Asamblea están
sustentadas por el peso de la opinión pública
mundial respecto de los principales problemas
internacionales y por la autoridad
moral de la
comunidad
internacional.
La labor de las Naciones Unidas durante todo el
año se deriva fundamentalmente de las decisiones de la
Asamblea General, es decir, de la voluntad de la mayoría
de los Miembros expresada en resoluciones adoptadas por la
Asamblea. Esta labor la Ilevan a cabo:
* Las Comisiones y otros órganos
establecidos por la Asamblea para estudiar cuestiones
específicas como el desarme, el espacio ultraterrestre, el
mantenimiento
de la paz, la descolonización y los derechos humanos
e informar al respecto;
* Las conferencias internacionales convocadas por
la Asamblea, y
* La Secretaría de las Naciones Unidas por
conducto de las actividades del Secretario General y de la
plantilla de funcionarios internacionales.
Secretaría General
Organo administrativo compuesto por un secretario
general y "tanto personal como
la
Organización pueda necesitar", según consta en
la Carta
fundacional de la
Organización de la Naciones Unidas (ONU).
El secretario general, nombrado para un mandato de
cinco años por la Asamblea General, a recomendación
del Consejo de Seguridad, es el principal funcionario
administrativo de la ONU y,
según el Artículo 99 de la Carta, puede
llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre
cualquier tema que parezca amenazar la paz y la seguridad
internacional. Desde el nacimiento de las Naciones Unidas, esta
disposición proporcionó al secretario general una
cierta autoridad
ejecutiva, lo que provocó el descontento
sistemático de la Unión Soviética con las
dos primeras autoridades de la ONU. El primer
secretario general fue el noruego Trygve Lie, que, ante la
constante presión soviética, se vio forzado a
dimitir en noviembre de 1952. En abril de 1953 le sucedió
el sueco Dag Hammarskjöld, que sería reelegido cinco
años más tarde. Hammarskjöld también
tuvo que enfrentarse con las duras objeciones de la URSS a
raíz de la intervención de la ONU en la
crisis del
Congo de 1960-1961. Pereció en dicho país en un
accidente de aviación el 17 de septiembre de 1961. El 3 de
noviembre la Asamblea nombró al birmano U Thant secretario
general en funciones, quien
fue reelegido en 1966. Cuando su segundo mandato expiró en
1971, le sustituyó Kurt Waldheim, de Austria, quien
volvió a ser reelegido durante otros cinco años en
1976. En 1982 el peruano Javier Pérez de Cuéllar
sucedió a Waldheim, cumplió dos mandatos y
rechazó un tercero. Pérez de Cuéllar
participó en numerosas misiones de paz y de ayuda
humanitaria tras algunos desastres, como los terremotos de
Guatemala y
Nicaragua. Fue relevado en 1992 por el egipcio Butros
Butros-Ghali, y en 1997 tomo posesión del cargo el
ghanés Kofi Annan.
En 1977 la Asamblea General adoptó una
resolución que otorgaba al secretario general la autoridad de
nombrar a un vicesecretario, que tendría el título
de director general para el desarrollo
económico y la cooperación económica
internacional, y cuya responsabilidad sería dirigir aquellas
agencias de la ONU dedicadas a temas sociales y
económicos.
El personal de las
Naciones Unidas es nombrado por el secretario general, que es
quien selecciona a estos funcionarios internacionales
basándose en la competencia e
integridad de éstos y respetando que la composición
de la Secretaría refleje la diversidad multinacional de la
propia ONU. Los funcionarios de las Naciones Unidas sólo
deben rendir cuentas ante ese
organismo y no pueden buscar o recibir instrucciones de otro
gobierno o
autoridad. La
Secretaría está organizada en varios departamentos,
entre los que se incluyen las oficinas encargadas de la información política, legal,
financiera, económica, pública y de
tutela.
KOFI
ANNAN
SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS
Nota biográfica
Kofi Annan fue elegido como el séptimo
Secretario General de las Naciones Unidas a partir del 1 de enero
de 1997 hasta el 31 de diciembre de 2001. Hasta el momento de su
nombramiento por la Asamblea General, el Sr. Annan había
sido Secretario General Adjunto de Operaciones de
Mantenimiento
de la Paz de las Naciones Unidas.
El Sr. Annan, nacional de Ghana, volvió al
puesto de Secretario General Adjunto de Operaciones de
Mantenimiento de la Paz en marzo de 1996, después de
desempeñar las funciones de
Representante Especial del Secretario General en la ex Yugoslavia
y de Enviado Especial ante la
Organización del Tratado del Atlántico del
Norte (OTAN) durante todo el período de transición
que siguió a la firma del Acuerdo de Paz de Dayton.
Había sido nombrado Secretario General Adjunto de Operaciones de
Mantenimiento de la Paz el 1 de marzo de 1993, un año
después de su nombramiento como Subsecretario General en
el mismo departamento.
Antes de desempeñar esos cargos, el Sr.
Annan sirvió a las Naciones Unidas en otros puestos
superiores. En total, ha dedicado más de 30 años de
su vida a las Naciones Unidas, para las que ha trabajado en
lugares tan diversos como Addis Abeba, el Cairo, Ginebra,
Ismailia (Egipto) y
Nueva York.
Entre esas posiciones, el Sr. Annan prestó
servicios en
calidad de
Subsecretario General de Planificación de Programas,
Presupuesto y
Finanzas y
Contralor de las Naciones Unidas. A raíz de la
invasión de Kuwait por el Iraq en 1990, el Secretario
General envió al Sr. Annan al Iraq para determinar
qué podía hacerse para mejorar la situación
sobre el terreno y facilitar la repatriación de más
de 900 funcionarios internacionales. Durante su estancia en el
Iraq, el Sr. Annan entabló negociaciones para la
liberación de los rehenes occidentales y
señaló a la atención de la comunidad
internacional la situación de los más de 500.000
asiáticos que se encontraban en Kuwait y en el Iraq.
Encabezó posteriormente el equipo de negociación de las Naciones Unidas con el
Iraq sobre la posibilidad de autorizar ventas de
petróleo
para la compra de ayuda humanitaria.
El Sr. Annan había simultaneado
anteriormente los cargos de Subsecretario General de Gestión
de Recursos
Humanos y Coordinador de Asuntos de Seguridad de las Naciones
Unidas, después de desempeñar los cargos de
Director de Presupuesto y
Director Adjunto de Administración y Jefe de Personal de la
Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados.
El Sr. Annan, regresó a su país de
origen de 1974 a 1976 para desempeñar el cargo de Director
Gerente de
la Empresa de
Promoción Turística de Ghana, cargo
que simultaneó con su participación en la Junta de
Ordenación del Turismo de
Ghana.
Además de sus funciones
oficiales, el Sr. Annan participa desde hace mucho tiempo en
actividades relacionadas con la educación, el
desarrollo, el
bienestar y la protección del personal
internacional. Pertenece actualmente a las juntas de consejeros
del Macalester College de Saint Paul (Minnesota) y del Institute
for the Future de Menlo Park (California). Fue durante muchos
años Presidente de la Junta Directiva de la Escuela
Internacional de las Naciones Unidas de Nueva York, y
formó parte de la Junta de Gobernadores de la Escuela
Internacional de Ginebra de 1981 a 1983. Dentro de las Naciones
Unidas, el Sr. Annan ha participado en los trabajos de la Junta
de Nombramientos y Ascensos y del Grupo de
Funcionarios Superiores (en ambos casos en calidad de
Presidente), de la Junta de Gestión
Administrativa y de Finanzas, del
Grupo de
Trabajo del Secretario General sobre las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, y de la Caja Común de Pensiones
del Personal de las
Naciones Unidas.
El Sr. Annan, que habla inglés,
francés y varios idiomas africanos, estudió en la
Universidad de
Ciencia y
Tecnología de Kumasi y completó sus estudios de
economía
en el Macalester College, que le otorgó en 1994 su Trustee
Distinguished Award, en reconocimiento de sus más de 30
años de servicio a la
comunidad
internacional. Cursó estudios de posgrado de economía en el
Institut universitaire des hautes études internationales
de Ginebra. En su calidad de Sloan
Fellow de 1971-1972 en el Massachusetts Institute of Technology,
recibió el título de Master of Science en Gestión. En junio de 1996, el Cedar Crest
College de Allentown (Pennsylvania) le confirió el
título honorario de Doctor of Public
Service.
El Sr. Annan nació en 1938. Está
casado y tiene tres hijos.
SECRETARIOS GENERALES
ANTERIORES
Boutros Boutros-Ghali (Egipto)
Período a cargo: 1992-1996
Javier Pérez de Cuéllar
(Perú)
Período a cargo:
1982-1991
Kurt Waldheim (Austria)
Período a cargo: 1972-1981
U Thant (Myanmar)
Período a
cargo: 1961-1971
Dag Hammarskjold (Suecia)
Período a cargo: 1953-1961
Trygve Lie (Noruega)
Período a
cargo: 1946-1952
Función del Secretario General de las
Naciones Unidas
La Carta de las
Naciones Unidas define al Secretario General como el "más
alto funcionario administrativo" de la
Organización. Desde luego, el Secretario General es
mucho más que eso. A un mismo tiempo
diplomático y activista, conciliador y provocador, el
Secretario General se yergue ante la comunidad mundial
como el emblema mismo de las Naciones Unidas. La tarea requiere
una gran medida de valor,
sensibilidad e imaginación, a todo lo cual el Secretario
General debe añadir un optimismo tenaz: la
convicción de que los ideales expresados en la Carta pueden
convertirse en realidad. El actual Secretario General de las
Naciones Unidas, séptimo ocupante del cargo, es Kofi
Annan, de Ghana, quien asumió sus funciones el 1 de enero
de 1997.
La labor del Secretario General implica un cierto
grado de tensión inherente y creativa, que dimana
directamente de la definición del cargo enunciada en la
Carta. La
Carta autoriza
al Secretario General a señalar a la atención del
Consejo de Seguridad cualquier asunto que en su opinión
amenace la paz y la seguridad internacionales. También le
asigna el desempeño de "las demás funciones" que le
encomienden el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y los
otros órganos principales de las Naciones Unidas. En
consecuencia, el Secretario General hace de portavoz de la
comunidad
internacional y al mismo tiempo de
funcionario de los Estados Miembros, funciones que al parecer
aseguran un cierto grado de fricción. Sin embargo, lejos
de limitar su valor, esos
perfiles amplios garantizan un mandato extraordinario para la
acción.
El Secretario General es mejor conocido por el
público por utilizar su jerarquía e imparcialidad
–sus "buenos oficios"– en interés de
la "diplomacia preventiva". Esto se refiere a las medidas que
adoptan el Secretario General o los funcionarios superiores a sus
órdenes, en público y en privado, para evitar que
surjan, aumenten o se extiendan las controversias
internacionales. En efecto, a medida que se desatan
acontecimientos y crisis en todo
el planeta, la palabra y los hechos del Secretario General pueden
tener profundas repercusiones.
No obstante, su labor entraña consultas
diarias con dirigentes mundiales y otras personas, la asistencia
a los períodos de sesiones de los diversos órganos
de las Naciones Unidas y viajes por
todo el mundo como parte del esfuerzo general por lograr que se
comprenda mejor el papel de las
Naciones Unidas en los asuntos internacionales. El Secretario
General publica una memoria anual,
cuya aparición se aguarda con ansiedad, en la que
evalúa la labor de la
Organización y anticipa su parecer acerca de las
prioridades futuras.
Asimismo, cada Secretario General define la tarea
que le corresponde según su época y
generación particulares. En 1992, por ejemplo, el
señor Boutros-Ghali escribió a petición del
Consejo de Seguridad "Un programa de paz",
que es una propuesta de largo alcance para el mantenimiento y la
consolidación eficaces de la paz en el mundo, tras la
terminación de la guerra
fría. Dos años más tarde publicó
"Un programa de
desarrollo",
que es un proyecto de
desarrollo
para el siglo XXI. En momentos en que la comunidad internacional
entra en un terreno en gran parte desconocido, se otorga
también al cargo de Secretario General un nuevo dinamismo
y una nueva orientación.
Los predecesores del señor Annan en el
cargo de Secretario General de las Naciones Unidas han sido:
Boutros Boutros-Ghali, de Egipto, quien
desempeñó su cargo de 1992 a 1996; Javier
Pérez de Cuéllar, del Perú, quien
prestó servicios de
1982 a 1991; Kurt Waldheim, de Austria, quien
desempeñó esa función de 1972 a 1981; U
Thant, de Birmania (hoy Myanmar), quien desempeño el cargo
de 1961 a 1971; Dag Hammarskjöld, de Suecia, quien
prestó servicios
desde 1953 hasta su muerte en un
accidente de aviación en África en 1961, y Trygve
Lie, de Noruega, quien desempeñó el cargo de 1946 a
1953.
LOUISE FRÉCHETTE VICESECRETARIA
GENERAL
Nota biográfica
Ex Representante Permanente ante las Naciones
Unidas pasa a ser la primera persona en un
cargo recién creado.
El Secretario General, Kofi Annan, ha anunciado el
nombramiento de Louise Fréchette del Canadá como su
Vicesecretaria General. Este cargo fue creado por la Asamblea
General en diciembre de 1997 y Fréchette es la primera
persona en
ocuparlo. Asumió su nueva función a finales de
febrero de 1998.
Louise Fréchette es la Viceministra de
Defensa Nacional del Canadá desde junio de 1995. Antes de
ese cargo había ejercido, desde noviembre de 1994, el de
Viceministra Adjunta del Departamento de Finanzas de su
país. En enero de 1992 ocupó también el
cargo de Embajadora y Representante Permanente del Canadá
ante las Naciones Unidas en Nueva York.
Comenzó su carrera en marzo de 1971, en la
División de Europa Occidental
del Departamento de Relaciones Exteriores del Canadá, y en
enero de 1972 se trasladó a la División de
Personal. Ejerció el cargo de Segunda Secretaria de la
Embajada canadiense en Atenas desde 1973 a 1975, después
de haber participado como delegada de su país en el
período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas de 1972.
Desde 1975 a 1977, volvió a trabajar en la
División de Europa Occidental
del Departamento de Relaciones Exteriores. Desde 1979 a 1982, se
desempeñó como Primera Secretaria de la Misión
Permanente de su gobierno ante las
Naciones Unidas en Ginebra. Durante ese período,
participó en un período de sesiones de la Conferencia sobre
la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE),
que tuvo lugar en Madrid de noviembre de 1980 a julio de
1981.
Después de ser Vicedirectora de la
División de Asuntos Europeos del Departamento de
Relaciones Exteriores de enero a mayo de 1982, fue Vicedirectora
de la División de Política Comercial
del Departamento de julio de 1982 a agosto de 1983. Desde 1983 a
1985, ejerció sus funciones como Directora de la
División de Países de la Cumbre Europea del citado
Departamento. Entre junio de 1985 y septiembre de 1988, se
desempeñó como Embajadora del Canadá en la
Argentina,
acreditada también ante el Uruguay y el
Paraguay.
En octubre de 1988, fue nombrada Viceministra
Auxiliar para América
Latina y el Caribe del Departamento de Relaciones Exteriores
y Comercio
Internacional. En el ejercicio de esas funciones
dirigió la revisión de las relaciones del
Canadá con la citada región, lo que permitió
que su país entrara en la Organización de los Estados Americanos
(OEA). En enero
de 1991, pasó a ser Viceministra Auxiliar de Política
Económica y Competitividad
Comercial.
En 1966 obtuvo el título de Bachelor of
Arts en la Universidad
Basile Moreau. En 1970 se licenció en historia en la Universidad de
Montreal y en 1978 obtuvo un título de posgrado en
economía
de la Universidad de
Europa en Brujas (Bélgica). En 1993, recibió el
título de Doctora "honoris causa" en Derecho de la
Universidad de
Saint Mary en Halifax.
Nació en Montreal, el 16 de julio de 1946,
y está soltera.
EL CONSEJO DE SEGURIDAD
¿Qué es el Consejo de
Seguridad?
De conformidad con la Carta, al Consejo
de Seguridad le compete la responsabilidad primordial por el mantenimiento de
la paz y la seguridad internacionales.
El Consejo se compone de 15 miembros, a saber,
cinco miembros permanentes: China, los
Estados
Unidos, la Federación de Rusia*, Francia y el
Reino Unido; y diez elegidos por la Asamblea General por
períodos de dos años.
Cada miembro del Consejo tiene un voto. Las
decisiones sobre cuestiones de procedimiento se
adoptan mediante voto afirmativo, cuando menos, de nueve de sus
15 miembros. Las decisiones sobre cuestiones sustantivas
requieren nueve votos, incluidos los votos afirmativos de los
cinco miembros permanentes. Esta es la regla de la "unanimidad de
las grandes potencias", frecuentemente denominada "veto". Si un
miembro permanente no apoya una decisión, puede emitir un
voto negativo, el cual tiene poder de veto.
Los cinco miembros permanentes han ejercido el derecho de veto en
alguna oportunidad. Si un miembro permanente no apoya una
decisión pero no desea bloquearla mediante un veto, se
puede abstener en la votación.
De acuerdo con la Carta, todos los
Miembros de las Naciones Unidas convienen en aceptar y cumplir
las decisiones del Consejo de Seguridad. Aunque otros
órganos de las Naciones Unidas formulan recomendaciones a
los gobiernos, sólo el Consejo está facultado para
adoptar decisiones que los Estados Miembros, de conformidad con
la Carta, están obligados a cumplir.
Funciones y poderes
De conformidad con la Carta, las funciones y
poderes del Consejo de Seguridad son los
siguientes:
- Mantener la paz y la seguridad internacionales
de conformidad con los propósitos y principios de
las Naciones Unidas; - Investigar toda controversia o situación
que pueda crear fricción
internacional; - Recomendar métodos
de ajuste de tales controversias, o condiciones de
arreglo; - Formular planes para el establecimiento de un
sistema que
reglamente los armamentos; - Determinar si existe una amenaza a la paz o un
acto de agresión y recomendar qué medidas se
deben adoptar; - Instar a los Miembros a que apliquen sanciones
económicas y otras medidas que no entrañan el uso
de la fuerza, con
el fin de impedir o detener la
agresión; - Emprender una acción militar contra un
agresor; - Recomendar la admisión de nuevos
miembros y las condiciones en las cuales los Estados pueden
pasar a ser partes en el Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia; - Ejercer las funciones de administración fiduciaria de las Naciones
Unidas en "zonas estratégicas"; - Recomendar a la Asamblea General la
designación del Secretario General y, junto con la
Asamblea, elegir a los magistrados de la Corte Internacional de
Justicia.
El Consejo de Seguridad está organizado de
modo que esté en condiciones de funcionar en forma
permanente, y un representante de cada uno de sus miembros debe
estar presente en todo momento en la Sede de las Naciones Unidas.
El 31 de enero de 1992 tuvo lugar en la Sede la primera
Reunión en la Cumbre del Consejo, a la que asistieron
Jefes de Estado y de
Gobierno de 13 de
sus 15 miembros y los ministros de Relaciones Exteriores de los
otros dos. El Consejo se puede reunir en otro lugar que no sea la
Sede; en 1972 celebró un período de sesiones en
Addis Abeba (Etiopía), y el año siguiente hizo lo
propio en Panamá
(Panamá).
Cuando se le ha sometido una denuncia referente a
una amenaza a la paz, la primera medida que adopta el Consejo
suele ser la de recomendar a las partes que procuren llegar a un
acuerdo por medios
pacíficos. En algunos casos el propio Consejo procede a la
investigación y a la mediación.
Puede nombrar representantes especiales o pedir al Secretario
General que interponga sus buenos oficios. En ciertos casos puede
enunciar principios para
un arreglo pacífico.
Cuando una controversia culmina en lucha armada,
la primera preocupación del Consejo es ponerle fin lo
más pronto posible. En muchas oportunidades desde la
constitución de las Naciones Unidas, el
Consejo ha dictado directivas de cesación del fuego que
han impedido la extensión de las hostilidades en muchas
partes del mundo. También envía fuerzas de las
Naciones Unidas encargadas del mantenimiento de la paz, a fin de
contribuir a reducir la tirantez en las regiones donde hay
disturbios, mantener separadas a las fuerzas contendientes y
crear condiciones de tranquilidad en las que se pueda gestionar
un arreglo pacífico. En virtud del Capítulo VII de
la Carta, el Consejo puede decidir la adopción
de medidas coercitivas, sanciones económicas (por ejemplo,
los embargos del comercio) o
acciones
militares colectivas.
La Asamblea General, a recomendación del
Consejo de Seguridad, puede suspender el ejercicio de los
derechos y privilegios inherentes a la calidad de
miembro al Estado Miembro
que haya sido objeto de acción preventiva o coercitiva por
parte del Consejo de Seguridad. La Asamblea, a
recomendación del Consejo, puede expulsar de las Naciones
Unidas a un Estado Miembro
que haya violado persistentemente los Principios
estipulados en la Carta.
Un Estado que sea
Miembro de las Naciones Unidas pero no del Consejo de Seguridad
puede participar, sin derecho de voto, en las deliberaciones del
Consejo cuando éste estime que los intereses de ese
país están afectados en forma especial. Tanto los
Estados Miembros de las Naciones Unidas como los Estados que no
son Miembros son invitados a participar, sin derecho de voto, en
las deliberaciones del Consejo cuando son parte en una
controversia sometida a la consideración del Consejo; el
Consejo establece las condiciones relativas a la
participación de los Estados que no son
Miembros.
*La Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas fue Miembro original de las
Naciones Unidas desde el 24 de octubre de 1945. En carta de fecha
24 de diciembre de 1991, el Presidente de la Federación de
Rusia, Boris Yeltsin, informó al Secretario General que la
Federación de Rusia, con el apoyo de los 11 países
miembros de la Comunidad de Estados Independientes, ocupaba el
lugar de la Unión Soviética en el Consejo de
Seguridad y en todos los demás órganos de las
Naciones Unidas.
LA CORTE INTERNACIONAL DE
JUSTICIA
¿Qué es la Corte Internacional de
Justicia?
La Corte Internacional de Justicia, con sede en La
Haya (Países Bajos), es el órgano judicial
principal de las Naciones Unidas. Su Estatuto forma parte
integral de la Carta de las Naciones Unidas.
Pueden recurrir a la Corte todas las partes en su
Estatuto, que incluye automáticamente a todos los Miembros
de las Naciones Unidas. Un Estado que no sea Miembro de las
Naciones Unidas puede llegar a ser parte en el Estatuto de la
Corte en las condiciones que en cada caso determine la Asamblea
General, por recomendación del Consejo de Seguridad. Suiza
y Nauru son los únicos Estados no Miembros que son partes
en el Estatuto. Ninguna persona
individual podrá recurrir a la Corte.
Todos los países que son partes en el
Estatuto de la Corte pueden ser partes en los casos que les sean
sometidos. Otros Estados pueden encomendarle casos en las
condiciones que establezca el Consejo de Seguridad.
Además, el Consejo puede recomendar que un litigio se
remita a la Corte.
Tanto la Asamblea General como el Consejo de
Seguridad pueden solicitar una opinión consultiva de la
Corte sobre cualquier cuestión jurídica. Otros
órganos de las Naciones Unidas y los organismos
especializados, con autorización de la Asamblea General,
pueden solicitar opiniones consultivas sobre cuestiones
jurídicas que correspondan al ámbito de sus
actividades.
Jurisdicción
La jurisdicción de la Corte se extiende a
todos los litigios que los Estados le sometan y a todos los
asuntos previstos en la Carta de las Naciones Unidas o en
tratados y
convenciones vigentes. Los Estados pueden obligarse por
anticipado a aceptar la jurisdicción de la Corte en casos
especiales, ya sea mediante la firma de un tratado o
convención en que se estipula que el caso sea sometido a
la Corte o mediante una declaración especial en ese
sentido. Esas declaraciones de aceptación obligatoria de
la jurisdicción de la Corte pueden excluir ciertos tipos
de casos.
De conformidad con el Artículo 38 de su
Estatuto, la Corte, al decidir las controversias que se le
sometan, aplica:
- Las convenciones internacionales que establecen
reglas reconocidas por los Estados
litigantes; - La costumbre internacional como prueba de una
pràctica general aceptada como ley,
y; - Las decisiones judiciales y la doctrina de los
autores más calificados de los distintos países,
como medio subsidiario para la determinación de las
reglas jurídicas.
Si las partes convienen en ello, la Corte
también puede decidir un litigio sobre la base de la
equidad.
Miembros
La Corte está integrada por 15 magistrados
elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, en
votaciones independientes. Se los elige por sus méritos y
no por su nacionalidad, y se intenta que estén
representados en la Corte los principales sistemas
jurídicos del mundo. No puede haber dos magistrados que
sean nacionales de un mismo Estado. Los magistrados cumplen
mandatos de nueve años y pueden ser reelegidos. No pueden
dedicarse a ninguna otra ocupación mientras dure su
mandato.
Por lo común, la Corte celebra sesiones
plenarias, pero también puede constituir unidades
más pequeñas, denominadas "salas", cuando las
partes lo soliciten. Las sentencias dictadas por las salas se
consideran dictadas por la Corte en pleno. La Corte ha
constituido además una Sala de Asuntos
Ambientales.
EL CONSEJO ECONOMICO Y
SOCIAL
¿Qué es el Consejo Económico
y Social?
La Carta estableció el Consejo
Económico y Social como principal órgano
coordinador de la labor económica y social de las Naciones
Unidas y de los organismos e instituciones
especializados que constituyen el sistema de las
Naciones Unidas. El Consejo tiene 54 miembros, con mandatos de
tres años. Las decisiones del Consejo Económico y
Social se toman por mayoría simple, y cada miembro tiene
derecho a un voto.
Funciones y poderes
Las funciones y poderes del Consejo
Económico y Social son las siguientes:
- Servir como foro central para el examen de
los problemas
económicos y sociales internacionales, de naturaleza
mundial o interdisciplinaria, y para la formulación de
recomendaciones sustantivas sobre dichos problemas
con destino a los Estados miembros y al sistema de las
Naciones Unidas en su conjunto; - Hacer o iniciar estudios, informes y
recomendaciones sobre asuntos de carácter
económico, social, cultural, educativo y sanitario y
asuntos conexos; - Promover el respeto por
los derechos
humanos y las libertades fundamentales de todos y la
observancia de estos derechos y libertades; - Convocar conferencias internacionales y
preparar proyectos de
convención sobre cuestiones de su competencia
para someterlos a la consideración de la Asamblea
General; - Negociar acuerdos con los organismos
especializados en los cuales se definan sus relaciones con las
Naciones Unidas; - Coordinar las actividades de los organismos
especializados mediante consultas con ellos y
formulándoles recomendaciones, y por medio de
recomendaciones destinadas a la Asamblea General y a los
Miembros de las Naciones Unidas; - Prestar servicios,
con aprobación de la Asamblea, a los Miembros de las
Naciones Unidas y, cuando lo soliciten, a los organismos
especializados; - Celebrar consultas con las organizaciones
no gubernamentales que se ocupen de asuntos en los que entiende
el Consejo.
Períodos de sesiones
Generalmente, el Consejo Económico y Social
celebra anualmente un período de sesiones sustantivo de
cinco semanas de duración, alternando entre Nueva York y
Ginebra, y al menos dos períodos de sesiones de organización en Nueva York. El
período de sesiones sustantivo incluye un segmento
especial de alto nivel al que asisten ministros y otros altos
funcionarios para examinar cuestiones económicas y
sociales importantes. La labor permanente del Consejo se lleva a
cabo en sus órganos subsidiarios; comisiones y
comités que se reúnen a intervalos regulares y
presentan sus informes al
Consejo.
Organos subsidiarios y conexos
El mecanismo subsidiario del Consejo incluye lo
siguiente:
- Nueve comisiones orgánicas: la
Comisión de Estadística, la Comisión de
Población y Desarrollo,
la Comisión de Desarrollo
Social, la Comisión de Derechos
Humanos, la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, la
Comisión de Estupefacientes, la Comisión de
Prevención del Delito y
Justicia Penal, la Comisión de Ciencia y
Tecnología para el Desarrollo y
la Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible; - Cinco comisiones regionales: la Comisión
Económica para África (Addis Abeba,
Etiopía), la Comisión Económica y Social
para Asia y el
Pacífico (Bangkok, Tailandia), la Comisión
Económica para Europa (Ginebra, Suiza), la
Comisión para América
Latina y el Caribe (Santiago, Chile) y la
Comisión Económica y Social para Asia Occidental
(Amán, Jordania); - Cuatro comités permanentes: el
Comité del Programa y de
la Coordinación, la Comisión de Asentamientos
Humanos, el Comité Encargado de las Organizaciones
no Gubernamentales y el Grupo
Intergubernamental de Trabajo de Expertos en Normas
Internacionales de Contabilidad y Presentación de
Informes; - Diversos organismos permanentes de expertos que
se ocupan de temas tales como la planificación del desarrollo, los
recursos
naturales, las fuentes de
energía nuevas y renovables y la energía para el
desarrollo, y los derechos económicos, sociales y
culturales; - Los comités y juntas ejecutivos del
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la
Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el
Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo/Fondo de Población de las Naciones Unidas, el
Programa Mundial de Alimentos y el
Instituto Internacional de Investigaciones
y Capacitación para la Promoción de la Mujer.
También están relacionados con el Consejo la
Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes
y el Consejo Mundial de la Alimentación.
Relaciones con las organizaciones no
gubernamentales
De conformidad con la Carta, el Consejo
Económico y Social puede celebrar consultas con las
organizaciones
no gubernamentales (ONG)
interesadas acerca de los asuntos que son de la competencia del
Consejo. El Consejo reconoce que esas organizaciones deben tener
la oportunidad de expresar sus opiniones y de que a menudo poseen
una experiencia o conocimientos técnicos de utilidad para los
trabajos del Consejo.
Hay más de 1.500 ONG
reconocidas como entidades consultivas por el Consejo.
Están clasificadas en tres categorías: las
organizaciones de la categoría I son las que se interesan
en la mayor parte de las actividades del Consejo; las
organizaciones de la categoría II son las que poseen
competencia
especial en esferas de actividad concretas del Consejo, y las
organizaciones que ocasionalmente pueden efectuar aportes a los
trabajos del Consejo se incluyen en una Lista a fin de
consultarlas cuando sea del caso.
Las organizaciones no gubernamentales reconocidas
como entidades consultivas pueden enviar observadores a las
reuniones públicas del Consejo y de sus órganos
subsidiarios y exponer por escrito su parecer acerca de materias
relacionadas con la labor del Consejo. Además, pueden
consultar con la Secretaría de las Naciones Unidas sobre
asuntos de interés
recíproco.
EL CONSEJO DE ADMINISTRACION
FIDUCIARIA
¿Qué es el Consejo de Administración
Fiduciaria?
Al crear un régimen internacional de
administración fiduciaria, la Carta
estableció el Consejo de Administración Fiduciaria
como uno de los órganos principales de las Naciones Unidas
y le asignó la función de supervisar la
administración de los territorios en fideicomiso
puestos bajo el régimen de administración
fiduciaria. El objetivo
principal de este régimen consistía en promover el
adelanto de los habitantes de los territorios en fideicomiso y
su desarrollo progresivo hacia el gobierno propio o
la independencia.
El Consejo de Administración Fiduciaria está
constituido por los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad: China, los
Estados
Unidos, la Federación de Rusia, Francia y el
Reino Unido.
Los propósitos del régimen de
administración fiduciaria se han cumplido a tal punto que
todos los territorios en fideicomiso
han alcanzado el gobierno propio o la independencia,
ya sea como Estados separados o mediante su unión con
países independientes vecinos. En noviembre de 1994, el
Consejo de Seguridad puso fin al Acuerdo de Administración
Fiduciaria correspondiente al último de los 11 territorios
en fideicomiso
originales que figuraban en su programa: el Territorio en
Fideicomiso de
las Islas del Pacífico (Palau), administrado por los
Estados
Unidos. El Consejo de Administración Fiduciaria,
mediante la modificación de su reglamento, se
reunirá cuando sea necesario.
Funciones y poderes
De conformidad con la Carta, el Consejo de
Administración Fiduciaria está autorizado a
examinar y debatir los informes
presentados por la autoridad
administradora respecto del adelanto político,
económico, social y educativo de la población de los territorios en fideicomiso
y, en consulta con la autoridad administradora, a examinar
peticiones provenientes de los territorios en fideicomiso y
realizar visitas periódicas y otras misiones especiales a
esos territorios.
DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS
Introducción
Vivimos en una era de cambio y
transición espectaculares, en un mundo que complejos
sistemas
financieros y revolucionarias tecnologías de la información están transformando en
un inmenso mercado
planetario. La mundialización está creando nuevas
pautas de interacción entre pueblos y Estados. Si bien
promete crear oportunidades sin precedentes de progreso material
y más libertad,
también amenaza con agravar muchos de los
obstáculos que ya enfrenta la comunidad internacional y
empeorar la marginación económica de los más
vulnerables.En esta compleja situación, los derechos humanos
han adquirido una importancia extraordinaria. Reconocidos
oficialmente como gran prioridad internacional desde que las
Naciones Unidas aprobaran la Declaración Universal de
Derechos Humanos hace 50 años, en diciembre de 1948, este
conjunto de normas y
estándares universalmente reconocidos influyen hoy, cada
vez más, en nuestras relaciones individuales y colectivas,
en comunidades y entre naciones. En la actualidad, es casi
universal el reconocimiento de que el respeto de los
derechos humanos es esencial para el logro sostenible de la paz,
el desarrollo y la democracia,
las tres prioridades mundiales convenidas. En otras palabras, que
es esencial que se respeten los derechos de decisión y
asociación políticas,
de opinión y expresión y de cultura; el
derecho a no tener miedo y a no sufrir ningún tipo de
discriminación o prejuicio; el derecho a no
pasar penuria y el derecho al empleo y el
bienestar, así como el derecho colectivo al
desarrollo.
Desde su creación, en 1945, las Naciones
Unidas han supervisado la codificación de los derechos
humanos, esforzándose denodadamente por transferirlos de
la esfera de la orientación ética a la
de la obligatoriedad jurídica. Para la lista de los
acontecimientos de los derechos humanos en las Naciones Unidas,
presione sobre Cronología, a su izquierda. Ya
casi completada su labor normativa en materia de
instrumentos internacionales de derechos humanos, las Naciones
Unidas concentran ahora esfuerzos y recursos en la
aplicación de esa legislación. La Organización trata de hacer que los Estados
Miembros observen dichas normas y trata de
promover eficazmente una cultura
mundial de los derechos humanos, mediante estrategias
prácticas como las siguientes:
- varios grupos de
trabajo y grupos de
expertos prosiguen la investigación en materia de
derechos humanos, estableciendo normas,
codificando el contenido de los derechos humanos, determinando
cuáles son los obstáculos que impiden su
aplicación y elaborando formas de poner en
práctica esos derechos; - un sistema en
evolución de vigilancia de los derechos
humanos, compuesto de comisiones y comités, responde a
las crecientes exigencias de prevención de las
violaciones de los derechos humanos y establecimiento de
recursos
jurídicos al respecto, insistiendo en la
ratificación universal de los tratados
internacionales de derechos humanos y ayudando a los
gobiernos a cumplir con las disposiciones de dichos tratados;
y - una cantidad cada vez mayor de programas de
cooperación técnica y capacitación en materia de
administración de la justicia, realizados por conducto
de operaciones y
oficinas de derechos humanos sobre el terreno, ayudan a los
Estados y a la sociedad civil,
en todo el mundo, a crear redes nacionales para
apoyar y fortalecer los derechos humanos y el estado de
derecho a niveles regional y local.
Las Naciones Unidas siguen reorientando su
programa de derechos humanos para responder con más
eficacia a los
desafíos actuales, ya sean violaciones en gran escala de los
derechos humanos, opresión política
sistemática o persistencia de formas más complejas
y omnipresentes de discriminación, por ejemplo, las que
perjudican el derecho al desarrollo o el derecho a un entorno
saludable. Sin embargo, se reconoce, a nivel internacional, que
la responsabilidad primordial por la promoción y protección de los
derechos humanos recae en los gobiernos. Por esa razón,
para fortalecer los derechos humanos a nivel nacional, las
Naciones Unidas han ampliado considerablemente su labor sobre el
terreno en materia de
derechos humanos. Por conducto de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(OACDH), que coordina la incorporación de los derechos
humanos a las actividades del sistema entero,
la Organización ayuda a los gobiernos y otros
colaboradores nacionales e internacionales a promover y proteger
los derechos humanos. El fortalecimiento de los instrumentos
internacionales de derechos humanos y la responsabilidad cada vez mayor asumida por
particulares y Estados Miembros en esa esfera son pasos decisivos
para la aplicación eficaz de las normas de
derechos humanos. Todos esos esfuerzos complementarios adelantan
y realzan los esfuerzos de las Naciones Unidas por crear una
cultura
mundial de los derechos humanos.
Cronología de
acontecimientos
26 de junio de 1945 – Firma de la Carta de
las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia, en San Francisco
21 de junio de 1946 – Establecimiento de la
Comisión de Derechos Humanos por la resolución 9
(II) del Consejo Económico y Social. En su primer
período de sesiones, celebrado en 1947, la Comisión
creó la Subcomisión de Prevención de
Discriminaciones y Protección a las Minorías
basándose en la resolución mencionada.
Establecimiento de la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer por la
resolución 11 (II) del Consejo Económico y
Social.
9 de diciembre de 1948 – Aprobación por la Asamblea
General de la Convención para la Prevención y la
Sanción del Delito de
Genocidio.
10 de diciembre de 1948 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración Universal de Derechos
Humanos
20 de diciembre de 1952 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención sobre los Derechos
Políticos de la Mujer.
20 de noviembre de 1959 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración de los Derechos del
Niño.
21 de diciembre de 1965 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. En la
Convención se dispone la creación del Comité
para la Eliminación de la Discriminación Racial.
16 de diciembre de 1966 – Aprobación por la
Asamblea General del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. Aprobación del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del
Protocolo
Facultativo correspondiente. En el Pacto se dispone la
creación del Comité de Derechos Humanos.
7 de noviembre de 1967 – Aprobación por la Asamblea
General de la Declaración sobre la eliminación de
la discriminación contra la mujer.
13 de mayo de 1968 – Proclamación por la Conferencia
Internacional de Derechos Humanos de la Proclamación de
Teherán.
26 de noviembre de 1968 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención sobre la
imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de
los crímenes de lesa humanidad.
22 de noviembre de 1969 – Aprobación de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
11 de diciembre de 1969 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración sobre el Progreso y el
Desarrollo en lo Social.
30 de noviembre de 1973 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid.
9 de diciembre de 1975 – Aprobación por la Asamblea
General de la Declaración sobre la Protección de
Todas las Personas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes.
18 de diciembre de 1979 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer. En la
Convención se dispone el establecimiento del Comité
para la Eliminación de la Discriminación contra la
Mujer.
25 de noviembre de 1981 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración sobre la
eliminación de todas las formas de intolerancia y
discriminación fundadas en la religión o las
convicciones.
10 de diciembre de 1984 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. En la
Convención se dispone el establecimiento del Comité
contra la Tortura.
28 de mayo de 1985 – Aprobación por el Consejo
Económico y Social de la resolución 1985/17 en la
que se establece el Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, encargado de vigilar la aplicación
del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.
4 de diciembre de 1986 – Aprobación por la Asamblea
General de la Declaración sobre el derecho al
desarrollo.
9 de diciembre de 1988 – Aprobación por la Asamblea
General del Conjunto de Principios para la protección de
todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión.
24 de mayo de 1989 – Aprobación por el Consejo
Económico y Social de los Principios relativos a una
eficaz prevención e investigación de las ejecuciones
extralegales, arbitrarias o sumarias.
20 de noviembre de 1989 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención sobre los Derechos del
Niño. En la Convención se dispone el
establecimiento del Comité de los Derechos del
Niño.
18 de diciembre de 1990 – Aprobación por la
Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares. En la Convención se
dispone el establecimiento del Comité de protección
de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus
familiares.
18 de diciembre de 1992 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración sobre la
protección de todas las personas contra las desapariciones
forzadas.
18 de diciembre de 1992 – Aprobación por la
Asamblea General de la Declaración sobre los derechos de
las personas pertenecientes a minorías nacionales o
étnicas, religiosas y lingüísticas.
25 de mayo de 1993 – Aprobación por el Consejo de
Seguridad de una resolución en la que se aprueba el
estatuto del Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de los
presuntos responsables de las violaciones graves del derecho
internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex
Yugoslavia desde 1991 (en inglés).
25 de junio de 1993 – Aprobación de la
Declaración y Programa de Acción de Viena aprobados
por la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos.
20 de diciembre de 1993 – Aprobación por la
Asamblea General de la resolución 48/141, en la que se
crea el puesto de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos.
5 de abril de 1994 – Sr. José Ayala-Lasso de
Ecuador asume el
puesto de (primer) Alto Comisionado de las Naciones Unidas
assumes the post of the (first) United Nations High Commissioner
for Human Rights.
1 de julio de 1994 – Aprobación por el Consejo de
Seguridad de una resolución en la que se establece una
Comisión de Expertos encargada de investigar las
violaciones de los derechos humanos en Rwanda (en inglés).
23 de diciembre de 1994 – Aprobación por la
Asamblea General de la resolución 49/184 en la que se
proclama el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la
esfera de los derechos humanos.
12 de septiembre de 1997 – La Sra. Mary Robinson de
Irlanda asume el puesto de (segundo) Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
17 de julio de 1998 – Se adopta el Estado de
Roma de la Corte
Penal Interncional en la Conferencia
Diplomática de Plenipotenciarios
Declaración Universal de Derechos
Humanos
Hace cincuenta años, la Asamblea General de
las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal
de Derechos Humanos como baluarte contra la opresión y la
discriminación. A raíz de una devastadora guerra mundial en
la que se habían cometido algunos de los crímenes
más bárbaros de la historia de la humanidad, la
Declaración Universal detalló por primera vez los
derechos y las libertades de las personas y constituyó el
primer reconocimiento internacional de que los derechos humanos y
las libertades fundamentales se aplicaban a todas las personas,
en todas partes. En ese sentido, la proclamación de la
Declaración Universal fue un hito extraordinario en la
historia mundial.
En la actualidad, la Declaración sigue influyendo en las
vidas de las gentes e inspirando el activismo y la
legislación de derechos humanos en todo el
mundo.
La Declaración Universal es extraordinaria
en dos sentidos fundamentales. En 1948, los Estados Miembros de
las Naciones Unidas, que eran entonces 58, representaban toda una
gama de ideologías, sistemas
políticos y antecedentes religiosos y culturales,
así como diferentes etapas de desarrollo
económico. Los autores de la Declaración, que
procedían de diferentes regiones del mundo, se esforzaron
por que el proyecto de
texto
reflejase diferentes tradiciones culturales e incorporase
valores
comunes inherentes a los principales sistemas
jurídicos y tradiciones religiosas y filosóficas
del mundo. Lo más importante, sin embargo, es que
concibieron la Declaración Universal como una
afirmación común de las aspiraciones mutuas, como
una visión compartida de un mundo más equitativo y
justo.
El éxito de su empeño es patente en
la aceptación casi universal de la Declaración. En
la actualidad, traducida a casi 250 idiomas nacionales y locales,
la Declaración es el más conocido y citado
documento sobre derechos humanos del mundo. La Declaración
Universal, fundamento de los instrumentos internacionales de
derechos humanos, ha servido de modelo de
numerosos tratados y
declaraciones internacionales y ha sido incorporada a las
constituciones y leyes de muchos
países.
Cómo se redactó la Declaración
Universal
LA LABOR PREPARATORIA de la Declaración Universal de
Derechos Humanos es un ejemplo extraordinario y temprano de la
capacidad de la Organización para lograr la
cooperación y el consenso internacionales. El texto se
redactó en dos años: de enero de 1947, en que la
Comisión de Derechos Humanos se reunió por primera
vez para elaborar la Carta Internacional de Derechos Humanos, a
diciembre de 1948, en que la Asamblea General adoptó la
Declaración Universal. Un comité de redacción, integrado por ocho miembros,
elaboró el texto
preliminar de la Declaración Universal. El comité,
presidido por la Sra. Eleanor Roosevelt, viuda del ex Presidente
de los Estados Unidos,
convino en que era esencial afirmar el respeto universal
de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluidos
los principios de la no discriminación y de los derechos
civiles y políticos, así como de los derechos
sociales, culturales y económicos. Antes de presentarlo a
la Asamblea General, la Comisión revisó el proyecto de
declaración en función de las respuestas de los
Estados Miembros.
La Asamblea General, por su parte, examinó minuciosamente
el documento. Casi todas las palabras y cláusulas del
texto fueron
sometidas a votación: los 58 Estados Miembros votaron un
total de 1.400 veces. Las discusiones fueron numerosas. Algunos
estados islámicos se opusieron a los artículos
sobre la igualdad de
derechos en el matrimonio y
sobre el derecho a cambiar de creencia religiosa, mientras que
varios países occidentales criticaron la inclusión
de los derechos económicos, sociales y culturales. El 10
de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó unánimemente la Declaración Universal
de Derechos Humanos, con 8 abstenciones. Desde entonces, el 10 de
diciembre se observa todos los años, en todo el mundo,
como Día de los Derechos Humanos. La adopción
de la Declaración se recibió de inmediato con
aclamo, al considerarse un triunfo el que uniese a
regímenes políticos, sistemas
religiosos y tradiciones culturales muy diversos e incluso
opuestos. En 1998, Año de los Derechos Humanos, se
conmemoró en todo el mundo el 50o. aniversario de la
Declaración Universal . Por primera vez en la historia, la comunidad
internacional adoptaba un documento que consideraba de valor
universal, un documento que era un "ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse". En el
Preámbulo de la Declaración se reconoce la
importancia que para el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales tiene la creación de un marco
jurídico de los derechos humanos: o sea, se afirma que el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos
iguales de todas las personas son la base de la libertad, la
justicia y la paz en el mundo. Ampliando el propósito
declarado en la Carta de las Naciones Unidas de promover el
progreso social y elevar el nivel de vida "dentro de un concepto
más amplio de la libertad", la
Declaración asigna la misma importancia a los derechos
económicos, sociales y culturales y a las libertades
civiles y políticas,
y les adjudica el mismo grado de protección. La
Declaración ha inspirado más de 60 instrumentos
internacionales de derechos humanos, que constituyen un sistema
amplio de tratados de
obligatoriedad jurídica para la promoción y protección de los
derechos humanos.
La Declaración Universal abarca toda la
gama de derechos humanos en 30 artículos claros y
concisos. Los dos primeros artículos sientan la base
universal de los derechos humanos: los seres humanos son iguales
porque comparten la misma dignidad humana esencial; los derechos
humanos son universales, no a causa de un estado u
organización internacional, sino porque les pertenecen a
la humanidad entera. Los dos artículos garantizan que los
derechos humanos sean patrimonio de
todos y no privilegio de un grupo selecto
o privilegio que pueda concederse o denegarse. El Artículo
1 declara que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos y dotados, como están de razón
y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros". El
Artículo 2 reconoce la dignidad universal de una vida
libre de discriminación: "Toda persona tiene los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión,
opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición".
El primer grupo de
artículos (3 a 21), establece los derechos civiles y
políticos a los que tiene derecho toda persona. El
derecho a la vida, la libertad y la
seguridad de la persona, reconocido en el Artículo 3, es
la base de todos los derechos políticos y libertad
civiles que se establecen a continuación, incluidos el de
no ser sometido a la esclavitud, la
tortura y la detención arbitraria.
El segundo grupo de artículos (22 a 27),
establece los derechos económicos, sociales y culturales a
los que tienen derecho todos los seres humanos. La piedra angular
de esos derechos es el Artículo 22, donde se reconoce que,
como miembro de la sociedad, toda
persona tiene derecho a la seguridad
social y a la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales "indispensables" a su
dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Los artículos detallan los derechos necesarios para el
disfrute del derecho fundamental a la seguridad
social, incluidos los derechos económicos relacionados
con el trabajo, la
remuneración equitativa y el disfrute del tiempo libre, los
derechos sociales relacionados con un nivel de vida adecuado que
asegure la salud, el
bienestar y la educación, y el
derecho a participar en la vida cultural de la
comunidad.
El tercer y último grupo de
artículos (28 a 30), amplía el marco de
protecciones necesarias para el disfrute universal de los
derechos humanos. El Artículo 28 reconoce el derecho a un
orden social e internacional en el que los derechos humanos y las
libertades fundamentales se hagan plenamente efectivos. El
Artículo 29 reconoce que, además de derechos, toda
persona tiene también deberes respecto a la comunidad,
puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y
plenamente su personalidad.
Por último, el Artículo 30 protege la
interpretación de todos los artículos de la
Declaración de toda injerencia externa contraria a los
propósitos y principios de las Naciones Unidas. Este
Artículo afirma explícitamente que ningún
Estado, grupo o persona tiene derecho alguno a emprender y
desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la
supresión de cualquiera de los derechos y libertades
proclamados en la Declaración.
Carta Internacional de Derechos
Humanos
Una vez adoptada la Declaración Universal
de Derechos Humanos, la Comisión de Derechos Humanos,
principal órgano intergubernamental en esa esfera dentro
de las Naciones Unidas, empezó a traducir los principios
de aquélla en tratados
internacionales que protegían derechos
específicos. Como se trataba de una tarea sin precedentes,
la Asamblea General decidió redactar dos Pactos que
codificasen las dos series de derechos esbozados en la
Declaración Universal: los derechos civiles y
políticos y los derechos económicos, sociales y
culturales. Los Estados Miembros debatieron durante dos decenios
las disposiciones de esos pactos, que confirmaban
explícitamente determinados aspectos de los derechos
humanos universales a los que la Declaración Universal se
refería sólo de manera implícita, como el
derecho de todos los pueblos a la libre determinación, y
que hacían referencia a determinados grupos
vulnerables, como las poblaciones indígenas y las
minorías.
En 1966 se logró el consenso: ese
año la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos. Los preámbulos y
los artículos 1, 3, 4 y 5 son casi idénticos en
ambos pactos internacionales. En ambos preámbulos se
reconoce que los derechos humanos dimanan de la dignidad
inherente de todos los seres humanos. El Artículo 1 de
cada Pacto afirma que todos los pueblos tienen derecho a la libre
determinación y que en virtud de ese derecho son libres de
determinar su estatuto político y de buscar su desarrollo
económico, social y cultural. En ambos, el
Artículo 2 reafirma el principio de la no
discriminación, haciéndose eco de la
Declaración Universal, mientras que el Artículo 3
subraya que los Estados deben garantizar la igualdad de
derechos de hombres y mujeres de disfrutar de todos los derechos
humanos. El Artículo 6 de ambos Pactos se hace eco de la
disposición final de la Declaración Universal y
establece salvaguardias contra la destrucción o
limitación indebida de cualquier derecho humano o libertad
fundamental. Dos Protocolos
Facultativos amplían determinadas disposiciones del Pacto
de Derechos Civiles y Políticos: uno estipula que los
particulares pueden presentar denuncias y el otro aboga por la
abolición de la pena de
muerte.
Al entrar en vigor en 1976, los dos pactos
internacionales impartieron obligatoriedad jurídica a
muchas de las disposiciones de la Declaración Universal
para los Estados que los ratificaban. Ambos pactos
internacionales, junto con la Declaración Universal y los
Protocolos
Facultativos, constituyen la Carta Internacional de Derechos
Humanos.
Más de 60 tratados sobre
derechos humanos han abordado con más detalles los
derechos y libertades fundamentales que figuran en la Carta
Internacional de Derechos Humanos. Dichos tratados se refieren a
cuestiones como la esclavitud, el
genocidio, el derecho humanitario, la administración de la
justicia, el desarrollo
social, la tolerancia
religiosa, la cooperación cultural, la
discriminación, la violencia
contra la mujer y la
condición de refugiados y minorías. Además
de los dos pactos internacionales, hay cuatro convenciones que
también se consideran instrumentos fundamentales de
derechos humanos. Las mismas tratan sobre la
discriminación racial, la tortura, la mujer y el
niño, respectivamente:
la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial (adoptada en 1965/entró en vigor en 1969), un
tratado innovador que define y condena la discriminación
racial, insta a que se tomen medidas a nivel nacional para el
adelanto de determinados grupos raciales y
étnicos y dispone que la ley castigue la
difusión de ideas basadas en la superioridad racial o que
inspiren el odio;
la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979/1981)
detalla medidas para el adelanto y habilitación de la
mujer en la vida privada y pública, especialmente en las
esferas de la educación, el
empleo, la
salud, el
matrimonio y
la
familia;
la Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984/1987)
prohíbe la tortura y la violación como armas de guerra; en
1988, en un importante esfuerzo por ayudar a las víctimas
de la tortura e intensificar los esfuerzos internacionales por
ponerle fin a la tortura, las Naciones Unidas declararon el 26 de
junio Día Internacional de Solidaridad con
las Víctimas de la Tortura;
la Convención sobre los Derechos del
Niño (1989/1990), la convención sobre derechos
humanos más ratificada: sólo dos Estados Miembros,
los Estados Unidos y
Somalia, todavía no son partes en la Convención,
que protege a los niños, entre otras cosas, de la
explotación económica y sexual.
Unos 14 Estados han incorporado a sus
constituciones disposiciones de la Convención sobre los
Derechos del
Niño, mientras que 35 han aprobado nuevas leyes en
cumplimiento de la Convención o han enmendado leyes
relacionadas con el maltrato o el trabajo de
los niños y la adopción.
Otros Estados Miembros han alargado el período de educación
obligatoria, garantizado protección especial a los
niños refugiados o miembros de minorías, o
reformado sus sistemas de de justicia de menores, como lo
estipula la Convención.
Conferencia Mundial de Derechos
Humanos
Las Naciones Unidas designaron el año 1968
como Año Internacional de los Derechos Humanos en
observancia del vigésimo aniversario de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. Ese año,
convinieron una Conferencia sobre
Derechos Humanos en Teherán, Irán, para impulsar
los esfuerzos e iniciativas nacionales e internacionales en pro
de los derechos humanos. Después de evaluar los efectos de
la Declaración Universal en la legislación y
decisiones judiciales nacionales, la Conferencia aprobó la
Proclamación de Teherán, cuyo programa para el
futuro abordaba los problemas del
colonialismo, la discriminación racial, el analfabetismo
y la protección de la familia. En
la Proclamación de Teherán se puso énfasis
en el principio de la no discriminación,
condenándose la política de apartheid como un
"crimen de lesa humanidad", y se instó a la comunidad
internacional a ratificar los pactos internacionales sobre
derechos civiles y políticos y sobre derechos
económicos, sociales y culturales adoptados por las
Naciones Unidas dos años antes.
En 1993, la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos celebrada en Viena volvió a evaluar el progreso de
la labor de las Naciones Unidas en la esfera de los derechos
humanos a lo largo de los años. La Conferencia de Viena
contó con un apoyo sin precedentes de la comunidad
internacional de derechos humanos. Unos 7.000 participantes,
entre ellos delegaciones de 171 Estados y representantes de
más de 840 organizaciones no gubernamentales, se reunieron
durante dos semanas para elaborar un revitalizado programa de
acción mundial en pro de los derechos humanos. Hubo un
amplio consenso de que, ya codificados los derechos fundamentales
y establecidos los mecanismos esenciales, era hora de aplicar con
mayor vigilancia los estándares y normas de
derechos humanos establecidos.
Al adoptar por consenso la Declaración y
Programa de Acción de Viena, la Conferencia Mundial
reafirmó la importancia fundamental de la
Declaración Universal para la protección de los
derechos humanos y reconoció por primera vez,
unánimemente, que el derecho al desarrollo era un derecho
inalienable y un componente integral de los instrumentos
internacionales de derechos humanos. La Conferencia
también subrayó que todos los derechos humanos
debían promoverse en pie de igualdad, ya
que eran universales e indivisibles, interrelacionados e
interdependientes. Los representantes rechazaron argumentos de
que algunos derechos humanos eran opcionales o que estaban
subordinados a las tradiciones y prácticas culturales. La
Conferencia de Viena le dió así alta prioridad a la
preservación de la integridad de la Declaración
Universal. Dándole un nuevo ímpetu a la
aplicación mundial de las normas de derechos humanos, la
Conferencia subrayó que la mayoría de las
violaciones podían resolverse mediante la
aplicación vigorosa de las normas existentes por conducto
de los mecanismos existentes.
Al afirmar que la protección de los
derechos humanos es "la primera responsabilidad" de los gobiernos, la
Declaración de Viena reconoció la democracia
como un derecho humano, fortaleciendo así la promoción de ésta y del estado de
derecho. Al darle también alta prioridad a la
ratificación universal de los tratados
internacionales de derechos humanos, la Conferencia Mundial
instó a los Estados, en particular, a que ratificasen
rápidamente la Convención sobre los Derechos del
Niño y la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer.
Asimismo, la Conferencia tomó medidas innovadoras para
proteger los derechos de los grupos vulnerables y para colocar
los derechos de la
mujer en la corriente principal de la labor de las Naciones
Unidas en materia de
derechos humanos, apoyando el establecimiento de un Relator
Especial sobre la violencia
contra la mujer e instando a que se proclamase un decenio
internacional de los pueblos indígenas del
mundo.
La Conferencia Mundial tuvo un efecto catalizador
en la revitalización del programa de derechos humanos de
las Naciones Unidas. Con la Declaración y Programa de
Acción de Viena la comunidad internacional cuenta con un
nuevo marco de planificación, diálogo y
cooperación para el enfoque integrado de la
promoción de los derechos humanos. El reconocimiento de la
interdependencia entre democracia,
desarrollo y derechos humanos, por ejemplo, ha echado las bases
de una mayor cooperación entre organismos de desarrollo
internacionales y organizaciones nacionales para la
promoción de los derechos humanos. La Declaración
de Viena afirma de manera explícita, por primera vez, que
todos los órganos, programas y
organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas
deben desempeñar una función esencial en el
fortalecimiento de los derechos humanos. Sin embargo, la
recomendación institucional clave de la Declaración
fue la de que se estableciese el cargo de Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para coordinar todas
las actividades de derechos humanos en todo el sistema. La
Conferencia Mundial también pidió que en 1998 se
llevase a cabo un examen quinquenal amplio del progreso realizado
en la aplicación de la Declaración y Programa de
Acción de Viena. Este examen coincide con el
cincuentenario de la adopción
de la Declaración Universal de Derechos
Humanos.
Los derechos humanos en
acción
Las Naciones Unidas han ido adaptando a
través de los años su mecanismo de derechos
humanos, a fin de responder mejor a la evolución de las exigencias de la comunidad
internacional. Durante la guerra
fría, la Organización creó estructuras
normativas e institucionales para la protección de los
derechos humanos, ampliando continuamente su competencia en
esa esfera; a la vez, apoyó un vasto proceso de
descolonización, en el que surgieron más de 80
nuevos Estados independientes. Medidas históricas de las
Naciones Unidas, tales como la aprobación de la
Declaración sobre la concesión de la independencia
a los países y pueblos coloniales (1960), sentaron las
pautas para el establecimiento universal del derecho colectivo a
la libre determinación. Las Naciones Unidas también
concentraron sus esfuerzos en los atropellos de los derechos
humanos producto de la
política de apartheid en Sudáfrica, supervisando
medidas internacionales que, a la postre, ayudaron a eliminar esa
grave abrogación de los derechos fundamentales. Sin
embargo, pese a los éxitos logrados, la guerra
fría limitó extraordinariamente la eficacia de la
Organización, tanto en cuanto a la gama de derechos
humanos que defendía como a su capacidad de hacer que se
respetasen en la práctica. La situación
política mundial no permitía mucha
concertación del activismo de derechos humanos sobre el
terreno. Las doctrinas de seguridad nacional y soberanía se invocaban a menudo para
ocultar, excusar o justificar abusos de los derechos
humanos.
En la actualidad, se reconoce ampliamente que hay
que darle un nuevo ímpetu a la cincuentenaria inversión en el desarrollo y los derechos
humanos, a fin de extender y profundizar la aplicación de
los derechos económicos y sociales. Millones de personas,
tanto en los países en desarrollo como en los
países desarrollados, siguen condenadas a la pobreza
extrema y a la exclusión de la vida económica,
política y cultural. En la actualidad, hay 48
países en los que más de la quinta parte de la
población viva en la "pobreza
absoluta", con pocas perspectivas de cambio
sustancial a corto plazo. Romper el ciclo de la pobreza sigue
siendo, pues, una tarea formidable para la comunidad
internacional. Por esa razón, las Naciones Unidas han
puesto énfasis en el derecho al desarrollo, que
quizás constituya la base estratégica para un
programa de derechos humanos más amplio.
Fortalecimiento del mecanismo de derechos
humanos
A raíz de la Conferencia de Viena, las
Naciones Unidas han intensificado sus esfuerzos por reorientar su
programa de derechos humanos, concentrándose
principalmente en la aplicación en vez de, como antes, en
el establecimiento de normas. Ha encabezado este esfuerzo el
principal órgano intergubernamental en esa esfera, la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
apoyada por la secretaría del Centro de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas. En 1993, la Asamblea General
fortaleció considerablemente el mecanismo de derechos
humanos de la Organización al crear el puesto de Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos.
Encargado de coordinar todos los programas de
derechos humanos de las Naciones Unidas y mejorar su efecto y
eficiencia
general, el Alto Comisionado es el responsable principal de los
mismos. Trabajando bajo la dirección y autoridad del Secretario
General, a quien representa en la esfera de los derechos humanos,
el Alto Comisionado también rinde cuentas a la
Asamblea General, el Consejo Económico y Social y la
Comisión de Derechos Humanos. La Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(OACDH) es el centro de coordinación de todas las
actividades de las Naciones Unidas en materia de derechos
humanos. Además, sirve de secretaría de la
Comisión de Derechos Humanos, los órganos
establecidos en virtud de los tratados y otros órganos de
las Naciones Unidas.
El primer Alto Comisionado, Sr. José Ayala
Lasso, que ocupó el cargo de 1994 a 1997, tomó
posesión del mismo un día antes de que se
desencadenase la matanza genocida en Rwanda. El Sr. Ayala Lasso
pidió la celebración de una reunión de
emergencia de la Comisión de Derechos Humanos para tratar
sobre la situación de los derechos humanos en ese
país. La tragedia de Rwanda puso en evidencia, claramente,
que era necesario fortalecer toda la gama de instrumentos de
derechos humanos conque contaban las Naciones
Unidas.
En 1997, como parte de amplias reformas para
mejorar la eficacia de las
Naciones Unidas, el Secretario General Kofi Annan
incorporó los derechos humanos a todos los aspectos de la
labor de la Organización, atribuyéndoles una
importancia esencial. El Secretario General organizó la
labor de las Naciones Unidas en cuatro esferas sustantivas: paz y
seguridad, asuntos económicos y sociales,
cooperación para el desarrollo y asuntos humanitarios. Los
derechos humanos eran, a la vez, quinta esfera prioritaria y
esfera temática incorporada a las cuatro anteriores. En lo
adelante, el programa de derechos humanos de las Naciones Unidas
se realizaría a través de toda la gama de
actividades de la Organización. Otra medida adoptada fue
la de consolidar la Oficina del Alto
Comisionado y el Centro de Derechos Humanos en una sola Oficina,
la del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos. Esa consolidación le dió a la nueva Alta
Comisionada una sólida base institucional para,
precisamente, coordinar la incorporación de las
actividades de derechos humanos en todo el sistema y dirigir
así la misión de
la Organización en esa esfera.
Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos
Humanos
La ex Presidenta de Irlanda, Sa. Mary Robinson,
segundo Alto Comisionado para los Derechos Humanos, asumió
el cargo en septiembre de 1997. El mandato del Alto Comisionado
tiene cuatro componentes fundamentales:
- forjar colaboraciones mundiales en pro de los
derechos humanos; - prevenir violaciones de los derechos humanos y
responder a emergencias; - promover los derechos humanos, junto con la
democracia y
el desarrollo, como principios orientadores para el logro de
una paz duradera; y - coordinar el fortalecimiento del programa de
derechos humanos de las Naciones Unidas en todo el
sistema.
La Oficina del Alto Comisionado, con sede en
Ginebra y oficinas en todo el mundo, tiene unos 200 empleados.
Sus tres principales unidades se ocupan de actividades y programas,
investigación y derecho al desarrollo, y
servicios de
apoyo. El presupuesto anual
de la Oficina es limitado (alrededor de 20 millones de dolares, o
sea, el 1,7 por ciento del presupuesto
ordinario de las Naciones Unidas). Sin embargo, la cantidad cada
vez mayor de actividades de derechos humanos sobre el terreno se
ha traducido en un aumento notable de los costos. En 1998
las necesidades globales de financiación ascendieron a 54
millones de dólares. Conforme con su mandato ampliado, el
Alto Comisionado apoya la labor de la Comisión de Derechos
Humanos y de los órganos creados de conformidad con los
tratados y se concentra, entre otras cosas, en el fomento de los
derechos de la
mujer y los niños, la lucha contra la
discriminación racial en todas sus formas y la
protección de los grupos vulnerables y las
minorías, tales como las poblaciones indígenas, los
trabajadores migratorios y las personas
discapacitadas.
A fin de cumplir con ese mandato ampliado, la
Oficina depende cada vez más de contribuciones voluntarias
para financiar sus actividades. La Operación de Derechos
Humanos en Rwanda, por ejemplo, se financió enteramente
mediante contribuciones voluntarias de los gobiernos. Varios
fondos de contribuciones voluntarias apoyan las iniciativas de la
Alta Comisionada en materia de poblaciones indígenas,
derechos del niño, derechos económicos,
víctimas de la tortura y formas contemporáneas de
esclavitud,
así como de lucha contra el racismo y la
discriminación racial.
Mediante la expansión de su programa de
cooperación técnica, sobre todo, la OACDH ha
logrado dar apoyo en materia de derechos humanos a casi todos los
programas y organismos del sistema de las Naciones Unidas. En la
esfera del mantenimiento de la paz, por ejemplo, el programa ha
brindado diferentes tipos de asistencia a importantes misiones de
las Naciones Unidas en Angola, Cambodia, Mozambique, Haití
y los países de la ex Yugoslavia. También ha
asesorado a las misiones electorales de las Naciones Unidas en
Eritrea y Sudáfrica. Esos servicios de asesoramiento a
menudo conllevan servicios de expertos en derechos humanos,
análisis legislativo y capacitación del personal. El
énfasis creciente en operaciones conjuntas ha permitido
que se financie la presencia sobre el terreno de la Oficina del
Alto Comisionado a través de los presupuestos
ordinarios de otros componentes del sistema de las Naciones
Unidas.
En la actualidad, prácticamente todos los
órganos y organismos especializados de las Naciones
Unidas, entre ellos el Banco Mundial
y el Fondo Monetario
Internacional, están esforzándose por
incorporar a sus programas y actividades la promoción y
protección de los derechos humanos, inclusive la
perspectiva de género y el énfasis en el derecho al
desarrollo. La Oficina del Alto Comisionado está tomando
otras medidas para fortalecer el mecanismo de derechos humanos de
las Naciones Unidas: por ejemplo, está apoyando la
racionalización del funcionamiento de los órganos y
mecanismos de vigilancia de los derechos humanos
.
Comisión de Derechos
Humanos
La política de las Naciones Unidas en
materia de derechos humanos es regida, a través de la
Asamblea General, por una serie de órganos
intergubernamentales que también dan orientación a
la OACDH. La Comisión de Derechos Humanos es el principal
órgano normativo intergubernamental en esa esfera.
Establecida en 1946 por el Consejo Económico y Social, la
Comisión da orientación política global,
estudia los problemas
relativos a los derechos humanos, elabora y codifica nuevas
normas internacionales y vigila la observancia de los derechos
humanos en todo el mundo. Integrada por 53 Estados Miembros
elegidos por períodos de tres años, la
Comisión es un foro en el que los Estados y las
organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales
(ONG) expresan
sus preocupaciones sobre cuestiones de derechos
humanos.
La Comisión concentró originalmente
sus esfuerzos en la definición y codificación de
las normas internacionales de derechos humanos. En los
últimos dos decenios, sin embargo, ha establecido un
sistema de procedimientos
especiales para investigar presuntas violaciones de los derechos
humanos y envía rutinariamente misiones de investigación a países de todas
partes del mundo. En la actualidad, el período anual de
sesiones de seis semanas de duración de la
Comisión, en Ginebra, constituye un singular foro mundial para plantear,
examinar y aclarar aseveraciones sobre una amplia gama de
violaciones. Tanto los Estados como las ONG presentan
información sobre situaciones de interés
para ellos y los gobiernos implicados a menudo presentan
respuestas. Una vez examinada la situación, la
Comisión puede enviar grupos de expertos investigadores,
organizar visitas sobre el terreno, dialogar con los gobiernos,
ofrecer asistencia y condenar violaciones.
En años recientes, la Comisión se ha
ocupado cada vez más de la promoción de los
derechos economicos, sociales y culturales, incluido el derecho
al desarrollo. Para ayudarla en esa labor, ha establecido una
serie de órganos subsidiarios, tales como los grupos de
trabajo sobre los efectos de la carga de la deuda externa y
de las consecuencias de la pobreza
extrema en el disfrute de los derechos humanos.
Son prioridades en el programa de la
Comisión la promoción de los derechos de la
mujer y la protección de los derechos del niño.
Se le presta atención especial a los niños en
situaciones de conflicto
armado y a la violencia
contra la mujer (esto incluye a las trabajadoras migratorias y al
tráfico de mujeres y niñas). La Comisión
trata también de proteger los derechos de los grupos
vulnerables, en especial las minorías étnicas,
religiosas y lingüísticas y las poblaciones
indígenas. Con tal fin, está tratando de crear un
foro permanente para los
pueblos indígenas dentro del sistema de las Naciones
Unidas.
Desde 1948, ayuda a la Comisión su
Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y
Protección de las Minorías, compuesta por 26
expertos independientes de todas las regiones del mundo. La
Subcomisión tiene varios grupos de trabajo, que sirven de
foro para los contactos
entre los gobiernos y la sociedad civil en
relación con los derechos de las poblaciones
indígenas, las minorías y los grupos vulnerables a
las formas contemporáneas de esclavitud. Entre
otras cuestiones, la Subcomisión se concentra en las
formas contemporáneas de esclavitud, entre
ellas el trabajo
forzado, las adopciones ilegales y seudolegales destinadas a
explotar a los niños y la esclavitud sexual en tiempos de
guerra.
También examina cuestiones de derechos humanos relativas a
los trabajadores domésticos y migratorios y examina
medidas preventivas para la eliminación de la violencia
contra la mujer, en particular en situaciones de conflicto
armado.
Vigilancia de las violaciones de derechos
humanos
La función de vigilancia de las violaciones
de derechos humanos que desempeñan las Naciones Unidas es
parte integral del conjunto de instrumentos sobre derechos
humanos. El fundamento del sistema de vigilancia de las Naciones
Unidas lo constituyen dos tipos de mecanismos de derechos
humanos, uno convencional y otro extraconvencional, que responden
a abusos individuales de los derechos humanos y a abrogaciones
sistemáticas de esos derechos por los Estados
Miembros.
Seis tratados esenciales sobre derechos humanos
han establecido mecanismos de vigilancia "convencionales", o sea,
seis órganos o comités creados en virtud de los
propios tratados, que vigilan la adhesión de los Estados
partes a las normas internacionales establecidas en dichos
instrumentos. Los principios y normas de esos tratados
sólo se aplican a los Estados que los hayan
ratificado.
El Comité de Derechos Humanos vigila la
aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
El Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales vigila la aplicación del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.
El Comité para la eliminación de la
discriminación racial vigila la aplicación de la
Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación
Racial.
El Comité para la eliminación de la
discriminación contra la mujer vigila la aplicación
de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la
mujer.
El Comité contra la Tortura vigila la
aplicación de la Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes.
El Comité de los Derechos del Niño
vigila la aplicación de la Convención sobre los
Derechos del Niño.
En informes periódicos a los
comités, los Estados partes esbozan las medidas
legislativas, judiciales y administrativas que han tomado para
ajustar sus políticas
y prácticas gubernamentales a los principios estipulados
en el tratado. El Comité de Derechos Humanos, por ejemplo,
ha examinado más de 800 informe sobre 56
países y ha publicado 270 decisiones. Aunque las opiniones
del Comité no son jurídicamente vinculantes, tienen
un peso considerable. Los Estados han acatado con frecuencia las
decisiones del Comité y han efectuado cambios
constitucionales o han ajustado sus políticas
a raíz de recomendaciones de aquél.
Tres tratados sobre derechos humanos permiten comunicaciones
de particulares. El Comité de Derechos Humanos, el
Comité contra la Tortura y el Comité para la
Eliminación de la Discriminación Racial
están autorizados a aceptar denuncias individuales de
ciudadanos de Estados que han ratificado las disposiciones
relativas a comunicaciones
de esa índole. Dos organismos especializados, la
Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y
la Cultura
(UNESCO) y la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), también examinan denuncias de discriminación
presunta en sus respectivas esferas de competencia.
En 1967, el Consejo Económico y Social adoptó la
resolución 1235 (XLII) en la que autorizaba a la
Comisión de Derechos Humanos y su Subcomisión de
Prevención de Discriminaciones y Protección de las
Minorías a examinar información pertinente relativa a
violaciones graves de los derechos humanos y las libertades
fundamentales. En 1970, el Consejó adoptó la
resolución 1503 (XLVIII), que estableció el
mecanismo para responder a las denuncias de los particulares que
hoy se conoce comúnmente como "procedimiento
1503". Esas aseveraciones se resumen en documentos
confidenciales que se envían, para su examen, a la
Comisión de Derechos Humanos. Si se ve que hay un cuadro
persistente de abusos graves y verificados de los derechos
humanos, la Comisión puede investigar la situación
mediante su sistema de "procedimientos
especiales".
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
mantiene abierta las 24 horas del día una "línea de
emergencia" de fax
(0041-22-917-0092) a la que se puede informar sobre presuntas
violaciones de los derechos humanos. Cada año, se reciben
por esta vía casi 200.000 comunicaciones
informando sobre violaciones.
Procedimientos
especiales
El programa de derechos humanos de las Naciones
Unidas depende cada vez más de un sistema de
verificación independiente del marco de los tratados, que
permite un enfoque más flexible y específico de
cada violación. Los procedimientos
especiales de la Comisión de Derechos Humanos constituyen
este sistema de mecanismos denominados extraconvencionales. La
Comisión puede nombrar expertos de reputación
internacional para examinar, vigilar y rendir informes
públicos sobre la situación de los derechos humanos
en determinados países o, cuando el mandato es
temático, sobre las violaciones graves de los derechos
humanos en diferentes partes del mundo relacionadas con un
fenómeno determinado, como la intolerancia religiosa o el
recurso a los mercenarios. Esos expertos, que actúan a
título personal, son designados relatores especiales,
representantes, expertos independientes o, cuando varios de ellos
comparten el mismo mandato, grupos de trabajo.
Los relatores especiales tienen libertad de utilizar todas las
fuentes
fidedignas de que dispongan para preparar sus informes. Gran
parte de su labor se realiza sobre el terreno (entrevistas
con autoridades, ONG y
víctimas y reunión de pruebas en el
terreno, cuando pueden). En 1997, se realizaron misiones de
investigación a 14 países y se transmitieron a los
gobiernos peticiones de información sobre más de 5.000
casos. Los relatores especiales presentan informes anuales a la
Comisión, en los que recomiendan medidas a tomar. Esas
recomendaciones son también utilizadas por los
órganos establecidos en virtud de los tratados en su
labor, en especial en la evaluación
de los informes de los Estados.
A mediados de 1998, había más de 20 mandatos por
país sobre la situación de los derechos humanos en
determinadas regiones. Los relatores por país generalmente
vigilan la compleja situación de los derechos humanos en
regiones donde han ocurrido violaciones en gran escala, a menudo
a raíz de violencia o
conflictos en
gran escala, como en
Cambodia, Rwanda y la ex Yugoslavia. Esos relatores hacen
recomendaciones acerca de cómo fortalecer los derechos
humanos a nivel nacional.
La Comisión de Derechos Humanos nombró un Relator
Especial sobre la situación de los derechos humanos en
Rwanda en mayo de 1994, cuando todavía se estaba
produciendo allí un genocidio. El Relator debía
examinar todos los aspectos de la situación tocante a los
derechos humanos, incluidas las causas primordiales de las
atrocidades y las responsabilidades por las mismas. En 1997, al
cumplirse los tres años previstos para aquel mandato, la
Comisión nombró a un Representante Especial para
facilitar la creación y funcionamiento eficaz de una
comisión nacional independiente de derechos humanos en
Rwanda.
La Asamblea General también solicitó al Secretario
General que investigase la violación y atropellos
sistemáticos de mujeres y niños durante el conflicto
armado en la ex Yugoslavia, sobre todo en la República de
Bosnia y Herzegovina.
Los expertos a los que se confían los mandatos
temáticos cubren una gama de cuestiones específicas
de derechos humanos de importancia mundial. El derecho a la vida,
por ejemplo, es reconocido como el derecho más fundamental
y su violación por los Estados es causa de
preocupación internacional. El Grupo de Trabajo sobre las
Desapariciones Forzadas o Involuntarias, establecido en 1980, fue
el primero que aceptó denuncias de particulares y
visitó Estados. En 1995, uno de los expertos del Grupo de
Trabajo empezó a examinar el problema de los desaparecidos
en la ex Yugoslavia. En su informe final, en
1997, el experto afirmó que unas 20.000 personas
seguían desaparecidas en Bosnia y Herzegovina, y que la
inmensa mayoría eran hombres bosnios de origen
musulmán que habían sido víctimas de las
operaciones de "depuración étnica" realizadas por
las fuerzas serbias de Bosnia entre 1992 y 1995.
En 1997, la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer
visitó Rwanda para estudiar la cuestión de la
violencia contra la mujer en tiempos de guerra y
situaciones posteriores a los conflictos,
reuniéndose con numerosas sobrevivientes. La Relatora
Especial también visitó el Tribunal Penal
Internacional para Rwanda, en Tanzanía, donde
observó el juicio contra Jean-Paul Akayesu, el primero de
esta índole en incluir acusaciones de violencia sexual en
la inculpación (véase la pág. XX).
Desde 1982, el Relator Especial sobre ejecuciones
extrajudiciales, sumarias o arbitrarias investiga violaciones del
derecho a la vida cometidas por autoridades estatales o grupos
armados. En colaboración estrecha con gobiernos,
órganos de las Naciones Unidas y ONG, el Relator Especial
hace llamamientos a los gobiernos para que prevengan ejecuciones,
especialmente cuando parece que se ha violado el derecho a un
juicio imparcial. El Relator pide que se realicen investigaciones
públicas o hace llamamientos urgentes, en respuesta a la
información que recibe sobre amenazas de muerte contra
personas o muerte de
personas detenidas.
La sociedad civil:
colaboradora en la acción en pro de los derechos
humanos
Las Naciones Unidas consideran que para crear una
cultura
generalizada de los derechos humanos se necesita una dinámica red de colaboraciones a
nivel mundial. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos
lleva a cabo su misión en
colaboración, entre otros, con programas y organismos del
sistema de las Naciones Unidas, gobiernos, organizaciones
regionales, comunidades universitarias, particulares
comprometidos con los derechos humanos y la comunidad no
gubernamental. Se están desarrollando nuevos tipos de
colaboración con la sociedad civil.
En materia de derechos del niño, las ONG han participado
en deliberaciones sobre la preparación de informes
gubernamentales y, con ayuda del Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia
(UNICEF), han presentado su propia información al
Comité de los Derechos del Niño, han asistido a las
sesiones de éste y han vigilado, a nivel nacional, la
aplicación de las recomendaciones del Comité.
Las ONG y otros representantes de la sociedad civil,
tales como instituciones
universitarias y grupos cívicos, han tenido, desde el
principio, una importancia decisiva en la labor de las Naciones
Unidas en materia de derechos humanos. Por ejemplo, han
contribuido, entre otras cosas, a la incorporación de las
cláusulas sobre derechos humanos en la Carta y al
establecimiento de la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos. Las ONG también han desempeñado
una función clave en la formulación de las
prioridades en materia de derechos humanos en las importantes
conferencias mundiales de este decenio, en especial en los
acuerdos logrados sobre derechos humanos en Viena (1993), sobre
población y desarrollo en El Cairo (1994),
sobre desarrollo social
en Copenhague (1995), sobre derechos de la
mujer en Beijing (1995) y sobre seguridad alimentaria en
Roma (1996).
El liderazgo de
las ONG también se ha hecho sentir en otras esferas. En la
preparación de la Conferencia de Roma, que
estableció en julio de 1998 la Corte Penal Internacional,
una bien informada y elocuente coalición de ONG
insistió en que se le diese un mandato fuerte a la Corte.
Dicha coalición encabezó a menudo el debate sobre
cuestiones conflictivas, tales como la necesidad de que la Corte
tuviese un fiscal
independiente y la inclusión del delito de
agresión como uno de los principales abarcados por la
jurisdicción de la Corte. Gracias a la vigorosa
colaboración de las ONG con los gobiernos y las Naciones
Unidas, la Corte Penal Internacional, última
institución internacional que probablemente se cree en
este siglo, tendrá la capacidad de cumplir su doble
misión:
enjuiciar a los responsables de atrocidades y refrenar barbaries
futuras.
La fuerza de las
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos radica en
su capacidad de movilizar a la opinión pública,
difundir información y presionar a los gobiernos para que
cumplan las normas internacionales de derechos humanos. Hay gran
diversidad entre esas ONG. Algunas defienden todos los derechos
humanos, en general, mientras otras protegen los intereses
específicos de determinados grupos vulnerables, tales como
las mujeres y los niños, o se ocupan de cuestiones
urgentes de derechos humanos, tales como la tortura, las
desapariciones forzadas o el tratamiento de los prisioneros.
Las ONG son participantes de primerísima importancia en la
defensa de los derechos humanos: representan y protegen a las
víctimas, ofrecen servicios de expertos, reúnen y
difunden información y alientan la educación sobre
los derechos humanos. Entre las más activas ONG dedicadas
a los derechos humanos se cuentan, en la actualidad, los grupos
de mujeres. Estos desempeñan una función esencial
en el adelanto y habilitación de la mujer, al concientizar
sobre cuestiones de interés
para la mujer y educar a las mujeres sobre sus derechos humanos.
Muchas otras ONG trabajan de manera indirecta en defensa de los
derechos humanos. Aunque se concentran principalmente en otras
cuestiones, han incorporado a sus actividades los derechos
humanos y ayudan al fomento de éstos mediante, entre otras
cosas, la asistencia jurídica a grupos vulnerables.
Algunas organizaciones de derechos humanos, como Human Rights
Watch y la Federación Internacional de Derechos Humanos,
tienen un amplio alcance internacional y llevan a cabo encuestas
independientes, publican boletines y difunden informes
detallados. En la actualidad, hay cientos de ONG cuya labor en la
esfera de los derechos humanos es ya de índole
transnacional. Amnistía Internacional, por ejemplo, la
mayor ONG de derechos humanos, tiene 1,2 millones de miembros en
160 países. Recientemente, inició una
campaña mundial para que más de 6 millones de
personas prometiesen apoyar la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Las promesas se entregarán a la Asamblea
General de las Naciones Unidas en el Día de los Derechos
Humanos, el 10 de diciembre, en ocasión del cincuentenario
de la Declaración Universal.
La paz y la seguridad: Temas de las Naciones
Unidas
La paz y la seguridad son los objetivos
finales de todas las actividades de las Naciones Unidas. Las
iniciativas de paz del Consejo de Seguridad al que la Carta de
las Naciones Unidas otorga plena responsabilidad para el
mantenimiento de la paz y la seguridad ponen más
claramente de manifiesto cómo trabaja la
Organización para la consecución de esos objetivos.
Para contribuir a solucionar una crisis, el
Consejo de Seguridad puede iniciar una labor de mediación
o investigación, exhortar a las partes a que remitan sus
controversias a la Corte Internacional de Justicia o hacer otro
tipo de recomendaciones. El Consejo también puede imponer
sanciones o embargos, disponer el establecimiento de operaciones
de mantenimiento de la paz u ordenar la adopción de
medidas colectivas de carácter militar.
El Secretario General también
desempeña una función importante al señalar
a la atención del Consejo de Seguridad cualquier
cuestión que amenace la paz y la seguridad. Utiliza sus
buenos oficios en interés de la diplomacia preventiva.
Gracias a la diplomacia discreta, el Secretario General ha
ayudado, en repetidas ocasiones, a iniciar e impulsar en todo
momento las negociaciones.
Las Naciones Unidas han emprendido 40 operaciones
de mantenimiento de la paz en las que han participado más
de 750.000 soldados y personal civil. Las fuerzas de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas fueron
galardonadas con el Premio Nobel de la Paz en
1988.
Anteriormente, la Organización
contribuyó a velar por la paz y la seguridad al proponerse
poner fin al colonialismo, de conformidad con los principios
esbozados en la Carta. Unos 60 ex territorios coloniales
obtuvieron la independencia.
Esta labor se realizó principalmente bajo los auspicios
del Consejo de Administración Fiduciaria, que fue
establecido para velar por que los gobiernos preparasen las
condiciones en los territorios que administraban con miras a la
libre determinación. El Consejo concluyó su labor
en 1994.
El desarme es una preocupación importante
para las Naciones Unidas. La Asamblea General ha celebrado varios
períodos extraordinarios de sesiones sobre desarme y cada
año se ocupa de esa cuestión por mediación
de sus dos órganos deliberativos: la Comisión de
Desarme de las Naciones Unidas y la Primera Comisión de la
Asamblea (Comisión de Desarme y Seguridad Internacional).
La Organización presta apoyo a los órganos y
reuniones intergubernamentales de desarme, y, entre otras
iniciativas, supervisa las transferencias de armas de los
principales sistemas de armas
convencionales por medio del Registro de
Armas
Convencionales de las Naciones Unidas.
Las Naciones Unidas reconocieron oficialmente las
posibilidades de que se produjera un nuevo conflicto
internacional, poco después del lanzamiento del primer
satélite artificial en 1958, y establecieron una
Comisión sobre la Utilización del Espacio
Ultraterrestre con Fines Pacíficos. Esta Comisión
ha contribuído a elaborar intrumentos jurídicos
para salvaguardar los derechos de la humanidad en relación
con el espacio y la seguridad en la
Tierra.
Esta página en Internet fue preparada por
el Departamento de Información Pública
(DIP).
OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LAS
NACIONES UNIDAS:
Preguntas y respuestas
No es documento oficial de las Naciones
Unidas.
El Consejo de Seguridad envía personal de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, ataviado con los
característicos cascos y boinas azules para
que ayude a aplicar los acuerdos de paz, vigile la
cesación del fuego, patrulle las zonas desmilitarizadas,
cree zonas de separación entre fuerzas en conflicto y
procura que se suspendan los enfrentamientos mientras los
negociadores buscan una solución pacífica para las
controversias. Sin embargo, en definitiva, el éxito de las
operaciones de mantenimiento de la paz depende de la voluntad y
la cooperación de las partes en
conflicto.
Las Naciones Unidas no tienen ejército. Los
Estados Miembros ofrecen voluntariamente tropas y equipo a cada
misión
de mantenimiento de la paz; se les reembolsan los gastos con cargo
a un presupuesto especial para esas operaciones. A la par con el
personal militar, en las operaciones de mantenimiento de la paz
trabajan agentes de policía, observadores electorales,
observadores de la situación de los derechos humanos y
otros civiles. El personal de mantenimiento de la paz solo porta
las armas
indispensables para defenderse y en muchas ocasiones va
desarmado; su "arma" más potente es la imparcialidad.
Recurre a la persuasión y al uso mínimo de la
fuerza para
apaciguar las tensiones y prevenir los enfrentamientos. Es un
trabajo peligroso; desde 1945, han muerto en el desempeño
de sus funciones alrededor de 1500 integrantes de misiones de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
¿Cuántas operaciones de
mantenimiento de la paz ha habido?
Desde 1945, ha habido 48 operaciones de mantenimiento de la paz
de las Naciones Unidas. En la actualidad hay otras 16 en curso.
El Consejo de Seguridad ha organizado 34 operaciones de
mantenimiento de la paz entre 1988, año en que
éstas fueron galardonadas con el Premio Nobel de la Paz, y
febrero de 1998.
¿Quién está a
cargo?
Son los 15 Estados miembros del Consejo de Seguridad, no el
Secretario General, los que organizan y definen las misiones de
mantenimiento de la paz. En la Carta de las Naciones Unidas se
dispone que el Consejo tiene la responsabilidad primordial de
mantener la paz y la seguridad internacionales. Los cinco
miembros permanentes del Consejo – China,
Francia, la
Federación de Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos –
pueden vetar cualquier decisión concerniente a las
operaciones de mantenimiento de la paz.
Los soldados que integran las misiones de
mantenimiento de la paz no juran obediencia a las Naciones
Unidas. Los gobiernos que ofrecen voluntariamente su personal
negocian con sumo cuidado las condiciones de su
participación, por ejemplo, las relativas a la estructura de
mando y al control de las
operaciones. Esos gobiernos siguen teniendo autoridad suprema
sobre las fuerzas militares que sirven bajo la bandera de las
Naciones Unidas, incluso en cuestiones de disciplina y
de personal, y pueden retirar sus tropas si así lo desean.
Los soldados de mantenimiento de la paz visten sus uniformes
nacionales, pero para identificarse como integrantes de las
misiones, también llevan cascos y boinas azules,
así como distintivos de las Naciones
Unidas.
¿Cuánto cuestan?
Los gastos
correspondientes al personal y el equipo de mantenimiento de la
paz de las Naciones Unidas llegaron a un máximo de 2.800
millones de dólares en 1995, debido al costo de las
operaciones en la ex Yugoslavia. Los gastos de
mantenimiento de la paz disminuyeron a 1.400 millones de
dólares en 1996 y a alrededor de 1.300 millones de
dólares en 1997; se prevé que los créditos
presupuestarios para 1998 no pasarán de los mil millones
de dólares.
Todos los Estados Miembros tienen que pagar una
cuota de mantenimiento de la paz fijada en virtud de una
fórmula en que ellos mismos convinieron. Sin embargo, al
15 de marzo de 1998 los Estados Miembros debían 1.700
millones de dólares a las Naciones Unidas en concepto de
cuotas atrasadas y cuotas de ese año. Los Estados Unidos
son con mucho el deudor más importante, ya que deben 958
millones de dólares.
¿Cómo se paga al personal de
mantenimiento de la paz?
Los gobiernos pagan a los soldados de las operaciones de
mantenimiento de la paz según el grado y la escala de sueldos
nacionales. Las Naciones Unidas pagan un reembolso a los
países que aportan contingentes voluntariamente a las
operaciones de mantenimiento de la paz con arreglo a una tarifa
única de 1.000 dólares al mes por soldado. Las
Naciones Unidas también reintegran a los países el
valor del
equipo que aportan. Sin embargo, el pago de esos reembolsos suele
aplazarse debido a los deficit de dinero en
efectivo que se producen cuando los Estados Miembros no pagan sus
cuotas.
¿Quiénes aportan personal y
equipo?
Todos los Estados Miembros comparten los riesgos que
entraña el mantenimiento de la paz y la seguridad. Desde
1945, 110 naciones han aportado contingentes en diferentes
ocasiones; en la actualidad se cuenta con personal de
mantenimiento de la paz aportado por 70 naciones. En febrero de
1998, los países que más tropas aportaban a las
misiones en curso eran: Polonia (1053 soldados), Bangladesh
(924), Austria (858), Ghana (782), Finlandia (768) y Noruega
(722). La pequeña nación insular de Fiji, al igual
que el Canadá, ha participado practicamente en todas las
operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Aportan contribuciones incluso algunos Estados no miembros de las
Naciones Unidas. Por ejemplo, Suiza contribuyó con
dinero,
unidades médicas, aviones y equipo de otro tipo a las
misiones de mantenimiento de la paz.
¿Por qué es buen negocio mantener
la paz?
El costo de las
operaciones de mantenimiento de la paz es mínimo en
comparación con el de los conflictos y
el de la pérdida de vidas y de bienes. Por
cada dólar que gastaron los gobiernos en 1997 en
actividades militares, menos de un cuarto de centavo se
destinó a las operaciones de mantenimiento de la paz de
las Naciones Unidas. En 1997, la cuota de los Estados Unidos para
esas operaciones de las Naciones Unidas fue de alrededor de 386
millones de dólares, es decir, menos de 1,45
dólares por ciudadano estadounidense.
¿Son iguales la acción coercitiva y
las operaciones de mantenimiento de la paz?
No se deben confundir. Las operaciones de mantenimiento de la paz
de las Naciones Unidas se han basado tradicionalmente en la
voluntad de las partes en conflicto y entrañan el
despliegue del personal de mantenimiento de la paz para hacer
efectivo un acuerdo aprobado por dichas partes.
En el caso de una acción coercitiva, el Consejo de
Seguridad da a los Estados Miembros la autoridad necesaria para
que tomen todas las medidas que hagan falta a fin de lograr el
objetivo de
que se trate. No se requiere necesariamente el consentimiento de
las partes, pero se ha recurrido a él en un pequeño
número de casos: la guerra del
Golfo, en Somalia, Rwanda, Haití, Bosnia y Herzegovina, y
Albania. Ninguna de esas operaciones coercitivas estuvo bajo el
control de las
Naciones Unidas, sino que estuvieron dirigidas por uno o un grupo
de países. En Bosnia y Herzegovina, una fuerza
multinacional liderada por la OTAN sucedió a las
operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas.
Las disposiciones de la Carta de las Naciones
Unidas sobre el mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales son el pilar tanto de las operaciones de
mantenimiento de la paz como de la acción
coercitiva.
¿Qué elemento ha frustrado algunas
misiones recientes de mantenimiento de la paz?
El obstáculo principal ha sido la falta de voluntad de las
partes en conflicto para encontrar una solución
pacífica. Otro problema ha sido el que los Estados
Miembros no hayan proporcionado los recursos
suficientes. Algunas veces el Consejo de Seguridad ha encomendado
tareas realmente formidables al personal de mantenimiento de la
paz, sin darle los medios para
cumplirlas. A continuación se mencionan dos ejemplos
recientes de estas dificultades:
- · En 1994, el Secretario General
informó al Consejo de Seguridad de que los comandantes
de las operaciones de mantenimiento de la paz
necesitarían 35.000 soldados para disuadir los ataques
contra las "zonas seguras" que había creado el Consejo
de Seguridad en Bosnia y Herzegovina. - · También en 1994, el Consejo de
Seguridad, ante un genocidio evidente y por decisión
unánime, determinó que se necesitaban con
urgencia 5.500 soldados para mantener la paz en Rwanda. Los
Estados Miembros tardaron más de seis meses en
proporcionar tropas, aun cuando 19 gobiernos habían
prometido mantener 31.000 soldados como fuerzas de reserva para
las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas.
OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LAS
NACIONES UNIDAS
Las Naciones Unidas han iniciado e impulsado las
operaciones de mantenimiento de la paz como medio de mantener la
paz y la seguridad internacionales. Desde 1948, más de
750.000 personas, entre el personal de la policía civil y
el personal militar junto con miles de civiles, han prestado
servicios en las operaciones de mantenimiento de la paz de las
Naciones Unidas. Más de 1.450 personas han dado la vida
mientras supervisaban la aplicación de los acuerdos de paz
y de cesación del fuego, patrullaban las zonas
desmilitarizadas, creaban zonas de amortiguación entre las
fuerzas en conflicto y apaciguaban conflictos
locales que amenazaban con conventirse en una guerra de mayor
amplitud. La mayoria de los miembros de las operaciones de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas han sido soldados
cedidos voluntariamente por los respectivos gobiernos que
integraban contingentes nacionales encargados de aplicar la
disciplina y
el adiestramiento
militares a la tarea de restablecer y mantener la paz. Recibieron
el Premio Nobel de la Paz por su labor en 1988.
Desde el final de la guerra
fría, la tensión ha disminuido y la paz se ha
visto amenazada por el resurgimiento de conflictos
étnicos y nacionalistas en distintas regiones. Por
consiguiente, en los últimos años las operaciones
de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas han aumentado
rápidamente en número y complejidad. Mientras que
en los primeros 40 años de las Naciones Unidas se
establecieron sólo 13 operaciones de mantenimiento de la
paz, desde 1988 se han iniciado 28 nuevas. El despliegue total de
personal civil y militar de las Naciones Unidas alcanzó su
punto máximo en 1995 con casi 70.000 miembros procedentes
de 77 países. Las actividades "tradicionales" de
mantenimiento de la paz han cedido el paso a operaciones
integradas y complejas que requieren una combinación de
medidas políticas,
militares y humanitarias. Los agentes de policía, los
observadores electorales, los observadores de la situación
de derechos humanos y otros civiles se han sumado al personal
militar, bajo la bandera de las Naciones Unidas, con el objeto de
poner en práctica los arreglos negociados de los
conflictos entre partes anteriormente antagonistas, alentando a
los que se encontraban en bandos opuestos a construir juntos un
futuro de paz.
A medida que el mundo ha recurrido con creciente
frecuencia a las Naciones Unidas para resolver los conflictos, el
costo de las
operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas ha
aumentado en consecuencia. El costo anual de
todas las operaciones en 1995 ascendió a aproximadamente
3.000 millones de dólares. Sin embargo, esta inversión en las operaciones de
mantenimiento de la paz debe considerarse en la debida
perspectiva. A comienzos del decenio de 1990, los gastos militares
mundiales ascendían a 1 billón de dólares
aproximadamente por año, es decir 2 millones de
dólares por minuto. En otras palabras, prepararse para la
guerra cuesta en un día lo que cuesta mantener la paz en
un año. El costo real de las
operaciones de mantenimiento de la paz debe ser comparado, en
última instancia, con el costo de la alternativa: la
guerra.
Las operaciones de mantenimiento de la paz son
establecidas por el Consejo de Seguridad, el órgano
principal de las Naciones Unidas al que corresponde la
responsabilidad primordial en relación con el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Esas
operaciones deben contar con el consentimiento de los gobiernos
anfitriones y normalmente de las demás partes interesadas,
y no deben, por ningún motivo, favorecer a una parte en
detrimento de la otra. El éxito de las operaciones de
mantenimiento de la paz también requiere un mandato claro
y viable, la cooperación de las partes para ponerlo en
práctica, un mando eficaz en la Sede y sobre el terreno y
apoyo logístico y financiero adecuado.
Las tropas de las Naciones Unidas portan armas
ligeras y pueden hacer uso de la fuerza sólo en defensa
propia o en caso de que elementos armados traten de impedirles
que acaten las órdenes de sus comandantes. Los
observadores militares de las Naciones Unidas no portan armas.
Las tropas de las Naciones Unidas pueden ser autorizadas a hacer
uso de la fuerza para cumplir con su cometido únicamente
en circunstancias excepcionales.
ASIstencia Humanitaria y Ayuda a los
Refugiados
Millones de niños, mujeres y hombres han
sufrido a causa de la explosión de conflictos
étnicos, religiosos y civiles en diversas zonas del mundo,
desde el momento en que se dio por terminada la guerra
fría. En 1994, el conflicto y los actos de genocidio
que han tenido lugar en Rwanda, así como también
las crisis que
continuaban abiertas en otros lugares –en particular en
África, Asia Occidental,
la ex Yugoslavia y a1gunas zonas de la antigua Unión
Soviética–impusieron nuevas presiones sobre un sistema.
ya llevado, al límite en sus esfuerzos por proporcionar
asistencia humanitaria internacional.
Los desastres
naturales también afectan a un creciente número
de personas, sobre todo en los países en desarrollo. Las
muertes causadas por desastres
naturales casi se han multiplicado por diez desde el decenio
de 1960, y del total un 90% corresponde a los países en
desarrollo. Esto indica el grado en que la pobreza, las
presiones demográficas y la degradación ambiental
magnifican la escala de
destrucción. Las pérdidas económicas a causa
de desastres
naturales en todo el mundo se triplicaron desde el
decenio de 1960 al de 1980, y aumentaron en un 40% –de 44.000
millones de dólares a 62.000 millones, según las
estimaciones- entre 1991 y 1992.
Mejorar la prontitud y eficacia de la
asistencia humanitaria internacional y reforzar las capacidades
nacionales para evitar y hacer frente a situaciones de emergencia
se encuentran entre las funciones principales de las Naciones
Unidas. La asistencia internacional eficaz en respuesta a
situaciones de emergencia humanitarias graves exige planif
icación, coordinación, logística, diplomacia y captación de
recursos. Las
Naciones Unidas desempeñan un papel
fundamental en todas esas esferas, que se coordina por conducto
de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
(OCAH).
Las Naciones Unidas actúan como proveedor
de asistencia humanitaria, fundamentalmente por conducto de sus
seis organismos operacionales, y como catalizador para las
medidas de gobiernos, organizaciones humanitarias
intergubernamentales y organizaciones no
gubernamentales.
La diplomacia humanitaria. que practican las
Naciones Unidas es con frecuencia un elemento clave para lograr
el acceso a las poblaciones que sufren los efectos de conflictos.
No obstante, las violaciones de los principios humanitarios por
las partes beligerantes y las amenazas a la seguridad de los
agentes que prestan socorro es una preocupación
creciente.
Entre junio de 1992 y junio de 1995 las Naciones
Unidas hicieron 52 Ilamamientos unificados para financiar
programas encaminados a ayudar a unos 180 millones de personas en
30 países aproximadamente. Los recursos totales
que se solicitaban ascendían a unos 11.400 millones de
dólares de los cuales se recibieron 7.300
millones.
La acción comunitaria del sistema de las
Naciones Unidas transciende la esfera del socorro para abarcar
también la rehabilitación y el desarrollo a largo
plazo. El objetivo es
conseguir que el socorro de emergencia contribuya al desarrollo
futuro. El desarrollo
económico y social sostenible sigue siendo la mejor
protección contra los desastres, tanto naturales como los
resultantes de actos humanos.
Una de las formas en que las Naciones Unidas
tratan de prestar asistencia es ayudando a los países a
que incorporen la prevención y preparación para
caso de desastres a sus programas de desarrollo generales. Para
aumentar la sensibilización respecto de la necesidad de la
prevención y la preparación, la Asamblea General
declaró el período 1990-2000 Decenio Internacional
para la Reducción de los Desastres
Naturales. Uno de los objetivos del
Decenio es alentar el mejoramiento de la capacidad de los
países para reducir su vulnerabilidad ante los desastres.
El Decenio también trata de incrementar la
cooperación internacional encaminada a reducir las
pérdidas de vidas humanas, los daños
económicos y la perturbación social que causan los
desastres
naturales, en particular en los países en desarrollo.
En una conferencia mundial de mitad de período (Yokohama,
japón, 1994), participaron científicos,
técnicos y encargados de formular políticas para
elaborar una estrategia
encaminada a la prevención, preparación y
mitigación en casos de desastre.
OFICINA DE COORDINACIÓN DE ASUNTOS
HUMANITARIOS (OCAH)
La Oficina de Coordinación de Asuntos
Humanitarios (OCAH) coordina la respuesta del sistema de las
Naciones Unidas ante emergencias humanitarias importantes, tanto
naturales como causadas por el hombre, y
promueve medidas para mejorar la prevención y
preparación para casos de desastre. La OCAH colabora
estrechamente con los organismos operacionales de las Naciones
Unidas, gobiernos, organizaciones regionales, organizaciones no
gubernamentales y organizaciones humanitarias
intergubernamentales. Mediante un acuerdo entre la OCAH y el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) se abarcan actualmente los aspectos ambientales de las
emergencias.
Establecido por el Secretario General en 1992, a
raíz de una petición formulada por la Asamblea en
1991, la OCAH incorpora las funciones de la antigua Oficina del
Coordinador de las Naiones Unidas para el Socorro en Casos de
Desastre (UNDRO), que se centraba principalmente en los desastres
naturales, y la secretaría del Decenio. La
función de la OCAH es dirigir las actividades para lograr
una rápida respuesta del sistema de las Naciones Unidas
ante los desastres naturales, los desastres tecnológicos,
como la explosión ocurrida en 1986 en la central nuclear
de Chernobyl (Ucrania), y las crisis
humanitarias graves, muchas de las cuales son resultado de
conflictos dentro de los Estados o entre ellos.
El Secretario General Adjunto de Asuntos
Humanitarios, que actúa también como Coordinador
del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, es el principal
asesor político, coordinador y promotor del sistema de las
Naciones Unidas en cuestiones relativas a emergencias
humanitarias. El Coordinador, en colaboración con los
jefes ejecutivos de los organismos operacionales del sistema y
organizaciones no gubernamentales importantes, así como
con gobiernos y organizaciones humanitarias intergubernamentales,
asesora al Secretario General sobre las emergencias y recomienda
las medidas que deben adoptarse.
El Coordinador del Socorro de Emergencia preside
el Comité Interinstitucional Permanente, cuyos miembros
son los jefes ejecutivos de los organismos operacionales de las
Naciones Unidas que intervienen en el socorro humanitario, a
saber, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), la Oficina del Alto Commisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA),
la Organización, de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO) y la Organización
Mundial de la Salud (OMS). También
participan organizaciones humanitarias importantes, como la
Organización Internacional para las Migraciones y el
Comité Internacional de la Cruz Roja. Se invita asimismo a
que participen a la Federación Internacional de Sociedades de
la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y a otras organizaciones no
gubernamentales.
El Comité Interinstitucional Permanente
formula respuestas a nivel de todo el sistema ante emergencias
concretas, determina prioridades y trata de prestar apoyo a
actividades que refuercen las capacidades de socorro de los
propios países. También aborda otros aspectos de
las emergencias, como son la asistencia a los 26 millones de
personas desplazadas en el interior de los países que se
calcula que existen en el mundo (personas desplazadas por
desastres o crisis humanitarias dentro de las fronteras de sus
propios países), medidas para la limpieza de minas –que
se calculan en unos 100 millones en todo el mundo– y la
desmovilizadón de antiguos combatientes.
La OCAH coordina las misiones sobre el terreno de
los organismos operacionales de las Naciones Unidas; hace
llamamientos interinstitucionales para recabar recursos para la
asistencia humanitaria; organiza reuniones de donantes y medidas
de seguimiento; supervisa la situación de las
contribuciones en respuesta a los llamamientos, y publica
informes para mantener informados de los acontecimientos a los
donantes y a otras personas.
Prácticamente toda la ayuda de socorro
humanitaria de las Naciones Unidas se financia con cargo a
contribuciones voluntarias. En 1994, solamente, el DAH hizo
llamamientos interinstitucionales unificados que recogieron
más de 2.700 millones de dólares para ayudar a 27
millones de personas en unos 20 países, además de
los llamamientos que ya estaban en marcha.
La OCAH administra un Fondo Rotatorio Central para
Emergencias de 50 millones de dólares que facilita la
intervención humanitaria rápida en situaciones de
emergencia, hasta que la comunidad de donantes facilite recursos.
A finales de mayo de 1995 los organismos humanitarios
habían recurrido al fondo en 38 ocasiones, retirando unos
116 millones de dólares desde que entró en
funciones, en 1992. Hasta aquella fecha se habían devuelto
al fondo unos 100 millones de dólares.
En zonas afectadas por emergencias humanitarias,
la coordinación es un elemento fundamental para organizar
una respuesta oportuna y coherente a nivel de todo el sistema,
evitando las superposiciones, la duplicación y el
despilfarro de recursos, asi como para determinar déficit
de recursos. En caso de que se produzca una emergencia en un
país en desarrollo, el Coordinador Residente (que por lo
general es el Representante Residente del PNUD), o un Coordinador
Humanitario especialmente designado informa directamente al
Coordinador del Socorro de Emergencia y coordina la respuesta del
sistema de las Naciones Unidas a nivel del país,
colaborando con gobiernos, organizaciones no gubernamentales y
otros organismos humanitarios.
Además, se han establecido en muchos
países en desarrollo propensos a desastres equipos de
gestión
de actividades en casos de desastre, constituidos por
representantes a nivel del país de organismos de las
Naciones Unidas bajo la dirección del Coordinador Residente. Esos
equipos adoptan disposiciones para coordinar las actividades de
socorro con anticipación a una
emergencia.
La OCAH mantiene un sistema de vigilancia, de 24
horas para respuesta inmediata y difusión de
información sobre desastres. Afin de permitir una
respuesta rápida en casos de emergencia, particularmente
en casos de desastres naturales, la OCAH ha establecido, con la
participación. de gobiernos donantes, un equipo
contingente de las Naciones Unidas para la evaluación
y coordinación de situaciones de desastre que se puede
desplegar inmediatamente a un país afectado para ayudar a
las autoridades locales y nacionales a determinar las necesidades
de socorro y encargarse de la coordinación. La OCAH
también puede apelar a equipos civiles y militares de
emergencia y a expertos en respuesta a desastres naturales. La
Oficina cuenta con un almacén de
suministros de socorro en Pisa (Italia) que puede
servir de centro para el transporte por
vía aérea de artículos de
socorro.
En colaboración con otros organismos
internacionales y organizaciones no gubernamentales, la OCAH ha
contribuido a iniciar programas encaminados a mejorar la
preparación para casos de desastre en más de 70
países. Se está ampliando el sistema de alerta
temprana del Departamento para casos de desastres naturales, a
fin de incluir información sobre otras situaciones de
emergencia. Un programa de capacitación para hacer frente a desastres,
dirigido conjuntamente por la OCAH y el PNUD, ha proporcionado
formación a unas 1.500 personas de más de 40
países. La OCAH también ha establecido un registro central
de capacidades para la gestión
de desastres, que incluye registros de
reservas de emergencia administradas por organizaciones
humanitarias, de expertos en gestión de desastres y de
recursos militares y de defensa civil, disponibles para la
asistencia internacional de socorro en caso de
desastre.
La Asamblea General, cuando en 1991 pidió
que se mejorara la coordinación de la asistencia
humanitaria, subrayó la necesidad de abordar las causas
subyacentes de las emergencias y asegurarse de la existencia de
sistemas de alerta temprana, prevención y
preparación, socorro humanitario eficaz, así como
la transición a la rehabilitación y el desarrollo.
Es necesario que el socorro humanitario se facilite de manera que
apoye la rehabilitación, la recuperación y el
desarrollo a largo plazo.
Organismos operacionales
Con frecuencia se recurre a la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO) para ayudar a los
agricultores a restablecer sus cultivos a raíz de
inundaciones, epizootias y otras emergencias análogas. La
asistencia de socorro en casos de desastre por la FAO es
coordinada por su Oficina de Operaciones Especiales de Socorro.
Entre 1977 y octubre de 1974 la Oficina emprendió 444
proyectos, con
un costo total de 240,9 millones de
dólares.
El Sistema Mundial de Información y Alerta
de la FAO publica informes mensuales sobre la situación
alimentaria mundial. Mediante alertas especiales se
señalan, a gobiernos y organizaciones de socorro, los
países amenazados por escasez de alimentos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia
(UNICEF), aunque se preocupa fundamentalmente de ayudar a
establecer servicios duraderos para niños y madres en
países en desarrollo, también se moviliza
rápidamente para subvenir a sus necesidades inmediatas en
casos de emergencia.
Colaborando estrechamente con la OCAH, otros
organismos de las Naciones Unidas y muchas organizaciones no
gubernamentales, las intervenciones del UNICEF en casos de
emergencia se centran en la aportación de cuidados de
salud, nutrición, suministro
de agua y
saneamiento, educación básica y
rehabilitación psicosocial de niños traumatizados.
Al lanzar por vez primera el concepto de paso
sin peligro para el socorro humanitario destinado a subvenir las
necesidades de los niños durante conflictos armados, el
UNICEF ha creado "días de tranquilidad" y "corredores de
paz" en África, Asia, Europa y el
Oriente Medio. El UNICEF también ha participado cada vez
más en programas para niños no acompañados,
separados de sus familias, y en las actividades para prohibir el
empleo de
minas terrestres.
El Fondo para Programas de Emergencia del UNICEF
es uno de los medios
más importantes de responder rápidamente a
emergencias y asignar recursos, en espera de recibir
contribuciones de donantes.
Cuando ocurren emergencias y desastres naturales,
los Representantes Residentes del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) desempeñan una
función fundamental en la gestión de los esfuerzos
de socorro y rehabilitación, en cooperación con el
Coordinador del Socorro de Emergencia. Es frecuente que los
gobiernos recurran al PNUD para que les ayude a elaborar
programas de rehabilitación y encaminar la ayuda de los
donantes.
El PNUD ayuda a garantizar que las actividades de
recuperación se integren con las operaciones de socorro.
De esta manera se vincula la ayuda humanitaria y la asistencia al
desarrollo, con lo que se permite reanudar lo antes posible las
actividades de desarrollo
sostenible en una zona afectada.
Los proyedos de rehabilitación del PNUD
tienen por objeto aliviar la pobreza, que
frecuentemente es la causa de disturbios civiles. Para asegurarse
de que los recursos aportados tienen los mayores efectos
posibles, cada proyecto se
ejecuta en consulta con funcionarios de la administración
local y nacional, así como con la oficina del PNUD en el
país de que se trate. Este enfoque basado en la comunidad
ha contribuido a aportar socorro urgente pero al mismo tiempo duradero a
centenares de miles de víctimas de guerras o
disturbios civiles en países como el Afganistán,
Camboya, El Salvador y el Sudán. Actualmente, muchas
comunidades afectadas por conflictos han mejorado sus niveles de
vida gracias a programas de capacitación, sistemas de crédito
y proyectos de
infraestructura.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) (Véase infra Asistencia
a los refugiados).
El Programa Mundial de Alimentos
(PMA) es uno de los agentes fundamentales de las Naciones
Unidas para organizar operaciones de socorro de emergencia con
destino a víctimas de desastres naturales y de escasez de
alimentos
causada por guerras,
luchas civiles y violencia étnica o
religiosa.
Sus funciones incluyen suministrar asistencia de
socorro; coordinar los suministros de emergencia de todas las
fuentes
mediante los servicios especiales que puede ofrecer para transporte y
logística; proporcionar a los donantes sus
conocimientos técnicos y experiencia; y administrar la
Reserva Alimenetaria Internacional de Emergencia, que es su
reserva de alimentos para hacer frente a necesidades de
emergencia en todo el mundo.
El PMA trabaja en estrecha colaboración con
el DAH, otros organismos de las Naciones Unidas, organizaciones
gubernamentales y organizaciones no gubemamentales. Se encarga de
la evaluación
de las necesidades, moviliza las contribuciones de los donantes,
transporta la ayuda alimentaria y administra su distribución en todo un país. Las
nuevas disposiciones de colaboración entre el PMA y el
ACNUR, que entraron en vigor en 1992, han permitido que el PMA
gestione la mayor parte de los alimentos que se proporciona a los
refugiados.
Un creciente número de proyectos de
desarrollo del PMA fomentan la transición de la ayuda de
socorro a la ayuda para el desarrollo. En a1gunos casos, las
operaciones de emergencia y socorro han reforzado la capacidad de
las comunidades para llevar a cabo actividades de
desarrollo.
Dentro del sistema de las Naciones Unidas, la
División de Operaciones de Socorro de Emergencia de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) coordina la
respuesta internacional a emergencias y desastres naturales en la
esfera de la salad. La amplia red técnica de la OMS
se utiliza para proporcionar asesoramiento especializado a los
Estados miembros sobre vigilancia epidemiológica, lucha
contra enfermedades
transmisibles, información sobre salud pública y
capacitación en emergencias sanitarias. Las actividades de
socorro de emergencia de la División incluyen la
aportación de medicamentos y suministros de emergencia, el
envío de misiones de evaluación
técnica de emergencia y el apoyo técnico. Por lo
que respecta a la preparación para casos de emergencia, el
objetivo
principal de la División es reforzar la capacidad nacional
de los Estados miembros para reducir las consecuencias de
emergencias y desastres que afectan a la salud.
En 1994 la OMS participó en operaciones de
socorro en muchos países, proporcionando conocimientos
técnicos y suministros médicos de emergencia. A
raíz de brotes de cólera, meningitis o paludismo en
África, Europa y América
Latina, se pidió a la OMS que contribuyera a movilizar
la asistencia internacional para actividades de lucha y
prevención. En 1995, tras el brote de la fiebre
hemorrágica Ébola en el Zaire, la OMS intervino en
el establecimiento de un comité científico y
técnico internacional que logró controlar la
epidemia.
ASISTENCIA A LOS
REFUGUDOS
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR), establecida en 1951,
desempeña dos funciones principales: dar protección
internacional a los refugiados y tratar de encontrar soluciones
duraderas a sus problemas. Desde su creación, el ACNUR ha
ayudado a más de 30 millones de refugiados a iniciar una
nueva vida al dar solución duradera a sus problemas. Para
responder eficazmente al actual problema de los refugiados, el
ACNUR ha adoptado una estrategia triple
de prevención, respuesta en emergencias y soluciones.
A principios de 1995 el ACNUR se ocupaba de 27
millones de refugiados y otras personas. En esta cifra se
incluyen 14,5 millones de refugiados, así como otros
grupos conexos tales como repatriados y personas desplazadas que
no han cruzado una frontera internacional.
El ACNUR se orienta por consideraciones
estrictamente humanitarias al prestar ayuda a los refugiados y a
otras personas de interés para la Oficina. De acuerdo con
el Estatuto de la Oficina, se entiende por refugiado toda persona
que, a raíz de un temor bien fundado de persecución
por motivos de raza, religión,
nacionalidad u opinión política, se encuentra fuera
del país de su nacionalidad y no puede acogerse a la
protección de ese país o, a causa de ese temor, no
desea hacerlo. Un elemento esencial del estatuto jurídico
internacional del refugiado es el principio ampliamente aceptado
de la prohibición del rechazo, en cuya virtud se
prohíbe la expulsión o la repatriación por
la fuerza de una persona a su país de origen, donde puede
tener motivos para tener que será
perseguida.
Las personas a las que presta amparo el ACNUR
son las que están definidas como refugiados en virtud del
Estatuto; los repatriados, en el sentido de la resolución
40/18 de la Asamblea General, de 1985, y las personas desplazadas
para las que las Naciones Unidas piden ayuda al
ACNUR.
Aunque la definición original de refugiado
sigue constituyendo el núcleo del mandato del ACNUR, se
han ido introduciendo paulatinamente otros criterios.
Actualmente, en muchas situaciones, el ACNUR proporciona
protección y asistencia a los refugiados que huyen de
persecución, conflicto y violaciones generalizadas de los
derechos humanos.
Las personas desplazadas, que actualmente suman 26
millones aproximadamente en todo el mundo, tienen con frecuencia
necesidades muy parecidas a las de los refugiados. La Asamblea
General y el Secretario General han pedido cada vez más al
ACNUR que proteja o preste asistencia a grupos particulares de
personas desplazadas dentro de los países. Por ejemplo, a
principios de 1995 el ACNUR estaba proporcionando socorro
humanitario a personas desplazadas internamente en
Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, la región de
Chechenia, en la Federación de Rusia, Georgia, Rwanda,
Somalia, Sri Lanka y Tayikistán.
Para proporcionar protección internacional
a los refugiados, el ACNUR trata de promover la adopción y
aplicación de normas internacionales para el tratamiento
de los refugiados, en particular la protección de los
derechos de los refugiados en los países de asilo y la
protección contra la devolución forzada al
país de origen. Al tratar de encontrar solución
duradera a los problemas de los refugiados, la Oficina trata de
facilitar la repatriación voluntaria de refugiados y su
reintegración a su país de origen o, cuando esto no
es factible, facilitar su integración en el país de asilo o su
reasentamiento en un tercer país.
El estatuto jurídico de los refugiados ha
sido definido en dos tratados
internacionales, la Convención sobre el Estatuto de
los Refugiados, de 1951, y su Protocolo de
1967, que definen los derechos y deberes de los refugiados. Al 1o
de mayo de 1995, 128 Estados eran partes en uno de esos
instrumentos, o en ambos. Otro importante instrumento
jurídico es la Convención que rige los aspectos
inherentes a los problemas de los refugiados de África,
aprobada por la Organización de la Unidad Africana en
1969, y en la que al 1o de mayo de 1995 había 41 Estados
partes.
Una cierta proporción de los gastos
administrativos básicos del ACNUR se sufragan con cargo al
presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, ya que es un
órgano subsidiario de la Asamblea General. Pero depende
enteramente de contribuciones voluntarias para sus programas de
protecci6n y asistencia.
Las actividades de asistencia del ACNUR se agrupan
en dos categorías generales, a saber, los Programas
Generales (incluida una Reserva de Emergencia) y los Programas
Especiales. En 1994 el ACNUR gastó aproximadamente 415
millones de dólares en Programas Generales y 776 millones
en Programas Especiales (que incluyen los financiados mediante
llamamientos hechos por el Secretario General).
El ACNUR trabaja con otros órganos del
sistema de las Naciones Unidas, con organizaciones
intergubernamentales y con organizaciones no gubemamentales.
Éstas no sólo proporcionan ayuda considerable con
cargo a sus propios recursos, sino que también
actúan con frecuencia como socios operacionales del ACNUR
en la ejecución de proyectos específicos.
También tienen importancia en la defensa de causas de
refugiados. Más de 200 organizaciones no gubernamentales
cooperan en los programas de socorro y asistencia jurídica
del ACNUR.
El ACNUR obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1954
y también en 1981.
El problema de los refugiados en el
mundo
En África, millones de personas han sido
desarraigadas de sus hogares debido a conflictos civiles y
étnicos, abusos de derechos humanos, la sequía y el
hambre y por el sufrimiento que comportan esos acontecimientos. A
principios de 1995 habría en África unos 6,8
millones de refugiados –casi la mitad de la población de
refugiados mundial–, entre ellos, más de 2 millones de
rwandeses. Un nomero mucho mayor de personas entran en la
categoría de desplazados internos. En 1994 se estimaba en
16 millones las personas desplazadas dentro de los países
de África, lo cual representó un incremento
espectacular respecto de los 4 millones que se calculaban en
1980.
Los problemas de refugiados que piden asilo fueron
una peocupación grave para los Estados europeos a
principios del decenio de 1990, ya que el conflicto que
estalló en la ex Yugoslavia a finales de 1991 causó
las mayores corrientes de refugiados registradas en Europa desde
la segunda guerra
mundial. En noviembre de 1991, el ACNUR recibió el
mandato del Secretario General de actuar como organismo dirigente
de las Naciones Unidas en la prestación de
protección y asistencia a las personas afectadas por el
conflicto, que entonces se calculaban en unas 500.000 personas.
En mayo de 1995, el número de personas necesitadas de
asistencia había aumentado a 3,5
millones.
En contraste con las graves emergencias que se
registraron en Europa y en partes de África y Asia a
principios del decenio de 1990, en otros países ocurrieron
acontecimientos positivos por lo que respecta a la
solución de los problemas de los refugiados. Por ejemplo,
se registraron más de 2 millones de repatriaciones
voluntarias en todo el mundo en 1994, en su mayoría en
África y Asia. La repatriación en Mozambique fue la
operación mayor de su clase jamás emprendida por el
ACNUR en África. En abril de 1995, habían regresado
a sus hogares 1,6 millones de refugiados de Mozambique en seis
países vecinos.
Para garantizar que los refugiados y las personas
desplazadas internamente puedan reconstruir sus vidas al regresar
a sus hogares, el ACNUR colabora con diversos organismos para
facilitar la reinserción. El éxito de la
reinserción exige asistencia de emergencia para las
personas afectadas, apoyada por programas de desarroIlo para las
zonas que han sido devastadas, con objeto de conseguir que los
repatriados puedan tener oportunidades de obtener ingresos.
A este fin, el ACNUR ejecuta "proyectos de efecto
inmediato" en comunidades de repatriados y colabora con
organismos de desarrollo. En la búsqueda de soluciones
duraderas para el problema de los refugiados, ahora se reconocen
claramente los vínculos que existen entre la paz, la
estabilidad, la seguridad, el respeto de los
derechos humanos y el desarrollo
sostenible.
OTROS ORGANISMOS DEPENDIENTES DE LA
ONU
UNCTAD – Conferencia de Naciones Unidas para el
Comercio y el
Desarrollo (en inglés,
United Nations Conference on Trade and Development, UNCTAD),
organismo permanente de la Asamblea General de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundado en
diciembre de 1964.
La UNCTAD nació como resultado de una
reunión anterior en la que participaron 120 naciones para
discutir problemas relacionados con el mercado
internacional de mercancías y con el comercio como
instrumento fundamental para el desarrollo
económico. Las deliberaciones, que se prolongaron
durante tres meses, fueron de tal utilidad que la
Asamblea General decidió en votación mantenerlas de
forma permanente.
Entre las responsabilidades de la UNCTAD se
encuentran: promover el comercio
internacional entre los países en diversas etapas del
desarrollo y con sistemas socioeconómicos diferentes,
iniciar acciones
encaminadas a la negociación y adopción de acuerdos
comerciales multilaterales y proporcionar un centro para
armonizar las políticas relativas al comercio y al
desarrollo de los gobiernos o agrupaciones económicas como
la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Todos las naciones integradas en la ONU son
miembros también de la UNCTAD, como también lo son
algunos países pertenecientes a otras agencias afiliadas a
la ONU. Las sesiones plenarias se celebran cada cuatro
años; entre una y otra sesión plenaria las
actividades son dirigidas por un Consejo de Comercio y
Desarrollo que se reúne dos veces al año y
está compuesto por 130 miembros. El comité cuenta a
su vez con varios comités permanentes que se ocupan de
áreas específicas, como las mercancías, el
alivio de la pobreza o la
cooperación entre los países subdesarrollados. El
Comité Especial de Preferencias supervisa las operaciones
del Sistema Global de Preferencias Comerciales, que proporciona
un mecanismo para que una cierta proporción de productos
fabricados en un país en vías de desarrollo pueda
ser exportada a los países posindustrializados con una
tasa de aduanas reducida.
Existen también diversos grupos que se ocupan de los
movimientos financieros y de la inversión, la privatización, la
transmisión de tecnología y la
potenciación de las oportunidades comerciales entre los
países en vías de desarrollo. La sede de la UNCTAD
se halla en Ginebra.
UNITAR – Instituto de las Naciones Unidas para
la Formación y la Investigación (en inglés,
United Nations Institute for Training and Research, UNITAR),
unidad autónoma de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) establecida en 1963 por resolución de su
Asamblea General y que comenzó sus actividades en 1965. El
Instituto prepara a sus estudiantes, en especial a aquellos que
proceden de países subdesarrollados, para que puedan
desarrollar su actividad en el seno de la estructura de
la ONU y de sus agencias asociadas o con el gobierno de su
país. UNITAR también lleva a cabo programas de
investigación, realizados en colaboración con
universidades y otras instituciones,
acerca de problemas
sociales y económicos existentes en el campo de
acción general de la ONU.
Financiado con aportaciones voluntarias
procedentes de fuentes
gubernamentales y no gubernamentales, el Instituto ha tenido
dificultades para obtener recursos suficientes para ejecutar de
forma adecuada sus programas.
Al frente de UNITAR se encuentra un director
ejecutivo que es nombrado por el secretario general de la ONU y
confirmado por la Asamblea General. El Instituto tiene su sede en
la ciudad de Nueva York.
ONUDI – Organización de Naciones Unidas
para el Desarrollo Industrial (ONUDI), unidad autónoma
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
establecida por su Asamblea General en 1966 por
recomendación del Consejo Económico y Social. La
ONUDI, que en 1992 contaba con 155 miembros, asesora y
proporciona ayuda técnica a las industrias de los
países en vías de desarrollo. Los proyectos son
financiados con los fondos suministrados por las naciones
miembros, a los que se unen aportaciones suplementarias
procedentes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). La financiación insuficiente ha sido, no obstante,
un continuo problema por el que se han visto afectados los
programas de desarrollo industrial y las actividades de
asistencia técnica que la ONUDI realiza en los
países del Tercer Mundo. La organización tiene su
sede en Viena (Austria).
GATT/OMC – Acuerdo
General sobre Aranceles y
Comercio (en inglés, General Agreement on Tarifs and
Trade, GATT), tratado firmado en la
Conferencia Arancelaria de Ginebra en 1947 por los representantes
de 23 países no comunistas. El principal logro de este
acuerdo fue la creación de un foro internacional dedicado
al aumento del comercio multilateral y a la resolución de
los conflictos comerciales internacionales. Este acuerdo
sustituyó a una propuesta de creación de una
Organización Internacional de Comercio de las Naciones
Unidas que no se constituyó debido a las tensiones
generadas por la Guerra fría. El GATT entró en vigor
en enero de 1948, y se fueron adhiriendo paulatinamente
más países. En 1988, 96 países, que
acaparaban la mayor parte del comercio
internacional, pertenecían al GATT, mientras que otros
tenían acuerdos particulares incluyendo adhesiones de
facto al tratado. Los miembros del GATT han llevado a cabo,
desde 1947, ocho conferencias arancelarias, denominadas
‘rondas’. La séptima ronda, conocida como
Ronda Tokyo, finalizó en 1979. La octava conferencia
arancelaria, denominada Ronda Uruguay, se
inició a finales de 1986 y se clausuró en 1994, con
un acuerdo que incluía la sustitución del GATT por la
Organización Mundial del Comercio (OMC) a partir del
1 de enero de 1995.
Políticas
comerciales
Los miembros del GATT estudiaron y propusieron
medidas que minimizaran las barreras comerciales, tanto las
nuevas como las ya existentes, incluyendo la reducción de
los aranceles a la
importación, así como los contingentes de
importación, aboliendo los acuerdos comerciales
preferentes entre los países miembros. Las concesiones
arancelarias se negociaban bajo el principio de reciprocidad. Una
concesión arancelaria respecto a un determinado producto se
aplicaba a todas las partes contratantes, aunque se podía
pedir una cláusula de salvaguarda para retirar una
concesión inicial en caso de que la reducción
arancelaria provocara graves problemas a la industria
nacional. Una de las características fundamentales del GATT es
el principio de no discriminación comercial entre los
países miembros. Todos los países adheridos al GATT
acordaron una política de nación más
favorecida entre todos los miembros. Las naciones integrantes
acordaron tratar a todos los demás miembros de la misma
manera. Todos los aranceles,
reducidos o no, se incluían en esta política. Los
miembros del GATT persiguen, en teoría,
la abolición de todas las barreras proteccionistas no
arancelarias. El primer intento de supresión de estas
barreras se llevó a cabo durante las conversaciones de la
Ronda Kennedy (1964-1967). Durante las rondas Tokyo y Uruguay se
volvió a insistir en la necesidad de reducir estas
barreras.
Reformas del GATT
Las primeras reformas importantes del Tratado se
ratificaron en 1955. Los países miembros acordaron tomar
medidas más severas respecto a los subsidios a la exportación y a la limitación de las
importaciones.
Durante la década de 1960, el GATT fue reformado de nuevo
con el fin de reflejar el creciente interés que los
países desarrollados tenían en lo que respecta a
los problemas comerciales de los países menos
desarrollados. Gracias a estas reformas, los países
más desarrollados no estaban obligados por el principio de
reciprocidad a corresponder a las concesiones arancelarias hechas
por otros miembros. En la Ronda Uruguay se
realizó la reforma más importante: la
sustitución del GATT por la OMC.
El GATT y la OMC
Aunque se creó para reemplazar al GATT, la
OMC incorpora
todas las medidas del tratado original y las posteriores
reformas, revisadas y mejoradas, denominándose GATT 1994.
La OMC amplía el mandato del GATT a nuevas áreas,
como el comercio de servicios y de la propiedad
intelectual, y proporciona un marco legal a nivel internacional
para reforzar las medidas del GATT. Puesto que la OMC desarrolla
el Acta Final de la Ronda Uruguay,
está, de hecho, perpetuando la organización y
decisiones del GATT bajo una nueva estructura
reforzada. De hecho, el GATT en sí no era más que
un tratado provisional administrado por una secretaría
improvisada, pero ha sido transformado de manera efectiva en una
organización internacional con plenos
poderes.
Organización Internacional del Trabajo
(OIT), agencia especializada de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), cuyos principales objetivos son
mejorar las condiciones de trabajo, promover empleos productivos
y el necesario desarrollo
social, y mejorar el nivel de vida de las personas en todo el
mundo. Prevista por el Tratado de Versalles (1919), la OIT fue
fundada en 1920 como una sección autónoma de la
Sociedad de
Naciones, convirtiéndose, en 1946, en el primer organismo
especializado de la ONU. Su sede central radica en Ginebra
(Suiza) pero mantiene oficinas en 40 países de todo el
mundo. En 1969 le fue concedido el Premio Nobel de la
Paz.
La OIT está integrada por 170 países
miembros y se diferencia de otras instituciones
de la ONU porque en sus actividades y decisiones toman parte
tanto funcionarios gubernamentales como representantes de los
empresarios y de los trabajadores. Cada país miembro
envía cuatro delegados (dos funcionarios del gobierno, un
representante de los empresarios y uno de los trabajadores). La
Conferencia General, su máximo cuerpo deliberativo, se
reúne con periodicidad anual en Ginebra, para definir y
ratificar ciertas pautas internacionales que sirven para evaluar
los niveles de trabajo. Esto se consigue a través de las
decisiones de asambleas, que están sujetas a la
ratificación voluntaria por parte de los países
miembros, y también a recomendaciones, con detalladas
pautas de legislación, entregadas por estos mismos
países.
La OIT establece directrices que intentan evitar
la explotación infantil, promover un trato igualitario en
el mercado de
trabajo a trabajadores minusválidos y personas
discriminadas (por razón de género, por ejemplo),
la libertad de asociación y los derechos humanos.
Supervisa aquellas pautas ya ratificadas para que sean
incorporadas a las leyes y aplicadas
en las prácticas nacionales. Si lo anterior no se
cumpliera, tanto los representantes gubernamentales como los
representantes de los empresarios y de los trabajadores,
tendrían el derecho de elevar quejas formales a la
OIT.
Con el fin de facilitar la adopción y
aplicación de los modelos de la
OIT, ésta proporciona asistencia técnica a los
países miembros. Los programas de cooperación
técnica incluyen promoción de empleos,
administración y prácticas; administración
laboral y
relaciones industriales; seguridad
social y condiciones de trabajo, como salud y seguridad
laboral.
El Consejo de Administración de la OIT
consta de 56 miembros: 28 representantes gubernamentales (10 de
ellos permanentes —representantes de los principales
países industrializados— y 18 elegidos por los
distintos países cada tres años), 14 representantes
de los empresarios y 14 de los trabajadores. Los miembros no
permanentes son elegidos por el Consejo cada tres años. El
Consejo está encargado de nombrar al director general y de
estudiar el presupuesto de la Organización, que es
financiada por los países miembros. En marzo de 1998, el
chileno Juan Somavía fue elegido director general de la
OIT para sustituir al belga Michel Hansenne en tal cargo, que
desempeñará durante cinco
años.
UNESCO, siglas de United Nations
Educational, Scientific, and Cultural Organization
(Organización para la Educación, la Ciencia y
la Cultura de las Naciones Unidas), organismo integrado en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado en 1946
para promover la paz mundial a través de la cultura,
la
comunicación, la educación, las ciencias
naturales y las ciencias
sociales. El principal órgano decisorio de la UNESCO
es su Asamblea General, compuesta por representantes de los 181
estados miembros. La Asamblea General elige a los miembros del
comité ejecutivo y nombra al director general. El
comité ejecutivo se compone de representantes de 51
estados miembros y se reúne dos veces al año, entre
las reuniones de la Asamblea General, para supervisar la puesta
en práctica de las políticas bianuales de la
UNESCO. Éstas son llevadas a cabo por la Secretaría
que encabeza el director general. México y
la República Dominicana fueron los primeros países
latinoamericanos que formaron parte de la UNESCO y suscribieron
su acta fundacional en 1946. La primera conferencia general se
celebró en París, pero la segunda tuvo lugar en
ciudad de México, en
noviembre de 1947.
El primer director general de la UNESCO fue el
biólogo británico Julian Sorell Huxley (1946-1948).
Le sucedió en el cargo el mexicano Jaime Torres Bodet
(1948-1952), hasta entonces secretario de Relaciones Exteriores
de su país. Los siguientes directores generales han sido
los estadounidenses John W. Taylor
(1952-1953) y Luther Evans (1953-1958), el italiano Vittorino
Veronese (1958-1961), el francés René Maheu
(1961-1974), el senegalés Amadou-Mahtar M’Bow
(1974-1987) y el español Federico Mayor Zaragoza
(1987- ), quien, desde su nombramiento y posterior
reelección en 1993, apostó por el reto de la
globalidad y la complejidad, aplicados al mundo de la cultura y
del desarrollo educacional.
Las prioridades principales de la UNESCO son
conseguir educación para todos, establecer una cultura de
la paz a través de la educación, promover la libre
circulación de información entre los países
y la libertad de prensa, proteger
el patrimonio
natural y cultural y defender la expresión de las
identidades culturales. Las cuestiones a las que se da prioridad
son la educación, el desarrollo, la urbanización,
la población, la juventud, los
derechos humanos, la igualdad de la
mujer, la democracia y
la paz. Las políticas de sociedad y de
ciencias
sociales de la UNESCO dan prioridad a los problemas de los
jóvenes, que son las primeras víctimas del desempleo, a las
desigualdades económicas y sociales, y a la creciente
disparidad entre los países en vías de desarrollo y
los países desarrollados. En el año 1984 Estados
Unidos y en 1985 Gran Bretaña dejaron de ser miembros de
la Organización, al no estar de acuerdo con la
política desarrollada en materia de comunicación e información, lo que
supuso una crisis al no contar con el presupuesto que estos
países aportaban a la UNESCO.
Fondo Monetario Internacional (FMI), agencia
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fundada
junto con el Banco
Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo
(BIRD) durante la Conferencia de Bretton Woods (New Hampshire,
Estados Unidos) celebrada en 1944.
El FMI inició
sus actividades en 1947. Tiene como objetivo
promocionar la cooperación monetaria internacional y
facilitar el crecimiento equilibrado del comercio mundial
mediante la creación de un sistema de pagos multilaterales
para las transacciones corrientes y la eliminación de las
restricciones al comercio
internacional. El FMI es un foro
permanente de reflexión sobre los aspectos relativos a los
pagos internacionales; sus miembros tienen que someterse a una
disciplina de
tipos de cambio y
evitar las prácticas restrictivas del comercio.
También asesora sobre la política
económica que ha de seguirse, promueve la
coordinación de la política internacional y asesora
a los bancos centrales
y a los gobiernos sobre contabilidad,
impuestos y
otros aspectos financieros. Cualquier país puede
pertenecer al FMI, que hoy
cuenta con 179 miembros.
Actividades
Los miembros se comprometen a informar al FMI sobre sus
políticas económicas y financieras que afecten al
tipo de cambio
de su unidad monetaria nacional para que el resto de los miembros
puedan tomar las decisiones oportunas. Cada socio tiene asignada
una cuota de derechos especiales de giro (DEGs), la unidad de
cuenta del Fondo desde 1969; su valor depende
del promedio ponderado del valor de cinco monedas (en marzo de
1994 un DEG equivalía a 1,41 dólares
estadounidenses). Este sistema sustituye al anterior que obligaba
a los países a depositar el 75% de su cuota en moneda
nacional y el 25% restante en oro. Las cuotas totales a finales
de 1994 suponían 144.800 millones de DEGs. La cuota de
cada miembro corresponde a su posición relativa en la
economía
mundial. La principal economía, la de
Estados Unidos, tiene la mayor cuota, en torno a 19.000
millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2
millones de DEGs. La cantidad de la cuota establece el poder de voto
de cada miembro en las reuniones del FMI, cuántas divisas
pueden obtener del Fondo y cuántos DEGs recibirá.
Así, la Unión
Europea posee el 25% de los votos y Estados Unidos en
torno al 20
por ciento.
Los miembros con desequilibrios transitorios en su
balanza de pagos
pueden acudir al Fondo para obtener divisas de su reserva, creada
con las aportaciones —en función de la cuota—
de todos los miembros. El FMI también puede pedir dinero
prestado de otras instituciones
oficiales; con el Acuerdo General de Préstamos de 1962 se
autorizó al Fondo a acudir a la financiación del
denominado Club de París que concedió un crédito
de hasta 6.500 millones de dólares (más tarde se
aumentó el crédito
a 17.000 millones). Todo país miembro del FMI puede acudir
a esta financiación con un límite temporal (cinco
años) para resolver sus desequilibrios; después
debe devolver las divisas al FMI. El prestatario paga un tipo de
interés reducido para utilizar los fondos de la
institución; el país prestamista recibe la mayor
parte de estos intereses, el resto lo recibe el FMI para sufragar
sus gastos corrientes. El FMI no es un banco, sino que
vende los DEGs de un país a cambio de
divisas.
EL FMI también ayuda a los países a
fomentar su desarrollo económico, por ejemplo, a los
estados que integraron el Pacto de Varsovia (disuelto en 1991)
para reformar sus economías y convertirlas en
economías de mercado. Para
ello, en 1993 se creó una partida especial transitoria que
ayuda a estos países a equilibrar sus balanzas de pago y a
mitigar los efectos del abandono del sistema de control de
precios. Los
instrumentos de ajuste estructural del FMI permiten a los
países menos desarrollados emprender reformas
económicas: a finales de marzo de 1994 se habían
concedido 4.300 millones de DEGs a 44 países. Estos
préstamos del FMI suelen incluir cláusulas
relativas a la política
económica nacional del país receptor de la
ayuda, que han generado tensiones entre el FMI y los
países más endeudados.
Organización
La Junta de Gobernadores, compuesta por las
autoridades monetarias de cada uno de los países miembros,
es el órgano rector del FMI. Las operaciones diarias las
lleva a cabo una junta ejecutiva compuesta por 22 miembros que
representan a un grupo de países o a un país. El
director gerente
preside la junta ejecutiva. La sede del Fondo se encuentra en la
ciudad estadounidense de Washington.
Corporación Financiera Internacional
(CFI), filial del Banco
Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo
(BIRD) que invierte en industrias
privadas de los países miembros menos desarrollados,
creada en julio de 1956. Los objetivos
principales de la CFI son los de proporcionar capital
empresarial y préstamos de capital para
empresas
privadas, asociándose con inversores y gestores privados;
fomentar el desarrollo de los mercados de
capitales locales y estimular el flujo internacional de capital
privado.
La Corporación invierte en una amplia
variedad de industrias de los
países miembros, cuando el capital
privado no basta. Todas sus inversiones se
hacen mediante asociaciones con empresas privadas
y sin la garantía de ningún gobierno y no concede
más que una proporción de la financiación
necesaria. La CFI no otorga más del 50% del coste total
esperado del proyecto.
Una reciente ampliación de capital ha
permitido que la CFI amplíe su campo de actuación
al desarrollo de los recursos
naturales, especialmente los relacionados con la
energía.
Organización de la Aviación Civil
Internacional (OACI), organismo técnico especializado
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado
como un ente permanente el 4 de abril de 1947 para promocionar el
desarrollo seguro y ordenado
de la aviación civil en todo el mundo. Para ello establece
normas internacionales y regulaciones necesarias para la
seguridad, la eficiencia y la
regularidad del transporte
aéreo. La OACI es también un medio de
cooperación en todos los campos de la aviación
civil entre los países socios, y proporciona asistencia
técnica a los países que necesitan ayuda para
mantener instalaciones de aviación civil o para alcanzar
las normas establecidas por la OACI. La OACI también
realiza ediciones técnicas y estudios
especiales.
La organización ha sido fundamental en la
mejora de los servicios meteorológicos, del control
aéreo, de las comunicaciones
aire-tierra, de las
operaciones de búsqueda y rescate, y en la
implantación de otras medidas en pro de la seguridad de
los vuelos internacionales. También ha contribuido mucho a
la simplificación de los procedimientos de
aduanas e
inmigración y de las normativas de salud
pública relacionadas con los vuelos internacionales. La
lucha contra los secuestros y otros atentados terroristas,
así como los efectos del ruido
provocado por los aviones en el medio ambiente
son asuntos de especial interés para la
OACI.
En la OACI están representados 180
países que se reúnen una vez cada tres años
en una asamblea. Su órgano ejecutivo provisional es un
consejo constituido por 33 socios que son elegidos por la
asamblea a partir de su importancia relativa en el transporte
aéreo internacional y su distribución geográfica. La OACI
tiene su propia secretaría, dirigida por un secretario
general designado por el consejo, y varios comités
técnicos permanentes. Su sede se encuentra en Montreal,
Canadá.
Unión Postal Universal (UPU),
agencia especializada de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), compuesta por 168 países y territorios que
conforman un distrito postal único con el fin de
intercambiar correspondencia. Casi todos los países
independientes y algunos territorios dependientes de otros
estados forman parte de esta Unión.
La Unión desarrolla las medidas estipuladas
por la Convención Postal Universal de 1874, en la que se
especifica la clase de correspondencia que puede enviarse en el
ámbito internacional: se prohíbe el envío de
determinados artículos y bienes, como
por ejemplo los narcóticos; también se establecen
los mecanismos para la devolución y el seguimiento de la
correspondencia; se regula el pago del correo que debe pasar por
diversos países y se garantiza la libertad de
tránsito en toda la Unión.
La organización se creó en 1875 con
el nombre de Unión Postal General, que surgía a
partir de los acuerdos tomados en la Convención; el nombre
actual fue adoptado en 1878. En 1947 la Unión pasó
a formar parte de las Naciones Unidas como agencia especializada
responsable de las actividades postales
internacionales. Su sede está en Berna,
Suiza.
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo
especializado de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), fundado originalmente en París en 1865 con el
nombre de Unión Internacional de Telégrafos. En
1934 la UIT se constituyó para sustituir a todos los
organismos ya existentes especializados en el campo de las
telecomunicaciones y, en 1947, quedó
integrada en la ONU. La UIT no tiene un estatuto permanente, pero
su existencia es renovada de forma periódica por acuerdo
de sus miembros.
Los objetivos de la UIT son mantener y extender la
cooperación internacional para la mejora y uso racional de
cualquier tipo de telecomunicación; promover el desarrollo
y el empleo
eficiente de los medios
técnicos para mejorar los servicios de telecomunicaciones, así como incrementar su
utilidad y
disponibilidad para el gran público; coordinar las
acciones de
las naciones para que puedan alcanzar estos fines. De especial
interés son los problemas y las posibilidades derivadas de las
telecomunicaciones espaciales y la mejora de las
telecomunicaciones en los países asociados
en vías de desarrollo.
La UIT está formada por 162 estados
miembros y tiene su sede en Ginebra. El principal órgano
de la Unión es la conferencia plenipotenciaria que,
normalmente, se reúne cada cinco años. La
conferencia elige un consejo administrativo de 41 miembros, que
se reúne anualmente para aprobar el presupuesto de la UIT
y para coordinar el trabajo del
resto de los órganos de la Unión. Éstos son
la Secretaría General, la Junta Internacional de
Asignación de Frecuencias, el Comité Consultivo
Internacional de Telégrafos y
Teléfonos y el Comité Consultivo Internacional de
Radiocomunicaciones. Ocasionalmente, se llevan a cabo reuniones
administrativas de ámbito mundial o regional para discutir
cuestiones técnicas.
BIBLIOGRAFIA:
PAGINA OFICIAL DE LAS NACIONES
UNIDAS
MICROSOFT ENCARTA 99
Autor:
Federico Ignacio Toccaceli
CURSO: 1ro POLIMODAL – ECONOMIA Y
GESTION DE LAS ORGANIZACIONES