Introducción :
Nadie es muy valiente para negar los primeros
auxilios. Cada año miles de cortadas pequeñas y
rasguños llegan a infectarse, se tienen que tratar en el
hospital y resultan en incapacidad permanente.
Mantenga estos elementos a la mente para evitar las
infecciones:
- Sepa donde obtener primeros
auxilios. - Tome el tiempo para
obtener tratamiento. Minutos breves de precaución pueden
ahorrar muchos días en el hospital. - No se preocupe por lo que otros digan de su
tratamiento o su venda. - No piense que una cortadita no es importante de
curarse o ponerle atención. - Nunca piense que todas las cortadas son
iguales. - No se preocupe que su nombre vaya a salir en un
reporte de accidente. - No se preocupe que vaya a perder días de
trabajo por caso de su accidente. - No use"remedios caseros" para resolver el
problema.
Sin mas preámbulos, proseguimos con
el
trabajo…
El siguiente material se presenta con la finalidad de
que tengamos una noción de lo que son los Primeros
Auxilios:
Primeros Auxilios
RECIBA ATENCION
MEDICA POR TODAS LAS LESIONES
Es muy importante que Ud. reciba tratamiento
médico inmediatamente al lesionarse, sin importar que tan
pequeña piensa Ud. que sea la lesión. Se han
informado de muchos casos en que ha sucedido una lesión de
poca importancia tal como una lesión de una astilla;
Luego, puede resultar una infección que amenace la
salud o una parte
del organismo. Hasta un pequeño rasguño es
suficientemente grande para que los gérmenes peligrosos
entren al cuerpo, y en moretones muy grandes o cortadas muy
profundas, los gérmenes entran por millones. La
examinación y tratamiento inmediatos son necesarios para
cada lesión.
¿Que son los Primeros
Auxilios? Son simplemente aquella cosas que Ud. puede hacer
por la víctima antes de que llegue ayuda médica.
Los procedimientos
más importantes se describen a
continuación:
Controle la Hemorragia con
Presión
De todas las lesiones, las hemorragicas son las mas
visibles; Cada uno de nosotros tenemos entre cinco y seis cuartos
de sangre en nuestro
cuerpo. La mayoría de la gente puede perder una
pequeña cantidad de sangre sin
problema, pero si un cuarto o más se pierde
rápidamente,puede llegar a causar el choque y/o la muerte. Uno
de los mejores modos de tratar la hemorragia es colocar una tela
limpia en la herida y aplicar presión con la palma de su
mano hasta que pare de sangrar. También debería de
elevar la herida más alto que el nivel del corazón de
la victima, si es posible para detener el ritmo de sangre de la
herida. Cuando haya dejado de sangrar, no trate de retirar la
tela que está en la herida abierta, por que puede
perturbar la coagulación de sangre y
reiniciar la hemorragia. Si la hemorragia es muy seria, aplique
presión en el punto de presión mayor más
cercano, localizado en el interior del brazo superior entre el
hombro y el codo, o en el área del ingle donde la pierna
se une al cuerpo. Presión directa es mejor que un punto de
presión o un torniquete, porque la presión directa
para la circulación de sangre solamente
es en la herida. Solamente utilice los puntos de presión
si elevación y presión directa no han controlado la
hemorragia. Nunca utilice un torniquete (un dispositivo, tal como
una venda que se tuerza y se aprieta con un palo, para controlar
el flujo de sangre) a menos que sea una emergencia extrema, tal
como un brazo o pierna separada. Los torniquetes pueden
dañar nervios y conductos sanguíneos y pueden hacer
que la víctima pierda un brazo o una pierna.
Trate el choque físico
rapidamente
El choque puede amenazar la vida de la víctima si
no es tratada rapidamente. El choque ocurre cuando las funciones
importantes del cuerpo están amenazada de no obtener
suficiente sangre o cuando los organos y tejidos mayores
no reciben suficiente oxígeno.
Aunque la lesión no provoca la muerte
directamente, la victima puede entrar en choque y morir. Algunos
de los sintomas de choque son un color de piel
pálido o azulado y frio al tocar,vómito, ojos
soñolientos y sumidos, y sed inusual. El choque requiere
tratamiento médico para ser invertido. Así que lo
único que Ud. puede hacer es evitar que se empeore. Puede
mantener una ventilación abierta para respirar, controlar
cualquier hemorragia, elevar las piernas cerca de 12 pulgadas a
menos que una lesión lo haga imposible. También
puede evitar la perdida de calor del
cuerpo cubriendo a la víctima (arriba y abajo) con
cobijas. No le dé nada de comer o tomar a la
víctima porque esto puede provocar el vómito.
Generalmente mantenga a la víctima acostada boca arriba en
el piso. Una víctima que esta inconsciente ( sangrando de
la boca debaería estar acostada de lado asi la respiración es más fácil.
Permanezca con la víctima hasta que llegue ayuda
médica.
Mueva a la persona Lesionada
solamente cuando sea absolutamente necesario.
Nunca mueva a una persona lesionada
a menos que haya fuego o peligro de explosión. La mayor
preocupación de mover a una persona lesionada
es de empeorar la lesión.Especialmente cuando se trata de
una lesión espina dorsal. Si tiene que mover a una
persona
lesionada, trate de arrastrarla tomandole de la ropa alrededor
del cuello u hombro. Si es posible, arrastre a la persona en una
cobija o tela grande.
Desempeñe la maniobra del Heimlich en
víctimas que se están ahogando
Si hay obtrucción de la vía respiratoria,
pídale a la víctima que tosa, hable o respire. Si
la víctima no puede hacer ninguno de los tres,
párese detrás de la víctima y localice la
costilla mas baja con su mano. Mueva la mano a través del
abdomen al área sobre el centro del ombligo, luego haga un
puño. Coloque el dedo pulgar hacia el estómago,
coloque su otra mano sobre el puño y ponga presión
en el estómago de la víctima en dirección hacia arriba de manera
rápida. Empuje hasta que se salga lo que esté
atorado en la garganta.
Inmediatamente lave las quemadas con
agua
Hay muchos tipos de quemadas diferentes. Pueden ser
quemadas térmicas, quemadas químicas, quemadas
eléctricas o quemadas de contacto. Cada una de las
quemadas pueden ocurrir de un modo diferente, pero el tratamiento
para ellas es muy similar. Para quemadas térmicas, de
contacto o productos
químicos, el primer paso es de correr agua
fría sobre la quemada por un mínimo de 30 minutos.
Si la quemadura es lo suficientemente pequeña, mantegala
completamente bajo agua. Lavar la
quemadura toma prioridad sobre llamar por ayuda. Láve la
quemadura PRIMERO, Si la ropa de la víctima está
pegada a la quemadura, no intente quitársela.
Quítele la ropa que no este pegada a la quemadura
cortandola o rompiendola. Cubra la quemadura con una tela limpia.
Si no tiene tela limpia, no cubra la quemadura con nada. No talle
la quemadura y no aplique ningún jabón,
ünguento, ni remedio casero. También, no le ofrezca a
la víctima quemada nada de tomar ni comer, pero
manténgala cubierta con una cobija para mantener una
temperatura de
cuerpo normal hasta que llegue ayuda médica.
Si la víctima ha recibido una quemadura
eléctrica, el tratamiento es un poco diferente. No toque a
una víctima que ha tenido contacto con electricidad a
menos que esté libre de la corriente eléctrica. Si
la víctima aún está en contacto con la
corriente eléctrica, la electricidad
viajará a través del cuerpo de la víctima y
le eletrificará a Ud. Una vez que la víctima
esté libre de la corriente eléctrica su prioridad
es de revisar que no haya obtrucción de aire, que haya
circulación de sangre.
Administre Resucitación Cardiopulmonar (RCP) si
es necesario. Una vez que la condición de la
víctima se estabilice, empiece a correr agua
fría sobre las quemaduras por un mínimo de 30
minutos. No mueva a la víctima y no talle las quemaduras o
apliquen ningún jabón, ungüento, ni remedio
casero. Después de lavar la quemadura, aplique una tela
limpia sobre la quemadura, si no hay no coloque nada, mantenga a
la víctima abrigada y quieta e intente mantener una
temperatura de
cuerpo normal hasta que llegue ayuda Médica.
El agotamiento por el calor o la
insolación requieren tratamiento refrescante
El agotamiento por el calor y la
insolación son dos cosas diferentes, aunque son
confundidos comúnmente como la misma condición.
Agotamiento por el calor puede
ocurrir en cualquier parte donde haya mala circulación de
aire, por
ejemplo, alrededor de un horno abierto, maquinaria pesada, o si
la persona no está acostumbrada a temperaturas muy altas.
El cuerpo reacciona con incrementar los latidos del corazón y
hacer la circulación de sangre más fuerte. El
agotamiento por el calor simple
puede ocurrir debido a la pérdida de fluidos y sales del
cuerpo. Los síntomas son generalmente fatiga excesiva,
mareos y desorientación, la piel de
temperatura
normal pero sudorosa y pegajosa. Para tratar agotamiento por el
calor, mueva a la víctima a un lugar fresco y
anímela a que tome agua fresca y
descanse.
La insolación es mucho más seria y ocurre
cuando las glándulas transpirantes del cuerpo se han
cerrado. Algunos síntomas de insolación son la
fiebre, manchas secas en la piel. Una
víctima de insolación morirá pronto,
así que no espere que llegue ayuda médica,
actúe inmediatamente. Lo primero que Ud. debe hacer, es
mover a la víctima a un lugar fresco fuera del sol y
empiece a echar agua fresca
sobre la víctima. Ventile a la víctima para proveer
buena circulación de aire hasta que
llegue ayuda médica.
El envenenamiento puede tomar muchas
formas
Lo primero que debe hacer es retirar a la víctima
del veneno. Si el veneno está en forma sólida tales
como píldoras, retírelas de la boca de la
víctima utilizando los dedos envueltos en una tela limpia.
No intente esto con niños porque puede forzar el veneno
más abajo a su garganta. Si el veneno es un gas, puede
necesitar un respirador para protegerse Ud. mismo. Después
de haber revisado primero el área, por su seguridad; retire
a la víctima, llévela aun lugar fresco. Si el
veneno es corrosivo para la piel, quite la
ropa del área afectada y lávela con agua por 30
minutos. Llévese el envase o etiqueta del veneno con Ud.
cuando busque ayuda médica, porque va a necesitar
responder preguntas sobre la víctima. Trate de permanecer
calmado y seguir las instrucciones que se le dan. Si el veneno
esta en contacto con los ojos lávele los ojos con agua
limpia durante 15 minutos.
Primeros auxilios,
Medidas terapéuticas urgentes que se aplican a
las víctimas de accidentes o
enfermedades
repentinas hasta disponer de tratamiento especializado. El
propósito de los primeros
auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o
enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En
casos extremos estas primeras medidas son necesarias para evitar
la muerte
hasta que se consigue asistencia médica.
Los primeros auxilios varían según las
necesidades de la víctima y según los conocimientos
del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante
como saber qué hacer, porque una medida terapéutica
mal aplicada puede producir complicaciones graves. Por ejemplo,
en una apendicitis aguda un laxante suave puede poner en peligro
la vida del paciente.
En todos los pacientes, sea cual sea su lesión,
deben aplicarse una serie de normas generales.
Siempre hay que evitar el pánico y la
precipitación. A no ser que la colocación de la
víctima lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse
los cambios de posición hasta que se determine la naturaleza del
proceso. Un
socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para valorar
las heridas, quemaduras y fracturas. Se tranquiliza a la
víctima explicándole que ya ha sido solicitada
ayuda médica. La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que
el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria. En
ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar
ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad. Si se
producen náuseas o vómitos debe
girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones. Nunca
se deben administrar alimentos o
bebidas (si el paciente va a requerir cirugía hay que
esperar hasta que se vacíe el estómago), y mucho
menos en el paciente inconsciente. La primera actuación,
más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración aceptable: conseguir la
permeabilidad de la vía aérea para evitar la
asfixia, extrayendo los cuerpos extraños -sólidos o
líquidos- y retirando la lengua
caída hacia atrás. Si el paciente no respira por
sí sólo habrá que ventilarlo desde el
exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de
un dispositivo mecánico.
Cualesquiera que sean las lesiones, el segundo aspecto a
corregir es el referente al sistema
circulatorio, para evitar el shock. Se deben valorar la
frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Una
valoración inicial se obtiene mediante el pulso: permite
valorar la frecuencia y ritmo cardiaco, y su "fortaleza" o "pulso
lleno" nos indican una adecuada tensión arterial. El shock
supone la depresión
de muchas funciones
orgánicas debido al defecto de perfusión de sangre
(por insuficiente tensión arterial). Los signos característicos del shock son la piel
fría y húmeda, los labios cianóticos
(azulados), la taquicardia y la hipotensión arterial
(pulso débil y rápido), la respiración superficial y las
náuseas. Estos síntomas no son inmediatos; el shock
puede desarrollarse varias horas después del accidente.
Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo
antes posible la perfusión de líquidos y
electrolitos por vía intravenosa. Está prohibido
administrar fármacos estimulantes y alcohol.
Las urgencias que requieren primeros auxilios con
más frecuencia son los accidentes en
los que se produce asfixia, parada e infarto cardiacos, sangrado
grave, envenenamiento, quemaduras, golpe de calor e
insolación, desvanecimiento, coma, esguinces, fracturas y
mordeduras de animales.
Asfixia
En la asfixia, el aire no puede
entrar en los pulmones y el oxígeno no llega a la sangre
circulante. Entre las causas de asfixia se encuentran el
ahogamiento, el envenenamiento por gases, la
sobredosis de narcóticos, la electrocución, la
obstrucción de la vía aérea por cuerpos
extraños y la estrangulación. Para evitar un
daño cerebral irreparable al detenerse la
oxigenación tisular, se debe instaurar inmediatamente
algún tipo de respiración artificial. La mayoría
de las personas mueren tras 4 o 6 minutos de parada respiratoria
si no se les ventila de forma artificial.
Se han diseñado muchas formas de
respiración artificial. La más práctica para
la reanimación de urgencia es el procedimiento
boca a boca: el reanimador sopla aire a
presión en la boca de la víctima para llenarle los
pulmones. Antes de ello, debe retirarse cualquier cuerpo
extraño que se encuentre en la vía aérea. La
cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás
para evitar que la caída de la lengua
obstruya la laringe; para ello se tira hacia arriba de la
barbilla con una mano mientras con la otra se empuja hacia
atrás la frente. El reanimador obtura los orificios
nasales pinzándolos con los dedos, inspira profundamente,
aplica su boca a la de la víctima, y sopla con fuerza hasta
ver llenarse el tórax; después retira su boca y
comprueba cómo la víctima exhala el aire. Este
proceso se
repite 12 veces por minuto en un adulto y 20 veces por minuto en
un niño.
Si la vía aérea no está despejada,
debe comprobarse la posición de la cabeza de la
víctima. Si todavía no se consigue permeabilidad se
rota el cuerpo hacia la posición de decúbito
lateral y se golpea entre los omóplatos para desatascar
los bronquios. Después se vuelve a la respiración
boca a boca. Si todavía no se consigue, se realiza la
maniobra de Heimlich ("abrazo del oso") con la víctima en
decúbito.
Una vez iniciada, la respiración artificial no
debe suspenderse hasta que el enfermo empiece a respirar por
sí solo o un médico diagnostique la muerte del
paciente. Cuando empieza a respirar espontáneamente no
debe ser desatendido: puede detenerse de nuevo la
respiración de forma súbita o presentarse
irregularidades respiratorias. En casos de ahogamiento siempre
hay que intentar la respiración artificial, incluso aunque
el paciente haya presentado signos de muerte durante
varios minutos. Se han descrito varios casos de pacientes
sumergidos durante más de media hora, cianóticos y
sin posibilidades de reanimación, que respondieron a los
primeros intentos del socorrista. Una respuesta refleja, el
llamado "reflejo de zambullida de los mamíferos"; es la
explicación.
En los últimos años se ha desarrollado una
técnica para tratar a los pacientes con vía
aérea obstruida por un cuerpo extraño. Inventada
por el médico estadounidense Henry Jay Heimlich, se llama
maniobra de Heimlich o abrazo de oso, y consiste en la
aplicación súbita de una presión sobre el
abdomen de la víctima. El aumento de presión
abdominal comprime el diafragma, éste a los pulmones, que
expulsan aire a alta velocidad y
presión, despejando la vía aérea.
La maniobra se realiza situándose tras el
paciente, rodeando su cintura con los brazos y entrelazando las
manos, situando éstas entre el ombligo y el reborde
torácico, y presionando fuerte y de forma brusca hacia
atrás y arriba. Si la víctima está en
posición horizontal, se presiona sobre el abdomen con el
"talón" de una mano. Debe evitarse presionar sobre las
costillas, pues se pueden romper, sobre todo en niños y
ancianos.
Reanimación cardiopulmonar
La reanimación del paciente con parada cardiaca
está muy relacionada con la reanimación
respiratoria. Ha de aplicarse masaje cardiaco externo para
mantener el flujo sanguíneo y combinarlo con las
técnicas descritas de respiración artificial. Se
sitúa a la víctima sobre una superficie firme y se
confirma la permeabilidad de su vía aérea. El
reanimador sitúa sus manos sobre el esternón del
paciente; éste se deprime 5 cm, por lo que se comprime el
corazón
y fuerza a la
sangre a salir por las arterias. Cuando se afloja la
presión, el corazón se
expande y vuelve a llenarse de sangre procedente de las venas. El
masaje se aplica en forma de compresiones cortas y
rítmicas de 1 segundo de duración. Se aplica una
respiración boca a boca cada cinco golpes cardiacos. Para
esta operación son ideales dos reanimadores. Si
sólo hay uno se aplican dos respiraciones boca a boca cada
15 compresiones cardiacas. El procedimiento
debe aplicarse, aunque no haya signos de vida, hasta conseguir
ayuda médica.
Hemorragia
El sangrado "en surtidor", "a chorro" o "a golpes" es
signo inequívoco de hemorragia grave. La simple presencia
de sangre sobre una superficie corporal grande no es signo de
hemorragia. Puede haber salido sangre de múltiples heridas
pequeñas, o puede haberse extendido. La cantidad de sangre
que se pierde por una herida depende del tamaño y clase de
los vasos lesionados. La lesión de una arteria produce
sangre roja brillante que fluye a borbotones, mientras que la
lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre
roja oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente puede
morir desangrado en un minuto. Las lesiones de arterias de
calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas,
pero si no se tratan también pueden ser fatales. Una
complicación grave de la hemorragia es el shock
hipovolémico, que debe ser prevenido y tratado lo antes
posible.
El procedimiento a
utilizar para detener la hemorragia (hemostasia) depende del
tamaño de la herida y de la disponibilidad de material
sanitario. El mejor método es
la aplicación de presión sobre la herida y la
elevación del miembro. Esto es suficiente en lesiones de
vasos de calibre medio. Lo ideal es utilizar compresas
quirúrgicas estériles, o en su defecto ropas
limpias, sobre la herida y aplicar encima un vendaje compresivo.
Cuando este apósito se empapa de sangre no debe ser
retirado: se aplican sobre él más compresas y
más vendaje compresivo. Si el sangrado de una extremidad
es muy abundante se puede aplicar presión sobre el tronco
arterial principal para comprimirlo sobre el hueso y detener la
hemorragia.
La arteria braquial, que irriga la extremidad superior,
debe ser comprimida en una zona intermedia entre el codo y la
axila en la cara medial (interna) del brazo. La arteria femoral,
que irriga la extremidad inferior, puede ser comprimida en el
centro del pliegue inguinal, donde la arteria cruza sobre el
hueso pélvico.
Envenenamiento
Una sustancia venenosa por vía oral produce
náuseas, vómitos y
calambres abdominales. Los venenos ingeridos por accidente o con
fines suicidas incluyen: medicaciones a dosis tóxicas,
herbicidas, insecticidas, matarratas y desinfectantes
domésticos.
Para atender a una persona envenenada es primordial la
identificación del tóxico, preguntando a la
víctima o buscando indicios como, por ejemplo, envases
vacíos; muchos envases mencionan la lista de
antídotos en su etiqueta. Las quemaduras, las manchas o un
olor característico también pueden servir
para identificar el veneno.
La primera medida es diluir la sustancia tóxica
haciendo beber a la víctima una gran cantidad de leche, agua o
ambas. La dilución retrasa la absorción y la
difusión del veneno a los órganos
vitales.
Excepto en los casos de ácidos o bases fuertes,
estricnina o queroseno, la medida siguiente es inducir el
vómito para
eliminar la mayor cantidad posible de tóxico antes de que
se absorba. Se puede inducir haciendo beber a la víctima
una mezcla de medio vaso de agua y varias cucharadas de
bicarbonato de sodio o magnesia, o introduciendo los dedos o una
cuchara hasta estimular el velo del paladar y conseguir la
regurgitación. Se debe repetir este procedimiento
hasta vaciar el estómago. Después conviene
administrar un laxante suave.
El veneno se debe contrarrestar con un antídoto.
Algunos de ellos aíslan la sustancia tóxica de las
mucosas sensibles; otros reaccionan químicamente con el
veneno y lo transforman; otros estimulan al organismo a
contrarrestar la acción del tóxico. Si el
antídoto específico no está disponible se
utiliza uno universal que contrarresta la mayoría de los
venenos. Un antídoto universal sencillo se puede obtener
mezclando una parte de té fuerte, una parte de magnesia y
dos partes de polvillo de pan quemado. Este antídoto
también está disponible en los
comercios.
Cuando el veneno es un ácido corrosivo
(clorhídrico, nítrico, sulfúrico), una base
fuerte (sosa cáustica) o amoníaco, no se debe
estimular el vómito, pues se
dañarían más aún los tejidos de la
boca, faringe y esófago. Para intoxicaciones por
ácidos se puede utilizar como antídoto una base
débil, como la magnesia o el bicarbonato de sodio. Para
intoxicaciones por bases son útiles los ácidos
débiles, como el limón o el vinagre diluido. Tras
su ingestión debe administrarse aceite de oliva o clara de
huevo. En intoxicaciones por estricnina o queroseno se debe
ingerir abundante agua o leche y
después aceite de oliva o clara de huevo, sin provocar el
vómito.
Quemaduras
Se producen por exposición a la llama del fuego,
a metales
calientes, a radiación, a sustancias químicas
cáusticas o a la electricidad. Las
quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido
dañado y según la extensión del área
afectada. Una quemadura de primer grado, que sólo afecta a
la capa superficial de la piel, se caracteriza por el
enrojecimiento. Una quemadura de segundo grado presenta
formación de flictenas (ampollas), y una de tercer grado
afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso
produciendo una necrosis. La gravedad de una quemadura
también depende de su extensión. Ésta se
mide en porcentajes de la superficie corporal. Las quemaduras
graves producen shock y gran pérdida de líquidos.
Un paciente con quemaduras de tercer grado que ocupen más
del 10% de la superficie corporal debe ser hospitalizado lo antes
posible.
La finalidad de los primeros auxilios en los quemados es
prevenir el shock, la contaminación de las zonas lesionadas y el
dolor. La aplicación de bolsas de hielo o la
inmersión en agua helada disminuye el dolor.
Después se ha de cubrir la zona con un apósito
grueso que evite la contaminación. No se deben utilizar curas
húmedas, pomadas o ungüentos, y hay que acudir al
especialista médico inmediatamente.
Las quemaduras del sol pueden ser de primer o de segundo
grado. Sus casos leves se pueden tratar con una crema fría
o un aceite vegetal. Los casos graves conviene que sean atendidos
por un especialista. Las quemaduras químicas deben ser
lavadas inmediata y profusamente para diluir al máximo la
sustancia corrosiva. Las lesiones dérmicas de las
quemaduras eléctricas se tratan como las de
exposición a la llama y, además, deben ser
controladas en un centro hospitalario para valorar posibles
lesiones cardiacas o nerviosas.
Golpe de calor y deshidratación por
calor
El golpe de calor y la deshidratación por el
calor están causados por un exceso de calor, pero sus
síntomas son tan dispares que es muy difícil
confundirlos. El golpe de calor, producido por un mal
funcionamiento de los centros reguladores del calor, es una
patología más grave que afecta principalmente a los
ancianos. Sus síntomas son la piel caliente y enrojecida,
la ausencia de sudoración, el pulso fuerte y contundente,
la respiración dificultosa, las pupilas dilatadas y la
temperatura
corporal extremadamente alta. El paciente se encuentra mareado y
puede perder la consciencia. La deshidratación por calor
se debe a una pérdida excesiva de líquidos y
electrolitos en el organismo. La piel está pálida y
húmeda, la sudoración es profusa, el pulso
débil y la respiración superficial, pero las
pupilas y la temperatura
corporal son normales. Pueden producirse cefaleas y
vómitos.
Los primeros auxilios necesarios para el golpe de calor
y para la deshidratación por el calor también
difieren. La víctima de un golpe de calor debe ser
transportada a un lugar fresco a la sombra, y allí debe
guardar reposo con la cabeza elevada. Se debe humedecer el cuerpo
con alcohol o agua
fría para bajar la temperatura. Debe ser trasladado a un
hospital de inmediato. El paciente con deshidratación por
el calor también debe guardar reposo, pero con la cabeza
más baja que el cuerpo; conviene proporcionarle abrigo o
calor. Al principio puede presentar náuseas, pero tras un
tiempo de
descanso puede ingerir líquidos: se ha de beber 4 vasos de
agua con una tableta o media cucharadita de sal diluidas, a
intervalos de 15 minutos. Después debería beber
zumos (jugos) de frutas para recuperar otros electrolitos. Si se
produce una postración importante conviene buscar ayuda
médica.
Lipotimia y coma
La sudoración fría y la palidez son
típicas de la lipotimia, desmayo o desvanecimiento. Se
produce por un aporte insuficiente de sangre al cerebro y es
temporal. Para restaurar la circulación cerebral se elevan
los miembros inferiores o se sitúa la cabeza más
baja que el corazón.
Es necesario evitar que la víctima se enfríe. Tras
la reanimación conviene que tome té o café
caliente.
El coma es un estado de
falta de respuesta a estímulos externos. Viene provocado
por una enfermedad o un traumatismo. El paciente comatoso
sólo responde a determinados estímulos intensos; en
el coma profundo no responde siquiera al dolor. Puede ser debido
a un fallo cardiaco, a una hemorragia cerebral, a una epilepsia,
a una descompensación diabética, a una fractura
craneal, o a muchas otras situaciones urgentes. Los primeros
auxilios se deben limitar a mantener tranquilo y cómodo al
enfermo, aflojándole sus vestimentas y buscando ayuda
médica. Si la cara enrojece, se pueden elevar ligeramente
la cabeza y los hombros, y si palidece se pueden elevar los
miembros inferiores. En la epilepsia hay que evitar las
autolesiones (mordeduras de lengua) y los
traumatismos. Si por cualquier motivo cesa la respiración
se debe aplicar respiración artificial. Los
diabéticos a menudo portan tarjetas de
identificación que permiten identificar la posible causa
del coma.
Esguinces y fracturas
Tanto el esguince como la fractura se acompañan
de gran dolor e inflamación, pero la impotencia funcional
(incapacidad para mover la zona afectada) y la deformidad son
propias de las lesiones óseas. Hasta que se descarte una
fractura, los esguinces graves se deben tratar como lesiones
óseas; sólo la radiografía puede confirmar
el diagnóstico.
En la fractura, el hueso absorbe la energía del
traumatismo, perdiendo su integridad estructural. En el esguince
el traumatismo es absorbido por una articulación,
distendiéndose o rompiéndose las fibras de un
ligamento o la cápsula articular. Como un movimiento muy
leve produce dolor intenso, no se debe manipular la extremidad
afectada ni intentar "enderezarla" ni corregir la deformidad.
Esto, además, puede aumentar la lesión de partes
blandas, producidas por los extremos óseos fracturados al
moverse; este fenómeno cobra especial importancia en el
caso de los vasos y los nervios. La incorrecta
manipulación de un miembro fracturado puede hacer que los
picos y biseles de la fractura desgarren arterias, venas o
nervios. Sólo se debe inmovilizar el miembro en la
posición en que se encuentra, preferiblemente con
férulas. Éstas se pueden improvisar con tablas o
cartón y afianzarlas al miembro con tiras de
tela.
Si la cabeza o el tronco de la víctima se
encuentran doblados o torsionados en posición antinatural
se debe sospechar inmediatamente de una fractura o
luxación de la columna vertebral. De ningún modo se
debe intentar corregir la deformidad o mover el tronco. Otros
síntomas de lesión vertebral son el dolor agudo en
la espalda o el cuello y la parálisis en las extremidades
inferiores. Todo accidentado sospechoso de presentar una
lesión vertebral debe ser manejado en estricta
inmovilidad, transportado "en tabla", preferiblemente por varios
socorristas, y mejor aún sobre una superficie dura y plana
(una puerta, una banqueta trasera de coche,…).
Mordeduras
Las mordeduras más frecuentes son de perros, gatos,
serpientes y pequeños roedores como las ratas y las
ardillas. También se ven en ocasiones mordeduras
humanas.
Las mordeduras de serpientes no venenosas no requieren
más que el tratamiento habitual de las mordeduras: no
suturarlas, limpieza e irrigación, aplicación de
antisépticos, profilaxis antitetánica y la
vigilancia de la herida. Como cualquier mordedura puede
infectarse, es recomendable en ellas la profilaxis
antibiótica. Las mordeduras de serpientes venenosas
requieren primeros auxilios y atención hospitalaria de la
máxima urgencia.
Los síntomas de una mordedura de serpiente
venenosa dependen de la especie del reptil. Los crótalos,
la Agkistrodon contortis y la Agkistrodon piscivorus, inyectan un
veneno que destruye los vasos sanguíneos; la herida
desarrolla inmediatamente un dolor intenso e inflamación.
Si la cantidad de veneno es grande la hinchazón llega a
ser tan pronunciada que rompe la piel. La decoloración de
los tejidos
circundantes es un signo patognomónico de mordedura por
estas serpientes. El paciente se siente mareado y con
náuseas y puede desarrollar un shock. La mordedura de las
serpientes del género Micrurus no causa dolor inmediato,
pero su veneno ataca el sistema nervioso
central paralizando órganos vitales como los pulmones.
La identificación del tipo de serpiente es muy útil
para administrar la antitoxina o suero anti-mordedura
correspondiente.
El objetivo del
socorrista es evitar la difusión del veneno. Es necesario
mantener inmóvil al paciente para evitar el aumento de la
circulación local o sistémica. Si la mordedura se
halla en una extremidad, se debe aplicar un torniquete de 5 a 8
cm por encima de la mordedura. Este torniquete no debe ser
demasiado compresivo, pues es importante que la sangre siga
manando de la mordedura en pequeñas cantidades.
Otro método
para retardar la circulación del veneno es mantener en
declive la parte mordida. Para aliviar el dolor se puede aplicar
sobre la herida hielo o agua fría. La herida debe lavarse
con abundante agua y jabón y secarse con mucho cuidado.
Después debe aplicarse un apósito estéril o,
en su defecto, limpio. Lo ideal es la inyección precoz de
la antitoxina correspondiente.
Autor:
José Emiro Vela