Enfermedad infectocontagiosa
caracterizada por tres catarros: congestión nasal,
bronquial y conjuntival, los que le dan al niño enfermo un
aspecto característico de cara
sucia.
El sarampión se reconoce como una
enfermedad desde hace aproximadamente 2000 años, pero su
naturaleza
infecciosa sólo se reconoció hace 145 años.
En 1846, un médico llamado Panum estudió una
epidemia del Sarampión en las islas Feroe y observó
que la enfermedad era contagiosa, que tenía un
período de incobación de 2 semanas y que la
infección parecía proporcionar inmunidad por
sí misma.
En 1954 se produjo otro avance mayor en
la comprensión del sarampión, cuando dos
médicos muy conocidos, los doctores: Enders y Peebles
informaron su éxito en la propagación del virus salvaje del
sarampión en células
renales humanas; su éxito llevó al desarrollo de
la vacuna con virus vivos, la
cual se liberó al mercado en 1963
en E.E.U.U.
En todos los países del mundo se
ve sarampión; sin la vacuna sería predecible la
ocurrencia de epidemias con una duración de 3 a 4 meses
cada 2 a 5 años. En los países que se ha utilizado
la vacuna, se ha observado una marcada disminución de la
incidencia de la enfermedad. Por ejemplo en E.E.U.U. se
informaron 200.000 a 500.000 casos anuales de sarampión;
desde que se liberó la vacuna al mercado, la
incidencia disminuyó en un 95%.
En las primeras 26 semanas de 1987 el
número de casos informados disminuyó, comparado al
mismo período de 1986.
En la actualidad, un tercio de los casos
informados ocurre en personas que han sido vacunadas previamente;
se cree que mochos de estos casos se deben al fracaso primario de
la vacuna y no a la pérdida de la inmunidad. Hoy en
día se ve sarampión en individuos menores de 2
años y se estima que hasta 7 millones de adultos
jóvenes son susceptibles al
sarampión.
Los principales motivos por los cuales no
se haya eliminado el sarampión incluyen la imposibilidad
de inmunizar a todos los individuos aptos para la
vacunación, el fracaso primario de la vacuna y la
importación del sarampión a otros
países.
La secreción es de tipo
mucopurulenta lo que al ponerse en contacto con la piel la
irrita, así tendremos párpados y labio hinchados,
ojos pegados y boqueras.
En cuanto al catarro bronquial produce
ronquera, trastornos en la emisión de sonidos, tos y
expectoración húmeda.
La temperatura, a
comienzos de la enfermedad, es baja pero en pocas horas alcanza
los 39º o 40ºC.
La erupción comienza en la cavidad
bucal manifestándose en forma de manchas, luego se
produce, a veces simultáneamente, en la piel con
manchas de Koplik, las que son rojizas como de 1 o 2
milímetros de diámetro, las que aparecen
primeramente en la cara y detrás de las orejas,
extendiéndose después por el torso y los muslos,
abarcando toda la superficie cutánea. Estas manchas pueden
ser de carácter polimorfo dejando piel sana
entre ellas.
El sarampión se disemina por
contacto directo con secreciones respiratorias de infectados. El
período de contagio abarca desde varios días antes
del comienzo de la erupción hasta varios días
después del inicio de la misma.
La erupción es de poca
duración, la que luego se va borrando presentando una
descamación. El período de incubación es de
10 a 14 días (más prolongado en adultos que en
niños). El período de enfermedad manifiesta es de 5
a 8 días, por lo tanto la enfermedad evoluciona de 15 a 20
días.
Esta enfermedad puede acarrear diversas
complicaciones, a saber:
- Sistema respiratorio:
neumonía, laringitis, neumonitis, derrame pleural,
enfisema, atelectásea, otitis cerosa y otitis
supurada. - Sistema Digestivo: diarrea y
hepatitis. - Sistema Nervioso: meningo
encefalitis, convulsiones y ataxia post
sarampionosa. - Sistema Hematopoético:
exantema hemorrágico y hemorragias
viscerales. - Sistema Cardiovascular: miocarditis,
neumopericardio. - Sistema Sistémico:
sepsis.
Los factores que favorecen la presencia
de las mismas son la edad, el estado de
nutrición,
el nivel socioeconómico y cultura y la
depresión de la inmunidad celular propia de
la enfermedad.
No se dispone de tratamiento
específico, el paciente debe recibir tratamiento de apoyo,
antitérmicos en caso de fiebre y se indicará
régimen higiénico y dietético. El enfermo
guardará reposo en habitación ventilada, con
cambios frecuentes de ropa y evitando
enfriamientos.
Puede producir secuelas a causa de las
complicaciones, tales como:
- Respiratorias: alteraciones
funcionales respiratorias. - Neurológicas: retraso
psicomotriz, disminución de la agudeza visual y
sordera. - Digestivas: hepatitis
crónica activa. - Oculares:
ceguera.
La prevención se lleva a cabo a
través de la administración de la vacuna con virus vivos y en
ocasiones esepcionales se administrará gamaglobulina, por
ejemplo a menores de 6 meses que estén en contacto con la
enfermedad. La vacuna con virus vivos
está contraindicada en embarazadas y en personas que se
encuentran inmuno comprometidos, por ejemplo H.I.V. y
leucemia.
En caso de epidemia la vacuna se debe
administrar a todas las personas sin límite de edad, es
decir, desde los 6 meses en adelante, hayan o no padecido la
enfermedad.
Meroni, Leticia.
La Plata, agosto de
1998.
Autor:
Jose Martin Ozcariz