Monografias.com > Física
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Superconductividad eléctrica




Enviado por araue



    Introducción

    La superconductividad ha empezado a revolucionar
    numerosos campos de la tecnología. Este libro
    resulta idóneo para saber con detalle cuáles son
    esos campos y en que medida se van a beneficiar de ella.
    También es una buena iniciación al tema para
    profanos, ya que los dos primeros capítulos están
    dedicados a explicar qué es la superconductividad y
    cómo funciona la tecnología asociada a
    ella.

    • 1. Introducción a la
      superconductividad eléctrica
    • 2. Trabajando en un laboratorio de
      superconductividad
    • 3. Fabricación por medio de reacciones
      en estado
      sólido de cerámicas
      superconductoras
    • 4. Desarrollo
      y fabricación de piezas a base de carburo de silicio:
      materiales
      permeables, materiales
      compuestos, materiales
      tixotrópicos.
    • 5. Anisotropía
    • 6. Propiedades de los Superconductores
      Convencionales
    • 7. Propiedades de los Superconductores de
      Alta Temperatura
    • 8. Propuestas
      teóricas
    • 9. Desorden y transiciones de
      fase
    • 10.Técnicas
      experimentales
    • 11. Caracterización de sustratos para
      superconductores Y-123
    • 12. Crecimiento de cristales superconductores
      y medida de sus propiedades
    • 13. Estabilidad térmica de cupratos
      superconductores con oxoaniones
    • 14. Preparación y estudio de cupratos
      con estructura
      en capas infinitas
    • 16. Propiedades electrónicas de los
      óxidos de cobre
    • 17. Materiales
      en comunicaciones
    • 18. Lineas de Trabajo
    • 19. Obtención de zeolitas de
      talio
    • 20. Referencias

    Introducción a la
    superconductividad eléctrica

    La Superconductividad Frente al paso de una corriente
    electrica, los metales ofrecen
    una cierta resistencia:
    parte de la electricidad se
    transforma en calor y ello
    permite innumerables aplicaciones, como la plancha, la
    tostadora o elcalefactor electrico. Pero, en otros usos de la
    electricidad, sobre todoen su transmision a
    traves de cables, no resulta economico que aquella sepierda en
    forma de calor. En el
    a#o 1911 el fisico holandes Heike Kamerlingh Onnes descubrioque
    ciertos metales
    conducen la electricidad
    sin resistencia
    siempre ycuando se los haga "tiritar" cerca de la temperatura
    mas baja posible, unos 273 grados centigrados bajo cero. Dado
    que conseguir temperaturas tan bajas resulta muy costoso,
    elgran objetivo de
    la ciencia
    es encontrar materiales
    superconductores queoperen a temperaturas mas altas. Por ello,
    en el a#o 1986 se produjo un"boom" cuando los fisicos K. A.
    Muller y J. G. Bednorz encontraron queun material ceramico
    podia ser superconductor a una temperatura
    un poco masalta, unos 240 grados centigrados bajo cero. Desde
    entonces se han descubierto un gran numero de compuestos que
    presentan superconductividad si se los enfria solo con aire liquido,
    lo que permitira aplicaciones tecnologicas prometedoras.
    ¿Que se hace en superconductividad en
    Exactas?

    Trabajando en un laboratorio
    de superconductividad

    En el laboratorio
    se trabaja intensamente. Las diez o doce horas que duran las
    muy bajas temperaturas alcanzadas con el helio liquido deben
    ser aprovechadas al maximo. Ademas, previamente, se requieren
    unas ocho horas de preparativos. Por ello es comun que alguno
    de los investigadores pase la noche en el laboratorio
    para dejar todo listo y asi poder
    comenzar temprano al dia siguiente. Alli, las muestras de
    materiales superconductores, fabricadas porla Division de
    Fisica del Solido de la Comision Nacional de EnergiaAtomica,
    -con la que hay una estrecha colaboracion cientifica-
    sonsometidas a diferentes mediciones, a muy bajas temperaturas
    (por debajo de los 230 grados bajo cero). "Una de las tres
    lineas de investigacion que tenemos actualmente consiste en
    sacar o incorporar oxigeno en
    las muestras, sometiendolas a muy altas temperaturas, para ver
    que cambios se producen en la superconductividad", explica
    Bekeris. Otra de las investigaciones
    se basa en hacer pasar corrientes electricas desparejas a
    traves de una muestra, de
    modo que, en una parte,la corriente sea intensa, y en otra,
    debil. "Al medir la se#al endistintos puntos de la muestra,
    observamos que la corriente se organizadentro de ella", indica
    la investigadora, y aclara: "Lo que se mide en unlugar no
    depende de la corriente que pasa por alli, sino de su
    distribucionpor toda la muestra". Este
    es un experimento original del laboratorio
    y, segun Bekeris, puede tener aplicaciones interesantes ya que
    en los dispositivos que se fabriquen con estos materiales se
    van a producir estos fenomenos de corrientes desparejas, y es
    necesario saber que pasa en esas circunstancias. En el
    laboratorio se estudia tambien el tiempo que un
    material permanece magnetizado luego de ser sometido a un
    campo
    magnetico. El flujo magnetico suele quedar atrapado en los
    defectos del material y se va liberando de a poco. Para saber,
    con precision de microsegundos, cuanto tiempo le lleva
    liberarse, los investigadores someten a la muestra a
    unpulso muy corto de calor, con
    equipos de laser que
    proveen los fisicos Oscar Martinez y Mario Marconi. Este pulso
    de laser se aplica
    unos diez microsegundos despues de haber apagado el campo
    magnetico. Al hacer las mediciones se puede saber cuanto
    flujo magnetico habia, y cuanto se escapo,en ese lapso tan
    corto. Las peliculas delgadas de material superconductor para
    realizarestos experimentos
    son provistas por el Centro Atomico Bariloche. Para que sirve
    conocer cuanto tiempo queda
    atrapado el magnetismo?
    "Primero, esta es una pregunta basica, es decir que, conocer
    esa dinamica es conocer mas profundamente el comportamiento de estos superconductores. En
    cuanto a la posible relacion con aplicaciones, la famosa idea
    de levitacion magnetica se vincula, precisamente, con el
    anclaje del campo
    magnetico", se # a la Bekeris. La investigadora explica
    que, para que un material genere unafuerza repulsiva lo
    suficientemente intensa como para levantar su propiopeso, se
    necesitaria una magnetizacion muy alta, y esta puede
    lograrsemediante materiales que posean un gran anclaje de flujo
    magnetico. "Lo que estudiamos es cuanto tiempo dura el
    anclaje. Si este sedegrada rapidamente, no sirve", enfatiza la
    investigadora. Son las diez de la ma#ana, las maquinas
    licuefactoras se calmaron yahora comienza el verdadero trabajo,
    preciso y minucioso, para desentra#arlos enigmas de la
    superconductividad, y este es el camino obligado paraalcanzar
    los tan ansiados superconductores "calientes".

    Fabricación por medio de reacciones en
    estado
    sólido de cerámicas
    superconductoras

    Los materiales con características de superconductividad,
    presentan muy buenas expectativas respecto a su
    utilización en áreas donde los materiales
    tradicionales han encontrado sus límites. Durante 1995
    se desarrolló un proyecto
    titulado "Conformado por Extrusión de Materiales
    Superconductores", donde se precisó cuantitativamente la
    dependencia de la estructura
    de la solución sólida Nd[1+x]Ba[2-x]Cu3O[7+d] y
    Bi2Sr[2+x]Ca[1+x]Cu2On para diferentes contenidos de oxigeno
    1<=d<=0 y para algunos x selectos
    (0<=x<=0.5).

    Las propiedades eléctricas y estructurales
    de estos compuestos, dependen fuertemente de la cantidad de
    oxígeno que contienen; muestras muy desoxigenadas,
    presentan más de una fase cristalina.

    Luego de la obtención de los polvos con las
    características requeridas, se
    procedió a la manufacturación de elementos para
    comprobar sus propiedades de superconductividad.

    El método
    de conformado fue la extrusión en matrices de
    acero,
    considerando los parámetros reológicos para la
    preparación adecuada de la mezcla y los de trabajo que
    permiten la obtención de cuerpos cerámicos
    manipulables, así como las condiciones de
    sinterización del cuerpo cerámico.

    Desarrollo y
    fabricación de piezas a base de carburo de silicio:
    materiales permeables, materiales compuestos, materiales
    tixotrópicos.

    Los avances logrados en las operaciones
    minero-metalúrgicas, han generado una demanda de
    materiales con propiedades únicas que soporten las
    severas condiciones de trabajo impuestas por las exigencias de
    mayor productividad
    en dichas faenas. Los materiales compuestos , cerámicos
    de matriz
    metálica, son los que satisfacen estos nuevos
    requerimientos de productividad y
    menores costos
    específicos de operación. El objetivo en
    este desarrollo
    fue la producción de cermets de carburo de
    silicio infiltrado con aleaciones
    de cobre. El
    problema esencial que se debió resolver, fue la
    compatibilidad de la fase cerámica con el metal o su
    aleación de tal forma que la infiltración ocurra
    ocupando debidamente los poros contenidos en la microestructura
    cerámica, sin que ocurra una reacción y, sin
    embargo, se logre una apropiada adhesión
    cerámica-metal. La configuración de la
    porosidad.

    Transiciones Termodinámicas y Coherencia
    de Fase en Superconductores de Alta
    Temperatura

    Anisotropía

    Una de las propiedades más destacables de
    los superconductores basados en óxidos de cobre es que
    tanto sus propiedades en el estado
    normal como las que corresponden al estado
    superconductor muestran una gran anisotropía. Esa
    anisotropía refleja aquella que se evidencia en la
    estructura
    atómica

    Los datos
    experimentales indican que la conductividad eléctrica es
    mucho mayor en la dirección de los planos de Cu-O (dirección ab) que en la dirección perpendicular a ellos (dirección c). Tenemos así una
    resistividad ab y una c. Una forma de definir la
    anisotropía del material es a través del cociente
    de resistividades en sus direcciones principales h = c /ab.
    Estos valores
    cambian desde el que corresponde al YBa2Cu3O7 h50, considerado
    como moderadamente anisotrópico, hasta los que
    corresponden a los materiales de mayor anisotropía, como
    el Bi2Sr2CaCu2O8, en el cual el cociente h20.000 pone de
    manifiesto la anisotropía extrema que caracteriza a
    estos materiales. Hemos demorado el análisis de la influencia de la
    anisotropía, no porque su efecto sobre las propiedades
    que discutimos sea de carácter secundario sino por que
    la anisotropía esencialmente solo modifica
    cuantitativamente la manifestación de esas
    propiedades

    Para las anisotropías mayores, las
    propiedades físicas de los superconductores se pueden
    interpretar suponiendo que la superconductividad tiene un
    carácter cercano al bidimensional. La superconductividad
    se nuclea solamente en los planos de Cu-O. Las funciones de
    onda de los pares de Cooper en planos vecinos se superponen
    débilmente, permitiendo la existencia de efecto
    túnel (efecto Josephson) de pares entre planos. Este
    acoplamiento establece el carácter tridimensional del
    superconductor, induciendo la coherencia de fase en la dirección c.

    La descripción teórica de la
    superconductividad en los sistemas
    laminares débilmente acoplados fue desarrollada por
    Lawrence y Doniach para describir el comportamiento de superconductores laminares
    convencionales, preparados artificialmente. Utilizando
    conceptos presentados en la teoría se puede interpretar algunas de
    las características cuasi-bidimensionales de
    los SAT. Resultados experimentales, que se discuten en este
    artículo muestran que aun el sistema
    YBa2Cu3O7 presenta características sólo esperables,
    de acuerdo a las concepciones teóricas aceptadas, en
    sistemas mucho
    más anisotrópicos. Creemos importante discutir
    resultados que se esperaría obtener en sistemas
    altamente anisotrópicos pues, a nuestro entender, ponen
    de manifiesto el comportamiento experimental, aun en sistemas que se
    consideran moderadamente anisotrópicos.

    En una imagen laminar
    se considera que los planos superconductores se acoplan a
    través de láminas aisladoras. Dos tipos de
    corrientes superconductoras se pueden sostener en el sistema: las
    que circulan en los planos y asociadas a los correspondientes
    gradientes de la fase del parámetro de orden y las que,
    por efecto túnel, atraviesan los planos de Cu- O. En
    este último caso la corriente no está determinada
    por gradientes. El efecto Josephson explica el paso de
    corriente a través de junturas aisladoras, introduciendo
    una relación constitutiva no lineal entre la corriente y
    la diferencia de fase entre láminas. No puede haber
    corrientes determinadas por trayectorias que se localizan entre
    planos, pues no puede haber estados de pares con vida media
    infinita en la zona aisladora.

    FIGURA
    1

    Figura 1. Esquema de la estructura
    de un vórtice en un SAT a temperatura
    nula y a temperatura
    finita. Las flechas representan las corrientes en los planos de
    CuO3

    Un dibujo
    esquemático de cómo imaginamos un vórtice
    en un sistema
    bidimensional se muestra en la
    figura 2. Las corrientes se distribuyen en órbitas
    concéntricas sobre los planos, denominadas panqueques.
    Para minimizar la energía de línea del
    vórtice los panqueques se colocan uno encima de otro. Si
    las corrientes no fuesen superconductoras, esta
    disposición determina unívocamente la
    dirección del campo. Como la distancia entre planos es
    mucho menor que la distancia l(T) 1500 Å donde circula la
    corriente el resultado sería una distribución de campo indistinguible de
    la que corresponde a un vórtice continuo. Sin embargo,
    hay que tener en cuenta la relación constitutiva que
    gobierna la corriente superconductora. Para que no circulen
    corrientes en la dirección del eje c y de esa
    forma minimizar la energía cinética y de campo es
    necesario tener la fase del parámetro de orden igual
    entre todos los planos que constituyen la muestra laminar. Esto
    es, la fase cambiará en 2 en cada capa tantas veces como
    vórtices haya pero entre planos la diferencia de fase
    debe anularse.

    Como los fenómenos físicos
    correspondientes al equilibrio
    termodinámico se manifiestan minimizando la
    energía libre y no necesariamente la interna, nos vemos
    obligados a analizar las excitaciones en un sistema
    laminar. Vimos cómo la teoría imaginaba la introducción
    de excitaciones de flujo magnético, en forma de
    toroides. Debemos pensar en formas similares que cumplan con
    los requerimientos de cuantificación de flujo, y que
    permitan introducir entropía en el sistema de
    panqueques. La forma más simple de introducir
    entropía en un sistema laminar es producir
    desplazamientos relativos entre panqueques en cada plano y de
    cada uno de ellos con relación a su vecino en el plano
    superior e inferior, ver fig. 2. Como al desplazarse las
    corrientes se introducen diferencias de fase entre planos, el
    desplazamiento irá acompañado de corrientes
    Josephson entre ellos. Como el flujo magnético debe ser
    conservado en forma de cuantos, las corrientes entre planos
    generan "vórtices Josephson" que interconectan los
    panqueques en los planos. Por comparación con la
    figura… lo que en ella eran desviaciones curvilíneas
    del vórtice se convierte aquí en desviaciones en
    forma de escalera, con dos tipos de corrientes. La
    energía de la excitación se compondrá de
    términos asociados a los panqueques y términos
    asociados a los tramos de vórtices
    Josephson.

    Distinguir experimentalmente un sistema muy
    anisotrópico de uno laminar. es de hecho muy
    difícil, aunque conceptualmente son totalmente
    distintos. El sistema anisotrópico se describe a
    través de una anisotropía en los
    parámetros superconductores, indicando que cuesta menos
    energía distribuir corrientes en las direcciones
    ab que en c. Sin embargo un vórtice en la
    dirección ab tendrá corrientes
    superconductoras alrededor del núcleo que están
    contenidas en las regiones entre planos. La forma más
    segura de detectar un verdadero comportamiento laminar es realizar experimentos
    que pongan de manifiesto la existencia de junturas Josephson.
    Hasta ahora esto sólo se ha mostrado en los compuestos
    de Bi2Sr2CaCu2O8. Pese a ello, muchos resultados experimentales
    se pueden describir con mayor facilidad a través del
    modelo
    laminar.

    Ahora que hemos discutido las características anisotrópicas de
    los superconductores, resulta evidente que cuanto más
    anisotrópico sea el superconductor más
    fácil será introducir excitaciones en forma de
    vórtices cerrados. Vemos así, la importancia que
    adquiere la constante C44 en la aproximación
    elástica del tratamiento de la interacción entre
    vórtices.

    Propiedades de los Superconductores
    Convencionales

    El llamado estado mixto
    en los superconductores tipo II ha sido objeto de intenso
    estudio en el pasado y en el presente. El hecho de que el estado
    mixto es un estado de
    equilibrio
    termodinámico fue aceptado mucho después de
    descubrirse el fenómeno de la superconductividad y aun
    después de haberse conseguido la formulación
    teórica que explicaba tanto su manifestación
    fenomenológica, a través de la teoría de Ginsburg-Landau, G-L, como su
    origen microscópico a través de la teoría de Bardeen, Cooper y Schrieffer,
    BCS.

    La teoría que describe el estado
    mixto se debe a Abrikosov y fue dada a conocer después
    que Feynman describió los vórtices como
    excitaciones del He líquido superfluído. Por otra
    parte, la existencia de vórtices y el
    conocimiento de la física que los
    describe constituyen la base de la ingeniería de materiales superconductores
    apta para diseñar aplicaciones
    tecnológicas.

    Ni aun los científicos más audaces
    imaginaron, en el momento del descubrimiento de la
    superconductividad en óxidos de Cu, que el estudio del
    estado mixto en estos materiales (SAT) daría lugar a la
    aparición de una nueva física.

    La teoría de Abrikosov considera los
    vórtices como objetos magnéticos que, en equilibrio
    termodinámico, permiten la relajación de la
    presión del campo magnético exterior, excluido
    por las corrientes Meissner. A partir de un campo
    magnético "crítico inferior", Hc1(T), la menor
    energía libre del superconductor corresponde al estado
    mixto que se genera mediante la penetración de
    vórtices. La cantidad de vórtices, en equilibrio,
    está determinada por las dos variables
    termodinámicas que suele adoptar la teoría, el
    campo magnético, H, y la temperatura,
    T. Esto no es siempre correcto debido al carácter
    magnético de la superconductividad. Al analizar
    resultados experimentales es importante considerar los efectos
    de la forma de la muestra, para asegurar cuáles son las
    variables
    termodinámicas a decuadas al experimento que se estudia.
    De hecho, la mayoría de los estudios de los SAT en
    monocristales se hacen en muestras con geometrías donde
    la forma puede jugar un papel
    importante.

    Las propiedades esenciales que caracterizan
    el estado
    superconductor se ponen de manifiesto al estudiar el comportamiento del estado mixto, en su forma
    elemental: un vórtice aislado. El vórtice tiene
    asociado un campo de velocidades, v(x), de trayectorias
    concéntricas (en el caso isotrópico son
    circunferencias) con una divergencia de la intensidad de la
    velocidad en
    una línea que definiremos como eje del vórtice.
    El campo de velocidades se extiende hasta distancias
    caracterizadas por la longitud que determina el rango de
    variación de campo y corriente, (T).

    Cuando la temperatura es menor que la
    crítica, Tc(H), el parámetro de orden
    termodinámico (X) de la teoría de Ginsburg – Landau adquiere
    valores
    finitos, indicando la existencia de una densidad finita
    de pares de Cooper, dada por |(X)|2= ne. Como consecuencia, el campo de
    velocidades tendrá asociado una densidad de
    corriente superconductora J=|(X)|2 2e v(x).

    La energía cinética de los pares de
    Cooper aumenta con el cuadrado de la velocidad al
    aproximarse al eje del vórtice. El aumento de
    energía cinética compite con la energía de
    formación de los pares. El mantenimiento de la densidad de
    pares correspondiente al estado libre de vórtices se
    hace inestable a partir de alguna distancia del eje del
    vórtice. Como consecuencia de esto, el parámetro
    de orden depende de la coordenada, disminuye con el incremento
    de la velocidad y
    se anula en el eje del vórtice. El incremento de
    energía cinética y la depresión de la densidad
    superconductora en un núcleo alrededor del centro del
    vórtice es el requerimiento necesario para disminuir la
    presión de campo magnético, correspondiente al
    estado Meissner. El rango de variación espacial de (X)
    está determinado por la longitud de coherencia (T) del
    estado superconductor. La forma general de un vórtice la
    esquematizamos en la fig. 1.

    FIGURA
    1

    Figura 1. Esquema de la variación
    espacial del parámetro de orden y el campo
    magnético en la proximidad de un
    vórtice.

    En la teoría de G-L se define
    un parámetro k=(T) / (T), que caracteriza las propiedades del material
    superconductor. Es evidente que cuanto mayor sea (T) con relación a
    (T) más
    fácil resultará la creación de
    vórtices pues se disminuye la presión ejercida
    por el campo exterior sin necesidad de perder energía de
    condensación de pares, salvo en el volumen
    determinado por 2(T) x L, donde L es el largo del vórtice. Los SAT
    se caracterizan por tener valores muy
    altos de k (>>100).

    Cuando se aumenta el número de
    vórtices en el superconductor, como respuesta al
    incremento de H, se ponen de manifiesto interacciones
    repulsivas entre vórtices, de carácter
    electromagnético, que dan origen a configuraciones
    geométricas periódicas de la distribución de vórtices, con
    orden topológico de largo alcance. Se demostró
    que la red
    hexagonal minimiza la energía del conjunto de
    vórtices en un material isotrópico y su presencia
    ha sido verificada experimentalmente (ver fig.
    2).

    FIGURA
    2

    Imagen de la red de vórtices
    obtenida mediante decoración magnética de Bitter
    en un monocristal de 2H-NbSe2. (gentileza Flavio
    Pardo)

    La presencia de vórtices y su distribución periódica en sistemas
    perfectos permite vislumbrar algunas de sus propiedades. A
    temperatura nula los vórtices en la red ocupan lugares de alta
    simetría y el orden de largo alcance topológico
    minimiza la energía de interacción. Tal como
    ocurre en una red atómica,
    desviaciones de las posiciones de equilibrio
    aumentan la energía interna y dan lugar a fuerzas de
    restitución que, en este caso se manifiestan en
    variaciones locales de las corrientes y del parámetro de
    orden. Si los desplazamientos de los vórtices son
    pequeños la respuesta de fuerzas será
    proporcional a los desplazamientos. Los coeficientes que
    relacionan desplazamiento con fuerza son
    las constantes elásticas de la red de vórtices,
    que dependen de temperatura y campo. En el caso general las
    constantes elásticas son tensores. Debido a la
    simetría de la red de vórtices,
    intrínsecamente anisotrópica aun para el caso de
    materiales isotrópicos, la constante elástica
    asociada al desplazamiento de la dirección de los
    vórtices con relación a la del campo, C44,
    difiere de la de cizalladura, C66. Las variaciones de densidad de
    vórtices están determinadas por
    C11.

    Para poder
    calcular las propiedades de la red de vórtices es
    necesario tener ecuaciones
    que describan las variaciones espaciales de las corrientes
    eléctricas y del parámetro de orden. La
    adecuación de la teoría de Landau de transiciones
    de fase de segundo orden a la superconductividad dio origen a
    la teoría G-L, que provee una excelente
    descripción de las propiedades de los superconductores
    convencionales. La energía libre debe describir las
    propiedades termodinámicas y electrodinámicas,
    por lo cual el cálculo
    del parámetro de orden (X) y de las corrientes
    eléctricas debe hacerse en forma
    autoconsistente.

    En el marco de la teoría G-L, la
    minimización de la energía libre con respecto a
    los dos parámetros que la describen, (X), y el vector
    potencial magnético A(x), da lugar a dos ecuaciones
    diferenciales acopladas, cuyas soluciones
    proveen los valores
    de los dos parámetros que describen la termodinámica de equilibrio. De esta
    forma se obtiene la nueva ecuación constitutiva del
    estado superconductor, relacionando las corrientes con el
    vector potencial. Con la ecuación constitutiva y
    mediante las ecuaciones
    de Maxwell se encuentra la respuesta electromagnética
    que, dentro de la aproximación de campo medio, describe
    las propiedades superconductoras del material.

    Para comprender mejor el alcance de la
    teoría de G-L vamos a especificar los parámetros
    termodinámicos que determinan el estado
    superconductor en presencia de un campo magnético
    exterior H, los campos críticos que determinan su
    diagrama de
    fases H-T y la ecuación constitutiva entre campo y
    corriente.

    A(x) es tal que B = rot
    A

    Nótese que el parámetro de orden es
    complejo. Esto no es usual en el análisis de la termodinámica de la materia
    condensada. Tanto el módulo como la fase pueden depender
    de la coordenada. La existencia de un parámetro de orden
    complejo es condición necesaria para describir el estado
    superfluído, ya que las corrientes no disipativas
    obedecen a ecuaciones
    constitutivas determinadas por las variaciones espaciales de la
    fase del parámetro de orden, en forma similar a la
    corriente de probabilidad en
    la mecánica cuántica. A través
    de esa dependencia se ponen de manifiesto las propiedades
    macroscópicas cuánticas que determinan el estado
    superfluído.

    Una vez minimizada la energía, los
    parámetros superconductores adquieren sus valores de
    equilibrio que, en general, dependerán de H y
    T.

    En la descripción de G-L hay un campo
    "crítico superior", Hc2(T), por encima del cual no hay
    superconductividad, el parámetro de orden se anula a
    través de una transición termodinámica de segundo orden. Las
    fluctuaciones termodinámicas asociadas a esta
    transición son sólo de carácter gaussiano,
    dentro de la aproximación mencionada. La misma
    teoría determina cuál es el campo Hc1(T) ( en el
    cual la energía libre del estado Meissner coincide con
    aquella correspondiente a permitir que ingrese un
    vórtice). Los campos críticos superior e inferior
    quedan expresados por

    (2)

    donde o = hc / 2e es el cuanto de flujo. Es
    interesante notar que Hc2(T) queda determinado por (T),
    mientras que, salvo por la dependencia logarítmica en k,
    Hc1(T) está determinado por la propiedad
    superconductora que determina la variación espacial de
    campo y corriente. Analicemos las razones para ello. En la
    aproximación de campo medio, la transición
    continua en Hc2(T) se debe a que al aumentar la intensidad del
    campo exterior los vórtices se aproximan a distancias
    entre sí menores que (T). La proporción de
    núcleo de vórtice frente al material donde no
    está deprimido el parámetro de orden cambia como
    H / Hc2(T), con lo cual para H Hc2(T) tenemos (T)
    0, linealmente con H. Como las corrientes superconductoras son
    cuadráticas en (T), tienden a cero más rápido que el
    parámetro de orden. De ahí que el campo
    crítico superior no contenga información sobre el comportamiento de
    las corrientes. Por el contrario Hc1(T) queda determinado por
    la energía involucrada al introducir un vórtice
    cuando el campo está totalmente excluido por el estado
    Meissner. Es comprensible que la energía asociada a la
    presencia del vórtice contenga la contribución de
    la energía cinética y campo generado por la
    corriente superconductora de los pares, extendida espacialmente
    en una distancia del orden de (T).

    FIGURA
    3

    . Diagrama de
    fases esquemático H-T de los superconductores
    convencionales.

    Si la aproximación de campo medio no fuese
    suficiente para describir las fluctuaciones
    termodinámicas, la física de los
    superconductores no estaría bien descripta por la
    teoría de G-L al aproximarse el campo Hc2(T). Este es un
    aspecto fundamental que hay que tener en cuenta en los
    SAT.

    Cuando el campo o la temperatura son disminuidos
    por debajo de la línea Hc2(T), se nuclea la red
    deAbrikosov.

    Para una mejor comprensión del efecto de la
    energía térmica en las redes de vórtices
    en los SAT, es pertinente escribir la corriente superconductora
    en función de las variaciones espaciales de la fase del
    parámetro de orden. De acuerdo a G-L

    (3)

    donde m* = 2m la masa de los pares de
    Cooper. Desde un punto de vista formal la presencia del vector
    potencial, A, en la expresión (3) se debe a que
    la corriente es una cantidad física medible, por
    lo cual debe ser invariante de medida. Desde un punto de vista
    adecuado a la descripción de resultados experimentales,
    la ecuación (3) es la relación constitutiva entre
    corriente eléctrica y campo. Dentro de la
    aproximación utilizada, vemos que la respuesta entre
    corriente y campo (en este caso el campo es el vector
    potencial) es lineal. Es instructivo comparar esta
    ecuación con la resultante de calcular la corriente de
    probabilidad
    cuántica de una partícula cargada en un campo
    magnético. La manifestación de las propiedades
    cuánticas a nivel macroscópico en la
    superconductividad es evidente, aun al describir una corriente
    eléctrica que se deduce de una minimización de la
    energía libre.

    La ecuación (3) constituye la base de las
    características del comportamiento de un vórtice
    aislado. Debido a las propiedades del parámetro de
    orden, su variación espacial al recorrer cualquier
    trayectoria cerrada deberá ser tal que recupere su
    valor, salvo
    variaciones de la fase en múltiplos de 2;. El
    módulo debe ser el mismo pues así se asegura que
    la densidad de pares superconductores esté bien
    definida. La posibilidad de que cambie la fase introduce
    importantes consecuencias físicas. Esto se hace evidente
    al integrar la fase en un circuito cerrado. Utilizando la
    expresión (3) resulta

    (4)

    donde es el flujo en el area de integración y es un número
    entero.

    Si la fase no cambia al cerrar el circuito (estado
    =0) no existen singularidades. La energía libre se
    minimiza haciendo que el parámetro de orden sea finito
    en todo el material. El campo magnético es expulsado
    como consecuencia de la presencia de corrientes Meissner que
    circulan a distancias (T) de la superficie. El estado
    termodinámico que hemos descripto, libre de
    vórtices, es el estado Meissner. En este estado se
    pueden introducir corrientes de transporte
    sin generar disipación, siempre que la fase del
    parámetro de orden pueda cumplir con el requerimiento
    impuesto por
    (4).

    Es evidente que la existencia de vórtices
    caracterizados por 0 generan corrientes superconductoras que
    crean campos magnéticos y, por ende, flujos
    magnéticos que deben cumplir con la condición
    (4). La generación de vórtices puede ocurrir bajo
    dos circunstancias diferentes:

    -Por un lado, cuando la presencia de un
    vórtice produce un estado de energía equivalente
    a la del estado Meissner, H=Hc1(T). En este caso, y para campos
    mayores, la generación de vórtices disminuye la
    energía libre con respecto a la del estado
    Meissner.

    -Por otra parte, se podría considerar al
    vórtice como una excitación del estado Meissner.
    El número de vórtices podría fluctuar y su
    valor medio
    producir un aumento de entropía, con la consiguiente
    disminución de energía libre.

    De ocurrir esto resultaría que el estado
    Meissner es inestable frente al estado mixto, a temperaturas
    finitas. Sin embargo, en la aproximación de campo medio,
    teniendo en cuenta el incremento de energía interna que
    acarrea la fluctuación del número de
    vórtices se concluye que en una muestra masiva el estado
    Meissner es estable y que Hc1(T) es un campo bien definido,
    separando una región del diagrama de
    fases sin singularidades, de otra donde el equilibrio
    termodinámico las requiere. Es también simple
    entender que la forma de incrementar el número de
    singularidades, , minimizando la energía del campo magnético
    generado en el vórtice, es haciendo =1 en cada
    vórtice. De esa forma la inducción magnética en el
    superconductor está dada por B=n0. Donde n es el
    número de vórtices por unidad de
    área.

    La energía asociada con un vórtice
    tiene, como se dijo, una contribución cinética,
    una magnética y otra inducida por la disminución
    del parámetro de orden en el núcleo. Vemos
    así que la menor energía interna por
    vórtice se consigue cuando los vórtices
    están paralelos al campo aplicado. Consecuentemente el
    estado mixto ideal de un superconductor a temperatura nula lo
    conforma una red de vórtices paralelos, formando la
    estructura
    hexagonal en la dirección perpendicular al campo (ver
    fig. 4).

    De la conservación de flujo impuesta por (4)
    concluimos que el parámetro de red está dado
    por

    (5)

    Si se ejerce una fuerza
    uniforme sobre una estructura de vórtices perfecta en la
    dirección perpendicular al campo esta se
    desplazará con referencia a un eje de coordenadas fijo a
    la estructura atómica del material. El sistema de
    vórtices permite su desplazamiento sobre la red
    atómica debido a que ésta, en el tratamiento que
    hemos hecho, no mantiene ninguna correlación
    energética con la primera.

    El paso de una corriente eléctrica inducida
    desde el exterior (corriente de transporte)
    ejerce una fuerza sobre
    la red de vórtices. Si la red se desplaza se genera
    disipación a niveles muy comparables al que corresponde
    al estado normal. Bajo estas condiciones un superconductor es
    un mal conductor.

    Es importante romper la simetría de
    traslación de la red de vórtices para poder
    obtener un estado que permita el paso de corriente sin
    disipación de energía. Para ello, se introducen
    defectos en la red atómica capaces de interactuar con
    los vórtices. En general, los defectos efectivos son
    aquellos que perturban la estructura electrónica del material disminuyendo o
    anulando la temperatura crítica en regiones espaciales
    con forma y tamaño parecidos al núcleo del
    vórtice. Bajo estas circunstancias la energía
    libre de la red de vórtices se minimiza tratando de
    poner los núcleos de los vórtices sobre los
    defectos (centros de anclaje). La efectividad de los centros de
    anclaje no depende solamente de las características del
    defecto, sino también de la competencia
    entre la energía de condensación que se gana al
    poner el núcleo del vórtice sobre la
    región con Tc disminuida y el incremento de
    energía elástica que necesariamente se induce al
    producirse el desplazamiento de los vórtices para
    aprovechar la energía de anclaje.

    Por razones de espacio no entraremos en detalles
    sobre resultados experimentales y teóricos que describen
    las distintas posibilidades y tipos de anclaje. Sí
    mencionaremos que es un tema de interés
    en la actualidad, no solo por las posibles aplicaciones
    tecnológicas que se derivan de su conocimiento
    sino, también, porque el desplazamiento de una red
    periódica de vórtices sobre un potencial
    desordenado sirve de modelo
    experimental y teórico para describir variados problemas de
    la física
    moderna.

    A los fines perseguidos en este artículo es
    necesario remarcar que una vez que la red de vórtices se
    encuentra distorsionada para aprovechar los centros de anclaje
    hará falta una fuerza
    finita para moverla. Cuando circula una densidad de corriente
    de transporte
    por el material se ejerce una fuerza del
    tipo Lorentz, de la forma

    F = 1/c (JxB)

    Cuando la fuerza de anclaje es igualada por
    FL se alcanza la densidad de corriente crítica
    Jc. Para J > Jc la fuerza de Lorentz sobrepasa
    la de anclaje, los vórtices se desplazan y originan
    disipación. Esta es la forma tradicional de definir la
    corriente crítica en un superconductor y la
    descripción aceptada de la disipación en los
    superconductores convencionales. En consecuencia, cuanto
    más rígida sea la red de vórtices menores
    serán las corrientes críticas o, a la inversa,
    una red blanda permitirá fijar los vórtices a los
    centros de anclaje que tengan más
    cercanos.

    Estas ideas razonables, que tienen
    aplicación en la superconductividad convencional,
    tomadas como leyes
    inviolables, acarrearon graves inconvenientes para el progreso
    del entendimiento del comportamiento de las estructuras
    de vórtices en los SAT.

    Antes de enfocar nuestro análisis a la problemática
    introducida por los SAT es conveniente reflexionar sobre
    algunas propiedades generales de la red de vórtices en
    la superconductividad convencional. Las constantes
    elásticas de la red de vórtices describen la
    susceptibilidad generalizada que determina la respuesta a una
    fuerza que induce deformaciones en la red. Como tal, sus
    valores
    dependen de cada material. Por otra parte, a diferencia de lo
    que ocurre en las redes atómicas, el
    parámetro de la red de vórtices se ajusta con el
    campo magnético exterior, ec. (5). Como el
    parámetro de red diverge en H = Hc1(T) y las fuerzas
    electromagnéticas
    tienen un rango finito, (T),
    las constantes elásticas tienden a cero para H Hc1(T) y la red se
    deformará fácilmente. En el campo Hc2(T)
    también se ablanda la red. En este caso la distancia
    entre vórtices se aproxima a (T) << (T). Bajo estas circunstancias no
    habrá modulación de campo y la posición de
    un vórtice es esencialmente independiente del vecino. La
    red de vórtices se ablanda, permitiendo que se acomoden
    y optimicen la fuerza de anclaje. En los superconductores
    convencionales se observa un aumento de la corriente
    crítica poco antes de alcanzar Hc2(T), donde la
    corriente crítica se anula debido a la anulación
    del parámetro de orden. La corriente crítica pasa
    por un máximo antes de reducirse a cero en
    Hc2(T).

    Hagamos un resumen de las propiedades de la red de
    vórtices:

    – Cuando la red es ideal tenemos una estructura
    ordenada, con orden topológico de largo alcance. La red,
    inestable a la acción de fuerzas, cuando se desplaza
    disipa. En estas circunstancias la corriente no queda
    determinada por la diferencia de fases del parámetro de
    orden y decimos que la disipación se produce por haber
    perdido la coherencia de la fase.

    – Cuando se introducen defectos se destruye el
    orden topológico de largo alcance. Por otra parte, la
    red responde elásticamente a la presencia de fuerzas,
    permitiendo el paso de corrientes no disipativas. Es importante
    darse cuenta que la pérdida del orden topológico
    de la estructura permite que se establezca orden de largo
    alcance en la fase del parámetro de orden. El
    superconductor mantiene la coherencia de fase. Estrictamente el
    argumento anterior es válido solamente a T=0 pero para
    los fines prácticos puede aceptarse el argumento como
    buena aproximación en todo el rango de temperaturas,
    hasta Tc.

    Propiedades de los
    Superconductores de Alta Temperatura

    El resultado experimental más relevante,
    desde el punto de vista que nos ocupa, fue detectado por los
    propios descubridores de la superconductividad en los
    óxidos de cobre,
    Bednorz y Müller. Se trata de una característica
    importante de los SAT: la corriente crítica se anula
    para valores de campo notoriamente menores que Hc2(T). Por lo
    cual, el rango de campos y temperaturas donde los materiales
    podrían utilizarse es reducido. El progreso realizado en
    el
    conocimiento del comportamiento y naturaleza de
    los vórtices en los SAT ha permitido extender los rangos
    de T y H de aplicabilidad tecnológica, y descubrir
    notorias diferencias en el diagrama de
    fases H-T cuando es comparado con el de los superconductores
    convencionales.

    En la fig.1 mostramos esquemáticamente el
    diagrama de
    fases de los superconductores convencionales (fig. 1a) y el que
    se estimaba, hasta no hace mucho, correspondía a las
    características fundamentales de los SAT (fig.
    1b).

    FIGURA
    1

     

    Esquema del diagrama de fases H – T
    para:

    (a) superconductores convencionales (b)
    superconductores de alta temperatura.

    Tal como dijimos, los superconductores
    convencionales tienen Jc 0 para todo campo y temperatura en el
    rango Hc1(T) < H < Hc2(T) , ver fig.1a. En los SAT existe
    una zona de campos y temperaturas donde Jc = 0, separada por
    una línea bien definida de la zona donde Jc0. La
    línea de separación se ha llamado línea de
    irreversibilidad, Ti(H), ver fig. 1b.

    Basándonos en lo discutido para los
    superconductores convencionales podemos describir la zona del
    diagrama de fases con Jc = 0 suponiendo que los centros de
    anclaje han perdido allí su efectividad. Es
    válido preguntarse si bajo esa circunstancia la
    estructura de vórtices recuperará el orden
    topológico de largo alcance para T > Ti(H). En todo
    caso, no resulta trivial saber cuál es el mecanismo por
    el que el potencial de anclaje se anula.

    Las primeras propuestas para alcanzar una
    compresión de las propiedades estáticas y
    dinámicas de los vórtices en los SAT,
    consistieron en extensiones y adaptaciones de mecanismos que
    tenían en cuenta los efectos de activación
    térmica en los superconductores
    tradicionales.

    Las fuerzas de anclaje están asociadas a
    barreras de potencial de altura finita, que podrían ser
    sobrepasadas por los vórtices cuando son sometidos a
    efectos de activación térmica. Este proceso se
    puso en evidencia en los superconductores convencionales a
    través de la detección de fenómenos de
    "creep". Los estados metaestables asociados a los
    vórtices anclados evolucionan en el tiempo debido a
    que, a través de la activación térmica, un
    número finito de vórtices se salen de sus centros
    de anclaje. Al actuar sobre ellos la fuerza de Lorentz los
    vórtices se desplazan, dando origen a una resistencia
    eléctrica con una dependencia en temperatura
    típica de los procesos
    térmicamente activados. Del estudio experimental de las
    energías de activación se verificó que las
    barreras eran mucho más altas que la energía
    asociada a las temperaturas donde el material era
    superconductor. De hecho, las barreras de anclaje son tan
    altas, comparadas con los valores
    de energía térmica accesibles a los
    superconductores convencionales, que, a los efectos de las
    aplicaciones, los vórtices pueden considerarse anclados
    cuando J < Jc.

    En contraposición con lo discutido para los
    superconductores convencionales, los fenómenos
    dependientes del tiempo, asociados a la estructura de
    vórtices de los SAT, son observables con mucha facilidad
    en amplios rangos de temperatura y dominan las propiedades
    dinámicas en las proximidades de Ti(H). Pareció
    natural extender a los SAT los conocimientos que se
    habían obtenido a través del estudio de los
    fenómenos dependientes del tiempo en los
    superconductores convencionales. Para poder
    hacerlo fue indispensable encontrar razones que justificasen la
    existencia de potenciales efectivos, entre defectos y
    vórtices, con barreras de potencial notoriamente
    reducidas.

    Las mediciones de Hc2(T) permitieron estimar la
    longitud de coherencia (0) 20 Å de los SAT. Este valor es, al
    menos, un orden de magnitud menor que los típicos para
    superconductores convencionales.

    El potencial de anclaje asociado a la
    pérdida de energía e condensación de pares
    es proporcional a un volumen dado
    por 2(0) l, donde l es el largo efectivo del centro de
    anclaje.

    La pequeña longitud de coherencia de los SAT
    sugiere el origen de características particulares de
    estos materiales:

    – el potencial de anclaje se reduce en
    órdenes de magnitud. Esto, unido al acceso a
    temperaturas más altas, llevó a sugerir la
    existencia de un fenómeno de "creep"
    gigante.

    – es razonable suponer que el "tamaño" de un
    par de Cooper debe ser igual o menor que (0). Teniendo en
    cuenta que (0) supera en poco el tamaño de la celda
    unidad atómica (13Å) podemos concluir que el
    acoplamiento electrónico que da origen a la
    formación de pares en los SAT proviene de interacciones
    de corto alcance, comparado con el rango de interacción
    de largo alcance que asiste a la formación de pares en
    los superconductores convencionales.

    Las apreciaciones precedentes nos obligan a
    reconsiderar los rangos de aplicabilidad de las teorías de campo medio a la
    interpretación de la fenomenología de los
    SAT.

    Las primeras tentativas dedicadas a explicar la
    existencia de Ti(H) se basaron en considerar los efectos
    asociados a la existencia de un "creep" gigante. De existir esa
    importante activación térmica resulta razonable
    asociar Ti(H) con la temperatura a la cual la mayoría de
    los vórtices se liberan de sus centros de anclaje. Sin
    embargo, la interpretación que hicieron Gammel et al.[1]
    de sus resultados en experimentos
    con la utilización de un oscilador mecánico
    distaba mucho de las ideas que sostenían los que
    abogaban por explicaciones basadas en fenómenos de
    activación térmica.[2] Ellos concluyeron que
    Ti(H) representaba la temperatura donde tenía lugar una
    verdadera transición de fase, el paso de una red
    sólida a un líquido de
    vórtices[1].

    La posibilidad de tener una fusión
    en la red de vórtices, similar a la que se observa en
    una red de átomos, no ha sido aceptada sin varios
    años de investigación e intensa controversia. Los
    que rebatían la posibilidad de una fusión,
    lo hacían basándose en los conceptos
    tradicionales que ya hemos discutido: la fusión
    implica un ablandamiento de las constantes elásticas y
    con ello una optimización del anclaje, con el
    consiguiente aumento de la corriente crítica, previo a
    la fusión
    de la red. Los que sostenían esta posición
    utilizaban concepciones asociadas a la forma convencional de
    tratar el anclaje, que considera que el estado fundamental de
    la estructura de vórtices es una red perfecta,
    perturbada por la presencia de centros de anclaje. Veremos que
    esta presunción es, en muchos casos, inadecuada para
    analizar los resultados experimentales obtenidos en los
    SAT.

    Propuestas
    teóricas

    Estimulados por las sugerencias de Gammel et al.,
    algunos investigadores vislumbraron nuevas posibilidades
    teóricas para describir las propiedades estáticas
    y dinámicas de las estructuras
    de vórtices en los SAT. Una revisión de las
    primeras ideas y sugerencias estimativas de cómo se
    origina Ti(H) fue presentada por Fisher, Fisher y Huse y un
    análisis más reciente de las
    diversas posibilidades se encuentra en la ref.

    No vamos a detallar las aproximaciones hechas en la
    teoría, sólo puntualizaremos que provee un marco
    conceptual distinto al que se utiliza para los superconductores
    convencionales. Presenta una nueva visión del estado
    mixto, los vórtices no pueden tratarse
    independientemente del desorden inducido por el potencial de
    anclaje. Propone que el estado fundamental es un estado
    desordenado topológicamente, que denomina vidrio de
    vórtices. A diferencia del caso que hemos venido
    tratando, donde la red de vórtices se distorsiona por la
    perturbación inducida por potenciales de anclaje y la
    energía térmica induce reacomodamientos locales
    en la estructura de vórtices, el vidrio de
    vórtices trata en un mismo plano las interacciones
    vórtice-vórtice y vórtice-defecto, de tal
    forma que el estado fundamental resultante presenta desorden
    topológico y orden de largo alcance superconductor. En
    este nuevo estado la fase del parámetro de orden
    está bien definida y el paso de corrientes
    eléctricas se produce sin disipación. Es un
    estado de resistencia
    nula: el material se convierte en un verdadero
    superconductor.

    De acuerdo con la teoría, la temperatura
    genera excitaciones del estado fundamental y en Ti(H) se
    produce una transición de un estado sólido a un
    estado líquido de líneas de vórtices,
    incoherente en la dirección perpendicular al campo
    externo. El material se hace resistivo a través de una
    transición de fase de segundo orden. En este marco, la
    transición está dominada por las excitaciones
    asociadas a las fluctuaciones termodinámicas, que se
    ponen de manifiesto en la zona crítica. Tanto las
    propiedades termodinámicas como las de transporte
    quedan expresadas por reglas de escala con
    exponentes críticos.

    FIGURA
    1

    Figura 1: Representación de un
    vórtice distorsionado por las fluctuaciones
    térmicas como la adición de un vórtice
    toroidal a un vórtice a T=0.

    Es importante mencionar el tipo de excitaciones que
    aparecen en el estado de vidrio y que
    dan lugar a la existencia de la transición de fase
    continua. Las excitaciones en el estado superconductor que
    cambian el orden asociado a la fase del parámetro de
    orden no pueden ser otras que vórtices. Sin embargo, ya
    se dijo que cambiar el número de vórtices que
    atraviesan la muestra implica excitaciones de energía
    muy alta. Una manera de introducir excitaciones en forma de
    vórtices, sin cambiar la magnetización termodinámica del material, es a
    través de vórtices que se cierran sobre sí
    mismos. Estas excitaciones con flujo magnético contenido
    en un toroide (ver figura 1) no cambian el número medio
    de vórtices y, por ende, no cambian la
    magnetización media, aunque pueden cambiar localmente el
    número de vórtices. La energía libre F de
    un vórtice cerrado sobre sí mismo, de radio r
    está dada por

    (1)

    donde, es la energía de línea del
    vórtice, calculada en la aproximación de G-L. Las
    excitaciones contribuyen a aumentar la entropía y la
    energía interna del sistema de
    vórtices.

    FIGURA
    2

    Energía libre F de un vórtice
    toroidal como función de su radio
    r.

    Es importante analizar qué efecto tienen las
    corrientes sobre las excitaciones. Si la corriente atraviesa el
    agujero del toroide de flujo, ejerce una fuerza de Lorentz.
    Esta fuerza tiende a expandir el toroide a expensas de aumentar
    su energía de línea. La energía resultante
    como función del radio presenta
    un máximo, tal como se ve en la figura 2. El radio
    correspondiente al máximo de la energía
    está relacionado con la corriente por:

    (2)

    Si la corriente aplicada es menor que la asociada
    al máximo de la energía, el radio no
    crecerá y eventualmente la e xcitación
    podrá colapsar. Sin embargo, si la corriente excede la
    del máximo la excitación se expandirá.
    Este crecimiento o desplazamiento del vórtice implica
    disipación de energía.

    Hay una diferencia fundamental entre el proceso de
    disipación que acabamos de describir a través de
    excitaciones del estado fundamental de vidrios de
    vórtices y aquel que se asocia al fenómeno de
    creep en los superconductores convencionales. En el primer caso
    el vórtice cambia su tamaño con la corriente
    aplicada; en el segundo el vórtice no cambia su
    estructura, solamente es desplazado por la fuerza ejercida por
    la corriente. En el primer caso la respuesta depende de la
    corriente aplicada, tal que
    para J0, R0, en el segundo la
    respuesta es lineal.

    En equilibrio termodinámico habrá un
    cierto número de excitaciones, caracterizadas por su
    radio R, que se distribuyen entre los vórtices asociados
    al campo H. La población de radio mayor irá
    creciendo con temperatura y para una corriente dada
    aumentará la disipación. De acuerdo con la
    teoría en T=Ti(H) el radio de las excitaciones diverge y
    se pasa a un régimen de disipación
    lineal.

    De acuerdo a los fundamentos de la teoría
    que hemos presentado, tanto el vidrio de
    vórtices como el líquido de líneas tienen
    coherencia de fase superconductora en la dirección del
    campo. La transición de fase se refiere a la
    pérdida de simetría asociada a la
    destrucción del orden de largo alcance superconductor en
    la dirección perpendicular al campo.

    La comparación de la teoría con los
    experimentos no
    es simple cuando hay que demostrar la existencia de reglas de
    escala. Es
    necesario determinar las propiedades físicas que ponen
    de manifiesto las fluctuaciones críticas con la
    precisión suficiente para verificar las reglas de
    escala en
    varios órdenes de magnitud de la variable que se
    analiza. Es pertinente notar que el acceso experimental a las
    propiedades del estado fundamental sólo se puede
    conseguir cuando se está en la zona de fluctuaciones
    críticas. Fuera de ella, la estructura de
    vórtices está en estados metaestables y su
    tendencia hacia el estado fundamental está limitada por
    tiempos característicos muy largos. Deducir las
    propiedades del estado fundamental a través de la
    evolución temporal de las cantidades
    físicas es un ejercicio difícil, con resultados
    dudosos en el mejor de los casos. Es por ello, que la
    verificación de la propuesta teórica para el
    estado fundamental debe realizarse a través de experimentos
    que accedan a la zona crítica.

    Un buen número de experimentos han mostrado
    la existencia de transiciones de fase de segundo orden en
    Ti(H). Aunque existen discusiones sobre la naturaleza del
    estado fundamental, pocos dudan de que el paso del
    comportamiento desde T< Ti(H) a T >Ti(H) se hace a
    través de una verdadera transición de fase donde
    se produce un cambio de
    simetría. Veremos en este artículo, sin embargo,
    que los resultados experimentales vuelven a mostrar la
    necesidad de reconsiderar la naturaleza
    misma de los vórtices en los superconductores de alta
    temperatura, y junto con ello la de la transición de
    fase.

    Desorden y transiciones de
    fase

    La transición termodinámica superconductor-normal de
    los superconductores tradicionales en Hc2(T) es de segundo
    orden y está bien descripta por teorías de campo medio. La zona
    crítica donde dominan las fluctuaciones tiene un rango
    de temperaturas tan angosto que no es alcanzable a
    través de experimentos.

    El rol de los defectos estructurales del material
    es importante porque ellos determinan la capacidad de
    transportar corriente sin disipación. Sin embargo su
    contribución a las propiedades termodinámicas del
    estado superconductor es nula: tanto la temperatura
    crítica como la energía de condensación no
    varían con la presencia de defectos.

    Los campos Hc1(T) y Hc2(T) pueden cambiar con la
    densidad de defectos, a través de la dependencia de los
    parámetros superconductores (T) y (T) del camino libre
    medio electrónico. Como las constantes elásticas
    de la red de vórtices dependen de los parámetros
    superconductores y estos pueden cambiar con la
    concentración de defectos es comprensible que las
    propiedades elásticas de la red cambien de acuerdo al
    tipo y concentración de defectos que tenga el material.
    Si bien los campos críticos cambian con los defectos, y
    consecuentemente el diagrama de fases H-T, no cambia la
    naturaleza
    de la transición de fase en el correspondiente Hc2(T),
    que sigue siendo bien descripta por las teorías de campo medio.

    Las corrientes críticas del material
    superconductor dependen de la capacidad de los defectos
    estructurales para controlar el anclaje de los vórtices.
    En 1970 Larkin propuso la teoría de anclaje colectivo,
    en la cual los defectos de los materiales destruyen el orden
    cristalino de largo alcance de la red de vórtices. Esto
    ocurre como consecuencia de la competencia
    entre las interacciones entre vórtices y la
    energía que gana al situar a estos sobre los centros de
    anclaje. El aumento de la energía elástica de la
    red de vórtices, asociada a la deformación
    inducida por los centros de anclaje sobre la red, evita que
    estos optimicen la energia de
    interacción vórtice-defecto. Dentro de esa
    competencia y
    considerando la aproximación de Larkin, la estructura
    periódica no es estable, se pierde el orden de largo
    alcance y sólo quedan correlaciones posicionales de
    vórtices con orden de corto alcance. Estas correlaciones
    no deben ser confundidas con las correlaciones de fase que se
    discuten en este artículo. La correlación
    posicional se define, siguiendo a Larkin, como la distancia que
    se recorre a partir de un origen arbitrario para detectar que
    un vórtice se ha desplazado elásticamente en un
    parámetro de red. Como la red de vórtices admite
    desplazamiento en la dirección paralela y perpendicular
    al campo se define un volumen de
    correlación. El volumen de
    correlación lleva asociada una energía
    elástica, producto de
    la deformación inducida por los defectos. En la
    teoría queda implícito que cuando las
    deformaciones excedan el parámetro de red se
    inducirán deformaciones plásticas que relajan la
    energía de deformación. En la teoría de
    anclaje colectivo la corriente crítica es inversamente
    proporcional al volumen de
    correlación. El efecto de la temperatura se manifiesta a
    través del comportamiento de las constantes
    elásticas y los potenciales de anclaje.

    La posibilidad de que existiesen transiciones
    termodinámicas en la estructura de vórtices en el
    estado mixto de los SAT, inducidas por fluctuaciones
    térmicas, impulsó un enfoque completamente
    distinto del problema. En ese nuevo enfoque los defectos juegan
    un papel
    importante, de tal suerte que el estado fundamental de la
    estructura de vórtices queda determinado por el efecto
    combinado de la interacción
    vórtice-vórtice y vórtice-defecto. La
    teoría justifica la existencia de una transición
    de fase de segundo orden que separa un estado sólido a
    bajas temperaturas de un estado líquido a temperaturas
    mayores y predice la existencia de una zona crítica,
    donde las fluctuaciones determinan las propiedades
    físicas del sistema. Esta zona crítica es lo
    suficientemente amplia como para tener acceso a ella a
    través de experimentos. Los resultados
    experimentalesverificaron la existencia de exponentes
    críticos y comprobaron que la descripción
    correcta del comportamiento fenomenológico de los SAT
    debía hacerse dentro de una teória que fuese
    más alla de las limitaciones impuestas por aquellas
    basadas en la aproximación de campo
    medio.

    Los experimentos de nuevo pusieron de manifiesto
    otros fenómenos peculiares de los SAT al descubrir que,
    dependiendo del tipo de defectos, existían transiciones
    de primer orden para el paso de líquido a sólido
    en la estructura de vórtices. Las primeras evidencias
    fueron reforzadas a través de nuevas mediciones de
    transporte,
    difracción de neutrones y magnetizacion en más de
    un superconductor de alta temperatura. No existe hasta ahora
    ninguna teoría que describa la transición de fase
    de primer orden.

    Terminamos esta sección puntualizando las
    diferencias fundamentales entre los volúmenes de
    correlación que se describen en la teoría de
    Larkin y las correlaciones de fase que determinamos al hacer
    los experimentos con el tranformador de corriente continua
    descriptos en este artículo. El volumen de
    correlación de Larkin surge de un análisis topológico de la distribución espacial de los
    vórtices. De hecho se basa en suponer que el estado
    fundamental es una red periódica de vórtices que
    se modifica por la presencia de defectos. Las fuerzas de
    anclaje actúan sobre constantes elásticas bien
    definidas que caracterizan la red periódica. En este
    tratamiento se da por sentado que la coherencia de fase se
    establece en volúmenes mayores que el volumen de Larkin:
    no se pueden definir constantes elásticas de la "red"
    superconductora en volúmenes en que no haya
    correlación de fase. De hecho, para corrientes menores
    que la crítica, en la imagen de
    Larkin, el volumen de correlación de fase es
    infinito.

    Después de varios años de investigación y controversias se acepta
    que las características del estado mixto de los
    superconductores de alta temperatura , SAT, difieren
    cualitativamente de aquellas de los superconductores
    convencionales, SC . Las diferencias se ponen de manifiesto no
    sólo en aspectos cuantitativos asociados a valores
    particulares de los parámetros superconductores, sino a
    través de diferencias cualitativas en sus propiedades
    físicas e interpretaciones
    teóricas.

    Como consecuencia, los superconductores basados en
    óxidos de Cu deben tratarse en un marco diferente al que
    proveen teorías de campo medio .

    El comportamiento diferente de los SAT se debe al
    efecto combinado de su pequeña longitud de coherencia,
    (T), la relevancia de la contribución de fluctuaciones
    termodinámicas del parámetro de orden, y su gran
    anisotropía .

    Después de aceptarse la existencia de una
    transición de fase termodinámica que separa una
    fase líquida de vórtices de una estructura
    sólida, se descubrió que el diagrama de fases H-T
    del estado mixto es más rico que lo que se creía
    en ese momento . Se determinó que la transición
    de líquido a sólido en muestras monocristalinas
    sin maclas, denominadas limpias, de YBa2Cu3O7- (YBCO) es una
    transición termodinámica de primer orden que
    ocurre a lo largo de una línea Tm(H) en el diagrama H-T.
    La presencia de maclas, muestras sucias, transforma la
    transición de primer orden en una de segundo, a la
    temperatura Ti(H).

    Llama la atención que la estructura de
    vórtices de muestras limpias, tanto de YBCO (considerado
    como un SAT de moderada anisotropía, con un cociente de
    masas de 50) como de Bi2Sr2CaCu2O8 (BSCCO) (con > 104),
    presente la transición de primer orden
    termodinámico. El papel
    relevante que juega la anisotropía en los SAT, al
    permitir que las fluctuaciones térmicas sean importantes
    en las propiedades termodinámicas, es reconocido. Sin
    embargo, no es fácil comprender por qué
    variaciones de la anisotropía en varios órdenes
    de magnitud no cambian la naturaleza de
    la transición de fase líquido-sólido,
    cuando sí lo hace la presencia del desorden
    topológico introducido por las maclas en YBCO. En
    consecuencia, es importante preguntarse qué papel
    desempeña el desorden topológico y cómo
    compite con la anisotropía de los superconductores para
    cambiar cualitativamente el diagrama de fases del estado
    mixto.

    Las mediciones de transporte utilizando la
    configuración de contactos del transformador de
    corriente continua son de particular importancia en el estudio
    de la correlación de la fase superconductora en la
    dirección del eje c cristalográfico
    (consideramos al campo magnético aplicado en la
    dirección c). Usaremos los datos provistos
    por esta técnica para realizar un estudio comparativo de
    las funciones de
    correlación de la fase del parámetro de orden en
    muestras con maclas y libres de ellas. La técnica
    experimental utilizada y las características de las
    muestras han sido descritas en varias publicaciones
    .

    FIGURA
    1

    Figura 1. Resultados típicos del voltaje
    en la cara superior e inferior de una muestra cristalina de
    YBCO, Vtop y Vbot, en función de temperatura. La
    distribución de
    contactos
    eléctricos correspondientes al transformador de
    corriente continua se indica esquemáticamente en la
    figura. Los datos
    corresponden a la transición sin campo aplicado y con un
    campo magnético paralelo al eje c de 10.000
    Oe

    En la fig.1 se muestran resultados de mediciones de
    voltaje a corriente constante en función de temperatura,
    utilizando la configuración del transformador, en
    muestras monocristalinas de YBCO con maclas. La
    configuración de contactos se puede ver en la misma
    figura. El campo aplicado es en este caso 10kOe. Los voltajes
    se inducen con corrientes lo suficientemente bajas para
    asegurar respuesta lineal .

    Los resultados muestran que la transición de
    segundo orden de líquido a sólido en Ti(H) va
    acompañada de la consabida disipación (resistencia
    finita) en el plano ab y que los voltajes en la cara
    superior (Vtop) y en la cara inferior (Vbot) coinciden para
    temperaturas superiores a Ti(H). Al alcanzar una temperatura
    Tth(H) se observa que Vtop
    Vbot. Esta diferencia
    aumenta con temperatura y persiste al alcanzar el estado normal
    en T = Tc. Para T > Tc la diferencia de voltajes queda
    determinada por la distribución inhomogénea de
    corrientes asociada a la configuración de contactos
    utilizada y la resistividad del material en el estado
    normal.

    La diferencia entre los voltajes de la cara
    superior e inferior de la muestra, en el rango de temperaturas
    Tth < T < Tc, indica que el sistema es disipativo en el
    eje c. Teniendo en cuenta que los datos se toman
    en el régimen de respuesta lineal concluimos que la
    resistencia en las direcciones ab y c es una
    propiedad
    intrínseca, no inducida por la presencia de la corriente
    . En este sentido podemos asegurar que para T > Tth(H) el
    líquido de vórtices pierde la correlación
    de fase en todas las direcciones: no hay superconductividad (no
    hay estado de resistencia nula). Los resultados muestran que la
    presencia de una densidad finita de pares de Cooper e incluso
    la presencia de vórtices no implican superconductividad.
    Es importante preguntarse si hay una o dos temperaturas a las
    cuales se establece la superconductividad.

    Es fácil interpretar el resultado Vtop =
    Vbot en el rango Ti(H) < T < Tth(H) en términos de
    la respuesta del transformador cuando se ejercen fuerzas
    inhomogéneas sobre líneas de vórtices
    (vórtices con correlación de fase a través
    de la muestra en la dirección del campo). En el
    régimen estacionario el número de vórtices
    que pasan entre los contactos de la cara superior e inferior es
    el mismo, con lo cual Vtop = Vbot. Si se incrementa la
    corriente de medición se induce el corte de
    vórtices , se pierde la coherencia de fase, Vtop
    Vbot. Queda
    así demostrada la existencia de fuerzas
    inhomogéneas en la configuración utilizada, aun
    en el caso en que haya coherencia de fase en la
    dirección c. Vemos que Tth(H) es la temperatura a
    partir de la cual los vórtices pierden coherencia en la
    dirección del campo. En un lenguaje
    similar al que se usa para los polímeros decimos que la
    estructura de vórtices para T > Tth(H) corresponde a
    un sistema de líneas entrelazadas, con probabilidad
    finita de que se produzcan cortes entre ellas. Si la probabilidad de
    cortes entre vórtices es tal que se forma un camino de
    percolación en la dirección ab (formado
    por segmentos de vórtices entre cortes), se
    perderá la coherencia de fase en la dirección
    c y se producirá disipación, ver fig.2.
    Esta última interpretación ha sido sugerida y
    utilizada por Jagla y Balseiro para describir las transiciones
    de fase de segundo orden en la dirección c como
    transiciones de percolación bidimensional en la
    dirección ab.

    FIGURA
    2

    Figura 2. Dibujo
    esquemático que representa el entrelazamiento y corte
    entre vórtices. En color rojo se
    indica el camino de percolación formado por segmentos de
    vórtices entre cortes. Cuando el camino de
    percolación se propaga de lado a lado de la muestra en
    la dirección ab se pierde la coherencia de fase en la
    dirección c.

    Como resultado de la discusión anterior
    concluimos que existe un estado sólido por debajo de
    Ti(H) con coherencia de fase en todas direcciones. En el rango
    Ti(H) < T < Tth(H) existe una fase líquida de
    líneas de vórtices, sin coherencia
    superconductora en la dirección ab, y se mantiene
    la superconductividad en la dirección c. Cuando
    T>Tth(H) no hay superconductividad en la muestra. Los
    experimentos que discutimos no nos permiten dilucidar si la
    pérdida de superconductividad en Tth(H) se hace a
    través de una transición de fase o de un cambio de
    régimen. Teniendo en cuenta que se ha demostrado que en
    Ti(H) se funde la estructura de vórtices con una
    transición de fase de segundo orden, es importante saber
    si la pérdida de superconductividad tiene lugar mediante
    dos transiciones de fase o una y, en este último caso, a
    qué corresponde el cambio de
    régimen en Tth(H).

    En la fig.3 hemos graficado las dos líneas
    Ti(H) y Tth(H) que delimitan las zonas del espacio H-T, donde
    se encuentran los distintos comportamientos del estado
    superconductor. Este diagrama H-T pone en evidencia que la
    descripción tradicional de que la pérdida de
    superconductividad se hace con una única
    transición de fase (de segundo orden
    termodinámico en Hc2(T)) debe ser modificada. El estado
    normal se alcanza para T>Tth(H), muy por debajo del valor de
    Hc2(T) provisto por teorías de campo medio.

    FIGURA
    3

    Figura 3. Diagrama de fases H-T para el estado
    mixto en una muestra cristalina de YBCO con maclas. La
    línea Ti(H) corresponde a la transición de
    segundo orden que separa la fase sólida de la
    líquida de líneas de vórtices
    correlacionadas en la dirección c. El líquido de
    vórtices está decorrelacionado en todas
    direcciones para temperaturas mayores a la delimitada por
    Tth(H) .

    Antes de discutir cuáles son las propiedades
    que deben caracterizar las transiciones de fase, es importante
    profundizar el análisis de los resultados
    experimentales. La detección de Tth(H) a través
    de la medición de la temperatura a la cual Vtop=Vbot es
    equivalente a determinar la temperatura en que la longitud de
    correlación de fase del vórtice en la
    dirección c, l(T,H), coincide con el espesor de la
    muestra, d. Esto es, en Tth(H) se cumple l(T,H)=d. Es por ello
    fundamental conocer si l(T,H) es una función continua de
    T para un H constante, que crece cuando disminuye T, o es una
    función discontinua que caracteriza el paso de un estado
    desordenado a un estado de coherencia de fase con orden de
    largo alcance. En el primer caso Tth será función
    del espesor, en el segundo Tth(H) resultará
    independiente del espesor. Las mediciones con la
    configuración del transformador se extendieron a
    muestras de distintos espesores, poniendo en evidencia que en
    las muestras con maclas Tth(H) es función del espesor,
    tal como se ve en la fig.4a.

    FIGURA
    4

    Figura 4. (a) Temperaturas Tth(H) y Ti(H) en
    función del espesor de monocristales de YBCO con maclas.
    La línea continua representa la dependencia en
    temperatura de la longitud de corte para una transición
    de Bose, ver texto. (b)
    Temperatura de fusión
    Tm(H) para la transición de primer orden en muestras de
    YBCO libres de maclas.

    Safar et al. demostraron que las
    características de la transición
    sólido-líquido dependen del grado de desorden de
    las muestras.

    Mediante cuidadosas mediciones de la resistencia
    eléctrica en el plano ab demostraron que la
    transición de segundo orden en Ti(H) se transformaba en
    una de primero en Tm(H) cuando las muestras no tenían
    maclas. Teniendo en cuenta que las maclas cambian la naturaleza
    de la transición termodinámica
    sólido-líquido y que este cambio se
    detectó mediante mediciones de transporte que
    sólo sensaban el comportamiento de la fase
    superconductora en la dirección ab, es importante
    preguntarse si la coherencia de fase en la dirección
    c sigue estableciéndose a una temperatura Tth

    Tm. Para responder esta pregunta se realizaron experimentos
    utilizando la configuración del transformador en
    muestras sin maclas.

    Resultados típicos del voltaje en
    función de temperatura a corriente constante para
    muestras libres de maclas se muestran en la fig. 5, para un
    campo de 40kOe. En la misma figura se han graficado los
    resultados para la misma configuración de contactos en
    una muesta con maclas. Para facilitar la comparación se
    ha graficado Rtop=Vtop/I y Rbot=Vbot/I, donde I es la corriente
    de medición y se han normalizados los valores
    de R por Rtop(Tc). Los datos se
    muestran en función de temperatura reducida para
    corregir los efectos de los pequeños cambios de
    temperatura crítica entre muestras.

    FIGURA
    5

    Figura 5.

    Resistencia normalizada en función de
    temperatura reducida comparando el comportamiento de muestras
    monocristalinas de YBCO con y sin maclas utilizando la
    configuración de contactos del transformador de
    corriente continua. Las flechas indican las temperaturas de
    transición discutidas en el texto.

    Los resultados de la fig. 5 ponen de manifiesto las
    pricipales diferencias entre las muestras macladas y las libres
    de esos defectos. Tal como se había observado en las
    mediciones de transporte con corriente uniforme la
    transición al estado sólido en las muestra sin
    maclas es abrupta, a una temperatura Tm(H). Es evidente que en
    ese tipo de muestras la transición de fusión
    detectada por la variación brusca de la resistencia en
    los planos coincide con la temperatura donde se establece la
    correlación de fase en la dirección c. En
    este tipo de materiales Ti(H)=Tth(H)=Tm(H). El sólido de
    vórtices corresponde al estado correlacionado en todas
    direcciones y se transforma a través de la
    transición de primer orden en un líquido
    decorrelacionado en todas direcciones. La fase líquida
    desenredada, usando el lenguaje
    de Nelson , ha desaparecido, cuando se compara con lo observado
    en las muestras con maclas.

    El resultado discutido anteriormente es relevante
    para comprender el comportamiento y respuesta de la estructura
    de vórtices ante la presencia de desorden introducido
    por defectos del material. Vemos así que la
    transición de primer orden caracteriza el comportamiento
    del material "limpio" y que en ella se pierde la
    correlación de la fase superconductora en todas las
    direcciones. En ese sentido, en las muestras sin maclas se pasa
    simultáneamente de un sólido correlacionado en
    todas direcciones a un líquido decorrelacionado tanto en
    la dirección c como en la ab. Este es un
    dato importante al que se tuvo acceso gracias a la
    medicíon de las propiedades de transporte inyectando
    distribuciones de corriente no uniformes.

    Con la finalidad de profundizar la
    comparación del comportamiento de las muertas con maclas
    y sin ellas se hicieron mediciones de Tm(H) para muestras de
    distinto espesor. En este caso los resultados muestran que la
    transición ocurre a una sola temperatura, independiente
    del espesor de la muestra (ver fig.4b). Este resultado prueba
    que mientras que la transición de un sistema
    correlacionado de líneas de vórtices a un sistema
    decorrelacionado en la dirección del campo es una
    transición continua en la muestras con maclas, se
    convierte en una discontinua en las muestras sin maclas. Los
    resultados experimentales implican que la naturaleza
    microscópica de la transición cambia
    fundamentalmente en función del tipo de
    desorden.

    El hecho de que la presencia de desorden en la
    estructura atómica modifique el carácter de una
    transición termodinámica y la naturaleza misma de
    los vórtices es un fenómeno nuevo que caracteriza
    las propiedades de los SAT. De nuevo, la descripción
    tradicional del efecto del desorden estructural sobre las
    propiedades de los vórtices resulta inadecuada. Los
    defectos topológicos estructurales no pueden tratarse
    como perturbaciones sobre una red perfecta de vórtices
    cuyo único efecto sea anclar la red a la estructura
    atómica. Los defectos modifican la naturaleza de los
    vórtices al cambiar su función de
    correlación en la dirección del campo. Los
    resultados experimentales nos sugieren que las maclas
    establecen la coherencia de fase del vórtice a lo largo
    de su núcleo y que, una vez establecida, actúan
    sobre el vórtice tratando de anclarlo dentro del
    potencial generado por la presencia del defecto.

    Las maclas pertenecen a una clase de defectos
    denominados correlacionados que han jugado un papel muy
    importante en la superconductividad de alta temperatura. La
    introducción de defectos columnares creados por
    irradiación de monocristales con iones pesados fue un
    paso fundamental para demostrar que se podía hacer
    crecer en órdenes de magnitud la corriente
    crítica en los SAT, paso esencial para poder pensar
    en posibles aplicaciones. Los defectos columnares son defectos
    correlacionados en una dimensión, a diferencia de las
    maclas que lo son en dos dimensiones. Antes de realizarse los
    experimentos que hemos discutido en este artículo se
    utilizaban los conceptos tradicionales de anclaje de
    vórtices en superconductores convencionales para
    explicar el aumento de corriente critica: el vórtice,
    tomado como línea, se ancla dentro del potencial
    correlacionado. Los resultados discutidos aquí muestran
    que el rol de los defectos correlacionados es más
    importante: "crean" las líneas y después las
    anclan.

    En función de los datos analizados es
    conveniente finalizar este artículo reflexionando sobre
    propiedades que determinarían el origen
    microscópico de la transición o transiciones de
    fase, relacionadas con la pérdida de correlación
    de fase u orden de largo alcance en la dirección del eje
    c.

    Para las muestras macladas los resultados indican
    que la coherencia de fase se establece cuando el espesor de la
    muestra coincide con la longitud de correlación.
    Podría pensarse que establecer correlación en el
    eje c corresponde a una transición de fase
    frustrada por la dimensión finita de la muestra. En este
    caso la transición para una muestra infinita
    correspondería a una longitud que diverge a alguna
    temperatura inferior a las determinadas experimentalmente,
    posiblemente coincidente con Ti(H). Teniendo en cuenta el
    carácter correlacionado de los defectos esto
    correspondería a la transición de un gas de Bose
    bidimensional En este caso el gráfico de la fig. 4a
    puede reinterpretarse como la dependencia en T de la
    función l(T,H), con una divergencia en Ti(H). En la
    figura hemos graficado la dependencia en temperatura de l(T,H)
    de acuerdo con los autores de la ref.13. La precision de los
    datos experimentales no permite confirmar ni desmentir la
    teoría. Por otra parte Jagla y Balseiro han predicho a
    través de simulaciones numéricas y argumentos de
    plausibilidad, que la transición en Tth(H) es una
    transición de fase para un sistema pseudo-bidimensional,
    que depende del espesor de la muestra. En esta teoría la
    transición termodinámica se asocia a una
    transición percolativa de los segmentos de
    vórtices entre cortes, en la dirección ab.
    En Tth(H) el tamaño del cluster percolativo diverge. Es
    razonable pensar que Tth(H) dependa del espesor de la muestra,
    pues cuanto mayor sea la longitud de los vórtices
    más fácil será encontrar caminos
    percolativos y más baja la temperatura de
    percolación. La teoría predice la existencia de
    exponentes criticos con valores aproximados a los observados
    experimentalmente.

    En el caso de la transición de primer orden
    la incertidumbre con respecto al origen microscópico de
    la transicion de fase es mayor. La independencia de Tm(H) del espesor de la muestra
    ha sido verificada hasta un espesor mínimo de
    15µm. Solamente podemos asegurar que el colapso de la
    longitud de correlación en Tm(H) es a valores menores
    que 15µm. Si bien este resultado es muy útil para
    caracterizar el efecto causado por la transición de
    primer orden en la pérdida de coherencia en la
    dirección del campo, no cubre el rango de espesores
    necesarios para proveer información que determine cual es la
    longitud de correlación de fase, l(T,H), en el eje
    cen Tm(H). Diseñar algún experimento que
    pueda determinar esa longitud es de suma importancia para
    verificar cualquier modelo
    teórico que intente describir la transición de
    fase a partir del elemento de coherencia determinado por el
    "vórtice elemental". Ese elemento no puede tener
    longitud menor que el espesor determinado por las capas de
    Cu-O.

    La física de la transición de primer
    orden cambia de acuerdo a la longitud de correlación que
    se detecte en Tm(H). Si l(T,H) es la distancia entre planos de
    Cu-O se estaría en presencia de una transición de
    desacople entre planos. En este caso la energía
    térmica sería del orden de la energía
    Josephson que determina la coherencia entre planos. Si l(T,H)
    es mayor que la distancia mencionada estaríamos en
    presencia de una transición de primer orden de un
    líquido enredado de vórtices a un sólido
    de líneas. En este caso Tm(H) debería depender
    del espesor y para espesores suficientemente pequeños la
    transición de fase se transformaría en un
    cambio de
    régimen o en una transición del tipo
    bidimensional descrita anteriormente.

    Hemos discutido aspectos conceptuales de
    sólo algunos de los problemas
    que presenta una nueva forma de materia
    condensada, constituida por los vórtices
    superconductores en los SAT, sus interacciones y la presencia
    de distintos tipos de defectos. A diferencia de lo que se
    aceptaba en los superconductores convencionales las
    fluctuaciones termodinámicas son esenciales para
    comprender sus propiedades y los defectos no actúan
    solamente como centros de anclaje sino que hay que
    incorporarlos al sistema de vórtices pues determinan sus
    características estructurales. Existen nuevas
    transiciones de fase que dan lugar a un variado y rico diagrama
    de fases. Más y nuevos experimentos en conjunto con
    el trabajo
    teórico permitirán en el futuro describir
    formalmente el comportamiento fenomenológico de la nueva
    superconductividad.

    Técnicas
    experimentales

    Muchos de los fenómenos físicos
    tratados en
    este artículo se manifiestan en propiedades
    magnéticas o de transporte eléctrico de los
    materiales superconductores. El estado Meissner en muestras
    masivas, por ejemplo, se caracteriza por el diamagnetismo
    perfecto (propiedad
    magnética) y la resistividad lineal nula (propiedad de
    transporte). En este anexo se da una breve reseña de
    algunas técnicas experimentales usadas para estudiar
    estas propiedades. También se describe una
    técnica de transporte, llamada transformador de flujo
    dc, que ha sido de gran utilidad en los
    últimos años para investigar la
    correlación de la fase superconductora en la
    dirección del campo magnético en el estado mixto
    de los SAT . Los resultados de esta técnica concentran
    la atención de la mayor parte de este
    artículo.

    La magnetización M(H,T) del
    superconductor se debe a que las corrientes de apantallamiento
    del campo externo, que circulan en la superficie de la muestra,
    generan un momento magnético. En un campo
    estático, la dependencia de M(H,T) con el
    campo, la temperatura y el tiempo da información sobre la existencia de efecto
    Meissner, la penetración de flujo debida a los
    vórtices, la presencia, intensidad y carácter del
    anclaje de los vórtices, y otras propiedades. Al campo
    estático puede superponérsele un campo
    magnético oscilatorio y estudiar la respuesta del
    superconductor (susceptibilidad
    ) (H,T)), la cual
    permite investigar aspectos de la dinámica de las estructuras
    de flujo.

    En el estado Meissner es posible sostener
    corrientes superconductoras de transporte (en el volumen de la
    muestra) sin disipación de energía. En presencia
    de vórtices, sin embargo, la corriente aplicada ejerce
    una fuerza de Lorentz sobre las líneas de flujo; si esta
    supera la de anclaje los vórtices se mueven y aparece un
    voltaje en la dirección de la corriente. La forma
    más simple de medir este voltaje es inyectar corriente
    por dos electrodos y conectar un voltímetro a otros dos
    terminales colocados en la línea que une los contactos
    de corriente. Las numerosas complicaciones que aparecen para
    aplicar esta técnica sencilla a monocristales de los SAT
    se deben a características propias de estos materiales
    que hacen difícil la realización de contactos de
    alta calidad y al
    hecho de que casi siempre se desea obtener gran sensibilidad a
    pequeños voltajes manteniendo la temperatura de la
    muestra bien controlada, en amplios rangos de campo
    magnético y temperatura.

    Los contactos de los electrodos deben ser de baja
    resistencia para minimizar el ruido
    térmico y para evitar calentamiento local de Joule al
    aplicar corriente. Una dificultad que se presenta para lograrlo
    es que el área disponible para fabricarlos es muy
    reducida: los monocristales comúnmente disponibles de
    los SAT son de dimensiones típicas de 1 mm2 en la
    dirección de los planos ab y algunas decenas de
    micrones en la dirección c. Otro problema es la
    generación de una interfaz adecuada entre el
    superconductor y el material con el que se fabrica el
    electrodo. Las formas de obtener contactos de baja resistencia
    son numerosas. Una disposición que da buenos resultados
    en monocristales de YBCO consiste en formar para cada electrodo
    una "pista" de oro depositado por evaporación de unos
    5000 Å de espesor, la cual se somete a un tratamiento
    térmico (aproximadamente 8 hs. a una temperatura de
    400oC) para inducir la difusión del oro en la superficie
    de la muestra (este recocido debe hacerse en flujo de
    oxígeno gase oso para evitar la desoxigenación
    del YBCO). Sobre la "pista" se adhiere después un trozo
    alambre de oro con un epoxy de plata que se endurece
    exponiéndolo a 100oC durante una hora. Las resistencias
    de contacto así obtenidas son del orden de 1 a temperatura ambiente.

    FIGURA
    1

    Figura 1. Distribución de contactos
    eléctricos para el transformador (a) de Giaever y (b) en
    un monocristal de SAT.

    En 1965 I. Giaever diseñó un
    experimento de transporte eléctrico que
    constituyó una de las pruebas
    más concluyentes de que la resistencia en el estado
    mixto de los superconductores del tipo II se origina en el
    movimiento
    de vórtices. La Fig. 1a muestra un esquema de la
    disposición que empleó: se inyecta corriente en
    una lámina de estaño de 1000Å de espesor
    ("primario") separada de otra lámina similar por una
    capa aislante de SiO de 200Å de espesor. Con un campo
    magnético perpendicular a las láminas y a
    temperatura suficientemente baja se tienen vórtices en
    ambas láminas de estaño; las corrientes de los
    vórtices tienen una interacción magnética
    que los acopla a través del aislador.

    Así, la corriente aplicada al "primario"
    ejerce fuerza sobre los vórtices de esa lámina
    los cuales, por intermedio de la interacción
    magnética, hacen fuerza sobre los del "secundario". Al
    moverse los vórtices del primario arrastran a los del
    secundario que, en el estado estacionario, se mueven con igual
    velocidad.
    De esta manera se mide un voltaje en el primario igual al del
    secundario, Vtop = Vbot. El nombre de transformador de flujo a
    corriente continua que se dio a la configuración usada
    por Giaever se debió a este resultado. Es obvio que en
    el estado normal, T > Tc el resultado experimental
    indicará Vtop
    Vbot = 0.

    Debido a la anisotropía de los SAT y a la
    importancia de las fluctuaciones térmicas, podría
    esperarse que la correlación de velocidades de los
    vórtices se pierda en distancias tales como los
    espesores típicos de las muestras. Para estudiar esto se
    puede extender la idea del experimento de Giaever a un
    monocristal de un SAT, tal como se muestra en la figura 1b. Se
    requieren dos electrodos de corriente y dos de voltaje en una
    cara (top) de un cristal en forma de lámina y dos
    electrodos de voltaje en la otra cara (bot) (normalmente se
    colocan electrodos de corriente en ambas caras para verificar
    la simetría de los resultados).

    Se inyecta corriente por el top y se miden los
    voltajes Vtop y Vbot. En este caso la corriente se distribuye a
    través de la muestra pero debido a la anisotropía
    (c > ab) y a la
    ubicación de contactos se tiene una distribución
    inhomogénea de corriente que hace que la fuerza de
    Lorentz ejercida sobre un vórtice sea máxima
    cerca de la cara superior y disminuya hacia abajo. Esta
    inhomogeneidad de la fuerza aplicada, presente en un cristal
    homogéneo por efecto de la distribución
    inhomogénea de corriente, permite estudiar la
    correlación de los vórtices en la
    dirección del campo aplicado mediante la
    comparación de los voltajes top y bot. En efecto, la
    técnica ha permitido determinar que en el compuesto
    BiSrCaCuO los vórtices son entidades
    cuasi-bidimensionales, sin correlación en la
    dirección del campo, en un amplio rango de temperaturas
    y campos magnéticos, mientras que en YBaCuO, menos
    anisotrópico, se tiene movimiento
    correlacionado de vórtices en una porción del
    diagrama de fases H-T, tal como se discute en este
    artículo.

    Caracterización de
    sustratos para superconductores Y-123

    Se han caracterizado [1] las perosquitas ordenadas
    Ba2(RSb)O6, (R Y, Ho), que son buenos sustratos para
    películas delgadas de YBa2Cu3O7-. Con datos de
    difracción de neutrones en muestras policristalinas, se
    ha refinado la estructura de estas perosquitas en el grupo Fmm
    (Nº 225), con Z = 4, Ba en 8(c), R en 4(b), Sb en 4(a), y
    oxígeno en 24(e), obteniendo un parámetro de
    posición x = 0.2636(2) para R = Y y Ho, y dimensiones de
    la celda unidad a/ = 8.4240(3) y 8.4170(2) para R = Y y Ho
    respectivamente. Se ha medido la susceptibilidad
    magnética de ambas perosquitas entre 2 y 350 K. La
    susceptibilidad paramagnética y su variación con
    la temperatura se han calculado según el formalismo de
    Van Vleck, a partir de una estimación a priori de los
    parámetros del campo del cristal correspondientes a la
    simetría de la posición de la tierra
    rara, Oh, y usando las funciones de
    onda asociadas con los niveles de energía obtenidos. La
    desviación observada respecto al comportamiento
    Curie-Weiss a baja temperatura, muy bien reproducida, refleja
    el desdoblamiento del estado normal del catión por
    influencia del campo.

    Crecimiento de cristales superconductores y
    medida de sus propiedades

    Se han crecido cristales de Bi-2212, en los que se
    han estudiado los efectos de la fluctuación
    térmica sobre la magnetización, por encima y por
    debajo de la temperatura de transición superconductora,
    en el límite del campo magnético débil
    [1]; la influencia de pequeñas inhomogeneidades del
    contenido de oxígeno, sobre la paraconductividad y la
    magnetoconductividad inducida por fluctuación [2]; y los
    cambios discretos, a temperaturas cercanas a la crítica,
    en el infrarrojo lejano, de áreas de bandas de fonones
    en primer y segundo orden [3].

    También se han crecido cristales de la
    espinela superconductora LiTi2O4, en la que se están
    realizando medidas para determinar la línea de
    irreversibilidad.

    Estabilidad térmica de
    cupratos superconductores con oxoaniones

    Se estudia la efecto de la sustitución
    parcial de Cu [1] por algunos grupos
    oxoaniones (SO42-, PO42- y BO33-) en las propiedades de
    óxidos superconductores 1212. La estabilidad
    térmica de los óxidos sustituidos disminuye en el
    orden BO33- > PO42- > SO42-, tal como indican las
    temperaturas de fusión peritéctica de los
    materiales sustituidos. Además, la sustitución
    por iones SO42- y PO42- hace variar la Tc desde 80K para los
    materiales sin dopar, hasta 70 y 60K para el oxosulfato y
    oxofosfato, respectivamente, mientras que la
    incorporación de iones BO33- elimina la
    superconductividad.

    Preparación y estudio
    de cupratos con estructura en capas
    infinitas

    La llamada "estructura en capas infinitas" deriva
    de la perovskita ABO3 al suprimir los oxígenos axiales
    de todos los grupos
    octaédricos. Los cupratos de estequiometría
    (Sr,Ca)CuO2 presentan dicha estructura, que se ha de
    estabilizar a alta presión hidrostática. Se ha
    descrito superconductividad en materiales dopados con huecos o
    electrones. Con una prensa
    hidrostática de pistón-cilindro, capaz de
    alcanzar 20 kbar, se ha podido preparar
    (Sr0.75Ca0.25)0.85Nd0.15CuO2, superconductor a 34 K. Trabajar a
    esas presiones moderadas permite la obtención de
    cantidades de muestra suficientes para estudios por
    difracción de neutrones. Se ha refinado la estructura
    con datos de alta resolución (D2B, ILL) [1] que revelan
    la presencia de oxígenos axiales que probablemente
    producen perturbaciones en los planos CuO2 que son el origen
    del pequeño volumen Meissner observado en estos
    materiales. Este trabajo se está desarrollando en el
    marco de un proyecto
    financiado por la CICYT [2].

    Propiedades
    electrónicas de los óxidos de cobre

    Se han estudiado las excitaciones de carga y spin
    de baja energía de los óxidos de cobre, a
    diferentes valores del doping, con un modelo
    Hubbard bidimensional resuelto por técnicas de campo
    medio complementadas con la Random Phase Approximation (RPA).
    Esta aproximación reproduce correctamente las
    principales características del modelo
    Hubbard, siendo los resultados obtenidos consistentes con las
    propiedades de los superconductores de alta Tc.

    Se están estudiando también los
    espectros de los óxidos de cobre obtenidos por
    fotoemisión, basándonos en el modelo 'Lattice
    Anderson'. El método
    de cálculo
    introduce la correlación de los estados finales y se
    explican muchas características de los espectros
    experimentales.

    Materiales en comunicaciones

    La utilización de nuevos materiales con
    altas prestaciones
    es uno de los pilares del avance espectacular de las
    tecnologías de la información y comunicaciones. El desarrollo
    de aplicaciones basadas en sus propiedades requiere un profundo
    conocimiento
    previo de éstas. En particular, el descubrimiento de
    superconductividad en óxidos cerámicos
    multimetálicos a temperaturas superiores a 77 K
    (superconductores de alta temperatura, SAT) puede permitir del
    desarrollo
    práctico de algunas aplicaciones de la
    superconductividad económicamente inviables con los
    superconductores clásicos. Sin embargo, la gran
    complejidad de los SAT y su naturaleza granular dificultan la
    puesta en marcha de aplicaciones de los mismos de forma
    inmediata, a pesar del gran esfuerzo investigador que en este
    campo se está realizando en los países avanzados.
    En concreto, en
    nuestro grupo se ha
    trabajado en la caracterización experimental y modelado
    fenomenológico de las propiedades
    electromagnéticas de superconductores de alta
    temperatura crítica, incidiendo especialmente en las
    implicaciones de la granularidad, y en el desarrollo
    de aplicaciones de los mismos en magnetometría y en
    cintas para el transporte de corriente sin pérdidas. Por
    otra parte, en relación con las aplicaciones de la
    superconductividad clásica, se ha trabajado en la
    implementación en España
    de los patrones primarios de tensión (efecto Josephson)
    y resistencia (efecto Hall cuántico), en
    colaboración con grupos
    nacionales y extranjeros especializados en metrología
    eléctrica básica. Por último,
    también se ha colaborado con otros grupos de
    investigación en la
    caracterización electromagnética de materiales de
    interés tecnológico, como imanes
    permanentes o aceros estructurales.

    Lineas de Trabajo
    Síntesis de materiales de Litio para su uso en
    reactores de fusión:

    El desarrollo de los materiales para revestimiento
    de reactores de fusión, se basa en la producción de compuestos químicos
    y cuerpos cerámicos estables bajo las condiciones de
    trabajo del revestimiento de dichos reactores. Los materiales
    cerámicos candidatos para dicha aplicación son
    titanatos, zirconatos, silicatos de Litio. En 1995 se inicio el
    proyecto OIEA,
    "Cerámicas de Litio para Reactores de Fusión".
    Durante el año 1995 se desarrollaron tecnologías
    tendientes a fabricar polvos y piezas de metatitanato de Litio
    (Li2TiO3). Este ha sido sintetizado por reacciones de
    precipitación, vía sol-gel y reacción
    sólida. Encontrar las condiciones óptimas de
    síntesis, con llevó a estudiar el tratamiento
    térmico que causa la formación del óxido
    doble. El método
    sol-gel permitió un control
    microestructural en la obtención de polvos de alta
    pureza. Se han caracterizado los polvos de metatitanato de
    Litio para establecer las características de ellos y su
    influencia en el comportamiento final del cuerpo
    cerámico. Para establecer la producción de Tritio a partir de
    especímenes del cerámico de Litio, estos han sido
    sometidos a irradiación en el núcleo del reactor.
    Los especímenes son conformados a partir del polvo fino
    de metatitanato de Litio por el proceso de
    extrusión. La forma geométrica del
    cerámico depende del diseño del blanket. En este caso los
    especímenes han sido conformados como cilindros de 0.7
    mm. diámetro promedio. Las piezas cerámicas se
    someten a irradiación y registro de la
    liberación de Tritio. Se montó el Laboratorio de
    Liberación de Tritio y se ha puesto a punto la
    instrumentación. Se persigue establecer la
    relación entre microestructura y preparación del
    cuerpo cerámico para optimizar la liberación de
    Tritio. La configuración final del revestimiento del
    reactor de fusión determina fuertemente el mecanismo de
    extracción del Tritio y su velocidad de
    liberación. Las formas geométricas afectan la
    conductividad térmica, tensión térmica,
    como también la presión del gas de arrastre
    en la liberación del Tritio. Es por esto que se
    estudiarán otras formas geométricas, las cuales
    deberán ser ensayadas en el loop de irradiación
    que se encuentra en su etapa de diseño.

    Obtención de zeolitas
    de talio:

    Las zeolitas de metales
    alcalinos han sido utilizadas para la fabricación de
    fuentes de
    iones. Se requiere, sin embargo, disponer de una zeolita de
    talio para esta aplicación, debido a que este elemento
    tiene mayor masa atómica y un primer potencial de
    ionización relativamente bajo, características
    importantes en los diagnósticos de plasmas con
    confinamiento magnético usando haces de iones. La
    resolución en los diagnósticos se favorece
    además, si se emplea talio monoisotópico en las
    fuentes.

    El objetivo de
    este estudio fue desarrollar un procedimiento
    de síntesis óptimo para la obtención de
    una zeolita de talio natural en primer lugar y de talio
    monoisotópico a continuación. Para esto se
    realizaron experiencias de intercambio iónico a partir
    de la zeolita comercial X-13 (zeolita de Na) y óxido
    tálico o carbonato de talio. Este intercambio se
    realizó en sistema batch controlando la
    concentración de la solución, tiempos de
    reacción y temperatura de reacción. Los productos
    obtenidos han sido caracterizados para determinar la eficiencia del
    intercambio.

    Referencias

    Bibliografía general sobre
    superconductividad convencional:

    D.Shoenberg, "Superconductivity" (Cambridge
    Univ. Press,1952).

    P.G. De Gennes, "Superconductivity of Metals
    and Alloys" (Addison-Wesley, 1966 and
    1989).

    C.G. Kuper, "Introduction to the Theory of
    Superconductivity" (Clarendon Press,
    1968).

    A. C. Rose-Innes and E. H. Rhoderick,
    "Introduction toSuperconductivity" (Pergamon Press,
    1968).

    R.D. Parks, Ed.,
    "Superconductivity"(Dekker,1969) Vols 1 y
    2.

    M. Tinkham "Introduction to
    Superconductivity" (Krieger Pub. Co.,1975 y
    1980).

    D.H.Douglas, Ed. "Superconductivity in d- and
    f-Band Metals"(Plenum Press, 1976).

    H.W.Weber, Ed.,
    "Anisotropy Effects in Superconductors" (Plenum Press,
    1976)

    R.W.White and T.H.Geballe, "Long Range Order
    in Solids"(Academic Press, 1979).

    T.VanDuzer and C.W.Turner, "Principles of
    Superconductive Devices and
    Circuits"(Elsevier,1981).

    Ø.Fischer and M.B.Maple,
    "Superconductivity in Ternary Compounds"(Springer-Verlag 1982),
    Vols. 1 y 2.

    S.V.Vonsovsky, Y.A.Izyunov, and E. Z.Kurnaev,
    "Superconductivity in Transition Metals" (Springer-Verlag
    1982).

    J.R.Schrieffer,"Theory of
    Superconductivity"(Addison-Wesley,1983).

    T.P.Orlando and K.A.Delin, "foundations of
    Aplied Superconductivity"
    (Addison-Wesley,1991).

    Lectura sugerida : G. Blatter et al., Rev.
    Mod. Phys. 66, 1125 (1994).

    [1] W. E. Lawrence y S Doniach, en
    Proceedings of the 12th International Conference on Low
    Temperature Physics, Kyoto, Japan, edited by E. Kanada
    (Keigatu, Tokyo), p. 361 (1971)

    Lectura sugerida : G. Blatter et al., Rev.
    Mod. Phys. 66, 1125 (1994).

    [1] P.L. Gammel, et al , Phys. Rev. Lett. 61,
    1666 (1988).

    [2] Y. Yeshurun y A. P. Malozemoff, Phys.
    Rev. Lett. 60, 2202 (1988)

    [1] P.L. Gammel, et al , Phys. Rev. Lett. 61,
    1666 (1988).

    [2] D. S. Fisher et al., Phys. Rev. B 43, 130
    (1991).

    [3] G. Blatter et al., Rev. Mod. Phys. 66,
    1125 (1994).

    [1] D.J. Bishop et al., Science 255, 165
    (1992); con referencias incluidas en
    ella.

    [2] D. S. Fisher et al., Phys. Rev. B 43, 130
    (1991).

    [3] H. Safar et al., Phys. Rev. Lett. 69, 824
    (1992); W. K. Kwok et al., Phys. Rev. Lett. 69, 3370
    (1992).

    [4] R. H. Koch et al., Phys. Rev. Lett. 63,
    1511 (1989).

    [5] H. Pastoriza et al., Phys. Rev. Lett. 72,
    2951 (1994); E. Zeldov et al., Nature (London) 375, 373
    (1995)

    [6] F. de la Cruz, D. López y G.
    Nieva, Philos. Mag. B 70, 773 (1994)

    [7] H. Safar et al., Phys. Rev. Lett. 72,
    1272 (1994)

    [8] D. López, G. Nieva, and F. de la
    Cruz, Phys. Rev. B 50, 7219 (1994)

    [9] D. R. Nelson, Phys. Rev. Lett. 60, 1973
    (1988); D. R. Nelson, in Phenomenology and Applications of High
    temperature Superconductors, edited by K. Bedell et al.
    (Addison-Wesley, NY, 1991)

    [10] E. Jagla y C. Balseiro, Phys. Rev. B 53
    (1996)

    [11] D. López et al.; Phys Rev B 53,
    8895 (1996)

    [12] López et al. Phys. rev. Lett. 76,
    4034 (1996)

    [13] D. R. Nelson y V. M. Vinokur, Phys. Rev.
    B 48, 13060 (1993)

    [14] L. Civale et al., Phys. Rev. Lett. 67,
    646 (1991)

    [15] D. López y E. F. Righi, comunicación
    privada

    Lista de libros y
    artículos sobre superconductividad
    convencional:

    D.Shoenberg, "Superconductivity" (Cambridge
    Univ. Press,1952).

    P.G. De Gennes, "Superconductivity of Metals
    and Alloys" (Addison-Wesley, 1966 and
    1989).

    C.G. Kuper, "Introduction to the Theory of
    Superconductivity" (Clarendon Press,
    1968).

    A. C. Rose-Innes and E. H. Rhoderick,
    "Introduction toSuperconductivity" (Pergamon Press,
    1968).

    R.D. Parks, Ed.,
    "Superconductivity"(Dekker,1969) Vols 1 y
    2.

    M. Tinkham "Introduction to
    Superconductivity" (Krieger Pub. Co.,1975 y
    1980).

    D.H.Douglas, Ed. "Superconductivity in d- and
    f-Band Metals"(Plenum Press, 1976).

    H.W.Weber, Ed.,
    "Anisotropy Effects in Superconductors" (Plenum Press,
    1976)

    R.W.White and T.H.Geballe, "Long Range Order
    in Solids"(Academic Press, 1979).

    T.VanDuzer and C.W.Turner, "Principles of
    Superconductive Devices and
    Circuits"(Elsevier,1981).

    Ø.Fischer and M.B.Maple,
    "Superconductivity in Ternary Compounds"(Springer-Verlag 1982),
    Vols. 1 y 2.

    S.V.Vonsovsky, Y.A.Izyunov, and E. Z.Kurnaev,
    "Superconductivity in Transition Metals" (Springer-Verlag
    1982). J.R.Schrieffer,"Theory of
    Superconductivity"(Addison-Wesley,1983).

    T.P.Orlando and K.A.Delin, "Foundations of
    Applied Superconductivity"
    (Addison-Wesley,1991).

    Algunos artículos sobre superconductores
    tradicionales:

    H.Kamerlingh Onnes, Leiden Comm. 120b, 122b,
    124c (1911).

    W.Meissner and R. Ochsenfeld,
    Naturwissenschaften 21, 787 (1933).

    F. and H. London, Proc. Roy. Soc. (London)
    A149, 71 (1935).

    A.B. Pippard, Proc. Roy. Soc. (London) A216,
    547 (1953)

    A.B.Pippard, Proc. Roy. Soc. (London) A231,
    336 (1955).

    V.L.Ginzburg and L.D.Landau, Zh.Eksperim. i.
    Teor. Fiz. 20, 1064(1950).

    F.London, "Superfluids" (Wiley,1950), Vol
    1.

    A.A.Abrikosov, Zh. Eksperim. i Teor. Fiz. 32,
    1442 (1957) [ Soviet Phys. JETP 5, 1174
    (1957)].

    H. Frölich, Phys.Rev. 79, 845
    (1950).

    L.N.Cooper, Phys Rev.
    104,1189(1956)

    J.Bardeen, L.N.Cooper and J.R.Schrieffer,
    Phys. Rev.108,1175 (1957).

    I.Giaever, Phys.Rev.Letters 5, 147 and 464
    (1960).

    B.D. Josephson, Phys. Letters 1, 251
    (1962).

    Algunos artículos de revisión
    sobre superconductores de alta temperatura

    F. de la Cruz y C. Balseiro, Ciencia Hoy.
    Vol 1, Nro. 1.

    G. Blatter et al., Rev. Mod. Phys. 66, 1125
    (1994).

     

     

    Autor:

    Arauz

    araue[arroba]sinfo.net

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter